Reflexiones de una Maga sobre la vida, el amor y la conciencia...
Respondiendo a una pregunta que a veces me hacen con respecto a las energías negativas de otro y como pueden afectarnos y qué podemos hacer. Gabriela Collado. Terapeuta Transpersonal
A veces el amor te elige. Llega, se sienta en tu sofá, se quita los zapatos y actúa como si siempre hubiera estado allí. Te enciende el pecho, como quien enciende la hornalla para calentar el agua. Es fácil, no digo cómodo, es fácil sentirlo, es natural. Es como si te pusieras un zapato nuevo que no necesitas amoldar. Es el tuyo. Estaba esperándote. Y no se va. El amor no se va. Puede que el sofá esté vacío y los zapatos no descansen sobre la alfombra, ni la chaqueta cuelgue de la silla. Pero el amor no se va. No depende de nada ni de nadie. El amor decide por todos. A veces el amor te elige. Y digo a veces por torpeza o rebeldía. Pero el amor te elige, siempre. Él a ti. Te rapta. Te espera. Espera que dejes de huirle, de acobacharte en tus triquiñuelas escapistas. Sigue ahí. Como una mancha amarilla sobre un tejido blanco. A veces el amor te elige, siempre. ⚜ Maga Collado #amor #poema #poesia #poem #poetry #llamasgemelas
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: Visiones e Información. "Hoy me permito jugar a que todo es posible y a romper con aquellas estructuras que me limitan. Me repito ante cada cosa ¿y por qué no?
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: tiempo espiral, mente vs corazón, planeta Tierra. "Hoy abro mi visión al corazón y observo todo cuanto ocurre como parte de algo más grande".
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: Juicio, rendición y juego. "Hoy soy Dios viendo, actuando y siendo a través de mí."
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: Llamador / Despertar - Maestro Interior. "Hoy me preguntaré sobre el sentido de cada experiencia y, en silencio, esperaré la respuesta que solo está en mi interior."
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: Dios y hermandad, abundancia. "Hoy elijo ver Amor en cada ser y en cada cosa, hoy me reconozco parte de un Todo al servicio de mi expansión."
Mis ancestros siempre estaran conmigo. Hay dos maneras de llevarlos conmigo, en mi. https://go.ivoox.com/rf/2678399
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: Poder y Resistencia "Hoy asumo mi responsabilidad, hoy me pongo al servicio de mi propia divinidad."
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: polaridad, luz y oscuridad. "Hoy tomo conciencia del todo que me conforma, me acepto y me amo como soy.
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Tema: Maestría "Hoy elijo ver el Cielo en la Tierra, el cielo en todo, lo que sea."
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado.
El drama de la sufridora. No se puede medir todo de acuerdo al resultado. Si, sí, es algo que nos enseñaron en este mundo competitivo. Pero no. Es frustrante, tremendamente frustrante. No puedes decir que algo salió mal porque no salió como querías. Y (ESTO ES IMPORTANTE), sobre todo, no puedes pensar que "lo hiciste mal" porque el resultado no fue como esperabas. ¡No lo hiciste mal! Simplemente no era, no tenía que ser, no era el momento. Aquí hay una lección súper importante de la vida: NO CONTROLAMOS NADA. ¡Suelta el control! Suelta el control de lo que no te corresponde, de lo que no manejas tu. Es demasiado pesado hacerse responsable a uno mismo sobre asuntos que no dependen de nosotros. A veces, la gente hiperresponsable (me incluyo), se siente la causante de todos los males que la rodean (ojalá nos sucediera lo mismo con lo bueno). Y no, es too much! Generalmente, el exceso de responsabilidad proviene de personas muy autocastigadoras (o viceversa), perfeccionistas en extremo y, ¿qué es eso? ¿No es, acaso, el miedo a no llegar? Si todo el tiempo estoy exigiéndome la perfección en algo y, al mismo tiempo, me autocastigo cuando no la alcanzo (recuerda que te estás midiendo con un imposoble) ¿no será un autosabotaje porque creo que nunca seré capaz de lograr algo por mí misma? Pensalo, yo te acompaño. ⚜ Maga #amor #historiapersonal #miedo #conciencia #DateCuenta #ego #despertar #zonadeconfort #drama #coachtranspersonal #sufrimiento #responsabilidad #autosabotaje #autoayuda #Autoconocimiento #autocuidado
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado.
Episodio 3 de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Amor - Origen. "Hoy decido estar presente y en Amor".
