Tus miedos inician cuando el terror supera a la realidad.
La entrada al circo era una boca gigante. Una boca de payaso. abierta, con dientes filosos pintados como si fueran de verdad, y una lengua de lona por donde tenías que caminar para entrar.
Ahí empezó todo. Ahí empecé a escuchar cosas , a ver sombras. a sentir que algo me seguía incluso cuando estaba solo. Aunque quizá no estaba solo...
Querétaro no era un lugar donde uno esperaría encontrar el infierno desatado. Pero lo encontré. O más bien, él me encontró a mí...
Creí que el fin del mundo nunca llegaría… o al menos, no en este siglo. Pensé que sería cosa de generaciones futuras, que los desastres se reservaban para el cine, los libros, las noticias lejanas.
No suelo hablar de esto con nadie, no porque no quiera, sino porque simplemente nadie me creería, he guardado este secreto por casi tres décadas. Hasta hoy...
El camino estaba vacío.Pero entonces… la escuché.No gritando, no aún.Solo un susurro gastado por el sufrimiento...
Me quedé sentado frente a la boca abierta del horno, esperando que las llamas agarraran fuerza, observaba cómo danzaban, nerviosas, sin ritmo. Y entonces, lo escuché, un sonido que me erizó la piel, no eran las llamas crepitando. No era madera crujiendo. Era un lamento, algo que sufría
Apagué la lámpara. Por unos segundos, me quedé mirando al techo, escuchando la lluvia. Pero poco a poco, ese sonido fue quedando en segundo plano. Algo más empezó a hacerse presente...
Nunca he contado esto.Nunca debería hacerlo.Pero a estas alturas, el silencio me come más que el miedo...
Esa noche dormí con un poco más de inquietud. A las 3:23 a.m., volví a despertar. Esta vez, el lamento era más claro. No fue una ilusión. Era un quejido, largo, húmedo, como si alguien llorara por dentro de las paredes...
No hay nada que me dé más paz que el silencio absoluto de los lugares donde nadie pisa. Ni el mar, ni la montaña domada por senderos, ni las reservas nacionales con caminos marcados… Hablo del verdadero vacío...
Me llamo Elías y por mi seguridad no dire mis apellidos. Tengo treinta y dos años y no creo en fantasmas, ni en energías, ni en maldiciones o al menos, no creía.Colaboración con MUNDO ANÓMALOhttps://youtube.com/@mundoanomalohttps://open.spotify.com/show/3NpV5zcqLedhUZae83SjGE?si=GN5WCGq4Riu1Jyobtra6bw
Todo empezó una tarde cualquiera. Salí de la oficina más temprano porque hubo una caída en los servidores centrales y no podíamos avanzar. Aproveché para ir al supermercado, hacer algunas compras y dar una vuelta sin prisas. Fue ahí donde vi al primero...
Me llamo Daniel. Y antes de que cualquier cosa se malinterprete, déjame decirte algo: yo era un niño normal. O al menos eso creo...
No sé si lo que me pasó fue real. Tampoco sé si importa. A veces, lo que uno vive en la noche se queda atorado ahí, como si el sol del día no tuviera permiso para tocarlo...
Desde que tengo memoria, las noches siempre me parecieron más largas de lo que deberían. Crecí en una casa antigua en un pequeño pueblo rodeado de montañas, donde la niebla bajaba todas las madrugadas como si quisiera envolverlo todo en secreto...
No nací con un demonio adentro.Yo lo llamé. Y cuando llegó, no me ofreció poder, me ofreció libertad. La libertad de arrancar lo que otros temen mirar, la carne, la fe, la mentira.Soy Richard Ramírez...
Soy fotógrafo desde hace más de veinte años. Podría decir que empecé por accidente, aunque nada en mi vida ha sido realmente fortuito. Me enamoré de la fotografía una tarde en la universidad, cuando un amigo me prestó su cámara y me pidió que tomara algunas fotos de su novia. Recuerdo haber apretado el obturador y sentir un pequeño escalofrío recorrerme la espalda.
.Nunca hemos sido personas supersticiosas. Si acaso, somos escépticos por naturaleza, aunque disfrutamos de las historias de miedo, los documentales de fantasmas y las leyendas urbanas...
