Aquí contamos historias. Historias relacionadas con el deporte pero que lo sobrepasan. No se trata de ganar o perder, se trata de sentir y vivir.
A estas horas, y antes de que acabe el día, hay una historia que te quiero contar. Hoy se ha celebrado el Día Mundial del Autismo, de la concienciación de lo que significa esta enfermedad y de cómo hay que seguir investigando para entender las causas, el tratamiento y ojalá la cura. Por eso quiero recuperar una historia que te conté hace 3 años y que tiene continuidad en este 2021. Enseguida lo vas a entender. La historia es la de una madre llamada Melina, una hija llamada Irene y un jugador de baloncesto llamado Pau Gasol. Y esta historia, no te la voy a contar yo... See omnystudio.com/listener for privacy information.
¿Está bien que empiece el fútbol, los goles, la alegría del deporte con todo lo que ha ocurrido? ¿Tenemos que sentirnos culpables por intentar pasarlo bien después de 40.000 muertos? En otras palabras: ¿Hasta cuándo tiene que durar el luto? Esa misma pregunta se la hicieron en Nueva York después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Y la respuesta no era clara antes de decidirlo. Pero la respuesta la encontraron cuando nadie se la esperaba al final de la octava entrada de un partido de baseball. El alcalde Giuliani había pedido a los neoyorkinos que volvieran a hacer las cosas que hacían antes. Y en algún momento tenía que volver la vida… y en Nueva York se decidió que el deporte volviera solo diez días después de los atentados, el viernes 21 de septiembre de 2001. Iba a ser un partido de baseball: Los New York Mets recibirían en el Shea Stadium a los Atlanta Braves. Así que viajemos a aquella noche de viernes… El estadio luce prácticamente lleno. 41.235 espectadores para 45 mil asientos. Pero el ambiente no acompaña, está apagado, todos siguen en shock. Quizá con el sentimiento de culpa de intentar pasarlo bien después del atentado. Muchos bomberos y muchos policías de la ciudad están presentes invitados al partido. Los jugadores locales no llevan las gorras de baseball habituales con sus colores: son las de la policía, los bomberos, la autoridad protuaria… No les quitarían esas gorras en toda la temporada. También vemos a Carol Gies, que había perdido a su marido que era bombero hacía tan solo 10 días. Está acompañada de sus hijos, emocionados, porque decidieron que como familia tenían que estar en el estadio. Se canta el himno, como siempre en estos eventos, pero quizá con mayor sentimiento que nunca. Y empieza el partido. El choque no está siendo nada del otro mundo. Al final de la octava entrada, casi al final del partido, Atlanta gana una carrera a dos. Toca batear a los Mets y con un colocado en la segunda base es el turno para Mike Piazza. Un murmullo empieza a recorrer las gradas. Quizá Piazza pueda lograrlo. Quizá. En el montículo de lanzamiento Steve Karsay, neoyorquino, que había crecido a tan solo unos kilómetros de allí. Primer lanzamiento. Piazza batea… al aire. Bola Uno. El partido se acaba y los Mets pierden en Queens. Karsey preparado en el montículo. Mike Piazza con el bate. Segundo lanzamiento. Y entonces… ocurre PAC. Golpe directo. Todos miran la bola subir al cielo de Nueva York y descender... fuera del campo. HOME RUN. Nueva York despertó y celebró como nunca lo había hecho un bateo de los Mets. Las gradas se llevaban las manos a la cabeza. Los bomberos a los que se homenajeó al comienzo y que se habían quedado a ver el partido reían y vitoreaban la carrera de Piazza. Los hijos de Carol se abrazaron a su madre y su foto salió en la portada de los periódicos. Ella reconoció después que pensó que nunca volvería a ver sonreír a sus hijos. Los Mets ganaron el partido y la cicatriz empezó a curarse. Muchos consideran a Piazza un héroe, aunque a él no le gusta. De hecho, muchas voces han pedido que la camiseta con el número 31 que vistió aquel día se muestre en el Memorial y Museo del 11 de septiembre, junto a la Zona Zero, en Manhattan. Nadie lo sabía antes del partido, llenos de dudas y de miedos. Pero la ciudad de Nueva York encontró la respuesta en el bateo de Mike Piazza. Y se convirtió en un símbolo de cómo una ciudad se levantó y volvió a la vida. ¿Hasta cuando tiene que durar el duelo? Por un atentado o por una pandemia, por el adiós de un amigo... Yo solo tengo una respuesta que ya te he ido dando cada vez que te he contado una de estas historias. El luto dura… hasta que alguien te demuestra que la vida puede ser maravillosa. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Pau Donés se ha ido cantando y bailando, y con mariachis en su último vídeo. No se ha ido con un piano triste y una balada. Así lo recordaremos. Con la fuerza que tuvo siempre cada vez que nos visitó en los estudios de Radio Marca y nos hablaba de su Barça y de su afición al surf y al mar. Él era como sus canciones, en apariencia sencillas, pero complejas si escuchabas con atención. Hasta en el nombre. Nunca supimos que lo de Jarabe de Palo era por el palo que nos íbamos a llevar al final. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
La NASA y SpaceX han enviado otra vez hombres al espacio desde suelo estadounidense. Una misión que tiene como objetivo llegar a la Estación Espacial Internacional a corto plazo y está dentro del objetivo de llegar a la Luna en 2024 y a Marte quién sabe cuándo... Pero hay un deportista que ha llegado mucho más lejos y se sigue alejando a una velocidad inimaginable para nosotros... Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia hoy tenemos un Clásico. Un Clásico de aniversarios… El 20 de mayo de 1992 el Barça ganó su primera Copa de Europa y el 20 de mayo de 1998 el Real Madrid consiguió la Séptima, que se celebró como si fuera la primera. Y tengo sonidos de un partido y de otro para poder meternos en la máquina del tiempo. Pero qué hacemos… Me quedo con el gol de Koeman o con el gol de Mijatovic… Así que en una decisión salomónica y cronológica vamos a empezar por el la primera del Barça y luego con la séptima del Real Madrid… De la que por cierto se han conservado más sonidos, al menos de los que yo haya podido rastrear. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia igual todavía recuerdas los sonidos que escuchaste a estas horas hace apenas 5 días: El aniversario de la liga perdida del Deportivo y la rueda de prensa de Arsenio Iglesia Lo que no suponían en ese momento de tristeza era que 6 años después sí ganarían la Liga. De los Arsenio, Bebeto y Liaño se había pasado a los Irureta, Makaay y Songoo. Aunque seguían Mauro Silva, Donato, Fran... Fue un día como hoy, 19 de mayo, pero del año 2000. Última jornada de liga que se jugaba a la misma hora y en viernes, porque 5 días después Real Madrid y Valencia jugarían la final de la Champions en París. Vamos a entrar en la máquina del tiempo y recordar una noche de fútbol y de transistores de hace 20 años… Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia ya te podemos decir que ha vuelto el fútbol. Por el momento a Alemania que han sido los primeros en ponerse en marcha. Eso sí, ha vuelto con las gradas vacías. En Alemania, en Berlín hay un equipo que durante tres décadas vio como más de la mitad de sus afionados no podían ir a animar a sus gradas. Vivían al otro lado del muro. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Todo el deportivismo estaba destrozado. Pocas veces el fútbol fue más cruel con un equipo que aquella noche del 14 de mayo de 1994. Toda la ilusión de una ciudad, de una afición y de todo lo que representaba el humilde se había desvanecido desde los 11 metros. Pero la vida no se paró ahí, y la vida siguió, y el Barça campeón cayó goleado en la final de la Champions por el Milán y unos años más tarde el Deportivo sí conseguiría la Liga, porque ya sabes que la vida puede ser maravillosa. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia, en mayo, no dejo de mirar al calendario y de encontrar recuerdos, momentos importantes en el deporte y sobre todo en el fútbol, porque mayo y junio son los meses de las finales, de las últimas jornadas del campeonato, cuando todo se decide. Así que hoy vamos a viajar a tal día como hoy, 13 de mayo, pero de 2012. Y no, nos vamos a viajar a un estadio de nuestra liga. Vamos a ir a Inglaterra a vivir la última jornada de la Premier. Los dos equipos de Manchester se la juegan. El líder es el City de Roberto Mancini, con los mismo puntos que el United de Fergusson. Pero en caso de empate la copa será para los skyblues. El campeón por tanto se decide en dos partidos: Manchester City - Queens Park Rangers y Sunderland - Manchester United. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia me asomo a la ventana y veo que un día como hoy se nos fue Antonio Vega. Y hace unos días se fue Little Richard. Otro estilo pero la misma genialidad. Recuerdo una película de 1999 llamada “Mystery Alaska”. En ella un equipo de un humilde pueblecito de Alaska tiene la oportunidad de enfrentarse en un partido amistoso a los Rangers de Nueva York. Es todo un evento para el pueblo. Eso sí, tienen todas las de perder y hacer el ridículo. Pero tienen un plan para sacar ventaja y en ese plan aparece Little Richards. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia hoy también nos toca recordar… Y eso que no estamos en la fecha. El día para recordarlo fue ayer. Y han pasado por tanto 25 años y un día. Un cuarto de siglo. Y es que ha habido goles en el fútbol que todos soñamos. Por la forma, por lo que significan y por el momento marcado… Así que hoy en Sonidos Vintage vamos a recordar un gol que quisimos haber metido todos… Un gol que empezó con la frase… EL SAQUE PARA CEDRÚN. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
La gran cita deportiva del 7 de mayo de 1986 estuvo en Sevilla. Final de la Copa de Europa y a partido único. Fútbol Club Barcelona contra el Steaua de Bucarest. El Barça es el favorito… Es un equipo que entrena Terry Venables y que cuenta como gran estrella con el alemán Bernd Schuster. Había dejado por el camino al Sparta de Praga checoslovaco, al Porto, a la Juventus y al Goteborg. El Steaua por su parte había eliminado al Beile danés, al Budapest Honved húngaro, al Kusisi finlandés y al Anderlecht belga. Era una Copa de Europa en la que solo participaba el campeón de liga de cada país, y por eso era complicado clasificarse y luego ganarla. El caso es que el Barça era favorito y SPOILER perdió la final en los penaltis. Pero de aquella noche, de la que hoy se cumplen 34 años me voy a quedar con dos detalles. Uno de una estrella de un equipo y otro modesto que se convirtió en la estrella del partido. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Nos falta, lo echamos de menos. El silencio está muy bien, pero el ruido es necesario, más cuando hablamos de fútbol. Hoy vamos a recordar el momento en el que en un estadio de fútbol se produjo la mayor explosión de ruido de la historia. Fue en una última jornada de liga y en un estadio pequeño pero abarrotado: El Sadar de Pamplona. Aunque en mayo de 2009 se llamara Reyno de Navarra. Peleaban Osasuna y Real Madrid y los rojillos se jugaban la permanencia... Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia empezamos de nuevo a pensar en practicar algún deporte. Ya tenemos horarios para correr por nuestras calles, para montar en bicicleta y surfear... y quizá hoy para hacer batallas de sables láser. Y es que hoy es 4 de mayo, el día de Star Wars por eso de que en inglés se dice "May the 4th" que suena a la frase "May the force be with you", es decir, que la fuerza te acompañe. Por eso hoy nos fijamos en un deporte federado que hemos visto en las tres trilogías de los Jedi: las batallas de sables láser. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
La historia de hoy comenzó un 30 de abril de 1920, hace exactamente 100 años. Fue el día en el que Thomas Moore nació en Keighley, al norte de Inglaterra. 1920 no era un buen año para nacer en una Europa dividida, convulsa y y llena de conflictos. Así que no es extraño que Thomas, al que llamaban Tom, se convirtiera en militar. Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, y con apenas 20 años, se alistó en el octavo batallón del regimiento del duque de Wellington. Y ahí al noveno y hasta la India y luego a Myanmar y Sumatra. Hasta que regresó a Inglaterra con una Guerra Mundial a sus espaldas y el rango de capitán. Era capitán pero todavía era demasiado joven. No tenía ni 30 años. Así que se dedicó a enseñar a jóvenes a manejar tanques, pilotó también motos de competición y con el número 23 en su moto Scott consiguió varios títulos una vez que dejó el ejército. Luego se dedicó a la fabricación de materiales para la construcción y la vida fue pasando, su salud fue mermando, pero no demasiado para un hombre de 70, de 80, de 90… y de casi 100 años que cumple hoy. Y en las últimas dos semanas, en plena pandemia y por culpa de ella, ha batido dos récords Guiness. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Michael Robinson siempre fue el embajador de todo lo que representaba: podía ser un equipo de fútbol, una ciudad, una tienda de muebles, una radio, un programa de televisión o un videojuego. Fichó por Osasuna cuando ni siquiera sabía que la ciudad no se llamaba Osasuna, que se llamaba Osasuna. Lo único que sabía es que el equipo vestía de rojo. Como su Liverpool, con el que había sido campeón de Europa. Llegó a España para acabar su carrera deportiva y se quedó. Siempre con su sonrisa, su simpatía y ese idioma especial que no era español, ni inglés… Era robinsiano. Y así cambió el fútbol. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia está claro que la mejor arma que tenemos contra el virus es el sentido común. Sentido común a la hora de respetar las recomendaciones que dan las autoridades y que además algunas ya son normas de obligado cumplimiento. No me voy a poner aquí a recordar qué se puede y qué no se puede hacer con eso de que salgan los niños a la calle tras más de 40 días encerrados. Pero tampoco voy a dedicarme a generalizar que todo el mundo lo está haciendo mal cuando son unos pocos. Ayer vi más gente insultando en redes, perdiendo los papeles y rasgándose las vestiduras que realmente gente que no respetara la norma de salir con peques a la calle. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Andrey Mycolayovich, de 9 años, está jugando a fútbol en la calle con otros chicos de su pueblo. Él es el mejor de todos, con diferencia. Se los puede regatear casi a ciegas mientras se ríe. Abusón, le dicen los otros niños. Andrey tira de lejos, el balón rebota y va a parar a un tejado cercano. Ahora son los demás niños los que se ríen y le dejan solo. No hay balón, no hay partido. Andrey, resignado, mira al tejado y decide trepar. No es la primera vez, y gracias a su altura consigue llegar al tejado. Allí arriba se lleva una sorpresa. No solo hay un balón perdido, hay varios que se han quedaron ahí y nadie subió a por ellos. Vuelve a sonreír. Andrey vuelve a casa con tres balones y se lo cuenta a su padre. Le dice, exultante, han estado en el tejado mucho tiempo: “Es como si estuvieran esperándome”. El padre de Andrey se llama Mykola y su gesto es serio. Es militar y quizá por eso, en la Unión Soviética, sospecha de todo. Abre un cajón y saca un extraño aparato, como un transistor. Lo enciende y lo acerca a los balones que ha traído Andrey. Aquel aparato empieza a hacer un extraño ruido… Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Y a estas alturas de la pandemia, hemos llegado al 23 de abril. El día internacional del libro. A veces nos acusan a los periodistas deportivos de estar reñidos con los libros, pero generalmente lo hacen aquellos que no leen demasiado. Porque si no reconocerían un buen cuento de Casciari, una genial crónica de Fontanarrossa o quizá el que para muchos es el mejor libro de fútbol de la historia que se llama El Fútbol A Sol y Sombra, que escribió como un poema de amor Eduardo Galeano. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia seguro que hay muchos contenidos de las plataformas digitales que ya has consumido. Acaba de estrenarse El último baile (The Last Dance, Netflix) que cuenta la historia de cómo los Chicago Bulls y Michael Jordan consiguieron su sexto anillo juntos. Pero si hablamos de Jordan, tenemos que recordar su icónico salto, sus piernas separadas, mano arriba sujetando el balón y la lengua fuera... Su mate desde la línea de tiros libres. ¿Pero cómo empezaron los mates en el baloncesto americano? ¿Jordan fue el primero en conseguirlo? Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia, y en este día concreto, seguro que no es la primera vez que escuchas que hoy han pasado treinta años del título de la canción de Celtas Cortos "20 de abril". Sí, tres décadas de esa fecha. Pero hay que decir que en realidad la canción se grabó en marzo del 91 y se publicó en noviembre de aquel año y llegó a ser número 1 de los 40 principales en abril de 1992, así que sonó mucho en los tiempos preolímpicos. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia paso demasiado tiempo dando vueltas a las mismas cosas. Y también recordando antiguas historias que nos puedan dar un poco de ánimo. Caídas y resurgimientos. Y entre todas ellas siempre hay una, de un tipo que tiene algo especial… Te hablo de El Bala. De Alejandro Valverde… Una historia que empezó con una caída… Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Hoy tenemos un acontecimiento radiofónico a las 11 y media de la noche: El Partidazo y El Transistor (los dos últimos programas que se han oído en Radio Marca) van a unirse para realizar el mismo espacio con un montón de protagonistas, que de hecho la idea fue de uno de ellos, de Rafa Nadal. Y más allá del morbo va a molar mucho porque la intención es buena, tiene un fin solidario. Y hoy te voy a contar un secreto. Te voy a contar aquella vez que conseguí que todas, o casi todas, las radios de España emitieran lo mismo y al mismo tiempo. Todo empezó en la Navidad de 2011... Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
En abril de 2019 se no fue la voz del gol para nuestros mayores y la voz del pressing catch para los que poco a poco nos vamos haciendo mayores. HÉCTOR DEL MAR en los últimos tiempos de lucha libre estuvo acompañado de Fernando Costilla, pero la primera pareja de narradores del pressing catch en España fue Héctor del Mar, y JotaEle, José Luis Ibáñez… Un José Luis Ibáñez que dejó los deportes y se dedicó a la cultura, a los libros… Y habla de ellos en Onda Cero con Julia Otero. JotaEle, ha querido recordar en el portal SoloWrestling de El Mundo Deportivo la figura de Héctor del Mar. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Ahora no ha deporte, no hay competición. Pero siempre está ahí para darnos ejemplos. Me refiero a los ejemplos positivos. Los deportistas tienen lesiones pero se empeñan en volver. Una y otra vez. Algo así nos está pasando a nosotros. Hoy traemos el ejemplo de alguien que se cayó muchas veces. Una y otra vez. Y siempre regresó para ganar, para ser la mejor de la historia. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Cuando alguien se va, siempre se habla bien de él. A veces esperamos a que se vaya para recordar lo bueno y olvidar lo malo. Esto va a cambiar. Funciona así. Pero qué se puede decir malo de alguien que cuya voz se quedará en el recuerdo mandándonos un abrazo. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Hoy ha salido el EGM, el estudio general de medios,las audiencias, y no tengo todos los datos, pero sospecho que todas hemos ganado. Si no ahora, en comparación con lo de hace un año o 10… Pero siempre se sube. Ahora que sabemos mucho más de curvas, solo hay que mover la curva cuesta abajo lo suficiente para que parezca que va hacia arriba. Los datos de hoy, eso sí, son de antes de que empezara todo. Antes de la pandemia, antes del confinamiento, antes de que dejara haber fútbol… Vamos, de la vida de antes. Es como si nos llegara una foto en blanco y negro de un mundo que ya no existe. Y todas las radios, todos los programas, ahora hablamos de lo mismo. O por lo menos lo tenemos presente, que es como hablar de ello. Y no nos gusta, porque por ejemplo, nosotros los de deportes, siempre hablamos de algo divertido y pasional. Y todo esto nos supera… Y al final nos convertimos en Adrian Cronauer. ¿Quién es Adrian Cronauer? Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
