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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21,1-19 Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron: "Vamos también nosotros". Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: "Muchachos, ¿tienen algo para comer?". Ellos respondieron: "No". Él les dijo: "Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán". Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: "¡Es el Señor!". Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla. Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: "Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar". Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: "Vengan a comer". Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres?", porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos. Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos". Le volvió a decir por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas". Le preguntó por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras". De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".Palabra del Señor
Jn 21,1-19.Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así:estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron: "Vamos también nosotros". Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada.Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él.Jesús les dijo: "Muchachos, ¿tienen algo para comer?". Ellos respondieron: "No".El les dijo: "Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán". Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla.El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: "¡Es el Señor!". Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua.Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla.Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan.Jesús les dijo: "Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar".Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió.Jesús les dijo: "Vengan a comer". Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres", porque sabían que era el Señor.Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado.Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?". El le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".Le volvió a decir por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas".Le preguntó por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras".De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera:Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron: "También nosotros vamos contigo". Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: "Muchachos, ¿han pescado algo?" Ellos contestaron: "No". Entonces él les dijo: "Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces". Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: "Es el Señor". Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: "Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar". Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: "Vengan a almorzar". Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: '¿Quién eres?', porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos". Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas". Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme".
C év, húsvéti idő 3. vasárnap ** Jn 21,1-19 ** Ezek után Jézus ismét megjelent a tanítványoknak a Tibériási tengernél. Így jelent meg: Együtt volt Simon Péter, Tamás, akit Ikernek hívnak, a galileai Kánából való Natanael, Zebedeus fiai, és még másik kettő a tanítványai közül. Simon Péter azt mondta nekik: ,,Megyek halászni.'' Azok azt felelték: ,,Megyünk veled mi is.'' Elindultak tehát, és beszálltak a hajóba, de azon az éjszakán semmit sem fogtak. Amikor már megvirradt, Jézus a parton állt, de a tanítványok nem tudták, hogy Jézus az. Jézus azt mondta nekik: ,,Fiaim, nincs valami ennivalótok?'' Azt felelték: ,,Nincsen!'' Ő ekkor azt mondta nekik: ,,Vessétek a hálót a hajó jobb oldalára, és találni fogtok!'' Kivetették, de kihúzni már nem tudták a tömérdek hal miatt. Akkor az a tanítvány, akit Jézus szeretett, így szólt Péterhez: ,,Az Úr az!'' Amint Simon Péter meghallotta, hogy az Úr az, magára öltötte köntösét, mert mezítelen volt, és a tengerbe vetette magát. A többi tanítvány pedig tovább hajózott, mert nem voltak messze a szárazföldtől, csak mintegy kétszáz könyöknyire, és vonták magukkal a halakkal telt hálót. Amikor partra szálltak, égő parazsat pillantottak meg, rajta halat és kenyeret. Jézus azt mondta nekik: ,,Hozzatok a halakból, amelyeket most fogtatok!'' Erre Simon Péter visszament, és partra vonta a hálót, amely meg volt tömve százötvenhárom nagy hallal. És bár ennyi volt, nem szakadozott a háló. Jézus azt mondta nekik: ,,Gyertek, egyetek!'' A tanítványok közül senki sem merte őt megkérdezni: ,,Ki vagy te?'' Tudták ugyanis, hogy az Úr az. Jézus odament, fogta a kenyeret, és odaadta nekik, ugyanígy a halat is. Jézus ekkor már harmadszor jelent meg a tanítványainak azóta, hogy föltámadt halottaiból. Miután ettek, Jézus megkérdezte Simon Pétert: ,,Simon, János fia, jobban szeretsz-e engem, mint ezek?'' Ő azt felelte: ,,Igen, Uram, te tudod, hogy szeretlek!'' Erre azt mondta neki: ,,Legeltesd bárányaimat!'' Majd másodszor is megkérdezte: ,,Simon, János fia, szeretsz-e engem?'' Azt felelte: ,,Igen, Uram, te tudod, hogy szeretlek!'' Erre azt mondta neki: ,,Legeltesd juhaimat!'' Aztán harmadszor is megkérdezte: ,,Simon, János fia, szeretsz-e engem?'' Péter elszomorodott, hogy harmadszor is megkérdezte őt: ,,Szeretsz-e engem?'', és azt felelte: ,,Uram, te mindent tudsz, te tudod, hogy szeretlek!'' Ekkor így szólt: ,,Legeltesd juhaimat! Bizony, bizony mondom neked: amikor fiatalabb voltál, felövezted magadat, és oda mentél, ahova akartál. Ha azonban megöregszel, kiterjeszted kezeidet; más övez fel téged, és oda visz, ahova nem akarod.'' Ezt pedig azért mondta, hogy jelezze, milyen halállal fogja megdicsőíteni az Istent. Miután ezt mondta, így szólt hozzá: ,,Kövess engem!'' |
Homilia Padre Vagner Souza, IVE:Evangelho de Jesus Cristo segundo João 21,1-19Naquele tempo,Jesus apareceu de novo aos discípulos,à beira do mar de Tiberíades.A aparição foi assim:Estavam juntos Simão Pedro, Tomé, chamado Dídimo,Natanael de Caná da Galiléia,os filhos de Zebedeue outros dois discípulos de Jesus.Simão Pedro disse a eles: "Eu vou pescar".Eles disseram: "Também vamos contigo".Saíram e entraram na barca,mas não pescaram nada naquela noite.Já tinha amanhecido, e Jesus estava de pé na margem.Mas os discípulos não sabiam que era Jesus.Então Jesus disse:"Moços, tendes alguma coisa para comer?"Responderam: "Não".Jesus disse-lhes:"Lançai a rede à direita da barca, e achareis".Lançaram pois a redee não conseguiam puxá-la para fora,por causa da quantidade de peixes.Então, o discípulo a quem Jesus amavadisse a Pedro: "É o Senhor!"Simão Pedro, ouvindo dizer que era o Senhor,vestiu sua roupa, pois estava nu, e atirou-se ao mar.Os outros discípulos vieram com a barca,arrastando a rede com os peixes.Na verdade, não estavam longe da terra,mas somente a cerca de cem metros.Logo que pisaram a terra,viram brasas acesas, com peixe em cima, e pão.Jesus disse-lhes:"Trazei alguns dos peixes que apanhastes".Então Simão Pedro subiu ao barcoe arrastou a rede para a terra.Estava cheia de cento e cinquenta e três grandes peixes;e apesar de tantos peixes, a rede não se rompeu.Jesus disse-lhes: "Vinde comer".Nenhum dos discípulosse atrevia a perguntar quem era ele,pois sabiam que era o Senhor.Jesus aproximou-se, tomou o pão e distribuiu-o por eles.E fez a mesma coisa com o peixe.Esta foi a terceira vez que Jesus,ressuscitado dos mortos,apareceu aos discípulos.Depois de comerem,Jesus perguntou a Simão Pedro:"Simão, filho de João,tu me amas mais do que estes?"Pedro respondeu:"Sim, Senhor, tu sabes que eu te amo".Jesus disse: "Apascenta os meus cordeiros".E disse de novo a Pedro:"Simão, filho de João, tu me amas?"Pedro disse: "Sim, Senhor, tu sabes que eu te amo".Jesus lhe disse:"Apascenta as minhas ovelhas".Pela terceira vez, perguntou a Pedro:"Simão, filho de João, tu me amas?"Pedro ficou triste,porque Jesus perguntou três vezes se ele o amava.Respondeu: "Senhor, tu sabes tudo;tu sabes que eu te amo".Jesus disse-lhe: "Apascenta as minhas ovelhas.Em verdade, em verdade te digo:quando eras jovem,tu te cingias e ias para onde querias.Quando fores velho,estenderás as mãos e outro te cingiráe te levará para onde não queres ir".Jesus disse isso,significando com que morte Pedro iria glorificar a Deus. E acrescentou : "Segue-me".Palavra da Salvação.
