POPULARITY
Tus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto.Como prometí, continúo en este episodio con la entrevista que la periodista y escritora Mirta Aguirre realizara al famoso cantante cubano Miguelito Valdés, durante su estancia en La Habana a finales de 1946. Publicada en el periódico Hoy, la charla reveló, además de los inicios del joven como mecánico y agente de autos, su entrada al ambiente musical: Sexteto Habanero Infantil, los Jóvenes del Cayo y el Sexteto Occidente de María Teresa Vera. No sin tropiezos, en un entorno difícil, Miguelito obtiene sus primeros éxitos cantando en la radio con la Orquesta de Ismael Díaz. Así llega a Panamá en 1933, pero tuvo que abrirse paso como friegaplatos en el restaurante de un cubano. De la cocina lo sacó un contrato con la Orquesta Azcárraga. Luego, en el 36, entró en la orquesta de los Hermanos Castro y fue fundador de la Casino de la Playa en 1937. Otros detalles, en este capítulo, donde el Calendario Musical de Cuba nos recuerda al cantante y director del Conjunto Casino, Roberto Espí, y al maestro Adolfo Guzmán.Support the show¡SUSCRÍBETE!: https://www.buzzsprout.com/1702252/subscribe
Tus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto.Esto se conoce: los tres patrones estilísticos más trascendentes, en la historia de los conjuntos cubanos, los desarrollaron el Conjunto Casino, la Sonora Matancera y Arsenio Rodríguez. Casi todos los conjuntos posteriores siguieron una de esas tres líneas. En particular, el Conjunto Modelo, fundado en La Habana en 1952, adoptó la pauta de Arsenio. El Modelo tuvo vida efímera, pero sus escasas grabaciones nos muestran un excelente conjunto. Organizada por el tumbador Félix Alfonso Chocolate y por El Niño Rivera, la agrupación pasó a ser dirigida luego por el contrabajista Lázaro Prieto. Este episodio reproduce los recuerdos del director del Modelo, recogidos en las notas a un disco del sello Cariño Records. Nuestro Calendario Musical de Cuba evoca merecidamente al Niño Rivera y nos recuerda también al maestro Julio Cueva y al inmenso Sindo Garay.Support the show¡SUSCRÍBETE!: https://www.buzzsprout.com/1702252/subscribe
Finalizaban los años 80 y, sumado al naufragio sistémico, los nuevos aires latentes en una generación ansiosa de cambios estremecieron los cimientos de la llamada "nueva trova". Víctima del desgaste propio de las etiquetas ya no parecía tan nueva. En vano intento de prolongar el efecto molde la oficialidad intentó encapsular el importante cambio generacional en otra etiqueta: la "novisima trova". En las canciones de Santiago Feliú resonaba, inequívocamente, aquel espíritu incisivo y renovador que incidió en las artes en el mismo centro de lo que fue punzante antesala de los durísimos y definitorios años 90. Definieron esa franja en transición en la obra del Santi los álbumes "Para mañana" (1988); "Náuseas de fin de siglo" (1991) y "Futuro inmediato" (1999). Con un histórico concierto en las tablas del teatro Amadeo Roldán (antigüo "Auditorium") la Orquesta de Música Moderna salió a la palestra musical el 12 de mayo de 1967. En su formación algunos músicos que, en paralelo, desarrollaban el embrión de lo que en 1973 pasó a ser "Irakere" una de las bandas más progresivas del jazz y la música popular bailable de su tiempo. En La Habana del año 1944 el ingeniero de sonido Ramón Sabat sentaba con sus producciones el primer esfuerzo de discografia independiente en la isla. Su etiqueta Panart con una producción sostenida de discos de 78 revoluciones x minuto, muy pronto de convirtió en referente dentro y fuera de Cuba. Orlando Guerra, "Cascarita", descollaba en su catálogo inicial con la orquesta del trompetista Julio Cueva. La rapidez con que prensaba sus discos le permitió a Sabat desbancar a competidores extranjeros de importancia. Entre ellos el poderoso emporio RCA Víctor. El trío La Rosa, la "Sonora Matancera" y el Conjunto Casino nos recuerdan aquellas veteranas ediciones Panart de la segunda mitad de los años 40. Algunos de los tesoros de la música popular cubana, todas las semanas, los compartimos contigo. A los minutos finales le pone arte, sabor y sentimiento soneros el gran Carlos Embale. En tres tiempos le acompañan el conjunto del guitarrista y compositor santiaguero Ñico Saquito, el Conjunto CubaSon y el Septeto "Nacional" del eterno poeta del son: Ignacio Piñeiro.
Tus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto.Tal y como hiciera en otra edición precedente, con la Sonora Matancera, el periodista Francisco Vergara publica en la revista cubana Bohemia, en 1952, un artículo titulado "Historia de un conjunto musical", dedicado a la trayectoria y las perspectivas del Conjunto Casino, uno de los más populares de la época. Basado en un diálogo con su director y uno de sus cantantes, Roberto Espí, el redactor de Bohemia traza el derrotero del grupo, desde su fundación, como Septeto Casino, en 1937; la entrada de Espí y su propuesta para cambiar el nombre de la agrupación; el viaje a México, y la constelación a la cual respaldaron, además de desarrollar su repertorio de boleros, sones, afros y guarachas, sin olvidar la conga carnavalesca. El artículo cierra con anuncios de Espí: sin abandonar sus características, incluirían a un cantante de música española y fundarían una productora propia de sus discos. En el acostumbrado Calendario Musical de Cuba, recuerdos del compositor José Dolores Quiñones, del show de cabaret "Ven pa'cá" y del disco Panart con la obra "La engañadora", por la Orquesta América de Ninón Mondéjar.Support the show¡SUSCRÍBETE!: https://www.buzzsprout.com/1702252/subscribe
Andrés Echevarría, bien conocido en el ambiente musical como el Niño Rivera, fue un notable tresero, compositor y arreglista pinareño que llegó a dirigir su propio conjunto finalizando la década del 50 del siglo XX. A comienzos de los años 40 se trasladó a la capital donde su renovador concepto melódico y armónico, desarrollado de manera completamente empírica, le abrió las puertas del éxito como arreglista. Ya a finales de 1948, en ese apartado, el Niño comenzó a trabajar con diversas agrupaciones, entre ellas el Conjunto Casino. Desde esa época su concepto innovador a la hora de orquestar los diversos géneros de la música popular cubana utilizando elementos y recursos del jazz norteamericano, particularmente de las corrientes del swing y el be bop, le permitió concebir arreglos completos donde incluía partes de bajo, piano y sección de metales (1ra, 2da, 3ra y 4ta trompetas) llegando a escribir algunas veces los solos de la 1ra trompeta. Esta notable capacidad de trabajo lo convirtió prácticamente en el arreglista oficial del conjunto. El progresivo estilo que siempre caracterizó al "Casino" fue el puente perfecto para que muy pronto llegaran al repertorio de la agrupación las primeras obras de César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Juan Pablo Miranda, Tania Castellanos, Jorge Mazón y del propio Niño Rivera, entre otros compositores del feeling cubano. Buen recuerdo para el gran Niño Rivera. Falleció en La Habana el 27 de enero de 1996. Había nacido en Pinar del Río el 18 de abril de 1919. En las redes sociales la comunidad cubana, dentro y fuera de la Isla, demostró su admiración y respeto por el actor y humorista argentino Antonio Gasalla, fallecido a los 84 años el 18 de marzo de 2025. Y es que con su simpático personaje de Mamá Cora, espléndidamente interpretado en la pieza fílmica "Esperando la carroza", a la par de la actriz China Zorrilla con sus graciosas lineas sobre los ravioles, Gasalla con sus flancitos se ganó la simpatía de los cubanos allá por 1985 durante el Festival de Cine Latinoamericano. En la memoria de Cubakústica: Antonio Gasalla. La banda sonora de las victrolas cubanas de los años 50 y primeros 60 mucho le deben al pianista, arreglista, compositor y director de orquesta Joaquín Mendivel. Músico todo terreno falleció el 22 de septiembre de 1997 en Miami luego de haberse mantenido en activo hasta mediados de los años 90, poco antes salir de Cuba, la tierra que lo vio nacer el 11 de marzo de 1919 en Ciego de Ávila. Su altísima preparación técnico musical, así como su incansable trasegar por el ambiente artístico lo llevaron también a destacar como copista, transcriptor y editor de música. Con algunas grabaciones recordaremos su importante labor en la industria discográfica donde sobresalió como arreglista, al frente de numerosas orquestas, sobre todo a partir de la segunda mitad de los años 50. Blanca Rosa Gil, Lino Borges, Wilfredo Mendi y Ñico Membiela llegan con el apoyo comercial de las etiquetas independientes Modiner y Puchito con arreglos y conducción orquestal del maestro Joaquín Mendivel, uno de los artífices del sonido victrolero de esos años. En 1932 Fernando Collazo integró el elenco artístico del corto "Maracas y bongó" dirigido por el realizador Max Tosquella. Así recordaremos a este malogrado cantante quien, en plena gloria, sorprendió a su fanaticada con un misterioso suicidio en 1939. Como en sus tiempos de gloria lo acompañará la orquesta del pianista y compositor Armando Valdespí. Y de los lejanos años 30 del siglo pasado regresamos a sonoridades más contemporáneas. Desde su paso por la banda "Lucha Almada" junto a Vanito, y luego como parte de "Habana Abierta", radicado en Madrid, Alejandro Gutiérrez no ha dejado de superarse en su doble condición de cantante y compositor. Hoy con algo de su trabajo con el Combo Batanga nos despedimos.
Subscriber-only episodeTus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto.El tocadiscos del tiempo nos sitúa en La Habana de junio de 1958. Conoceremos de las producciones Panart, Gema y RCA Victor y de la acción retardada de la Victor. A la venta entonces, grabaciones de Fernando Álvarez con la Aragón, Xiomara Alfaro, el Cuarteto Ruffino, Fernando Albuerne y Senén Suárez, así como otras de Lucho Gatica, la Orquesta de Walfrido Guevara, Bebo Valdés, Pío Leiva y el Conjunto Casino, entre otros. Los Panchos figuran en el primer disco Columbia prensado en Cuba, retorna Carlos Gardel y se habla de sonido estereofónico en un programa radial. El reporte final tratará acerca de los cuatro años de la popular discoteca La Moda.¡SUSCRÍBETE!: https://www.buzzsprout.com/1702252/subscribe
Su obra fue una ventana al futuro, un guiño a la modernidad en un tiempo marcado por la rigidez y la grisura política y cultural, cuando los roces primarios de lo musical con lo electrónico fueron, más o menos admitidos, etiquetados como "música electroacústica". Lamentablemente, como otros tantos músicos cubanos, Edesio Alejandro ha muerto lejos de Cuba. El 5 de marzo de 2025, tras una larga y valiente batalla contra la enfermedad, partió a la luz este destacado músico. El 10 de marzo, en la Parroquia Santa María de la Esperanza, en Alcobendas, zona norte madrileña, acompañado por su querida famila, músicos y amigos, sus restos, arropados por la música cubana que tanto respetó, fueron honrados. Intérprete, instrumentista, compositor, arreglista, productor musical y realizador de audiovisuales, destacó en cada una de estas facetas dejándonos un legado donde sobresalen las numerosas músicas que compuso para la televisión y el cine. En esta última categoría tienen un peso considerable las bandas sonoras de las películas de Fernando Pérez. Sin embargo fueron las series de televisión: "Hoy es siempre todavía" y "La séptima familia" las que ubicaron a Edesio en el mapa sonoro más mediático entre 1987 y 1988. "Hoy es siempre todavía" y "Fundar una esperanza" en voz de Augusto Henríquez con el grupo "Moncada", fueron temas centrales en ambas series que rápidamente consiguieron prender en el público. Finalizando los 80, tiempos de cambios necesarios tristemente abortados por los grupos de poder, "Andar como un insulto", tal como rezaba el poema de Bladimir Zamora, musicalizado junto a Mario Daly, se hacía tan necesario como respirar. Con su grupo "Banda de Máquina", aportó lo suyo al ambiente musical de esa franja histórica de la nación cubana. Etapa creativa en la carrera de Edesio involucrado por esas fechas en el apartado musical de la ópera rock "Violente", guión de los también desaparecidos escritores Chely Lima y Alberto Serret. Puntos de inflexión que marcaron teatral y dramatúrgicamente las presentaciones de "Banda de Máquina", influenciado por la estética de MTV y shows televisivos al estilo de "Friday Night Videos" de NBC aportando modernidad a la escena musical más alternativa de los últimos años 80. Su trabajo junto a grandes como Carlos Embale y Adriano Rodríguez es buena muestra de ello. "Los cien sones de Cuba" y "Mambo Man" fueron el resultado de un respetuoso y agudo acercamiento al patrimonio musical cubano. "Adiós Cuba" pieza filmica escrita y dirigida por el veterano director de cine Rolando Díaz, ha resultado ser la incursión póstuma de Edesio Alejandro en el séptimo arte, créditos compartidos con Jorge Maletá, otro músico de amplia trayectoria y su hijo Cristian Alejandro. En la memoria: Edesio Alejandro, un todo terreno de la cultura cubana. Había nacido en La Habana el 28 de marzo de 1958. Probablemente sin el swing del cantante camagüeyano Orlando Guerra más conocido en el ambiente musical de su tiempo como "Cascarita", las experimentaciones del pianista matancero Dámaso Pérez Prado definiendo la novedosa criatura rítmica que fue el mambo, la historia hubiera sido diferente. Vale la pena recordar aquellas emisiones en directo devolviéndonos el influyente paso de "Cascarita" por los escenarios. Y a propósito de "Cascarita" y de aquellos mambos con que conquistaba a los radioescuchas de los lejanos años 40 y 50, regresamos al catálogo RCA Víctor junto a Pérez Prado. Buen recuerdo para los presentadores Manolo Iglesias, Germán Pinelli y Eusebio Valls anunciando al Conjunto Casino, a Cascarita y al Acuarelista de la poesía afro antillana Don Luis Carbonell. Con el catálogo de la etiqueta independiente "Puchito" de Jesús Goris: el conjunto "Estrellas de Chocolate" con sus cantantes Arístides Balmaseda, Filiberto Hernández y el Chino Lahera.
El pasado 19 de febrero se cumplieron 62 años de la muerte de Beny Moré. El "Sonero Mayor", el "Bárbaro del ritmo", continúa siendo uno de los exponentes más representativos de la era dorada de la música popular cubana. En estos tiempos donde cualquier expresión de nuestra música (por veterana que sea) sigue siendo deliberadamente "encapsulada" bajo la etiqueta comercial de "la salsa", vale la pena regresar, una vez más, al legado del Beny, tan auténtico como imborrable aún desde sus primeras grabaciones con el conjunto Matamoros allá por 1945. En plena década del 50 hacía ya unos cuantos años que el matancero Pérez Prado había triunfado en México con el mambo cuando Beny Moré, de regreso a la isla, ya al frente de su propia banda, le cantaba a la actriz italiana Silvana Mangano. El Beny, como el público cubano en general, con esa tendencia a dejarse seducir por la belleza femenina, reverenciaba la sensualidad de la Mangano como antes lo hiciera con las celebradas rumberas del llamado "cine de oro mexicano", entre ellas la recientemente desaparecida Yolanda Montes. Con su figura exhuberante, sus subyugantes coreografias y el exótico nombre artístico de "Tongolele" reinó por largos años en las pantallas cinematográficas, encendiendo los corazones de más de una generación de cubanos. "Mangolele", un son montuno de Beny Moré grabado con la banda de Pérez Prado en México, nos conduce a una inolvidable intervención de Celia Cruz en el show "Cascabeles Candado". El 11 de junio de 1951 en la CMQ RadioCentro la acompañó por supuesto la Sonora Matancera. Así le rendimos un tributo muy especial a "Tongolele", la legendaria bailarina fallecida el 16 de febrero de 2025. Unos minutos para recordar a Felo Martinez en el aniversario 95 de su natalicio. El 19 de febrero de 1930 nació en La Habana y ya con apenas 20 años parecía estar predestinado a formar parte de emblemáticas agrupaciones como el conjunto del pianista Luis Santí, el Conjunto Casino, y las jazz bands Hermanos Castro y Casino de la Playa. Los catálogos de las etiquetas Panart y RCA Víctor nos permitirán recordar a este cantante de los buenos quien destacó lo mismo interpretando guarachas, montunos y boleros. Puesto que una nación sin memoria no tiene futuro posible, insistimos en el importante ejercicio de recorrer, una y otra vez, el riquísimo catálogo sonoro de Cuba. Así vuelven a cantar algunas de aquellas notables voces femeninas de las primeras décadas del siglo XX. Hoy felizmente preservadas gracias al empeño de coleccionistas como Pablo Carrillo, José Yrabien, Nelo Sánchez, Manuel Villar, Felix Riera Salas, Luis Rovira, entre otros tantos maestros que harían esta lista interminable. Durante años, gracias a su importante labor de rescate, preservación y difusión, algunas de estas memorias sobrevivieron entre aquellos grandes archivos de la nación que hoy siguen siendo abandonados a su suerte, destruidos por la indolencia institucional. Paulina Álvarez con su orquesta; Rosita Sánchez, Justa y Ana Maria García con la guitarra de Nené Ayué y Graciela con el septeto "Anacaona", despiden el programa.
