Ignacio Marván, Carlos Puig, María Scherer y Jesús Silva-Herzog Márquez se sentarán para analizar de bote pronto los acontecimientos más relevantes semana a semana. Con puntos de vista distintos, desde la academia y el periodismo, discutirán de política, economía, redes sociales y más.
Sheinbaum aceptó que ha tenido que romper su promesa de a echar abajo la Ley del ISSSTE del 2007. Pero no alcanza el dinero. La presidenta no tiene quién le opere. Ni el secretario de Educación ni los gobernadores le ayudan. ¿Quién habla con la coordinadora? La votación que Morena se autoimpuso es muy elevada. Además, hay un riesgo de que la SNTE no contenga a la CNTE y esto puede exponenciar la crisis antes que mitigarla. Esto es un juego de equilibrios y a Sheinbaum le preocupa que puedan romperlos los maestros, si llaman a boicotear o cuestionan la legitimidad de esta elección.
Hay una enorme preocupación por la vulnerabilidad en la que está la jefa de gobierno. Después de los ataques contra Omar García Harfuch, hoy secretario de seguridad, el periodista Ciro Gómez Leyva y los colaboradores de la jefe de gobierno, algo tendrá que hacerse para parar esta violencia desbordada. Este hecho indica un mensaje directo para Brugada y una capacidad letal del crimen organizado, además de una lógica de que el costo va a ser muy bajo. Este mensaje va dirigido a Clara Brugada. En la capital se instaló la lectura de que íbamos muy bien en la ciudad, pero éste es un terrible recordatorio que no puede pasar inadvertido. Pablo Vázquez Ahued, jefe de la policía, identificado con García Harfuch, tendrá que esclarecer las causas y este doble asesinato será un enorme reto para Bertha Alcalde que acaba de llegar a la fiscalía.
Aunque existe un correlato, nadie sabe nada. La presidenta de la República, parece, se entera leyendo la prensa, o las redes sociales. ¿No hay un embajador que tiene años en Washington? ¿Qué ha hecho este tiempo? No se puede gobernar un estado sin tener una relación con San Diego fluida, teniendo en la garita más transitada a una gobernadora que es una persona non grata en suelo estadounidense. ¿No que habíamos domado a Trump? Hay agencias respirándole a Sheinbaum atrás de la nuca. Hay un endurecimiento de las agencias del gobierno de EU. La precisión del golpe al quitarle la visa a la gobernadora y a su marido es neurálgico: ha mandado un mensaje muy claro al que México ha sido incapaz de responder.
Claudia Sheinbaum sacó a su partido una tarjeta amarilla o ni siquiera eso, porque el árbitro ha dejado correr tanto el juego que ya no se puede pedir juego limpio. La presidenta vive en otra dimensión política. Su carta parece haber sido enviada desde el 2011, cuando el partido en el poder era oposición. Se trata de una carta ingenua, porque es brutal la diferencia entre el propósito y lo que ha ocurrido; los morenistas no conciben otra manera de hacer política. Hubo un tiempo en que sí hicieron política de manera distinta, cuando AMLO recorrió el país y tocaba puertas. Entonces, el 80% de la política obradorista era presentable. Ahora la proporción es la inversa.
Sheinbaum y Merino sí querían disponer una nueva herramienta de control. De ahí a hablar de censura es otra cosa, pero la oposición atinó a bautizar la iniciativa como Ley Censura y se armó la polémica. Al obradorismo se le complica lo que quiere y la manera de ejecutarlo. La CNDH y la ley contra el nepotismo son dos ejemplos de ello. Es la marca de la casa. En los primeros 100 días de Trump, Sheinbaum ha mostrado un manjeo de la narrativa que le ha resultado afortunado, pero hacia adentro, el gobierno está lleno de contradicciones y problemas que prometen profundizarse y se repiten los hechos en donde ha perdido el control y de pronto parece un mero espectador. Si bien a la presidenta le ha ido mejor de lo que mucha gente pensaba, México está lejos de haberla librado. Si Trump no obtiene los resultados que quiere, podemos convertirnos en su chivo expiatorio.
