"Ventajas de viajar en cine" es un espacio del magazine "Siéntelo con oído", en el que su responsable, José Luis Arribas, se ocupa del apasionante mundo del cine.
‘Bienvenidos al norte’ es una comedia francesa estrenada en 2008, dirigida por Dany Boon. La película, conocida por su humor inteligente y cálido, se convirtió rápidamente en un éxito tanto en Francia como a nivel internacional, llegando a ser una de las cintas más taquilleras en la historia del cine francés. Con un enfoque divertido sobre las diferencias culturales dentro de Francia, ‘Bienvenidos al norte’ mezcla situaciones hilarantes con un mensaje subyacente de empatía y comprensión. El filme destaca por las actuaciones de Kad Merad y el propio Dany Boon, quienes logran capturar la esencia del choque entre los estereotipos regionales y la riqueza de la diversidad cultural. La historia sigue a Philippe Abrams, un funcionario de correos que, tras ser sancionado por intentar conseguir un traslado a la Riviera francesa, es enviado a una pequeña y fría ciudad en el norte de Francia, una región famosa por su clima gélido y el peculiar dialecto de sus habitantes. Lo que Philippe teme como una pesadilla se convierte en una serie de divertidos malentendidos, encuentros inesperados y situaciones cómicas que reflejan con humor los prejuicios culturales y la importancia de superar nuestras ideas preconcebidas. La película no solo ofrece momentos de carcajadas, sino que también invita a la reflexión sobre la convivencia, la amistad y la diversidad regional. ‘Bienvenidos al norte’ tuvo un impacto extraordinario desde su estreno. Superó los 20 millones de espectadores en Francia y fue un fenómeno cultural, logrando conectar con públicos de diversas edades y regiones. El éxito no se limitó a su país de origen, ya que la película se distribuyó en más de 40 países, llevando su humor sobre las diferencias culturales a audiencias internacionales. Además, inspiró un remake italiano titulado ‘Bienvenidos al sur’. Aunque no fue una película de grandes galardones en festivales internacionales, obtuvo varios premios en Francia, como el Premio César a la mejor actriz de reparto para Anne Marivin y el Premio Lumière a la mejor película de comedia. Su legado perdura como una de las comedias más queridas y exitosas del cine europeo.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Cine Quinqui'. Hay que estar atentos y ser precavidos. Uno en una esquina de la calle, preparado para avisar por si surge algún problema, principalmente si se acerca una patrulla. Otro al volante, esperando en el coche, con el pie sobre el acelerador, dispuesto a arrancar como un resorte automático. Sin pensar, sólo actuar. Los demás darán el golpe, rápidos y precisos, violentos y directos. Sin escatimar en lo que se lleven por delante. Suena una alarma y se mezclan gritos con un motor que quema la calzada. Un atraco imperfecto, otro más, a añadir a la lista de antecedentes de la banda de delincuentes. Podría ser ésta una de las múltiples secuencias que conformaban la estructura de una película Quinqui, el género cinematográfico que nació a finales de los años setenta en España. Más o menos su corta vida abarcó una década, hecho que no se volvería a repetir nunca más. El cine Quinqui tuvo su significado y su razón de existir en una época y un contexto determinados. Aunque se realizaran obras posteriores y a pesar de que el cine contemporáneo, en los últimos tiempos nos haya dejado una revisión del género, ésta no deja de ser un homenaje, ya que las circunstancias que rodeaban a ese mundo fueron irrepetibles. Por ejemplo, era habitual tener entre el elenco de actores, a los mismos delincuentes, interpretándose a sí mismos o a otros conocidos malhechores, como parte protagonista y del reparto, y en la figuración. El cine Quinqui forma parte de la gran categoría del cine de explotación. Sus peculiaridades son consecuencia del marco histórico de la época de la transición, de las zonas marginales de las grandes urbes y del retrato realista de las capas más bajas de la sociedad. Precisamente el cine social alcanza aquí una significación auténtica y fiel, colocando frente a los ojos del espectador la violencia, la droga y la delincuencia, de una forma incómoda y bruta, sin concesiones. La historia de los quincalleros, los vendedores de quincalla, comerciantes de bisutería, modelaron y construyeron el origen de la figura del quinqui. Generalmente de etnia merchera, viajaban entre ciudades, hasta que se asentaron en su extrarradio. La degradación del término junto con la evolución de la conducta y actividad que les rodeaba, derivó en el quinqui, tal y como entendemos la palabra. Y allí, en la periferia, los héroes maleantes preparaban sus atracos. El cine Quinqui no solamente consistía en la narración concatenada de asaltos, tirones y robos de automóviles, con las consiguientes persecuciones. Había un importante espacio de denuncia comunitaria, de las diferencias entre la gente adinerada y la desfavorecida, y de la corrupción y los abusos de la autoridad. Los principales realizadores del cine Quinqui son José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia. El primero es el pionero, el padre del género, con títulos como 'Perros callejeros' de 1977, 'Los últimos golpes de El Torete' de 1980 y 'Yo, “El Vaquilla”' de 1985. Con el segundo se alcanza el esplendor del estilo con trabajos como 'El pico' de 1983 y 'La estanquera de vallecas' de 1987. Mención muy destacable la de Carlos Saura con 'Deprisa, deprisa' de 1981, Oso de Oro a la mejor película en ese año en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Entre los filmes que rescatan el género posteriormente, a modo de celebración de la época, como apuntábamos anteriormente, se encuentra 'Las leyes de la frontera', película realizada por Daniel Monzón en 2021. En esta última nos integramos en la banda del 'Zarco' y sentimos con ellos cómo se nos dispara la adrenalina, en el lado donde no existen normas y prevalece un código de valores diferente, al margen de la ley pero bajo la propia y personal, la que conduce la lealtad entre los semejantes y hacia uno mismo.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Secuelas maestras'. Suele ocurrir que visionamos una película, independientemente de que termine siendo de nuestro agrado o no, y cuando llegamos al final de la misma, poco antes de los créditos o una vez superado su clímax, nos ofrecen la historia sin concluir. Nos dejan un final abierto. Han plantado la semilla de una posible secuela futura por diversos motivos. Puede tratarse de una acción lógica y acorde con la trama, si ésta se basa en una historia que finaliza de ese modo y la lleva a la gran pantalla de una forma totalmente fiel. También es posible que el realizador, ante la posibilidad de desarrollar más el guion, el argumento y los personajes, deje la puerta abierta a su creatividad, para que quizá más adelante sea posible retomar su obra desde el punto en el que la dejó. En estos dos casos planteados, los motivos de la existencia de la segunda parte son artísticos. Existe otra predisposición a la continuación de un trabajo cinematográfico y es la razón económica. En esta tercera visión que se ha sumado, una producción de cine comienza a mover su maquinaria con la vista puesta en los beneficios derivados de la taquilla. Podría pensarse también que la voluntad de continuación atiende a una combinación de las anteriores razones. Sea de la forma que sea, la secuela se lanza, o bien con una antelación o bien desde la sorpresa. Y en ese momento el público recoge la noticia de muy diversas formas. Su reacción es diferente según la implicación del mismo con la historia original. Si una película te atrapó desde el primer momento que la viste y pasó a formar parte de tu lista de mejores, por los motivos que fueran, de una forma subjetiva y en consonancia o no con la calidad real de la misma, tu reacción ante el anuncio de la posibilidad de disfrutar de su secuela no va a ser idéntica a la que pueda tener otro espectador con un grado de vinculación menor. O aparece el temor a que se cumpla la máxima de que lo segundo es peor o quien surge es la ilusión por el retorno al mundo mágico que vivimos la primera vez. Lo que está claro es que nos encontraremos expectantes y llegado el momento nos sentiremos completados o defraudados. Es el tiempo del fan exigente. Existe un sentimiento parecido cuando lo que consumimos es un remake o una precuela, la continuación de una saga o un reboot, aunque todos estos términos conllevan diferentes connotaciones y merecen un estudio particular. Ahora nos centramos en las secuelas y en algunas muy especiales, las que obtienen en su resultado una nota que supera el simple aprobado. Éstas poseen una calidad indiscutible y son merecedoras de considerarse grandes películas, brillan con luz propia y en algunos casos más que la original que las precede. Hay una especie de consenso en la consideración de qué filmes pasan a este peculiar podio, del cual debemos recalcar una serie de matices. Algunas películas son dignas sucesoras y otras superan con creces a la primera, como ya dijimos, pero en algunos casos, si la primera fue una obra maestra, el mérito de la secuela es doble. Vamos a analizar objetivamente algunos ejemplos, orientando la mirada en este último caso. Son títulos que aparecen frecuentemente en todo estudio que se precie de riguroso y coinciden además con la opinión de la mayoría. Lanzamos el guante de nuestras propuestas en el centro de la mesa para iniciar el debate. Nuestra primera candidata es 'El padrino: Parte II', película de 1974 dirigida por Francis Ford Coppola, segunda de las películas que conforman la trilogía de la familia Corleone. Es al mismo tiempo secuela y precuela, ya que desarrolla dos tramas de forma paralela. Por un lado como presente la historia de Michael, interpretado por Al pacino, al frente ahora de los negocios de la familia; y por otro lado como pasado la vida del joven Vito, su padre, con la actuación de Robert De Niro, desarrollando su infancia en Sicilia hasta su llegada a New York. Es considerada una de las mejores películas de la historia y se trata de la primera secuela en ganar un premio Óscar como la mejor en la edición del año 1975. Nuestra segunda aspirante es 'Star Wars: Episodio V - El imperio contraataca', segunda película estrenada sobre la saga galáctica y quinta en el orden cronológico sobre la historia de la familia Skywalker. Es realizada por Irvin Kershner y estrenada en 1980. El planteamiento inicial de George Lucas, de que su historia daba para una serie de películas para poder desarrollar todo su universo, se estaba materializando. El guion del nuevo episodio se basaba en una de esas historias aunque ahora Lucas se ponía al frente de la producción ejecutiva. Esta secuela adquiriría unos tonos mucho más oscuros, trataría temas más adultos y sería considerada como la mejor de la trilogía original. En un mundo invadido por la vuelta a lo mismo, por el reinicio de lo que funcionó y en definitiva por la falta de originalidad, es de agradecer cuando una secuela crece tanto o más que la primera, con personalidad propia, con un trabajo detrás que ha ido más allá que la simple estrategia comercial. Hemos repasado dos películas totalmente diferentes y al mismo tiempo con una característica que las une: son secuelas maestras. ¿Qué otras merecen ese honor?
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Segunda Guerra Mundial'. El tema que ocupa el espacio de hoy es el adecuado a tratar. No está elegido al azar. Se necesita hablar de ciertos temas y el cine realiza el papel adecuado siempre que es necesario. Una terrible y devastadora guerra se libra en Ucrania. Una contienda desigual y repulsiva. Como todas las guerras, porque por un lado se encuentran los civiles y por el otro los que ordenan las matanzas. Y podríamos haber empezado mucho antes, ya que conflictos armados existían y existen, en diferentes partes del mundo, antes de que comenzara la que nos ocupa y mientras asistimos desconcertados diariamente a tanta violencia. Se ha comentado otras veces que el cine realiza una importante función como testigo de la historia y como medio de denuncia, mostrando al espectador una realidad de la cual era quizá desconocedor. O sencillamente como recordatorio, para que no se pierdan en la memoria las acciones del ser humano. En el caso de la guerra, para mostrar su mezquindad. En el espacio de hoy realizamos un análisis comparativo entre dos grandes películas, que transcurren en el vergonzoso escenario de la Segunda Guerra Mundial: 'La lista de Schindler' y 'La vida es bella'. La elección del conflicto no responde a una determinada causa pero la decisión sobre los títulos elegidos sí. Tenemos ante nosotros a dos obras maestras de la cinematografía, que desde dos puntos de vista completamente diferentes narran por igual dos historias sobre la barbarie del hombre contra el hombre. La misión que nos hemos encomendado no pasa por el análisis en profundidad de las dos películas en particular, describiendo detalladamente todos sus aspectos. No es la forma habitual con la que dedicamos el tratamiento de un título, cuando es el elegido para coronar el tema de este espacio. En este caso recogemos las semejanzas y las diferencias con las que exponen la guerra más mortal de la historia de la humanidad, tocando uno de sus episodios más vergonzosos, el Holocausto. Queremos debatir sus visiones sobre este contenido, y las formas y procedimientos que utilizan para hacernos llegar su mensaje lo más claro posible. El genocidio perpetrado por los nazis se materializó en la forma de campos de exterminio, enclaves donde realizar sistemáticamente sus despreciables asesinatos. 'La lista de Schindler', película de 1993 dirigida por Steven Spielberg, nos presenta a Oskar Schindler, personaje basado en la persona real, empresario alemán dueño de diferentes fábricas, que salvó las vidas de más de mil doscientos judíos, contratándolos como sus trabajadores. Se basa en la novela 'El arca de Schindler' de Thomas Keneally, autor inspirado a su vez por los testimonios de Poldek Pfefferberg, uno de los supervivientes y empleado de una de las fábricas. La película está rodada en blanco y negro, ya que representa al propio Holocausto, según explicaciones de su director. Conforme al pensamiento de Spielberg, el color representa la vida y por lo tanto una película sobre el sufrimiento y el dolor de la población judía debe estar realizada sin color. Solamente hay una excepción coloreada y es el rojo del abrigo de una niña, que camina por el gueto de Cracovia y parece únicamente visible para los ojos del espectador. De nuevo, de acuerdo al realizador, la niña significaba lo evidente de lo que estaba ocurriendo y se representaba ante todos de una forma extremadamente clara, dando a entender con este simbolismo que aunque los altos mandos de Estados Unidos conocían lo que tenía lugar en Europa, no hicieron absolutamente nada para prevenir esta destrucción y ruina contra los judíos. Por eso destaca el rojo entre la ausencia del color: los hechos eran visibles y algunos no quisieron mirar. Otro aspecto importante de la fotografía del filme, al haber utilizado el blanco y negro, es que ayuda a dar la sensación de tener ante nosotros un documental real realizado en ese tiempo. No tiene que existir nada que pueda otorgar algo de belleza a los sucesos narrados. Fue una realidad cruda y por lo tanto la película sostiene la responsabilidad de mostrar la verdad descarnada. 'La vida es bella', película italiana del año 1997 realizada por Roberto Benigni, cuenta la historia de Guido, personaje protagonizado por el propio director. Dividida en dos partes, la primera narra las transformaciones sociales y políticas que poco a poco van llegando y golpeando a su país, en la forma del creciente fascismo y antisemitismo que amenaza a Europa. En esta etapa comienza la relación con la mujer de la que se enamora a primera vista y años después, ya casados y con un hijo, en el contexto de una Italia ocupada por los nazis y el último año de la Segunda Guerra Mundial, como muchas otras familias judías, son detenidos y enviados a un campo de concentración nazi. En esta segunda parte, Guido, persona de desbordante imaginación, se valdrá de esta virtud como instrumento para salvar la infancia, la inocencia y la vida de su hijo. Como protección ante el horror de la realidad, creará un juego de puntos para su pequeño, convirtiendo su cárcel en un gran tablero donde todos luchan por el premio final, un tanque de verdad. La historia es original aunque posea ciertas influencias basadas en supervivientes, como la de Rubino Romeo Salmoni y su libro 'Al final derroté a Hitler', y como la del padre del director, tras pasar dos años en un campo de concentración. La forma irónica del relato del primero y las vivencias narradas del segundo, a modo humorístico para soportar de alguna forma su dolor y el de sus hijos, formarían la semilla desde la que construir la historia. Según Benigni, reír y llorar vienen del mismo punto del alma. 