En este podcast el equipo de Arca Análisis Económico comparte las reflexiones que se publican semana a semana en el blog de la compañía desde hace más de una década. El autor de los artículos es el profesor Carlos Jaramillo, quien es especialista en Finanzas Corporativas, Portafolios de Inversión y Empresas Familiares.
La prensa económica de las últimas semanas se ha ocupado extensamente de la insolvencia de Evergrande, el segundo desarrollador inmobiliario de China. Aunque el caso es muy relevante para entender en qué situación se encuentra el mercado de renta fija del gigante asiático, también lo es porque es un reflejo de la necesidad de generar cambios profundos en la economía nacional que deberán ser promovidos por el Presidente Xi JinPing. La implantación de un modelo de crecimiento basado en un mercado de consumo obliga a: generar actividades que llenen el espacio que hoy en día ocupa sector construcción, que representa el 29 por ciento del PIB chino; desapalancar financieramente la economía sustituyendo deuda contratada con los bancos nacionales (que son propiedad del estado) por acciones; crear un modelo de ingresos para los municipio basado en el cobro de impuestos y no en la venta de terrenos ; implantar un robusto marco regulatorio para los mercados de capitales. Si los cambios no vienen rápidamente situaciones como las de Evergrande se repetirán frecuentemente.
Los bancos en la sombra (Shadow Banks) son instituciones que ofrecen servicios similares a los de la banca comercial, pero al no captar recursos del público a través de depósitos a la vista, cuentas corrientes y de ahorro, no son considerados bancos y por tanto no se les trata como tales. La ola más reciente de proliferación de bancos en la sombra ha sido producto del crecimiento del sector de las criptomonedas, representado por los llamados cripto bancos. Estas instituciones no pueden crecer aisladas de los mecanismos de control del sistema financiero. Sin embargo, todavía no existe un marco regulatorio que se ocupe de ellas. Por el bien de los consumidores esta situación de ambigüedad debe ser resuelta sin afectar el desarrollo un de un sistema de pagos digital emergente.
Gary Gensler, el nuevo Presidente de la Comisión Nacional de Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) tiene entre sus manos un tópico muy caliente: evaluar la pertinencia de permitir que los bancos de inversión reciban comisiones de los intermediarios bursátiles por colocar a través de ellos las operaciones de compra y venta de valores de sus clientes. Gracias a esta practicas hoy es posible, en EE.UU., comprar y vender acciones sin que los clientes finales paguen comisiones transaccionales. ¿Exceden los beneficios de este nuevo modelo de negocios los costos asociado a un claro conflicto de intereses? La respuesta a esta pregunta marcará la agenda de trabajo de la SEC en los próximos años.
Poner fin al Quantitative Easing, el experimento macroeconómico más importante de los últimos veinte años, genera angustia entre los banqueros centrales y los inversionistas institucionales por igual. El Banco de Inglaterra, innovador en la aplicación de herramientas de intervención en los mercados financieros, será el primero poner fin a este programa, bajo la mirada atenta de sus pares de los países desarrollados y los miembros de la comunidad financiera. En esta columna se describe como los ingleses piensan llevar a cabo este proceso.
Hace pocos días la unidad de investigación de BlackRock, el gestor de fondos por cuenta de terceros más grande del mundo, publicó un reporte en el que recomienda incrementar, en los portafolios de inversión internacionales, la participación de acciones y títulos de renta fija emitidas por empresas chinas. Al invertir en China debemos tener claro que esta nos es otra economía grande. Las tensiones geopolíticas, y las agendas del Partido Comunista Chino pueden tener impactos altamente negativos en los portafolios de acciones de oferta pública, pero también la posibilidad de generar grandes retornos. Invertir en China no es para todo el mundo.
