Opinión sobre economía y finanzas. Director de GRA Consultora. Ex Representante del BCRA, Ministro Lavagna. Ex Dir.Ejecutivo Bolsa de Comercio CABA y Fitch Rating Agency. http://gabrielrubinstein.com.ar
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No hay que tenerle miedo al ajuste, la economía Argentina ya ajusto bastante cuando perdió el crédito internacional. Las cargas en el ajuste que se encuentran en el acuerdo con el Fondo son, principalmente, sobre tarifas e inflación (menor emisión monetaria).
Sería sensato que el Kirchnerismo aclare que no quiere bajar el gasto público, que lo que quieren es tener alta inflación. Para bajar la inflación hay que bajar la emisión monetaria. Esta negociación con el FMI viene muy "light" en comparación a acuerdos previos. El país ya hizo un ajuste quedándose sin financiamiento externo. En el 2003 estábamos con superávit gemelos y hoy estamos con déficit fiscal. El acuerdo con el fondo no es recesivo, ayuda a tener ingresos de fondos provenientes del exterior.
El principio de acuerdo con el FMI es positivo, aunque hay metas muy ambiciosas como pasar la emisión monetaria del 4% al 1% del PBI. La inflación podría bajar al 40% o 45%, con estos niveles no habría que subir mucho la tasa de interés para que pase a ser real positiva. El crecimiento económico este año podría ser menor al 3% por el efecto de la sequía. Si la inflación no se dispara lo más probable es que los salarios suban a la par de la inflación.
Es muy importante acordar con el FMI pero esos es solo el primer paso. Luego habrá que cumplirlo. Argentina ha incumplido acuerdos en varías ocasiones. En diciembre de 2000 se firmó un acuerdo y en febrero de 2001 ya se habían incumplido las metas
El aumento adicional del gasto público tras el flojo resultado oficialista en las elecciones PASO, será financiado con mayor emisión monetaria que provocará mayores desequilibrios económicos, impactando sobre la inflación y sobre las brechas cambiarias. El gobierno debe fijar como meta avanzar hacia el equilibrio fiscal, y no da esa sensación. Así será muy dificil sanear la economía y poder avanzar sobre un sendero de crecimiento.
La carta de CFK es una forma de despegarse de la derrota. La acusación de que Guzmán realizó un ajuste severo, esta sobreestimada. Con el flojo resultado en las paso, era esperable que aumenten el gasto para intentar revertir las elecciones en noviembre. Pero ese dinero adicional, terminará en depósitos y el rebalanceo de esta mayor riqueza es probable que se traduzca en una mayor presión sobre el dólar y las brechas cambiarias, en un contexto de debilidad institucional e incertidumbre económica.
Con Lavagna como ministro durante el gobierno de Néstor Kirchner, analizábamos que hacer con el sobrante de reservas para hacer un fondo anticíclico, dejamos el gobierno con una situación muy holgada fiscalmente y de reservas. CFK inició su primer mandato con superávit fiscal primario del 2,9% del PBI en 2007. Y finalizó en 2015 con un déficit primario del 3,8%. Creo que una combinación entre ignorancia sobre lo que significa tener un país macroeconómicamente ordenado y solvente, junto a la ambición politica desmedida que no tiene en cuenta las restricciones económicas, fueron causas principales para la generación de los desequilibrios y problemas actuales.
No hay un plan claro del Gobierno, ni fiscal ni monetario. Quien puede imponer cierto orden, es el FMI, exigiendo para lograr un acuerdo, objetivos de sendero fiscal responsable, mayor seguridad jurídica e incentivos a la inversión privada para impulsar el crecimiento sostenible y reducir presiones inflacionarias.
La Meta Presupuestaria de inflación para 2021 ya es imposible de alcanzar, tras la publicación del dato de Abril (+4,1%). Tendrían que llevar a cabo congelamientos de precios muy severos, muy disruptivos para la economía. Creemos en GRA Consultora que pueden aspirar a lograr una inflación anual entre el 40% y 45%. En cuanto a la negociación con el FMI, lo más importante más allá de las reuniones y del buen clima entre ambas partes, es que Argentina se comprometa y demuestre voluntad de avanzar hacia un sendero de mejora fiscal significativa y permanente. Cómo Yapa, justamente para YAQPA (Y Ahora Quien Podrá Ayudarnos, programa de Jairo Straccia), VIAJEROS MOROS, un tema musical al final de nuestro quinto álbum, junto a mi hijo Pablo. Más info y temas en http://rubinsteinarte.com.ar/
Entrevista para Radio Con Vos. La importancia de avanzar sobre un sendero plurianual de superavits fiscales.
Entrevista radial de Gabriel Rubinstein con Adrian Ventura.