Evangelho de Jesus Cristo segundo João 21,1-19 Naquele tempo, 1 Jesus apareceu de novo aos discípulos, à beira do mar de Tiberíades. A aparição foi assim: 2 Estavam juntos Simão Pedro, Tomé, chamado Dídimo, Natanael de Caná da Galiléia, os filhos de Zebedeu e outros dois discípulos de Jesus. 3 Simão Pedro disse a eles: "Eu vou pescar". Eles disseram: "Também vamos contigo". Saíram e entraram na barca, mas não pescaram nada naquela noite. 4 Já tinha amanhecido, e Jesus estava de pé na margem. Mas os discípulos não sabiam que era Jesus. 5 Então Jesus disse: "Moços, tendes alguma coisa para comer?" Responderam: "Não". 6 Jesus disse-lhes: "Lançai a rede à direita da barca, e achareis". Lançaram pois a rede e não conseguiam puxá-la para fora, por causa da quantidade de peixes. 7 Então, o discípulo a quem Jesus amava disse a Pedro: "É o Senhor!" Simão Pedro, ouvindo dizer que era o Senhor, vestiu sua roupa, pois estava nu, e atirou-se ao mar. 8 Os outros discípulos vieram com a barca, arrastando a rede com os peixes. Na verdade, não estavam longe da terra, mas somente a cerca de cem metros. 9 Logo que pisaram a terra, viram brasas acesas, com peixe em cima, e pão. 10 Jesus disse-lhes: "Trazei alguns dos peixes que apanhastes". 11 Então Simão Pedro subiu ao barco e arrastou a rede para a terra. Estava cheia de cento e cinquenta e três grandes peixes; e apesar de tantos peixes, a rede não se rompeu. 12 Jesus disse-lhes: "Vinde comer". Nenhum dos discípulos se atrevia a perguntar quem era ele, pois sabiam que era o Senhor. 13 Jesus aproximou-se, tomou o pão e distribuiu-o por eles. E fez a mesma coisa com o peixe. 14 Esta foi a terceira vez que Jesus, ressuscitado dos mortos, apareceu aos discípulos. 15 Depois de comerem, Jesus perguntou a Simão Pedro: "Simão, filho de João, tu me amas mais do que estes?" Pedro respondeu: "Sim, Senhor, tu sabes que eu te amo". Jesus disse: "Apascenta os meus cordeiros". 16 E disse de novo a Pedro: "Simão, filho de João, tu me amas?" Pedro disse: "Sim, Senhor, tu sabes que eu te amo". Jesus lhe disse: "Apascenta as minhas ovelhas". 17 Pela terceira vez, perguntou a Pedro: "Simão, filho de João, tu me amas?" Pedro ficou triste, porque Jesus perguntou três vezes se ele o amava. Respondeu: "Senhor, tu sabes tudo; tu sabes que eu te amo". Jesus disse-lhe: "Apascenta as minhas ovelhas. 18 Em verdade, em verdade te digo: quando eras jovem, tu te cingias e ias para onde querias. Quando fores velho, estenderás as mãos e outro te cingirá e te levará para onde não queres ir". 19 Jesus disse isso, significando com que morte Pedro iria glorificar a Deus. E acrescentou : "Segue-me". Palavra da Salvação.
In jener Zeit offenbarte sich Jesus den Jüngern noch einmal, am See von Tiberias, und er offenbarte sich in folgender Weise. Simon Petrus, Thomas, genannt Didymus, Natanael aus Kana in Galiläa, die Söhne des Zebedäus und zwei andere von seinen Jüngern waren zusammen. Simon Petrus sagte zu ihnen: Ich gehe fischen. Sie sagten zu ihm: Wir kommen auch mit. Sie gingen hinaus und stiegen in das Boot. Aber in dieser Nacht fingen sie nichts. Als es schon Morgen wurde, stand Jesus am Ufer. Doch die Jünger wussten nicht, dass es Jesus war. Jesus sagte zu ihnen: Meine Kinder, habt ihr keinen Fisch zu essen? Sie antworteten ihm: Nein. Er aber sagte zu ihnen: Werft das Netz auf der rechten Seite des Bootes aus und ihr werdet etwas finden. Sie warfen das Netz aus und konnten es nicht wieder einholen, so voller Fische war es. Da sagte der Jünger, den Jesus liebte, zu Petrus: Es ist der Herr! Als Simon Petrus hörte, dass es der Herr sei, gürtete er sich das Obergewand um, weil er nackt war, und sprang in den See. Dann kamen die anderen Jünger mit dem Boot – sie waren nämlich nicht weit vom Land entfernt, nur etwa zweihundert Ellen – und zogen das Netz mit den Fischen hinter sich her. Als sie an Land gingen, sahen sie am Boden ein Kohlenfeuer und darauf Fisch und Brot liegen. Jesus sagte zu ihnen: Bringt von den Fischen, die ihr gerade gefangen habt! Da stieg Simon Petrus ans Ufer und zog das Netz an Land. Es war mit hundertdreiundfünfzig großen Fischen gefüllt, und obwohl es so viele waren, zerriss das Netz nicht. Jesus sagte zu ihnen: Kommt her und esst! Keiner von den Jüngern wagte ihn zu befragen: Wer bist du? Denn sie wussten, dass es der Herr war. Jesus trat heran, nahm das Brot und gab es ihnen, ebenso den Fisch. Dies war schon das dritte Mal, dass Jesus sich den Jüngern offenbarte, seit er von den Toten auferstanden war. Als sie gegessen hatten, sagte Jesus zu Simon Petrus: Simon, Sohn des Johannes, liebst du mich mehr als diese? Er antwortete ihm: Ja, Herr, du weißt, dass ich dich liebe. Jesus sagte zu ihm: Weide meine Lämmer! Zum zweiten Mal fragte er ihn: Simon, Sohn des Johannes, liebst du mich? Er antwortete ihm: Ja, Herr, du weißt, dass ich dich liebe. Jesus sagte zu ihm: Weide meine Schafe! Zum dritten Mal fragte er ihn: Simon, Sohn des Johannes, liebst du mich? Da wurde Petrus traurig, weil Jesus ihn zum dritten Mal gefragt hatte: Liebst du mich? Er gab ihm zur Antwort: Herr, du weißt alles; du weist, dass ich dich liebe. Jesus sagte zu ihm: Weide meine Schafe! Amen, amen, ich sage dir: Als du jünger warst, hast du dich selbst gegürtet und gingst, wohin du wolltest. Wenn du aber alt geworden bist, wirst du deine Hände ausstrecken und ein anderer wird dich gürten und dich führen, wohin du nicht willst. Das sagte Jesus, um anzudeuten, durch welchen Tod er Gott verherrlichen werde. Nach diesen Worten sagte er zu ihm: Folge mir nach! (© Ständige Kommission für die Herausgabe der gemeinsamen liturgischen Bücher im deutschen Sprachgebiet)
LAUDES SÁBADO DE LA III SEMANA DE PASCUA(Oración de la mañana) - San Felipe y SantiagoINVOCACIÓN INICIALV. Señor abre mis labiosR. Y mi boca proclamará tu alabanzaINVITATORIOAnt. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.SALMODIASalmo 62 - Ant. Señor muéstranos al Padre, y eso nos bastará. Aleluya.Cántico - Ant. Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y ¿no me acabas de conocer? Felipe, el que me ve ve también a mi Padre. Aleluya.Salmo 149 - Ant. No se aflija vuestro corazón: tened fe viva en Dios y tenedla también en mí; en la casa de mi Padre hay muchas moradas. Aleluya.RESPONSORIO BREVEV. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, Aleluya.R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, Aleluya.V. El que por nosotros colgó del madero. R. Aleluya, Aleluya.V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, Aleluya.CÁNTICO EVANGÉLICOAnt. Felipe se encontró con Natanael, y dijo: “Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas: a Jesús de Nazaret, el hijo de José.” Aleluya.Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79Bendito sea el Señor, Dios de Israel,porque ha visitado y redimido a su pueblo.suscitándonos una fuerza de salvaciónen la casa de David, su siervo,según lo había predicho desde antiguopor boca de sus santos profetas:Es la salvación que nos libra de nuestros enemigosy de la mano de todos los que nos odian;ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,recordando su santa alianzay el juramento que juró a nuestro padre Abraham.Para concedernos que, libres de temor,arrancados de la mano de los enemigos,le sirvamos con santidad y justicia,en su presencia, todos nuestros días.Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,porque irás delante del Señora preparar sus caminos,anunciando a su pueblo la salvación,el perdón de sus pecados.Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,nos visitará el sol que nace de lo alto,para iluminar a los que viven en tinieblay en sombra de muerte,para guiar nuestros pasospor el camino de la paz.Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.PRECES“El coro de los apóstoles te alaba, Señor.”ConclusionV. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.(276)
