POPULARITY
Comment faciliter l'accès aux capitaux sur les marchés européens ? Christian Noyer, l'ancien gouverneur de la Banque de France, a planché sur l'union des marchés, ses conclusions seront présentées dans la matinée. Peut-être un début de réponse au casse-tête qui divise l'Europe. Contrairement aux marchandises et aux hommes, les capitaux ne peuvent toujours pas circuler librement dans l'Union. C'est pourquoi cela reste très compliqué de lever les centaines de milliards nécessaires pour financer la transition énergétique, la défense ou l'innovation. Les start-ups le savent mieux que quiconque. Les banques, l'instrument le plus commun pour financer l'économie européenne, sont souvent trop frileuses pour les accompagner. Les plus prometteuses s'en remettent aux investisseurs étrangers, surtout américains, pour se développer. Cela fait dix ans que les 27 parlent de la libéralisation du marché des capitaux. Dix ans de négociations et toujours pas d'accords en vue.La résistance des petits États européensAu dernier conseil européen, une douzaine d'États se sont ligués contre toutes les initiatives avancées récemment par la France. Paris, avec le soutien de l'Allemagne, la Pologne, l'Italie et l'Espagne, souhaite doter l'Europe d'un marché à la hauteur de son PIB et de ses besoins. Mais les petits États, comme le Luxembourg, l'Irlande ou les pays baltes, s'opposent à tout rapprochement. Les régulations ou le régime fiscal accommodants qu'ils ont mis en place pour attirer les capitaux pourraient être remis en cause par l'union des marchés.Le rapport présenté ce jeudi 25 mars par Christian Noyer cherche à sortir de cette impasse avec des propositions concrètes. Elles serviront de base au travail technique. L'accord politique, lui, ne sera pas trouvé avant la formation de la nouvelle commission prévue à l'automne.Un nouveau produit d'épargne européenPour financer l'économie européenne, Christian Noyer propose un nouveau produit d'épargne européen. Un produit qui bénéficierait d'un label européen, mais qui pourrait être décliné dans chaque pays en fonction de ses spécificités. Il faudra que le produit soit assez alléchant pour drainer l'épargne des particuliers qui dort sur des comptes bancaires. Selon Bruno Le Maire, le ministre de l'Économie, favorable à ce plan d'épargne européen, 35 000 milliards d'euros seraient disponibles, bloqués sur les assurances-vie ou d'autres comptes épargne des 27 États membres. L'argent serait investi à 80% dans des entreprises européennes.L'autre piste concerne les banques. Christian Noyer propose de transformer leurs créances en paquet de titres qu'elles pourraient revendre sur le marché de la dette privée. Cette titrisation allégerait leur bilan, elles retrouveraient ainsi des marges de manœuvre pour financer l'économie réelle. C'est ce qui pratique couramment dans les pays anglo-saxons, parfois au mépris des règles internationales très strictes mises en place après la crise financière de 2008. Christian Noyer considère que les règlements européens sont déjà suffisamment protecteurs. L'ancien gouverneur souhaite enfin améliorer la régulation des marchés en la centralisant, un sujet qui demandera sans doute encore beaucoup de discussions avant d'aboutir.À lire aussiUE: l'union des marchés financiers des 27 en question face à une compétitivité européenne en berne
Ce mercredi 24 avril, le projet de loi de simplification, l'IA pour les services publics, la correction du déficit public, et le rapport de Christian Noyer sur l'UMC, ont été abordé par Patrick Artus, conseiller économique de Natixis, Sylvain Orébi, président du groupe Orientis, et Jean-Marc Daniel, éditorialiste BFM Business et professeur émérite à l'ESCP, dans l'émission Les Experts, présentée par Nicolas Doze sur BFM Business. Retrouvez l'émission du lundi au vendredi et réécoutez la en podcast.
