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El Espíritu no produce personas uniformes como si fuesen fruto de una clonación. Es esta otra trampa para justificar toda clase de controles y sometimientos. El Espíritu es una fuerza vital y enriquecedora que potencia en cada uno las diferentes cualidades y aptitudes. La pretendida uniformidad no es más que la consecuencia de nuestro miedo, o del afán de confiar en el control de las personas y no en la fuerza del mismo Espíritu. Pentecostés. Ermita del Sagrado Corazón de Jesús.
Vamos a ser más amigos del Espíritu Santo, el Señor y dador de Vida
Les compartimos la meditación del Evangelio de hoy tomado de San Juan 16, 12 - 15.Para más recursos para encontrarte con Dios en la oración, visita nuestra página web www.meditaciondeldia.com o síguenos en Instagram @meditaciondeldia_ y compártenos tu opinión!Conviértete en donante de Meditación del Día en este enlace: https://bit.ly/DonarMdD Santa María Reina de los Apóstoles, enséñanos a orar.Este podcast es parte de JuanDiegoNetwork.com
Ven Espíritu Santo!
La especial efusión del Espíritu Santo en nuestros corazones en el sacramento de la confirmación genera un cambio en nuestras almas que las transforma para siempre y las dota de sus dones y gracias tan necesarias para caminar en esta vida hacia el cielo que anhelamos. Renovemos nuestra confianza en los que somos y tenemos y digamos juntos: VEN ESPÍRIRTU SANTO! --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/paraquecristoreine/message
Día tres de nuestra conferencia Ven Espíritu
Oración en vivo | Somos El Lugar de Su Presencia, desde Bogotá - Colombia. Te invitamos a conectarte a nuestras transmisiones en vivo los martes y jueves 6 a.m., miércoles 5 y 7 p.m. y domingos 7:30 y 9:40 a.m. (Hora de Colombia).
Te invito a vivir el evangelio. Sígueme en www.padreadolfo.org --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/padolfolc/message
Domingo de Pentecostés Día del Señor Celebrar la llegada del Espíritu Santo debe ir más allá de un momento “bonito” en la Iglesia. Celebrar al Espíritu Santo es abrir de verdad el corazón aquel que llega como un viento huracanado, como un terremoto y lenguas de fuego a tumbar, a mover y a quemar en nuestro ser todo aquello que no es De Dios. Celebrar Pentecostés es dejar a Dios ser Dios para que transforme de verdad nuestras vidas y nos haga enfrentar de la mano de su Espíritu los retos del día a día... Lee los textos y atrévete a decir ¡Ven Espíritu Santo!!! Hch 2, 1-11 Sal 103, 1.24.29-31.34 Gal 5, 16-25 Jn 15, 26-27; 16, 12-15
Meditaciones y reflexiones para hacer la oración especialmente dirigidas a jóvenes. | Audio especial del domingo de la Solemnidad de Pentecostés || Pásate por nuestra WEB y lee los testimonios, artículos y suscríbete a los Podcast diarios de rezarhoy en: https://www.jovenescatolicos.es/ Pásate por nuestra cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/catolicos_es/ Twitter: https://twitter.com/catolicos_es Facebook: https://www.facebook.com/Catolicos.es/ Pásate por la página web de Cobel Ediciones: http://www.cobelediciones.com/
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Un sermón sobre el Espíritu Santo, apropiado para el Día de Pentecostés. Visite www.drpablojimenez.com la página web del Dr. Jiménez. Acceda al canal de YouTube del Dr. Jiménez por medio de www.drpablojimenez.tv Siga al Movimiento La Red en www.movimientolared.com Facebook e Instagram. Estudie en la Red Educativa Genesaret, www.rededucativagenesaret.com Compre los libros del Dr. Jiménez por medio de su tienda cibernética: AMAZON. Y de su página en Shopify: SHOPIFY. Escuche este mensaje en el contexto de un Encuentro de de Adoración y Predicación:
Les compartimos la meditación del Evangelio según San Jn 1, 29-34.Para más recursos para encontrarte con Dios en la oración, visita nuestra página web www.meditaciondeldia.com o síguenos en Instagram @meditaciondeldia_ y compártenos tu opinión!Este podcast es parte de JuanDiegoNetwork.com.
Fijate; por la fe de los amigos es sostenido y curado. Necesitamos alguien que nos ayude a descubrir, a compartir, a saber elegir en la vida. Descubre y ábrete a la dirección espiritual. Señor, dame la gracia para discernir. Ven Espíritu Santo, Hablame! #10minutosconJesús ** Ponte en presencia de Dios. Trata de hablar con Él. ** 10 minutos son 10 minutos aunque te puedas distraer. Llega hasta el final. ** Sé constante. El Espíritu Santo actúa “a fuego lento” y requiere constancia. Audios de 10 minutos que te ayudan a rezar. Un pasaje del Evangelio, una idea, una anécdota y un sacerdote que te habla y habla al Señor invitándote a compartir tu intimidad con Dios. Busca tu momento, piensa que estás con Él y dale al play. Toda la info en nuestra web: www.10minutosconjesus.org diezminutosconjesus@gmail.com Para recibir cada día tu meditación por Whatsapp pulsa aquí: http://dozz.es/nu36t
Dios les bendiga grandemente a tod@s donde quiera que nos escuchan la paz de Elohim sea con cada un@de Nosotros saludos bendiciones
Necesitamos un pentecostés que nos ilumine, que nos dicte lo que debemos hacer en medio de tanta confusión. Sin lugar a duda, necesitamos del Espíritu Santo. Invoquemos el auxilio del Esposo de la Virgen María, el Espíritu Intercesor para que traiga paz y fortaleza a nuestro corazón. Invoquemos el apoyo de los santos de la Iglesia para que intercedan por nosotros. Activemos la fe en el Espíritu Consolador. Movilicemos al Espíritu Paráclito. Exhortemos al Espíritu de Dios. --SAN JUAN DIEGO RADIO-- Radio: https://www.sanjuandiegoradio.com/radio Instagram: @sanjuandiegoradio Facebook: SanJuanDiegoRadio YouTube: SanJuanDiegoRadio
Éxodo 20:5-6. Maldición: Es humillación, aridez, esterilidad, enfermedad física y mental, desintegración familiar, pobreza, derrota, opresión, fracaso, des-favor de Dios.Maldecir significa: Quitar méritos, deshonrar, restar valor, impedir u obstaculizar el propósito, la maldición nunca viene a nuestras vidas sin causa, Proverbios 26:2 “Como esa gorrión en su vagar y como la golondrina en su vuelo; así la maldición nunca vendrá sin causa”: La iniquidad, Se encuentra en el cuerpo espiritual, es el ADN espiritual, un elemento o cordón en el cual esta grabada toda la información espiritual que viene de nuestros ascendientes de generación en generación; de ahí que todas las generaciones siguientes se vuelven “recurrentes” haciendo lo mismo que hicieron los ascendientes, en otras palabras “se repiten las historias”… Familias enteras han sido fundadas a través de consagraciones a dioses paganos, sacrificios, brujería, hechicería, derramamiento de sangre, pecados sexuales, Habacuc 2:12. El pecado. Y la más común son las maldiciones que llegan a nuestra vida producto de las palabras, y estas palabras quedan marcadas en el interior de la persona, Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos”. Es importante identificar que maldiciones hay sobre nuestra vida y como nos afectan, estas pueden traer escasez, derrota, fracaso, frustración, enfermedades, estancamiento. La maldición no solo afecta la vida de una persona sino que va a constituirse en el argumento y fundamento de destrucción de una familia y de sus generaciones siguientes, desde que el hombre cayó en pecado la maldición comenzó a formar parte de su ser, la tierra absorbió esta semilla de maldad quedando maldita desde entonces: Genesis 3:17, a partir de ese momento, la creación toda gime, el Señor nos dio la tierra y aunque perdimos el señorío de ella, es el tiempo de la redención a través del sacrificio que Jesús hizo por nosotros, si en algún momento hemos sido maldición para nuestra tierra, este es el tiempo de transformar la maldición en bendición porque Cristo en la cruz del calvario llevó nuestra maldición, por favor no ame más la maldición, aparéese de ella, rómpala en su vida y en su descendencia, Salmos 109:17-18.Dios proveyó para nosotros un ADN redimido basada en el Espíritu Santo, la cual tiene que suplantar nuestra herencia de maldición contenida en la iniquidad, el pecado y la maldad, por lo tanto debemos creer en todo lo que hizo Jesús por nosotros en la cruz, “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”. Gálatas 3:13, la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado y de toda maldad 1 Juan 1:7-9: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”, “Ven Espíritu Santo, derrámate sobre mi, Ungeme, suplanta nuestra herencia de maldición contenida en la iniquidad, el pecado y la maldad, por el ADN espiritual que proveyó Cristo en el sacrificio en la cruz del calvario”.Para que venga la bendición es necesario romper la maldición, y esta se rompe en la cruz del calvario cuando confesamos nuestros pecados delante de Dios, cuando rompemos la herencia de maldición, cuando rompemos las palabras de maldición, cuando quitamos la confianza en nuestro propio esfuerzo, sabiendo que el Señor lo hizo todo en la Cruz del Calvario. Levítico 26:40-42, Salmos 32:2-5. Reconocer y confesar los pecados de nuestros ascendientes y los nuestros, romper la maldición de la bastardía de sus hijos, redima a los que con usted convive, traigamos a su linea generacional, romper en la cruz del calvario las palabras de maldición que fueron lanzadas contra nosotros y las que lanzamos contra nuestros descendientes, romper el cordón de iniquidad para que la información (ADN espiritual de iniquidad, pecado y maldad) se rompa, bendiga a sus descendientes.Cantares 2:11-13…
La catequesis del dìa de Tiziana, Apòstol de la Vida Interior
- Presione el botón PLAY para escuchar la catequesis del día, y comparte si lo quieres -+ Del Evangelio según san Mateo +En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.»Palabra de Dios.Ven Espíritu Divino,manda tu luz desde el cielo,Padre amoroso del pobre;don en tus dones espléndido;luz que penetra las almas;fuente del mayor consuelo.Ven, dulce huésped del alma,descanso de nuestro esfuerzo,tregua en el duro trabajo,brisa en las horas de fuego,gozo que enjuga las lágrimasy reconforta en los duelos.Entra hasta el fondo del alma,divina luz y enriquécenos.Mira el vacío del hombresi Tú le faltas por dentro;mira el poder del pecadocuando no envías tu aliento.Riega la tierra en sequía,sana el corazón enfermo,lava las manchas, infundecalor de vida en el hielo,doma el espíritu indómito,guía al que tuerce el sendero.Reparte tus Siete Donessegún la fe de tus siervos.Por tu bondad y tu graciadale al esfuerzo su mérito;salva al que busca salvarsey danos tu gozo eterno.
Podríamos decir que, de acuerdo a la predicación de Jesús, hay dos elementos que hacen evidente el amor de Dios y, por ende, nuestro ser cristiano. El primero es el amor y nuestras buenas obras. El segundo, que es el que nos menciona hoy Jesús, es "que su unidad sea perfecta".Por ello, donde hay desunión y discordia es difícil reconocer la presencia de Dios y de la comunidad cristiana. El libro de los Hechos nos dice que la primera comunidad no sólo tenía todo en común sino que tenían un sólo corazón. Por eso, es triste encontrar comunidades cristianas en donde los unos y los otros se atacan, se muerden, hablan mal unos de otros, hay envidias y rivalidades. Con este testimonio, ¿cómo será posible que los que nos rodean puedan creer en el Dios del amor? ¿Cómo descubrir la presencia del Dios que unifica si constantemente somos causa de desunión, si cada uno en la comunidad ve únicamente por su propio beneficio?Padre, que sean uno como nosotros somos uno. Esta es la oración que ahora pedimos al Espíritu Santo de llevarnos a la unidad. Ven Espíritu Santo y únenos en el amor, la comprensión y el perdón.Support the show
La alegría de Dios es algo duradero, no es temporal ni esporádica; no se parece, de hecho, a la que el mundo y sus pasatiempos pueden producir. La razón es que esta alegría es interior pues es producida directamente por el Espíritu Santo.Por eso Jesús dice: "que nadie podrá quitarnos esta alegría". Puede ser que pasemos por situaciones difíciles y apremiantes, sin embargo, la alegría interior se convierte en un río interno que pacifica, conforta y da armonía a toda nuestra vida, haciéndonos capaces de afrontar y resolver cualquier problema o dificultad, por difícil o grave que éste sea. Esta alegría y paz es tal, que por eso dice Jesús también: "Ese día no me preguntarán nada".Y es que cuando el corazón está lleno de Dios, ¿qué cosa puede ser importante para el hombre sino Dios mismo? ¿Qué pregunta podría surgir de este corazón? Ninguna: Dios lo es todo, Dios lo llena todo, Dios lo ilumina todo. Pidamos al Espíritu: Ven Espíritu de alegría y de paz y llena todo nuestro ser, toda nuestra vida y haznos experimentar el poder y el amor del Dios que Salva.Support the show
En un mundo pluriforme no es difícil darnos cuenta de que, cada uno de nosotros tenemos parte de la verdad. La única verdad absoluta es Dios.Por ello, otra de las grandes obras que realiza el Espíritu en nosotros es "el guiarnos a la verdad plena", es decir, guiarnos a Dios. Esta verdad eterna, involucra todas las cosas creadas pues, como dice San Pablo: "En él somos, existimos y nos movemos". No es por ello raro que en la medida en que dejamos que el Espíritu tome posesión de nosotros, nuestro entendimiento con los demás sea más claro; nuestra posición delante de la vida moral y religiosa se clarifica, pues la Verdad se va haciendo patente a nuestro entendimiento. Debemos estar atentos, pues nunca seremos poseedores de la verdad completa.Toda nuestra vida será crecer en ella. La humildad y la oración hacen posible que ésta crezca y se manifieste en nosotros como sabiduría, prudencia, y amor a Dios y a nuestros hermanos. Pidamos incesantemente: Ven Espíritu Santo y muéstrame la verdad, muéstrame tu Verdad y hazme comprender que cada hombre tiene parte de esta verdad, de tu Verdad.Support the show
¡Ven Espíritu Divina y se renovará la faz de la tierra»
Where has the Lord placed you to do his work? How do we submit our artistry to the Lord and the community we serve? Reflect on these questions and others as we meditate on Scriptures from Genesis 1:28-31 and Matthew 28:16-20. United Adoration's "A Place of Beauty Podcast" is a 21-week series to complement our devotional, "A Place of Beauty." Every Monday, from Advent to Easter, we invite artists (and non-artists) to meditate on Scripture and to consider their identity, struggles, and creative process in the light of the True Creator, the Triune God: Father, Son and Holy Spirit. To purchase the devotional, visit Amazon or Barnes and Noble.by Elise MassaScripture (NRSV) read by Mark StevensonFeatured Music: "Ven Espíritu" by Max Donoso and Victor ManieriBackground Music: Length of Light by AmuletsSupport the show (https://www.unitedadoration.com/give/)
Esperamos que esta enseñanza sea de bendicion para ti y los tuyos. No olvides compartir este mensaje. Si quieres saber mas sobre nosotros, o asistir a una reunión en vivo, contactanos. Déjanos tus comentarios y síguenos en nuestras redes sociales instagram y facebook.
