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ESTALMAT es un proyecto pionero que lleva más de 25 años detectando, orientando y estimulando el talento matemático entre jóvenes de 12 y 13 años, sin necesidad de desarraigo. Eugenio Hernández, coordinador nacional de esta iniciativa, María Gaspar Alonso -Vega, Angélica Benito Sualdea (profesoras de Estalmat) y Beatriz Reyes de Frutos nos ha explicado cómo este programa presente en más de 10 Comunidades Autónomas ofrece sesiones semanales de tres horas durante dos años, fomentando el pensamiento lógico, la creatividad y el amor por las matemáticas. También se abordaron dos desafíos clave: la falta de financiación estable y el escaso relevo generacional entre los docentes de matemáticas.
ESTALMAT es un proyecto pionero que lleva más de 25 años detectando, orientando y estimulando el talento matemático entre jóvenes de 12 y 13 años, sin necesidad de desarraigo. Eugenio Hernández, coordinador nacional de esta iniciativa, María Gaspar Alonso -Vega, Angélica Benito Sualdea (profesoras de Estalmat) y Beatriz Reyes de Frutos nos ha explicado cómo este programa presente en más de 10 Comunidades Autónomas ofrece sesiones semanales de tres horas durante dos años, fomentando el pensamiento lógico, la creatividad y el amor por las matemáticas. También se abordaron dos desafíos clave: la falta de financiación estable y el escaso relevo generacional entre los docentes de matemáticas.
El exgobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, actual candidato al Partido Verde al Senado, le dio varios machetazos a una cabeza de res, en un mercado de Xicoténcatl, en alusión a Francisco García Cabeza de Vaca.See omnystudio.com/listener for privacy information.
El ex gobernador habría recibido 132 millones de dólares en sobornos
• Natyelly Meneses —editora de ciudadanía en Chilango— informa sobre el reinicio de operaciones de Mexicana de Aviación.• Tonatiuh Guillén —excomisionado del instituto nacional de migración— habla sobre el avance de una nueva caravana migrante desde Chiapas.• Fernando Gómez Suárez —analista independiente del sector aeroportuario— ahonda en las implicaciones de este rescate en materia de impuestos.• Paula Sofía Vásquez —analista política— habla sobre la invitación del PVEM a Eugenio Hernández para el Senado.• Javier Garza —periodista y analista— comparte comentarios sobre la muerte del senador Armando Guadiana.Programa transmitido el 26 de diciembre del 2023. Escucha 'Esto no es un noticiero' con Nacho Lozano, en vivo de lunes a viernes de 1:00 p.m. a 2:00 p.m. por el 105.3 de FM. Esta es una producción de Radio Chilango.
El Verde quiere que ex gobernador de Tamaulipas que salió hace 4 meses de prisión sea su candidato al SenadoEl ex mandatario tamaulipeco, Eugenio Hernández, agradece invitación pero aclara que aún tiene pendientes asuntos con la justiciaDenuncia Gaza que Israel bombardeó campo de refugiados y dejó 60 muertosMás información en nuestro podcast
Mientras todo mundo andaba emocionado (o soportando) la Taylor-Swiftmania, en Tamaulipas dejaron libre al exgobernador Eugenio Hernández, quien desde el 2017 estaba tras las rejas acusado de defraudación bancaria, lavado de dinero y otros delitos. ¿Y por qué liberaron a tan fino ejemplar de la política? Puessssss, eso es lo que quiere averiguar la FGR y, por eso, anunció que apelará la decisión del juez, la cual calificó de “inadmisible”, ya que hay un alto riesgo de que Eugenio Hernández se dé a la fuga… no sería raro: es solicitado en Estados Unidos, donde tiene algunas cuentas pendientes.