Las Finanzas Descentralizadas (DeFi) ofrecen la posibilidad de replicar servicios financieros ya existentes usando criptomonedas y la tecnología de cadenas de bloques (blockchain) para reducir la presencia de intermediarios y los costos asociados a su actuación. Pero así como traen beneficios generan nuevas formas de riesgos que deben ser conocidas y controladas. Aunque las DeFi son todavía plataformas incipientes, pueden en un futuro no tan lejano representar un porcentaje importante del sistema financiero mundial, por lo que se requiere estudiar en detalle su evolución para prevenir o acotar posibles crisis sistémicas.
En los días siguientes a su salida a bolsa las acciones de Robinhood se han comportado como las clásicas acciones meme que han ayudado a popularizar. Un seguimiento cercano al comportamiento de la empresa nos dará grandes lecciones sobre el proceso de democratización del mercado accionario estadounidense.
Hay regulaciones del gobierno chino que impiden a los inversionistas extranjeros ser propietarios de empresas consideradas estratégicas. Cuando los retornos potenciales son tan prometedores, los banqueros de inversión buscan la forma de dar la vuelta a las restricciones, de allí que se crease un vehículo de inversión llamado Variable Interest Entity (VIE), para beneficiar a los inversionistas extranjeros del desempeño de empresas a las cuales no tienen acceso directo. Al ser el VIE una figura jurídica no reconocida por China, los activos invertidos por esta vía pueden ser expropiados en cualquier momento a discreción del gobierno. El gran postulado sobre el cual descansa la estructura propietaria VIE es que el gobierno chino no está dispuesto a correr el riesgo de expropiar 2 billones de dólares de propiedad accionaria sin crear una crisis político-económica de gran magnitud, pero mientras tanto la ambigüedad se mantiene.
El grupo italiano Agnelli entendió desde muy temprano que para sobrevivir a lo largo de los años, los grupos familiares deben poseer un capital de reserva que cumpla no sólo el propósito de diversificar la riqueza de la familia sino también tener la flexibilidad ser reinyectado en los negocios sí hace falta. Al final, los beneficios que acumulan las empresas familiares, se le “prestan” temporalmente a sus miembros quienes podrán devolverlos a las siguientes generaciones, si así lo decidieran.
Si bien la propuesta de un portafolio de inversión único para todo tipo de inversionista va en contra de la idea de que los objetivos de inversión no son universales y en consecuencia tampoco lo son los portafolios que se construyen para lograrlos; no deja de ser cierto que hay algunas estrategias de inversión que podrían funcionar muy bien para un grupo muy amplio de actores, y es para ellos que se busca construir un “portafolio universal” que refleje mejor las distintas opciones de inversión existentes aunque no disponibles para todos los segmentos de inversionistas.
El gobierno chino está dando diversos pasos para que sus inversionistas nacionales puedan adquirir títulos financieros en el exterior. La ampliación de la oferta del menú de inversión facilitará la diversificación de las carteras individuales y creará una válvula de escape para cuando la oferta de instrumentos de ahorro e inversión locales sea insuficiente, evitando la formación de burbujas en los precios de los activos financieros. El acceso de los chinos a los mercados financieros internacionales es una tendencia irreversible, pero tendrá muchas marchas y contramarchas.
El Profesor Mohamed El-Erian sostiene que las valoraciones de las acciones de las grandes empresas internacionales se basan en tres supuestos: un crecimiento sostenible de la economía mundial, la expectativa de que los brotes inflacionarios de los últimos tres meses en EE.UU. son transitorios y la confianza en que los bancos centrales de los países desarrollados continuarán inyectando toda la liquidez que haga falta a sus economías nacionales, a costo cero, y por todo el tiempo que haga falta. De estos tres supuestos, el que más incomoda a El-Erian es el de una inflación transitoria. Si este no fuese el caso, los bancos centrales del mundo desarrollado todavía tienen tiempo de ajustar sus políticas monetarias para evitar un ajuste brusco y recesivo.