De vez en cuando acudimos a Hernán Casciari, para saber cómo está pasando la cuarentena en Argentina. Son los pensamientos que cuenta en el programa Perros de la Calle, de Radio Metro. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Hay historias que hablan de cosas complicadas para explicar algo sencillo. Y al revés, hay historias fáciles que cuentan cosas complejas. No sé cómo calificar esta historia, que recuperamos cada vez que nos toca hablar de autismo... Se trata de una madre, una hija y un partido de baloncesto. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Estos días escuchaba en la radio un debate sobre si, cuando todo esto acabe, volveremos a ser los de antes. Es decir, que si lo que está ocurriendo nos cambiará. Hay dos corrientes de opinión. Los que dicen que sí, que claro, que por supuesto… Que esto es un antes y un después y que cuando acabe miraremos todo con otros ojos. Y luego están los pesimistas, o los realistas, que aseguran que tardaremos uno o dos meses en olvidarnos de esto y que luego seguiremos con nuestras vidas y nuestros odios. Me gustaría creer a los primeros, y me disgusta ser de los segundos. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia hay alguna historia que te estamos volviendo a contar. Porque me he dado cuenta que ahora que no hay competición, en los canales de deporte, y aquí también en la radio en el Marcador de Pablo Parra, se están recuperando grandes momentos de nuestra historia. Las victorias de los equipos de fútbol, de las selecciones de baloncesto y balonmano, los partidos de Nadal, las carreras de motos y de coches… Pues yo voy a hacer lo mismo. Y quiero empezar a recordar esos grandes momentos con una derrota. Así soy. Porque de las derrotas también se aprende y se crece. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Hoy te contamos la historia de Dani, alguien al que no conoces. Pero antes de llegar hasta él te cuento que en estos días de confinamiento estamos todos encerrados en casa viendo la tele, haciendo ejercicio en el salón, montando puzzles, dibujando, leyendo… Y todo eso además lo trasladamos a las redes sociales. Así que no es raro ver a anónimos y a famosos conectarse a Instagram, por ejemplo, y verlos en directo. El sábado lo hizo Fernando Alonso, lo hace más días, pero el sábado fue una conexión especial. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
De vez en cuando miraremos el los apuntes de nuestro amigo argentino Hernán Casciari. Apuntes que lee a diario en el programa "Perros de la Calle" de Radio Metro en Buenos Aires. Es alucinante cómo al vida puede ser tan parecida en distintos lugares del mundo al mismo tiempo. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Ayer se dio la circunstancia que dos de los periódicos más importantes de nuestro entorno: Marca en nuestro país, y L'equipe en Francia, coincidieron en la misma portada, el mismo dibujo de Albert Uderzo, fallecido el día anterior a los 92 años de edad. Y el dibujo, no podía ser otro, la portada de las aventuras de Asterix en los Juegos Olímpicos que empiezan así. Año 50 AC. Toda la Galia está ocupada. ¿Toda? ¡No! Un grupo de irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Estos días estamos rodeados de gestos humanitarios. Las redes sociales, los informativos en radio y televisión se llenan de aplausos en balcones y hospitales, de camioneros agradecidos, de conciertos improvisados… Pues hoy te voy a hablar del primer gran gesto humanitario de la historia, y tiene que ver con la aventura y la navegación. Y para eso tenemos que viajar a A Coruña en 1603. Estamos en una España que hace poco más de un siglo ha descubierto América. Muchos productos de América llegaron a Europa por las rutas españolas: el tomate, la patata, el cacao y por tanto el chocolate, también el maíz, la piña… Evidentemente desde el Viejo Mundo también se llevaron cosas a los pueblos indígenas: desarrollo tecnológico, artes, conocimiento, lenguaje y también… el virus de la viruela. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Y hoy voy a contar una historia que seguro que ya has escuchado. Por lo menos si eres de los habituales a esta horas o al podcast de la vida puede ser maravillosa. Porque ahora mismo estamos en un tiempo de incertidumbre, de interrogantes…. De no saber lo que va a venir después. Y seguro que antes de que empezara todo esto tenías algún proyecto en mente. Puede ser hacer un cursillo de aprendizaje, apuntarte a clases de baile, planear un viaje, decirle a ella que la quieres… Y ahora estarás teniendo la tentación de pensar que igual no merece la pena. De darle un pause a toda tu vida y cuando esto vuelva a ser como antes pues ya veremos. Así que lo que voy a hacer es recordarte una columna, un texto, una historia, de Javi Gómez Santander, el guionista de La Casa de Papel, y que creo que te va a ayudar a saber que tienes que hacer en momentos así. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia hay una historia que todavía no te hemos contado. Y la historia de hoy es nuestra historia. La historia de los que hacemos este programa de radio en tiempos de confinamiento. Porque hablo yo, me oyes a mí, pero somos unos cuantos los que trabajamos al otro lado de tu altavoz. Y yo soy de los privilegiados. Te hablo desde mi casa y me escuchas con buen sonido gracias a un aparato que se llama Quantum y que convierte una habitación de mi casa en Vallecas en un estudio de radio. Pero hay compañeros que están obligados a salir de su casa para ir a la Avenida de San Luis para que tú sigas escuchándonos. Hoy te voy a hablar de ellos. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia, vamos a hacer algo que ahora mismo no podemos hacer. Te voy a llevar al teatro, pero no a cualquier teatro, al teatro Majestic de Nueva York, en pleno Broadway, pero además vamos a viajar en el tiempo, hasta el 19 de abril de 1945. Hoy, a las 8.45 de la mañana, hora de Madrid, la canción que sonó hace 75 años en Broadway ha vuelto a sonar en Radio Marca y en otras 200 emisoras y cadenas de radio de toda Europa. NUNCA CAMINARÁS SOLO Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia, de pronto, llega el día del padre. Igual es que todos estamos más blandos estos días, pero este día del padre no es un día cualquiera. Por aquellos padres que ya no están y por otros que estando nos han prohibido darle un abrazo o visitarle. Son tiempos extraños para celebrar el día del padre. Porque en nuestro primeros años, cuando aprendemos a decir la palabra Papá, nos damos cuenta de lo que significa la figura paterna. Y no me quiero meter en líos de patriarcado, porque valdrá también para cuando en mayo llegue el día de la madre y quizá tengamos que seguir encerrados en nuestras casas. Papá siempre está ahí, haciendo de poli malo o de poli bueno, según toque. Aunque no sea sabio, enseñándote de una manera particular y queriéndote como quiere Homer Simpson a Bart cuando le agarra del cuello. Todos tenemos una relación peculiar con nuestro padre. Y hoy, las llamadas de larga distancia, de casa a casa, o de prisión a prisión, serán algo distintas, porque ahora mismo no sabemos cuándo será la próxima vez que nos podamos abrazar y mirar a los ojos y hablar de fútbol. Todo esto lo cuenta mejor Hernán Casciari. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia hay una historia que todavía no te hemos contado. Aunque seguro que las has visto o las has recordado estos días. Las películas de las grandes catástrofes naturales, o invasiones, o enemigos invencibles… Todas tienen un mensaje común o una moraleja de esperanza. Algo así como que unidos es más fácil. Todos juntos contra el enemigo común. Siempre aparece un héroe o un conjunto de héroes. Y siempre, en todas las malditas películas de catástrofes, hay una sucesión de escenas en las que se ve a gente de todo el planeta, de diferentes sitios y razas, acurrucados alrededor de una radio o un televisor, queriendo escuchar una buena noticia. Por ejemplo en Armageddon, película de 1998, lo vemos cuando habla el presidente de los Estados Unidos antes del lanzamiento de las naves hacia el meteorito que va a impactar con la tierra… La realidad nos dice ahora que los discursos no son tan bonitos ni nadie les pone música de fondo. Tampoco salen escenas de los vecinos bailando en las terrazas. La realidad incluso en estos momentos es algo más mundana. Pero ahí siempre han estado los medios de comunicación. No para hacer debates estériles como todos los días si no para en los grandes acontecimientos ser la referencia, llevar el liderazgo informativo y poner voz a las malas noticias. Esto lo aprendí viendo en la tele una serie de ciencia ficción. Una en la que unos extraterrestres llegaban a la tierra en son de paz pero luego resultaba que eran lagartos y se comían nuestras ratas. Te hablo de la serie de los años 80 “V”. A mí me pilló muy pequeño y quizá por eso me impactó mucho. Pero lo que más me gustaba, más allá de los efectos especiales y el miedo que me producía, es que en la última temporada todos los episodios de V empezaban igual. Un informativo de televisión en el que una cadena de televisión llamada Freedom Network, cadena de la libertad, daba el parte de la guerra de los humanos contra los visitantes. Yo lo veía, y a pesar de que sabía que todo aquello era una ficción, no sé por qué pero me sentía unido al resto de la humanidad. El presentador, que se llamaba Howard K. Smith era una especie de Iñaki Gabilondo, veterano y con credibilidad, hablaba desde Nueva York y también destacaba ejemplos de héroes anónimos. Y siempre acababa con la misma frase. Una frase que nunca olvidaré: “Nuestras esperanzas están con ustedes”. En la realidad no suena la música de Hanz Zimmer cuando hablan los presidentes. Ni tampoco aparece en el último momento Bruce Willis ni Will Smith. La realidad nunca ha tenido presupuesto para la épica. Pero de todas esas películas y series sí hay algo que encontramos la realidad. La radio, la televisión, los periodistas que insisten cada día, desde todas las cadenas, que la vida puede ser maravillosa. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas alturas de la pandemia hay una historia que todavía no te hemos contado. Mediados de noviembre de 2019. En la radio acabamos de vivir el fin de semana de la Marca Sports Weekend en Marbella, seguro que lo recuerdas. Es un evento de conferencias y actos relacionados con el deporte y con un montón de estrellas: Boris Becker, Mike Powell, Anatoly Karpov, Sergio García, Del Bosque, Javi Fernández... El lunes 18 de de noviembre comenzaba la Copa Davis en Madrid con un nuevo formato. Una Copa Davis que íbamos a ganar días después con la selección de Nadal y compañía. Y en el fútbol hubo terremoto. Porque España goleó a Rumanía 5-0 en el Metropolitano. Y sí, aquel día fue la noche de cuchillos largos, el último partido de Robert Moreno como seleccionador. Al día siguiente Luis Enrique le llamaría desleal en rueda de prensa. Todos estábamos muy pendientes de todo eso y de muchas más cosas que estaban en el ocurriendo en el deporte y en nuestras vidas. Pero algo, aquellas horas, estaba ocurriendo justo en ese momento a 9714 kilómetros de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. En la provincia de Hubei, en China, el 17 de noviembre de 2019, caía enfermo un hombre de 55 años. Aquel hombre fue el paciente cero del Covid-19. Este dato lo ha dado el periódico South China Morning Post que ha tenido acceso a documentos del Gobierno de Pekín. Ahora están tratando de identificarlo. Desde aquel día y hasta que acabó el mes de noviembre se estima que se infectaron entre 2 y 5 personas al día. La revista científica The Lancet ha situado el comienzo de la infección el 1 de diciembre, y para la Organización Mundial de la Salud es el 8 de diciembre el día del primer infectado oficial. Esto lo sabemos ahora. Pero entonces vivíamos en nuestros mundos de polémicas y videoarbitrajes. Pero allí, a 9714 kilómetros de las salas VOR el virus empezaba a multiplicarse sin que las autoridades chinas levantaran la voz. Fue en un grupo de WeChat, que es el Whatsapp que se usa allí. Un oftalmólogo de 34 años llamado Li Wenliang avisó a 150 alumnos de su facultad de medicina: cuidado, tenemos 7 casos con un extraño virus aquí en el hospital de Wuhan. Vienen de la zona del mercado. Puede que haya vuelto el SARS. Fue la primera vez que alguien levantó la mano para decir públicamente que algo estaba pasando. Y fue mes y medio después del primer infectado. El pantallazo de esa conversación de WeChat se propagó entre la población, paradójicamente se hizo viral, y en Año Nuevo ya muchos hablaban en Wuhan de un nuevo virus, un nuevo SARS, que son las iniciales del Síndrome Agudo Respiratorio Severo. Las autoridades chinas localizaron a Li Wenliang y le acusaron de propagar bulos y mentir. Fue llevado a una comisaría y a firmar una carta en la que se comprometía a no volver a divulgar bulos ni rumores. Eso ocurrió una semana después de su primer mensaje. El 8 de enero atendió en el hospital a una paciente con glaucoma, que todavía no presentaba síntomas, pero era portadora del nuevo virus. Le infectó. El día 10 Li Wenliang empezó a tener los primeros síntomas. Enfermó y tuvo que ser ingresado. Cuando ya no había cómo esconder la enfermedad, Li Wenliang se convirtió en un símbolo para millones de chinos. Era el rostro de lo mal que se había llevado esta crisis: ocultación, encubrimiento y amenazas. Una incompetencia total. El 1 de febrero recibió el diagnóstico y falleció unos días después. Desde su cama, unos días antes, hablaba con la CNN y reconocía que no se sentía bien y que tenía dificultades para respirar. Se sabe que el virus procede de un murciélago, pero se sospecha que ha tenido que pasar por otro animal, porque entonces, en noviembre y diciembre, los murciélagos de esa región de China estaban invernando. Esta crisis empezó allí, a 9714 kilómetros de distancia, hace 120 días. Parecen pocos días para recorrer tantos kilómetros, pero así es. La humanidad está pasando por uno de los momentos más difíciles de su historia. Una amenaza global, para todos los hombres y mujeres del planeta. Y el enemigo es invisible. Nunca antes habíamos sentido tantos que habíamos perdido la partida. Nunca habíamos dormido tan solos. Nunca habíamos sentido miedo del silencio, ni nos habíamos sentido tan arropados con un aplauso. Nunca como ahora se nos habían rebelado los recuerdos que nos ponen contra la pared. Si de algo está sirviendo esta crisis es para darnos cuenta de que aunque los vientos de la vida soplen fuerte, somos como juncos que se doblan pero siempre siguen en pie. Porque para seguir viviendo. Resistiremos. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
