Cada día Dios quiere hablarte, sigue este devocional diario con una reflexión para cada día.

Hay heridas que uno ya ni sabe cómo nombrar… pero Dios sí sabe cómo sanarlas. Hoy Su voz vuelve a recordarnos que Su amor no se agota, no retrocede y no se rinde con nosotros.Un amor sin límites… una sanidad que alcanza lo más profundo.

Hay un tipo de engaño que no viene del enemigo… viene de adentro.Es pensar que estoy bien, que estoy firme, que estoy cerca… mientras mi corazón se ha ido alejando de Dios sin que me dé cuenta.Hoy hablamos de ese autoengaño espiritual que se viste de actividad, de “estoy cumpliendo”, de lágrimas que no cambian nada y de rituales que no transforman el alma. Este episodio es una llamada de atención, pero también una invitación amorosa de Dios para volver con verdad, sin apariencias.Si alguna vez sentiste que tu fe se evaporó como rocío, o que oras, sirves y buscas… pero sin transformación, este episodio es para ti. Las lecturas son:Oseas 6:1 - 9:173 Juan 1:1-15Salmo 126:1-6Proverbios 29:12-14 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

A veces la vida se mueve, las certezas tiemblan y lo que creías firme se derrumba delante de tus ojos.Pero allí, en ese punto exacto donde tus fuerzas ya no alcanzan… descubres que Dios sí.Hay apoyos que se agotan.Hay personas que cambian.Hay temporadas que terminan.Pero la presencia de Dios no caduca, no falla, no se quiebra.El Salmo 125 dice que quienes confían en Él son como un monte que no se mueve.Tal vez por dentro estés temblando… pero por dentro, Él te sigue sosteniendo.Hoy, en el día 340, Dios nos recuerda que no hemos llegado hasta aquí por disciplina perfecta, sino por gracia que permanece.Cuando todo lo demás cae… Él sigue siendo eterno.

Hay días en los que sentimos que nuestra historia se manchó para siempre… pero hoy, Oseas nos recuerda que Dios te sigue amando incluso en el capítulo que tú jamás pondrías en tu testimonio. Su amor no depende de tu mejor momento; permanece incluso en el peor. En 1 Juan 5, ese amor se convierte en victoria, no porque tú seas perfecto, sino porque Él ya venció dentro de ti. Y el Salmo 124 vuelve a decirnos: “¿Qué habría sido de mí si Dios no hubiera estado de mi lado?”… pero estuvo. Y sigue estando.Cuando Dios escribe la historia, ni tu caída es el final ni tu vergüenza es tu identidad. Tu peor capítulo no define tu destino; su amor sí. Las lecturas son:Oseas 1:1 - 3:51 Juan 5:1-21Salmo 124:1-8Proverbios 29:5-8 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

Cuando todo a tu alrededor parece oscuro, Dios te recuerda que tu fe no fue hecha para perderse… sino para resplandecer. ✨Hoy, en Daniel 12:3, descubrimos que los que permanecen, los que siguen creyendo, los que guían a otros hacia Dios… brillan como estrellas para siempre.No importa cuánta presión vivas.No importa quién te haya menospreciado, como en el Salmo 123.No importa cuántas voces quieran confundirte, como advierte 1 Juan 4.No importa cuánta injusticia veas, como en Proverbios 29.Cuando tu fe permanece, tu vida resplandece.Y ese brillo viene de Dios.

A veces el enemigo arma estrategias como si tuviera ventaja… pero no sabe que llega tarde. Dios ya escribió capítulos completos que tú aún ni imaginas. Mientras el enemigo planea, Dios ya firmó tu victoria.Cuando todo parezca confuso, repítelo: mi historia no la escribe el temor, la escribe Dios.

Hay días en los que necesitas que alguien te lo recuerde: no estás caminando sola, no estás luchando solo. Dios no te mira con distancia… te mira con ternura. Y hoy quiere envolverte con estas tres palabras que levantaron a Daniel cuando ya no podía más: paz, ánimo y fuerza.Este Mes de la Victoria no lo empiezas desgastado, lo empiezas sostenido. No lo inicias desde el miedo, sino desde una verdad eterna: eres muy precioso para Dios.