La consultora ReD utiliza un marco conceptual desarrollado por el psicólogo israelí Daniel Kahneman para tratar de entender la manera como la personas se vinculan con el dinero. Para ello se habla de dos esferas: la rápida y la lenta. La esfera rápida es la de las transacciones cotidianas, y la lenta se refiere a la acumulación de riqueza en el largo plazo. El segmento de banca de inversión que se dedica a atender a las personas naturales ha ido afinando su discurso para incorporar conocimientos sobre estas esferas en el diseño de productos de inversión y en la manera en que sus servicios son presentados a la clientela. Pero aún falta mucho por conocer y hacer.
Con el nombramiento de Lina Khan, una profesora de la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia, para presidir La Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC, por sus siglas en ingles), se abre la posibilidad de comenzar un proceso de revisión del marco regulatorio que supervisa las grandes empresas tecnológicas del país. Sus detractores dicen que trae consigo una agenda populista; quienes la apoyan reconocen que tiene una visión fresca que responde a las nuevas realidades de la economía actual. Para quienes siguen las empresas tecnológicas, entender las propuestas de la Dra. Khan es una materia de obligatorio cumplimiento.
El pasado 6 de junio de 2021 los miembros del G-7 firmaron un acuerdo para homologar prácticas impositivas que con el pasar de los años se volverán el estándar internacional en esta materia. El acuerdo se divide en dos bloques temáticos llamados pilares. El primero de ellos grava a las compañías en los lugares donde operan y no donde estas fijan su domicilio corporativo. El segundo pilar, fija una tasa de impuestos corporativos a nivel global del 15 por ciento. Con este acuerdo comienza una ronda de consultas que pretende nivelar el campo de juego comercial a nivel mundial.
La nueva emisión de derechos especiales de giro que anunciará el Fondo Monetario Internacional durante el mes de junio de 2021 pone a disposición de los países miembros 650 millardos de dólares, que no son requeridos con urgencia por los países más ricos del planeta. En este momento se plantea la posibilidad de canalizar estos recursos entre los socios más pobres para paliar la destrucción que la pandemia ha causado a sus economías nacionales.
La FED apuntala la recuperación de la economía estadounidense ofreciendo abundante liquidez a bajos costos gracias un programa de compra de títulos de renta fija por 120 billones de dólares, vigente desde junio de 2020. Este programa tarde o temprano debe terminar, pero la FED no decide aun cuándo y cómo hacerlo.
La estandarización de productos y servicios está cambiando el modelo de negocios de los segmentos de la banca de inversión que administran las fortunas de clientes individuales y empresas familiares. Es muy importante para los inversionistas entender hacia donde evoluciona esta industria, pues de ello depende el futuro de esta relación de negocios, donde los clientes deben evaluar sí las proposiciones de valor que les ofrecen sus banqueros calzan con sus expectativas de provisión de servicios y costos de los mismos. En este episodio se discuten 10 factores a tomar en cuenta en la relación entre clientes y banqueros de inversión.
A finales de mayo de 2021 sale a la venta el nuevo libro del psicólogo Daniel Kahneman titulado Noise (Ruido), en el cual nos advierte de lo poco consientes que estamos de la gran variedad de respuestas que dan las corporaciones a situaciones de una misma naturaleza, lo que ocasiona grandes inconsistencias y pérdidas económicas no del todo reconocidas. ¿Qué causa esta situación? Pues simplemente el ruido, fenómeno del cual habla esta columna. Kahneman y sus coautores como gran síntesis de su libro, nos regalan un aforismo que deberíamos colocar en un espacio visible, para que nunca olvidemos que no somos infalibles, y este es: donde hay juicio, hay ruido y mucho más del que usted piensa.