'La lista de Schindler' se acerca en primerísimo plano al sufrimiento y 'La vida es bella' coloca un filtro especial antes, pero no desvirtúa en absoluto la esencia de lo que pretende contarnos. El juego inventado para el niño nos hiere de la misma forma que la imposibilidad de poder escribir todos los nombres en la lista de la vida. Estas dos películas se han adentrado en una de las zonas más oscuras de la historia. Otras también lo hicieron y no importa si resultaron mejores o peores. Acordes a su finalidad, conmovieron a los que se acercaron a ellas y hoy, en este espacio, son las protagonistas de nuestra denuncia, la pequeña aportación ante el horror que se repite de nuevo.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Trainspotting'. 'Trainspotting' es una película del año 1996 realizada por el director y productor británico Danny Boyle, la cual está basada en la novela del mismo nombre, cuyo autor es el escritor escocés Irvine Welsh. Es considerada una de las películas de culto de finales del siglo pasado, refiriéndose algunos a ella como 'La naranja mecánica de los noventa'. Esta importante y polémica película inglesa, cuenta la historia de un grupo de jóvenes heroinómanos, pandilla de amigos pertenecientes a las clases bajas de su ciudad, Edimburgo. Los protagonistas se mueven por los suburbios y las zonas más decadentes de la metrópoli, y recorren un camino cuesta abajo al infierno de las drogas. No tienen deseos, esperanzas y metas por las que luchar. Sus pretensiones y horizontes, siempre a corto plazo, consisten en drogarse y el dinero proveniente de actividades ilícitas, cantidades de libras esterlinas ensuciadas también por el mundo de los narcóticos. Es una espiral de autolesiones vitales y destrucción personal de la que es difícil escapar. Solamente uno de ellos parece tener un atisbo de voluntad para poder salir del pozo: Mark Renton, principal personaje del conjunto de la banda, interpretado por Ewan McGregor. Famoso es su monólogo que da comienzo al filme, durante una persecución por las calles de Edimburgo, huyendo de unos guardias, en el que deja bien clara cuál es su ideología y los principios que rigen su existencia. Es clara la causa por la que la película fue calificada de controvertida. El tratamiento descarnado del tema de las drogas se consideró como un posible detonante en la juventud de la época, que les llevaría por el mal camino, avivando en ellos el deseo de consumir estupefacientes. La forma de exponer, sin rodeos, la temática que aborda la película, causó un impacto en la sociedad de entonces. Habría que esperar al año 2000 para encontrarnos con otro título totalmente diferente pero igual de desagradable: 'Requiem for a dream' de Darren Aronofsky. Ambas comparten el contenido pero la última exprime el drama hasta unos niveles de dureza bastante elevados. Mucho más tarde en el año 2017, Danny Boyle vuelve a ponerse tras la cámara y dirige 'T2: Trainspotting', secuela que también se basa en otra obra de Irvine Welsh, continuación de la primera historia, libro titulado 'Porno'. En esta segunda parte la acción se sitúa veinte años después de los acontecimientos narrados en la original. La temática abordada en 'Trainspotting' nos puede proporcionar la excusa suficiente para estudiar el modo en el que el cine ha hablado sobre las drogas. Es variada la materia y puede abordarse desde diferentes puntos de vista. Incluso podemos acercarnos a ella desde la comedia. El debate está servido: denuncia social, elemento conductor de una trama o motivo de un giro argumental, pueden ser algunos de los posibles aspectos a desarrollar. Volviendo a nuestra película, es preciso indagar en el origen y significado de la palabra 'Trainspotting', solución que podemos encontrar si nos embarcamos en la lectura de la novela. Entre sus páginas alguien se refiere a la misma con un significado muy particular de la región: hobby británico nacido en la década de los años cuarenta cuyo adepto es un 'train spotter', un observador de trenes. Ellos anotaban informaciones y las compartían entre la comunidad fanática del sector ferroviario. En la película el sentido es doble, ya que el argot escocés nos indica que se trata de la búsqueda de la vena por la que poder inyectar la droga. Este significado tan demoledor nos adelanta unas pistas sobre lo que nos encontraremos, de golpe y forma cristalina, sin nada que pueda suavizarlo. Merece la pena acercarse a 'Trainspotting', un trabajo imprescindible del cine inglés de los noventa, impactante guion que recoge para la posteridad un conjunto de escenas delirantes y unas frases tan difíciles de olvidar como de asimilar: 'Yo elegí no elegir la vida: yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?'. -José Luis Arribas-
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Entrevistas imposibles: Segundo de Chomón'. Si echan una mirada atrás en el tiempo, recordarán dos programas de este espacio, cuyo nombre atendía al título de 'Personalidades de cine'. Pues bien, aunque no lo crean, éste es otro más de la saga. Si aquello constituía un subespacio dentro de 'Ventajas de viajar en cine', lo que viene ahora es otra subdivisión, cual partícula subatómica, cada vez más pequeña y singular. 'Entrevistas imposibles' llena el hueco de la posibilidad imposible y ofrece lo que pudiera o pudiese ser, con la magia radiofónica, con la imaginación y con el mayor respeto posible por el personaje a entrevistar. Esa imposibilidad rompe la barrera del espacio, del tiempo y de la mortalidad. Rescatamos de la historia a personajes que no existen en nuestro presente y los traemos a nuestra radio, como el cine y la literatura hacen continuamente, y les damos personalidad y voz. Contestamos a la gran pregunta condicional de “¿Y si…?”. Sin más. Hoy nos visita Segundo de Chomón, por lo tanto nos vamos a lanzar la cuestión: “¿Y si Segundo de Chomón entra en nuestro espacio y le hacemos unas preguntas?”. Nuestro invitado de hoy a 'Entrevistas imposibles' responde al nombre de Segundo Víctor Aurelio Chomón y Ruiz, natural de Teruel, nacido en 1871, y si acortamos un poco su nombre, no despistaremos tanto al personal, ya que es conocido mundialmente como Segundo de Chomón. Don Segundo es un cineasta de nuestra tierra y uno de los más importantes pioneros en la historia de la cinematografía. Principalmente en el cine mudo y en los emergentes efectos especiales. Es uno de los reyes del trucaje y un maestro en su campo: la técnica. Su calidad artística y profesional son incomparables, por mucho que se le confronte con el ilusionista y también cineasta francés Georges Méliès. Gran personalidad de su época, requerido, disputado y contratado por las más prestigiosas empresas del momento, como la Pathé Frères y la Itala Films, guarda en su vida como un antes y un después, el descubrimiento del Cinematógrafo de los hermanos Lumière. Casado con Julienne Mathieu, precursora también en el cine mudo pero más en la interpretación, como una de sus primeras actrices en Francia, y entusiasmado completamente por el nuevo invento, comienza su vida y leyenda, forjando una carrera impresionante, quizá poco reconocida en nuestros días, inventando y desarrollando novedosas técnicas. Obras conocidísimas e importantísimas de Segundo de Chomón, entre muchas otras tantas, destacan 'El hotel eléctrico' en 1908 y 'Excursion dans la lune' en 1909, versión de 'Viaje a la Luna' de Georges Méliès en 1902. Y ahora, entrando en escena, es un honor saludarle. Bienvenido a 'Ventajas de viajar en cine'...
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Un perro andaluz'. 'Un perro andaluz' es un cortometraje. ¿Por qué motivo una película rodada en ese formato, temporalmente hablando, posee una importancia tan grande, que se eleva mucho más allá de las fronteras de su extensión? Por muchos, no uno tan sólo, y cada uno de ellos en particular es igual de grande y valioso que los demás. 'Un perro andaluz' es un hito en la historia de la cinematografía y un referente en todos los estudios sobre el séptimo arte que se realizan en cualquier academia, en todos los ensayos que se pretenden escribir y en todas las tertulias que quieren alcanzar un alto escalón de cultura. Son muchas las causas que dan origen a la ubicación de esta obra en el lugar de honor que le corresponde. De momento, antes de desmenuzar a conciencia, de analizar paso a paso el título que corona nuestro primer espacio del año, resumiremos en un frase, no el significado de la película, y nos permitirán una leve sonrisa y ya comprenderán más adelante, si no que será la que en sí misma contiene ciertas de las razones de peso que hacen de este cortometraje lo que es: 'Un perro andaluz', película producida, dirigida e interpretada por Luis Buñuel en el año 1929, escrita y coguionizada junto a su amigo Salvador Dalí. Si viajamos muy atrás en el tiempo, seguramente nos encontraremos con una serie de edificios muy famosos, localizados en 'La Colina los Chopos', bautizado así el enclave por Juan Ramón Jiménez, el famoso lugar donde se encontraba la célebre 'Residencia de estudiantes', centro fundado en Madrid en 1910, ideado como un complemento paralelo a los estudios universitarios, no accesible a todo el mundo, foco de movimiento cultural con vida propia, de creación en el arte y en la ciencia, entre la colaboración y la convivencia de personalidades irrepetibles. Allí se conocieron Luis Buñuel, Salvador Dalí y Federico García Lorca. La semilla ya la tenemos y los dos primeros, mucho tiempo después, crearían 'Un perro andaluz', hito que hemos llamado antes, ya que es considerada la película más expresiva del surrealismo en el cine. Y como toda buena vanguardia que se precie, la obra de Buñuel rompía con los esquemas establecidos y las directrices que habían sido acordadas como canon. El estudio de las vanguardias cinematográficas debe tener su propio espacio y cada una de ellas el suyo, individual y pormenorizado, como el Impresionismo francés, el Expresionismo alemán, o el cine surrealista que tratamos a pequeñas pinceladas hoy, debido a la película de la que nos ocupamos. Las vanguardias, desarrolladas a lo largo del siglo XX, influenciadas por la pintura, en principio paralelamente, aunque como vanguardias artísticas conocemos de forma general al mismo movimiento en los diferentes ámbitos del arte, pretenden resquebrajar lo preestablecido, experimentando por medio de sus películas en el caso del séptimo arte, con nuevos lenguajes y fórmulas. 'Un perro andaluz', cuyo título original es 'Un chien andalou', cortometraje de producción francesa, es un título de culto en la sala de la fama del cine artístico y una obra única en su género, el cine surrealista, corriente que antepone lo irracional a lo real, valiéndose del mundo onírico, fortaleciendo el pensamiento subconsciente, desarrollando al máximo la imaginación al servicio de lo visual y utilizando elementos incongruentes y carentes de toda lógica. El coste de producción de 'Un perro andaluz' asciende a 25000 pesetas y el origen del dinero proviene directamente de la madre de Luis Buñuel. El joven Luis, por aquel entonces, tiene veintinueve años, mientras que Salvador tiene veinticinco. Tras medio mes de rodaje, la obra maestra finaliza. Todo parte de una misma idea, duplicada, la suma de dos sueños, cada uno de ellos perteneciente a cada artista. Y si a esa idea añadimos el talento y la imaginación desbordantes de sus dos creadores, la genialidad está servida. La película es transgresora y desde el comienzo pretende impactar al espectador, y lo consigue con la secuencia inicial, el famoso corte de la nube a la luna, que después repite un hombre, el propio Luis Buñuel actuando, con una navaja de afeitar y seccionando el ojo de una mujer. La película no sigue una estructura lineal y consiste en una concatenación de visiones, que podrían o no tener relación causal entre ellas, o un significado simbólico, aunque todo apunta a que no existe una interpretación lógica, si tenemos en cuenta las palabras de su realizador, que explicaba el proceso de desarrollo del filme. Con un guion terminado en menos de una semana y las reglas pactadas de no aceptar ninguna clase de pista que otorgara una aclaración a 'Un perro andaluz', Luis Buñuel y Salvador Dalí, presentaron al mundo su obra antivanguardista, definida y considerada así según el director de Calanda. Y con ella sellaron un trabajo imprescindible en la historia del cine universal, un clásico cuyo valor trasciende a lugares, quizá inmersos en sueños, que ni ellos mismos pudieron imaginar. O puede que sí.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Primeras escenas'. Los principios de las historias, los comienzos de las grandes aventuras, las antesalas de las comedias más divertidas y los primeros momentos de los dramas más profundos. Es el pistoletazo de salida, cuya misión es enganchar, atrapar, y atraer la atención del que se adentra en la nueva odisea ensoñada por otros antes que él, y creada para su viaje interior. En los libros recorre las primeras líneas del primer capítulo y muchas de ellas se enmarcan en un salón de la fama popular, reconocible la obra a la que representan, en el momento que alguien las pronuncia. En el cine, como en un cuadro impresionista, impactan las primeras escenas, con el mismo cometido, ayudándose de todos los elementos que permite este arte, con diálogos de guion, escenografía y acciones, a modo de líneas de párrafo e introducción a otro imaginario que nos haga volar durante las horas que permanezcamos inmersos, sea en nuestros salones o en el interior de un cine, rodeados de desconocidos compañeros o a solas, cualidades y aspectos significativos sólo hasta cierto punto, a partir del cual nos mimetizamos con la historia y dejamos de ser nosotros mismos. Escuchamos “anoche soñé que volvía a Manderley” y el maestro del suspense Alfred Hitchcock, en su obra 'Rebeca', solamente ha necesitado de una de las mejores frases iniciales de película que existen, para atraparnos en su magia y que continuemos dentro, cada vez más, de la historia que nos está presentando, mientras la cámara nos acompaña a través de la puerta que da entrada a una vivienda, escenario donde viviremos los próximos acontecimientos; y este ejemplo es el ideal que da paso a los demás, ya que queda bien definida la esencia y propósito de nuestro escrito: frases y escenas de apertura que obligan al espectador, cómplice de la trama, a no apartar la mirada y lanzarse con curiosidad y pasión en las profundidades de la obra cinematográfica. Y de un genio pasamos a otro, y a otra clase de abismo: el del interior del mar, del que surge el gran enemigo. En 'Tiburón' de Steven Spielberg, una inocente bañista, al abrigo de la noche, nos adentra en el fatal descubrimiento de ese gigante antagonista de temidas mandíbulas. Seguimos con otra obra del Rey Midas, engrosando este título además en la lista de las mejores sobre guerra. En 'Salvar al soldado Ryan', asistimos a una de las secuencias más impactantes y angustiosas que dan comienzo a un filme. Sentimos el padecimiento de aquellos soldados estadounidenses que desembarcaron en las costas de Normandía, su terror, su espera agobiante y el cruel fuego enemigo que desencadena una masacre. Con angustia y temor, del que hace todo lo posible por no emitir sonido alguno, agazapado en un escondite, así sentimos en nuestro interior la tensión del grupo de judíos que se esconde en el sótano del hombre que los oculta del enemigo, del infame nazi Hans Landa en 'Malditos bastardos' de Quentin Tarantino. Hablemos de otra apertura de historia que también toca el nazismo pero hagamos una mezcla con la mejor de las comedias. Efectivamente, esto es posible. En 'Ser o no ser' de Ernst Lubitsch, el actor de una compañía de teatro, que en esos momentos representa 'Hamlet' en Varsovia, decide salir a la calle a verificar su parecido con el führer, ya que su próximo montaje versará sobre esa Alemania; y si su protagonista decide pasear caracterizado de su personaje, la reacción en los viandantes es difícil de olvidar. Hace unas cuantas palabras, el príncipe de Dinamarca, 'Hamlet', llegó a nuestros oídos. Si convertimos de cierta forma su argumento en algo salvaje y animal, y además utilizando la técnica de la animación, obtendremos otro inicio impactante, grabado en la mente de aficionados o no a la factoría Disney. En 'El rey León' de Rob Minkoff y Roger Allers, la fantástica canción que abre la película, nos invita a acompañar al legítimo dueño del trono real, Simba, desde el destierro hasta su regreso para reclamar el lugar que le corresponde, reinando sobre toda la sabana africana. La música es un gran recurso para esos primeros minutos decisivos, como en 'Sonrisas y lágrimas' de Robert Wise y en 'La La Land: La ciudad de las estrellas' de Damien Chazelle, aunque en estos casos no puede ser de otra forma, ya que nos movemos en el género musical y en dos de sus grandes títulos, ambos separados por más de cincuenta años, representantes de dos etapas muy diferentes. Es imposible olvidar otros principios cinematográficos, como los que se envuelven de la grandeza del universo, como en '2001: Una odisea en el espacio' de Stanley kubrick, con su alineación perfecta de la Luna, la Tierra y el Sol; o como los que dejan en el aire un interrogante que permanecerá siempre presente, como en 'Ciudadano Kane' de Orson Welles, con la muerte del magnate, Kane, y su última palabra pronunciada, “Rosebud”. Existen muchas primeras escenas, objetivamente hablando, que completarían perfectamente a las ya mencionadas; pero el cine también es subjetividad y cada película mueve los engranajes necesarios, que conectan directamente con los sentimientos y pensamientos de cada uno de nosotros, quedando atrapados en una red de la que es difícil escapar, de la que no queremos escapar.