Soy Leo con Luna en Escorpio, no puedo ser minimalista. ¡Qué concepto más extraño! Si hasta el nombre salió de lo exagerado. Llevo más de treinta años explicándole a mi madre que no puedo ser minimalista, no me sale. Desde hace diecisiete se lo explico en mi cabeza. No sé cuantos hace que empecé a tirar cosas. Desde la primera mudanza, y ya llevo como doce; cuatro de país. Por no simplificar no simplifico ni los números de veces que hago o digo una cosa. Y, aún así, es evidente que por allí por donde paso, brotan otras tantas. Un libro aquí, un pañuelo allá, más libros y carpetas acullá, papeles, cables y gafas de repuesto en otra parte, zapatos, vasos, ropa más allá. ¿De dónde sale tanta cosa? Soy como un regador de objetos que luego tendré que pasar recogiendo para que le hagan lugar a otros. Todo lo ocupo. Necesito espacio. Para las cosas y para expresarme. No hablo cortito ni poco ni bajo, me río escandalosamente, te amo exageradamente desde el primer día. La confianza es otra cosa, lleva un tiempo. Pero te amo. Mucho. Hago ruido, soy torpe, tengo las piernas largas y las estiro sobre lo que puedo y se deja. ¡Minimalista yo! Eso lo inventó algún Virgo obsesionado con el orden. ¡Anda que minimalista! Marie Kondo me odiaría. No es que necesite cosas, si cada vez necesito menos de todo y de nada. Pero te juro que debo tener una especie de imán, porque las cosas se me pegan y tengo que ir deshaciéndome de ellas sobre cualquier superficie disponible. Yo diría que soy barroca, en lo que siento y en cómo. Que se nota cuando paso, cuando estoy y, seguramente, será un alivio para algunos, cuando falto. Otros me aman así de cacharrera, directa, sin filtro, kamikaze y exagerá, como dicen los del sur. Ahora ya lo sabes, no sirvo para acompañarte a la biblioteca, y eso que los libros son mi pasión; no puedo estar en un templo sin hacer retumbar la pata de un banco, o en un funeral sin reírme. Sí, lo siento, cuando me pongo nerviosa me río. La risa del ahorcado me dijo una vez la psicóloga. A lo mejor porque es lo que dan ganas de hacer conmigo muchas veces. Ojo, no pienses que me critico. Solo me estoy asumiendo. Soy barroca y escandalosa y drama Queen. Tampoco vayas a pensar que no lo manejo. Es un personaje que me acompaña hace tanto, que ya aprendimos a respetarnos en ciertos ámbitos. Igual, algunas veces, se me escapa; como al Chavo del ocho con el profesor Girafales. Pero, déjame decirte una cosa, así entre nosotros... Los sigilosos me generan cierta desconfianza. Da miedo no saber por dónde te va a llegar alguien. Los mudos de cuerpo, algo esconden. Te lo digo yo. Gabriela Collado
Estoy perdida, aturdida, dada vuelta, patas arriba (que diría el uruguayo). Ya no sé donde queda el bien y el mal, la cordura y la locura, la inteligencia y la ignorancia, la verdad y la mentira. Solo me queda la brújula interior para orientarme y me jode muchísimo cuando la aguja empieza a temblar como una loca entre mis costillas. Me jode porque no se equivoca, nunca, ¡maldita sea! ...y bendita, al mismo tiempo. Se me están desdibujado personas pero, sobre todo, se están desdibujado valores y hay que atesorarlos como a los caramelos de uva. Cuando encontramos a alguien a quien le asoman aún por el bolsillo la sinceridad, las ganas y el coraje. La lealtad, la palabra y la generosidad derramada en el abrazo compasivo y comprensivo. El amor. Hay que apuntarse su nombre y sus ideas como hacía José en sus libretas, hay que prendérselo en la solapa imaginaria de la esperanza. ¿Cómo puede ser que le tengamos miedo a vivir? Gabriela Collado
Episodio de Cartas del Cielo, enseñanzas de los Maestros Elohim canalizados por Gabriela Collado. Renacimiento. "Hoy me muevo hacia mi felicidad. Hoy siento."
Creer para ver. "Hoy creo en mí. Hoy creo en ti. Hoy nos creo."
Sobre los miedos a equivocarnos y el comprimiso con la propia vida
Inicio de la entrega Cartas del Cielo de las enseñanzas de los Maestros Elohim, canalizados por Gabriela Collado.
Después de pasar una noche muy rara (lo siento pero no sé definirla de otro modo), me desperté con una sensación de vacío (iba a decir existencial pero estaría exagerando). Seguro que a veces te pasa sentir ese vacío, esa nada delante, una especie de ¿y ahora qué?, ¿por dónde? A priori juzgamos esta situación como negativa, sin embargo puede ser un reinicio necesario. Dejé que el silencio se asentara en mí, después de unas semanas de muchísimo ruido mental y emocional la verdad es que era de agradecer este reposo. Me salté ciertas rutinas, algo que es recomendable para salir de algunos estados incómodos o agotadores, porque ayuda a renovar energía. Y me senté a dialogar con mis guías. Cada quien tiene su manera de hablar con sus maestros, con su propio dios, su luz interior y la mía casi siempre tiene un mate de por medio, lápiz y papel. Y esto es lo que me dijeron: Si vives como si fuera a agotarse el amor, como si se fueran a agotar los mensajes, los recursos o la energía, no vives, te limitas y olvidas que el amor es infinito y la vida inagotable. Pierdes la idea que sujeta todo el gran sentido del mensaje.⚜ El Amor es infinito y está en Todo. Si piensas en pequeño, recibes pequeño. Si comprendiéramos que todo es energía, como bien dijo Tesla, dejaría de tener sentido la culpa, que es el arma de destrucción principal de nuestra mente. En el silencio, en eso que tú llamas vacío, hay mucha información que recolectar. Todo posee su fluctuación energética y hay que dejarla ser (sin juicio). Todo lo que ha subido debe descender hasta hallar su perfecto equilibrio. Lo que está destinado a durar en un lapso de tiempo, permanece, pero permanece porque es alimentado. Aún si es alimentado de más, perece. Todo tiene su tiempo y nada puede forzarse porque, o bien se rompe lo que forzamos o nos rompemos nosotros al querer mantenerlo. Nada que agregar. Que tengas un lindo día. ⚜ Maga evolucionpersonal.org #canalizacion #canalizaciones #canalizaciónespiritual #canalizacionangelical #Elohim #maestrosascendidos #maestrosdelcielo #cartasdelcielo #anarel #amor #mensajes
Una reflexión sobre apegos que nos dañan, cambios y despertar.
