Estudios y Sermones acerca de la vida cristina, la vida de la iglesia
IBR Labranza de Dios - Plantación Suba
Terminó esa maravillosa predicación en la montaña, Jesús concluyó y aplicó su enseñanza. La gente que se unió a escuchar, habían escuchado de la boca del maestro, palabras de vida que nunca habían escuchado. Habían sido confrontados con todo lo que estaban viviendo, con todo lo que habían mal aprendido hasta entonces
Cristo advierte una vez más en contra del autoengaño, de pensar que se es cristiano por decir o hacer ciertas cosas, por pensar que solo basta afirmar o asentir ciertas doctrinas o cumplir ciertos requisitos religiosos, o estar muy ocupados en “hacer” grandes cosas para Cristo
Una vez más pone de relieve la diferencia entre el falso cristiano y el verdadero, ahora mediante la comparación entre un hombre prudente y uno insensato. Y es que esto hace la diferencia entre el cristiano y el no cristiano
¿cómo es posible que alguien reconozca a Cristo como Señor pero no esté empeñado en hacer su voluntad?. ¿cómo es posible engañarse a uno mismo y persuadiéndose de que es cristiano pero en realidad no lo es?; hay que considerar entonces lo propensos que somos al autoengaño que lleva a darnos una falsa paz
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Ante las palabras más solemnes que escuchamos de la misma boca del Santo y Eterno Hijo de Dios, debemos reflexionar en el hecho del juicio final, en donde la falsa paz de muchos se acabará
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”, pero ahora sigue desarrollando e ilustrando su enseñanza al respecto, y nos dice hoy “Por sus frutos los conoceréis”.
Si tú estás escuchando al Señor mostrando el camino angosto, la puerta estrecha, debes saber también que junto a ese camino, o al umbral de esa puerta, se paran los que tratan de desviarte de dicho camino, los pseudo profetas
Podemos decir que nos ha instruido acerca de lo que debemos creer y hacer. Pero ¿qué sigue?. Repasemos sobre lo que hemos aprendido del Señor en el sermón de monte. ¿Quiénes son los bienaventurados?, ¿Quiénes tienen la verdad, la luz y la sal para este mundo?
“¿Quieres que te traten bien?, ¿Qué te estimen?, pues haz lo mismo con los demás”, es tal vez lo que muchos consideran enseña este verso que acabamos de leer. Si fuera así, ya terminaríamos el sermón.
Ahora el Señor nos habla acerca del buscar y hallar, en donde encontramos un mandamiento, una promesa, y una gran verdad que dan aliento a nuestras vidas en el caminar cristiano diario
Nos corresponde entonces reflexionar en esta verdad que el Señor expone por medio de esta ilustración, para que dejando el espíritu de hipercrítica, aprendamos a discernir, acerca de nuestros esfuerzos en proclamar la buena nueva adecuadamente,
Roguemos a Dios que podamos escuchar hoy con atención, y recibamos esta gran alerta de parte de nuestro Dios, para que de esta manera podamos vivir mejor esa vida justa a la que hemos sido llamados
No juzguéis, es la enseñanza de nuestro Señor en esta última parte del sermón a sus discípulos, es lo que nos dice hoy también a nosotros, ¿pero qué quiere decirnos el Señor?
"Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. ¿Por qué nos dice esto el Señor?, ¿será que somos olvidadizos, será que no prestamos mucha atención a sus palabras, será que debemos aprender algo más?
“No se afanen", Busquen a Dios.
“No se afanen", miren las aves y las flores. Ellas no se afanan como ustedes, pero al igual que ustedes gozan del sostén de Dios, pero ustedes debe afanarse aún menos, porque a diferencia de las aves y las flores, ustedes son sus hijos
El Señor introduce su enseñanza ahora con esta declaración: “Por tanto os digo: No os afanéis”. En razón de lo ya dicho en los versos anteriores, en razón de lo que han aprendido hasta aquí, de acuerdo a lo que ya han estado escuchando les digo: “no se afanen”.