El músico cubano Eugenio Hernández, más conocido como Gene Hernández publicó en 1978 junto a la agrupación Novedades el álbum “Con amor”, del cual destacó la canción “No soy de aquí, ni soy de allá”. Siete años antes, ya el cantautor argentino Alberto Cortez, había publicado una versión de esta canción en 1971 bajo el título “No soy de aquí, ni soy de allá”. El compositor de esta canción es el cantautor argentino Facundo Cabral, quien la publicó en el álbum homónimo de 1970 con el título “No soy de aquí, ni soy de allá”. Así la escuché yo… ¿Y tú, en cuál versión la escuchaste primero? Autor: Facundo Cabral (argentino) No soy de aquí, ni soy de allá - Gene Hernández y Novedades (1978) “Con amor” álbum (1978) Gene Hernández (nombre real Eugenio Hernández, cubano) No soy de aquí, ni soy de allá - Alberto Cortez (1971) “No soy de aquí” álbum (1971) Alberto Cortez (nombre real José Alberto García Gallo, argentino) No soy de aquí, ni soy de allá - Facundo Cabral (1970) “Facundo Cabral” álbum (1970) Facundo Cabral (nombre real Rodolfo Enrique Cabral Camiñas, argentino) ___________________ “Así la escuché yo…” Temporada: 6 Episodio: 37 Sergio Productions Cali – Colombia Sergio Luis López Mora
•Deja sin presión preventiva a Eugenio Hernández Flores•CDMX se equipa con equipo de seguridad•Más información en nuestro podcast
El Consejo Económico y Social de Plasencia ha descartado convocar movilizaciones de forma inmediata para exigir un parada del nuevo tren de alta prestaciones pero sí lo hará en otoño si el gobierno central no atiende varias reivindicaciones de la ciudad. Entre ellas que el tren Alvia pare en la estación de Plasencia y la construcción de una nueva estación a las afueras de la ciudad que permita la llegada de la alta velocidad y que se complete con una plataforma logística y un parque empresarial. También la conclusión de la autovía autonómica EX-A1 hasta la frontera portuguesa, la reapertura del corredor ferroviario de la Ruta de Plata hasta Salamanca y que se recuperen las conexiones por tren con Madrid y el resto de ciudades extremeñas. Eugenio Hernández, presidente del Círculo Empresarial Placentino, ha destacada la importancia de muchas de esas infraestructuras "para dinamizar el tejido económico de todo el norte de la región"
En el episodio 10 del Podcast de Compliance de la oficina de Caracas de Baker McKenzie, Jesús Dávila habla con Eugenio Hernández-Bretón, quien nos da un paseo por los distintos puntos de conexión entre la cultura anticorrupción y el complejo mundo del arbitraje internacional. Eugenio trae toda su experiencia y conocimiento para explicarnos los retos [...]
El Instituto Nacional de Migración (INM) emitió el miércoles 19 de mayo una alerta migratoria para verificar potenciales entradas o salidas de México del gobernador opositor de Tamaulipas, noroeste de México, Francisco García Cabeza de Vaca, acusado de defraudación fiscal. Con nuestra corresponsal en México, Marta Durán de Huerta, y AFP. La Fiscalía General de la República de México recibió de un juez el 19 de mayo, la orden de captura del actual gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, del Partido Acción Nacional, quien hace pocos días fue desaforado por el Congreso Federal. Esto provocó un conflicto con el Congreso de Tamaulipas que no reconoció el desafuero de su gobernador, por el contrario, lo protegió y argumentó que con la medida no se respetaba la autonomía del norteño estado. En plena laguna legal se obsequió la orden de aprehensión contra Cabeza de Vaca a quien se le acusa de delincuencia organizada, operaciones con dinero de procedencia ilícita y evasión fiscal; este último cargo parecía ser el único que se le podía probar plenamente, como a Al Capone. Sin embargo, la Unidad de Inteligencia Financiera conducida por Santiago Nieto, presentó cinco denuncias más y congeló las cuentas bancarias no solo del desaforado gobernador sino de sus hermanos, el senador Ismael Cabeza de Vaca y José Manuel García Cabeza de Vaca; su esposa, Mariana Gómez; su suegro Ramón Gómez Resendez y de su madre María de Lourdes Cabeza de Vaca Wattenberg. Santiago Nieto anunció que la UIF congeló 12 cuentas de personas físicas y 25 de personas jurídicas. No es una manzana podrida sino una red de corrupción Según las investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Francisco García Cabeza de Vaca tiene 17 inmuebles en Estados Unidos, en Tamaulipas y en la Ciudad de México. Por ejemplo, en la capital del país compró o simuló la compra de un departamento de lujo con valor de 42 millones de dólares, utilizando a una empresa que el Cártel de Sinaloa también usa para sus transferencias. Aún se investiga si hay un vínculo directo con dicha organización criminal. También se descubrió una red de empresas fantasma usadas por los Cabeza de Vaca. Quien fuera senador, diputado, alcalde de la ciudad de Reynosa y gobernador de Tamaulipas, se dice víctima de percusión política, sin embargo no ha podido aclarar cómo amasó una fortuna de más de 900 millones de