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Un Mensaje a la Conciencia
Una sanción semántica

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 22, 2025 4:01


El 25 de febrero de 1610, el rey Felipe III creó el Tribunal de la Inquisición en el distrito del Nuevo Reino de Granada, costas de Tierra Firme, Barlovento, la Española y el territorio de la Audiencia de Santo Domingo. Para administrar el Tribunal del Santo Oficio comisionó a la orden de los dominicos y designó como centro la ciudad de Cartagena de Indias. No fue sino hasta el 2 de febrero de 1614 que se realizó el primer auto de fe en Cartagena de Indias. Fueron sancionados un hechicero, Juan Lorenzo; un fraile, Diego Piñeros; un carpintero, Andrés Cuevas; un buhonero, Juan Mercader; un señor acusado de hacer pacto con el diablo, Luis Andrea; y un portugués, Francisco Rodríguez Cabral. La causa de la sanción de aquel portugués fue sin duda una de las más dignas de comentario de todas: rezaba mal el credo. Rodríguez Cabral no decía que nuestro Señor Jesucristo «resucitó de entre los muertos» sino que «resucitó a los muertos».1 ¡Valga la diferencia semántica!   Aquí cabe señalar que esa diferencia entre resucitar «de entre los muertos» y resucitar «a los muertos» es más que un juego de palabras. Si aceptamos la veracidad del relato de los evangelios, las únicas posibilidades que existen son creer que Cristo resucitó a otros pero no resucitó Él mismo, o que resucitó a otros y también resucitó Él mismo. El que Cristo resucitara a otros antes de su propia muerte implica que tenía el poder para resucitar Él mismo en caso de morir. En otras palabras, no tiene lógica creer que Cristo pudo resucitar a otros, pero que Él mismo no pudo haber resucitado. Al contrario, pudiera argumentarse que el hecho de que don Francisco Rodríguez Cabral creyera que Jesús resucitó a los muertos implica que tuvo que haber creído también que resucitó de entre los muertos, es decir, que Cristo mismo resucitó. ¿Quién hubiera pensado que habrían de tener más fe en la posibilidad de resurrección los jefes entre los judíos que los discípulos mismos de Jesús? Fueron esos dirigentes judíos quienes recordaron y tomaron en serio las palabras proféticas de Cristo respecto a que resucitaría tres días después de ser entregado, condenado a muerte, azotado y crucificado. «Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron —afirma San Pablo—. Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros.»2 Para que esto suceda tenemos que confesar que Jesucristo es el Señor y creer que resucitó de entre los muertos.3 Así podremos salvarnos de la sanción capital del Inquisidor divino en el Tribunal supremo que nos espera. Y así podremos resucitar para ser transformados con un cuerpo incorruptible e inmortal.4 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Javier Ocampo López, Supersticiones y agüeros colombianos (Bogotá: El Áncora Editores, 1989), pp. 61‑62. 2 1Co 15:20; 6:14 3 Ro 10:9 4 1Co 15:52-53

Un Mensaje a la Conciencia
«Lógica primitiva»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 21, 2025 4:01


«Hacía ocho años que tenía en jaque a todo el Cibao. Se presentaba de improviso en Santiago, desaparecía y al otro día abaleaba un soldado en Salcedo.... Se dijo que era brujo; que cuando lo quería, se hacía invisible. Se le temía como a un dios implacable. El Gobierno despachó cientos de hombres tras él, y el ejército llenaba la cárcel de pobres campesinos, sospechosos de encubrirle. Nada.... »... Me llenó de sorpresa verlo tan sereno... como si no fuera el objeto de una caza feroz y larga. Llevaríamos más de media hora allí. Él había contado innumerables episodios de su vida y parecía muy cansado. Tenía una voz triste.... Él era campesino, joven.... »—Quique. Quizá yo pueda serle útil sin faltarle a mi conciencia. »—No, amigo, no tiene que faltarle; sólo lo quería pa conversar con usté. Me parece que no voy a durar mucho, y como de mí se habla tanto, no quería morirme sin que siquiera un hombre supiera que de no acosarme como un perro con rabia, esto se hubiera evitao.... »... Torné a verlo. Ni miraba ni se movía. Negro, triste y perseguido... »—No piense mal, Quique. ¿Por qué va a morirse usté? »—Es que tengo que morirme, amigo.... He pasao muchos años poniéndole el frente al diablo y llevándome en claro a muchos vagamundos; pero hace unos quince días que me pasó una cosa muy mala, y dende entonces ni an duermo.... Quique había estado rondando por Licey en pos de un compadre enfermo, y los soldados lo velaron. Ellos no acertaban nunca, porque la fama de Quique les hacía temblar el pulso a los mejores. Además, no se cuidaban de que hubiera o no gente. Mejor si la había, porque así se propalaba la noticia de que se había enfrentado al temible Quique Blanco, y eso, claro, podía proporcionar algún ascenso. Así, ese día una niña cruzaba cerca del fuego. La cogió una bala de Quique. Él la vio caer, y de golpe sintió que se le aflojaba el corazón. »—Dende ese día ando como loco, amigo. Cierro los ojos y la veo cayendo. Era una pobre criatura. No me lo perdono, amigo, y quisiera tener el poder de Dios pa devolvérsela a su mama.... »—¿Usté tiene hijos, Quique? —pregunté. »—No, amigo. Si hubiera tenío uno... »Adiviné el resto. En su lógica primitiva, dar su hijo en pago de la muerta era una solución. ¡Y eso lo pensaba él, que no sabía cómo se quiere a un hijo!... »Dos días después... me encontré con la noticia de que un muchacho de Moca había sorprendido a Quique Blanco durmiendo y le había destrozado la cabeza de un tiro con el revólver del propio muerto. Más tarde supe que habían paseado el cadáver por todos los pueblos del Cibao, para que la gente no creyera que seguía vivo.»1 Este cuento del ilustre escritor cibaeño Juan Bosch, uno de sus Cuentos escritos antes del exilio y por lo tanto antes de que llegara a ser presidente de la República Dominicana, nos recuerda que Dios sí dio a su Hijo en pago de la muerte que merecía cada uno de nosotros a causa de nuestro pecado, y que, a diferencia de lo que sucedió luego de que mataron a Quique Blanco, no había cadáver suyo que pudiera pasearse por los pueblos de Judea o de Galilea «para que la gente no creyera que seguía vivo». Porque Jesucristo resucitó,2 y hoy quiere que lo busquemos de todo corazón para que lleguemos a conocerlo en persona como Él realmente es, un Dios poderoso pero clemente y compasivo.3 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Juan Bosch, «La verdad», Cuentos escritos antes del exilio (Santo Domingo: Edición Especial, 1974), pp. 38‑47. 2 Jn 3:16‑17; Ro 4:25; 6:23; 1Co 15:3‑4 3 Éx 34:6; Neh 9:17; Sal 86:15

Un Mensaje a la Conciencia
«Si mi situación económica fuera mejor»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 19, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Mis ingresos como trabajador son precarios.... Mi cuñada emigró, nombró apoderada de sus bienes a mi esposa, y le asignó la responsabilidad de cuidar de su madre y su casa. A cambio, nos apoya económicamente.... »Esto ha motivado reproches de mi esposa, dándome a entender que, si mi situación económica fuera mejor, ella no tendría que asumir esa responsabilidad.... »La salud de mi esposa ha ido en detrimento por el estrés que le produce atender a su madre.... Todo eso ha generado a su vez discusiones entre nosotros, y en cada oportunidad me corre de la casa de su hermana, donde vivimos.... Siento que no tengo esposa porque ella duerme con su madre, y yo solo o con mi hijo de once años.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »... Usted cree que su esposa le echa la culpa a su situación económica de que tenga que cuidar de la mamá. Si otros miembros de la familia de ella están dispuestos a cuidar de la mamá, entonces su esposa pudiera tener razón de que su situación económica la está obligando a cuidar de ella como si fuera un empleo. En cambio, si nadie más está dispuesto a hacerlo, entonces su esposa tendría la obligación aun cuando el salario de usted fuera más que suficiente, y ella estaría culpándolo por sentirse frustrada y no porque usted tuviera culpa alguna.... »Nosotros hemos observado que, por lo general, la esposa (o pudiera ser el esposo) se queja de los ingresos del cónyuge porque cree que él no está esforzándose lo suficiente para trabajar, o porque ve que él se porta como si no tuviera nada importante que hacer. En el caso de usted, vamos a suponer que ella se está esforzando mucho en su trabajo y está muy estresada, pero ve que usted está asumiendo una inadecuada responsabilidad en el hogar, a pesar de que tiene tiempo de sobra. »Cuando usted no tiene trabajo, ¿cómo pasa el tiempo? ¿Hace las compras en el supermercado, prepara comidas, se encarga de la limpieza de la casa y cuida al hijo? ¿Le muestra a su esposa mediante sus acciones que usted se preocupa por el estrés y la salud de ella? Lo que usted dice es poco fiable si lo que hace no verifica que lo dice en serio. »Sin lugar a dudas, es problemático que su esposa esté durmiendo con la mamá de ella en vez de dormir con usted. Es importante que los cónyuges disfruten de tiempo juntos en privado, así que si hay otros familiares que viven cerca, tal vez puedan turnarse con su esposa cuidando de la mamá durante la noche. »Las Sagradas Escrituras enseñan que debemos honrar a nuestro padre y a nuestra madre, y cuidar de ellos. Pero también enseñan que los hijos adultos deben dejar a padre y madre y formar un nuevo hogar con su propio cónyuge. Le recomendamos que busque consejería profesional para resolver cómo hacer ambas cosas.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 719. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net

Un Mensaje a la Conciencia
¿Jesús o Barrabás?

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 18, 2025 4:01


Este ladrón es Jesús, y este ladrón Barrabás. ¿A cuál de los dos queréis que os entregue en libertad? Es necesario elegir, por toda la eternidad, entre un ladrón verdadero y este ladrón: la Verdad.             —¿Queréis que os suelte a Jesús?             —Suéltanos a Barrabás. El uno roba los bienes, el otro la voluntad; aquél para su provecho, éste para nuestra paz; el primero por malicia, el segundo por bondad; Jesús para nuestro bien, para su bien Barrabás.             —¿Queréis que os suelte a Jesús?             —Suéltanos a Barrabás. El uno por lo de aquí y el otro por lo de allá, cada cual según su amor, cada cual según su afán, ambos despojan al hombre de su vida y su caudal: Barrabás, de todo el oro, y Jesús de todo el mal.             —¿Queréis que os suelte a Jesús?             —Suéltanos a Barrabás. Los dos esperan al hombre sin cansarse de esperar: Barrabás, días y noches, Jesús, una eternidad; cada cual a su manera, cada cual en su lugar: uno en las encrucijadas y otro en la cruz de verdad.             —¿Queréis que os suelte a Jesús?             —Suéltanos a Barrabás.1 Con estos llamados «Versos de la Semana Mayor», el poeta argentino Francisco Luis Bernárdez nos lleva a la conocida escena del juicio de Jesucristo, el Hijo de Dios, ante Poncio Pilato, el gobernador de Judea. Lo hace con licencia poética propia del caso, por medio de Pilato, como si éste fuera un vidente que quisiera revelarnos sus pensamientos. Porque lo que Bernárdez pone en boca de Pilato no lo pudo haber sabido aquel gobernador romano con antelación al juicio. Pilato ni siquiera recibe el famoso recado de su esposa sino hasta después de haber comenzado el juicio, cuando ya le ha preguntado por primera vez a la multitud si quiere que le suelte a Barrabás o a Jesús, al que llaman Cristo. Y lo único que manda a decirle su esposa en ese recado es que no se meta con Jesús, al que ella llama justo, pues por causa de Él, ella acaba de sufrir mucho en un sueño.2 Lo que hace Pilato, en la pluma de Bernárdez, es enfocar de un modo inusitado, pero bien pensado, la decisión funesta de la multitud. Con voz profética, le hace ver al pueblo judío que la verdad del caso es que no les corresponde escoger entre un justo y un ladrón, sino de cierto modo entre dos ladrones. Barrabás roba los bienes por malicia, para su provecho y su propio bien, mientras que Jesús roba la voluntad por bondad, para nuestro bien y para que tengamos paz. No es que Jesús nos robe la voluntad en el sentido de quitarnos el libre albedrío con que nos creó, sino todo lo contrario. Él nos roba la voluntad en el sentido de darnos la opción de permitir que, en nuestra vida, se haga su voluntad divina en lugar de la nuestra. Bernárdez, en voz de Pilato, tiene razón acerca de la Verdad. Cristo, por amor, quiere despojarnos de todo mal para darnos, en su lugar, vida eterna. Y nos espera «sin cansarse de esperar», con los brazos abiertos, como lo ha hecho desde el momento en que dio su vida por nosotros en la cruz del Calvario hasta hoy, más de dos siglos después de que resucitó y se sentó a la derecha del Padre en la gloria celestial.3 Ahora sólo nos toca decidir: ¿Vamos a darle a aquel Jesús plena libertad en nuestra vida? Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Francisco Luis Bernárdez, «Jesús y Barrabás», Versos de la Semana Mayor, pp. 140‑41; tomado de Antología poética (Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002, Colección Austral [Edición digital basada en la 3a ed. de Buenos Aires, Espasa Calpe, 1951]) En línea 9 agosto 2007. 2 Mt 27:17‑19 3 Ro 8:34

Un Mensaje a la Conciencia
El gallo de la pasión

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 17, 2025 4:01


Me dijeron: —¿Lo conoces? Respondí: —No sé quién es. Y el gallo, que me escuchaba, cantó, por primera vez, con una voz tan potente que, sobre la tierra fiel, arrastraba como un viento mis promesas de papel.             El gallo cantó tres veces,             y otras tantas te negué. —¿Estabas con Jesucristo? —Jamás estuve con él. Y el gallo, que me escuchaba, cantó por segunda vez, conmoviendo con su canto la tierra bajo mis pies, pero no el alma dormida como una piedra en mi ser.             El gallo cantó tres veces,             y otras tantas te negué. —¿Eres uno de los suyos? —Ni lo soy ni lo seré. Y el gallo, que me escuchaba, cantó por tercera vez, para que el mundo supiera que ya estaba por nacer un día que no sería de arena, como mi fe.             El gallo cantó tres veces,             y otras tantas te negué. Después de escuchar tres veces mi traición y el canto aquél, el Señor clavó los ojos en mi corazón infiel, y los hundió tan adentro que de dolor desperté, y ante la noche sagrada lloré por primera vez.             El gallo cantó tres veces,             y otras tantas te negué.1   Así narra en verso el poeta argentino Francisco Luis Bernárdez la historia del gallo de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo. Lo hace de manera excepcional desde el punto de vista del apóstol Pedro: el mismo Pedro que quiso caminar con Cristo sobre el lago de Galilea, pero no tuvo suficiente fe para lograrlo;2 el mismo Pedro que no pudo mantenerse despierto en el huerto de Getsemaní mientras Cristo velaba en oración;3 el mismo Pedro que, por no comprender que Cristo tenía que morir por los pecados del mundo, le cortó la oreja al siervo del sumo sacerdote cuando Judas entregó a Cristo en manos de sus enemigos.4 Esa misma noche, mientras aquellos enemigos procesaban a Cristo injustamente a fin de crucificarlo, Pedro lo negó tres veces,5 ¡a pesar de que Cristo mismo le había dicho que iba a hacerlo y Pedro le había asegurado que eso jamás sucedería!6 Pero esa es la parte del relato de Bernárdez que ha hecho historia, acuñada en dichos y refranes, que conocen hasta los que no son seguidores de Cristo. La parte que está en tela de juicio, en la que se toma licencia poética el escritor argentino, es la frase al final del poema en la que dice que, cuando el gallo de la Pasión cantó por tercera vez, Pedro lloró por vez primera. No podemos saber con certeza si fue por primera vez, porque el texto bíblico no arroja luz sobre esto. Pero tratándose del que, al parecer, era el más valiente de los apóstoles, es probable que esa haya sido la primera vez que Pedro llorara y, más aún, «amargamente», como dicen las Sagradas Escrituras.7 Menos mal que Pedro permitió que se rompiera el dique de sus lágrimas, pues a causa de su arrepentimiento sincero Jesucristo lo restituyó, preguntándole tres veces si de veras lo amaba. Con eso Cristo le dio a entender que ya lo había perdonado por las tres negaciones.8 Y con eso Pedro pudo experimentar en carne propia la veracidad de la bienaventuranza de Cristo que dice: «Dichosos los que lloran, porque serán consolados.»9 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Francisco Luis Bernárdez, «El gallo», Versos de la Semana Mayor, pp. 138‑39; tomado de Antología poética (Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002, Colección Austral [Edición digital basada en la 3a ed. de Buenos Aires, Espasa Calpe, 1951]) En línea 9 agosto 2007. 2 Mt 14:22-33; Mr 6:45‑51; Jn 6:15‑21 3 Mt 26:36‑46; Mr 14:32‑42; Lc 22:40‑46 4 Mt 26:51‑56; Lc 22:49‑53 5 Mt 26:69‑75; Mr 14:66‑72; Lc 22:55‑62; Jn 18:16‑18,25‑27 6 Mt 26:31‑35; Mr 14:27‑31; Lc 22:31‑34 7 Mt 26:75; Lc 22:62 8 Jn 21:4‑19 9 Mt 5:4

