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Son las palabras del fiscal Javier Zaragoza esta mañana. La Fiscalía incluye elementos que, hasta ahora, no había utilizado en sus escritos e intervenciones: lo que ocurrió en Cataluña en otoño del 2017 fue un golpe de Estado. Llegaron después las conclusiones de la Abogacía del Estado y, por último, las de la acusación popular. Allí estuvieron Ortega Smith y Pedro Fernández. Mientras dirigían su acusación hacia Junqueras, Romeva y compañía, otro miembro del partido era noticia por salirse de los marcos de lo políticamente correcto. Una vez más.
El rechazo de Ciudadanos a formar alianzas con Vox frustra los planes del PP en las comunidades autónomas y ayuntamientos donde busca formar gobiernos tripartitos. El ala socioliberal del partido de Albert Rivera advirtió sobre repetir un pacto como el de Andalucía, donde Juanma Moreno tiene cada día más difícil aprobar los presupuestos. Allí, Vox ya ha anunciado que presentará una enmienda a la totalidad de las cuentas del Gobierno.
De los creadores de la multiplicación de los panes y los peces, los que dijeron que Vox iba a arrasar el 28 de abril y «dalle que libras» de esa columna del garaje, llega ahora cómo currar menos horas y pagar más impuestos. Pablo Iglesias cambia sus reproches a Amancio Ortega por las donaciones a la sanidad pública por condiciones a Pedro Sánchez para llegar a un acuerdo de Gobierno. Nunca quedar cuartos en unas generales y tener 42 escaños le había cundido tanto a un partido político. No se recuerda sobrada igual desde que, desde que... Nah, desde ayer, cuando Beiras llamó a Santiago «depósito de restos humanos en descomposición» tras la derrota de Compostela Aberta en las municipales. Que conste que a Podemos le salen las cuentas y propone además bajar el impuesto a las empresas pequeñas, subir el IRPF a las rentas altas y crear un impuesto a la banca. Todo ésto lo dijo ante 200 empresarios en el Círculo de Economía de Sitges. No se sabe cómo reaccionaron pero se rumorea que a alguno le han salido más canas de golpe que partidos importantes ha perdido el Barça este año. Iglesias defiende sus medidas porque los trabajadores tendrían más tiempo para conciliar al reducirse la jornada laboral de 40 horas a 34 y así se consumiría más reactivándose la economía. La teoría está guay. Para ponerla en práctica solo tiene que convencer a todos los jefes de España. Es cuestión de crear el típico grupo de WhatsApp, «Amancio Ortega, Ana Botín, los del Ibex y otros chicos del montón». A ver cómo se le da. Porque lo otro, lo de entrar en el Gobierno está más chungo que para Baltar retener la Diputación de Ourense. La portavoz Isabel Celáa se lo dijo hoy: Podemos es «acompañante preferente aunque hablaremos con todas las fuerzas». Al final lo de Iglesias recuerda mucho a Matías Prats en el anuncio de Línea Directa con el «permíteme que insista».No seas tan cansino. La política tiene estas cosas. Tú mismo lo has dicho hoy: «una cosa es lo que se dice en campaña, otra cosa es lo que se hace después».
Ir al baño sin el móvil es algo que se hace muy raro ya en el 2019. Pero al final uno, perdónenme la escatología, acaba viendo más cagadas en la pantalla que en la taza. Twitter es más previsible que el final de Chernobyl en HBO o que el de Titanic de James Cameron. Por muy Pérez Reverte que se quiera ser en la red, al final se acaban retratando los más oscuros vicios en pocos caracteres. Hoy es Xosé Manuel Beiras, otrora referente del nacionalismo y como profesor hasta de quien les habla, quien ha hecho estragos a dos pulgares. Beiras tiene casi tan mal perder como Cristiano Ronaldo. Aunque por ahora no ha llegado a romperse la camiseta y a hacernos un gesto a lo Simeone en sus partes, poco le falta. Uno de sus últimos tuits viene a llamar a Santiago, tras la derrota de Compostela Aberta en las municipales, «depósito de restos humanos en descomposición». Cierto es que le da un toque cultural, detallando que fue Ramón Otero Pedraio quien le explicó la etimología de Compostela. Así, no derivaría de «Campus Stellae», que en latín viene a ser Campo da estrela, sino de «compositum», o sea, restos humanos en descomposición. Todo para al final decir que «as pasadas eleicións municipais confirmárono», así que al final los santiagueses seríamos... Ni lo escribo. Beiras, pretendiendo presumir de Pedraio al final se marca un José María Caneda. Sí, sí. El expresidente del Compos, que pasó a la historia con hits como «nadamos en la ambulancia» o «estamos entre la espalda y la pared», le espetó ese mismo «montón de mierda, montón de mierda» a Jesús Gil en la sede de la Liga de Fútbol Profesional. Yo, como Beiras, también tengo mi cultura y mis referencias y referentes como compostelano. Por qué no presumir de ello a lo loco y sin sentido. De lo que algunos deberían presumir más es de ser gallegos. Gallegos somos todos. Vencedores y vencidos. Gobierno y oposición. Alcalde y vecinos. Hacer como Fernán Vello tras la derrota en las autonómicas y decir que somos un «pobo ignorante» o marcarse un Beiras deja al novo espazo de esquerdas muy lejos de donde dicen que quieren llegar. ¿O no?.
Julia Roberts sonriendo, Camilo Sexto tras su enésima operación o Pablo Iglesias hablando sobre Amancio Ortega. No cabe duda, estamos hablando de bocazas. Y hoy, 29 de mayo de 2019, se ha parido al mayor bocachancla de la historia del mundo mundial. Y sí, una vez más, un español ha sido capaz de conseguirlo. Fran Rivera. El torero. Fran Rivera. El del Hola. Fran Rivera. El de la Griso. Fran Rivera y sus múltiples quehaceres determinantes para el rumbo de la humanidad ha dicho ésto, después del suicidio de una mujer tras difundirse un vídeo sexual en el que aparecía: «los hombres no somos capaces de tener algo así en el móvil y no enseñarlo». Para que luego digan que el más tonto de los hermanos Rivera era Kiko. En absoluto. Mi DJ favorito pudo suscitar críticas con «quitate el top», pero nada iguala a su hermano, que las únicas luces que tiene son las de su traje cuando torea. En el ruedo el animal era él, ¡qué engañados nos tuvo!. En fin Fran, a un «machote» pueden gustarle las mujeres, el porno, el porno sin mujeres, lo que se consuma con consentimiento previo del implicado o implicada es cosa de cada uno. Pero lo otro, mofarse y difundir un contenido íntimo que debe permanecer en el ámbito privado no tiene nada ver. Tus reenviados en el wasap no te los perdonaremos jamás. Se acabó Breaking Bad. También Juego de Tronos. Y tú te miras cada semana en Espejo Público. Qué injusticia. Si esto es ser un machote yo me cambio de cadena.
Érase una vez, no hace mucho tiempo, un partido que se decía que había surgido del espíritu del 15M y que encarnaba los valores de la igualdad y el civismo. Que pretendía incluso mejorar el sistema democrático. Acabar con el bipartidismo. Por entonces tocaba techo y conseguía en 2014 cinco eurodiputados, cuarta fuerza del país habiéndose registrado apenas unos meses antes. Mayo de 2019. Cinco años después. Su líder Pablo Iglesias da significado a la expresión «mezclar churras con merinas» y arremete contra Amancio Ortega por sus donaciones a la sanidad pública en equipos contra el cáncer. Faltan solo unos días para las siguientes elecciones europeas: «no se puede permitir que la salud de nuestro hijos dependa de las limosnas de un multimillonario». No ha sido ni la Cope, ni 13TV, ni Jiménez Losantos, ni siquiera Eduardo Inda el que le ha dicho a Iglesias que el error fue mayúsculo. Que ni la sanidad depende de la fortuna del fundador de Inditex, ni Ortega paga menos impuestos de los que está obligado por ley. Álex Rodenkirchen, de Podemos Dénia, se quedó sin entrar en el pleno de su municipio alicantino y culpa al líder de la formación morada: «Coletas, en Dénia íbamos muy bien, no se te ocurre otra genial idea que hacer un mítin y hablar de Amancio Ortega». Rodenkirchen está tras el 26M más tocado que los concejales de Vox en Galicia. Bueno, ni siquiera, porque no existen. Añade también, sin pelos en la lengua, lo que le supusieron las palabras de Iglesias: «antes de ese comentario me animaban por la calle, después de ese comentario me decían 'ojalá nunca tengas cáncer'». Pablo Iglesias quizás ya haya escuchado todo ésto en el chalet de Galapagar, cuya hipoteca paga gracias a los impuestos -pocos o muchos- que clase baja, media, alta o estratosférica aporta para sueldos de diputados y parlamentos diversos. Claro que señalar que la clase política depende de las «limosnas de un multimillonario» (y de los que no lo son) no quedaba muy guay decirlo.