Muy cerca del famoso bar "Sloopy Joe", en la habanera calle Zulueta marcada con el número 256, esquina Ánimas, el 25 de noviembre de 1942 el Cabaret "Zombie Club" abrió sus puertas. Hoy los catálogos de las etiquetas RCA Víctor y Panart nos permitirán revivir algo de la banda sonora de uno de aquellos sitios donde confluyó buena parte de la bohemia citadina y el movimiento artístico musical de esos años. El "Zombie Club" cautivó a los noctámbulos con un espacio al aire libre de gran capacidad. Cuando el Conjunto "Casino" con sus cantantes: Juan Fuentes, Roberto Espí y Grau, terminaba su primera presentación, en el reverso del escenario giratorio iba apareciendo la orquesta del cabaret, conducida por el maestro Adolfo Guzmán. Esta orquesta solía acompañar a Martha Domínguez, conocida entonces como "la Orquídea del Trópico" y a Rodolfo Cueto. Sean bienvenidos estos sonidos que nos traen hoy el recuerdo de aquellos olvidados cancioneros cubanos. Eran los tiempos de auge de la radio independiente cubana y, a partir de las doce de la noche, la célebre RHC Cadena Azul del guajiro Amado Trinidad Velazco, ponía en antena en vivo y en directo, el show del "Zombie Club". Aquellas transmisiones, desde una cabina improvisada, las presentaba el locutor Gabriel Tremble, quien no pocas veces, entusiasmado narraba las noches del popular Cabaret asegurando que "más de 10 000 personas bailan en el "Zombie " con el Conjunto Casino". A finales de noviembre de 1943 los integrantes del Conjunto "Casino" cerraban un ciclo de trabajo exitoso, próximos a cumplir nueva temporada en México contratados por la firma de cosméticos "Max Factor Hollywood" y la gerencia de otro sitio de renombre en la capital cubana: el "Sans Soucí". El Cabaret "Sans Soucí" mexicano abriría sus puertas pocos días después en el Distrito Federal siendo el conjunto cubano una de sus atracciones. Para cubrir la vacante que dejaban sus integrantes en el "Zombie Club" el formidable sonero Alberto Ruiz fundó el Conjunto "Kubavana". Junto a Ruiz y Mario Recio: un bisoño Roberto Faz. Con el nombre artístico de "El tenor de las Antillas" alguna vez fue bien conocido, dentro y fuera de Cuba, René Cabel. Su aparición en el mundo del disco la propició la etiqueta norteamericana Víctor a finales de los años 30 del siglo XX. "Confidencia de amor", bolero del compositor avileño Genaro Lombida, nos acerca una de las primeras grabaciones de René Cabel. Le acompañó la jazz band "Casino de la Playa". Un amplísimo repertorio acompañó a René Cabel durante décadas. En sus numerosas giras teatrales no sólo acogió piezas de compositores cubanos. Uno de sus grandes éxitos fue la canción del mexicano Ricardo Palmerín titulada "Peregrina". Unos minutos más junto a René Cabel y el trío Taicuba. Volvemos a sintonizar las legendarias ondas de la radio independiente cubana. Desde 1955 cuando sus músicos decidieron radicar definitivamente en la capital de la república, la cienfueguera Orquesta "Aragón" tuvo en el estudio-teatro de Radio Progreso uno de sus más importantes escenarios. Junto a la charanga eterna de Cuba el inmenso Barbarito Díez. En los minutos finales nos acercaremos a una formación musical que comenzó a incidir en la banda sonora cubana de los últimos años 50s, los "Combos". El combo del pianista Pepé Delgado llega desde una edición RCA Víctor del año 1957. Así cambiaba su estilo el otrora vocalista y director del Conjunto "Jóvenes del Cayo": Alfonsín Quintana. Unos minutos junto a Doris de la Torre y el Combo de Eddy Gaytán. En los 60s los Combos a cargo de los pianistas Samuel Téllez, Felo Bergaza, Frank Emilio y Chucho Valdés se hicieron sentir en los espacios más cercanos al jazz y la descarga. Este breve repaso a los combos cubanos lo despide Juanito Márquez con su original homenaje al maestro Rafael Somavilla: "Llavimaso"
Tus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto.Con su interpretación del bolero "Ven aquí a la realidad", que el público conoció a través de su primer verso, "Bájate de esa nube...", Fernando Álvarez ascendió a los primeros niveles de popularidad. Nacido en Santiago de Cuba, pasó por varias agrupaciones desde apenas diecisiete años. En 1952 conoció a Benny Moré, quien había llegado a Santiago para cantar en la radio con la Orquesta Mercerón, donde le cantaban Fernando y el debutante Pacho Alonso. Fue entonces cuando Benny le prometió a Fernando Álvarez que lo llevaría consigo a La Habana cuando fundara su propia orquesta. Cumplió su palabra y no sólo lo incluyó en su naciente Banda Gigante: hizo más. En 1956, Fernando integra a Roberto Faz en el Conjunto Casino y un año después comenzaría, como solista, su triunfal carrera. En el Calendario Musical de Cuba, Tito Gómez, Alfonsín Quintana y Celio González.No te pierdas los episodios de la nueva serie Premium. ¡SUSCRIBIR!https://www.cantandoencubano.com/1702252/supporters/newSupport the show
Con el veterano pianista y compositor Mario Fernández Porta y su guaracha "El Cubaniche" nos acercamos al catálogo discográfico independiente cubano de 1960. Buena ocasión para repasar las producciones de la etiqueta Velvet. El naciente sello, constituido legalmente a finales de 1959 por José Pagés, salió en poco tiempo al mercado proponiendo un sólido catálogo donde, junto a figuras y agrupaciones ya establecidas, llamaban la atención nuevas promesas. La banda del guitarrista holguinero Juanito Márquez con una espectacular versión del clásico de los hermanos Gershwin: "The man I love" nos permite seguir recordando las ediciones Velvet. Como vocalista de la banda de Juanito: Germán Piferrer. Caso similar al de Jesús Goris (fundador de la etiqueta Puchito) la experiencia como vendedor en una tienda de discos le permitió a José Pagés desarrollar una singular visión comercial que luego enfocaría en sus producciones. Luisito Bravo, una de las revelaciones del rock cubano de ese tiempo, con el respaldo del combo de Eddy Gaytán, encontró un espacio importante en el catálogo Velvet. De la balada rock al más puro bolero de victrola. Corrientes que entonces tuvieron igual aceptación. "La copa rota" a la manera de Orlando Morales con el Conjunto Casino llega desde otra producción Velvet. Desafortunadamente la política cultural enfatizada por el nuevo régimen político instaurado en Cuba en 1959 en su afán de controlar, a través de las llamadas "nacionalizaciones", todos los medios de difusión fue desarticulando el entramado de grabación y edición independientes poniendo así punto final a casi 20 años de discografia nacional durante los cuales Cuba logró posicionarse a nivel mundial como uno de sus principales referentes. Antes de abandonar la Isla definitivamente y anticipándose a los acontecimientos, los hermanos Pagés comenzaron a producir en Venezuela algunos álbumes. El venezolano Héctor Cabrera con "Los Naipes", Amado Lovera al arpa y el Conjunto de Mario Suárez, alcanzó mucha popularidad entre nosotros con esta versión de "El pájaro Chogüí". Con dos álbumes producidos por la etiqueta estatal EGREM entre 1987 y 1888, Pello el Afrokán reafirmaba su sitial en el parnaso de la música popular cubana. Así recordamos hoy el 92 aniversario de Pedro Izquierdo Padrón, notable percusionista, compositor y rumbero nacido en La Habana el 7 de enero de 1933. Con el nombre artístico de Pello el Afrokán, hasta el final de sus días, defendió el valioso legado musical de sus mayores. Creador del mozambique, uno de los ritmos que sin lugar a dudas marcó la banda sonora de los cubanos en el mismo centro de los convulsos años 60, poco más de 20 años después rendía culto a los barrios donde reinaron las comparsas animadas por la electrizante alegría de los desaparecidos carnavales habaneros. Álbum "Congas por los barrios", gracias a la entrega de este importante músico cubano escuchamos nuevamente algunos de aquellos toques y cantos. En la memoria Pello el Afrokán. Buen recuerdo para el cantante villareño Pepe Olmo. Junto a Felo Bacallao, dotó a la legendaria Orquesta Aragón de un sello distintivo durante más de tres décadas. En tiempo de bolero, con el respaldo de la orquesta de sus grandes triunfos le escucharemos: "Ya no alumbra tu estrella" de Miguelito Valdés, "La gloria eres tú ", de José Antonio Méndez, "Muy junto al corazón" de Don Rafael Ortiz "Mañungo" y del binomio Marcelino Guerra/Bienvenido Julián Gutiérrez, a dúo con Fernando Álvarez: "A mi manera". Con el arte y el feelin' del trompetista Julito Padrón nos despedirnos. Álbum "Cuba, mi mejor canción".
Recibimos el 2025 junto a Carlos Embale, Willy Lobo, Mongo Santamaría y Alfredo León, entre otros rumberos. El Septeto Típico Cubano Habanero, Miguelito Valdés, Machito y sus Afrocubans, María Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo con el conjunto de Nené Ayué. Cascarita con la orquesta de Carlos Ansa, Bola de Nieve con la "Havana Cuban Boys", Merceditas Valdés con el grupo "Isupo Iragua" de Jesús Pérez, Faustino Oramas "El Guayabero", Abelardo Barroso con la orquesta "Sensación" de Rolando Valdés, Néstor del Prado con el proyecto "Clásicos al Jazz", William Roblejo's Trío; Faz, Espí y Rolito con el Conjunto Casino, Arístides Balmaseda, Filiberto y Lahera con "Estrellas de Chocolate", Celia Cruz, Rogelio y Caíto con el Conjunto "Sonora Matancera", y Beny Moré con su banda gigante.
Un breve repaso al catálogo discográfico de la etiqueta independiente Puchito del año 1959 nos recuerda el álbum "Cosas de mi Cuba" y la excelencia del cantante Nelo Sosa con la reconocible sonoridad del veterano Conjunto "Gloría Matancera". La agrupación sonera fundada por los hermanos Díaz, con más de 30 años de presencia en los salones bailables, apostaba entonces por un selecto repertorio donde Nelo, con su habitual maestría, logró pasearse por géneros tan diversos y cubanos como la guajira, la guaracha, el bolero, el guaguancó y el son montuno. Nelo Sosa, una de las voces legendarias de la música popular cubana, luego de grabar sus primeros discos con el Conjunto Casino fundaba en 1946, junto a Senén Suárez, el Conjunto "Colonial". Unos minutos más con Nelo y algunos de sus éxitos con el "Colonial". La era de oro de las victrolas en Cuba y el rastro de una de las vertientes del bolero, nos permiten regresar a los catálogos discográficos Panart, RCA Víctor y Velvet. No pocos intérpretes cubanos y extranjeros introdujeron el bolero moruno en sus repertorios. En las victrolas de la isla la oportuna fórmula de la traición, el desengaño amoroso, el despecho y el alcohol por supuesto que les dió un toque muy especial. Domingo Lugo con el Conjunto "Club", Barbarito Diez con la orquesta de sus grandes triunfos: Antonio María Romeu y Julio Valdés con el conjunto del pianista, arreglista y compositor Severino Ramos, protagonizan los primeros minutos de este segmento con algunos boleros morunos de autoría cubana. Como complemento de aquella peculiar banda sonora donde tuvo especial presencia el bolero moruno, también destacaron muchas piezas de compositores españoles "cubanizadas" en todos los marcos musicales posibles desde los jazz bands, pasando por los conjuntos, las orquestas típicas y las agrupaciones de clave y guaguancó. "El día que nací yo", clásico español de Mostazo, Quiroga y Guillén a la manera de Merceditas Valdés con Papin y sus rumberos le da paso a "Te lo juro yo", original del trío autoral Mostazo, León y Quiroga, en versión registrada en discos RCA Víctor por Roberto Espí con el Conjunto Casino de 1946. Le sigue Orestes Macías con otro clásico español. "La bien pagá", de Mostazo y Perelló. Producción de la etiqueta independiente Velvet del año 1960. "Un amigo mío", de la trilogía autoral Naranjo, Murillo y Rivas, concebida originalmente como "zambra habanera", fue un éxito victrolero en el estilo de Orlando Vallejo con el Conjunto de Roberto Faz en discos Panart. Algo de la obra del contrabajista Israel "Cachao" López, traducida en una extensa trayectoria artística en los escenarios de todo el mundo, difundiendo la música cubana y en especial el llamado "danzón de nuevo ritmo", la criatura bailable que creara, junto a su hermano Orestes López, siendo parte ambos de la orquesta del flautista Antonio Arcaño a finales de los años 30 del siglo XX. Cachao López, en dos tiempos: a comienzos de los años 60, con el apoyo del sello del pianista Ernesto Duarte, daba a conocer sus "Super danzones" y, más de 30 años después, radicado en los Estados Unidos mediando los 90s, demostraba estar en plena forma con las hoy clásicas "Master sessions". Edición Sony Music del año 1994 producida por el actor cubano Andy García. Los tesoros de la música popular cubana, los reservamos aquí para ti. Volvemos a las producciones de Jesús Goris con su etiqueta "Puchito" propiciando el debut discográfico de dos importantes referentes de la rumba y el guaguancó: La trilogía inolvidable de Saldiguera, Juan y Virulilla con el "Grupo Guaguancó Matancero" y "Papin y sus rumberos" con Fuico en el apartado vocal. En la despedida uno de los más grandes rumberos cubanos de todos los tiempos: Carlos Embale con el coro de Clave y Guaguancó "Los roncos chiquitos" bajo la conducción del gran Rafael Ortiz "Mañungo".
Últimas grabaciones del conjunto del ciego maravilloso efectuadas en Cuba y producidas por la casa independiente "Puchito" hacia la segunda mitad de los años 50. El genio musical del trompetista Alfredo Chocolate Armenteros en sus tiempos. Primero con la agrupación donde su reinado en el son comenzó a extenderse en la frontera de los años 40 a los 50. "Me boté de guaño", un son montuno del propio Chocolate, pertenece al numeroso volúmen discográfico registrado por Arsenio Rodríguez para la casa Víctor por esos años. Alfredo Chocolate Armenteros, una de las imprescindibles manos del son cubano. En Nueva York, la ciudad de sus grandes triunfos, desarrolló una intensa carrera musical manteniéndose en activo hasta su muerte en enero del 2016. Los tesoros de la música popular cubana. Todas las semanas los compartimos aquí contigo. El rastro musical de ciertos olvidados compositores cubanos nos devuelve la obra del percusionista Ángel Duarte. "Cascarita" con la banda del maestro Bebo Valdés antecede al Conjunto Casino. "Desarrecuéstate" un montuno chá de su autoría llegó a Nueva York en octubre de 1953 en el repertorio del Conjunto Casino para luego ser retomado por el boricua Tito Rodríguez. Cubakústica, la música siempre como protagonista. El violinista, arreglista y compositor urugüayo Federico Britos radicó en La Habana durante buena parte de los años 60s, mostrando a sus colegas de la Isla el fabuloso mundo armónico y melódico del bossa y el samba brasileros. Hacia 1962 completó junto a su compatriota el guitarrista y cantante Federico García Vigil y el contrabajista cubano Mario Lagarde, una notable formación: "Los Federicos". En 1966 junto a Cachaíto López en el contrabajo, Abelardo Buch en guitarra, Durán en la flauta y Guillermo Barreto en drums, Federico Britos volvía a la carga con un proyecto bautizado como "Los nuevos amigos". "Los amigos de hoy", es un bossa que firma Orlando"Cachaíto" López. Los "Afrocubans" de Machito abrieron los años 40 newyorquinos con un sonido muy progresivo. El jazz afrocubano, creación de Mario Bauzá, líder musical de la agrupación abrió nuevos caminos para la definitiva combinación del jazz norteamericano y la música popular cubana. Seguimos con la banda de Machito y sus Afrocubans. Para la despedida escogemos los tres primeros cortes de la suite "Noche Cubana", espléndida pieza sinfónica interpretada y orquestada por el guitarrista Joaquín Clerch en 2006, basada en las composiciones del maestro César Portillo de la Luz. "Amor es eso", "Interludio" y "Noche Cubana". Le acompañó la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba dirigida por el maestro Enrique Pérez Mesa.
La prehistoria discográfica del Conjunto Casino nos permite recordar al cantante y maraquero Juan Fuentes quien protagonizara las primeras grabaciones de este emblemático conjunto en 1942 para la etiqueta norteamericana Víctor. "A mí qué", original del percusionista y rumbero Jesús Guerra, antecedía a otra guaracha: "La mulata arrebatá". Creación de otro compositor cubano de esos años: Don Raymat. Buen recuerdo para Juan Fuentes, conocido en el ambiente musical, de mediados de los años 30 y primeros 40, con el sobrenombre de "Bolita". Junto a él las voces del tresero Esteban Grau y Roberto Espí con algo del repertorio que entonces presentaba el "Casino" en el escenario del Cabaret habanero "Zombie Club". "Con la lengua afuera" de Agustín Ribot y "Rumba quimbumba" del contrabajista Cristóbal Dobal nos permiten seguir recordando a este buen cantante cubano. Así recordamos hoy al que fuera el primer cantante guarachero del Conjunto Casino. Juan Fuentes "Bolita", falleció el 5 de enero de 1997 en Miami. Había nacido en La Habana el 11 de diciembre de 1909. Y una versión más reciente de la rumba de Cristóbal Dobal: "Apretando" es la excusa perfecta para acercarnos a la destacada labor del percusionista venezolano Carlos Emilio Landaeta. Con el singular sobrenombre de "pan con queso" desarrolló una notable trayectoria artística desde mediados de los años 40 del siglo XX. Desde entonces su paso por diferentes agrupaciones como la orquesta de Luis Alfonso Larraín, la Sonora "Caracas" y "Billo Caracas Boys" asentó un largo camino que lo llevó a la creación de su septeto "Sonero Clásico del Caribe" en el año 1976. Respetuoso admirador de la música popular cubana, y del Caribe en general, fue hasta el final de sus días un ferviente guardian y difusor del repertorio sonero nuestro. Hoy recordamos al gran "Pan con queso" y a su "Sonero Clásico del Caribe" desde una producción del año 1980, con varios clásicos cubanos en las voces de Jesús Gómez, Johnny Pérez y Rogelia "Canelita" Medina. "Déjame gozar mulata" de Miguel Matamoros; "La Cazuelita" de Gelasio Delis y el son montuno "Corazón de chivo" de Arsenio Rodríguez completan este breve tributo al entrañable músico venezolano. Carlos Emilio Landaeta falleció el 30 de septiembre de 1991. Había nacido en la ciudad de Caracas el 4 de noviembre de 1920. Con el apoyo discográfico de la etiqueta "Tropicana" fundada por Adolfo Seeman, productor de la emisora habanera CMOX, sobresaliente por sus programaciones dedicadas al jazz, vieron la luz estas grabaciones en 1960, repartidas en dos álbumes. Acompañaron a Frank Emilio en lo que fue el preámbulo de una larga hermandad musical: Gustavo Tamayo en güiro; Papito Hernández en contrabajo; Tata Güines en las tumbadoras, y Guillermo Barreto en pailas y drums. "Habana", en clave bolero swing, original de Fernando Mulens; "Algo bueno", firmado por Dizzy Gillespie y Chano Pozo y "No te importe saber" de René Touzet. El ya clásico "Gandinga, mondongo y sandunga", de Frank Emilio, y "Scheherezada cha cha chá", del binomio Piloto y Vera, ya con la posterior formación de "Los Amigos" con Cachaito López en contrabajo, completan nuestra banda sonora de hoy. Unos minutos para recordar la presencia del violinista, arreglista y compositor urugüayo Federico Britos en la escena cubana de los años 60. Amante del riquísimo mundo melódico y armónico del Brasil, Britos junto a sus colegas Federico Vigil y Mario Lagarde, completó una singular formación bautizada como "Los Federicos" pasando a ser, durante esa convulsa década, referente importante para sus contemporáneos. Un lujo compartir el arte de Federico Britos en tres tiempos: primero con aquellos "Federicos" de los años 60s, luego con "Los amigos" y finalmente desde una reciente colaboración con la Orquesta "Failde" para una formidable producción de la etiqueta estatal EGREM del año 2019.
