Mensajes de los pastores Ezequiel y Marcelo Fattore desde la iglesia Casa de Jesús en Miami Beach. Una iglesia libre, alegre, viva y simple.
Pr. Marcelo y Ezequiel Fattore
Jesús te promete una recompensa. El maná escondido es que tú puedas encontrar bendición en las cosas que no tienen explicación. Cuando entramos en ese espacio de intimidad con Dios caemos en cuenta de que Él preparó un banquete para nosotros.
Todos los días hay cosas sucediendo y la pregunta es si estás cumpliendo el propósito en el momento que estás viviendo. Los enojos divinos sanan a las personas y traen paz adonde estás. El mundo necesita de la voz que tú tienes para hacer de este lugar uno mejor.
El que es fiel a lo poco es fiel a lo mucho. En los pequeños detalles está la fidelidad. La oración no transforma el corazón de Dios, Él es siempre bueno. Cuando te animas a abrir un espacio Él puede hacer todo los que nunca hizo antes
Cuando vives de las expectativas de los demás terminas enojado contigo mismo. El propósito es la celebración total de que cuando mi corazón palpita estoy aquí para lo que Dios me creó. No podemos dar lo que no tenemos y no podemos recibir el abrazo de los demás hasta que no creas en ti mismo.
Puedes pasar por las aguas y volver a cometer errores pero ya no eres la misma persona. Tu identidad no es determinada por tu pasado. No importa cuantas vueltas des tienes una etiquetas que Dios te dio: hijo de Cristo Jesús.
Estamos tan acostumbrados a perder que aún cuando las cosas mejoran sentimos que todo será lo mismo de siempre. Cuando Jesús resucita no solamente redime la situación que viviste sino todos los espacios en los que estuviste. Nada más precioso que abrazar la locura de que hay algo mejor por venir.
Hay gente que en la simpleza encuentra la forma de ser un agente divino donde sea que está. No eres conocido por lo que tienes sino por lo que creas con lo que tienes. La pregunta es que si después de que hayas pasado por esta tierra algo cambió porque tú estuviste ahí.
Eres suficiente, no necesitas aceptación de nadie. Tu luz es imparable, estás completa y todo lo que necesitas ya está a tu alrededor. No estás sola.
La discriminación se acaba cuando lo que otros viven lo vivimos nosotros también. Cuando te toque elegir entre la religión y tu prójimo, elige a tu prójimo porque es el único que fuiste llamado a amar. Abraza tu identidad, levántate del piso porque los que te acusan no están y Jesús que puede, no lo está haciendo.
Si hoy siembras un hábito, cosecharás un carácter. Tu mayor fracaso es dejar de creer que Dios puede hacerlo. Aunque te hundas en las aguas, Jesús te toma de la mano y camina contigo.
LO QUE NO DIJIMOS EL DOMINGO. Una conversación sincera sobre aquellas cosas que les quedaron sin decir. Una experiencia honesta y cercana. Si quieren ver la enseñanza de la que hablan, ingresen en este link: https://youtube.com/live/PtpgPpQTGEg
Estamos tan enfocados en que las cosas salgan bien que nos olvidamos de mirar alrededor y ver todo lo que ya está pasando. Jesús quiere sanarte y renovarte pero no para que vivas a como vives hoy, sino para que seas mejor. La salvación de Dios es un proceso que te transforma todos los días de tu vida.
Dios nos da un consuelo y es que podemos poner toda nuestra esperanza en Él. Tu tiempo de espera va a terminar y la garantía es su promesa. Quien viene a buscarte te da la seguridad de que lo que viene es mejor de lo que estás viviendo.
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Aquello en lo que fracasaste tiene el poder de llevarte a nuevas esferas si te permites aprender de ello. No estás fuera de servicio, estás en construcción y tu fecha de entrega, es el día que te encuentres cara a cara con Jesús. Cuando te equivoques, vuelve a jugar y que la vida te encuentre en la cancha porque siempre hay más para ti.
Todo va a estar bien porque tenemos un Padre que nos ha prometido darnos todo lo que nuestro corazón necesita. Betania fue el lugar feliz de Jesús en momentos de angustia, encuentra tu lugar feliz, rodéate de los que te aman y encuentra la paz que Dios quiere darte que supera todo entendimiento.