Hace poco me acordé de algo que mi mamá repetía mucho a otras personas con respecto a mi: "cuidamela". Puede sonar hasta tierno, pero ojo con lo que ciertas expresiones llevan detrás. ¡Cuidamela! Porque la veo como algo de mi posesión, no como un ser independiente. Es a mí a quien se la cuidas. ¡Cuidamela! Porque no le enseñé a cuidarse por sí misma (probablemente porque ni yo misma lo sepa). ¡Cuidamela! Porque te paso el paquete, como quien presta el coche o la vida. Te doy el poder para que decidas lo que creas que es mejor para ella. ¡Cuidamela! Porque es una cosa que no piensa con claridad, ni tiene capacidad de decidir por sí misma. Cuando recordé la expresión de mamá frente a mis novios (sí, se lo dijo a más de uno, incluidos el que me violó y me maltrató), tomé conciencia de un programa que traía en mi inconsciente... ¡Cuidame! Cuidame porque yo no sé. Decime si lo que hago está bien. Decime si me vas a querer cuidar igual si hago algo que no te gusta. ¡Cuidamela! y ¡cuidame! son expresiones que me anularon, que no me tuvieron en cuenta, que no confiaron en que yo era capaz de cuidarme sola, de decidir por mí qué es lo mejor para mi. Le enseño a mi hija cómo cuidarse. Le digo a ella que se cuide y no a otro que lo haga por ella. Así la cuido, enseñándole su propio poder. No guardo rencor a mi madre. Simplemente he tomado conciencia hace poco de esta expresión instaurada en mí como una losa y la sano para sanarnos a todas. Me la quito. Quiero recordar lo que es enamorarme sin miedo. Sin el terror de pensar erróneamente que enamorarme es entregar mi poder. Enamorarme es estar en amor, incluirme en la ecuación y disfrutar de que un otro me acompañe. No lo cuido porque confío en su propio poder. Podrás decirme que amarnos es cuidar unos de otros. Creo que está bien cuidar cuando el otro no puede hacerlo por sí mismo. Pero cuánto mejor es enseñar a pescar que darle un pescado cada día para que dependa de mi. Enamorarse en mi educación era algo medio ridículo. Me explico. Si decías que te habías enamorado pasabas a ser objeto de burlas y risitas macabras. ¡Ah mirala, esta enamoradiza! ¡Y ni te cuento si eras chico! Que sociedad más poco amable hemos forjado, confundiendo amar con ceder el poder. Amar con querer controlar. ¡Qué lindo cuando te enamoras de vos al enamorarte de otro! ¡Cuando el otro te recuerda lo que eres capaz de ser! ¡Cuando acompañas al otro a que camine sus pasos sin miedo, porque estás para agarrarle la mano, si hace falta! No me cuides, sólo ama la vida a mi lado y compartamos el descubrimiento. ❤ Maga evolucionpersonal.org #evolucionpersonal #relacionesconamor #relacionesconscientes #amor
Gabriela Collado - Terapeuta Transpersonal - evolucionpersonal.org
Apretó con su mano el borde de mis bragas, como quien se aferra a la soga que ha de salvarlo, y se quedó dormido. Apenas quise moverme para no romper el reposo de tanta existencia cansada. Tal vez en mi anhelo azorado quise darle un puerto de certezas donde escapar a sus tribulaciones. Tal vez así me salvara yo de las mías lo que durara esa noche. Se sujetó con firmeza a mis bragas, con la misma mano con la que se empuña un escudo. Y, como si toda la fuerza se reuniera en una sola mano, como si esa mano, ahí, en mis bragas, lo protegiera en sus sueños, dejó yacer su cuerpo dormido junto al mío, tierno y dócil, ajeno a la tenacidad con la que su mano se amparaba en el fino encaje. Gabriela Collado
Dicen que "el diablo habita en los detalles" por eso re invito a recuestionarte creencias, religión y mandatos para pensar de un modo más beneficioso para ti.
Los muebles de la casa en la que vivo no los elegí yo y tampoco sé quien lo hizo ni por qué; pero sí elegí algunos, principalmente los de la habitación en la que duermo, sueño, me confieso mis penas y mis deseos más íntimos, me visto y me desvisto y, a veces también, estudio, trabajo, como y hablo por teléfono. Los muebles de este cuarto son antiguos; los compré en distintos rastros de la ciudad, menos uno, que estaba en la casa de dos viejitos que murieron y su hija lo anunció por Internet. Cuando fui a buscarlo me regaló un cuadrorelieve de un ángel que puse junto a los míos. Podría haber comprado esos muebles suecos que te traes en el bolsillo y luego se despliegan en ciento cincuenta partes como los objetos del bolso de Mary Poppins, en cambio, me fui al galpón que está frente al cementerio, cruzando el río, donde se recuperan las almas perdidas a golpe de lija, barniz y frases de la biblia. No sé a quien pertenecieron ni sé que historias traen consigo y también me he reprochado el no saberlo y andar metiendo cualquier energía en mi espacio más íntimo, como tal vez hiciera con algún hombre. En una ocasión, alguien me dijo que éste, mi santuario, le recordaba a la casa de infancia de su pueblo. Tal vez es eso lo que he construido entre estos muros y una ventana, un rincón para contener a mis ancestros y sentir que una familia me precede y supo guardar algo para mí. Eso pesa mucho ahora, así dicho. Así que suena más romántico el querer recuperar retazos de otras vidas en las que fui feliz para recordar en ésta el camino. Y, si me miro al doble espejo que adorna las puertas del antiguo armario, puedo verme vestida de largo y encorsetada hasta perder el aliento y haciendo que alguien más lo perdiera al verme. Lo cierto es que estos son los únicos muebles que aún no se han roto, igualito que algunos sueños persistentes que también ya vienen de lejos. Yo sé que lo de los muebles tiene mucho que ver con mi alma, vieja nostalgiosa que impone sus condiciones cuando estoy distraída. Todavía tengo que concederle un par de caprichos con los que me insiste desde cuando las velas me cabían en la tarta: África y México. ¿Y si tuviera que ver con los muebles? Creo que esta noche voy a meterme en el armario, con suerte, aparezca en la versión Maya de Narnia. Gabriela Collado