CUENTO DE NAVIDAD DESDE VALLECAS Adaptación de “Cuento de Navidad de Auggie Wren” de Paul Auster A estas alturas del año, hay una historia que todavía tengo que contarte. La última historia. Porque sí, he decidido que después de casi dos años contándote historias a diario, esto tenía que acabar de alguna forma. Pero no sabía con qué historia terminar y un buen amigo, Miguel, me sugirió que lo hiciera con una historia navideña. Y me pareció bien. Y le prometí que contaría una historia navideña relacionada con el deporte. Pero enseguida me invadió el pánico. ¿Qué sabía yo de historias navideñas? No es mi época favorita del año. Todas las historias que cuento aquí son reales, solo intento no estropearlas. Pero inventarme una historia o encontrar una novedosa iba a ser una tarea difícil. Un reto. Así que para afinar el tono, para zambullirme en el espíritu de la Navidad, releí a Dickens, vi algún episodio especial de Friends, incluso Solo en Casa y La Jungla de Cristal, la primera. La del edificio Nakatomi. Pero las historias navideñas suelen estar llenas de sensiblería, son en su mayoría cuentos de hadas para adultos, y yo no quería despedirme contando algo así. Pero cómo podía ponerme a narrar una historia navideña que no fuera sentimental. Era una contradicción de términos, un callejón sin salida. Madrugué algún día y estuve buscando en los archivos del periódico, en otras navidades, en Google…. Y siempre aparecían las mismas historias. Y yo quería contar algo distinto. Así que salí a pasear por mi barrio. Vivo en Madrid, en Vallecas en una zona de reciente construcción llamada con muy poca imaginación El Ensanche y sabía exactamente al lugar que tenía que ir. Era una tarde lluviosa de sábado y bajo el paraguas y con un libro de Paul Auster bajo el brazo me encaminé hacia un lugar único: El bar Augusto Es uno de los bares más curiosos que conozco, aunque no conozco muchos, la verdad. Su dueño se llama Augusto y es un tipo fuertote, como diría mi padre para no llamarlo gordo, entre los cuarenta y muchos mal llevados o unos admirables sesenta y pocos. Con una nariz grande, pero redondeada, como erosionada por el tiempo, pelo corto, bigote blanco cuidado de pelo duro y la mirada perdida… hasta que te encuentra. La primera vez que entré allí fue por casualidad. Tenía el día libre y había llevado unos papeles a la oficina municipal del barrio. Acabé antes de lo previsto y allí, en una calle perpendicular a Fuentidueña, en Congosto, estaba el bar Augusto. Entré y enseguida descubrí que era un sitio especial. La decoración del local se componía de dos motivos principales. Cuadros de jugadores del Rayo Vallecano, en blanco y negro muchos, con algún póster del MARCA con la plantilla completa. Y una radio. Sí, uno de esos llamados radiocasettes. Estaba al lado de la caja, y se tenía ya bastantes años pero se conservaba bien y tenía la antena completamente desplegada. Era negro, pero con la pletina para introducir la cinta en color plata. Muy elegante. Y en él sonaba la música de los Beach Boys. Sonaba y volvía a sonar. La misma cinta en modo de reproducción continua. Cuando acababa una cara, cambiaba la dirección de los cabezales y sonaba la otra cara. Así durante la hora que estuve allí. Cuando fui a pagar le dije a aquel hombre, que todavía no sabía que se llamaba Augusto, que a mí también me gustaba la música de los Beach Boys. “¿De quién?”, me respondió. “De los que llevan sonando una hora”, le dije. “Ah, me gusta esa música. Pero no sé cómo se llaman… bibois… bichisuá… Hehehe… Ni idea”. Y por qué tiene la antena extendida. ¿Escucha también la radio? Es que yo trabajo en la radio. -“Usted trabaja en la radio. No me lo creo. ¿En serio? Habérmelo dicho y le habría invitado a la tortilla. Cuénteme cómo es eso de trabajar en la radio”. Como tenía tiempo, le conté brevemente mis aventuras laborales entre hertzios y decibelios. Dónde estudié, cómo empecé…. No es una historia muy entretenida, pero a él le pareció fascinante. Y acabó diciéndome: “Nunca le he escuchado”. Y mi pequeño ego se desinfló como un globo vaciándose en una cómica pedorreta. Otra vez. Augusto me dijo que era una larga historia,que tenía esa radio pero que no sabía muy bien cómo funcionaba y solo le daba al play y al stop y sonaba la única cinta que tenía. Le parecía una especie de milagro. Le gustaba esa música pero no sabía si era un grupo, varios ni en qué año la cantaron: “Llevo toda la vida en el barrio y nunca había oído cantar a nadie así”. Desde entonces no voy a decir que nos hiciéramos amigos, pero siempre que necesito concentrarme para escribir voy allí a sentarme en una mesa con un cenicero de Cinzano que ya nadie usa pero que conserva quemaduras del pasado y un servilletero metálico con palillero incluido. Y rodeado de una radio, de un radiocasette en el que solo suena la misma cinta de los Beach Boys. Es mi Starbucks vallecano particular. De vez en cuando Augusto y yo nos contamos nuestros problemas. Que si hay menos clientes, que si en la radio no me valoran… Lo típico. Y hace unos días, bajo la lluvia, con el paraguas y el libro de Paul Auster medio mojado, llegué al Bar Augusto y le dije la verdad: tengo que contar una historia navideña. -¿Un cuento de Navidad?¿Solo es eso? Si te quedas al que cierre te contaré el mejor cuento de Navidad que hayas oído nunca. Y te garantizo que hasta la última palabra es verdad. Era ya tarde, así que no tuve que esperar demasiado. Me senté en una mesa, al lado del cristal que daba a la calle y esperé a que se fueran marchando los pocos clientes que visitaban el bar a esas horas. Afuera, las calles de Vallecas se fueron oscureciendo. En cuanto cerró la caja, Augusto bajó la persiana metálica del bar con un ruido estrepitoso, y se acercó con una Coca Cola Light en la mano. Se sentó en frente, me miró a los ojos y empezó a contarme su historia. -Fue en el verano del 82, el del Mundial. Solo se hablaba de fútbol y de la libertad, de las drogas y de los terroristas… Creo que era finales de julio, acababa de abrir el bar y había unos chicos jugando a la pelota ahí. Augusto señaló la acera al otro lado del cristal del bar. Dos árboles robustos marcaban lo que seguro había sido una portería. -No estoy muy orgulloso de mi temperamento de entonces, era joven para más cascarrabias que ahora. Acababa de empezar con el bar. Me puse serio y desde la puerta grité a los niños. “A jugar a otra parte” e incluí algún taco. Eran niños, pero ya sabes, no como los de ahora. No. Como los de Vallecas de entonces. Se la sabían todas, porque aquellos sí que eran tiempos difíciles. -Uno de ellos, el que parecía el líder, el mayor, de unos 16 años, se me quedó mirando, retador. Yo le aguanté la mirada unos segundos, él se dio media vuelta y volví a entrar al bar. -En ese momento, este cristal, estalló en mil pedazos. Los cristales cayeron, parecían millones y un balón de fútbol rebotó entre las mesas. Hijo de su madre. -Cuando volví a la calle los niños ya habían desaparecido. Al rubio, a lo lejos, vi que se daba la vuelta y me hacía una peineta. Y siguió corriendo. Barrí los cristales, puse unos cartones hasta que viniera el cristalero y cuando terminé de limpiar todo aquel desastre, me di cuenta de que ahí estaba el balón. Era uno de esos compuesto por pentágonos negros y hexágonos blancos. Estaba muy usado ya, pero en uno de esos hexágonos blancos, todavía se podía leer