Cuando Rajoy dijo lo de «es el vecino el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde», no contaba con que en no pocas ocasiones las mayorías que salen de las urnas no van para el vecino más votado. Y eso ha dejado algunas sorpresas. En el número uno, la popular Isabel Díaz Ayuso, que será previsibemente la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid ¡Qué digo popular! La viral Díaz Ayuso. La trending topic Díaz Ayuso. La que echa de menos los atascos de Madrid. La que tiene en cuenta a los concebidos no nacidos. La que no quiere que se hable de contratos basura porque resulta ofensivo para aquellos que pueden querer uno. Esa Díaz Ayuso que también hoy dejó una perla: «Yo soy y sería la presidenta de todos los españoles en Madrid, pero de todos los españoles». Gracias a todos los que votaron a Isabel. Le deseo lo mejor a los madrileños y sobre todo enhorabuena a todos los programas de humor del país que van a tener material como para llenar de guiones la Ciudad de la Cultura. Pero todavía más contento que Ayuso e incluso más que José Luis Martínez-Almeida, que será alcalde madrileño si como Isabel llega a un acuerdo con Ciudadanos y Vox, estaba anoche Pablo Casado. Pablo, una cosa es haber salvado los muebles tras perder las europeas y no haber ganado en ninguna autonomía, aunque con pactos pueda gobernar el PP en Madrid, Murcia o Castilla y León y otra muy distinta es beberse cinco Aquarius y venirse tan arriba como tú anoche diciendo que «el PP ha iniciado la remontada». Mucho más discreto y elegante, pese al arrase absoluto en Vigo, el socialista Caballero. Casi sale a voto por cada luz led que puso en Navidad. La ciudad olívica, donde Caballero tuvo casi 7 de cada 10 votos se llamaría en la antigua URSS Abelgrado. En el resto de ciudades gallegas, salvo en la Pontevedra de Lores, el alcalde puede ser socialista, casi seguro va a ser socialista. Fruto en ciudades como A Coruña, Santiago y Ferrol de unas mareas municipales en caída libre. El PP en Galicia pierde representación con respecto al 2015. En 179 municipios es la fuerza más votada, pero urbes y grandes villas le dan la espalda. Eso explica que no vaya a gobernar en las diputaciones de A Coruña, Lugo y Pontevedra. E incluso, la torre de los Baltar en Ourense puede caer. El consuelo para un Núñez Feijoo que tiene elecciones autonómicas en año y medio es haber borrado a Vox y desdibujado a Ciudadanos del mapa municipal. Así, duele un poco menos.
Es la estampa soñada por cualquier político. Tu gente recibiéndote entre aplausos después de unas elecciones. Es lo que le pasaba a Pedro Sánchez hace solo cinco días. Ferraz recibía como un héroe al antes denostado líder socialista. Y es que, aunque parezca que ha transcurrido una vida, solo ha pasado año y medio desde que Pedro Sánchez dejase su escaño y volviese a empezar. Una nueva resurrección que le ha convertido en un héroe. ¿Para qué necesitas una mayoría absoluta si con 123 diputados eres dueño y señor? Si eran de los que pensaban que una nueva etapa empezaba el 29 de abril, estaban muy equivocados. Nos hemos quedado parados en el tiempo: la investidura no se negocia hasta después del 26 mayo. Así que sí, consideren que todo lo que pasa estos días sigue siendo campaña. Unidas Podemos, por ejemplo, se niega a dejarse eclipsar por el Sánchez victorioso. Quieren estar en el Gobierno. Al fin y al cabo no es lo mismo ser llave que tener un o unos ministerios. Pablo Iglesias también se siente triunfador. Es lo que toca transmitir de cara al 26 de mayo aunque Unidas Podemos haya caído a la cuarta posición en el Congreso con 42 diputados. ¿Y qué me dicen de Rivera? Pues él también se siente triunfador. Cierto que, a priori, Ciudadanos no va a pintar nada en la formación de Gobierno, pero qué mayor satisfacción que verse en el camino de ser el futuro líder del sentir de derechas. Estos días hay muchos sintiéndose ganadores y solo uno en el bando de los perdedores. A Pablo Casado no le ha quedado otra que intentar convencer a todos los que han dejado el PP de que no se han ido a la extrema derecha. Casado intenta contener otro desastre electoral en las municipales reubicando a su partido de forma poco creíble en el centro. Una evidente estrategia que le ha dado munición a sus oponentes. Este era hoy Javier Lambán hablaba hoy de «desesperación» y volantazo. Garrido, al que antes llamaron tránsfuga por dejar el PP por Ciudadanos en el último instante, ahora devuelve cuchillos asegurando que si hay un «tránsfuga» ese es Casado. ¿Qué le dirá Feijoo este fin de semana a Casado cuando se vean aquí en Galicia de romería? ¿Les saldrá bien el acto de unidad cuando Feijoo ha sido uno de los más críticos tras el giro a la derecha de su partido? Mientras tanto, Vox vuelve a dejar claro que lo suyo es mover los hilos. ¿Qué ahora sus amigos de derechas les desprecian? Pues a ellos no les tiembla el pulso y amenazan con dinamitar el Gobierno andaluz. Hasta Moreno Bonilla, que ve su finca en peligro, intenta renegar de las directrices que llegan desde Madrid. No se olviden: seguimos en elecciones. Todos toman posiciones para volver a convencer.
Cada cierto tiempo, coincidiendo con debacles electorales, asistimos a un fenómeno de la naturaleza que ni David Attenborough sería capaz de explicar. En la especie política los más veteranos de los rebaños, resurgen de cuando en vez tras hibernar largas temporadas. Obedecen, como cualquier animal, a sus instintos de supervivencia. Y actúan cuando mejor les conviene. Hablamos de Esperanza Aguirre y Xosé Manuel Beiras. ¿Dónde estaba Esperanza Aguirre cuando se le pedían explicaciones sobre Granados, González y corruptelas varias? Ahí a la lideresa no se la veía demasiado. ¿A qué andaba Beiras cuando muchos señalaron que la enésima división en el nacionalismo de izquierdas condenaba su representación? Entonces creía acertado «facerlle as beiras» a Podemos y a Esquerda Unida. Y ahora nanai. Hoy Aguirre dice que Vox no es extrema derecha. Y que con Rajoy empezó el desastre. Así de paso echa un cable a Abascal, al que Casado acusó de cobrar precisamente de los «chiringuitos y mamandurrias» que Aguirre puso a su disposición y que en Vox tanto critican. ¡Qué culebrón! Hoy Beiras toma parte en la guerra de En Marea después de que Podemos quiera apartar a Luis Villares de la portavocía parlamentaria. Cuando Iglesias arrasaba en el CIS allá por 2015, la tesis era otra. Ahora a «espazo común» sin votos, todo son pulgas. Dirige a Unidos Podemos un «a cobiza fura as faltriqueiras, e polo furado vaise, ademáis dos cartos, o valor da dignidade». Este 2 de mayo, día que conmemora el levantamiento de Madrid contra la invasión francesa, ha sido más bien el día en el que la derecha se ha alzado contra Casado. El primero Ángel Garrido, actual presidente madrileño y fichaje de Ciudadanos que no se cree el giro al centro. La segunda la ultraderecha en Andalucía, que ahora dice no serlo, poniendo Vox en peligro la coalición de gobierno. A perro flaco... lo dicho
Pablo Casado dijo siendo presidente de las Nuevas Generaciones del PP, «la inmensa mayoría de jóvenes españoles son del Partido Popular y aún no lo saben». Tras el escrutinio del domingo, siguen sin saberlo, al parecer. Hoy, tras la mayor debacle popular de la historia, vino a decir lo mismo, dándose cuenta de que el guiño a la ultraderecha y ofrecer la vicepresidencia a Rivera, desdibujó la marca del PP más centrado. La táctica empleada es virar el timón e volver ao rego. Para eso, como suele ocurrir a mitad de temporada cuando se pierde el título de las generales y queda el de las municipales en juego, se prescinde del entrenador y del director deportivo. En este caso, García Egea, secretario general y Javier Maroto, encargado de la última campaña, se van a la grada. El presi sigue, eso sí, tremendamente cuestionado por la afición azulona. La derecha habría ganado con mayoría absoluta las elecciones yendo unida y bajo las mismas siglas a las urnas. Claro que así, a Vox, no le habría felicitado Jean-Marie Le Pen al grito de «¡España, una, grande y libre!». Y Rivera, no podría autoproclamarse líder de la oposición. La atomización, también es de derechas. Y aunque siempre la hubo en la izquierda, ante la duda, el rojo PSOE se impone en el voto útil.
Si tengo 123, más 42 de Podemos, me llevo 15 de Esquerra... Uy, espera, «no es no». Vuelve a empezar. 57 tiene Rivera. Así ya sale... Pero teniendo en cuenta el cántico unánime ayer en Ferraz, «¡con Rivera, no!», borra, borra... La cabeza de Pedro Sánchez en las últimas horas es como la de Russell Crowe en Una Mente Maravillosa interpretando al Nobel de matemáticas John Forbes Nash. Y parece que va a tirar la calculadora a la basura. Ábalos o Batet son hoy dirigentes socialistas que apuestan por gobernar en solitario. De tener la cabeza como un bombo por lo que dice el Ibex por un lado e Iglesias por el otro, a ser la bomba. Probar una investidura con la abstención de Esquerra y no hacer más cesiones a los nacionalistas es una opción. A menos de un mes para las municipales, autonómicas y europeas, Sánchez parece dispuesto a disfrutar de la cresta de la ola. Mientras, ve a Pablo «Capasado» hundido. Y a un Vox que no cosechó tanto como se anunció antes de la vendimia. Sánchez quizás piense también en Alberto Núñez Feijoo. El presidente de la Xunta no pudo hacerlo mejor cuando decidió quedarse en Galicia y no optar a presidir el PP. Ahora está en mejor posición incluso que antes. Aunque nunca tan rojo fue el mapa gallego e históricos del partido como Pilar Rojo o Juan Juncal se quedan sin asiento. Y el Bloque sin escaño cuando hasta el PRC de Revilla saca uno. El regionalismo cántabro se va a Madrid y nuestro nacionalismo no llega. Pero dobla votos y ve cómo En Marea y Podemos se escarallan aquí. Nunca llueve a gusto de todos. Pero ayer sí lo hizo al gusto de Sánchez... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Que los analistas políticos coincidan no es fácil, pero si en algo han estado de acuerdo en los últimos días es en que esta ha sido una campaña atípica, la de la crispación. No sabemos si ustedes están entre los indecisos a los que apelan hasta el hartazgo los candidatos, pero sí tenemos claro es que hay temas y perlas que han salido a la luz en solo 15 días que van a ser difíciles de borrar. Nos ha quedado claro que hay sintonía entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Son el bloque de izquierda, aunque el líder de Unidas Podemos piense que el dirigente socialista se la puede pegar con Ciudadanos. A Pedro Sánchez se le ha llenado la boca con la Justicia Social y con garantizar que son la opción para no retroceder. Además, hemos aprendido que las tres derechas se sienten una sola y único garante de la Constitución. Aunque con sus tiras y afloja en los debates se hayan esforzado por despistar. Mucho ojo con «separatistas», «batasunos» y otros males de la sociedad. O eso nos ha contado Abascal. También hemos aprendido que en España está difícil hablar en español y que dice Rivera que, si tanto se menciona la Constitución, no queda otra que estudiarla. Nunca habíamos pensado que un debate, o más bien dos, fuesen a ser motivo de enfrentamiento. ¿Y qué nos dicen del Falcon? Ya saben que, según Abascal, vamos a tener que hacernos mirar eso de tener armas en casa y que, aunque Sánchez repita su «no es no», algunos otros piensan que facilitará un referéndum en Cataluña. Pablo Iglesias se empecinó con que nos quedase claro que bajará los impuestos a los más ricos. Pero si con alguien no han podido competir los candidatos a la presidencia es con las nuevas estrellas de la galaxia política: Díaz Ayuso la lió con los atascos en Madrid, pero no la lió menos con los «no nacidos». Ángel Garrido se lleva el premio a la jugada maestra pasándose de las filas populares a las naranjas en el último suspiro. Pero, para estrella, la popular que más brilla en el firmamento. Cayetana Álvarez de Toledo será siempre la del «sí, sí, sí, hasta el final». Ni el propio Aznar se ha resistido a decir que, si se enfrenta a estos candidatos, no le durarían un santiamén. Ánimo con lo que queda. Ya saben, por mucho que digan ellos, solo ustedes deciden el 28 de abril.
