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Traficantes de Cultura
Laura Sofía Rivero, autora de "Enciclopedia de las artes cotidianas"

Traficantes de Cultura

Play Episode Listen Later Mar 26, 2025 33:32


"Presentaciones de libros, clases de idiomas, vecinos insoportables, mascotas mimadas se dan cita para ser puestos en valor a través de su aguda mirada. La escritura de Laura Sofía Rivero abreva de la tradición del ensayo lúdico y los libros misceláneos de Julio Torri, Juan José Arreola, Jorge Ibargüengoitia y Hugo Hiriart. Este libro recuerda a los lectores que todo compendio de ensayos es, a final de cuentas, la enciclopedia de una persona."Conversamos en el #TraficantesDeCultura con la escritora y ensayista mexicana Laura Sofía Rivero, autora de Enciclopedia de las artes cotidianas, libro editado en Chile por FALSO AZUFRE.Conduce: Humberto Fuentes

Hoy empieza todo 2
Hoy empieza todo 2 - Tablada 25, 'El arte de fabricar sueños' y 'La ley de Herodes' - 17/03/25

Hoy empieza todo 2

Play Episode Listen Later Mar 17, 2025 117:29


Empezamos en Manos Sucias desde los míticos locales de ensayo Tablada 25 en Madrid, donde Arturo Pozuelo nos abre sus puertas para descubrir su historia.Luego, conversamos con Francesc Miró sobre El arte de fabricar sueños (Barlin Libros), un lúcido análisis sobre cómo la meritocracia ha moldeado y distorsionado nuestras aspiraciones.Y cerramos con Barra Libre, donde Aloma Rodríguez nos lleva a La ley de Herodes de Jorge Ibargüengoitia, acompañada por Chema González y Jorge García de Los Punsetes, responsables de su nueva edición.Escuchar audio

Hoy empieza todo 2
Hoy empieza todo 2 - Barra Libre: 'La ley de Herodes' - 17/03/2025

Hoy empieza todo 2

Play Episode Listen Later Mar 17, 2025 26:43


Y acabamos con Barra Libre de Aloma Rodríguez hablando de 'La ley de Herodes' de Jorge Ibargüengoitia. Nos acompañan Chema González y Jorge García de Los Punsetes, que han sido los encargados de editar este libro.Escuchar audio

Cable a Tierra
47 A la tarde, con José María de Tavira

Cable a Tierra

Play Episode Listen Later Dec 9, 2024 52:28


José María de Tavira Bianchi es un actor mexicano de cine, teatro y televisión, además de cuentacuentos y narrador de audiolibros. Nació el 27 de septiembre de 1983 en la Ciudad de México. Es hijo del reconocido director teatral Luis de Tavira y de la actriz argentina Rosa María Bianchi, lo que le permitió crecer en un entorno artístico que marcó su carrera desde una edad temprana. Actualmente divide su tiempo entre la Ciudad de México y Xalapa, Veracruz. A los siete años, José María debutó en el teatro con la obra Clotilde en su casa, de Jorge Ibargüengoitia, presentada por la Compañía Nacional de Teatro. En 1998, dio el salto al cine internacional interpretando al joven Alejandro Murrieta en La máscara del Zorro, junto a Antonio Banderas y Anthony Hopkins. Posteriormente, consolidó su carrera en México con películas como Amar te duele (2002), Arráncame la vida (2008), y Cansada de besar sapos (2006), que lo posicionaron como uno de los actores más versátiles de su generación. José María estudió Teatro en Royal Holloway, University of London, entre 2002 y 2005. Desde entonces ha alternado su trabajo entre teatro, cine y televisión. Ha participado en series como Señorita Pólvora y Rosario Tijeras, así como en telenovelas como Fuego Ardiente (2021). En el teatro, ha trabajado en diversos montajes, tanto en México como en el extranjero, explorando textos clásicos y contemporáneos. José María es conocido por su enfoque hacia personajes complejos y por su compromiso con la calidad artística en los proyectos que selecciona. Su trayectoria está marcada por su constante búsqueda de historias que lo apasionen y retos interpretativos que enriquezcan su carrera.Síguenos en redes:http://instagram.com/cableatierrapodhttp://facebook.com/cableatierrapodcasthttp://instagram.com/tanialicious Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.

Telescopio
Los relámpagos de agosto, o nunca sabemos quién escribe la historia

Telescopio

Play Episode Listen Later Nov 10, 2024 68:00


Ricardo y Nicolás leen la novela breve de Jorge Ibargüengoitia, sopesan la misantropía del parodista, discurren sobre el sentimiento fárcico de la vida, hablan sobre la tradición mexicana de desmentir a los enemigos a través de la autobiografía auto-apológica y se preguntan sobre la imposibilidad de saber quién escribe la historia.

