Desde el principio de los tiempos la cultura se comparte de voz en voz. Acompáñanos por este recorrido en donde contaremos la historia de personas, lugares y objetos que forman parte de la cultura mexicana.
¡Ya llegó diciembre! Y con este mes las infaltables posadas, Navidad y Año Nuevo. Eventos que celebramos en familia, con una buena comilona y un delicioso ponche bien calientito. Aunque estas festividades datan de muchos años atrás, hasta nuestros días celebramos en torno al árbol de Navidad, con regalos, abrazos, obviamente mucha alegría y una inmensa felicidad.
No pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino”, es la clásica tonada que escuchas cuando empiezas a darle con todas tus fuerzas a la piñata, mientras tienes los ojos vendados. Se trata de una tradición con una larga historia y que se conserva hasta nuestros días para reunir a la familia. En esta época, no pueden faltar en las posadas, con sus vívidos colores. ¿Te gustaría saber más sobre las piñatas? ¡No te pierdas este episodio!
Todos soñamos, a veces con un futuro donde tenemos lo que deseamos, otras solo en la noche, cuando cerramos los ojos y nos perdemos en la profundidad del descanso, sin saber si nos encontraremos lindas imágenes o con una terrible pesadilla. Para poder enfrentar esto, contamos con los atrapasueños, esos pequeños objetos de madera y plumas que permiten filtrar nuestros sueños, para dejar pasar solo a los buenos. ¿Quieres saber más de estos artefactos? ¡Aquí te contamos!
Andaba la muerte rondando y festejando mientras... el olor a cempasúchil y copal se mezclan para darle la bienvenida a las almas de nuestros difuntos, que año con año nos visitan para degustar los manjares colocados en las ofrendas puestas en su honor. En este episodio te contamos acerca del Día de muertos, entre calaveritas, papel picado y una que otra Catrina. Acompáñanos a conocer más de esta festividad, mientras disfrutas un delicioso pan de muerto y un rico dulce de calabaza.
Pintora, símbolo feminista, activista, pero sobre todo una mujer que rompió con los estándares de su época y se convirtió en un icono de la cultura pop, así es Frida Kahlo, esa famosa artista que vemos por todas partes y cuya historia traspasa las fronteras del arte. Preocupada por la defensa de los pueblos originarios de México y demás cuestiones políticas, partícipe de obras que evocan temas considerados tabú y hasta emblema de la feminidad mexicana, esta vez te platicaremos de Frida, nuestra Frida.
Con o sin azúcar, acompañado de un pan o con crema, pero eso sí bien calientito, esa tacita de café que tomas cada mañana despierta tus sentidos y te envuelve con un aroma inconfundible que te hace querer siempre un poco más. Esta bebida tiene lo suyo y por ello es tan famosa en todo el mundo, así que en este episodio te contaremos un poco más del café. Ese grano inconfundible que acompaña nuestra rutina diaria y que podemos encontrar en muchas presentaciones. Y tú, ¿cómo lo tomas?
El Zócalo y varios edificios históricos se ubican en este punto neurálgico de la Ciudad de México, donde lo mismo puedes disfrutar un concierto masivo que la gastronomía de nuestro país, admirar sus calles e, incluso, deleitarte con el arte callejero. Así es nuestro Centro Histórico, ese lugar que debes de visitar y que, cuando lo hagas, quedarás fascinado con su majestuosidad, cultura y belleza. ¡Vamos a conocerlo!
Considerado uno de los compositores más representativos de nuestro país, además de violinista y director de orquesta, Silvestre Revueltas es un personaje inolvidable del siglo XX, cuyo impacto musical se conserva hasta nuestros días. Gracias a su gran talento y creatividad, Revueltas ha despertado el interés sobre su vida y obra. En este episodio especial de Cultura a Voces, platicamos con el investigador Eduardo Contreras Soto para despejar algunos mitos y conocer más acerca del autor de Sensemayá.
Entre pozoles, pambazos, tostadas, matracas, luces y cornetas tricolor, en septiembre los mexicanos conmemoramos el inicio de la Independencia de México. Y lo hacemos como mejor nos sale: en familia, alegres y con mucha pachanga para recordar a los héroes que nos dieron Patria y Libertad. Tal vez te has preguntado ¿cómo se fue forjando esa celebración? ¡Aquí te lo contamos! Y también te damos otros datos más para que le entres con todo a esta gran fiesta. Acompáñanos a gritar: ¡Viva México!
Si al son que te toquen bailas, pues ve preparando tus mejores zapateados porque por parranda no paramos, hasta has de tener dos o tres anécdotas que contar mientras has andado por allá… Hoy te hablaremos sobre la plaza Garibaldi, ese hermoso lugar que, aunque no cantes, te hace tararear al ritmo del mariachi.
