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Es tal la diversidad de mundos que habitan el Cosmos que comprenderlos parece tarea imposible para unas pobres criaturas limitadas a evolucionar y vivir en este pequeño y maltratado planeta. A pesar de la inmensidad de incógnitas, una muchedumbre de científicos se empeña en ir desvelando, caso por caso, cómo son esos mundos. Antonio Claret es uno de ellos, y lo hace observando el universo a través de complejas ecuaciones matemáticas que describen cómo se comporta la naturaleza en ambientes muy distantes y desconocidos. Hoy nos habla su trabajo más reciente, publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters, una investigación que describe el comportamiento de dos estrellas enanas blancas que giran, una alrededor de la otra, de forma vertiginosa, con un periodo de rotación de 20 minutos solamente.
Hoy comenzamos con la historia del primer objeto de origen interestelar del que hemos sido testigos: el asteroide Oumuamua ¿o quizás debo decir “cometa”? Esta distinción, aparentemente sin importancia, nos acercará hoy a uno de los más intrigantes enigmas de este visitante extrasolar. Hablamos con el astrofísico Antonio Claret quien acaba de publicar los resultados de una investigación que nos ayuda a comprender lo que sucede en el corazón de las estrellas. Astronomía al aire nos cuenta la historia del científico que rechazó el premio de un millón de dólares: Grigori Perelman. Por último, responderemos a una pregunta enviada por un oyente: ¿Qué fue del Mal de las Vacas Locas?
Con la ayuda de supercomputadoras, un equipo de científicos del Instituto Max Planck, en Alemania, ha logrado simular lo que sucede en el interior de una supernova cuando estalla y desprende, en un segundo, tanta energía como una galaxia. Conversamos con Antonio Claret, astrofísico del IAA, cuyos cálculos teóricos son utilizados por los científicos del observatorio espacial TESS para buscar exoplanetas. Astronomía al Aire habla del extraño mundo de la antimateria. Germán Fernández comenta dos artículos que revelan que la corriente del Golfo ha perdido una parte notable de su fuerza durante el último siglo. Y Angel Rodríguez Lozano responde a la pregunta de un oyente que ha sido testigo de una “columna solar” o “pilar del Sol”, con un reportaje sobre los fenómenos de halo.
¿Puede haber empresa más osada que viajar al núcleo de una estrella? ¿Quién podría soportar temperaturas capaces de desnudar los átomos de sus electrones, presiones que le dejarían reducido al volumen de un azucarillo y fuerzas de marea que lo convertirían en un mísero espagueti cósmico? A pesar de todos esos inconvenientes, hay personas que lo hacen ¡cada día! Son investigadores que, sin moverse de casa, viajan miles, incluso millones de años luz para sumergirse, sin miedo, en el interior de estrellas mucho más grandes y masivas que la nuestra. A estos imaginativos trotamundos pertenecen Antonio Claret y Guillermo Torres. Ambos acaban de publicar un artículo científico en The Astrophysical Journal que describe fenómenos que suceden en el núcleo de las estrellas masivas. Antonio Claret, investigador del IAA, explica el contenido de la investigación en este capítulo de Hablando con Científicos.
Un artículo, publicado en Nature, nos habla de un planeta extrasolar denominado WASp-19b, que gira alrededor de una estrella situada en la constelación Vela, a una distancia tal, que su luz tarda casi mil años en llegar hasta nosotros. Es un planeta tan lejano que no existe ninguna imagen directa de él, pero su presencia se infiere de la luz que nos llega de la estrella. A pesar de ello, los científicos han logrado obtener no solamente datos de su masa y su órbita, sino que también han logrado averiguar la existencia de ciertas moléculas existentes en su atmósfera. El título del artículo así lo asegura: Detección de óxido de titanio en la atmósfera de un Júpiter caliente Varias preguntas nos surgen al leer ese título: ¿Qué es un Júpiter caliente? ¿Cómo es posible conocer la composición de su atmósfera? ¿Qué importancia tiene el óxido de titanio? Responde Antonio Claret, astrofísico del IAA y uno de los autores del artículo.