El anuncio se regodea en la violencia contra los migrantes, que por añadido, en la visión trumpista son criminales, delincuentes y una basura. Ya la señora Kristi Noem había ido a la mega prisión en la capital salvadoreña, en la que aparece con su uniforme y le da la espalda a personas tras las rejas, y desde ahí envía su mensaje, mensaje que se reproduce ahora en la televisión mexicana. Ella considera infrahumanos a los migrantes y hay un triunfo en esa narrativa en los últimos años: antes, los migrantes eran un problema, estaba mal visto decirles ilegales, pero en cuatro o cinco años triunfó la narrativa que los equipara con criminales.
En el tema arancelario, la libramos, pero muy poco, pero seguimos siendo la piñata de los quick-wins de Trump. El nacionalismo estadounidense exacerbado nos mantendrá en la picota. Frente a un momento altamente complejo, no queda claro qué está haciendo Claudia Sheinbaum. La prensa crítica estadounidense se vuelve propagandística cuando hay guerra.¿Dónde vamos a estar parados cuando esta guerra escale? No cabe duda de que, en el 2026, a más tardar, el TMC estará sujeto a revisión. Y cuando Trump habla de China, habla de aranceles. Querrá armar un bloque solido hegemónico arancelario en contra de China, es decir, que el TMEC nos convierta en un bloque contra China. Es curioso, sin embargo, que en el bloque obradorista hay gente que quiere más a China que a Estados Unidos.
En estos días, se han dado unos golpes espectaculares contra el robo de combustible. Se han asegurado 18 millones de litros en 10 días. En Tampico, la compra venta de huachicol ocurría a vista de todos, población y autoridades, a plena luz del día, desde hace meses. ¿A quién van a detener? Seguramente a un chivo expiatorio, aunque el operativo fue de seguridad federal y eso sí marca un punto de inflexión.
La rebelión ya tiene frentes, expresiones, voces que vienen creciendo, pero el hecho de que se haya dejado llegar hasta donde alcanzó esta polémica es que Morena es muy Morena, aunque les cueste el prestigio, aunque sepulten el llegamos todas que tiene un límite, Félix tiene historia 30 años con peje, pero Cuauhtémoc es un arribista, pero lo protege el manto de Morena. Morena siendo Morena se puede entrever la posibilidad de que se pateé el bote y no se vote, y se demore la misma. La señal que envían es que ni un milímetro. Van a ser consistentes consigo mismo.Kristi Noem, directora de Seguridad Nacional de Trump, estará aquí el viernes. El 31 de marzo, Trump recibirá el estudio que encargó a su equipo comercial sobre aranceles y se disipará un poco la incertidumbre; lo que no se desvanecerá es la frágil situación de la economía mexicana.
López Obrador creía que sacar de la pobreza a los jóvenes y sus familias era una solución paraguas para todos los problemas relativos a la inseguridad, entre ellos la desaparición de personas y los asesinatos y que no se necesitaban soluciones específicas para cada problema. Si el gobierno daba una beca a un muchacho, eso lo alejaría automáticamente del crimen, pero hay miles reclutados involuntariamente, bajo engaños o la amenaza de dañar a sus familias. Sheinbaum le da un carácter individual al problema de los desaparecidos, sin embargo, deberíamos estar hablando de avances, no de correcciones. El cambio de estrategia reconoce implícitamente la ausencia de resultados. El problema es sistémico y federal, pero solo puede arreglarse desde lo local. El problema fundamental es que en el gobierno no conocen como se dan las cosas en el terreno porque no hablan con las madres buscadoras. Se crearon un problema político por etiquetarlas como enemigo. Ahora el gobierno de Sheinbaum tiene que atender algo ya lo desbordó.
Si la fotografía causó revuelo, fue porque el mítin no tuvo sustancia. Pero llama la atención que los congregados en torno a Andy hayan mandado disculpas, y sobre todo el tono de las disculpas. La sombra de Andy, hijo de AMLO, está sobre Claudia Sheinbaum. No sabe qué hacer con alguien que ejerce en ausencia un poder muy presente. Es un poder bicéfalo. Claudia Sheinbaum tiene que compartir el poder. Surge la pregunta de cuánto tiempo va a tolerar esto a personas como los coordinadores parlamentarios de su partido que no pierden la oportunidad de boicotear iniciativas suyas como el nepotismo y la no reelección y que además tienen el afán de restregárselo.