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Dia 32Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.San Juan Pablo IITres palabras resumen lo que aprendimos de San Juan Pablo II: (1) Madre, (2) “Entrega-ción” y (3) Misericordia. Reflexionemos sobre cada una.MADRELa enseñanza de San Juan Pablo sobre la consagración mariana no sólo lleva consigo la autoridad papal sino también el peso autoritativo de un Concilio Ecuménico, porque repite y profundiza la enseñanza del Concilio Vaticano II sobre María. Por tanto, su enseñanza realmente constituye la mente y el corazón de la Iglesia actual y debemos prestarle especial atención. Entonces ¿qué nos dicen la mente y el corazón de la Iglesia sobre María? Nos señala la mediación maternal de María. Dice que ella es nuestra madre en el orden de la gracia. Proclama la Buena Nueva de que Dios nos ha regalado una madre espiritual que, piadosa, atiende tiernamente nuestro crecimiento en gracia y santidad. Esta nueva maternidad de María en la vida de la Iglesia, en la vida de cada uno de nosotros, es el ambiente permanente, reconfortante y hermoso, que envuelve todo lo que hemos dicho sobre la consagración mariana — o lo que San Juan Pablo a menudo llama la “entrega”.ENTREGA-CIÓNViendo a María al pie de la Cruz junto a su querido discípulo Juan, Jesús dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, a Juan: “Ahí tienes a tu madre” (Jn. 19:26-27). Estas palabras resumen lo que hemos tratado en la última sección, que María es nuestra madre espiritual. Pero después leemos el siguiente versículo: “Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa”. Aquí está lo esencial de nuestra respuesta a Jesús que nos encomienda a María como madre: nosotros debemos entregarnos a ella recibiéndola “en nuestras casas”. En otras palabras, debemos recibirla en nuestra vida interior, en todo lo que nos importa. Debemos permitir que entre en nuestras alegrías y penas, esperanzas y miedos, planes y actividades. Cuando dejamos entrar a María en nuestras vidas, cuando nos encomendamos a su cuidado, ella intercede por nosotros, nos consuela y nos da valor y fortaleza para unirnos aún más a la propia consagración de Jesús para la vida del mundo. En otras palabras, ella nos lleva a la Cruz de Jesús, la cual es el sentido último de la auto-consagración de Jesús, y nos inspira a dedicarnos a la salvación del mundo, para aceptar nuestra parte en la obra de la redención. Al cargar nuestra cruz, viviendo insertos en la consagración misma de Cristo, es posible que lleguemos a sentirnos espiritualmente sedientos, desolados y cansados. Allí es cuando María nos lleva al costado traspasado de Cristo, a la Fuente de Misericordia, donde encontramos un manantial incesante de fuerza y santidad. Así, de acuerdo al pensamiento de San Juan Pablo, la confiada entrega a María conduce a nuestra consagración a Cristo. En otras palabras, podría decirse que se trata de un movimiento de “entrega-ción”.MISERICORDIAA fin de cuentas, la consagración mariana nos conduce a la Divina Misericordia. Los actos de consagración al Inmaculado Corazón de María conducen a los actos de confianza en el Corazón Misericordioso de Jesús. Vemos esto en la historia de Fátima y el Papa San Juan Pablo, particularmente en la homilía del Papa durante su peregrinación a Fátima en 1982, una peregrinación de agradecimiento a “la misericordia de Dios y la protección de la Madre de Cristo” por haberle salvado la vida. En esa homilía, San Juan Pablo repetidamente indica cómo la consagración mariana conduce al Corazón traspasado de Jesús, a la Fuente de Misericordia. Esta conexión es parte de la voluntad de Jesús mismo, quien dijo a Sor Lucía en 1936 que deseaba la consagración al Corazón de María “porque quiero que toda Mi Iglesia reconozca esa consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María, para extender su culto más tarde y poner la devoción a este Inmaculado Corazón junto a la devoción a Mi Divino Corazón”. Jesús quiere extender la veneración y devoción al Inmaculado Corazón de María porque nos conduce más perfectamente a Él y nos ayuda a recibir la infinita misericordia de su Corazón.Del Libro de los Hechos de los Apóstoles ..La venida del Espíritu Santo, sobre María Santísima y los apóstoles..Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu.. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido .. y se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.(Meditemos brevemente)Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
https://drive.google.com/file/d/1iR7ZEBG4_O3SWjFJeRxc7s3UqsLvr9pO/view?usp=sharing Día 33Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Sobre la Asunción de María al CieloEl Papa Pío XII en la Bula Munificentissimus Deus, del 1 de noviembre de 1950, proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de María con estas palabras: "Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste (Dz. 2333). En la Solemnidad de la Asunción, contemplamos a María, que nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo, que es su Hijo, Camino, Verdad y Vida. Nos dice la Madre: Haced lo que Él os diga" (Jn. 2); y que nos dejemos iluminar y guiar por su Palabra, que le sigamos cada dia, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el Arca de la Alianza que está en el Santuario del Cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunion de alegria y de paz con Dios. (Homilía Benedicto XVI, 2010). La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado."Padre, Hijo y Espíritu Santo salen a tu encuentro María para coronarte, porque eres Reina de cielos y tierra. Ante tí, los Ángeles y los Santos te colman de su alabanza, porque eres Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa de Dios Espíritu Santo, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad." Nos unimos a la alabanza del Cielo diciendo: "Cantaré un himno a la Reina Madre y me acercaré gozoso a celebrar sus glorias, cantando alegre sus maravillas. ¡Oh Señora! Nuestra lengua es incapaz de alabarte dignamente pues Tú, que engendraste a Cristo Rey, has sido elevada sobre los Serafines .. Dios te salve ¡Oh Reina del mundo! ¡Oh Maria! Reina de todos nosotros!" (Himno Akathistos)María nos lleva a JesúsContemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Tí confío."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María rezamos el Magníficat, su canto de alabanza a Dios:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre.Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Dia 31Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Santa Madre TeresaTres palabras resumen lo que aprendimos de Santa Madre Teresa: (1) Sed, (2) Corazón y (3) Alianza. Reflexionemos sobre cada una.SED“… Nuestra Señora fue la primera persona que escuchó el clamor de Jesús “Tengo Sed” junto con San Juan, y estoy segura que María Magdalena también. Puesto que Ella estuvo ahí en el Calvario, conoce qué tan real, qué tan profundo es Su anhelo por ti y por los pobres. ¿Lo sabemos? ¿Lo sientes como Ella? Pídele que te enseñe…. Su papel es el de ponerte cara a cara, como a Juan y a Magdalena, con el amor en el corazón de Jesús crucificado. Primero fue Nuestra Señora suplicándole a Madre, es ahora Madre, en su nombre quien te suplica a ti: “escucha la Sed de Jesús”. Tratemos de manera particular de llegar a estar lo más cerca del Corazón de Jesús que puede el corazón humano y tratemos de entender todo lo posible el terrible sufrimiento de Jesús, que le causan nuestros pecados y Su sed de nuestro amor. … Gracias a Dios estaba allí Nuestra Señora para entender plenamente la sed de amor de Jesús. —Ella tuvo que responder inmediatamente: “Sacio Tu sed con mi amor y el sufrimiento de mi corazón”.Pidamos a Nuestra Señora que nos ayude a comprender.CORAZÓNUna clave para la comprensión de la Madre Teresa acerca de la consagración es el “corazón”, específicamente el Inmaculado Corazón. Recuerda sus dos oraciones a María: “Préstame tu corazón” y “Llévame en tu purísimo Corazón”. Además, recuerda la importancia de nuestra imitación del corazón contemplativo de María. Comencemos con las dos oraciones y luego repasaremos la actitud contemplativa de María. Préstame tu corazón. Con esta oración, la Santa Madre Teresa pidió a Nuestra Señora que le diese el amor de su corazón. En otras palabras, le dice: “María, ayúdame a amar con el amor perfecto de tu Inmaculado Corazón”. Recuerda que el afán de la Madre Teresa era saciar la sed de amor que Jesús tiene, y deseaba hacerlo de la mejor manera posible ¿Qué mejor manera de amar a Jesús que con el Inmaculado Corazón perfecto y humilde de su madre? La Madre Teresa encontró el secreto para vivir su vocación al máximo en esto: “María, préstame tu Inmaculado Corazón”. Llévame en tu purísimo Corazón. O, en forma completa, rezamos: “Inmaculado Corazón de María, llévame en tu purísimo Corazón, para que pueda agradar a Jesús a través de ti, en ti y contigo”. Esta es la parte más profunda de la consagración de la Madre Teresa a María. No sólo pide que el corazón de María viva dentro de ella, ¡sino que pide también vivir en el corazón de María! Esta es, entonces, una oración para amar a Jesús a través de María, en María y con María. Es más que simplemente recibir prestado el corazón de María. Para entender esto y vivirlo se requiere de una dependencia cariñosa y una unión profunda con María. En la siguiente sección, “alianza”, se explica esto con más detalles. Corazón contemplativo. La Madre Teresa desarrolló una “actitud de gratitud” al seguir el ejemplo de María, quien siempre “meditaba en su interior” “todas estas cosas” que Dios iba haciendo en su vida (ver Lucas 2:19, 51). Específicamente, la Santa Madre Teresa siguió este ejemplo mediante su fidelidad al examen de conciencia. En otras palabras, al fin de cada día, meditaba en su interior todas las cosas buenas que Dios había hecho por ella en ese día y reflexionaba sobre cómo había respondido (o no) a su amor.ALIANZA“Llevado por el ardiente deseo de vivir contigo en la más íntima unión posible en esta vida, para alcanzar la unión con tu Hijo con más seguridad y plenitud, prometo vivir el espíritu y los términos de la Alianza de Consagración todo lo fiel y generosamente que pueda”.Del Evangelio según San Lucas, y Evangelio según San MarcosSobre la Ascensión del Señor a los cielos... "A los 40 dias de su Resurrección, tiene lugar la Ascensión del Señor a los cielos. Jesús los sacó cerca de Betania y alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo.""Después salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban."(Meditemos brevemente) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 30Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.San Maximiliano KolbeTres palabras resumen lo que aprendimos de San Maximiliano Kolbe: (1) Misterio, (2) Milicia y (3) Amor. Reflexionemos sobre cada una.MISTERIO¿Quién eres, oh Inmaculada Concepción? San Maximiliano nos da la clave de este misterio: El Espíritu Santo es la Inmaculada Concepción increada, y María es la Inmaculada Concepción creada. Ella está perfectamente unida al Espíritu Santo porque fue concebida sin pecado, nunca pecó y siempre hace la voluntad de Dios a la perfección. Permite que el Espíritu Santo la eclipse, que tome posesión de su alma, y que dé fruto a través de ella. El Espíritu Santo se deleita en trabajar siempre en y a través de María con el fin de salvar a las demás criaturas hechas a imagen de Dios, primero obrando la Encarnación en su vientre y luego haciendo uso de ella a fin de formar la imagen de su Hijo en todos los bautizados. Si bien Kolbe nos da la clave del misterio, no lo descubre del todo. En cambio, nos invita a reflexionar con más profundidad sobre la relación entre María y el Espíritu Santo, una relación que va aún más profundo que la del matrimonio.MILICIAEl nombre “Maximiliano” significa “el máximo”. San Maximiliano Kolbe recibió este nombre porque sus superiores reconocieron sus grandes dones naturales y espirituales. Él lo aceptó porque correspondía a lo más profundo de su corazón: “No quiero dar a Dios sólo una gran gloria, sino la máxima gloria”. Kolbe reconoció que la mejor manera de dar gloria a Dios es unirse a la criatura que más perfectamente glorifica a Dios, María Inmaculada. También reconoció que el modo de rendir la máxima gloria a Dios no es haciéndolo una sola persona, sino de todo un ejército (“Milicia”) de personas. De hecho, quería que este ejército de la Inmaculada (“la Milicia Inmaculada”) inspirara al mundo entero a ofrecer la máxima gloria a Dios, por medio de ella, y lo más pronto posible. Aunque la meta del programa de Kolbe es la conversión de todo el mundo, empieza con uno mismo. Debemos primero ofrecernos por completo a la Inmaculada como su posesión y propiedad suya y permanecer en unión con ella, totalmente dependientes de ella. Luego, debemos inspirar a otros a ofrecerse a ella y a vivir en completa dependencia de ella, a fin de que los utilice como instrumentos consagrados para llevar todo el mundo al Corazón Misericordioso de Jesús. “En la Milicia Inmaculada… la materia son los miembros… todos aquellos que desean rendir a Dios la mayor gloria posible, sin limitaciones, por medio de la Inmaculada”. AMORKolbe siguió unido a María por una dependencia de amor. Nos dice que también debemos amar a la Inmaculada. ¿Cómo? Dependiendo de su poderosa intercesión, sintiendo su atención tierna, hablándole con el corazón, permitiéndole que nos guíe, recurriendo a ella para todo y confiando completamente en ella. Recuerda sus palabras: “Mis queridos, queridos Hermanos, nuestra querida Madrecita, María Inmaculada, puede hacerlo todo por nosotros. Nosotros somos sus hijos. Diríjanse a ella. Ella triunfará en todo”. Cuando experimentamos la atención tierna de María, nos enamoramos más de ella. Más tenemos que hablarle. Tenemos que pedirle. Pero ¿qué pasa si, incluso después de muchas señales de su amor y atención, aún no sentimos amor por la Inmaculada ni su amor por nosotros? Kolbe explica:“Pero no se aflijan nunca si no sienten tal amor. Si quieren amar, ésta es ya una señal segura de que están amando; pero se trata sólo de un amor que procede de la voluntad. También el sentimiento exterior es fruto de la gracia, pero no siempre sigue inmediatamente la voluntad. Puede venirles, queridos míos, un pensamiento, casi una triste nostalgia, una súplica, un lamento…: “¿Quién sabe si la Inmaculada me ama todavía?” ¡Hijos amadísimos! Se lo digo a todos juntos y a cada uno en particular en su nombre, anótenlo bien, en su nombre: Ella ama a cada uno de ustedes, los ama mucho y en todo momento sin excepción alguna. Esto… se lo repito en su nombre. ” Del Evangelio según San MateoSobre la Resurrección del Señor..."El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos."(Meditemos brevemente) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 29Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.ÚLTIMOS CINCO DÍASSíntesis y RepasoDurante cuatro semanas hemos reflexionado sobre la esencia de la consagración mariana — y hemos cubierto mucho terreno. Si bien nuestro programa diario de reflexión sobre el texto nos ha ayudado a asimilar parte de la información, podemos profundizar aún más. Para hacerlo, necesitamos algo de María, lo que el Papa Juan Pablo llama su “capacidad sapiencial de recordar y abarcar con una mirada de fe”. Podemos desarrollar esta “capacidad sapiencial” continuando con lo que hemos hecho desde el principio, es decir, contemplar con el corazón (ver Lucas 2:19), pero ahora con un enfoque más refinado. Para darnos este enfoque más refinado, he escogido tres palabras que resumen la enseñanza de cada semana del retiro. Así que, durante los próximos cuatro días, nos detendremos sobre tres palabras cada día, reflexionando su significado para la consagración mariana. Confío en que, si nos dedicamos a este acto más refinado de reflexión, podremos abrazar la verdad de la consagración mariana “con una mirada de fe”. Después de estos cuatro días de repaso, encontraremos una síntesis de lo que hemos aprendido en una sola fórmula de consagración, que intenta encerrar en sí la esencia de la Consagración mariana. San Luis de MontfortTres palabras resumen lo que aprendimos sobre San Luis de Montfort: (1) Pasión, (2) Bautismo y (3) Regalo. Reflexionemos sobre cada una, por turno.PASIÓNRecuerda que San Luis heredó el temperamento fuerte de su padre. Esto podría haberle llevado hacia el desastre, pero Luis se consagró a Jesús a través de María. Permitió que María se hiciera cargo de su vida y que hiciera con él según su voluntad. ¿Y qué hizo María con él? Lo inflamó. Convirtió su impuro enojo en un resplandeciente fuego santo. Actuó con su esposo, el Espíritu Santo, para llenar a Luis de pasión y celo por Cristo, y él procedió a encender a toda Bretaña con el amor por Jesús, la Sabiduría encarnada — y no solamente a Bretaña. Las inspiradoras enseñanzas de San Luis ardieron a lo largo de los siglos, inflamando a los santos, a los papas e incluso a pobres pecadores con un ardiente amor a Dios. Podemos no haber nacido con el exaltado temperamento de San Luis, pero no nos vendría mal un poco de su espíritu fervoroso. Nos vendría bien a todos una mayor efusión del Espíritu Santo, que aliente las almas y las llene con el santo fuego. ¿Cómo invitamos este fuego? ¿Cómo lo invocamos? Imitando el ejemplo de San Luis acudiendo a María, dependiendo de María y estando con María. Pues, como Luis mismo dice, cuando el Espíritu Santo, el esposo de María, encuentra un alma unida a María, “vuela allí, entra en ella de lleno, se comunica abundantemente con esa alma”. El Espíritu Santo quiere hacer maravillas incluso hoy en día. Quiere gestar nuevos santos, grandes santos. Entonces ¿por qué lo hace raras veces? Según de Montfort, es porque raras veces nos encuentra en una unión suficientemente estrecha con María. En esta recta final que lleva al Día de Consagración, avancemos con gran fervor para entregarnos completamente a María y para permitir que el Espíritu Santo venga a nosotros y nos colme de pasión y fuego sagrados.BAUTISMOSan Luis coloca su devoción a María directamente dentro del misterio de Cristo. El mejor ejemplo de esto es cómo da comienzo a su fórmula de consagración con una renovación de las promesas bautismales; pues el Bautismo tiene todo que ver con Cristo. En el Bautismo, somos transformados en los miembros del Cuerpo de Cristo, somos hechos en “otros Cristos”. El Bautismo también tiene que ver con el Espíritu Santo. Lo digo porque fue el Espíritu Santo quien primero formó a Cristo, y es el Espíritu Santo quien sigue formando a otros Cristos — los miembros del Cuerpo de Cristo — en cada Bautismo. Ahora bien, ¿de quién se vale el Espíritu Santo para formar a Cristo? Se vale de María, si bien no tiene ninguna necesidad de ella. Entonces, por ejemplo, se valió de María en la Anunciación, la cual condujo al nacimiento de Jesucristo, nuestro Salvador. Se valió de María justo antes de Pentecostés, que condujo al nacimiento del Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Se vale de María en cada bautismo, que da a luz a “otros Cristos”, los miembros de su Cuerpo. ¡El Espíritu Santo siempre se vale de María para dar a luz a Cristo! Y en cuanto encuentra un alma unida a María, “tanto más deseoso y decidido se muestra a producir a Jesucristo en esa alma, y a esa alma en Jesucristo”. Por lo tanto, es apropiado que de Montfort nos invite a renovar nuestras promesas bautismales dentro del contexto de una entrega a María. Pues es su trabajo, junto con el Espíritu Santo, el llevar la gracia del Bautismo a término. El Bautismo no es el fin; es un comienzo maravilloso, un amanecer gloriosamente nuevo. Sí, nos transforma, haciéndonos miembros del Cuerpo de Cristo — pero hay más trabajo por hacer. El Bautismo es una realidad ya hecha pero todavía no finalizada. Nos incorpora ya a Cristo (como un miembro de su Cuerpo) pero sin que estemos totalmente formados en Cristo. Después del Bautismo, aún tenemos que crecer en Cristo, y es el trabajo de María supervisar y cultivar este crecimiento, con el Espíritu. Por tanto, no hay riesgo de que la devoción monfortiana a María “nos separe de Cristo”. La meta total de María es conducirnos a Cristo y llevarnos hasta el punto en que podamos decir con San Pablo: “ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí” (Gál. 2:20).Todo el objetivo de la verdadera devoción a María es nuestra continua transformación post-bautismal en Cristo.REGALOCon que tengamos tan sólo el valor de entregarnos completamente a María, experimentaremos la consagración mariana como un increíble regalo. Es más, cuanto más nos entreguemos a ella, más experimentaremos la grandeza de este regalo. Nosotros damos y ella nos regresa infinitamente más. Le damos nuestras naturalezas pecaminosas, y nos ofrece su Inmaculado Corazón. Le damos nuestros exiguos méritos, y no sólo los aumenta y los purifica con su amor perfecto, sino que nos da sus méritos y gracias infinitamente más grandes. Nos vaciamos después de haberle ofrecido todo y ella nos llena con el Espíritu de Dios. Cuida a nuestros familiares, amigos y seres amados en nuestro nombre — aún mejor de lo que nosotros podemos hacerlo. Anticipa nuestras necesidades y pone en orden cada detalle de nuestra vida para la mayor gloria de Dios. Con ella el camino hacia la santidad es un camino “de rosas y miel” en comparación con emprenderlo sin estar consagrado a ella. Ciertamente, ella incluso convierte nuestras cruces y sufrimientos en algo dulce. Además, nos protege contra la tentación y los ataques del diablo. Pertenecer completamente a María es la vía más rápida, fácil y segura hacia Jesús. Si nos diéramos cuenta del gran regalo que es la consagración a Jesús a través de María, casi nunca dejaríamos de sonreír y alabar a Dios por habérnoslo concedido.Sobre la Muerte de Jesús en la CruzAntes de expirar Jesús en la Cruz, entre otras palabras, dijo :"Tengo sed" (Juan, 19)"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." (Lucas, 23)Y dando un fuerte grito, exclamó: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y, dicho esto, expiró. Como le vieron muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua." (Marcos, 15)(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 28Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Entregarse a María (Segunda Parte)Volvamos a Fátima, donde empezamos esta semana — pero esta vez acompañemos a San Juan Pablo II. Exactamente un año después de recibir disparos en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo fue a Fátima “para agradecer que la misericordia de Dios y la protección de la Madre de Cristo” le hayan salvado la vida. En esa ocasión, dio una sentida homilía que constituye una rica fuente de la teología de la consagración y entrega a la Virgen María. La homilía completa y el Acto de Consagración son demasiado extensos para citarlos aquí. Por lo tanto, voy a resumirlos. Específicamente, extraeré de ellos la conexión que el Papa establece entre la consagración a María, la Divina Misericordia y la consagración redentora de Cristo. Empecemos con la conexión entre María y la Divina Misericordia. Antes de comenzar, algunas cosas acerca de la Divina Misericordia: (1) Según Juan Pablo, la Divina Misericordia es el límite impuesto por Dios a las fuerzas del mal, el amor de Dios frente a la cara de mal; (2) La Divina Misericordia está simbolizada por el costado traspasado de Cristo y la sangre y el agua que de allí brotaron; (3) una parte central de la devoción moderna a la Divina Misericordia es la Coronilla a la Divina Misericordia, la cual ofrece expiación e implora la misericordia por nuestros pecados y por los del mundo entero. A continuación, observa cómo estos tres aspectos de la Divina Misericordia son esenciales en la homilía más importante del Papa acerca de la consagración mariana. El contexto de la homilía consiste en “las amenazas casi apocalípticas, que pesan sobre las naciones y sobre la humanidad”. El Papa confiesa que esta maldad le causa “ansiedad” en el corazón. A pesar de esto, encuentra la esperanza en un amor “más fuerte que el mal” el cual “jamás algún ‘pecado del mundo' podrá superar”. Identifica este Amor como “Amor misericordioso”. ¿El Amor misericordioso? ¿Qué tiene que ver con la consagración mariana? Todo. Tiene todo que ver con la consagración porque es María quien nos lleva a la fuente del Amor misericordioso. Es María quien nos lleva al amor que es más poderoso que las fuerzas del mal. En realidad, como dice Juan Pablo en su homilía, la consagración al Inmaculado Corazón significa “aproximarnos, mediante la intercesión de la Madre, de la propia Fuente de Vida, nacida en el Gólgota”. ¿Qué es esta Fuente de Vida? El Papa la identifica como la “Fuente de Misericordia”. Es el costado traspasado de Cristo de donde manaron la sangre y el agua como fuente de gracia y misericordia. Y es a través de esta herida en el Corazón de Cristo que “se realiza continuamente la reparación por los pecados del mundo”. Es más, a través de esta Fuente de Misericordia encontramos que “tal Manantial es sin cesar Fuente de vida nueva y de santidad”. A continuación, el Papa explica que la Consagración al Inmaculado Corazón de María significa “volver de nuevo junto a la Cruz del Hijo”. Significa llevar el mundo con todos sus problemas y sufrimientos al “Corazón traspasado del Salvador, reconduciéndolo a la propia fuente de Redención”. ¡Significa llevar el mundo, a través de María, a la Divina Misericordia! El poder de la Redención, el poder del Amor misericordioso, “es siempre mayor que el pecado del hombre y que ‘el pecado del mundo'” y “supera infinitamente toda especie de mal, que está en el hombre y en el mundo”. Ahora, María conoce mejor que nadie el poder de la Redención, el poder del Amor misericordioso. De hecho, Juan Pablo dice que ella “está consciente de eso, como ningún otro corazón en todo el cosmos, visible e invisible”. Por lo tanto, nos llama no sólo a la conversión sino también “a que nos dejemos auxiliar por ella, como Madre, para volvernos nuevamente a la fuente de la Redención”. De nuevo, la tarea de María es llevarnos a la Fuente de Misericordia, al costado traspasado de Cristo, a su Corazón Misericordioso. Fundamentalmente, consagrarse a María “significa recurrir a su auxilio y ofrecernos a nosotros mismos y ofrecer la humanidad” al infinitamente Santo Dios. Significa entregarnos a la que más estuvo unida a la consagración de Cristo: “¡Te saludamos a Ti, que estás totalmente unida a la consagración redentora de tu Hijo!”. Significa entregarnos a las oraciones de María: “¡Ayúdanos a vivir, con toda la verdad de la consagración a Cristo a favor de toda la familia humana, en el mundo contemporáneo!”. En otras palabras, consagrarnos a María significa contar con su intercesión maternal que nos ayuda a ofrecernos más completamente a Cristo en su propia consagración por nuestra redención. Después de ponerse a sí mismo y al mundo en las manos y en el corazón de María, después de entregarse a la que está totalmente unida a la consagración de Jesús, el Papa reza la parte central de su acto de consagración. Concluyamos contemplándolo profundamente en nuestros propios corazones:“Tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna” (Jn. 3, 16). Precisamente este amor hizo que el Hijo de Dios se consagrara a Sí mismo: “Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad” (Jn. 17, 19). En virtud de esta consagración, los discípulos de todos los tiempos están llamados a entregarse por la salvación del mundo, a añadir algo a los sufrimientos de Cristo en favor de su Cuerpo que es la Iglesia (cf. 2 Cor. 12, 15; Col. 1, 24). Ante Ti, Madre de Cristo, delante de tu Corazón Inmaculado, yo deseo en este día, juntamente con toda la Iglesia, unirme con nuestro Redentor en esta su consagración por el mundo y por los hombres la única que en su Corazón divino tiene el poder de conseguir el perdón y procurar la reparación. ” Del Evangelio según San JuanSobre la Crucifixión del Señor ..*... lo crucificaron, y con Él crucificaron también a otros dos, uno a cada lado y Jesús enmedio. Pilato mando poner sobre la cruz un letrero con esta inscripcion: Jesús de Nazaret, el Rey de los Judíos ... Y los soldados se repartieron sus ropas y echaron a suertes su túnica.. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, María la mujer de Cleofas. hermana de su madre, y María Magdalena. Jesús, al ver a su madre, y junto a ella al discípulo a quien tanto quería, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel momento, el discípulo la acogió en su casa."