Un artículo, publicado en Nature, nos habla de un planeta extrasolar denominado WASp-19b, que gira alrededor de una estrella situada en la constelación Vela, a una distancia tal, que su luz tarda casi mil años en llegar hasta nosotros. Es un planeta tan lejano que no existe ninguna imagen directa de él, pero su presencia se infiere de la luz que nos llega de la estrella. A pesar de ello, los científicos han logrado obtener no solamente datos de su masa y su órbita, sino que también han logrado averiguar la existencia de ciertas moléculas existentes en su atmósfera. El título del artículo así lo asegura: Detección de óxido de titanio en la atmósfera de un Júpiter caliente Varias preguntas nos surgen al leer ese título: ¿Qué es un Júpiter caliente? ¿Cómo es posible conocer la composición de su atmósfera? ¿Qué importancia tiene el óxido de titanio? Responde Antonio Claret, astrofísico del IAA y uno de los autores del artículo.
Las estrellas, como los seres vivos, nacen, viven e, inevitablemente, mueren. La vida de una estrella está dictada principalmente por su masa y por su composición química iniciales. Cuanto más masiva es una estrella, más rápidamente agota sus fuentes de energía y, por lo tanto, tiene una vida más breve. Para determinar cuánto tiempo vive una estrella es necesario conocer el tipo de caldera nuclear estelar y el tipo de reacciones termonucleares. En los núcleos convectivos de las estrellas más masivas puede ocurrir un fenómeno que modificaría drásticamente el camino evolutivo de estas, principalmente en lo que concierne a sus tiempos de vida. Dicho fenómeno es conocido como core overshooting (que podría ser traducido como sobrepaso o penetración del núcleo clásico).
Desde que Albert Einstein dio a luz a su Teoría General de la Relatividad han transcurrido 100 años, un tiempo en el que la teoría, tras superar un elevado número de pruebas teóricas, experimentales y observacionales, se ha convertido en una de los logros más impresionantes de la historia de la Ciencia. Antono Claret, astrofísico teórico del Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC, nos cuenta hoy cómo se comprobó observacionalmente la predicción de Einstein de que la luz se curva vencida por la gravedad, una demostración que abrió el camino a fenómenos, entonces insospechados, como las lentes y microlentes gravitacionales.
Hoy celebramos un acontecimiento que nos llena de orgullo a todos los que, de una forma u otra, hacemos posible esta locura que llamamos Cienciaes.com. Hemos cruzado la línea que marca los 15 millones de audios bajados de nuestro servidor desde nuestros comienzos en 2009. Lo celebramos a nuestro estilo: divulgando la ciencia. Hoy nos unimos de nuevo a otra celebración, el centenario de la Teoría General de la Relatividad, dada a conocer por Einstein en 1915. Antonio Claret, astrofísico teórico del IAA nos habla hoy de varias investigaciones que demuestran la validez de la teoría. La primera, llevada a cabo el propio Einstein, permitió resolver un problema que planteaba la órbita del planeta Mercurio. Posteriormente el propio Claret y otros investigadores demostraron cómo las ecuaciones de la Teoría General de la Relatividad permiten explicar las órbitas de un conjunto de estrellas dobles.
Las estrellas están sujetas, como nosotros, a la dinámica de la vida y la muerte. Aunque su vida sea demasiado larga como para que podamos observarla, gracias a las ecuaciones de la física, científicos, como Antonio Claret (IAA-CSIC) logran comprimir el tiempo hasta que la vida de esos habitantes cósmicos aparece ante nosotros. Como fruto de sus investigaciones, Claret ha descubierto que una propiedad presente al inicio de la vida de las estrellas desaparece durante su etapa adulta para emerger de nuevo al final, cuando se convierten en enanas blancas, estrellas de neutrones, estrellas de quarks o agujeros negros.