pesos, ya que aunque no hubiera gastado un centavo de todos sus sueldos como funcionario público, no habría logrado juntar tanta riqueza. Cabeza de Vaca, de quien hasta el momento de escribir estas líneas se ignora su paradero, fue señalado por el ex director de Petróleos Mexicanos (PEMEX) Emilio Lozoya, como parte de la confabulación para recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos petroleros. Tales sobornos, no solo fueron a bolsillos de políticos corruptos y empresarios corruptos, sino que a decir del propio Lozoya, financiaron campañas políticas como la de Enrique Peña Nieto a la presidencia (2012-2018). También hay justificadas sospechas de que el suegro de Cabeza de Vaca se dedica al robo y contrabando de combustibles. Las investigaciones sobre la responsabilidad de Cabeza de Vaca en contratos y licitaciones amañadas, desvío de recursos públicos usando empresas fantasma, nepotismo, redes de prestanombres, vínculos con el crimen organizado y evasión fiscal, siguen en marcha. Tamaulipas es un estado clave para el comercio legal e ilegal. Está en la frontera con los Estados Unidos y es la ruta más corta para llegar desde Centroamérica a Texas. Tiene 15 pasos fronterizos a la Unión Americana y dos puertos en el Golfo de México. Se practica la agricultura, la ganadería, el comercio a gran, pequeña y mediana escala, pero lo que más tiene es violencia. La lucha por el control del territorio entre diversos grupos del crimen organizado es legendaria. Desde el 2010 la lucha entre el Cártel del Golfo, el de Sinaloa y Los Zetas, sumieron al estado en un baño de sangre con decenas de miles de muertos e incontables desaparecidos. Los pobladores de la llamada frontera chica huyeron y los pueblos quedaron desiertos. Los caciques, empresarios y políticos corruptos de Tamaulipas, dieron protección a los miembros del crimen organizado. Los funcionarios públicos nombraron a los personeros de los narcos jefes de la policía; dejaron pasar drogas, armas y todo lo prohibido sin problema; no arrestaron a nadie, lavaron el dinero mal habido y avisaron a los criminales de los operativos contra ellos. Tamaulipas en uno de los estados con el mayor índice de periodistas asesinados. Las organizaciones de protección a periodistas lo consideran una “zona de silencio”. Si a Francisco García Cabeza de Vaca se le demuestran los delitos de los que se le acusa, sería el tercer gobernador de Tamaulipas encarcelado. Tomás Yarrington del Partido de la Revolución Institucional (1999-2005) está preso en Estados Unidos y Eugenio Hernández también del PRI (2005-2011) cumple condena en México.
Que como Tamaulipas parece no haber dos, pues la ínclita lista de sus góbers priistas en líos acaba de sumar a su club al panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, cuyo desafuero pide la FGR por delincuencia organizada y más, cargo que nada le envidian Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, sin contar a Rodolfo Torre Cantú, asesinado cuando era candidato.
La semana pasada dejamos al gallego Alfonso Graña abandonando Iquitos para ver qué había río arriba. Unos le dijeron que no había nada y otros que estaban los indios más fieros de toda América, los terribles indios jíbaros, los reductores de cabezas e imposibles a toda civilización.Tenían razón los segundos: río arriba había jíbaros, de los agarunas y de los huambisas, y tampoco eran tan terribles. Pero sobre todo había selva, mucha selva. La suficiente como para pasar allí toda la vida. De entre los inexpugnables jíbaros, Graña conquistó primero el corazón de la hija del jefe huambisa Samaren III. Un corazón que seguro que tenía nombre, pero nadie se molestó en apuntarlo. Luego, como sabía hacer cosas tales como molinos o sacar sal, y aguantaba como un bravo las picaturas de las tarántulas y los embites delos rápido del río Marañón en el Pongo de Manseriche, se ganó a todos los demás. Como diría Frank Sinatra, los civilizó a su manera, que quizás no sea la forma más civilizada de hacerlo. En los últimos 1920s y en los primeros 30s, Graña dominaba un basto territorio amazónico y cinco mil jíbaros aparcaban sus diferencias para hacer lo que decía. La Standard Oil de Rockefeller negoció con él la extracción de petróleo en el Alto Marañón y protegió a otros «cristianos» que quisieron explorar aquella selva ignota. Cada año bajaba a Iquitos rodeado de indios y comerciaba con sus cosas de la selva. Llevaba a los jíbaros al cine, a comer helados y a montar en la furgoneta Ford de su paisano Cesáreo Mosquera, que era librero, masón y hombre curioso. Con su máquina de escribie, Mosquera capturó muchas entrevistas a Graña en las que describía el mundo de los jíbaros. En noviembre de 1934, un fulminante cáncer de estómago, dejó a Galicia carente de reyes y a los jíbaros sin curaca. Grabado a gran distancia, como que cada uno estaba en su casa, por Elena Ojeda, Xisco Rojo, Sergio delgado, Eugenio Hernández, Juan Diego Yanda, Carlos Lapeña y África Egido. Un programa escrito y dirigido por Carlos Lapeña.
