Todas las lecciones de Un Curso de Milagros, el audio libro hace parte de otro podcast, pregunta por él
Jaime Alberto Zuluaga Grisales
Te entrego este instante santo. Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz
Lecciones Finales Curso de Milagros - Introducción
Que la paz sea conmigo, el santo Hijo de Dios. Que la paz sea con mi hermano, que es uno conmigo. Y que a travéz nuestro, el mundo sea bendecido con paz
La respuesta de Dios es alguna forma de paz. Todo dolor sana; toda aflicción queda reemplazada por la dicha. Las puertas de la prisión se abren. Y se comprende que todo pecado no es más que un simple error
Ninguna invocación a Dios puede dejar de ser oída o no recibir respuesta. Y de esto puedo estar seguro: Su respuesta es la única que realmente deseo
La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma
Le enfermedad no es sino otro nombre para el pecado. La curación no es sino otro nombre para Dios. El milagro es, por lo tanto, una invocación que se le hace a Él
La paz, la dicha y los milagros que otorgaré cuando acepte la Palabra de Dios son ilimitados. ¿Por qué no aceptarla hoy?
Cristo y yo nos encontramos unidos en paz y seguros de nuestro propósito. Su Creador reside en Él, tal como Él reside en mí
Mis ojos, mi boca, mis manos y mis pies tienen hoy un solo propósito: estar al servicio de Cristo a fin de que El pueda utilizarlos para bendecir al mundo con milagros
Los juicios son lo opuesto al amor. De los juicios procede todo el dolor del mundo, y del amor, la paz de Dios
Mi hermano impecable es mi guía a la paz. Mi hermano pecador es mi guía al dolor. Y el que elija ver será el que contemplaré
Los milagros son un refelejo del eterno amor de Dios. Ofrecerlos es recordarlo a Él, y mediante Su recuerdo, salvar al mundo
Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor
Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba
La ira procede de los juicios. Y los juicios son el arma que utilizo contra mí mismo a fin de mantener el milagro alejado de mi
Hoy me envuelve la paz de Dios, y me olvido de todo excepto de Su Amor
Hoy sólo ofrezco milagros, pues quiero que retornen a mí
Hoy aprendo la ley del amor: que lo que doy a mi hermano es el regalo que me hago a mí mismo
No se me pide que haga ningún sacrificio para encontrar la misericordia y la paz de Dios
Dejo que el perdón descanse sobre todas las cosas, pues de ese modo es como se me concederá a mi
Tan solo puedo atacar mi propia impecabilidad, que es lo único que me mantiene a salvo
Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme
El perdón me enseña que todas las mentes están unidas
Hoy reclamo los regalos que el perdón me otorga
El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera
El conflicto no existe, pues mi voluntad es la Tuya
Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero
No necesito más que llamar y Tú me contestarás
Todas las cosas que creo ver son reflejos de ideas
No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor
Tan sólo puedo renunciar a lo que nunca fue real
Yo soy el medio para la salvación, así como su fin