Los estudios de la veterana CMQ RadioCentro, trasladadas sus instalaciones para el Vedado en 1948, nos permiten recordar al Trío Servando Díaz, popular formación que para 1950 completaban Otilio Portal y Mario Recio. De vuelta a la sintonía de la CMQ de Monte y Prado, un pionero del jazz cubano: Dandy Crawford. Con la orquesta del maestro Félix Guerrero, tal como era presentado por el humorista y presentador Rolando Ochoa hacia 1945, Dandy canta algo de su repertorio de esa época. Fragmentos del estelar "Club del swing". Paulina Álvarez. Su presencia en la escena musical la impulsó el reinado del danzonete durante los años 30 del siglo XX. Hasta el final de sus días fue bien reconocida como la "Emperatriz del danzonete". Hoy la acompañan la orquesta gigante a cargo del maestro Gilberto Valdés desde una producción de la etiqueta independiente "Puchito" del año 1960 y el conjunto de Senén Suárez. Grabación Panart de mediados del 50. La banda sonora de CMBF Televisión nos permitirá aquilatar la ductilidad de la legendaria cantante al asumir el género afrocubano con un clásico que firma Gilberto Valdés: "Ekó". Cerrando esta breve cápsula el catálogo estatal Areito nos trae a Paulina junto a la orquesta de jazz conducida por Rafael Somavilla. Los tesoros de la música popular cubana todas las semanas los compartimos contigo. Buen recuerdo para Pancho Terry, el Rey del Chekeré. Notable músico, a lo largo de su extenso trasiego artístico de más de 50 años, integró y colaboró con numerosos proyectos. Hoy lo recordamos como parte del Quinteto del pianista Ernán López Nussa. "From Havana to Río", producción del año 2001. Nos despedimos con el arte de Laito Sureda. En sus múltiples facetas de sonero, bolerista y rumbero, comenzó a destacar desde mediados de los años 40. Con un grupo de grabaciones producidas por las etiquetas Seeco, Panart y Areito recordamos a Laíto. Lo acompañarán Celia Cruz y elconjunto Sonora Matancera; el conjunto de Senén Suárez y el Conjunto Casino.
La labor musical del Conjunto Casino, la Sonora Matancera y Arsenio Rodríguez sirvieron de modelo experimental para casi todos los conjuntos cubanos que vinieron después. Entre los seguidores de la línea de Arsenio, aparece un conjunto de nombre, si se quiere, simpático: Estrellas de Chocolate. El presente episodio explica el porqué del nombre, el cual, quizás, respondiera también al hecho de que sus músicos eran mulatos y negros. Se describe también la historia del conjunto, cuya fundación por el percusionista cubano Félix Alfonso Vidal, se sitúa en distintas fechas, según los estudiosos. Al músico lo apodaban Chocolate y fue tumbador de Arsenio Rodríguez, Chapottín y sus Estrellas y el Conjunto Los Astros de René Álvarez, antes de crear su agrupación. El compositor Ramón Cabrera, el contrabajista y también autor Cristóbal Dobal y el cantante, bailarín y comediante Kiko Mendive conforman la nueva entrega del Calendario Musical de Cuba.Tus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto. Send us a Text Message.Support the show
Abrimos nuestro recorrido musical revisitando el catálogo de la etiqueta Gema, fundada en La Habana de 1957 por los hermanos Alvarez Guedes. Con un concepto de producción renovador, hizo su aparición en el panorama discográfico teniendo al frente del apartado técnico/musical al pianista, compositor, arreglista y líder de orquesta Ernesto Duarte. En el staff artístico Gema: Rolando Laserie. Nacido el 27 agosto de 1923 en la localidad villareña de Matas, gracias al respaldo del equipo de trabajo encabezado por Guillermo Alvarez Guedes, entró definitivamente con buen pie al mundo del disco imponiendo su peculiar estilo de "guapear" el bolero y la canción. Contra todo pronóstico y por esos caprichos de la música, la aceptación de su segundo debut con Gema con las bandas de Ernesto Duarte y Bebo Valdés, lo convirtieron de la noche a la mañana en uno de los ídolos victroleros de más pegada en el ambiente. Luego de haber desarrollado una extensa y sostenida carrera musical en infinidad de escenarios, Rolando Laserie falleció en los Estados Unidos el 22 noviembre de 1998. El 24 de octubre de 2024 se cumplieron diez años del fallecimiento de la guitarrista y compositora Ela O'Farrill. Nacida en Santa Clara, Las Villas, el 28 de febrero de 1930, contaba 84 años al morir en México, su segunda patria desde finales de los años 60. Contemporánea con otras figuras representativas del feeling cubano como Frank Domínguez, Marta Valdés y Nutmidia Vaillant, sus letras, melodías y armonías renovadoras, rompieron moldes formales y estéticos, estableciendo una nueva manera de interpretar la canción y el bolero. Por esos caprichos del destino y los intangibles hilos de la música, su hermosa canción de amor "Adiós felicidad" se convirtió en el triste leit motiv de quienes, ya en los primeros años 60, se vieron forzados a dejar atrás patria, afectos y familia. Pretexto inmejorable el recuerdo de sus canciones para que nos acompañen Haydée Milanés, Pancho Céspedes, Pacho Alonso y Freddy. Aproximadamente desde 1939 sus mecanismos, activados por unos pocos centavos, comenzaron a distinguir la banda sonora de los cubanos en infinidad de establecimientos públicos como bodegas, bares, restaurantes, clubes y cabarets. Primero rechazadas por los músicos las llamadas "victrolas", con el auge del disco en Cuba, pasaron a ser elemento indisoluble de la maquinaria de difusión. Panart, primer esfuerzo discográfico fundado en La Habana de 1944 por el ingeniero de sonido Ramón Sabat, estableció un flujo de producción regular posicionando dentro y fuera de la isla, y sobre todo ante los monopolios extranjeros, los cimientos de una industria netamente nacional. A mediados de los 40 la temática del despecho, el desengaño amoroso y el alcohol fue perfilando, sobre todo en los boleros, una nueva categoría que se impuso a través de las victrolas en los ambientes más populares. En los bares el pulso victrolero de los años 40 y 50 alcanzó su máximo esplendor. Siguiendo su rastro volvemos a las producciones Panart. Daniel Santos con el Conjunto "Sonora Matancera"; Fernando Álvarez con el Conjunto Casino; Alberto Ruiz (el formidable sonero y bolerista, fundador del conjunto "Kubavana") y Bienvenido Granda con el conjunto del pianista Yoyo Casteleiro, nos acercan aquellos tiempos donde reinaron los éxitos de victrola. La presencia ininterrumpida de Omara Portuondo en los escenarios de Cuba y el mundo durante más de siete décadas, la convirtieron en una de las figuras representativas de la música popular. A propósito del aniversario 94 de "la novia del feeling", aún muy reciente su retiro de los escenarios, nos despedimos con algunos cortes del álbum "Magia negra" editado por la etiqueta Velvet en 1960. Arreglos y conducción musicales a cargo del pianista y compositor Julio Gutiérrez, marcando el debut como solista de la entonces juvenil intérprete cuando aún completaba las filas del célebre cuarteto vocal de Aida Diestro.
Presencia de la canción y el bolero mexicanos en el repertorio de intérpretes y agrupaciones cubanas de los años 40 y 50. "Miénteme", el exitoso bolero de Chamaco Domínguez que le abrió las puertas del éxito a Olga Guillot en discos "Puchito", lo escuchamos a la manera de Tito Gómez con la jazz band "Riverside". En 1958, luego de su exitoso debut discográfico como bolerista con el Conjunto Casino, Fernando Álvarez iniciaba su carrera como solista. Como artista exclusivo de la etiqueta "Gema" entre los diversos acompañamientos que le procuraron los hermanos Alvarez Guedes sobresalió la orquesta del maestro Bebo Valdés. "Verdad amarga" es un bolero de la compositora y pianista Consuelo Velázquez. Una excelente combinación de bolero y ranchera nos permite seguir repasando el catálogo "Gema". Celeste Mendoza con la banda del trombonista Generoso Jiménez grabó una originalísima versión de "Pa qué me sirve la vida". Letra y música de Chucho Monje. Y del mundo del disco comercial de los 50 pasamos a rastrear el éter radiofónico de los 40. Con su estilo de crooner o cancionero, desde los estudios de la Radio Cadena Suaritos, un bisoño Fernando Albuerne conquistaba a los oyentes con su personal versión de la canción ranchera "Que lindo es Michoacán". Banda sonora de la película del mismo nombre protagonizada en 1943 por el primer charro cantor del cine de oro mexicano: Tito Guízar. Le acompañaba la orquesta Suaritos Bailable a cargo del maestro Obdulio Morales. Despide este breve repaso al repertorio azteca a lo cubano: Orestes Macías. "Desfile de éxitos" del año 1960. En su voz y estilo el clásico de Alvaro Carrillo: "Sabor a mi". El legado de los conjuntos soneros, así como la natural evolución de la música popular, propició la aparición del conjunto "Los Latinos" en la escena bailable cubana. Fundado el 26 de enero de 1972 por iniciativa del cantante Orlando Reyes junto a los trompetistas del Conjunto "Club": Herminio Salinas y Orlando Garrucho, el repertorio de "Los Latinos" resumía la sonoridad de formaciones madres como el conjunto "Casino", el Conjunto "Rumbavana", el Conjunto de Roberto Faz y el propio Conjunto "Club" creado en la ultra marina localidad de Regla en 1957 por el trompetista, arreglista y compositor Idelfonso Salinas. Bajo la dirección de Garrucho y con los arreglos del pianista Pepito López no fueron pocos los temas con que, hasta la primera mitad de los años 80, se ganaron el favor del público sus cantantes Marcelino Linares, Ricardito Rivera, Frank Pereira y Aldo Lamas. En su estilo el típico repertorio de los conjuntos cubanos de guarachas, boleros, sones montunos, y ritmos caribeños como la bomba y la plena boricuas, el merengue dominicano y la cumbia colombiana. La banda sonora setentera cubana nos brinda el pretexto perfecto para recordar el arte de Miguel Angel Rasalps, notable cantante y compositor conocido desde siempre en el ambiente artístico musical con el sobrenombre de "el Lele". Primero con "Los Van Van" y luego con "Los Reyes 73", dejó una huella memorable en el catálogo discográfico cubano. Como parte de esta última agrupación, donde desarrolló aún más sus cualidades como vocalista, lo recordamos. En los minutos finales volvemos al estilo de los conjuntos soneros. El Conjunto "Rumbavana" fundado por el percusionista Ricardo Ferro en septiembre de 1956 tuvo en su delantera vocal, desde los primeros años 60, a un gran sonero. Nos vamos con Raúl Planas, Fernando González, Guido Soto y Orestes Macías, poniéndole sabor al "Rumbavana". Etapa en que la conducción musical corría a cargo del pianista, arreglista y compositor Joseíto González.
A pesar de que a lo largo de su carrera completó las delanteras vocales de dos jazz bands de importancia como la "Hermanos Castro" y la "Casino de la Playa", podemos asegurar que Felo Martínez fue -esencialmente- un cantante de conjunto. Superada su etapa trovadoresca como parte del trío Hermanos Díaz, en 1950 participaba en la fundación del conjunto del pianista Luis Santí, fiel seguidor del estilo del Conjunto Casino, completando su trilogía vocal junto a Pitín y Colacho. La voz de Felo Martínez, aguda, algo nasal y con buena potencia, cualidades típicas del sonero, así como su sentido del ritmo y creatividad para las inspiraciones, demostró ser ideal para el formato que desde los años 40 conquistó los salones bailables. Los conjuntos que durante los años 50s continuaron su evolución lógica, para 1953 sumaban a las guarachas, montunos, guajiras, guaguancós, congas y boleros, el nuevo ritmo que entonces rescató de la inercia a las orquestas típicas o charangas. "El peletero", un cha cha chá de Hilario Ariza que nunca fue llevado a las sesiones de estudio del Conjunto Casino, llega desde el estudio teatro de La Onda de la Alegría (Radio Progreso) con fecha marzo de 1956. Junto a Felo Martínez las voces de Roberto Espí, René del Mar y Fernando Álvarez. En la memoria: Felo Martínez. Falleció en La Habana el 12 de julio de 1999. A 25 años de su desaparición física recordamos a este notable cantante, buen amigo y fiel guardian de la memoria de sus compañeros. Había nacido el 19 de febrero de 1930 en La Habana, la ciudad de sus grandes triunfos. Y de La Habana nos vamos al Nueva York de los años 40. En la gran ciudad alcanzaba su máximo esplendor el estilo de Panchito Riset. Su trasiego por innumerables agrupaciones soneras definió ese peculiar sabor interpretativo que lo hizo sobresalir entre sus contemporáneos. Desde sus antológicas grabaciones como parte del Cuarteto Caney sentó cátedra en el bolero soneado. Combinación perfecta que le acompañó a lo largo de una extensa trayectoria artística, parte de la cual rememoramos seguidamente. Nadie como Panchito para ponerle voz y sentimiento al más auténtico son cubano. Le acompañarán, entre otros, el ciego maravilloso Arsenio Rodríguez, el percusionista Chano Pozo y el cantante y compositor cienfueguero Marcelino Guerra. Sesiones históricas con el tres de Arsenio marcando el patrón del más recio son montuno. Músicos cubanos cuyo legado le sigue dando la vuelta al mundo. A propósito de Chano Pozo y su clásico "Manteca" hacemos un alto para recordar al saxofonista baracoense Chombo Silva. Como un notable instrumentista lo recordó siempre el maestro Leonardo Acosta. Músico influyente, tanto en lo jazzistico como en lo bailable, en aquel incesante movimiento artístico musical de los años 40 y 50, entre otras formaciones integró las bandas del genial Beny Moré y de su colega Emilio Peñalver. En la memoria de Cubakústica, y en dos tiempos: el feeling de Chombo Silva. Celeste Mendoza fue sin discusión la reina del guaguancó. A fuerza de talento desde el cuerpo de baile del célebre cabaret "Tropicana", saltó a los primeros planos de la popularidad con el apoyo de la etiqueta independiente Gema, fundada por los hermanos Alvarez Guedes a finales del año 1957. Temperamental y única en la expresión de géneros como el bolero, la rumba y el guaguancó, contra viento y marea se mantuvo en activo en los escenarios durante poco más de 40 años.
Tus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto. Send us a Text Message.En junio de 1983, gracias a un veterano músico de la Orquesta Riverside, me comuniqué con el cantante Orlando Reyes y concertamos la primera, de varias entrevistas, en su departamento de La Habana Vieja. Su testimonio me hizo comprender el inexplorado entorno musical que se abría ante mi interés por los músicos cubanos. Su trayectoria es tan singular como injustamente olvidada. Nació en Palma Soriano, Oriente, y, alentado por Roberto Faz y Orlando Vallejo, Reyes llega a La Habana tras un primer intento fallido. Canta con varios conjuntos hasta que Roberto Espí lo convoca a unirse a su nuevo Conjunto Casino a inicios de 1956. Pero poco después, ingresa al naciente Conjunto de Roberto Faz. En este punto, comienza una nueva historia para él y para la música cubana. Continuará en el próximo episodio. En nuestro Calendario Musical de Cuba, esta vez, el gran Cachao, Dominica Verges y el sonero Roberto Faz.Support the show
Su excelencia en la flauta y el histórico hábito de bautizar con sobrenombres a los artistas y músicos cubanos, convirtieron a Joaquín Oliveros en "El Jilguero de Centro Habana". El 27 de julio de 2024 falleció en La Habana este músico que desde muy jóven tuvo como referente fundamental a José Antonio Fajardo. Aunque no fueron menos importantes para Joaquín los estilos de Antonio Arcaño, Juan Pablo Miranda y Richard Egües, su admiración por el legado de Fajardo, así como su incidencia en la evolución de la música popular cubana, lo vinculó mayormente al formato charanguero. Luego de integrar la orquesta "La Fascinación", en 1962 pasó a la nómina de la "Sensación" de Rolando Valdés. Notable preámbulo de un extenso peregrinar artístico donde destacarán la orquesta "Melodías del 40", el Grupo de Peruchín, el Grupo de Senén Suárez, el proyecto "Estrellas de Areito", el "remake" discográfico de "Arcaño y sus Maravillas", la orquesta de Enrique Jorrín, "Pancho el Bravo" y la Charanga de Rubalcaba, entre otras tantas formaciones. Buen recuerdo para Joaquín Oliveros, un singular sinsonte de la música popular cubana cuyo legado, afortunadamente, ha quedado registrado en numerosas producciones discograficas. En diciembre de 1999 grabó en el histórico estudio-teatro número 2 de la CMQ RadioCentro, rebautizado entonces como "SonoCaribe" por la empresa estatal RTV Comercial, el álbum "De bala", título de uno los grandes éxitos de "Fajardo y sus estrellas" de la década del 50. Finalizando los años 40 del siglo XX, coincidentes con el poderoso y renovador movimiento del feeling: los talentos de Giraldo Piloto y Alberto Vera confluyeron en el ambiente artístico musical. Además del altísimo nivel de sus piezas, el esplendor de la industria discográfica independiente de los 50s favoreció su rápida aceptación en los repertorios de los intérpretes y agrupaciones musicales más sobresalientes de esa época. El quinteto de música moderna del año 1959, con Frank Emilio a la cabeza, nos devuelve el clásico: "Scheherezada cha cha chá". "Inútil es ya", una canción-fox a la manera de Olga Guillot con la orquesta de Humberto Suárez dará paso a la orquesta "Aragón" y al Conjunto Casino. "Guajira con tumbao" y "Mambo infierno" la visión renovadora y el buen gusto de las creaciones de Piloto y Vera a la hora de abordar géneros tan cubanos como la guajira, el montuno y el mambo. El cuarteto vocal "Los Zafiros" le cederá el paso al feeling de Moraima Secada y Elena Burke. Otros dos temas míticos de Piloto y Vera. "Perdóname conciencia" y "Duele". Víctima de un lamentable accidente de aviación el 5 de septiembre de 1967, falleció Giraldo Piloto. Sólo la muerte alcanzó a poner punto final a esta auténtica hermandad familiar y musical que tanto realce dió a la cultura cubana. Alberto Vera sobrevivió 29 años a su compañero de canciones. Falleció en La Habana el 18 de diciembre de 1996. Con "Y son así". Con el septeto "Sierra Maestra" despedimos este breve repaso a la obra de Piloto y Vera. Quedó en la historia de la música popular cubana con el nombre artístico de "Pello el Afrokán". Pedro Izquierdo, formidable percusionista, rumbero, bailarín y cantante, atado para siempre a los poderosos tambores de nuestra nación, despide el programa con algunos de aquellos toques y cantos con que solían alegrar los desaparecidos carnavales los habitantes de cada barrio habanero con sus típicas comparsas. "Los Dandys" de Belén, "El Alacrán" del Cerro, "Las jardineras" del barrio de Jesús María y "Los Marqueses" de Atarés, entre otros. Los ecos de tiempos más felices, colmando de música, bailes, fiesta, alegría y colorido a los hoy destruidos barrios de La Habana.
