Se abordan problemas personales que te pueden pasar a ti. Son problemas sencillos, pero que existen. Necesitas ideas nuevas y frescas que te llevarán a preguntarte y a poner en duda tu forma de pensar actual. Asimismo, abrirán las puertas de tu mente y de tu corazón para que puedas encontrar paz,…
No encuentras nada que te motive porque no buscas o porque no sabes buscar. Que nada te ilusione ni te apasione es una pena porque el mundo gira gracias a la pasión y el amor. Quieres contribuir con tu granito de arena para que este mundo sea un mejor lugar para vivir y dar a los demás. No sólo vas a encontrar más de una motivación, sino que tú vas a ser quien motive a los demás y comparta su energía con ellos. No la busques fuera, la tienes tú y ahora sólo tienes que saber buscarla, encontrarla, trabajarla y gestionarla. La formación y tus habilidades perfeccionarán la pasión que llevas dentro. Todo eso, sumado a una planificación óptima de tu tiempo y de tus prioridades, te convertirá en una persona repleta de motivación con la que compartir tiempo y sueños.
Tienes una mezcla de sentimientos de la que no te sientes orgulloso porque, en vez de alegrarte de las cosas buenas que pasan en el mundo, deseas, por alguna extraña razón, ridiculizar a gente o dejar aflorar sentimientos que no te gusta mostrar: lo egoísta que eres, culpabilizar a los demás, tener siempre razón, ser arrogante o un ególatra, porque crees que el mundo gira en torno a ti. Enfundado en una maravillosa buena educación, confundes la hipocresía con los buenos modales, ya que creas confusión y no dejas que tu personalidad resplandezca, sea conciliadora y propague energía. Es el momento de ser buena persona y de que te quieran.
Crees que tu monotonía, tu rutina y repetir siempre lo mismo te da seguridad, pero no es verdad. Es una seguridad ficticia porque no es real. Lo único que te da seguridad eres tú y tu forma de ser. Cuanto más abierto estés a cambios y cuanto más abierta esté tu mente a aprender y a ser flexible, mejor te adaptarás a los problemas y a las nuevas situaciones que te traiga la vida o a las que tú quieras escoger. Eres mucho más feliz aprendiendo, viviendo, experimentando, absorbiendo todo lo que el universo te brinda que no sólo repitiendo lo mismo, porque te hace más pequeño y porque no te deja evolucionar ni crecer. Tu zona de confort está fuera de tu zona de confort.
Si no tienes tu teléfono, te sientes mal. El teléfono es una herramienta maravillosa para estar en contacto con otras personas y para tener acceso a la información y al mundo. Sin embargo, tú ya no estás contigo mismo como lo estabas antes. Estás esclavizado y eres un adicto al teléfono. Los momentos para ti, que antes te reservabas para hacer miles de cosas, ya no están. En su lugar, estás sometido a una vorágine de información y de interacciones que no te permiten desconectar ni descansar. Tu cerebro y tu alma merecen desconectarse y estar en paz. No te gusta como eres porque te sientes enlatado. Y quieres ser tú quien controle el teléfono para volver a tener tu tiempo, tu periodo de reflexión, de madurez y de liberación.
Por fin has comprendido que la vida se va cuando quiere y que el tiempo es precioso. Por tanto, perder el tiempo no es la mejor manera de aprovechar lo que te queda de él. Necesitas pasar del lado pasivo de ver el mundo a ser un agente de cambio. Y éste no sólo mejorará tu persona, sino que hará que los demás te vean y te sigan como un verdadero dinamizador y motivador. Los inspiras. Serás una persona que lidera, que cambia, que prueba, que se equivoca y que siempre vuelve a intentarlo porque es activo y porque no tiene miedo de nada ni de nadie. Tu suerte y tu vida están en ti.
De todas las maneras de vivir que existen, mentir es la peor de todas. Estás cansado de querer gustar o inventarte realidades para que te quieran o no te rechacen. La base de toda tu persona es la verdad y quieres que te conozcan y te acepten tal y como eres, con tus virtudes y tus defectos, pero por encima de todo, sintiéndote orgulloso de que siempre dices la verdad de una manera responsable, amable y diligente. Buscas liberarte, que se queden quienes te aceptan como eres y que se vayan quienes esperan que les mientas. Sólo estás tú y la verdad. Luego, vienen los demás. Además, pides perdón a todos aquellos que mentiste y, desde ahora, empiezas una vida como la que siempre has querido, orgulloso de ser quien eres y de ser un abanderado de una única realidad, vivir tu vida sin mentiras.
No quieras llamar la atención mediante la lástima. Te van a querer mucho más si eres una persona que solucionas tus problemas o que, al menos, los encara con simpatía, una sonrisa y comprensión. La vida no es fácil y tiene dificultades, pero no vives en función de ellas sino que las gestionas, controlas y dominas. Además, te enfocas a trabajar un vocabulario positivo y exquisito para trabajar tu autoestima; tu punto de vista cambia a positivo y, desde el interior de tu corazón y de tu alma, emanas energía y luz para solucionar tus problemas y ayudar a los demás.
Aunque la vida no sea como tú quieres que sea, la vida no te tiene manía ni te odia. Tampoco el universo, ni la suerte ni ninguna excusa que te inventes. Tú creas tu suerte. Tú haces que la vida gire como tú quieres que gire. Y tú eres el único responsable de tus acciones y consecuencias. Por eso tienes que sentirte feliz y vivo al aceptarte tal como eres, querer tus defectos, planificar una mejora sobre los puntos que quieres evolucionar y porque buscas y compartes motivaciones, pasión y comprensión.
Por muy inteligente que puedas ser, por muy abierto, viajado, experto o interesante que seas, no eres mejor que nadie. De la misma manera, si careces de conocimientos o no tienes idea de lo que estás hablando, lo importante en esta Cápsula es que seas humilde con el mundo que te rodea. Tienes que saber escuchar activamente, trabajar tu conocimiento, aprender a aceptar culturas diferentes, abrazar lo desconocido y tener la mente abierta. Todo esto te dará una madurez y una felicidad que te permitirán evolucionar de una manera considerable cada día y en la que no juzgarás a nadie.
Antes de nada, antes de relacionarte con alguien, querer, amar, reír, estudiar, aprender… antes de nada, eres y estás tú. Nadie más. Sólo tú. Por tanto, tienes que ser auténtico, verdadero y real. No quieres ser hipócrita y quieres ser consecuente con tus acciones y tu manera de vivir la vida. Además, quieres ser un ejemplo para los que te rodean. El medio y la manera de conseguir tus éxitos son fundamentales. El concepto y el proceso tienen que ser virtuosos porque, si no, no vale la pena. No te vendes ni por nada ni por nadie. Eres una persona de palabra, que acepta sus consecuencias porque la gente sabe quién eres y se fía de ti.