La semana pasada dejamos al gallego Alfonso Graña abandonando Iquitos para ver qué había río arriba. Unos le dijeron que no había nada y otros que estaban los indios más fieros de toda América, los terribles indios jíbaros, los reductores de cabezas e imposibles a toda civilización.Tenían razón los segundos: río arriba había jíbaros, de los agarunas y de los huambisas, y tampoco eran tan terribles. Pero sobre todo había selva, mucha selva. La suficiente como para pasar allí toda la vida. De entre los inexpugnables jíbaros, Graña conquistó primero el corazón de la hija del jefe huambisa Samaren III. Un corazón que seguro que tenía nombre, pero nadie se molestó en apuntarlo. Luego, como sabía hacer cosas tales como molinos o sacar sal, y aguantaba como un bravo las picaturas de las tarántulas y los embites delos rápido del río Marañón en el Pongo de Manseriche, se ganó a todos los demás. Como diría Frank Sinatra, los civilizó a su manera, que quizás no sea la forma más civilizada de hacerlo. En los últimos 1920s y en los primeros 30s, Graña dominaba un basto territorio amazónico y cinco mil jíbaros aparcaban sus diferencias para hacer lo que decía. La Standard Oil de Rockefeller negoció con él la extracción de petróleo en el Alto Marañón y protegió a otros «cristianos» que quisieron explorar aquella selva ignota. Cada año bajaba a Iquitos rodeado de indios y comerciaba con sus cosas de la selva. Llevaba a los jíbaros al cine, a comer helados y a montar en la furgoneta Ford de su paisano Cesáreo Mosquera, que era librero, masón y hombre curioso. Con su máquina de escribie, Mosquera capturó muchas entrevistas a Graña en las que describía el mundo de los jíbaros. En noviembre de 1934, un fulminante cáncer de estómago, dejó a Galicia carente de reyes y a los jíbaros sin curaca. Grabado a gran distancia, como que cada uno estaba en su casa, por Elena Ojeda, Xisco Rojo, Sergio delgado, Eugenio Hernández, Juan Diego Yanda, Carlos Lapeña y África Egido. Un programa escrito y dirigido por Carlos Lapeña.
La emigración gallega está llena de historias extraordinarias, de triunfos y fracasos, de ruinas y fortunas. De entre los triunfadores, algunos volvieron y plantaron palnmeras, construyeron hoteles, fundaron escuelas y embrearon carreteras. Otros se eternizaron en su nueva tierra, se acriollaron y llegaron a generales o incluso a presidentes. Pero ninguno entre los hijos de Galicia llegó a dignidad más alta que la que alcanzó el avionense Alfonso Graña en el Alto Marañón, en lo más profundo del Amazonas peruano. Lo documentó en el Ya, Víctor de la Serna, el periodista falangista que lo bautizó como Alfonso I de la Amazonía: «Alfonso Graña, el español que reina como señor único, por encima de tratados y fronteras, sobre un territorio tan extenso como España, allí donde se parten en dos el mundo, la noche y el día.» No sabemos cuando se inauguró su reinado sobre los jíbaros amazónicos, esos que alcanzaron renombre mundial por su afición por reducir cabezas y por ser imposibles a toda civilización. Con el mismo ánimo que en los estertores del siglo XIX dejó atrás su Avión natal, un día de 1922, cuando la fiebre del caucho ya no necesitaba de cataplasmas, abandonó Iquitos, el primer puerto del Amazonas peruano, y se adentró en la selva en busca de un porvenir o de algo de comer. Pasaron muchos años antes de que nadie volviera a saber de él. Alfonso Graña nació en Amuidal, en el conceyo de Avión y en la provincia de Ourense. Era 1878, A diferencia de la mayoría de sus hermanos, esquivó las epidemias y resistió el hambre. Ganó así la oportunidad de huir. No quiso ser original. A Madrid no podía ir, no eran aún tiempos en los que un analfabeto pudiera ser ministro, y había que subir muchos puertos para llegar a una fábrica de Bilbao o Barcelona. El camino más directo requerí subir solo un puerto, el de Vigo. Se decía que en Argentina se comía carne todos los días. Carne todos los días. Tenía más magnetismo que el oro. Pero Graña no fue a Argentina, ni siquiera a Cuba, que aún era un destino nacional. Brasil necesitaba colonos para el Amazonas. Los papeles estaban arreglados. Figúrate, si hasta te pagaban el pasaje. En cuarta, pero a caballo regalado… Graña entró en el orden y el progreso por Belém de Para. Fue una escala antes de llegar al epicentro de la fiebre del caucho, Manaos. Manaos era la ciudad más rica y moderna de su tiempo. Las casas tenían luz y agua, en su ópera cantaba Carusso y los tranvías eran eléctricos, no como los de Nueva York que eran arrastrados por bestias. La ropa de Manaos se lavaba en Portgal y había más putas que en la imaginaria Mahagonny. Un día los ingleses, que no estaban en contra de los monoplios pero que preferían que fueran de su propiedad, robaron la semilla de la serengueira, la plantaron en Malasia al borde de las carreteras y jodieron la exclusiva sudamericana en el negocio del látex. Los altos costes de sacar cosas de la selva hicieron lo demás. En poco más de una década nadie recordaba la edad de oro de Iquitos o de Manaos. Graña vivió del caucho en Manaos. También en Iquitos. Quizás llegó antes, pero en 1910 ya era habitante del centro del látex peruano. En los últimos años diez ya no se ataban los perros con longaniza, pero aún se podía vivir. Además, con su paisano Cesáreo Mosquera, el dueño de la librería Amigos del país, Graña aprendió a leer los carteles que avisaban de que en Iquitos no había futuro. Así llegamos a ese día de 1922 en el que Graña preguntó a alguien que qué había río arriba. Como unos le dijeron que nada y otro que los terribles indios jíbaros que a todos los «cristianos» les hacían mondongo, nuestro hombre se fue a comprobarlo por sí mismo. Eso sí, para saber lo que vió, tendremos que esperar a la próxima semana. Grabado, cada uno en su casa, por Elena Ojeda, Xisco Rojo, Eugenio Hernández, Carlos Lapeña, Sergio Delgado, Juan Diego Yanda y África Egido. Un programa escrito y dirigido por Carlos Lapeña.