Un Mensaje a la Conciencia
En el momento oportuno y el lugar preciso

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 16, 2025 4:01


Jean-Pierre Chopin, profesor de educación física de veintiocho años, estaba en el segundo piso de un edificio, observando a un niño de cinco años que jugaba en el balcón del séptimo piso de un edificio de apartamentos enfrente. Todo esto ocurría en París, capital de Francia. De pronto Chopin sintió el impulso de bajar hasta la acera de enfrente. Así que bajó velozmente las escaleras, cruzó la calle al vuelo, y llegó a la otra acera justo a tiempo para recibir al niño en sus brazos. «Fue igual que agarrar una pelota de raquetbol», dijo luego el profesor. El niño, Rafik Meliani,1 se había salvado de milagro. Sin lugar a dudas, esto fue más que casualidad, más que una combinación feliz de circunstancias favorables. Aquí intervino Dios directamente, movilizando al profesor francés para llegar al lugar preciso, la acera de enfrente, en el momento oportuno, el momento mismo en que el niño caía. Algo parecido sucedió para que fuera posible la salvación de cada uno de nosotros. Fue en el momento oportuno, el tiempo señalado por Dios mismo, que su Hijo Jesucristo vino a nuestro encuentro. El apóstol Pablo nos explica que nosotros estábamos sometidos a los poderes que dominan este mundo, pero que cuando llegó el día señalado por Dios, Él envió a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió a la ley de los judíos, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y adoptarnos como hijos suyos.2 Y fue en el lugar preciso, el lugar de nuestra muerte inminente, que Cristo nos halló. Así que nuestra salvación no fue producto de un acto improvisado que ocurrió por casualidad. Ni resultó de una feliz combinación de circunstancias propicias, como algunos pudieran pensar. San Pablo también dice categóricamente que Dios, desde antes de crear el mundo, nos eligió por medio de Cristo.3 Eso quiere decir que la crucifixión de Cristo fue un sacrificio contemplado, planeado con infinito cuidado y profetizado con lujo de detalles aun antes de que el mundo existiera. De modo que además de ocurrir en el momento oportuno, ocurrió en el lugar preciso al que Él vendría para salvarnos. La cruz en la que murió nuestro Salvador significa condenación porque Él se dejó condenar para que no fuera necesario condenarnos a nosotros. Por eso dice el Evangelio según Juan que Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él.4 Y la cruz es símbolo de maldición y de muerte porque nosotros merecíamos tanto la maldición como la muerte a causa de nuestros pecados. Sin embargo, Cristo vino en el momento oportuno y murió en nuestro lugar en la cruz del Calvario, el lugar preciso, salvándonos de la muerte segura una sola vez y para siempre. A eso se debe que su sacrificio no tenga que repetirse. Tiene eficacia universal y eterna. Más vale que nos apropiemos de ese sacrificio de una vez por todas. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 «Profesor salva de la muerte a un niño», Diario La Nación, San José, Costa Rica En línea 16 octubre 2024. 2 Gá 4:3-5 3 Ef 1:4a (TLA) 4 Jn 3:17

Un Mensaje a la Conciencia
«No siento atracción por mi novia»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 15, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Durante siete años [he tenido un noviazgo] con una buena mujer. Estamos a punto de casarnos, pero siento que no podré serle fiel, ya que me atraen otras mujeres. He pensado inclusive en terminar mi relación. No lo hago porque sé que ella sufriría mucho. Lo malo es que no siento atracción por ella.» Este es el consejo que le dimos: «Estimado amigo: »Gracias por ser sincero con nosotros y consigo mismo. Usted dice que ha tenido un noviazgo con una mujer por la que no siente ninguna atracción. Y sin embargo está dispuesto a casarse con ella porque no quiere hacerla sufrir, aunque no dice que la ama. »¿Cuánto sufrirá ella al enterarse de que usted se siente atraído por otras mujeres y no por ella? No hay duda de que le causará mucho sufrimiento; pero le será mucho más fácil reponerse si se entera antes de casarse con usted. Pues si no se enterara sino hasta después de que se casaran, usted entonces la haría sufrir aún más debido a que ella ya no tendría la oportunidad de buscar a un hombre que la ame y que sí sienta atracción por ella. »Usted la llama una buena mujer y da a entender que no quiere hacerla sufrir. ¿Acaso no merece ella un hombre que le sea fiel y que siempre esté pensando en ella y no en otras mujeres? Le recomendamos que usted le muestre este consejo y le diga que, sin duda alguna, ella merece mucho más de lo que usted puede darle. »Nos entristece que usted le haya hecho perder siete años de vida a esa buena mujer al no sentir ninguna atracción por ella. Respetamos el que no quiera hacerla sufrir, pero eso es precisamente lo que usted ya ha logrado al hacerla creer que la ama lo suficiente como para casarse con ella. »Usted no estará listo para casarse hasta que esté tan enamorado que ni siquiera considere la posibilidad de tener alguna relación con otras mujeres. El matrimonio es para amigos íntimos que se tienen confianza, se respetan y sienten atracción mutua que es mayor que cualquier atracción que sientan por los demás. La descripción de un hombre y una mujer fundiéndose en un solo ser1 es el modelo de lo que Dios quiso que fuera el matrimonio. Es evidente que usted no está listo para unirse a esa mujer haciendo semejante compromiso sagrado. »Creemos que muchos adultos que forman parte de nuestra audiencia tienen noviazgos por conveniencia. El hombre sigue saliendo con su novia porque no ha encontrado a otra mujer que le guste más. La mujer sigue con su novio porque él la cuida y la protege, o porque todas sus amigas ya están casadas y ella siente que se va a quedar solterona. Algunos que ya han tenido relaciones sexuales antes de casarse se sienten atrapados y confundidos. Ya es hora de que pongan fin a esos noviazgos que tarde o temprano les han de causar aún más pena y sufrimiento. La vida no es un cuento de hadas. Son muchos los que no viven felices por siempre. »Con afecto fraternal, »Linda y Carlos Rey.» Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa el enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego el enlace que dice: «Caso 121». Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Gn 2:24; Mr 10:7‑9

Un Mensaje a la Conciencia
Identificación equivocada: amor inalterable

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 14, 2025 4:01


El accidente fue terrible. Una camioneta que iba a noventa kilómetros por hora se estrelló contra un autobús escolar. Sucedió en el estado de Iowa el 10 de noviembre de 1984. En la camioneta viajaban dos hombres, de apellidos Noonan y Lake. Los acompañaban sus hijas Patricia Noonan de dieciséis años, y Shawn Lake de catorce. A la madre de Shawn, llamada Colleen, le informaron que su esposo había muerto en el choque junto con el señor Noonan y Patricia, mientras que Shawn había sobrevivido, aunque había quedado desfigurada y en estado de coma. Colleen encontró a su hija en el hospital, vendada de pies a cabeza. Allí, junto a su cabecera, se mantuvo orando catorce días, hasta que la joven abrió los ojos y habló. ¡Pero no era Shawn sino Patricia! Era un caso de identificación equivocada.1 «No importa que esa joven no sea mi hija —manifestó Colleen Lake—; yo igual le seguiré mostrando amor de madre.» He aquí una historia con detalles patéticos. Una madre se pasa dos semanas a la cabecera de quien cree que es su hija. Mujer fiel y seguidora de Cristo, se pasa el tiempo orando por ese cuerpo juvenil destrozado. Por fin sus oraciones hallan respuesta. La joven despierta, sólo para aclarar que se llama Patricia Noonan, no Shawn Lake. Sin embargo, el amor materno de Colleen sigue inalterable. No importa que sea la hija de otra y no la suya. En medio de las desgracias comunes, la solidaridad humana se hace más firme, más sólida, más profunda y —valga la redundancia— más humana, y el amor se perfecciona y halla inmejorables motivos para expresarse. ¿Qué sería de este mundo si no hubiera amor: amor de madre, amor de padre, amor de esposo y esposa, de hijos y de nietos? ¿Cómo estaría de contaminado el ambiente moral del mundo si no existiera el amor de novios o el amor de hermanos? Tal vez nos invadirían todos los demonios que pueblan los aires, y nos atormentarían más de lo que actualmente nos atormentan. El amor es la esencia de la vida porque es la esencia de Dios nuestro Creador. Jesucristo, el Hijo de Dios, dijo: «Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.»2 Y a las pocas horas lo demostró, dando su vida por nosotros en la cruz del Calvario. Por eso San Juan, quien lo vio sufrir y morir en esa cruz, dijo que Dios es amor.3 Cristo fue la personificación misma del amor: el amor encarnado. Ahora nos corresponde a nosotros amar a los demás tal como Cristo nos amó a nosotros. Por eso San Juan, antes de declarar que Dios es amor, afirmó que el que no ama, no conoce a Dios.4 Lo cierto es que, así como Dios ayudó a Colleen Lake, la madre de Shawn, en medio de su propio dolor, a amar a una joven desfigurada que no era su hija, Él también quiere y puede ayudarnos a nosotros a amar a nuestros semejantes. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 «Identity Switch Marks Crash Survivor “Dead”» [Identificación contraria señala “muerta” a una víctima de un choque], Diario New York Times, 27 noviembre 1984 En línea 16 octubre 2024. 2 Jn 15:13 3 Jn 19:26-27; 1Jn 4:8 4 Ibíd.

Un Mensaje a la Conciencia
¿Por falta de amor o de dinero?

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 12, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Hace dieciséis meses mi esposa decidió separarse de mí. Me dijo que era porque ya no me quería... pero yo creo que era más porque... yo en ese momento estaba sin empleo, sin dinero para poder aportar a la casa.... »Cambié el número de mi móvil, y no he vuelto a hablar con ella ni con los niños [porque] ella me decía que yo los maltrataba psicológicamente por preguntarles cómo estaban... o por qué no me llamaban.... Ella sólo me llamaba para pedirme dinero.... He tomado la decisión de [mudarme a otro país] para hacer una nueva vida y un futuro para mis niños. Espero su consejo.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Como sin duda ya sabe, el consejo que damos se basa en principios bíblicos, así que comencemos con algunos de esos principios. El apóstol Santiago, que era hermano de Jesucristo, enseñó que decirle a alguien: “Que le vaya bien”, pero no darle lo que necesita físicamente, no sirve para nada.1 El apóstol Pablo le escribió a su compañero de trabajo, Timoteo, que quien no cuida de su familia es peor que quien nunca ha creído en Dios.2 »Sin embargo, ¿acaso lo único que importa es satisfacer con dinero las necesidades físicas de sus hijos? ¡De ninguna manera! El padre de familia es la persona que debe ser un modelo para sus hijos de cómo es Dios. Al hijo que ha sido abandonado por su papá le será difícil creer que Dios es un Padre que nunca lo abandonará. Es más, las estadísticas demuestran que es más probable que abuse de las drogas y del alcohol, abandone la escuela, y padezca de problemas físicos y emocionales ese hijo que no cuenta con la presencia del padre.3 »... A pesar de eso, usted cambió el número de su teléfono porque le es difícil tener que tratar con su esposa y está enojado con ella por haberlo acusado de maltrato psicológico. Lo que usted ha hecho es la definición misma de abandono. »Ahora usted quiere hacer una nueva vida, presuntamente no sólo para sí mismo sino también para el futuro de sus hijos. Tristemente, usted no comprende que, si los abandona ahora, es probable que ellos no vayan a desear tener una relación con usted en el futuro. »Este es el consejo nuestro que usted dice que está esperando: Ponga a un lado su enojo y sus sentimientos heridos, y piense más bien en lo que más les conviene a sus hijos. Llame o envíele un mensaje de texto a cada uno por lo menos una vez a la semana y asegúrele que lo ama. Si su esposa no permite que visite a sus hijos, válgase del sistema judicial de su país y presente una petición de que se le conceda el derecho de visitarlos. »Cuando se comunique con sus hijos, no trate de hacer que se sientan culpables por no haberlo llamado o no haber hecho otras cosas que usted les ha aconsejado que hagan. El adulto es usted. Debe llamarlos por teléfono o enviarles mensajes de texto, ya sea que respondan o que no respondan nunca.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo se puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 718. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Stg 2:15-16 (TLA) 2 1Ti 5:8 (TLA) 3 “The Consequences of Fatherlessness” [Las consecuencias de criarse sin padre] En línea 9 febrero 2022.

Un Mensaje a la Conciencia

El afinador de pianos Cuando los González se trasladaron a uno de los mejores barrios de la capital, comenzaron a vender algunas de las cosas que no encajaban con la nueva casa. Vendieron los muebles porque, además de anticuados, no iban a hacer juego con los nuevos que necesitaban comprar. Se deshicieron de la alfombra debido a que era demasiado pequeña y estaba muy desgastada. Y decidieron cambiar el automóvil a causa de que el nuevo vecindario era diferente y mucho más aristocrático. Hubieran vendido también el piano de no haber sido por Jaime, el menor de los hijos, que insistió en que lo dejaran quedarse con él. —Es mejor venderlo —dijo el padre—. Está tan viejo que da vergüenza. ¡Y suena mal! Pero Jaime, interesado en que el piano se quedara con la familia, repuso: —¿Por qué no llamamos al afinador para que nos dé su opinión? Esa misma tarde, llegó el afinador y examinó el piano. Por la noche, mientras la familia cenaba, se oyó una dulcísima melodía en la sala. El padre dejó de comer y le preguntó a su esposa: —Estamos estrenando piano, ¿no? —No, querido —respondió ella—; es el mismo piano. El afinador lo arregló esta tarde, y ahora nuestro viejo piano nos regala su música. Desde ese día en adelante, el piano ocupó un lugar de preferencia en la casa de la familia González. Así como el piano es un instrumento diseñado para ser tocado armónicamente, Dios diseñó al hombre y a la mujer para que fueran el fruto de una perfecta armonía de elementos físicos, morales y espirituales. Pero el pecado desafinó esa armonía, y perdieron la comunión con Dios y con sus semejantes, incluso con los miembros de su propia familia. Por eso envió Dios a su Hijo Jesucristo a este mundo para morir por los pecados de toda la humanidad. No había otro modo de restaurar la armonía que se había perdido. De cierto modo, entonces, Cristo es el afinador del corazón humano. Todos los que permitimos que Él toque las teclas de nuestro corazón con sus manos benditas venimos a ser instrumentos de armonía constante. En cambio, los que no le damos la oportunidad de afinar nuestro corazón llegamos a ser como pianos disonantes de los que sus dueños quieren deshacerse y quienes los escuchan quieren alejarse. La buena noticia es que, para tener el corazón afinado, sólo tenemos que invitar a Cristo a que venga para afinarlo. Y gracias a Dios, a diferencia de los mejores afinadores de este mundo, que con buena razón cobran una suma considerable por sus servicios, Cristo, el Afinador por excelencia, está dispuesto a hacerlo gratuitamente. De modo que no hay nadie que carezca de los medios para contratar sus servicios, aunque viva en el barrio más pobre del mundo. Porque fue para eso que Cristo dio su vida por nosotros, y es por eso que está ahora llamándonos a cada uno en particular y tocando con insistencia a la puerta de nuestro corazón. ¡Más vale que respondamos abriéndole la puerta de par en par e invitándolo a entrar!1 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ap 3:20

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«Para mi madre, ser buena hija es dejar que me manipule»

