Encuentros con el Señor y su Palabra, a través de los cuales seremos desafinados, exhortados, alentados y encaminados a conocer, amar y buscar la gloria del Dios de la Escritura, la cual vive y permanece para siempre.

La tristeza es natural a nuestra condición, pero no es espiritual cuando nos domina y determina nuestra actitud ante Dios.

Sansón nos enseña que no es más importante el llamado de Dios que la forma de vida esperada por Él.

Un Dios que está en todo lugar, es nuestro mayor consuelo y motivo de temor reverente.

Jefté nos muestra que un buen inicio no necesariamente indica un final conveniente. Evita ser enlazado en las palabras de tu boca.

La medida de lo que está bien o mal, no es mi agrado o gusto. Justo eso debe ser ajustado a la visión de Dios.

En el aposento alto, antes de ser comisionados y alentados; los discípulos son llamados a ser purificados.

El total conocimiento de Dios, es consolador y absolutamente confrontante, nada puede esconderse ante Él.

El miedo puede ser nuestro mayor obstáculo al presentarnos excusas y justificaciones sobre nuestro deseo de no querer depender de Dios.

Abimelec es un recordatorio de que cuando repetimos una narrativa transformada por nuestro pecado, los resultados siempre serán destructivos.

No siempre las buenas recepciones son indicio de rendición, sino de la manifestación de lo que gobierna el corazón. En el caso de Israel, solo mostraban sus deseos.

Saber que Dios todo lo puede nos lleva a una profunda devoción en la que nos llenamos de temor y asombro.

Abraham y Sarai, con tal de no corregir sus vidas, terminan permitiendo situaciones plenamente pecaminosas.

El personaje del iracundo en Proverbios nos enseña lo que debería de ocuparnos en nuestro temperamento.

La victoria después de ganar la guerra es tan importante como lo hecho en el campo de batalla. Gedeón termina de mala forma por confiar en sí mismo.

El Dios que dirige todo según su voluntad, es el mismo que da lo necesario en cada una de sus determinaciones para mí vida.

La alegría puede tener orígenes incorrectos del corazón y justo por eso deben de ser mitigadas por una relación correcta con Dios.

Gedeón es llamado, primero a adecuar su comportamiento ante Dios y luego a ser utilizado por el Señor.

Aunque difícil de digerir, confiar en la buena mano sabía del Señor que controla y gobierna todo es la mejor directriz que puede tener nuestra vida.

Tener emociones es una bendición, pero también puede ser un lazo si se les da oportunidad de tomar el control de nuestra vida.

Débora y Barac nos recuerdan la importancia de no solo hacer lo que Dios pide, sino sobre todo; cuando el Señor lo pide.

El entendimiento de nuestra miseria, nos hace abrazar con pasión y convicción su misericordia que nos ha librado de la ira de su juicio.

La garantía de la bendición de Dios hacia el hombre es la obediencia, en ella encontramos paz y realización plenas.

La gracia que a pesar de nuestras limitantes y desventajas nos usa, es a la que requerimos aferrarnos a cada día de nuestra vida

La característica del amor de Dios es esencial en su carácter, nos lleva a conocer lo que anhela y desprecia su corazón.

Admitir comportamientos dañinos y pecaminosos de tu pareja para justificar los propios, no solo es destructivo; te coloca en riesgo de vivir lleno de insatisfacción.

La generosidad necesariamente surge de un corazón que ha arreglado sus así tos en cuanto a lo material con Dios, no es el camino a la comunión, pero si la evidencia de ella.

El ciclo de decadencia y rebelión del pueblo de Israel durante este periodo es presentado.

La base del obrar de Dios es que Él se encuentra por encima de todas las cosas, pues es el Señor.

Luego de que el pueblo se ha descarrilado, la comunión es restaurada en una muestra de gracia y misericordia divinas.

El evento del ungimiento en Betania, nos muestra lo que de verdad nos motiva y acerca a cumplir con la voluntad de Dios.

Pequeños pero constantes pasos en la dirección incorrecta, eventualmente terminará arrojándote en donde nunca debiste estar.

La santidad de Dios es el distintivo de cada una de sus obras en las cuales manifiesta su alejamiento de la maldad.

La presencia y control del Espíritu Santo, como la ausencia de esta es más que evidente en las obras de aquellos que afirman ser de los suyos.

Lázaro resucita, y eso pone ante nosotros la esencia de la fe que se mueve continuamente.

Bendición sin compromiso termina produciendo una perversión del alma, de eso les advierte de no olvidarse del Señor.

Las aparentes o muy reales complicaciones que Dios permite, buscan que nuestra fe y esperanza estén en Él solamente.

Dios se fundamenta en su aprecio y congruencia que tiene por la verdad para entonces actuar realmente de forma bondadosa.

Segunda parte de los elementos del tabernáculo y vestidura de los sacerdotes.

Jesús define cuáles son las características infaltables en los que son sus ovejas y no solo simpatizantes.

Enfrentar circunstancias adversas y complejas de la vida, como la negligencia ajena y los juicios apresurados, constituyen la cantidad práctica.

Nuestro protector, único y suficiente vínculo con el Padre y dador de la vida, es aquel que tiernamente nos cuida y representa ante el todopoderoso Dios.

El ciego de nacimiento es sanado en el tiempo preciso para que la gloria de Dios sea evidenciada en el momento justo.

Cualquier hijo tiene los rasgos de su padre; del mismo modo, cualquiera que dice ser hijo de Dios debe manifestarse en sus obras, no solo en palabras si Dios es su Padre.

La condición de Padre en Dios manifiesta su control, poder y autoridad legítimos.

La revelación de Jesucristo en el tabernáculo es una manifestación de su gloria y gracia habitando entre su pueblo.

Cristo explica la condenación que vendrá sobre quienes viven en la esclavitud del pecado, y la verdad que los hace libres de verdad

Concluye la repartición de la tierra prometida, y con ello se presentan diversos desafíos y conflictos que deben ser solucionados en la dependencia a Dios.

El intelecto, emociones y la voluntad del Padre son presentadas, muestra de que Dios no es una fuerza o concepto; es una persona sobrenatural digna de toda reverencia y devoción.

Normas sociales y de convivencia que muestran que Dios no solo desea ser el Señor de nuestro culto, sino de nuestro diario andar.

Elí es el ejemplo de pensar que las necesidades son las mismas en todas las personas. Crecer entendimiento y amor, nos lleva a tratar con el pecado oportunamente.

Al ser cuestionado sobre el pecado de una mujer sorprendida en adulterio, Cristo muestra los alcances de la justicia aparente que deseaban aplicar estos religiosos.