Meditación diaria del Santo Evangelio, oraciones como El Santo Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia, Novenas, Vida de Santos, Homilias, Predicaciones y Testimonios, todo para Alabanza y Gloria de Nuestro Señor Jesucristo
Mt 13,44-46.Jesús dijo a la multitud:"El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró."
Jn 11,19-27.Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano.Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa.Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas".Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará".Marta le respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día".Jesús le dijo: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?".Ella le respondió: "Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo".
Mt 17,22-27.Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres:lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados.Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?"."Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?".Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos.Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".
Lc 11,1-13.Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos".El les dijo entonces: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino;danos cada día nuestro pan cotidiano;perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación".Jesús agregó: "Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: 'Amigo, préstame tres panes,porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle',y desde adentro él le responde: 'No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos'.Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá.Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente?¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!".
Mt 13,24-30.Jesús propuso a la gente otra parábola:"El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo;pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue.Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña.Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: 'Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?'.El les respondió: 'Esto lo ha hecho algún enemigo'. Los peones replicaron: '¿Quieres que vayamos a arrancarla?'.'No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo.Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero'".
Mt 20,20-28.La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo."¿Qué quieres?", le preguntó Jesús. Ella le dijo: "Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda"."No saben lo que piden", respondió Jesús. "¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?". "Podemos", le respondieron."Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre".Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos.Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad.Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo:como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".
Mt 13,10-17.En aquel tiempo, los discípulos se acercaron y le dijeron: "¿Por qué les hablas por medio de parábolas?".El les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden.Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán,Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure.Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen.Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron."
Mt 13,1-9.Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar.Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa.Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: "El sembrador salió a sembrar.Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron.Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda;pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron.Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron.Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.¡El que tenga oídos, que oiga!".
Jn 20,1-2.11-18.El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada.Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto".María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcroy vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús.Ellos le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?". María respondió: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto".Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.Jesús le preguntó: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?". Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió: "Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo".Jesús le dijo: "¡María!". Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: "¡Raboní!", es decir "¡Maestro!".Jesús le dijo: "No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: 'Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes'".María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras.
Mt 12,38-42.Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: "Maestro, queremos que nos hagas ver un signo".El les respondió: "Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más que Jonás.El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón."
Lc 10,38-42.Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude".Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas,y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada".
Mt 12,14-21.En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él.Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos.Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer,para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías:Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones.No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas.No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia;y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre.
Mt 12,1-8.Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.Al ver esto, los fariseos le dijeron: "Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado".Pero él les respondió: "¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre,cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo.Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes.Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado".
Mt 11,28-30.Jesús tomó la palabra y dijo:"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."
Mt 11,25-27.Jesús dijo:"Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.Sí, Padre, porque así lo has querido.Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar."
Mt 11,20-24.Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido."¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza.Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría.Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú".
Mt 10,34-42.11,1.Jesús dijo a sus apóstoles:"No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada.Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra;y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa.El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió.El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, tendrá la recompensa de un justo.Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa".Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí, para enseñar y predicar en las ciudades de la región.
Lc 10,25-37.Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?".Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?".El le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo"."Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida".Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?".Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo.También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino.Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo.Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: 'Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver'.¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?"."El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".
Mt 10,24-33.Jesús dijo a sus apóstoles:"El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño.Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa!No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido.Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena.¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo.Ustedes tienen contados todos sus cabellos.No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo.Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres."
Mt 10,16-23.Jesús dijo a sus apóstoles:"Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento,porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre."
Mt 10,7-15.Jesús dijo a sus apóstoles:Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente."No lleven encima oro ni plata, ni monedas,ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies.Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.
Mt 10,1-7.Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan;Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo;Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: "No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos."Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Mt 9,32-38.En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado.El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: "Jamás se vio nada igual en Israel".Pero los fariseos decían: "El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios".Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha."
Mt 9,18-26.Mientras Jesús les estaba diciendo estas cosas, se presentó un alto jefe y, postrándose ante él, le dijo: "Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá".Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto,pensando: "Con sólo tocar su manto, quedaré curada".Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: "Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado". Y desde ese instante la mujer quedó curada.Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba, y dijo:"Retírense, la niña no está muerta, sino que duerme". Y se reían de él.Cuando hicieron salir a la gente, él entró, la tomó de la mano, y ella se levantó.Y esta noticia se divulgó por aquella región.
Lc 10,1-12.17-20.El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'.Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan;curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'."Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan:'¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca'.Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad.Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre".El les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos.No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo".
Mt 9,14-17.Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?".Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande.Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!".
Mt 9,9-13.Jesús, al pasar, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió.Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos.Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?".Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Jn 20,24-29.Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!".
Mt 8,28-34.Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino.Y comenzaron a gritar: "¿Que quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?"A cierta distancia había una gran piara de cerdos paciendo.Los demonios suplicaron a Jesús: "Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara".El les dijo: "Vayan". Ellos salieron y entraron en los cerdos: estos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron.Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados.Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio.
Mt 8,23-27.Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron.De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: "¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!".El les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?". Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".
Mt 8,18-22.Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla.Entonces se aproximó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré adonde vayas".Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".Otro de sus discípulos le dijo: "Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre".Pero Jesús le respondió: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".
Mt 16,13-19.Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas"."Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
Lc 2,41-51.Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados".Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?".Ellos no entendieron lo que les decía.El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
Lc 15,3-7.Jesús les dijo entonces esta parábola:"Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría,y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido".Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse".
Mt 7,21-29.Jesús dijo a sus discípulos:"No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?'.Entonces yo les manifestaré: 'Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal'.Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza,porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.
Mt 7,15-20.Jesús dijo a sus discípulos:Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Lc 1,57-66.80.Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan".Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre".Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados.Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él.El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.
Mt 7,1-5.Jesús dijo a sus discípulos:No juzguen, para no ser juzgados.Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes.¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Deja que te saque la paja de tu ojo', si hay una viga en el tuyo?Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Lc 9,11b-17.Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados.Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: "Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto".El les respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Pero ellos dijeron: "No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente".Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: "Háganlos sentar en grupos de cincuenta".Y ellos hicieron sentar a todos.Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirvieran a la multitud.Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.
Mt 6,24-34.Dijo Jesús a sus discípulos:Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer.Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!No se inquieten entonces, diciendo: '¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?'.Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.
Mt 6,19-23.Jesús dijo a sus discípulos:No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban.Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben.Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado.Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!
Mt 6,7-15.Jesús dijo a sus discípulos:Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.Danos hoy nuestro pan de cada día.Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Mt 6,1-6.16-18.Jesús dijo a sus discípulos:Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha,para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Mt 5,43-48.Jesús dijo a sus discípulos:Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Mt 5,38-42.Jesús, dijo a sus discípulos:Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Jn 16,12-15.En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:"Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."
Mt 5,33-37.Jesús dijo a sus discípulos:Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor.Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios,ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.
Mt 5,27-32.Jesús dijo a sus discípulos:Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio.Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
Mt 5,20-26.Jesús dijo a sus discípulos:Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Mt 10,7-13.Jesús dijo a sus apóstoles:Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente."No lleven encima oro ni plata, ni monedas,ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
Mt 5,13-16.Jesús dijo a sus discípulos:Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.