Deben Ser Drogas

Octavo capítulo, con contenido altamente cultural. Por problemas del editor, este capítulo llega con muchos (muchos) días de retraso, así que algunos de los comentarios están un poco... fuera de contexto.

"Oye weon, ¿hagamos un podcast?" es la versión millenial y posmo de "¿Oye weon, hagamos una banda?"

Éramos 3, pero el tercero andaba con prolapso rectal y se perdió el piloto. Acá llegó.

Hoy: juegos de mesa, ramen, mascarillas, improvisación teatral y besos en el hoyo. Servido y pagado.

El encierro afecta la mente. Desde la incomodidad de las casas en cuarentena, Cristóbal trata de no volverse loco, Jorge intenta jalar plumones de pizarra y Francisco es un experto en pandemias. Como siempre, contenido de muy mala calidad, tanto técnica como humana. Incluye un tutorial de cómo usar Grinder.

En esta nueva entrega, insultamos gratuitamente a los practicantes, a los químicos farmacéuticos y a los trabajadores sociales. También hablamos de coronavirus, del Popeye y, entre otros temas, intentamos zanjar la eterna disputa de si el verano es mejor o peor que el invierno. SPOILER ALERT: no pudimos zanjar la eterna disputa, así que seguirá siendo eterna.

Luego de una ausencia de 5 meses, volvimos, tan serios como antes. En este capítulo, Francisco no tiene cortinas, Cristóbal desaparece y tiene problemas técnicos, Jorge propone un concurso y fracasa. Contralorito es un héroe.

Después de una pausa un poco más larga de lo habitual, volvemos recargados con 3 desopilantes secciones. Además, Jorge tiene una entrevista de trabajo, Francisco no sabe seguir instrucciones y Cristóbal demuestra su mal nivel de alemán.

La vez anterior dijimos "hablemos de películas". Lo intentamos, les juro que lo intentamos. Pero a veces la conversación fluye por caminos sinuosos. Digamos que a veces, terminamos razonando fuera del recipiente. Hoy hablamos de películas que nos gustan, que no nos gustan y establecimos la costumbre de hacer alertas. A la tercera te vas.