Donald Trump quiere volver a los tiempos de florecimiento de la industria norteamericana y tiene que cumplir esa promesa a sus electores. Está convencido de que México, Canadá y otros países, así como el libre comercio, son responsables de la pérdida de producción y empleos en su país. Quiere que las inversiones vuelvan a EU. Lo cierto es que las amenazas de Trump no eran fanfarronadas. Claudia Sheinbaum le exigió a EU que reconozca su responsabilidad en el tráfico de fentanilo, pero pidió solución negociada porque la decisión unilateral de Trump afecta a todos, a ambos pueblos. Aquí nadie gana. Trump ha confirmado que no es confiable.
¿Qué quiere El Mayo? La carta entregada al gobierno de Claudia Sheinbaum donde el líder criminal pide su intervención para ser juzgado en México provocó una breve crisis en una relación bilateral de por sí en problemas. Pero la respuesta del gobierno con la ayuda del fiscal Gertz: patear el bote al legando futuro, calma las aguas y hará que Zambada negocie su futuro con las autoridades estadounidenses.
También hay un mensaje en el sentido de que la presidencia no es el único polo de poder. Ese matiz es válido, quizá no como contrapeso, pero sí como fuente de poder. El hecho de sacarse la foto con Rocha es una garantía de que Morena cuidará de los suyos.¿La presidenta está contenta con lo que está pasando en su partido y con la movilización? Difícilmente. No puede gustarle que aparezcan Andy y Rocha como insignia de la campaña de afiliación, porque está lidiando con EU y eso no le ayuda mucho; no puede estar contenta con el despliegue de garantías de impunidad que representa esa gira. Lo cierto es que la presidenta aceptó un trato y ella forma parte de un comité que gobierna este país. El partido nunca fue suyo. Tiene que apechugar. ¿Hasta cuando Morena se podrá conducir de esta manera? Hasta que pierda elecciones.
Trump no va a actuar de otra manera durante el resto de su administración. Mientras tanto, México no se fortalece en lo interno, independientemente de las decisiones de él. ¿Qué está haciendo la presidenta en términos de políticas públicas? Necesitamos un plan industrial propio. Los empresarios no tienen confianza. Ahí está el Plan México, pero no hay dinero suficiente para implementarlo y tampoco hay inversiones. Desde el 20 de enero estamos en otra parte y estamos ahí por las decisiones de Trump, no por las de Claudia Sheinbaum. Los inversionistas mantienen el dinero en el bolsillo por el presidente que está en el norte.
La reciprocidad entre México y Estados Unidos no existe. Éste no va a cambiar su política de armas ni un milímetro. Tendremos encima la espada de Damocles porque en México se niega la narcopolítica. En ese tema no reculamos. En estos días aciagos, México no realiza una operación a nivel económico con la voluntad de todos actores para aprovechar la negociación del tratado porque su paradigma ideológico les lastra y les imposibilita avanzar con la debida prisa y apertura a corregir lo que está mal en PEMEX, en CFE.
Los diarios mexicanos hacen un flaco favor para el entendimiento del problema de esta política salvaje en contra de los indocumentados. Una de las cosas mas perniciosas de la primera presidencia de Trump en cuestiones migratorias fue la separación de familias. Además de inhumano, el gobierno de Trump fue negligente para reconectarlas después. Además, para aterrorizar y humillar a los migrantes, son transportados esposados de manos y pies. Aun así, el registro de deportaciones ha estado por debajo de las expectativas de Trump, que ha llamado la atención de su equipo para que incrementen el ritmo. México tiene dos cabezas en el INAMI (Instituto Nacional de Migración) y un embajador que no tiene un papel protagónico. Estos dos hechos indican que la presidenta quiere que la migración sea un tema transaccional. Moctezuma o cualquier otro no puede hacer nada con un Stephen Miller, el ideólogo de la política antiinmigrante. Lo que Sheinbaum ha decido es allanarse a los términos de Trump para que no arriesgar la economía.
No es lo mismo que te amenacen, que te cumplan las amenazas. El mundo está estupefacto frente a Trump. Frente a él, la respuesta de Claudia Sheinbaum se queda corta. El mensaje de Trump es hostil mientras que ella habla de diálogo. Además, no le queda mucho margen a la presidenta para contestar de otra manera. Ha hecho énfasis en la fraternidad y en la calidez para quienes sean expulsados, pero falta un mensaje político de rechazo; debe decir que no nos gusta el trato unilateral entre vecinos. Su obligación es tranquilizar, pero tampoco podemos engañarnos. El costo más terrible lo pagarán, como siempre, los migrantes, pero ella sabe que lo más importante es preservar la economía, el T-MEC y evitar los aranceles.