Hay temporadas donde no entiendes lo que ves, lo que sueñas o lo que sientes… pero Dios sí. Él es el Dios que te avisa antes de que el peligro llegue, que te guarda incluso cuando no te das cuenta, y que te guía aunque tú sientas que no avanzas. Cuando Dios te revela algo, no es para asustarte, es para prepararte; cuando te detiene, no es para frenarte, es para protegerte; y cuando te muestra el camino, aunque sea un paso a la vez, es porque ya vio lo que tú aún no ves. Hoy camina con la certeza de que no estás a la deriva: estás siendo guiado por la voz más segura del universo. Las lecturas son:

Hay noches donde Dios te despierta sin que abras los ojos. Sueños que no nacen del cansancio, sino del propósito. Cuando Él quiere hablarte, puede usar símbolos, imágenes y hasta silencios que tu espíritu entiende antes que tu mente. Porque cuando Dios te revela cosas mientras duermes… es porque está preparando lo que vivirás al despertar.Lecturas de hoy:

Hay momentos en que la presión sube, las puertas se cierran y pareciera que todo conspira para detenerte… pero justo ahí, donde muchos retroceden, la fe decide quedarse de pie. Daniel no dejó de orar aunque le costara la vida. Y esa misma fe sigue sosteniéndonos hoy: una fe que no negocia su convicción, que no se esconde, que no se rinde, que no se apaga. ✨

A veces creemos que todo va bien… hasta que Dios nos pesa en su balanza y descubrimos que nuestro corazón se estuvo contando una historia que no era verdad. Daniel 5 nos muestra que el autoengaño es un enemigo silencioso: te hace sentir seguro mientras te aleja de la voz que más necesitas escuchar. Hoy Dios nos invita a examinar el alma, a dejar la fiesta interna que anestesia la conciencia y volver a la lucidez espiritual que nos protege. Porque un corazón que se revisa a tiempo, se salva a tiempo.Las lecturas son:Daniel 5:1-312 Pedro 2:1-22Salmo 119:113-128Proverbios 28:19-20 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

Hay pausas que no pedimos… y salvaciones que no vemos venir.A veces no es el enemigo, no es la gente, no es el fracaso: es Dios poniéndote un alto porque te ama demasiado como para dejarte seguir corriendo hacia tu propia destrucción.Hay puertas que se cierran para que no pierdas tu propósito.Hay silencios que te devuelven la cordura.Hay procesos que frenan tu orgullo antes de que tu orgullo te rompa a ti.Si hoy sientes que algo se detuvo, respira:Dios no está apagando tu historia… está protegiéndola.No te está castigando: te está salvando de la versión de ti que aún no está lista.Confía en el Dios que te ama lo suficiente como para detenerte… para rescatarte.Las lecturas son:Daniel 4:1-372 Pedro 1:1-21Salmo 119:97-112Proverbios 28:17-18 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

Hay días en los que el horno se enciende siete veces más… pero tu fe no tiene por qué inclinarse. Daniel 3 me recuerda que la verdadera valentía no es evitar el fuego, sino permanecer de pie cuando todos ya se rindieron. La fe que se dobla, cae; la fe que se aferra a Dios, resiste.Hoy oro para que tengas esa fe que no negocia convicciones, que no se esconde por presión, que no se inclina aunque arda todo alrededor. Esa fe que, como dijo alguien, “cuando la prueba sube de temperatura, la presencia de Dios se vuelve más evidente”.Si estás caminando por una temporada difícil, recuerda: el fuego no te destruye cuando Dios camina contigo… te transforma.

Hay temporadas donde todo se mueve: planes, emociones, estabilidad, relaciones… pero la Biblia nos recuerda que cuando la vida tiembla, Dios levanta dentro de ti un corazón que permanece firme.Daniel no fue protegido por un ambiente perfecto… sino por convicciones claras antes de la presión.Cuando todo tiembla afuera, son tus convicciones en Dios las que te guardan por dentro.

Hay partes de ti que parecían secas, pero Dios sigue enviando Su Palabra como un río que vuelve a levantar lo que tú creías perdido. Hoy vas a escuchar Ezequiel 47–48 y recordarás que lo que Él toca… vive otra vez.

A veces no es que Dios se alejó… es que nuestro corazón se llenó de ruido. Y cuando eso pasa, Él mismo viene a limpiar, ordenar y restaurar lo que se desvió por dentro.

A veces no es rechazo… es redirección. No es pérdida… es protección. Hay puertas que Dios cierra porque Él ve lo que tú no puedes ver todavía. Y aunque duela, es Su amor guardándote.Si hoy estás frente a una puerta que no se abrió, recuerda: Dios nunca te quita algo sin tener algo mejor en camino.Lecturas:Ezequiel 44:1 - 45:121 Pedro 1:1-12Salmo 119:17-32Proverbios 28:8-10 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

Hay heridas que vacían. Procesos que dejan el alma con huecos. Temporadas donde sentimos que lo que antes vibraba… hoy está en silencio.Pero Dios nunca deja un espacio vacío para siempre.Ezequiel vio algo que nos cambia la perspectiva:la gloria de Dios regresó exactamente por el mismo camino donde se había ido… y volvió para llenar cada rincón que el dolor había dejado seco.Cuando la gloria vuelve, no vuelve tímida.Vuelve con sonido de aguas, vuelve con vida, vuelve con permanencia.Vuelve para quedarse.Hoy es un recordatorio para tu espíritu:Dios no deja ruinas sin reconstruir, ni vacíos sin llenar, ni historias sin redención.Su presencia siempre encuentra el camino de regreso.