Jalisco Radio
Catapulta - 26 de Octubre del 2024

Jalisco Radio

Play Episode Listen Later Oct 26, 2024 51:59


*Torcuata y Caerse de la cama.*Noticiario ¿Y eso qué? con Dogs on wheels.*Nos sobran las canciones me llamo Susy.*Un cuento corto: Memorias de Mesa de Jorge Ibargüengoitia / Rodrigo Limón. Guion: Rodrigo Limón. Producción: Begoña Lomelí. Producción y realización: Raúl Peguero. Invitados especiales: Tania Campos, Steve Huerta y Juan Pablo Balcells. Sistema Jalisciense de Radio y Televisión. Visita: www.jaliscoradio.com

Ciudad Literaria
65: ¡Corte! Retrato de una extinta Ciudad de México con Luis Ignacio de la Peña

Ciudad Literaria

Play Episode Listen Later Oct 16, 2024 32:49


Entrevista con el editor Mario Harrigan y el escritor Luis Ignacio de la Peña sobre la novela "¡Corte!", del sello editorial independiente Plan con Maña. ¡Corte! es una novela sobre el "extinto" Distrito Federal que, a partir de relatos cortos, retrata personajes diversos de la segunda mitad del siglo XX, pero que en conjunto revelan la trama de un feminicida serial y una película experimental de un amigo de Luis Buñuel. El autor, Luis Ignacio de la Peña (1952), es un escritor de oficio al estilo de José Emilio Pacheco, Juan José Arreola, Roberto Bolaño y Jorge Ibargüengoitia (guardando las distancias entre todos ellos), que vivió la época de la que escribe y que consiguió un auténtico montaje literario sobre el D.F.  Pide tu libro por mensaje directo aquí El tiraje de la primera edición está limitado a 500 ejemplares. ---- Sigue a Ciudad Literaria: @ciudadliterariacdmx

El Banquete Del Dr. Zagal
Los entremeses del Banquete del Dr. Zagal 11 septiembre 2024.

El Banquete Del Dr. Zagal

Play Episode Listen Later Sep 16, 2024 46:57


¿Cuál es el origen de la tortilla? ¿Cómo se ha ido transformandoGalicia a lo largo de la historia? ¿Qué es lo que hizo tán icónicas lascanciones de Cri-Cri? ¿Saben cuál es la ley de Herodes? En este capítulo hablamos de: Metate, Chistes de Gallegos, Santiago de Compostela, La Patita y El ratón Vaquero, Jorge Ibargüengoitia, Y más en los entremeses del Banquete del Doctor Zagal.See omnystudio.com/listener for privacy information.

Crónicas Lunares
El mejor amigo del hombre - Jorge Ibargüengoitia

Crónicas Lunares

Play Episode Listen Later Jun 27, 2024 6:47


AVISO LEGAL: Los cuentos, poemas, fragmentos de novelas, ensayos y todo contenido literario que aparece en Crónicas Lunares di Sun podrían estar protegidos por derecho de autor (copyright). Si por alguna razón los propietarios no están conformes con el uso de ellos por favor escribirnos al correo electrónico cronicaslunares.sun@hotmail.com y nos encargaremos de borrarlo inmediatamente.  Si te gusta lo que escuchas y deseas apoyarnos puedes dejar tu donación en PayPal, ahí nos encuentras como @IrvingSun  https://paypal.me/IrvingSun?country.x=MX&locale.x=es_XC  --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/irving-sun/message

Voces desde El Colegio Nacional
Juan Villoro - Los relámpagos de agosto de Jorge Ibargüengoitia - Ciclo Novelas Mexicanas

Voces desde El Colegio Nacional

Play Episode Listen Later Jun 26, 2024 83:48


Además de ser un ingenioso reverso humorístico de la Revolución Mexicana, Los relámpagos de agosto de Jorge Ibargüengoitia representa una aguda crítica al discurso oficial, al patrimonialismo y al sistema de complicidades establecido por la gran familia revolucionaria. Continuando con nuestro ciclo Novelas Mexicanas, el 26 de junio de 2016, Juan Villoro, miembro de El Colegio Nacional, nos condujo magistralmente por los recovecos de esta obra. ¡Vamos a escucharlo!