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Play Episode Listen Later Apr 10, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Tengo cuarenta y tres años, y con el paso del tiempo he notado que mi madre muestra indicios de ser una persona narcisista, dramática, manipuladora, que quiere absorbernos con las situaciones que crea. »A pesar de ser cristiana, es una persona que no tiene contentamiento, que continuamente se queja. Para ella, ser buena hija es dejar que nos manipule y nos maneje como marionetas. También siento que quiere estar por encima de la autoridad de mi esposo.... Entiendo que debemos respetar a los padres, pero me siento agotada y no dispuesta a seguir dejándome manipular.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »¡Cuánto sentimos la manera en que se porta su mamá y cómo la trata a usted! Y sentimos aún más el hecho de que ella profese ser seguidora de Cristo y, sin embargo, se porte de ese modo. Lamentablemente, ella es una de las muchas personas que asisten a la iglesia, leen la Biblia e incluso oran, pero no les hacen caso a las enseñanzas de la Biblia ni ponen en práctica los principios bíblicos en su vida diaria. »El apóstol Santiago enseñó: “El que escucha la palabra, pero no la pone en práctica, es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida enseguida de cómo es.”1 A medida que su mamá lee las enseñanzas en la Biblia, Dios trata de mostrarle cómo ponerlas en práctica. Pero en vez de hacerlo, ella cierra la Biblia y vuelve a hacer las cosas a su propia manera. Sólo Dios puede juzgar lo que hay en el corazón de ella, y nosotros en definitiva no vamos a juzgarla. »Si su mamá no se ha portado siempre como lo está haciendo ahora, la animamos a que la lleve a un médico para que le haga una prueba de habilidades cognitivas. Sin embargo, usted da a entender que ella ha estado portándose así por mucho tiempo, de modo que es probable que no se trate de la aparición de una afección médica.   »Hay casos muy parecidos al suyo que hemos tratado antes debido a que su dilema es común. Por favor, lea, escuche o vea los Casos 20 y 155 en www.conciencia.net para enterarse del consejo que les dimos a esos hijos adultos. »Tal como usted insinúa, el plan de Dios es que un hombre y su esposa dejen a sus padres y se unan el uno al otro. Eso se complica cuando los recién casados viven bajo el mismo techo con los padres. Y es aún más complicado cuando los padres cuidan a los hijos de la pareja o la apoyan económicamente. El respetar y honrar a padre y madre no significa vivir con ellos, así que si usted y su esposo aún no viven independientemente, creemos que es muy importante que busquen un nuevo lugar donde vivir.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 837. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Stg 1:23-24

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«Pa’ todo tiempo»

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Play Episode Listen Later Apr 9, 2025 4:01


—¿Cuántos años lleva pescando, don Ventura? —Llevo cuarenta y seis años pescando. Era un muchachito cuando empecé. Siempre andaba solito con una figa que hacíamos de varilla, pescando por los mangles para ayudar a la familia. Éramos muchos. —¿Y qué pescaba por allí? —Guanábano, langostines, pargo, róbalo... Había mucha pesca.... Antes el agua era bien clarita [y] se veía el carrucho.... Mi pai tenía una embarcación y nos tirábamos por allá buscando carrucho. Éramos tres hermanos pescando sin ropa, como Dios nos mandó al mundo. ¡Cómo gozábamos!... —Don Ventura, ¿la pesca le da lo suficiente como para mantener a la familia? —Te digo que ayer vendí cuatro ensartitas de pescao, con cuatro libras cada una. Algo es algo, y con mis cuatro hijos, recibo cupones. El problema es que ahora uno tiene que ir lejos para pescar lo suficiente para mantener la familia. »Antes, no. Antes se cogía mucho pescao, pero muchacha, ahora el pescao está corriendo, huyendo. En este mes deben venir los grandes a comer. Y para las Navidades la pesca está muy buena. »Cuando más se afloja la pesca es para la Semana Santa, ¡cuando más gente come pescao! Y es curioso. En Semana Santa, como en Navidades, tú ves las iglesias llenitas y la fila de carros causa tapón. Fuera de ese tiempo no se ve más de un par de carros estacionados por la iglesia. ¡Pero Dios es pa’ todo tiempo!1 Tiene toda la razón Ventura Pagán, de Boquerón, Cabo Rojo, uno de los pescadores comerciales de Puerto Rico a quienes entrevistó María Benedetti entre 1991 y 1995. Por una parte, es irónico que la pesca sea más floja alrededor de Semana Santa, ¡precisamente cuando más personas comen pescado! Y por otra, es curioso que haya tantos más feligreses que acuden a las iglesias en Semana Santa que en las otras cincuenta y una semanas del año. Pues si bien Dios se alegra de que le dediquemos toda una semana año tras año, se alegraría muchísimo más si le dedicáramos todo el año día tras día, reconociendo, como bien lo asegura don Ventura, que Dios es para todo tiempo. No es que Dios necesite que nosotros lo busquemos todo el santo año, sino que nosotros necesitamos buscarlo a Él todo el año para ser santos, no necesariamente santos en el sentido de ser perfectos sino de estar libres de toda culpa.2 Por eso nos exhorta San Pedro: «Sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó.»3 El que nos llamó, al que se refiere San Pedro, es Dios mismo. Y nos sigue llamando, no sólo en los días festivos religiosos sino todos los días, tanto entre semana como los domingos, llamándonos no sólo a todos mediante el repicar de las campanas de las iglesias, sino a cada uno, a la puerta de nuestro corazón. Dios, en la persona de su Hijo Jesucristo, nos invita hoy mismo a que tomemos con Él el alimento espiritual que nos ha preparado, así como después de su resurrección invitó a sus discípulos a que comieran con Él el pescado que les proveyó milagrosamente. Pues quiere que nosotros, al igual que Pedro en aquella ocasión, lo amemos más que a nadie y lo sigamos fielmente todos los días de nuestra vida.4 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 María Benedetti, «Pescando de cordel con don Ventura», Palabras de pescadores: Entrevistas con pescadores comerciales de Puerto Rico 1991‑1995 (Mayagüez: Sea Grant Publicaciones, 1997), pp. 7‑10. 2 Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (Vigésima Segunda Edición). 3 1P 1:15 4 Ap 3:20; Jn 21:1-22

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«Cobrar el barato»

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Play Episode Listen Later Apr 8, 2025 4:01


Siempre ha habido personas que les dedican una buena parte de su tiempo a los juegos de azar. Y siempre ha habido espectadores en esos salones de juego, apostados alrededor de las mesas, que han experimentado de cerca la agonía y el éxtasis de los que están arriesgando el dinero. En la antigüedad se le llamaba «pagar el barato» a la costumbre de dar, como propina, una pequeña parte de las ganancias a los sirvientes y a esos mirones. Era como si se lo merecieran por haber hecho acto de presencia y nada más. Actualmente se sigue esa costumbre en los casinos, bingos y otras salas de juego, donde es casi obligado dar una propina al crupier, a los empleados del establecimiento e incluso a los compañeros de mesa y mirones, cuando la ganancia que se obtiene es grande. Pero en los casos en que alguien se gana la lotería, y sus allegados, sobre todo los que estuvieron presentes durante la compra del billete, piensan que el afortunado jugador debe compartir con ellos aunque sea una pequeña parte de sus ganancias, se supone que el que así procede lo hace de buena gana y no por obligación. En cambio, antiguamente ocurría que cuando un ganador no cumplía con aquella costumbre que ya se había arraigado en la cultura del juego, los defraudados acompañantes solían exigírselo hasta con amenazas. Algunos llegaban al extremo de contratar a matones que vivían de eso. ¡Era el colmo de la presunción! De ahí que se acuñara la expresión «cobrar el barato», que enfoca a la persona que predomina por el miedo que les infunde a otras.1 A pesar de que representan dos extremos de conducta, hay algo muy importante que tienen en común una sala de juego y la antesala de la cruz de Cristo. Así como abundan los espectadores en los salones de juego, también los hay ante esa escena de la cruz, en términos específicos, todos nosotros. Pero a diferencia del juego de antaño, no fue un juego sino una batalla lo que libró Cristo por nuestra alma al morir en nuestro lugar y así ganar la victoria sobre el mal. Y no fue al azar sino premeditada esa victoria, planeada desde antes que naciéramos. Y los espectadores que reconocemos que la aparente derrota es en realidad una singular victoria nos hacemos acreedores no a una propina de la ganancia sino a la ganancia entera. Cada uno de nosotros gana todo, porque Cristo no se queda con nada más que la satisfacción de haber ganado en favor de nosotros. Así Cristo nos desarma de cualquier razón para «cobrar el barato» y exigirle que nos pague del fruto de su victoria; al contrario, es Él quien nos busca para invitarnos a que la aceptemos.2 No nos exige que aceptemos la salvación del alma, que es lo que ganó; más bien, nos la ofrece con amor y nos trata de tal manera que, lejos de tenerle miedo, lo amemos de todo corazón.3 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Gregorio Doval, Del hecho al dicho (Madrid: Ediciones del Prado, 1995), p. 85. 2 Ap 3:20 3 Jn 3:16

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El corazón y los besos

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Play Episode Listen Later Apr 7, 2025 4:01


(13 de abril: Día Internacional del Beso) Para Billy Larson fue un beso placentero, delicioso, fantástico. Era un beso comprado, eso sí, un beso obtenido de una mujer de la calle. Pero para el incauto joven, era hasta ese momento el mejor beso de su vida. En cambio, para Margarita Santos, la muchacha que se lo vendía, ese beso era otra cosa, ya que junto con el beso le pasó al joven una diminuta cápsula llena de un poderoso narcótico. Cuando Billy quedó profundamente dormido, Margarita lo despojó de todo su dinero. Era el truco que usaba para atrapar a sus víctimas. Por lo general el beso es una expresión de amor. Es caricia típica del género humano. Sin embargo, con todo el afecto humano, el romanticismo y el amor que se le imprima, el beso depende de las intenciones del corazón. Aunque no esté necesariamente teñido del color de un lápiz labial, no deja de estar teñido de los sentimientos del corazón. Hay besos muy amorosos, sentimentales, ardientes, patéticos, como el beso que se deposita tiernamente en la frente de la madre moribunda. Hay besos pérfidos, como los que se dan con una falsa declaración de amor a la persona que se dice amar y sin embargo se odia. Hay besos traicioneros y hay besos fríos; besos que se dan por obligación y besos que encubren una pasión morbosa; besos legítimos, como los que se dan a la esposa, a los hijos y a los nietos; y besos ilegítimos, prohibidos, como los que se dan a la prostituta o a la mujer ajena. Cualquiera que sea el caso, la calidad, el color, la pasión y la esencia de los besos que damos dependen siempre de lo que guardamos en el corazón, ya que del corazón mana la vida misma, según lo afirma el sabio Salomón.1 En esa misma estrofa del libro de los Proverbios, Salomón nos da a entender que la calidad de nuestro corazón no sólo determina la calidad de nuestros besos sino también la de nuestras palabras, intenciones y acciones.2 Tal vez lo haya aprendido de la experiencia de su padre, el rey David. ¿Acaso no era Salomón el hijo que Betsabé le dio a David después que David cometió adulterio con ella?3 Cuando David se arrepintió de ese adulterio y del mortal engaño del que fue culpable, le rogó a Dios que limpiara por completo su corazón. David sabía que lo que lo alejaba de la presencia de Dios era la condición sucia de su corazón. Y sabía lo que evidentemente no sabían Billy Larson y Margarita Santos: que Dios se deleita en sanar el corazón quebrantado, perdonar el corazón arrepentido y limpiar el corazón sucio.4 Pues de haber tenido un corazón limpio como el que le da Dios a todo el que se lo pide, ni Billy hubiera caído en la trampa, ni Margarita se la hubiera tendido con un beso. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Pr 4:23 2 Pr 4:24‑27 3 2S 12:24 4 2S 12:13; Sal 51:10,16‑17

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Mujeres con Bienestar Edomex ¿Recibiste un mensaje?

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Play Episode Listen Later Apr 6, 2025 1:29


Productores del campo en Michoacán tendrán apoyo garantizadoHoy es la Clase Nacional de Boxeo Más información en nuestro Podcast

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Embriaguez, humillaciones y golpes conyugales

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Play Episode Listen Later Apr 5, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Mi esposo y yo tenemos medio año de casados.... Durante los ocho años del noviazgo hubo violencia y embriaguez por parte de él.... Yo he permanecido fiel, pero mi esposo no.... Apenas lo descubrí... no aguanté más, ya que antes me había hecho muchas cosas, como humillaciones y golpes. Pero es la primera vez que descubro una infidelidad.... »Me he ido de mi casa y, afortunadamente, no tenemos hijos que padezcan esta situación. Pero no sé cómo actuar, o si hice bien en irme.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »¡Cuánto sentimos lo que ha sufrido! Es evidente que cometió un grave error al hacer caso omiso del comportamiento previo de su esposo y decidir casarse con él de todos modos. Sin duda usted se convenció, así como se convencen muchas otras mujeres, de que él cambiaría después del matrimonio. »Sin embargo, él no cambió, y es probable que no cambie hasta que se sienta lo bastante mal como para querer algo diferente. Por supuesto, Dios tiene el poder para ayudarlo a convertirse en un nuevo hombre, pero Dios no obliga a nadie a que reciba su ayuda. Su esposo tiene que desear la ayuda de Dios y pedírsela él mismo. »En cuanto a si hizo bien en irse, hay dos razones por las que creemos que sí hizo lo debido. En primer lugar, si su esposo la ha golpeado en el pasado, entonces usted corre peligro a su lado. Tal vez usted no espere que aumente la violencia de él, hiriéndola más que hasta ahora. Pero él es una persona que no tiene dominio propio, así que pudiera rápidamente pasar de golpearla a matarla, sobre todo si está borracho. Usted, al igual que cualesquiera otras personas que corren semejante peligro, necesitan tomar las medidas necesarias para protegerse. »La segunda razón por la que creemos que usted hizo lo debido es que su esposo le fue infiel, y es muy probable que vuelva a serlo. Aunque muchos matrimonios pueden salvarse luego de haber sufrido una infidelidad, la violencia de la que ha sido víctima hace que sea imprudente darle otra oportunidad a su esposo.... »Jesucristo enseñó que el divorcio se justifica si es por infidelidad.1 En el caso de usted nos preguntamos si tal vez pudiera obtener una anulación legal, ya que ha estado casada muy poco tiempo. Eso dependerá de las leyes en su país, así que sugerimos que consulte a un abogado. »Recuerde que Dios la ama y desea lo mejor para usted. Ponga su confianza en Él para que le dé la fortaleza y la sabiduría que necesita para el futuro.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 717. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Mt 5:32

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Cómo conservar la salud

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Play Episode Listen Later Apr 4, 2025 4:01


(7 de abril: Día Internacional de la Salud) A todos nos interesa conservar la salud. El siguiente consejo sobre cómo lograrlo proviene de un campesino de setenta y nueve años de edad de Camagüey en la isla de Cuba. En una entrevista que le hizo el etnólogo cubano José Seoane Gallo a principios de la década de 1960, Justo declara: «Hay un dicho que dice que la salud entra por la boca y hay otro que dice que el cuidado de la boca es la salud del cristiano, que viene a decir lo mismo de otra manera. Esos dichos quieren decir muchas cosas...: que se debe comer bien, sin robarle la comida a nadie, pero sin hartarse; que no se debe comer lo que se sabe que hace daño; que no se debe comer lo que uno no conoce sin hacer antes una prueba con un poquito, por si acaso...»1 Si le hemos prestado atención a Justo, con mayor razón debemos hacerle caso al sabio Salomón en cuanto a este importantísimo tema. Uno de sus proverbios más sustanciosos dice así: «Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo.»2 Si bien «la salud entra por la boca», Salomón nos da a entender que es por allí mismo que sale. De modo que debemos tener mucho cuidado con las palabras que salgan de nuestra boca. Si son amables y oportunas, surten el efecto de un panal de miel, pero multiplicado por dos: endulzan la vida y dan salud al cuerpo tanto del que las pronuncia como del que las recibe. Por eso también escribe el incomparable proverbista: «Como manzanas de oro con incrustaciones de plata son las palabras dichas a tiempo.»3 A la inversa, las palabras malas y dañinas son igualmente perjudiciales. Sobre este poder de las palabras se pronuncia de manera tajante el apóstol Santiago. Por una parte juzga que la lengua es un mundo de maldad que contamina todo el cuerpo, un fuego que a su vez incendia todo el curso de la vida, un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. Pero por la otra concluye que, así como con la lengua maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios, también con ella bendecimos a nuestro Señor.4 ¿De veras nos interesa conservar la salud física? Si es así, debemos reconocer que la salud espiritual es muchísimo más importante porque es eterna. Para tener esa salud espiritual, basta con que acatemos las palabras de San Pablo, que dijo: «Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.»5 Es sólo cuestión de reconocer a Jesucristo como Señor de nuestra vida. Una vez que hayamos empleado la lengua para tomar esa decisión sin igual, vamos a querer emplearla, como señala Santiago, para bendecir a nuestro Señor. Entonces nos esforzaremos por llevar a la práctica el proverbio de Salomón que dice: «El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio.»6 Así, como nos recuerda Justo de Camagüey, «el cuidado de nuestra boca será nuestra salud». Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 José Seoane Gallo, El folclor médico de Cuba: Provincia de Camagüey (La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1988), pp. 813-14. 2 Pr 16:24 (NVI) 3 Pr 25:11 (NVI) 4 Stg 3:6,8,9 (NVI) 5 Ro 10:9 (NVI) 6 Pr 12:18 (NVI)

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Once años luchando con las infidelidades de su esposa