Hay batallas que no se ganan peleando… se ganan soltando.Cuando te rindes a Dios, tu vida se ordena, tu mente se aclara y el enemigo pierde acceso.Rendirte no es perder: es abrirle la puerta a la victoria correcta.Lecturas de hoy:Ezequiel 40:28 - 41:26Santiago 4:1-17Salmo 118:19-29Proverbios 28:3-5 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

Hay días donde necesitas recordar esto: cuando tú ya no puedes, Dios pelea por ti… y cuando la batalla termina, Él mismo reconstruye tu vida.

Hay días donde Dios te lleva, igual que a Ezequiel, a mirar lo que ya diste por perdido… no para asustarte, sino para anunciarte vida donde solo ves huesos secos. Cuando Dios habla, lo muerto responde. Cuando Él sopla, lo imposible se rinde. Cuando Él decide actuar, nada puede detener Su plan.En estas lecturas, Dios nos recuerda que el enemigo huye aunque nadie lo persiga, pero los justos —los que confían, los que obedecen, los que escuchan antes de hablar— se vuelven tan valientes como un león. Porque la fe se fortalece cuando dejamos que Dios tenga la última palabra sobre nuestras ruinas.Hoy declara: “Señor, háblale a mis huesos secos. Sopla vida en lo que pensé que ya no tenía arreglo. Haz de mí un testigo de Tu poder.”Las lecturas son:Ezequiel 37:1 - 38:23Santiago 1:19 - 2:17Salmo 117:1-2Proverbios 28:1 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

Hay heridas que no escogiste, pérdidas que no buscaste y daños que otros provocaron… pero nada de eso limita a Dios. Cuando Él restaura, levanta lo que cayó, reconstruye lo que se quebró y hace florecer incluso lo que parecía muerto.A veces creemos que ya es tarde, pero Dios tiene esa manera preciosa de sorprendernos: toca ruinas y salen caminos, toca cenizas y vuelve a encender un propósito.Si hoy te sientes desgastado, traicionado, o con áreas que otros dañaron… respira profundo: Dios está restaurando tu historia desde adentro hacia afuera. Lo que el enemigo quiso usar para detenerte, Dios lo convertirá en tu mayor testimonio.Las lecturas son:Ezequiel 35:1 - 36:38Santiago 1:1-18Salmo 116:1-19Proverbios 27:23-27 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

A veces creemos que nuestras caídas, errores o temporadas oscuras son la parte de la historia que más pesa… pero para Dios, lo que más pesa es el momento en que decides volver.Él no te mira desde lo que hiciste, sino desde lo que estás dispuesto a rendir hoy.No se queda atrapado en tu capítulo más difícil; Él escribe desde tu próximo paso de obediencia.Tu pasado explica, pero no determina. Tu regreso restaura, redirige y despierta propósito.Dios está levantando personas que creían estar lejos.Personas que pensaron que ya no había lugar para ellas.Dios no está esperando tu perfección, está esperando tu regreso.Y cuando vuelves, Él redefine tu historia.Las lecturas son:Ezequiel 33:1 - 34:31Hebreos 13:1-25Salmo 115:1-18Proverbios 27:21-22 www.wenddyneciosup.comSígueme en mis redes como @wenddyneciosupDistribuido por: Genuina Media Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.

Hoy la Palabra nos recuerda algo que todos necesitamos: Dios no solo mira lo que mostramos… sino lo que escondemos. Él tala el orgullo que nos derrumba (Ezequiel 31–32), expone raíces de amargura que intentan contaminar nuestra vida (Hebreos 12), se inclina para levantarnos del polvo (Salmo 113) y nos revela lo que nuestro corazón realmente refleja (Proverbios 27).Nada está tan profundo que Dios no pueda sacarlo a la luz… y sanarlo.Si hoy Él te muestra algo, no es para avergonzarte, sino para liberarte.✨ Lo que Dios revela, Dios sana.✨ Lo que Dios sacude, Dios afirma.✨ Lo que Dios poda, Dios vuelve a hacer florecer.Que este día sea una invitación a abrir el corazón para que Él ordene, limpie y restaure lo que solo Él ve.