El 13 de junio de 2017 la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo con Christian Noyer, gobernador honorario del Banco de Francia, sobre el futuro de la Unión Europea. Noyer indicó que la UE se enfrenta a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, tiene que afrontar el Brexit, que puede percibirse como un retroceso en el proceso de construcción europea. Por otro, se han producido desarrollos inesperados en el área política, como el desarrollo del populismo, que cuestionan la propia Unión Europea. No obstante, con la UE hemos creado algo que es fantástico. El concepto de empezar con la economía, luego añadir nuevos ámbitos y llegar a la unión ha sido un éxito enorme porque se han logrado los dos objetivos fundamentales que se perseguían: la paz y la prosperidad. El problema surgió porque, durante las últimas décadas, se transmitió la idea de que los estados miembros no debían seguir haciendo reformas. De hecho, nadie quiso hacerlas desde que entró en vigor el euro y solo querían coordinar las políticas económicas y seguir la evolución de la coyuntura. No obstante, aunque hemos creado muchas cosas, necesitamos la voluntad de seguir adelante con el proceso. En este sentido, la creación de la Unión Bancaria Europea es una buena señal. Respecto al Brexit hay que destacar que con el Reino Unido había dos problemas. En primer lugar, había muchos problemas que no se podían gestionar debido a situaciones estructurales divergentes entre el Reino Unido y la Europa continental, que implicaban también concepciones diferentes. Ahora, la situación es clara y los conceptos a largo plazo son idénticos. Todos los estados miembros están comprometidos a seguir esas mismas líneas. En segundo término, los británicos se sentían incómodos con la idea de avanzar hacia una cierta integración política. Ahora el panorama se ha clarificado y se acelera el proceso de construcción europea. De hecho, se abre la oportunidad de acelerar la integración con países como España, Francia o Alemania, compartiendo las finanzas para que la unión monetaria europea funcione a largo plazo. La principal complicación en relación con el Brexit es que hay mucho que negociar, hay muchos problemas que resolver en relación con el comercio y las finanzas. Con el desarrollo que han tenido las cadenas globales de valor se pueden producir pérdidas de empleo y bienestar, en especial en el Reino Unido. Además, es preciso tener en cuenta que el mercado único europeo significa una regulación única y un tribunal europeo único. ¿Cómo se pueden aceptar productos en el mercado único si las normas y regulaciones son diferentes? Esto obliga a definir qué productos y servicios británicos pueden acceder libremente y cuáles no. Negociar estas cosas llevará mucho tiempo, puede que entre cinco y siete años. Además, también necesitamos renegociar acuerdos con terceros, que sean aceptados por la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, el acuerdo de cuotas de ovino con Nueva Zelanda porque el 80% de las importaciones tenían como destino el Reino Unido. En relación con la segunda cuestión, la alternativa a la UE es terrible. Por ello, aunque hemos sido incapaces de hacer reformas, debemos conseguir ser más estables en el futuro y eso solo lo podremos conseguir realizando las reformas necesarias. Los diez primeros años del euro fueron extraordinarios. La combinación del mercado único y la unión monetaria ha llevado a los bancos a actuar en todos los países. Por ello, en la Eurozona necesitamos una plaza financiera e instituciones para gestionar las crisis. Esa es la razón de ser de la Unión Bancaria Europea. El Brexit confirma todo esto y es una ventaja desde este punto de vista. A partir de ahí, los bancos se moverán hacia dónde crean necesario hacerlo. Londres no desparecerá, pero ya no será lo mismo. Hemos podido construir la Unión Bancaria Europea muy rápidamente, si bien necesitamos acelerar la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos. Y es que era un problema que los mercados financieros estuvieran integrados, pero no así la supervisión. Respecto a la intervención del Popular, la misma es un éxito de esa política y el contribuyente no deberá aportar dinero. En Italia deberían proceder a reestructurar sus bancos, porque no se puede seguir como hasta ahora.