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 27Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Entregarse a María (Primera Parte)Ahora que hemos terminado nuestro mini-retiro de tres días con María, debemos tener ya un sentido más claro de su mediación maternal. Esta mediación maternal es la llave que abre toda la teología de la consagración mariana. Y ahora que la tenemos, estamos listos para aprender exactamente lo que Juan Pablo entiende por consagración mariana o, como habitualmente la llama, la “entrega” o el “entregarse” a María. Para empezar, necesitamos volver al pie de la Cruz. “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Con estas palabras, Jesús confía toda la humanidad al cuidado materno de María. Hace de ella la madre espiritual de todos. Y como aprendimos ayer, María aceptó plenamente este don con “ardiente caridad”. Luego, Jesús le dice a Juan, el discípulo amado, quien nos representa a todos: “Ahí tienes a tu madre”. Jesús ahora nos ofrece un regalo, el gran regalo de su madre como nuestra madre espiritual. ¿Aceptamos este regalo? Sí. Al menos lo estamos intentando (si no fuera así, no haríamos este retiro). Pero ¿cómo lo aceptamos? Esta es la pregunta crucial. Según el Papa San Juan Pablo II, el siguiente texto del Evangelio nos indica cómo debemos aceptar a María como nuestra madre espiritual: “Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa” (Jn.19:27). El Papa describe esta acción con una palabra: “entregarse”. Vemos un ejemplo de ello en la persona de Juan, quien se entregó a María, la misma que fue entregada a Juan por Cristo: “Ahí tienes a tu madre”. La entrega de él mismo a María es su respuesta al mandato de Jesús desde la Cruz, pero no sólo eso. También es una respuesta a la “ardiente caridad” por nosotros: “La entrega es la respuesta al amor de una persona y, en concreto, al amor de la madre”. Juan Pablo procede a describir la naturaleza de esta entrega de uno mismo a María:“Entregándose filialmente a María, el cristiano, como el apóstol Juan, “acoge entre sus cosas propias” a la Madre de Cristo y la introduce en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su “yo” humano y cristiano: “La acogió en su casa”. Así el cristiano, trata de entrar en el radio de acción de aquella “caridad materna”, con la que la Madre del Redentor “cuida de los hermanos de su Hijo”, “a cuya generación y educación coopera” según la medida del don, propia de cada uno por la virtud del Espíritu de Cristo. Así se manifiesta también aquella maternidad según el espíritu, que ha llegado a ser la función de María a los pies de la Cruz y en el Cenáculo”. Esta entrega de uno mismo a María, la cual el Papa describe maravillosamente con la frase, “La acogió en su casa”, debe entenderse como el acto de seguir el ejemplo mismo de Cristo — primero se entregó a María en la Anunciación y luego, a lo largo de su vida oculta — y también debe entenderse como su voluntad para sus discípulos. Después de todo, Él mismo inicia tal entrega: “Ahí tienes a tu madre”. Pero ¿por qué hace esto Cristo? ¿Será que quiere distanciarse de nosotros? No. Nos acerca a sí encomendándonos a aquella que es la más cercana a Él, la misma que lo dirige todo a Él: “Haced lo que Él os diga”. María quiere actuar sobre todos los que se encomiendan a sí mismos a ella como hijos. Dice el Papa: “Y es sabido que cuanto más estos hijos perseveran en esta actitud y avanzan en la misma, tanto más María les acerca a la ‘inescrutable riqueza de Cristo'”. De nuevo, esto se debe tanto a la cercanía única que hay entre María y Cristo como al papel especial de María de llevar a otros a la intimidad que comparte con Él. Del Evangelio según San Mateo, San Juan y San Marcos ..Sobre Jesús con la Cruz a cuestas ..."Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle". Y Él, cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario. Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, a que llevara su cruz."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 26Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Retiro de María (Tercer Día)Ayer, en la fiesta de las bodas de Caná, vimos un ejemplo glorioso de la mediación maternal de María. Después de este evento, de seguro María reflexionó profundamente y descubrió mucho sobre su mediación maternal. Pero Caná no fue la parte más importante de su preparación. El “momento cumbre” de su preparación — es más, su plena realización — llegó en el Calvario. En el Calvario, María sufre con Cristo. A través de la fe “está unida perfectamente a Cristo en su despojamiento”. A través de la fe ella comparte en todo el “desconcertante misterio” del don de sí mismo por amor a nosotros. A través de la fe “la Madre participa en la muerte del Hijo, en su muerte redentora”. Antes de Su muerte, Jesús tiene una lección más para su discípula perfecta que lo ha seguido a la Cruz y ha aceptado sufrir con Él. Viéndola al pie de la Cruz junto al discípulo amado, Juan, le dice: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, dice a Juan: “Ahí tienes a tu madre” (Jn. 19:26-27). Con estas palabras, María “es entregada al hombre — a cada uno y a todos — como madre”. Según San Juan Pablo, esta “nueva maternidad de María” es el “fruto del ‘nuevo' amor , que maduró en ella definitivamente junto a la Cruz, por medio de su participación en el amor redentor del Hijo”. Este “nuevo amor”, dice Juan Pablo, realmente provoca una “transformación” de la maternidad de María de modo que ella arda aún más en amor por todos aquellos por quienes Jesús sufrió y murió. Esta idea de que María, al pie de la Cruz, recibió un nuevo amor ardiente por almas puede recordarnos la profundidad con que Madre Teresa comprendió a María. Recuerda que, para Teresa, María es la que tomó más seriamente que nadie las palabras de Jesús “Tengo sed” y ayuda a los demás a tomarlas muy seriamente también. De todas maneras, Juan Pablo reflexiona más sobre la transformación amorosa de María:“Hasta los pies de la Cruz se ha realizado… su cooperación materna en toda la misión del Salvador mediante sus acciones y sufrimientos. A través de esta colaboración en la obra del Hijo Redentor, la maternidad misma de María conocía una transformación singular, colmándose cada vez más de “ardiente caridad” hacia todos aquellos a quienes estaba dirigida la misión de Cristo. Por medio de esta “ardiente caridad”, orientada a realizar en unión con Cristo la restauración de la “vida sobrenatural de las almas”, María entraba de manera muy personal en la única mediación “entre Dios y los hombres”, que es la mediación del hombre Cristo Jesús”. En el Calvario, la preparación de María concluye. Ha recibido los dones completos de su maternidad espiritual y mediación universales, que constituyen una cooperación única en la obra redentora de Cristo y una participación en su mediación. Después de la muerte de Jesús en la Cruz, no escuchamos sobre María ejerciendo su nueva maternidad hasta el día antes de Pentecostés, cuando los apóstoles, “juntos en la oración en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús y de sus hermanos” (He. 1:14), se dedican a la oración en el Cenáculo. Juan Pablo comenta: “Vemos a María implorando con sus ruegos el don del Espíritu Santo, quien ya la había cubierto con su sombra en la Anunciación”. Procede a señalar que María es la “presencia discreta, pero esencial” que indica el camino del “nacer del Espíritu Santo” primero en la Anunciación y ahora en el nacimiento de la Iglesia. La nueva maternidad espiritual de María está profundamente relacionada con la Iglesia, pues “con materno amor coopera a la generación y educación” de los hijos e hijas de la madre Iglesia”. Este nacimiento y desarrollo tienen su fuente en la vida sacramental de la Iglesia, donde la mediación maternal de María está particularmente presente. Por ejemplo, María seguramente intercede y actúa con su Esposo, el Espíritu Santo, cuando el Espíritu nos transforma en miembros del cuerpo de Cristo en el Bautismo. Es más, está presente de manera similar y participa activamente con su Esposo en la Misa; pues es en el sacrificio de la Misa “en el cual Cristo, su verdadero cuerpo nacido de María Virgen, se hace presente”. Debido a la centralidad de la Eucaristía en la fe y en la vida cristiana, María siempre se esfuerza por conducir a los fieles hacia ella.Para cerrar esta reflexión de hoy, la cual concluye los tres días del “retiro de la maternidad espiritual de María”, debemos tener en cuenta algo importante: la nueva maternidad de María no se trata de una cosa vaga o abstracta. Es concreta y personal. Y aunque es universal, también es intensamente particular. María es tu madre. Es mi madre. En este sentido, Juan Pablo cree que es significativo que la nueva maternidad de María en el Calvario se exprese en el singular, “Ahí tienes a tu hijo” y no “Ahí tienes a miles de millones de hijos espirituales”. El Papa llega al corazón del asunto cuando dice: “Aun cuando una misma mujer sea madre de muchos hijos, su relación personal con cada uno de ellos caracteriza la maternidad en su misma esencia”. En pocas palabras: María es única, particular y personalmente tu madre y mi madre, y no nos pierde entre la multitud.Del Evangelio según San Mateo Sobre la coronación de espinas ..."Los soldados trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: "Salve, Rey de los judíos!; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 25Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Retiro de María (Segundo Día)Ayer comenzamos un “retiro dentro de nuestro retiro” al entrar en el retiro de María. En otras palabras, empezamos a contemplar la forma en que Jesús preparó a María para entender y abrazar enteramente su nuevo papel materno en el Reino de Dios. Hoy continuamos este retiro en las bodas de Caná, donde la mediación maternal de María brilla gloriosamente. Repasemos la escena (Jn. 2:1-12). La madre de Jesús está presente en la fiesta de bodas y Jesús y sus discípulos también están invitados — supuestamente gracias a María. Les falta vino. María se da cuenta y le avisa a su Hijo: “No tienen vino”. Jesús parece reprenderla: “¿Qué quieres de mí, Mujer? Aún no ha llegado mi hora”. Sin embargo, María dice a los sirvientes: “Hagan lo que él les diga”. Los sirvientes siguen las órdenes de Jesús y llenan los recipientes de piedra con agua. Luego el agua se convierte en vino y los discípulos creen. Meditemos en profundidad el comentario de Juan Pablo sobre esta escena. Sus palabras llegan al corazón del papel de María en nuestras vidas y explican por qué debemos intentar consagrarnos a ella:“En Caná se delinea ya con bastante claridad la nueva dimensión, el nuevo sentido de la maternidad de María. … Es una nueva maternidad según el espíritu y no únicamente según la carne, o sea la solicitud de María por los hombres, el ir a su encuentro en toda la gama de sus necesidades. En Caná de Galilea se muestra sólo un aspecto concreto de la indigencia humana, aparentemente pequeño y de poca importancia “No tienen vino”. Pero esto tiene un valor simbólico. El ir al encuentro de las necesidades del hombre significa, al mismo tiempo, su introducción en el radio de acción de la misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo. Por consiguiente, se da una mediación: María se pone entre su Hijo y los hombres en la realidad de sus privaciones, indigencias y sufrimientos. Se pone “en medio”, o sea hace de mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre, consciente de que como, tal puede — más bien “tiene el derecho de” — hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres. Su mediación, por lo tanto, tiene un carácter de intercesión: María “intercede” por los hombres. No sólo: como Madre desea también que se manifieste el poder mesiánico del Hijo, es decir su poder salvífico encaminado a socorrer la desventura humana, a liberar al hombre del mal que bajo diversas formas y medidas pesa sobre su vida. … Otro elemento esencial de esta función materna de María se encuentra en las palabras dirigidas a los criados: “Haced lo que él os diga”. La Madre de Cristo se presenta ante los hombres como portavoz de la voluntad del Hijo, indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse, para que pueda manifestarse el poder salvífico del Mesías. En Caná, merced a la intercesión de María y a la obediencia de los criados, Jesús da comienzo a “su hora”. En Caná María aparece como la que cree en Jesús; su fe provoca la primera “señal” y contribuye a suscitar la fe de los discípulos. El hecho de Caná de Galilea nos ofrece como una predicción de la mediación de María, orientada plenamente hacia Cristo y encaminada a la revelación de su poder salvífico”. Me gustaría destacar algunos puntos importantes de este pasaje para que reflexionemos. (1) No por necesidad sino por elección de Dios, “la esclava del Señor”, que hace perfectamente la voluntad del Padre, tiene el “derecho” como madre y mediadora de señalarle a su Hijo las necesidades de los hombres. ¿No deberíamos recurrir con nuestras necesidades e intenciones a una Madre de Misericordia tan poderosa? (2) María necesita servidores que obedecerán sus palabras: “Hagan lo que él les diga”. ¿Estamos preparados para ser sus servidores para que Jesús pueda iniciar su “hora” en nuestro día? (3) Las palabras “Hagan lo que él les diga” aclaran que el papel de María está orientado “plenamente hacia Cristo” y tiende a la revelación de su poder salvífico. Por lo tanto, la mediación de María está en unión con la única mediación de Jesucristo, nuestro Salvador, y subordinada a ella. Del Evangelio según San JuanSobre la Flagelación del Señor ..""Pilatos volvió a salir donde los judíos y les dijo: "Yo no encuentro ningún delito en él ...Queréis, pues, que os ponga en libertad al Rey de los judíos?" Ellos volvieron a gritar diciendo: "A ese, no; a Barrabás!" Pilatos entonces tomó a Jesús y mandó azotarle."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 24Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Retiro de María (Primer Día)Durante este retiro, hemos contemplado con el corazón ciertas verdades de nuestra fe que están relacionadas con la consagración mariana. Uno podría decir que estamos en una especie de “peregrinación de fe” que nos conduce al Día de Consagración. También María, durante su vida terrenal, estuvo en una especie de retiro y peregrinación de fe. También reflexionó en su corazón diferentes verdades que están relacionadas con la consagración mariana. Después de todo, no descubrió de golpe su vocación de ser madre espiritual y mediadora. Como nosotros, María necesitó caminar por fe mientras reflexionaba en su corazón. Ella también necesitó un tiempo de preparación respecto a su papel especial como nuestra “madre en el orden de la gracia”. Debido a que la mediación maternal de María es tan fundamental para una apropiada comprensión de la consagración mariana, vamos a pasar los próximos días haciendo un retiro dentro de nuestro retiro. Lo haremos examinando el retiro de María. En otras palabras, vamos a acompañar a María a lo largo del camino que Dios le señaló para descubrir poco a poco su vocación de ser nuestra madre espiritual y mediadora. En cierta forma, el retiro de María comienza en la Anunciación. Mediante su “Sí” a Dios, su “Fiat”, aceptó su vocación de ser la madre de Jesús. Pero ¿sabía también que aceptaba la llamada de ser la madre espiritual de todos los cristianos? No lo sé. Lo que sé es que todo el misterio de la Anunciación dio a María algo asombroso para contemplar, y sucede que ese algo está profundamente relacionado con la consagración y entrega a María. Lo pongo de este modo: ¿Quién fue la primera persona que se entregó a María? No fue San Luis de Montfort. Fue Dios Padre. Juan Pablo explica: “Conviene reconocer que, antes que nadie, Dios mismo, el eterno Padre, se entregó a la Virgen de Nazaret , dándole su propio Hijo en el misterio de la Encarnación”. María seguramente se maravilló de este acto de humildad de parte de Dios. Al maravillarse de ello y contemplarlo, ¿pudo haber empezado a tener una idea de que Dios desearía más tarde, que las personas a quienes vino a redimir siguieran su ejemplo? María tuvo muchas otras cosas que contemplar durante su preparación para ser aún más totalmente nuestra madre en el orden de la gracia. Los Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) ofrecen varios puntos de reflexión que hablan de la maternidad espiritual de María. Mira, por ejemplo, el pasaje del Evangelio de Marcos (3:31-35), en donde los primos de María y Jesús están afuera, queriendo ver a Jesús, y por tanto mandan a buscarlo y lo llaman. Jesús responde con una pregunta: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?”