Tiempo de Cultura

Sin querer, Tiempo Detenido queda atrapado cerca de una explosión en un reactor nuclear en la Unión Soviética. Sabiendo que todo está perdido, se sienta a contemplar los bellos colores emitidos por el material radiactivo que se dispersa en el aire.

Decidido a hacer historia, Tiempo Detenido emprende un viaje hacia las columnas de Hércules para descubrir qué hay más allá del límite conocido. Después de siglos de exploración, el mapamundi finalmente está completo.

Sintiéndose muy científico, pacífico y literario, Tiempo Detenido se pone a descubrir elementos, enfermedades y teorías mientras escribe unos poetuitazos sobre la paz y, como era de esperarse, gana un Nobel y todo el orgullo de su mamá.

Tiempo Detenido regresa al pasado para verificar si esas 7 construcciones verdaderamente fueron maravillas. Al recorrerlas todas, y para sorpresa de nadie, confirma lo obvio: sí fueron.

Desconcertado, Tiempo Detenido sostiene un frasco con cianuro que debe ingerir mientras el líder de su secta le promete la vida eterna. Huye pero es atrapado en una feroz batalla entre los Illuminati, los Rosacruces y los loquitos de la Luz del Mundo en su natal Guadalajara.

Devastado por un terrible y desconocido padecimiento, Tiempo Detenido recorre el mundo en busca de una cura que lo salve solo para acabar infectándose de rabia, peste, viruela, ébola, lepra y otros fatales males que aceleran su encuentro con Diosito.

En su incansable búsqueda por el suministro de gas cloro, Tiempo Detenido entabla arriesgadas conversaciones con Fritz Haber, Alfred Nobel, Mikhail Kalashnikov y otros peligrosos inventores mientras, sin darse cuenta, es llevado a la silla eléctrica, no sin antes pasar por el burro español.

Engañado por un agente de la KGB, Tiempo Detenido acaba prisionero en un Gulag y es sometido a trabajos terribles para reforzar el poderío militar y el programa nuclear de la URSS.

Tiempo Detenido no le hace caso a su mamá, se junta con pura mala influencia y acaba perseguido, prisionero y torturado. Saddam Hussein, Pol Pot, la dinastía Kim de Corea del Norte, y otros afables sujetos muestran la verdadera esencia de la naturaleza humana.

Tiempo Detenido da un tour por el pasado para aprender de Alejandro Magno, Julio César, Napoleón, Atila y otros grandes conquistadores, sus técnicas infalibles que los consolidaron como insuperables guerreros y señores románticos.

De acuerdo con la forma en que actualmente contamos el imparable avanzar del tiempo, hoy estrenamos el año 2024 de nuestra era. Pero, ¿por qué contamos el tiempo así? ¿Qué es el calendario Gregoriano y quién fue Gregorio? ¿Qué otros calendarios se usan actualmente alrededor del mundo?

Anonadados por el resplandor de su sonrisa, Tiempo Detenido y Roy se encuentran con Luis Miguel, y sin saber ni cómo, acaban rendidos ante él, sentados en un charco.

En su vagar por el mundo, Tiempo Detenido se encuentra con Jesús Solis, quien le revela la mayor de las verdades: en un nombre caben todas las historias.

Acompañado de su perro, Tiempo Detenido se dispone a cruzar el umbral hacia la vida eterna después de haber agarrado un tamal de verde que encontró en su hermoso altar.

Uno de ellos se lanzó a un volcán, otro se enterró en estiércol, uno más fue destrozado a mazazos; mientras tanto, Tiempo Detenido presenció cada una de esas muertes y filosofó sobre ello.

Tiempo Detenido encuentra debajo de un castillo al menos 50 cadáveres de jóvenes brutalmente torturadas. Al levantar la mirada, horrorizado, descubre a la asesina: Elizabeth Báthory.

Sin haberlo pronosticado así, Tiempo Detenido se embarca a cazar ballenas en la nave Essex, ignorando que se dirigía a un futuro terrible provocado por un aterrador monstruo marino.

Sin saber ni cómo, Tiempo Detenido se pierde en algún lugar de Valaquia y, mientras camina horrorizado por el bosque de los empalados, el verdadero Drácula le chupa la sangre.

En un arranque de valentía y fiereza, Tiempo Detenido se vuelve como Gengis Kan o Hernán Cortés: un gran conquistador, pero de la mujer amada.

Tiempo Detenido, viviendo su pasión por explorar los rincones más recónditos, morra, circunnavega la Tierra y bautiza un nuevo océano.

Tiempo Detenido se aventura en las inhóspitas tierras de Parácuaro cuando, sin saber ni cómo, termina preso con Juan Gabriel en Lecumberri.