No se vive la piedad alejados de la sociedad, confinados en un lugar apartado de todo y de todos, sino en medio de todos. Por ello estamos rodeados de tentaciones, algunas muy fuertes de las cuales oramos constantemente “no nos metas en tentación”
Y al tener como Padre en los cielos precisamente a ese Dios todopoderoso, en esa misma reverencia que debe ser adorado, pero en tierna confianza, podemos juntos pedir socorro para nuestra vida aquí y ahora, para nuestras necesidades físicas y espirituales
Hoy veremos las peticiones que hacen parte de la adoración, que a su vez son consecuencias de invocar al Padre Celestial, el que cuida de su pueblo, bendice y está siempre con su pueblo. Quiera Dios que hoy aprendamos a regocijarnos en adorar a nuestro glorioso Señor en la oración
Lloyd Jones nos dice: “la característica más destacada de todas las personas santas que el mundo ha conocido ha sido que no sólo han dedicado mucho tiempo a la oración en privado, sino que han hallado una gran satisfacción en ello”, esto quiere decir que no es algo estorboso, pesado y aburrido, sino un deleite de gozar comunión con su Señor y Dios
Hemos comenzado a hablar en el Sermón del monte acerca de lo que significa una vida piadosa. Iniciamos meditando en el hecho que una vida piadosa es una vida en la presencia de Dios,
“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”, fue la declaración con la cual el Señor Jesús terminó la sección anterior en la cual daba la interpretación correcta de la ley en contraste con la falsa enseñanza de los escribas y fariseos
Cristo ha dicho a sus discípulos, “si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”. Es decir, que sus discípulos debían poseer y actuar en consecuencia, con una justicia que no era un mero formalismo exterior
Los que han seguido esta serie de estudios del sermón del monte, se habrán podido dar cuenta cómo nuestro Señor Jesucristo se ha encargado de dar una interpretación de la ley va mucho más allá de la letra, y nos muestra realmente el espíritu de la ley
En la época que estamos estudiando este sermón del monte, muchos hacen promesas y buenos propósitos de navidad y año nuevo, hasta los incrédulos dicen a sus vecinos y compañeros o familiares “feliz navidad” y “feliz año”, o “felices fiestas” para no sentirse tan religiosos, pero disfrutan sus parrandas con ocasión de una festividad con carácter religioso, al menos en principio, pues hoy no es más que estrategia comercial
El Señor Jesús sigue contrastando la falsa interpretación de los fariseos con la correcta exposición de los principios de la ley de Moisés. Ya ha dicho que no basta ceñirse externamente a la letra de ley, sino que se debe comprender el espíritu de la ley, que va más allá de un ritualismo externo y muerto
Para tener la verdadera justicia mayor a la de los escribas y fariseos, y así poder entrar al reino de los cielos, es necesario conocer y entender la relación del cristiano con la Santa Ley de Dios, y es precisamente lo que ha comenzado a enseñar Cristo en esta parte del Sermón de monte
El señor Jesús está introduciendo las leyes del reino luego de definir quienes son los que pueden entrar en él, quiénes son y cómo viven los supremamente dichosos. Y nos ha dicho que esas leyes del reino no son distintas a la Santa Ley de Dios que ya ha sido dada
El Señor Jesús ha dicho que solo aquellos a los que Dios hace bienaventurados son la sal de la tierra y la luz del mundo. Y son luz porque tienen al que es la luz, y son llamados a mostrar esa luz por medio de sus buenas obras. Pero para saber cuáles son estas buenas obras, el Señor inicia una nueva sección en su enseñanza para mostrar que estas buenas obras no son otras distintas a la misma ley que Dios ha dado a su pueblo
Qué son y cómo viven los cristianos es lo que Cristo está enseñando a sus seguidores. Y es lo que estamos aprendiendo nosotros que decimos ser seguidores de Cristo hoy. Si en verdad estamos dispuestos a seguir a Cristo, más vale que escuchemos atentamente su instrucción y no contentarnos con ser menos de lo que él dice que somos
En su descripción del cristiano, el Señor Jesús nos ha mostrado la necesidad de nacer de nuevo, de ser transformados por Dios mismo para poder ser de aquellos bienaventurados que son enriquecidos con la gracia de Dios, que son saciados de su justicia, que alcanzan y muestran misericordia, que experimentan mansedumbre y se vuelven pacificadores, pero que sufren persecución por ser lo que Dios quiere que sean
Esta es la última declaración acerca de lo que son los cristianos, y específicamente de lo que viene a los cristianos precisamente por ser cristianos. Todas las bienaventuranzas hemos dicho, no se deben a algo natural que posee el ser humano, sino a la obra de Dios en la vida de sus hijos
Nos acercamos a una declaración muy grande en toda la Biblia. Una de las declaraciones más importantes para el pueblo de Dios. Y que en el orden que venimos estudiando, que fue declarado por el Señor
Hemos visto la descripción de la condición del cristiano y su esperanza en Dios, el único que puede saciar su hambre y sed de justicia, completa y permanentemente, una vez se ha visto ante Dios tal como es, con su real necesidad.