El ojo crítico
El ojo crítico - Celia Rico, pequeños amores, estrenos y Lou Reed

El ojo crítico

Play Episode Listen Later Mar 15, 2024 52:58


Programa cinéfilo hoy con Celia Rico y 'Los pequeños amores', una historia sobre lo cuidados, sobre ser hija y sobre estar atascada y llena de miedos.Después: los estrenos de cartelera con Conxita Casanovas; Leyre Guerrero hablando de 'Perfects Days', pero no tanto los de la película de Wim Wenders como los de Lou Reed; y Jesús Marchamalo paseando por la vida y la obra del mexicano Jorge Ibargüengoitia.Escuchar audio

Vorbitorincii. Cu Radu Paraschivescu și Cătălin Striblea
Vorbitorincii 72. Idei în dialog cu Horia-Roman Patapievici

Vorbitorincii. Cu Radu Paraschivescu și Cătălin Striblea

Play Episode Listen Later Nov 16, 2023 206:05


Bine v-am regăsit, prieteni. Ne revedem pe final de toamnă bucuroși și onorați de întâlnirea cu Horia-Roman Patapievici. Fascinant, cu adevărat! Altfel, vă povestim despre satele săsești în care am fost și în care am văzut lucruri extraordinare, avem câteva recomandări de spectacole, iar cărțile au locul lor binemeritat. Este episod și cu Diana Popescu, care are o mulțime de propuneri culturale. Încheiem cu recompense culinare. Duminică dimineață, pe 19 noiembrie, de la 10,30, ne vedem la Ateneul Național din Iași, iar în decembrie, pe 16, vom fi la Timișoara. Foarte curând vom reveni cu linkul pentru bilete.   00:00 - Un cântec patriotic, câteva bancuri și intrăm în culise la Gala Centenarului Monica Lovinescu. Ne delectăm cu un fragment de Beethoven 16:26 - Am fost prin țară, cu filmări, și vă spunem ce locuri minunate am văzut  31:57 - Fascinantă întâlnirea cu Horia-Roman Patapievici 2:08:02 - Agenda noastră în următoarea perioadă. Neasteptările vin cu o piesă foarte faină 2:14:40 - Spuma Filelor îi aduce pe Golda Meir - Viața mea, Alexandru Călinescu - O lume care a luat-o razna, Agustina Bazterrica - Noi, carnivorii, Jorge Ibargüengoitia - Fetele moarte 2:43:14 - E vremea pentru câteva expresii explicate 2:50:12 - Diana Popescu recomandă “10 lucruri pe care le-am pierdut la Festivalul Mamaia”, un spectacol la Teatrul de Stat Constanța, ”Dual” la Teatrelli, expozițiile de la MNAC  

Ráfagas de Pensamiento
Sobre México: La aventura que es la UNAM

Ráfagas de Pensamiento

Play Episode Listen Later Nov 11, 2023 5:07


Una reflexión sobre algunas particularidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, a partir del texto "El retorno eterno, Alma Mater" de Jorge Ibargüengoitia, artículo publicado el 22 de mayo de 1970. De la serie recopilatoria Ráfagas sobre México pero está cápsula no salió al aire por Radio UNAM. Comentarios: Ernesto Priani Saisó. Producción: Ignacio Bazán Estrada. Voces: María Sandoval y Juan Stack. Controles técnicos: Francisco Mejía. Colaboración especial: Jorge Catalá y Raúl García. 

Para cortar a la epopeya un gajo...
Barril sin fondo Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 20, 2023 3:58


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
Descripción de una pinacoteca Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 20, 2023 4:22


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
Aventuras gastronómicas Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 20, 2023 4:57


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
Desafío en el fondo del vaso Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 15, 2023 4:36


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
La buena acción cotidiana Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 15, 2023 5:31


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
Primeros pasos Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 15, 2023 4:47


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
Los principios de un escritor Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 14, 2023 4:36


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
El chacharero moderno Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 14, 2023 5:02


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
Entre hermanos Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 14, 2023 5:02


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Los Sabados Mando Yo
Las Poquianchis