El sentimiento del malogrado trovador, guitarrista y compositor yucateco Guty Cárdenas, haciendo dueto con Chalín, uno de sus colegas de trova, nos sirve de pretexto para acercarnos a ciertas letras y melodías con las que se emocionaron nuestros mayores. "Que lejos estoy", una olvidada y nostálgica canción grabada por Guty, finalizando los años 20 del siglo pasado, le da paso a una hermosa pieza del insigne pianista Ignacio Cervantes. En su título y sus notas la profunda tristeza del destierro político, tal como lo sufrió el maestro obligado a marchar a los Estados Unidos por sus ideales independentistas: "Adiós a Cuba". Del destierro forzoso al incesante peregrinar del emigrante. Condiciones marcadas por los malos gobiernos condenando a los cubanos a buscar en otros suelos libertad y mejores horizontes. Dos joyas de nuestro cancionero vinculadas a la dictadura de Gerardo Machado: "Dime adiós, me voy de Cuba". El italiano Alberto Rabagliatti, la voz de seda de la Lecuona Cuban Boys, nos recuerda esta canción de Armando Oréfiche. Le seguirá Esther Borja con la orquesta de cámara de Madrid bajo la conducción del pianista y compositor Fernando Mulens. "Lamento cubano", pieza que le costó el exilio a su autor: Eliseo Grenet. A continuación las voces del exilio cubano asentado en el Nueva York de los años 60 y 70. Entre ellas recordaremos al rumbero Virgilio Martí, integrando el formidable Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino: "Cuba linda". Con un tema que resultó ser al mismo tiempo poderoso resumen de vida y testamento sonoro, cierra este breve recuento la más universal de las figuras de la música popular cubana: Celia Cruz. El cancionero cubano generado por las dictaduras. Un año antes había comenzado a ubicar en la calle San Miguel no.410 el equipamiento indispensable para registrar y prensar sus grabaciones. En La Habana del año 1944 el ingeniero de sonido Ramón Sabat sentaba -con sus producciones- el primer esfuerzo de discografia independiente en la isla. Su etiqueta Panart, con una producción sostenida de discos de 78 revoluciones por minuto, muy pronto se convirtió en referente dentro y fuera de Cuba. Entre las atracciones de su catálogo inicial sobresalía Orlando Guerra, el original "Cascarita", con el respaldo de la orquesta del trompetista Julio Cueva. La rapidez con que prensaba sus discos le permitió a Sabat desbancar muy pronto al competidores extranjeros de larga permanencia en Cuba, el de mayor peso: RCA Víctor. El trío "La Rosa" antecede a dos formaciones que distinguieron comercialmente el catálogo Panart de la segunda mitad de los 40: el Conjunto "Sonora Matancera" y el Conjunto "Casino". La "Sonora Matancera", finalizando los años 40, gracias a la exitosa fórmula vinculada al boricua Daniel Santos, abriría un provechoso capítulo comercial con la etiqueta norteamericana "Seeco" que alcanzó los primeros años 60. Al cabo de siete años de contrato con RCA Víctor, finalizando 1948, el Conjunto Casino firmaba con Panart. El nuevo acuerdo se mantendría vigente hasta enero de 1956. Dejamos atrás los años 40 para repasar los singles que reproducían los tocadiscos cubanos en el mismo centro de los años 60 cuando el sello estatal EGREM monopolizaba la grabación y edición musicales. Los abuelos del rock and roll cubano comenzaban a enfrentar entonces un panorama bien difícil. La intolerancia de la política cultural impulsada por el nuevo régimen se puso de manifiesto en todos los ámbitos de la sociedad incidiendo lógicamente en el ambiente artístico musical. Si el feeling, el reconocido movimiento composicional e interpretativo que floreció durante los últimos años 40, corrió mejor suerte al ser "oficialmente" vinculado al blues y a las antiguas luchas de los negros norteamericanos, los rockeros criollos lo tuvieron bien difícil. Sin embargo Los Bucaneros, Danny Puga, Luisa María Güel y Lita del Real, entre otros, hicieron lo suyo, a pesar de todo, suavizando aquellos difíciles y agitados años.
La prehistoria de la discografia y la radio independientes nos permiten recordar los primeros éxitos de Celina González y Reutilio Domínguez. En 1948 los contrató Laureano Suárez (bien conocido en el ámbito radiofónico como "Suaritos") ansioso siempre por renovar la programación de su emisora. Una jovencísima Celina conquistó con su voz clara y precisa la radio audiencia de Suaritos con inspiradas décimas y un variado repertorio de rumbas, guajiras, guarachas y cantos vinculados al espiritismo y a la religión afrocubana. Los días de esplendor de la radio independiente cubana nos devuelven al actor, presentador y humorista Rolando Ochoa. Las ocurrencias de su simpático personaje "Mongo Meneíto" lo convirtieron alguna vez en el "rey del goce", el "emperador del cariño" en aquella Habana que apenas dormía. La señal de la veterana CMQ RadioCentro nos permite sintonizar el gran "Show de la Mañana". El 1ro de enero de 1951 lo presentaba Manolo Iglesias. La música a cargo del Trío Servando Díaz y el Conjunto Casino. Junto a sus colegas Jesús Alvariño, Julito Díaz, Luis Etchegoyen y Velia Martínez, entre muchos otros, protagonizó infinidad de momentos humorísticos en aquel estelarísimo show de la radio en directo. Y esta maravillosa máquina del tiempo nos permite retroceder de los años 50 a los 40. La misma señal de la CMQ, esta vez desde su estudio teatro de Monte y Prado. Buena ocasión para recordar a Natalia Herrera. Su extensa trayectoria como actriz, bailarina y cantante, estuvo vinculada en sus inicios a las presentaciones radiofónicas en directo. Falleció en La Habana el 3 de julio de 2018. Había nacido el 28 de mayo de 1923. El auge de las jazz bands en Cuba alcanzó su pico más alto durante los años 40 y 50. A continuación cuatro formaciones de primera línea ocuparán nuestra banda sonora. Para 1954, cuando figuraba en el staff artístico de la recién fundada etiqueta "Puchito" de Jesús Gorís, la orquesta Hermanos Castro era considerada como una de las más antiguas jazz bands de la isla. Como "artista Puchito" en el ámbito discográfico apoyó muchos de los grandes éxitos que grabó Olga Guillot para esa etiqueta. "Dos caminos" es un bolero de Francisco Fellove Valdés. En el oriente cubano, durante los primeros años 30, el violinista Electo Rosell y el pianista Bernardo Chauvín asumían de manera muy original el jazz band. El binomio Chepín-Choven comenzaba su andadura musical. Para los años 50s, disuelto el dueto, Electo Rosell defendía en los salones bailables la efectiva sonoridad, apoyándose en numerosos danzones y montunos. En las filas de su orquesta "Oriental", un juvenil Ibrahim Ferrer. Finalizando los años 50s, fuera de Cuba, el saxofonista Mariano Mercerón, otro pionero de las jazz bands orientales, grababa sus discos para la etiqueta RCA Víctor. Un lujo escuchar con la banda del legendario músico al montunero de Cuba: Pío Leyva en su doble faceta de autor e intérprete. "Me voy para Jaronú". Apoyo vocal de Los Roberto. La orquesta "Riverside", bajo la conducción de Pedro Vila y posteriormente Adolfo Guzmán, produjo sin dudas uno de los sonidos más progresivos entre los jazz bands cubanos. Tito Gómez con su dicción perfecta, voz clara y potente, identificó su estapa de mayor brillo. Últimos años de la década del 50 y, gracias al auge de la industria del disco, la etiqueta "Momo", Pacho Alonso poniéndole voz y sentimiento a las creaciones de su coterráneo Enrique Bonne. Sin que ello lastre su originalidad en Cimafunk convergen diferentes corrientes que este intérprete cubano ha adaptado a su singular repertorio con el único fin del disfrute y el baile. "... soy Cimafunk y lo mío es terapia con "groove". Mezclo la música afrocubana con el funk global, el hip hop, el soul y lo que sea necesario para hacerte bailar...." Cimafunk ha logrado mantener el complejo equilibrio entre la creatividad y el constante juego con esa variedad de corrientes.
As the Euros and Copa America continue into the knockout stages there are many thrilling victories, sad defeats and some head stretching underwhelming performances like Mexico who goes out in the group stage once again and England who left it late but advanced with lackluster play. The States play Uruguay in the evening and if they fail to win, they are also embarrassingly out. Switzerland in Euros and Canada in Copa punching above weight and playing on! Matt also just hit back from New Orleans and saw Louis Michot & Bombino - so some tunes from that trip as well! It's so Worldly! Enjoy! Music; Louis Michot, Bombino, Leyla McCalla, _Thesmoothcat, Wino Willy, juu, Linda Muńequita, Eberebijara, Conjunto Casino, Symarip and loads more.For more info and tracklisting, visit: https://thefaceradio.com/worldy/Tune into new broadcasts of Worldy with Matt and Dom, LIVE, Mondays from 10 AM - 12 Noon EST / 3- 5 PM GMT.//Dig this show? Please consider supporting The Face Radio: http://support.thefaceradio.com Support The Face Radio with PatreonSupport this show http://supporter.acast.com/thefaceradio. Join the family at https://plus.acast.com/s/thefaceradio. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
A propósito del auge de la industria discográfica independiente cubana que en la frontera de los años 50 a los 60 permitió la aparición de numerosos sellos, volvemos a las últimas producciones de la etiqueta Maype. En su catálogo: la orquesta de Enrique Jorrín. El próspero negocio de las victrolas fue el punto de partida. A finales de 1959 Arturo Machado y Pepe Fernández fundaron la etiqueta Maype. Hasta 1963, aproximadamente, en el catálogo de Maype sobresalieron intérpretes y agrupaciones de primera línea. El conjunto 'Estrellas de Chocolate' antecede a Orlando Contreras con el conjunto de Severino Ramos. A continuación el combo del pianista Felo Bergaza, la dupla sonera de Miguelito Cuní y Chappottín -sorprendiendo con la sonoridad del combo- y el Conjunto Casino, nos recordarán la importantísima labor que disqueras como 'Maype' realizaron, hasta que les fue posible, defendiendo los últimos atisbos de discografia independiente. Y a propósito del esplendor de la industria independiente del disco en Cuba un grupo de grabaciones producidas por Gema, la etiqueta fundada en La Habana de 1957 por los hermanos Álvarez Guedes y para 1961 reubicada en Miami, Estados Unidos, nos permite celebrar el centenario del cantante Roberto Ledesma. Los éxitos de Roberto Ledesma producidos por Gema, con arreglos y respaldos musicales de los pianistas y compositores Pepe Delgado y Ernesto Duarte, indistintamente, marcaron los primeros años del exilio cubano. En su repertorio de ese tiempo descubrimos piezas de compositores como Rolando Rabí, Trini Márquez, Roberto Angleró y René Touzet. Uno de los boleros de este notable pianista le abrió las puertas del éxito. Su título incluso pasó a convertirse en nombre artístico: el 'romántico primero'. La fiebre del tango en Cuba tuvo su pico más alto entre los años 30 y 40 del siglo XX, dejando gratísimos recuerdos en la fanaticada. En los tiempos de esplendor de la radio y la televisión muchos de sus ídolos llegaron a la capital de la república, siendo La Habana, una de las plazas artísticas más relevantes de las Américas. Las presentaciones habaneras del trío Argentino, completado por Agustín Irusta, Roberto Fugazot y Lucio de Mare al piano, fueron uno de los grandes acontecimientos artísticos del año 1948. Llevaban diez años separados cuando el genio de la radio independiente cubana Laureano Suárez, logró contratarlos para que volvieran a unirse y se presentaran en su popular emisora. La histórica señal de la Radio Cadena Suaritos nos devuelve parte de aquel repertorio. Hugo del Carril, otra figura emblemática del tango, nos devuelve a La Habana de 1941 y a la grandísima acogida que tuvieron sus presentaciones en directo, en los estudios de la CMQ de Monte y Prado. Alberto Castillo, como su compatriota Hugo del Carril, fue un notable cantor y actor. Su arte, precedido por numerosas películas, fue ovacionado por el público cubano allá por el mes de octubre de 1951. Despide esta cápsula dedicada al tango en Cuba: 'la novia de américa': Libertad Lamarque. Los aires de cambio que de alguna manera oxigenaron los últimos años 80 incidieron en el ámbito de las artes plásticas, la literatura, el teatro y la música. Movimiento espiritualmente renovador sacudió de manera singular los cimientos de la llamada 'nueva trova', para entonces ya no tan nueva, dando paso a formas y maneras más alternativas que se hicieron sentir en infinidad de espacios entre los que recordamos 'La Casa del Creador', '13 y 8' y 'La Casona de Línea'. Este último sitio marcó la feliz confluencia vocal, melódica y armónica de Gema Corredera y Pável Urquiza, resumiendo ambos buena parte del espíritu de ese momento y conectándolo al mismo tiempo, gracias al genio creador de la compositora Marta Valdés, con un movimiento epocal anterior igualmente oxigenante: el 'feeling'. Con algunos tracks de 'Síntomas de fé', uno de los álbumes joyas de este formidable dúo, nos despedirnos.
Gracias al empeño de Ramón Sabat y su etiqueta Panart, primer esfuerzo discográfico independiente en Cuba, comenzamos el programa escuchando al gran tresero Isaac Oviedo en su poca conocida faceta de cantante. Le acompañaban sus antiguos compañeros del Café 'Vista Alegre': Barbarito Diez y Graciano Gómez reviviendo -bajo el nombre de 'Los Gracianos'- en los míticos estudios de San Miguel 410, algo del repertorio con que, a comienzos de los años 30, encantaban a la bohemia habanera. En el catálogo de la etiqueta Víctor de principios de los años 30 sobresalía el Cuarteto Machín. 'A Baracoa me voy', éxito original de su vocalista principal: Antonio Machín. 'A orillas del Guaso', uno de los maravillosos sones de Matamoros. El inconfundible empaste de Siro Rodríguez, Rafael Cueto y Miguel Matamoros difundido también por la etiqueta Víctor de comienzos de los 30. Y en el Nueva York del año 1927 el Sexteto 'Nacional' de Ignacio Piñeiro, presentaba sones y credenciales. Un bisoño Abelardo Barroso llega desde una edición de la etiqueta Columbia. 'Cuatro palomas', uno de los clásicos del poeta del son. Seguimos con el afinque montunero del tresero Arsenio Rodríguez y su conjunto. Una sonoridad que aportó consistencia a la llamada era de los conjuntos soneros de los años 40. Buena memoria. La trompeta de Óscar Velazco 'Florecita' nos permite seguir haciendo memoria. A comienzos del siglo XX el emporio discográfico norteamericano 'Victor Talking Machine' comenzó a sobresalir en el naciente mercado de la música grabada. En su catálogo las ediciones 'Victrola' de etiqueta roja. Hacia 1939 comenzaron a llegar a Cuba unos novedosos artilugios que muy pronto fueron bautizados con el nombre de la conocida marca. Sin embargo la novedad tecnológica no fue bien recibida por el sector musical entendiendo que representaría una desleal competencia. Ubicadas en bares, restaurantes y bodegas de barrio, comenzaron a amplificar la popularidad de intérpretes y agrupaciones. 'Cuánto se debe' es una guaracha de Agustín Ribot que su autor dejó en discos RCA Víctor completando la famosa trilogía vocal del Conjunto Casino junto a Roberto Faz y Roberto Espí. Volvemos a los 40: la combinación del estilo del boricua Daniel Santos con el respaldo del conjunto 'Sonora Matancera' fue otro acierto comercial de la naciente etiqueta Panart. 'Dos gardenias', clásico original de la pianista y compositora Isolina Carrillo, nos recuerda que fueron los boleros -con su carga de amor, despecho y alcohol- los que verdaderamente conquistaron las victrolas hasta bien entrados los años 60. Repetimos con el gran Abelardo Barroso, en su segundo aire como parte de la Orquesta Sensación de Rolando Valdés, llega con un bolero del flautista y compositor Juan Pablo Miranda: 'Es en vano'. La aceptación popular de un repertorio típico de victrolas perfiló además un estilo distintivo que tuvo ídolos sin discusión: Puchito, Meca, Velvet y Modiner: Ñico Membiela. Rosendo Rosell fue un artista todo terreno. Desde los años 30, a la par del auge de la radio independiente cubana, inició su longeva trayectoria que abarcó también salas teatrales, cine y televisión, como cantante, actor, productor, guionista, director de programas y compositor. Falleció en Miami -a los 92 años- el 26 de octubre del 2010. Había nacido en Placetas, Las Villas, el 25 de junio de 1918. Seguidamente: Julio Valdés, la orquesta 'Aragón', la jazz band Hermanos Castro y el Conjunto 'Casino', nos recordarán el arte del multifacético Rosendo Rosell como compositor. Música Popular Cubana que, majestuosa en su trono, a pesar de todo y de los que continúan pretendiendo desvirtuar la autenticidad de sus raíces y legado con etiquetas netamente comerciales que sólo han logrado empañar la riqueza cultural del Caribe. En la despedida le damos paso a los grandes de la rumba y el guaguancó. Celeste Mendoza, Carlos Embale y Roberto Maza nos permiten seguir haciendo memoria.