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Play Episode Listen Later Apr 3, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Llevo casado veintiocho años, y hace once estoy luchando con las infidelidades de mi esposa. He perdonado mucho, pero hace tres meses, cuando aparentemente estábamos bien, ella me dijo que estaba cansada y que ya no me quería. Sacó cosas que le dije en el pasado que la hirieron mucho. Yo le dije que eso sucedió por la rabia de haber descubierto su adulterio. »Ahora mismo ella está en otra relación, aunque vivimos juntos. La verdad es que no sé si luchar más o dejar las cosas así.... Ella dice que ya no cree en Dios, que le hice daño con las palabras.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Sentimos mucho lo que ha estado afrontando. Debido a que no menciona ningún otro detalle, vamos a suponer que usted mismo no ha cometido adulterio, ni que ha maltratado a su esposa física o verbalmente. »Cuando su esposa cometió adulterio la primera vez, ella quebrantó el pacto de fidelidad que tenía con usted. Eso quiere decir que el caso suyo se aplica a lo que estaba enseñando Jesucristo cuando dijo que la infidelidad es la única causa válida para divorciarse.1 Sin embargo, Él no lo estableció como mandamiento, así que los cónyuges pueden mantenerse juntos con tal que puedan perdonarse y permanecer fieles el uno al otro. »Usted dice que su esposa ha estado cometiendo adulterio durante once años. Si tiene pruebas de eso, entonces usted ha demostrado que es un hombre muy paciente. Si usted ha sido fiel durante todo ese tiempo, entonces ya le ha dado a su esposa muchas oportunidades para cambiar. Por eso, si ella elige irse, entonces creemos que sería bíblicamente correcto dejarla ir. Sin embargo, es muy importante que usted consulte con un abogado en su país para enterarse de los derechos legales que lo favorecen. »Otro profesional al que debe consultar es a un médico. El comportamiento de su esposa pudiera haberlo infectado a usted con una enfermedad de transmisión sexual. »Usted menciona que su esposa ya no cree en Dios. Esa declaración implica que usted sí cree en Él. Creer en Dios es un buen comienzo, pero el siguiente paso que debe dar es hacerse su seguidor. El Dios de paz puede darle paz en el corazón a pesar de las circunstancias. »De hecho, el Hijo de Dios, Jesucristo, dijo: “Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.”2 Después de convertirse en seguidor de Cristo, pídale que lo dirija en cuanto a lo que debe hacer ahora. Permítale que lo guíe día a día.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 836. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Mt 5:32 2 Jn 14:27 (DHH)

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«Por tus palabras se te absolverá»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 2, 2025 4:01


(7 de abril: Día Internacional de la Salud) Entre 1961 y 1962, el etnólogo cubano José Seoane Gallo entrevistó a 309 personas en la provincia de Camagüey, Cuba, sobre el tema de la medicina popular. Hubo diez de ellas que tuvieron algo que decir en cuanto al Mal de boca. Estaban de acuerdo en que es una infección, como una caspa o costra blanca que le sale en la boca a los niños pequeños. Héctor la describió como burbujitas blancas que llenan la boca, y Bernardo como «una zurrapita que cubre completamente la piel de la boca, con lengua y todo». Pero no estaban de acuerdo en cuanto a sus causas. «Lo produce la leche que toman —dijo Aurora—. Al niño de pecho se lo da la madre, y a los grandecitos la de vaca, que es la que toman. Es un mal de la digestión.» Guadalupe explicó que es «que la leche contiene un ácido que quema la piel de la boca», y Ana, que «es una infección que da la leche cuando la vaca ha comido alguna yerba mala». Clara Luz estaba convencida de que sucede cuando un niño descuidadamente se mete en la boca un peine con caspa. Basilia dijo que «proviene de mascar cáscara de plátano por algún descuido de la madre», y Lucía, que «proviene de la dentición». Héctor afirmó que «se debe a que se malea la constitución de la sangre». Y un campesino anónimo declaró que «proviene de que alguna pelusita de caspa de una persona mayor va a parar a la boca de un niño y se la contagia, porque... no es más que caspa en la boca». En cuanto a la cura, sí que difieren los entrevistados. Todo depende del informante. «Se cura facilito», untando en toda la parte afectada miel de Castilla, o resina de piñón de botija, o una pastica que se hace con miel de abejas y bicarbonato de soda, o el zumo de un níspero movido, mezclado con bicarbonato y azúcar, o zumo de hojas de llantén; o dándole de tomar al niño ese mismo zumo o leche de vaca cortada; o lavándole la boca al niño con cocimiento de yerba mora o de hojas de guayaba; o haciendo buches de cocimiento de la flor de la rosa blanca, endulzado con miel de abejas y mezclado con un poquito de bicarbonato.1 Si hemos atendido a lo que dicen estos diez camagüeyanos en cuanto al Mal de boca físico, con mayor razón debemos atender a lo que dice Dios en cuanto al Mal de boca espiritual. «¿Cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? —nos pregunta Jesucristo—. De la abundancia del corazón habla la boca. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal. Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará.»2 ¡Con esto Dios nos da a entender que este mal es mucho más grave de lo que pensamos! Por lo tanto, hagamos todo lo posible por evitar el Mal de boca espiritual y pidámosle más bien a Dios que limpie toda la maldad de nuestro corazón, para que en el día del juicio nos absuelvan y no nos condenen nuestras palabras. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 José Seoane Gallo, El folclor médico de Cuba: Provincia de Camagüey (La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1988), pp. 487-89. 2 Mt 12:34-37

Un Mensaje a la Conciencia
Talismanes para practicar la religión

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Apr 1, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «[Vi] por televisión una propaganda donde ofrecían [un amuleto] y decían que me iban a ayudar para defenderme de todo mal.... Me atendió un guía espiritual, y... le dije... que un vidente [me había dicho] que yo nací con mala suerte.... El guía me escuchó y... me sugirió que volviera en seguida con tres velas blancas. Yo me negué.... Entonces [me dijo]: “Venga el martes....” Me presenté [ese día].... Me hizo tomar [el amuleto] y decir unas palabras. Luego... dijo: “Lo suyo es muy grave. Puede tener un ataque cardíaco o derrame cerebral.... Vuelva mañana.” »Yo no volví al lugar, y me desprendí [del amuleto y] de unas piedras energéticas. ¿Qué me sugieren?» Este es el consejo que le dimos: «Estimado amigo: »Ha habido adivinos en este mundo durante miles de años. Aparecen en la historia del rey Saúl, el primer rey de Israel, como también en las historias del profeta Daniel, del apóstol Pablo y de otros personajes históricos de renombre, incluso en la de Jesucristo mismo. »Se les llama hechiceros, astrólogos y falsos profetas, pero lo que tienen en común todos los relatos es que tanto Dios como su pueblo condenan a esos adivinos. En algunos casos se nos dice que los adivinos vienen de Satanás mismo, mientras que en otros no son más que embusteros que engañan a las personas con fines lucrativos. »En el caso suyo, este engañador está atemorizándolo para sacarle dinero. Es obvio que usted no se sintió a gusto con la experiencia porque no volvió la última vez que él se lo pidió, y nos escribió pidiendo consejo. Nuestro consejo es este: Ore a Dios el Padre en el nombre de Jesucristo y pídale que lo guíe y que le muestre su voluntad. »El apóstol Pablo, en su carta pastoral a uno de sus compañeros, Timoteo, dice que “hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.1 Esa afirmación de San Pablo pone en claro que usted no necesita que nadie le diga nada a Dios de parte suya. No necesita a un tal guía espiritual, ni a un pastor, ni a un sacerdote ni a un ser querido difunto que interceda por usted. Nadie puede orar en su lugar. Jesucristo murió en la cruz para quitar nuestros pecados, y para que podamos comunicarnos con Dios directamente, sin la intervención de nadie más. »Cuando usted acude a videntes y a guías espirituales como medios para conocer la voluntad de Dios o como medios para comunicarse con Él, está procediendo como si la muerte de Cristo en la cruz no bastara para usted. Los amuletos y las piedras energéticas son talismanes que se usan para practicar la religión, pero no son la manera de conocer a Dios personalmente. Lea la Biblia usted mismo si quiere consejo de parte de Dios. Ore en sus propias palabras en el nombre de Cristo, y pídale a Dios que le muestre lo que quiere que usted haga. Él no lo decepcionará. »Con afecto fraternal, »Linda y Carlos Rey.» Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa el enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego el enlace que dice: «Caso 120». Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 1Ti 2:5

Un Mensaje a la Conciencia
Cómo mejorar la memoria

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 31, 2025 4:01


(7 de abril: Día Internacional de la Salud) Entre 1961 y 1962 el etnólogo cubano José Seoane Gallo les hizo una entrevista sobre costumbres y tradiciones de su población a 309 personas de la provincia de Camagüey, Cuba. Hubo trece de ellas que abordaron un tema que nos fascina a todos: el de la memoria. Los entrevistados, que tenían entre 52 y 100 años de edad, dieron las siguientes razones por las que falla la memoria: comer mucha grasa, porque el cerebro se va cubriendo de grasa; la vejez, el abuso del estudio, del trabajo y del placer sexual; y la pérdida de sustancia del cerebro. Los remedios que dieron para mejorar la memoria son bastante creativos y diversos: comer la almendrita dentro de la semilla de la almendra; tomar sopa de cabeza de cherna y comer de la propia cabeza, echada en la sopa; comer frutas cítricas, como la piña, la naranja, el limón, la lima, la mandarina, y sobre todo la toronja; tomar un jugo cuádruple de zanahoria, rábano, naranja y remolacha; tomar consomé de pezuña fresca de cangrejo, molida; comer mucho berro y rábano; tomar sopa de vegetales de todo tipo y comer mucha cebolla cruda en las comidas; tomar un caldo con un polvito de cascarones de huevo; comer todos los días una pata salcochada de res; y comer ostiones.1 Pensemos lo que pensemos acerca de sus respuestas, lo que tienen en común estos camagüeyanos con el resto de la humanidad es que todos recordamos lo que nos conviene olvidar, y olvidamos lo que nos conviene recordar. Es como si estuviéramos empeñados en hacer las cosas al revés. Recordamos injurias, traiciones y pecados, mientras que olvidamos nuestra debilidad, fragilidad y mortalidad. Podríamos culpar a Dios de crearnos con esa tendencia, pero sería injusto por dos razones. Si Él no nos hubiera creado con la posibilidad de hacer las cosas al revés, tendríamos siempre que hacerlas al derecho, como autómatas o robots. Pero también sería injusto porque, así como nos creó con la capacidad de hacer el mal, nos creó con la capacidad de hacer el bien. Debiéramos preguntarnos más bien: ¿Por qué acostumbramos echarle la culpa de nuestros reveses a Dios, como si nosotros no tuviéramos nada que ver? Lo cierto es que Dios, en su Manual práctico del ser humano, que es la Biblia, nos exhorta vez tras vez a que sigamos su ejemplo. Lo hace porque siempre tiene presente lo que nosotros por descuido olvidamos: que somos débiles, frágiles y mortales.2 Pero también nos exhorta a que seamos como Él porque Él es capaz de borrar de su memoria lo que a nosotros nos parece imposible olvidar: las injurias y las traiciones de los demás, y hasta nuestros propios pecados.3 ¡Y Dios no sólo puede, sino que quiere hacerlo! Con la falta que nos hacen esa comprensión y ese perdón divinos, más vale que atendamos a la súplica de San Pablo a los romanos, de permitir que Dios nos transforme mediante la renovación de nuestra mente para así poder comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.4 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 José Seoane Gallo, El folclor médico de Cuba: Provincia de Camagüey (La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1988), pp. 503‑05. 2 Sal 78:39; 103:13‑14 3 Isa 43:25; Jer 31:34; Heb 8:12; 10:16‑17 4 Ro 12:1‑2

Un Mensaje a la Conciencia
«Mi esposo me confesó que no puede amarme»

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Play Episode Listen Later Mar 29, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Hace ocho años me casé con mi esposo porque estaba embarazada, pero perdimos a la bebé. Ahora tenemos dos niños que son la razón de [que no nos hayamos separado], ya que mi esposo me confesó que no puede amarme.... Me trata constantemente con indiferencia. Estoy agotada después de haber puesto todo mi esfuerzo por salvar este matrimonio sin lograr que mi esposo cambie.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »¡Cuánto lamentamos su situación! Sin embargo, nos alegramos de que diga que sus hijos son la razón de que usted y su esposo no se hayan separado. A no ser que haya abuso de por medio, ¡ellos siempre debieran ser motivo suficiente para permanecer juntos! Sus hijos necesitan a papá y mamá, y les irá mucho mejor a causa de que ustedes dos están trabajando en equipo para cuidarlos y sustentarlos. A eso se debe que sea tan encomiable que mantengan una relación con la meta de esforzarse al máximo por el bienestar de sus hijos.... »En algunas culturas las personas se someten a matrimonios concertados. Esperan llegar a amar al cónyuge, pero eso en definitiva no se les asegura. No conciben el amor sentimental como un componente necesario del matrimonio. »En cambio, nuestra cultura occidental difiere a tal grado en su concepción del matrimonio que considera que el amor personificado es el componente más importante y necesario en la relación conyugal. Las películas y los programas de televisión promueven la idea de que el ingrediente imprescindible de un noviazgo es el aspecto altamente emotivo del amor sentimental. »Esa idea es la causa nociva detrás de matrimonios disueltos, hijos abandonados y vidas arruinadas. El matrimonio no es un sentimiento; es un compromiso. Un hombre y una mujer consienten en unirse y vivir y criar a su familia como socios. Es maravilloso si los dos sienten la emoción del amor romántico, pero lo cierto es que los sentimientos son inconstantes. Desaparecen de un día para otro. »Nuestras emociones se ven afectadas por nuestra salud, nuestras hormonas, nuestros amigos e incluso si está brillando o no el sol. Son tan variables que nunca debemos fiarnos de ellas. Si se enfoca en lo que usted siente (o en lo que no siente su esposo), eso hará que se sienta insatisfecha y desalentada. Y hará que tome decisiones que es probable que después lamente. »¿Sabía usted que Dios quiere ayudarla? Si le permite que tome control de su vida, Él le dará la sabiduría para hacerle frente a toda decepción y todo obstáculo, le dará paz que no fluctúa como nuestras emociones, y le dará valor y fortaleza para afrontar el futuro.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 716. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net

Un Mensaje a la Conciencia
Cuando el techo se nos viene encima

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 28, 2025 4:01


El grupo de niños jugaba muy alegre. David Bertolotto, instructor de natación que tenía diecisiete años de edad, estaba dando la clase a catorce estudiantes que tenían entre cuatro y seis años de edad. Era una piscina cubierta de una Asociación de Jóvenes en Roxbury, Massachussets, Estados Unidos. En plena clase, un crujido siniestro los hizo mirar hacia arriba. El techo de cemento, a quince metros de altura, comenzó a desplomarse. David elevó una oración rapidísima: «¡Señor, ayúdanos!», y frenéticamente empezó a sacar niños de la piscina y del edificio. Cuando hubo retirado al último, el techo cayó del todo. Un trozo de cemento le pegó a David en un lado del cráneo. No lo mató, pero le desgarró parte del cuero cabelludo. «Cuando se hunde el piso o se desploma el techo —dijo David en el hospital—, lo mejor es clamar de inmediato a Dios.» David tenía toda la razón. Había obtenido empleo temporal como instructor de natación de niños pequeños en esa institución. En la primera sesión había ocurrido lo inesperado. Y en ese momento terrible, su fe en Dios le había hecho, primeramente, clamar a Dios en forma instantánea, y luego disponerse animosamente al trabajo del rescate. Así salvó la vida de todos los niños. ¿Qué podemos hacer cuando el techo se nos viene encima? No el techo de un edificio sino el de nuestra vida: nuestra situación económica, nuestra condición familiar, nuestra salud, nuestras emociones. Cuando todo parece desplomarse y venírsenos encima, ¿qué podemos hacer? Algunos salen corriendo desesperadamente, tratando de huir de la situación. Otros se sumergen en un lago de alcohol, tratando de no pensar. Otros se dan a los estupefacientes para insensibilizarse. Y otros se encierran en su problema y no tienen nada que ver con nadie. Pero nada de esto resuelve el problema. Al contrario, lo empeora. La solución es hacer lo que hizo David Bertolotto: clamar a Cristo, fuente viva de toda ayuda, todo socorro y toda respuesta. Es fácil acudir a Cristo en cualquier emergencia de la vida cuando Cristo es nuestro amigo de todos los días, es decir, cuando vivimos acostumbrados a la oración. ¿Cómo logramos eso? Buscando su amistad, entregándole nuestra voluntad, nuestro afecto y nuestra confianza. No es difícil; Cristo nos está esperando. Hermano PabloUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net

Es así y punto con Hernán Pereyra
Un mensaje al Barcelona: Se trata de respetar las reglas

Es así y punto con Hernán Pereyra

Play Episode Listen Later Mar 27, 2025 44:12


En medio del debate por la carga de partidos, José del Valle explica la importancia de respetar las 72 horas de descanso. Learn more about your ad choices. Visit podcastchoices.com/adchoices

