Dios no solo formo al hombre y a la mujer. El también diseñó el matrimonio y la familia para culminar su propósito supremo.
Como padres nuestro trabajo es filtrar la cultura de tal manera que las influencias dañinas no dominen la vida de nuestros hijos. Es nuestro trabajo instruir a nuestros hijos en la honra y el respeto primero a Dios y luego a nosotros como padres.
Como papás necesitamos saber que hacer para criar hijos de acuerdo a lo que Dios quiere. El ejemplo primordial que nuestros hijos verán en cuanto a una vida integra delante de Dios es el nuestro. Sabemos que criar hijos no es fácil, pero con la ayuda de Dios lo lograremos.
Lo que más van a recordar nuestros hijos de nosotros serán nuestras acciones.
Tranferir la bendición a nuestros hijos no son solos palabras mágicas, son acciones que los preparen y los lleven a una visión a largo plazo de un futuro mejor.
Como padres y madres tenemos sueños y aspiraciones buenos para nuestos hijos y sabemos que nuestra responsabilidad es proveerles todo lo necesario para que logren alcanzarlos. Nuestra responsabilidad es darles profundidad de carácter, fe, esperanza, amor que necesitan para que logren llegar a la altura de su destino personal.
Es de mucha importancia estar presentes en la vida de nuestros hijos desde pequeños , no solo supliendo sus necesidades básicas, necesitamos ser una guía, padres y madres que los impulsen a seguir, a ser mejores, pero sobre todo a ser íntegros para Dios.
Es importante que como padres seamos intencionales al enseñar a nuestros hijos la importancia de someterse a la autoridad de Dios en la vida de ellos.
La crianza de los hijos no es una tarea tan sencilla como solía ser. Hubo una época en la que tener hijos y educarlos era una experiencia que para la mayoría de personas era algo habitual, pero en aquellos tiempos no todos los padres le dedicaban mucha importancia a ser padres eficaces, padres que dedicaban tiempo a desarrollar hijos con un proposito o un plan de vida sano. Hoy como papás necesitamos tener un plan, una estrategia para criar hijos con propósito. La vida hoy es tan diferente y necesitamos ser intencionales en la crianza de nuestros hijos.
La comunicación en la pareja determina, no solo la calidad de la relación, sino que también una parte importante en nuestra calidad de vida. La comunicación y el perdón van de la mano.
Cuando en nuestro matrimonio uno de los dos es dominante podemos ocasionar un daño muy grave en nuestra pareja.
Hay muchas ocasiones en que se nos hace difícil de expresar nuestras emociones o sentimientos, porque en algún momento nos lastimaron o nos prohibieron expresarlos .Todo esto de alguna forma trae conflicto, dolor o frustración en nuestro matrimonio y familia.
Muchas veces en nuestro matrimonio tomamos el rol de madre o padre para con nuestro cónyuge, tratando de corregirlo en todo, diciéndole lo que debe o no debe hacer. Debemos tratarnos como adultos y asumir nuestro rol.
Lo opuesto a la intimidad sexual es el distanciamiento y esto mata al amor.
Cuando me cuido físicamente para que mi pareja me vea lo mejor posible significa que esa persona es importante para mi.
El amor no se va, no se acaba por si solo, es la suma de faltas de atención, cariño, romance y respeto hacía nuestra pareja. El amar es una decisión que tomamos cada día.
Se puede ofender con palabras, gestos, acciones. Esas ofensas pueden dañar, humillar e incluso menospreciar a tu pareja, esto llega a crear resentimiento en en el corazón y amargura. Busca momentos donde estén tranquilos y puedan expresar lo que los ofende o aquello que los hacen sentir mal, recuerden que el perdón es fundamental en el matrimonio. Si aprendemos a tener diferencias sin herirnos hemos avanzado en poner un buen fundamento en nuestro matrimonio.
La comunicación es un elemento clave del matrimonio. Como parejas necesitamos tener comunicación porque si esta se detiene corremos el riesgo de que nuestra relación termine. Pasamos por varias etapas de comunicación en nuestro matrimonio, pero nuestro objetivo tiene que ser el llegar a tener una comunicación íntima.
Para vivir matrimonios plenos y felices es necesario que ambos cónyuges nos mantengamos conectados a Dios.
La confianza es la seguridad que existe en la pareja. Esta produce ternura, cariño, tranquilidad, risas, unión emocional. Sin confianza es imposible que un matrimonio perdure feliz y pleno.
Hay errores que parecieran ser letales en el matrimonio y quizás nos han hecho pensar en el divorcio, pero si ponemos a Dios en el centro de nuestros matrimonios y comenzamos a vivir sus principios, esos errores se pueden cambiar y comenzar una nueva historia.
Dios no solo formo al hombre y a la mujer. El también diseñó el matrimonio y la familia para culminar su propósito supremo.