Microprograma epistolar, sobre grandes cartas. Relatos, sentimientos, amores y desamores, descritos y recordados cada día en una cautivadora entrega por capítulos.
Pero la mujer era ambiciosa y, a penas descubrió la bella voz de la menor de las muchachas, comenzó a presentarla en cada concurso que encontraba para conseguir algo de dinero. Además, en esa época, era una convicción que mientras más robustos, mejor cantaban, así que a la ya rechoncha niña, la llenaron de dulces y grasas que alimentarían las redondeces que amargarían a la cantante el resto de la vida. Un espacio de Bárbara Espejo.
Coleccionó incansablemente todo lo que tenía que ver con él y su trabajo, desde tableros de ajedrez hasta hachas de utilería de El Resplandor, los anteojos de contacto coloreados de 2001 odisea en el espacio y los brocatos de Barry Lindon. Guardaba las cintas, los borradores de los guiones, los contratos y las cartas.
Dicen que fue el ajedrez el que convirtió la cabeza de Stanley Kubrick en una estructura inconformista y esmerada que no descansaba hasta replicar en el mundo real lo que había elaborado en su imaginación. Cada fotograma elaborado mentalmente sólo llegaría a la sala de cine si conseguía filmar uno idéntico.
A Kubrick no le gustaba hacer ruido, o no de ese modo, y le costó aceptar la propuesta de Douglas para que dirigiera Espartaco. Encontraba que el argumento era pobre, no le gustaba el aspecto de súper producción e intuía problemas porque el guionista estaba en la lista negra de la censura estadounidense. Sabía también que la cinta sería un espaldarazo para su carrera.
Con algún dinero que había ahorrado en sus días de célebre reportero gráfico, otro poco que le prestó su familia y algo conseguido con sus triunfos en ajedrez, Stanley Kubrick arrendó una cámara Eyemo de 35 milímetros que le enseñó a ocupar Burt Zucker, un vendedor de la Camera Equipment Company. Le explicó cómo empalmar, cortar y también cómo usar el sincronizador que alquiló ahí mismo.
El mismísimo Dios convertido en director de cine para algunos, una bestia megalómana cuyo ego superaba por lejos su talento para otros, Stanley Kubrick buscó el ajuste entre habilidad y manía para parir un puñado de obras maestras indiscutibles y otro montón que algunos se empeñan en desmitificar y los demás en defender.
Hay toda una generación de escritores jóvenes, que desarrollaron una corriente literaria llamada steam punk, punk de vapor, porque surge de la idea de futuro de la época victoriana, que asume que la máquina a vapor impulsaría la tecnología, ni la electrónica ni la informática. También muchos científicos reconocen logros inspirados directamente en la imaginación del escritor.Un espacio de Bárbara Espejo.
Julio Verne, desde su curiosidad, estudio y amor por la ciencia, logró descubrir en parte qué sería de la humanidad y el mundo durante el siglo XX. Un espacio de Bárbara Espejo.
A los libros iniciales de Julio Verne, que lo convirtieron de pronto en una celebridad, siguieron, quizás los más memorables. Un catálogo escrito frenéticamente por quien se convertiría en el autor más editado de la historia y cuyo trabajo seguiría publicándose póstumamente. Un espacio de Bárbara Espejo.
Conoce más tarde a Hetzel, un editor que se interesó en sus textos y publica Cinco semanas en un Globo, la obra que lo catapulta y lo estimula a quedarse en ese rincón entre las aventuras, la fantasía y después, la ciencia ficción. Un espacio de Bárbara Espejo.
Comenzaría desde ese día Julio Verne a cultivar una misoginia que iría creciendo y una secreta rebeldía ante lo establecido que intentaría encausar a través de sus fantasías. Un espacio de Bárbara Espejo.
El 6 de mayo de 1980, un coma hepático la fulmina. Sin amigos ni premio nacional, María Luisa Bombal muere sola en una pieza del Hospital Salvador a las tres de la madrugada. Un espacio de Bárbara Espejo.
El 27 de enero de 1941 elige el hotel crillón como punto estratégico, pide que le suban una copa a su habitación. Desde la ventana vigila hasta que ve aparecer a Sánchez. En un momento la autora de La Amortajada está detrás del hombre que le sorbió el seso con una pistola en la mano. Lo llama, apunta y le dispara. Quería matar su mala suerte matándolo pero ni lo uno ni lo otro. Él apenas quedó herido y ella estuvo en la cárcel 4 meses, hasta salir libre por haber actuado con las facultades mentales perturbadas. Un espacio de Bárbara Espejo.
