Tomada de la nueva versión internacional NVI. Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999, 2015 by Biblica, Inc.® Used by permission of Biblica, Inc.® All rights reserved worldwide. Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-wor
La nueva Jerusalén 1Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. 2Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. 3Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. 4Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». 5El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza». 6También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7El que salga vencedor heredará todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte». 9Se acercó uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas con las últimas siete plagas. Me habló así: «Ven, que te voy a presentar a la novia, la esposa del Cordero». 10Me llevó en el Espíritu a una montaña grande y elevada, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios. 11Resplandecía con la gloria de Dios, y su brillo era como el de una piedra preciosa, semejante a una piedra de jaspe transparente. 12Tenía una muralla grande y alta, y doce puertas custodiadas por doce ángeles, en las que estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. 13Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste. 14La muralla de la ciudad tenía doce cimientos, en los que estaban los nombres de los doce apóstoles del Cordero. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
¡Aleluya! 1Después de esto oí en el cielo un tremendo bullicio, como el de una inmensa multitud que exclamaba: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios, 2pues sus juicios son verdaderos y justos: ha condenado a la famosa prostituta que con sus adulterios corrompía la tierra; ha vindicado la sangre de los siervos de Dios derramada por ella». 3Y volvieron a exclamar: «¡Aleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos». 4Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y dijeron: «¡Amén, Aleluya!» 5Y del trono salió una voz que decía: «¡Alaben ustedes a nuestro Dios, todos sus siervos, grandes y pequeños, que con reverente temor le sirven!» 6Después oí voces como el rumor de una inmensa multitud, como el estruendo de una catarata y como el retumbar de potentes truenos, que exclamaban: «¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso. 7¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado, 8y se le ha concedido vestirse de lino fino, limpio y resplandeciente». (El lino fino representa las acciones justas de los santos). 9El ángel me dijo: «Escribe: “¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!”» Y añadió: «Estas son las palabras verdaderas de Dios». 10Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía». --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
La mujer montada en la bestia 1Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas se me acercó y me dijo: «Ven, y te mostraré el castigo de la gran prostituta que está sentada sobre muchas aguas. 2Con ella cometieron adulterio los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su inmoralidad». 3Luego el ángel me llevó en el Espíritu a un desierto. Allí vi a una mujer montada en una bestia escarlata. La bestia estaba cubierta de nombres blasfemos contra Dios, y tenía siete cabezas y diez cuernos. 4La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de abominaciones y de la inmundicia de sus adulterios. 5En la frente llevaba escrito un nombre misterioso: la gran babilonia madre de las prostitutas y de las abominables idolatrías de la tierra. 6Vi que la mujer se había emborrachado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús. Al verla, quedé sumamente asombrado. 7Entonces el ángel me dijo: «¿Por qué te asombras? Yo te explicaré el misterio de esa mujer y de la bestia de siete cabezas y diez cuernos en la que va montada. 8La bestia que has visto es la que antes era, pero ya no es, y está a punto de subir del abismo, pero va rumbo a la destrucción. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres, desde la creación del mundo, no han sido escritos en el libro de la vida, se asombrarán al ver a la bestia, porque antes era, pero ya no es, y sin embargo reaparecerá. 9»¡En esto consisten17:9 En esto consisten. Alt. Aquí se verán. el entendimiento y la sabiduría! Las siete cabezas son siete colinas sobre las que está sentada esa mujer. 10También son siete reyes: cinco han caído, uno está gobernando, el otro no ha llegado todavía; pero, cuando llegue, es preciso que dure poco tiempo. 11La bestia, que antes era, pero ya no es, es el octavo rey. Está incluido entre los siete, y va rumbo a la destrucción. 12»Los diez cuernos que has visto son diez reyes que todavía no han comenzado a reinar, pero que por una hora recibirán autoridad como reyes, junto con la bestia. 13Estos tienen un mismo propósito, que es poner su poder y autoridad a disposición de la bestia. 14Le harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son sus llamados, sus escogidos y sus fieles». 15Además el ángel me dijo: «Las aguas que has visto, donde está sentada la prostituta, son pueblos, multitudes, naciones y lenguas. 16Los diez cuernos y la bestia que has visto le cobrarán odio a la prostituta. Causarán su ruina y la dejarán desnuda; devorarán su cuerpo y la destruirán con fuego, 17porque Dios les ha puesto en el corazón que lleven a cabo su divino propósito. Por eso, y de común acuerdo, ellos le entregarán a la bestia el poder que tienen de gobernar, hasta que se cumplan las palabras de Dios. 18La mujer que has visto es aquella gran ciudad que tiene poder de gobernar sobre los reyes de la tierra». --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Siete ángeles con siete plagas 1Vi en el cielo otra señal grande y maravillosa: siete ángeles con las siete plagas, que son las últimas, pues con ellas se consumará la ira de Dios. 2Vi también un mar como de vidrio mezclado con fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la bestia, a su imagen y al número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les había dado, 3y cantaban el himno de Moisés, siervo de Dios, y el himno del Cordero: «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.15:3 de las naciones. Var. de los siglos. 4¿Quién no te temerá, oh Señor? ¿Quién no glorificará tu nombre? Solo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque han salido a la luz las obras de tu justicia». 5Después de esto miré, y en el cielo se abrió el templo, el tabernáculo del testimonio. 6Del templo salieron los siete ángeles que llevaban las siete plagas. Estaban vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos con bandas de oro a la altura del pecho. 7Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena del furor de Dios, quien vive por los siglos de los siglos. 8El templo se llenó del humo que procedía de la gloria y del poder de Dios, y nadie podía entrar allí hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