El miércoles 28 de abril de 2021 el Presidente Joe Biden presentó al Congreso de los EE.UU. su propuesta de reforma a la estructura de impuestos de su país conocida con el nombre de “Made in America Tax Plan”, la cual cuenta entre sus múltiples objetivos con el de levantar los fondos para cubrir en los próximos años los costos del ambicioso plan de ayudas para hacer frente a la pandemia causada por la COVID-19. Aquellas corporaciones que generan buena parte de sus beneficios gracias a la explotación de activos intangibles (softwares y patentes) serán las principales afectadas por esta iniciativa, por razones que se comentan en esta columna.
Esta semana presentamos el resumen de una pieza titulada How China Lends: A rare look into one hundred debt contracts with foreign governments, publicado en marzo de 2021 por Anna Gelpern y un grupo de colaborados, gracias al patrocinio de AIDDATA, Kiel Institute for The World Economy, Center for Global Development y Peterson Institute for International Economics. El artículo concluye que existen tres rasgos esenciales que diferencian los acuerdos crediticios chinos del resto de sus homólogos internacionales, y estos son: las cláusulas de confidencialidad inusuales; la exigencia de colaterales que controlan ingresos y activos de los deudores; y las cláusulas de cancelación, aceleración y estabilización que les dan a estos prestamistas la posibilidad de influenciar en las políticas internas y externas del país deudor.
Es innegable que en los últimos años las criptomonedas han comenzado a ser tomadas en serio por los miembros de la comunidad financiera internacional. En términos prácticos, esta aceptación significa que próximamente habrá productos estandarizados comercializados a través de mercados extra bursátiles (over the counter) y bolsas de valores, a los que tendrán acceso tanto especuladores, como inversionistas institucionales y personas naturales, siempre que se cumpla un requisito previo: el desarrollo de un marco regulatorio para esta familia de activos financieros.
Siempre que tenemos la oportunidad reseñamos en esta columna los análisis que el economista Mohamed El-Erian (ME-E) hace sobre los mercados financieros internacionales. En esta ocasión revisaremos su posición sobre el rol que deben jugar los inversionistas privados en posibles eventos de insolvencia soberana que podrían suceder como consecuencia de la pandemia.
El pasado 6 de abril de 2021, J. Dimon quien es el máximo líder del Grupo Financiero J.P Morgan Chase dirigió su carta anual a los accionistas de la corporación, donde señaló un conjunto de tendencias que cambiarán para siempre el negocio bancario. La evolución del negocio de los combustibles fósiles, la creciente participación de instituciones no bancarias en los negocios tradicionales de la banca comercial, el teletrabajo y la percepción de los chinos sobre la política estadounidense son elementos clave para entender hacia dónde puede evolucionar el sistema financiero en general.
En esta columna comentamos el uso de los Total Return Swap, que son productos derivados usados por inversionistas institucionales para apostar a la subida de acciones de oferta pública. Vacíos regulatorios impiden a los entes supervisorios calibrar con precisión en qué medida estos instrumentos potencian el riesgo de las instituciones financieras que los ofrecen a sus clientes corporativos. Se usa el caso del fondo familar Archegos para ilustrar el tema.
Los mercados financieros no parecen estar muy convencidos de que es posible lograr un crecimiento económico post pandemia sin un ajuste al alza de las tasas de interés, y como todos sabemos las tasas bajas han sido el pilar de la subida del mercado accionario estadounidense, y en particular de las acciones del sector de alta tecnología. Por lo que la pregunta que flota en el ambiente es: ¿Cuándo suban las tasas que le pasará a la bolsa?
Los cambios tecnológicos de los últimos años han bajado las barreras de entrada para la participación de los pequeños inversionistas en los mercados accionarios. En la actualidad estos actores participan en el 20 por ciento de las transacciones diarias del mercado bursátil estadounidense. El profesor Gregory W. Eaton de la Oklahoma State University y tres colaboradores escribieron en marzo de 2021 un artículo titulado: Zero-Commission Individual Investors, High Frequency Traders and Stock Market Quality, donde evalúan la contribución de estos inversionistas individuales al funcionamiento del mercado accionario, utilizando datos de sus operaciones en el banco de inversión Robinhood, el cual ha estado en el centro de la polémica, pues es una de las instituciones escogidas por estos pequeños inversionistas para ejecutar sus transacciones
Los profesores Donald Langevoort y Hillary A. Sale, de Georgetown University se preguntan porque hay situaciones donde los accionistas mayoritarios no ejercen apropiadamente la función de controlar a los accionistas administradores de las compañías que no cotizan en bolsa. Existen incentivos para dejar de ejercer dicho control que son discutidos en este episodio.