Todo lo que nacía de ella era un bien articulado eco del lamento permanente que se proyectaba desde su existencia atormentada y excéntrica y de su mala, muy mala suerte en el amor. Un espacio de Bárbara Espejo.
Decía que escribía todos los días porque era lenta. Los que la leían le advertían que subestimaba los resultados. La princesa de las letras, le decían. Un espacio de Bárbara Espejo.
La fuente se extinguió a los 89 años, era 1859, sólo se habían publicado 5 tomos de su extenso Cosmos y quedaría así, inconcluso. Nadie se atrevió a terminarlo, ya nadie podría abarcar tanto, sólo él era capaz de atar tantos cabos sueltos en un nudo tan hermoso. El último científico universal, dijeron, el hombre que inventó la naturaleza, y ya nunca habría otro Alexander von Humboldt, que advirtió hasta el cansancio que estábamos equivocando el rumbo: dominar la naturaleza no hará progresar a la humanidad. Un espacio de Bárbara Espejo.
Defendía además que no existían razas inferiores y que todos los seres humanos provenían de la misma raíz. También en eso fue un adelantado. Como en las ideas revolucionarias e independentistas. Hoy se reconoce que Humboldt influyó en el relato nacionalista de las repúblicas nuevas y al describir esos países al resto del mundo, les dio identidad, noción de territorio e hizo visible su independencia para que fueran legitimadas. Un espacio de Bárbara Espejo.
Medioambientalista pionero, advirtió que la humanidad estaba afectando el clima de 3 maneras: la deforestación, la irrigación descontrolada y, como un hechicero que ha visto el futuro enfatizó: las grandes masas de vapor y gas de las industrias. Un espacio de Bárbara Espejo.
Subieron el Chimborazo, el volcán en Ecuador más alto en esa época y las observaciones que hizo Alexander von Humboldt en ese ascenso de la gradación de la temperatura y la estratificación de la vegetación en la ladera, sentaría las bases de la biología moderna. Un espacio de Bárbara Espejo.
En poco tiempo tuvo listo el plan de su expedición pero sabía que tenía que esperar. Una cosa llevó a la otra: tras la muerte de su madre se sintió libre de su compromiso de una carrera tradicional, renunció a su cargo en el departamento de Minería de Prusia, recibió su herencia y se vistió de aventurero. Un espacio de Bárbara Espejo.
El tiempo ha sido capaz de colorear esa especie de fantasma que fue el genio matemático de Ada Lovelace mientras estuvo viva e intentó concretar sus proyectos. Sacar sus iniciales del anonimato fue un primer acto de justicia un siglo después de su primera publicación profesional. Enaltecer su nombre y sus elucubraciones científicas que eran por entonces casi actos de magia ha sido el trabajo de quienes han logrado situarla como referente. Un espacio de Bárbara Espejo.
A pesar de la lucidez científica cultivada por su madre, su comportamiento libertario y promiscuo hacían recordar a su padre. De hecho, la hija de Lord Byron moriría, como él a los 36 años. Y ella, aunque desde que huyó con su madre cuando tenía un mes de vida nunca más lo vio, pidió que la sepultaran junto a ese poeta del que, al final, fue imposible renegar.
Tomó como referencia los números de Bernoulli para describir, por medio de un diagrama, las operaciones que la máquina de Babbage tendría que realizar para calcularlos, es decir, estaba desarrollando lo que es hoy un algoritmo y, aunque su diseño era específicamente para la máquina de Babbage. Nacía el primer lenguaje informático.
Ada Lovelace estaría a la altura de las expectativas de su madre y sucumbiría a la fascinación por las ciencias más complejas. Pero conservaría esa excentricidad tan Lord Byron que haría de ella una aparición todavía más atípica en la Inglaterra de principios del siglo XIX.
Era enero de 1816, Ada tenía un mes de vida cuando, en medio de la noche, su madre la tomó, la envolvió y huyó con ella decidida a borrar toda herencia impetuosa y sentimental en el carácter de su hija. No sólo la apartó del poeta a quien Ada nunca más vería, sino que se obsesionó por darle una educación exigente, lo que en esa época era ya inusual, pero fue más allá de que aprendiera música y francés, quiso también que supiera de ciencia y matemáticas, para pulverizar cualquier asomo de lirismo.
1949 – Se ha publicado la obra maestra de George Orwell, 1984, algunos meses más tarde, en octubre, recibe una carta de un autor que, 17 años antes, había descrito la sociedad del futuro con similar y aterradora genialidad, Aldous Huxley quien, habiendo leído ya lo de Orwell y analizado las cientos de comparaciones que surgieron entre ambos títulos, se decide a escribirle a su colega para explicarle por qué cree él que, de ambos, es el suyo el que consigue las predicciones más realistas. Un espacio de Bárbara Espejo.