Muchos más recursos para tu vida de fe (Santo Rosario, Oración, etc.) en nuestra web https://sercreyente.com________________Domingo, 4 de mayo de 2025 (3ª Semana de Pascua - Ciclo C)Evangelio del día y reflexión... ¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida! Texto íntegro del Evangelio y de la Reflexión en https://sercreyente.com/jueves-santo/[Juan 21, 1-19] En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras». Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».________________Descárgate la app de SerCreyente en https://sercreyente.com/app/¿Conoces nuestra Oración Online? Más información en: https://sercreyente.com/oracion¿Quieres recibir cada día el Evangelio en tu whatsapp? Alta en: www.sercreyente.com/whatsappTambién puedes hacer tu donativo en https://sercreyente.com/ayudanos/Contacto: info@sercreyente.com
Lectura del santo Evangelio según San Juan 21, 1-19En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.Simón Pedro les dice:«Me voy a pescar».Ellos contestan:«Vamos también nosotros contigo».Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.Jesús les dice:«Muchachos, ¿tenéis pescado?».Ellos contestaron:«No».Él les dice:«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:«Es el Señor».Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces.Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.Jesús les dice:«Traed de los peces que acabáis de coger».Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.Jesús les dice:«Vamos, almorzad».Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro:«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?».Él le contestó:«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».Jesús le dice:«Apacienta mis corderos».Por segunda vez le pregunta:«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?».Él le contesta:«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».Él le dice:«Pastorea mis ovejas».Por tercera vez le pregunta:«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?».Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez:«¿Me quieres?»Y le contestó:«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».Jesús le dice:«Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras».Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió:«Sígueme».
Meditación del Evangelio según San Juan 21, 1-14 por el biblista P. Norberto Padilla, misionero claretiano.Viernes 25/abr/2025, Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.Canción: Cristo Resucitó (2023), de Ally & Juan----------Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1-14En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar." Ellos contestan: "Vamos también nosotros contigo." Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: "Muchachos, ¿tienen pescado?" Ellos contestaron: "No." Él les dice: "Echen la red a la derecha." La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería, dice a Pedro: "Es el Señor." Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaba de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas preparadas y encima pescado y pan. Jesús les dice: "Traigan algo de lo que acaban de pescar." Pedro subió a la barca, arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Vengan a comer." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.Palabra del Señor... Gloria a ti, Señor Jesús#SoyClaretiano #Evangelio #MisionerosClaretianos #CMFAntillasIntro: Lámpara Es Tu Palabra, de Ain Karem
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 21, 1-14 Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros.» Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?» Ellos respondieron: «No.» El les dijo: «Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán.» Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: « ¡Es el Señor!» Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla. Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar.» Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: «Vengan a comer.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres?», porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.Palabra del Señor.
Jn 21,1-14.Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así:estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron: "Vamos también nosotros". Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada.Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él.Jesús les dijo: "Muchachos, ¿tienen algo para comer?". Ellos respondieron: "No".El les dijo: "Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán". Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla.El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: "¡Es el Señor!". Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua.Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla.Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan.Jesús les dijo: "Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar".Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió.Jesús les dijo: "Vengan a comer". Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres", porque sabían que era el Señor.Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado.Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “También nosotros vamos contigo”. Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. Entonces él les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces”. Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: “Es el Señor”. Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”. Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: “Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres?', porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado.Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.
San Juan 21, 1 – 14Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No». Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos. Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.……………….Además puedes escuchar el Evangelio diario en las siguientes plataformas:Spotify: https://open.spotify.com/show/2M0Ubx3Jh55B6W3b20c3GOApple podcast: https://podcasts.apple.com/us/podcast/evangelio-del-d%C3%ADa/id1590423907 Para más información puede consultar nuestro sitio: https://www.vozcatolica.com o escríbanos a info@vozcatolica.com .Si quiere colaborar con este Apostolado lo puede hacer dirigiéndose a: https://vozcatolica.com/ayudanos . Desde ya muchas gracias.