Un Mensaje a la Conciencia
«Confiada en que íbamos a casarnos»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 27, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Hace unos cinco años le fallé a Dios teniendo relaciones sexuales con mi pareja de aquel entonces, confiada en que íbamos a casarnos.... Pero hace dos años nos separamos. »Le pedí perdón a Dios por fallarle de esa manera, pero hace un año y medio caí nuevamente con un hombre que me mintió diciéndome que era soltero. Fue cosa de una sola noche. Le he pedido perdón a Dios por eso también, y me he cuidado de no volver a hacerlo.... »Me siento muy mal conmigo misma, y siento que no valgo nada. Trato de mantener una relación buena con Dios, pero esos errores no me dejan en paz.... Hasta he llegado a pensar que soy una basura por haber estado inmoralmente con un hombre casado.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »Puede que usted crea que Dios la condena por su pecado, pero esa creencia no está basada en la verdad. Para saber lo que en realidad Dios piensa de usted, es necesario estudiar la Biblia. Ésta contiene la verdad acerca de Dios y de lo mucho que nos ama a pesar de que todos somos pecadores y necesitamos que nos perdone. »Usted dice que ya le pidió perdón a Dios, y sin embargo todavía se siente condenada. La Biblia nos enseña que ya no hay ninguna condenación para los que pertenecen a Jesucristo.1 Así que si no hay condenación para los que le han pedido a Dios que les perdone sus pecados, entonces la condenación que usted siente no proviene de Dios. »Hay un relato en la Biblia acerca de una mujer que fue sorprendida en adulterio. Los líderes religiosos querían matarla por su pecado arrojándole piedras. Le preguntaron a Jesús si debían apedrearla, y Él les respondió que si alguno de ellos estaba libre de pecado, que arrojara la primera piedra. Pero como cada uno reconocía su propio pecado, se fueron retirando uno tras otro. Entonces Jesús le preguntó: “Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena?” Ella le contestó: “Nadie, Señor.” Y Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.”2 »Cristo dejó en claro que no condenaba a la mujer, pero le dijo que no volviera a pecar. Él le está diciendo lo mismo a usted ahora. Usted le ha pedido perdón, así que ha sido perdonada. Sólo falta que determine que no caerá nuevamente en ese patrón de conducta pecaminosa. »Usted dice que su mal comportamiento la hizo sentir que no valía nada. Pero en realidad es a la inversa. Debido a que sentía que no valía nada, dejó que le faltaran al respeto y se aprovecharan de usted. Olvidó que fue creada a imagen y semejanza de Dios y que es su querida hija amada. »Cuando usted sigue enfocándose en el pasado, lo trae al presente y pone en peligro su futuro. Ya que Dios la ha perdonado, y ha quedado atrás el pasado, es hora de volver a comenzar, con la ayuda de Dios.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 835. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ro 8:1 2 Jn 8:2-11

Un Mensaje a la Conciencia
El agua de los cocos

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 26, 2025 4:01


Corría el año de 1878. El presidente de Guatemala, general Justo Rufino Barrios, había acordado reunirse con los jefes de la región oriental de Chiquimula para cambiar impresiones con ellos. Tan pronto como el presidente llegó y estableció su despacho‑campamento a orillas del río Tacó, la gente hospitalaria de Oriente le llevó un racimo de cocos. Hacía mucho calor porque era mediodía. El primer mandatario ordenó abrir los cocos, sacarles el agua y llenarlos con agua del río Tacó. Poco después llegaron los jefes departamentales, jadeantes y sudorosos. El presidente mandó que a cada jefe se le sirviera uno de los cocos preparados. Al rato les preguntó cómo les parecieron. —Deliciosísimo, señor presidente. ¡Qué dulzura de agua! —respondió uno. —Este lugar es especial para producir cocos con mucha agua y tan dulces como la miel —manifestó otro. Al oír sus respuestas hipócritas, el presidente les dijo contrariado: —Realmente es desconcertante para quien gobierna y desea de todo corazón el progreso de su pueblo, descubrir que sus dirigentes tienen miedo de decir la verdad. Ninguno de ustedes puede ignorar el hecho que el agua que acaban de beber de los cocos es del río Tacó y no de cualquier cocotero. Si no han podido ser veraces al hablar de una cosa tan simple como el sabor del agua de los cocos, ¿cómo van a serlo con los asuntos que tenemos que tratar esta tarde?1 Así como en esta anécdota los jefes políticos desconocían los verdaderos deseos de su primer mandatario, también muchos de nosotros desconocemos la voluntad de Dios, nuestro Jefe Supremo. No sabemos que a todos nos ha sometido a una prueba sencilla —la de decirle sí a la verdad—, y que nos toca a todos por igual optar por rechazar la verdad o aceptarla. La decisión es nuestra. Poco antes de partir de esta tierra, Jesucristo, al ser interrogado, aclara que vino al mundo para dar testimonio de la verdad. Pilato le hace entonces la pregunta filosófica de los siglos: «¿Y qué es la verdad?» Pero no espera a que Jesús le responda, sino que se dispone de inmediato a complacer a los jefes judíos del siglo primero,2 así como los jefes guatemaltecos del siglo diecinueve querían complacer a su primer mandatario. Lo cierto es que Jesús ya había dado respuesta a esa pregunta cuando le dijo al apóstol Tomás: «Yo soy... la verdad.»3 Pilato llegó a conocer a esa Verdad en persona porque la tuvo encarnada frente a él, pero no la reconoció como tal. En vez de aceptarla, mandó crucificarla. Tenía el poder humano para poner en libertad a Jesús, pero no comprendió que Jesús tenía el poder divino para liberarlo a él. Así que optó por rechazar a aquella Verdad que una vez dijera: «Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.»4 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Óscar Hugo Álvarez Gómez, Anécdotas del General de División Don Justo Rufino Barrios, 2a ed. (Guatemala: Editorial del Ejército, 1984), pp. 67-68. 2 Jn 18:37—19:16 3 Jn 14:6 4 Jn 8:32

PEDRO CASALS (El 4to Bate)
REVUELTA DE HAITIANOS EN UVERO ALTO ES UN MENSAJE A MARCHA DE FRIUSA - PEDRO CASALS

PEDRO CASALS (El 4to Bate)

Play Episode Listen Later Mar 26, 2025 14:36


Daily Easy Spanish
”Si lees esto es porque me mataron”: Hossam Shabat, el periodista palestino que fue blanco de un ataque israelí y dejó un mensaje para ser publicado después de su muerte

Daily Easy Spanish

Play Episode Listen Later Mar 26, 2025 25:03


Según la Defensa Civil Palestina el periodista murió en un ataque aéreo israelí dirigido contra su auto mientras estaba trabajando.

Un Mensaje a la Conciencia
«Gracias por la vida»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 25, 2025 4:01


(Día del Niño por Nacer) La niña Tami Hagan, de nueve años, murió de leucemia el 10 de marzo de 1972. Como otros tantos niños, víctimas de este terrible e incurable mal, se fue apagando despacio, como se marchita un lirio o se derrite una vela. Tami nunca supo la enfermedad que tenía. Sentía que sus fuerzas la abandonaban y que la vida se le iba escapando, pero no llegó a saber lo que consumió su sangre y su aliento. Al día siguiente de su entierro, encontraron el pequeño diario que había escrito. Entre sus páginas hallaron un escrito en prosa sencilla, que decía así: «Gracias, Señor, por haberme dado un día más de vida. Me gusta ayudar a los demás. Gracias por mi familia. Vivimos muy felices y jugamos juntos de muchos modos. Gracias por el sol y por el buen tiempo. Es maravilloso estar viva hoy.» El título que la niña le había puesto a su breve composición era «Gracias por la vida». Cuando personas ingratas reniegan de la vida y maldicen los días que Dios les ha dado; cuando personas deshonestas abusan de la confianza, de los bienes más preciados y de la inocencia de los desprotegidos; cuando jóvenes incautos arruinan su vida ahogándola en las drogas, en el alcohol y en la inmoralidad sexual; cuando personas sanguinarias planean asesinatos y matanzas, segando la vida de una víctima tras otra; y cuando mujeres «liberadas» deciden ponerle fin a un embarazo indeseado a fin de liberarse definitivamente de la carga que hubiera sido la criatura que llevan en el vientre, es reconfortante leer las alentadoras palabras de aquella niña moribunda. Tami sabía, por instinto, que se acercaba el fin de sus días en este mundo. Por eso, como una mariposa de otoño que se remonta en su último vuelo por el jardín, escribió en su diario aquellas notas en que dio gracias a Dios por la vida y lo alabó porque Él hace bien todas las cosas. Jesucristo, poniendo a un niño en medio de sus discípulos, les dijo que, si no cambiaban y se volvían como niños, no entrarían en el reino de los cielos.1 Hay centenares de personas que reniegan de la existencia y maldicen los días que Dios les ha dado, y esto sólo porque las cosas no les salen como ellos quieren. Lo cierto es que no padecen de nada que no pueda curarse con un poco de resignación y de gratitud, como las que mostró con sumo valor la pequeña Tami. Sin duda fue el apóstol Pablo quien nos dejó el ejemplo más contundente de esto. Él sufrió hambre y sed; frío y desnudez; prisión varias veces; naufragio tres veces; golpes con varas tres veces; y treinta y nueve azotes con un látigo cinco veces. Y por si eso fuera poco, fue apedreado y dado por muerto. Y sin embargo nos exhortó a que estemos siempre contentos, a que oremos en todo momento y a que le demos gracias a Dios en toda situación porque esa es su voluntad divina para los que pertenecemos a su Hijo Jesucristo. En otras palabras, eso es lo que Dios espera de nosotros como hijos suyos.2 Si, al igual que San Pablo y la niña Tami, aprendemos a darle gracias a Dios en toda circunstancia, sea cual sea, veremos cómo cambiará por completo nuestra vida. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Mt 18:2-3 2 Hch 14:19; 2Co 11:24-27; 1Ts 5:18

Manuel López San Martín
Proteger a Cuauhtémoc Blanco envía un mensaje desalentador a las víctimas: Ivonne Ortega - 25 marzo 2025.

Manuel López San Martín

Play Episode Listen Later Mar 25, 2025 4:24


En entrevista para MVS Noticias con Manuel López San Martín, Ivonne Ortega, coordinadora del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, expresó su consternación ante la postura de Morena en el caso del desafuero a Cuauhtémoc Blanco. “Estoy consternada al ver a una mujer subir a tratar de revictimizar a la víctima. Decir que por la buena voluntad del diputado se va a presentar ante la autoridad, pero con fuero, es inadmisible. De nada sirve que tengamos 251 mujeres diputadas si cuando realmente se necesita, las que llegaron se sientan y aplauden a los hombres. No rompen el pacto”, aseguró Ortega.See omnystudio.com/listener for privacy information.

Un Mensaje a la Conciencia
¿Tejidos biológicos o seres humanos?

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 24, 2025 4:01


(Víspera del Día del Niño por Nacer) El juicio duró más de tres años. En todo ese lapso intervinieron, como siempre, defensores y acusadores. La prensa se interesó en el caso, y lanzó a los cuatro vientos todos los pormenores del juicio. Hasta que por fin el juez dictó la sentencia. «Que se entierren sin ninguna ceremonia religiosa», dictaminó. El juicio se realizó en Los Ángeles, California, en torno a dieciséis mil quinientos fetos humanos que un hombre mantenía en su casa, producto de otros tantos abortos. Muchos ministros religiosos y autoridades cívicas pedían un sepelio, mientras que varias entidades feministas exigían un simple entierro o una incineración. «No son seres humanos —alegaban las líderes de estas mujeres—. No son otra cosa que tejidos biológicos indeseados.» Este juicio conmovió la opinión pública en los Estados Unidos: en primer lugar, por la gran cantidad de fetos —producto de abortos provocados— que un solo hombre había juntado en menos de un año, dieciséis mil quinientos; y en segundo lugar, por el carácter o la categoría que se quería atribuir a esos fetos. Ministros cristianos, junto con los miembros de sus respectivas iglesias, pedían que a los fetos se les considerara seres humanos completos, y por lo tanto dignos de honras fúnebres. En cambio, otras entidades, especialmente mujeres partidarias del aborto, se oponían enérgicamente a semejante funeral. Algunas de estas sociedades femeniles llegaron a decir, con sarcasmo: «Un feto producto de un aborto es como un apéndice, o como una vesícula biliar o como un trozo de intestino cortado.» Así como a nadie se le ocurriría celebrar un funeral por unos pedazos de tejido —sostenían ellas—, tampoco debía celebrarse un funeral por un feto. Lamentablemente lo que sigue en tela de juicio es el carácter de la vida humana. A ninguna mujer sana que lleva un hijo en las entrañas se le ocurriría calificar a ese hijo que ya siente moverse en su vientre como simple «tejido biológico». Para esa mujer, al igual que para el hombre que lo ha engendrado, ese feto, esa vida, esa alma, es su hijo y no un simple trozo de tejido humano desechable. Sin embargo, para muchas personas en la actualidad la vida humana carece de valor. Por consiguiente, fácilmente, con ligereza y sin conciencia, echan mano del aborto para ponerle fin a la vida de seres humanos que no desean. Si esas pequeñas criaturas en gestación pudieran defenderse, con toda seguridad se valdrían de las palabras del salmista David y le implorarían a Dios: «Tenme compasión, Señor... un frío de muerte recorre mis huesos. Angustiada está mi alma... Vuélvete, Señor, y sálvame la vida; por tu gran amor, ¡ponme a salvo!... Libra mi vida, mi única vida, de los ataques de esos leones.»1 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Salmo 6:2,3,4; 35:17

Un Mensaje a la Conciencia
«No quiero perder los mejores años de mi hijo»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 22, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Tengo treinta y dos años, estoy casado felizmente con mi esposa, y tenemos un hijo. Trabajo todo el día. El sueldo que gano nos alcanza para muchas cosas, pero desafortunadamente el trabajo es muy exigente. »Me queda poco tiempo para estar con mi hijo y mi esposa. Quiero dejar el trabajo para estar más con mi familia, aunque entiendo que eso significaría menor ingreso económico. No quiero perder los mejores años de mi hijo al verlo crecer.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Comprendemos muy bien lo exigente que es su trabajo porque es así para muchas personas. Pero lo felicitamos por reconocer lo importante que es pasar tiempo con su familia y por querer hacer los cambios necesarios para que eso sea posible. »Usted dice que el dejar su trabajo significaría menor ingreso económico. Otras personas no dejan sus trabajos exigentes porque quieren progresar en su carrera.... Y hay personas cuya identidad está tan conectada a su trabajo que, si dejaran de trabajar mucho, es posible que perdieran el sentido claro de quiénes son. »No hay ninguna fórmula que nos revele cuánto trabajo es suficiente y cuánto trabajo es demasiado. Tampoco hay versículo alguno en la Biblia que diga que debemos trabajar cuarenta o cuarenta y ocho horas a la semana. Pero ¿hay principios bíblicos que nos sirvan de ayuda? Gracias a Dios, sí los hay. »En primer lugar, el apóstol Pablo enseñó mediante su propio ejemplo y en sus escritos que todos debemos estar dispuestos a trabajar para tener con qué sustentarnos.1 También enseñó que debemos proveer para nuestra propia familia y no esperar que sea otro quien lo haga.2 Sin embargo, no hay ningún pasaje bíblico que nos enseñe que es importante enriquecernos. Más bien, Jesucristo resaltó la importancia que tiene buscar primero lo que desea Dios, y luego dejar que Él resuelva todo lo demás.3 »Tal vez el buscar lo que desea Dios para nosotros les suene raro a muchas personas. Tienen el concepto de que Dios quiere que seamos buenos y obedezcamos ciertas reglas. Conciben a Dios como un juez que nos castiga desapasionadamente por nuestras ofensas, sin de veras involucrarse en los otros aspectos de nuestra vida. »El buscar primero a Dios significa comprender que Él es un Padre amoroso que desea formar parte de nuestra vida. Él quiere cultivar una relación con nosotros. Quiere ayudarnos y guiarnos, compartiendo nuestro dolor en los tiempos difíciles y nuestro gozo en los tiempos buenos. ¿No es acaso esa la manera exacta en que quiere usted hacerse presente en la vida de su hijo? »Nosotros no podemos aconsejarle cuánto debe trabajar, dónde debe trabajar ni cuánto tiempo debe pasar con su familia. Pero nuestro Padre celestial sí puede aconsejarle. Le recomendamos que hable con Él al respecto y que le pida que le muestre lo adecuado para la situación en que usted se encuentra.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 715. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 2Ts 3:7-10 2 1Ti 5:8 3 Mt 6:33