La bestia que surge del mar Entonces vi que del mar subía una bestia, la cual tenía diez cuernos y siete cabezas. En cada cuerno tenía una diadema, y en cada cabeza un nombre blasfemo contra Dios. 2La bestia parecía un leopardo, pero tenía patas como de oso y fauces como de león. El dragón le confirió a la bestia su poder, su trono y gran autoridad. 3Una de las cabezas de la bestia parecía haber sufrido una herida mortal, pero esa herida ya había sido sanada. El mundo entero, fascinado, iba tras la bestia 4y adoraba al dragón porque había dado su autoridad a la bestia. También adoraban a la bestia y decían: «¿Quién como la bestia? ¿Quién puede combatirla?» 5A la bestia se le permitió hablar con arrogancia y proferir blasfemias contra Dios, y se le confirió autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses. 6Abrió la boca para blasfemar contra Dios, para maldecir su nombre y su morada y a los que viven en el cielo. 7También se le permitió hacer la guerra a los santos y vencerlos, y se le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. 8A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida, el libro del Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.13:8 escritos … mundo. Alt. escritos desde la creación del mundo en el libro de la vida, el libro del Cordero que fue sacrificado. 9El que tenga oídos, que oiga. 10El que deba ser llevado cautivo, a la cautividad irá. El que deba morir13:10 que deba morir. Var. que mata. a espada, a filo de espada morirá. ¡En esto consisten13:10 En esto consisten. Alt. Aquí se verán. la perseverancia y la fidelidad de los santos! --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Los dos testigos 1Se me dio una caña que servía para medir, y se me ordenó: «Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y calcula cuántos pueden adorar allí. 2Pero no incluyas el atrio exterior del templo; no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones paganas, las cuales pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses. 3Por mi parte, yo encargaré a mis dos testigos que, vestidos de luto,11:3 luto. Lit. cilicio. profeticen durante mil doscientos sesenta días». 4Estos dos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que permanecen delante del Señor de la tierra. 5Si alguien quiere hacerles daño, ellos lanzan fuego por la boca y consumen a sus enemigos. Así habrá de morir cualquiera que intente hacerles daño. 6Estos testigos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva mientras estén profetizando; y tienen poder para convertir las aguas en sangre y para azotar la tierra, cuantas veces quieran, con toda clase de plagas. 7Ahora bien, cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. 8Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, llamada en sentido figurado11:8 en sentido figurado. Lit. espiritualmente. Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado su Señor. 9Y gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación contemplará sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirá que se les dé sepultura. 10Los habitantes de la tierra se alegrarán de su muerte y harán fiesta e intercambiarán regalos, porque estos dos profetas les estaban haciendo la vida imposible. 11Pasados los tres días y medio, entró en ellos un aliento de vida enviado por Dios, y se pusieron de pie, y quienes los observaban quedaron sobrecogidos de terror. 12Entonces los dos testigos oyeron una potente voz del cielo que les decía: «Suban acá». Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos. 13En ese mismo instante se produjo un violento terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad. Perecieron siete mil personas, pero los sobrevivientes, llenos de temor, dieron gloria al Dios del cielo. 14El segundo ¡ay! ya pasó, pero se acerca el tercero. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Tocó el quinto ángel su trompeta, y vi que había caído del cielo a la tierra una estrella, a la cual se le entregó la llave del pozo del abismo. 2Lo abrió, y del pozo subió una humareda, como la de un horno gigantesco; y la humareda oscureció el sol y el aire. 3De la humareda descendieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder como el que tienen los escorpiones de la tierra. 4Se les ordenó que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna planta ni ningún árbol, sino solo a las personas que no llevaran en la frente el sello de Dios. 5No se les dio permiso para matarlas, sino solo para torturarlas durante cinco meses. Su tormento es como el producido por la picadura de un escorpión. 6En aquellos días la gente buscará la muerte, pero no la encontrará; desearán morir, pero la muerte huirá de ellos. 7El aspecto de las langostas era como de caballos equipados para la guerra. Llevaban en la cabeza algo que parecía una corona de oro, y su cara se asemejaba a un rostro humano. 8Su crin parecía cabello de mujer, y sus dientes eran como de león. 9Llevaban coraza como de hierro, y el ruido de sus alas se escuchaba como el estruendo de carros de muchos caballos que se lanzan a la batalla. 10Tenían cola y aguijón como de escorpión; y en la cola tenían poder para torturar a la gente durante cinco meses. 11El rey que los dirigía era el ángel del abismo, que en hebreo se llama Abadón y en griego Apolión.9:11 Abadón y Apolión significan Destructor. 12El primer ¡ay! ya pasó, pero vienen todavía otros dos. 13Tocó el sexto ángel su trompeta, y oí una voz que salía de entre los cuernos del altar de oro que está delante de Dios. 14A este ángel que tenía la trompeta, la voz le dijo: «Suelta a los cuatro ángeles que están atados a la orilla del gran río Éufrates». 15Así que los cuatro ángeles que habían sido preparados precisamente para esa hora, y ese día, mes y año, quedaron sueltos para matar a la tercera parte de la humanidad. 16Oí que el número de las tropas de caballería llegaba a doscientos millones. 17Así vi en la visión a los caballos y a sus jinetes: Tenían coraza de color rojo encendido, azul violeta y amarillo como azufre. La cabeza de los caballos era como de león, y por la boca echaban fuego, humo y azufre. 18La tercera parte de la humanidad murió a causa de las tres plagas de fuego, humo y azufre que salían de la boca de los caballos. 19Es que el poder de los caballos radicaba en su boca y en su cola; pues sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas con las que hacían daño. 20El resto de la humanidad, los que no murieron a causa de estas plagas, tampoco se arrepintieron de sus malas acciones ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, plata, bronce, piedra y madera, los cuales no pueden ver ni oír ni caminar. 21Tampoco se arrepintieron de sus asesinatos ni de sus artes mágicas, inmoralidad sexual y robos. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Los 144.000 sellados 1Después de esto vi a cuatro ángeles en los cuatro ángulos de la tierra. Estaban allí de pie, deteniendo los cuatro vientos para que estos no se desataran sobre la tierra, el mar y los árboles. 2Vi también a otro ángel que venía del oriente con el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles a quienes se les había permitido hacer daño a la tierra y al mar: 3«¡No hagan daño ni a la tierra, ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente de los siervos de nuestro Dios!» 4Y oí el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil de todas las tribus de Israel. 5De la tribu de Judá fueron sellados doce mil; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil; 6de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil; 7de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil; 8de la tribu de Zabulón, doce mil; de la tribu de José, doce mil; de la tribu de Benjamín, doce mil. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