Homilia Padre João Vitor, IVE:Evangelho de Jesus Cristo segundo João 21,1-14Naquele tempo,Jesus apareceu de novo aos discípulos,à beira do mar de Tiberíades. A aparição foi assim:Estavam juntos Simão Pedro, Tomé, chamado Dídimo, Natanael de Caná da Galileia, os filhos de Zebedeu e outros dois discípulos de Jesus.Simão Pedro disse a eles: "Eu vou pescar".Eles disseram: "Também vamos contigo".Saíram e entraram na barca, mas não pescaram nada naquela noite.Já tinha amanhecido, e Jesus estava de pé na margem. Mas os discípulos não sabiam que era Jesus.Então Jesus disse: "Moços, tendes alguma coisa para comer?"Responderam: "Não".Jesus disse-lhes: "Lançai a rede à direita da barca, e achareis".Lançaram pois a rede e não conseguiam puxá-la para fora, por causa da quantidade de peixes.Então, o discípulo a quem Jesus amava disse a Pedro: "É o Senhor!"Simão Pedro, ouvindo dizer que era o Senhor, vestiu sua roupa, pois estava nu, e atirou-se ao mar.Os outros discípulos vieram com a barca,arrastando a rede com os peixes. Na verdade, não estavam longe da terra,mas somente a cerca de cem metros.Logo que pisaram a terra, viram brasas acesas, com peixe em cima, e pão.Jesus disse-lhes: "Trazei alguns dos peixes que apanhastes".Então Simão Pedro subiu ao barco e arrastou a rede para a terra. Estava cheia de cento e cinquenta e três grandes peixes;e apesar de tantos peixes, a rede não se rompeu.Jesus disse-lhes: "Vinde comer".Nenhum dos discípulos se atrevia a perguntarquem era ele, pois sabiam que era o Senhor.Jesus aproximou-se, tomou o pão e distribuiu-o por eles.E fez a mesma coisa com o peixe.Esta foi a terceira vez que Jesus,ressuscitado dos mortos, apareceu aos discípulos. Palavra da Salvação.
Naquele tempo, 1 Jesus apareceu de novo aos discípulos, à beira do mar de Tiberíades. A aparição foi assim: 2 Estavam juntos Simão Pedro, Tomé, chamado Dídimo, Natanael de Caná da Galileia, os filhos de Zebedeu e outros dois discípulos de Jesus. 3 Simão Pedro disse a eles: "Eu vou pescar". Eles disseram: "Também vamos contigo". Saíram e entraram na barca, mas não pescaram nada naquela noite. 4 Já tinha amanhecido, e Jesus estava de pé na margem. Mas os discípulos não sabiam que era Jesus. 5 Então Jesus disse: "Moços, tendes alguma coisa para comer?" Responderam: "Não". 6 Jesus disse-lhes: "Lançai a rede à direita da barca, e achareis". Lançaram pois a rede e não conseguiam puxá-la para fora, por causa da quantidade de peixes. 7 Então, o discípulo a quem Jesus amava disse a Pedro: "É o Senhor!" Simão Pedro, ouvindo dizer que era o Senhor, vestiu sua roupa, pois estava nu, e atirou-se ao mar. 8 Os outros discípulos vieram com a barca, arrastando a rede com os peixes. Na verdade, não estavam longe da terra, mas somente a cerca de cem metros. 9 Logo que pisaram a terra, viram brasas acesas, com peixe em cima, e pão. 10 Jesus disse-lhes: "Trazei alguns dos peixes que apanhastes". 11 Então Simão Pedro subiu ao barco e arrastou a rede para a terra. Estava cheia de cento e cinquenta e três grandes peixes; e apesar de tantos peixes, a rede não se rompeu. 12 Jesus disse-lhes: "Vinde comer". Nenhum dos discípulos se atrevia a perguntar quem era ele, pois sabiam que era o Senhor. 13 Jesus aproximou-se, tomou o pão e distribuiu-o por eles. E fez a mesma coisa com o peixe. 14 Esta foi a terceira vez que Jesus, ressuscitado dos mortos, apareceu aos discípulos.
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La catequesis del dìa de Tiziana, Apòstol de la Vida Interior
+ Del Evangelio según san Juan +En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron: "También nosotros vamos contigo". Salieron y embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: "Muchachos, ¿han pescado algo?" Ellos contestaron: "No". Entonces él les dijo: "Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces". Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: "Es el Señor". Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se lo había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: "Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar": Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: "Vengan a almorzar". Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: '¿Quién eres?', porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado.Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.Palabra del Señor.
Juan 21, 1-14: En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “También nosotros vamos contigo”. Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. Entonces él les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces”. Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: “Es el Señor”. Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”. Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: “Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres?', porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado.Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1-14En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.Simón Pedro les dice:«Me voy a pescar».Ellos contestan:«Vamos también nosotros contigo».Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.Jesús les dice:«Muchachos, ¿tenéis pescado?».Ellos contestaron:«No».Él les dice:«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:«Es el Señor».Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.Jesús les dice:«Traed de los peces que acabáis de coger».Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.Jesús les dice:«Vamos, almorzad».Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
In a major blow to Google's dominance in the mobile app market, a federal judge has ordered the company to allow users to download and pay for apps outside of the Google Play Store. This landmark decision could have major implications for the future of the Android ecosystem. Learn more on Business Law 101! Thanks for joining me for this episode! I'm a Houston- based attorney, run an HR Consulting company called Claremont Management Group, and am a tenured professor at the University of St. Thomas. I've also written several non-fiction political commentary books: Bad Deal for America (2022) explores the Vegas-style corruption running rampant in Washington DC, while The Decline of America: 100 Years of Leadership Failures (2018) analyzes – and grades – the leadership qualities of the past 100 years of U.S. presidents. You can find my books on Amazon, and me on social media (Twitter @DSchein1, LinkedIn @DavidSchein, and Facebook, Instagram, & YouTube @AuthorDavidSchein). I'd love to hear from you! As always, the opinions expressed in this podcast are mine and my guests' and not the opinions of my university, my company, or the businesses with which I am connected. Photo credits: - Natanael; SVZUL; magicmore; Natural Wonder; Blagvadim