En el catálogo RCA Víctor del año 1945, teniendo en cuenta el retardo con que llegaban a Cuba los discos en físico del poderoso sello norteamericano, comenzó a sobresalir el estilo de Alberto Ruiz con su conjunto 'Kubavana'. Cantante completo, excelente en la improvisación, recorrió casi todo el espectro rítmico nuestro poniéndole sentimiento a un importante número de guarachas, montunos y boleros. A finales de 1943, a punto de iniciar el Conjunto 'Casino' su provechosa temporada mexicana, se fundó el 'Kubavana' para cubrir la plaza vacante en el 'Zombie Club'. Junto al gran Alberto Ruiz, entre 1944 y 1947, completaron la delantera vocal del 'Kubavana': Mario Recio, Roberto Faz, Carlos Querol, Orlando Vallejo y Laíto Sureda. En estos tiempos donde la indiferencia institucional permite que se pudran, a conciencia, importantes archivos es necesario recordar la presencia en el éter radiofónico de grandes colegas, lamentablemente ya desaparecidos, como Manuel Villar, Sigfredo Ariel y Felipe Morfa. Realizadores talentosos que entregaron lo mejor de su arte en función del rescate y difusión de la música popular cubana. Moraima Secada es, increíblemente, una de las voces femeninas cubanas más olvidadas. Los cuartetos D'Aida y Los Méme fueron claves para que, mediando los años 60, desarrollara su carrera en solitario. Hoy la recordamos con varios cortes del magnífico álbum 'La razón no valía', producido por Felipe Morfa y Mayra González para la etiqueta Bis Music en 2019. Moraima Secada en grabaciones únicas, tomadas de aquellos musicales de la televisión cubana de los años 60, regresa junto al gran Bobby Jiménez y los pianos de Samuel Téllez y Adolfo Guzmán. Sirvan estos sonidos para reverenciar el inmenso aporte de estos grandes a la cultura cubana. El centenario sonido de la orquesta de Felipe Valdés nos trae el danzón '20 de Mayo'. Inspirados en la fundación de la república (el 20 de Mayo de 1902) fue ésta una de tantas piezas que los músicos cubanos dedicaron al crucial acontecimiento patrio. Teníamos república y a pesar de su imperfección, este hecho nos distinguía en las Américas. A 122 años de distancia volvemos a la música popular para seguir desentrañado sus tesoros más queridos y celebrar, a nuestra manera, esa chispa de unidad, democracia y libertad tan necesaria, que aún hoy, a pesar de todo, anima a muchos cubanos dentro y fuera de la Isla. Tres registros históricos nos devuelven la grandeza de compositores como Arsenio Rodríguez. En el punto más álgido de la dictadura batistiana, instaurada con el golpe militar del 10 de marzo de 1952, Arsenio compuso el bolero lamento: 'Adórenla como Martí'. Registro que pertenece al único álbum que le produjo la etiqueta independiente 'Puchito' al tresero. Última grabación efectuada por el 'ciego maravilloso' en Cuba. Carlos Embale, voz altísima de la música popular cubana de todos los tiempos, regresa con el apoyo del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro. Cierran este breve segmento, dedicado a la fundación de la república cubana, las líneas de un viejo son montuno. Así nos trasladamos a los estudios de la Radio Cadena Suaritos en la calle 25 del Vedado habanero. Suaritos, bien reconocido por la radio audiencia de los años 40 y primeros 50, por sus originales grabaciones, contrató a Panchito Riset, el notable cultor del bolero soneado. Finalizando los años 40 quedó esta excelente versión del son de Felipe Neri Cabrera: 'En Guantánamo'. Buen recuerdo para el cantante santiaguero Fernando Álvarez. En enero de 1956, completó la cuarteta vocal del renovado Conjunto Casino junto a Roberto Espí, René del Mar y Orlando Reyes. Por esas mismas fechas, nuestra inmensa Celia Cruz, se presentaba en las alegres ondas de Radio Progreso con la banda de Ernesto Duarte. Así nos despedimos.
Tus comentarios son muy valiosos. Envía un mensaje de texto. Send us a Text Message.Dice un seguidor: "Si el Conjunto Casino tuvo a Roberto Faz y la Sonora Matancera tuvo a Bienvenido Granda, la Gloria Matancera tuvo a un Pepe Merino". Sin embargo, la Gloria no sólo lo tuvo a él como cantante. De Cheo Junco, vocalista de muchos años con la Gloria Matancera, así como de otras voces que pasaron por ese conjunto, conocerás en este nuevo episodio. Además, recordaremos a Félix Reina, a Graciela y a Ignacio Piñeiro, en el acostumbrado Calendario Musical de Cuba.Escucha nuestra emisora online CANTANDO EN CUBANO RADIO, con música de antaño las 24 horas. En la pestaña Host de nuestro sitio web, hallarás el enlace.www.cantandoencubano.comCANTANDO EN CUBANO RADIOSupport the Show.
Su excelencia en la improvisación, sobre todo en los sones montunos, consagró a Pío Leyva. Los primeros minutos del programa los acompaña en tres tiempos este legendario cantor quien, a lo largo de su extensa trayectoria, mantuvo en alto el emblema sonero. Lo escucharemos con la orquesta de Nabú Antúnez, andadura musical que lo llevó poco tiempo después al catálogo Panart, la pionera disquera independiente cubana, como parte del grupo de Francisco Repilado "Compay Segundo". Para los últimos años 50s el inquieto sonero de Morón ya sentaba cátedra en los salones bailables cristalizando la leyenda de "el montunero de Cuba". El desarrollo alcanzado por la industria del disco, como parte de la sólida maquinaria de producción y difusión musicales en la Isla, propiciaba el surgimiento de numerosas etiquetas. Bebo con su banda 'Sabor' le brindó apoyo al inquieto Pío Leyva en numerosos singles. 'Pío mentiroso', uno de sus grandes éxitos, nos permite disfrutar del arte de este incansable sonero. El inesperado boom comercial del 'Buenavista Social Club' le dió la oportunidad de despedirse en grande. El 22 de marzo de 2006, a los 88 años, se detuvo su corazón. Había nacido el 5 de mayo de 1917. Los históricos catálogos discográficos RCA Víctor, Panart y Maype nos permitirán recordar a Roberto Espí en el 25 aniversario de su partida. Con el respaldo de su Conjunto Casino, y en tiempo de bolero, nos acompañará este trovador que vio la luz el 26 de mayo en el Cienfuegos de 1913. Siendo apenas un adolescente se vinculó al mundo de la trova y el son. En 1931 fundó el Conjunto Lírico Caunabó y cuatro años más tarde su travesía artística lo llevó a trasladarse a La Habana donde integrará varios tríos junto a Mario Soto, Angel Alday y los hermanos Izquierdo. Desde 1940 hasta 1974 completó las diferentes trilogías y cuartetas vocales del Conjunto Casino. Al frente de esta agrupación la influencia del mundo trovadoresco lo llevó a fomentar la combinación de las voces prima, segunda y tercera. Memorables en ese sentido fueron los numerosos duetos que dejó en discos y presentaciones radiofónicas, combinando su voz segunda con las primas de Nelo Sosa, Alfredito Valdés, Roberto Faz y Orlando Vallejo, entre otros. En 1962 se despidió del mundo del disco estrenando -para la etiqueta independiente Maype- el bolero de su antiguo colega de trovas Jesús Díaz titulado: "Así me pagas tú". Buen recuerdo para Roberto Espí quién falleció en La Habana el 14 de mayo de 1999. Seguidamente los catálogos de los sellos independientes Panart y Kubaney nos acercarán algo de la vida y obra del maestro Luis Carbonell. Artista todo terreno, a la par de su brillante carrera como declamador, desarrolló igualmente en lo musical una notable labor como repertorista, director coral, productor discográfico y pianista acompañante. Hoy comenzamos recordándolo junto al trío femenino "Antillano", conformado por Francis Nápoles, Isaura Mendoza y Nelia Núñez. Acompañó la orquesta Panart bajo la dirección del Niño Rivera. Luis Carbonell y un álbum joya que vio la luz gracias a su notable talento como productor y director coral: "Esther Borja canta a dos, tres y cuatro voces". Una producción "Kubaney" donde intervino como instrumentista y donde también destacó la compositora y pianista santiaguera Nutmidia Vaillant. Y el 6 mayo de 1995 se despedía la voz de cristal del danzón cantado: Barbarito Diez. La mítica danzonera del "mago de las teclas" Antonio María Romeu fue la orquesta de sus triunfos definitivos. Los tiempos dorados de la bohemia, la trova y las tertulias del habanero Café "Vista Alegre" de los primeros años 30, regresan gracias a otro buen empeño de Ramón Sabat y su etiqueta Panart. Barbarito junto a Isaac Oviedo y Graciano Gómez, las entrañables voces del mítico café habanero.
Bienvenido León, trovador y sonero de altos quilates destacó en el ambiente musical de principios del siglo XX por su formidable voz segunda. Una grabación de comienzos de los años 20 (producida por la etiqueta norteamericana Columbia) nos permite recordar su etapa como trovador en compañía de Juan de la Cruz y Alberto Villalón en la guitarra. "Esa chiquita que me eché en Bayamo", un antiquísimo estribillo, nos acerca el alma de aquellos trovadores que recorrían incansablemente la geografía cubana con sus voces y guitarras. El Son, aún despreciado por la sociedad habanera y reducido al ámbito más marginal, ni siquiera soñaba con conquistar los grandes salones bailables cuando en un ambiente más acompasado las trovas y serenatas andaban de moda. A pesar de su imperfección estas grabaciones testimonian como, a la par de los tríos, cuartetos y sextetos soneros, los trovadores de principios del siglo XX divulgaban rumbas, sones y guarachas dentro y fuera de la isla de Cuba. Bienvenido León también formó parte de esa evolución. Así, poco a poco, fue ganando prestigio entre los buenos cantores ejerciendo al mismo tiempo su oficio de tabaquero para ganarse el sustento. Parte indisoluble de la génesis sonera, integrando formaciones como el celebrado Cuarteto Nano, Bienvenido León dejó su obra de mayor peso en el septeto "Nacional" de Ignacio Piñeiro donde su segunda voz fue un sello distintivo junto a grandes como Joseito Núñez, Alfredito Valdés y Carlos Embale, entre otros. A continuación recordaremos en tres tiempos al cantante de Santiago de Cuba: René del Mar. Entre 1956 y 1957 integró varias de las armazones vocales del Conjunto Casino junto a Roberto Espí, Orlando Reyes, Felo Martinez, Alberto Díaz, Alberto Ruiz y su coterráneo Fernando Álvarez. Su verdadero nombre: René Sarmientos y afincado en La Habana, entre 1951 y finales de 1952 (con el respaldo comercial de la etiqueta Panart) grabó numerosos discos al frente de su propio conjunto. En el repertorio de aquella agrupación que llevaba su nombre tuvieron muy buena acogida los boleros "Mil congojas" de Juan Pablo Miranda y "Sinfonía nocturnal" de Adolfo O'Reilly. Cantante de los buenos interpretó sones, guarachas, montunos y boleros. A finales de los años 50's, una etapa de mucho movimiento de música y músicos, integró la nómina de una de las jazz bands más antiguas de Cuba: la "Hermanos Castro". A René del Mar le perdimos el rastro a comienzos de los años 60. La veterana señal de CMQ Radio nos permitirá cubrir los siguientes minutos junto al decano de los animadores y presentadores de Cuba: Germán Pinelli. Aunque la radio en directo tuvo una incidencia crucial en su desarrollo artístico, los inicios de su carrera estuvieron vinculados al ambiente teatral donde fue determinante la influencia de su hermana Sol Pinelli, también figura de peso en el desarrollo de la radio y la televisión durante los años 40 y 50. Su capacidad para la improvisación, así como su amplísima cultura, le permitieron a Germán Pinelli abrirse un exitoso camino como animador y presentador vinculado a infinidad de shows y espectáculos teatrales, radiofónicos y televisivos. Artista talentoso lo mismo se desdoblaba como actor, reportero, redactor noticioso, articulista, o locutor de cabina. En infinidad de transmisiones, sobre todo en el emporio CMQ, fue sentando cátedra, vinculado a los shows musicales en directo. Innumerables figuras fueron presentadas por este genio de la improvisación quien, a pesar de los años, continúa siendo distinguido como uno de los más grandes exponentes de la animación en la Isla. En la memoria Germán Pinelli. Nos despedimos con la banda sonora de los tocadiscos cubanos de los primeros años 60. Raúl Planas, Fernando González y Guido Soto con el Conjunto "Rumbavana" del percusionista Ricardo Ferro, y Germán Piferrer con la Orquesta de Juanito Márquez. Ediciones de las etiquetas independientes Panart y Velvet.
Los primeros minutos del programa los acompaña la música de Evaristo Aparicio, un percusionista y rumbero del barrio de Jesús María que, en el ambiente musical de su tiempo, fue bien conocido como "El Pícaro". Músico natural, su inclinación a la composición nos legó piezas que vale la pena recordar. El Conjunto "Estrellas de Chocolate" de finales de los 50s, nos trajo el son montuno de Evaristo Aparicio: "El kikirikí". A continuación otro conjunto emblemático y otra de las creaciones de "El Pícaro". Con la "Sonora Matancera" y el coro de Rogelio Martinez y Caito, llega Laito Sureda con la exitosa guaracha: "Cañonazos". En la memoria: Evaristo Aparicio. Cantante, percusionista y rumbero. Fundador del grupo "Los Papa Cun Cun". Eran "Los Papines" con "La china linda". A continuación: El Léle, vocalista estrella de "Los Van Van", que nos trae otra de las piezas de Evaristo Aparicio: "La bola de humo". Siguiendo el rastro de la radio independiente cubana recordamos las pruebas que solía efectuar la antigua CMQ RadioCentro a jóvenes aficionados. Así descubrimos a un juvenil Juan Formell, bien influenciado ya en 1958 por la balada y figuras contemporáneas como Neil Sedaka, Paul Anka, Luis Aguilé y, por supuesto, el italiano Domenico Modugno quien por esas fechas triunfaba en el festival de San Remo con su canción "Volare". Sólo una breve introducción a aquel bisoño músico que de cancionero se transformó en el prolífico compositor y timonel de una de las agrupaciones más importantes de la música popular cubana: Los Van Van. Sin dudas el mundo creativo del Juan Formell de los años 60 nos dejó además del llamado changüí 68 (antesala del songo) piezas verdaderamente entrañables que hoy nos devuelven a Elena Burke y Omara Portuondo. "Ya lo sé", "Y tal vez" y "De mis recuerdos". El Conjunto "Rumbavana" nos trae otro de los clásicos de Juan Formell: "Así quiero corazón". En tres tiempos el legado sonoro y estilístico del Conjunto Casino, y muy a propósito unas declaraciones de Roberto Espí, quién fuera cantante y director de la emblemática agrupación, sobre el fenómeno comercial de "la salsa". Mientras en la actualidad se efectúan en la isla "Festivales de la Salsa", y muchos cantantes de música cubana se autodenominan salseros (antes que soneros) los veteranos músicos que desarrollaron sus carreras durante los decisivos años 40 y 50, hacían franco rechazo a dicha etiqueta comercial. La recordada actriz y presentadora Aseneth Rodríguez es quien le pide al director del Conjunto Casino su opinión al respecto. Sucedió en mayo de 1983, en el programa "Rítmicas" de Radio Liberación, producido por José Lino Gallo. Y gracias al desarrollo de la industria del disco independiente, a finales de los 50s la categoría del jazz cubano comenzaba a tener una presencia más sólida en los catálogos. Además del pionero sello Panart vale destacar los esfuerzos de la disquera regenteada por los hermanos Álvarez Guedes. Por primera vez en una edición de 78 revoluciones por minuto aparecían los créditos de los músicos. "Descarga número uno", pieza original de Chico O'Farrill. All Stars Cubano: Emilio Peñalver (sax tenor) Osvaldo Peñalver (sax alto) Peruchín en piano, Tata Güines en tumbadoras y Richard Egües en flauta. El Álbum "Cuban Jazz", es otra de las joyas editadas por la etiqueta Gema de los Hermanos Álvarez Guedes. Luis Escalante en trompeta, Julio Guerrero en flauta, Jesús Caunedo en saxo alto, Paquito Echevarría en piano, Luis Rodríguez y Cachao López en los contrabajos, y Los Papines en las tumbadoras.
Durante la llamada Era de los Conjuntos, sobresalieron tres agrupaciones que sirvieron como modelo a las que siguieron después: Arsenio Rodríguez, Conjunto Casino y Sonora Matancera. En el caso particular del Casino, hubo un punto de giro en su ejecutoria, marcado por el impacto del fugaz Conjunto Kubavana de Alberto Ruiz. Detalles de ese proceso singular se describen en este nuevo episodio, que presenta el acostumbrado Calendario Musical de Cuba, con los recuerdos de Rafael Cueto, Carlos Embale, Ignacio Piñeiro y el Conjunto Colonial.Support the show
Con un grupo de grabaciones históricas recordamos hoy algo de la vida y obra del ingenioso guitarrista y compositor santiaguero Antonio Fernández, desde siempre conocido en el ambiente musical de su tiempo como Ñico Saquito. Su inventiva y facilidad para captar las situaciones más diversas y llevarlas a la guaracha, fueron inmejorable carta de presentación para insertarse en el ambiente trovadoresco habanero de los años 30s cuando Ñico, como muchos de sus contemporáneos, llegó a la capital de la república en busca de mejor fortuna. La era de la radio independiente transitaba su etapa romántica y aunque los 20 centavos que ganaban por audición apenas alcanzaban para tomarse un café con leche y pagar el pasaje en tranvía, muchos trovadores encontraron en sus programaciones la manera de dar a conocer su arte. Integrando diversas formaciones como el Cuarteto Castillo, Los Guaracheros de Oriente, Los Cumbancheros, y su Conjunto Oriental, Ñico Saquito desde esas fechas hasta bien entrados los años 50, conquistó el aplauso y las simpatías del público. "María Cristina", "Camina como Chencha ", "Compay gallo", "El muñequito", "Sagüita al bate", "Tócale la campana", "Silverio, Facundo y la Luna", "Estoy hecho tierra", "Adiós compay gato", "Menéame la cuna", son sólo algunos de los títulos con los que se ganó un sitio importante en el panteón de los grandes de la música popular cubana. Ñico Saquito murió en Santiago de Cuba el 4 de agosto de 1982. Había nacido en esa ciudad oriental el 13 de febrero de 1901. La señal antológica de la radio independiente cubana nos permite recordar la era dorada de las presentaciones en directo. Entre los años 1954 y 1955 el merengue dominicano que trajeron los cantantes Alberto Beltrán y Juan Polanco, pegó muchísimo en el gusto de los bailadores cubanos. Beltrán, el primero en triunfar en La Habana con el conjunto Sonora Matancera, poco después comenzó a trabajar con el Conjunto Casino. Juan Polanco con el Conjunto Casino se presentó con mucho éxito en el estudio teatro de "La onda de la alegría", Radio Progreso. Entre las grandes voces líricas de Cuba recordamos a Esther Borja. En 1935 debutó en las tablas del teatro Auditorium, hoy Amadeo Roldán, interpretando piezas de Lecuona como parte del elenco de "Lola Cruz", opereta con libreto del poeta y periodista Gustavo Sánchez Galarraga. Desde entonces fue éxito en su voz el clásico vals "Damisela encantadora", tema que marcó el inicio de 60 años de presencia continuada en salas teatrales, cabarets, radio y televisión. El clásico cha cha chá "Los marcianos", original del compositor Rosendo Ruiz Quevedo, acompaña los minutos finales del programa. Muy a propósito recordamos el triunfo y la supervivencia del pegajoso ritmo que ya, a comienzos de los 50, transpiraba el ambiente musical. La "pegada" que tuvo "La engañadora", tema compuesto por el violinista Enrique Jorrin cuando integraba la Orquesta América de Ninón Mondéjar, permitió al cha cha chá invadir los atriles de todas las orquestas cubanas. Para sorpresa de los habaneros el día de los inocentes de 1954 un platillo volador amaneció posado en la Ciudad Deportiva de la Avenida Rancho Boyeros. La inventiva del incansable productor Gaspar Pumarejo, patrocinado por la cerveza Cristal y desde su canal 4, sumaba el misterioso aterrizaje a su extensa lista de efectivas fórmulas comerciales en función del entretenimiento. La vedette Rosa Fornés, quien por entonces protagonizaba junto a su esposo el actor y cantante Armando Bianchi el show televisivo "Mi esposo favorito", versión criolla de la serie norteamericana "I love Lucy", sorprendió a la agitada concurrencia al descender del supuesto artefacto extraterrestre. En la despedida el ayer y hoy del cha cha chá: Carlos Díaz con la jazz band Hermanos Castro, la orquesta de Juanito Márquez de 1960, y Juan Carlos Marín: el trombón de Santa Amalia.