El rollo escrito y el Cordero 1En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo escrito por ambos lados y sellado con siete sellos. 2También vi a un ángel poderoso que proclamaba a gran voz: «¿Quién es digno de romper los sellos y de abrir el rollo?» 3Pero ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra, hubo nadie capaz de abrirlo ni de examinar su contenido. 4Y lloraba yo mucho porque no se había encontrado a nadie que fuera digno de abrir el rollo ni de examinar su contenido. 5Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar, que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos». 6Entonces vi, en medio de los cuatro seres vivientes y del trono y los ancianos, a un Cordero que estaba de pie y parecía haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7Se acercó y recibió el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios. 9Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación. 10De ellos hiciste un reino; los hiciste sacerdotes al servicio de nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra». 11Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era millares de millares y millones de millones. 12Cantaban con todas sus fuerzas: «¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!» 13Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!» 14Los cuatro seres vivientes exclamaron: «¡Amén!», y los ancianos se postraron y adoraron. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
A la iglesia de Sardis 1 »Escribe al ángel 3:1 ángel . Alt. mensajero ; también en vv. 7 y 14. de la iglesia de Sardis: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto. 2¡Despierta! Reaviva lo que aún es rescatable, 3:2 Reaviva … rescatable. Lit. Fortalece las otras cosas que están por morir. pues no he encontrado que tus obras sean perfectas delante de mi Dios. 3Así que recuerda lo que has recibido y oído; obedécelo y arrepiéntete. Si no te mantienes despierto, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón. 4 Sin embargo, tienes en Sardis a unos cuantos que no se han manchado la ropa. Ellos, por ser dignos, andarán conmigo vestidos de blanco. 5El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. 6El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
El Imperio romano, como la mayoría de los reinos del mundo antiguo, se proyectaba a sí mismo como designado por las divinidades para gobernar sobre la tierra. Justificaba su control económico y político con bases espirituales. La religión del imperio incluía la adoración a los dioses romanos tradicionales y la veneración a los césares como seres divinos. Esta tendencia a adorar al emperador comenzó inicialmente con César Augusto, quien dirigió la transición de Roma de una república a un imperio. La siguiente inscripción de Asia Menor en el año noveno a.C. muestra cómo el régimen de César se proclamó en términos políticos y religiosos: La providencia que ha regulado toda nuestra vida, demostrando preocupación y celo, ha ordenado la consumación más perfecta para la vida humana al dársela a Augusto, al llenarlo con virtudes para realizar la obra de un benefactor entre los hombres y al enviarlo en él, como si lo fuera, un salvador para nosotros y para los que nos seguirán, para hacer que cese la guerra, para crear orden en todas partes; por eso el día natalicio del dios Augusto fue para el mundo el principio de las buenas noticias llegadas a los hombres por él. Para la época del emperador Domiciano (81–96 d.C.), se había instalado bien este evangelio de la pax romana [paz romana]. Las ciudades opulentas del occidente de Asia Menor competían entre sí por el favor y el patrocinio del emperador, proclamaban su divinidad y promovían el culto de adoración a él. Cualquier resistencia a este culto ponía en riesgo las esperanzas de la ciudad de obtener el favor imperial. Pero los creyentes en Jesús que vivían en estas ciudades reconocían a un Salvador diferente y adoraban únicamente al verdadero Dios. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Jesús tuvo varios hermanos, entre ellos, Santiago y Judas. Santiago es el más conocido porque se trataba de un líder prominente de la iglesia de Jerusalén (página Stg 1:0). Menos conocido es Judas, aunque también era claramente líder en la iglesia porque les escribió a creyentes con autoridad esta carta que lleva su nombre. No se sabe exactamente quiénes debían recibir la carta, aunque las referencias a ángeles, a la historia de Israel y a escritos específicos sugieren que fue dirigida a los judíos que creían en Jesús como su Mesías. Pero el problema que ocasionó que escribiera la carta es bien evidente. Judas les advierte a sus lectores acerca de ciertos individuos que se han infiltrado entre ustedes, cuyas enseñanzas y ejemplo son una amenaza para la fe encomendada una vez por todas a los santos. Estos falsos maestros, fundamentados en supuestos sueños inspirados, desprecian la autoridad, contaminan sus propios cuerpos, participan en actos inmorales y rechazan la disciplina. Aunque dicen proclamar el mensaje de Dios, en realidad se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu. La respuesta de los creyentes debe ser la de una resistencia enérgica. Deben luchar vigorosamente por la fe, rechazando tanto la enseñanza como el ejemplo de estos hombres y purificando la comunidad. Tengan compasión de los que dudan —Judas los instruye—; a otros sálvenlos arrebatándolos del fuego. Compadézcanse de los demás, pero tengan cuidado. Les asegura que, al hacer estas cosas, pueden confiar en Dios su Salvador. Pareciera que el apóstol Pedro recibió copia de la carta de Judas y entonces escribió una suya, parecida, para demostrar que Judas estaba presentando fielmente la enseñanza de los apóstoles del Señor Jesucristo (página Stg 1:0). Judas --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Aunque 2 Juan fue escrita para advertir a una comunidad de seguidores de Jesús de que no ofrecieran asistencia material a los falsos profetas, 3 Juan se escribió para tratar una situación opuesta: la de insistir en que una comunidad ofrezca una base de operaciones para los predicadores itinerantes que practican la verdad. Juan le había enviado una carta a esta comunidad para presentar y recomendar a algunos individuos, pero Diótrefes, un líder de esa comunidad, se rehusó a hospedarlos. Se opuso a la autoridad de Juan al punto de expulsar a cualquiera que apoyara a las personas que este había enviado. Sin embargo, un hombre llamado Gayo acogió a estos predicadores en su propio hogar, permitiendo así que llevaran a cabo su misión. Juan se enteró tanto de la resistencia de Diótrefes como de la lealtad de Gayo. En esta carta, Juan le envía a Gayo un mensaje de agradecimiento y aliento por medio de Demetrio, otro hombre que espera recibir apoyo. También promete ir pronto para poner en orden todos los asuntos. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