Transcurre la vida, sin filtros. Huelo la hierba recién cortada tras una noche de lluvia y voy a preparar café. ¿No será demasiada embriaguez perfecta para tan poca mañana? Después de un sueño imperfecto por culpa de un desesperante anhelo sin filtros en mi cabeza, con el cuerpo hecho nudos por aquí y por allá, las ojeras de todos mis antepasados reunidos bajo mis ojos, el pelo anidando pájaros imaginarios y los párpados reclamando su autonomía, tiro de mí misma hacia lo que queda del día, que transcurrirá sin filtros ni preavisos y, a veces, sin demasiada clemencia. No hay tiempo para preparar la vida porque la vida es el mismo tiempo, que ignora nuestros inútiles rituales a cambio de su compasión. Cronos castrando a Urano, el tiempo que aplasta lo imprevisible, ese anhelo de libertad que los humanos guardamos tras el sueño del libre albedrío. Cronos temido, incomprendido, despreciado, sigue entregándonos el regalo más valioso de este mundo, el tiempo. ¿Quién puede engañar a este leal hijo de Gea? No hay escondite libre de él, pero sí hay una perfecta vida sin filtros. Sin filtros en el cuerpo, sin filtros en la lengua, sin filtros en los ojos, sin filtros en el corazón. ¡Qué bastarda ignorancia no reverenciarle, no hacer digno su presente constante! ¿De qué te proteges pequeño humano? ¿Puedes esconderte del tiempo? ¿Acaso puedes burlar al amor? ¿Qué te asusta tanto alma mía? Te destrozas las manos queriendo asir lo inasible. Es verdad, el tiempo como como concepto asible en sí mismo no existe pero, no te engañes con artimañas de tu mente, porque existe en tanto que es sostenido por la emoción que pretendes burlar. La vida siempre fue mejor sin filtro, a vértigo puro de enfrentarse a uno mismo a cada instante. No te escondes del tiempo, amor mío, te escondes del reproche de abandonarte a ti mismo, del miedo a no reconocerte. ¿Quieres saber la verdad? Aún puedes hallarte si quitas todos los filtros. Sí, hay tiempo. Es tu regalo. ⚜ Maga Recomiendo muy especialmente la serie Mare of Easttown,.principalmente por el papel protagonico extraordinario de una Kate Winslet sin filtros. ¡Humana! #KateWinslet #MareOfEasttown #maga #amor #tiempo
Entonces ella dijo, "es feo con entusiasmo" y yo, que siempre encuentro lo bello en cada cosa, me quedé pensando un rato largo. Y volví a la frase, volví una y otra vez: "es feo con entusiasmo", como esos pueblos que parecen una melodía desentonada, como cuando aprietas la tiza contra la pizarra o el cubierto contra el plato. Es que hay cosas que dan dentera. Pero la belleza, no supe qué decirle, porque traigo la persistente manía de hallarla en casi cualquier cosa. Creo que fue una cuestión de supervivencia, un modo de poder acomodar la carga tan oscura y asquerosa que se me echó encima en la infancia... y después. Entonces, la belleza se convirtió en un modo de mirar y la fealdad sólo era un instrumento desafinado. Es decir, ¡que tenía esperanza de aspirar a la belleza! ¿Ves? Ya estoy otra vez con mi porfía. Hace unos días le hablé a alguien sobre mi fascinación con la historia del Titanic. Antes de continuar quiero decirte que mi atracción no tiene nada que ver con la película de James Cameron; viene de mi adolescencia, cuando leí la historia por primera vez, seguramente, en la sección cultural de algún periódico de los '80 y, desde entonces, todo lo que hiciera mención al gigante de la White Star Line lo devoraba con absoluta fascinación. Por cierto, fascinar no sólo es de gusto, es una impresión muy fuerte y eso hizo conmigo el Titanic, impresionarme; más adelante te contaré por qué. Pero continúo, él me preguntó: "¿te fascina una historia en la que murió un montón de gente?" Ahí me di cuenta de que casi siempre me sorprende que el otro no vea la belleza en donde yo la veo, pero insisto, es un modo de mirar. Lo pude comprender, ¿quién sería capaz de unir fascinación y muerte en una misma idea? No, no me fascina la muerte, ni mucho menos; no en la medida de su pregunta. Me fascina la historia de un coloso extraordinario, el más grande, el más lujoso, el primero, el más pensado, el más de lo más que, ¡zas!, en su primer recorrido se hundió porque algo que estaba allí, escondido en la oscuridad, silencioso y, en apariencia, más pequeño, "supo" herirlo exactamente en su único punto débil y enterrarlo en el fondo del océano para siempre jamás. Me fascina porque, de algún modo, es la historia de la soberbia humana, "fea con entusiasmo", ¡mira por dónde va encajando la frase! Tal vez por eso me la pasé buscando mi punto débil. Tal vez por eso descubro muy fácilmente el de los demás. Pero disto mucho de ser un frío y despiadado témpano capaz de usarlo en su contra. Si lo fuera, no insistiría en hallar la belleza aún en donde ha de hacerse mucho esfuerzo. Como en lo que está pasando, en la mentira, la injusticia, la maldad y el reggaetón. Esas son, para mí, las cosas "feas con entusiasmo" o, como se dice por aquí, feas de cojones. Gabriela Collado (Cualquier parecido con la realidad actual es mera coincidencia).