El pasado 30 de enero el gran Tito Gómez hubiera cumplido 104 años, y seguramente los hubiera celebrado haciendo lo que más le llenaba el alma: cantar como los dioses. Comenzamos el programa recordando la extensa carrera artística de este cantante cubano. Corrían los primeros años 40 cuando Tito debutaba en discos Musicraft como vocalista de la orquesta "Sevilla Biltmore", banda que hacia sus presentaciones en el Hotel Nacional bajo la dirección del pianista Osvaldo Estivill. Alrrededor de 1943 pasó a la nómina de la que será la jazz band de sus grandes triunfos: la "Riverside" para ser, durante más de 30 años, su voz distintiva. En 1975, con la orquesta del violinista Enrique Jorrin, reafirmaba la solidez de su trayectoria artística. Intérprete completo se adaptó fácilmente a la sonoridad de la charanga. Tito Gómez, sin dudas una de las voces altas de la música popular cubana de todos los tiempos. En un estudio con piso de tierra, apenas insonorizado con paneles de bagazo de caña, forrados con tela de yute, comenzó a forjarse la industria discográfica cubana hace 80 años, un importante aniversario que no debería continuar siendo pasado por alto. En 1944, cuando el ingeniero de sonido Ramón Sabat fundaba en La Habana el primer sello discográfico independiente: Panart, todo lo atractivo y apetecible que acontecía en el panorama musical nuestro lo registraban poderosos sellos norteamericanos como RCA Victor, Emerson, Columbia, Brunswick, entre muchos otros. Merceditas Valdés, "la pequeña aché" canta desde una de las primeras grandes producciones Panart de finales de los años 40, dedicadas a preservar el acervo AfroCubano: "Toques de Santo". La floreciente industria fonográfica independiente, que ya en 1960 representaban poco más de 30 sellos, fue coartada por la rigidez de una política cultural marcada por el extremismo y absoluto control de todos los medios de difusión por parte del llamado gobierno "revolucionario". El 30 de mayo de 1961, la pionera casa discográfica fue intervenida bajo la denominada "nacionalización". La desaparición de Panart, junto al resto de disqueras independientes, fue otro durísimo golpe que eclipsó un importante y efectivo entramado de difusión y edición de música popular que funcionaba maravillosamente, situando a Cuba como uno de los puntos de producción musicales del mundo. La era de los conjuntos soneros estuvo bien representada en el catálogo Panart con los estilos de la Sonora Matancera, el Conjunto Casino y el Conjunto de Félix Chappottín. Con un grupo de grabaciones Panart recordamos hoy a Ramón Sabat y su notable aporte a la cultura cubana. Murió en los Estados Unidos el 15 de marzo de 1986 completamente olvidado. A comienzos de la década del 60, con una tradición de más de dos décadas, los cuartetos vocales en Cuba alcanzaban muchísima popularidad. Formaciones como las míticas "D'Aida ", "Los Zafiros", el cuarteto de Méme Solis, Los Bucaneros, Voces Latinas, el cuarteto del Rey, entre otros, ofrecieron al público de esa época un variado repertorio, acorde por supuesto a la inmensa red de clubes y cabarets independientes que -sin descanso- mantenían encendida la noche habanera. Luis Garcia "el principe del feeling" con Los Bucaneros, "Los Zafiros", el Cuarteto del Rey y el cuarteto de Méme Solís nos devuelven algo de aquella riquísima banda sonora. Como ejemplo de la grandeza espiritual de la música como lenguaje unificador y universal, por encima de la estrechez de los dogmas políticos, los maestros Chucho Valdés, Paquito de Rivera y Arturo Sandoval (al cabo de sus notables carreras por separado) vuelven a coincidir en los escenarios para celebrar los 50 años de la fundación de una de las bandas míticas nuestras: "Irakere". Nos vamos con el sonido más progresivo del cauce musical cubano de comienzos de los años 70 que vinculó, como nunca antes, lo bailable con el jazz. Buen recuerdo además para la voz que identificó el esplendor de "Irakere": Oscar Valdés.
Celeste Mendoza, una de las grandes de la música popular cubana. Finalizando la década de los 50s el respaldo comercial de la etiqueta independiente Gema, de los hermanos Álvarez Guedes, le brindó además los arreglos y conducciones orquestales de los maestros Ernesto Duarte y Bebo Valdés. Su formidable despliegue escénico y el dominio de la rumba y el guaguancó la convirtieron por designio popular, hasta el final de sus días, en "la reina del guaguancó". Hace 68 años: el 16 de enero de 1956 un nuevo conjunto salía a la palestra musical. Después de poco más de 11 años como vocalista del Conjunto Casino, el sonero de Regla: Roberto Faz fundaba su propia agrupación. Sus primeras grabaciones desde esa fecha hasta 1961, efectuadas para etiquetas independientes como Puchito, Panart, Rosy, Seeco y Maype, además de las apariciones en radio, televisión y bailables de la época, fueron consolidando aún más su popularidad. A propósito de este aniversario recordamos a Roberto Faz con una de sus últimas intervenciones en la televisión cubana. En el canal 6, en diciembre de 1965, se produjo un show animado por Consuelo Vidal donde el sonero, quien fallecería apenas cuatro meses más tarde el 26 de abril, pudo despedirse en grande de su publico. Más de cien años nos separan de aquel 10 de octubre de 1922 cuando las antenas de la PWX de la Cuban Telephone Company inauguraban con carácter oficial la era radiofónica en la Isla. Desde el primer día la música en directo demostró su marcada importancia para sostener las futuras programaciones. En los variados elencos artístico-musicales que con el auge de la radio cubana articularon las diferentes emisoras para reforzar sus programaciones, comenzaron a sobresalir las formaciones femeninas, en especial los dúos y tríos completados por hermanas. Así recordamos a las hermanas santiagueras Cusa, Trini y Nerza Márquez. Antes de radicar en los Estados Unidos en 1951, participaron activamente en espacios estelares de la radio como el "Gran Show de la Mañana" de la CMQ, entre 1948 y 1949. En dos tiempos las cubanísimas Hermanas Márquez. A la altura del nuevo milenio, y gracias al empeño de Paquito de Rivera y el productor español José Luis Rupérez, Trini y Nerza pudieron despedirse en grande del público amante de la música popular cubana. Seguimos el rastro de la memoria radiofónica. Así el gran Bola de Nieve nos recuerda aquellos años de música en directo. Un círculo extrañamente mágico se cerró con su muerte el 2 de octubre de 1971 en México, la tierra que le había abierto las puertas del éxito a comienzos de los años 30.
Virtuoso contrabajista, Israel López fue conocido desde siempre en el ambiente artístico y musical como "Cachao". Junto a su hermano Orestes "Macho" López, es considerado creador del llamado "danzón de nuevo ritmo", estilo que defendió hasta el final de sus días. El 22 de marzo del 2008 falleció este baluarte de la música popular cubana en los Estados Unidos. El rastro de las históricas emisiones de la radio independiente cubana de los primeros años 40 nos devuelve el repertorio que ejecutaba, en las audiciones de la Mil Diez, como integrante de la orquesta del flautista Antonio Arcaño. "Camina Juan Pescao ", efectiva apropiación del clásico norteamericano del año 1924: "Tea for two", original del binomio Youmans-Caesar. El rastro de la fiebre del tango en Cuba nos permite continuar. Las voces de Agustín Irusta y Roberto Fugazot, empastando a la perfección con el respaldo de Lucio DeMare al piano, se ganaron un sitio especial en el corazón de nuestros mayores. En 1948 el mago "Suaritos" se propuso ofrecer a sus oyentes una buena dosis de nostalgia reuniendo en La Habana a los míticos artistas. En los estudios de su popular emisora se produjo el esperado acontecimiento. Algo más de los tesoros de la banda sonora cubana. La orquesta del flautista Roberto Ondina -acompañando al cantante puertorriqueño Bobby Capó- le pone música a los próximos minutos. "Sátira" o "Satira" fue el nombre artístico de una bailarina que, de paso por La Habana, intentando triunfar en los escenarios con su arte, por esos caprichos del destino llegó a los cintillos noticiosos vinculada a un crimen pasional. El 8 de abril de 1948 la bailarina Patricia Schmidt hirió de muerte, con una pistola calibre 22, a su amante Jack Lester Mee. El suceso donde el ciudadano norteamericano sufrió la herida mortal se produjo a bordo del "Sátira", yate de recreo propiedad del millonario anclado en el puerto habanero. Daniel Santos solidarizándose con la desventurada bailarina escribía el bolero: "Patricia", rápidamente grabado para la etiqueta Panart. Con arreglo de Joaquín "el negro" Mora, fue este bolero con cierto atisbo tanguero un éxito inmediato en las victrolas, acompañado por el conjunto "Sonora Matancera". Auténtica saga musical, celebrando su absolución, Daniel Santos compuso entonces otro tema, prensado esta vez por RCA Víctor y acompañado por el Conjunto Casino. Para 1938 la pieza "No te importe saber" de René Touzet, llamaba la atención por su construcción melódica. Esther Borja con la orquesta del maestro Roberto Sánchez Ferrer cantó como nadie esta hermosa canción de René Touzet. "Olvida el tango y canta un bolero". El auge que tuvo el género porteño durante los años 20 y 30 ya en los 40 cedió paso al cadencioso y romántico género. En el catálogo del sello Panart, primer esfuerzo discográfico independiente cubano, liderado por Ramón Sabat, los cancioneros tuvieron un sitio especial. Wilfredo Fernández nos recuerda su versión del bolero de Julio Gutierrez: "Inolvidable". Pianistas compositores que incidieron en la evolución melódica y armónica de la canción y el bolero cubanos. "Besar", de Juan Bruno Tarraza y "Eclipse", de Margarita Lecuona, éxitos de los años 40s. Roberto Espí con el Conjunto "Casino" y el argentino Leo Marini con la orquesta "Américo y sus Caribes". Catálogos RCA Víctor y Odeon, respectivamente. Con el gran Miguelito Cuní y un álbum joya producido por los hermanos Álvarez Guedes para la etiqueta Gema, nos despedimos. La obra del compositor Bienvenido Julián Gutiérrez a la manera de este inmenso sonero de todos los tiempos. Con el apoyo vocal de Filiberto Hernández y el respaldo de un típico septeto de sones, conducido por el tresero Niño Rivera, completaron esta travesía discográfica el legendario Oscar Velasco "Florecita" en trompeta; Lilí Martínez y "Nené" Pedroso en los pianos; Antolin "Papa Kila" Suárez en bongoes, y Bienvenido Cárdenas en contrabajo.
Dos históricas producciones de las etiquetas Sonoro (sucursal de Panart) y Velvet nos permiten recordar a Ramón Veloz, una de las voces altas de la música campesina. Ramón, inspirado por el llamado creador de "la guajira de salón": Guillermo Portabales, como la inmensa mayoría de sus contemporáneos, desarrolló su estilo en infinidad de presentaciones en directo en la radio cubana de los años 40 y 50. Fiel intérprete de guajiras, canciones, montunos y boleros, ya a comienzos de la década del 50, era considerado "La voz de la campiña cubana". Para finalizar este primer segmento regresaremos nuevamente a los estudios de la CMQ. Buena oportunidad para recordar también a la gran Rita Montaner. A continuación algo de la obra de Ernesto Duarte Brito, notable pianista, compositor, arreglista y director de orquesta quien, además de aportar fisonomia propia a los jazz bands cubanos con sus arreglos, incidió favorablemente en la industria independiente del disco como productor, impulsando entre 1957 y 1960 las carreras de figuras como Rolando Laserie, Celeste Mendoza, Fernando González y Tata Ramos. Entre discos y memorables emisiones radiales, recalcamos la presencia de sus creaciones en el repertorio de importantes agrupaciones de la primera mitad del siglo XX. "La toalla", es una guaracha de Duarte que grabaron para discos Panart: Faz, Vallejo y Espí con el Conjunto Casino en 1952. Emisiones de la antológica CMQ RadioCentro, recordándonos otra de las exitosas trilogías vocales del Conjunto Casino: Faz, Ribot y Espí. La guaracha "El baile del pingüino" antecede al son montuno: "Dónde estabas tú". A su regreso de México, y luego de una breve estancia en Santiago de Cuba en la banda de Mariano Mercerón, Beny Moré reconquistaba La Habana uniéndose a la orquesta de Ernesto Duarte. "Cómo fué", clásico del talentoso pianista, hacia 1952 quedó registrado para discos RCA Víctor. "Bájate de esa nube", otro clásico de Duarte, le permitió a Fernando Álvarez iniciar su carrera como solista luego de su éxito con el Conjunto Casino entre 1956 y 1957. Producción de los hermanos Álvarez Guedes para la etiqueta Gema. Acompañó la orquesta de Adolfo Guzmán. Un fragmento del estelar Show "La pausa que refresca" nos trae a Celia Cruz junto a la jazz band "Riverside", conducida por el saxofonista Pedro Vila. En su inconfundible estilo el son montuno "El platanal de Bartolo", original del compositor y director de orquesta santiaguero Electo Rosell. Bien conocido en el ambiente artístico musical de su tiempo con el sobrenombre de "Chepín", fundó a comienzos de los años 30 en su natal Santiago de Cuba, junto al pianista Bernardo Chovén, una de las jazz band punteras en el oriente de la isla: la orquesta "Chepín Chovén". Recordamos a Chepín como compositor. El trío García del año 1937 con las voces de Justa y Ana María García, junto a Nené Ayué en la guitarra, dejó en discos Víctor el bolero "Murmullo". La charanga eterna: la Orquesta Aragón nos recuerda una de las piezas de "Chepín" más versionadas en los discos: el danzón “Bodas de Oro”. El montuno tuvo significativa presencia en la carpeta autoral de Chepín. Pacho Alonso con la banda de Bebo Valdés: "Dame un chance" En la despedida el jazz contemporáneo cubano a la manera del pianista Harold López Nussa. Entre los cortes de su álbum del 2020: "Te lo dije", con la complicidad de Cimafunk, sobresale este tributo a Juan Formell. Un amplio espectro de músicas y corrientes actuales incide constantemente, en la manera en que Harold traduce la presencia de la música popular cubana en sus piezas. "Te lo dije" tema que da nombre a este trabajo, nos acerca otro de los efectivos ritmos que parió la banda sonora de la isla en el mismo centro de los años 60s: el Mozambique, creación del percusionista Pedro Izquierdo, más conocido como "Pello el Afrokán".
Los decisivos años 40, a la par de la cristalización de la radio independiente con sus cientos de programaciones en directo, trajeron consigo tiempos definitorios para la música popular. Aunque no libres de dificultades fueron tiempos de verdadera evolución. Comenzaba a cristalizar la era de los conjuntos soneros; el danzón de nuevo ritmo oxigenaba las charangas; los jazz band, cada vez más "cubanizados", asimilaban un variado repertorio de guarachas, congas, montunos, sones, boleros y guajiras, sin olvidar las corrientes del swing que ya interactuaban en casi todos los repertorios populares. Los concursos de aficionados en la radio como "La Corte Suprema del Arte" continuaban develando talentos, mientras que la implacable guerra entre Mestre, en CMQ, y el guajiro Amado Trinidad Velazco, desde RHC Cadena Azul, con su táctica de contratar talento pagando elevadas sumas, beneficiaba al sector artístico musical, estableciendo nuevos y mejores cánones económicos. Lejanos los ecos de la 2da guerra mundial los años 40 le abrieron las puertas a jóvenes talentos como Senén Suárez, animados por el atrayente sueño de triunfar en la capital de la república. Aunque La Habana no se la puso fácil a aquel guajirito que en 1941 decidió abandonar Manguito, su pueblo natal, el talento, la cordialidad con sus compañeros y las ganas de hacer siempre buena música, poco a poco le permitieron insertarse en el ambiente artístico. Tiempos de experimentación en los que Senén, con su inseparable guitarra, fue desarrollando su estilo en diferentes formaciones, pasando por la sencillez del trío hasta llegar al conjunto de sones, transitando aquella primera década con el trío “Bumbané” y luego el Quinteto de Celso Vega, devenido "Los Guaracheros de Oriente". Otro punto de giro importante para la decisiva evolución de los años 40 fue la fundación de Panart, primer esfuerzo discográfico independiente, netamente nacional. En 1946 Sabat buscaba una agrupación al estilo del Conjunto Casino para competir con RCA Víctor. De esta forma Senén fundó el Conjunto Colonial junto al cantante Nelo Sosa, recién salido del "Casino", adentrándose así en un formato que ya admiraba. La primera versión del "Colonial" duró apenas un año. Siempre como parte del staff artístico Panart, Senén pasaría al conjunto de Ernesto Grenet, donde destacaron las voces de Laíto y Vallejo. Agrupación que pasó a dirigir en 1951 rebautizándola con su nombre. El conjunto de Senén Suárez tuvo desde entonces su cuartel general en la pista del cabaret "Tropicana" dejando además una huella memorable en el ambiente musical de los explosivos años 50s grabando para etiquetas como Seeco, Puchito, Panart y RCA Víctor. Para la segunda mitad de los años 50s, la inseguridad ciudadana generada por el enfrentamiento entre las fuerzas represivas de la dictadura y el movimiento clandestino en la ciudad afectó en gran medida al ambiente artístico-musical. Luego de siete años en su escenario, en 1958 el conjunto de Senén terminaba su contrato en el cabaret "Tropicana". La convulsa década de los 60s, además de traer cambios radicales en el panorama social, económico y político, trajo además un variado espectro de ritmos marcados por la sonoridad de la guitarra eléctrica. Con las listas negras instauradas en los medios comenzaban a quedar en el olvido muchas de aquellas guarachas, sones y rumbas que grandes intérpretes como Celia Cruz le habían grabado al talentoso compositor en los años 50s. Senén Suárez, el amigo entrañable, el investigador, el maravilloso músico y compositor, fue feliz. Con una lucidez y energías envidiables vivió sus últimos años entregado a la investigación, compartiendo y dejando escritas memorias invaluables, rodeado del calor de su esposa, familiares y amigos. Su inmenso legado musical ha trascendido tiempo y fronteras.