algo que alguien había escrito con rotulador: Este balón es de Javier García Andrade. Calle tal, piso tal, número tal… En ese momento podría haberlo denunciado o algo. Pero no hice nada. Tenía su nombre y su dirección, pero me dio pena. No era más un pobre mocoso. Yo me había portado como un gilipollas, así que de alguna manera me estaba bien merecido. El cristal lo pagó el seguro, así que simplemente fue una molestia durante unos días. Eso sí, me quedé con el balón. No para jugar. Lo coloqué entre las botellas de DYC y Zoco en la balda de ahí. De vez en cuando sentía el impulso de devolvérselo, pero lo posponía una y otra vez y nunca hice nada al respecto. Y en estas llega la Navidad, la del 82, y me encuentro sin hacer nada. Generalmente cenaba en casa de una novia que tenía en aquella época. Pero aquel año estábamos enfadados, no sé por qué. Ya sabes, nunca te acuerdas. Así que estoy con el bar abierto, sin clientes en toda la tarde y veo el balón. Pienso qué diablos, por qué no hacer algo bueno por una vez. Así que me pongo el abrigo, cierro el bar y me voy devolver el balón personalmente. La dirección estaba en Santa Eugenia, en las casas de protección oficial que entonces no se llamaban así. Recuerdo que me perdí varias veces tratando de encontrar el edificio. Allí todo parece igual, y recorres una y otra vez la misma calle pensando que estás en otro sitio. Finalmente encuentro el apartamento que busco y llamo al timbre. No pasa nada. Deduzco que no hay nadie, pero lo intento otra vez para asegurarme. Espero un poco más, justo cuando estoy a punto de marcharme, oigo que alguien viene hacia la puerta arrastrando los pies. Una voz de vieja pregunta quién es y yo contesto que estoy buscando a Javier. -¿Eres tú, Javi? -dice la vieja, y luego descorre unos quince cerrojos y abre la puerta. “Debe tener por lo menos ochenta años, quizá noventa, y lo primero que noto es que es ciega. -Sabía que vendrías, cariño-dice-. Sabía que no te olvidarías de la abuela Felisa en Navidad. Y luego abre los brazos como si estuviera a punto de abrazarme. Yo no tenía mucho tiempo para pensar y antes de que pudiera darme cuenta de lo que estaba ocurriendo, oí que estas palabras salían de mi boca. -Está bien, abuela Felisa. He vuelto para verte el día de Navidad. No me preguntes por qué lo hice. No tengo ni idea. Puede que no quisiera decepcionarla o algo así, no lo sé. Simplemente salió así y de pronto, aquella anciana me abrazaba delante de la puerta y yo la abrazaba a ella. No llegué a decirle que era su nieto. No exactamente, por lo menos, pero eso era lo que parecía. Sin embargo, no estaba intentando engañarla. Era como un juego que los dos habíamos decidido jugar, sin tener que discurtir las reglas. Quiero decir que aquella mujer sabía que yo no era su nieto Javier. Estaba vieja y chocha, pero no tanto como no notar la diferencia entre un extraño y su propio nieto. Pero la hacía feliz fingir, y puesto que yo no tenía nada mejor que hacer, me alegré de seguirle la corriente. Así que entramos en el apartamento y pasamos la Nochebuena juntos. Aquello era un auténtico basurero, pero ¿qué se puede esperar de una ciega que se ocupa ella misma de la casa? Cada vez que me preguntaba cómo estaba yo le mentía. Le dije que había encontrado un buen trabajo en un bar, le dije que estaba a punto de casarme, le conté cien cuentos chinos y ella hizo como que se los creía todos. -Eso es estupendo, Javi -decía, asintiendo con la cabeza y sonriendo. Siempre supe que las cosas te saldrían bien. Al cabo de un rato empecé a tener hambre. En el frigorífico encontré un pollo precocinado, sopa de sobre y un recipiente de ensalada de patatas, toda clase de cosas. Felisa tenía un par de botellas de vino guardadas en su dormitorio, así que entre los dos conseguimos preparar una cena de Navidad bastante decente. Recuerdo que los dos nos pusimos un poco alegres con el vino, y cuando terminamos de comer fuimos a sentarnos en el cuarto de estar, donde las butacas eran más cómodas. Yo tenía que hacer pis, así que me disculpé y fui al cuarto de baño que había en el pasillo. Fue entonces cuando las cosas dieron otro giro. Ya era bastante disparatado que hiciera el numerito de ser el nieto de aquella mujer, pero lo que hice luego fue una auténtica locura y nunca me he perdonado por ello. Entro en el cuarto de baño y, apiladas contra la pared al lado de la ducha, veo un montón de seis o siete radios. Transistores, de buenas marcas, completamente nuevos, aún en sus cajas, mercancía de primera calidad. Y también varias cajas de cassette, de música. Nuevas, con el plástico transparente todavía. Deduzco que eso es obra del verdadero Javier, un sitio donde almacenar un botín reciente. Yo no escuchaba la radio, y ciertamente nunca había robado nada, pero en cuanto veo esos radiocasettes en el cuarto de baño, decido que uno tiene que ser para mí. Así de sencillo. Y, sin pararme a pensarlo, cojo una de las cajas y una de las cintas, al azar, la de la portada más llamativa, y vuelvo al cuarto de estar. No debí ausentarme más de unos minutos, pero en ese momento la abuela Felisa se había quedado dormida en su butaca. Demasiado pacharán, supongo. Entré en la cocina para fregar los platos y ella siguió durmiendo a pesar del ruido, roncando como un bebé. No parecía lógico molestarla, así que decidí marcharme. Ni siquiera podía escribirle una nota de despedida, porque era ciega y todo eso, así que simplemente me fui. Dejé el balón de fútbol de su nieto encima de la mesa, cogí la caja con las radio, metí la cinta en un bolsillo de mi abrigo y salí del apartamento. Y ése es el final de la historia. -¿Volviste alguna vez? -Una sola. Unos tres o cuatro meses después. Me sentía tan mal por haber robado la radio que ni siquiera la había sacado de la caja, ni la cinta. Finalmente tomé la decisión de devolverlo todo, pero la abuela Felisa ya no estaba allí. No sé qué le había pasado, pero en el apartamento vivía otra persona y no sabía decirme dónde estaba ella. -Probablemente había muerto. -Puede ser. -Lo que quiere decir que pasó su última Navidad contigo. -Supongo que sí. Nunca se me había ocurrido pensarlo. -Fue una buena obra, Augusto. Hiciste algo muy bonito por ella. -La mentí y luego la robé. No veo cómo puedes llamarle a eso una buena obra. -La hiciste feliz. Y además esa radio y la cinta de los Beach Boys era material robado. No es como si la persona a quien se la quitaste fuese su verdadero propietario. -Todo por el arte, ¿eh, Pablo? -Yo no diría eso. Pero por lo menos le has dado un buen uso a la radio. -Al saber que ya no vivía allí. Volví al bar, desembalé el aparato, no tenía ni idea de cómo funcionaba, solo hacía ruido, pero me las arreglé para meter esa cinta en la parte plateada, di a un botón y empezó a sonar. Y me pareció un milagro. -En efecto, fue un milagro, amigo. -Y ahora tú tienes un cuento de Navidad, ¿no? -Sí. Supongo que sí. Hice una pausa durante un momento, mirando a Augusto mientras una sonrisa malévola se extendía por su cara. Yo no podía estar seguro, pero la expresión de sus ojos en aquel momento era tan misteriosa, tan llena del resplandor de algún placer interior, que repentinamente se me ocurrió que se había inventado toda la historia. Estuve a punto de preguntarle si se había quedado conmigo, pero luego comprendí que nunca me lo diría. Me había embaucado, y eso era lo único que importaba. Mientras haya una persona que se la crea, no hay ninguna historia que no pueda ser verdad. -Eres un as, Augusto. Gracias por ayudarme. -Siempre que quieras. Después de todo, si no puedes compartir tus secretos con los amigos, ¿qué clase de amigo eres? -Supongo que estoy en deuda contigo. -No, simplemente cuéntala como yo te la he contado y no me deberás nada. Nos levantamos, apagamos las luces del bar y salimos de allí, con una idea en la cabeza. Entre la verdad y la mentira, y más en Navidad, la vida siempre puede ser maravillosa. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Han pasado muchos años y es difícil explicar quién era Fernando Martín en aquella época. Tenía todo lo que se le podía pedir a un líder: carisma, calidad, incluso atractivo… Todos querían ser Fernando Martín. El primer español que había llegado a la NBA. El primero que había mirado a los extraterrestres del baloncesto, aunque fuese solo para jugar unos minutos. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas horas te voy a contar una anécdota… Porque lo de hoy no es ni siquiera una historia. Es solo un detalle entre los miles de millones de detalles que ocurren cada día en el planeta. Nosotros en Europa tenemos un montón de tradiciones. Acontecimientos que se repiten un año tras otro desde hace tanto tiempo que fueron que se han transmitido de generación en generación. Si hablamos de deporte puede ser una canción en la grada, un cántico en determinado minuto, un ramo de flores en un córner… Así que nos tenemos que sentir afortunados cuando somos testigos de la aparición de una nueva tradición que tiene pinta de durar muchos años. Más que nosotros incluso, más que un programa de radio y más que este podcast. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
En noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín. Un muro que durante 30 años dividió una ciudad, un país y a todo el planeta. Esta historia que empieza con una pregunta. Una pregunta en una rueda de prensa que lo cambia todo. Es 9 de noviembre de 1989 en Berlín. Es un momento convulso. El ala reformista del Partido Socialista Unificado ha conseguido algunos cambios, algunos gestos de apertura para contentar a los alemanes del este cansados ya del comunismo. Uno de ellos es que podrán viajar a la República Federal Alemana pidiendo un pasaporte, que tarda mes y medio en concederse. Pero ese dato no lo sabe Günter Schaboski, portavoz del régimen: solo tiene una idea vaga sobre una nueva ley de circulación de personas entre las dos Alemanias y así lo dijo. El corresponsal de la agencia italiana ANSA, Ricardo Ehrman, se da cuenta de que algo no encaja y pregunta: “¿No hay errores?”. No. Y Schaboski lee un documento que afirma que se puede viajar a la Alemania Federal sin visado de vuelta. ¿Vale para Berlín Oriental? Sí. ¿No hace falta pasaporte? Schaboski duda pero responde: No. ¿Desde cuándo? Inmediatamente. Y así cae el Muro de Berlín. En realidad ese documento decía que sí era necesario pasaporte, pero el error permitió que los berlineses se arremolinaran alrededor del Muro y se abrieran las fronteras. Eso fue en 1989. Pero la historia de hoy en realidad empieza mucho antes y tiene que ver con uno de los equipos de fútbol de la ciudad: el Hertha de Berlín. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas horas hay una historia que todavía no te hemos contado. Aunque en realidad te la contamos hace 25 años, justo cuando ocurrió una de las mayores sorpresas de la historia del boxeo. El hombre que protagonizó la sorpresa era George Foreman, y evidentemente hace 25 años ya no era un desconocido. Porque su historia comenzó mucho antes. Foreman fue la víctima propiciatoria para Mohamed Alí en aquel Rumble in de Jungle, pelea en la selva, el que dicen que fue el mejor combate de la historia. Fue el 30 de octubre de 1974 en Kinsasa, en Zaire. Alí tenía 32 años, y a finales de los 60 le habían quitado el cinturón de los pesados por no querer alistarse para combatir en la guerra de Vietnam. En Kinsasa tenía la oportunidad de recuperar el cetro, porque Foreman, que entonces tenía 25 años era el campeón. Pero sucumbió ante los puños de Alí y se convirtió en el gran perdedor. En un combate de boxeo o ganas y quedas el primero o pierdes y quedas el último. No había hueco en el mundo para él. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
A estas horas hay un historia que todavía no te hemos contado. Es la historia de Siya, un niño nacido en 1991 en un pueblo al sur de África llamado Zwide. Siya nace negro en un país en el que mandan los blancos, pero las cosas iban a cambiar. En 1995, cuando Siya tiene 4 años, su país, Sudáfrica, gana su primer Mundial de Rugby. Es el Mundial de Invictus, el Mundial de Mandela, el Mundial de un antes y un después. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Viajemos hasta Washington. Al National Park, el campo de los Nationals, el equipo de baseball de la capital de Estados Unidos. Estos días están de fiesta, a medias. Porque han llegado a las Series Mundiales, es decir a la lucha por el máximo campeonato del baseball. Algo que no ocurría con el equipo de la ciudad desde hace muchos años. Pero digo a medias porque no les está saliendo muy bien. Imagina que estamos en el estadio y en uno de esos partidos está a punto de salir a batear a la base el jugador venezolano Gerardo Parra. Dicen que con su llegada la temporada anterior cambió el carácter de todo el equipo. Que contagia buen rollo. Quizá por eso dio una indicación al speaker del estadio National Park. Le sugirió que pinchara una canción que le gusta mucho a sus peques… Y el speaker obedeció. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Fue un 22 de octubre de 1969. La vuelta de la Final de la Copa Intercontinental. El partido que pasó a la historia como el más violento de la historia. Tres jugadores de Estudiantes de la Plata acabaron en prisión y otro, también argentino pero del Milán, con la cara deformada. Ha pasado medio siglo. Ya no se juegan partidos así. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
El futuro ocurre el 21 de octubre... de 2015. Por lo menos en la película 'Regreso al futuro 2', estrenada en 1989. ¿Pero que tiene que ver esta película con el deporte? Mucho. El argumento tenía que ver con un almanaque y los Chicago Cubs. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.
Zapatillas, saltos, lanzamientos... las revoluciones son habituales en el atletismo. Ahora se habla mucho de esas zapatillas que te permiten correr más rápido. Es la última revolución, pero antes hubo unas cuantas. Algunas incluso protragonizadas por algún español ilustre. Este espacio se ha emitido antes de su publicación como podcast en el programa "A Diario" de Radio MARCA. See omnystudio.com/listener for privacy information.