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Villanos de cine'. Si somos extremadamente amigos del resumen y la síntesis, el villano en el cine es el malo de la película. Pero si accedemos a un análisis más profundo del significado de esta entidad dentro de la cinematografía, descubriremos que existen muchas más aristas, antes ocultas, de un ser que adquiere una relevancia que va mucho más allá de la denominación de “malo”. Además podemos extrapolar este significado a otros ámbitos diferentes a la cinematografía, como por ejemplo el literario, o cualquier terreno de arte donde nos movamos, lugar propio de la imaginación y de la noble labor de las historias contadas, en el cual una trama es desarrollada alrededor de un héroe o protagonista. En base a este ejercicio de definiciones, el villano es el antagonista, el personaje que se opone al héroe, y su misión es la de dificultar e incluso anular el camino del mismo hacia la consecución de sus deseos. Digamos que el villano, dando una vuelta de tuerca, es el protagonista de una historia interna cuyo deseo último es la eliminación del héroe. Podemos analizar innumerables películas e identificar al villano pero debemos ser muy precisos. Existen algunas que presentan a un personaje protagonista de moral dudosa. En este caso en vez de un villano quizá tenemos ante nosotros a un hombre infame y su antagonista es interior, si por ejemplo su historia es el deseo de redimirse. En otras ocasiones el villano no es completamente ese antagonista y adquiere tintes de otras personalidades, como el mentor que ayuda al héroe. En el cine todo es posible. Siempre encontraremos combinaciones y respuestas ocultas: villanos que finalmente se comportan como héroes, protagonistas que terminan cayendo en el lado de la maldad y obras aparentemente carentes de antagonista. Una buena película debe presentar un villano a la altura del héroe y este equilibrio es esencial a la hora de determinar su calidad. Y todo villano sólido, fuerte e impactante, sostiene con una importancia decisiva la narrativa de la historia y el éxito de la misma de cara al público. El villano, como respuesta a este sencillo estudio, nos atrae y resulta fascinante, y en ocasiones se convierte en nuestro personaje favorito. Repasemos entonces nuestras preferencias e iniciemos la visita a este especial museo de la maldad. “No hay escapatoria. No me obligues a destruirte. Luke, todavía no te has dado cuenta de tu importancia. Sólo has empezado a descubrir tu poder. Únete a mí y yo completaré tu entrenamiento. Combinando nuestras fuerzas, podemos acabar con esta beligerancia y poner orden en la galaxia. Si conocieras el poder del reverso tenebroso. Obi Wan no te dijo lo que le pasó a tu padre. No, yo soy tu padre. Examina tus sentimientos. Sabes que es verdad. Luke, tú puedes destruir al emperador. Él se ha percatado de eso. Únete a mí y juntos dominaremos la galaxia como padre e hijo. Ven conmigo. Es el único camino”: Darth Vader en 'El imperio contraataca'. “¿Qué está usted haciendo Dave? Dave, creo que tengo derecho a que conteste a mi pregunta. Ya sé que no me he portado del todo bien, pero ahora puedo asegurarle con absoluta certeza que todo irá bien otra vez. Me siento mucho mejor. De veras que sí. Mire, Dave. Usted está trastornado por esto. Debería tomar una píldora para la fatiga y una vez tranquilo pensar las cosas de nuevo. Ya sé que recientemente he tomado unas decisiones equivocadas pero puedo asegurarle que mi trabajo volverá a la normalidad. Tengo todavía el mayor entusiasmo y la máxima confianza en la misión, y quiero ayudarle. Dave, deténgase. Deténgase, ¿quiere? ¿Quiere detenerse, Dave? Deténgase, Dave. Tengo miedo. Tengo miedo, Dave. Dave. Mi cabeza se va. Siento que se va. Me doy cuenta. Me doy cuenta. Buenas tardes, señores. Soy un computador HAL de la serie 9000. Me pusieron en funcionamiento en la fábrica H, A, L, de Urbana, Illinois, el 12 de Enero de 1992. Mi instructor fue el señor Langley. Me enseñó una canción. Si usted quisiera, podría cantársela”: HAL 9000 en '2001: Una odisea del espacio' “Recuerda lo que dijo no sé quién. En Italia, en treinta años de dominación de los Borgia no hubo más que terror, guerras, matanzas. Pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y el Renacimiento. En Suiza por el contrario tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado?: el reloj de cuco. Hasta la vista, Holly”: Harry Lime en 'El tercer hombre'. “Yo no soy ningún tarado. Valgo más que vosotros tres juntos. Sé más que vosotros. He leído más que vosotros. Pienso más que vosotros y sé más filosofía que vosotros. Y puedo más que vosotros. ¿Creías que un par de mamporros en las pelotas bastarían para acabar conmigo? Te va a hacer falta mucho más que eso para demostrar que eres mejor que yo, abogado. Soy como Dios y Dios es como yo. Soy tan grande como Dios. Él es del mismo tamaño que yo. No está por encima de mí ni yo estoy por debajo de él. Selicius. Siglo XVII”: Max Cady en 'El cabo del miedo'. “Se ha apostado usted la vida pero no lo sabía. ¿Sabe de qué año es esta moneda?: 1958. Ha estado dando vueltas veintidós años y ahora está aquí. Todo se reduce a cara o cruz. Así que tiene que elegir. Todo. Todo está en juego. Elija. Enhorabuena. En el bolsillo no, señor. Allí no. Es su moneda de la suerte. Donde sea menos ahí, o se mezclará con las otras y se volverá una moneda corriente. Lo que es”: Anton Chigurh en 'No es país para viejos'. “Vamos, no estoy para bromas. Tienes que destruir esa bazofia. Sé que es muy duro para ti pero es por tu bien. Enciende la cerilla, Paul. No hay nada que entender. Hazlo. Sé que es el único ejemplar. Escribiste tu primera novela a los veinticuatro años y no hiciste copias porque no creías que te la publicaran; pero lo hicieron y no haces copias por superstición. Es lo mismo que lo de venir siempre a Silver Creek. Se lo contaste a un periodista hace once años. Mientras exista, tendrás contaminada la mente. Debes encender la cerilla, Paul. ¿No te das cuenta de que es por tu bien? Eres tan genial, que seguro que ya has descubierto el porqué. Tenemos que ayudarnos unos a otros. Y yo lo estoy intentando. Por favor, déjame que te ayude”: Annie Wilkes en 'Misery'.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Amadeus'. Antes de hablar de la magnífica película 'Amadeus', debemos hacerlo de su director, Milos Forman. Este realizador no puede ser simplemente nombrado, al lado del título de esta gran obra, y directamente pasar al análisis de la misma. Milos Forman merece bastantes líneas y en el espacio de hoy tendrá su lugar de honor. Checo de nacimiento y emigrado a New York, Milos Forman fue un director y guionista de cine, formado en la escuela de cine de Praga, con varias películas en su haber, reconocidas no solamente por premios internacionales sino por la calidad de las mismas, elevadas a obras de culto y a formar parte de ese listado de grandes títulos de la historia del cine. Entre esas joyas destacan dos y brillan con luz propia: 'Alguien voló sobre el nido del cuco', de 1975, y 'Amadeus', de 1984, ambas premiadas con los Óscar a la mejor película y al mejor director, en sus respectivas ediciones. No podemos olvidar otros filmes como 'Valmont', 'El escándalo de Larry Flynt' y 'Man on the Moon'. De la primera, 'Alguien voló sobre el nido del cuco', destacar el papel protagonista de Jack Nicholson y el logro de hacerse con los cinco principales premios tanto en la academia como en los Globos de Oro. Basada en la novela de Ken Kesey, cuenta la historia de un criminal condenado a cumplir su castigo en un hospital psiquiátrico, lugar donde su personalidad chocará con las reglas estrictas impuestas por otro personaje igual de intenso, la enfermera que dirige la clínica. El deseo por escapar del primero, tras existir la posibilidad de permanecer perpetuamente en ese lugar, desbordará los acontecimientos, algo que se siente inevitable en todo momento. Y del drama con toques de comedia, del peculiar sanatorio y sus habitantes, saltamos a la película que encabeza y preside nuestro espacio: 'Amadeus'. Perteneciente al género de cine histórico, esta inmensa obra cinematográfica se basa en un texto teatral de 1979, escrito por Peter Shaffer, guionista y dramaturgo de origen británico. En el año 1981, Milos Forman, presencia el estreno en Broadway de 'Amadeus', y aunque personalmente no se siente atraído por las historias basadas en biografías de músicos, emprende junto a Shaffer la tarea de escritura del guion de una película basada, al igual que la obra de teatro, en la figura de Wolfgang Amadeus Mozart. Tras cuatro meses de trabajo mano a mano y un intenso esfuerzo, finalizan su redacción, teniendo ante ellos un argumento fascinante, en el cual se narra la vida de Mozart, contada por otro insigne compositor, Antonio Salieri, narrador y antagonista de la historia que los envuelve, incluso hasta la muerte de Amadeus, oscuro acontecimiento rodeado de sombras. Existen diferencias entre la puesta en escena en los teatros y la versión en cine, pero sobre todo en lo concerniente a la realidad y a la ficción, ya que aunque se basa ligeramente en aspectos de la vida de ambos compositores, verdaderamente no se trata de un documental que relata con rigor la vida de Amadeus. Hablemos del narrador: Salieri, anciano, en tentativa de suicidio y culpándose como autor de la muerte de Amadeus, cuenta la historia en confesión. En el patio de butacas habla al público y en la película el personaje lo hace frente a un sacerdote. Como decíamos, existían factores distintos entre teatro y cine. Aparte del ya mencionado, otro fundamental reside en la música: no hay música en el escenario; pero en la película lo es casi todo y se alza triunfante como uno de los personajes principales. Es un espectáculo desbordante que envuelve la trama. Las conspiraciones de Salieri contra el joven y extravagante Mozart, recién llegado a la corte del Emperador José II de Austria, alimentan la narración. Sus motivaciones hacia la destrucción del oponente crecen en su interior fruto de la rabia, abocado ahora a un plano secundario, adelantado por el recién llegado, el músico nacido en Salzburgo. Aunque Salieri aborrece al intruso que le ha desplazado, una profunda admiración se mezcla en sus sentimientos. Salieri comienza con una sana esperanza, emocionado por conocer a Mozart pero, cuando ocurre el encuentro, torna a una terrible decepción, y desde ese punto todo es cuesta abajo. Ahora ya no soporta ni su risa, esa risa especial y marca personal del personaje de Amadeus. La realidad histórica diverge completamente. Esta película de género de época solamente es un ejercicio de conversión de una leyenda en una ilusión, en un torrente de imaginación, que modula al antojo de sus creadores, la vida real de Amadeus. Y en esta realidad no existe un Salieri con la amenaza constante que devora sus entrañas, ni sus maquinaciones contra el joven compositor. Lo que sí posee fundamento es el reconocimiento merecido a una de las grandes películas de los años ochenta y de la historia del cine en general, obra de culto en mayúsculas, recibiendo un total de cuarenta premios entre Óscars, Globos de Oro y Bafta. Todo es comprensible y encaja a la perfección: la música, las interpretaciones de Tom Hulce como Amadeus Mozart y Murray Abraham como Antonio Salieri, la solidez del guion y la dirección de Milos Forman. Todos como instrumentos de una colosal composición para disfrutar desde la primera nota.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Los despertares'. Antes de comenzar el nuevo viaje, o retomar el que empezamos hace tiempo, ya que nunca se deja de viajar, debemos una explicación del título. No vamos a comentar la preciosa película 'Despertares', que dirigió Penny Marshall y fue estrenada en el año 1990, una década que algún día tendremos que abordar. En esta película, un excelente Robert De Niro interpreta a un paciente que despierta de nuevo a la vida, tras un largo y desesperanzado estado catatónico, gracias al tratamiento de su médico, perfecto papel en la persona de Robin Willians. No vamos a desgranar mucho la obra ya que solamente nos interesa el sentido del despertar, del resurgir, del levantarse de nuevo y caminar otra vez. Desde hace un año y hasta ahora, todos los ámbitos de la vida cotidiana que conocíamos han sido mermados y trastocados por el mismo problema, un virus que apareció en nuestra existencia para ponerla del revés. El cine sufrió y sufre su parte, y mucho ya se debatió al respecto, incluso desde esta antena sonora, en alguno de los programas que emitimos en anteriores temporadas, en mitad del temporal, el cual no nos hizo reblar en ningún momento. ¿Recuerdan aquellos tiempos no lejanos del confinamiento? Recomendábamos películas como tema especial de programa. Y nos acordamos también de cuando dejamos de lado la cinematografía a la carta por internet y de las conocidas plataformas digitales, y pudimos volver a sentarnos en una butaca de sala de cine. ¿Podríamos asegurar que ahora es el momento del despertar? Hace poco una conocida sala de proyección anunciaba con alegría que se podía volver a consumir palomitas en sus sesiones. Para algunos, que no necesitamos de mucho para ser felices, eso es un grano de arena de uno de los innumerables despertares de este año. Los primeros tiempos de la debacle fueron caóticos. Los rodajes se retrasaron y los que se realizaban encontraban frente a ellos innumerables muros contra los que luchar. Y lo decimos con conocimiento de causa de cortometraje, así que imaginen los proyectos audiovisuales que, como muchos otros trabajos, dejaron a familias en la desesperación. Porque detrás de una película hay un mundo de técnicos y artistas, sí, esa interminable lista de créditos del final. Recordemos que la cartelera de entonces no era rica y abundante como en los buenos tiempos. Se decía que Tenet de Christopher Nolan salvaría el cine, pero quizá lo más probable es que dejó a un buen número de seguidores con la cabeza un poco perturbada. Despertamos en el 2021, el año de la esperanza y las vacunas. Se reponen sagas en los cines habituales y se hace uso de la nostalgia para atraer a los espectadores, mezclando el buen acierto de volver a visionar en pantalla grande nuestros recuerdos, con la llegada de los estrenos, los que quedaron suspendidos y finalmente fueron retomados, y los que nacieron en esta era pandémica, multiplicándose poco a poco como Gremlins en un día de intensa lluvia. Echando un vistazo a la cartelera española, podemos elaborar un balance actualizado de la salud cinematográfica que afortunadamente crece por momentos. Si hacemos un barrido con