El 13 de junio de 2017 la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo con Christian Noyer, gobernador honorario del Banco de Francia, sobre el futuro de la Unión Europea. Noyer indicó que la UE se enfrenta a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, tiene que afrontar el Brexit, que puede percibirse como un retroceso en el proceso de construcción europea. Por otro, se han producido desarrollos inesperados en el área política, como el desarrollo del populismo, que cuestionan la propia Unión Europea. No obstante, con la UE hemos creado algo que es fantástico. El concepto de empezar con la economía, luego añadir nuevos ámbitos y llegar a la unión ha sido un éxito enorme porque se han logrado los dos objetivos fundamentales que se perseguían: la paz y la prosperidad. El problema surgió porque, durante las últimas décadas, se transmitió la idea de que los estados miembros no debían seguir haciendo reformas. De hecho, nadie quiso hacerlas desde que entró en vigor el euro y solo querían coordinar las políticas económicas y seguir la evolución de la coyuntura. No obstante, aunque hemos creado muchas cosas, necesitamos la voluntad de seguir adelante con el proceso. En este sentido, la creación de la Unión Bancaria Europea es una buena señal. Respecto al Brexit hay que destacar que con el Reino Unido había dos problemas. En primer lugar, había muchos problemas que no se podían gestionar debido a situaciones estructurales divergentes entre el Reino Unido y la Europa continental, que implicaban también concepciones diferentes. Ahora, la situación es clara y los conceptos a largo plazo son idénticos. Todos los estados miembros están comprometidos a seguir esas mismas líneas. En segundo término, los británicos se sentían incómodos con la idea de avanzar hacia una cierta integración política. Ahora el panorama se ha clarificado y se acelera el proceso de construcción europea. De hecho, se abre la oportunidad de acelerar la integración con países como España, Francia o Alemania, compartiendo las finanzas para que la unión monetaria europea funcione a largo plazo. La principal complicación en relación con el Brexit es que hay mucho que negociar, hay muchos problemas que resolver en relación con el comercio y las finanzas. Con el desarrollo que han tenido las cadenas globales de valor se pueden producir pérdidas de empleo y bienestar, en especial en el Reino Unido. Además, es preciso tener en cuenta que el mercado único europeo significa una regulación única y un tribunal europeo único. ¿Cómo se pueden aceptar productos en el mercado único si las normas y regulaciones son diferentes? Esto obliga a definir qué productos y servicios británicos pueden acceder libremente y cuáles no. Negociar estas cosas llevará mucho tiempo, puede que entre cinco y siete años. Además, también necesitamos renegociar acuerdos con terceros, que sean aceptados por la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, el acuerdo de cuotas de ovino con Nueva Zelanda porque el 80% de las importaciones tenían como destino el Reino Unido. En relación con la segunda cuestión, la alternativa a la UE es terrible. Por ello, aunque hemos sido incapaces de hacer reformas, debemos conseguir ser más estables en el futuro y eso solo lo podremos conseguir realizando las reformas necesarias. Los diez primeros años del euro fueron extraordinarios. La combinación del mercado único y la unión monetaria ha llevado a los bancos a actuar en todos los países. Por ello, en la Eurozona necesitamos una plaza financiera e instituciones para gestionar las crisis. Esa es la razón de ser de la Unión Bancaria Europea. El Brexit confirma todo esto y es una ventaja desde este punto de vista. A partir de ahí, los bancos se moverán hacia dónde crean necesario hacerlo. Londres no desparecerá, pero ya no será lo mismo. Hemos podido construir la Unión Bancaria Europea muy rápidamente, si bien necesitamos acelerar la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos. Y es que era un problema que los mercados financieros estuvieran integrados, pero no así la supervisión. Respecto a la intervención del Popular, la misma es un éxito de esa política y el contribuyente no deberá aportar dinero. En Italia deberían proceder a reestructurar sus bancos, porque no se puede seguir como hasta ahora.
Today’s top news: the U.S. economy could lose $10.3 billion from the Chinese travel ban, and former Bank of France governor Christian Noyer said a centralized eCurrency is still at least a decade away.
Hedwige Chevrillon reçoit Patrick Pelata, ancien directeur général de Renault, Philippe Louis-Dreyfus, président du Conseil de surveillance de Louis Dreyfus Armateurs, Christian Noyer, gouverneur honoraire de la Banque de France, et Daniel Cohen, professeur à Paris School of Economics, dans 12h L'heure H, sur BFM Business, ce lundi 14 octobre 2019. Les entretiens majeurs avec ceux qui font l'actualité, par Hedwige Chevrillon. BFM Business est la 1ère chaîne française d'information économique et financière en continu, avec des interviews exclusives de patrons, d'entrepreneurs, de politiques, d'experts et d'économistes afin de couvrir l'ensemble de l'actualité française et internationale. BFM Business vous propose aussi des conseils pour vos finances par des personnalités de référence dans les domaines du patrimoine, de l'immobilier ou des marchés financiers. Retrouvez tous les jours : Christophe Jakubyszyn, Faïza Garel-Younsi, Nicolas Doze, Hedwige Chevrillon, Jean-Marc Daniel, Anthony Morel, Guillaume Sommerer, Cédric Decoeur, Karine Vergniol, Grégoire Favet, Sébastien Couasnon, Emmanuel Lechypre, Benaouda Abdeddaïm, Stéphanie Coleau... BFM Business est disponible en direct radio, en direct télé ainsi qu'en direct et replay sur www.bfmbusiness.fr.