Caminar por las calles de un pueblito siempre nos evoca tranquilidad. En estos sitios podemos degustar la gastronomía; admirar la relación de los habitantes con la naturaleza; ser testigos de la hospitalidad, y hasta detenernos para ver pasar el tiempo entre las nubes aborregadas. Pero debemos de reconocer que el término Pueblos va más allá del aspecto geográfico, al englobar un enorme bagaje cultural e histórico. En este programa nos adentramos en la conmemoración del Día de los Pueblos Indígenas, pues siempre es importante reconocer las raíces y la enorme riqueza de nuestro México.
Existen varios sonidos que se propagan apacibles por las calles de todo México, y en este caso es el bello sonido de una flauta de pan, que te recuerda que tu cuchillo ya no corta ni los jitomates y que las tijeras del pasto solo lo mallugan. ¿Ya sabes de quién hablamos? Sí, ¡del afilador! Ese señor que gira eternamente la manivela del esmeril sacando chispas y filo a tus utensilios.
De cabeza, de suadero, de tripa o de carnitas, cada uno con su cebollita, cilantro y no puede faltar su deliciosa salsita verde o roja, todos con sus distintas preparaciones y un sabor inigualable, ya sea como plato principal o como tentempié. ¿Qué sería de nosotros los mexicanos sin el maíz, sin un rico y delicioso taco en nuestra mesa? Ese exquisito platillo que nos identifica en el mapa internacional, ¿te lo pierdes?
Todos tuvimos a alguien que nos guio en nuestro día a día cuando estudiamos, y aún después de haber terminado la carrera recordamos con sentimiento a quien nos asesoró, nos dio una palmadita y ánimos para echarle los kilos a nuestros proyectos. Este recuerdo nos hace reflexionar en la importancia que ocupan en nuestro corazón esas maestras y maestros, que algún día nos llenaron de amor.
Tener a nuestra madre sin duda es el mejor regalo que muchos aún podemos conservar, por lo que hay que recordar decirle que la amamos en cada oportunidad. Este podcast es un pequeño homenaje a estas madres guerreras llenas de luz, que nos encaminan cuando más lo necesitamos, ¡no te lo pierdas!
Con él fue creado el primer ser humano, pero no fue suficiente; estaba hueco. No obstante, el porvenir le traería bellas formas y colores: un valor invaluable para la creación artística y arquitectónica. Porque de barro son las memorias de nuestros ancestros y de barro será su legado.
Crujiente por fuera, esponjoso por dentro. En su interior encontramos pura satisfacción: así como ahuyenta el terror, atrae guisados de a montón. Con ustedes… ¡el bolillo!
Porque hay utensilios que lo cambian todo: sabor, textura… Por eso, te invitamos a cantar y bailar: Y bate que bate, el chocolate; y besa que besa, la mayonesa; y muele que muele… ¡El molcajete!
De figuras y colores; pa' la lluvia o pal frío: una prenda que viste el campesino y también el citadino. Con orgullo se porta el textil, enalteciendo nuestro cuerpo y convirtiéndolo en arte: queridos y queridas, hablemos del sarape.
Ahí en la esquina del Centro hay un local cuya puerta recibe a todos por igual. De su interior emana una luz cálida, música y voces al unísono: cantos y risas, llantos y maldiciones. Adentro encontramos a personas solitarias y en grupo, todas vigiladas por la atenta mirada del guardián tras la barra, el protector de las bebidas: el cantinero. Testigo de las innumerables historias que se cuentan y suceden, los recuerdos hacen de su guarida un lugar muy especial.
La brisa del golfo sopla con fuerza. El salitre se adueña de las estructuras, del ambiente... y de la fiesta. Porque en el puerto se baila, canta y se goza: adelante, atrás, izquierda y derecha; el zapateo justifica los días, los disfraces y adornos le dan color... ¿A poco no se antoja?
Un aroma sale de la cocina, penetra las narices y se adueña del olfato… No, no proviene de la cocina, sino del patio. Ahí, bajo la tierra, algo se quema; el humo sale a relucir desde el suelo cual volcán activo. Mas nada hay que temer: debajo no yace lava ardiente, pero sí un alimento hirviente. Los ojos no perciben su lenta cocción, aunque la boca babea por su rico sabor: la barbacoa espera a ser servida, y tu tripa ruge por su sabrosa compañía.
En tierras mexicanas crece una planta de mucho valor cultural, algunos la llaman maguey, y otros, agave. Quienes la trabajan, sin embargo, la llaman vida: de su corazón obtienen inspiración y sustento. De éste hacen su obra, un lienzo cuya pintura cura todo mal: el mezcal.