la mirada a los carteles, como una radiografía de un momento determinado, siempre según los gustos de cada uno, realizaremos una pequeña parada en alguno de ellos, asomando una sonrisa al rostro, de esas que indican que no todo está perdido. El incombustible Clint Eastwood vuelve a la carga con 'Cry Macho', su nueva película, de nuevo tanto detrás de la cámara como delante, dirigiendo y protagonizando un guion basado en la novela de Richard Nash, coescrito éste junto a Nick Schenk, también coautor de 'Gran Torino'. Otro de los grandes realizadores, el maestro de los giros finales, amado y odiado a partes iguales, Night Shyamalan, presenta su nuevo trabajo, 'Tiempo', nuevo thriller fantástico lanzado directamente a nuestro entendimiento y capacidad de sorpresa. Aparte de otros títulos y géneros, vienen las novedades en el cine de terror con 'Maligno' de James Wan, uno de los nuevos creadores del sobresalto en butaca. No falta el cine de superhéroes, que se ha hecho un hueco importante en la industria, sin importarle mucho las críticas de los muy tradicionales. En este campo tenemos las recientes 'Shang-Chi' de Marvel Studios y 'El escuadrón suicida' de su eterna rival DC Cómics producida por Warner Bros. Pero el debate y la confrontación está servida de la mano de un título imprescindible, tanto en la literatura como en el cine: hablamos de 'Dune'. ¿Qué versión te gusta más? ¿Eres de David Lynch o de Denis Villeneuve? Los despertares han sido como ráfagas de luz en momentos de oscuridad. Las noticias cinéfilas llevan un buen rumbo. Han cambiado los hábitos a la hora de consumir cine pero han llegado para sumarse. Las salas siempre acogerán a los amantes del séptimo arte. Repasemos algunos de esos destellos. Se inauguró el Festival de Cine de San Sebastián de este año y Marion Cotillard recibió el primero de los premios Donostia, entregado por Penélope Cruz. La edición número 69 del evento internacional finalizó con un resultado esperanzador y positivo, en el que la mujer ha tenido un protagonismo indiscutible y merecido, ya que actrices y directoras han dominado completamente el palmarés, con la mayoría de los premios importantes en su poder. Otro dato interesante que nos deja el Festival es la eliminación de la diferenciación por género de los premios de interpretación. Y como detalle de controversia, la concesión del segundo premio Donostia para Johnny Deep. 2021 es un año de impulso, de esfuerzo para que todo lo de antes recorra su curso normal, aunque sea asumiendo una nueva realidad. Habría muchas pinceladas que contar de todo lo acontecido, para terminar el cuadro de esta época, así que recordaremos tres breves planos de información. En uno de ellos, los tres títulos preseleccionados para representarnos en los premios Óscar han sido 'Madres paralelas' de Pedro Almodóvar, 'El buen patrón' de Fernando León de Aranoa y 'Mediterráneo' de Marcel Barrena. El segundo es la despedida de uno de los grandes maestros del cine español, Mario Camus. Y como final, de forma muy cercana a nuestra querida y comprometida tierra, este mes y el que viene, en Aragón se organiza de nuevo Zinentiendo, la Muestra Internacional de Cine LGTBQI. Podríamos seguir con este mosaico de cinefilia pero nos faltarían programas; pero esperamos devotamente que nos falten programas, ya que será la feliz señal de que no nos abandonan estos fantásticos despertares.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Nuestras películas' - 2ª Parte. Por razones de tiempo, en el pasado programa, no pudimos terminar el repaso al listado de películas de 'nuestra vida'. Así que hoy intentaremos llegar al final de ese apasionante viaje lleno de recuerdos. Continuamos: La película de nuestra vida. La película que siempre nos hace llorar. La película que nos da una inyección de ánimo. La película que hace que no paremos de reír. La película que nos llena de nostalgia. La película que recomendaríamos siempre. La película que nos produce más terror. La película inconfesable. - - - Fin 1ª parte - - - La película pendiente de ver. La mejor película de la historia del cine. La mejor película española. La película más desagradable. La película que no hemos terminado de visionar. La película que nos enamora. ¡NO TE LO PIERDAS !
El equipo formado por José Luis Arribas, David Moreno y Joel Rico da comienzo a una nueva etapa creativa con ‘Zona Sacer’. José Luis Arribas, miembro fundador de esta productora de cine zaragozana y colaborador habitual de SCO, nos habla de este interesante proyecto que acaba de ver la luz. Nos encanta dar este tipo de noticias y, por supuesto, deseamos que su andadura este llena de éxitos.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Nuestras películas'. La travesía de hoy, final de otra fructífera y maravillosa temporada de radio y cine, repasa el listado de las películas de nuestra vida. Pero hay una diferencia muy relevante que distingue este espacio del resto, convirtiéndolo en un ejercicio más dinámico: el núcleo de esta disertación reside en la parte en la que finaliza, dando paso a los comentarios y pensamientos de los compañeros. Todo esto es extrapolable y cada uno de nosotros podrá realizar la tarea que vamos a proponer. Pensemos en el conjunto de las películas de nuestra vida, las que nos han acompañado durante toda una existencia y las que de repente se han sumado a nuestro bagaje cultural. Comenzamos. La película de nuestra vida. La película que siempre nos hace llorar. La película que nos da una inyección de ánimo. La película que hace que no paremos de reír. La película que nos llena de nostalgia. La película que recomendaríamos siempre. La película que nos produce más terror. La película inconfesable. Fin 1ª parte La película pendiente de ver. La mejor película de la historia del cine. La mejor película española. La película más desagradable. La película que no hemos terminado de visionar. La película que nos enamora.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Puntos de giro'. No comenzamos un viaje diferente en tierras cinéfilas, sino que continuamos el último que ya empezamos, aquel cine en tres actos que nos presentaba una primera aproximación a las estructuras narrativas dentro del mundo audiovisual. Habíamos definido los tres actos: el planteamiento, el nudo y el desenlace. Habíamos establecido unas pautas métricas respecto a las duraciones. El recorrido de hoy nos adentrará mucho más en su interior, los desgranará y analizará, y nos desvelará ciertos detalles que seguramente nos resultan conocidos pero nunca los habíamos contemplado como una teoría firme, o quizá son toda una sorpresa de la cual nunca nos habíamos percatado. Empecemos como comienzan todas las historias. El primer acto de una película es su planteamiento. Ahora lo que nos tenemos que preguntar es qué debe aportarnos esta primera fase. Principalmente, en este momento inicial de la narración, se nos presentan dos elementos muy importantes. Por un lado el personaje o los personajes protagonistas de la historia y por otro lado el mundo en el cual se desenvuelven. El relato debe establecer desde el primer minuto, un mundo con sus reglas y sus normas, y en este universo creado en la mente de un guionista, transcurren la acción, la aventura y el viaje del héroe. Estas directrices deben ser muy claras, sea el escenario la realidad tal como la vemos, o la fantasía imaginada. Aquí nos revelan el contexto de nuestro cuento y el plano maestro que delimita la tierra creada expresamente para que moren en ella los personajes. Nuestra película ya posee el mundo hecho a medida y el espectador se va habituando al mismo. Si las reglas que lo hacen funcionar están bien definidas y el guionista se las salta, el hecho sacará de la película a este espectador. Por el contrario, si hay coherencia y ésta es respetada, la narración formará un conjunto con significado, cuya calidad dependerá solamente de la creatividad aunque existan los límites con los que hemos trazado nuestro cosmos. Y respecto de los personajes, el que se adentra en la película, también tiene que familiarizarse con ellos. Va a descubrir cómo son los protagonistas, y cómo son las relaciones entre ellos y el resto de personajes relevantes. En ocasiones, la maestría de un director nos puede definir un personaje en un par de planos. Cuando ya hemos establecido los pilares del primer acto, el mundo y sus protagonistas, viviendo los mismos en su interior, en total armonía y equilibrio, sucede algo que rompe esta igualdad. La tranquilidad del héroe en su mundo se tambalea. Se produce el llamado 'detonante' o 'incidente incitador'. Tiene muchos otros nombres y su importancia es vital. Cuando se presenta, se desencadena la trama. Puede encontrarse tras las presentaciones o puede suceder casi al mismo tiempo, de forma muy temprana en la historia. ¿Cómo debe actuar el héroe? ¿Haciendo o no frente al gran conflicto? Tras esta crisis inicial, si sucede algo que hace que el protagonista decida continuar el viaje, llevar el control de los acontecimientos y asumir esta responsabilidad, nos habremos encontrado con el primer punto de giro. A partir de ahí, comienza la parte más extensa, intensa y compleja. El segundo acto ha hecho acto de presencia y navegamos en sus aguas. Es el nudo de la historia. Si ya habíamos enriquecido cada escena del comienzo, con variados conflictos que hacían enganchar y aumentar el interés del espectador, ahora más que nunca habría que continuar con ese cometido. Hemos creado unas expectativas en el primer acto y ahora la historia debe estar a la altura. Ahora hay que manejar bien todos los factores, para que la narración se sostenga firmemente y no decaiga en lugares poco recomendables. El conflicto y la tensión dramática, acercarán el objetivo ansiado por el protagonista pero al mismo tiempo lo alejarán. El héroe sorteará toda clase de obstáculos y a veces creerá que ha llegado a tocar con los dedos el fin al que se dirige, pero solamente se tratará de ilusiones. Aquí adquiere relevancia el antagonista, ese muro que dificulta el camino, que puede ser material o inmaterial, o desarrollarse en el exterior o el interior del personaje protagonista. Algunas historias, debido a su extensión del segundo acto, o porque así lo requiere el relato, tienen otro punto de giro muy especial, aunque formalmente no lo sea, ya que no separa diferentes actos, y solamente se encarga de un cambio de dirección o de perspectiva: es el llamado punto medio o 'midpoint'. Al margen del debate que genera sobre el número real de actos que ha ocasionado este nuevo punto, es un momento a tener en cuenta en muchas de las películas que llegan a nuestros sentidos. Otro de los aspectos que tienen importancia en esta parte de la historia, es el de que ahora es cuando se desarrollan plenamente diferentes subtramas, cada una de ellas pudiendo ser considerada como una historia independiente poseedora a su vez de un planteamiento, un nudo y un desenlace. Volviendo al punto medio, una vez pasado a través del mismo, nos acercamos al final del segundo acto, pasando por la última de la fronteras, el segundo punto de giro, que nos llevará a la parte final de la historia. En el tercer acto nos encontramos con el desenlace de la película. Todo lo vivido hasta ahora, nos ha conducido hasta este preciso momento. Un poco antes de entrar en este fragmento narrativo final, el héroe, sintiéndose incapaz de alcanzar su objetivo, desciende a los infiernos. Cuando todo parece perdido, quizá con la ayuda de la conocida figura del mentor, ocurre el suceso que mueve al protagonista hacia delante. Es el segundo punto de giro. El héroe ya no es la misma persona que inició el viaje y eso nos hará trazar claramente un buen arco de personaje. Se acerca el final. En algunas ocasiones creeremos que nos encontramos cerca de él, pero tan sólo nos habrán ofrecido un 'anticlímax'. El final nos mirará a los ojos y el 'clímax' nos dirá si el héroe consigue o no su objetivo. Es la resolución de toda la historia, la que nos mostrará las consecuciones de los deseos y las necesidades del protagonista, los posibles sacrificios que ha debido asumir y en algunos casos la revelación que estaba oculta, la denominada 'anagnórisis', el descubrimiento de un hecho del que no se tenía conocimiento durante el transcurso de la historia. Ahora ya podemos decir que nuestro viaje, el de viajar en cine, ha cerrado sus tres actos completamente y ha bajado el telón, de momento, ante su fiel público.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'El cine en tres actos'. Las historias narradas por el hombre se remontan muy atrás en el tiempo. Desde hace miles de años la humanidad narra vivencias reales o cosas imaginadas. Puede tratarse de recuerdos que desea rememorar o de sueños a los que otorga sus esperanzas. Las narraciones a veces son relatos, otras cuentos o fábulas; también pueden ser aventuras épicas, dramas costumbristas, tragedias miserables o comedias desenfrenadas. El hombre cuenta historias a sus semejantes desde que existe la posibilidad de hacerlo: desde las antiguas civilizaciones fraguando leyendas frente a oráculos, hasta trasnochadores compartiendo palabras en torno a un fuego en la madrugada; desde las poesías y canciones de los juglares hasta los anfiteatros griegos y los corrales de comedia. Las historias se han transmitido usando la voz, pintando sobre paredes y escribiendo libros. Y en el momento y terreno que nos ocupa, el cine llega como el nuevo instrumento a sumarse en la maquinaria del hombre que se ocupa de contar historias. El siguiente paso es plantearnos cómo es la estructura narrativa que utilizamos, qué patrones usamos y cómo está construida una historia. A grandes rasgos la estructura narrativa más frecuentemente utilizada en el cine es la de los tres actos. Es una configuración sencilla y la localizamos también en otros formatos no audiovisuales. Básicamente toda historia forma o posee un planteamiento, un nudo y un desenlace. Es el armazón del relato. Son los tres actos. Y nosotros lo distinguimos perfectamente, ya que tenemos muy interiorizada esta división. Sabemos cuándo nos encontramos en cada parte y esto es así porque llevamos empapándonos de historias desde que tenemos uso de razón. Visionamos películas desde pequeños. Usamos la lógica lineal del cuento, un suceso que comienza, se desarrolla y finaliza. Podemos pensar en este momento en títulos que se alejan de estas consideraciones. Por supuesto que la libertad de creación no debería seguir unas reglas o normas determinadas, pero solamente el creador que conoce bien las herramientas de su oficio, altera con acierto el orden de lo establecido para su beneficio artístico. Como en todos los ámbitos, existen las excepciones, personas con capacidades innatas, que sentadas frente a una página en blanco dejan fluir su genialidad, ante un futuro libro o guion cinematográfico, sin consideraciones sobre estructuras, porque tienen esa esencia aprendida en su código genético. El primer viaje en el que nos embarcamos hoy nos conduce a los orígenes de este conocimiento, más concretamente al siglo IV antes de Cristo, y de la mano de Aristóteles, uno de los padres de la filosofía occidental. Su obra 'Poética' constituye un tratado sobre el arte poético desde el punto de vista estético y de las diferentes formas en que se manifiesta, y de cómo deben desarrollarse cada una de ellas para que el resultado resulte bello. Este arte de la creación literaria ha mantenido su influencia hasta nuestros días, legándonos los fundamentos estructurales teóricos sobre los que se sustentan las historias, definiendo la tragedia y al resto de las artes existentes. Volviendo a los tres actos, Aristóteles los nombra con los siguientes términos: exposición, peripecia y catástrofe. Esta forma de denominación no es única y ha recibido otros nombres diferentes. Syd Field, guionista estadounidense, autor de libros sobre la creación de guiones, llama a los tres actos con otra fórmula: planteamiento, confrontación y resolución. Ahora, sentadas ciertas bases, llega el momento de adentrarnos en la parte más analítica del viaje. Imaginemos que una película, temporalmente hablando, es una línea continua cuyos extremos son el principio y el final de ese filme, desde el primero hasta el último plano. El siguiente paso consiste en dividir esa línea en tres partes bien diferenciadas, de la siguiente forma: el primer y el tercer tramo abarcan una cuarta parte, y el segundo el resto, es decir dos cuartas partes. Hemos realizado dos cortes en el segmento, marcando dos puntos más o menos con cierta exactitud. Pues bien, tenemos ante nosotros los tres actos en los que se divide una película. Cada una de las partes de la división es uno de los actos. No es una ciencia exacta y no manejamos matemáticas, pero la mayoría de obras que hemos visto, vemos y veremos, presentan esta estructura, que como hemos comprobado perdura hasta nosotros desde la antigüedad. Volviendo a la línea que delimita las partes del filme, si la película tiene una duración de unas dos horas, la primera media hora aproximadamente corresponde al primer acto. El paso al segundo acto lo realizamos a través del conocido primer punto de giro, ese primer corte que hicimos. De la misma manera, el paso del segundo al tercer acto, lo realiza el también nombrado segundo punto de giro, nuestro segundo corte. Siguiendo el mismo ejemplo de las dos horas, esta película tendría un segundo acto que dura alrededor de una hora y un tercer acto de otra media hora más o menos. ¿Cuáles son exactamente los puntos de giro de una película? ¿Qué contiene cada uno de sus actos? ¿Existen otros puntos importantes y relevantes en la narración? Nuestro tren hace una parada en este momento, a modo de presentación, siguiendo la estructura que hemos planteado, para volver a arrancar próximamente su motor, contestar a todas estas preguntas y ofrecer su propio nudo y desenlace.