Reflexiones sobre los consejos de Salomón para la vida. Consejos morales y ética para la vida.
Dios es un Padre amoroso que está listo para suplir nuestras necesidades, Él es justo, y desea que quienes le amen estén dispuestos a servir a su prójimo.
Dios no obliga a nadie, sus bendiciones están listas para aquellos que las piden, las buscan y clamar por ellas.
Dios nos ha enviado a ser embajadores de esperanza, no justicieros de la verdad. Debemos amar al prójimo no condenarlo.
Jesús nos llama la atención a tener cuidado con juzgar a los demás, no debemos ser conciencia de otro. Nuestra norma de conducta es la Palabra de Dios.
Dios nos llama a confiar en él y que ocupe el primer lugar en nuestra vida y las demás cosas serán añadidas. Dios nos llama a vivir el hoy y no angustiarnos por el mañana.
Tres ilustraciones de la naturaleza usa Jesús para mostrar lo innecesario que es la preocupación por el futuro que nos impida vivir un presente bajo la dirección del Señor.
La ansiedad es exceso de preocupación por el futuro que nos impide ver el presente, Dios desea que veamos las cosas en su verdadera dimensión.
Una personas no puede tener dos amos, porque su servicio no será completo. Dios espera un servicio total de sus hijos.
¿Qué es lo más valioso para nuestra vida? Allí está nuestro corazón. ¿Cómo está nuestra visión? Allí necesitamos el colirio del Espíritu Santo.
Cristo aborda otra práctica que debe llevarnos a analizar el motivo de su práctica, el ayuno no debe ser penitencial sino una experiencia de crecimiento espiritual.
La tercera petición personal: no nos metas en tentación y líbranos del mal. Es dependiendo de Él como seremos vencedores.
El perdón es el más grande regalo que Dios nos ofrece a los hombres. Pero el perdón recibido se debe extender a nuestro prójimo.
El padre nuestro nos enseña a orar por las necesidades básicas: El Pan nuestro de cada día. Este petición tiene lecciones importantes que nos llevan a la acción.
Cuando oramos al Padre debemos desear en palabras y en acciones concretas que deseamos que venga su reino y se haga su voluntad.
Jesús nos ofrece una oración modelo como una guía que nos ayuda a hacer de ese momento especial una experiencia con Dios.
La segunda lección que Jesús quiere darnos es sobre la oración. La misma no es rito ni una experiencia. Es un encuentro con Dios.
Jesús lleva a las personas a reflexionar sobre los motivos que los llevan a hacer lo que hacen. ¿Qué buscan a cambio? o ¿Los guía el amor?
Jesús nos lleva a revisar los motivos que nos llevan a hacer lo que hacemos.
Dios nos pide amar a nuestros enemigos y que es ese camino lo que nos llevará a la madurez de carácter de aquellos que quieren vivir en su reino.
Jesús presenta una ética cristiana muy especial, en la que sus discípulos deben desechar de su vida todo espíritu o deseo de venganza.
Un cristiano debe ser una persona veraz, su palabra tiene valor y es respetada porque dice la verdad y cumple lo que promete. No usa juramentos falsos.
Cristo corrige conceptos sobre el matrimonio y el divorcio y el volverse a casar. Dios le dio un regalo especial al hombre.
La obediencia a la ley de Dios incluye nuestros pensamientos y la manera en que debemos cuidar las avenidas del alma, que son nuestros sentidos. A veces debemos tomar medidas radicales para evitar la perdición.
La obediencia a la ley de Dios es algo que debe brotar del corazón. Y debe llevarnos a no odiar, ni a maltratar con nuestras palabras a nuestro prójimo.
El Señor Jesús en su primer discurso define la importancia de la ley en su reino de gracia. Ya que la gracia nunca guía a la desobediencia sino a la obediencia. Jesús no vino a abrogar sino a cumplir.
El cristiano es llamado a ser la luz del mundo, para iluminar el sendero de otros para que a través de nuestras buenas obras conozcan el amor de Dios.
El Señor nos compara con la sal de la tierra. Los cristianos deben ser un elemento esencia de la sociedad que preserva y da sabor los verdaderos valores de la vida.
