Cada día Dios quiere hablarte, sigue este devocional diario con una reflexión para cada día.
No todo lo que vives será explicado.Pero todo lo que Dios permite… tiene propósito.
Cuando Dios quiso restaurar a su pueblo, no empezó con ladrillos… empezó despertando corazones (Esdras 1:5).Cuando Pablo predicó en Corinto, no confió en la elocuencia… sino en el poder del Espíritu (1 Corintios 2:4).Cuando David estaba quebrado, no pidió explicaciones… pidió comunión (Salmo 27:8).Y cuando tú no entiendas lo que está pasando…Solo di: “Aquí estoy, Señor”.No con todo resuelto, pero con todo rendido.No con lógica, pero con fe.No con fuerza… pero con disponibilidad.
Hay batallas que no se ganan con espadas… sino con rodillas dobladas.Eso lo entendió Ezequías cuando el imperio más temido lo rodeó por completo.No huyó.No argumentó.Oró.
Agosto comienza con un llamado urgente: volver al origen, al Dios que nos salvó, restauró y sigue esperando nuestra respuesta.
Porque hay logros que deslumbran… pero apagan la presencia de Dios.Hoy la Biblia nos muestra tres tipos de liderazgo:
Hay historias que el enemigo quiso borrar…Pero Dios ya había escondido la respuesta en el lugar más inesperado.
A veces no se trata de orar más, sino de escuchar mejor.Hoy leemos cómo Roboam perdió un reino… por no saber oír.
Hoy leemos uno de los pasajes más impactantes del Antiguo Testamento: la gloria de Dios descendiendo sobre el templo de Salomón. Pero también entramos al conflicto más humano del Nuevo Testamento: la lucha interior que Pablo confiesa con dolor… y esperanza.¿Te ha pasado? Querer avanzar espiritualmente pero sentirte atado a lo mismo de siempre. Pablo lo dijo sin filtros: “Quiero hacer el bien… pero no lo hago”.Pero ahí mismo, nos revela la llave:
Dios no busca edificios perfectos, busca corazones preparados.Salomón no construyó por construir: cada detalle del templo reflejaba honra, excelencia y propósito.
Hay decisiones que cambian todo. Y Salomón lo entendió cuando pidió sabiduría en lugar de riquezas. Su secreto no fue el oro, fue la presencia de Dios habitando con él.
✨ ¡Llegamos al episodio 200! ✨ Han sido 673 capítulos, 19 libros concluidos, incontables madrugadas, lágrimas, revelaciones… y una certeza: Dios no se ha movido de nuestro lado.Hoy celebramos que la gracia nos alcanzó cuando menos lo merecíamos (Romanos 5:8) y que, aunque fuimos enemigos, ahora somos llamados amigos de Dios.
¿Qué haces cuando el diagnóstico es imposible, cuando el futuro se nubla y todo te dice que no va a mejorar?Hoy lo hablamos con fe, con Palabra… y con un testimonio impactante que llegó desde México y que nos recuerda que Dios sigue siendo el Dios de los imposibles.
Hay días en los que oramos… y no escuchamos nada. No porque Dios no esté, sino porque está obrando en silencio.
David no construyó el templo… pero preparó cada piedra.No lo hizo por fama, lo hizo por fe.
Cuando el miedo te diga “huye”… mira hacia arriba.Cuando todo tiemble alrededor… recuerda quién reina.Hoy aprendemos con David que no se trata de escapar, sino de confiar.
Cuando la presencia de Dios es tu punto de partida, la dirección correcta es inevitable.
Hoy hablamos de lo que sucede cuando decidimos hacer espacio para la presencia de Dios en nuestra vida.
Antes de que David empuñara su espada, consultó a DiosAntes de marchar hacia la batalla, esperó escuchar el sonido de los pasos en las copas de los árboles…
Cuando David fue reconocido como rey, no fue porque luchó por el trono… fue porque esperó el tiempo de Dios.Cuando Pablo naufragó, no fue el final… fue la oportunidad para sanar, predicar y brillar.Y cuando tú creas que todo se perdió… recuerda: Dios puede usar hasta la tormenta para llevarte a tu propósito.
Hay caídas que nos sacuden… y restauraciones que nos transforman.Hoy la Palabra nos recuerda que la fidelidad abre puertas, pero la infidelidad trae reemplazo.Dios sigue buscando corazones dispuestos, aún en medio de tormentas, traiciones y silencios.
Él no olvida tu nombre, ni tu linaje, ni tus lágrimas. Aunque el viento sople fuerte y el cielo se oscurezca, Dios sigue escribiendo con propósito.Aun en medio de la tormenta, su plan sigue firme. ⚓
Aunque a veces parezca que Dios guarda silencio, Dios no es indiferente. Él recuerda cada oración, cada lágrima, cada acto de fe. En Su tiempo, responde. En Su amor, recompensa.
Hoy leemos sobre un hombre que nació marcado por el dolor, pero se atrevió a levantar una oración que cambió su destino: Jabes.
Hay noches en las que el cansancio físico no basta para dormir… porque es el alma la que no encuentra reposo.Pero hoy, el Salmo 4 nos recuerda que no necesitamos tenerlo todo resuelto para descansar… solo necesitamos recordar quién vela por nosotros.