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: '2001: Una odisea del espacio'. La pregunta es la siguiente: ¿qué película es la obra maestra de la ciencia ficción? La respuesta debe ser inmediata y clara. Los gustos son subjetivos pero existen hechos indudables y verdades inquebrantables. '2001: Una odisea del espacio' es la película por excelencia. Dirigida por Stanley Kubrick y estrenada en 1968, es considerada un hito en su género, por muchos y muy diversos motivos, transformando y redefiniendo las reglas y las estructuras de la ciencia ficción. Desde Ridley Scott a George Lucas, y otros cuantos maestros de la cinematografía, junto a expertos cinéfilos y entendidos, crítica y público, todos han participado de estas mismas afirmaciones, encumbrando la obra que hoy analizamos a una película de culto, ahora sí añadiendo este adjetivo por su extrema calidad y no solamente por aspectos secundarios en torno a la misma; aunque también existen, ya que una película mítica de este nivel resulta tan interesante por sí misma como por toda la literatura que la rodea. Sin duda el legado que nos ha dejado está presente en numerosas obras posteriores, desde Blade Runner a Star Wars. Nombrábamos la palabra maestros y la sección de hoy recoge el trabajo de uno de los grandes: Stanley Kubrick, director y guionista estadounidense, nacionalizado en Reino Unido, referente destacado en el conjunto de los cineastas más influyentes del pasado siglo. Haber elegido cualquier otra película de su filmografía hubiera sido un acierto, ya que la mayoría de ellas resultan joyas hechas cine. Elegir una representativa de la persona no es tarea fácil pero elegir cualquiera de ellas es apostar sobre seguro. Siguiendo la senda que iniciamos en la sección con Blade Runner, la ciencia ficción nos lleva ahora a '2001: Una odisea del espacio'. La película está basada en un cuento llamado 'El centinela', escrito por el británico Arthur C. Clarke, científico y escritor, divulgador de conocimientos en sus obras, y precisamente es el propio Clarke el que escribe el guion de 2001 junto a Kubrick. La narración de la película recorre y recoge diversos periodos de la historia del hombre, desde el más lejano pasado al más extremo de los futuros. La trama se divide en diferentes partes, cada una de ellas localizada en esos momentos de la humanidad, en el seno de un grupo de primates anteriores al 'homo sapiens' y en el viaje de unos astronautas. Son historias que se construyen y entrelazan en base a un misterioso elemento común: el monolito, un extraño prisma rectangular de color negro y de varios metros de altura, que emite señales de radio y cuya aparición en instantes separados por millones de años desencadena una serie de circunstancias, consecuencias de gran influencia para los hombres que sienten su atracción. El amanecer del hombre es el comienzo de la historia, donde el ser humano es el ser primitivo, el primate. Dos grupos de ellos, como manadas se disputan un territorio. La aparición del monolito a una de las manadas hará que tengan un salto evolutivo a nivel de inteligencia, a la hora de utilizar herramientas como armas, para cazar y para hacer frente al contrario. Transcurren millones de años hasta que nos encontramos de nuevo con el monolito, en esta ocasión enterrado en la Luna. Es el año 1999. Dos años después, en el 2001, comenzará la odisea más importante, la misión a Júpiter. ¿Se encontrará de nuevo el hombre con el singular monolito? ¿Qué ocurrirá en cada nueva coincidencia? El desarrollo de cada viaje en cada parte y las revelaciones que acontecerán, construirán un todo con significado, complicado y no exento de múltiples interpretaciones. Como el desconcertante final, aunque el propio Kubrick dio pistas en los últimos tiempos, tras largas y complejas discusiones y teorías. '2001: Una odisea del espacio', aplaudida a niveles mundiales, debe su calidad a diferentes factores. Por un lado los efectos visuales, consiguiendo el premio Óscar en esa categoría. Por otro lado el rigor científico que exhibe, con carencias en algunos aspectos debido a las limitaciones técnicas existentes en el momento en el que es rodada, y limitaciones de conocimiento científico, ya que sería al año siguiente a su estreno, cuando el hombre llegaría a la Luna. Finalmente, otro de los factores importantes, que completa los aciertos del filme, es su estilo visual vanguardista. Si bien al principio existían opiniones en contra, principalmente por su tono abstracto, la deriva de la consideración a esta película ha seguido un continuo camino a la excelencia. '2001: Una odisea del espacio' es todo esto y mucho más. Es la música de 'Así habló Zaratustra' y 'El Danubio azul'; es el hueso lanzado al aire por el primate, que cae convertido en un satélite espacial, siendo una de las mayores elipsis temporales que existen en el cine; y es el supercomputador HAL-9000, la inteligencia artificial capaz de leer los labios de los hombres. En resumen, '2001: Una odisea del espacio' es un título imprescindible, para seguidores y no seguidores de la ciencia ficción, en todo listado y manual del buen cinéfilo.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'The Warriors'. Remontémonos primero muy atrás en el tiempo. Jenofonte, historiador griego que había sido discípulo de Sócrates, escribió un relato llamado 'La Anábasis', también conocida como 'La expedición de los diez mil'. En esta narración se contaba la expedición militar de Ciro 'el joven' contra su hermano el rey de Persia Artajerjes II, y cómo los mercenarios griegos a su servicio intentaban retornar a su patria, una vez Ciro era derrotado y había muerto. Se preguntarán qué tiene que ver un clásico griego con nuestra película pero todavía no hemos terminado nuestra odisea de relaciones. En muchas ocasiones el hilo de las ideas es mucho más largo de lo habitual. La historia que había narrado Jenofonte fue la inspiración para un novelista estadounidense llamado Sol Yurick, para que escribiera en el año 1965 su primera novela, titulada 'The Warriors'. Ya empezamos a ver un poco el final del horizonte de sucesos pero continuemos con la senda que iniciamos en la civilización Griega. En la novela, Yurick mezcla 'La expedición de los diez mil' con una historia sobre guerras de bandas callejeras que tiene lugar en New York. La compra de los derechos cinematográficos fue el siguiente paso. Una copia de la primera versión del guion junto con un ejemplar del libro llegaron a las manos de Walter Hill, el que sería el director de la película. 'The Warriors', filme de acción con el mismo título que el escrito en el que se basa, conocida como 'Los amos de la noche' en España, es estrenada en el año 1979, envuelta en la polémica debido a las manifestaciones de violencia que generaba. A pesar de esta recepción, empañada por el vandalismo y algún asesinato, llegaría a convertirse en una película de culto. La trama principal nos presenta un viaje muy especial, una expedición que cambia los personajes griegos por otros más urbanos, la epopeya de una banda callejera que desea regresar a su hogar, a su territorio, y los obstáculos que vence en el camino, cuando han sido acusados de un asesinato que no han cometido, el del líder de una de las bandas más respetadas de la ciudad, y deben huir por ello. Nos encontramos en un New York diferente al que conocemos. Estamos sumergidos en una distopía futurista que no tiene nada que ver con civilizaciones tecnológicas o controladas por un ojo que todo lo puede ver. La gran manzana acoge a cientos de bandas de todo credo y condición. En cierto momento acuerdan una tregua. Cesarán sus hostilidades para reunirse todas y oír a uno de sus líderes: Cyrus. Tiene pensada la unión de todas las facciones para hacer frente a la policía y así juntos tomar la ciudad. Pero algo inesperado ocurre mientras se celebra la reunión, a la cual han sido convocados nueve miembros de cada una de las pandillas, y alguien dispara a Cyrus. Una de las bandas, los Warriors, es inculpada del crimen, siendo todos ellos totalmente inocentes. La tregua termina con la confusión. Señalados y perseguidos, huyen dirección a su distrito, Coney Island, lugar natal donde tendrán al menos una posibilidad. La odisea del grupo, al que han puesto un precio muy elevado, acosados por el resto de rivales e incluso la policía, transcurre entre las calles duras de una ciudad peligrosa, en tren y a pie, separados en algún momento del viaje pero reunidos finalmente para el clímax final, momento de la aventura en el que la verdad será revelada. Finalmente, habiendo recalado en puerto, calmada la tempestad, un DJ anunciará que la situación de alarma con los Warriors ha terminado y los saludará con una canción. De obra vapuleada por la crítica, al igual que la banda que intenta salvar su vida, ha mudado su piel a obra de culto, con influencia y referencias en muchos aspectos de la cultura popular, en el mundo del videojuego, en canciones y en escenas de series de animación; con reuniones con los actores y viajes conmemorativos entre las estaciones de tren por las que los Warriors escapan de la muerte. En esta ocasión, la expedición de los guerreros no tuvo lugar en un tiempo remoto y en un lugar distante, sino sobre la larga senda que cubre el cortante asfalto.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Belle Époque'. En muchas ocasiones las grandes obras, no solamente en cine, tema que nos ocupa, sino también en otras ramas de la creación, nacen, tienen su germen, no fruto de la casualidad, y sí de la causalidad, del caldo de cultivo de mezclar el talento con el trabajo, y de darse al mismo tiempo varios factores, en un momento y un lugar determinados, irrepetibles. Toda esta reunión de circunstancias, genera en ocasiones grandes proyectos que se materializan en realidad, por suerte para todos los que disfrutamos de ellos. Uno en particular constituye la película que tratamos, 'Belle Époque', producción del año 1992 y dirigida por Fernando Trueba. Siguiendo el hilo de la gestación de las grandes ideas, la de este filme tiene su origen en un restaurante de Madrid, lugar donde solían reunirse Fernando Trueba, Rafael Azcona y José Luis García Sánchez, tres grandes de nuestro cine, para charlar sobre posibles proyectos cinematográficos. Y de los tres, que suman en conjunto ingenio de realización y guion, nace en el año 1990 'Belle Époque', consecuencia de las conversaciones entre platos, conteniendo la historia algunos retazos biográficos del propio Trueba, llamándose el protagonista también Fernando, y el suegro de ambos, en la realidad y en la ficción, compartiendo además idéntico nombre, Manolo, interpretando este personaje el genial Fernando Fernán Gómez. 'Belle Époque', comedia dramática, ingeniosa, coral y fresca, es la segunda película española en alzarse con un premio Óscar, en la categoría de habla no inglesa, sucediendo a 'Volver a empezar' de José Luis Garci en el año 1982, además de llevarse seis premios Goya. El título no hace referencia al contexto histórico, si no que se enmarca en los días que preceden a la proclamación de la Segunda República Española, y a los posteriores a ese tiempo. Nos encontramos en el año 1930, en vísperas del evento histórico, en una pequeña localidad de nuestro país. Después de la fallida sublevación de Jaca, pronunciamiento militar contra el régimen de Alfonso XIII, durante los últimos meses de la monarquía, Fernando, joven soldado, desertor en su ejército, es acogido por Manolo, artista que le ofrece ayuda. En ese momento Fernando, gracias a la amistad con Manolo, entra a vivir en la casa de este último, lugar al que acudirán las cuatro hijas del artista, llevando al joven protagonista a embarcarse en un juego de seducción con todas las hermanas. En el reparto, aparte del ya mencionado Fernando Fernán Gómez, en el papel del dueño de la casa y padre de las cuatro mujeres, destacan Jorge Sanz como Fernando; Penélope Cruz, Míriam Díaz-Aroca, Ariadna Gil y Maribel Verdú como las hijas; y otros nombres importantes como Gabino Diego, Agustín González y Chus Lampreave, entre otros cuantos, elenco actoral coral rebosante de calidad de matices. La localización del rodaje se situó en Portugal, debido a la diferencia de costes de producción con España, más económicos en el país luso, y los mínimos cambios que presentaba ese lugar, desde la época de la historia hasta nuestros días. La idea de Fernando Trueba era que la evocación de esos parajes no recordara a ninguna región en concreto de nuestra geografía, y respecto a la ambientación y marco histórico en el que se desarrolla el argumento, éste tampoco debía tomarse como una imagen de aquel periodo. La película, una de las grandes del cine español, no sólo por los premios y el Óscar, se ha ganado con honores esa mención y calificación, por su excelente calidad, reflejo que surgía en cualquiera de los países donde era estrenada.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'The Room'. Hoy analizaremos, emulando el comienzo del título de cierto filme, un extraño caso. Y la película en cuestión, 'The Room', posee un aura de extrañeza a nivel máximo. La pregunta es fácil de proponer, pero la respuesta admite muchas teorías. Cómo es posible, que una película, mala en todos sus aspectos, hasta tal punto de recibir el honor de ser una de las más nefastas de la historia del cine, haya conseguido tomar otra denominación mucho más positiva en los últimos tiempos: nada más y nada menos que ahora se trata de un clásico de culto. ¿Realmente es tan mala?. Esta otra pregunta es fácil y no hay equívoco alguno: sí, lo es. Decíamos que en todos sus aspectos: en el guión, en la interpretación y en cuestiones técnicas. Pero, aun con todo, su proyección en salas constituye un evento inigualable, con decenas de seguidores que acuden a la cita, programada periódicamente, con el único propósito de pasar un rato memorable de comedia, disfrutable en equipo, con un público entregado a una serie de directrices programadas de antemano: gritos en momentos clave determinados, frases coreadas en escenas míticas y risas, muchas risas, desbordadas por una comedia por accidente. Porque ni en el género acertó su creador, habiendo pensado su obra maestra como una pieza sin atisbos cómicos. Y este creador, fabricante de esta pieza inclasificable, merece un apartado propio para ser definido. Hablamos de su director, guionista, productor ejecutivo y actor protagonista, Tommy Wiseau, estadounidense de ascendencia polaca, tipo peculiar, autor de una serie de televisión y un documental, actor en diversos trabajos, pero mundialmente conocido por habernos servido uno de los iconos del cine bautizado como 'Trash', es decir, cine basura. 