Un Mensaje a la Conciencia
Sólo por ser judío

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 21, 2025 4:01


(Antevíspera del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial)   «Tenía catorce años. Cursaba el cuarto de secundaria, y una [tarde]... salí del Liceo de Ñuñoa... [e] iba a cruzar la calle... cuando varios muchachos más grandes, de último curso, hicieron un círculo a mi alrededor y empezaron a hostilizarme —cuenta Mario Kreutzberger, el popular conductor de Sábado Gigante en su autobiografía titulada Don Francisco entre la espada y la TV—. Primero me hacían burlas. “A ver, poco hombre, defiéndete”, y me daban un bofetón en la boca.... A golpes y empujones me fui al suelo. Sentí un azote de patadas en todo el cuerpo.... »—¿Así que eres judío? Ya vas a ver —me gritó [uno], mientras sentí que me arrancaban el cabello. »... Entendí de qué podría tratarse el asunto. La Segunda Guerra Mundial había terminado, pero quedaban dispersos algunos grupos juveniles pronazis.... »... Un rato después, los rufianes se alejaron entre burlas y carcajadas... [y] quedé solo.... De la nariz me brotaba la sangre a borbotones.... ¿Qué mundo era este? ... Me pegaron entre varios, no pude defenderme y nadie salió en mi defensa. »... Nada dije a mis padres.... Toda la semana [siguiente] salí en las mañanas [hacia el colegio, pero no asistí a clases].... Hasta que un día... me encontré cara a cara con el rector del colegio.... »—Ven —me dijo—. Conversemos. Sé que tuviste un problema con algunos alumnos mayores. ¿Sabes por qué no he venido a hablar con tus padres? Porque... eres tú quien tiene que tomar la decisión de sobreponerse a una dificultad de este calibre.... Sé que es injusto lo que te hicieron esos muchachos. Pero quiero que sepas que yo te apoyo. Si quieres salir adelante, lo vas a lograr y yo te puedo ayudar.... »... A la mañana siguiente... me levanté con bríos y... fui a clases.... Decidí sobreponerme, y mi personalidad dejó de ser opaca. Empecé a responder cuanta broma me hacían. Contaba chistes que a todos les parecían divertidos, y reían.... »... Al poco tiempo [era] un líder del curso.... Me había convertido... en el cómico que a todos hacía reír con mil chistes y bromas.... Me eligieron presidente del curso y, al año siguiente, presidente de todos los alumnos del colegio.... Comencé a actuar en parodias humorísticas sobre el escenario, con muy buen resultado. [Y] al final del año... fui designado Mejor Compañero. »De ahí en adelante todo cambió para mí.... En todos estos años de carrera en la televisión he entrevistado o al menos intercambiado frases con unas cien mil personas... confirmando que... debajo de la piel somos todos iguales.... »... En nuestro espacio del “Clan Infantil”, [un niño de ocho años,] motivado por una carta de otro chico en la cual afirmaba que los negros no son iguales a los blancos, [dijo]: “Déjalo sin piel, sácale todo, y vas a ver que por dentro es igual a ti, que la sangre es del mismo color.”»1 Gracias a Dios, las palabras de ese niño ingenioso, además de reconfirmar las de Don Francisco, reafirman las siguientes palabras de San Pablo: «Así que no importa si [ustedes] son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales.»2 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Mario Kreutzberger Blumenfeld, Don Francisco entre la espada y la TV (México, D.F.: Editorial Grijalbo, 2001), pp. 95-98,207-08. 2 Gá 3:28 (TLA)

Un Mensaje a la Conciencia
«No hay algo que encienda la llama de la pasión»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 20, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Soy casado hace veinte años.... Nunca hemos sido infieles ni ha habido maltratos. Sin embargo, me siento abandonado. Las atenciones de mi esposa hacia mí son muy escasas; igualmente las mías, pero a ella eso no le importa. En lo concerniente a la intimidad... sólo tenemos relaciones cada vez que ella quiere.... »He pensado irme para otro lugar. No lo he hecho por los tres hijos que tengo.... Es mejor sacrificio propio a que ellos sean destruidos.... Considero que mi esposa no me quiere, que está conmigo por costumbre, y no hay algo nuevo que encienda la llama de la pasión que quiero que tengamos.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »¡Lo felicitamos por darles la máxima prioridad a sus hijos! Es admirable que esté dispuesto a sacrificarse, tal como usted dice, por el bienestar de ellos. ¡Nuestro mundo sería mucho mejor si más hombres tuvieran el valor y la determinación que tiene usted! »Por el contrario, la máxima prioridad de muchos otros hombres es satisfacer sus propias necesidades. Si deciden que la esposa no los satisface plenamente, buscan a otra mujer con la cual tener relaciones, abandonando insensiblemente a los hijos tanto en lo físico como en lo emocional. Eso puede hacer que los hijos se sientan abandonados de por vida. Pero como usted no quiere que les pase eso a sus hijos, no ha sido infiel ni ha abandonado el hogar. »Sin embargo, no está contento por el hecho de que ni usted ni su esposa se están esforzando por sacar adelante su relación conyugal. Usted supone que ella no se está esforzando debido a que no lo ama. Pero esa suposición de parte suya pudiera ser completamente equivocada. »Las madres tienen la tendencia a estar tan involucradas con lo que necesitan los hijos que no le dan suficiente prioridad a lo que necesita el esposo. Además, tienen que hacer el aseo de la casa, preparar la comida, lavar la ropa y un sinfín de cosas más que requieren atención. Lo que usted percibe como una falta de amor de parte de ella pudiera ser agotamiento. »Le rogamos que haga todo lo que sea necesario por consultar a un consejero matrimonial antes de que sea demasiado tarde para salvar su matrimonio. Es posible que ninguno de los dos le haya comunicado adecuadamente al otro lo que necesita, o que uno o ambos no se hayan estado escuchando. Un consejero puede ayudarle a descubrir lo que de veras siente su esposa en lugar de que usted suponga que ya lo sabe. »Determine que se esforzará por mejorar su matrimonio aunque su esposa no lo haga. Ayúdela a preparar la comida, a lavar la ropa y a asegurarse de que los hijos hagan sus tareas. Demuestre mediante sus acciones que usted la ama y que le interesa lo que ella necesita. Exprésele afecto sin esperar nada a cambio. »Hay un ejemplo a seguir a medida que opta por sacrificarse por el bienestar de sus hijos y de su esposa. Jesucristo, el Hijo de Dios, se sacrificó al morir en la cruz para pagar el castigo por nuestros pecados. Él entregó su vida para que nosotros podamos tener vida plena en este mundo y vida eterna en el cielo.1 Ese es un ejemplo que todos debemos seguir.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 834. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Jn 3:16; 10:10; 2Co 5:15

Un Mensaje a la Conciencia
Una melodía de redención

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 19, 2025 4:01


Un colono europeo llegó con su familia a poblar el antiguo oeste norteamericano. Su esposa murió cuando la menor de sus dos hijas tenía apenas un año, así que la mayor lo ayudó a cuidar con sumo cariño a la hermanita. La pequeña era el orgullo de su padre. Era una criatura hermosísima, de cabello rubio y de ojos azules como el cielo. Cerca del colono había una tribu indígena que tenía por cacique a un poderoso guerrero llamado Serpiente Rastrera. Éste odiaba a los blancos debido a que había sido objeto de su prejuicio racial. Una tarde, cuando el colono regresó a la casa de su trabajo en el campo, su hija mayor salió a su encuentro, deshecha en llanto. El cacique Serpiente Rastrera había llegado con algunos de sus hombres y había secuestrado a la pequeña rubia, que ya tenía cinco años de edad.  Pasaron catorce largos años en que el desconsolado padre buscó en vano a su hija, hasta que un día un viajero le contó que había visto a una muchacha rubia que formaba parte de una tribu indígena en una comarca cercana. El colono vendió su hacienda y, con el dinero de la venta, que representaba toda su fortuna, fue en busca de Serpiente Rastrera a fin de comprar a su hija. Cuando volvió a verla, su hija ya era una hermosa señorita rubia de diecinueve años como él se la imaginaba, pero que vestía, hablaba y se conducía como las otras mujeres de la tribu. Serpiente Rastrera quería a la joven, pero también quería el dinero del rescate. Así que le propuso al colono que la muchacha fuera a vivir con él durante un mes, y que al cabo del mes ella decidiera con quién se quedaba. El padre accedió e hicieron el trato. La pobre muchacha, convencida de que el hombre blanco que se hacía pasar por su padre la había secuestrado, se negó a comunicarse con él desde el principio del mes de prueba. El colono y su hija mayor hicieron todo lo posible por hacerle recordar su vida pasada, pero cuanto más se esforzaban, más inútiles parecían sus esfuerzos por ganar su confianza. Cerca del fin del plazo acordado, mientras la hija mayor, sin pensarlo, cantaba una de las melodías con la que años atrás arrullaba a su hermanita, ésta reaccionó y comenzó a recordar su pasado. Corrió a los brazos de su hermana y de su padre, y lloró de felicidad al comprender lo sucedido. Este era su verdadero padre, que estaba dispuesto a pagar el precio de su rescate, por más alto que fuera. Así como a la joven rubia de esta historia, a nosotros también nos ha secuestrado alguien llamado Serpiente. Se trata de «Serpiente Antigua», más conocido como Diablo y Satanás.1 Pero Dios nuestro Padre celestial, que nos ha estado buscando al igual que el colono, ya pagó el precio de nuestro rescate con la sangre de su Hijo Jesucristo. Ahora sólo nos queda decidir si hemos de vivir con Él o de volver a vivir con Serpiente Antigua. Más vale que reaccionemos ante esta bella melodía de redención, y corramos a los brazos de nuestro verdadero Padre, nuestro Padre celestial. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ap 12:9

Un Mensaje a la Conciencia
«““El Andarín”” cubano que se volvió leyenda»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 18, 2025 4:01


(Sesquicentenario del Nacimiento de Félix Carvajal, «El Andarín») «Félix Carvajal, “El Andarín”, considerado por muchos el más grande fondista cubano de todos los tiempos, nació el 18 de marzo de 1875 en La Habana, Cuba.... No fue hasta llegada la adultez que aprendió a leer y a escribir[, y sin embargo] se dice... que tenía una facilidad extraordinaria para los idiomas.... El que mejor dominaba era el inglés.... »Su primera victoria como corredor [fue en San Antonio de los Baños,] al derrotar al maratonista español Mariano Bierza, un atleta que iba de pueblo en pueblo jactándose de su resistencia.... »En Cuba, “El Andarín” ejercía de cartero ocasional en Navidad, festivos y vacaciones, y le gustaba mucho andar. Reseñas biográficas destacan que llevaba letreros y carteles en su cuerpo anunciando productos. »Antes de los Juegos Olímpicos de San Luis, [Misuri, celebrados en los Estados Unidos de América,] “El Andarín” recorrió las calles y parques de La Habana con una camiseta en la que pedía dinero para que un atleta cubano pudiera permitirse pagar el billete que le posibilitara ir a competir en la prueba de maratón. Logró conseguir el dinero, pero el juego [de apuestas] y los estafadores pronto lo dejaron sin dinero, por lo que tuvo que afrontar el resto del viaje a pie, desde Nueva Orleans hasta San Luis, separadas por más de mil kilómetros.... »[En esos] Juegos Olímpicos de San Luis 1904 en los que finalizó en la cuarta posición, pese a no haber alcanzado el podio, el esfuerzo del corredor para costearse el viaje hacia Estados Unidos, sus peripecias en el país norteño, y su casi milagrosa participación en [aquella insólita prueba maratónica en pleno verano] lo convirtieron en una verdadera leyenda.... »[Concluidos aquellos] Juegos.... “El Andarín” continuó sus logros deportivos, cosechando más de 57 galardones.... »En 1928, ya con 53 años, [logró] la proeza de darle 4.375 vueltas a la Manzana de Gómez (ubicada entre las calles Monserrate y Zulueta; Neptuno y San Rafael) en La Habana Vieja. Dos años después... cubrió ida y vuelta los 1.100 kilómetros por carretera entre Guane (Pinar del Río) y la ciudad de Santiago de Cuba. »Félix Carvajal vivió los últimos veinte años de su vida en una mísera casucha debajo del llamado Puente de Arango, hoy conocido como Puente de La Lisa, donde falleció... solo y enfermo, a los 73 años de edad.» Así resume el Diario Las Américas la vida de aquel extraordinario fondista en su artículo titulado: «Félix Carvajal, “El Andarín” cubano que se volvió leyenda».1 Al parecer, lo único a lo cual pudo haberse aferrado aquel laureado y sin embargo sufrido corredor son las siguientes palabras de aliento a su pueblo de parte del profeta Isaías: «Los que confían en el Señor [su Dios] renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.»2 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 «Félix Carvajal, “El Andarín” cubano que se volvió leyenda», Diario Las Américas, Historia, 13 junio 2016 En línea 4 octubre 2024. 2 Is 40:31 (NVI)

Un Mensaje a la Conciencia
«¡O robo un banco, o me suicido!»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 17, 2025 4:01


Serio, callado, con gruesos anteojos oscuros, el hombre se acercó a la ventanilla. Las operaciones del banco transcurrían normalmente. Cuando al hombre le tocó su turno, le pasó una nota al cajero: «Esto es un asalto —decía la nota—. Entrégueme todos los billetes de 10, 20, 50 y 100 que tenga.» El cajero le pasó 980 dólares, que era todo lo que tenía en la caja. El hombre dio media vuelta y luego se detuvo, como confundido. Era ciego, y sin su bastón en la mano no sabía dar un paso. Cuando lo arrestaron y lo llevaron a la policía, declaró: «Estoy al borde de un colapso. ¡O robo un banco, o me suicido!» Este fue un caso como para telenovela, ocurrido en San Francisco, California. Roberto Dunbar había quedado ciego hacía cuatro años. Vivía de lo que recibía del Seguro Social, pero alguien le había robado su pensión de ese mes, de modo que llevaba días sin comer. Y no tenía parientes ni amigos. Por eso, en medio de un panorama sumamente oscuro, tomó la decisión de asaltar un banco. La ceguera es una triste circunstancia. Pero más triste aún es el hecho de que un ciego tenga que cometer un delito porque le han robado la pequeña pensión que le da el gobierno. Es como una denuncia contra toda la humanidad, denuncia de un crimen social que nunca debió haber ocurrido. Lo cierto es que Roberto Dunbar vivía en tinieblas más oscuras todavía. Además de la oscuridad que tenía en los ojos, tenía también el alma sumida en tinieblas. Los ojos de este hombre, y los de muchos como él, quizá nunca perciban de nuevo la luz del día. Pero la luz espiritual puede encenderse en toda alma. Jesucristo dijo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12). Hay muchas personas que no tienen la luz de los ojos, pero han hallado una luz mil veces más resplandeciente que la luz del sol. Son los que han encontrado la paz y el gozo que da Jesucristo. Sin percibir el color de las flores, ven el color de la esperanza. Sin ver la luz del sol, ven con el alma la luz de la gracia salvadora de Cristo. Sin poder contemplar el rostro de los amados, ven con los ojos del espíritu el rostro amable y compasivo de Jesucristo, porque Él es realmente la luz del mundo. Esa oscuridad en la que muchos se encuentran, esa noche interminable, se cambiará en día el instante en que Cristo entre a su corazón. Basta con que le den entrada. Él quiere ser su paz, su gozo y su luz. Hermano PabloUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net

La W Radio con Julio Sánchez Cristo
“EE.UU. quiere enviar un mensaje fuerte con la descertificación en lucha antidrogas”: Kevin Whitaker

La W Radio con Julio Sánchez Cristo

Play Episode Listen Later Mar 17, 2025 10:50


En diálogo con La W, Kevin Whitaker, exembajador de Estados Unidos en Colombia, se refirió a la posibilidad de que Colombia sea descertificado como socio en la lucha antidrogas por Estados Unidos.