Hai Wonder Kids, kembali dalam renungan anak GKY Mangga besar. Judul renungan hari ini adalah ALLAH MAHA TAHU Mari kita membaca Firman Tuhan dariKOLOSE 3: 17Dan segala sesuatu yang kamu lakukan dengan perkataan atau perbuatan, lakukanlah semuanya itu dalam nama Tuhan Yesus, sambil mengucap syukur oleh Dia kepada Allah, Bapa kita. Wonder Kids, Maria dan Maria Magdalena tahu apa yang harus dilakukan. Jenazah Tuhan Yesus perlu diminyaki atau ditutupi dengan rempah-rempah khusus sebelum dikubur sebagaimana tradisi yang dilakukan oleh orang Yahudi terhadap orang yang sudah meninggal. Ini adalah hal terakhir yang bisa mereka lakukan untuk Tuhan Yesus. Petrus dan Andreas tidak menawarkan diri untuk melakukannya. Oleh sebab itu dua orang perempuan ini memutuskan untukmengerjakannya seperti yang tercatat di Markus 16: 1-2, “Setelah lewat hari Sabat, Maria Magdalena dan Maria ibu Yakobus, serta Salome membeli rempah-rempah untuk pergi ke kubur dan meminyaki Yesus. Dan pagi-pagi benarpada hari pertama minggu itu, setelah matahari terbit, pergilah mereka ke kubur”. Apa yang bisa terjadi jika di dalam perjalanan menujukuburan, mereka berubah pikiran? Bagaimana jika mereka menyerah? Bagaimana jika salah seorang mengangkat tangan dan mengeluh, “aku lelah menjadi satu-satunyayang peduli. Biarkan Andreas yang mengerjakannya atau sekarang giliran Natanael? Sedih sekali jika mereka menyerah. Tahukah kamu bahwa kita mengetahui sesuatu yang tidak mereka ketahui. Kita tahu bahwa Allah Bapamenyaksikan semuanya. Maria dan Maria Magdalena mengira mereka sendirian. Faktanya tidak demikian. Mereka salah. Allah tahu, sama halnya dengan apa yang terjadi dengan kita. Allah tahu semua hal yang kamu kerjakan. MARI KITA BERTUMBUH DI DALAM ANUGERAH TUHANWonder Kids, kadang kelihatannya tidak ada yang memperhatikan betapa kamu sudah bekerja keras. Kamu telah melakukan hal yang benar, tapi tidak ada yang menyadarinya dan menghargai upayamu. Jangan menyerah! Teruslah melakukan hal yang benar, karena sebagaimana tertulis di Matius 6: 4, Hendaklah sedekahmu itu diberikan dengan tersembunyi, maka Bapamu yang melihatyang tersembunyi akan membalasnya kepadamu." Mari kita berdoa TUHAN, ajar aku untuk melakukan semua tugasku dengan baik agar dapat menjadi persembahan yang harum bagi-Mu dan menyenangkan hati-Mu. Dalam nama Tuhan Yesus aku berdoa, Amin. Wonder Kids, SEGALA SESUATU YANG KAMU KERJAKAN, LAKUKANLAH DENGAN UCAPAN SYUKUR KEPADA TUHAN. Tuhan Yesus memberkati
Lecturas interpretadas de La Santa Palabra De Dios, Elohim Adonai.1 Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera: 2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. 3 Simón Pedro les dijo*: Me voy a pescar. Ellos le dijeron*: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada. 4 Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. 5 Entonces Jesús les dijo*: Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No. 6 Y Él les dijo: Echad la red al lado derecho de la barca y hallaréis pesca. Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces. 7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado para poder trabajar), y se echó al mar. 8 Pero los otros discípulos vinieron en la barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos cien metros, arrastrando la red llena de peces. 9 Entonces, cuando bajaron a tierra, vieron* brasas yapuestas y un pescado colocado sobre ellas, y pan. 10 Jesús les dijo*: Traed algunos de los peces que habéis pescado ahora. 11 Simón Pedro subió a la barca, y sacó la red a tierra, llena de peces grandes, ciento cincuenta y tres; y aunque había tantos, la red no se rompió. 12 Jesús les dijo*: Venid y desayunad. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo que era el Señor. 13 Jesús vino*, tomó* el pan y se lo dio*; y lo mismo hizo con el pescado. 14 Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos. 15 Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo* a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos ?Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis corderos. 16 Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo* por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis ovejas. 18 En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras. 19 Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo*: Sígueme. 20 Pedro, volviéndose, vio* que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar? 21 Entonces Pedro, al verlo, dijo* a Jesús: Señor, ¿y este, qué? 22 Jesús le dijo*: Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué? Tú, sígueme. 23 Por eso el dicho se propagó entre los hermanos que aquel discípulo no moriría; pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si yo quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué? 24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y el que escribió esto, y sabemos que su testimonio es verdadero. 25 Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran* en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría* contener los libros que se escribirían*. --------1986, 1995, 1997 by The Lockman FoundationMás información sobre La Biblia de las Américaspaulino.solorzano@gmail.com
Este é o terceiro episódio da série Encontros com Jesus e o tema foi Natanael. O Pastor Joede Braga narrou com toda sua sabedoria a história quando Filipe, um dos discípulos que Jesus convidou a segui-lo encontra Natanael. E, todo animado, conta que encontraram o Messias! Mas Natanael dá de ombros e debocha: “Pode vir alguma coisa boa de Nazaré”? E Filipe só disse: “Vem e vê”. Jesus, ao vê-lo, fala que era um “verdadeiro israelita em quem não tem maldade” e Natanael, sem entender, pergunta de onde o conhece. “Eu te vi, debaixo da figueira”. Essa frase está ligada a uma tradição judaica de busca por reconciliação e correção do seu caminho.Com isso, Natanael reconhece que estava diante do Cristo, aquele que veio para trazer a Esperança! E este é o convite do Senhor para nós, hoje! Que nosso coração se encante com Jesus, como Natanael, e tenhamos nossas vidas transformadas.
SERIE: ABRAZANDO LA SABIDURÍA _____ DIRECCIÓN: Calle Árgos, 13, Metro Ciudad Lineal. 28037, Madrid. España. HORARIOS Domingos: 10H, 11:30H, 13:00H (En directo a las 13H) y 18:00H. Martes: 19:30H (También en directo) Sábados 18H (JUMP) - 20H (ECOS) * Cada semana compartimos una palabra poderosa que creemos que cambiará tu vida. Deja que tu fe aumente y que sea retada. Síguenos en nuestras redes sociales oficiales: www.facebook.com/nuevavidamadrid www.instagram.com/nuevavidamadrid www.nuevavidainternacional.es
Hai Wonder Kids, kembali dalam renungan anak GKY Mangga besar. Judul renungan hari ini adalah MARI DAN LIHATLAH Mari kita membaca Firman Tuhan dari Yohanes 1: 46-47a Kata Natanael kepadanya: "Mungkinkah sesuatu yang baik datang dari Nazaret?" Kata Filipus kepadanya: "Mari dan lihatlah!" Wonder Kids, sampai hari ini, dua ribu tahun kemudian, pertanyaan Natanael masih ditanyakan. Apakah sesuatu yang baik bisa datang dari Nazaret? Apakah Yesus benar ada? Mari dan lihatlah. Mari dan lihatlah bagaimana Tuhan Yesus dapat mengubah hidup manusia: yang tadinya sedih, sekarang memiliki sukacita; yang tadinya pemarah, sekarang memiliki damai Sejahtera; yang merasa malu karena dosanya, sekarang dosanya telah diampuni; yang terluka, sekarang telah dipulihkan; anak yatim piatu dikasihi; dan yang terpenjara mendapatkan harapan. Mari dan lihatlah tangan Tuhan Yesus yang ditembus oleh paku. Lihatlah ketika Tuhan Yesus menyentuh hati yang paling sederhana, menghapus airmata dari wajah yang paling kotor, dan mengampuni dosa yang paling parah. Mari dan lihatlah. Tuhan Yesus menyambut semua orang yang mencari-Nya. Ia tidak mengabaikan siapapun. Ia tidak takut jika menerima pertanyaan. Mari dan lihatlah Yesus. MARI KITA BERTUMBUH DI DALAM ANUGERAH TUHAN Wonder Kids, apa yang kamu lihat ketika kamu memandang gelandangan yang ada di jalan? Atau anak kecil dengan wajah kotor dan pakaian compang-camping? Atau anak yang nakal di kelasmu? Sekarang, pikirkan apa yang dilihat oleh Tuhan Yesus? Seseorang yang memerlukan sentuhan-Nya. Dapatkan kamu membagikan sentuhan Tuhan Yesus dengan seseorang hari ini dengan memberi perhatian dan menolong mereka? Mari kita berdoa TUHAN, terima kasih atas kasih-Mu yang besar kepadaku. Ajar aku untuk mengasihi sesama seperti Engkau mengasihiku dan tolong aku menjadi teman yang baik, berbagi kasih dan kebaikan setiap hari. Dalam nama Tuhan Yesus aku berdoa, Amin. Wonder Kids, SEPERTI FILIPUS BERKATA KEPADA NATANAEL BAHWA TUHAN YESUS ADALAH MESIAS, KAMU JUGA BISA MEMBERITAHU TEMAN-TEMANMU TENTANG KASIH DAN KEBAIKAN TUHAN YESUS. Tuhan Yesus memberkati
Quem chega mais pronto para o clássico, o Galo ou a Raposa? Ganhar o Estadual será mais difícil que nos anos anteriores? Gabriel Menino e Natanael já são titulares absolutos? Com André Ribas, Henrique Fernandes, Carol Leandro e Rogério Corrêa.