. Luego, mirando a los que están sentados a su alrededor, dice: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre”. Al dar esta respuesta, ¿se mostró Jesús como un mal hijo? No. Fue exactamente la clase de hijo que Su Padre quería que fuera. Al mismo tiempo, preparó a Su madre para ser la persona que Él quería que fuera. Específicamente, le reveló el nuevo vínculo filial del reino que va más allá de los lazos carnales. En otras palabras, señaló la primacía del espíritu sobre la carne, la primacía de la paternidad sobrenatural de Dios sobre la paternidad (o maternidad) de la humanidad. Es probable que María captara de inmediato algo de lo que Jesús intentaba enseñarle. Después de todo, por años había meditado en su corazón otra extraña respuesta de Jesús, la que dio cuando lo encontró en el Templo después de tres días de buscarlo con angustia: “¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?” (Lc. 2:49). Durante su ministerio público, Jesús estaba ciertamente muy interesado en los asuntos de su Padre. Ahora bien, un aspecto clave de estos asuntos era preparar a su madre para su nuevo papel en el Reino de Dios. Jesús sabía que “en la dimensión del reino de Dios, en la esfera de la paternidad de Dios mismo”, la maternidad de María “adquiere un significado diverso”. En las palabras de Marcos que leímos antes, Jesús indica este significado: “todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre”. Podemos estar seguros que María meditó esto en su corazón y que se dio cuenta que a través de estas palabras Jesús no la rechazaba, sino que la preparaba. ¿Podemos estar seguros de que Jesús no rechazaba a María? Sí, podemos. Aun si las palabras de Jesús suenan como si estuviera rechazándola, no es así. Al contrario, si consideramos un pasaje similar del Evangelio de Lucas (11:27-28), queda claro que Jesús bendice a su madre. En este otro pasaje, “una mujer levantó la voz de entre la multitud” y dijo a Jesús, “¡Feliz la que te dio a luz y te crió!”. Jesús responde de manera similar a lo que leímos en Marcos: “¡Felices, pues, los que escuchan la palabra de Dios y la observan!”. Al leerlo por primera vez puede parecer una reprimenda a María. Pero no lo es. Después de todo, ¿quién escuchó y observó la palabra de Dios mejor que María? Nadie. Por tanto, Jesús realmente bendice a su madre y ella se daría cuenta de ello. María es una mujer increíblemente perceptiva y prestaba especial atención a cada palabra y acción de Jesús. No se le escapaban las sutilezas de sus enseñanzas, y progresivamente llegó a estar consciente del misterio en gestación de su propia maternidad excepcional:“A medida que se esclarecía ante sus ojos y ante su espíritu la misión del Hijo, ella misma como Madre se abría cada vez más a aquella “novedad” de la maternidad, que debía constituir su “papel” junto al Hijo. ¿No había dicho desde el comienzo: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”? (Lc. 1:38). Por medio de la fe María seguía oyendo y meditando aquella palabra… . María madre se convertía así, en cierto sentido, en la primera “discípula” de su Hijo , la primera a la cual parecía decir: “Sígueme”... Qué alegría debía ser para Jesús tener a una discípula que lo entendía perfectamente. ¡Qué consuelo para su Corazón encontrar tal receptividad a la Palabra de Dios! Mañana reflexionaremos más sobre la receptividad de María y cómo le llevó a descubrir otro aspecto de su “papel” al lado de su hijo en su obra de salvación. Este papel ciertamente involucra, como Juan Pablo escribió, una “novedad de la maternidad”. Así, en Caná veremos que da a luz a la fe de los discípulos de Jesús propiciando su primer milagro, que acontece gracias a su receptividad maternal de la necesidad humana.Del Evangelio segun San LucasSobre la oración de Jesús en el Huerto ..."Va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemani, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, mientras voy allá a orar. Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra. Y dijo: "Padre, si quieres aparta de mí esta cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya". Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra".(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio)Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador "
Dia 23Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Mediación maternalComo uno de nuestros guías para el Día de Consagración, San Juan Pablo II es un triple regalo. No solamente es un santo mariano, como los otros tres guías; no solamente es brillante y rigurosamente capacitado en teología, como de Montfort y Kolbe; sino que también es un Papa. Por tanto, sus palabras llevan la autoridad magisterial del sucesor de San Pedro… ¡y el peso autoritario de un Concilio Ecuménico. Bueno, esto es verdad en el sentido de que sus enseñanzas sobre la Madre de Dios están profundamente arraigadas en la Mariología autoritativa del Concilio Vaticano II. Debido a esta dependencia del Concilio, antes de examinar la enseñanza de Juan Pablo sobre la consagración mariana veamos lo que el Concilio dice sobre María. (Mañana empezaremos a reflexionar sobre cómo Juan Pablo construye en base a la enseñanza del Concilio Vaticano II). Uno puede encontrar las principales enseñanzas marianas del Concilio Vaticano II en el último capítulo de la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, conocida por su título en latín Lumen Gentium. El corazón de estas enseñanzas tiene que ver con lo que usualmente se denomina “mediación maternal” de María. La mediación maternal significa básicamente que María es nuestra madre espiritual (de ahí lo “maternal”) quien nos asiste desde el cielo con sus oraciones y cuidado maternal para llevarnos a Dios (de ahí la “mediación”). Mientras que el término “maternal” debe sonarle conocido, “mediación” puede requerir de una explicación. Un mediador es alguien que se interpone entre dos personas con el fin de unirlas. Así, Jesucristo es mediador. Él es quien, después de la caída del hombre, se interpone entre Dios y la humanidad perdida para admitirnos de nuevo a la comunión con Dios. Y sólo hay uno, como San Pablo aclara: “Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús” (1 Tim. 2:5). Si hay un solo mediador entre Dios y el hombre y si ese único mediador es Jesucristo, ¿por qué define el Concilio Vaticano II a María como mediadora? Porque Dios es generoso. En otras palabras, Jesús no retiene para Él solo la función de mediador. Quiere que María — y no sólo María sino todos los cristianos — participen en su única mediación, aunque de forma subordinada. Por ejemplo, cada uno de nosotros participa en la única mediación de Cristo cuando rezamos unos por otros “en Cristo”. Mencioné algo similar en la introducción cuando escribí que Dios quiere que todos participemos en su obra de salvación. También mencioné allí que María tiene un papel excepcionalmente importante en esta obra. Otra vez, de acuerdo con el Vaticano II, este rol especial se encuentra encerrado en la expresión “mediación maternal”. Entre las criaturas, el papel de María en la continua obra de salvación es por mucho la más importante. Se le dio un papel tan importante no por “una necesidad ineludible” de parte de Dios sino por su “divino beneplácito”. Otra vez vemos la generosidad de Dios al incluirnos en la obra de redención, a nosotros, las mismas criaturas a las que vino a redimir. El siguiente pasaje de Lumen Gentium resume la cooperación de María en esta obra, tanto cuando estuvo en la tierra como ahora que está en el cielo:“La Santísima Virgen fue en la tierra la Madre excelsa del divino Redentor, compañera singularmente generosa entre todas las demás criaturas y humilde esclava del Señor. Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por eso es nuestra madre en el orden de la gracia. Esta maternidad de María en la economía de gracia perdura sin cesar desde el momento del asentimiento que prestó fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz hasta la consumación perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, sin embargo, ha de entenderse de tal manera que nada reste ni añada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador”. Así, mientras estuvo en la tierra, María cooperó con el plan divino de salvación de manera “singularmente generosa entre todas las demás criaturas”, particularmente al dar a luz y cuidar a Jesús. Ahora en el cielo, María todavía coopera de manera especial en el plan salvador de Dios. A través de su “múltiple intercesión” y “amor materno”, nos trae la gracia, la misericordia y “los dones de la salvación eterna”. Mañana comenzaremos a ver cómo Juan Pablo desarrolla esta enseñanza sobre la maternidad de María en el orden de la gracia. Por ahora, podemos reflexionar sobre este gran regalo de Dios: María es nuestra madre espiritual cuya tarea divina es criarnos co amor, regalos y gracias que nos llegan a través de sus tiernas oraciones.Del Evangelio segun S. Juan y del Evangelio segun S. Mateo.."Sobre la Institución de la Eucaristía.."Sabiendo Jesús, que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" Y, mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciéndoles: "Tomad, comed, éste es mi cuerpo." Tomó luego una copa, dio gracias, y se la ofreció diciéndoles: "Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados".(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio)Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 22Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.San Juan Pablo IIDurante esta cuarta y última semana nos enfocaremos en el ejemplo y en las palabras de otro gran maestro de la consagración mariana: San Juan Pablo II. “El Papa más mariano”, como ha sido llamado, ahondó profundamente la comprensión de la Iglesia sobre la consagración mariana. Tomando como base el proyecto del Segundo Concilio Vaticano, nos proporciona un tratamiento rigurosamente bíblico de la consagración mariana — a la que también refiere como a una “confiada entrega” — y se concentra en la idea de que el papel de María es conducirnos al interior del misterio del amor redentor de Cristo y a la consagración de uno mismo al Padre.El don de misericordia de MaríaEn 1917, mientras la Primera Guerra Mundial seguía su curso, la Bienaventurada Virgen María se apareció a tres niños pastores en Fátima, Portugal. Les dijo que la guerra terminaría, pero si la gente no se convertía seguiría una guerra peor y Rusia esparciría sus errores por el mundo provocando más guerras, mártires y persecuciones contra la Iglesia. Para impedir esto, María pidió que el Santo Padre consagrara a Rusia a su Inmaculado Corazón y que la gente comulgara cinco sábados seguidos como reparación. Al final, dijo, triunfaría su Inmaculado Corazón. Es interesante que María mencionara a Rusia. En aquel tiempo esto fue causa de confusión. ¿Rusia? ¿La Santa Rusia? ¿Qué errores esparciría por el mundo este país cristiano? ¿Y cómo podría ejercer tal influencia una Rusia tan pobre? (En ese momento de la historia, la revolución soviética estaba aún en pañales; aún no se había establecido el régimen comunista y totalitario y ateo). Después de que María hizo su profecía sobre Rusia, los niños tuvieron una visión de un “obispo vestido de blanco”, que pensaron era el Papa. Con gran aflicción vieron que él sufriría mucho y luego lo matarían a tiros. Los niños describieron lo que habían visto sólo a las autoridades de la Iglesia, quienes decidieron no revelarlo al público. Esto llegó a conocerse como el último “secreto” de Fátima. Ahora bien, la primera aparición de Nuestra Señora de Fátima ocurrió el 13 de mayo de 1917 a las cinco de la tarde. Exactamente 64 años después, el día 13 de mayo de 1981, un pequeño jeep sin techo entró en la Plaza de San Pedro, transportando al Papa Juan Pablo II, quien afectuosamente recibió a los peregrinos congregados allí. En un momento, el jeep se detuvo para que el Papa recibiera a una niña en sus brazos. Después de devolvérsela a sus jubilosos padres, el jeep siguió su curso entre una multitud de peregrinos que saludaban y aplaudían. De repente, un hombre armado disparó dos tiros al Papa a corta distancia. La primera bala le rozó el codo. La segunda le dio en el abdomen y rebotó desgarrando los intestinos y atravesando el colon. Milagrosamente la bala no alcanzó la principal arteria abdominal por una décima de pulgada. Si hubiera sido golpeada o apenas rozada, Juan Pablo habría muerto desangrado camino al hospital. Dándose cuenta de esta bendición, el Papa dijo que “una mano disparó y otra condujo la bala”. ¿Cuál mano guió la bala? Juan Pablo cree que fue la mano de Nuestra Señora de Fátima (no olvidó el aniversario del 13 de mayo). De hecho, después del incidente pidió el sobre que contenía el último secreto de Fátima, aquel que hablaba del “obispo vestido de blanco”. Luego, con Fátima ocupando su mente, pensó consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María lo más pronto posible y se puso a componer un acto de consagración, el cual rezó solemnemente pocas semanas después. Incluso antes de esto, una semana después del atentado, repitió su consagración personal a María durante un discurso grabado para los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro: “A ti, María, te repito: Totus tuus ego sum”, ‘Soy todo tuyo'; “Et omnia mea tua sunt”, “Y todas mis cosas te pertenecen”; “Accipio Te in mea omnia”, “Te pongo al centro de mi vida”; “Praebe mihi cor tuum”, “Dame tu corazón”.El 25 de marzo de 1984, en la Plaza de San Pedro, ante la estatua oficial de Nuestra Señora de Fátima transportada por avión para la ocasión, Juan Pablo hizo un acto más solemne de entrega del mundo al Inmaculado Corazón de María. Concluyó la oración con las siguientes palabras:“Permite que sea revelado, una vez más en la historia del mundo, el infinito poder salvador de la Redención: ¡El poder del Amor misericordioso! ¡Que ponga un alto a la maldad! ¡Que transforme las conciencias! ¡Que tu Inmaculado Corazón revele para todos la luz de la Esperanza!”Después de enterarse del solemne acto de entrega del Papa, Sor Lucía, la única sobreviviente de los tres videntes de Fátima, declaró que aquello había satisfecho totalmente el pedido original de Nuestra Señora. Cinco años más tarde, el horroroso régimen totalitario soviético que había aterrorizado a millones de personas de repente llegó a su fin. El Papa no descansó con esa victoria. El que una vez había llamado “siglo de lágrimas” estaba lejos de haber concluido. Para hacer frente al mal y la injusticia presentes en el mundo, proclamó enérgicamente con creciente frecuencia, el poder salvador del “Amor misericordioso”. Sus esfuerzos para promover este mensaje culminaron con el establecimiento, el año 2000, del Domingo de la Divina Misericordia como fiesta universal en la Iglesia, y también con un solemne Acto de Consagración del mundo a la Divina Misericordia en 2002. Tres años después de esta consagración, el gran Papa mariano, el gran Papa de la Misericordia, murió en un Primer Sábado, víspera del Domingo de la Divina Misericordia. María le había salvado la vida en el amanecer de su pontificado para que, a través de él, su divino Hijo condujera a la Iglesia hacia la victoria de la Misericordia y el triunfo de su Inmaculado Corazón.Del Evangelio segun San Mateo ..Sobre la Transfiguración del Señor .."Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos; su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con Él... Y una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 21Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.“Sea usted ese alguien” (con María)En caso de que la lista de 12 deberes de ayer nos haya abrumado, hoy vamos a enfocarnos en una manera más simple de recordar la esencia de la consagración de Madre Teresa a María: “Sea usted ese alguien”. O, más específicamente, “Sea usted ese alguien, con María”. ¿Qué quiere decir esto? La clave viene de un versículo del Ofertorio (Sal 69:21) de la Misa de la Fiesta del Sagrado Corazón:“El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay; consoladores y no encuentro ninguno”. La Madre Teresa responde, “Sea usted ese alguien”, alguien que consuela a Jesús saciándole en su ardiente sed de amor. Escribe: “Díganle a Jesús: “Yo seré quien sacie Su sed”. Yo le consolaré, le alentaré y le amaré. ... Estén con Jesús. Él rezó y rezó, y después fue en busca de consuelo, pero no lo había. ... Yo siempre escribo esa frase: “Busqué quien que me consolara, pero no encontré a nadie”. Después escribo: “Sea usted ese alguien”. Entonces ahora sean ustedes “ese alguien”. Traten de ser quien puede compartir con Él, confortarle, consolarle. Y pidámosle a Nuestra Señora que nos ayude a comprender”. Esa última frase es clave. Necesitamos a Nuestra Señora para ayudarnos a entender la sed de Jesús. Es ella la que le consuela mejor. Es la esposa del Consolador, del Espíritu Santo. A través de María, el Espíritu Santo puede ayudarnos a entender lo que significa consolar al Corazón de Jesús.“Tratemos de manera particular de llegar a estar lo más cerca del Corazón de Jesús que puede el corazón humano y tratemos de entender todo lo posible el terrible sufrimiento de Jesús, que le causan nuestros pecados y su sed de nuestro amor. … Gracias a Dios estaba allí Nuestra Señora para entender plenamente la sed de amor de Jesús. Ella tuvo que responder inmediatamente: “Sacio tu sed con mi amor y el sufrimiento de mi corazón”. Sí, podemos dar gracias a Dios por Nuestra Señora. Nos enseña a “ser ese alguien” al lado de ella, consolando a Jesús en el Calvario. Nos ayuda a decir a Jesús sin tardar: “Jesús, sacio Tu sed”. Pero ¿qué significa exactamente esto? ¿Qué significa saciar la sed de Jesús? Son dos cosas: consolar a Jesús, a la Cabeza de su Cuerpo Místico y consolarlo en los miembros de su Cuerpo. ¿Cómo consolamos a Jesús, a la Cabeza del Cuerpo? Siendo apóstoles de alegría, es decir “consolar al Sagrado Corazón de Jesús mediante la alegría” y lo hacemos especialmente con la alegría de María. Pues la Madre Teresa continúa diciendo: “Por favor, pídale a Nuestra Señora que me dé su corazón”. María es la que, a pesar de su propia prueba de oscuridad, alaba y da gracias a Dios por todo, le sonríe y lo consuela con su amor. Es sencillo y hermoso. Madre lo resume con sus tres virtudes características: la entrega total a Dios, la confianza amorosa y la alegría perfecta. En principio es ser como un niño, con María, sonriendo a Jesús y amándolo desde el pie de la Cruz. Ahora, ¿cómo consolamos a Jesús en los miembros de su Cuerpo? Reconociendo su sed. Todos tienen sed: ricos y pobres, jóvenes y mayores, creyentes y no creyentes. Cada persona tiene un corazón inquieto, pues el hombre es una sed inquieta. Consolar a Jesús en los demás es responder a su sufrimiento, especialmente a ese sufrimiento más profundo y universal: la sed del amor. Debemos responder a esta sed en los demás no con indiferencia sino con una sonrisa dulce que dice: “Me alegra que tú existas, y yo también entiendo el dolor de la sed”. Madre Teresa explica:“El mayor mal es la falta de amor y de caridad, esta terrible indiferencia hacia el prójimo.... La gente hoy tiene hambre de amor, de este amor comprensivo,que es mucho mayor y que es la única respuesta a la soledad y a la gran pobreza”. Aceptando su propia sed (con la ayuda de María) y no huyendo de ella, la Madre Teresa pudo entender la sed de los demás — tanto la de Jesús en la Cruz como la de Jesús en su prójimo — y se convirtió en apóstol de misericordia y alegría: una verdadera misionera de la caridad.Del Evangelio segun San Mateo ..Sobre el anuncio del Reino.."Marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva ..."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio)Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 20Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Una Alianza de ConsagraciónAyer dije que necesitamos prepararnos para nuestra consagración a María aprendiendo a reconocer todas las bendiciones que comenzarán a llegarnos. Hoy vamos a hacer un pequeño cambio de enfoque. Nos prepararemos para el Día de Consagración reflexionando sobre la seriedad del compromiso de la consagración mariana. Es una parte importante de nuestra preparación porque cuanto más seriamente lo tomemos, más seriamente lo tomará la Madre de Dios. Hoy la Madre Teresa nos será de mucha ayuda ya que tomó muy en serio su propia consagración a María. Parte de la razón por la cual la Madre Teresa tomó tan en serio su consagración tuvo que ver con sus raíces culturales albanesas. Una palabra clave en esta cultura es “besa”. Literalmente significa “fe” pero el significado más completo es “palabra de honor” y “cumplir lo prometido”. La Madre Teresa explica:“Besa significa que, aunque usted haya matado a mi padre y la policía le esté buscando, si yo le he dado mi palabra, aunque la policía me mate, no revelaré su nombre”. En otras palabras, desde la perspectiva de la Madre Teresa, si das tu palabra a alguien, te das a ti mismo. Ciertamente, besa tiene la característica sagrada de un voto, un juramento o una alianza. Reflexionemos sobre esa última palabra “alianza”. Así es como describe la Madre Teresa su consagración a María. Esta palabra tiene un rico significado bíblico: Describe el vínculo personal entre Dios y su pueblo a lo largo de la historia de la salvación. Tal vínculo es más que un contrato, como lo explica Scott Hahn, erudito de las Sagradas Escrituras:“Se puede encontrar una gran diferencia entre los contratos y las alianzas por sus formas muy distintivas de intercambio. Un contrato es un intercambio de propiedad en forma de bienes y servicios (“Esta es tuya y aquellos son míos”); mientras que una alianza exige el intercambio de personas (“Yo soy tuyo y tú eres mío”), creando un vínculo compartido de comunión interpersonal”. Otro rasgo de una alianza es que involucra tradicionalmente ciertos derechos y obligaciones. Por ejemplo, en la alianza matrimonial el marido y la mujer tienen el derecho de gozar uno del otro en el abrazo esponsal de amor generoso, pero tienen también la obligación de cuidarse y sostenerse mutuamente “en las buenas y en las malas”. La Madre Teresa entendió también su “Alianza de Consagración” con María como algo que le daba ciertos derechos y obligaciones, y comunicó esta espiritualidad mariana a su familia religiosa, las Misioneras de la Caridad. El Padre Joseph Langford, MC, inspirado por la enseñanza de la Madre Teresa sobre la Alianza de Consagración, explica con detalle los derechos y obligaciones de una Misionera de la Caridad en su relación con María, enumerando 12 derechos y deberes en correspondencia. La lista empieza, significativamente, con María y su deber de “donar su espíritu y su corazón” y termina con cada Misionera de la Caridad y su “derecho” a entrar en el corazón de María y a compartir la vida interior de María. Así, los dos márgenes de esta alianza con María son las dos oraciones de la Madre Teresa que hemos aprendido más temprano: “Préstame tu corazón” y “Llévame en tu purísimo Corazón”. Todo lo que hay en medio son, simplemente, los términos de la relación. Vamos a concluir, entonces, reflexionando sobre la Alianza Mariana de las Misioneras de la Caridad, empezando con su párrafo introductorio:“Llevado por el ardiente deseo de vivir contigo en la más íntima unión posible en esta vida, para alcanzar la unión con tu Hijo con más seguridad y plenitud, prometo vivir el espíritu y los términos de la siguiente Alianza de Consagración todo lo fiel y generosamente que pueda”. Del Evangelio según San Juan ..Sobre el milagro de las bodas de Caná.."Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la Madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su Madre: No tienen vino. Jesús le responde: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su Madre a los sirvientes: Haced lo que Él os diga."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio)Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 19Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Oración contemplativa de corazón¿Estás listo para tu consagración a María? Si no, ¡prepárate! Como dije al principio, después del Día de Consagración todo cambia. Despunta un amanecer gloriosamente nuevo en nuestras vidas espirituales. Efectivamente, cuando damos a María nuestro “sí”, Ella empieza a arreglar todos los eventos y detalles de nuestras vidas en formas muy bellas, tiernas y cariñosas. Por lo tanto, necesitamos prepararnos. Específicamente, necesitamos prepararnos para reconocer la multitud de misericordias que vendrán a nosotros a través de su Esposo el Espíritu Santo. A menudo no reconocemos los muchos regalos que Dios nos concede en nuestra vida cotidiana. Lo que sí reconocemos son los fastidios y las cargas, las dificultades y las molestias de cada día. Nos llaman la atención. Nos mueven a quejarnos. Nos ponen de mal humor y nos consumen la energía. ¿No sería una tragedia si, después de empezar a recibir aún más regalos y gracias a través de nuestra consagración, no cambiáramos esta actitud negativa? Sí, sería trágico. Por lo tanto, necesitamos prepararnos y la Madre Teresa nos ayudará. La Madre Teresa vivió en algunos de los ambientes más pobres del mundo. Tuvo que soportar el calor abrasador, el mal aliento, las salas mal ventiladas, la fatiga persistente, las responsabilidades interminables, la comida desabrida, las camas duras, el mal olor corporal, los baños con agua fría y una profunda aridez espiritual. Pero a pesar de todo esto, irradiaba alegría. Sonreía. Se maravillaba de las buenas cosas que Dios hacía en su vida y en las vidas de los demás y meditaba sobre los incontables detalles cariñosos arreglados por Nuestra Señora. Como veía y reconocía todo esto, no se quejaba. ¿Cómo desarrolló la Madre Teresa esa sensibilidad espiritual y esa actitud de gratitud? ¿Cuál fue su secreto? Fueron dos cosas.Primero, siguió el ejemplo de María quien siempre “conservaba estas cosas” que Dios hacía en su vida y “las meditaba en su corazón” (ver Lucas 2:19, 51). Por supuesto, como la Madre Teresa, María también vivía en pobreza y seguramente cargaba con su parte de oscuridad en la oración. Pero también encontraba a Dios en los detalles, meditaba sobre su bondad en su corazón y respondía con la alabanza: “¡Proclama mi alma la grandeza del Señor!” (Lc.1:46). De hecho, alababa y agradecía a Dios por todo, porque encontraba a Dios en todas las cosas y meditaba en su corazón sus muchos signos de amor.Segundo, la Madre Teresa siguió el ejemplo de San Ignacio de Loyola, el santo soldado y maestro de oración práctica. Específicamente, practicó su método de hacer el examen de conciencia diario en el cual uno revisa su día, al final de la jornada, en la presencia del Señor. Al contrario de lo que la gente piensa, el examen no es simplemente una lista detallada de pecados. De hecho, Ignacio ordena a las personas que pasen la mayor parte del tiempo reflexionando no sobre los pecados, sino sobre las bendiciones del día. En realidad es un ejercicio de reconocimiento de las buenas cosas que Dios hace en nuestras vidas y cómo respondemos, o no, a su amor. Es una imitación de la actitud de María en su oración contemplativa de corazón. Dios siempre nos colma de amor y misericordia de muchas maneras. Es importante que empecemos a reconocer estas bendiciones y agradecérselas. Especialmente, porque esta lluvia de bendiciones se convertirá en un torrente de gracia una vez que nos consagremos a María. Así que preparémonos. Recordemos que, según la Madre Teresa, una manera importante de vivir nuestra consagración es reconocer y meditar las bendiciones de Dios, con María, en las profundidades de nuestros corazones. Esta oración contemplativa de corazón nos lleva a alabar y agradecer, y estas alabanzas y agradecimientos, nos encienden de amor divino. Del Evangelio según San Mateo ..Sobre el Bautismo de Jesús .."Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado por él ... Salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre Él. Y una voz que salía de los cielos decía: Este es mi Hijo amado, en quien Yo me complazco "(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio)Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espiritu en Dios mi Salvador."