¿Hay alguna cosa que se puede hacer en términos de diplomacia internacional? Seguramente, pero el contexto antiinmigrante no es favorable. Quizá Claudia Sheinbaum sea más pragmática y acuerde un quid pro quo para atemperar los impulsos imperiales en Washington. Ayer se presentó el Plan México, en donde quedó claro que México apuesta por América del Norte. El problema es que no hay un equipo desplegado que informe esto. ¿Es Esteban Moctezuma el embajador adecuado? Se plantea la interrogante de quién sería mejor y no está tan fácil encontrar un gran candidato(a) en la 4T.
En Canadá no hay primer ministro y en México, Sheinbaum tiene un respaldo potente registrado en encuestas. Sin embargo, preocupa lo económico: la posibilidad de que Trump imponga aranceles del 25%, la destrucción del empleo formal como nunca, la posibilidad de una recesión. El ambiente es de incertidumbre y, sin embargo, el gobierno no rectifica sobre sus decisiones probadamente equivocadas. Y no se avizora que el gobierno tenga algún plan.
A Ricardo Monreal lo conocíamos, pero ha sido revelador lo inescrupuloso que es Adán Augusto López. La fotografía que vimos ayer es solo un parche.¿Qué destacaríamos de 2024? La reforma judicial, la narcopolítica en Morena (destapada por un gobernador tabasqueño respecto de su antecesor), la herencia un gobierno quebrado y una circunstancia: Donald Trump. Pero lo más importante es lo que no ha pasado: si el modelo de poder que se va a instalar no va a depender de la presidencia, tendremos una presidencia que no podrá administrar la reforma judicial. Ese poder será muy diferente con un pedazo para Adán, otro para Monreal y otro para Andrés Manuel López Beltrán, mientras no haya habido una reconfiguración de poder y la presidenta no demuestre su supremacía.
Las obras faraónicas no van a atorar el progreso de México, pero hablamos de ellas porque o de los decomisos o de las detenciones porque a nadie le interesan los polos de desarrollo o la construcción de otros trenes. AMLO creó símbolos, pero esos ya no funcionan para la narrativa que quisiera asignar Sheinbaum. Primero AMLO le implantó su narrativa, y después de las elecciones en Estados Unidos, Trump le ha impuesto la suya, y ella ha tenido que responer a temas migratorios y relacionados con el TMEC. No se podía quitar la primera agenda cuando le la obligaron a responder a otra.
Hemos gastado casi tres meses en una fascinación morbosa por el fenómeno delictivo de una confrontación que era anticipable, luego del secuestro del Mayo. Estamos embelesados con si es dron o coche bomba mientras hay una sociedad victimizada. En Ciudad Juárez hubo un movimiento ciudadano que se organizó para proteger a los médicos. Hablemos de los juarenses de los sinaloenses y no de los narcotraficantes. Si el gobierno quiere dar muestra de que hay un viraje en la estrategia porque la anterior no ha funcionado, debe mandar señales de qué vas a combatirlo y que habrá culpables detenidos, sentenciados y procesados. Sin embargo, lo que se ve es un desmantelamiento de la capacidad de procurar justicia. Nuestra capacidad para combatir la impunidad es absolutamente cero. La resolución no puede ser solo policiaco-militar; tiene que haber una intervención social y no va a alcanzar con las pensiones para los adultos mayores.
¿Tendrán México y Canadá, despreciados por Trump, incentivos para jugar juntos? ¿Qué hacen de la Fuente y el secretario de Economía? ¿Tienen la capacidad para negociar con Trump y su equipo? Él ya fijó los términos de su gobierno antes de jurar el cargo. Sheinbaum todavía está en la lógica de responder en los términos de AMLO porque el movimiento que la apoya se quedó acostumbrada a repetir que hay que atacar las causas. En su carta, Claudia le están hablando a los morenistas; es de consumo local. El mensaje de Trump también tiene un componente que no se ha asimilado lo suficiente: que México tiene que acercarse a las empresas estadounidenses en Estados Unidos que, por cierto, no van a defender a México, van a defender sus propios intereses. Además, hay que tener presente que Trump, lejos de separar y compartamentalizar los temas, los junta todos: aranceles, migración, designar a los cárteles como grupos terroristas.