He visto muchas cosas en mi vida. Algunas te hieren, otras simplemente se te pegan a la memoria como el olor de un cadáver en verano. Pero nada, absolutamente nada, me preparó para lo que descubrimos aquella temporada maldita.
Colaboración entre LEYENDAS Y RELATOS DE MÉXICO Y LEYENDAS URBANAS
Me llamo Emiliano Vargas. Soy periodista independiente desde hace siete años. Me dedico a lo que muchos medios ya no quieren tocar: casos sin resolver, pueblos malditos, ritos perdidos. Historias que duelen. Historias que deberían contarse.https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
No soy alguien que crea en lo paranormal.O al menos no lo era antes.https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Nunca había pisado un hospital como paciente.Mi nombre es Esteban, tengo 38 años, y siempre fui de buena salud. Pero a veces, el cuerpo se rompe cuando menos lo esperas. Un dolor abdominal insoportable me obligó a ir a emergencias.https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Nunca he creído en fantasmas.O al menos, no lo hacía antes de aquel turno.https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
No soy el primero ni el último en decir que manejar tráiler de noche te cambia. No solo por el cansancio, ni por los tragos de café frío que te mantienes echando encima como si fuera gasolina. Es otra cosa… una sensación que solo entienden los que pasan más tiempo entre el asfalto y la negrura que entre cuatro paredes. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Me llamo David Martinez, tengo 34 años y vivo solo en un departamento de dos habitaciones en el centro de Guadalajara. Trabajo desde casa como diseñador gráfico, lo cual es una bendición… y una maldición. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Nunca fui supersticioso. Siempre me pareció absurdo temerle a cosas que no se pueden tocar ni ver. Pero después de lo que viví, entendí que hay presencias que no necesitan materia para ser reales.https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Siempre supe que mamá era extraña.No me refiero a las manías comunes que tienen las viejas solitarias, como hablarle a las plantas o coleccionar muñecas de porcelana. No, lo de ella era diferente. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Después del funeral de Sofía, lo más difícil no fue dormir solo.Lo más difícil fue despertar. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Me llamo Esteban.Durante treinta y dos años serví a Dios, predicando el arrepentimiento y el perdón en esta iglesia vieja y olvidada: San Bartolomé de los Caídos. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Desde que me gradué en psicología clínica, siempre me sentí atraído por los casos extremos. Algo en el borde afilado de la locura me fascinaba… como si, al mirar dentro de esas mentes destrozadas, pudiera comprender algo más profundo de la naturaleza humana. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Nunca pensé que encontraría el infierno en un lugar lleno de estatuas de cera.Cuando acepté el trabajo como guardia nocturno en el Museo de Cera de la Ciudad de México, pensé que sería fácil: rondas cada hora, revisiones básicas, y la comodidad de un edificio cerrado durante toda la noche. Me atraía la paga, claro. Nadie quiere trabajar en el turno nocturno, así que el salario era mucho mejor. Y yo necesitaba el dinero. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Todo comenzó por aburrimiento.Una noche cualquiera, entre la 1 y las 2 de la madrugada, me encontraba en mi departamento, solo, como siempre. Las luces apagadas, una vela encendida sobre el escritorio y el monitor brillando en medio de la oscuridad. Estaba explorando ideas para un video extraño para mi canal de YouTube, algo diferente, algo que llamara la atención. Y ahí fue cuando tuve una idea absurda: ¿Qué pasaría si le preguntara a una inteligencia artificial cómo contactar a los muertos?.. https://patreon.com/LEYENDASURBANASOFICIAL?utm_medium=unknown&utm_source=join_link&utm_campaign=creatorshare_creator&utm_content=copyLink
Ese museo no parecía un museo.Las paredes estaban cubiertas de crucifijos y vitrinas. Las luces eran cálidas, pero no suficientes. El aire estaba viciado, como si no hubiera sido renovado en años. Una especie de aroma a incienso mal quemado, mezclado con polvo antiguo y algo más…
Mi nombre es Iván Castillo. Soy creador de contenido. Un tipo más con una cámara, una voz grave entrenada a pulso y la necesidad de asustar a la gente para ganarme la vida. Durante años, mi canal “Dimensión Oculta” ...