Patrick Jenkins and guests discuss Andrea Orcel's move from UBS to Santander, France's success in luring banks to set up their post-Brexit trading businesses in Paris, and why Tesco Bank received a £16m fine over its handling of a 2016 cyber attack. With special guest Christian Noyer, former governor of the Bank of France. See acast.com/privacy for privacy and opt-out information.
Banks and asset managers are beginning to steer their EU trading operations from London to French capital. Patrick Jenkins discusses which banks are in the vanguard and what this trend means for London with Stephen Morris. He also speaks to Christian Noyer, former governor of the Bank of France, about what France has done to win over the banks. Music by Kevin Macleod See acast.com/privacy for privacy and opt-out information.
El 13 de junio de 2017 la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo con Christian Noyer, gobernador honorario del Banco de Francia, sobre el futuro de la Unión Europea. Noyer indicó que la UE se enfrenta a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, tiene que afrontar el Brexit, que puede percibirse como un retroceso en el proceso de construcción europea. Por otro, se han producido desarrollos inesperados en el área política, como el desarrollo del populismo, que cuestionan la propia Unión Europea. No obstante, con la UE hemos creado algo que es fantástico. El concepto de empezar con la economía, luego añadir nuevos ámbitos y llegar a la unión ha sido un éxito enorme porque se han logrado los dos objetivos fundamentales que se perseguían: la paz y la prosperidad. El problema surgió porque, durante las últimas décadas, se transmitió la idea de que los estados miembros no debían seguir haciendo reformas. De hecho, nadie quiso hacerlas desde que entró en vigor el euro y solo querían coordinar las políticas económicas y seguir la evolución de la coyuntura. No obstante, aunque hemos creado muchas cosas, necesitamos la voluntad de seguir adelante con el proceso. En este sentido, la creación de la Unión Bancaria Europea es una buena señal. Respecto al Brexit hay que destacar que con el Reino Unido había dos problemas. En primer lugar, había muchos problemas que no se podían gestionar debido a situaciones estructurales divergentes entre el Reino Unido y la Europa continental, que implicaban también concepciones diferentes. Ahora, la situación es clara y los conceptos a largo plazo son idénticos. Todos los estados miembros están comprometidos a seguir esas mismas líneas. En segundo término, los británicos se sentían incómodos con la idea de avanzar hacia una cierta integración política. Ahora el panorama se ha clarificado y se acelera el proceso de construcción europea. De hecho, se abre la oportunidad de acelerar la integración con países como España, Francia o Alemania, compartiendo las finanzas para que la unión monetaria europea funcione a largo plazo. La principal complicación en relación con el Brexit es que hay mucho que negociar, hay muchos problemas que resolver en relación con el comercio y las finanzas. Con el desarrollo que han tenido las cadenas globales de valor se pueden producir pérdidas de empleo y bienestar, en especial en el Reino Unido. Además, es preciso tener en cuenta que el mercado único europeo significa una regulación única y un tribunal europeo único. ¿Cómo se pueden aceptar productos en el mercado único si las normas y regulaciones son diferentes? Esto obliga a definir qué productos y servicios británicos pueden acceder libremente y cuáles no. Negociar estas cosas llevará mucho tiempo, puede que entre cinco y siete años. Además, también necesitamos renegociar acuerdos con terceros, que sean aceptados por la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, el acuerdo de cuotas de ovino con Nueva Zelanda porque el 80% de las importaciones tenían como destino el Reino Unido. En relación con la segunda cuestión, la alternativa a la UE es terrible. Por ello, aunque hemos sido incapaces de hacer reformas, debemos conseguir ser más estables en el futuro y eso solo lo podremos conseguir realizando las reformas necesarias. Los diez primeros años del euro fueron extraordinarios. La combinación del mercado único y la unión monetaria ha llevado a los bancos a actuar en todos los países. Por ello, en la Eurozona necesitamos una plaza financiera e instituciones para gestionar las crisis. Esa es la razón de ser de la Unión Bancaria Europea. El Brexit confirma todo esto y es una ventaja desde este punto de vista. A partir de ahí, los bancos se moverán hacia dónde crean necesario hacerlo. Londres no desparecerá, pero ya no será lo mismo. Hemos podido construir la Unión Bancaria Europea muy rápidamente, si bien necesitamos acelerar la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos. Y es que era un problema que los mercados financieros estuvieran integrados, pero no así la supervisión. Respecto a la intervención del Popular, la misma es un éxito de esa política y el contribuyente no deberá aportar dinero. En Italia deberían proceder a reestructurar sus bancos, porque no se puede seguir como hasta ahora.