La casa de mi abuela era oscura. De mi abuela oscura. Así y todo, tendría más claridad que su pasado. Mis dos abuelas buscaban a dios todas las noches, durante un rato largo. Oraciones más infinitas que el rosario. Supongo que les salía más seguro que buscar al hombre. Mi abuelo se murió sin saber la suerte que tuvo. Y se murió en mis brazos. Mi abuelo oscuro, que no estaba con la abuela oscura, si no con la otra. No me malinterpreten, lo de oscuro no es despectivo, es como yo veía su alma. Mi otra abuela era de colores inconmensurables, pero a menudo los escondía y creo que sólo sus nietos éramos capaces de abrir esa caja. Mi otro abuelo, el de mi abuela oscura, cuentan que era luminoso, bondadoso, generoso y cualquier oso que se le agrega a una muerte demasiado temprana. Me he preguntado muchas veces por qué los oscuros han tardado más en morirse. Temas de justicia divina que no alcancé a comprender. Karma o salvación. Sólo ellos lo saben. Al final, cada uno acaba siendo en la historia lo que hizo con su gente. Porque los que quedan hablan, no cuentan la verdad, cuentan la suya con ellos. Así que uno va armando a los ancestros como si fueran un rompecabezas o un cuadro de Picasso. Mi abuela de colores inconmensurables hizo para mí muchas cosas inolvidables, pero hay una que ahora, con los ojos vividos (no vívidos, aunque también), con todo lo que he visto, sobresale. La última Navidad de la década del 70, mi abuela, la de colores, fue la única que lo entendió todo sobre mí. Será por lo que dicen, que nos gestamos en nuestra abuela desde que ella gesta a nuestra madre, que siempre supo leer a través mío. Compró para mí un cochecito deportivo de color verde, de esos con los que jugaban mis hermanos y no me dejaban tocar. Lo hacía a escondidas, cuando no estaban en casa. Apartaba la licuadora de plástico y jugaba a que atravesaba calles, ciudades y pueblos. Mi abuela de colores lo vio. No encontró otro modo para liberarme, para liberarse a sí misma, tal vez, que comprándome un Corvette verde. Hubiéramos sido Thelma y Louise mi abuela y yo. Sabía que las dos necesitábamos huir, porque éramos las dos únicas que lo queríamos. Las únicas dos que veíamos la jaula. Estoy segura de que nadie más se dio cuenta de la magnitud de ese regalo. Mis hermanos se agolparon sobre mí en la cocina de mi abuelo oscuro y mi abuela de colores, para mirar mi Corvette. Lo querían. Nunca se los presté. Mi Corvette era mucho Corvette para que ellos lo entendieran. Además, si se los dejaba, hubiera perdido su sentido. Mi alma viaja en Corvette con mi abuela. Ya nos hemos liberado la una a la otra. Ahora sí. Gabriela Collado
Me lo dijo, hace muchos años, uno de esos maestros que tienen la misión de transmitirte un mensaje, no de cualquier manera, sino cerciorándose de que te llegue, de que lo sientas, de que lo guardes aunque no vayas a comprenderlo hasta pasado mucho tiempo. Me lo dijo uno de los más grandes maestros que me puso la vida por delante. Aunque todos lo sean, unos lo son más que otros. Los que te aman, los que te ven, no solo lo que muestras, si no más allá, lo que no dices, tu potencial de oso aunque te creas hormiga. Me lo dijo como dejándolo caer con el agua del mate sobre la yerba, como quien habla del tiempo y el calor que hará mañana y lo que tiene que hacer el lunes. Me lo dijo y lo repetí para otros, como enseñando y, así, lo iba grabando para mí, en mi consciente y mi inconsciente, en el hipotálamo, en el ADN, en las generaciones pasadas y futuras de mi árbol genealógico, en todos los cerebros para la humanidad venidera. Lo repetí, lo repetí, lo repetí. Por la boca, por donde mueren los peces, por donde vive el espíritu, por donde crees y hacemos conjuros y perjuramos y expresamos lo que somos. "Te lo dije", repiten algunos desde la soberbia, después que te diste la hostia, mil veces. "Ti li diji" "leru leru", listo, más que lista con su dedo largo. Pero él no. Me lo dijo y esperó, es lo que hace el amor y la vida, te espera sin burlarse, sin juzgarte, como la madre al otro lado del pasillo cuando aprendes a andar. Como quien planta la semilla y sabe que estará bajo la tierra madurando, tomando forma, ejerciendo la resistencia y afrontando cada "puñetera" inclemencia del tiempo. En su tiempo, en su momento, cuando todos los planetas se alineen... ¡uy, como ahora! ¡Calla! No cualesquiera, los suyos, los propios. Me lo dijo. 5 palabras a las que tuve que ir moldeando y dando fuerza, sentido, mucho sentido, hasta que pudiera comprenderlas realmente; hacerlas carne, como dijo el Maestro, el otro, con mayúsculas. Me lo dijo y se fue durante años, décadas, en silencio, haciendo mutis por el foro. Pero mutis total, para siempre y para no irse nunca más. Y ahí quedaron las 5 palabras como el enigma más importante a descifrar en toda tu vida, como los criptogramas del Código Da Vinci, como los crucigramas de mi padre. 5 palabras horizontal: la respuesta en el próximo Reader's Digest. Me lo dijo. "Amar es soltar el control". Gabriela Collado
¿Cuando vas a dejarte sostener? ¿Cuánto confías en que serás sostenida? ¿Cuánto en que serás amada? De mis conversaciones con Dios, mi amoroso Padre.