En cuanto al presupuesto, en términos políticos se nota improvisación y el uso conveniente de las estadísticas para afirmar, por ejemplo, que baja el gasto en defensa. Las universidades son un foco rojo y en el presupuesto, quedó claro que hay de universidades a universidades. Las Benito Juárez no sufrieron, mientras que UNAM, UdG y UAM tuvieron que protestar. La viabilidad de la operación cotidiana de PEMEX está en juego, y los cálculos que están haciendo alcanzar apenas para que las cosas sigan medio funcionando. Ya hay funcionarios del gobierno de Sheinbaum que se sumergen en temas políticos delicadísimos con enalces del gobierno de Trump. Hay una genuina preocupación a dos cosas por lo menos: el tema de órganos autónomos y las acciones unilaterales para designar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas.
Al inicio de un sexenio, Claudia Sheinbaum afirmó que el modelo de seguridad estaba funcionando, y que se le agregaría un segundo piso. La percepción es distinta a las cifras que da el gobierno. Sheinbaum no tiene la fuerza política suficiente para remover a un gobernador. Hay gobernadores y gobernadoras que a todas luces son un desastre. No parece que la estrategia de seguridad esté funcionando. Pasamos de una masacre a otra. Y estamos desnaturalizando la tragedia al no focalizarnos en las víctimas.
La justicia, no los casos de la Suprema Corte, sino los miles que se presentan cada día y cada mes en los tribunales, van a estar detenidos. La justicia sufrirá desde ahora. Al norte, Trump logró mover a la opinión pública estadounidense en términos migratorios de manera impresionante. La migración estaba en el radar, pero no era el problema más importante para los estadounidenses, que ahora identifican como un problema de invasión y no es solo Donald Trump. La sociedad estadounidense se movió de lugar y ven a México como un problema, porque por aquí pasa toda la migración y todas las drogas. Trump cumplirá sus amenazas con una opinión pública que lo respalda.
¿Qué futuro tiene el proyecto del ministro González Alcántara que suaviza la reforma al poder judicial? La presidenta Sheinbaum dijo: esperemos a que voten. Los morenistas han dicho: no sirve para nada. Camarena, Heredia y Puig lo debaten.
Es una tragedia de la izquierda que, 30 años después de la lucha zapatista y después de López Obrador, Chiapas está peor que nunca. ¿Por qué? Porque los que tienen que investigar están coludidos, forman parte de la trama. Morena tiene un problema político con el gobernador Rocha Moya. Pero el movimiento (Morena) se asume como una virtud en la historia mexicana y es casi inaceptable que alguien falle. Pedirle que se retire podría mandar una señal muy oportuna de control de la presidenta, pero también podría enfrentarla con corrientes internas. Temen que se instale una lógica de no mostrar “señales de debilidad”. Habrá que ver si el continuismo o la continuidad de Sheinbaum incluye encubrir la complicidad entre crimen organizado y autoridades. Ese hilo se rompe por lo más delgado: los municipios.
En el discurso se va a seguir construyendo una supuesta realidad donde la reforma judicial no amenaza a particulares, empresarios o inversionistas, pero se trata de una reforma por el poder y para el poder, que primero cesó a la Suprema Corte y al poder judicial de sus funciones. Quizá el gobierno morenista no dimensione el caos que habrá en la impartición de justicia. El método no despierta confianza. No hay, ni habrá, la mínima certeza jurídica que ya existía y Claudia Sheinbaum no ha dado una sola señal de contención.
Desde la campaña, la presidenta dijo que su estrategia de seguridad no tendría sentido sin la coordinación con las fiscalías. Pero frente a crímenes altamente mediáticos, pronto tiene que cambiar la percepción de que el gobierno apenas interviene frente al crimen. Es un acierto que haya presentado la estrategia el secretario de Seguridad y no los de la Defensa o Marina. Es, por lo pronto, un cambio de forma. Pero más allá de formas, el sexenio de Claudia Sheinbaum debe caracterizarse más por gobernar que por ejercer el poder, como el de AMLO. Pero para que haya condiciones de ejercer su mandato, necesita con quien coordinarse a nivel de cancha.
Si Sheinbaum usa el término humanismo mexicano, lo esperable es que se haga cargo de muchos mexicanos a los que no los voltearon a ver en el sexenio que terminó, como las madres buscadoras o las víctimas de la violencia. La señal de que hoy vaya a Acapulco es halagüeña. Igualmente Sinaloa necesita que Sheinbaum vaya a decirle a la comunidad, no al gobernador, que está trabajando. Lo mismo Chiapas, que vive bajo la amenaza del crimen organizado. Sheinbaum puede acentuar la cercanía sin patear el pesebre.
