Información sobre noticias, eventos y análisis de lo que está pasando en el mundo de las finanzas, la economía, las inversiones y los mercados en general. Todas las semanas un nuevo episodio con diferentes protagonistas de nuestro equipo o invitados especiales.
Son muchos los logros de la administración Milei en su primer año y medio. Pero subsiste cierta incertidumbre por la fragilidad que todavía muestra la situación de reservas. Ese será un gran desafío para la segunda mitad del mandato.
La Reserva Federal de EEUU podría encontrar en julio motivos para reducir la tasa de interés y abandonar momentáneamente su "modo wait and see". Tarde o temprano, los efectos de la deflación china pueden obligarla a hacer un movimiento que, por la propia realidad estadounidense, no sería necesario.
Las perspectivas negativas sobre el precio del petróleo lucen exageradas, tanto por el lado de la oferta, donde los aumentos de producción de la OPEP compensan otras caídas y mayor consumo doméstico, como de la demanda, donde la recesión no termina de aparecer.
La calificadora Moody's disipó nuevamente el apetito de riesgo en los mercados tras anunciar una reducción en la calificación de la deuda soberana de EEUU, confirmando decisiones similares que en la última década tomaron sus competidoras S&P y Fitch. La decisión hace que se ponga atención sobre un hecho que todos saben pero que los precios no reflejan: la trayectoria de la deuda norteamericana no es sostenible.
Un flemático Jerome Powell apareció esta semana anunciando el mantenimiento de la instancia de política monetaria en los Estados Unidos. Su "paciencia" contrasta favorablemente con la ansiedad de los agentes de mercado y la habitual agresividad del presidente Trump.
El "Liberation Day" de Donald Trump resultó ser todo lo contrario para el comercio mundial y los mercados de acciones se lo tomaron muy mal. Las palabras "recesión" e "inflación" están en el aire, pero consideramos exagerada la reacción del mercado.
El último mensaje de la Fed coincide con nuestro diagnóstico, ya adelantado en informes anteriores, sobre la transitoriedad de los efectos de los aranceles sobre la inflación y la actividad a corto plazo.
El temor de que la política arancelaria de la administración Trump afecte negativamente a la economía de ese país, algunos indicadores recientes que revelan cierta debilidad de esa economía y las dudas sobre el crecimiento futuro de las "7 magníficas" han hecho retroceder al S&P 500 de su máximo histórico. Estimamos que es un hecho transitorio, en un contexto de mucha volatilidad.
La inflación en Estados Unidos siguió mostrando rigidez en enero, confirmando que las reducciones de tasa de interés por parte de la Fed en el último tramo de 2024 fueron demasiado rápidos, demasiado pronto.
Las medidas arancelarias anunciadas por la Casa Blanca contra Canadá, México y China son negativas para el desempeño de la economía mundial y de los propios EEUU. Así lo está visualizando el mercado y de allí su reacción negativa inicial.
Si bien la llegada de Trump al gobierno norteamericano ha generado mucha expectativa en los mercados, lo cierto es que en los próximos meses los temas dominantes seguirán siendo los que caracterizaron 2024: crecimiento e inflación en EEUU y la resolución de la crisis inmobiliaria en China.
La Fed decidió reducir la tasa de interés, pero su lenguaje fue como si la hubiese subido. Con la nueva perspectiva de sólo dos recortes más en 2025 (si acaso), el mercado lo tomó a mal. El péndulo de riesgos entre actividad e inflación vuelve a moverse.
El Banco Central de Brasil no logra revertir la depreciación del Real, en un contexto de grandes dudas sobre la situación fiscal, agravado por el estado de salud del Presidente.
No intentamos hacer una burda remake a las que Hollywood nos tiene acostumbrados, sino hablar de algunos acontecimientos aparentemente extraños, potencialmente catastróficos y que, ocurridos, solemos decir "¿cómo no los vimos venir?"
Trump, Fed, China... son varios los cambios políticos y económicos que se avecinan en los próximos meses. Y estos cambios de senda, especialmente sin uso de señalero, pueden ser peligrosos para la economía y los mercados.