Cuerpo suspendido, recostado diagonalmente, de lado a lado; mente relajada, pensamientos ausentes, exentos de angustia… y sueños perfectos. Sea entre dos árboles o paredes, la hamaca, de múltiples tamaños y texturas, acoge al fatigado y lo arrulla en su vientre, regresándole la dicha del apapacho materno.
A que no habías imaginado tu vida sin este casi siempre delicado y transparente material. Y cuántas veces nos hemos quedado boquiabiertos con vitrales, muebles, accesorios de mesa, candelabros, lámparas, vajillas todo hecho con este material tan preciado con diferentes y elegantes calibres.
Recuerdo la primera vez que vi uno, mis ojos no podían abarcar todo lo que se me presentaba: colores y representaciones por ver y comprender, incluso diría que hasta es un objeto místico. Ese árbol de barro, de chaquira, de vidrio y hasta dibujado, lleno de colores y figuritas. ¿Los has visto?
Te invito a conocer de dónde viene ese anillo o ese par de aretes que te regalaron en tus XV primaveras, o para tu aniversario o en el día de las madres, ya que tiene toda una historia detrás. Y es que en México se hacen de la mejor calidad del mundo, con este material que deslumbra, que lo hace inigualable y sí, muy famosa.
En estos lugares puedes observar como sucede todo con tanta rapidez, llega el queso rallado, la masa, el aceite empieza a calentarse… Anotas tu pedido en un papelito y comienza la magia, te brillan los ojos, las papilas gustativas despiertan y el ruido del mercado como que hace bulla y te pones feliz por esperar lo que vas a comer.
Si le pones una porción mínima de sal, o tantito queso, o una salsita, o frijoles… ¡ay! ¿O qué tal con chicharrón y un pico de gallo? Bueno, bueno, bueno… es como subir a una comilona con los dioses y descender súbitamente al terreno de los mortales, para suspirar y que al final te digan: ¿quiere otro?
Si eres de los que prefieren el trocito cubierto de azúcar, quizás estás comiendo el oro; con el ate, tal vez la mirra; y con el higo, a lo mejor el incienso. Yo solo espero y pido que me salga el niño, el monito, o como le llames, porque ahora sé que es un augurio de buena suerte.
Seguramente llegó a ti un suspiro al reflexionar sobre el final de este año y el inicio del 2022. Al pensar en ello llegan toda clase de sentimientos, emociones, agradecimientos y peticiones. Todos deseamos vencer los obstáculos que se nos presenten y llegar al próximo año con mejores augurios. Eso y más deseo para ti, abrazándote con todo el cariño y la paz que pueda cobijarte.
Uno de los momentos que más espero es la temporada navideña. Harta pachanga que se vive en México en esas semanas, ¿verdad? Pero vamos a empezar por el principio, como dicen los sabios, y eso corresponde a las fiestas que inician el 16 de diciembre y terminan el mero 24. Nueve días de luces y cantos, entre velas, piñatas, luces de bengala y ponche.
A toda esa emoción que me traen estas fechas decembrinas, le antepongo mi curiosidad por conocer sus orígenes. Y en esa búsqueda encontré una festividad navideña que se celebra en varias regiones del sur de Veracruz.
La fiesta de Takari consiste en que la gente del lugar, vestida con máscaras y ropa colorida, danza por las calles mientras recoge heno para el pesebre del niño Jesús. Las figuras del nacimiento son hechas artesanalmente con madera o cera. Otra fiesta es la Uarokua, en Quinceo, Paracho, donde hacen una representación de cuando cortaron el cordón umbilical al niño Jesús.
En esta ocasión tenemos la fortuna de estar acompañados por un gran ser humano y doctor en Musicología, quien nos habla de su experiencia en la música mexicana y se ha enfocado en una gran leyenda: el compositor mexicano José Rolón, de Zapotlán el Grande, Jalisco.
Estoy segura que has oído sobre él, este lugar que según nuestro pasado prehispánico, era el inframundo y lugar al que llegaban las almas de los difuntos. Lugar de donde regresan cada 2 de noviembre para seguir probando las delicias que en vida llenaron sus paladares de alegría.
Acompáñame a seguir a la Adelita, ponte tus trenzas y toma tu fusil para treparnos en el tren que viene a lo lejos. ¿Lista? ¿Listo? ¡Subamos! Viajemos en esa famosa bestia que recorre algunos estados de la república mexicana.
Son legendarios los rumores de unos quejumbrosos lamentos en busca de sus hijos que, al percibirse, dicen los valientes que el frío sube por la espalda, la piel se pone de gallina, y uno queda estupefacto, con los vellos erizados.