Dia 18Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.El Inmaculado Corazón de MaríaEl papel de María es ponernos cara a cara con el amor en el Corazón de Jesús crucificado. Pero ¿Qué pasa si estamos ahí con Él “cara a cara” y no nos sentimos conmovidos? ¿O si estamos ante un crucifijo reflexionando sobre la Pasión del Señor y sentimos poco o nada? ¿Qué pasa si nuestros corazones se endurecen debido a nuestros pecados? Esto sucede. Todos pecamos y el pecado endurece el corazón. Más allá de nuestros pecados, la aridez y la desolación igualmente acontecen. Cualquiera que sea la razón, nuestros corazones pueden ser fríos e insensibles, y esto puede ser un problema. Gracias a Dios, aquella que tiene un corazón perfecto, inmaculado y sin pecado nos ayudará. Nos dará su corazón compasivo. ¡Incluso nos permitirá vivir en su corazón! Si solo le damos el nuestro.Durante nuestra semana con San Luis de Montfort aprendimos que cuando nos consagramos a María le damos todo nuestro ser y María nos da todo el suyo. El énfasis de esa semana estuvo puesto en los méritos: si damos nuestros méritos a María, ella nos da los suyos. Es una cosa maravillosa. Sin embargo, el énfasis de la Madre Teresa en todo esto es un poco diferente. Su enfoque es el corazón. En otras palabras, su versión de una consagración total a María se centra en una especie de intercambio de corazones: le damos a María nuestros corazones y ella nos da su Inmaculado Corazón. Para la Madre Teresa, este regalo del corazón de María mediante la consagración significa esencialmente dos cosas expresadas por dos oraciones sencillas: “Préstame tu corazón” y “Llévame en tu purísimo Corazón”.Primero, “Préstame tu corazón” Con esta oración la Madre Teresa le pide a Nuestra Señora que le dé el amor de su corazón. En otras palabras, dice: “María, ayúdame a amar con el amor perfecto de tu Inmaculado Corazón”. Recuerda que el afán de la Madre Teresa fue saciar la sed de Jesús por amor y lo quiso hacer de la mejor manera. ¿Qué mejor manera de amar a Jesús que con el Inmaculado Corazón perfecto y humilde de su madre? Aquí, la Madre Teresa encontró el secreto de vivir su vocación al máximo: “María, préstame tu Inmaculado Corazón”. Pero ¿puede darnos María su corazón? Por supuesto, hay algo piadosamente poético en esta idea. Pero hay mucho de verdad en esto. Cuando, a menudo, la Madre Teresa le decía a María, “Préstame tu corazón”, lo decía en serio. ¿Supuso que le quitarían ese órgano de su cuerpo y que María bajaría del cielo para darle el suyo? Claro que no. El órgano físico del corazón es símbolo de una realidad espiritual más profunda. “El corazón” se refiere a la vida interior de la persona y a la sede del Espíritu Santo. El Espíritu SantoLlegamos ahora al corazón del corazón de nuestro tema. Recuerda nuestra semana con San Maximiliano Kolbe y cómo enfatizó el vínculo entre el Espíritu Santo y María. Dijo que María es la esposa del Espíritu Santo y que su unión va aún más profunda que la unión entre esposos. Y avanzó diciendo cosas como ésta: “El Espíritu Santo actúa únicamente a través de la Inmaculada, su Esposa. Por consiguiente, Ella es la Mediadora de todas las gracias del Espíritu Santo”. Entonces, si queremos amar completa, ardiente y perfectamente a Jesús — tal como la Madre Teresa — necesitamos de su Espíritu de Amor, y María Inmaculada lo trae a nosotros. Oremos: “María, préstame tu Corazón. Tráenos al Espíritu. Ora para que nuestros corazones endurecidos ardan en amor por Jesús. Ayúdanos a encender nuestros corazones con amor por Él”.La segunda oración es “Llévame en tu purísimo Corazón ”. O en su forma más completa uno reza: “Inmaculado Corazón de María, llévame en tu purísimo Corazón, para que pueda agradar a Jesús a través de ti, en ti y contigo”. Es la parte más profunda de la consagración mariana de la Madre Teresa. ¡No solo está pidiendo que el Corazón de María viva en ella, sino también vivir en el Corazón de María! Entonces, es una oración para amar a Jesús a través de María, en María y con María. No se trata simplemente de que María nos preste su corazón, hay algo más. Para entenderlo y vivirlo se requiere una dependencia afectuosa y una unión profunda con María. Pasado mañana trataremos lo que esto significa y cómo realizarlo. Mañana aprenderemos más sobre la actitud del Corazón de María. Del Evangelio según San Lucas ..El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.. " ... Cuando Jesús cumplió doce años subieron a las fiestas de Jerusalén según la costumbre, y cuando éstas terminaron, se volvieron; pero el Niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos se pusieron a buscarlo..A los tres días lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los maestros... Jesús les dijo: "Por qué me buscaban? ¿No saben que yo tenía que estar en las cosas de mi Padre?Jesús volvió con ellos a Jerusalén; e iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres."(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 17Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Las visiones de 1947Varios meses después de sentir por primera vez su “llamada dentro de la llamada”, la Madre Teresa experimentó tres visiones que profundizaron esa llamada. En la primera visión vio una gran muchedumbre de todo tipo de personas que incluyó a los muy pobres y a los niños. Las personas de la muchedumbre tenían las manos levantadas hacia ella y exclamaban: “Ven, ven, sálvanos —llévanos a Jesús”. En la segunda visión, la misma gran muchedumbre estaba allí y esta vez la Madre Teresa podía ver el dolor inmenso en sus rostros. Aunque no podía ver el rostro de María, podía escuchar lo que decía:“Cuida de ellos — son míos. — Llévaselos a Jesús —tráeles a Jesús. —No temas”. En la tercera visión la misma gran muchedumbre estaba allí otra vez, pero cubierta de tinieblas. No obstante, Teresa podía verla. En ese lugar Jesús estaba colgado en la Cruz y Nuestra Señora estaba a poca distancia. Teresa, como niña, estaba justo enfrente de María. La mano izquierda de María se posaba sobre el hombro izquierdo de Teresa y su mano derecha tenía el brazo derecho de Teresa. Ambas miraban a la Cruz y Jesús le dijo a Teresa:“Te lo he pedido. Ellos te lo han pedido y ella, Mi Madre, te lo ha pedido. ¿Te negarás a hacer esto por Mí — cuidar de ellos, traérmelos?” Fíjate en el papel de Nuestra Señora en estas visiones. Está allí ayudándole a Teresa a escuchar el deseo del Corazón del Señor y a ver el sufrimiento de la muchedumbre. Está allí como una Madre con su “niña”, dirigiéndose a Jesús y a la muchedumbre a la vez. Le da consuelo y apoyo a Teresa, tal como lo hizo con San Juan al pie de la Cruz. El Padre Joseph Langford, MC, cofundador de los Padres Misioneros de la Caridad, reflexiona sobre el significado de estas visiones:“Sin Nuestra Señora estaremos… solos ante las cruces de la vida, ajenos a Jesús entre nosotros. En tiempos de prueba, nos encontramos a menudo como los pobres en la visión de la Madre Teresa, rodeados de oscuridad, ignorantes de que Jesús está ahí, entre nosotros. Sin la fidelidad que Nuestra Señora ofreció a… la Madre Teresa, el mundo no habría oído hoy esas palabras [“Tengo sed”], ni las habría visto vividas hasta el final”. Resulta que Nuestra Señora estuvo especialmente presente para la Madre Teresa no sólo durante estas visiones sino también durante la gracia original del 10 de septiembre. En el quincuagésimo aniversario de ese día bendito, Madre Teresa compartió algo nuevo: “Si Nuestra Señora no hubiera estado allí aquel día, nunca habría sabido a qué se refería Jesús cuando dijo: “Tengo sed”. ¿Qué quiso decir Teresa? Lo que quiso decir sale a la luz cuando reflexionamos de nuevo sobre la dimensión mariana de la carta del 25 de marzo sobre “Tengo sed”:“… Nuestra Señora fue la primera persona que escuchó el clamor de Jesús “Tengo sed” junto con San Juan, y estoy segura que María Magdalena también. Puesto que ella estuvo ahí en el Calvario, conoce qué tan real, qué tan profundo es su anhelo por ti y por los pobres. ¿Lo sabemos? ¿Lo sientes como Ella? Pídele que te enseñe…. Su papel es el de ponerte cara a cara, como a Juan y a Magdalena, con el amor en el corazón de Jesús crucificado. Primero fue Nuestra Señora suplicándole a Madre, es ahora Madre, quien en su nombre te suplica a ti: “escucha la Sed de Jesús”“.Este pasaje llega al corazón de la relación de la Madre Teresa con María y nada la resume mejor que esta magnífica frase:Su papel es el de ponerte cara a cara… con el amor en el Corazón de Jesús Crucificado.Del Evangelio según San Lucas..Sobre la Presentación del Señor. "Cuando se cumplieron los días en que debían purificarse, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. "(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 16Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.El don que Dios le concedió a Santa Teresa de Calcuta, el 10 de septiembreCon respecto a nuestra reflexión de ayer sobre la visión general de la vida de la Madre Teresa, recuerda que un evento clave cambió todo: “la llamada dentro de la llamada” del 10 de septiembre, la experiencia de la sed que Jesús tiene de amor y de almas. Durante muchos años la Madre Teresa no habló de esta experiencia con nadie salvo con su director espiritual. Más tarde, cuatro años antes de su muerte, el 25 de marzo de 1993, después de leer un mensaje Cuaresmal de San Juan Pablo II sobre las palabras “Tengo sed”, se sintió motivada a revelar su secreto en una carta dirigida a sus Misioneras de la Caridad. Dado que esta carta parece revelar el corazón de la Madre Teresa más que cualquier otra cosa, la citaré ahora en detalle, y constituirá toda nuestra reflexión de hoy:“Después de leer la Carta del Santo Padre sobre «Tengo Sed», quedé muy impactada. No puedo decirles lo que sentí. Su carta me hizo comprender más que nunca lo hermosa que es nuestra vocación. … Estamos recordando al mundo que Él está sediento, lo cual es algo que había sido olvidado. … La carta del Santo Padre es una señal… para nuestra Sociedad entera, para adentrarnos más en esta gran Sed que Jesús tiene de cada uno. También es una señal para Madre de que ha llegado el tiempo de hablar más abiertamente del don que Dios me concedió el 10 de septiembre, para explicar completamente, tanto como puedo, lo que significa para mí la Sed de Jesús. … Jesús quiere que les diga de nuevo… cuánto amor les tiene a cada uno de ustedes, más allá de todo lo que puedan imaginar. Me preocupa que algunos de ustedes no hayan encontrado a Jesús en realidad, uno a uno, Jesús y tú a solas. Podremos pasar tiempo en la capilla, pero ¿han visto con los ojos del alma como los mira con amor? ¿Conocen realmente al Jesús vivo? No por los libros sino por estar con Él en su corazón. ¿Han escuchado las amorosas palabras que les dirige? Pidan la gracia, Él está anhelando otorgársela. Hasta que puedan escuchar a Jesús en el silencio de sus propios corazones no podrán escucharle decir «Tengo Sed» en los corazones de los pobres. Jamás dejen este contacto diario e íntimo con Jesús como una persona realmente viva, no sólo con una idea. ¿Cómo podemos durar un solo día sin oír a Jesús decir, «Te amo»? Imposible. Nuestra alma lo necesita tanto como nuestro cuerpo necesita respirar aire. Si no, la oración está muerta, la meditación es tan solo pensamiento. Jesús desea que cada uno lo escuchemos hablándonos en el silencio de nuestros corazones. Tengan cuidado de todo lo que pueda interferir con el contacto personal con Jesús vivo. El diablo puede tratar de usar las heridas de la vida y algunas veces nuestros propios errores, para hacernos sentir que es imposible que Jesús realmente nos ame, que realmente está uniéndose a ti. Este es un peligro para todos nosotros. Y es tan triste, porque es completamente opuesto a lo que Jesús quiere en realidad y está esperando decirte: no sólo que te ama, sino más aún, que está anhelándote. Que añora que estés con Él. Él tiene sed de ti. Que te ama siempre, incluso cuando no te sientes digno. Cuando no eres aceptado por los demás, incluso por ti mismo, Él es quien te acepta siempre. Hijos míos, no deben de ser diferentes para que Jesús los ame. Tan sólo crean; tú eres precioso para Él. Deja todos tus sufrimientos a Sus pies y sólo abre tu corazón para ser amado por Él así tal como eres. Él hará el resto. Todos ustedes saben en su mente que Jesús los ama, en cambio en esta carta, Madre quiere tocar sus corazones.