No nos extraña que a Soraya Rodríguez le haya costado entonar con ímpetu el «Vamos Ciudadanos» de Albert Rivera. En realidad es comprensible cuando ahora eres de Ciudadanos, pero hace poco más de un mes eras una líder socialista. En poco más de 24 horas termina una campaña para recordar. Seamos francos: la de los despropósitos, la de los ataques en las redes, pero sobre todo, la de no saber quién se va a casar con quién. Del hoy visto esta camiseta, pero mañana me la cambio. Nuestra memoria no es tan corta como para no recordar que los ahora enemigos Rivera y Casado fueron los mejores socios junto a Vox en Andalucía. Tampoco olvidamos que a pesar de este enfrentamiento abierto existen los momentos de mimos entre los bloques de derecha. Ciudadanos y PP quieren ser la auténtica derecha, pero no se sueltan la mano para un pacto de Gobierno. Un grupo en el que incluyen a Vox que, como siempre, va a lo suyo. ¿Por qué les decimos todo esto que ya saben? Pues porque una cosa son las sobreactuaciones de esta campaña loca y otra será el momento de la realidad que llegará el 29 de abril. ¿Creen que en ese momento nadie se casará con nadie? Prepárense para conocer a las nuevas y extrañas parejas.
¿Lo escuchan? Es el silencio. Fuera bromas. Es el silencio de verdad. El silencio en el que Albert Rivera no insulta a nadie en un debate. En el que Pablo Iglesias no lo llama maleducado. ¿Lo oyen? Es el silencio cómplice en el que no se escucha a Casado contra Sánchez, ni a Sánchez contra el mundo. Estamos huérfanos de dialéctica política tras dos debates que nos han dejado repletos de titulares y con memes para asfaltar Twitter hasta que lo compre Zuckerberg. ¡Pero no pasa nada! Quien tiene un político en campaña tiene un tesoro lleno de joyas que tarde o temprano salen a la luz. Siempre hay una pintada en un muro para hacerse una foto y quedar en ridículo. Un megáfono que coger al revés. Una frase con la que meterse en un jardín a cuenta de Camela, las pistolas, el aborto o la mili. Pero el árbitro, cumplido ya el 45 de la segunda parte ha salido con la cartela y solo añade tres (días) al partido. No va a volver a pasar lo que le dijo Rivera a Sánchez en Atresmedia: «ya acabó usted de mentir, ahora me toca a mí».Como queda un mes para las municipales pueden probar a decir verdades. Aún quedan títulos en juego en la temporada política... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Albert Rivera ganó el primer round. Se le nota formado en concursos de debate durante su juventud. Ante el guión que llevaba preparado Sánchez, la cerrazón de Casado y lo encasillado del discurso de Iglesias, se vino arriba. Se le da bien la entrada que embarulla la jugada para después salir airoso teniendo prevista la reacción del rival. Si la campaña electoral se les estaba haciendo larga a los naranjas, ahora parecen pocos los días que les quedan por delante. Aunque el discurso final, llamado minuto de oro, le quedó un poco de bisutería. Hay que ser más uno y menos creerse Barack Obama o Nelson Mandela. Esto no es Chicago. Y no vamos a ser el primer presidente escogido por sufragio universal en un país. Teniendo en cuenta que además había una sintonía de fondo to' el rato no nos pidas la frikez de oír el silencio. Cuando en este país, desde siempre, calladitos hemos estado más guapos. Lo que habría que hacer, más bien, es ruido contra muchas cosas. Pero claro, a tus asesores les quedaba mejor «silencio» porque casi siempre rima con «cómplice». Y a partir de ahí, es llenar huecos (el fill the gaps de los workbook de inglés del bachillerato). Torra, separatismo, romper España... Al final, como en una justificación que no venía al caso, hoy Rivera tuvo que decirle a Susanna Griso en una entrevista que no se ha drogado en vida (Hulio, diría Joaquín). Y todo lo que había ganado, lo pierde cuando de la hemeroteca le sacan archivos diciendo lo contrario. De fumarse un porro se recupera uno, de mentirle al electorado ya es otra cosa. Los tuyos te recibieron anoche tras el debate con cánticos de «tú si que vales». El resto a ver si al final no te acabamos diciendo aquello de «comodín, comodín». A ver hoy. Y sobre todo el domingo. Hablamos el lunes.
Si los debates son un síntoma de calidad en una democracia la nuestra debe ser de 10. Este lunes asistimos al décimo de la historia. Antes se llamaban debates, pero eran cosa de dos. Más que protagonistas, tenían antagonistas. González contra Aznar. Aquellas mesas kilométricas con el candidato tras ellas y una realización audiovisual a lo Nixon vs. Kennedy que hoy provocaría estupor a cualquier espectador con menos de 30 tacos. Rajoy y Zapatero tomaron el testigo. Y Mariano nunca defrauda. Entre bloque y bloque dejaba alguna anécdota, un lapsus que aligeraba la densidad del formato campovidalesco. Aún hoy me pregunto si en parte lo hacía de manera consciente, algo que lo encumbraría a mi lista de actuaciones favoritas, justo por detrás de un piscinazo en el área de Cristiano Ronaldo. La niña de Rajoy quería unos padres con trabajo, que «los chuches» fueran baratos, lo imprescindible en la vida, claro que sí. De eso hemos pasado al Casado que representa a la España que madruga, a un Rivera que solo ve españoles -y nada más-, al Pablo Iglesias de los tres sueldos mínimos -con chaletazo- y a un Pedro Sánchez que no entiende que debatir es intercambiar ideas, no imponer tus normas. Y para ésto, «se non queres caldo, toma dúas tazas». Solo les falta la banda sonora de Maluma y serán felices los 4... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Ser pionero en el envío de mensajes a través de móvil está muy bien. Vox quiere mantener contacto directo con sus votantes y ofrece comunicación a través de WhatsApp. Estar dentro del grupo de difusión tiene ventajas. Te enteras antes que nadie de lo del muro en Ceuta y Melilla, el pistolas para todo quisqui, lo de que las más guapas son las suyas, que quieren abaratar el coste del despido, la derogación de las leyes de violencia de género... Y viva España, claro. Lo típico que interesa al millennial de hoy en día en su smartphone FullHD con tarifa te entierro en tropecientos gigas sin posibilidad de exhumación. Por eso, ante tanta modernidad, sorprende que Vox reenviara por error un mensaje privado a un grupo compartido con decenas de periodistas. Una conversación en la que Kiko Méndez Monasterio, asesor de Abascal y el vicesecretario de comunicación del partido, Manuel Mariscal, se quitaban la careta. Lo de que la Junta Electoral eliminase a Vox del debate previsto para el martes, en el fondo, molaba más que plagiar una canción de Juanes y convertirla en himno: «cuando nos pregunten por el debate trasladamos nuestro gran cabreo, nada de decir que nos venía bien». Como diría Mariano Rajoy, la segunda ya tal... ¡Escuhándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
La definición básica de ciencia política la aprendí en un manual de Josep María Vallés y vendría a ser, simplificando, la gestión del conflicto social. En un inesperado giro de guión los políticos protagonistas de la campaña se han cargado de golpe toda la teoría, simplificando, son ellos los que generan la confrontación en busca de votos. Así, con Casado, ETA vuelve a los entrecomillados. Con Abascal, los muros a las fronteras. Con Juan José Cortés, los asesinos y violadores a las calles. Se le preguntó por las posibles alianzas del PSOE con fuerzas nacionalistas tras las elecciones, y se despachó a gustísimo.«Pedro Sánchez no solo se sienta a la mesa con separatistas, también con asesinos, criminales, violadores y pederastas», dijo el cabeza de lista por Huelva del PP. ¡Bienvenidos a gestionar el conflicto al revés! ¿Acaso ETA puede volver a matar? ¿Merece un emigrante, como tantos que tuvimos entre nosotros, ese trato? ¿se le puede negar la reinserción a quien ya ha cumplido una condena? Todo es debatible y el dolor de un padre que ha perdido a su hija, irreparable. Pero comparar la derogación de la prisión permanente revisable con ser cómplice de los más nauseabundos crímenes es un pelín arriesgado. La lista de presidentes anteriores y de otras potencias mundiales cómplices de delincuentes sería un pelín larga. Va a ser curioso que al final el partido de Juan José pacte con el que quiere democratizar las pistolas. Igual entonces se vuelve a hacer un lío y dice aquello de «la gente quiere un cambio, quiere a Pedro Iglesias en la calle». Ese sí, pero el resto de condenados, no... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Al PP hay que reconocerle el don de la oportunidad. Está guay sacar el mismo día del estreno de la última temporada de Juego de Tronos un vídeo que compara a sus rivales políticos con las sagas familiares protagonistas. Pero que el uso del 3D no nos lleve a engaño. El trono de hierro lo quieren todos, Casado el primero. Reducir a una lucha épica con tintes medievales la carrera hacia las generales en esta época de política de bloques y líneas rojas, no se va a llevar el premio al mejor guión original. España tiene mucho de Poniente. Reclamar el poder y ejecutar al adversario, entiéndase sin derramamiento de sangre, no es algo que veamos raro en boca de Pablo Casado cuando dice, por ejemplo, que «Sánchez es el presidente más radical de la historia». Abascal, como ya tiene el caballo y eso que se ahorra, podría tirar de patriotismo exacerbado y soltar un «la unidad de España -o de Invernalia, si se prefiere-, se defiende con todas las consecuencias». Los Lannister o los Stark. El tripartito de derechas o la izquierda con sus sumas y restas. Ni siquiera Albert Rivera podría poner unidad con su ya célebre: «yo no veo rojos y azules, yo veo españoles». Hablar más de la plebe y menos de conflictos de poder quizás acercaría a los aspirantes al trono a la realidad. De ficción van sobrados.,, ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Las vacaciones de Semana Santa empiezan de maravilla. Suben los combustibles en las gasolineras y los candidatos a los atriles ¿O era a la parra? Porque de momento el upload más comentado es un vídeo de las Nuevas Generaciones del PP. Nace la primera agencia high cost del mundo: Falcon Viajes. Viaja Sánchez. Pagamos todos. Bien tirada la crítica a los gastos del presidente en el Air Force One patrio ¿Qué será lo siguiente? Universidad Pablo Casado, especialistas en másters. Exilio Iraní, tu banco y cada día el de más ultraderecha. Urnas Ciudadanos, no te la juegues en tus primarias. Estoy por dejar el currículum en las sedes a ver si me llaman para futuras campañas. Claro que el «fachaleco» no me queda bien, y eso reduce el mercado drásticamente. Hoy en día no eres nadie, pasando el PSOE y hasta Vox, sin este chaleco acolchado de plumas. Cón él parece que eres moderno, intrépido, capaz de hacer cualquier actividad al aire libre, si hace fresco por la noche tú sigues haciendo tus cosas de Indiana Jones igualmente... después ves que lo lleva Moreno Bonilla y Ángel Carromero y claro, el facepalm adquiere dimensiones del tamaño de la Ciudad de la Cultura. Hoy todo tiene que llevar etiquetas, uniformes, que se sepa en esta política de bloques de qué lado estás. No me imagino a González subiendo una foto al «insta» poniendo #chaquetadepanaconcoderas. O a Aznar usando el hashtag «bigotito». Igual antes, no habiendo debates a cinco y siendo a dos, se hablaba más de ideas y menos de looks. Será que me invade la morriña.