Algunos científicos tienen poderes tan extraños que para sí los quisieran los más esforzados héroes que pueda crear nuestra imaginación ¿Cómo si no se puede entender que una persona equipada con lápiz, papel y unas pocas ecuaciones, incomprensibles para la mayoría de los mortales, sea capaz de ver los más íntimos secretos de la vida de las estrellas o de la formación del Universo? Antonio Claret, astrofísico teórico del Instituto de Astrofísica de Andalucía, es uno de esos pocos elegidos, es un viajero audaz que, sin moverse de su casa, acostumbra a recorrer la galaxia observando millones de estrellas que nacen, viven y mueren mostrándole sus secretos más escondidos . Estamos invitados a acompañarle a un viaje entre enanas blancas y estrellas de neutrones.
En 1912 nació Alan Turing, matemático, filósofo, hábil decodificador y visionario. Los ordenadores actuales funcionan gracias a las ideas innovadoras de este sabio al que una sociedad cargada de prejuicios empujó a la muerte. Este año se cumple el centenario de su nacimiento y lo celebramos con una serie de tertulias en las que participan: Fernando Cuartero, Jorge Laborda, Antonio Claret y Angel Rodríguez Lozano.
Algunas estrellas giran sobre sí mismas con tal frenesí que poco les falta para romperse diseminando su masa alrededor. Para determinar teóricamente la temperatura de estas estrellas, especialmente las más calientes, desde 1924 se viene utilizando un teorema formulado por el astrofísico sueco Edvard Hugo von Zeipel. Nuestro invitado de hoy, Antonio Claret, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía – CSIC, ha demostrado que el teorema de von Zeipel no funciona tan bien como debería y propone un nuevo modelo, mas completo, que ha sido corroborado por las observaciones.
Antonio Claret, astrofísico teórico e investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, habla de exoplanetas. La entrevista es un repaso a las técnicas que han permitido aumentar a más de 550 la cifra de planetas conocidos. Claret habla de los métodos de detección empleados, de las peculiaridades de algunos planetas descubiertos y de las estrellas que orbitan. Presenta una de sus más recientes investigaciones: El estudio del exoplaneta HD 209458b y las dudas que vierte sobre los modelos teóricos de las atmósferas estelares, habitualmente empleados en el cálculo de las características de los exoplanetas.
A finales del Cretácico, hace 65 millones de años, se produjo una extinción en masa cuyos orígenes son todavía motivo de discusión entre los científicos. Varios fenómenos tuvieron lugar por aquella época: el choque de un meteorito de grandes dimensiones en Yucatán, una sucesión de grandes erupciones volcánicas en la región del Deccan, en la India, un descenso muy acusado del nivel de los océanos …. ¿Podemos asegurar que la caída del meteorito de Yucatan, que aparece ligado a una gran extinción de microorganismos marinos, acabó también con los dinosaurios? ¿Se han encontrado restos fósiles de dinosaurios en el límite KT? ¿Sobrevivieron los dinosaurios a la catástrofe y se extinguieron más tarde? ¿El vulcanismo y otros fenómenos provocaron un cambio climático que debilitó a los dinosaurios antes de la caída del meteorito? De todo ello hablamos hoy José Ignacio Canudo, Antonio Claret, Germán Fernández y Ángel Rodríguez Lozano.
En un remoto lugar del firmamento estrellado, a una distancia tal que la luz tarda en llegar a nosotros 2.000 años, situada en la constelación Hércules, se encuentra un sistema estelar que ha traído de cabeza a los científicos durante más de 30 años. Allí, dos estrellas mucho más grandes y masivas que el Sol giran vertiginosamente una alrededor de la otra. Nadie las ha visto a simple vista, su luz tan sólo es visible con un telescopio y, aún así, es imposible distinguirlas por separado. A pesar de todo, su luz nos trae información sobre ellas, sobre su masa, su edad, sus movimientos… Esos datos han permitido estudiarlas y su estudio reveló ciertos comportamientos que parecían no cuadrar con la mil veces comprobada Teoría General de la Relatividad de Einstein. ¿Qué sucede allí? ¿Nuestras observaciones son tan pobres que nos dan una imagen distorsionada de la realidad? ¿Está equivocado Einstein y es necesario cambiar sus teorías?. El enigma se ha resuelto y hoy hablamos con uno de los protagonistas de esa solución: D. Antonio Claret dos Santos, astrofísico e investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, una institución del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.