El mediocre desempeño que ha tenido en la última década la estrategia de inversión basada en la identificación de activos subvaluados, conocida con el nombre de Valor, obliga a repensar los principios que la sustentan. Cornell y Damoradan (2021) arrojan algunas luces al respecto.
La hipótesis de los reguladores, y de la sociedad en general, es que si se logran armar grupos de trabajos en las empresas que representen la heterogeneidad de la sociedad, se pueden limitar muchas de las conductas anómalas que condujeron a la Gran Crisis Financiera del 2007-2009. Para promocionar la diversidad, en la última década, los estadounidenses han probado dos vías: la primera de ellas, tratando de incorporar a las minorías al centro mismo de la toma de decisiones, léase juntas directivas; y la segunda, haciendo más costosas las operaciones de aquellas empresas que sean lentas o reacias a promover la inclusión. Esta columna profundiza sobre estas estrategias de inclusión de minorías dentro del tejido corporativo.
Joseph E. Stiglitz acaba de publicar un papel de trabajo titulado Economic Fluctuations and Pseudo-Wealth, donde trata de vincular los cambios inesperados en la demanda agregada con la dispersión de expectativas de los agentes económicos. La pseudo-riqueza, según el autor, no es solo un fenómeno que amplifica el efecto de shocks económicos, ya que puede ser por sí misma una fuente de generación de volatilidad de la economía y debe ser tomada en cuenta al elaborar políticas públicas que afecten la regulación y el funcionamiento de los mercados financieros.
La revelación de información es un tema que siempre ha ocupado la agenda de académicos y reguladores. Y en los últimos años se ha ido exacerbando la preocupación por el funcionamiento de esta actividad debido a la masificación de productos y mecanismos de operación que se les critica por promover transacciones ejecutadas por inversionistas insensibles a los precios de los títulos valores. Surge entonces una pregunta fundamental: ¿Cómo se ven afectados estos mecanismos de revelación de información con los cambios que se han dado en la ejecución de transacciones, y en el diseño de productos como los fondos indizados que cada día son más populares?
La “Regla de Prioridad Absoluta” definida por el régimen de bancarrota estadounidense disuade a nuevos accionistas y acreedores subordinados de invertir en empresas en que enfrentan severos problemas de tensión financiera(bancarrota). Los profesoresAnthony J. Casey y Joshua C. Macey, de la Escuela de Leyes de la Universidad de Chicago, sostienen que dicha regla lesiona los derechos de quienes quieren apostar a las recuperaciones rápidas, aunque poco probable, de muchas empresas afectadas por la crisis económica del COVID19.
El nuevo modelo de negocios de la industria de manejo de activos financieros tiende a sustituir los ingresos devengados por comisiones, por los generados por el otorgamiento de préstamos contra haberes y el cobro de comisiones por dirigir los volúmenes transaccionales a los intermediarios bursátiles interesados en recibirlos. Este modelo emergente de negocios necesita un gran volumen de clientes, lo que ha favorecido la captación de pequeños inversionistas, que no siempre tienen una adecuada educación para incursionar en los mercados de capitales. Aunque la democratización de los mercados financieros es deseable, cuando se hace con inversionistas desinformados puede ser contraproducente.
