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SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO, CICLO C Esta es la fiesta para llevar a Cristo muy adentro en el alma, siendo Él nuestro centro; pero también darle Su lugar en la sociedad expresando públicamente nuestra fe.
Cada uno enfrenta sus propias batallas, pero no basta con nuestras fuerzas. Solo la gracia de Dios nos da la victoria verdadera y definitiva.
El sufrimiento del cristiano no es solo por el pecado sino un martirio interior por la miseria, el retroceso y la fragilidad humana, que se ven también en la Iglesia.
La pureza de la fe consiste en la firmeza para sostener aquello que como cristianos hemos recibido desde los Apóstoles.
El dar se hace con conciencia y alegría, no por apariencia ni obligación. Quien ha comprendido el valor de los bienes eternos da con el corazón, sabiendo que al dar en realidad recibe más.
La verdadera generosidad y solidaridad no teme al sacrificio, como la de Cristo, que se dio plenamente por nosotros. Dios inspira una entrega que va más allá del límite humano, tocando el corazón y transformándolo.
El verdadero ministro de Dios se acredita por su semejanza con Cristo, entregando la vida como Él lo hizo. Quien es enviado por Jesús debe estar dispuesto a sufrir y a darlo todo, como lo hizo su Maestro.
SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD, CICLO C Debemos evitar errores como el triteísmo, el subordinacionismo y el modalismo que distorsionan la verdad de la fe cristiana que afirma que solo hay un Dios en naturaleza y sustancia, pero en tres Personas distintas.
El Nombre de Dios expresa su presencia y debe ser pronunciado con reverencia, amor y deseo de comunión. No es un nombre cualquiera, es lugar sagrado de encuentro.
La denuncia del pecado es necesaria porque muchas veces es la entrada a la verdad; la verdad no se opone a la misericordia. Con la gracia de Dios y el apoyo de la Iglesia los límites pueden superarse.
Construir la paz comienza con cambiar nuestro lenguaje, forma de pensar y modo de expresarnos sobre los demás.
MEMORIA DE SAN BERNABÉ, APÓSTOL El que es verdaderamente generoso no solo da bienes materiales, sino que sirve a Dios; al desprenderse del mundo, también renuncia a los aplausos y reconocimientos.
La luz de Dios nos guía, nos ayuda a evitar obstáculos y a comprender la vida con claridad y sentido. Como discípulos, estamos llamados a ser luz para los demás, transmitiendo alegría, esperanza y dirección en su camino.
MEMORIA DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA María es madre de la Iglesia porque cuida la vida de Dios en cada bautizado y guía hacia la santidad. Ella protege a la Iglesia y nos conduce a la conversión y al respeto por la vida.
SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS, CICLO C Dios desea darnos su Espíritu Santo para que participemos de su vida divina y seamos templos vivos de su presencia.
Solo quien ha sido verdaderamente amado puede dar testimonio; abrir el corazón al amor de Dios rompe los miedos y excusas, y nos convierte en testigos vivos que transforman el mundo, como en Pentecostés. https://youtu.be/3r7O18h_brc
El amor auténtico exige servicio y sacrificio; separados, se vuelven egoísmo, obligación o vanidad. Solo unidos revelan su verdad y valor transformador.
El mayor desafío del misionero es superar el desaliento sabiéndose acompañado por Dios; cada uno debe descubrir su “Roma”, el destino donde está llamado a dar su vida y cumplir su misión.
La unidad que Jesús desea nace del arrepentimiento y la obediencia a Dios; no puede lograrse sacrificando la verdad, pues solo en Dios y siguiendo Su voluntad se alcanza una verdadera comunión.
La vida eterna es un conocimiento profundo de Dios que se transmite con la vida misma; seguir a Cristo es enseñar y revelar al Padre mediante el servicio, el amor y una vida que refleje Su gloria.
El mundo lucha contra Jesús y los cristianos ahogando la voz de Dios con ruido, promoviendo la indiferencia, distorsionando la verdad, aislando a los creyentes y, en casos extremos, persiguiéndolos abiertamente.
SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR, CICLO C La Ascensión de Nuestro Señor es un misterio corporal y celestial que revela la gloria divina y la victoria tras la Cruz, mostrando la grandeza a la que también estamos llamados. https://youtu.be/fi6zrwcUYO4?si=NcATT8kk-t5bmKC_
FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA María Santísima sigue visitándonos al manifestarse en tantos lugares de peregrinación y cada Rosario; su visita nos transforma, nos da vida y humaniza nuestro mundo.
Deseamos que todos lleguen a la fe, pero solo Dios sabe quiénes creerán. Nuestra tarea es sembrar; solo Él da el fruto y conoce la cosecha.
¿Cómo está tu resiliencia cristiana? ¿Cuándo algo sale mal al evangelizar o dirigir, reaccionas con fe y perseverancia o te dejas vencer?