Un Mensaje a la Conciencia
«¿Mi bebé pagó por mis pecados?»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 15, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Tengo tres hijos maravillosos y una familia hermosa, pero aborté tres veces y me arrepiento cada día.... Me volví egoísta y de corazón duro. Di prioridad a mis objetivos profesionales, y no vi que perdí mi corazón en el camino. Por vergüenza no volví con Dios, que era mi centro, y caí cada vez más profundo. »Cuando [tuve a mi cuarto hijo] decidí cambiar mi vida... [pero] mi bebé falleció de una malformación de nacimiento.... Estoy segura de que Dios me perdonó, pero ¿por qué no sanó a mi bebé? ¿Dios me castigó? ¿Mi bebé pagó por mis pecados?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »¡Cuánto sentimos que su bebé haya fallecido! Usted hace muy buenas preguntas, y sabemos que las respuestas le son muy importantes al llorar la pérdida de su hijito. »Uno de nuestros hijos y su esposa estaban esperando tener un bebé este año, pero la criatura murió en el vientre siendo aún muy pequeñita. Nuestra nuera no dejaba de pensar que había hecho algo malo que causó el aborto espontáneo. ¿Acaso... había caminado más de la cuenta? ¿No se había cuidado lo suficiente? ... Esas preguntas y esos temores le daban vueltas en el cerebro, junto con el dolor de haber perdido a su bebé. Pero la autopsia reveló que la criatura sufría de una condición de la que nadie tenía la culpa.... »¿Estaba Dios entonces castigando a nuestra nuera por algo que ella había hecho? ¿Es Él un Dios vengativo listo para aplastar a cualquiera que lo enoja? Quienes creen que Él es así no comprenden su naturaleza divina. Si bien es cierto que todos merecemos el castigo por nuestros pecados, Dios concibió la manera de perdonarnos en vez de castigarnos. Dios dio a su único Hijo para tomar nuestro castigo. Por eso tuvo que morir Jesucristo en una cruz. »Usted también pregunta por qué Dios no sanó a su bebé. Imaginémonos que pudiéramos decir algunas palabras especiales y pedirle a Dios que sanara a todo bebé, todo niño, toda niña, todo adulto y toda persona anciana, y que Él tuviera la obligación de sanar a cada uno porque nosotros habíamos pronunciado esas palabras especiales. Los reporteros entonces darían a conocer tales palabras por televisión, y la gente las publicaría en la Internet. »Además, las palabras especiales ejercerían poder sobre Dios. Y quienes las supieran podrían ordenarle a Dios lo que tenía que hacer. Obviamente, Dios, siendo todopoderoso, no podría someterse a ser manipulado como un títere. Pero debido a que nos ama tanto y desea lo mejor para nosotros, en vez de dejar que le demos órdenes, nos da la opción de confiar en Él como quien tiene control de nuestra vida.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo se puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 714. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net

Un Mensaje a la Conciencia
La mosca en la telaraña

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 14, 2025 4:01


Un joven salió al campo a meditar sobre la lucha que libraba todos los días contra las tentaciones de la vida. Al mediodía, sentado sobre una piedra en medio de la naturaleza, se puso a seguir el vuelo despreocupado de una mosca. De pronto la mosca bajó en picada hacia el suelo al divisar una telaraña que estaba entre la piedra y la tierra. En el momento de atravesar la telaraña, la mosca quedó atrapada. Comenzó a patalear, pero lejos de librarse mediante sus desesperados esfuerzos, sólo se enredó aún más. Cuando la astuta araña sintió el movimiento de la tela, corrió hacia la mosca y empezó a cubrirla con su hebrita atrapadora. Entonces la araña se apartó para dejar que la mosca muriera lentamente, pues la experiencia le había enseñado que no había que apurarse; al poco rato se daría el gusto de devorar ese delicioso manjar. Pero cuando la araña se alejó, el joven fácilmente liberó a la mosca y ésta salió volando. ¡Cuál no sería la decepción que sufrió la araña al volver y encontrar que su presa había logrado escapar! El joven no pudo menos que reflexionar sobre aquella lección que le había dado la naturaleza misma. Él era como la mosca, y la araña como el enemigo que lo tentaba a diario. Cada vez que divisaba una atractiva telaraña, se lanzaba en picada hacia ella pensando que podría atravesarla y salir ileso al otro lado. Pero sucedía que casi siempre quedaba atrapado y comenzaba a patalear, procurando desesperadamente librarse de la trampa en que había caído. Cuanto más se esforzaba, más se enredaba, hasta que el enemigo de su alma lo aprisionaba del todo y se apartaba para dejar que muriera lentamente, víctima de las consecuencias de sus actos impulsivos. ¡Cuántas personas no hay en este mundo que, al igual que la mosca, han quedado atrapadas en las telarañas del enemigo! Para unas la telaraña es la pornografía; para otras es el placer sexual fuera del matrimonio; para otras es la codicia de lo ajeno, la riqueza al margen de la ley y a expensas de aquellos a quienes despojan de sus bienes; para otras es la obtención de dinero fácil, arriesgándolo todo en apuestas y juegos de azar; para otras es el escape de la realidad mediante el consumo de alcohol y de drogas. Lo que todas estas telarañas tienen en común es que aprisionan a su víctima con tanta tenacidad que se le hace imposible librarse por sus propios esfuerzos. A Dios gracias que, así como la mosca de la anécdota, no tenemos que luchar solos contra las tentaciones de esta vida. Cuando nuestro enemigo Satanás nos atrapa en su telaraña, Dios tiene poder para librarnos; para Él es tan fácil como lo fue para el joven librar a la mosca. Y Dios no sólo puede, sino que quiere hacerlo. Basta con que se lo pidamos, con las palabras mismas del padrenuestro: «Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno.»1 Cuando dejamos que Dios nos libre de la telaraña del pecado, salimos volando por la vía libre rumbo al cielo que nos tiene preparado. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Mt 6:13

Un Mensaje a la Conciencia
«Odio a mi hija porque es idéntica a mi esposo»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 13, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Mi esposo y yo llevamos diez años de casados. Tenemos dos hijos, y durante todo ese tiempo él me ha agredido verbalmente. Yo al principio me dejaba. Creía que, al callar, él cambiaría.... Pero he llegado a tener pensamientos suicidas, y a sentir ansiedad y desesperación.... Hasta he sentido que odio a mi hija porque es idéntica a él... y la he agredido físicamente.... »La última vez que hablamos, mi esposo me dijo que él así es, que no va a cambiar y que yo soy quien lo provocó.... Es un hombre trabajador. Asistimos a la iglesia, pero siento que él no se esfuerza valiéndose de la ayuda de Dios para cambiar. Prefiero morir antes de separarme de mi esposo y ver mi matrimonio destruido.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »... Todas las familias afrontan diversas dificultades, y ninguna de ellas está siempre de acuerdo. Pero ¿cuándo se convierte un desacuerdo en abuso verbal? Los insultos son el indicio más fácil de identificar que hay abuso, ya que son una manera de criticar y ultrajar en un intento por menospreciar y denigrar a la víctima con el fin de socavar su autoestima y su confianza en sí misma. »El hacer amenazas, intimidando a la víctima con el chantaje de maltratarla o abandonarla, es otra forma de abuso verbal que es sumamente destructiva. Otras formas de manipulación verbal incluyen el sarcasmo, la burla, la humillación y los gritos. Además del abuso verbal, el agresor dominante puede tratar de aislar de otras personas a su víctima, o tratar de hacer que crea que es mentalmente inestable. »No es saludable para ninguno de ustedes tener que vivir en un ambiente donde hay abuso físico y verbal. Usted admite que ha contemplado el suicidio y que se ha sentido ansiosa y desesperada, y es posible que otros miembros de la familia estén sintiendo lo mismo.... »Le recomendamos encarecidamente que usted y su esposo acudan a un consejero profesional.... Creemos que deben darle prioridad a esa consejería aun si resulta costosa.... »Al parecer, el asistir a la iglesia no ha marcado ninguna diferencia en la vida de ustedes, pero sí indica que los dos le guardan respeto a Dios y a su Palabra. El apóstol Pablo nos enseñó que no digamos nada grosero ni ofensivo, sino sólo palabras buenas que ayuden a los demás según la necesidad del momento.1 Esa enseñanza implica que los que abusan de otros verbalmente están pecando contra Dios. La asistencia a una iglesia, aun cuando sea con regularidad, no quita el pecado ni la culpa. Dios no perdona el pecado a no ser que la persona que le pide perdón esté verdaderamente arrepentida y quiera cambiar.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 833. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ef 4:29

Un Mensaje a la Conciencia
Los censos y las censuras de los romanos

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 12, 2025 4:01


(Día Mundial contra la Censura en Internet) En un artículo titulado «Los censores romanos y la palabra censura», el escritor y bloguero español Manuel J. Prieto señala que «en la organización social y política de la República romana, el censor jugaba un papel muy importante. Una de sus labores principales era mantener el censo de la población, es decir, apuntar quiénes eran los ciudadanos: su nombre, familia [y] posesiones. Tan relevante era ser censor que, durante mucho tiempo, tan sólo los que habían sido cónsules llegaban a este cargo, que fue instituido en el año 443 a.C. y, aunque fue variando, se mantuvo hasta el año 22 d.C. [Posteriormente fueron] los emperadores [quienes] se quedaron con todas [esas] funciones. »Además de mantener el censo y de algún importante tema económico, [los censores] eran responsables de velar por el respeto y el mantenimiento de las tradiciones y las costumbres. En esta parte de sus obligaciones, cuando alguien se comportaba de manera inadecuada o actuaba contra la tradición, era reprobado o castigado... además de ser marcado en el censo. »De esa labor proviene la palabra censura y el significado que tiene en nuestros días. Los censores, una vez confeccionada la lista de ciudadanos, marcaban sobre la misma a aquellas personas que se habían desviado de la moral por la que ellos tenían que velar. Como si fueran profesores que sobre la lista de alumnos marcan a los que son algo revoltosos en clase, los censores apuntaban, junto al nombre del ciudadano, sus faltas. »Los motivos para acabar siendo marcado en el censo podían ser muchos, tanto públicos como privados. Sí, también lo que uno hacía en el ámbito privado estaba controlado en términos morales, [tal como] no respetar el matrimonio, llevar un modo de vida demasiado lujoso o extravagante, no cumplir con las responsabilidades de uno o ser cruel con los esclavos... lo mismo que el perjurio [o] desobedecer a un superior.... »Por supuesto, esto tenía consecuencias, en ocasiones tan serias como ser exiliado, pero también perder estatus social.... Afortunadamente uno podía reconducirse y ser perdonado, lo que conllevaba que dejara de estar marcado... literalmente.... Pero la prohibición de hablar de determinados temas sigue tan viva hoy como entonces, y como ha estado siempre», concluye Prieto.1 Fue precisamente un censo romano —el que el emperador Augusto César decretó que se levantara en todo su imperio— de lo que se valió Dios hace más de dos milenios con el fin de que su Hijo Jesucristo cumpliera todas las profecías sobre el nacimiento del Mesías tan largamente esperado por su pueblo.2 Si bien desde esa fecha el mundo no ha dejado de celebrar aquel extraordinario suceso que dividió en dos la historia humana, más vale que reconozcamos la suprema importancia que tiene que cada uno de nosotros la celebre habiendo ya confesado que Cristo es nuestro Señor y Salvador personal.3 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Manuel J. Prieto, «Los censores romanos y la palabra censura», CUR¡STOR!A: Curiosidades y anécdotas históricas, 28 abril 2024 En línea 11 octubre 2024. 2 Lc 2:1-20 3 Ro 10:9-10; Fil 2:5-11

Un Mensaje a la Conciencia
«Celos excesivos»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 11, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Soy una mujer de veintiún años, casada. Podría decir que mi matrimonio es perfecto, pero lo que sucede es que cada vez que salgo con mi esposo siento celos de que vea a otras jovencitas de mi edad. Tengo miedo de que él me deje. »Siempre he sido muy celosa; desde pequeña he sido así. No sé si es una enfermedad. En realidad me afecta en el matrimonio. Me gustaría saber qué puedo hacer para evitar estos celos excesivos.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »... Muchas personas son celosas, pero no lo reconocen o no están dispuestas a asumir su propia responsabilidad. Dicen que sus celos se deben a la conducta del cónyuge. Y dicen que si el cónyuge se portara de un modo diferente, no sentirían esos celos. Así que es importante que usted haya reconocido que sus celos no se deben a la conducta de su esposo. »Más bien, es probable que la causa de sus celos sea su propia inseguridad. A usted le hace falta una buena dosis de confianza en sí misma, que no es lo mismo que arrogancia o egoísmo.... Sin embargo, las razones por las que usted siente celos no son tan importantes como los pasos que debe dar para superarlos. »En primer lugar, reconozca que Dios considera que los celos son pecado. El apóstol Pablo escribió: “Comportémonos correctamente.... No... tengamos ninguna clase de vicios. No busquemos pelea ni seamos celosos.”1 ... Tal vez a usted los celos no le parezcan tan malos. Pero el problema estriba en que, con mucha frecuencia, se manifiestan mediante el enojo, las contiendas, las divisiones y la venganza. »Muchas mujeres, por lo general más que los hombres, justifican sus celos y se convencen de que éstos demuestran que ellas son mujeres fuertes y decididas. Sin embargo, lamentablemente los celos en realidad demuestran debilidad, dudas y temor. Los celos destruyen las relaciones humanas y dividen a las familias. »No cuestione a su esposo con respecto a los pensamientos que él tenga acerca de otras mujeres. No lo acuse de tener pensamientos que usted se haya inventado. Y no haga que él sienta que tiene que probarle a usted constantemente que la ama. Todo eso contribuirá a que él se aleje de usted, ya sea física o emocionalmente. »Le recomendamos que consulte este problema con un consejero profesional. Él o ella podrán ayudarle a superar esa falta de confianza en sí misma.... »Cada vez que sienta esos celos, trate de concentrarse en lo que le está cruzando por la mente. Cuando observa a una mujer de su edad, ¿piensa que ella es más atractiva que usted o que tiene una mejor personalidad que la suya? Recuerde que esos sentimientos no tienen nada que ver con su esposo. No es él quien tiene este problema, sino usted.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 119. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ro 13:13 (TLA)

Un Mensaje a la Conciencia
El colmo de la inconsciencia

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 10, 2025 4:01


Gary Galloway, de Georgia, Estados Unidos, se dispuso a ver el partido que define el campeonato profesional de fútbol americano. Todos los años a fines del mes de enero o a comienzos de febrero ese juego, conocido como el Super Bowl, acapara la atención de millones de espectadores y televidentes. Gary se acomodó frente al televisor, con una buena provisión de cerveza, salchichas, maíz frito y galletas. Así se pasó el día entero, viendo primero las entrevistas y los comentarios en torno al partido, y luego el partido mismo. Al día siguiente Gary llamó a la suegra para darle una noticia trágica: «Siento decirle que Mary se suicidó ayer, en el momento preciso en que empezaba el Super Bowl.» Habían tenido una discusión, y la esposa se había suicidado delante de él, pero Gary esperó veintiséis horas para dar la noticia: un supercaso de superinconsciencia. No es extraordinario que un matrimonio joven tenga diferentes gustos y opiniones. Si a él le gusta el golf, puede que a ella le guste la natación. Si a él, el cine, a ella puede gustarle el teatro. Si a él, la comida italiana, a ella, la comida china. Si cada uno de los dos aprende a ceder a los gustos del otro, y a congeniar y adaptarse a sus diferencias, tendrán un matrimonio feliz durante mucho tiempo. Pero si uno de los cónyuges ama tanto sus partidos de fútbol que ve suicidarse al otro y, con el cadáver tirado ahí, mira televisión durante todo el día, eso ya es el colmo de la indiferencia y la inconsciencia. No debe parecernos extraño que un hombre salga tres días de pesca con sus amigos, o que su esposa vaya tres días a una convención de mujeres. Eso es permitir que cada uno desarrolle su propia afición, lo cual no es grave mientras ninguno de los dos llegue a los extremos. Pero ver suicidarse a la esposa y quedarse indiferente, tomando cerveza, comiendo salchichas y mirando un juego de fútbol, sobrepasa los límites de lo tolerable. ¿Cómo pueden llegar algunos individuos a ese nivel de insensibilidad e inconsciencia? Indudablemente a causa de la vida moderna, frívola, descreída, irreverente, sensual y materialista que llevan. Le prestan mucha más atención a una afición cualquiera, sea deportiva o social, que a los más sagrados intereses del matrimonio y la familia. Sólo Cristo puede devolvernos el sentido sagrado de la vida y poner en orden todos los sentimientos y pensamientos de nuestro ser. Él puede y quiere ayudarnos a volver a estimar los verdaderos valores de la vida. Hermano PabloUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net

Un Mensaje a la Conciencia
Por dejar de prestarle atención a la esposa

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 8, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Estoy casado hace seis años, y tenemos dos niños pequeños. Desde hace algún tiempo dejé de prestarle a mi esposa la atención que ella se merece. [Como consecuencia,] conoció a un joven que sí le prestó atención, y eso la atrajo. Ella me confesó [arrepentida] que salieron dos veces y que se dieron un beso.... Yo la perdoné porque comprendo que la culpa de lo sucedido fue mía. Pero lo que no puedo olvidar, y me atormenta, es el beso. ¿Qué puedo hacer?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Suena como si ya hubiera resuelto este problema en su matrimonio, pero ahora sólo quiere olvidar lo sucedido. El problema con tratar de olvidar algo es que cuanto más se esfuerza por sacarlo de la mente, más lo recuerda. »Por eso le recomendamos que deje de tratar de olvidarlo. Más bien, cada vez que le viene a la mente, responda al pensamiento diciendo mentalmente: “Sí, ocurrió. Es parte de la historia, pero ahora no significa nada. No tiene poder alguno sobre mí.” Anote esas frases si hace falta, y siempre responda a las memorias no deseadas leyendo y pensando en las frases. Repita las mismas respuestas vez tras vez hasta que logre ocupar la mente con otros pensamientos.... »Lo felicitamos por tener la madurez necesaria para reconocer las maneras en que estaba descuidando a su esposa. Y esperamos que no haya otras cosas que usted hizo, que no menciona. »En realidad, no importa lo que usted haya o no haya hecho, ya que no es aceptable que una mujer casada salga con otro hombre. Aun cuando la salida sin duda era muy casual y pudo haber sucedido sin haberse planeado, para su esposa el beso era una llamada de advertencia. Cuando ocurrió ese beso, ella se vio confrontada de repente con lo que estaba haciendo. Recordó que lo ama y le es fiel a usted, así que sabía que debía ponerle fin a todo aquello. »Es difícil dejar de hacer algo que sentimos la tentación de hacer, incluso cuando en realidad no queremos hacerlo. El apóstol Pablo describió su propia experiencia al escribir: “Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.”1 »San Pablo no se estaba dando por vencido, sino simplemente expresando lo frustrado que estaba con su naturaleza pecaminosa. Él nos estaba diciendo que, aun cuando sintamos que es más fácil pecar que dejar de pecar, ¡hay esperanza para nuestra condición! Dios quiere perdonar nuestro pecado y romper las cadenas con que ese pecado nos tiene atados. Cuando le pedimos que lo haga, Él nos da fuerza para vencer nuestra naturaleza pecaminosa.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 713. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ro 7:18-19