1881 – Y la condesa Emilia Pardo Bazán está a punto de empezar a publicar, pero ese año decide buscar consejo en un escritor experimentado a quien ella llama: "Ilustre maestro y amigo" o "querido y respetado maestro", Benito Pérez Galdós. Un espacio de Bárbara Espejo.
1875 - Tolkien no fue el único que tomó la voz de los protagonistas de estas fechas para escribir y alegrar a sus hijos. También lo hizo el formidable Mark Twain que la mañana de la navidad de 1875 dejó sobre la cama de su hija de 3 años, una carta que decía. Un espacio de Bárbara Espejo.
Seguimos compartiendo con ustedes nuestra colección Navideña con esta dosis de humor y sarcasmo que incorporamos desde ayer, estamos revisando la publicación del New Yorker en que aprovechan el eterno error no forzado en las cartas de los niños que pretenden que sean para Santa, pero en el apuro de escribirle, en realidad, la envían a Satán. Un espacio de Bárbara Espejo.
2014 - Como parte de su especial navideño, la revista New Yorker publica una serie de cartas ficticias pero basadas en un problema real y recurrente, un alcance de nombres fatal que hace que muchas de las cartas que los niños escriben a Santa, por un desorden en las letras, sean finalmente dirigidas a Satán. Aprovechando ese error no forzado, Matt Passet escribió una serie de cartas en que hace el ejercicio de qué podría contestar el temido ser con cuernos y cola de flecha si efectivamente recibiera algunas de las cartas que sin querer le envían. Un espacio de Bárbara Espejo.
Revisábamos ayer algunas cartas enviadas por niños al Viejo Pascuero entre fines del siglo XIX y principios del XX. Era divertidas y astutas, las de hoy, revelan más la ternura, simpleza, inocencia y generosidad propia de los niños, que quedan reflejadas en estas cartas. Un espacio de Bárbara Espejo.
Comenzamos nuestra tradición de revisar cartas relacionadas con estas fechas, con una selección de cartas que niños de fines de 1800 y principios de 1900 escribieron al Viejo Pascuero y revelan toda la astucia de la que los niños y niñas son capaces ante las ansias que provocan en ellos estas fechas.
1942 - Otros dejan su tierra para sobrevivir, como el extraordinario escritor alemán Stefan Zweig que huye desde 1934. Se refugió en Inglaterra, primero, en 1939 viaja lo más lejos que puede: Argentina. Llega después con su mujer Lotte a bordo de un vapor a Río de Janeiro. Un espacio de Bárbara Espejo.
1956 - Lauren Bacall se entera de que su marido hace 11 años está enfermo, su amigo Leonard Bernstein está preocupado por él pero sobre todo por cómo lo está enfrentando ella, le ha escrito una carta a la que Lauren Bacall responde conmovedoramente. Un espacio de Bárbara Espejo.
1848 - Henry Thoreau viven entre los bosques y las montañas de Concord, desde donde observa, reflexiona y contesta las cartas que recibe, como las que empezó a recibir ese año de Harrison Blake, un admirador y candidato a aprendiz del autor de La desobediencia civil. Un espacio de Bárbara Espejo.
1969 - T rex, el proyecto del ex modelo y músico glam Marc Bolan, realiza su primera gira por Estados Unidos. AL comienzo del tour le envía una nota a John Peel, célebre dj de la BBC.
1970- En algunos momentos me lo he tomado con humor, aunque por otros con un temor trágico”, escribió el actor considerado “El rey de lo cool”.
1991 – Tres años antes, la diosa del pop, Cher, ha conocido a su eterna heroína, Audrey Hepburn y ahora está invitada a ser parte de un homenaje en honor a la protagonista de Desayuno en Tiffanys.
1918 -El mundo está a punto de estallar y muchos están con el ánimo por los suelos, uno de ellos es John Middleton, el marido de Katherine Mansfield.
1914 –En un vaivén de cartas que ignoraban las invitaciones de Hopper y otras que rogaban por él, casi siempre con una actitud desafectada, liviana y divertida, a través de las cartas reunidas en Dear mr Hopper
La artista conceptual francesa Sophie Calle, recibe una carta de quien era hasta ese momento su pareja que la deja atónita. El mensaje que leyó y releyó varias veces tratando de entender, sobre todo el final, decía… En la voz, Bárbara Espejo.
1941 – El hombre de vida bohemia que leía hasta la madrugada a Goethe y Tolstoi tuvo que esperar tres años hasta hacer oficial el noviazgo con la joven Clara que lo tenía absolutamente obsesionado.