La misma persona que escribió 1 Juan también tuvo que escribir a otras comunidades adonde los falsos maestros a los que él se oponía hubieran podido ir para dispersar sus ideas y prácticas. Una carta que escribió a otra comunidad se ha preservado para nosotros como 2 Juan. Su autor se dirige a la comunidad a la cual está escribiendo llamándola la elegida, y llama a sus miembros los que han conocido la verdad. Describe a los miembros de su propia comunidad como los miembros de la iglesia hermana. (Al parecer, esto era típico de los primeros seguidores de Jesús. Hay un saludo similar al final de 1 Pedro). El autor se identifica a sí mismo como un líder con el título de anciano. Al parecer, algunas personas de esta comunidad habían venido a visitarlo y él se sentía complacido de saber que ellos estaban practicando la verdad, es decir, que estaban guardando las enseñanzas que habían escuchado desde el principio. Pero tuvo que advertirles a los miembros de la comunidad (probablemente enviándoles esta carta por medio de los que regresaban a su hogar) que no apoyaran a los falsos maestros de ninguna forma, pues quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas obras. A pesar de su brevedad, esta carta abarca todos los temas que se desarrollan más extensamente en 1 Juan. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu,4:1 no crean … por el Espíritu. Lit. no crean a todo espíritu. sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas. 2En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo profeta4:2 profeta. Lit. espíritu; también en v. 3. que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano es de Dios; 3todo profeta que no reconoce a Jesús no es de Dios, sino del anticristo. Ustedes han oído que este viene; en efecto, ya está en el mundo. 4Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo. 5Ellos son del mundo; por eso hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo los escucha. 6Nosotros somos de Dios, y todo el que conoce a Dios nos escucha; pero el que no es de Dios no nos escucha. Así distinguimos entre el Espíritu de la verdad y el espíritu del engaño. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. 2Él es el sacrificio por el perdón de2:2 el sacrificio por el perdón de. Lit. la propiciación por. nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo. 3¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. 4El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. 5En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente2:5 se manifiesta plenamente. Lit. se ha perfeccionado. en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: 6el que afirma que permanece en él debe vivir como él vivió. 7Queridos hermanos, lo que les escribo no es un mandamiento nuevo, sino uno antiguo que han tenido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron. 8Por otra parte, lo que les escribo es un mandamiento nuevo, cuya verdad se manifiesta tanto en la vida de Cristo como en la de ustedes, porque la oscuridad se va desvaneciendo y ya brilla la luz verdadera. 9El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. 10El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida2:10 en su vida. Alt. en la luz. que lo haga tropezar. 11Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver. 12Les escribo a ustedes, queridos hijos, porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo. 13Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les he escrito a ustedes, queridos hijos, porque han conocido al Padre. 14Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
La carta conocida como 1 Juan fue enviada a un grupo de creyentes sumido en una situación preocupante. Muchos de la comunidad habían abandonado su fe original en Jesús como el Mesías. Esta situación se debía a que no podían conciliar la enseñanza de que Dios había venido a la tierra usando un cuerpo humano con la idea griega imperante de que la materia física es corrupta y solo el espíritu es bueno. Esta idea imperante también los llevó a la conclusión de que cualquier cosa que hicieran en sus cuerpos no tenía consecuencias espirituales; por lo tanto, se complacían en participar en actividades que les habían enseñado que eran pecaminosas. Además, mostraban poco interés en las necesidades de los demás. A pesar de que negaban que Jesús había venido en la carne, a pesar de sus vidas inmorales y de su falta de amor práctico, afirmaban que sí pertenecían a Dios. Aseguraban que contaban con un recurso especial de percepción espiritual y que el resto del grupo no conocía la verdad como ellos la conocían. Mostraron su rechazo categórico de la enseñanza original sobre Jesús al dejar la comunidad de aquellos que aún se aferraban a ella. Los rezagados quedaron profundamente conmocionados, dudando acerca de todo lo que les habían enseñado. Alguien allegado a este grupo de creyentes, que había sido testigo ocular de la vida y el ministerio de Jesús, les envió una carta para asegurarles que la verdadera realidad era la que ellos habían oído desde el principio. Este escritor no se identifica por nombre, pero lo más probable es que fuera el apóstol Juan. Algunas frases de su carta muestran gran similitud con las del libro de Juan. Por ejemplo: Así es como Dios mostró su amor para nosotros: en que envió a su Hijo Unigénito al mundo para que pudiéramos vivir en él. La carta no se desarrolla de un modo sistemático o lógico, sino que más bien entreteje varios temas principales: : testifica sobre la realidad de que el Hijo de Dios vino en la carne; : advierte a los creyentes que no dejen que nadie los engañe; : refuta las alegaciones de aquellos que se han apartado del grupo; : asegura a los creyentes que tienen pleno acceso a la verdad; : y enfatiza la vida pura y el cuidado práctico como señales que distinguen a aquellos que conocen genuinamente a Dios. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción. 2Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad. 3Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha. 4Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo, metiéndolos en tenebrosas cavernas2:4 cavernas. Var. cadenas. y reservándolos para el juicio. 5Tampoco perdonó al mundo antiguo cuando mandó un diluvio sobre los impíos, aunque protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, predicador de la justicia. 6Además, condenó a las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a cenizas, poniéndolas como escarmiento para los impíos. 7Por otra parte, libró al justo Lot, que se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos, 8pues este justo, que convivía con ellos y amaba el bien, día tras día sentía que se le despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía. 9Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio. 10Esto les espera sobre todo a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza humana y desprecian la autoridad del Señor. