“La Lectio Divina, es un ejercicio milenario de la Iglesia Católica para interpretar las Sagradas Escrituras, que consiste en leer, orar con la palabra, meditar, contemplar y hacer un propósito para la semana”.
«Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» Mt 28,20.
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él». Jn 14,21.
«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí … Les aseguro, el que cree en mí, también hará las obras que yo hago, y aún mayores» Jn 14, 6 y 12.
«Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia». Jn 10,10.
«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» Lc 24,32.
«¿Porque has visto has creído? Dichosos los que crean sin
«Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces, no habían entendido la Escritura: que Él había de resucitar de entre los muertos» Jn 20,8-9.
«No teman; ya sé que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como había dicho. Vengan a ver el sitio donde lo pusieron y vayan aprisa a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán". Este es mi mensaje». Mt 28,5-7.
«Les he dado ejemplo, para que lo que hice con ustedes, ustedes también lo hagan» Jn 13,15.
«Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: "El Maestro dice: Mi hora está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"» Mt 26,18.
«Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre, y Dios ha sido glorificado en Él» Jn 13,31.
«María tomó una libra de perfume de nardo, autentico y costoso, le ungió a Jesús los pies y los secó con su cabello. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume» Jn 12,3.
«Desde ahora ustedes verán que el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene sobre las nubes del cielo» Mt 26,64.
«Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse» Jn 11,55.
«Si no hago las obras de mi Padre, no me crean, pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que comprendan y sepan que el Padre está en mí, y yo en el Padre» Jn 8,38.
«Les aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre» Jn 8,51.
«Si se mantienen en mi palabra, serán de verdad discípulos míos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres» Jn 8,31-32.
«Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy, y que no hago nada por mí mismo, sino que hablo como el Padre me ha enseñado» Jn 8,28.
«El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra» Jn 8,7.
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Jn 11,25-26.
«Aquí está la esclava de Señor; hágase en mí según tu palabra» Lc 1,38.
«Yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése ustedes no lo conocen; yo lo conozco, porque procedo de Él, y Él me ha enviado». Jn 7,28-29.
«El testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado» Jn 5,36.
«Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida» Jn 5,24.
«¿Quieres quedar sano?» Jn 4,6.
«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de los pecados» Mt 1,20-21.
«¿Crees tú en el Hijo del hombre?». Jn 9,35.
«¡Oh, Dios!, ten compasión de mí que soy un pecador» Lc 18,14.
«El primero es: "… amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas". El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo"» Mc 12,29-31.
«El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama» Lc 11,23.
«No he venido a abolir, sino a dar pleno cumplimiento» Mt 5,17.
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete» Mt 18,22.
«Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra» Lc 4,24.
«Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva» Jn 4,10.
«Celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido, y ha sido encontrado» Lc 15,24.
«La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular, es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente» Mt 21,42 y Sal 118,22.
«Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado junto a la puerta, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse con lo que tiraban de la mesa del rico» Lc 16,20-21.
«El que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su esclavo. De la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos» Mt 20,26-28.
«El primero entre ustedes sea servidor de los demás. El que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido» Mt 23,11-12.
«No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados; den, y se les dará» Lc 6,37-38.
«Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenlo». Mt 17,5.
«Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen. Así serán hijos del Padre que está en el cielo» Mt 5,44-45.
«Si cuando vas a presentar tu ofrenda en el altar; te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda» Mt 5,23-24.
«Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre» Mt 7,7-8.
«Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación» Lc 11,30.
«Porque si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes». Mt 6,14-15.
«Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, conmigo lo hicieron» Mt 25,40.
«Está escrito: "No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"». Mt 4,4.
«Sígueme» Lc 5,27.
«¿Pueden acaso estar de duelo los invitados a la boda, mientras novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces sí ayunarán» Mt 9,15.