Remonte nace con un inevitable sentimiento de inconformidad. Cuando nada llenaba el corazón de este locutor, Jesús Cristo lo hizo.
Algo en qué pensar, ahora que tenemos los pies puestos en el 2022
Poniéndome en los zapatos de Pedro, mi yo impulsivo se atrevería a decir que Jesús se complicaba con su manera de hacer las cosas; pero claro, después de entender esa magia en los detalles que lo caracteriza, no hago más que sorprenderme y de afirmar que quiero ser como él. ¡Un capo!
Podemos ir de Aladinos por la vida, sin darnos cuenta que la disponibilidad de acercarnos al mismo Dios del universo sobrepasa cualquier alcance que podamos desear, anhelar o 'merecer'. Hoy me sigo haciendo preguntas; esta vez gracias a una simple interacción con mi maestro Matías.
Seguimos con la pensadera mientras paseamos a chancho por el parque. Las puestas en cuestión hoy son: ¿Por qué, si Dios sabe que hay tierras no aptas para el desarrollo de una planta, permite que las semillas aún les caigan? ¿Puedo tener varias tierras en mi corazón? ¿Existe la posibilidad de encontrar belleza en medio del dolor? ¿Estoy lo suficientemente comprometido con mi fe, como para empezar a remover mi tierra? ¿Siendo un árbol de palta, estoy dando buenas paltas o estoy pretendiendo dar papayas? Ah, amigo, podría seguir, pero mejor escucha este episodio hasta el final. (Y sí, hablamos de la parábola del sembrador)
Hacerse preguntas es un derecho legítimo. No nos limitemos a definir si una pregunta está bien o mal; porque finalmente tus preguntas revelan realidades, y eso está bien. La pregunta de Juan podría considerarse ofensiva; pero una vez más, Jesús no se hace bolas y responde con hechos y, por algún motivo, con ternura.
En Dis/anima venimos conversando acerca de conceptos relacionados al desánimo, depresión, frustración, etc; que son sentimientos mucho más potenciados en coyunturas como en la que nos encontramos. Me parece que la envidia es un corrosivo silencioso; especialista invisible, infiltrado en los deseos más profundos y justificados del ser humano. Algunos la consideran como inofensiva, pero una vez que descubres que muchas de tus motivaciones podrían estar sustentadas en la envidia, lo primero que querrás hacer es ejecutar algunos ajustes.
¿Un desierto es un fin o es un medio? Todo es cuestión de perspectiva. Encuéntranos en Instagram como @remonte_podcast
Pensamientos acerca de papá, pensamientos de Dios como un Padre ultra presente.
El desánimo puede ser el inicio de una espiral descendente que podría terminar en irremediables consecuencias. Con un 2020 sin precedentes, un 2021 cada vez peor y la inexistente promesa de un 2022 esperanzador, queda claro que poner nuestra confianza en el hombre siempre deja mucho que desear. Este episodio introductorio busca guiarte a Dios como la esperanza más sólida en medio de pilares sociales que no hacen más que desmoronarse.
Ozymandias, de Percy Bysshe Shelley Conocí a un viajero de una tierra antigua quien dijo: «dos enormes piernas pétreas, sin su tronco se yerguen en el desierto. A su lado, en la arena, semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño y mueca en la boca, y desdén de frío dominio, cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones las cuales aún sobreviven, grabadas en estos inertes objetos, a las manos que las tallaron y al corazón que las alimentó. Y en el pedestal se leen estas palabras: "Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes: ¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!" Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas»
con voz del hombrecito de jenjibre, por favor.
Ojalá pronto pueda escribir un review de este cap