El 13 de junio de 2017 la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo con Christian Noyer, gobernador honorario del Banco de Francia, sobre el futuro de la Unión Europea. Noyer indicó que la UE se enfrenta a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, tiene que afrontar el Brexit, que puede percibirse como un retroceso en el proceso de construcción europea. Por otro, se han producido desarrollos inesperados en el área política, como el desarrollo del populismo, que cuestionan la propia Unión Europea. No obstante, con la UE hemos creado algo que es fantástico. El concepto de empezar con la economía, luego añadir nuevos ámbitos y llegar a la unión ha sido un éxito enorme porque se han logrado los dos objetivos fundamentales que se perseguían: la paz y la prosperidad. El problema surgió porque, durante las últimas décadas, se transmitió la idea de que los estados miembros no debían seguir haciendo reformas. De hecho, nadie quiso hacerlas desde que entró en vigor el euro y solo querían coordinar las políticas económicas y seguir la evolución de la coyuntura. No obstante, aunque hemos creado muchas cosas, necesitamos la voluntad de seguir adelante con el proceso. En este sentido, la creación de la Unión Bancaria Europea es una buena señal. Respecto al Brexit hay que destacar que con el Reino Unido había dos problemas. En primer lugar, había muchos problemas que no se podían gestionar debido a situaciones estructurales divergentes entre el Reino Unido y la Europa continental, que implicaban también concepciones diferentes. Ahora, la situación es clara y los conceptos a largo plazo son idénticos. Todos los estados miembros están comprometidos a seguir esas mismas líneas. En segundo término, los británicos se sentían incómodos con la idea de avanzar hacia una cierta integración política. Ahora el panorama se ha clarificado y se acelera el proceso de construcción europea. De hecho, se abre la oportunidad de acelerar la integración con países como España, Francia o Alemania, compartiendo las finanzas para que la unión monetaria europea funcione a largo plazo. La principal complicación en relación con el Brexit es que hay mucho que negociar, hay muchos problemas que resolver en relación con el comercio y las finanzas. Con el desarrollo que han tenido las cadenas globales de valor se pueden producir pérdidas de empleo y bienestar, en especial en el Reino Unido. Además, es preciso tener en cuenta que el mercado único europeo significa una regulación única y un tribunal europeo único. ¿Cómo se pueden aceptar productos en el mercado único si las normas y regulaciones son diferentes? Esto obliga a definir qué productos y servicios británicos pueden acceder libremente y cuáles no. Negociar estas cosas llevará mucho tiempo, puede que entre cinco y siete años. Además, también necesitamos renegociar acuerdos con terceros, que sean aceptados por la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, el acuerdo de cuotas de ovino con Nueva Zelanda porque el 80% de las importaciones tenían como destino el Reino Unido. En relación con la segunda cuestión, la alternativa a la UE es terrible. Por ello, aunque hemos sido incapaces de hacer reformas, debemos conseguir ser más estables en el futuro y eso solo lo podremos conseguir realizando las reformas necesarias. Los diez primeros años del euro fueron extraordinarios. La combinación del mercado único y la unión monetaria ha llevado a los bancos a actuar en todos los países. Por ello, en la Eurozona necesitamos una plaza financiera e instituciones para gestionar las crisis. Esa es la razón de ser de la Unión Bancaria Europea. El Brexit confirma todo esto y es una ventaja desde este punto de vista. A partir de ahí, los bancos se moverán hacia dónde crean necesario hacerlo. Londres no desparecerá, pero ya no será lo mismo. Hemos podido construir la Unión Bancaria Europea muy rápidamente, si bien necesitamos acelerar la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos. Y es que era un problema que los mercados financieros estuvieran integrados, pero no así la supervisión. Respecto a la intervención del Popular, la misma es un éxito de esa política y el contribuyente no deberá aportar dinero. En Italia deberían proceder a reestructurar sus bancos, porque no se puede seguir como hasta ahora.