O chamado de Natanael - Alcino Junior by Igreja Missionária Evangélica Maranata de CaxiasPara conhecer mais sobre a Maranata: Instagram: https://www.instagram.com/imemaranata/Facebook: https://www.facebook.com/imemaranataSite: https://www.igrejamaranata.com.br/Canal do youtube: https://www.youtube.com/channel/UCa1jcJx-DIDqu_gknjlWOrQDeus te abençoe
Qual a origem de Satanás? Estudo Bíblico e Teológico | Pr Natanael Sólis --- Support this podcast: https://podcasters.spotify.com/pod/show/nonato-souto/support
Árvore de Natal em sua casa? - Estudo Bíblico e Teológico | Pr Natanael Sólis --- Support this podcast: https://podcasters.spotify.com/pod/show/nonato-souto/support
Levitas na igreja? Estudo Bíblico e Teológico | Pr Natanael Sólis --- Support this podcast: https://podcasters.spotify.com/pod/show/nonato-souto/support
Die Namib Times het 'n video geplaas van 'n LPM-streeksbeampte vir die Erongo-streek, Margareth du Toit, wat ontsteld is omdat 'n ECN-beampte glo die seëls van stembusse by die Swakopmund insamelingsentrum wou breek om 'n koevert te verwyder. Verskeie partye eis dat dit in hul teenwoordigheid gedoen word. Namib Times berig dat die voorsittende beampte, Hileni Natanael, die kontroversie begin het deur te weier om een van die stembusse te aanvaar, en gesê het sy is bekommerd oor wat daarbinne is. Natanael beweer glo dat die stembus 'n mengsel van bedorwe en wettige stembriewe ingesluit het, waarvan laasgenoemde in koeverte verpak was, wat daarop dui dat dit onbehoorlik gehanteer is. Margareth du Toit is aan die woord.
In this week's episode, we take a step back from the details and discuss the three big drivers of success that often get overlooked. My dance coach, Sue Natanael, is brilliant at cultivating the big three; community, passion, and a training mindset. These three have amplified my progress in the gym and the dance studio. They are also key concepts I consistently emphasize with my clients.In this interview, we break down each topic and Sue shares how to create these for yourself no matter what you're pursuing! Sue Natanael is a seasoned dance instructor with over 20 years of experience. Specializing in styles ranging from hip hop to waacking and heels, she has performed for numerous artists and participated in various commercial shoots. In addition to her work as a dance teacher, Sue is the founder of the Curves Collective community in Bali, Indonesia Instagram: @suenatanea & @curvescollective.idEmail: curvescollective.id@gmail.comWork with Jenny the Nutritionist in Create Your Shape:https://jennythenutritionist.com/create-your-shape/Follow Jenny the Nutritionist on Instagram:@jennythenutritionist [Take the Quiz] What are you missing to Be Fit, Well-Fed, and Fully Energized? Work with Jenny the Nutritionist in Create Your Shape:https://jennythenutritionist.com/create-your-shape/Follow Jenny the Nutritionist on Instagram:@jennythenutritionist
Quem foi Moloque, o deus cananeu e por quê ele quer as crianças? | Pastor Natanael Sólis --- Support this podcast: https://podcasters.spotify.com/pod/show/nonato-souto/support
A questão do mal e da maldade que tenta tomar conta de nossa mente é tratada com muita clareza neste Debate 93. Não deixe de ouvir!
====================================================SUSCRIBETEhttps://www.youtube.com/channel/UCNpffyr-7_zP1x1lS89ByaQ?sub_confirmation=1==================================================== LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA IV TRIMESTRE DEL 024Narrado por: Gustavo PérezDesde: Málaga, EspañaUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist ChurchJUEVES 14 DE NOVIEMBRENUESTRO TESTIMONIO EN FAVOR DE JESÚSUna y otra vez, cuando Juan presenta testigos de Jesús, su objetivo es llevarnos a una conclusión contundente: “También hizo Jesús muchas otras señales, en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. Pero estas fueron escritas para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan vida por medio de él” (Juan 20:30, 31). Imagina lo que significó ser testigo presencial de los milagros de Jesús. De haber estado allí, estaríamos entre quienes creyeron, ¿verdad? Sin embargo, nuestras razones para creer en Jesús son mayores que las de quienes presenciaron sus milagros. ¿Por qué? ¿Con qué cosas contamos hoy que no tenían quienes vivieron en la época de Jesús y que deberían ayudarnos a creer? Ver, por ejemplo, Mateo 24:2, 6 al 8 y 14. No solo contamos con los poderosos relatos del Evangelio de Juan, sino también tenemos la gran ventaja de ver cómo se cumplió mucho de lo que Jesús y otros escritores bíblicos predijeron, como la destrucción del Templo (Mat. 24:2), la proclamación del evangelio a todo el mundo (Mat. 24:14), la gran apostasía (2 Tes. 2:3), y que el mundo continúa siendo un lugar caído y malvado (Mat. 24:6-8). Durante toda la vida y el ministerio de Jesús, sus seguidores siguieron siendo un pequeño y perseguido grupo de hombres y mujeres que, según todos los criterios humanos, deberían haber desaparecido de la historia hacía mucho tiempo. A diferencia de nosotros, ¿cómo podrían haber sabido que todas estas cosas sucederían? De hecho, nuestra propia fe es el cumplimiento de la profecía de Jesús según la cual el evangelio llegaría a todo el mundo. Hoy, unos dos mil años después, también nosotros, como seguidores de Jesús, tenemos el privilegio de dar testimonio de Jesús y de lo que él ha hecho por nosotros. No es por los dichos de Natanael, Nicodemo, la mujer de Samaria o las enseñanzas de los fariseos que podemos conocer a Jesús como el Mesías. Es por la lectura de las Escrituras y la convicción producida por el Espíritu Santo que aceptamos a Jesús como el Salvador del mundo. Cada uno de nosotros, a nuestra manera y a partir de nuestra propia relación con Dios, podemos tener una historia que contar. Puede ser que nuestra historia no sea tan espectacular como la resurrección de un muerto o la restauración de un ciego de nacimiento, pero lo que importa es que conozcamos a Jesús personalmente y demos testimonio de él como lo hicieron los testigos registrados en el Evangelio de Juan.
