Reflexiones de Luís sobre Dios, la vida y todo lo que hay en medio.
Empresas, organizaciones, iglesias e instituciones están lidiando con el dilema de reabrir o mantener cerrado. Mientras estamos en eso, el Señor nos recuerda que Él quiere reabrir nuestros ojos y mente a todo lo que Él tiene preparado para nosotros en esta siguiente etapa.
Cuando alguien nos está dando cumplido y de repente dice: "Pero..." es una señal que lo que viene después no será tan agradable de escuchar. ¿Por qué? La palabra "pero" es una especie de señal de contraste. ¿Qué pasa cuando, en medio de la ansiedad y la incertidumbre, escuchamos los "peros" de Dios?
Estos días han sido extraños. Cada semana parece que un nuevo episodio se desenvuelve en esta trama de pandemia. Pero, en medio de esta temporada compleja, podemos tener la esperanza firme que Jesús está con nosotros. La esperanza en la vida radica en la confianza en el Señor.
Es difícil cantar. No todos tenemos el privilegio de poseer ese don. Aunque algunos creen tenerlo. Pero deberían hacer un favor a todos nosotros y cantar sólo cuando están en la ducha. Pero, es más complejo aún cantar en medio de tribulación, oscuridad y sufrimiento. Sin embargo, Dios tiene el poder de transformar tu tribulación presente en un testimonio de liberación futura.
¿Qué hacer cuando ya te diste cuente que, en efecto, te encuentras en una relación profundamente nociva y dañina? ¿Cuál es el plan salvavidas para lidiar con gente que, según la descripción del leal mayordomo de la familia Wayne, "solo quiere ver al mundo arder"? ¿Cómo sobrevivir a una relación tóxica? Escucha este episodio.
Nacimos para relacionarnos. Pero, no podemos negar que hay relaciones profundamente dañinas y nocivas que afectan negativamente. Y mucho. A lo mejor acabas de salir de algo así y todavía estás intentando recuperarte. Pero, ¿cómo saber si en este momento te encuentras en una relación tóxica?
"¿Cómo se atreve?" es lo primero que se nos viene a la mente cuando alguien tiene la osadía de dejarnos en visto, ¿no? Pero, ¿qué ocurre cuando, de acuerdo a las circunstancias, es Dios quien, al parecer, se ha atrevido a darnos las dos flechitas azulitas a nuestras plegarias? ¿Qué hacer cuando Dios te deja en visto?
La dieta de comida recalentada se acabó. Y ya decidiste que día de esta semana removerías el arbolito de navidad. La cruda realidad que las fiestas de fin de año se terminaron acaba de golpear tu nariz. Sabes que en este año debes hacer cambios...algunos son urgentes. Pero, ¿cómo iniciar bien el año? Aquí te comparto algunas observaciones. Y un bonus track...sólo porque sí.
El año está a punto de cerrar. Tal vez te fue súper bien. O a lo mejor estás impaciente porque este año termine de una vez por todas por lo mal que te fue. Cualquiera que haya sido tu caso, quiero decirte como puedes terminar bien estos 365 días.
La única manera que un personaje ficticio conozca sobre su Autor es si el Autor decide insertarse a sí mismo en la obra. Esto es lo que Dios ha hecho por nosotros en Jesús. Dios ha descendido. Para que nosotros podamos ascender. Dios se ha acercado, en Jesús. Dios se ha mudado a nuestro vecindario, en Jesús. Y por eso, hay esperanza. Más allá de cualquier dolor y sufrimiento.
El dolor es parte de la vida humana. Pararte en una pieza de Lego. Golpear tu dedo mequiñe con la esquina de tu mueble. Doblarte un tobillo jugando fútbol. El dolor es inevitable en la vida humana. Pero, el dolor del rechazo puede ser particularmente más profundo aún.