El absoluto dominio de géneros cubanos tan esenciales y diversos como la rumba, el son montuno, la conga, el guaguancó y la guaracha, entre otros, le permitió desarrollar a Celia Cruz una extensa y sólida trayectoria en los escenarios del mundo llegando a ser reconocida como "La Guarachera de Cuba". Años después, ya insertada en el mercado de la llamada "Salsa", llegó a convertirse en su indiscutible reina. Celia, sin embargo, le pondrá sentimiento a los primeros minutos del programa como intérprete de uno de los géneros más entrañables de la música popular cubana: el bolero. Celia que todo lo cantó magistralmente nos legó, como parte importante de su amplísima discografia, excelentes versiones de boleros, algunos de ellos considerados hoy verdaderos clásicos, escritos por compositores que mucho tuvieron que ver en su desarrollo artístico. Entre ellos, sin dudas, destaca el pianista Orlando de la Rosa. En Cubakústica: Celia Cruz, bolerista. El desarrollo de la industria del disco trajo consigo innumerables etiquetas que siguieron los pasos de Panart, primer sello independiente fundado en 1944 por el ingeniero de sonido Ramón Sabat. En el vasto panorama comercial que alimentaban, en plena década del 50, nuevas casas productoras destacó: "Puchito". Su catálogo discográfico vio la luz en 1954. Como parte de su staff: la orquesta "Sensación" de Rolando Valdés. En el apartado vocal, junto al legendario sonero Abelardo Barroso y Tabenito, una joven promesa: Luis Donald. Escucharemos a Luis Donald, primero respaldado por el sello "Neptuno" y luego de vuelta con Puchito, finalizando los años 50s, debutando además como solista. De esa etapa recordaremos algunas de sus primeras grabaciones con respaldo y arreglos orquestales del pianista y compositor Severino Ramos. Asomando los primeros años 40, teniendo como escenario el tremendo auge alcanzado por la radio independiente en la Isla, el sector artístico-musical redobló sus posibilidades de dar a conocer su arte. Entre ellos destacaron, cómo no, los compositores populares. Talentos que alimentaron con sus creaciones el inmenso repertorio que demandaba el incesante trasiego musical de aquellos años y que, en su inmensa mayoría, sin poseer conocimientos técnico-musicales, escribieron auténticos clásicos de la música popular cubana. Así destacamos la obra del compositor alquizareño Luis Marquetti en el repertorio de tres agrupaciones claves en la evolución de los conjuntos soneros de los años 40 y 50. El conjunto de Arsenio Rodríguez con las voces de Miguelito Cuní y Cepero Scull nos recuerda su versión del bolero "Deuda". A continuación Daniel Santos y Bienvenido Granda con la "Sonora Matancera": "Llevarás la marca" y "Señora". Luis Marquetti y la temática victrolera: "Entre espumas" y "Desastre". Roberto Espí y Roberto Faz con el Conjunto Casino. Ediciones RCA Víctor y Panart, respectivamente. A 22 años del álbum "Metrópoli", producido en diciembre del 2001 por el sello estatal Unicornio, escogemos para la despedida algunos tracks de esta auténtica joya de la discografia cubana de comienzos del milenio. 'AfroCuban Jazz Rock' hecho en casa gracias al genio musical del guitarrista Elmer Ferrer, afincado en Canadá hace ya varios años. Equilibrio perfecto en las dosis de rock, swing, bebop y música cubana con la complicidad de Alexis Bosch y Roberto Carcassés en los pianos; Alexander Brown en trompeta; César López en saxo alto; Carlos Averhoff (jr) en saxo tenor; Alfredo Muñoz, Augusto Diago, Martha Salgado y Elis Regina Ramos conformando la sección de cuerdas; Jorge Alexander "Sagua" y Juan Pablo Domínguez en bajos; Ruy López Nussa y Oliver Valdés en drums, y Emilio del Monte (jr) en las percusiones cubanas." Metrópoli", un álbum imprescindible en cualquier colección de buena música cubana.
Gil Valladares y Frank García con el conjunto del Niño Rivera; Pepe Reyes con orquesta de cuerdas con arreglos y conducción del Niño; Arístides Balmaseda y el Chino Lahera con el Conjunto "Estrellas de Chocolate". Desde el estudio teatro de La Onda de la Alegría (Radio Progreso) Faz, Rolito y Espí con el Conjunto Casino y la banda de Beny Moré, nos recuerdan la obra de este importante músico pinareño. Álbum: "Recordar es vivir", producido y orquestado por José Luis Cortés en 2009. En las voces de Coco Freeman, el Nene, Tony Calá y Jenny Van Van, algunos clásicos de la música popular cubana. Veteranos compositores que habría que tener en cuenta más a menudo: Armando Valdespí, Mariano Mercerón, Alberto Ruiz y Arsenio Rodríguez. Por su originalidad y cubanía, durante más de 30 años, la obra de Frank Delgado no ha dejado de resonar en diferentes generaciones. Cronista natural, en las historias de sus canciones encontramos, en perfecto equilibrio, un finísimo humor criollo así como una poética de peso, musicalmente enmarcados en géneros como el son, la guaracha, el bolero, el montuno, la guajira y el afro. Frank Delgado, su obra siempre en sincronía con el pulso vital de los suyos. El público al ver reflejado con tanta verdad su día a día en las canciones de Frank, no ha podido menos que corresponderle con fidelidad. La autenticidad de su obra hará que sea largamente recordada. El genio musical de Arturo "Chico" O'Farrill como arreglista le pone música a los minutos finales del programa. La banda del mítico pianista Count Basie y ciertos clásicos del musical de Broadway, orquestados por el músico cubano. Cubakústica, todos los domingos, más de cien años de música popular cubana.
La orquesta del flautista José Antonio Fajardo triunfaba en salones bailables y en discos Puchito y Panart con el emblema "Fajardo y sus estrellas". Rudy Calzado le ponía voz a sus éxitos. La banda sonora de la primera mitad de la década del 50 del siglo XX cubano, marcada por el auge del chachachá, nos permite acercarnos al repertorio de las orquestas más destacadas. La fiebre del nuevo ritmo recorría todos los escenarios. Una de las más reconocidas y antiguas jazz bands de la Isla: la Hermanos Castro, con su vocalista principal Carlos Díaz, no faltaba en las programaciones de la radio y televisión independientes. Emisiones en directo desde la veterana Radio Progreso que en 1953 estrenaba su soberbio estudio-teatro en la Avenida Infanta número 105. Frecuencia radiofónica ya entonces bien conocida como "La onda de la alegría". Continuamos en "la onda de la alegría", uno de los escenarios permanentes de la Orquesta Aragón durante más de cuatro décadas. Audición del mes de noviembre de 1955. Con la charanga eterna: Olga Guillot y Fernando Albuerne: "Sabrosón" es un chachachá de César Portillo de la Luz. Despide este segmento inicial en clave chá, el guitarrista, arreglista y compositor holguinero Juanito Márquez. Formidable producción discográfica Velvet del año 1960. Recordaremos a tres icónicas e influyentes figuras de la era del swing: el trompetista Harry James, el baterista Gene Krupa y el trombonista Glenn Miller, presentes de alguna manera en el estilo y sonoridad del Conjunto Casino, una de las agrupaciones más progresivas de su tipo en la Isla. El intro de "After you have gone", exitoso tema de la banda de Gene Krupa, asimilado por los músicos del "Casino". Diciembre de 1953, bailable de Nochebuena emitido por CMQ RadioCentro. Así le ponían swing a la conga-comparsa "Los Dandys" del barrio habanero de Belén. Con el Conjunto Casino del año 1950 volvíamos al estudio-teatro número 2 de CMQ-RadioCentro. Roberto Faz y Roberto Espí nos dejaron escuchar sus versiones de "Again" y "Monalisa", clásicos norteamericanos adaptados al bolero, desde sendas presentaciones en los estelares "Cumbanchoa" y el "Gran Show de la Mañana". "Serenata a la luz de la luna", original del binomio Miller-Parish, a la manera de Rolito Rodríguez. Versión al español de la compositora Tania Castellanos. Nunca es tarde si la música es buena. Los cristales de sus gafas, similares a los utilizados por el militar japonés Hideki Tojo, primer ministro de la nación nipona durante la segunda guerra mundial, le ganaron al trombonista Generoso Jiménez el sobrenombre de "Tojo", durante buena parte de su carrera. Como buen augurio, a pesar de los acostumbrados altibajos del músico popular, antes de trasladarse a La Habana, integró la formación que daría lugar a la gran Orquesta Aragón: la "Rítmica 39". Su facilidad natural para la improvisación le permitió introducirse en el ambiente artístico-musical habanero de los primeros años 40, como arreglista y ejecutante. En la orquesta del "Tropicana" compartió atriles junto a otros pioneros del jazz cubano, entre ellos: Armando Romeu. El tremendo desarrollo de la radio independiente en directo lo condujo a integrar la banda del Show "Carnaval Trinidad y hermano", estelar espacio protagonizado por el genial "Cascarita". Generoso Jiménez: su incesante trasiego por la música cubana de comienzos de los años 50 auguraba los ecos inmortales del sabroso montuno que le acompañó hasta el final de su vida, compartido con Castellanos, utilero de la banda del Beny, y que el lajero cantaría hasta la saciedad. "Generoso como toca usted" un sello distintivo entre los ejecutantes de ese difícil instrumento. Música y músicos de Cuba. Generoso Jiménez en la memoria
El catálogo de la etiqueta norteamericana RCA Victor de finales de los años 50 nos permite recordar al pianista Luis Santí y su conjunto. Su aparición en el ambiente musical del año 1950 estuvo estrechamente vinculada a uno de los patrones estilisticos de la llamada "era de los conjuntos soneros", específicamente a la línea establecida por el Conjunto Casino. El joven pianista no se conformó con seguir solamente el estilo e interpretar parte del repertorio del popular conjunto. Fue notable además la similitud de sus cantantes: Felo Martínez, Colacho Alonso y Pitín, con las voces de Faz, Espí y Ribot, respectivamente. Una audición de los bailables de nochebuena, emitida por CMQ RadioCentro en 1952, nos devolverá aquellos primeros tiempos del conjunto de Luís Santí. Aunque el debut discográfico fue con RCA Victor, Santí en discos Panart logró asentar la sonoridad de su conjunto, contando con otros vocalistas de importancia como Celio González. Celio, con un estilo muy personal, ya había pasado por los conjuntos "Jóvenes del Cayo" y "Casino". Más adelante será pieza fundamental en los triunfos de la Sonora Matancera. Seguimos repasando el catálogo del sello independiente Panart de mediados de los años 50. Así damos con el rastro de uno de los cancioneros más destacados de ese tiempo. Si la recién fundada etiqueta "Puchito" se preciaba de contar con la exclusividad de Olga Guillot, Panart desde la segunda mitad de los 40, había acompañado la ascendente carrera de Fernando Albuerne. Con el acompañamiento de selectas formaciones orquestales conducidas a su vez por destacados maestros como Adolfo Guzmán, Julio Gutiérrez y Osvaldo Estivill, entre otros, Albuerne registró un vasto repertorio donde, a la par de las composiciones de autores cubanos, interpretó numerosas piezas iberoamericanas. En la segunda mitad del programa continuamos repasando nuestro catálogo sonoro en función de dos orquestas típicas que, en los salones bailables de la nación y en el mismo centro de los 50, dejaron profunda huella. Con la orquesta "Sensación" de Rolando Valdés, rescatamos del olvido a un buen cantante cubano. Tabenito, junto al veterano Abelardo Barroso, Eddy Álvarez y Luis Donald, fue componente importante de esta magnífica orquesta que -con exclusividad "Puchito"- dejó en el mundo del disco numerosos éxitos. Al catálogo de la etiqueta de Jesús Gorís, pertenecen estos sonidos. En el ámbito exitoso del "cha cha chá", Rolando Valdés fundó su orquesta en 1953, junto al flautista Eloy Martínez y los percusionistas Jesús "Chuchú" Esquijarrosa y Miguel Santa Cruz, conocido como "El pitcher". "Sensación hay una sola" rezaba el slogan que acompañó a esta notable agrupación, dentro y fuera de la isla, durante largos años. En la memoria su carismático cantante: "Tabenito". Para la despedida: la gran Orquesta Aragón. Con más de ochenta años de presencia ininterrumpida en los escenarios de Cuba y el mundo, aún mantiene sabor y sonoridad inconfundibles, bajo la batuta del maestro Rafaelito Lay. El sonido "Aragón" nos lleva a la frontera sonora de los últimos años 70 y primeros 80, junto a las reconocibles voces del cuarteto D'Aida: Elena Burke, Moraima Secada y Omara Portuondo. Repertorio a tener muy en cuenta.
La era de los conjuntos soneros que alcanzó su clímax en plena década del 40 del siglo XX cubano, tuvo en el estilo del tresero Arsenio Rodríguez uno de sus patrones fundamentales, bien marcado por la ascendencia africana del músico. El acento del son montuno, en un tempo bien retraído, fuertemente asentado por la percusión, en combinación con el pulso melódico del tres dominando incluso la sección de metales y las partes de piano, marcó una pauta que siguieron otras agrupaciones como la del formidable sonero René Álvarez, ex integrante del conjunto de Arsenio. Con el conjunto "Los Astros" de René Álvarez recorremos el catálogo discográfico RCA Victor editado entre 1948 y 1950. Estilo reconocible afincado en un repertorio donde usualmente destacaron el son montuno y el guaguancó, dedicando especial entrega a los boleros. Y a propósito de la entrañable era de los dramatizados en la radio y televisión cubanas de décadas pasadas, volvemos al grato recuerdo de una de aquellas aventuras que, desde la pequeña pantalla, atrapó a grandes y chicos, acompañada además por una original banda sonora. Entre 1964 y enero de 1965, a través del canal 6 de la TV Cubana, en el horario estelar de las 7 y 30 de la noche, recién estrenado el espacio "Aventuras", alcanzó inmensa popularidad la segunda entrega de los episodios de "El Zorro", adaptación libre del notable guionista y director Silvano Suárez. Julito Martínez y Diana Rosa Suárez en los personajes de Don Diego Vega (El Zorro) y Dolores de Villarreal, encabezaron el elenco completado, entre otros, por José Antonio Insua, Felipe Santos, Mabel Sánchez, Ricardo Dantés, Wilfredo Fernández, Rudy Mora, Elsa Guerra y José Núñez Sariol. El actor Jorge Socías con su interpretación del Sargento Liberato García, se ganó las simpatías de los televidentes teniendo como contrapartida, además del Zorro, a los hermanos Malpica, caracterizados por Julio Trujillo, Roger Ferrer y Luis Rielo. Este último acompaña a Socías en una de sus simpáticas intervenciones musicales. Jorge Socías, como el sargento Liberato García, pegó frases en el público como "que no cunda el pánico" y "cállate soldao". Orlando Vallejo, luego de un difícil debut en los estudios Panart, como integrante del Conjunto Casino, complementó a la perfección la trilogía vocal del popular grupo junto a Faz y Espí, en 1951. Los éxitos que colocó en las victrolas le permitieron convertirse ya en mayo de 1953, con el respaldo discografico de Panart, en intérprete solista. En el catálogo de esa importante etiqueta lo descubrimos con innumerables acompañamientos desde entonces hasta 1961, aproximadamente. Volvemos a los conjuntos continuadores del estilo asentado por Arsenio Rodríguez en los años 40. Finalizando la década siguiente el conjunto "Estrellas de Chocolate", bajo la conducción del percusionista Felix "Chocolate" Alfonso, defendía ese valioso legado en salones bailables y producciones discográficas. Primero con Puchito, y ya a comienzos de los 60 con la etiqueta Maype, sus cantantes Aristides Balmaseda, el Chino Lahera y Filiberto dejaron para la memoria temas como el montuno "Fanía". Irónicamente este título, apenas diez años después, coartado el histórico sistema de producción independiente de música en la Isla, sirvió para que un grupo de músicos/empresarios bautizaran en Nueva York su lucrativo emporio comercial. Y para que este viaje de ida y vuelta por las memorias de la música popular cubana tenga verdadero sentido, nos despedimos con uno de los grandes padres del son cubano. Quizás el más sensible, si tenemos en cuenta su poética y musicalidad desbordadas en cientos de sones, boleros, guajiras, montunos, congas y guarachas. Con el septeto Nacional y la inmensa obra del Poeta del Son Ignacio Piñeiro, es un verdadero lujo despedirnos.