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Aproximadamente en el año 65 d.C. el apóstol Pedro fue puesto en prisión por el emperador Nerón en Roma. Se dio cuenta de que pronto sería ejecutado. Por ser testigo ocular del ministerio de Jesús, decidió escribir otra carta a los creyentes a los que había escrito antes, asegurándoles que la enseñanza que habían recibido sobre Jesús era verdadera y exacta. Considero que tengo la obligación de refrescarles la memoria mientras viva en esta habitación pasajera que es mi cuerpo; —escribió— porque sé que dentro de poco tendré que abandonarlo, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. También me esforzaré con empeño para que aun después de mi partida ustedes puedan recordar estas cosas en todo tiempo. Era particularmente importante que Pedro escribiera de nuevo a estos creyentes porque algunas personas habían estado diciéndoles que, en vista de que Jesús no había regresado ya, esa llegada no se podría esperar. (¿Qué hubo de esa promesa de su venida?). Debido a que no esperaban ningún juicio futuro, estos falsos maestros vivían vidas inmorales. Sus enseñanzas estaban socavando la fe y la confianza de muchos creyentes. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Viviendo el ejemplo de Cristo 1Por tanto, ya que Cristo sufrió en el cuerpo, asuman también ustedes la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado, 2para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones humanas, sino cumpliendo la voluntad de Dios. 3Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los incrédulos,4:3 incrédulos. Lit. gentiles. entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgías, a las parrandas y a las idolatrías abominables. 4A ellos les parece extraño que ustedes ya no corran con ellos en ese mismo desbordamiento de inmoralidad, y por eso los insultan. 5Pero ellos tendrán que rendirle cuentas a aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 6Por esto también se les predicó el evangelio aun a los muertos, para que, a pesar de haber sido juzgados según criterios humanos en lo que atañe al cuerpo, vivan conforme a Dios en lo que atañe al espíritu.4:6 en lo que atañe al espíritu. Alt. en el Espíritu. 7Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. 8Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados. 9Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse. 10Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. 11El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, 2deseen con ansias la leche pura de la palabra,2:2 leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, 3ahora que han probado lo bueno que es el Señor. La piedra viva y su pueblo escogido 4Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, 5también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo. 6Así dice la Escritura: «Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado».2:6 Is 28:16 7Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos, «la piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular»,2:7 Sal 118:22 8y también: «una piedra de tropiezo y una roca que hace caer».2:8 Is 8:14 Tropiezan al desobedecer la palabra, para lo cual estaban destinados. 9Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 10Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido. 11Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo que se aparten de los deseos pecaminosos2:11 pecaminosos. Lit. carnales. que combaten contra la vida. 12Mantengan entre los incrédulos2:12 incrédulos. Lit. gentiles. una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
En los años finales de su vida y ministerio, a principios del año 60 d.C., el apóstol Pedro era el líder de la iglesia de Roma. Desde allí continuó animando y retando a los creyentes de todas partes del imperio. Pedro se enteró de que las comunidades de los seguidores de Jesús en las provincias romanas de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia (las cuales están ubicadas en lo que hoy es Turquía) estaban enfrentando persecución. Escribió para instarles a que se mantuvieran fieles a Jesús y a vivir vidas santas, para mostrar a sus oponentes que en realidad eran irreprochables. Pedro comienza con saludos introductorios y luego escribe una extensa bendición sobre Dios. La resurrección de Jesús ha traído a los creyentes una herencia que está reservada en el cielo para ustedes. Pedro les dice que esa es la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo, cuando Dios reúna el cielo con la tierra. Luego de esta declaración tan profunda de la esperanza cristiana, la carta de Pedro se divide en tres secciones: : Primero les dice a sus lectores que sean santos en todo lo que hagan. Les recuerda que al igual que los gentiles, ellos alguna vez vivieron en la ignorancia (no conocían los caminos de Dios). Pero ahora son una nación santa, parte del propio pueblo de Dios, llamados a ejercer un nuevo estilo de vida. Pedro usa aquí un lenguaje y unas imágenes sacadas de la descripción del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Este nuevo estilo de vida, Pedro insiste, se debe practicar específicamente en su comunidad, en sus relaciones los unos con los otros. : Luego, Pedro describe un efecto que produce este estilo de vida: causará un impacto en aquellos que los acusarían y perseguirían sin una causa justa. Mantengan entre los incrédulos —escribe— una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación. Una vez más Pedro enseña que esto se debe alcanzar en la práctica, en el mundo de las relaciones entre los seres humanos. : Por último, Pedro llega directamente al punto de lo que se propone escribir. Reconoce que sus líderes están sufriendo por causa de su fe, pero explica que no hay otra cosa que esperar: no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. El propio Mesías sufrió, y los que creen en él en todo el mundo están pasando por el mismo tipo de sufrimiento; así pues, deben sobrellevarlo con paciencia y fe. Incluso Pedro les puede decir que se alegren de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. La carta de Pedro la entregó Silas, un hombre que también trabajó con el apóstol Pablo (páginas Hch 15:22—17:15). Pedro presenta a Silas en su carta y explica que este lo ayudó a escribirla. Cuando Silas visitó cada una de las comunidades a las que la carta iba dirigida, les comunicó el mensaje que Pedro y él reconocían que necesitaban: los seguidores de Jesús esperan ese día en que Dios los visitará y, aun en medio del sufrimiento, pueden vivir de un modo que muestre que ellos le pertenecen a Dios. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?4:1 luchan … mismos. Lit. hacen guerra en sus miembros. 2Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. 3Y, cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones. 4¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. 5¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros?4:5 Dios … nosotros. Alt. el espíritu que él hizo morar en nosotros envidia intensamente, o el Espíritu que él hizo morar en nosotros ama celosamente. 6Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».4:6 Pr 3:34 7Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón! 9Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. 