… Es por eso que les pido que lean esta carta frente al Santísimo Sacramento, en el mismo lugar donde fue escrita, para que Jesús mismo pueda hablarles a cada uno. … Sus palabras en la pared de cada capilla MC, no pertenecen al pasado sino que están vivas aquí y ahora y están siendo dirigidas a ti. ¿Lo creen? Si es así, podrás escuchar, podrás sentir Su presencia. Permitan que sea algo tan íntimo para cada uno de ustedes como lo es para Madre, ésta es la alegría más grande que ustedes pueden darme. Madre tratará de ayudarlos a entender, pero es el mismo Jesús quien debe decirles «Tengo Sed». Escucha tu propio nombre, no sólo una vez; escúchalo a diario. Si lo escuchan con sus corazones, oirán, entenderán. ¿Por qué dice Jesús «Tengo Sed»? ¿Qué quiere decir? Algo tan difícil de explicar en palabras; si has de recordar algo de la carta de Madre recuerda esto: «Tengo Sed» es algo mucho más profundo que Jesús diciendo sencillamente «Te amo». Hasta que sepas en lo profundo que Jesús está sediento de ti, no puedes siquiera comenzar a saber quién quiere ser para ti o quien quiere que seas tú para El. … Nuestra Señora fue la primera persona que escuchó el clamor de Jesús «Tengo Sed» junto con San Juan, y estoy segura que María Magdalena también. Puesto que ella estuvo ahí en el Calvario, conoce qué tan real, qué tan profundo es su anhelo por ti y por los pobres. ¿Lo sabemos? ¿Lo sientes como ella? Pídele que te enseñe…. Su papel es el de ponerte cara a cara, como a Juan y a Magdalena, con el amor en el corazón de Jesús crucificado. Primero fue Nuestra Señora suplicándole a Madre, es ahora Madre, quien en su nombre te suplica a ti: «escucha la Sed de Jesús». Que sea para cada uno… una Palabra de Vida. ¿Cómo nos acercamos a la Sed de Jesús? Sólo un secreto: mientras más te aproximes a Jesús mejor conocerás Su Sed. «Arrepiéntete y cree» nos dice Jesús. ¿De qué tenemos que arrepentirnos? De nuestra indiferencia, de nuestra dureza de corazón. ¿Qué tenemos que creer? Que Jesús tiene sed aún ahora, en nuestro corazón y en los pobres. Él conoce nuestra debilidad, quiere solamente nuestro amor, quiere solamente la oportunidad de amarte. Él no está atado por el tiempo. Cada vez que nos acercamos a Él, nos asociamos con Nuestra Señora, con San Juan, con Magdalena. Escúchenlo. Escuchen su propio nombre; y haz que mi alegría y la tuya sean completas”. Del Evangelio según San Lucas..Sobre el Nacimiento de Jesús.."José subió de Nazaret a Belén, por ser él de la casa de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Estando allí, se cumplieron los días de su parto y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón".(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 15Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.Santa Madre Teresa de CalcutaEsta semana nos enfocaremos en el ejemplo y las palabras de una tercera gran maestra de la consagración mariana: Santa Madre Teresa de Calcuta. Ella se destaca por la forma en que pone la consagración mariana en contexto. En otras palabras, mientras que de Montfort y Kolbe nos aportan los detalles principales de la consagración mariana, la Madre Teresa nos ayuda a apreciarla con la amplia perspectiva de una relación muy íntima con Cristo. Aunque no empezaremos reflexionando sobre su devoción a María, ese momento vendrá pronto.Amante del Corazón de Jesús¿Quién es Santa Madre Teresa de Calcuta? Ella es fácil de entender. Lo único que necesitamos saber son dos palabras: “Tengo sed ”. Estas palabras del Corazón de Jesús, dichas desde su agonía en la Cruz, fueron la entera preocupación de la Madre Teresa, su todo — y lo mismo se podría decir de Nuestra Señora. El deseo más profundo tanto del corazón de Madre Teresa como del corazón de la Madre de Dios es saciar la sed de amor y de almas que tiene el Corazón de Jesús. En este sentido la vida de la Madre Teresa es una revelación del Corazón de María y presenta una de las expresiones más ricas de la consagración mariana. Reflexionaremos sobre los detalles de esta revelación y ejemplo en los días que siguen, pero antes contemplemos una panorámica general de su vida. La parroquia de origen de la Madre Teresa en su Macedonia natal se llamaba, convenientemente, “Sagrado Corazón”. Convenientemente, porque tal como ella dijo, “Desde mi infancia el Corazón de Jesús ha sido mi primer amor”. Este amor podría haber empezado cuando, a la edad de 5 años, recibió el Corazón Eucarístico de Jesús por primera vez. En esa ocasión experimentó la sed ardiente de almas del Señor mismo. Con los años esta sed creció y floreció, y a la edad de 12 surgió la convicción de que Dios la llamaba a ser misionera. Cuando tenía 18 años, entró en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María (la Congregación de Loreto) y solicitó ir a las misiones de Bengala, India, adonde fue enviada el siguiente año. Después de un año de noviciado, la asignaron a la comunidad de Loreto en Calcuta para dar clases en la Escuela Media Bengalí de Santa María para niñas. La nueva hermana serviría allí por más de una década y media. Los años que la Madre Teresa pasó en la escuela de Santa María fueron felices. De hecho, fue tan generosa con el Señor que con el permiso de su director espiritual hizo un voto extraordinario: no negar nada a Jesús. Cinco años después, Jesús puso a prueba en grande ese voto. El 10 de septiembre de 1946, en un tren en camino a su retiro anual, la hermana de 36 años experimentó lo que describió como “la llamada dentro de la llamada”. Los detalles de esta llamada se aclararon en las semanas y meses siguientes mediante un aluvión de experiencias místicas, incluyendo las visiones. En el centro de esta llamada se encontraban la sed ardiente que Jesús tiene de amor y de almas y un pedido a Teresa: fundar la congregación religiosa de las Misioneras de la Caridad. Respecto a esto último, como para recordarle el voto que había hecho, Jesús continuó diciéndole: “¿Te negarás?” La Madre Teresa no le negó nada al Señor. Después del retiro, habló con su director espiritual y, con su permiso, contactó al obispo. Cuando el obispo dudó en aprobar sus planes, le escribió: “No se retrase, Excelencia, no lo aplace. … Quitémosle al Corazón de Jesús Su continuo sufrimiento”. En la misma carta, repitió esta idea: “Llevemos alegría al Corazón de Jesús, y apartemos esos terribles sufrimientos de Su Corazón”. Finalmente, el obispo dio su aprobación y la Madre fundó las Misioneras de la Caridad cuyo propósito general es el siguiente: “saciar la sed de Jesucristo en la Cruz de Amor y de Almas”. Desde el principio de la nueva congregación la Madre Teresa comenzó a experimentar una “oscuridad tan terrible” en su alma “como si todo estuviera muerto”. A veces le parecía insoportable, y frecuentemente se hallaba a sí misma al borde de la desesperación. En 1961 recibió una luz en esta oscuridad. Después de una conversación con un sacerdote santo, se dio cuenta de que su anhelo doloroso era, en realidad, una participación en la sed de Jesús: “Por primera vez en estos once años he llegado a amar la oscuridad. Pues ahora creo que es una parte, una muy, muy pequeña parte de la oscuridad y del dolor de Jesús en la tierra”. La experiencia de oscuridad y anhelo doloroso continuó para Teresa hasta el fin de su vida. Encontró el valor para perseverar porque, como dijo su director espiritual, se dio cuenta de que la oscuridad era, en realidad, un “vínculo misterioso” que la unía al Corazón de Jesús. “El sufrimiento tiene que venir porque si ustedes miran la cruz, Él tiene su cabeza inclinada hacia abajo — quiere besarlos — y Él tiene ambas manos completamente extendidas — quiere abrazarlos. Él tiene su corazón totalmente abierto para recibirlos. Entonces cuando se sientan miserables miren hacia la cruz y sabrán lo que está ocurriendo. El sufrimiento, dolor, pesar, humillación, sentimientos de soledad, no son sino el beso de Jesús, la señal de que ustedes se han acercado tanto, que Él puede besarlos. Una vez le dije esto a una dama que sufría mucho. Ella contestó: “Pídale a Jesús que no me bese, que deje de besarme”. Ese sufrimiento tiene que venir tal como vino a la vida de Nuestra Señora, y tal como vino a la vida de Jesús, tiene que venir también a sus vidas. Pero nunca pongan caras de tristeza. El sufrimiento es un regalo de Dios. Es un vínculo interno entre ustedes y Jesús”. Del Evangelio según San Lucas..(Del Magnificat)Dijo María: ".. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, al Hijo y al Espiritu Santo.. "(Breve meditación sobre estas palabras del Evangelio) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confio."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
Dia 14Preparación Consagración a María Oración a MaríaOh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día.Invocación al Espíritu SantoVen Espíritu Santo, ilumina mi corazón,para ver las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios.Ven Espíritu Santo,dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.La Consagración de KolbePara concluir las reflexiones de esta semana sobre la enseñanza de San Maximiliano acerca de la consagración mariana, será beneficioso conocer su propia oración de consagración. Ahora vamos a examinarla en sus tres partes: (1) una invocación, (2) una súplica a María para que nos reciba como propiedad suya, (3) una súplica a María pidiéndole que nos utilice para ganar a otras almas para ella. La oración comienza con una invocación:“Oh Inmaculada, Reina del cielo y de la tierra, refugio de los pecadores y Madre nuestra amorosísima, a quien Dios quiso confiar la entera economía de la misericordia”. Aquí tenemos el título favorito de Kolbe para María, la “Inmaculada”. Como sabemos por su aparición en Lourdes, esta es su identidad. Para Kolbe es su identidad más importante porque subraya su unión íntima con el Espíritu Santo. Esta invocación también incorpora otra parte de la identidad de María: Madre. María es la madre más humilde, dulce, tierna y cariñosa. Finalmente, Kolbe alude aquí a otro de sus títulos favoritos, a saber, Mediadora de todas las Gracias. Pues a María “Dios quiso confiar la entera economía de la misericordia”. La segunda parte de la oración de consagración expresa una súplica para que María nos reciba como propiedad suya:“Yo, indigno pecador, me postro a tus pies suplicándote humildemente que aceptes todo mi ser como cosa y propiedad tuya, y hagas lo que desees de todas las facultades de mi alma y de mi cuerpo, de toda mi vida, muerte y eternidad”. Recuerda que de Montfort en su fórmula de consagración amplió y detalló lo que entregaba a María: su cuerpo, su alma, sus bienes y méritos, etc. Kolbe tiene la misma intención que de Montfort pero lo simplifica al expresar el don de sí mismo a María con una declaración concisa: “Que aceptes todo mi ser”. A la inversa, mientras que de Montfort describe el propósito de su consagración con una simple frase sumaria, “a la mayor gloria de Dios”, es Kolbe quien lo amplía y detalla. Así, en la tercera parte de su oración de consagración Kolbe describe el propósito de su ofrenda no simplemente “a la mayor gloria de Dios” sino de la siguiente manera:“Dispón, si quieres, de todo mi ser sin ninguna reserva, para que se cumpla lo que fue dicho de ti: “Ella te aplastará la cabeza”, así como: “Tú sola has destruido todas las herejías en el mundo entero”, a fin de que en tus manos inmaculadas y misericordiosísimas yo llegue a ser un instrumento útil para introducir y aumentar tu gloria en tantas almas extraviadas e indiferentes y difundir así todo lo posible el bendito reino del Sagradísimo Corazón de Jesús. Donde tú entras, en efecto, obtienes la gracia de la conversión y la santificación, ya que toda gracia que fluye del Corazón dulcísimo de Jesús para nosotros nos llega a través de tus manos”. Fácilmente se puede pasar por alto la audacia de la primera oración pero cuando la asimilamos, su audacia puede ser asombrosa. ¡Kolbe le está pidiendo a María que lo utilice para derrotar el reino de Satanás! Tal vez retrocede (un poco) en su increíble ambición cuando dice que quiere ser utilizado para ayudar a difundir “ todo lo posible el bendito reino del Sagradísimo Corazón de Jesús”. Aun así, su audacia es increíble. Quiere que María lo utilice como su instrumento — tanto como sea posible — para aplastar a Satanás y extender el reino de Dios, el reino del amor del Corazón de Jesús. Es interesante que Kolbe se concentre en el Corazón de Jesús mencionándolo dos veces. No es un capricho pasajero. Por ejemplo, aparece de nuevo cuando da el lema de su ejército de Caballeros de la Inmaculada, la Milicia Inmaculada: “Nuestro único estímulo es el amor al Santísimo Corazón de Jesús, a fin de unir a Él, a través de la Inmaculada, al mayor número posible de almas”. Aprenderemos más sobre el Corazón de Jesús como la meta más perfecta para nuestras vidas espirituales cuando reflexionemos la próxima semana sobre Santa Madre Teresa y sus enseñanzas. Del Evangelio según San Lucas..(Del Magnificat)Dijo María: " a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.."(Meditemos brevemente) Contemplamos la misericordia del SeñorRezamos con Sta. Faustina Kowalska:"Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío."Oración al PadrePadre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia.Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación.Y con María decimos:"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."