La emigración gallega está llena de historias extraordinarias, de triunfos y fracasos, de ruinas y fortunas. De entre los triunfadores, algunos volvieron y plantaron palnmeras, construyeron hoteles, fundaron escuelas y embrearon carreteras. Otros se eternizaron en su nueva tierra, se acriollaron y llegaron a generales o incluso a presidentes. Pero ninguno entre los hijos de Galicia llegó a dignidad más alta que la que alcanzó el avionense Alfonso Graña en el Alto Marañón, en lo más profundo del Amazonas peruano. Lo documentó en el Ya, Víctor de la Serna, el periodista falangista que lo bautizó como Alfonso I de la Amazonía: «Alfonso Graña, el español que reina como señor único, por encima de tratados y fronteras, sobre un territorio tan extenso como España, allí donde se parten en dos el mundo, la noche y el día.» No sabemos cuando se inauguró su reinado sobre los jíbaros amazónicos, esos que alcanzaron renombre mundial por su afición por reducir cabezas y por ser imposibles a toda civilización. Con el mismo ánimo que en los estertores del siglo XIX dejó atrás su Avión natal, un día de 1922, cuando la fiebre del caucho ya no necesitaba de cataplasmas, abandonó Iquitos, el primer puerto del Amazonas peruano, y se adentró en la selva en busca de un porvenir o de algo de comer. Pasaron muchos años antes de que nadie volviera a saber de él. Alfonso Graña nació en Amuidal, en el conceyo de Avión y en la provincia de Ourense. Era 1878, A diferencia de la mayoría de sus hermanos, esquivó las epidemias y resistió el hambre. Ganó así la oportunidad de huir. No quiso ser original. A Madrid no podía ir, no eran aún tiempos en los que un analfabeto pudiera ser ministro, y había que subir muchos puertos para llegar a una fábrica de Bilbao o Barcelona. El camino más directo requerí subir solo un puerto, el de Vigo. Se decía que en Argentina se comía carne todos los días. Carne todos los días. Tenía más magnetismo que el oro. Pero Graña no fue a Argentina, ni siquiera a Cuba, que aún era un destino nacional. Brasil necesitaba colonos para el Amazonas. Los papeles estaban arreglados. Figúrate, si hasta te pagaban el pasaje. En cuarta, pero a caballo regalado… Graña entró en el orden y el progreso por Belém de Para. Fue una escala antes de llegar al epicentro de la fiebre del caucho, Manaos. Manaos era la ciudad más rica y moderna de su tiempo. Las casas tenían luz y agua, en su ópera cantaba Carusso y los tranvías eran eléctricos, no como los de Nueva York que eran arrastrados por bestias. La ropa de Manaos se lavaba en Portgal y había más putas que en la imaginaria Mahagonny. Un día los ingleses, que no estaban en contra de los monoplios pero que preferían que fueran de su propiedad, robaron la semilla de la serengueira, la plantaron en Malasia al borde de las carreteras y jodieron la exclusiva sudamericana en el negocio del látex. Los altos costes de sacar cosas de la selva hicieron lo demás. En poco más de una década nadie recordaba la edad de oro de Iquitos o de Manaos. Graña vivió del caucho en Manaos. También en Iquitos. Quizás llegó antes, pero en 1910 ya era habitante del centro del látex peruano. En los últimos años diez ya no se ataban los perros con longaniza, pero aún se podía vivir. Además, con su paisano Cesáreo Mosquera, el dueño de la librería Amigos del país, Graña aprendió a leer los carteles que avisaban de que en Iquitos no había futuro. Así llegamos a ese día de 1922 en el que Graña preguntó a alguien que qué había río arriba. Como unos le dijeron que nada y otro que los terribles indios jíbaros que a todos los «cristianos» les hacían mondongo, nuestro hombre se fue a comprobarlo por sí mismo. Eso sí, para saber lo que vió, tendremos que esperar a la próxima semana. Grabado, cada uno en su casa, por Elena Ojeda, Xisco Rojo, Eugenio Hernández, Carlos Lapeña, Sergio Delgado, Juan Diego Yanda y África Egido. Un programa escrito y dirigido por Carlos Lapeña.