10Humíllense delante del Señor, y él los exaltará. 11Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y, si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez. 12No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Hermanos míos, la fe que tienen en nuestro glorioso Señor Jesucristo no debe dar lugar a favoritismos. 2Supongamos que en el lugar donde se reúnen entra un hombre con anillo de oro y ropa elegante, y entra también un pobre desharrapado. 3Si atienden bien al que lleva ropa elegante y le dicen: «Siéntese usted aquí, en este lugar cómodo», pero al pobre le dicen: «Quédate ahí de pie» o «Siéntate en el suelo, a mis pies», 4¿acaso no hacen discriminación entre ustedes, juzgando con malas intenciones? 5Escuchen, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres según el mundo para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman? 6¡Pero ustedes han menospreciado al pobre! ¿No son los ricos quienes los explotan a ustedes y los arrastran ante los tribunales? 7¿No son ellos los que blasfeman el buen nombre de aquel a quien ustedes pertenecen? 8Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»;2:8 Lv 19:18 9pero, si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores. 10Porque el que cumple con toda la ley, pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. 11Pues el que dijo: «No cometas adulterio»,2:11 Éx 20:14; Dt 5:18 también dijo: «No mates».2:11 Éx 20:13; Dt 5:17 Si no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la ley. 12Hablen y pórtense como quienes han de ser juzgados por la ley que nos da libertad, 13porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡La compasión triunfa en el juicio! --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Santiago Jesús tuvo varios hermanos, uno de ellos llamado Santiago. Tras la muerte y la resurrección de Jesús, Santiago llegó a ser uno de los líderes más importantes de la comunidad de los seguidores de Jesús en Jerusalén. Santiago era respetado por el consejo que daba y por ayudar a la comunidad a tomar sabias decisiones (véase, por ejemplo, las páginas Hch 15:1-29). Más tarde en su vida, decidió escribir algunas de sus mejores enseñanzas y consejos y enviarlas a otros judíos creyentes en Jesús que estaban diseminados por todo el Imperio romano. Lo que les escribió llegó a conocerse como el libro de Santiago. Este libro comienza como una carta porque se está enviando a personas distantes. Pero en realidad no es muy parecida a otras cartas de su tiempo. Más bien se trata de una colección de dichos cortos, tal vez algunos que Santiago había repetido con frecuencia al aconsejar a las personas. También incluye reflelxiones ligeramente más extensas de temas prácticos. Estas reflexiones pueden haberse tomado de sermones que Santiago ya había predicad, porque se usan las mismas técnicas empleadas por oradores de ese entonces. Por ejemplo, a veces Santiago anticipa alguna pregunta que alguien podría hacer y la responde. O él mismo hace una pregunta a su audiencia, para luego responderla basada en la manera en que, según él, podrían haber respondido. También, a diferencia de la mayoría de las cartas, este libro no trata los temas en un orden lógico o en secuencia. En su lugar, entreteje varios temas al traer a colación asuntos, que deja a un lado para luego retomarlos. El estilo conversacional, los dichos cortos y concisos y el entrelazamiento de temas, todos ellos hacen que este libro sea similar a los escritos sabios de los libros de Proverbios y Eclesiastés. Al igual que esos libros de sabiduría, el libro de Santiago se concentra primordialmente en asuntos del diario vivir en la buena creación de Dios. Cuando Santiago habla directamente sobre lo que significa ser sabio, explica que la sabiduría se demuestra en la conducta práctica: la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. Los asuntos prácticos que él considera incluye el cuidado de los pobres, el uso responsable de la riqueza, el control de la lengua, la pureza de la vida, la unidad dentro de la comunidad de los seguidores de Jesús y, sobre todo, la paciencia y la resistencia durante los tiempos de prueba. Podemos ver que las personas a quienes Santiago escribió enfrentaban muchos retos en su búsqueda de la práctica de la religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre. Al enfrentarnos hoy a retos similares, su sabiduría divina permanece tan valiosa como lo fuera cuando por primera vez la impartió siglos atrás, y nos orienta acerca de llevar vidas completamente humanas. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 3Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. 4Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; 5y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.Job 5.17; Pr. 3.11-12. 7Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. 2De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. 3Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; 4porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. 5Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. 6Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. 7Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí.Sal. 40.6-8. 8Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), 9y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. 10En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;Ex. 29.38. 12pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;Sal. 110.1. 14porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 15Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 16Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,Jer. 31.33. 17añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.Jer. 31.34. 18Pues donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por el pecado. 19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazonesLv. 8.30. de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.Lv. 8.6. 23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,Sal. 110.1. 2ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. 3Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también este tenga algo que ofrecer. 4Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; 5los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.Ex. 25.40. 6Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. 8Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; 9No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. 10Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; 11Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos. 12Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.Jer. 31.31-34. 13Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, 2de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. 3Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite. 4Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, 6y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. 7Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; 8pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida,Gn. 3.17-18. y su fin es el ser quemada. 9Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. 10Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. 11Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. 13Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.Gn. 22.16-17. 15Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. 16Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. 17Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,Lv. 16.2. 20donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. 2Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. 3Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo;Sal. 95.11. aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. 4Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.Gn. 2.2. 5Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.Sal. 95.11. 6Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, 7otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.Sal. 95.7-8. 8Porque si Josué les hubiera dado el reposo,Dt. 31.7; Jos. 22.4. no hablaría después de otro día. 9Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.Gn. 2.2. 11Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. 12Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