Los Sabados Mando Yo

Play Episode Listen Later Jun 9, 2023 119:00


Hoy, viajamos a la década de 1960 en México, un país rico en cultura y tradiciones. Pero no nos engañemos, pues tras la fachada de colores y música, se ocultaba un oscuro secreto que envolvía a la pequeña ciudad de San Francisco del Rincón, en el estado de Guanajuato. Aquí, cuatro hermanas – Delfina, María de Jesús, María del Carmen, y María Luisa González Valenzuela – tejerían una red de terror y muerte que sería recordada como uno de los casos más horripilantes de la criminología mexicana. Conocidas como “Las Poquianchis”, estas hermanas no solo operaban en burdeles clandestinos, sino que también eran responsables de secuestrar, explotar y, en muchos casos, asesinar a jóvenes mujeres. Utilizando engaños y promesas de empleo, atrapaban a sus víctimas en una telaraña de violencia y depravación. Pero, ¿qué llevó a estas mujeres a cometer actos tan atroces? ¿Cómo fue posible que operaran durante tanto tiempo sin ser descubiertas? Y una vez descubiertas, ¿cuál fue el alcance de los horrores que dejaron atrás? En este episodio, contaremos la historia de “Las Poquianchis”, , revisaremos archivos y exploraremos cómo este caso sacudió a la sociedad mexicana. Hoy en Los sábados mando yo …. Las Poquianchis El caso de las hermanas González Valenzuela, conocidas como "Las Poquianchis", ha sido representado en varias producciones de cine y televisión debido a su notoriedad y los impactantes detalles de los crímenes. Algunas de las películas y series que han abordado este caso son: 1. Las Poquianchis (1976): Es una película mexicana dirigida por Felipe Cazals, que se basa en el caso real de las hermanas González Valenzuela. La película presenta una representación dramatizada de los crímenes y su impacto en las víctimas. 2. Las Muertas de Juarárez (2010): Aunque esta película no se centra específicamente en el caso de Las Poquianchis, se inspira en crímenes reales de mujeres en México, y ha sido comparada con el caso de las hermanas González Valenzuela debido a temáticas similares de explotación y asesinato de mujeres. 3. Las Poquianchis: Serial Killers (serie de televisión): Es una serie de televisión que también aborda el caso de Las Poquianchis y se centra en los crímenes cometidos por las hermanas González Valenzuela. Estas son algunas de las producciones más notables que han tratado el caso de Las Poquianchis. Es importante tener en cuenta que debido a la naturaleza gráfica y violenta de los eventos, estas producciones pueden ser bastante explícitas y perturbadoras. El caso de "Las Poquianchis" también ha sido objeto de estudio y análisis en diversos libros. Algunos de los libros relacionados con el caso son: 1. Las Muertas de Jorge Ibargüengoitia: Este es uno de los libros más conocidos que se basa en el caso de "Las Poquianchis". Publicado en 1977, es una novela que, aunque ficticia, está inspirada en los terribles hechos reales protagonizados por las hermanas González Valenzuela. El autor utiliza el humor negro y la sátira para explorar los aspectos sociales y psicológicos del caso. 2. México bárbaro y Las Poquianchis de José Agustín: Este es un libro que se centra en diversos episodios de la historia de México, incluyendo el caso de "Las Poquianchis". En él, el autor explora la violencia y la corrupción que rodearon estos eventos. 3. Las Poquianchis: El Infierno sin Límite de los Burdeles de Guanajuato de José Antonio García Andrade: Es un libro más reciente que se centra específicamente en el caso de "Las Poquianchis". En él, el autor recoge información de archivos judiciales, periodísticos y testimoniales para reconstruir los crímenes de las hermanas González Valenzuela. 4. Asesinas de la historia: Mujeres letales que dejaron huella de Pedro Prieto: Aunque este libro no está enteramente dedicado al caso de las Poquianchis, incluye un capítulo sobre ellas. Este libro ofrece perfiles de varias mujeres asesinas a lo largo de la historia, y Las Poquianchis son una de las historias destacadas. //Enlaces: https://friever.jimdofree.com/irma-grese-la-rosa-de-auschwitz/las-poquianchis/ https://nacionmx.com/2021/09/07/el-burdel-del-infierno-las-poquianchis/ https://es.wikipedia.org/wiki/Las_Poquianchis https://www.infobae.com/america/mexico/2021/01/31/prostitucion-ritos-satanicos-corrupcion-y-mas-de-100-asesinatos-la-brutal-historia-de-las-poquianchis/ https://www.uaeh.edu.mx/investigacion/productos/4959/ponencia_las_poquianchis.pdf https://www.milenio.com/politica/comunidad/las-poquianchis-hermanas-que-prostituian-ninas-en-guanajuato https://www.cronica.com.mx/nacional/poquianchis-caso-horror.html https://www.lasirena.la/notaroja/Las-Poquianchis-las-hermanas-y-exterminadoras-mas-crueles-de-Mexico-20180120-0011.html https://origenoticias.com/barreno-rojo-las-poquianchis/ //Nos Puedes Encontrar en estos lugares: Mi Lista de Amazon https://www.amazon.es/hz/wishlist/ls/11MB382F78KC6?ref_=wl_share Telegram Grupo : https://t.me/LosSabadosMandoYo Facebook: https://www.facebook.com/Lossabadosmandoyo Instagram: http://www.instagram.com/lossabadosmandoy Twitter: https://twitter.com/SabadosMandoYo Spotify : https://open.spotify.com/show/7JMeLxFHMtWHEVRGRCY4KO?si=o_HA9s7DR6KFXF_1RRK8KQ  Apple Podcast : https://podcasts.apple.com/es/podcast/los-sabados-mando-yo/id1479960558 Ivoox : https://www.ivoox.com/podcast-sabados-mando-yo_sq_f1774095_1.html Feed : https://www.ivoox.com/sabados-mando-yo_fg_f1774095_filtro_1.xml