Dedicamos nuestro Radioyentes en el día de hoy a recoger y compartir diversas propuestas radiofónicas y del mundo del podcast a fin de que las podáis conocer, así que comenzamos nuestro repaso hablando de un espacio que nos llega por gentileza de la revista Quo, se titula Historias Mínimas, y es un podcast de periodicidad semanal con personajes, anécdotas, curiosidades y momentos únicos en píldoras de audio con Eugenio Hernández, África Egido y Óscar Menéndez, todo ello en una producción de Labsonoro… Agradecimientos para: José Antonio Laboreo de Radio Villegas Sintonía: de Junior Menezes
Dedicamos nuestro Radioyentes en el día de hoy a recoger y compartir diversas propuestas radiofónicas y del mundo del podcast a fin de que las podáis conocer, así que comenzamos nuestro repaso hablando de un espacio que nos llega por gentileza de la revista Quo, se titula Historias Mínimas, y es un podcast de periodicidad semanal con personajes, anécdotas, curiosidades y momentos únicos en píldoras de audio con Eugenio Hernández, África Egido y Óscar Menéndez, todo ello en una producción de Labsonoro… Agradecimientos para: José Antonio Laboreo de Radio Villegas Sintonía: de Junior Menezes
Cuando Luis Ríos Losada nació frente a la muralla de Lugo el día de San Fermín de 1942, hacía tanta hambre que nadie imaginó en el rorro al Pinturero, el primer torero paracaidista de la historia. Lugo era milenaria en castro y en murallas, pero estaba en la inopia en lo que a afición a la tauromaquia y al paracaidismo se trataba. Ya de chaval se acostumbró a las aficiones a pares. Con apenas 15 años, Luisiño tenía, por separado, iniciativa y máquina de escribir. Un día conjugó las dos cosas y, gracias a ser presidente de un club balompédico Lucense que no existía, se hizo estrella y promotor de un fútbol local que, como no tenían campo, siempre se jugaba a domicilio y en domingo. Un día, la patria, que vivía en Alcantarilla (Murcia), le llamó para que fuera, que le iban a hacer un hombre y, para disgusto de su madre, allí que se fue. Como Luisiño ya iba hecho un hombre de casa, en la mili le hicieron paracaidista, y encima, a base de poner valor donde otros conocimiento, de los buenos. Pronto se le quedaron pequeños los cielos españoles y los militares, que estaban encantandos con él y deseando que se reenganchara, le llevaron a exhibirse en Francia y Canadá. Anda que no fardó. Pero un domingo que debían de estar cerrados los aeródromos, le llevaron a los toros y ahí se truncó su carrera marcial. Manuel Benitez «el Cordobés» triunfó apoteósicamente delante de las narices de Luisiño y a nuestro protagonista no le valió con ser paracaidista, mecánico de máquinas de escribir y presidente de un club de fútbol que no existía, Luis Ríos Losada quería ser torero. De poco le sirvieron las advertencias de sus amigos. efectivamente, él no sabía torear, no tenía ni idea, pero El Cordobés tampoco es que fuera un estudioso del arte de Cúchares. Es verdad que era valiente, pero ¿qué pasa? ¿acaso a él le faltaba el valor? Su vocación de torero le hizo abandonar la carrera militar. En el ejército se podía ser paracaidista, pater castrense con oficio de teniente coronel, comandante médico o capitán de ingenieros, pero inexplicablemente, las fuerzas armadas españolas no contaban con un cuerpo de toreros, con lo bien que le hubiera venido a él. En el mundo civil, Luis Ríos se hizo instructor de paracaidismo en una escuela particular y buscó diferenciarse del resto de los maletillas para encontrar una oportunidad en los ruedos y, a base de codazos, empujones y tremendismo, abrirse paso en el escalafón. Un día de agosto de 1965 decidió conjugar sus dos pasiones y saltó en paracaídas a la arena de Getafe. Aunque cayó a un kilómetro de la plaza y tuvo que volver andando con su casco y su paracaídas, estuvo a punto de ser el primer matador en entrar a hombros en una plaza de toros. Otra cosa era lo de salir, ante el entusiasmo del público, el novillo le revolcó dos docenas de veces y acabó corneado. No salió por la puerta grande, pero si en los papeles y hasta en el NODO. Perfeccionó su técnica taurina trabajando de camarero en Salamanca e intentó repetir su hazaña en la plaza de toros de la Serresuela, en Cartagena de Indias. Esta vez no recibió ningún revolcón. El viento llevó su paracaídas dentro del mar y el Pinturero no pudo torear ante su público. Con la realización técnica de Elena Ojeda y la actuación de Xisco Rojo, África Egido, Carlos Lapeña, Elena Ojeda y Eugenio Hernández. Un programa escrito y dirigido por Carlos Lapeña. La canción final, "La mujer del fenómeno" del Maestro Legaza ha sido interpretada por Carolina Moncada y Ángel Huidobro especialmente para el Gabinete de Curiosidades del Doctor Plusvalías.