Soy hecha a la antigua. Para mí la palabra es sagrada. El que la recibe y el que la da, también. Creo en los pactos de ojos, de manos, del corazón de la gente buena. La gente buena que asiduamente ha sido la más golpeada. Cada cosa que digo es verdad, lo es para mí. Jamás ensuciaré mi lengua, mi mente, mi esencia con el sacrilego de una mentira. Por eso no me asusta la verdad. Cruda y profunda. Ni las tripas, ni los huesos, ni la mierda real de los miedos. A la cara, de frente, humana. La verdad, la tuya. Sí me acojona el engaño. Mucho. Está lleno de cobardía y con ganas de erigirse proyectil contra cualquiera. Y sé por qué acojonarse. Créeme. La mentira es el peor veneno de todos. Igual creo. Ahora más en mí. Y siempre voy a creer en vos y prestarte mis ojos para que vos también te creas. No creo que haya otro modo de mejorar el mundo. El que somos. Créeme. Creámonos. Creemos. Creémonos. Un mundo se desmorona, pero sigue habiendo ojos transparentes en los que sostenerse. Saber que este juego no ha sido puro cuento. No creas que no me duele la gente. Pero tengo un bunker al que llamo templo. Ahí regreso como a un útero, tomo aire y vuelvo a salir allí afuera, sin que nadie se dé cuenta de qué estoy hecha. Pocos. Muchas veces he sentido que nací en una época equivocada. A veces porque me adelanto a los tiempos. Otras, me quedo atrás, oliendo a la colonia de mi abuela. Soy rara. A veces no me soporto. Un volcán en erupción. Pero, ¡maldita sea! ¡Nunca! ¡Nunca, hubo nada que me quitara las ganas de amar! Ahora me enjugo las lágrimas. Me tomo un mate. Y abro la puerta, cagada de miedo, pero sonriendo, una vez más. Gabriela Collado
Lo que digo es que todos somos un poco tarados. Si viviste y te pasaron cosas, tenes taras. El otro tiene taras. La vida te va dejando arañazos, moretones, algún corte... sí, también besitos, pero esos no te taran. Somos un outlet de taras, porque somos humanos y, hasta esas taras nos definen. Decime sino, ¿cómo íbamos a aprender el amor incondicional? No sé a qué mente brillante se le ocurrió que había que alcanzar algún grado de perfección antinatural, inhumana. Y ahí vamos, taraditos, sin amarnos por imperfectos. Sos perfecto para lo que sos, sos un humano perfecto, sos perfecta para él, él es perfecto para estar con vos, somos perfectos para compartirnos con los que son perfectos para recibirnos. Decía mi mamá que siempre hay un roto para un descosido. Pero a mí me decía que nadie me iba a querer con mi carácter de mierda. Yo no tenía ni roto, ni descosido, ni remiendo que aguante. ¡Mentira cochina que te cuentan cuando no haces lo que ellos quieren! (Igual te quiero mami, que vos también tenías tu tara). Así que toda mi vida me pregunté ¿por qué no puedo ser quien soy y que aparezca alguien que adore eso? Mirá, no siempre nos vamos a caer bien en todo, todo el tiempo. ¡No existe eso! Voy a hacer cosas que no te gusten, el otro la cagará en algún momento. Y eso es perfecto. Porque nos podemos seguir amando aunque no nos guste todo. Claro... (acá viene el pero) siempre y cuando la tara del otro sea manejable y no te destruya, obviamente. Pero taras tenemos todos. Así que no te comas el coco con las tuyas ni busques que el otro no las tenga, sólo ocúpate de que puedas con eso, que te despierte ternura incluso. Y que cada cual atienda su tara y el que no una prenda tendrá
Carta de Amor..., a mí. ¿Qué sucede cuando amo a alguien y ese amor no es correspondido? ¿Qué hacer cuando nos vemos implicados en medio de una relación que nos daña más que ayudarnos a expandirnos? La siguiente carta es un ejemplo de lo que sucede cuando una persona decide no abandonarse a sí misma por una relación (mal llamada amor) en la cual no es bienvenida ni tenida en cuenta. No se trata de no amar al otro, sino del resultado de amarnos a nosotros mismos, lo que nos ayuda a no abandonarnos y a amar lo que es como es, sin intentar forzar las situaciones, ni a las personas, ni a nosotros mismos, para encajar. Amado, Te amo profundamente y puedo hacerlo porque me amo profundamente a mí. Es por eso que he decidido no seguir comunicándome contigo, porque la emoción que siento cada vez que te acercas interrumpe el libre fluir en mi propia vida, puesto que no hay una creación conjunta, no hay un compartir. Ceder por amor no es ceder la propia vida, no es en ningún caso abandonarse por otro. Si yo no me abandono nadie lo hará. Eres digno y soy digna de un amor completo, nada menos que eso. Nadie podrá impedir que suceda aquello que deba suceder. Aunque uno se esconda o lo aparte. Es por eso que no hay que hacer nada para que las cosas sucedan pero tampoco dejar de hacer por esperarlas. Todo cuanto hemos venido a hacer aquí es a vibrar en amor, vivirlo todo y disfrutar, jugar y ser felices. Deberíamos reaprender la claridad de los niños, sinceros, directos. Principalmente ser claros con nosotros mismos, con lo que sentimos y lo que queremos, para poder serlo con los demás. No renuncio al amor que siento, sólo me aparto de las situaciones que me llevan a abandonarme a mí misma, a olvidarme de mí. Nuestro desafío más grande es aprender a soltar aquello más amamos, más allá de los propios intereses. Comprender que tienen un camino y una experiencia por hacer y que nuestra presencia y nuestro egoísmo, muchas veces, les interrumpe su felicidad, su aprendizaje y, por lo tanto, el nuestro. El desapego es permitir que cada uno viva su experiencia. Procurar la felicidad del otro (aun cuando ello implique hacernos a un lado) es procurar la propia felicidad. Nadie puede ser feliz estando donde no lo