No hay elementos para pensar que la economía norteamericana vaya a entrar en una recesión en el corto plazo, por lo que las perspectivas de recortes de tasa de interés lucen adecuadas. Las "palomas" deberían volver al nido y estar alertas a que los riesgos puedan no estar en la actividad económica, sino en la inflación.
La nueva "bazuca" económica china tiene dos problemas: alcance y dirección. Si bien el gobierno ha reconocido la falta de incentivos de los consumidores a gastar más, no se visualiza todavía una solución específica y suficiente para el mercado inmobiliario.
La Fed se ha puesto en modo de "recalibración" de su política monetaria. Considera que el balance de riesgos ha pasado hoy a la necesidad de preservar la economía de un deterioro del mercado de trabajo, con una inflación que converge a la meta buscada. Pero los próximos movimientos siguen siendo dependientes de los datos, lo que en algún momento puede decepcionar a los agentes de mercado.
Este setiembre puede dar razón a quienes, sin mucho fundamento, le atribuyen un efecto negativo sobre los mercados. Es que las expectativas sobre la próxima decisión de política monetaria de la Fed han puesto una vara muy alta y es muy probable que lo que se decida y diga resulte decepcionante.
La economía china no da muestras de recuperación pese a los estímulos oficiales. El gigante asiático constituye el principal factor deflacionario y uno de los pocos justificativos (por no decir "el único") de un próximo recorte en las tasas de interés por parte de la Fed.
¿Y hablan de recesión? Los datos de ganancias de las empresas del S&P 500 deberían sacar a los pesimistas del tablero, sobre todo cuando las proyecciones indican nuevos récords de resultados para los próximos trimestres.
El fantasma de la recesión (en Estados Unidos) ha vuelto a rondar. Y algunos en el público (nunca faltan en las películas de terror) se pusieron a chillar. Pero tranquilos: es sólo una película.
El pronunciado deterioro de las cuentas públicas brasileñas en el último año, sumado a cambios en la conducción del Banco Central que el mercado percibe como más permeables a la influencia del gobierno de Lula, han generado una presión sobre la moneda brasileña, que acumula una devaluación de casi 10% en lo que va del año.
Pese a las mejoras en la gestión fiscal y monetaria, la economía sigue siendo vulnerable a inconsistencias en el programa económico, enfrentamientos políticos y una situación regional que el gobierno de Lula ha contribuido a enrarecer.
La movida del presidente Macron de llamar a elecciones parlamentarias anticipadas puede dejar más convulsionada no sólo la política, sino también la economía francesa.
Pese a que la decisión del Banco Central Europeo de bajar 0,25% sus tasas de referencia parecía inaugurar una nueva era en la política monetaria internacional, todo quedó en agua de borrajas tras el mensaje de la Fed: seguimos "data dependent" y sin compromisos sobre cuándo y cuánto recortar tasas.
El oro rojo brillará con luz propia en los próximos meses, de la mano de la transición energética. No es tan clara la perspectiva en el resto de los commodities: tras la fuerte caída de 2022-2023, ha llegado una "volátil estabilidad", valga la contradicción.
El primer trimestre de 2024 terminó con un balance positivo en materia de resultados de empresas, ratificando la fortaleza de la economía norteamericana y dando sostén a la evolución positiva de la renta variable en los últimos meses.
¿Es tiempo de alargar duración en los instrumentos de renta fija? Cuidado, porque si bien pueden venir buenas noticias sobre inflación en Estados Unidos en los próximos dos meses, los riesgos a mediano plazo siguen apuntando a una inflación persistente, por encima de los objetivos de la Fed.
Con resultados aceptables y una política monetaria que aprieta pero no estrangula, las acciones siguen desafiando la gravedad. ¿Por cuánto tiempo?
Los mercados accionarios han corregido la exagerada caída de dos años atrás. ¿Qué cabe esperar desde ahora?