Habla pueblo habla. España en positivo. Súmate al cambio. Pelea por lo que quieres. Y ahora, Haz que pase o Valor seguro. Carteles. Escoba y cola. Mítines. Y ahora, las stories en Instagram, el vídeo con la frase de impacto para Twitter y los selfies para el Facebook de los fieles. Una sobredosis que nadie oculta. Ciudadanos, por ejemplo, pone a Albert Rivera como un actor en Cannes, un rockero en Wembley o Piqué en La Resistencia. Todo guapo y venga banderas de fondo... ¡Vamos España! Y en medio de tanto postureo emergió José Antonio Monago. Un tío normal. De Quintana de la Serena, Badajoz. Del PP. Y tan pancho. No sabe de trending topics. Ni de pactar con quien se espera que lo hagas. Cantó un rap una campaña para conquistar a la chavalada y el lema era Extremadura, nuestra única doctrina. ¿Para qué más? El primer presidente popular al que una alianza con Izquierda Unida permitió gobernar. Y además, fan de Camela. Ole tú. «A mí me gusta Camela» es el nuevo I Have a Dream. Concentra lo que Monago ofrece: sinceridad, conocimiento de su tierra porque tenía que parar a comprar los casetes, inteligencia social y cultura popular. Ni todos los asesores juntos de Sánchez, Casado, Iglesias, Rivera y Abascal son capaces de algo así. A mí me gusta Monago.
Abel Caballero es a Vigo, lo que Julio César fue a Roma. Dos emperadores que no cejaron en ningún momento en su empeño de querer las máximas conquistas para sus territorios. Julio César tuvo las Gerras de las Galias y Caballero las tiene con Feijoo a cuenta de párkings de hospitales, con el presidente del Celta por el estadio de Balaídos, con el Ministerio de Fomento por el AVE y con quien sea con tal de que Vigo sea para uso y disfrute de todos los vigueses. Lo del alumbrado de Navidad fue la metáfora perfecta: había que poner tantas bombillas como fueran posibles para que el imperio recibiera admiración. Vamos, que a todas luces, Caballero es un crack. Y su colega y presidenta de la Diputación de Pontevedra lo puso en Twitter: «Es el mejor alcalde del mundo», escribió Carmela Silva. Bueno, pues la junta electoral ha obligado a quitar la publicación. Pero vamos a ver, junta electoral de zona, ¡que ésto no es como si de unos lazos amarillos cualquiera se estuviera hablando! Que en época electoral, los cargos públicos deben ser neutrales, está claro. Pero alguien que reta a los regidores de Londres, Tokio, Nueva York, París y Berlín, merece el máximo respeto. Eso es tan grande que queda fuera del marco regulatorio. Es más, que en una red en la que el odio impera, como es Twitter, el binomio Silva-Caballero se profese más amor que en una cita de First Dates, ya debería movilizar en masa al electorado. Al final Caballero se ha vuelto a salir con la suya. La junta electoral le ha hecho el mismo favor que todos los que llevaron a portada las luces led, los que califican de populistas sus bailes, los que se mofan de que se ponga el disfraz en la Reconquista... Cuanto más se habla del imperio, mayor gloria para el emperador. Mis dieses, Abel.
El ritmo de esta campaña es de trap. Tiene muchos inputs. Diferentes arreglos y muchas fuentes de sonido. Pero se abusa mucho del auto-tune y al final el mensaje que le llega al votante es tan desconcertante como para quien escucha el género musical por primera vez. Aún no estamos recuperados de la noticia de que una cámara de seguridad instalada en casa de Pablo Iglesias fue hackeada para uso y disfrute de la red y ya tenemos encima el siguiente capítulo. La temporada está siendo como la buena de Breaking Bad, aunque no todos coincidamos en cuál era esa. Así, de imaginarnos a la audiencia disfrutando de la Modern Family del coletas, la Montero y sus gemelos, pasamos sin dilación a un Gran Hermano en el que se queda para hacer algo más que edredoning. El propio Iglesias se lo confirma al youtuber Fortfast. Era cuando él y Sánchez trataban sobre pactos y acuerdos previos a la llegada del socialista a Moncloa: «Sánchez me citaba en hoteles, entrábamos en la habitación y le decía: 'Pedro, esto es rollo de gente que queda para follar'». La política actual tiene mucho de reality. El 28 de abril toca cásting, y un tío bueno como Sánchez suele gustar, pero siempre es bueno tener alguna otra dote. Los concursantes valoran mucho a los que se defienden en la cocina. Aunque aquí, esta estancia sería claramente el CIS. La encuesta de José Félix Tezanos, como todas, tiene ingredientes de movilización del electorado. Y nunca deja a nadie contento. Ni al que va en cabeza, o sea el PSOE, que cree que se desmoviliza a sus fieles; ni a los que quedan por detrás, porque el pesimismo está vetado en el carrusel de sonrisas y coloridas corbatas que son los mítines. De ahí que Casado, califique el sondeo como «la cistitis de Pedro Sánchez» y Adriana Lastra hable de que «cada voto cuenta con una ultraderecha a las puertas del Congreso». En este festival audiovisual solo de realities, Ciudadanos es el actor de reparto capaz de cambiar al personaje en función de lo que demande la productora y Vox vendría a poner el toque de la serie patria. Un Antonio Recio, en La Que Se Avecina. El Jesús Bonilla de Los Serrano. Sus valores no encajan en lo mainstream, pero sin ellos, no se completa el espectro que permite llegar a toda la audiencia potencial. Equivale al monólogo de Iggy Rubín en La Resistencia, pero por el lado trifachito del asunto. La misma razón que provoca que sigan emitiéndose tantas cosas que muchos ni ven, ni quieren ver nunca. El voto no es más que el mando a distancia. Elige.