aman. Y, si así sucede, será el reflejo de la falta de amor hacia sí mismo. Un círculo vicioso y absurdo. La claridad aporta luz. La diferencia entre lealtad y obediencia es que la primera mira hacia el espíritu y la otra hacia el ego. El espíritu entiende de excelencias, no de perfecciones. Ya no espero nada, todo lo entrego, lo suelto. Es decir que lo espero todo pero no soy yo la que lo decido. Lo que si deseo es que sepas respetar esta decisión. Desde el amor que a ti me une… En amor. Cuando nos salimos con la nuestra, cuando le ganamos a otro, en realidad, no ganamos nada, sino que perdemos la posibilidad de enriquecernos, de expandir nuestro conocimiento y que el otro, a su vez, expanda el suyo, de trabajar y cooperar conjuntamente por un objetivo común que nos beneficiaría a todos y no sólo a uno. De hecho si es sólo uno quién se beneficia, no se beneficia nadie, ni siquiera ese uno, que se queda aislado con su ilusión de "ganancia". Darte la oportunidad de enamorarte de ti, no es un gesto de autocomplacencia egótica, ni es para distinguirte, si no para comprender mejor al otro ser humano con el que convives y compartes, para desarrollar la empatía, para compartir el amor que en realidad ya eres sin necesidad de poseer a nada ni a nadie, para derramar sobre el mundo los dones particulares que has venido a ofrecerle y con ello a ofrecerte a ti mismo a través de los demás. Hoy te amo y te libero, hoy me amo y me libero. Gabriela Collado
Muchas veces, cuando la mente quiere entender algo, lo destruye. Nadie llega a la verdad intelectualmente. La verdad se descubre haciéndose añicos, revelando de qué átomos estamos hechos, reordenando las partes, llorando los pedazos perdidos y creando del barro los nuevos. Uno ama amando no fantaseando sobre el amor. No es la idea del amor la que nos transforma, es revolcarme dentro, tocarlo y dejarme tocar, el vértigo y el pavor de soltar cualquier forma, necesidad, seguridad, creencia. Es decir sí a las ganas de estar vivo. Solo puedo sentir la vida traspasando a través de mí cuando amo y me dejo amar. Ninguna vida merece vivirse con miedo. Finalmente, sólo soy cuando soy amor. ⚜ Maga evolucionpersonal.org
Puedes leerla en mi blog gabrielacollado.blosgspot.com
Cuento de Clarissa Pinkola Estés recogido en su libro Mujeres que Corren con los Lobos.
Hay cosas que son tan bellas que duelen. En serio. Esbozo una sonrisa, no sin cierta condescendencia, cada vez que alguien usa la palabra amor como si fuera un pasaje al País de las Maravillas. El amor más hermoso que he conocido me ha raspado hasta los huesos, me ha roto y vuelto a recomponer, me ha dejado llorando, aún lágrimas de un dolor dulce, me ha revolcado durante días en mi propia oscuridad, me ha mostrado la belleza del miedo del otro que se desnuda vulnerable frente a mi, me ha dejado sin respuestas, a veces sin preguntas, muda y deshollada, me ha hecho resollar aceptación, me ha vuelto rebelde e impertinente, me ha arrojado al hoyo de la humildad más absoluta. El amor duele. Entiende lo que digo. El amor, el de verdad, es una sacudida de luz tan enorme que no puede si no descubrir tus propias miserias, tu soberbia, tu vana ilusión de control. El amor te eleva a la mejor versión de ti mismo, aunque sea durante un instante; suficiente para que regresar a tu pequeño trozo de vida ordenado duela que te cagas. ¿Qué digo? Duele casi a morir. Duele si no te dejas atravesar por él, si no te transformas con él. El amor, el real, es tan jodidamente verdad, que te deja aturdida, alelada, carajeando con tus ingenuos argumentos inservibles. Quieres correr desesperada, refugiarte en lo de siempre, camuflarte con un maldito árbol, pero el amor, el condenado tsunami del amor, ya te tocó y todos los arcoíris en los que habías creído hasta ahora se volvieron grises comparados con su resplandor. Esa luz que está en sus ojos, en sus palabras, en su tacto, en el aire que lo envuelve. El amor te llama, te renace, te reinicia, pero no negocia con tus intentos de encajar tus miedos. Más los quieres colar, más duele. Y sí, si has visto su rostro nunca volverás a ser igual. Tan luminoso eres que te asustas de ti mismo. Eso hace esta fuerza tremenda. Te rompe entero, te arrastra, te destroza, te aniquila, te mata... a ti no, a tus mentiras. El amor te empapa gota a gota o en diluvio. No puedes negarlo. Nada hay más real que lo que te moja. El amor solo quiere de ti una cosa: ama. Gabriela Collado
Entre otras cosas, en el encierro, veo mi jaula de oro. Cuantos lujos me acorralan. ¡Soy tan rica! Tengo agua, luz, techo, una cama... Y me aprisiona mi cuerpo. Me duele, me pica, se cansa, se enfada, se agobia, se asusta. No puedo salir. No puedo escaparme. ¿De qué? De mí. Y a lo mejor es que tengo que aprender a convivir conmigo. Quedarme sola para no poder culpar a nadie. Vivir este duelo de ver deshacerse frente a mi todas mis falsas seguridades. Porque sólo lo real permanece y es eterno. Pero soy un ser humano y no puedo rechazar las cuencas oscuras de mi cuerpo. La sombra que dejo al andar, no se borra. No, si quiero vivir el sol. Soy un ser divino que tiene que convivir con mi humana. Sólo la humana anda disputando reinos porque se creyó que su jaula es todo el mundo. A lo mejor es hora de que mire a la humana que soy, algo más compasiva, como una madre que ama. No espero que cambies. Te miro y acepto reconocerme en mí, en ti. Humana, siempre divina. Si duele, que duela. Si pica, que pique. Si cansa, que canse. No espero que lo cambies, camino a tu lado. Ven, quédate a mi lado mi niña pequeña. Ven y deja que vea tu berrinche, que me refleje en tus lágrimas. No pretendo que sanes. No estás enferma. Eres un ser que siente. Una expresión que dirige su pensamiento por el camino que decidió transitar. Me quedo contigo. A tu lado. Soy alma, espíritu y fuego. Soy tu, contigo, humana. Te amo, me amo. Sé. ⚜ Maga Gabriela Collado