Hay que pensar que la negociacion con el FMI comenzará en Enero de 2022. Desde el Gobierno buscarán postergar hasta el año que viene la negociación y aprovechar los meses venideros para enfocarse en que no se desboque la inflación, el dólar, y otras variables de cara a las elecciones. Pero las medidas que aborda el Gobierno no buscan ni permiten solucionar temas de fondo, cómo la falta de inversión, de empleo. Por el contrario, existe una tendencia a avanzar sobre medidas que perjudican la dinámica de estas variables, cómo la doble indemnización, freno a importaciones con el objetivo de fortalecer reservas, etc
Economía en Modo Electoral, atenta contra la creación de empleo y desincentiva la inversión. La recuperación post-pandemia va a tener una parte inercial, pero si esto no se modifica, seguiremos sin ver crecimiento económico sostenido en Argentina.
El alto déficit fiscal financiado con emisión monetaria, junto a las politicas represivas del gobierno, tanto de precios cómo para contener la presión sobre el dólar y suba de brechas cambiarias, conllevan un fuerte riesgo. Es como mantener una olla a presión, cuyo unico objetivo es el tema electoral. Pero a su vez, ésto afecta fuertemente a las decisiones de inversión y la recuperación económica.
Un documento publicado por Central de Ideas del BCRA recientemente, dio a entender que la principal causa de la inflación en Argentina es la puja distributiva. Algo bastante alejado de la realidad. La base de la inflacion es: Una altisima emision monetaria, producto de un altisimo deficit fiscal. Y no existe un "enamoramiento" de la gente por el peso argentino, lo que al menos generaría una mayor demanda de la moneda, sino todo lo contrario.
La gran mayoría de los países pudo afrontar gran parte del aumento del déficit fiscal de 2020 (causado principalmente por asistencia por covid-19), con aumento de deuda interna o externa. En el caso de Argentina, esto fue afrontado en su mayoría con emisión monetaria, ante la ausencia de un mercado de capitales desarrollado y en medio de un proceso de renegociación de deuda externa. Esta emisión monetaria circula en el mercado, y si la gente no quiere tener más pesos en su bolsillo, el excedente monetario que no se puede absorber, se traduce en una mayor inflación
Argentina está en una dinámica del orden del 3%/4% de inflación mensual, que se explica desde la macroeconomía (Fuerte emisión monetaria y deficit fiscal por asistencia tras la cuarentena), y otros detalles coyunturales. Convivimos con una economía que está rebotando pero también muy trabada, con el objetivo de llegar a las elecciones lo mejor posible. La brecha cambiaria va a seguir siendo muy alta.
La devaluacion podria ser ordenada en caso de lograr un acuerdo con el FMI. Para eso es necesario un panorama fiscal más claro, con aval político y un sendero de unificacion cambiario. A esta altura del partido, es imposible lograr eso sin una devaluacion del tipo de cambio oficial.
Los funcionarios no pueden ser simples asesores, el Instituto Patria tiene una fuerte ingerencia en las decisiones políticas y tanto Alberto Fernandez, Martin Guzmán y los gobernadores se ven desdibujados. Esto genera una falta de credibilidad política que afecta las decisiones de inversión, junto a medidas muy limitadas para frenar el drenaje de reservas.
Las brechas cambiarias solo pueden bajarse con un buen plan económico y un equipo detrás, que brinden confianza y credibilidad. Bajo este contexto, no hay medida técnica o restrictiva que pueda ser efectiva. Pesce y Gúzman han quedado "devaluados" tras las últimas medidas que se tomaron para frenar la sangría de dólares del BCRA, y las declaraciones previas del Ministro de Economía respecto al déficit fiscal en Presupuesto 2021 y lo anunciado posteriormente. Alberto Fernandez también ha quedado desdibujado, pareciera que todas las decisiones se toman en el Instituto Patria.
El mensaje que se la da al mundo empresarial es claro: la seguridad jurídica no existe, la inestabilidad en las reglas de juego es permanente, te pueden perjudicar en cualquier momento. No es de extrañar que varias empresas se estén yendo del país. El Gobierno tiene que cambiar el chip: El creer que el motor de la economía es la inversión pública y la ayuda social, puede generar aún más problemas.
El marco referencial es bastante complicado, hay muchas señales económicas poco amigables de parte del gobierno. Un ejemplo: La decisión de ayer de no permitir pagar a las empresas las deudas en dólares si no cumplen con determinada normativa (pueden acceder al 40% de los dólares para afrontar los pagos siempre y cuando refinancien el otro 60% en el plazo de dos años) va en contra de uno de los objetivos de la restructuración de deuda soberana en moneda extranjera, una de las razones principales era facilitar a las empresas el acceso al mercado de capitales, para poder financiar proyectos de inversión fondeandose en el exterior. Es un entorno poco amigable con la inversión.