Cuando Luis Ríos Losada nació frente a la muralla de Lugo el día de San Fermín de 1942, hacía tanta hambre que nadie imaginó en el rorro al Pinturero, el primer torero paracaidista de la historia. Lugo era milenaria en castro y en murallas, pero estaba en la inopia en lo que a afición a la tauromaquia y al paracaidismo se trataba. Ya de chaval se acostumbró a las aficiones a pares. Con apenas 15 años, Luisiño tenía, por separado, iniciativa y máquina de escribir. Un día conjugó las dos cosas y, gracias a ser presidente de un club balompédico Lucense que no existía, se hizo estrella y promotor de un fútbol local que, como no tenían campo, siempre se jugaba a domicilio y en domingo. Un día, la patria, que vivía en Alcantarilla (Murcia), le llamó para que fuera, que le iban a hacer un hombre y, para disgusto de su madre, allí que se fue. Como Luisiño ya iba hecho un hombre de casa, en la mili le hicieron paracaidista, y encima, a base de poner valor donde otros conocimiento, de los buenos. Pronto se le quedaron pequeños los cielos españoles y los militares, que estaban encantandos con él y deseando que se reenganchara, le llevaron a exhibirse en Francia y Canadá. Anda que no fardó. Pero un domingo que debían de estar cerrados los aeródromos, le llevaron a los toros y ahí se truncó su carrera marcial. Manuel Benitez «el Cordobés» triunfó apoteósicamente delante de las narices de Luisiño y a nuestro protagonista no le valió con ser paracaidista, mecánico de máquinas de escribir y presidente de un club de fútbol que no existía, Luis Ríos Losada quería ser torero. De poco le sirvieron las advertencias de sus amigos. efectivamente, él no sabía torear, no tenía ni idea, pero El Cordobés tampoco es que fuera un estudioso del arte de Cúchares. Es verdad que era valiente, pero ¿qué pasa? ¿acaso a él le faltaba el valor? Su vocación de torero le hizo abandonar la carrera militar. En el ejército se podía ser paracaidista, pater castrense con oficio de teniente coronel, comandante médico o capitán de ingenieros, pero inexplicablemente, las fuerzas armadas españolas no contaban con un cuerpo de toreros, con lo bien que le hubiera venido a él. En el mundo civil, Luis Ríos se hizo instructor de paracaidismo en una escuela particular y buscó diferenciarse del resto de los maletillas para encontrar una oportunidad en los ruedos y, a base de codazos, empujones y tremendismo, abrirse paso en el escalafón. Un día de agosto de 1965 decidió conjugar sus dos pasiones y saltó en paracaídas a la arena de Getafe. Aunque cayó a un kilómetro de la plaza y tuvo que volver andando con su casco y su paracaídas, estuvo a punto de ser el primer matador en entrar a hombros en una plaza de toros. Otra cosa era lo de salir, ante el entusiasmo del público, el novillo le revolcó dos docenas de veces y acabó corneado. No salió por la puerta grande, pero si en los papeles y hasta en el NODO. Perfeccionó su técnica taurina trabajando de camarero en Salamanca e intentó repetir su hazaña en la plaza de toros de la Serresuela, en Cartagena de Indias. Esta vez no recibió ningún revolcón. El viento llevó su paracaídas dentro del mar y el Pinturero no pudo torear ante su público. Con la realización técnica de Elena Ojeda y la actuación de Xisco Rojo, África Egido, Carlos Lapeña, Elena Ojeda y Eugenio Hernández. Un programa escrito y dirigido por Carlos Lapeña. La canción final, "La mujer del fenómeno" del Maestro Legaza ha sido interpretada por Carolina Moncada y Ángel Huidobro especialmente para el Gabinete de Curiosidades del Doctor Plusvalías.
En esta edición de Cotorreando La Noticia: -Amagan y matan a testigos de juicio contra ex gobernador Eugenio Hernández -Aseguraron 931 kilos de droga en Tamaulipas -El narco lleva los plagios a Texas -Capturan a líder de secta polígama en Chihuahua -Más informes sobre la masacre en Iglesia de Texas Todo esto y mucho más en Cotorreando La Noticia con Raul Brindis.
En esta edición de Cotorreando La Noticia: -PGR niega que remoción de Nieto sea orden de Los Pinos -A 12 años de su captura, extraditan al “Compadre” -Juez concede suspensión de extradición de Eugenio Hernández -Lanzan petición para exigir licenciatura para ser diputado y senador -Trump afirma que llamada a la viuda de soldado fallecido fue respetuosa -Corea del Norte cerca de atacar a Estados Unidos afirma Reino Unido Todo esto y mucho más en Cotorreando La Noticia con Raul Brindis.
Tras ser detenido por los delitos de peculado y lavado de dinero, el ex gobernador de Tamaulipas llega a la Unidad de Quemados… y en el Cineclub de Nicasio: Blade Runner 2049.