En el prólogo de la llamada Epístola a los Hebreos (Heb) leemos: «Dios [que en tiempos anteriores había hablado por medio de los profetas]... en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo» (1.1-2). Sobre este testimonio de fe, lugar permanente de referencia para la totalidad del escrito, su autor plantea desde el propio comienzo el fundamento teológico de la exposición que va a abordar en seguida. Su objetivo es proclamar la universal supremacía de Jesucristo, la Palabra de Dios encarnada en la realidad inmediata del ser humano (cf. Jn. 1.14). Sin embargo, el carácter de Hebreos es principalmente exhortatorio. Así es como lo concibe el autor (13.22), que a lo largo de toda la carta entreteje las enseñanzas teóricas con consejos y recomendaciones prácticas, a fin de afianzar la fe de sus lectores cristianos en medio de los desalientos, temores y sufrimientos de la vida presente. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Esta epístola de Pablo a su amigo Filemón (vv. 1,17) ocupa un lugar único entre los escritos del NT. Es la carta paulina más breve y, además, la única de carácter absolutamente personal. El apóstol, ya anciano (v. 9), está preso en alguna cárcel de Roma, Cesarea o Efeso. Timoteo (v. 1) y otros colaboradores (23-24) se encuentran a su lado, pero él, por lo delicado del asunto que va a tratar, prefiere escribir de su propio puño y letra (v. 19) en vez de dictar la carta a algún amanuense. El destinatario es un creyente llamado Filemón, persona generosa y de buena posición a quien Pablo mismo, probablemente, había llevado a la fe en Jesucristo (v. 19). De las referencias hechas a Arquipo (v. 2, cf. Col. 4.17) y a Onésimo (v. 10, cf. Col. 4.9), ambos relacionados con Filemón o con la iglesia que se reunía en su casa (v. 2), se deduce que los tres tenían en Colosas su residencia habitual. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 2Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 3Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 6Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros. 9Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 10no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. 11Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
La conversión de Tito fue resultado de la predicación de Pablo en Antioquía de Siria. A Pablo debemos también cuanto sabemos acerca del carácter, personalidad y ministerio de aquel amigo y colaborador suyo, al que llama «verdadero hijo en la común fe» (1.4). El apóstol lo menciona en tres de sus epístolas (2 Co. 2.13; 7.6-7,13-14; 8.6,16,23; 12.18; Gá. 2.1,3 y 2 Ti. 4.10), y le dirige la presente. El libro de los Hechos, sin embargo, no contiene ninguna referencia a Tito, a pesar de haber sido compañero de Pablo en su viaje a Jerusalén cuando tuvo lugar el llamado «concilio de los apóstoles» (Hch. 15.4-29; cf. Gá. 2.1). Y es seguro que su presencia allí representó un papel relevante en apoyo de las razones de Pedro, Pablo, Jacobo y otros, frente a quienes pretendían que los gentiles, para llegar a ser cristianos, se sometieran antes a la ley mosaica (Hch. 15.1,5; cf. Gá. 2.3). Andando el tiempo, el apóstol confió a Tito misiones tan delicadas como poner orden en la iglesia de Corinto (2 Co. 2.13; 7.6-7,13-14; 8.6,16,23; 12.18) y organizar la vida de la comunidad cristiana de la isla de Creta (Tit. 1.5). También visitó Dalmacia, al norte del litoral adriático (2 Ti. 4.10), visita de la que no ha quedado información. Pablo, que pensaba pasar el invierno en Nicópolis, le rogó que fuera allá a estar con él (Tit. 3.12). --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Predica la palabra 1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Propósito De la presente epístola, la última del apóstol, se ha dicho que representa su testamento espiritual. En ella exhorta a su «amado hijo» Timoteo (1.2) a mantenerse fiel y a no avergonzarse de ser testigo de Jesucristo (1.6—2.13). Y le encarga que anuncie con diligencia el evangelio (3.14—4.2), que amoneste con prudencia a los creyentes (2.14), que los corrija con humildad (2.24-25) y que esté dispuesto a hacer frente a las penalidades «como buen soldado de Jesucristo» (2.3; Cf. 2.9; 3.12; 4.5). La epístola también previene a Timoteo contra conductas desviadas que algún día podrían llegar a introducirse en la iglesia, cuando gente con «apariencia de piedad» (3.5), «hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe» (3.8), se «apartarán de la verdad... y se volverán a las fábulas» (4.4). Ante el previsible próximo final de su vida (4.6-8), el apóstol aconseja a su discípulo acerca del mejor cumplimiento de la responsabilidad pastoral que le había encomendado: «que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos» (1.6); «esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús» (2.1); «haz obra de evangelista, cumple tu ministerio» (4.5). La carta concluye con una serie de instrucciones, recuerdos personales y saludos. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Deberes hacia los demás 1 No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. 3 Honra a las viudas que en verdad lo son. 4 Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. 5 Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. 6 Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. 7 Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; 8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. 9 Sea puesta en la lista solo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, 10 que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. 11 Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, 12 incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. 13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. 14 Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. 15 Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. 16 Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas. 17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 19 Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. 20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. 21 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. 