María Luisa Alcalde prometió que verá por la protección del legado de AMLO. Después de este periodo, en el que no hubo transición, el partido alimentará que el proyecto obradorista debe tener permanencia en el tiempo. ¿Pero qué va a pasar cuando el poder se traslade a la presidenta? ¿Cuánto del poder se le va a trasladar a Claudia Sheinbaum? No todo. Ése es el problema. El primer escenario es que AMLO entregue el gobierno y no vuelva a hablar ni a operar ni a aparecer. El segundo, que Sheinbaum decida que necesita a AMLO para gobernar. El tercero, que confronte a AMLO y el cuarto, que tenga que tomar decisiones adversas al proyecto por las enormes responsabilidades del gobierno y absorba todo el poder.
Morena se plantea un futuro sin su líder y fundador, aunque hará sentir a través de su hijo. La presidenta tiene que hacerse muy pronto del poder el problema de Claudia Sheinbaum es que sustituye a uno de los presidentes más carismáticos y populares que ha tenido México. Al ungir a su hijo, AMLO colocó a su sucesora en una posición más difícil de la que se perfilaba. Una de las cosas más fatigosas para ella será lidiar con el antes. Las organizaciones tienen la costumbre de añorar el pasado, más lo será si éste lleva el nombre del fundador del movimiento.
En medio de esta incertidumbre, hay una certeza: el sexenio de Claudia Sheinbuam quedará herido de gravedad antes de comenzar y el saldo de su gobierno será efectivamente muy negativo. Quizá el peor daño de la reforma judicial está en la prisa. Podrían hacer lo mismo negociando algunos detallas y sacarla adelante de mejor manera, pero la inercia que ya lleva no la va a poder detener la presidenta. Dos poderes se han aliado para aniquilar al tercer poder. Lo más sorprendente es que en noviembre, Claudia Sheinbaum iba a tener la Suprema Corte para sí, con la salida de uno de los actuales ministros.
Los manifestantes tendrán que demostrar que traen gasolina para muchos días. Se puede tomar la calle si tienes el aguante. Es temprano para saber si la protesta va a cuajar. Mientras tanto, la oposición partidista sigue pasmada. ¿Qué hicieron para que los dos senadores perredistas no se cambiaran de bando? ¿Quién ha visto a Marko Cortés, a Alejandro Moreno o a Dante Delgado haciendo política? No han trabajado a la oposición desde el 2 de junio. Son otros chamaqueados que no hicieron su chamba. Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador sigue llenando todo el espacio político y mediático, sin ceder nada a Claudia Sheinbaum. AMLO acelerará la promulgación y las oposiciones tendrían que lograr obstaculizar esa marcha legislativa. A ver quién puede más.
¿Qué puede hacer Claudia Sheinbaum en esta coyuntura? Detrás del escenario, de manera discreta, no pública, debería haber iniciado algún tipo de contacto con las autoridades estadounidenses para establecer la que será su postura a partir del primero de octubre. Quizá ya lo está haciendo. Debe haber contactos tras bambalinas. Aunque no parece que ella vea otro escenario. Hemos sido testigos de que ella realiza un ejercicio para empatar su mensaje al 100%, sin matices, al de López Obrador. Además, la próxima presidenta estará los próximos 34 días debajo de agua esperando que pasen estas jornadas, porque no se va a atrever a mandar un mensaje que contradiga a AMLO.
En México suele operarse hasta que lo hace Estados Unidos. Entonces hay una reacción.¿Qué va a hacer Estados Unidos con todo esto? Apenas estamos viendo la punta del iceberg, apenas estamos entrando al caso. Sabremos más cuando inicie el juicio, y porque Zambada negociará para tener mejores condiciones. ¿Para qué hizo Rocha contactos con el narco? La interacción debe ser ascéptica. El mayor problema en esa interacción es ¿quién es el jefe de la plaza, el gobernador o el narco? En Sinaloa parece que era el segundo.
De aprobarse este paquete de reformas, el punto de partida del primero de octubre no será una administración pública nueva, sino partes que desmantelaste de la adminstración anterior, tanto en personal como en dinero, todo lo que supuestamente se destinó para los programas sociales. Ese desmantelamiento le quitó al gobierno una plataforma de operación que funcione adecuadamente y se estará generando un problemón donde no lo había, por lo menos en esa dimensión. ¿Tendrá el presidente los votos que necesita en el Senado? El PAN y el PRI saben que enfrentar en todo al gobierno no les salió bien, así que puede que la negociación no sea binaria. Quizá pretendan quedar bien con Dios y con el diablo.