Hasta aquí en el sermón del monte el Señor Jesucristo nos ha dicho que como cristianos debemos ser pobres en espíritu, que debemos llorar por nuestro pecado, que debemos ser mansos, ¿qué implica esto?, ¿qué hemos entendido de esto?
Vamos aumentando el nivel de caracterización de lo que es todo cristiano, vamos viendo cuán grande se hace cada vez más esa montaña de nuestra incapacidad
Nos encontramos en la sección de las bienaventuranzas, en el famoso sermón del monte predicado por el Señor Jesucristo mismo. Un sermón mal interpretado por muchos, y descuidado por no pocos.
Hemos dicho que hay unas ideas falsas sobre el sermón del monte que no podemos aceptar, tales como: “estamos bajo la gracia y no tenemos nada que ver con ley”; hemos dicho ya que es falso que “el sermón del monte sea un evangelio social”, y es igualmente falso que sea “un mensaje para unas personas en una época específica”. Hemos visto que es un mensaje para los cristianos de hoy y todos los tiempos
Son muchos los que han oído de Jesús a través de los tiempos, muchos los que lo han seguido de un lugar a otro, muchos los que han recibido de sus beneficios, pero muchos también, los que no le conocen en verdad. Hoy hay muchos que pretenden ser cristianos, que quieren ser cristianos, que quieren seguir a Jesús, pero están confundidos, y tienen sus propias ideas acerca de lo que es la vida cristiana, acerca de lo que es y debe ser el cristiano
Pla instrucción general ha sido dada, hay una gran tarea por realizar en la iglesia de Creta, tanto Tito como los candidatos a ancianos, y todos los miembros de la iglesia de Creta, ahora tienen el reto de poner en orden lo que hace falta para el funcionamiento correcto de la iglesia local
Pablo ha instruido a Tito para que se dedique a enseñar la iglesia en Creta respecto a las verdades del evangelio, de la maravillosa salvación que Dios les ha dado, y lo que esto implica en vida diaria aquí y ahora mientras esperamos la manifestación gloriosa de nuestro Señor y salvador Jesucristo.
En esta breve carta, y especialmente en esta sección, hemos podido encontrar un muy breve pero profundo resumen de la doctrina de la salvación. En tres oportunidades ya, hemos considerado el hecho maravilloso que Dios nos Salvó. La manera en que lo ha hecho es de asombrarnos y alegrarnos en el más alto grado, todo ha surgido de la iniciativa de Dios, de su bondad, de su misericordia, pero esto ¿con qué propósito?, ¿cuál es el resultado de llevar a cabo esta salvación?, y ¿qué fruto podemos apreciar de esta maravillosa salvación?
Nos corresponde ahora considerar cómo hizo Dios esta maravillosa obra, o más bien cómo nos ha aplicado esta gloriosa salvación. Dios nos Salvó
continuando nuestra serie del estudio de la carta del apóstol Pablo a Tito, seguimos meditando en el hecho que Dios nos salvó, así titulamos nuestro estudio a partir del verso tres. Miren que no decimos nos salvamos, logramos la salvación, logramos la vida eterna, sino Dios nos salvó,
Hemos estado considerando la vida de la iglesia a través de esta carta del apóstol Pablo a tito, llena de instrucciones para la naciente iglesia en Creta, que necesitaba crecer en la gracia del Señor y completar lo que faltaba
esperamos la gloriosa manifestación de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, gozosos en el hecho de ser redimidos y purificados por Cristo, gracias a su sacrificio por el cual nos hace su pueblo especial, y este mensaje es el que debemos aprender y proclamar insistentemente
Tenemos una bendita esperanza que aguardamos con fervor, y como nos exhorta el apóstol Juan, “El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!» El que oye, diga: «¡Ven!»” y nos unimos al mismo apóstol diciendo: “¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!” (Ap. 22:17, 20)
La maravillosa gracia de Dios se ha manifestado, y nos enseña a repudiar lo malo, no aceptarlo ni conformarnos a ello, sino repudiando de nuestras vidas todo lo que desagrada a Dios
Una constante en los escritos del apóstol Pablo es prorrumpir en alabanza a Dios en medio de sus instrucciones eclesiásticas y pastorales. En esta ocasión, este reconocimiento de la maravillosa gracia de Dios no solo se presenta como una doxología
El apóstol Pablo ha estado abordando el tema de la Sana Doctrina de forma práctica en la familia y en la iglesia, pero ahora pasa a abordar cómo esa sana doctrina debe permear todas las relaciones interpersonales de los creyentes