En tres días empieza la campaña electoral. La oficial. La auténtica. La mítica. No esta precampaña que llevamos ya unos ¿días? ¿semanas? ¿meses? ¿años? padeciendo. Me refiero a la buena. Esos 15 días previos a la convocatoria es para cuando los candidatos guardan lo mejor de sí mismos. Excepto si eres Pablo Casado. Casado está a un gran nivel siempre. Suyas son frases como: «La inmensa mayoría de jóvenes españoles son del Partido Popular», «El PP sí tiene credibilidad para hablar de corrupción» o «El PP deja un legado impecable en la comunidad valenciana». Hoy, la hemeroteca de Casado suma un nuevo hit para la colección: «Sánchez prefiere manos manchadas de sangre a manos pintadas de blanco». Lo dice para referirse a los pactos a los que el PSOE puede llegar con Bildu y los independentistas catalanes. Habría que recordarle al presidente del PP que Aznar llegó a hablar catalán en la intimidad. Que Rajoy llamó a Urkullu para que hablase con Puigdemont. E incluso, que en 1999, el Gobierno del PP negoció directamente con ETA. Las líneas rojas cambian mucho cuando uno está en la oposición. El secretario de organización socialista, José Luis Ábalos, ha mostrado una vez más su hastío hacia Casado. ¿Está Casado en una fase de delirio?, reflexiona Ábalos. ¿En cuál estará Pedro Sánchez? La línea roja del presidente con respecto a los debates, tampoco es la que era cuando hacía oposición. De decir que un síntoma de salud democrática era debatir, a no tener ningunas ganas de hacerlo. Y en este día de precampaña, pero ya casi de campaña, Albert Rivera, Ciudadanos, se mete con los niños y las niñas. Meus pobres. Tan felices. Jugando en el recreo. Sus tablas de multiplicar. La sintaxis. Coñecemente do Medio, o como se llame ahora. Bueno chavales, pues haced hueco en la mochila. Rivera quiere que la Consitución sea una asignatura obligatoria. -A ver Jonathan, ¿cuáles te quedaron de primero? -Pues, Lengua, Matemáticas y Constitución. Rivera se ha leído el informe Pisa, que dice que los estudiantes españoles patinan mucho en ciencias y ha dicho, venga, a estudiarse la Constitución. Silicon Valley, Harvard, Oxford, allí la gente lo que domina es el artículo 2 de la Constitución española, si no no habrían llegado tan lejos. Y hablando de la Constitución, hoy Podemos, que ha presentado su programa cree que hay artículos básicos del texto constitucional que no se cumplen. El partido morado prevé recaudar con subidas de impuestos a rentas altas y grandes corporaciones hasta 40.000 millones más que hasta ahora. El carrusel de medidas de unos y otros ya está sobre la mesa. Y la matraca que nos van a dar hasta el 28 de abril, también ¡Cuánta responsabilidad escoger al mejor de todos los candidatos!
Todos somos conscientes de que la campaña está cada vez más cerca. Por eso, no nos sorprenden las actuaciones políticas en horario de máxima audiencia. Hoy seguro que muchos de ustedes ya han visto o están a punto de ver a los candidatos de derechas en el programa de Bertín. Gusta eso de acercar al que manda al ciudadano, aunque eso suponga enormes sobreactuaciones que, sin ir más allá, podemos seguir cada día en sus redes. Son las plataformas que, según ellos, cuentan la auténtica verdad, aunque también reflejen también sus grandes patinazos. ¿No fue suficiente con Suárez Illana y el aborto como para meterse en un tema tan importante como al eutanasia? Seguro que Pablo Casado no esperaba que un vídeo suyo hablando del tema fuese noticia hoy.
Si algo no se le puede negar a Pedro Sánchez en esta carrera electoral es la virtud de saber manejar los tiempos, pero también su exposición. Ser el presidente del Gobierno está siendo en realidad su mejor campaña. Con la aprobación de sus seis decretos le ha marcado un gol por toda la escuadra a sus rivales. ¿Para qué salir de tu estrategia de estabilidad si sus contrincantes se meten ellos solitos en el barro?
La campaña es como la caja de bombones de Forrest Gump. Nunca sabes qué político te va a salir... a hacer el ridículo. Durante las semanas que dura la carrera a las urnas los candidatos son capaces de hacer cualquier cosa por un puñado de votos. La pena es que cuando ya tienen el escaño, se olvidan de lo simpáticos, afables, cariñosos y preocupados por la ciudadanía que eran. Nadie ha visto a Pedro Sánchez volver a jugar al baloncesto con niños de barrio o a Albert Rivera subido en un tractor una vez que se ha votado. Pero antes son actores y actrices dispuestos a cumplir el guión a rajatabla. Aunque la película sea de serie B, o incluso X. Para muestra Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en su faceta de youtuber. El Rubius aún no sale de su asombro. Wismichu ya está buscando otra taza que poder tirar en La Resistencia ante semejante sacrilegio de un formato para milennials, para la Generación Z y que en manos de Colau parece un producto más demodé que un SMS. Pocos likes y subscribers le auguro en su nueva aventura. Casi los mismos que puede tener como músico Pablo Casado, presidente del PP. Una cosa es que tú toques el bajo en el sótano de tu casa. Y otra, que conviertas El Hormiguero en algo más bajo que tu propio sótano. Casado y Pablo Motos anoche parecían sacados de un capítulo de Callejeros en la Cañada Real cuando el popular cogió el instrumento musical. «¿Pilotas o qué?», le dice Motos. «Es un Fender, macho, tío, ésto no lo he visto yo en mi vida, ésto toca solo, qué bueno tío», aportó sesudamente Casado. Lo peor de todo, sin embargo, es que la limpia de Pablo Casado va a llegar a algo muy importante. Un pilar básico del partido. El más destacado. Que le diera puerta a los afines a Rajoy, Soraya y Cospedal, da igual. Ahora bien, que se atreva a tocar el mejor himno del mundo, el que tiene la música más pegadiza, el que haría bailar a Franco recién exhumado si hiciera falta, ya es el colmo. Meterle mano al pirí pirí piríririrí es muy grave. Esa música ha llenado más pabellones deportivos, plazas de toros, campos de fútbol y Montes do Gozo que Rosalía, los Rolling y The Killers juntos. Y su creador, Manuel Pacho, representaba con ella la figura de un hombre hecho a sí mismo. Un emprendedor que saca adelante sus proyectos. ¡Qué más se le puede pedir a una canción Casado! Y ahora dices que lo quieres cambiar. A lo Leiva, a lo Bruce Springsteen. El mítico paletismo de que todo lo bueno viene de fuera. Que decidas deshacerte de lo que mejor suena en tu partido desde su fundación dice mucho de tu estrategia. Sube el volumen y piénsalo dos veces. Pirí pirí piríririrí pirí pirí... ¡Qué pegadiza es! ¿Verdad?,,, ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Es difícil hacer una televisión tan influenciada políticamente como TV3. Flaco favor le hace su postura, muy tendenciosa, al eterno debate de la financiación pública de las cadenas autonómicas. La catalana es el ejemplo de la línea que nunca debe rebasarse. Y su último intento ha sido el más ridículo de una extensa trayectoria ¿Que la Junta Electoral prohíbe usar en una televisión pública pagada por todos los catalanes, sean o no independentistas, los términos exilio y presos políticos? ¡No hay problema! Lo ponemos como si lo dijéramos enfadados, en tono burlón hacia alguien que nos los recrimina en plan niños pequeños y solucionado. Y así surgió el hashtag prisis pilítics, en lugar de los presos políticos. ¿De dónde sacan a los guionistas del programa FAQS, Preguntes Freqüents? ¿Serán los mismos que los de los chistes de Arturo Valls en Ahora Caigo? O incluso, ¿seré yo mismo, que a veces no tengo ni pizca de gracia? Qui pidimis ispirir di Tivitrís. Quiero decir, qué se puede esperar de TV3. Memorable cuando invitaron al exalcalde de Medellín, Sergio Fajardo, y la presentadora estaba empecinada en que el hombre entendiera catalán sí o sí. En vez de tener la inteligencia suficiente de usar la lengua común de ambos, que aunque le pesase, no era otra que el español. O si lo prefería, el castellano. Al final Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, tuvo que traducir el ridículo. Hablar la lengua que compartimos 572 millones de personas u optar por la nuestra y quedarnos mudos y sordos ante lo que el mundo puede aportarnos. Es muy TV3. Es muy Torra. Es muy Puigedemont. Llegará un momento en que esas preguntas frecuentes que hacen no se las conteste nadie. Is ini pini. Quiero decir, es una pena... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Carles Puigdemont tiene fecha de caducidad. El 3 de febrero de 2020 su DNI ya no estará en vigor. Lo que provocará que no pueda concurrir a ningún proceso electoral. Hasta entonces, desde su chaletazo pagado con dinero público en Waterloo, se permite el lujo, entiéndase a mayores que el de ese exilio surrealista de una república inexistente, de inmiscuírse en lo que no le compete. Que es, básicamente todo. Fue el primero en escapar cuando se produjo una declaración de independencia que el Tribunal Supremo dejó sin efecto. Se autoproclama presidente en la sombra de una ilusión y hasta pretende salir elegido eurodiputado en mayo para tener inmunidad en el proceso judicial que afecta a otros compañeros independentistas a los que ahora deja con el culo al aire. En una entrevista al diario argentino Clarín echa por tierra la estrategia de los presos del «procés» sosteniendo, al revés que sus defensas, que la declaración de independencia fue válida. Es como el anuncio de Carglass. Carles cambia. Carles repara. Según mejor le convenga a sí mismo usa una táctica o la contraria. De una mentira pasa a la justificación. Y de la justificación a la mentira. Es la estrategia de un egoísmo en el que no importa traicionar incluso a aquellos que un día confiaron en ti. Que empiezan a reconocer ante un tribunal que no todo puede hacerse de espaldas a las normas de un Estado de derecho como el nuestro. Que Puigdemont admita que la independencia tiene validez es, por todo lo expuesto anteriormente, la prueba definitiva de que no la hubo. Poco le queda a Carles. Sin cargo que lo justifique, no va a poder seguir en su retiro belga... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
El presidente Pedro Sánchez está llevando una campaña muy discreta. Soltó el miércoles sus 110 medidas del programa electoral y volvió a su madriguera. Me lo imagino entretenido acariciando a su gato en el sofá de la Moncloa -¿lo habrá cambiado como el colchón?- como un malo de película, mientras todos sus rivales acumulan más errores que Cristiano Ronaldo en la declaración de la renta. Pedro, ¿dónde ha quedado el espíritu del Peugeot 407 con el que te pateaste recónditas sedes socialistas para vencer a Susana Díaz?. Quién te ha visto y quién ahora no te ve. Disfruta hombre. Del sondeo del Parlamento Europeo que te da la mayoría. Gózalo con los patinazos a cuenta de abortos neandertales, uso de armas, ministerios de Universidades y todo este show que solo mejoraría si lo presentase David Broncano con las hormigas Trancas y Barrancas bajo la mesa. ¿Qué tiene que pasar para que muevas ficha? Algo tendrás que decir del matrimonio ya consumado entre Albert Rivera y Pablo Casado. ¿A quién prefieres de presidente? ¿Y de ministro de Asuntos Exteriores? Bueno, teniendo en cuenta que ni siquiera ellos lo tienen claro, igual es mejor disfrutar del espectáculo con el mando a distancia. Hoy, es Rivera quien se ve de presidente. Claro Albert. Y la próxima semana, como decían Tip y Coll, hablaremos del Gobierno. Sánchez delega en Iceta las proposiciones indecentes, para algunos, del independentismo. Cede a sus ministros los nauseabundos, para otros, viernes sociales. A Pedro no le está haciendo falta sudar mucho la camiseta para hacer canasta. Pero como jugador de baloncesto sabrá que el último cuarto es decisivo. Que tenga cuidado. Igual le endosan un triple en el último segundo y acaba perdiendo el partido... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Gallegos, españoles, España Viva, independentistas, no indepedentistas, populares, socialistas, nacionalistas, taurinos, antitaurinos, verdes, morados, fijo que me dejo a alguien pero no tengo tanto tiempo... ¡Queda solo un mes para las generales! Procurad contener vuestra emoción. Casi la misma que tuvo Albert Rivera cuando Pablo Casado le ofreció el Ministerio de Exteriores. Anoche estaba muy rebotado el presidente de Ciudadanos en El Hormiguero. Tanto que cuando Pablo Motos se lo recordó, hubo contraataque y le ofrece al popular otra cartera. Ser ministro de universidades. Fina ironía la de Alberto Carlos Rivera Díaz. En esta relación azul anaranjada, hoy Casado primero pareció que quería pedir disculpas, para elevar después su apuesta y decir que Albert «sería mejor vicepresidente que Carmen Calvo». Pero al mismo tiempo, el presidente del PP es capaz de decir el mismo día y casi a la misma hora, «que no le quepa a nadie ninguna duda que si Sánchez suma con Ciudadanos, pactarán también». Al final todo nos lleva a Winston Churchill y a su célebre cita de que la política hace extraños compañeros de cama. Y en medio de este compadreo entre Albert y Pablo ha salido al paso Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña: «le pedimos al Partido Popular que se dejen de ir de sobrados, de cachondeítos y de bromitas». No se recuerda a Arrimadas tan enfadada desde... nah, hace apenas un minuto, cuando le ha venido a la cabeza Quim Torra. Al final el enfado no ha sido para tanto. Pero sí tienes razón Inés en que no estamos para bromas, cachondeos y sobradas. Ni en campaña, ni fuera de ella. Así que haber qué hacéis los políticos después de pedir nuestro voto. Estaremos atentos, para que entonces tampoco haya bromas, cachondeos y sobradas a cuenta del contribuyente... ¡Escuchándolo en nuestro podcast es aún mejor, dale al play!