Puede que no entiendas lo que estás viviendo… pero Dios sigue escribiendo tu historia.Pablo fue amenazado, David rodeado, tú tal vez estás cansado…pero Dios sigue siendo escudo, guía y defensor.
Cuando una generación ignora lo que Dios ya reconstruyó… el colapso no tarda en llegar.Hoy leemos sobre reyes que heredaron un avivamiento y lo desperdiciaron.Sobre Pablo, que obedeció aunque lo rechazaran.Sobre un Dios que sigue gobernando, aunque el mundo quiera sacudirse su autoridad.Y sobre la sabiduría de escuchar antes de hablar.⠀
Hoy no se trata solo de leer… se trata de reformar.Josías escuchó la Palabra y se quebrantó. Pero no se quedó ahí: derribó ídolos, limpió el templo y restauró el pacto con Dios.¿Y tú? ¿Estás dejando altares medio caídos o pecados medio vencidos?✨ Porque no basta con tener la Biblia abierta si tu corazón sigue cerrado.✨ No basta con emocionarte… si no te arrepientes de verdad.✨ No basta con oír la verdad… si no destruyes lo que compite con Dios en tu vida.Hoy leemos:
No se trata de edad, se trata de decisión.Hoy leemos la historia de tres reyes, tres generaciones… tres respuestas distintas ante Dios.Una oración que cambió el tiempo, un legado mal usado y un niño que lideró una reforma nacional.
¡Bienvenido, julio! Iniciamos el mes de los milagros excepcionales, porque creemos que Dios sigue obrando de forma sobrenatural, poderosa e inesperada.Hoy lo vemos con Ezequías: recibió amenazas, pero en vez de pelear, oró. Y mientras él oraba, Dios enviaba un ángel a derrotar a 185 mil enemigos en una noche.
Hay advertencias que no necesitan repetirse, pero Dios las repitió. Porque antes del juicio, Él siempre extendió gracia.⠀Hoy leemos la caída del reino del norte (2 Reyes 17) y entendemos que el exilio no fue castigo repentino… fue el resultado de un corazón que prefirió la mezcla antes que la obediencia.Dios no quiere ser parte de tu vida, quiere ser el centro.⚖️ ¿Qué advertencia has estado ignorando?
Hoy celebramos 180 días de lectura continua.
Aunque el pueblo lo olvidó… Dios siguió respondiendo.Aunque la fe fue débil… Dios siguió obrando.Aunque el clamor vino de labios impuros… el cielo escuchó.Porque Su fidelidad no depende de la nuestra.
Hay momentos en los que el miedo, el cansancio o la oposición quieren silenciarte… pero hoy Dios te dice lo mismo que le dijo a Pablo en Corinto:“No tengas miedo; habla con libertad. No te calles, porque yo estoy contigo.” (Hechos 18:9-10)No basta con parecer obediente. El Rey no busca reformas externas, sino corazones rendidos. Jehu derribó ídolos… pero dejó sus becerros. Joás reparó el templo… pero perdió la fe cuando murió quien lo guiaba.
Hay decisiones que parecen extremas… hasta que entiendes que fueron necesarias para tu libertad.Jehú no era perfecto, pero fue valiente.Pablo no fue popular, pero fue claro.David no estaba en paz, pero adoró con fe.Hoy la Palabra nos confronta: ¿estás obedeciendo a medias o estás listo para una reforma total?
A veces, parece que perdiste todo por obedecer a Dios… pero Él nunca olvida a quien le es fiel. La mujer sunamita volvió después de 7 años, y no solo recuperó su casa, ¡le devolvieron hasta las cosechas que no pudo sembrar! ✨Hoy hablamos de obediencia silenciosa, libertad en la cárcel, y cómo Dios responde cuando nuestra alma está seca.
Hay días en los que todo parece cerrado: el cuerpo se cansa, las puertas se cierran, las promesas parecen lejanas… pero justo ahí, Dios está obrando lo invisible.
Hay momentos en los que todo parece derrumbarse… pero Dios usa incluso las grietas para mostrarnos su poder. La obediencia, aunque cueste, siempre abre la puerta a la restauración.
Dios no solo ve lo que haces… conoce cada pensamiento, cada lágrima, cada batalla interna. Y aún así, te ama sin reservas.Hoy lo vemos con fuerza en
Hoy Dios nos recuerda que ni la guerra, ni el rechazo, ni la incertidumbre detienen Sus planes. Él termina lo que comienza.
A veces queremos forzar lo que Dios ya nos dijo que soltemos. Pero toda alianza fuera de Su voluntad termina costándonos caro. Hoy, la Palabra nos recuerda que la obediencia no se negocia.
Cuando todo parece oscuro, Dios sigue siendo luz.Cuando huimos del llamado, Él nos sigue buscando.Cuando sentimos que no podemos más… Su fiel amor permanece.
Hoy leemos una de las historias más poderosas de fe y obediencia: Elías ora por lluvia… ¡y sigue creyendo aún cuando no hay señal!¿Y tú? ¿Sigues orando aunque no veas la nube?