Los hijos de Dios que permanecen fieles van a enfrentar oposición, e incluso persecución. Pero aquellos que confían en el Señor experimentan verdadero gozo del cielo. Además reciben una gran recompensa.
El Señor desea otorgarnos la verdadera paz para vivamos en armonía con Él, con nuestro prójimo pero también somos mensajero de paz.
El Señor nos invita a que nuestra religión sea una vivencia en la que las bondades que nos concede se extiendan a los demás y que nuestros motivos sean puros.
Jesús nos invita a experimentar la mansedumbre para ver a Dios, y nos lleva a evaluar si tenemos hambre y sed de justicia para ser saciados en el amor Eterno del Padre.
El Señor comienza su sermón del monte con las bienaventuranzas que demuestran que la experiencia del cristiano es un caminar diario con Dios.
El Sermón del Monte es considerado el Sinaí del Nuevo Testamento, Jesús expone el valor de la ley es su discurso inaugural.
Jesús desarrolla su ministerio en Galilea: Sanando, predicando y enseñando. Allí llama a sus primeros discípulos para convertirlos en pescadores de hombres.
Jesús comienza su ministerio en Galilea anunciando que el reino de los cielos se ha acercado. Se refiere al cumplimiento de la profecía de Daniel. El Mesías ha llegado.
Satanás le ofrece a Jesús los reinos del mundo si postrado le adora. Pero Jesús le dice que solo Dios es digno de adoración. Y el Señor vino a ser el rey de este mundo derrotando a Satanás en la cruz.
El enemigo, disfrazado como un ángel de luz, le pidió a Cristo que diera evidencias que era el Hijo de Dios, haciendo un acto presuntuoso y Jesús le resistió citando las Escrituras.
Jesús enfrentó la primera tentación después de un ayuno de 40 días y nos enseño que no solo de pan vive el hombre, que Dios es quien da vida.
Jesús fue al desierto para orar y buscar la sabiduría de lo Alto para la realización de su ministerio, No fue allí para buscar la tentación, fue el enemigo que aprovecho esa circunstancias para tentar a Jesús.
Jesús vino al Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista, para cumplir la Escritura y para darnos ejemplo. Su bautismo es una lección muy importante para todos los cristianos.
El ministerio de Juan el Bautista fue el mensajero enviado por el Cielo para anunciar la llegada del Mesías, preparó los corazones para recibir al salvador.
Jesús es librado del primer atentado contra su vida, en el que Herodes deseaba su muerte. Pero Dios los llevó a Egipto y allí pudo vivir hasta que regresaron a Israel y se establecieron en Nazareth.
La visita de los Magos de Oriente a Jerusalén causo una gran conmoción porque Herodes era un hombre malvado. Lo terrible, nadie estaba celebrando la llegada del nuevo rey. Los magos fueron a Belén, pero nadie más les acompaño.
Mateo escribe su evangelio narrando el nacimiento de Jesús como el cumplimiento de una profecía y nos muestra como el Espíritu Santo es el protagonista.
Mateo comienza su libro que tenía como objetivo de comprobar a los Judíos de su época que Jesús era el Mesías, las genealogías revela: que era descendiente de David. Pero también nos muestra que es el salvador de todo el mundo.
Mateo escribió pensando en mostrar a los Judíos que Jesús es el verdadero Mesías que cumplió las profecías del Antiguo Testamento.
Dios anuncia el día del juicio en el que se destruirá la raíz y las ramas del pecado. Pero también el día de la restauración. En el mensaje que debe proclamar el Elías moderno.
Dios le pide al pueblo que no le siga robando, que dejen de ser infieles en entregarle los diezmos y ofrendas. Que si lo hacen, el Señor derramará grandes bendiciones, de tal manera que se volverán una tierra deseable.
Dios viene súbitamente a su templo para animar y limpiar a su pueblo, con el objeto que el servicio que ellos presten este basado en la justicia y la verdad.
Dios llama la atención a los líderes espirituales del pueblo, que debían llevar una vida consagrada y ser referente del pueblo en palabra y obra. Pero ellos violaron votos sagrados y se alejaron de Dios.
El Señor le hace un reclamo justo al sacerdocio que está ofreciendo en el altar lo peor del rebaño, no esta mostrando aprecio a Dios por las grandes bondades que les ha dado. Son desagradecidos.