El 13 de junio de 2017 la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo con Christian Noyer, gobernador honorario del Banco de Francia, sobre el futuro de la Unión Europea. Noyer indicó que la UE se enfrenta a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, tiene que afrontar el Brexit, que puede percibirse como un retroceso en el proceso de construcción europea. Por otro, se han producido desarrollos inesperados en el área política, como el desarrollo del populismo, que cuestionan la propia Unión Europea. No obstante, con la UE hemos creado algo que es fantástico. El concepto de empezar con la economía, luego añadir nuevos ámbitos y llegar a la unión ha sido un éxito enorme porque se han logrado los dos objetivos fundamentales que se perseguían: la paz y la prosperidad. El problema surgió porque, durante las últimas décadas, se transmitió la idea de que los estados miembros no debían seguir haciendo reformas. De hecho, nadie quiso hacerlas desde que entró en vigor el euro y solo querían coordinar las políticas económicas y seguir la evolución de la coyuntura. No obstante, aunque hemos creado muchas cosas, necesitamos la voluntad de seguir adelante con el proceso. En este sentido, la creación de la Unión Bancaria Europea es una buena señal. Respecto al Brexit hay que destacar que con el Reino Unido había dos problemas. En primer lugar, había muchos problemas que no se podían gestionar debido a situaciones estructurales divergentes entre el Reino Unido y la Europa continental, que implicaban también concepciones diferentes. Ahora, la situación es clara y los conceptos a largo plazo son idénticos. Todos los estados miembros están comprometidos a seguir esas mismas líneas. En segundo término, los británicos se sentían incómodos con la idea de avanzar hacia una cierta integración política. Ahora el panorama se ha clarificado y se acelera el proceso de construcción europea. De hecho, se abre la oportunidad de acelerar la integración con países como España, Francia o Alemania, compartiendo las finanzas para que la unión monetaria europea funcione a largo plazo. La principal complicación en relación con el Brexit es que hay mucho que negociar, hay muchos problemas que resolver en relación con el comercio y las finanzas. Con el desarrollo que han tenido las cadenas globales de valor se pueden producir pérdidas de empleo y bienestar, en especial en el Reino Unido. Además, es preciso tener en cuenta que el mercado único europeo significa una regulación única y un tribunal europeo único. ¿Cómo se pueden aceptar productos en el mercado único si las normas y regulaciones son diferentes? Esto obliga a definir qué productos y servicios británicos pueden acceder libremente y cuáles no. Negociar estas cosas llevará mucho tiempo, puede que entre cinco y siete años. Además, también necesitamos renegociar acuerdos con terceros, que sean aceptados por la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, el acuerdo de cuotas de ovino con Nueva Zelanda porque el 80% de las importaciones tenían como destino el Reino Unido. En relación con la segunda cuestión, la alternativa a la UE es terrible. Por ello, aunque hemos sido incapaces de hacer reformas, debemos conseguir ser más estables en el futuro y eso solo lo podremos conseguir realizando las reformas necesarias. Los diez primeros años del euro fueron extraordinarios. La combinación del mercado único y la unión monetaria ha llevado a los bancos a actuar en todos los países. Por ello, en la Eurozona necesitamos una plaza financiera e instituciones para gestionar las crisis. Esa es la razón de ser de la Unión Bancaria Europea. El Brexit confirma todo esto y es una ventaja desde este punto de vista. A partir de ahí, los bancos se moverán hacia dónde crean necesario hacerlo. Londres no desparecerá, pero ya no será lo mismo. Hemos podido construir la Unión Bancaria Europea muy rápidamente, si bien necesitamos acelerar la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos. Y es que era un problema que los mercados financieros estuvieran integrados, pero no así la supervisión. Respecto a la intervención del Popular, la misma es un éxito de esa política y el contribuyente no deberá aportar dinero. En Italia deberían proceder a reestructurar sus bancos, porque no se puede seguir como hasta ahora.
