
Pancho, en el horno. Cata, destrozada. El Dr. Petrovic, estupefacto.

¿Una mascota puede ocupar el lugar de un hijo?

Cata y Pancho reviven sus peleas domésticas. El método del Dr. Petrovic los hace sudar.

Contra todo pronóstico, Cata y Pancho vuelven a la consulta del Dr. Petrovic, donde salen a flote problemas sexuales de la pareja.

Pancho y Cata llegan a la consulta del Dr. Petrovic. Pancho sospecha de infidelidad.