A nuestro juicio la pregunta más relevante para los mercados financieros es sí el mercado accionario estadounidense está sobrevaluado o no. Y la respuesta viene dada por dos variables, a saber: las ganancias corporativas y las tasas de interés. Sí las ganancias corporativas crecen en el 2021 y los niveles de tasas de interés se mantienen bajos, estas valoraciones accionarias son perfectamente sostenibles.
El pasado mes de octubre los profesores del Departamento de Economía de la Universidad de Harvard David M. Cutler y Lawrence H. Summers, publicaron en el Journal of the American Medical Association un artículo titulado The COVID-19 Pandemic and the $16 Trillion Virus, en el cual realizan un análisis muy descarnado del impacto de la pandemia en la economía estadounidense que incluye no solo el valor de la producción pérdida sino también el de las vidas destrozadas tanto de los que murieron por la enfermedad, como las de aquellos que quedaron detrás.
El profesor Hendrik Bessembinder de Arizona State University y un grupo de colaboradores publicaron un papel de trabajo en 2019 titulado “ Do Global Stocks Outperform US Treasury Bills?”. Al estudiar el retorno compuesto de 62 mil acciones comunes a nivel global, en el periodo 1990-2018, encontraron que el 56% de las acciones estadounidenses y el 61 % de las del resto del mundo tuvieron un desempeño inferior al de una letra del tesoro estadounidense con vencimiento a un mes. La creación de valor neta del periodo para las empresas estadounidenses (resultado de las empresas ganadoras menos el de las perdedoras) fue de 44,7 billones de dólares y fue generado por el 1,3% de las compañías estudiadas.
Este es el segundo de una serie de dos entregas semanales que se enfocarán en aquellos temas donde Donald Trump y Joseph Biden tienen posiciones similares. Una nueva administración con una mayoría endeble, le permitirá al Presidente Biden mostrar hasta qué punto sus habilidades como negociador funcionarán o no en su nuevo cargo. La columna de esta semana se la dedicaremos a la relación de EE.UU. con la República Popular China.
Este es el primero de una serie de dos entregas semanales que se enfocarán en aquellos temas donde Donald Trump y Joseph Biden tienen posiciones similares. Una nueva administración con una mayoría endeble, le permitirá al Presidente Biden mostrar hasta qué punto sus habilidades como negociador funcionarán o no en su nuevo cargo. La columna de esta semana se la dedicaremos a las grandes empresas tecnológicas bajo la nueva administración estadounidense
El 3 de noviembre de 2020 no solo se eligieron el presidente de EE.UU. y muchos miembros de las cámaras de representantes. También se consultó a los electores sobre la pertinencia de propuestas que incidirán profundamente en sus vidas. Las proposiciones 15,22 y 24 sometidas a la consideración de los electores de California, son un muestrario de los temas en que tendrán que alcanzar un consenso los estadounidenses en la próxima década.
El discurso de Jack Ma, fundador del Alibaba Group, es una señal temprana del intento de la sociedad china de presentar una alternativa a la manera occidental de manejar las relaciones económicas. Criticar al Acuerdo de Basilea es apuntar a derribar uno de los pilares de la administración del riesgo financiero de las sociedades occidentales. ¿La alternativa? Un sistema de calificación de la confiabilidad en los individuos basado en la información oculta detrás de miles de transacciones. Un concepto interesante, peligroso y aun difuso.
El pasado 18 de octubre de 2020, Robin Wigglesworth, columnista de The Financial Times, acusaba en su columna semanal a los venerables Merton Miller y Franco Modigliani, padres de las Finanzas Corporativas, de haber dejado como legado las bases teóricas que propiciaron el excesivo endeudamiento que potencia la fragilidad de las empresas en una crisis como la del COVID-19. La pandemia mostró que es necesario pasar de tener empresas con “Balances Eficientes”, entendidos estos como los que potencian las virtudes del endeudamiento, a corporaciones con “Balances Resilientes”, que son más aptos para enfrentar las crisis sistémicas. Lo que aún no sabemos es cómo desarrollar el sistema de incentivos que conduzcan a la resiliencia corporativa.