Estos vientos otoñales me traen tantas cosas que contarte. Claro, es esta época de preparativos para uno de los festivales más antiguos, hermosos y arraigados en nuestro país. Y con estos aires de cempasúchil llegó a mi mente una ráfaga de pensamientos contrastantes entre lo que creemos por convicción y lo que se nos impone en el hogar.
A veces suceden cosas inexplicables, y no tenemos de otra más que pensar que "se la llevó la bruja". Pero quizá esta idea no sea tan descabellada, pues hay muchas historias en el folclor mexicano sobre la existencia de seres fuera de la realidad.
Enciende tu motor y reinicia el taxímetro, o mejor apágalo porque las vueltas que daremos hoy van por cuenta de la casa. En esta ocasión tenemos para todos los que hemos sido pasajeros, algunas historias misteriosas sobre esos mapas andantes que son los taxistas.
En esta ocasión te llevamos a visitar algunos lugares de la ciudad de México en donde se puede escuchar cómo el viento hace crujir las ramas de los árboles. Recuerda que en estos episodios estamos recorriendo rincones tenebrosos y oscuros del folclor de nuestro país, por ello te recomiendo que invites a la persona más valiente que conozcas. Y no estaría de más que tomaras una linterna y fueras primero a soltar el miedo... por si acaso.
Te invito a ponerte tu casco, sacar la linterna, apagar las luces y subirte al carrito de minerales para adentrarnos en la oscuridad en busca de ficciones reales, ¿estás listo?
Estos grandes y profundos pozos de agua se alimentan de la filtración de la lluvia y de las corrientes de los ríos que nacen en el corazón de la tierra, por eso, su nombre proviene de la voz maya dz'onot que significa “hoyo con agua” o también “abismo”. Estas bellas formaciones naturales abundan sobre todo en suelo Maya, por toda la península de Yucatán y hasta Belice y Guatemala.
Piensa en todo lo que nos perderíamos si siempre sucumbiéramos al miedo. No fue este el caso de unos trabajadores guerrerenses, quienes cada día al terminar sus labores subían a lo alto de una quebrada de 35 metros, y para desafiarse entre sí se echaban unos clavados desde esa altura. Ya los imagino: jóvenes y desafiantes, presumidos, faramallosos.
Hay algo en el ambiente auditivo de una ciudad como la de México, y otras tantas de esta república, que las vuelve únicas. No sólo por aquellos sonidos derivados del ajetreo citadino, como los que pueden ser irritantes y con los que personalmente brinco de susto. Esta vez te pido que prestes atención a lo que está sonando más allá de este podcast, ¿Qué escuchas?
En México existe una gran tradición en la confección de telas y prendas exquisitas. Los telares existían desde la época prehispánica e incluso en la cultura maya existía una divinidad para esta actividad: Ixchel, diosa de la luna y el tejido. Las técnicas eran heredadas de madres a hijas y tenía una gran importancia social pues evidentemente era la base de la vestimenta familiar.
El café cosechado en nuestro país es de alta calidad, ya que el clima, la altura, la topografía y los suelos volcánicos son propicios para que genere características valiosas, como acidez alta, aroma intenso, sabor agradable y cuerpo apreciable. Aunque a veces hay que tener cuidado, porque si se bebe café cuando se padece gastritis, en el estómago se siente como si se hiciera un hoyo y estallara un volcán.
Contaba el investigador Samuel Flores Huerta en el prólogo de su "Compendio temático de dichos o refranes", que la primera vez que escuchó una de estas frases cargadas de sabiduría fue de boca de su tío abuelo, una mañana que conversaba con su madre. Mientras los adultos estaban absortos en su charla, el entonces pequeño niño miraba con mucha atención al tío, quien volteó a verlo y le dijo "¿Qué tanto me ves? Como te ves me vi, como me ves te verás".
Ellos merecen un enorme reconocimiento porque saben brindar un trato espectacular al cliente, que comienza al tener bien preparados sus utensilios de trabajo en su conocido cajón, donde guardan todo tipo de betunes, trapos, pinceles, grasa, tintas, jabones, pintura para suelas y hasta gasolina blanca. Y algo que me fascina escuchar es ese famoso sonidito al frotar con el trapito o la franela el zapato ya bien limpio.
Aunque muchas veces la invención de este platillo se atribuye a la época del Virreinato en la región poblana, lo cierto es que diversas culturas prehispánicas ya hacían preparaciones en las que mezclaban chiles con semilla de calabaza, hierba santa y jitomate, a las cuales llamaban mulli, y que, como sabrás, eran ofrendas para dioses y festines en las celebraciones. No te pierdas este programa porque hoy estamos de manteles largos con nuestro anfitrión.