Tanto Ismael El Mayo Zambada como el hijo del Chapo se han declarado inocentes en Estados Unidos. En el tema de seguridad, no es que la relación se haya roto en un punto específico de manera irreversible, sino que ha habido altas y bajas, pero en este sexenio gravitó el Abrazos, no balazos. Eso acabó de romper la confianza y por eso le han dado los estadounidenses esta despedida a López Obrador, que por un lado avala que el Ejército mexicano no comparta información sobre los normalistas de Ayotzinapa y por otro lado exija información al gobierno de Estados Unidos. Es estremecedor que saber que este tipo de operaciones no conducen a disminuir el trasiego de drogas ni la violencia, por el contrario, el resultado es que se puede destar una serie de represalias en varios estados como Sinaloa, Sonora, Durango y Baja California.
¿Cuánto espacio más hay para que México se preste a ser el muro de la migración? Trump anunció la deportación masiva más grande de la historia el mismo día 1 de su periodo. Además, JD Vance, senador de Ohio, pertenece a una parte del partido republicano que ha preconizado el envío de trompas para tirarle misiles a los laboratorios de fentanilo. El problema ya no es solo los migrantes en la frontera, el problema es México propiamente: se trata de un gobierno que no se ha decidido a atacar y a derrotar militarmente a las bandas del narcotráfico. Existe un cierto nivel de autocomplacencia. Quedan pocas dudas sobre la marcha delante de la reforma judicial. No habrá un escalonamiento. Lo único que puede frenarla no es tanto la oposición, sino la implementación de la misma.
Una cosa que sí logró el PRI es que completamos la quinta transición sexenal. El partido ha sido el instrumento para garantizar transición. El 1 octubre habrá una sucesión en donde el poder ha radicado en una persona, no en el partido. ¿Qué van a construir en Morena en adelante? ¿Y con el PAN qué va a pasar? ¿Marko Cortés hará un Alito? El PAN tiene la oportunidad de entender que se van a quedar solos como opción opositora. Podría quedar al frente Jorge Romero, pero si logra un buen acuerdo, si abren canales de participación ciudadana y cede posiciones a otros grupos partidistas, tendrían un chance de reposicionarse. A lo mejor tendrían que ocupar de nuevo el flanco derecho del espectro, que dejaron en su alianza con el PRI.
Que Norma Piña no tiene ninguna habilidad política, es cierto, pero es una falacia que estemos aquí como resultado de ello. Yazmín Esquivel propuso su renuncia en un intento de salvar el cuello, a ver si en el escalonamiento que viene le perdonan la vida y es la última en irse. Es funesto que el Congreso traiga a otro poder a la mesa y después de que hable la presidenta de la Corte le den la palabra a un ciudadano (Zaldívar). El mensaje es “todo lo que digan ustedes no importa”. El sexe lío con el que estamos empezando el sexenio.
Si bien la adscripción de la Guardia estaba dentro del Plan C y fue votada abrumadoramente, el poder legislativo tiene revisar la iniciativa del presidente, si es en septiembre, o de la presidenta, si es en octubre, y opinar sobre ella, enriquecerla, discutirla, y evitar que el legislativo vuelva a ser la oficiallía de partes en la que se convirtió en este sexenio. El jueves, además, veremos para qué quiere Claudia Sheinbaum a Omar García Harfuch. Eso se sabrá el jueves, junto con el próximo paquete de funcionarios que no tiene una solución tan fácil ni pasará tan suavemente en la opnión pública.
La oposición sigue en shock, con los efectos de la golpiza muy a flor de piel. Xóchitl Gálvez tiene un capital político, pero no tiene una arena donde desplegarlo. El PRI es víctima de su éxito: Alito tiene el control de su partido, pero no tiene gente que aporte a un debate de altura; llegará a un congreso en el que no tiene nada que vender, es el último en la fila. Y al PAN, en este corrimiento que quiere hacer a la extrema derecha, también va a estar fuera de una sociedad que votó mayoritariamente por la diversidad. Hay algo peor que el gran control que va a tener Morena: una oposición sin ningún tipo de articulación.