Un Mensaje a la Conciencia
«El vengador de los inocentes»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 7, 2025 4:01


(Víspera del Día Internacional de los Derechos del Niño) «La pobre joven estaba encinta.... »—Hija —[le] dijo [su padre], turbada la voz. »Volvióse ésta con ojos espantados [debido a] la faz contraída... de su padre. »—Sabe, hija, y no te apenes, ... aquel... malvado... tu seductor... ha huido, embarcándose ayer —concluyó [el padre], entre rugidos.... »La joven miró al cielo, brotaron lágrimas reprimidas de sus ojos, y volvió a bajar la cabeza. »—Sea como Dios quiera —murmuró.... »El hombre apretó los puños... y continuó: »—Ese miserable se ha burlado de ti; está bien: la justicia algún día se encargará de arreglarle las cuentas... Yo haré lo que me competa. Solamente espero que seas fuerte, y me ayudes a encubrir nuestra honra.... »La joven se dominó; trató de serenarse, y quiso ser más fuerte que su desgracia.... »Corría el año de 1823 ó 1824.... Frente al templo [de Nuestra Señora de las Mercedes] vivía en una pobre casa... una mujer del pueblo, comadrona... conocida bajo el nombre de Señá Petronila la partera.... »Aconteció que una noche, entre doce y una, fuertes golpes resonaron... a la puerta.... La Señá Petronila se levantó apresuradamente.... »—Abra usted, Ña Petronila, que la vengo a solicitar para una señora. »La comadrona... abrió y se puso a disposición del desconocido..., [quien la vendó] para que ignorase a donde la conducía.... »Señá Petronila y su misterioso acompañante... llegaron al fin... [al patio de] la casa indicada... desde [donde] se dominaba el río... Ozama.... »Allí, a la luz de las estrellas, [la partera] vio... a su parturienta: era una mujer completamente embozada. »—Ahí tiene usted a esa señora —díjole el desconocido [a su hija, la joven parturienta], con tono seco e imperiosa voz—: cumpla usted con su deber.... »Pasado un buen rato [en] fúnebre silencio..., quedó cumplido el delicado y penoso encargo, y tan feliz alumbramiento dio ánimo a la pobre Señá Petronila.... »[Tomó] a la criaturita, que lloraba débilmente, y la [entregó] sonriendo a aquel hombre, esperando que esto fuese de su agrado, y... ¡el monstruo [arrebató] al recién nacido por los pies y... sin proferir una sílaba, sin mirarlo, [lo arrojó] al río! »El niño exhaló en el aire un gemido al caer, y las olas se abrieron con estruendo, tornando a cerrarse sobre la líquida tumba del inocente.... »El hombre sacó del gabán un largo bolsón de dinero que dejó en las manos de la Señá Petronila.... »—Oiga usted, buena mujer —le dijo en voz baja, sombría y amenazadora, mirándola con... ojos feroces—: cuidado con revelar nada de lo que ha visto. Yo la alcanzaré dondequiera que usted se meta, y ¡ay de usted entonces!... ¡Vaya usted con Dios!»1 ¡Con razón que a este cuento añejo, que escribió en 1889, el autor dominicano César Nicolás Penson le puso por título «Drama horrendo»! Lo que seguramente no comprende el despiadado padre y abuelo del cuento es que ese mismo Dios al que encomienda a la partera ha establecido que pecadores como él no escaparán de su pecado.2 «¡Ay de los que... cometen sus fechorías en la oscuridad, y piensan: “¿Quién nos ve?”!... —les advierte Dios, “el vengador de los inocentes”—.3 Muy pronto... todos los que no duermen para hacer el mal... y con engaños perjudican al indefenso... serán exterminados.»4 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 César Nicolás Penson, Cosas añejas (Santo Domingo: abc editorial, 2002), pp. 8-19. 2 Nm 32:23 3 Sal 9:12 4 Is 29:15,17,20,21

Un Mensaje a la Conciencia
Lo mejor y lo peor del mundo

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 6, 2025 4:01


Había una vez un hombre rico que tenía un esclavo muy sabio. Cierto día el hombre envió a su esclavo al mercado para que le comprara la mejor comida que encontrara, ya que tenía varios amigos invitados a comer y quería ofrecerles algo apetitoso. Así que el esclavo fue al mercado y compró lengua, y al volver a casa, la preparó lo mejor que pudo. Cuando el amo le preguntó a su esclavo por qué había comprado lengua, el esclavo le dijo: —Porque la lengua es lo mejor del mundo: con la lengua alabamos a los dioses, con la lengua cantamos las glorias de la patria, con la lengua le declaramos amor a la mujer amada, y con la lengua le brindamos consejo al mejor amigo. El amo, reconociendo la sabiduría de su esclavo, le respondió: —Está bien, pero mañana me traerás lo peor que encuentres en el mercado. Al día siguiente, el esclavo volvió otra vez con lengua. —¿Por qué has vuelto a traer lengua? —le preguntó el amo—. ¿No decías ayer que es lo mejor del mundo? ¡Yo te pedí que me trajeras lo peor! —Es que, sin duda alguna, Señor —contestó el esclavo—, la lengua es también lo peor del mundo, porque con ella mentimos, con ella calumniamos, con ella blasfemamos de los dioses, con ella juramos en falso, y con ella insultamos al prójimo. Esta fábula, atribuida al legendario Esopo, encierra una gran lección. La verdad es que la lengua en sí no es ni buena ni mala; es simplemente el instrumento con que se expresa el corazón. En realidad, es el corazón lo que es malo o bueno. La lengua no hace más que obedecerle. Por eso dijo Jesucristo que «de lo que abunda en el corazón habla la boca».1 De modo que podemos emplear la lengua para hacer el bien o para hacer el mal. El sabio Salomón lo resume en los siguientes proverbios: «Los labios del justo destilan bondad; de la boca del malvado brota perversidad»; «En la lengua hay poder de vida y muerte»; «Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca del malvado encubre violencia»; «La lengua que brinda consuelo es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu»; «El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio»; «Con la boca el impío destruye a su prójimo»; «los labios del sabio son su propia protección».2 ¡Qué bueno sería que, al igual que Salomón, le pidiéramos a Dios sabiduría por sobre todas las cosas,3 y que, al igual que David su padre, le pidiéramos a Dios que creara en nosotros un corazón limpio!4 De hacerlo así, nuestra lengua, cual fuente de vida, no haría más que destilar bondad y brindar consuelo y alivio. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Lc 6:45 2 Pr 10:32; 18:21; 10:11; 15:4; 12:18; 11:9; 14:3 3 2Cr 1:7‑12 4 Sal 51:10

Un Mensaje a la Conciencia
«He sentido que mi sobrina me tiene fastidio y rencor»

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 5, 2025 4:01


En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:   «Convivo con mi sobrina, a quien considero como una hermana de crianza. Últimamente he sentido que ella me tiene fastidio y rencor. En días pasados... fui y le pedí perdón por si la había lastimado o herido por algo. Entre lágrimas, me perdonó, pero al día siguiente el ambiente fue más hostil. No sé qué hacer: si seguirle pidiendo perdón hasta que ella saque lo que lleva dentro, o alejarme para evitar que quizás mi corazón se llene de motivos contra ella.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Lo felicitamos por estar consciente de los sentimientos de su sobrina y por querer reparar cualquier tensión en la relación entre los dos.... »El apóstol Pablo enseñó: “Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.”1 La frase clave es: “en cuanto dependa de ustedes”. Con eso da a entender que todo malentendido involucra al menos a dos personas, y que cada una tiene que poner de su parte para vivir en paz. Usted sólo puede hacer su parte, y su sobrina debe hacer la que le corresponde a ella. »Sin embargo, en las mujeres a veces hay factores de salud que no son evidentes y que ellas mismas tal vez no comprendan del todo. Un horario complejo regula las sustancias químicas del cerebro y las hormonas que operan en el cerebro y en el cuerpo de la mujer. Es posible que una mujer llore inesperadamente debido a que las sustancias químicas en su cerebro han hecho que se sienta excepcionalmente sensible, o que se sienta irritable por la misma razón. Como hombre, no es necesario que usted comprenda todo esto, pero debe estar consciente de que eso pudiera estar contribuyendo a las fluctuaciones en el estado de ánimo de su sobrina. »Así mismo es bueno que esté enterado de que con frecuencia a los miembros adultos de una familia les cuesta trabajo vivir juntos bajo el mismo techo. Lo más usual es que uno de ellos ni se da cuenta de, o simplemente no le importa, la manera en que sus hábitos afectan a los demás. Bien pudiera ser algo tan rutinario como pasar demasiado tiempo en el baño, o no limpiar lo que ha ensuciado, o hacer ruido cuando ya es muy tarde por la noche. Por lo contrario, pudiera ser algo de mayor envergadura, tal como ser autoritario, crítico, o irresponsable con las finanzas. »Cualquiera que sea el motivo que está afectando a su sobrina, es obvio que ella lo considera muy importante. El hecho de que usted no lo sepa pudiera ser indicio de que no ha sabido escucharla. En vez de pedirle perdón repetidamente, como lo está contemplando, le recomendamos que se esfuerce por escucharla cada vez que ella hable. No deje que lo distraigan ruidos y otros asuntos a su alrededor, y concéntrese más bien en las palabras de ella. En lugar de interrumpirla, deje que ella termine de expresar sus pensamientos. No trate de resolverle sus problemas, no le dé consejos, y no le reste importancia a lo que la esté preocupando. Al escucharla con suma atención y con mucho interés, usted le demostrará lo mucho que le importa.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 832. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ro 12:18 (NVI)

Un Mensaje a la Conciencia
Un adversario formidable

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 4, 2025 4:01


«[En] el Fuerte de Santa Mónica... el Tirano no movió una sola arruga de su máscara indiana para responder al saludo del Coronel Irineo Castañón, un viejo sanguinario que arrastraba una pata de palo.... »—¿Qué calabozo ocupa Don Roque Cepeda? »—El número tres [—contestó el Coronel]. »—¿Han sido tratados con toda la consideración que merecen tan ilustre patricio y sus compañeros? ... Vamos a vernos con el candidato de las oposiciones para la Presidencia de la República. Coronel Castañón, rompa marcha. »El Coronel giró con la mano en la visera, y su remo de palo, con tieso destaque, trazó la media vuelta en el aire: Puesto en marcha... al frente de la comitiva, marcaba el paso. ¡Tac! ¡Tac! Por bovedizos y galerías, apostillaban un eco el ritmo cojitranco de la pata de palo: ¡Tac! ¡Tac! ... »—¡Calabozo número tres! »[En el umbral,] Tirano Banderas saludó, quitándose el sombrero, tendidos los ojos para descubrir a Don Roque.... »—Mi Señor Don Roque, recién me entero de su detención en el fuerte. ¡Lo he deplorado! ... En todas las circunstancias usted representa para mí, en el campo político, al adversario que, consciente de sus deberes ciudadanos... [da] la batalla sin salirse fuera de la Carta Constitucional.... Para esos caudillos que no vacilan en provocar una intervención extranjera, seré siempre inexorable, pero esta actuación no excluye mi respeto y hasta mi complacencia para los que me presentan batalla amparados en el derecho que les confieren las leyes. Don Roque, en ese terreno deseo [verlo] a usted, y comienzo por decirle que reconozco plenamente su patriotismo.... »Don Roque Cepeda... se iluminaba con una sonrisa de santo campesino. Tenía un suave reflejo en las bruñidas arrugas: »—Señor General, perdóneme la franqueza. [Oyéndolo] me parece escuchar a la Serpiente del Génesis. »Era de tan ingenua honradez la expresión de los ojos y el reflejo de la sonrisa en las arrugas, que excusaban como acentos benévolos la censura de las cláusulas. Tirano Banderas inmovilizaba las [líneas] de su verde mueca: »—Mi Señor Don Roque, no esperaba de su parte esa fineza. De la mía [me proponía] ofrecerle una leal amistad y estrechar su mano, pero visto que usted no me juzga sincero, me limito a reiterarle mis excusas.1 Con ese retrato del dictador Tirano Banderas, el escritor gallego Ramón del Valle-Inclán nos dejó uno de los primeros ejemplos de la llamada novela de dictador. Pero conste que la primera obra no ficticia que abordó ese tema fue precisamente la Biblia, a la que alude Don Roque cuando compara al tirano con la serpiente del Génesis.2 Quiera Dios que nos valgamos del único antídoto eficaz para el veneno mortal introducido por la mordida de esa tiránica serpiente. Fijemos la mirada en Jesucristo, el Hijo de Dios, quien antes de ser levantado en una cruz para morir en nuestro lugar, afirmó que aquella serpiente antigua no venía más que a robar, matar y destruir, pero que Él había venido para que tengamos vida, y para que la vivamos plenamente.3 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Ramón del Valle-Inclán, Tirano Banderas: Novela de tierra caliente, 5a. ed. (Madrid: Espasa-Calpe, 1984), pp. 162,189-91. 2 Gn 3 3 Nm 21:4-9; Jn 10:10; Heb 12:2

Un Mensaje a la Conciencia
Elefantes peligrosos

Un Mensaje a la Conciencia

Play Episode Listen Later Mar 3, 2025 4:01


Llegó una llamada urgente al departamento de ganadería en Kenia, África, con el fin de avisar que un elefante muy peligroso había matado a varios hombres. En tales casos en que un animal ha adquirido el hábito de atacar a seres humanos, hay que encontrar al animal y matarlo, ya que durante toda su vida seguirá haciendo lo mismo. Después de varios días encontraron el elefante y lo mataron gracias a la pericia de expertos cazadores. Al sacarle los colmillos, encontraron una bala disparada al elefante muchos años antes. Ese pedazo de plomo estaba presionando un nervio, que tuvo que haberle causado un dolor agudo desde ese entonces. A eso se debía seguramente el que el elefante se hubiera vuelto cazador de hombres. Así como se explica la matanza de hombres por parte del elefante agredido por un hombre, también se explica la violencia que, en nuestra sociedad, la víctima de violencia les inflige a otros seres humanos. En los dos casos la violencia se explica, pero no se justifica, como tampoco se justifica que se aplique la llamada ley del Talión, castigo que consiste en infligir al agresor un daño igual al causado por él. La violencia no resuelve nada; al contrario, engendra más violencia, y ese ciclo de violencia nunca se acaba. Por eso hay tantas víctimas de maltrato físico o verbal y de abuso deshonesto que tratan de igual modo a su cónyuge y a sus hijos. Lo aprenden de sus padres y parientes mayores, y luego se les hace casi imposible dejar de tratar con violencia a los miembros del hogar que forman ellos mismos. A eso se debe que Jesucristo, en su conocido Sermón del Monte, enseñara: «Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente.” Pero yo les digo:... Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra.... Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.” Pero yo les digo:... Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian,... oren por quienes los maltratan.»1 Cristo no sólo enseñó la no violencia, sino que la vivió y murió practicándola. Frente al falso testimonio, a la humillación y a los azotes que sufrió en su juicio inmerecido ante Pilato y Herodes, Jesús no se defendió en absoluto, ni siquiera de palabra. Y cuando lo clavaron a una cruz, puso en práctica su enseñanza de amar a quienes lo maltrataban y de orar por ellos diciendo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.»2 Todo esto lo hizo Cristo porque su misión era amarnos hasta el punto de sufrir violencia y muerte por nosotros a fin de salvarnos de la violencia de este mundo y darnos paz. Fue así como dejó sentado el principio de que lo único que lo vence todo, incluso la violencia, es el amor. Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Mt 5:38-40,43‑44a; Lc 6:27‑29ª 2 Lc 23:34