Hay cargas que Dios nunca te pidió llevar.Y cuando las sueltas, corres más ligero, ves más claro y crees más fuerte. Hebreos 12:1–2 nos recuerda que la vida de fe es una carrera, y nadie llega lejos arrastrando lo que ya debería haber quedado en el pasado.Hoy Dios te llama a soltar:soltar el miedo,soltar la culpa,soltar las expectativas que te frenan,soltar el “qué hubiera pasado si…”.Porque cuando sueltas, avanzas.Porque cuando confías, sanas.Porque cuando corres con los ojos puestos en Jesús, encuentras fuerzas que no sabías que tenías.Los Íntimos, hoy es un buen día para dejar atrás lo que pesa y abrazar lo que impulsa.“Tu futuro no se construye con cargas viejas, sino con pasos obedientes”, dice una frase que me marcó esta mañana mientras oraba.

Hay días en los que todo parece derrumbarse… pero es justo ahí donde tu fe demuestra de qué está hecha. Ezequiel nos recuerda que hasta lo que parece fuerte puede caer, pero Hebreos nos muestra algo más grande: la fe nunca se quiebra cuando está sostenida por Dios.Abraham, José, Moisés, Rahab… todos caminaron momentos que no entendían, pero no soltaron la cuerda. Porque la fe real no evita la tormenta, te sostiene dentro de ella. Y cuando el ruido de la vida se vuelve insoportable (Proverbios 27:15-16), Dios vuelve a recordarte: “Confía, Yo te sostengo.”Hoy, Íntimos, aunque algo en tu vida esté temblando… tu fe no va a colapsar. Dios no te suelta.

Hay una fe que no se apaga con los retrasos ni se debilita con el silencio.

Hay batallas que no se ganan con fuerza, sino con rodillas dobladas.

Hay días en que las fuerzas no alcanzan, pero la fe sí.

Hay fuegos que no llegan para destruirte, sino para revelarte.

Hay errores que no terminan con nosotros… sino que Dios usa para escribir un nuevo comienzo.

A veces, lo que Dios arranca no es un castigo… es una siembra.

A veces el corazón humano se aleja, pero Dios nunca deja de amar.Su fidelidad permanece incluso cuando el alma se olvida de Él.Este día nos recuerda que Dios no rompe pactos, los restaura.

Cuando Dios restaura, no lo hace solo para levantarte, sino para recordarte que le perteneces.Su amor te reconstruye desde adentro, sana lo que el dolor quebró y te devuelve el sentido de hogar.

Aunque el silencio te confunda, Dios no se ha olvidado de lo que te prometió. Él sigue moviendo piezas que tú aún no ves. A veces parece que nada cambia, pero en el cielo ya todo está en movimiento.

Hay lágrimas que no destruyen, sino que purifican.

A veces seguir la voz de Dios no es fácil. Nos duele soltar, callar o esperar… pero en esa obediencia hay un propósito que sana el alma y fortalece la fe.

Hay días en que el corazón se enfría sin que nos demos cuenta. Nos acostumbramos a las rutinas, a las respuestas rápidas y a los silencios prolongados… pero Dios sigue buscándonos.

Hay etapas donde sentimos que todo se ha derrumbado —sueños, relaciones, fuerzas— y parece que ya no hay nada que rescatar. Pero cuando dejamos que Dios entre en las ruinas, Él no solo restaura… ¡hace resplandecer!

Hay días donde parece que la fe se nos deshilacha, que el cansancio pesa más que la esperanza… pero ahí, justo ahí, Dios vuelve a sorprendernos con misericordias nuevas cada mañana.

Hay heridas que el tiempo no puede sanar… pero el amor de Dios sí.

Cuando todo parece derrumbarse, Dios sigue escribiendo. ✍

Cuando intentamos levantar algo sin Dios, el esfuerzo se vuelve arena en las manos. Pero cuando Él es el cimiento, nada ni nadie puede derribarlo.

Hay promesas que el tiempo no borra, y pactos que ninguna tormenta puede romper.Jeremías nos recuerda que los imperios caen, pero la fidelidad de Dios permanece.Aferrarse a Él no es debilidad, es valentía. Es volver al amor que no falla y al propósito que no cambia.

A veces buscamos la validación de todos… menos de quien realmente importa.

A veces parecería que el cielo guarda silencio, pero no es olvido… es propósito.

A veces no queremos que Dios nos guíe, sino que apruebe lo que ya decidimos. Pero cuando buscamos dirección, no validación, dejamos que Él enderece nuestros caminos, aunque duela.

Hay momentos donde el temor parece inmovilizarnos… pero justo ahí, la fe se vuelve movimiento.

Hay momentos en los que obedecer a Dios cuesta… te deja solo, te expone, te rompe el corazón.Pero cuando callas Su verdad por miedo o conveniencia, algo dentro de ti empieza a morir.

En una generación que cambia sus valores por comodidad, Dios sigue buscando corazones como los recabitas: fieles, coherentes y obedientes aun cuando nadie los mira.

Aun en los escombros, Dios sigue siendo fiel.