Un espacio creado para ser el vocero de aquellos migrantes que quieren compartir sus historias fuera de casa.
En el marco de la celebración del #DíaInternacionalDelMigrante, Lilia Franco y Lincoln Escobar, nos contaran como dos personas de diferentes latitudes, tienen en común como sensibilizar a la sociedad civil sobre procesos de movilidad humana, mediante activaciones comunitarias. En esta oportunidad, los amigos de Redes Con Rostro, nos ayudaron hacer posible llevar esta agradable charla.
Como todo joven romántico, perseguir el sueño de cantante te hace guardar en la maleta tus letras, tu música y tu guitarra, sin importar cuantas veces tendrás que cruzar las fronteras. Sueñas con que tus canciones enamoren todos los corazones del mundo. Pero Don Hugo nunca se imaginó que una ciudad le diera sus más grandes satisfacciones y que fuese el causante de que las mariposas, o mejor dicho las guacamayas, vuelen por siempre en su estomago y en su cabeza por el resto de su vida.
En ese momento, mientras él se sentaba para tocar el piano y yo sacaba mi cámara, me preguntó si creía en Dios. Aunque mi respuesta fue positiva y le recordé que practicaba el budismo, él me dijo que estudió en un colegio de monjas y una de ellas le recalcaba todos los días, que todos en este mundo tenemos un don. Por ejemplo - me dijo - yo tengo el don de componer música así como tú tienes el de fotografiar y si quieres disfrutar de la vida, nunca dejes de aprovechar ese don para seguir adelante. 6 años después, y a mucho kilómetros de casa, Mario sigue disfrutando de la vida aprovechando de ese don de componer que Dios le otorgó.
Cuando se migra llevas contigo un cumulo de emociones que se puede convertir en un duelo parcial o recurrente por dejar tu zona de confort. Un duelo que, en lenguaje psicológico, es un proceso de adaptación a nuevas sensaciones. Pero Diana, quien cruzó el puente sobre el lago de Maracaibo a miles pies de altura, logra con su música y sus conocimientos, tratar estas penas y aflicciones, que deja negativamente la diáspora, mentalmente hablando.
Los miedos, como las expectativas, se Convierten en una maleta más al momento de migrar. Estos temores es lo que nos hacer ser simplemente humanos como tú, como yo como cualquier persona. Pero en el caso de Santiago, quien siempre anda brindando una sonrisa con su rostro recibe a estos protagonistas, y hace que tengan, humanamente hablando, una agradable vida de fronteras.
Ser padre, al igual que ser migrante, es lanzarse al vacío y nacer en la caída mucho más fuerte, es tener miedo, y confirmar que ya no importa el obstáculo porque no tienes más opción que hacerlo bien, es sacrificar mucho sin importar lo que pierdes, porque siempre se gana. Camilo es alguien que toda su vida se dedicó a arriesgar, y por muy vulnerable que se haya sentido a veces, siempre va a ir hacia adelante sin importarle la dificultad, porque quiere, puede y siente que lo va hacer.
Pasar de viajera a emigrante es cambiar tu mochila por una maleta de ruedas, es tomar un avión por una razón, es llevar tus raíces como un sello de identificación. Pero ambas tienen algo en común, pueden documentar su vida a través de las palabras. Para Katherine probablemente sea igual estos términos, aunque se considere doblemente migrante, siempre será vista como una viajera curiosa con mucho sabor y guaguancó.
Los payasos, al igual que los migrantes, llevan consigo un sinfín de connotaciones coloridas y festivas que a veces puede mostrar incomodidad o temor hacia a ambos personajes. Pero, esas fobias se van disipando cuando al compartir con ellos te hacen sacar una sonrisa e incluso varias carcajadas. Esos son Paul y Panchua, aunque a veces no se le entiende lo que dicen, son embajadores de una comunidad divertida y amena, que predica la risa como un lenguaje universal.
Migrar es tan parecido como llegar de principiante a un nuevo club. Entrenas, te adaptas juegas e incluso pagas la novatada. Pero es la pasión con la que haces las cosas lo que te da el puesto de ser titular. De demostrar quién eres tanto en la cancha como fuera de ella. Andrés y Carlos lo han demostrado como capitanes en sus respectivas ciudades y aunque algunas personas lo vean como villanos, ellos siempre caminaran como caballeros.
Ser migrante es convertirse es un libro lleno de historias, de relatos, de cuentos. Un libro que, cada día que pasa fuera de casa, se transforma en capítulos no contados, sin prólogo, sin índice y que son difíciles de procesar. Y si leer estos libros es un viaje y las bibliotecas aeropuertos, los bibliotecarios, como Saul, son aquellos pilotos que te guían a vivir esa nueva travesía.
Cada vez que viajamos a un país diferente, nuestro pasaporte se llena de marcas, de estampas, de grabados, pero hay personas que definitivamente llegan a cualquier parte del mundo a plasmar su firma independientemente del lenguaje o de su idioma. Es ese intercambio de manifestaciones lo que hace interesante vivir como emigrante y Luza Medina es un ejemplo de ello. Pudo haber cambiado su horario de dormir, su manera de leer y de escribir o cambio la arepa por un plato difícilmente de pronunciar pero lo que ella nunca cambio fue su "Sello Cultural".