Para cortar a la epopeya un gajo...
Éste y otros desfiles Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 9, 2023 5:02


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Memorias de mesa Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 9, 2023 4:34


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Experiencia guanajuatense Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 9, 2023 4:18


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Así es la vida ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 8, 2023 4:57


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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El pasado de una industria Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 8, 2023 5:32


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Delirio de persecución Confesiones de un “boy scout” Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 8, 2023 4:44


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Improvisación con pie forzado ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 6, 2023 6:41


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Autopsias rápidas ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 6, 2023 15:03


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Sangre en la lasaña ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 2, 2023 4:52


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Vías lácteas ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later Jun 2, 2023 4:42


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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El cine como último recurso ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later Jun 2, 2023 6:41


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Cómicos ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 31, 2023 11:12


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Ésta y otras profecías ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 30, 2023 4:48


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Tiendas rojas y muertes blancas ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 30, 2023 4:54


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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El espectador como enfermo mental ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 26, 2023 5:16


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Queremos estar solos ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 26, 2023 5:27


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Los médicos del alma ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 26, 2023 5:17


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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En el desierto se te olvida tu nombre ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 25, 2023 4:40


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Guía para salir del Sahara ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 25, 2023 4:21


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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“Canoa”, ¿cine de denuncia? ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 25, 2023 5:54


Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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James Bond en Babia ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 24, 2023 5:22


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Cine para pobres ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 24, 2023 4:32


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Misterios de la cámara oscura ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 24, 2023 4:35


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Las ventajas de ser chaparro ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

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Play Episode Listen Later May 23, 2023 5:36


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

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Puericultura industrial ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later May 23, 2023 5:12


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Para cortar a la epopeya un gajo...
La defensa de nuestra idiosincrasia ¿Por qué no vamos al cine? Jorge Ibargüengoitia

Para cortar a la epopeya un gajo...

Play Episode Listen Later May 23, 2023 4:52


“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”. Jorge Ibargüengoitia Antillón, “el chispazo del sentido común” (Guanajuato, 22 de enero de 1928 - Madrid, 27 de noviembre de 1983). Entre el mes de enero de 1969 y hasta el golpe contra Excélsior en junio de 1976, Jorge Ibargüengoitia escribió 615 artículos en la página 7 de ese diario, casi sin fallar y desde donde estuviera: su casa de Coyoacán, Londres o El Cairo. Después del golpe anduvo de viaje con su mujer, la pintora Joy Laville, y cuando regresó a México se unió a la nómina de colaboradores de la revista Vuelta con una columna mensual que se llamaba “En primera persona”. En la revista publicó otros 30 artículos, los últimos de los cuales venían de París, adonde habían regresado los “exiliados”. Decía Ibargüengoitia entonces que él se “pasaba los días en París y las noches en México”. Si algunos de los sucesos que, en la década de 1970, incitaron a Ibargüengoitia pueden considerarse caducos, no tardaremos en reconocer la manera de convertirlos en literatura les agrega un valor más que propio. ¿Literatura o periodismo? En este, como en otros casos de valía, la distinción se antoja retórica y timorata. Decía Ibargüenguitia: “¿Estoy satisfecho con mi columna? Francamente sí. En todos sentidos: como una rutina es la más agradable que he tenido en mi vida. ¿Cuántos asalariados pueden decir lo que yo he estado diciendo varios años: `los lunes a las doce y media termina el trabajo de la semana`? En cuanto a lo escrito, después de hacer la consideración consabida de que sólo un genio pude ser genial cada martes y viernes, debo admitir que hay artículos –unos cuantos- que me dejan satisfecho y que, dentro de las restricciones peculiares del género, tienen la calidad que no desmerece al compararlos con otras cosas que he escrito con mucho más cuidado.” Su capacidad para mirar dichos avatares con desprendimiento lo lleva a extraer del tedio y del mal humor anécdotas divertidas y, sobre todo, críticas.

Algarabía Radio
Jorge tiene razón

Algarabía Radio

Play Episode Listen Later Nov 23, 2022 93:06


En este podcast Pilar y Fernando Montes de Oca hablan de la vida y obra del escritor Jorge Ibargüengoitia.