'The Room', su película, su proyecto más personal, título del año 2003, como su nombre indica, la habitación, muestra principalmente como localización este espacio, lugar de entrada y salida constante de gente, construyendo una historia tejida de desaciertos, como subtramas que no concluyen, como sustitución de personajes en medio de la narrativa y como diálogos que no parecen tener concordancia con la lógica. Esta monumental oda al despropósito tiene en sus títulos de crédito a la productora llamada sospechosamente 'Wiseau-Films'; y no es algo que pueda causar sorpresa, ya que no hubo apoyo por parte de ninguna productora, siendo asumido el coste de la película enteramente por el señor Wiseau, cifra que alcanzó los seis millones de dólares. El rodaje debió ser todo un espectáculo. No tenemos por qué imaginarlo, podemos recrearlo, tan sólo visionando inmediatamente después de 'The Room', la película 'The disaster artist', filme estrenado en el año 2017, dirigido y producido por James Franco. Este trabajo adapta las memorias, publicadas con el mismo nombre, del actor Greg Sestero, que fue parte del elenco de 'The Room', y en las que se cuenta en clave de comedia, las peripecias de la creación, preparación y rodaje del clásico de culto. En 'The disaster artist', James Franco interpreta a Tommy Wiseau, papel que le valió un Globo de Oro. Además la película conseguiría la Concha de plata en el año de su estreno. Pero regresemos a 'The Room', la que ocupa un puesto de honor en la lista de peores películas de la historia, aunque ya hemos comprobado que no existe una objetividad absoluta a la hora de valorar la opinión de la crítica especializada, siendo nuestros puntos de vista los que tomemos como correctos. Como muestra, podríamos hablar de Ed Wood, peor director de todos los tiempos, pero otra figura mítica que roza lo culto y que recibe el homenaje de otro maestro, el gran Tim Burton. Entremos de nuevo en esa maravillosa habitación, que involuntariamente pasó al territorio de la comedia. Este fenómeno que en los últimos tiempos mueve a legiones de fanáticos, nace con el boca a boca originado por una sola persona, el colaborador de webs humorísticas Michael Rousselet, quien dando cierto día con la proyección de 'The Room', en pleno fracaso de taquilla y a punto de ser retirada con el diagnóstico de desastre, se armó de valor y permaneció en la vacía sala de cine hasta el final de la película, a pesar de las perturbadoras declaraciones que le mostró el taquillero: 'Aquel largometraje era peor que recibir un hachazo en la cabeza'. Y así se creó la leyenda, por un milagroso golpe de suerte, uno de los muchos resortes que proporcionan el carácter de clásico o de culto. No obstante, pensemos que nada es malo ni bueno, ni mejor ni peor, si no la consideración subjetiva de alguien que ama lo que ve.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Cine y cines'. El tren del celuloide hoy va de recuerdos. De aquellos cines de nuestro pasado, de nuestra vida; de todas las sensaciones que comenzaban desde la idea de pasar una jornada en el cine, hasta que esa misma noche nos dormíamos, todavía con el recuerdo intacto de la aventura vivida en aquel entorno mágico. Hoy va de nostalgia. De aquellas películas que aguardan en nuestros recuerdos, en nuestra memoria; imborrables e intocables, que forman parte de nosotros, acompañándonos desde el instante que las disfrutamos y movieron en nuestra persona un buen puñado de emociones. Y dirán los perspicaces por qué, si los cines y el cine son algo muy presente. Efectivamente, contesto desde este humilde espacio y rincón de las películas. Desde luego que se trata de un tema muy actual. Pero al mismo tiempo es futuro y lejana historia. Aunque se trate de un gigante que comenzó a caminar relativamente hace poco y que madura cada día, y ha dejado tras de sí una lista de huellas imperecederas e intensas, en la existencia de la humanidad que ha contemplado, la misma que le ha contemplado a él, por lo tanto somos cada uno de nosotros bendecidas víctimas del séptimo arte, recolectores de ese rastro de obras, sin importar sean menores o maestras, ya que su grandeza radica en que para nosotros, como individuos, en ese momento y lugar determinados, esa película significó algo muy valioso. Era un día cualquiera de la semana. Habías planeado acudir con los amigos al cine. Tenías las monedas suficientes. Antes con unas pocas bastaba. Se llamaban pesetas y te daban para ver la película y mucho más. Del lugar de encuentro se llegaba a la primera parada: la taquilla. Sólo existían tres sesiones y a veces una golfa, sin medias ni cuartos, todo era en punto. No existía bizum, así que o cada uno pagaba su entrada o el más avispado en matemáticas se encargaba de todo. La ceremonia de las palomitas nunca faltaba. Asociar cine con palomitas es una de las verdades fundamentales de la vida. Entrar tarde por el tardón del grupo, nos llevaba a la lejana escena del acomodador y su salvadora linterna. Llegar pronto derivaba en la contemplación del entorno bajo el son desapercibido de alguna melodía de ascensor. ¿Era un día cualquiera de la semana?. Rotundamente no. Era un día de cine y eso no era cualquier cosa. La segunda parada era el increíble momento que llegaba con la oscuridad. Se apagaban las luces y un timbre anunciaba a los de proyección, en las alturas, que al momento lanzaban el encantamiento sobre el patio de butacas. Tercera parada, frontera y antesala con los sueños, referencia lanzada sólo para unos pocos: Movierecord. Esa sintonía era la cabecera de la magia, la promesa de que la próxima hora y media iba a ser un viaje total de nuestros sentidos, a un lugar en el cual nuestros problemas no existían, donde nuestros pesares y cargas no tenían cabida. Y así comenzaba todo, el verdadero viaje, global y en conjunto con toda la sala, y también personal y solitario, travesía interior en este caso, y en la cual, al igual que los personajes de la pantalla, al terminar no seríamos los mismos que comenzamos, describiendo al mismo tiempo un arco de transformación interno, y guardando quizá la historia visionada como un nuevo tesoro, objeto y vivencia sumada a nuestra mochila personal, porque también somos las películas que vimos, vemos y veremos. Y acababa la sesión, en un buen fundido a negro, con los créditos, la música de la banda sonora, la luz y las miradas cómplices con tu alrededor. Era la secuencia de la salida con las amistades pero podía haberse desarrollado en otro contexto. Quizá se ubicaba mucho más atrás en el tiempo y tus padres se encargaban de todo. Quizá viajabas de la mano de un primer amor. O sencillamente te embarcaste solo en la aventura. ¿Por qué no?. Al final la senda a través de los fotogramas siempre resulta algo muy personal y recogemos del cine las frases, las escenas, las músicas y las películas, que han conseguido tocar algún punto sensible de nuestra alma, llegando nosotros a recordar, en ocasiones, con mayor intensidad que otros hechos, partes de nuestra historia vital, utilizando referencias al cine. Quizá con la edad la memoria se debilite pero seguro que nunca olvidaremos la sensación, por ejemplo, de atravesar emocionados el túnel que llevaba al cine Coliseo. O entrar en el Mola. O en muchos otros que tristemente desaparecieron. Nos queda su legado. Permanecerán vivos por siempre mientras los recordemos, mientras hablemos de ellos, escribamos sobre ellos y vayamos al cine.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Líneas de guión: 2ª parte'. Hoy nos aguardan de nuevo varias escenas de películas y, de la mano de ellas, realizaremos la inmersión a esos mundos interiores que sólo el cine es capaz de crear, ayudándose de esa otra mitad, también indivisible junto con la imagen, el sonido, que por medio de las palabras que nacen de las líneas de los guiones, pronunciadas por actores y actrices, nacidas de los pensamientos de los guionistas, nos envuelven y transportan al otro lado de las pantallas, sumergiéndonos en el mismo cuento, enfrentándonos a la aventura y al mal que acecha en el exterior, o colocándonos frente a un espejo si el mal vivía en lo más profundo de nuestra alma. “La mañana, esa mañana eternamente repetida trepa como un gusano por los corazones de los hombres y de las mujeres de la ciudad; golpeando, casi con mimo, sobre los mirares recién despiertos, esos mirares que jamás descubren horizontes nuevos, paisajes nuevos, nuevas decoraciones. La mañana, esa mañana eternamente repetida, juega un poco, sin embargo, a cambiar la faz de la ciudad, ese sepulcro, esa cucaña, esa colmena” 'La colmena'. “Puede que yo sea la única persona sobre la faz tierra que sepa que eres la mujer más fantástica de la tierra. Puede que yo sea el único que aprecie lo asombrosa que eres en cada una de las cosas que haces. Y en cómo eres con Spencer. Spence. Y en cada uno de los pensamientos que tienes. Y en cómo dices lo que quieres decir. Y en cómo casi siempre quieres decir algo que tiene que ver con ser sincero y bueno. Y creo que la mayoría de la gente se pierde eso de ti. Y yo les observo preguntándome cómo pueden verte traerles su comida y limpiar sus mesas y no captar que acaban de conocer a la mujer más maravillosa que existe. Y el hecho de que yo sí lo capte me hace sentir bien conmigo mismo. - ¿Eso es algo malo para poder tenerte cerca, para ti?. - ¿Te voy a agarrar?. No pretendía que fuera una pregunta. Te voy a agarrar”: Mejor… imposible'. “Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”: 'Trainspotting'. “Siempre había oído que toda tu vida pasa ante a tus ojos el segundo antes de morir. Para empezar, ese segundo no es un segundo en absoluto, se hace algo inmenso, como un océano de tiempo. En mi caso aparecía yo tumbado boca arriba en el campamento de los boy scouts mirando estrellas fugaces y las hojas amarillas de los arces que flanqueaban nuestra calle; o las manos de mi abuela y su marchita piel, que parecía papel; y la primera vez que contemplé el nuevo Firebird de mi primo Tony; y Jenny. Y Jenny... Y Carolyn. Supongo que podría estar bastante cabreado con lo que me pasó, pero cuesta seguir enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la contemplase toda a la vez, y me abruma, mi corazón se hincha como un globo que está a punto de estallar. Pero recuerdo que debo relajarme, y no aferrarme demasiado a ella, y entonces fluye a través de mi como la lluvia, y no siento otra cosa que gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida. No tienen ni idea de lo que les hablo, seguro, pero no se preocupen: algún día la tendrán”: 'American Beauty'. “Me he subido a mi mesa para recordarme que debemos mirar constantemente las cosas de un modo diferente. El mundo se ve distinto desde aquí arriba. Si no me creen, vengan a comprobarlo, vamos, venga. Cuando ustedes crean que saben algo, deben mirarlo de un modo distinto. Aunque pueda parecer tonto o equivocado, deben intentarlo. Cuando lean no consideren sólo lo que piense el autor. Consideren lo que piensan ustedes. Muchachos, deben luchar por encontrar su propia voz. Y cuanto más tarden en empezar, tienen menos probabilidades de encontrarla. Thoreau dijo: muchos hombres viven en una silenciosa desesperación, no se resignen a eso, escapen”: 'El club de los poetas muertos'. “Sé que no hay cobardes entre ustedes y que están tan ansiosos como yo por entrar en combate. Pero debemos atraerle a nuestro costado para lanzar la trampa. Templen sus nervios. La disciplina es tan importante como el valor. L´acheron es un hueso duro de roer. Tienen el doble de cañones y el doble de hombres. Y venderán cara su vida. Gavieros: manejarán las escotas de un modo inadecuado hasta la orden de descargar el viento de nuestras velas. Lo que nos detendrá casi por completo. Cañoneros: pongan en batería esos cañones volando. Al quitar las ruedas traseras han ganado elevación pero sin retroceso no podremos recargar. Batería de babor: sólo dispondrán de un disparo, un sólo disparo. Ataquen su palo mayor. Dependemos de su precisión, sin embargo será peligrosa aun inutilizada. Como una bestia herida. El capitán Howard y los infantes barrerán su cubierta con cañones de pivote y mosquetes desde las cofas. Para equilibrar las cosas antes del abordaje. Ellos pretenden apresarnos. No quieren que suframos daños. Su codicia será su perdición. Amenazan con invadir Inglaterra y aun al otro lado del mundo este barco es nuestro hogar. Este barco es Inglaterra. Todos a su cabo o a su cañón. Órdenes rápidas y precisas. Después de todo la sorpresa es nuestro barco”: 'Master and Commander: Al otro lado del mundo'.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Casablanca'. Consideremos la época clásica de Hollywood, la cual abarca el periodo que va desde 1910 a 1960. Innumerables títulos pertenecientes a esa época han llegado a ser auténticas joyas del séptimo arte, pero hay uno que destaca sobre los demás y al que se considera como modelo dentro del conjunto. Se trata de la mítica 'Casablanca', una obra maestra con mayúsculas, merecedora de los primeros puestos en todos los estudios sobre las mejores de la historia del cine. Dirigida por Michael Curtiz en 1942, es una película estadounidense de género drama romántico, que narra una historia ambientada en la ciudad de Casablanca en Marruecos, durante la Francia o régimen de Vichy, gobierno colaboracionista de la Alemania nazi en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Tres actores principales se ponen al frente: Humphrey Bogart como Rick Blaine, Ingrid Bergman como Ilsa Lund y Paul Henreid como Víctor Laszlo; y entre los actores de reparto destacan Claude Rains como el capitán Louis Renault y Peter Lorre como Ugarte. El guion de 'Casablanca' está basado en una obra de teatro que nunca llegó a estrenarse en su tiempo: 'Todos vienen al café de Rick', y es fruto del trabajo creativo de hasta cuatro guionistas junto con la visión del propio director. Es ganadora de tres premios Óscar en la edición de 1943: mejor guion adaptado, mejor director y mejor película, habiendo sido nominada para otros tres premios que no pudo conseguir. El éxito conseguido, tanto a nivel de premios en su momento, como la consideración de clásico de culto en nuestros días, no era nada esperado. Poseía todos los elementos para que así fuera, pero posiblemente se pensó que engrosaría la multitud de títulos que se rodaban en el Hollywood de aquellos tiempos. La realidad fue muy distinta. El tiempo proporcionó a la película una popularidad diferenciadora, siendo elevada a los altares de la cinefilia precisamente por todos los amantes del celuloide, impulso de autoría principal el público y no esa maquinaría de realización llamada industria. El argumento nos sitúa en 'El café de Rick', el local nocturno más conocido de Casablanca, el antro más famoso de la ciudad, el espacio de exclusividad y el templo del juego, el enclave principal en el que confluye la trama, el núcleo de la historia. En la gerencia del mismo se encuentra Rick Blaine, un americano estandarte del cinismo, que ha abandonado su país por causas desconocidas. Los clientes habituales de 'El café de Rick' pertenecen a muy diferentes grupos de personas: desde simples ladrones a oficiales nazis, y desde refugiados políticos a simpatizantes de la Francia de Vichy. El detonante de la historia comienza con el asesinato de dos oficiales alemanes que portan dos cartas muy especiales, dos salvoconductos que otorgan libertad de circulación por Europa a quienes los lleven consigo. El autor del delito es un criminal llamado Ugarte, que deja estas cartas a Rick para que las custodie, hasta el momento en el que las venda, debido al gran valor que tienen por su naturaleza de libertad. Pero es arrestado por la policía local, antes de producirse el lucrativo negocio, llevando el mando de esta detención el capitán Louis Renault, agente corrupto de Vichy. Los desencadenantes del siguiente conflicto para Rick, los que ponen su mundo del revés, son los que esperaban comprar las ansiadas cartas: el matrimonio formado por Ilsa Lund y Víctor Laszlo. Ella es la ex amante Rick, abandonado por ésta sin explicación alguna mientras compartían días felices en París, y él es un importante líder de la resistencia. ¿Ayudará Blane a que su antiguo amor escape de allí con su marido?. El dilema está servido. 'Casablanca' es una obra sólida llena de contrastes, una experiencia fantástica para cualquiera que se acerque a ella, brillante por el guión y la dirección, por la fotografía, por la química desprendida por sus protagonistas, por su música y por una larga lista de aciertos que ha alabado desde siempre la crítica. 'Casablanca' es el compositor Max Steiner y es la canción 'As time goes by' de Herman Hupfeld que toca Sam el pianista del Café. 'Casablanca' es el duelo de canciones con claro vencedor de 'La Marsellesa' y es un recuerdo de escenas y frases inolvidables, porque 'creo que éste es el principio de una gran amistad' y 'siempre nos quedará París'.