El impacto de la pandemia en los mercados financieros internacionales puede ser entendido a partir de dos preguntas principales: ¿Cómo se financiaran los planes de asistencias para la atención de la crisis del COVID-19 que los gobiernos de los países desarrollados empiezan a implantar? y ¿Qué oportunidades de negocios ha develado dicha pandemia? En esta oportunidad revisaremos algunas oportunidades de negocios en el sector salud que se han hecho evidentes a raíz de la pandemia.
El impacto de la pandemia en los mercados financieros internacionales puede ser entendido a partir de dos preguntas principales: ¿Cómo se financiaran los planes de asistencias para la atención de la crisis del COVID-19 que los gobiernos de los países desarrollados empiezan a implantar? y ¿qué oportunidades de negocios ha develado dicha pandemia? En esta columna discutiremos como la Unión Europea comienza a tomar medidas para financiar los costos de esta crisis a través del mercado de renta fija denominada en euros.
El PCCH ha creado un equipo de representantes del sector privado para participar en el gobierno de las corporaciones privados con el objeto de alinear sus agendas con la del poder central. Las implicaciones de esta medida en la atracción de inversión extranjera y en las luchas internas de poder deben ser consideradas profundamente por los inversionistas institucionales.
Los mercados de capitales de los países emergentes son como El Dorado de las inversiones institucionales. Una región exótica que ofrece grandes riquezas y múltiples peligros. En general, en ellos no hay piscinas llenas de cocodrilos ni nativos violentos, pero sí pobres prácticas contables, deficientes gobiernos corporativos, expropiaciones, devaluaciones de la moneda local y pasivos ambientales, más o menos ocultos, por decir lo menos. Sin embargo, aquellos que hemos transitado a través de la pandemia, sabemos que hay riesgos inevitables, los cuales los inversionistas deben enfrentar con información y prudencia, ya que en la medida en que la economía se globaliza, las inversiones en los mercados emergentes son una parte ineludible del menú de inversiones.
El pasado 15 de septiembre salió a la venta el nuevo libro de Daniel Yergin, una autoridad mundial en el tema petrolero, titulado “The New Map: Energy, Climate and the Clash of Nations” que analiza los cambios en las relaciones de poder entre los grandes productores y consumidores de petróleo que se darán en un contexto de transformación de los modelos de negocio del sector energético acelerado por el calentamiento global. El autor pronostica que China será el gran ganador de esta partida debido a su posición privilegiada para sacar provecho de las nuevas tecnologías y de la transición energética en general.
Es justo reconocer que en las últimas cinco décadas se han hecho importantes avances en lo que tradicionalmente se ha llamado la democratización de los mercados de capitales, eufemismo para hablar de la incorporación del grueso de la población en el mundo de las inversiones financieras. Como en todos los procesos de democratización, hacen falta reguladores que nivelen el terreno de juego para todos los inversionistas; que protejan a los débiles jurídicos y que eduquen a una población que necesita empoderarse en el manejo de sus recursos en un contexto de volatilidad económica e inestabilidad política.
La reducción del retorno de los títulos valores de oferta publica en los países desarrollados ha obligado a los inversionistas institucionales a incursionar en el mercado privado de acciones, esto ha traído como consecuencia la disminución de nuevas emisiones públicas de acciones y probablemente una caída futura en la rentabilidad de los fondos de capital privado producto de la sobre oferta de dinero invertible.
A pesar de los diversos mecanismos que la Reserva Federal ha implantado para inyectar liquidez en los distintos segmentos de los mercados financieros, aún tiene opciones de asistencia que no ha desarrollado totalmente, estas son: líneas de liquidez para gobiernos subnacionales; préstamos al sector PYME; y el más viejo de todos los mecanismos al alcance de un banco central, el devaluar la moneda local para hacer más competitivo al sector exportador.