Galicia, una vez más decisiva en una campaña electoral. Porque el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, escogió nuestra comunidad, más concretamente el paseo del Parrote coruñés para ofrecerle un pacto al líder del PP. Rivera le tiende la mano considerando una «emergencia nacional» llevar a Pedro Sánchez a la oposición. ¿Y qué ha hecho el presidente del PP? Casado acepta, pero viene a decir que «hombre Rivera, ya hace un mes os ofrecimos ir juntos al Senado y pasaste mil de la movida». Lo que cuenta es que la estrategia conjunta llega tarde pero llega. Convirtiendo a Casado y Rivera en amigos para siempre, que cantaban Los Manolos. Y en política no hay ningún amigo sin su cargo. En política manda el ¿qué hay de lo mío?, el yo sin nada no me quedo. Y Pablo Casado ha tranquilizado rápidamente a Albert Rivera. Si el PP gana las elecciones Rivera será Ministro de Exteriores. Cuánto cariño se profesan ahora azules y naranjas. Parece aquel anuncio del cupón en el que un grupo de amigos, guitarra en ristre, se divertía en bermudas al ritmo de «tú me das cremita, yo te doy cremita». Pero al secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, no le ha hecho mucha gracia esta salida del armario de Rivera y Casado. Y se ha puesto muy serio. ¡Qué es ésto de ofrecer cargos de perdedores a Albert! ¡Habrase visto!. Un ministrucho de exteriores cualquiera. Villegas señala que son los españoles los que deciden, no el PP. En fin, que este culebrón solo podría mejorar, no sé, si Rivera tuviera un nombre así como de telenovela. A ver Luis Alberto, Alberto Jesús... Mmm o mejor aún Alberto Carlos. Alberto Carlos de los Rivera, marqués de los naranjos en flor. Dejen de imaginarlo, su sueño se ha convertido en realidad. El BOE, ese documento que se leía menos que la hoja parroquial de San Vicente de O Grove hasta que en portada pusieron a dos actores porno, ha confirmado hoy que el nombre del presidente de Ciudadanos es Alberto Carlos Rivera Díaz. Toda la suerte del mundo Alberto Carlos. Empezaste pactando con Sánchez, te fotografiaste en Colón con Abascal y ahora te ofreces a Casado. Veremos cuántos votos saca la veleta española... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
¿Lo oléis? Sí, sí. Respirad hondo. ¿Lo notáis ahora? A que sí. Es el perfume Eau Electorel, solo para las pituitarias de los votantes más exquisitos. Como tú o como yo. Hoy el que ha desplegado todo su aroma en Galicia ha sido Albert Rivera. Ha estado en el puerto de Vigo, se ha tomado un café con pescadores, se ha reunido con armadores y hasta se le ha visto encima de una batea. Mi abuelo, de Meira, en Moaña, en el corazón de O Morrazo, siempre ponía como ejemplo de trabajo duro el del mejillón. Cuando se refería a un vago siempre apostillaba, «ese tiña que ir traballar á batea». Bien por ti Albert. Lástima que algunos en redes sociales hayan tirado lo de la batea por el narcotráfico. Pero bueno, en tu caso será un meme más que sumar a la lista. Nada preocupante para un político del siglo XXI. Rivera ha dicho que Ciudadanos evitará gobiernos populistas en las ciudades gallegas. Claramente se refería a Vigo y a sus nueve millones de luces led. ¿O hay algo más populista que Abel Caballero en un encendido de alumbrado navideño? Pues sí. Caballero visitando un colegio. O invitando a la prensa a una paella. O retando a Tokio y a Nueva York. En todo caso y volviendo a Rivera, se compromete con el sector pesquero a que sus eurodiputados les consigan mejores cuotas. Estaría bien la propuesta, si no fuera porque sería un cachondeo que los políticos pudieran dedicarse a esquilmar los océanos en función de los intereses de sus países. La cuotas pesqueras en la Unión Europea se realizan en base a criterios científicos, estudiando el número de ejemplares que quedan de las especies que se comercializan. El siguiente que hoy ha estado en un aprieto ha sido Pablo Casado. La crueldad de Ana Rosa no conoce límites y ha sido entrevistado por niños. N o hace falta que recuerde lo que decía Hitchcock sobre rodar con niños y animales. Bueno, pues hoy en el show de AR tocaba hablar de Franco. «La verdad es que la dictadura de Franco no fue una etapa muy bonita», dice Casado. Una frase que supondría un suspenso en historia para cualquier crío de primaria. Menos para Casado, que hasta se sacó un máster. ¿O no? Bueno, ya no lo recuerdo. Y nos vamos ya a otro Pablo, Iglesias. Insiste en la devaluada democracia española, influenciada en sus cámaras legislativas por los poderosos. Se puede estar de acuerdo con la afirmación de que los fondos de inversión, el gran capital, resulta decisivo en las decisiones polítcas; tanto como con que el ejemplo empieza por la casa de uno. De la cocina del piso heredado de tu tía abuela en Vallecas con el póster de Pulp Fiction en la pared pasaste al chalet de lujo vigilado por la Guardia Civil. La demagogia es siempre un arma de doble filo que debe maipularse con cuidado... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
Como se dice del cantante, Plácido Domingo, lunes complicado. A no ser que seas político y tengas elecciones a la vuelta de la esquina. Entonces tu lunes es sinónimo de sonrisa pegada en la cara, mientras la del resto es de legaña pegada en el ojo. Es una maravilla empezar la semana con todos los partidos ya con sus listas de las generales cerraditas. Sus candidatos inmersos de lleno en conseguir votos con sus camisas planchadas. O los fachalecos. O la coleta planchada. Bueno, cada uno lo suyo. Y si piensas que el aluvión de mensajes electoralistas nos va a acompañar, entre unas cosas y las municipales hasta el verano, pues a ti también se te pone una sonrisa en la cara. Sonrisa nerviosa. Sonrisa de desesperación. Pero a la vida se le sonríe siempre. Y en este festival de la risa de hoy, los partidos finalizan los plazos de presentación de candidaturas. Es casi como cuando el seleccionador da los nombres de los jugadores que van a un mundial. Y al igual que pasa con España últimamente, hay muchos que ya saben que no van a ganar. Pero de ilusión también se vive. Entre los más ilusionados hoy, Adolfo Suárez Illana, hijo del que fuera presidente del Gobierno, que será con el PP número 2 de Madrid al Congreso.«Es el momento de poner lo mejor de uno mismo al servicio de lo que se cree», dice Suárez. De momento la frase más sensata de la campaña. Claro que el nivel en las listas es el que es. Por ejemplo, quien se cae de la convocatoria es el socialista Lorenzo Sánchez, número diez del PSOE al Congreso. Renuncia después de que se le haya relacionado con contratos irregulares ligados a la trama Púnica. La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, celebra que su compañero se borre del mapa para poder defenderse y de paso deja un recado al votante socialista. «Tenemos el fascismo a las puertas del Congreso», apunta Lastra. Más claro el verde Vox. O el azul PP. O el naranja Ciudadanos. Vamos que Lastra quiere evitar el daltonismo y que el votante no se confunda de color en la papeleta. Y mientras, Podemos lo que quiere evitar es que la banca meta las narices en la financiación de los partidos. «Nosotros pensamos que la banca limita la democracia en nuestro país», afirma el secretario de organización del partido morado, Pablo Echenique. Menuda propuesta. ¡Qué gran avance!. ¿Qué será lo siguiente?. ¿Que Vox devuelva la pasta de Irán?. ¿Monedero lo de Venezuela?. ¿Los del PP los sobres de Bárcenas?. ¿El PSOE andaluz lo de los ERE?. Menos mal que tenemos una campaña electoral a la vuelta de la esquina en la que los partidos nos dirán lo honrados que son con respecto a los demás. Seguro que al final le damos el voto al mejor de todos. Como siempre... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Por mucho que el lacito de la libertad de expresión tape al lazo amarillo, lazo se queda. Y ante el anuncio de que la Fiscalía se querellaría contra el presidente catalán Quim Torra por desobedecer a la Junta Electoral, y haciendo bueno al mismo tiempo el dicho gallego «o que ten cu, ten medo», este mediodía tocó retirada. Vaya vaya. Aquí no hay lazo. Lo que más mola es el contraataque de Torra. Dice Quim ahora que se querellará contra la Junta Electoral. Claro, sacará el dinero para abogados del mismo cajón de fondos reservados que usa para los viajes a Bruselas en los que va a ver a Puigdemont. El uso del los recursos públicos es ejemplar en el Gobierno catalán. Como ejemplar ha sido ver a un fulano con gorra quitar el cartel de la sede de la Generalitat. Le da al procés un glamour que ni un anuncio de bombones de Isabel Preysler. Supongo que haber mandado a los Mossos a sacar la pancarta hubiera sido demasiado mainstream; además de que así, al menos, se hubieran despejado las dudas de si se está usando a este cuerpo de seguridad con fines partidistas. Pero claro, como se han fundido la pasta en papeletas, lazos, rótulos, urnas y demás merchandising no solo falta inteligencia. No le da ni para asesores con dos dedos de frente... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