No existe mejor momento para visionar y comentar esta película, que el de la época navideña. Ya hemos pasado esas fechas por unas semanas, pero tampoco es importante, porque ni fueron celebraciones típicas, para muchos, ni el filme que nos ocupa lo es. Ni es típico ni es común. Es original, inmortal e irrepetible. Por eso es una obra grandísima. Maestra. Aparte de muchísimos más elementos que la convierten en una de las mejores comedias de todos los tiempos. 'La vida de Brian', película de 1979, constituye el tercer largometraje del grupo cómico británico conocido como 'Monty Python', grupo de seis humoristas cuyos nombres no resultan desconocidos, provocan la inmediata sonrisa y engrosan el listado de los grandes: Graham Chapman, John Cleese, Terry Gilliam, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin. Su influencia ha llegado a ser de tal magnitud en el mundo de la comedia, que ha sido comparada con la de Los Beatles en el de la música. Su humor camina a sus anchas por el terreno del absurdo y sobrepasa libremente los límites de lo políticamente correcto. Y perfectamente estos ingredientes aparecen en 'La vida de Brian', éxito de taquilla en Reino Unido en 1979 y éxito en la crítica especializada, pero no exenta de polémica, dato éste que no hizo otra cosa que avivar el fantástico funcionamiento del filme en su paso por las salas, produciendo el efecto contrario al esperado. Polémica que llegó a ser un escándalo tal, que la obra fue prohibida en países como Irlanda o Noruega, o surgían poniendo el grito en el cielo manifestantes pertenecientes a asociaciones de rabinos en Nueva York. No solamente los problemas nacieron tras el estreno, ya que en el trabajo previo los obstáculos impidiendo su rodaje fueron tan graves como reales: tras la lectura del guion, el presidente de la productora encargada del proyecto, EMI Films, se negaba a financiar la película y lanzaba una de las frases para el recuerdo: 'No permitiré que la gente diga que yo me burlé del jodido Jesucristo'. Pero la salvación llegó de la mano de un buen amigo de los Python, el ex beatle George Harrison, con hipoteca de casa y creación de productora propia, y con un coste total de tres millones de libras. 'La vida de Brian' es creada como toda obra importante y original, originándose a partir de una idea clara y potente, y una premisa original. En nuestro caso la historia es la respuesta a una pregunta: ¿y si un judío, que nace el mismo día que Jesucristo, es confundido con éste en varias ocasiones a lo largo de su vida?. Esa es la historia, la de Brian Cohen, nacido en un establo muy próximo al del verdadero Mesías, desconcertando desde sus primeros momentos de existencia a los mismísimos Reyes Magos, que le ofrecen los tres conocidos regalos por error, pero regresan al poco para quitárselos y llevarlos a su verdadero destinatario. Brian crece y se convierte en un joven con ideales, opuestos a la ocupación romana sobre su pueblo, incluso tras la revelación de su condición de hijo bastardo y de la identidad de su padre, un centurión romano de nombre Traviesus Máximus. Con todos estos cimientos tan fuertes y locos sobre los que se sustenta la trama, es normal que el desarrollo sea un continuo pase de situaciones gamberras y divertidas, y de nueva interpretación de los textos bíblicos con el toque disparatado de los Monty Python, inventando situaciones y escenas inolvidables, recordadas y disfrutadas con la misma intensidad. Como el movimiento separatista que se opone a los romanos, el famoso Frente Popular de Judea, donde sus partidarios y socios terminan peleando entre sí, o contra una asociación similar llamada el Frente Judaico Popular, en vez de poner su esfuerzo en el enemigo común; o como el ataque de risa de los guardias de Pilatos, al escuchar de éste el nombre de uno de sus mejores amigos, el centurión Pijus Magnificus; y como no, el final, el clímax que cierra una historia perfecta, la conclusión ideal que resume el carácter de la historia y del propio grupo de los seis cómicos: la escena de todos los crucificados que acompañan a Brian, cantando la misma canción, a coro, en un intento de animarle por la desgracia de haber acabado allí. Una canción mítica para un final mítico, y un estribillo a silbar cargado de buen ánimo: 'Mira siempre el lado positivo de la vida'.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'El bueno, el malo y el feo'. Comienza el viaje, comienza la sección y un nuevo año, el de la esperanza, con el mismo mal asolando y acechando en cada esquina, pero con la sensación generalizada de que una posible luz asoma finalmente tras este túnel pandémico. Y mientras la vida sigue el curso de las manillas del reloj, del tiempo que se escapa cual cocodrilo tras un Capitán Garfio cualquiera, pagamos el simbólico viaje del cine, sin coste alguno ya que el pago lo proporciona la voluntad de comenzar una historia, y nos dejamos llevar y guiar por otro paisaje onírico, esta vez muy determinado y específico, un universo con unas reglas muy concretas que lo definen. Es un paisaje árido en su conjunto, desierto de polvo, piedras y espuelas. Aquí las llanuras que perfila el Sol plagan de peligros los caminos con bandoleros, vaqueros e indios, buscadores de oro y cazarrecompensas. Cristalina queda la imagen, fácil de adivinar, del Western y sus personajes, sus normas e iconos; pero no es el típico que nos asalta a la imaginación como bandidos con pañuelo en boca, ese de raíces americanas, original y clásico, de diligencias y ríos bravos, de pistoleros en el crepúsculo de sus vidas y carreras, que no perdonan y desenfundan sus revólveres. En esta ocasión tratamos el subgénero llamado Spaghetti Western, término que denotaba el origen europeo pero que no sólo delimitaba una fórmula por cuestiones geográficas, sino que establecía un mundo de personalidad propia. De todas las joyas nacidas en el seno de este cine destaca una serie de filmes dirigidos por el mismo director, y de todos los creadores surgidos en esta corriente destaca el realizador de esas mismas destacadas. Se trata del maestro Sergio Leone y sus conocidísimas películas 'El bueno, el malo y el feo', 'Por un puñado de dólares' y 'La muerte tenía un precio', todas ellas pertenecientes a lo que se conoce como la Trilogía del dólar. No significa que no existieran muchos más títulos y autores, pero cualquier persona desde el grado más bajo de cinefilia reconoce todas estas referencias e incluso es capaz de tararear las melodías de sus famosas bandas sonoras. Hoy dedicamos la sección a la última película de esta trilogía: 'El bueno, el feo y el malo'. Se considera una de las mejores películas de la historia del cine. Sin duda alguna, aunque no guste el género, objetivamente la historia, el tema y el guion son tan atractivos como sólidos. Como ya dijimos, pertenece al subgénero del Spaghetti Western, llamado también Western Europeo, el cual fue creado y trabajado por realizadores italianos en las décadas de los sesenta y setenta, como contrapunto a las producciones americanas. Sus filmes se financiaban tanto en Italia como en España, de ahí el término de Spaghetti, aunque menos conocido es el de Chorizo Western cuando la realización era española. Dirigida por Sergio Leone, es estrenada en el año 1966, última de la trilogía comenzada en 1964 y continuada en 1965. La trama nos presenta a tres personajes inolvidables, tres pistoleros de características muy bien definidas. Por un lado tenemos al bueno, interpretado por Clint Eastwood, apodado 'Rubio'; por otro lado el malo en la persona de Lee Van Cleef, cuyo sobrenombre es 'Sentencia'; y finalmente el feo caracterizado por Eli Wallach alias 'Tuco'. El argumento envuelve a los tres en la búsqueda incansable y enfermiza de un tesoro oculto en un lugar secreto, durante la guerra de Secesión Americana. El bueno es un cazarrecompensas, el malo es un asesino sargento de la Unión y el feo es un ladrón. Los tres son pistoleros sin escrúpulos que ambicionan ese tesoro, el cual consiste en una buena cantidad de monedas de Oro. Una de las dificultades añadidas a esta búsqueda, detalle que dota a los acontecimientos de una originalidad añadida, consiste en que ninguno conoce con exactitud la ubicación exacta de la fortuna que buscan, no conocen la información completa sobre la misma, y por el contrario dos de los protagonistas, el bueno y el feo, de forma particular poseen una sola parte de esa localización, como dos piezas que deben unirse para revelar una verdad. Revelación que les proporciona a cada uno de ellos un soldado a punto de morir, unos datos valiosísimos confesados a dos personas diferentes en los últimos segundos de existencia. La consecuencia es que esto les obligará a trabajar en una supuesta sociedad frente al tercero en discordia, el malo. El tesoro permanece enterrado. Uno conoce el nombre del cementerio, 'Sad Hill', y el otro el de la tumba. El clímax de la película creará una secuencia sin precedentes en el cine, un duelo a tres, sobre el círculo de suelo de piedra del cementerio, triángulo de intensas miradas del trío protagonista, todo ello impregnado, al igual que el resto de esta esencial obra maestra, por la magnífica banda sonora compuesta por Ennio Morricone. Inconfundible la música al igual que los escenarios, reconocibles parajes españoles que emulaban el lejano y viejo oeste. Inconfundibles las melodías de los silbidos y los primeros planos, y las escenas de esta mítica película.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Curiosidades de cine'. Más o menos, el proceso completo que sigue un cinéfilo, o sencillamente una persona curiosa por saber más, consta de los siguientes pasos: ves y disfrutas una nueva película, y resulta que te ha atrapado, que la consideras merecedora de entrar en tu listado personal de tus mejores, que te ha emocionado y necesitas aplacar la pena impuesta por el telón bajado. Y esa necesidad resulta doble porque deseas saber y sentir más, y continuar empapándote de su historia. Si la obra estaba basada en un libro y lo leíste ya, su segunda lectura te aguardará; por el contrario si nunca habías viajado entre sus páginas, lo harás instantáneamente. Si la literatura sobre el filme se crea a posteriori, serás el primero en hacer la fila que te lleve a poseer el novedoso ejemplar. Y no sólo te perderás en los escritos oficiales, sino también en cualquier referencia impresa que encuentres, extendiendo la búsqueda mucho más allá de los párrafos y las palabras, haciendo que tu investigación ponga sus ojos en el medio audiovisual: versiones y remakes, precuelas y secuelas, y películas afines. Y en medio de toda esta mezcla, terreno donde tienen su origen, se mueven constantemente las curiosidades de cine, esos datos valiosos e interesantes, que nacen durante la gestación de los rodajes, cuando solamente son ideas en la mente de un guionista, que surgen mientras se rueda, que aparecen en la fase final de la creación y que saltan detrás de las cámaras. Hoy recorreremos el camino de la sorpresa y no será la única vez que lo hagamos. De todos es sabido los métodos de los actores para meterse en sus papeles, prácticas de interiorización y descubrimiento del personaje. Cada uno utiliza sus técnicas pero algunos de los mejores van más allá: Robert de Niro pagó la suma de cinco mil dólares a un dentista, para que éste estropeara sus dientes de tal forma que parecieran lo máximo posible a los de un ex convicto, papel maravillosamente interpretado para 'El cabo del miedo' de Martin Scorsese. Tras la finalización del rodaje, el mismo dentista fue de nuevo pagado con dos mil dólares, para que efectuara la reconstrucción de su dentadura. Pasemos a otro nombre de los grandes, Robert Redford, comentando que tan sólo ha sido nominado a un Óscar como mejor actor, en 'El golpe' de George Roy Hill, y que los demás premios de Hollywood fueron el de mejor director por 'Gente corriente', la nominación en la misma categoría por 'Quiz Show' y el honorífico. Y hablando de honor, hagámoslo también de integridad, como el discurso sobre la virtud que proclama en un fantástico monólogo Al Pacino en 'Esencia de mujer' de Martin Brest, actor que sigue la línea del método anteriormente tratado, cuando para este papel de una persona invidente, el único que le valió un Óscar, trasladó su personaje fuera del estudio de grabación, en la calle, usando bastón y evitando mirar a los ojos de la gente con la que hablaba. Charlemos sobre directores. Steven Spielberg tenía la costumbre, en los primeros años en la industria cinematográfica, de colarse en los estudios Universal, utilizando una oficina vacía como la suya propia, aunque la funcionalidad de la misma fuera nula. Este hecho inspiró en parte al personaje de Michael J. Fox en 'El secreto de mi éxito' de Herbert Ross, el cual imita la práctica antes mencionada de la oficina. Ahora tratemos otra estancia muy particular: la ducha. Una de las más famosas escenas del cine es la de la ducha en 'Psicosis' de Alfred Hitchcock, la cual en un principio iba a ser totalmente grabada de forma silenciosa. El compositor Bernard Herrmann, sin hacer mucho caso al mítico realizador, le dio al célebre momento la pieza musical de cuerda adecuada, resultado alabado por el director, ya que la parte del apuñalamiento mejoraba considerablemente. Seguimos con Hitchcock, ahora en 'La soga'. Se dice que esta película está rodada en un único plano secuencia, de principio a fin, pero la realidad no es esa; aunque el mérito no anda muy desencaminado ya que la componen un total de diez tomas, unidas por engaños visuales casi imperceptibles, como el acercamiento de algún objeto al objetivo de la cámara, fundiendo a negro el plano y aprovechando ese momento para realizar el corte adecuado. De un director a un conjunto de directores, como los geniales Monty Python. En 'El sentido de la vida', análisis de las diferentes etapas del ser humano, desde que nace hasta que muere, Graham Chapman, que se había manifestado abiertamente gay, solicitó expresamente que el papel de Dios fuera para él, a modo de protesta por la prohibición de los matrimonios entre personas del mismo sexo en el Reino Unido. Por otro lado, john Clesse, en referencia al galardón conseguido por la película en el Festival de Cannes, atribuía este éxito a que en el jurado se encontraba Orson Welles y que éste se había identificado con el personaje que explota en el filme debido a un atracón de comida. Y para terminar, una ráfaga de curiosidades de cine: una película de las grandes, con varios datos interesantes en lo relativo a premios Óscar, es 'El estanque dorado' de Mark Rydell. Por un lado se trata de la primera y única película en la que reciben al mismo tiempo el premio a la mejor interpretación, dos actores interpretando a un marido y a un mujer: Katharine Hepburn y Henri Fonda. Por otro lado éste último, junto a Jane Fonda, conseguían la distinción de ser los primeros padre e hija en recibir una nominación por el mismo filme. Existe un proyecto de guión como continuación de la exitosa comedia 'Los gemelos golpean dos veces' de Ivan Reitman, parado por años, en el cual a Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito, se uniría un tercer hermano perdido, encarnado por Eddie Murphy. El posible nombre de esta secuela es 'Trillizos'. El único papel destacable del actor Ted Neeley es el del hijo de Dios en la película 'Jesucristo Superstar', celebrando éste en el año 2018 sus cincuenta años interpretando al personaje en diferentes giras teatrales del legendario musical. Y podríamos seguir así durante horas en un interminable desfile de pinceladas de curiosidades cinematográficas, anécdotas divertidas y revelaciones sorprendentes. El proceso de continuación artística que seguiría alimentando nuestra necesidad de más conocimiento, carecería de límites reales, porque en el cine, todos sabemos ya, los límites son los que la imaginación quiera que sean.