La obligación a refinanciar un 60% de deudas corporativas, puede derivar en que algunas empresas eventualmente entren en default. Hace menos de 48 hs, el ministro Guzmán y miembros del equipo económico acababan de decir que el cepo estaba bien como estaba. De pronto hacen lo contrario de lo que dicen, y se desdibuja la credibilidad. Lo mismo con el déficit fiscal. Esto da una señal de que el manejo es bastante caótico. Pareciera que el Ministro de Economía es Máximo Kirchner.
Tendencia estructural a mantener una porción de los ahorros en dólares va a seguir, mientras que las medidas de intervención sean consideradas cómo pasajeras y las decisiones del Gobierno (no solamente en lo económico, sino en otros ámbitos afectando la institucionalidad) sigan generando incertidumbre. El Gobierno demuestra que tiene poca "amabilidad" con lo que son las leyes "normales" del mercado, del capitalismo.
El sistema cambiario como esta ahora, es muy malo para pensar en una reactivacion económica, o en politicas exportadoras. Es necesario avanzar con un desdoblamiento cambiario, reducir las brechas a un nivel de 25/30% y no cómo se encuentran actualmente, en 70%. Es imposible que la economía despegue de esta forma. Además de esto, se requiere una articulación, un Gobierno creíble con politicas claras y con un panorama definido. Hoy en día parecería que se abusa del "vamos viendo", y esto es contraproducente.
Yo esperaría un accionar más concreto y mejor articulado. No necesariamente hay que esperar que termine la renegociación de la deuda pero ya es una novela muy larga. Hoy conviene cerrar ese capítulo y presentar una clara estrategia fiscal, monetaria y cambiaria clara. Y en esto es muy importante partir de un principio: la tasa de interés le tiene que ganar a la devaluación esperada. Pero no puede ser cualquier tasa de interés. No se puede subir a cualquier nivel porque es desestabilizante. Para lograrlo hay que tener muy clara la política cambiaria. Y hoy estamos en un régimen cambiario muy malo. El cepo tiene aristas hasta peores que en el cepo anterior. Hoy estamos en un sistema con el cual no vamos a poder salir de la pandemia de forma eficiente. Hay que tener mejor articuladas las políticas monetarias, cambiarias y fiscales
Lo mas importante en la cuarentena era preservar a las empresas. El alcance de ayudas del Gobierno es muy mediocre, según estimaciones que hacemos en GRA Consultora, llegaría al 20% de la necesaria. Esto será muy contraproducente de cara a la reactivación económica.
La ayuda estatal es insuficiente, estaría llegando al 20% de lo que las empresas necesitan. Cerraron 24.000 comercios en CABA de los 120.000 que hay, y la CAC estima que van a cerrar 100.000 si esto persiste. Las "muertes empresarias" a esta altura, están en una curva más ascendente que las muertes por Covid-19. El Gobierno debe incrementar los subsidios temporales a empresas para evitar la destrucción del aparato productivo. Y debe contar con un buen sistema de absorción monetaria a través de colocación de bonos para cuando se reactive la economía. Hasta ahora, las cosas se están haciendo de una forma muy mediocre. No hay que tenerle miedo al mayor déficit fiscal por ayuda a empresas porque sería temporario. Pero es importante contar con un plan idoneo a la salida de la cuarentena para controlar los sobrantes monetarios, y el Gobierno parece no tenerlo.
La ayuda estatal es insuficiente, tenemos 24 mil comercios en CABA que cerraron, algo anda mal. El que cierra y quebró no se recupera. Es cierto que la economía tenderá a la recuperación, pero va a ser más lenta de la esperada si se hacen las cosas mal. Las decisiones económicas son indolentes, las medidas son paliativos, pero rige el ‘sálvese quien pueda'. El Estado tendría que emitir más ahora, para tener más déficit en este momento y no tenerlo el año que viene, y que la economía se recupere bien. Deuda Externa: Evitar el default es muy importante para las empresas y para las provincias que quieran hacer proyectos financiados por el exterior.
El Estado debe tener en cuenta que sus decisiones tienen costo para las empresas. La ayuda estatal debería ser mayor a la que otorga vía programa ATP, a través de mayores subsidios y no "ayudas crediticias", bajo un contexto de gran incertidumbre. Evitar el cierre de empresas y comercios, si bien implica una mayor emisión monetaria, generaría una economía más robusta en la salida de la cuarentena, y esto tambíen implicaría llevar a cabo un operativo monetario de colocación de bonos, para absorber los sobrantes monetarios que se generen cuando se levanten las restricciones impuestas durante la pandemia.