Los amantes de las series. De seguir una trama a lo largo de un sinfín de capítulos. Quienes disfrutan viendo avanzar un argumento están de enhorabuena. El 15 de abril se estrena Juego de Tronos. Mientras tanto, los que estamos hartos de las idas y venidas del independentismo. Los que consideramos que el guión de Puigdemont y compañía no da como para que la ficción continúe, nos tendremos que conformar hasta entonces con... Juego de Torras. En la nueva temporada podremos ver cómo la Junta Electoral Central, en manos de John Snow, se enfrenta al president Quim Torra, encarnado por Tyrion Lannister. Memorable el capítulo en el que la Junta Electoral Central ordena a Torra quitar los lazos amarillos, cuyo uso se considera partidista, y éste pone otros blancos y rojos. Y con eso se da por satisfecho en su sainete alegando que ya no existen. No se veía nada tan patético en una serie interminable y ya cansina para la mayor parte de la audiencia desde el final de Los Serrano. Claro que lamentablemente, aquí no se va a acabar todo cuando Antonio Resines se despierte -perdón por este spoiler del audiovisual castizo-. Ya no sabemos ni sumar la cantidad de vaciles institucionales que lleva el independentismo catalán. Lo de Cataluña puedes verlo como Casado, y tener siempre a mano el 155. O tener la postura de Pedro Sánchez, la de la nación de naciones y la intención de entablar, al menos, una negociación, un diálogo. La misma intención que por cierto Urkullu, que hizo de mediador entre el Gobierno de Rajoy y Puigdemont, reconoció en el juicio del procés que ya se había producido. ¿Basta ya no?
Gracias Santiago Abascal, presidente de Vox, por proponer que los españoles podamos tener un arma en casa para poder usarla en situaciones de amenaza real. Era lo que estábamos deseando. Eso sí, no vale tener antecedentes y hay que estar en pleno uso de las facultades mentales. Pues como en Estados Unidos, el ejemplo a seguir, allí todos sabemos que en su mercado legal de armas no hay pistolas en manos de delincuentes o desequilibrados. Me ha recordado al inicio del documental de Michael Moore, Bowling for Columbine. En la primera secuencia alguien va a domiciliar su nómina a un banco para que le den un rifle. Como si las sartenes que regalaban antes con aceite hirviendo no fueran ya peligrosas. La medida quizás sea del agrado del terrorista de Nueva Zelanda o de la Asociación Nacional del Rifle ¿Pero qué pinta en España? El caso es que la propuesta que hace Abascal en un portal de internet especializado en armas de fuego, la de permitir usar pistola como defensa personal ha puesto de acuerdo a todos los partidos. Hoy hasta el PP está en contra de Vox. El jefe de su campaña electoral, Javier Maroto, ha publicado un tuit rechazando que los españoles puedan llevar armas por la calle. A Vox el tiro le ha salido por la culata.
¿Qué tal el fin de semana? Bien o como a los leales a Susana Díaz en el PSOE o a los que apoyaron a Soraya frente a Casado en el PP. Poco más de un mes para las generales y en las listas de populares y socialistas se ha hecho una limpieza mayor que la de Zidane en el vestuario del Real Madrid. El PSOE cambia al 57% de los cabeza de lista y desaparecen los «susanistas». Hasta el punto, de que el secretario de organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, no tiene ni idea de quién figura entre los elegidos. Mientras Susana Díaz echa un vistazo a la Wikipedia para averiguar quiénes son sus compañeros de partido lamentando el ajuste de cuentas, la respuesta de José Luis Ábalos casi podría firmarla un gallego. Le ha faltado decir «éche o que hai». La limpia en el Partido Popular es todavía mayor. Pablo Casado renueva al 77% de los números uno. Claro que si uno le pregunta al presidente del PP, Pablo Casado, pues siempre son otros y nunca él quienes hacen «purgas» o «pucherazos». Pero para listas nada influenciadas por los líderes de turno. Variadas. Que recogen diferentes sensibilidades. La envidia tras 40 años de democracia. Las de Vox. Nada más lejos de la realidad. Entre sus flamantes incorporaciones figuran Ignacio Gil Lázaro, histórico diputado de los tiempos de Alianza Popular y cuatro generales, dos de los cuales firmaron un manifiesto profranquista hace unos meses. A ver si el pistoletazo de salida a la nueva legislatura al final lo acaba dando el mismísimo Tejero... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
Si ustedes han conseguido seguir el ritmo de los últimos días, considérense unos superdotados de la comprensión informativa. Nuestros políticos han decidido darlo todo, aunque esto sea un constante hacer y deshacer. La semana arrancaba con el aniversario del 11-M. Dolorosísimo asunto en el que Casado intentaba meter el zueco despertando fantasmas del pasado que recuerdan al gran aznarismo y a la teoría de la conspiración. Era el comienzo de una carrera por pegarse tiros en el pie. Ciudadanos se defendía del fantasma del «pucherazo» en Castilla y León y cargaba contra los viernes sociales y el permiso de paternidad. Su gozo en un pozo porque el Congreso sí cree que el decreto del permiso de paternidad puede seguir adelante. Esto es solo un poco de lo que ha pasado esta semana, pero hay más.
Todos sabemos que en política hay mucho de estética. O más bien de cosmética. Prepárense porque esto no ha hecho más que empezar. Aún no estamos en campaña, pero las redes sociales y los actos de los partidos se han llenado ya de momentos frescos, de sonrisas y de instantáneas que los partidos creen que acercan la política al ciudadano. Todo perfecto. Todo precioso. Hecho para el militante fiel. Qué pena que la perfección llegue a su fin cuando arrecia la tormenta. Pablo Casado se siente víctima. La culpa del bombazo de las últimas horas es de otros. «Una barbaridad» que ha hecho arder las redes. El PP propone no expulsar a las mujeres migrantes durante la adopción de su bebé. Casado asegura que se trata de una «fake news» que tertulias y medios han extendido. Es un gran problema que la noticia pueda ser falsa, pero no lo es menos que las explicaciones de Casado no encajen: esa confidencialidad durante el proceso de adopción no es nueva. Ya estaba garantizada, ¿cuál es entonces la novedad? La paternidad y maternidad van camino de convertirse en los términos de la semana. El Congreso ha confirmado, contra el intento de Ciudadanos, que el decreto para ampliar el permiso de paternidad es viable. Éticos o no, los viernes sociales y sus decretos siguen adelante, Desde luego, si la intención de populares y Ciudadanos era hundir a Pedro Sánchez, la estrategia no ha sido la más acertada: más bien le han puesto la alfombra roja y se han convertido en sus nuevos mejores amigos.
Para el presidente del PP lo más importante es que no se divida el voto de la derecha porque así se beneficiaría a Pedro Sánchez, pero ¿en qué quedamos? Y es que al fin y al cabo, ese electorado que creen que se van a repartir los partidos de la derecha lo va a tener crudo para hacerse una idea de por donde van los tiros. Si algo le quedó claro a los votantes hace solo un par de meses era que la relación entre PP y Vox era armoniosa. El objetivo era la socialista Susana Díaz y el gran logro, desbloquear la gobernabilidad en Andalucía. Todo era malo, menos ese pacto. Llegado marzo, y cada vez más cerca de las elecciones, para Casado toca separarse de Vox, aunque no sea de mutuo acuerdo.
