Podcast Rezandovoy

Que para mí la esperanza no sea una actitud efímera, sino una forma de estar en la vida.

Una doble mirada a la Sagrada Familia y a la inocencia perseguida por el poder injusto

Todo va unido en el evangelio, la promesa, la vida entregada, la historia contada...

También a mí se me llama a moverme hasta el pesebre, para adorar al niño.

No hay proporción entre lo que Dios me da y lo que yo puedo ofrecerle

María, ayúdame a vivir también yo desde el «Hágase»

A veces hay que callar para acoger la palabra alrededor

¿Estás preparando el camino del Señor de palabra, o de obra?

¿Por qué es tan difícil hoy encontrar una autoridad como la tuya, Jesús?

Sigue poniendo cerca de mi buenos testigos y profetas, que me animen a seguir con mis compromisos en favor de los demás.

En este tiempo de adviento, mi corazón puede estar siendo llamado a la aceptación, al cambio externo o a la conversión interior…

Busca esos profetas que te muestran el verdadero rostro de Dios

Ven y aprende de mí, que a todos acojo, porque todos merecen una oportunidad

Piensa en todas las situaciones de nuestro mundo que reflejan extravíos, pérdidas y soledades

Dios cuenta con una mujer para comenzar a caminar por nuestras calles

Así quiero servirte, Señor, sin rebajar la entrega.

Tengo miedo a la soledad, a hacer el ridículo, a que me calumnien, a la enfermedad, a la muerte...

Y yo, ¿sobre qué estoy construyendo mi vida? ¿Sobre qué suelo se sostiene mi fe?

Enséñame a mirar con ojos sencillos, para descubrirte alrededor de tantos modos

Todo encuentra su sitio cuando dejo que Dios ordene mis prioridades

El cielo y la tierra pasarán, pero tus palabras no pasarán

Perseverdad, también cuando la vida se ponga cuesta arriba...

En las dificultades, cuando las cosas no van bien, ¿continúo fiándome de Dios?

Hay quien hace el bien sin necesidad de motivación extra, sin esperar aplausos, sin buscar reconocimientos.

Jesús, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí

Te pido, Señor, que no me refugie en verdades que me encierran

Que María me inspire para mantener la fidelidad al plan de Dios

Jesús, ¿qué te hace llorar de mi ciudad y mi gente?

¿Cuáles son mis talentos? ¿misericordia? ¿ternura? ¿gratuidad? ¿generosidad? ¿disponibilidad? ¿entusiasmo? ¿esperanza?...

Esté como esté mi casa –y mi vida– Jesús quiere entrar en ella.

No desistas. Ruega, pide, insiste, y reclama, a tiempo y a destiempo, la única justicia: el amor

¿Cómo, mirando a lo bello, no intuir al autor de la belleza?

¿Hay momentos así en mi vida? ¿Momentos de silencio, de abandono, en que ni siquiera siento a Dios por más que lo busque?

Las bendiciones en tu vida, no son para atesorarlas, ni admirarlas en una vitrina, ni guardarlas bajo llave. Son para agradecerlas, compartirlas y celebrarlas'

No es obligación moral o legal. Es la llamada a hacer aquello que llevas escrito en la entraña.

Eres la cercanía más esquiva y la lejanía más cercana