Ese no soy yo

Montevideo. En el fondo del ómnibus hay un tipo idéntico a mí. Si no fuera porque yo también estoy en ese bondi, pensaría que él soy yo. Último capítulo del Lado B de "Ese no soy yo". Música: Brookers Blues, de Audionautix

Montevideo. Soñé que soñaba mi vida. Durante el sueño yo no era yo: yo era un tipo que soñaba ser yo, y que después se despertaba para vivir su vida. Atormentado, se lo conté a Silvina. Ella me contó algo mucho peor. Música: Tes défauts, de Löhstana David

Montevideo. Por debajo del portón de la casa nueva nos entró una tarántula. En el momento tuve mucho miedo, pero al contarlo, durante el almuerzo del trabajo, intenté hacerme el crá. Música: Bossa Jazz, de Löhstana David

Montevideo, al fin nos mudamos. Un extraño sueño me permite comprobar que ahora puedo dormir profundo, muy profundo. Música: Demain je change de vie, de Löhstana David

Montevideo. Después de casi seis meses de espera, nos mudamos. El camión de mudanza está demorado y, mientras tanto, se me ocurre mirar algunas fotos en el celular. Música: Soulful Motown Blues, de Seastock

Montevideo, la semana previa a nuestra mudanza. Un encuentro casual me recuerda que quería escribir sobre el amor. Música: Jazzbar, de Gustavo Crochenci

Montevideo. La obra avanza a un ritmo directamente proporcional a las veces que voy a la ferretería: por eso debe ser que voy tan seguido. A veces el benchmarking se hace en los lugares menos pensados. Música: Shine, de Seastock

Montevideo. Mientras me ducho pienso en la consigna de escritura de esta semana, y descubro que si escribo sobre mi grupo de escritura, luego, al momento de leer el texto, ellos serían realidad y ficción. Ellos leerían sobre ellos leyendo sobre ellos. Una mamushka literaria.

Montevideo, se acerca el invierno pero en este apartamento no hace frío. Una pizza de delivery, una pareja es su máxima intimidad, una murga joven, un jugo de naranja y mango, y una conocida que sale sin saber en una foto de otro. Dirk Gently tenía razón: todo está conectado. Música: Groovy Ukelele, de Seastock

Montevideo. En el tobillo tengo un tatuaje genial, que me recuerda que Dirk Gently tenía razón. También tengo un retrato de Kramer, genial, pintado por un vietnamita y que recorrió el mundo entero para vestir, durante años, la pared más importante de mi living de soltero. Esa casa está en arreglos, y Kramer está ahí, escondido, esperando. Música: Milliardaires, de Löhstana David

Montevideo, pleno otoño. La obra continúa, mi permanencia transitoria en el monoambiente más chico del mundo continúa. Por la ventana acaba de entrar un bicho gigante que, de cierta forma, tiene mucho que ver con mi casa, la que está en obras, a la que deseo volver. Ese bicho, quizá tenía algo importante para decirme. Música: Sneaky Snooper

Montevideo. Es de noche y me pica el pie. Tengo que dormir pero tengo calor, y me pica el pie. Mientras tanto, en la otra casa, Tito avanza en la obra. Tendría que ir a ayudarlo, para terminar más rápido, para no tener calor, para poner la tele de fondo y, así, no pensar. Pero tengo calor y no tengo tele, y entonces pienso, y entonces no duermo, y entonces ayudo menos a Tito. Y, como si fuera poco, me pica el pie. Música: Railroad´s Whiskey Co, de Jahzzar

Montevideo. Ya es otoño, sin embargo el calor no se va nunca de este apartamento; es como que queda concentrado, para hacer daño, para no dejarte dormir. Por eso escribo: porque no puedo dormir. Tangos silbados, frases de grandes escritores y un ventilador en nivel dos. Música: Rooster Jones, de 12 Bar Pirates

Montevideo. Me obligo a escribir, por más que no tenga ganas. Agarro el celular, abro el bloc de notas, y escribo; escribo lo que sea, un pensamiento, una idea, o cualquier cosa que se me aparezca por delante de mis ojos. Música: Solo Acoustic Blues, Audionautix

Montevideo, fin del verano. Mi casa está en arreglos y "mientras tanto" vivo en el monoambiente más chico del mundo, con mi novia nueva. Es tarde y tengo que dormir... pero pienso.

Caminar y leer al mismo tiempo no es para cualquiera. Después de casi seis meses de viaje por el mundo, de playas, de historias, vuelve el laburo, vuelve la rutina, y aún queda por leer el libro de bolsillo de 2666. Música: Brookers blues, de Audionautix

Cervezas, guitarras, canciones, y el poder de los que tienen una voz encantadora. Música: Bossa Jazz, de Löhstana David

Hacer tiempo con un libro, mientras se lava tu ropa, por lo general es buena idea, salvo que te sientes al lado de alguien que chatea y chatea, en la mejor Mac Air. Música: Tes Défauts, de Löhstana David

Hay reencuentros que te refriegan en la cara lo paloma que solías ser. Música: Soulful Motown Blues, de Seastock

La mejor forma de celebrar que, por fin, luego de cinco meses, existen otras personas que hablan tu propio idioma es yendo al teatro. Y qué mejor que celebrarlo con una adaptación de los cuentos de Poe. Música: JazzBar, de Gustavo Crochenci

Fuimos a la Playa Roja porque las fotos de internet estaban buenísimas. Google muchas veces te oculta cosas. Música: Shine, de Seastock

Cruzar el puente de Gálata a pie, a las dos de la mañana, puede resultar peligroso. Salvo que te encuentres con un perro turco. Música: Demain je change de vie, de Löhstana David

Vuelos en compañías raras, azafatas con ojos raros, tuc-tucs, noche en Khaosan Road y una extraña fiesta de disfraces. Música: Quand je serai grand, de Löhstana David

Camboya y todo lo que pasa cuando jugás al serio con desconocidos. Música: Milliardaires, de Löhstana David

Análisis a fondo del comportamiento de las lenguas en un beso apasionado. Música: Groovy Ukelele, de Seastock

Si el apéndice solo sirve para tener apendicitis, habría que ver para qué sirve la campanilla de la garganta. Música: Rooster Jones, de 12 Bar Pirates

Cruzar China en tren, para llegar al Tíbet. Cruzar el Tíbet en camioneta, para llegar al Everest. Llegar, al fin, al campamento de la cima más alta, y descubrir que no hay aire. Música: Sneaky Snooper

Qué hacer cuando, por distraído, llevás veinte cajas de cigarros en tu morral, y no te queda otra que pasar por el control de unos patovicas japoneses, con cara de malos. Música: Railroad´s Whiskey Co, de Jahzzar

Luego de tanta preparación, llega el primer destino: Chicago. Y también llega la primera noche y la primer matanza de cervezas. Pantallas que pasan deportes, tragos rosados y un inglés que no sale tan bien. Música: Solo Acoustic Blues. Audionautix

Suena el timbre. Es el día previo a un viaje de seis meses recorriendo el mundo. El itinerario está casi listo, sin embargo es necesario ir hasta la cocina, y atender el portero eléctrico.