22 No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro. 23 Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades. 24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, más a otros se les descubren después. 25 Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Predicción de la apostasía 1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 5 porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Propósito Esta epístola revela una seria preocupación de su autor por la organización de la iglesia. Resulta evidente su interés por dotarla de normas de vida y de conducta, válidas tanto para cada miembro individualmente como para la edificación y el crecimiento espiritual de las congregaciones cristianas en conjunto. Por eso, la carta contiene instrucciones sobre diversos temas: la necesidad de la oración y el buen orden en la comunidad (2.1-15), las bases para llegar a una eficiente organización de la iglesia (3.1-13), la vigilancia frente al error doctrinal (4.1-5; 6.3-5), y la atención a la administración congregacional y al ejercicio del ministerio pastoral (3.14-15; 5.1—6.2). Mención aparte ha de hacerse del texto de 3.16. Es un breve poema formado por tres pares de versos, que parecen ir marcando el camino de la exaltación de Jesucristo, desde su manifestación humana hasta su ascensión y glorificación en los cielos. El autor llama «gran misterio de la piedad» a esta hermosa afirmación de fe que viene a ser como el centro de gravedad de la teología de 1 Timoteo (1 Ti). --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Escogidos para salvación 13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. 16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Propósito La Segunda epístola a los Tesalonicenses (2 Ts) desarrolla con mayor amplitud el tema del retorno de Cristo, ya tratado en 1 Tesalonicenses (véase Introducción a esta epístola). Sin embargo, el motivo inmediato de su redacción lo dio la aparición en la ciudad de algunas personas que estaban sembrando inquietudes entre los miembros de aquella iglesia fundada por Pablo. Se trataba de gente exaltada, de ciertos convertidos al cristianismo que a tal punto insistían en la inminencia del retorno de Cristo y del juicio final, que habían llegado a intranquilizar a los creyentes tesalonicenses. Eran personas que para dar mayor peso a sus propias enseñanzas se las atribuían a Pablo, o que utilizaban algún texto paulino entendiéndolo mal y explicándolo peor (2.2). --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; 3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. 9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 11 Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
1 Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, 3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. 4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. 5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano. 6 Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, 7 por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe; 8 porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. 9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, 10 orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? 11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. 12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Salutación 1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Ejemplo de los tesalonicenses 2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, 3 acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. 4 Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; 5 pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. 6 Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7 de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. 8 Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; 9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, 10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
La vida antigua y la nueva 5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Pablo pide que Dios les conceda sabiduría espiritual 3Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, 4habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, 5a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, 6que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad, 7como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros, 8quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu. 9Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Prosigo al blanco 1Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. 2Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. 3Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. 4Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: 5circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín,Ro. 11.1. hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;Hch. 23.6; 26.5. 6en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia;Hch. 8.3; 22.4; 26.9-11. en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. 7Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. 12No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 15Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. 16Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. 17Hermanos, sed imitadores de mí,1 Co. 4.16; 11.1. y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. 18Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal. 20Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Oración de Pablo por los creyentes 3Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 4siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, 5por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; 6estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; 7como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. 8Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. 9Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 11llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Andad como hijos de luz 1Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.Ex. 29.18. 3Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; 4ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. 5Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7No seáis, pues, partícipes con ellos. 8Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz 9(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), 10comprobando lo que es agradable al Señor. 11Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; 12porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. 14Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. 15Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el tiempo,Col. 4.5. porque los días son malos. 17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support
Ministerio de Pablo a los gentiles 1Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 3que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,Col. 1.26-27. 7del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. 8A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; 13por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. --- Support this podcast: https://anchor.fm/virtual-worship/support