Det är 150 år sedan Elsa Beskow föddes och hennes bilderböcker trycks fortfarande i nya upplagor. Vad som hunnit falla mer i glömska är hennes äktenskap med dåtidens stora kändis - Natanael Beskow. Lyssna på alla avsnitt i Sveriges Radio Play. P1 Kulturs reporter Anna Tullberg träffar kulturjournalisten och författaren Annika Persson, som skrivit boken ”Elsa och Natanael Beskow. En kärlekshistoria”. I den skildrar hon parets envetna och gemensamma kamp för ett mer jämlikt och demokratiskt Sverige under det tidiga 1900-talet.
====================================================SUSCRIBETEhttps://www.youtube.com/channel/UCNpffyr-7_zP1x1lS89ByaQ?sub_confirmation=1==================================================== LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA IV TRIMESTRE DEL 2024Narrado por: Gustavo PérezDesde: Málaga, EspañaUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist ChurchDOMINGO 03 DE NOVIEMBREHUMILDAD: JUAN EL BAUTISTA VUELVE A DAR TESTIMONIOLa lección 2 describió cómo el testimonio de Juan el Bautista llevó a los primeros discípulos (Andrés y Juan, Pedro, Felipe y Natanael) a Jesús. Cabría esperar que el Bautista desapareciera de escena tras dar su testimonio. Pero reaparece varias veces en el Evangelio de Juan. Lee Juan 3:25 al 36. ¿De qué manera Juan el Bautista es comparado con Jesús? Surgió una disputa entre los discípulos de Juan el Bautista y un judío anónimo acerca de la purificación, probablemente, sobre la eficacia del bautismo (comparar con Mar. 1:4, 5). Curiosamente, cuando los discípulos de Juan acuden a él para dirimir la cuestión, mencionan a Jesús: “Está bautizando, y todos van a él” (Juan 3:26). No es difícil leer entre líneas que están celosos de Jesús y preocupados por la reputación tanto de su maestro como de ellos mismos. Habría sido muy fácil que Juan cediera a los celos, pero no lo hizo pues sabía cuál era su misión. Por el contrario, recordó a sus discípulos que nunca pretendió ser el Cristo. Vino, en cambio, a señalar hacia él, a prepararle el camino, a ser su testigo (Juan 1:6-8). Utilizando la ilustración de una boda, se compara a sí mismo con el amigo del novio, y a Jesús con el novio. La novia sería el pueblo de Dios (comparar con Ose. 2:16-23; Isa. 62:1-5). Luego, en palabras que muestran la verdadera grandeza de Juan, dice: “Él tiene que crecer y yo menguar” (Juan 3:30). Juan 3:31 al 36 continúa la comparación entre Jesús y Juan para destacar así la superioridad del Mesías respecto de su precursor. Al dirigir así la atención hacia Jesús, Juan subraya nuevamente la idea del testimonio. Quienes reciben ese testimonio y creen en Jesús tienen vida eterna. Quienes no lo reciben quedan bajo la ira de Dios. Eso dice el texto. Dios ama al mundo y envió a su Hijo para salvarlo (Juan 3:16, 17), pero quienes rechazan el regalo que se les ofrece enfrentarán la consecuencia de sus propios pecados: la muerte eterna. ¿Cómo podemos aprender la lección de la humildad en relación con Dios y con los demás? ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Juan acerca de la humildad?
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Estudio Sistemático de la Biblia LECCIÓN 4__ Testigos de Cristo como Mesías Tema de hoy, Felipe y Natanael. Para información de cómo apoyarnos, puede comunicarse, vía WhatsApp (+1 484-838-8989). O al correo omarmedina113@me.com _________________ patreon.com/user?u=16479786 Gracias por el apoyo de sus oraciones a favor de a este ministerio Audios de Bendición, y dar a conocer lo que aquí hacemos. Para aquellos que quieran dar un paso más, y han sido impresionados para apoyarnos con sus donativos, aquí tenemos una manera práctica de cómo colaborar con este ministerio. Es a través de la plataforma Patreon, muy práctica, muy segura, y confiable a nivel mundial. Aquí está el link para aquellos que así lo quieran hacer. Muchas gracias. ________________ Ministerio Audios de Bendición. El oído es el camino al corazón. ¡Hay paz!
NOTAS DE ELENAMaterial complementario de la escuela Sabática para adultosNarrado por: Patty CuyanDesde: Californica, USAUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist ChurchMIÉRCOLES, 23 DE OCTUBREFELIPE Y NATANAEL"El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halla Felipe, al cual dijo: Sígueme". Felipe obedeció al mandato, y en seguida se puso también a trabajar para Cristo (El Deseado de todas las gentes, p. 113). Felipe llamó a Natanael. Este último había estado entre la muchedumbre cuando el Bautista señaló a Jesús como el Cordero de Dios. Al mirar a Jesús, Natanael quedó desilusionado. ¿Podía ser el Mesías este hombre que llevaba señales de pobreza y de trabajo? Sin embargo, Natanael no podía decidirse a rechazar a Jesús, porque el mensaje de Juan le había convencido en su corazón. Cuando Felipe lo llamó, Natanael se había retirado a un tranquilo huerto para meditar sobre el anunció de Juan y las profecías concernientes al Mesías. Estaba rogando a Dios que si el que había sido anunciado por Juan era el Libertador, se lo diese a conocer, y el Espíritu Santo descendió para impartirle la seguridad de que Dios había visitado a su pueblo y le había suscitado un cuerno de salvación... El mensaje: "Hemos hallado a Aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas", pareció a Natanael una respuesta directa a su oración. Pero la fe de Felipe era aún vacilante. Añadió con cierta duda: "Jesús, el hijo de José, de Nazaret". Los prejuicios volvieron a levantarse en el corazón de Natanael. Exclamó: "¿De Nazaret puede haber algo de bueno?" Felipe no entró en controversia. Dijo: "Ven y ve. Jesús vio venir a sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en el cual no hay engaño". Sorprendido, Natanael exclamó: "¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi". Esto fue suficiente. El Espíritu divino que había dado testimonio a Natanael en su oración solitaria debajo de la higuera, le habló ahora en las palabras de Jesús. Aunque presa de la duda, y cediendo en algo al prejuicio, Natanael había venido a Cristo con un sincero deseo de oír la verdad, y ahora su deseo estaba satisfecho. Su fe superó a la de aquel que le había traído a Jesús. Respondió y dijo: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel" (El Deseado de todas las gentes, pp. 113, 114). Si Natanael hubiese confiado en los rabinos para ser dirigido, nunca habría hallado a Jesús. Viendo y juzgando por sí mismo, fue como llegó a ser discípulo. Así sucede hoy día en el caso de muchos a quienes los prejuicios apartan de lo bueno. ¡Cuán diferentes serían los resultados si ellos quisieran venir y ver! Ninguno llegará a un conocimiento salvador de la verdad mientras confíe en la dirección de la autoridad humana. Como Natanael, necesitamos estudiar la Palabra de Dios por nosotros mismos, y pedir la iluminación del Espíritu Santo. Aquel que vio a Natanael debajo de la higuera, nos verá en el lugar secreto de oración. Los ángeles del mundo de luz están cerca de aquellos que con humildad solicitan la dirección divina (El Deseado de todas las gentes, p. 114).