Factores de oferta y demanda coadyuvaron al reciente repunte del precio del petróleo. Además, algunos pueden estar presentes de manera duradera.
Parece contradictorio que con un lenguaje antiinflacionario la política monetaria en EEUU esté resultando, de hecho, expansiva. Pero no hay duda que hay condiciones de abundante liquidez que sostienen valuaciones que, considerando otros factores, pueden tener pies de barro.
Los problemas del sector inmobiliario chino ponen en duda la reactivación de esa economía en 2024. ¿Deberán los bancos centrales de Occidente lanzar el fuego del que parece carecer este afónico dragón?
Como un jinete tranquilizando a su caballo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, le ha dicho a los mercados, respecto de una posible rebaja de los tipos de interés en marzo, "todavía no".
El mercado ha reaccionado con euforia tras la última reunión de la Fed, pero... ¿se dijo realmente lo que el mercado creyó o quiso oir?
Los resultados de las empresas norteamericanas que integran el S&P 500 superaron ampliamente las expectativas en el tercer trimestre, pero no alcanzan para justificar el reciente "rally" del mercado accionario
Tras la conferencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell, el mercado ha vuelto a escuchar lo que quiere oír y no lo que el funcionario dice. Lo concreto es que la Fed sigue siendo "dato-dependiente", que no es capaz de asegurar si se ha ido lo suficientemente lejos en la contracción monetaria y que no hay perspectivas de recortes de tasas en el futuro previsible.
Los datos más recientes de la economía estadounidense confirman que es prematuro pensar en que las tasas de interés bajen de aquí a un año.
Argentina se encamina a un descarrilamiento macroeconómico en 2024 del que podrá emerger en 2025 a partir de una excepcional combinación de calidad de gestión, confianza, respaldo político y suerte.
Esta ominosa expresión ha afectado el ánimo de los "market-makers" en la última semana. Finalmente, parecen estar despertando a una realidad muy distinta de la que se habían acostumbrado en la década pasada.
Los mercados van adaptándose a que inflación y tasas de interés más altas que lo que fue costumbre en la década pasada son fenómenos que llegaron para quedarse. Pero en una economía que recuerda más a la de "los ochenta", también hay oportunidades de inversión.
"Problemas en la industria de la construcción y baja confianza del consumidor influyen negativamente en el desempeño macroeconómico de China"
Con un 60% de avance en los reportes de ganancias de las empresas norteamericanas, los resultados han dejado en ridículo las absurdamente pesimistas proyecciones de los analistas de Wall Street. Es cierto, sin embargo, que hay una caída en las ganancias respecto al año anterior, aunque concentrada en el sector de energía (que había sido la estrella de 2022)
La decisión de la Fed de subir 0.25% la tasa de política monetaria y su interpretación de la coyuntura económica fue leída en forma errónea en el mercado, acentuando un rally que tiene, a mediano plazo, pies de barro
"Los resultados de los bancos norteamericanos en Q1 fueron, en general, mejores a lo esperado y los márgenes de intermediación financiera han mejorado, a impulsos del crecimiento del crédito y suba de tasas de interés. Pero datos recientes de la evolución del crédito pueden alterar esa perspectiva de cara al tercer trimestre del año"
El motín del grupo Wagner en Rusia hace improbable un final militar cercano para la guerra de Ucrania, pero deja incertidumbres sobre reacciones desesperadas por parte de Vladimir Putin
Distintos indicadores sugieren un mejor desempeño del estilo "growth" vs el "value" en lo que va de 2023. Pero eso puede cambiar, en términos relativos, en el segundo semestre.
La Fed se ha tomado un respiro en el proceso de suba de tasas de interés, que habrá de retomar un camino alcista en la medida que la inflación sigue mostrándose pervasivamente alta
Tomando en cuenta factores de oferta y demanda, el petróleo ya debería haber asimilado, con su reciente caída, las expectativas de recesión en la economía mundial.
El dólar se ha debilitado recientemente frente a las principales monedas del mundo, pero lo que cabe esperar para el resto del año es un comportamiento mixto.