Nos han preparado para lo mediocre y asesinado la belleza, tanto, que nos cuesta creer que el paraíso es posible aquí y ahora. ¿Cuántos aman realmente la verdad? Es más fácil enseñar el pesimismo que el optimismo. Es más fácil convencer del miedo que de la eternidad de la vida. Veo lo que creo que es verdad, no la verdad. Cuántos maestros ignorados y asesinados porque me resulta más cómodo lo mediocre. Se me acomoda mejor la ignorancia colectiva. "Mal de muchos, consuelo de tontos." Inspirar es tomar aire. Inspirar es volver a nacer en cada instante. La inspiración es beber de la fuente original que me da vida. ¿Qué me inspira? ¿Para qué vale la vida respirar? Es difícil respirar en un mundo que quiere dejarte sin aire. Que te reprocha si quieres más. "¡Con qué poco nos conformamos!", me decía mi madre, como si fuera meritorio. Quiero la excelencia de Dios, su belleza, su abundancia, su amor, su presencia, su aliento absoluto. Está ahí para mí, para ti, ahora. No vine a estar muerta. Vine a expresar su grandeza. Yo Soy Él. Yo Soy Eso. ¡Eh! ¿A dónde vas? ¿Quién te has creído que eres para pensar por ti misma? ¿Para pedir lo mejor? Aún no hemos comprendido la hondura de su enseñanza. Y, así, seguimos asesinando al mensajero porque no tenemos el valor de revelar en nosotros el poder de su mensaje. Nos convertimos en el brazo del dictador que nos somete para callar al otro, para seguir dormidos. ¿Qué así duele menos? ¿Por qué compras dolor? ¿Quién va a prepararnos para el Amor? Gabriela Collado
En tiempos oscuros, tengamos el talento suficiente para arriesgarnos a volar en la noche como los murciélagos. En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente sanos como para vomitar las mentiras que nos obligan a tragar cada día. En tiempos oscuros seamos lo suficientemente valientes como para tener el coraje de estar solos y lo suficientemente valientes como para arriesgarnos a estar juntos. En tiempos oscuros seamos lo suficientemente maduros como para saber que podemos ser compatriotas y contemporáneos de todos los que tienen voluntad de belleza y voluntad de justicia, porque no creemos en las fronteras de los mapas ni del tiempo. En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente tercos para seguir creyendo contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena. En tiempos oscuros seamos lo suficientemente locos como para ser llamados locos. En tiempos oscuros seamos lo suficientemente inteligentes como para ser desobedientes cuando recibimos órdenes contradictorias con nuestra conciencia o contra nuestro sentido común. .............Eduardo Galeano.
Nos enseñaron a aceptar nuestras condiciones con resignación a fin de mantener el status quo. Nos inculcaron sostener estructuras que nos hacen infelices, a costa de sostener a todo un sistema. El individuo desaparece, no en pos del beneficio colectivo, sino de la resignación mutua que se pasea indolente por las calles grises. No nos enseñaron a incluirnos en el bienestar. ¿Soy feliz? ¿Es aquí donde deseo estar? ¿Tiene sentido sostener una infelicidad personal en sacrificio de un sistema mayor? Me sacrifico, muero en vida, me anulo para que la rueda indolente de lo establecido no se detenga. ¿Qué sería lo otro? ¡Egoísta! Te gritan cuando dejas de darles lo que esperan de ti. ¿Sabes qué? Ojalá no te debas nada, a ti. No importa si lo que te hace feliz no es lo que yo quiero. Importa que estés en aquel lugar donde puedes ser tú en tu máxima expresión y expandirte. Me dirás ¿existe eso? ¿Se puede realmente? ¿Quién lo ha conseguido? Creo que se puede y, si aún no del todo, al menos es a lo que deberíamos aspirar. Lo contrario es fomentar una sociedad de frustrados, tristes, infelices. ¿Quién puede dar calidad a los que ama si no es capaz de desplegar su ser para dar su mayor luz? Ojalá no te debas nada, para que puedas darlo todo sin abandonarte. El sacrificio es hacer sagrado lo que tocas, no apagarte para que otros puedan estar tranquilos. ¿Crees que Jesucristo se anuló? Creo que si lo hubiera hecho se hubiera quedado en un lugar cómodo en donde no fuera perseguido. Por suerte para la humanidad, derramó todo su ser y su luz sobre esta Tierra. Alguien me preguntó cuándo se le pierde el miedo a la muerte. Cuando no te debes nada. Pero para eso debes saber quién eres. ⚜ Maga
Se sumergió conmigo en lo profundo y no tuvo miedo de tocar el dolor. Éramos capaces de nadar entre las sombras como los peces en el estanque. Y luego reír a carcajadas en la luz que se creaba cada vez que estábamos juntos. Alguien así no aparece de la nada. Tiene que ser un pedazo de tu alma. Creo que nos reconocimos en nuestras grietas. Que podíamos posar el dedo en la parte quebrada del otro como si fuera la nuestra. Sin provocar mas dolor. Con absoluta reverencia. Creo que supimos ver al dios que descansa en el centro numinoso del otro y amar al humano. Arder juntos en cualquier tipo de intensidad. Y aún así fuimos conscientes del mundo. Pero el nuestro llegó a ser perfecto por momentos o extraordinario. Alguien así no se va nunca. Conoces su verdadero nombre. Conoce el tuyo. Es tan puro que no puedes no llamarlo amor. ⚜ Maga - Gabriela Collado
¿Pedirías lo que esperas? Reflexiones sobre la abundancia e e marco del taller Empezar a Vivir...