Devocional audio diario de In Touch Ministries de Charles Stanley.
¿Cree usted que Jesucristo es el Hijo de Dios y que dio su vida por usted?
En el Padrenuestro, el Señor Jesucristo nos enseñó a dirigirnos a Dios como nuestro Padre, porque somos sus hijos.
Solo a través de la fe en Cristo podemos atravesar el abismo que separa a Dios de la humanidad.
¿Está dispuesto a unirse a otros para orar por soluciones a los problemas?
Recordar la misericordia, la gracia y el poder de Dios nos infunde confianza para acudir a Él en momentos de necesidad.
Cuando nos esforzamos por vivir conforme a la Palabra de Dios, Él suple nuestras necesidades y obra a nuestro favor.
Confíe a Dios sus esperanzas y sueños, y espere con fe para ver cómo le dará algo aún mejor.
Dios es una fuente inagotable de esperanza y fortaleza para quienes buscan resistir la tentación.
El fracaso es solo temporal cuando acudimos al Señor y le pedimos su ayuda.
Nuestro Padre celestial recompensa a sus hijos tanto en el presente como por la eternidad.
Dios toma en cuenta cada acto de amor y servicio hacia los demás, y ha prometido recompensarnos conforme a ello.
Llegará el día en que, al mirar atrás, alabaremos a Dios por las pruebas que forjaron nuestro carácter.
Incluso con una fe imperfecta, podemos llevar nuestras necesidades al Señor Jesucristo.
En Jesucristo, tenemos salvación, seguridad y amor inquebrantable.
La fe crece en medio de las dificultades, si elegimos creer que Dios siempre está obrando para nuestro bien.
Que Dios le conceda la gracia de discernir las manifestaciones de su amor y de su poder en su vida.
Dios le ha puesto justo donde está para que haga su voluntad.
Aunque a veces no podemos verlo, Dios nos está moldeando y equipando u para cumplir sus propósitos.
¿Necesita reavivar su pasión por la obra de Dios?
No importa cuál sea su historia con Dios, Él puede usar su testimonio para transformar la vida de otros.
Gracias a la sabiduría y omnisciencia de Dios, usted puede confiar plenamente en el plan que Él ha diseñado para su vida.
Permita que Dios le ayude a superar estos obstáculos comunes y así comprender su buena y perfecta voluntad.
Seguir al Señor es una aventura maravillosa y gratificante.
¿Está convencido del amor ilimitado de Dios por usted? Si no es así, puede llegar a estarlo.
Dios nunca dejará de amarle, pase lo que pase.
Después de que el Señor Jesucristo regresó al cielo, envió al Espíritu Santo para morar en nuestros corazones.
La temporada difícil que agota su fuerza puede ser precisamente el momento en que Dios le llene con su poder.
¿Sigue usted agradecido por la maravillosa gracia de Dios en su vida?
Decida buscar la perspectiva de Dios al leer su Palabra y seguir la guía del Espíritu Santo en cada paso.
Confiar en el tiempo de Dios siempre es una decisión sabia.
Si nos acercamos a Dios con nuestras debilidades, su fuerza ilimitada puede convertirse en nuestra.
Las dificultades pueden ser un regalo que nos enseña a depender más plenamente del Señor.
Nuestro Padre celestial desea que cada uno de nosotros confíe plenamente en su amor incondicional.
La verdadera satisfacción se encuentra cuando nos deleitamos en el Señor.
Dios revela verdades más profundas a aquellos que se comprometen a obedecerlo de todo corazón.
Cualquiera que esté cerca de un niño tiene la oportunidad de dejar un legado de fe.
El Señor proveerá todo lo que necesite para cumplir con el propósito que Él le ha llamado a realizar.
En medio de las pruebas, mantenga la mirada fija en su Padre celestial.
Acuda a Dios con sus luchas y experimente la suficiencia de su gracia.
En la cruz, el Señor Jesucristo hizo posible nuestra reconciliación con Dios, y ahora, gracias a Él, nunca estamos solos.
En la cruz, el Señor Jesucristo hizo posible que entráramos en una relación con Dios, y ahora nunca estamos solos.
Nuestra bondad hacia los demás puede desencadenar una reacción en cadena que toque a muchos y los acerque a Cristo.
Cuando los creyentes deciden dar respuesta a las necesidades de los demás, Dios es glorificado y, al mismo tiempo, somos bendecidos.
Mediante la alabanza, encontramos libertad de las emociones abrumadoras que a menudo vienen con las dificultades.