El mejor camino para ir a Jesús
Javier Mira GarcÃa-Gutiérrez
Veréis a un Niño envuelto en pañales…
¡Señor, que vea!
Algo grande y que sea Amor.
San Josemaría hablaba en una de sus homilías de la “grandeza de la vida ordinaria”. Para dar frutos de santidad, es necesario —enseñaba— tener “vida interior. Santidad en las tareas ordinarias, santidad en las cosas pequeñas, santidad en la labor profesional, en los afanes de cada día…; santidad para santificar a los demás” (Amigos de Dios , 18).
La Libertad de amar a Dios.
¿A quién iremos?
Tu Palabra es eterna
Yo soy el Pan de vida
Nra. Sra. de los Ángeles
5 panes y 2 peces
Santiago lo sigue haciendo hoy, convocando a los pueblos a su tumba en Compostela. Nos invita a ponernos en camino, a estar dispuestos a llegar a los confines de nuestro mundo y superar nuestras seguridades y comodidades.
Con santidad y buen humor
Estaba Ella vestida de hábito carmelita, llevaba al Niño Jesús en sus brazos y en su mano el Escapulario, que le entrega diciendo: “Recibe hijo mío este Escapulario de tu orden, que será de hoy en adelante señal de mi confraternidad, privilegio para ti y para todos los que lo vistan. Quien muriese con él, no padecerá el fuego eterno. Es una señal de salvación, amparo en los peligros del cuerpo y del alma, alianza de paz y pacto sempiterno ”. (Novena de Nuestra Señora del Carmen, Santiago, Carmelitas descalzos, 1942, pag. 30; Matte y Domínguez, El Escapulario del Carmen, pág. 9).
En el centro de mi alma