Necesitamos redescubrir y profundizar continuamente en la fe para comprender qué quiso Dios regalarnos al darnos el Evangelio.
El ideal de la Iglesia es vivir con santidad y rectitud, reflejando fielmente el Evangelio; y si llega la persecución, es señal de que el Evangelio está aconteciendo allí donde la Iglesia misiona.
El Espíritu Santo guía la misión, da las palabras al misionero, concede discernimiento y abre los corazones para que su mensaje transforme vidas.
DOMINGO VI DE PASCUA, CICLO C El Espíritu Santo es quien nos da una memoria viva de quién es Cristo y de lo que nos enseñó Nuestro Señor.
Nuestro Señor nos ha dado la verdadera libertad, nos ha dado el poder para que las cosas del mundo no se adueñen de nuestros corazones ni nos esclavicen.
Envíame un mensajeEl Obispo Forte Dice que la recepción en la lengua comenzó en la Edad Media porque la gente tenía las manos sucias, pero que ahora somos mucho más higiénicos y, por ello, deberíamos recibir en la mano. También dices que los laicos de hoy ya no son niños para recibira Jesus como niños. Luis Román le contesta al Obispo. No te lo pierdas.Support the show YouTube Facebook Telegram Instagram Tik Tok Twitter
Hoy día necesitamos abrirnos al Espíritu Santo y a su verdad para discernir y conversar con entera honestidad y libertad para que Dios haga su obra, así como la hizo en el siglo I.
Descubre y ríndete al amor de Cristo hasta que sientas que te embriagas de Él, te enloqueces de amor por Él y luego permanece en ese amor para descubrir que la obediencia no es tan complicada.
Conoce más de la fe y más de Cristo para darte cuenta que solo dependes de Él, para poder decir: “Sin Jesús no soy nada, sin Jesús no puedo hacer nada”.
Somos hijos de la Pascua por lo que no nos vendemos ni tenemos temor al príncipe de este mundo. Habitados por la paz del Señor y siguiendo los pasos de su obediencia proclamamos la victoria frente al enemigo.
Hoy necesitamos que con caridad pero con enorme claridad se haga ver que las idolatrías, poderes, placeres de este mundo y las demás religiones no son la religión verdadera, que solo hay un Dios verdadero.
DOMINGO V DE PASCUA, CICLO C La efusión del Espíritu Santo es el regalo que proviene de la Pascua de Cristo y para recibirlo debemos mirar a Jesús como maestro de vida que nos lleva por el camino para vivir como Él vivió y amar como Él amó.
En medio de la confusión actual tomemos las palabras de Cristo de Sí mismo como únicas: solo por la Sagrada Escritura y la Tradición conocemos a Jesús y nuestra gran meta es que toda la humanidad se rinda al amor del Padre.
En el Tiempo Pascual todo se centra en el don de la vida. En este periodo reconocemos que la victoria de Cristo también es nuestra y que Él vive. Como Iglesia, ya participamos de esta vida que alcanzará su plenitud en la eternidad.
¿Cómo acoges el amor de Dios que te envía a través de sus enviados? Tomemos en serio el Evangelio y a aquellos que Cristo nos da y que portan su unción, gracia, bendición y luz.
FIESTA DE SAN MATÍAS, APÓSTOL Si te apartas de Dios pierdes y Él seguirá haciendo su obra. El nuevo Israel está en continuidad, pero también en superación del antiguo Israel.
Si nosotros como Iglesia tenemos el deber de llevar el Evangelio también tenemos el derecho de hacerlo, derecho cuya fuente esta en Dios mismo.
El gran desafío está en cómo lograr que la fe llegue a todos los pueblos de la Tierra: que Nuestro Señor Jesucristo reine en todos esos corazones que aún no le conocen.
DOMINGO DEL BUEN PASTOR, CICLO C Jesucristo es Nuestro Pastor al ser Cordero degollado, ofrecer su sangre y aceptar el sacrificio por nosotros.
El Tiempo Pascual es ocasión para acoger el abrazo del Padre y sus dones: el Hijo en la Pascua y el Espíritu en Pentecostés. Pero también es un llamado a no darle la espalda al Señor rechazando su gracia.
Jesús en su presencia eucarística está vivo, te escucha, te habla al corazón y te aconseja. Todo católico debe vivir la experiencia de un silencio amoroso y una adoración profunda a la Eucaristía, que transforma la vida.
¡Aliméntate de la victoria divina! Aliméntate de la carne glorificada de Pascua, del cuerpo de Cristo porque solo en la Eucaristía está plenamente la victoria del Señor y nuestra salvación.
Jesucristo es el signo supremo del amor, cuidado y providencia de Dios Padre; Nuestro Señor despierta nuestra fe para confiarle la vida y guiarnos seguros hacia la eternidad.
Nuestra necesidad más urgente en realidad no es nada de esta tierra; nuestra necesidad más grande es Jesús, solo Él puede saciar el corazón, cambiar la vida y darnos plenitud.