El 13 de junio de 2017 la Fundación Rafael del Pino organizó el diálogo con Christian Noyer, gobernador honorario del Banco de Francia, sobre el futuro de la Unión Europea. Noyer indicó que la UE se enfrenta a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, tiene que afrontar el Brexit, que puede percibirse como un retroceso en el proceso de construcción europea. Por otro, se han producido desarrollos inesperados en el área política, como el desarrollo del populismo, que cuestionan la propia Unión Europea. No obstante, con la UE hemos creado algo que es fantástico. El concepto de empezar con la economía, luego añadir nuevos ámbitos y llegar a la unión ha sido un éxito enorme porque se han logrado los dos objetivos fundamentales que se perseguían: la paz y la prosperidad. El problema surgió porque, durante las últimas décadas, se transmitió la idea de que los estados miembros no debían seguir haciendo reformas. De hecho, nadie quiso hacerlas desde que entró en vigor el euro y solo querían coordinar las políticas económicas y seguir la evolución de la coyuntura. No obstante, aunque hemos creado muchas cosas, necesitamos la voluntad de seguir adelante con el proceso. En este sentido, la creación de la Unión Bancaria Europea es una buena señal. Respecto al Brexit hay que destacar que con el Reino Unido había dos problemas. En primer lugar, había muchos problemas que no se podían gestionar debido a situaciones estructurales divergentes entre el Reino Unido y la Europa continental, que implicaban también concepciones diferentes. Ahora, la situación es clara y los conceptos a largo plazo son idénticos. Todos los estados miembros están comprometidos a seguir esas mismas líneas. En segundo término, los británicos se sentían incómodos con la idea de avanzar hacia una cierta integración política. Ahora el panorama se ha clarificado y se acelera el proceso de construcción europea. De hecho, se abre la oportunidad de acelerar la integración con países como España, Francia o Alemania, compartiendo las finanzas para que la unión monetaria europea funcione a largo plazo. La principal complicación en relación con el Brexit es que hay mucho que negociar, hay muchos problemas que resolver en relación con el comercio y las finanzas. Con el desarrollo que han tenido las cadenas globales de valor se pueden producir pérdidas de empleo y bienestar, en especial en el Reino Unido. Además, es preciso tener en cuenta que el mercado único europeo significa una regulación única y un tribunal europeo único. ¿Cómo se pueden aceptar productos en el mercado único si las normas y regulaciones son diferentes? Esto obliga a definir qué productos y servicios británicos pueden acceder libremente y cuáles no. Negociar estas cosas llevará mucho tiempo, puede que entre cinco y siete años. Además, también necesitamos renegociar acuerdos con terceros, que sean aceptados por la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, el acuerdo de cuotas de ovino con Nueva Zelanda porque el 80% de las importaciones tenían como destino el Reino Unido. En relación con la segunda cuestión, la alternativa a la UE es terrible. Por ello, aunque hemos sido incapaces de hacer reformas, debemos conseguir ser más estables en el futuro y eso solo lo podremos conseguir realizando las reformas necesarias. Los diez primeros años del euro fueron extraordinarios. La combinación del mercado único y la unión monetaria ha llevado a los bancos a actuar en todos los países. Por ello, en la Eurozona necesitamos una plaza financiera e instituciones para gestionar las crisis. Esa es la razón de ser de la Unión Bancaria Europea. El Brexit confirma todo esto y es una ventaja desde este punto de vista. A partir de ahí, los bancos se moverán hacia dónde crean necesario hacerlo. Londres no desparecerá, pero ya no será lo mismo. Hemos podido construir la Unión Bancaria Europea muy rápidamente, si bien necesitamos acelerar la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos. Y es que era un problema que los mercados financieros estuvieran integrados, pero no así la supervisión. Respecto a la intervención del Popular, la misma es un éxito de esa política y el contribuyente no deberá aportar dinero. En Italia deberían proceder a reestructurar sus bancos, porque no se puede seguir como hasta ahora.
Zeinab Badawi speaks to one of the most influential voices in global finance today. He was made honorary Governor of the Central Bank of France, following a period as Governor for twelve years. Prior to that he was a Vice President of the European Central Bank and has worked for various leading international financial institutions. Christian Noyer has been tasked with making the case for Paris as a financial hub following Brexit. Is he making too tough a sell and potentially damaging ties with the UK?
Zeinab Badawi speaks to one of the most influential voices in global finance today. He was made honorary Governor of the Central Bank of France, following a period as Governor for twelve years. Prior to that he was a Vice President of the European Central Bank and has worked for various leading international financial institutions. Christian Noyer has been tasked with making the case for Paris as a financial hub following Brexit. Is he making too tough a sell and potentially damaging ties with the UK?