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Si bien hay una magia detrás del amor, hay mucho trabajo que se hace para lograr una relación sana. Para potenciar a la otra persona uno tiene que dejar afuera la crítica constante. La felicidad real no es la que nace en la ausencia de problemas, sino en la realidad que nace al aprender a levantar al otro en medio de los problemas.
El mejor servicio a la humanidad es tu propio crecimiento interior. El problema no es que no sepan que sos cristiano, el problema es que nadie lo sospeche. Tu tarea no es llevar conceptos sino esperanza y fe. No es llevar religión sino alimento.
No es tu culpa la herida pero es tu responsabilidad tomar medidas con lo que pasó. Para toda acción hay una consecuencia. El dolor no destruyó quienes éramos, los límites nos ayudaron a sanar y hoy somos mejores que hace diez años atrás.
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El perdón no es producto de una orden sino de una invitación. Después de aceptar el error, el proceso es cambiar. El perdón no libera a los otros te libera a ti, recuerda que todos somos hijos de Dios.
Cuando hay tristeza y decepción la incredulidad te abraza, pero Jesús camina a tu lado. En medio del dolor que estás viviendo, recuerda que todo es posible aún si no cumple tus expectativa. Dios está haciendo algo nuevo y hay esperanza.
LO QUE NO DIJIMOS EL DOMINGO. Una conversación sincera entre Eze y Marce sobre aquellas cosas que les quedaron sin decir. Una experiencia honesta y cercana.
Que belleza que Jesús no solo te llama amigo y te recuerda que tu identidad está asegurada, pero que también tu lugar en la mesa es irreversible. Descansa sabiendo que aunque te pierdas, puedes volver siempre a Él con alegría.
Puedes tener una amistad cercana a Dios porque Jesús ya pagó el precio por ti y por mí. Pertenecer es hacer de ese lugar, tu lugar seguro y abrir el espacio para que otros sientan lo mismo. Se trata de servir como Dios nos sirve a nosotros.
La presencia de Dios no es éxito, es descanso para disfrutar el espacio en el que estás hoy. El tiempo no cura tus heridas, lo que hagas con el tiempo ha determinar lo que pase con ellas. El sueño de Dios es hoy, el sueño de Dios es aquí y Él usa todo para bien, nada se desperdicia y su sueño incluye siempre tu alma.
Todos podemos volver a soñar, nunca es tarde. No te cases con tu sueño divorciándote de tu realidad. Siempre tienes una oportunidad para volver a comenzar, permítete disfrutar lo que estás viviendo hoy.
Cuando tienes un sueño claro las distracciones no te van a desviar del propósito que Dios tiene para ti. Tú solo puedes ver un pedacito del sueño pero Él ve la foto completa. ¿Por qué te va a ir muy bien? Porque eres el sueño de Dios.
La esperanza de nuestro futuro no está conectada a tu circunstancia sino al plan perfecto que Dios diseñó para ti. El tema es que puedas saber que aún estando en el pozo, sus sueños son más grandes y Él los va a cumplir.
Hay que evaluar si vas a seguir llevando cosas que son dañinas en tu maleta, o si las vas a soltar para poder montarte en los sueños que Dios tiene para tu vida. Búscate amigos que están dispuestos a agregarte años de vida. La pregunta es si estás dispuesto a abrazar tu vida y mientras tanto sostenerle la escalera a otros.
La evidencia de que esto va a pasar es que las olas que han pasado no te han ahogado. Más que lo que dejamos de hacer es lo que vamos a hacer en lugar de eso. La esencia es darte cuenta que hay cosas que Dios ya sanó, ahora es cuestión de que tu mente lo sepa.
Cuando pones primero a Dios en todo, todo se acomoda. La generosidad no solamente genera para ti mismo sino para todos alrededor. La primicia es una forma de celebrar lo que has vivido hasta ahora y que al final de este año estaremos celebrando que Él cumple sus promesas.