Las voces de José Antonio Méndez, Eligio Varela, Leonel Bravet y Omara Portuondo completando el grupo "Loquibambia", con el apoyo del Conjunto Casino, nos acercan un breve fragmento del ambiente musical del año 1949 cuando los cuartetos vocales tuvieron muy buena acogida. Buena oportunidad para recordar a otro de los valiosos componentes de aquella formación vinculada a la renovadora corriente del "feeling". Frank Emilio comenzaba a ser conocido entonces por su vínculo con el jazz. Su presencia en los clubes de la época dedicados a la descarga y en las programaciones de radioemisoras como Mil Diez y Radio Kramer, van consolidando su inclinación natural a la improvisación. En esta línea acompaña a intérpretes igualmente precursores como Pepe Reyes, Fellove Valdés y José Antonio Méndez, fundando ya en los 50s, otra formación vocal: "Los Modernistas". Más avanzada esa década junto a Leonardo Acosta, Walfredito de los Reyes, Papito Hernández y otros músicos entusiastas del género, funda el "Club Cubano de Jazz" que además de tener su sede en el "Habana 1900" de 23 y P en el Vedado, como suceso itinerante, podía desplazarse por sitios propicios para la descarga como el "Club 21" y el cabaret "Las Vegas". Las grabaciones de Frank Emilio que escuchamos hoy corresponden al debut discográfico del "Quinteto de Música Moderna" propiciado por Adolfo Seeman, olvidado productor de la CMOX, a través de su etiqueta independiente "Tropicana", en 1959. Le acompañaron Tata Güines en tumbadoras; Papito Hernández en contrabajo; Gustavo Tamayo en güiro y Guillermo Barreto en pailas. Colaboraron en algunos cortes: Carlos Emilio Morales en guitarra eléctrica y Emilio del Monte en la percusión. Buen recuerdo para Rigoberto Moya, cantante y director del combo que llevara su nombre, fundado en La Habana el 15 de agosto de 1962. En 1970 junto al veterano "Rey de la Melodía": Joseito Fernández, durante dos sesiones de estudio, completó un fabuloso álbum editado por la etiqueta estatal Guamá. Ignacio Herrera en el tres, Orlando Bolaños en guitarra acompañante, Armando Ávila en guitarra y voz, Oscar Curbelo "El guajiro", Andrés y Andresito Castro en las trompetas, Manolo Menéndez al piano, Eduardo Lavoy, Rodolfo y Pablo en las percusiones. Unos minutos más con el Rey de la Melodía y el Combo de Rigoberto Moya. Clásicos de la música popular cubana que aún hoy son escuchados, pero desconociendo, una y otra vez, sus verdaderos autores. Repasando el catálogo Víctor del año 1941 rescatamos una vieja guaracha del compositor Virgilio González. La orquesta de los Hermanos Palau con su cantante Manolo Manrique "El Morito" grababan por esas fechas "Cuidado con el perro". Décadas después Faustino Oramas "El Guayabero" se apoyó en el pegajoso montuno para aderezarlo con sus pícaras décimas, pero, como ya escuchamos, la autoría de "Cuidao con el perro" corresponde a Virgilio González. Notable compositor nos legó además clásicos como "Rompesaragüey", "Le dije a una rosa", "Clara" y "La ola marina", que a continuación escucharemos en las versiones de Miguelito Cuní con el Conjunto Todos Estrellas de Félix Chappotin, la orquesta Aragón, las hermanas Aguilera con el conjunto de Ñico Saquito y Rolando Laserie con la orquesta Sabor de Bebo Valdés. En la despedida otro Virgilio Martí quien, como muchos músicos de su generación, no tuvo más remedio que plantar sus cubanísimas raíces en el Nueva York de los primeros años 60. Virgilio, rumbero y percusionista, hasta sus últimos días defendió con su canto el legado de sus mayores, formando parte de valiosos proyectos como los encabezados por Patato Valdés y Totico, y el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino, afortunado hermanamiento musical boricua y cubano. Siempre en clave de rumba y guaguancó, jamás abandonó un sueño. Así despide el programa con la adaptación que hiciera del vals del peruano César Miró: "Todos vuelven".
Finalizando la década del 50 el desarrollo alcanzado por la industria del disco independiente generó un panorama comercial cada vez más diverso, pródigo en nuevas etiquetas. La variedad artística propuesta por la competencia hizo que los históricos sellos norteamericanos como RCA Victor, así como Panart, primer empeño disquero nacional fundado en 1944, perdieran su hegemonía teniendo que adecuar sus catálogos a las nuevas condiciones del mercado. Momento favorable para intérpretes y agrupaciones al disponer de muchas más posibilidades de llegar al disco, ampliando de igual forma el alcance de sus grabaciones. Desde 1956 hasta el año 1963, cuando la nueva política cultural coartó la industria del disco independiente, el Conjunto Casino efectuó numerosas grabaciones con etiquetas como RCA Victor, Gema, Ansonia, Castro Records, Rosell Records, Velvet y Maype, entre otras. "Mambo Gallego" del percusionista boricua Tito Puente, corresponde al álbum "Que buena está la pachanga ", producido en 1960 por la etiqueta Velvet. El trompetista Jorge Varona, reclutado en su natal Camagüey por Roberto Espí, había debutado en marzo de 1959 en discos Ansonia. El conjunto de Roberto Faz, fundado en enero de 1956, grabó sus primeros singles con la etiqueta Puchito. Aunque luego pasó al catálogo Panart, finalizando esa década también grabó con los sellos Rosy y Seeco. De estas dos últimas etapas recordamos su versión del bolero de Enrique Hernández: "Mírame más" y el son montuno de Calixto Callava: "La tumba brava". El trío mexicano "Los Panchos", fundado en la ciudad de Nueva York en 1944 por Chucho Navarro, Hernán Avilés y Alfredo Gil, efectuó presentaciones exitosas en La Habana entre 1949 y 1951. Artistas exclusivos de la etiqueta norteamericana Columbia llevaron a los discos un buen número de guarachas, rumbas, sones y boleros. "Los Panchos", a lo cubano, le ponen música a este segmento del programa: "El guarapo y la melcocha", original de Miguel Alfonso Pozo, el célebre Clavelito, co autoría con Eduardo Saborit; "Me voy pal pueblo" del compositor cienfueguero Marcelino Guerra "Rapindey"; "Aquellos ojos verdes" de Nilo Menéndez y Adolfo Utrera, y del maestro Gonzalo Roig: "Quiéreme mucho". El catálogo Víctor de mediados de los años 30 nos recuerda la era dorada del danzonete y a quien fuera entonces una de sus voces representativas: Fernando Collazo. En 1929, cuando el músico matancero Aniceto Díaz puso en órbita el rítmico "danzonete", el juvenil cantante se convirtió en una de las figuras predilectas del nuevo género. El 16 de octubre de 1939, en pleno éxito, Collazo se quitó la vida. Su misterioso suicidio provocó una gran conmoción, sobre todo entre el público femenino. Afortunadamente le sobreviven estas grabaciones efectuadas en Nueva York en 1935 con la Orquesta del maestro Armando Valdespí. Un continuador del estilo de Fernando Collazo fue Barbarito Diez. La era dorada de la radio independiente trajo consigo, a partir de los años 40, infinidad de espacios dramatizados. Entre estos la temática de aventuras caló hondo en el gusto del público infantil. "Los tres Villalobos", episodios radiofónicos originales del escritor Armando Couto, lanzados al éter en 1943 por las antenas de RHC Cadena Azul, casi diez años después, en el horario estelar de las doce del mediodía, mantenían su popularidad en los estudios de la CMQ RadioCentro. En la despedida tres piezas para la memoria. La dramática banda sonora de las dictaduras en Cuba. La era del Machadato tuvo su punto más cruento entre 1931 y 1933. "Lamento cubano' de Eliseo Grenet por Guillermo Portabales; el danzón "Masacre" del pianista Silvio Contreras por la Orquesta Romeu, y "Cincuenta pesos", guaracha de Gonzalo Roig, por Panchito Riset con el Cuarteto Caney. Musica Popular Cubana permanentemente orbitando los estremecimientos de una isla que sigue soñando, a pesar de todo, con su verdadera independencia. Cerramos en clave afro con las Hermanas Márquez.
El chachachá a la manera del Conjunto Casino del año 1956 con sus cantantes Fernando Álvarez, René del Mar, Orlando Reyes, Felo Martínez y Roberto Espi. Las exitosas presentaciones del popular conjunto en el estudio teatro de "la Onda de la Alegría", Radio Progreso, testimonian la tremenda "pegada" del ritmo que entonces invadió los repertorios de todas las agrupaciones. El ya clásico cha cha chá: "La engañadora", original del violinista Enrique Jorrin, marcó un antes y un después en el ambiente musical cubano de los primeros años 50. Los salones bailables de la nación se saturaron entonces con el cadencioso ritmo. El Conjunto Casino que entre 1956 y 1957 volvió a figurar en el catálogo RCA Victor, llevó al disco muchos temas en ese estilo. La industria del disco independiente cubano, entre 1944 y 1963, tuvo muy en cuenta dos importantes fechas para complacer a sus consumidores. Los catálogos de etiquetas como la pionera Panart nunca pasaron por alto las navidades y el día de las madres. En la carpeta autoral de Osvaldo Farrés, entre clásicos como "Toda una vida", "Tres palabras", "Acércate más" y "Quizas, quizás, quizás", destacaba la sencilla canción: "Madrecita". La sagacidad comercial de Ramón Sabat no demoró en llevar al compositor a sus estudios Panart en San Miguel no.410. Fernando Albuerne para comienzos de los 50 una de las voces más destacadas del cancionero cubano. Le acompañaron las Hermanas Lago y una orquesta conducida por el maestro Enrique González Mánticci. Más producciones Panart del primer lustro de la década del 50: Joseito Fernández, el Rey de la melodía, con la orquesta Cosmopolita, y el Conjunto de Luis Santí donde ya destacaba Celio González. Sucedieron a una importante generación de compositores pianistas que iluminó el curso de la canción cubana entre los últimos años 30 y los primeros 40. A partir de 1946 los muchachos del "feeling" quienes en gran medida se acercaron a la guitarra de forma autodidacta, marcaron un importante punto de giro melódico y armónico en la evolución de la canción y el bolero. Feeling cubano desde la etiqueta independiente Ferrer Records del año 1960. Los cancioneros Olga Rivero y Pepe Reyes con arreglos y conducción orquestales a cargo de Enriqueta Almanza y el Niño Rivera. "Mi mejor canción" de José Antonio Méndez, "Y siento que te quiero" de Armando Peñalver y "Eres mi felicidad " del Niño Rivera. En Cubakústica el feeling de Olga Rivero y Pepe Reyes. De vuelta al catálogo Panart de los últimos años 50 nos acercamos al sonido del grupo folklórico Afrocubano de Alberto Zayas. Importante regresar a la obra de este compositor e investigador que, en diferentes oportunidades, consiguió reunir a las voces más destacadas del afro, la rumba y el guaguancó. Caridad Suárez, Tata Gutiérrez, Celia Cruz, Roberto Maza, Carlos Embale, Merceditas Valdés, Alfredo León, Juanita y Mercedes Romay y Adriano Rodriguez, indistintamente, contaron con variados apoyos: Cachao López en contrabajo, el bongosero Yeyito Iglesias, el Niño Rivera en el tres, Tata Güines en las tumbadoras, Silvio Contreras al piano, entre otros músicos de la época. Con el grupo Afrocubano de Alberto Zayas, nos vamos.
As always, when a friend comes to town, we come to talk to business. And no one knows numbers quite like Mike Carrozza. Two Mikes? That's too many. If one thing ties us all together, it's Jersey City (the sixth borough). We have t-shirts now if you want one (I bet you do). If it isn't abundantly clear we're dudes in our 30s, we genuinely have to check in with each other to make sure "Hey, it's not your birthday today, right?" Realtors and eggs- the final combat. If you've never ironed your grilled cheese, you've never met a touring comedian. Sport Vegetables."Dude, I farted. I farted so much."Patreon: https://www.patreon.com/intheminivanFollow us on instagram: @intheminivanpodFollow us on twitter: @intheminivanFollow us on TikTok: @intheminivanpodcastWe're on YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCTxCtwpkBssIljyG6tdJbWQGet in the Discord: https://discord.gg/YWgaD6xFN3Episode Playlist: https://open.spotify.com/playlist/7fqCkdDIpdmxn03ddK6LmE?si=3306494b3e1d4d25THE MASTER PLAYLIST: https://open.spotify.com/playlist/2saxemA3MOXcjIWdwHGwCZ?si=ee3444c085714c46Frank Garfield- Attorney for GhoulsSupport the show
El catálogo RCA Víctor de la primera mitad de los años 40 nos permite recordar el debut discográfico de Nelo Sosa como vocalista del Conjunto Casino. El 28 de noviembre de 1942 la agrupación sonera comenzaba a cubrir una exitosa temporada de un año en el cabaret habanero "Zombie Club", compartiendo escenario con la orquesta del xilofonista catalán Pedro Calonge y la orquesta del cabaret que, conducida por el maestro Adolfo Guzmán, acompañaba a Martha Domínguez, Rodolfo Cueto y Beny Roberts, entre otros interpretes de esos años. Nelo interpretó todo el espectro genérico popular completando, entre 1943 y finales de 1945, las trilogías vocales del "Casino" junto a Esteban Grau, Roberto Espi, y Roberto Faz. Apreció mucho el público de esos años su voz prima en combinación con la voz segunda del cienfueguero Roberto Espí, en boleros, guajiras, sones y guarachas. Volvemos al catálogo Victor de finales de 1944 para escuchar el bolero: "Nada importa", conocido también como "Que bonito es amar". En 1946, a su salida del "Casino", con el respaldo comercial del sello Panart y junto al guitarrista matancero Senén Suárez, Nelo fundó el Conjunto Colonial. Aunque esta primera versión duró apenas un año, a comienzos de los 50s retomó el proyecto con el que cubrirá casi todo el primer lustro de esa década, registrando su repertorio de mayor calibre para la RCA Victor. Nelo Sosa, un cantante cubano para recordar. Felipe Dulzaides, uno de los imprescindibles pioneros del jazz cubano, dejó su impronta en nuestro catálogo sonoro de disímiles maneras. A la par de su labor como pianista, primero integrando el cuarteto Llópiz-Dulzaides, y luego al frente de su mítico quinteto "Los Armónicos", desarrolló de manera notable su doble faceta de arreglista y repertorista. Si una voz encontró en el peculiar sonido de "Los Armónicos" el apoyo necesario para su cristalización en el escenario fue la de Doris de la Torre. Una de las figuras indiscutibles del feeling que, ya finalizando los 50s, era además una imprescindible de la incesante bohemia cubana. Con Doris y Fernando Álvarez, quien para 1958 se lanzaba a los escenarios como solista, un poco más del sonido Dulzaides. Celeste Mendoza fue una de las voces altas de la música popular cubana de todos los tiempos. Su paso por el formidable cuerpo de baile del cabaret "Tropicana" potenció su capacidad natural de dominar el escenario. Rumbera nata, estas cualidades muy pronto la convirtieron por designio popular, sin discusión y hasta el final de sus días, en reina absoluta del guaguancó. Regresamos al catálogo discográfico RCA Victor de los años 40 tras el sabroso rastro de aquellas formaciones soneras que, contra viento y marea, fieles a sus raíces, mantenían un espacio importante en los salones bailables de la nación. Tal era el caso del Conjunto Lírico Gloria Matancera fundado en la ciudad de los puentes en 1927 por los hermanos Díaz, para luego radicar en La Habana de los primeros años 30. Tiempos difíciles, de mucha inestabilidad social y económica provocados por la dictadura Machadista, que incidiendo como siempre en los repertorios de la isla hicieron a los músicos populares parir clásicos como el "Lamento cubano" de Eliseo Grenet y "Masacre", el danzón de Silvio Contreras. Florencio Hernández quien sobresalió también como compositor, fue una de las míticas "voces de vieja" del Son cubano. Más conocido con el sobrenombre de "Carusito", además de la Gloria Matancera, también identificó al septeto "Nacional" de Ignacio Piñeiro. El conjunto Gloria Matancera, tras amplio bregar por la geografía musical cubana, se mantenía en activo finalizando los convulsos años 60. En sus filas grandes intérpretes que con su arte dieron realce y color a la música popular sosteniendo el legado de nuestras agrupaciones más veteranas: Cheo Junco, Cundo Morales, Carusito, y de nuevo: Nelo Sosa. Con el conjunto Gloria Matancera, nos despedimos.
Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro: Bebo Valdés, tuvo una vida larga, intensa y provechosa, dedicada íntegramente a su gran pasión: la música. La influyente corriente del swing y el bebop, que renovó musicalmente los primeros años 40, resonó espectacularmente en la obra y el estilo del joven Bebo Valdés quien por entonces, incesantemente, transcribe partituras, arregla, hace suplencias ocupando atriles en no pocas agrupaciones. Dos piezas fundamentales del músico resumieron esos tiempos de intenso bregar por la geografía musical de la Isla: "Rareza del siglo" un mambo que a continuación escucharemos con arreglo semi-sinfónico de Bebo para la orquesta CMQ, dirigida por Bola de Nieve, y "Güempa", en las voces de Faz, Espi y Vallejo con el Conjunto Casino, desde un bailable de Nochebuena del año 1952, emitido también por la importante emisora. "Baila así", otra pieza de Bebo que Celia Cruz defendía en sus presentaciones en directo. La década del 50 estrenaba su banda sonora y los jazz bands con los arreglos de Bebo, se renovaban. "Cascarita" triunfaba en el show Carnaval Trinidad y hermano. No existió escuela más efectiva para los músicos cubanos de los 40 y 50 que los bailables y los directos -en radio o televisión- para dominar todo el espectro rítmico popular que pulsaba en el ambiente. Especialmente, el buen gusto de Bebo Valdés al arreglar canciones y boleros para conjuntos, orquestas típicas o jazz bands, se puso a prueba en sus numerosos trabajos para etiquetas discográficas de importancia como Panart y RCA Victor. Para esa primera etiqueta Orlando Vallejo grabó respaldado por un magnífico arreglo de cuerdas el bolero de Bebo: "Serenata en Batanga". El bisoño músico de RHC Cadena Azul, el creador del ritmo "batanga", el jazzista precursor, el caballo de los arreglos del cabaret "Tropicana", el productor musical, el maestro de las inacabables sesiones discográficas para Panart, RCA Victor, Gema y Puchito, entre otros sellos. Todos estos matices, en conjunto o por separado, moldearon una sólida personalidad que le sigue dando realce, peso y consistencia definitorias a la cultura cubana y del mundo. Siempre vibrante el jazz band en sus arreglos y composiciones. Probablemente fue la "Riverside", bajo la batuta del saxofonista Pedro Vila, la banda que hizo relucir al máximo sus creaciones: "Ritmando cha cha chá" y "Oye como gozo mama" El desarrollo alcanzado por la industria del disco independiente no hubiera sido posible sin la base aportada por compositores, arreglistas y conductores de orquesta. Unos minutos para que vuelva a resonar el genio de Bebo en estas dos últimas facetas. Para ello contamos con estas grabaciones históricas donde cantan Rolando Laserie, Fernando Álvarez, Miguelito Cuní, y Doris de la Torre. Nos acompaña Bebo Valdés, el pianista sensible, inconforme y rebelde, el hombre capaz de soportar el durísimo y permanente exilio. Así hasta el final, como una rueda mágica e imparable, ardieron sus 94 años. Desde una producción Gema llega la orquesta de Bebo con el canto principal de Pío Leyva y el coro de Omara Portuondo: "En cadenas". Irreconciliable con la dictadura, este montuno grabado en el mismísimo 1959, resultó ser premonitorio. Luego de salir de Cuba en 1960, Bebo se estableció en Suecia hasta su fallecimiento. Paquito D'Rivera, con ese noble afán de salvar grandezas de la música cubana le produjo en 1994: “Bebo Rides again”. Afortunado punto de giro en la extensa carrera del longevo músico. Hacia 2002 otro álbum marcó su vida, como resumiendo su concepto orquestal en función del cancionero iberoamericano: “Lágrimas negras”. Cuando el 22 de marzo del 2013 emprendió su viaje a la inmortalidad era ya refulgente leyenda en el parnaso de los grandes de todos los tiempos. Diez años sin Bebo Valdés, pero teniendo siempre, a buen recaudo, su maravilloso legado.