Nunca pensé que sobreviviría para contar esto. Cada vez que cierro los ojos, aún escucho el chirrido de esa maldita sierra, el crujido de huesos partidos y los gritos…
Era el verano del '69 cuando el infierno llegó a Black Hollow.Recuerdo la noche con una claridad que me quema por dentro. El aire olía a hierba cortada y a tierra mojada, y yo estaba en el porche de mi cabaña, fumando un cigarrillo mal liado, cuando el cielo se rasgó...
Nunca debimos ir. Esa es la única verdad que me queda, la única certeza que no ha sido devorada por la oscuridad. Los manuales, los entrenamientos, las simulaciones… nada nos preparó para lo que había allí...
Había leído sobre la extraña maldición del puente, sobre los perros que, sin razón aparente, saltaban hacia la muerte...
Los pasillos, las antiguas habitaciones, capillas, armarios, cuartos de baño, salas de recreo, la morgue… aquello fue un manicomio en palabras propias de la época. Sus trabajadores lo llamaban hospital psiquiátrico. Hay decenas de leyendas sobre Oña. Todas tienen su verdad y su leyenda...
Mi nombre es Daniel, y hasta hace un mes, mi vida era completamente normal. Trabajaba como contador en una firma pequeña en Miami, llevando una existencia monótona pero segura. Todo cambió cuando mi esposa, Laura, me dejó. Después de diez años de matrimonio, decidió que ya no me amaba. No hubo discusión, no hubo segundas oportunidades. Simplemente se fue, dejándome una nota y un vacío que no sabía cómo llenar...
Nunca pensé que terminaría aquí. La prisión de máxima seguridad de soto del real, en Madrid España, era un lugar del que solo había escuchado historias en susurros, como si pronunciar su nombre en voz alto pudiera atraer la desgracia. Pero yo lo merecía. Lo sabía desde el momento en que las manos de aquella mujer dejaron de forcejear y su cuerpo quedó inmóvil bajo mis manos...
La siguiente anécdota que les voy a contar no espero que la crean, pero quiero que la escuchen y por lo menos piensen un poco en sus desiciones y acciones durante su vida, por mi seguridad no voy a mencionar mi nombre solo les diré que vivo actualmente en el estado de Querétaro en México...
ANÉCDOTA ENVIADA.Desde que nos mudamos a esta casa, nada ha sido igual. Todo comenzó con la muerte de mi esposa, Clara. Fue un accidente, dijeron. Un trágico desliz en las escaleras del antiguo apartamento. Pero yo sé que no fue un accidente. Aquella noche, antes de caer, escuché su grito desgarrador, seguido de un susurro que no provenía de ella. Un susurro que aún resuena en mis oídos...
No soy un tipo supersticioso. Nunca lo fui.Me llamo Daniel, tengo 27 años y siempre he sentido una atracción extraña por los lugares abandonados. No sé si es la adrenalina, el misterio o el simple morbo de estar en sitios que la gente evita, pero desde hace años, me dedico a explorarlos...
Siempre me había fascinado lo macabro, me atraían las historias de fantasmas, los lugares abandonados y los secretos que yacen bajo la superficie. Por eso, cuando llegué a París, no pude resistir la tentación de visitar las catacumbas...
Mi nombre es Daniel, y siempre he sido un escéptico. Sin embargo, mi fascinación por lo desconocido me llevó a emprender un viaje solitario a Escocia, específicamente a las Tierras Altas, donde se encuentra el famoso lago Ness. Había leído innumerables historias sobre el monstruo que supuestamente habitaba sus aguas, pero nunca las tomé en serio. Para mí, era solo una leyenda, un cuento para turistas...
Era una noche fría de Marzo cuando decidí ir al cine recién remodelado en el centro de la ciudad. Habían promocionado la reapertura con grandes estrenos y descuentos, y aunque no soy un gran fanático de las multitudes, algo me atrajo a ese lugar. Quizás fue la curiosidad de ver cómo habían modernizado el viejo edificio que llevaba décadas en pie. O tal vez fue el hecho de que necesitaba distraerme de mi rutina monótona. Lo que no sabía era que esa noche cambiaría mi vida para siempre...
Mi nombre es Daniel Suárez y he trabajado como controlador de tráfico aéreo durante más de veinte años. He visto de todo: emergencias, aviones en peligro, fallas de comunicación, incluso reportes de objetos extraños en el cielo. Pero nada, absolutamente nada, me preparó para lo que ocurrió aquella noche...