Va a tocar despedirse del combativo discurso de Xosé Manuel Beiras en el Parlamento. De su zapatazo. De los puñetazos en el escaño del presidente. Adiós a la «carraxe». Despidámonos del «noxo». Las formas se acabaron imponiendo al fondo. Sin Beiras, el nacionalismo en Galicia sería hoy muy diferente. Fue una referencia, también como economista, diagnosticando en los 70 con «O atraso económico de Galicia», cuáles eran los problemas y alternativas que provocaban que una comunidad con un sinfín de posibilidades no creciese en el mapa. Pero Beiras luchó por las competencias de la autonomía al mismo tiempo que su enfado crecía de forma exponencial ante aquellos que ganaban elecciones. Hoy la noticia es que Podemos propone en Galicia a Beiras para el Senado. Pobres señorías. Lo tranquilas que estaban. Ese trabajo que se limita simplemente a sellar lo que les llega del Congreso. Se les acabó el chollo. Adiós a las siestas. Bienvenidos los gritos y el histrionismo. Y seguro que su enfado va a más en el Senado. No deja de resultar paradójico que quien dio forma al nacionalismo en Galicia tras la dictadura acabe en un organismo que de nada le sirve a los territorios. En el Parlamento de Galicia quizás sin asumirlo públicamente hasta el presidente, Miguel Santalices, quien tantas veces lo ha llamado al orden lo eche de menos. Al final a Beiras uno siempre lo quiere en su equipo de debate. Un defensa central que mina al rival hasta acabar expulsado... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha proclamado «finalmente» como candidato a presidir Castilla y León a Francisco Igea, hasta ahora diputado en el Congreso por Valladolid. «Finalmente», porque «inicialmente» había sido la candidata preferida por Albert Rivera, Silvia Clemente, la más votada con una diferencia a su favor de 35 votos. Villegas alude a un «error humano» que hubiera una diferencia de 81 votos entre los emitidos y los que sumaban los tres candidatos en liza. Por su parte, Inés Arrimadas, candidata al Congreso por Barcelona, defiende que «ha habido decenas de procesos de primarias y solo uno se ha impugnado»; añadiendo que es un «mecanismo muy garantista y razonable». Sí, tiene razón. Las primarias son el mejor y más democrático método para elegir candidatos. Pero procesos convulsos como el vivido por la formación naranja siembran más sombras que luces en cuanto a su legitimidad.
Abuelas, madres e hijas. Tías, sobrinas y nietas. Profesoras, médicas y periodistas. Dependientas, cajeras y limpiadoras. Mineras, bomberas y mecánicas. Funcionarias, autónomas y amas de casa. Abogadas, juezas y procuradoras. Obreras, arquitectas y aparejadoras... No es suficiente con nacer, crecer y reproducirse. Parir y amamantar. A vosotras se os pide más. O menos, depende de cómo se mire el vaso de la igualdad, aún medio lleno. Hay que cobrar menos, tener más difícil el acceso al mercado laboral y sufrir acoso o morir a manos de hombres: 984 víctimas desde el 2003 hasta hoy. Ser mujer es eso a 8 de marzo de 2019. Pero también lo es, gracias por ello, llenar calles y plazas. Reclamar, pedir y gritar. Feminismo, igualdad y derechos frente a machismo, supremacía e injusticia. Hombres que dicen eso de «las funcionarias ya cobran lo mismo», «para trabajos físicos no sirven como nosotros», «mejor en casa, con los niños»... Frente a esos hombres, vosotras y vuestro 8M. Algún día no hará falta este día. Pero hasta entonces haceros oír. Porque mujer se es todos los días.
El 8M, día de la mujer trabajadora, es mañana pero Pablo Casado, presidente del PP, se ha adelantado a todas y a todos y ya le ha dado visibilidad un día antes. «No quiero vivir en un país en el que se enfrente a mi hija y a mi hijo» ya es el nuevo I have a dream. Vamos, que el sueño de Casado es un país que no sea como España. Mujeres contra hombres, hijas contra hijos, abogadas contra abogrados, carpinteras contra carpinteros, cocineras contra cocineros... es que es nuestro día a día. ¿A quién lo le pasa cada minuto?. El ministro socialista Ábalos le responde a Casado que solo ellos, el PP junto con Vox, se descuelgan de una jornada que reivindica el papel de la mujer en la sociedad. Si el 8M se ha adelantado es también mérito de Podemos. El patinazo con el «vuELve», la campaña en redes que muchos consideraron machista sobre el regreso de Pablo Iglesias colea desde ayer. El culto al líder acabó ensombreciendo el mensaje feminista. Toni Cantó ha respondido hoy con contundencia al «machito Iglesias». Y en medio de toda esta tormenta adelantada del 8M, le han preguntado por feminismo al presidente de la Xunta tras la reunión semanal del ejecutivo autonómico. Alberto Núñez Feijoo se desmarca del líder de su partido, Pablo Casado. Y a la vez reconoce, bajando el tono de crispación que hoy han tenido todos los políticos, lo verdaderamente importante. Aún queda lucha feminista por delante y los hombres debemos apoyarla... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
Qué bonito es el amor. Hay casi tanto en la película el Diario de Noa como en Podemos hacia Pablo Iglesias. Hoy la formación morada ha anunciado a bombo y platillo la vuelta de Iglesias, prevista para el sábado 23 de marzo, en un acto público en Madrid. Echan más de menos a Pablo en Podemos que a Zidane en el Real Madrid. ¿Qué pensará Irene Montero de todo ésto, que ha sido la que ha ido capeando el temporal de malos resultados que le dan las encuestas al partido?. No creo que a las mujeres de Podemos les haya gustado el anuncio oficial que se ha hecho del regreso en las redes sociales. El cartel, que circula por internet, ensalza la figura del hombre, dirigiéndose de espaldas a una multitud y se sobreimpresiona la palabra «Vuelve», destacando en ella el artículo masculino «el». La jugada del regreso del líder no le ha salido bien a Podemos y a esta hora no se puede confirmar que su community manager no haya sido despedido. Para terminar de rizar el rizo, hoy otro que ha echado un cable a todas las mujeres ha sido Pablo Echenique. El secretario de organización ha anunciado que las políticas de Podemos secundarán la huelga del 8-M, pero que él no. Que tiene tareas pendientes que no podría acabar en el tiempo previsto. Esperemos que no tenga nada que ver con que el asistente que tenía contratado en negro ya no trabaje para él... ¡Escucha completo nuestro podcast dándole al play!
Al final sí. Era cierto. Hoy el presidente Sánchez ha firmado la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones para el 28 de abril. Gracias Pedro por este sueño. Casi no se vota en este país. Y siempre es un placer que la ciudadanía ejerza su derecho democrático. De aquí al 28 de abril, quedan ocho viernes. Si las cuentas no fallan, eso da para ocho Consejos de Ministros. Y en ocho Consejos de Ministros se pueden aprobar mogollón de decretos leyes. Pablo Casado ya ha anunciado que va a llevar estos «decretazos» ante la Junta Electoral. Y a Rivera, que los considera un «fake», le parece perfecto. Mientras, la manera de defender el papel del ejecutivo por parte de Reyes Maroto, ministra de Industria, Turismo y Comercio, quizás no ha sido la más acertada... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
Los viernes son los nuevos lunes. En vez de parecer que se acaba la semana, el Gobierno siempre tiene un as bajo la manga para animar el debate, que ya nadie esconde, es totalmente electoral. La vicepresidenta Carmen Calvo anuncia el nuevo y ampliado permiso de paternidad a la par que el decreto sobre alquileres que entre otras cosas vinculará la subida de precios al IPC. Reales decretos para el Gobierno, decretazos para la oposición. PP y Ciudadanos se llevan las manos a la cabeza y vinculan las medidas a un supuesto rédito en las urnas para el PSOE. Pues nada, como «hasta el 28 de abril no estamos en funciones», como dice Calvo, podíamos ir sacando turno en la charcutería de La Moncloa y pedir cuarto y mitad de lo que más nos convenga a cada uno. O hacer directamente un concurso y a ver lo que nos toca... ¡Escucha al completo nuestro podcast dándole al play!
Irene Montero le ha dado la razón a Pablo Casado y a Albert Rivera en algo. Parecía imposible, pero se ha conseguido. Solo el CIS podía haber puesto de acuerdo posturas tan antagónicas. El CIS y sus resultados. Dentro de poco va a haber que pedir que el VAR revise sus pronósticos. El último es que el PSOE arrasa. Tres de cada 10 votos serían para los socialistas. Y las cuentas le saldrían a Sánchez pactando solo con Podemos. Con tantas sorpresas ya se baraja a Isabel Gemio para sustituír a José Félix Tezanos. Echarle un vistazo al CIS es como estudiar en la Rey Juan Carlos: nadie sabe qué credibilidad tienen sus títulos. Ciudadanos cae a la tercera plaza, el PP subcampeón, Podemos cuarta fuerza y Vox apenas conseguiría un 5,9% de los votos. La España de los balcones de Casado, Abascal y Rivera sale dañada. Pero en la eliminatoria electoral, el partido de vuelta siempre se juega en las urnas. Y con Tezanos, los goles fuera de casa pueden valer el doble... ¡Escucha entero nuestro podcast dándole al play!
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno hasta hace nueve meses, ha comparecido como testigo en el juicio del procés. Seguro que se acuerdan de aquel referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. Sobre todo porque se ha convertido en eje central del discurso político. Antes, durante y después. Si los unos no negociaban, malo. Si los otros quieren negociar, peor. Independentistas por aquí. Constitucionalistas por allá. Hoy enésimo capitulo. Y Rajoy, como no podía ser de otra manera, defendió su postura, la de no autorizar un referéndum que atentaba contra la unidad del país. Tal y como hizo la noche de aquel 1-O. La Constitución del 78 y la legalidad. El diálogo o el silencio. El modelo Casado, el que lidera la aplicación el 155 o el modelo Sánchez de la nación de naciones y la negociación con Torra. La cuestión es que ni siquiera es probable que el 28 de abril resolvamos mínimamente alguna de las cuestiones relacionadas con Cataluña. Y van ya bastantes citas electorales. Y las que nos quedan... ¡Escúchalo al completo dándole al play!
Feijoo le recuerda a Sánchez que gobernar a base de reales decretos con unas elecciones ya convocadas es desleal e irresponsable. No ha sido el único recordatorio que el presidente de la Xunta ha tenido para el presidente del Gobierno. Ante las concesiones a los independentistas va a estar vigilante. En un acto hoy en Madrid con los presidentes asturiano y castellano leonés reclama para el noroeste un trato igualitario. Lo dijo ante políticos y empresarios. Ni más ni menos para los gallegos que para vascos o catalanes. Núñez Feijoo, hoy un autonomista, que también rechaza el centralismo que Vox pretende imponer y Ciudadanos quiere impulsar. Escucha sus declaraciones y ponte al día de todo lo ocurrido este martes dándole al play.