====================================================SUSCRIBETEhttps://www.youtube.com/channel/UCNpffyr-7_zP1x1lS89ByaQ?sub_confirmation=1==================================================== LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA IV TRIMESTRE DEL 2024Narrado por: Gustavo PérezDesde: Málaga, EspañaUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist ChurchMIÉRCOLES 23 DE OCTUBREFELIPE Y NATANAELLee Juan 1:43 al 46. ¿Qué revelaba ya el mensaje de Felipe acerca de su fe en Jesús? Felipe era de Betsaida, al igual que Andrés y Pedro. Encontró a su amigo Natanael y le habló de Jesús. Juan el Bautista había llamado a Jesús “el Cordero de Dios”. Andrés dijo a Pedro que había encontrado “al Mesías”. Pero Felipe llama a Jesús “aquel de quien escribieron Moisés y los profetas” y añade el nombre “Jesús de Nazaret”. Su referencia a Nazaret provoca una aguda reacción en su amigo. Natanael tenía prejuicios acerca de la pequeña ciudad de Nazaret. Seguramente un rey no vendría de un lugar tan apartado. Los prejuicios impiden ver lo que las personas valen realmente. Felipe parece haber reconocido, posiblemente por conversaciones anteriores con Natanael, que la forma adecuada de tratar los prejuicios no es una exaltada argumentación filosófica o teológica, sino más bien invitar al individuo a experimentar la verdad personalmente. Simplemente, dijo: “Ven y ve”. Y eso es exactamente lo que hizo. Fue y vio. Lee Juan 1:47 al 51. ¿Cómo convenció Jesús a Natanael de quién era, y cuál fue la respuesta de Natanael? Entre los versículos 46 y 47 se encuentra el detalle crucial de cómo respondió Natanael a la invitación de Felipe. Se levantó y fue a verlo. Su amistad con Felipe fue más fuerte que sus prejuicios, y su vida cambió a partir de ese momento. Jesús pronuncia palabras halagadoras acerca de Natanael, llamándolo israelita en quien no hay engaño (Juan 1:47), un gran contraste con lo que Natanael había dicho acerca de Jesús (Juan 1:46). Natanael responde sorprendido, pues no había visto antes a Jesús. Entonces Jesús refiere haberlo visto bajo una higuera, y esta pequeña afirmación convence a Natanael. Jesús había visto por iluminación divina a Natanael orando, buscando la verdad bajo aquel árbol (ver Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes, p. 114). Natanael hace entonces una exaltada confesión y llama a Jesús Rabí, Hijo de Dios y Rey de Israel. Observa cómo aquella revelación aparentemente pequeña de parte de Jesús conduce a la más grandiosa confesión de fe.
Meditación del Evangelio según San Juan 1, 45-51 por el biblista P. Norberto Padilla, misionero claretiano. Sábado 24/ago/2024, FIESTA DE SAN BARTOLOMÉ, APOSTOL. Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Canción: No tengo miedo (2005), de Jorge Ocampo ---------- Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51 En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret." Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y verás." Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre." Palabra del Señor... Gloria a ti, Señor Jesús #SoyClaretiano #Evangelio #MisionerosClaretianos #CMFAntillas Música de introducción: Lámpara Es Tu Palabra, de Ain Karem
Verás cosas mayores 1) Encontró: Felipe toma la actitud misionera. Va al encuentro y anuncia. Primerea y no pierde el tiempo. Muestra quién es Jesús. Si vos encontraste la paz interior en Jesús, por favor salí y anuncia cara a cara, porque hay muchos Natanael afuera que necesitan encontrarse con la alegría, con La Paz interior. Pero no tomes un megáfono y salí a gritar, no. Salí y anuncia cara a cara, con un encuentro persona a persona, celular a celular. La evangelización hoy no pasa por lo multitudinario. 2) Lo conoce: Jesús sabe todo de vos. Sabe todo y no lo podés engañar. Hoy Dios te muestra un desafío distinto, un camino que implica que trabajes para su reino, pero sabiendo quién sos vos y que Dios te eligió, así como sos. Porque sabe que así como sos podés evangelizar y llevar a gente al encuentro de Jesús. 3) Verás cosas mayores: Te aseguro que si te metes en el campo de la evangelización y trabajas en estas cosas, vas a ver y vivir cosas hermosas. Me viene a la cabeza cuando me tocó celebrar una misa en los cerros tucumanos, una señora me quería besar las manos porque eran (decía) las de Cristo. Yo no me dejaba y me reta y me dice “no le beso a usted, sino al Señor que está en usted”; eso fue algo tremendo para mí. Qué opinas si hoy pensás en una cosa hermosa que te llamó la atención desde que estás metido en las cosas de Dios. Fíjate y recordá, qué lindo es saber que Dios está. Algo bueno está por venir. --- Support this podcast: https://podcasters.spotify.com/pod/show/misioneros-digitales-catlicos/support
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 1, 45-51 Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret.» Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?» «Ven y verás», le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez.» «¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.» Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía.» Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»Palabra del Señor.
Jn 1,45-51.Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret".Natanael le preguntó: "¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?". "Ven y verás", le dijo Felipe.Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez"."¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."
Meditación en la fiesta del apóstol San Bartolomé, que se identifica con el Natanael del evangelista San Juan, predicada durante un curso anual de numerarias. Para descubrir a Jesucristo, Hijo de Dios, Natanel tuvo que superar sus prejuicios iniciales: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?». Los prejuicios nos impiden descubrir la bondad de las personas y, junto con las discriminaciones, hacen sufrir a los demás, que perciben que no son queridos. Necesidad de tener un corazón grande, como Jesús, para mostrar la belleza del amor de Dios.
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