Cuando te das cuenta que nada es asegurado y que lo único que tiene es el presente lo aprecias mucho más. Es más importante la dirección que la velocidad, porque más triste es llegar rápido al lugar incorrecto. No dejes de soñar, no te acomodes porque nunca es tarde para comenzar.
No te preocupes, ora y pídele a Dios, pero también agradece por todo lo que ya ha hecho. El regalo luego de todo esto es la paz que sobre pasa todo entendimiento.
El llamado es que disfrutes lo que tienes hoy porque Jesús nace en el medio de todo. Quizá esta navidad soltando la expectativas de lo que querías tener, puedas ser más feliz que nunca antes. Que en el medio de lo común, del dolor y la soledad sientas a Dios más presente de lo que puedes imaginar.
Los milagros para los que Dios quiere utilizarte están alrededor tuyo todo el tiempo. Nuestro salvador nace en los lugares más comunes y difíciles. Si en el día de hoy lloras, tienes una promesa que no falla y es que vas a volver a reír.
Si esto no se dio, hay otras situaciones que no estás viendo por estar aferrada a una carrera que tal vez no tenías que estar corriendo. Yo soy tu esperanza viva de que no importa lo que pase, lo mejor está por venir.
Un sueño sin un plan es simplemente un sueño. Jesús ya te sanó, eres más fuerte de lo que un día creíste y lo único que necesitas es empezar a moverte. La iglesia no se construye con el esfuerzo de pocos sino con el sacrificio de muchos.
Juntos en las crisis más profundas, nos acompañamos y nos llenamos de amor en todo momento. Dios está contigo, observándote, hablándote directo al corazón y diciéndote que este sufrimiento que estás pasando no va a durar para siempre.
Reconocer que estás perdido es una buena noticia porque significa que vas a salir de ahí. Más importante que hacia donde vas es quien te acompaña. A veces necesitas ser intencional para tener resultados y encontrarte con Dios.
Cuando Dios invita, Dios paga y no permitirá que ningún detalle se le pase. Si nos animamos y buscamos, podemos encontrar alegría en medio del dolor. Si hay un lugar en el que puedes estar confiado es en sus manos.
Quítale el foco a lo que te falta y agradece por lo que Dios ya hizo. En los días oscuros también hay algo para agradecer porque Dios obra todas las cosas para bien en aquellos que le aman.
En el medio de tus tiempos difíciles, no te retires de la mesa. Hay cierto sufrimiento que no tiene explicación, pero si puedo conocer al Dios que me ama es una belleza no cortar la conversación. Aunque estés en el medio de la tristeza, agradece hoy porque Dios lo puede todo.
Dios tiene una manera extraordinaria de recordarnos que cuando vives a través de tu propósito, el resultado no es lo más importante. Si todos vivimos con las palabras que Dios nos dio, amarnos los unos a los otros, este mundo sería un mejor lugar.
El agradecimiento es algo que todos sabemos que nos hace bien, pero no todos lo practicamos. Que belleza caminar entendiendo que no merecemos nada y que aún el aire que tenemos en nuestros pulmones es prestado. Camina lento, no te sientas merecedor y vive todo lo que Dios te ha dado.
A veces nos encontramos en los mismos sitios del pasado pero nosotros ya no somos los mismos. Superar lo que dolió es un proceso largo, prepárate mental y espiritualmente rodeado de las personas correctas.
Esta vida te puede quitar absolutamente todo, menos la actitud que vas a tomar ante situaciones difíciles. Vas a estar bien, eres más fuerte de lo que crees que eres y a pesar de que Él aún no terminó contigo, tú y yo estamos completos.
Somos productos de una operación de rescate. Dios nos quiere ver en libertad, sin ser esclavos de nada; y no necesita que los astros se alineen, Él trabaja con escuadra divina para devolverte todo lo que has perdido.
Nunca con Jesús hay casualidades, cuando Él se acerca y se presenta es porque quiere una cita contigo. O caminas como víctima, o caminas desde el propósito y la identidad que te da el ser hijo de Dios .
Deja de distraerte y pon tu enfoque en lo que sí está pasando, hay sonido en el aire y te lo estás perdiendo. Cuando en vez de buscar mi felicidad persigo acompañar y servir a otros, las cosas cambian y mi felicidad se acomoda.