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Las Matemáticas de diferentes Sistemas Electorales-20-05-15-Universo Paralelo. Entrevista a Eugenio Hernández. Profesor Titular de Análisis Matemático en la UAM
EDITORIAL A menos de cuatro meses de que el rector de la UNAM, Dr. José Narro Robles visitara el Cinvestav, se logró concretar y firmar un Convenio General de Colaboración, mediante el cual se fortalecerán diversos proyectos de investigación, tanto del Centro como de la Universidad Nacional. Ser una de las instituciones de investigación públicas más importantes del país, confiere al Cinvestav prestigio, y a la vez, una gran responsabilidad ante la sociedad, por lo que las colaboraciones con otras instituciones líderes en investigación, traerá sin duda un impacto social importante. Esta repercusión en la población mexicana también la esperamos tener en Tamaulipas, en donde el Cinvestav convivirá muy de cerca con otras instituciones de investigación importantes y empresas del ramo de la innovación dentro del Parque Científico y Tecnológico Tamaulipas. Dr. René Asomoza Palacio Director General del Cinvestav FIRMAN CONVENIO DE COLABORACION CINVESTAV Y UNAM Con el fin de potenciar diversas áreas del conocimiento, entre ellas la nanotecnología, el estudio genómico de plantas, la física de altas energías y el desarrollo de energías renovables, el Director General del Cinvestav, Dr. René Asomoza Palacio y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Dr. José Narro Robles, firmaron un Convenio General de Colaboración el pasado 4 de noviembre. Durante una reunión realizada en la Coordinación de Investigación Científica de la UNAM, los titulares de ambas instituciones reconocieron que aun cuando hay diversos proyectos conjuntos, es necesario trabajar de una manera más articulada, con el fin de acrecentar los resultados y tener un impacto mayor dentro de la sociedad. El ser las dos instituciones líderes en México en el campo de la investigación, dijo el Dr. René Asomoza Palacio, no sólo representa un orgullo, sino que confiere una responsabilidad ante la sociedad para incidir en la solución de problemas que la aquejan. Acompañado por el Coordinador de Investigación Científica de la UNAM, Dr. Carlos Arámburo de la Hoz y el Secretario de Planeación del Cinvestav, Dr. Marco Antonio Meraz Ríos, así como investigadores de ambas instituciones, el Dr. Asomoza Palacio destacó que, para una mejor interacción entre ambas instituciones, es necesario tener intercambio de estudiantes, “eso nos puede enriquecer mucho para fortalecer los vínculos”. Al respecto, el rector de la UNAM consideró que además del intercambio académico, ambas instituciones deben trabajar para crear, en un futuro, posgrados en doble sede o programas conjuntos de doble titulación. El Dr. José Narro Robles instó a los científicos de ambas instituciones a ponerse a trabajar en lo inmediato con la meta de tener las primeras acciones concretas de trabajo mutuo en las próximas semanas. ********** INICIA CONSTRUCCION DE LAS NUEVAS INSTALACIONES DEL CINVESTAV TAMAULIPAS El gobernador de Tamaulipas, Ing. Eugenio Hernández Flores, acompañado del Director General del Cinvestav, Dr. René Asomoza Palacio y diversas personalidades del ámbito científico y académico, colocaron el pasado 10 de noviembre, la primera piedra del Parque Científico y Tecnológico Tamaulipas, que albergará las nuevas instalaciones del Cinvestav en aquella región. El parque abarcará una extensión de 129 hectáreas, de las cuales 10 serán destinadas al Cinvestav Unidad Tamaulipas, mientras el resto del área será ocupada por la Universidad Politécnica de Ciudad Victoria, la Universidad Autónoma de Tamaulipas y un edificio Empresarial de Tecnologías de Información. Durante la ceremonia, el director general del Cinvestav, Dr. René Asomoza Palacio, destacó que la inversión en ciencia, tecnología e innovación, es una prioridad en un mundo basado en el conocimiento. Hizo énfasis que si Tamaulipas o cualquier otra entidad, desea competir por atraer mayores capitales económicos y brindar una mejor calidad de vida a sus habitantes, es indispensable desarrollar una mayor infraestructura científica y tecnológica en la región. “Ha quedado claro que la mejor plataforma para consolidar el crecimiento económico y la generación de empleos, pasa por la inversión a corto y mediano plazo en educación superior, ligada a la investigación científica, al desarrollo tecnológico y a la innovación” En su oportunidad, el Dr. Rodolfo Tuirán Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública confió en que en un futuro cercano, la nueva sede del Cinvestav pueda albergar a un centenar de científicos y brindar educación de posgrado a 500 estudiantes, con lo que se convertiría en uno de los principales polos de educación en el norte del país. A su vez, en gobernador de Tamaulipas, Ing. Eugenio Hernández Flores, aseguró que con este proyecto científico, que iniciará sus obras con un presupuesto de 30 millones de pesos, se pretende competir, no sólo con otros estados del país, sino con otras naciones en el campo de las tecnologías de la información. El Parque Científico y Tecnológico Tamaulipas estará ubicado en el kilómetro 5.5 de la carretera Cd. Victoria-Soto la Marina.