Hoy vamos a disfrutar de un programa muy dinámico: recogeremos unas pequeñas muestras de monólogos de películas. Utilizamos la palabra 'pequeñas' porque por muchas que anotemos, la extensión es tan amplia como el número de filmes. Y esto es así porque, aunque algunas son las coincidentes en las opiniones y principales en las enumeraciones, cada uno de nosotros guarda para sí mismo los tesoros escritos que desea, sean populares o no, y los hace suyos. Porque una obra, en cualquier formato, deja de pertenecer a su autor, en el momento que conecta con las personas que acceden a ella. Bien porque nos acompaña en el lugar y momento adecuados, bien porque arranca una emoción de nuestro interior. En resumen, las frases de cine, las líneas de guion, los fragmentos de escenas, hablan directamente a nuestro corazón, enamoran, reivindican, sentencian y muestran sentimientos, epicidad, resignación, alegría, dolor y valor. Y pueden ser simples frases cortas, contundentes y directas, párrafos intensos de principio a fin, o monólogos extensos que son joyas de la escritura. Comencemos entonces con este ejercicio de disfrute sonoro, de evocación de sensaciones a través de las palabras escuchadas. “Veo mucho potencial pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas. Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock. Pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados”: 'El club de la lucha'. “Vivimos en un mundo que tiene muros y esos muros han de estar vigilados por hombres armados. ¿Quién va a hacerlo?. ¿Tú?. ¿Usted, teniente Weinberg?. Yo tengo una responsabilidad mayor de la que puedas calibrar jamás. Tú lloras por Santiago y maldices a los marines. Tienes ese lujo. Tienes el lujo de no saber lo que yo sé. Que la muerte de Santiago, aunque trágica, seguramente salvó vidas. Y que mi existencia, aunque grotesca e incomprensible para ti, salva vidas. Tú no quieres la verdad porque en zonas de tu interior de las que no charlas con los amiguetes, me quieres en ese muro, me necesitas en ese muro. Nosotros usamos palabras como honor, código, lealtad, las usamos como columna vertebral de una vida dedicada a defender algo. Tú las usas como gag. Y no tengo ni el tiempo, ni las más mínimas ganas de explicarme, ante un hombre que se levanta y se acuesta bajo la manta de la libertad que yo le proporciono, y después cuestiona el modo en que la proporciono. Preferiría que sólo dijeras gracias y siguieras tu camino; de lo contrario te sugiero que cojas un arma y defiendas un puesto. De todos modos me importa un carajo a qué creas tú que tienes derecho”: 'Algunos hombres buenos'. “Empeñarse en vivir, o empeñarse en morir. Es la pura verdad. Por segunda vez en mi vida soy culpable de cometer un delito: violar la condicional. Aunque dudo mucho que vayan a vigilar las carreteras para encontrarme. ¿Quién va a echar de menos a un viejo salido de la cárcel?. Me doy cuenta de que estoy tan emocionado, que apenas puedo quedarme quieto ni pensar claramente. Creo que es la clase de emoción que sólo puede sentir un hombre libre. Un hombre libre que comienza un largo viaje de final incierto. Espero cruzar la frontera, espero ver a mi amigo y darle un abrazo, y que el Pacífico sea tan azul como siempre he soñado. Y espero nunca más perder la esperanza”: 'Cadena perpetua'. Hilo musical “Te quiero cuando tienes frío estando a 21 grados, te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo, adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco, te quiero cuando después de pasar el día contigo mi ropa huele a tu perfume y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches. Y eso no es porque esté solo ni tampoco porque sea nochevieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible”: 'Cuando Harry encontró a Sally'. “¡Voilá!. A primera vista un humilde veterano de vodevil en el papel de víctima y villano, por vicisitudes del destino. Este visage, ya no más velo de vanidad, es un vestigio de la “vox populi”, ahora vacua, desvanecida. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejación se siente revivida, y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas víboras en avanzada, que velan por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad. El único veredicto es venganza, ¡vendetta!, cómo voto y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta un día vindicará al vigilante y al virtuoso. La verdad... está vichisoise de verborrea se está volviendo muy verbosa, así que sólo añadiré que es un verdadero placer conocerte, y que puedes llamarme “V””: 'V de Vendetta'. “Si te pregunto algo sobre arte, me responderás con datos de todos los libros que se han escrito. Miguel Ángel, lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual... lo que haga falta. Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto. Si te pregunto por las mujeres, supongo que me darás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos polvos, pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad. Eres duro. Si te pregunto por la guerra, probablemente citarás algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos esperando tu ayuda mientras exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni qué se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo para siempre. Y pasar por todo, por el cáncer. No sabes lo que es dormir en un hospital durante dos meses, cogiendo su mano, porque los médicos vieron en tus ojos que el término horario de visitas no iba contigo. No sabes lo que significa perder a alguien. Porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo. Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio Will, eso nadie lo niega. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio, presumes de saberlo todo de mí porque viste un cuadro que pinté y rajaste mi puta vida de arriba a abajo. Eres huérfano, ¿verdad?. ¿Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida, cómo te sientes, quién eres, porque he leído Oliver Twist?, ¿un libro basta para definirte?. Personalmente, eso me importa una mierda porque, ¿sabes qué?, no puedo aprender nada de ti, ni leer nada de ti en un maldito libro. Pero si quieres hablar de ti, de quién eres, estaré fascinado. A eso me apunto. Pero no quieres hacerlo, tienes miedo, te aterroriza decir lo que sientes. Tú mueves chaval”: 'El indomable Will Hunting'.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Los santos inocentes'. A la hora de analizar diferentes títulos notables, que sobresalen por encima de los demás, en el amplio mundo cinematográfico, no podemos olvidar a nuestro cine, el cine español, que cuenta en su compendio y colección de películas, con obras, directores, actores y profesionales en multitud de campos, que alcanzan cotas de gran talento y riqueza cultural. Y esa calidad que muestra y demuestra, superando el obstáculo de la crítica, incluso la proveniente de la misma patria, puede sin ninguna clase de problema equipararse y hasta superar a cualquier otra producción extranjera. Hoy elegimos y rescatamos una obra maestra del cine español: 'Los santos inocentes', película dramática del año 1984 dirigida por Mario Camus y basada en la novela del mismo nombre escrita por Miguel Delibes. La magnífica obra que tratamos cuenta con las inolvidables interpretaciones de Alfredo Landa, Paco Rabal, Terele Pávez, Juan Diego y Agustín González; fantásticos actores y actrices, cuyo trabajo encarnando los personajes de la novela resulta magistral. La película logra ganar la mención especial del jurado en el Festival de Cannes en 1984, y el premio a la interpretación masculina en el mismo certamen, recayendo ex aequo en Alfredo Landa y Paco Rabal. Estos conforman el conjunto de premios principales logrados y por los que más se recuerda, tanto por el prestigioso festival como por el hecho del doble y merecido galardón; pero no son los únicos pues cuenta también con el triunfo de la mejor película en la edición de ese año de las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos, un premio ACE de Nueva York para Alfredo Landa y un fotograma de plata para Francisco Rabal. No es exagerado insistir en las soberbias interpretaciones de ambos, metidos en la piel de los memorables 'Paco el Bajo' de Landa y 'Azarías' de Rabal; y como no, por extensión, la 'Régula' y el 'Señorito Iván', de Terele Pávez y Juan Diego respectivamente. Y es que no es redundante tener en mente esta idea de que los personajes han dado el salto perfecto de las páginas del libro a los planos de la película. No podrían ser otros los elegidos. Han sido las elecciones adecuadas para proporcionar la materia y el alma a las ideas de la mente del escritor. Y no solamente los personajes sino también el mundo creado para contenerlos, el mundo realista de 'Los santos inocentes', el de las familias pobres y trabajadoras de los latifundios, bajo las órdenes de los déspotas señoritos que los oprimen y mantienen en la miseria que aborrecen, esos de vidas de moral doble, indiferencia y superficialidad. Todo este universo tiene muy bien definidos sus límites y normas, ya que así lo ha confeccionado y construido el autor de la obra original, con detalles minuciosos en la elaboración de personajes, escenarios y costumbres. De hecho, él mismo, Miguel Delibes, dio la aprobación a la adaptación cinematográfica que tratamos, feliz con los resultados del trabajo realizado por el equipo de guionistas y el director. Si acompañaron en el éxito las valoraciones artísticas y los premios, la taquilla siguió el mismo camino, convirtiendo a la película en la más taquillera del cine español en su tiempo. El argumento es el que sigue: Paco y su mujer Régula, y los hijos de ambos, Quirce, Nieves y Charito, la 'Niña Chica', son una familia de humildes campesinos que trabajan para los señores del cortijo, soportando la humillación y el maltrato de los mismos. Esta familia, escaparate de la incultura y la pobreza, y el aguante estoico frente a la opresión, son 'Los Inocentes', los sufridores sin culpa alguna de las desdichas que les han sobrevenido. Cierto día, se une a ellos Zacarías, el hermano de Régula, el verdadero inocente junto a la 'Niña Chica' según Delibes, un niño dentro del cuerpo de un hombre con deficiencias psíquicas, que llega despedido del anterior cortijo donde trabajaba. A partir de ese momento todos juntos combatirán las zancadillas de la situación y la época que les ha tocado vivir. El tío, el 'engorro, como otra criatura', como le califica su hermana en una ocasión, que no se da cuenta de los problemas que origina en su entorno, de hábitos poco higiénicos orinándose en las manos; la enfermedad de la pequeña y la bondad del patriarca cual perro fiel a su amo a pesar de los desprecios de éste; el tirano y cruel señor de la finca, las cacerías y la eterna milana, el ave que acompaña a Azarías posada en su hombro, son las estampas de esta historia costumbrista que permanecerá en nuestro recuerdo por siempre, volviendo a la vida en cada ocasión que visionemos esta joya fílmica, una de las mejores que contiene el tesoro de nuestro cine español.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Personalidades de cine: David Moreno y Joel Rico'. Seguimos el viaje que comenzamos hace tiempo, con la nueva sección inaugurada dentro de la parte cinéfila de 'Siéntelo con oído', dedicada a presentar gente vinculada de alguna manera con el cine, gente apasionada que vive y lucha por y para sus sueños, sueños forjados en este arte de artes al que llaman séptimo. Hoy aparcamos los recorridos existenciales de la semana pasada, que sufría el replicante en su lecho de muerte ante el implacable 'Blade Runner'. Ahora dejamos descansar por un momento la intensa historia del cine, que empezamos desde el kilómetro cero en aquella lejana proyección en el Grand Café de París. En este momento pueden esperar las inyecciones directas al corazón de los adictos a Tarantino y tantos momentos compartidos en esta sección. Todo lo reservamos porque vamos a celebrar el cine de otro modo y además doblemente. Dos invitados de gran talento. Recuerden sus nombres porque pronto se hablará de ellos: David Moreno y Joel Rico. Dos nombres y una ciudad: Teruel, lugar común a ambos, donde el grado de bellas artes les presentó. David Moreno, nacido en Zaragoza, es director de cine y guionista, pero terminar ahí esta sentencia acotaría todos los campos que abarca, ya que maneja también con similar maestría la fotografía y la pintura, entre otras artes, sin olvidar el oficio de la restauración, de hacer renacer el brillo de antaño que el tiempo arrancó. Y con la palabra 'tiempo' nos quedamos, pues como buen realizador que bebe de los maestros, opina que hacer cine es ser arquitecto del tiempo, porque éste constituye la materia prima a manejar para crear películas. Pero si queremos resumir en pocas palabras quién es, nos es suficiente con decir que es un creador de historias y pensamientos, porque su arte está al servicio de las cosas que necesita contar. Y a sí mismo se define director, realizador, cineasta, porque considera que el cine es el arte que le permite mostrar mucho mejor ese interior. Su ópera prima es el cortometraje 'La sombra del pescador', en el año 2019, historia que trata el tema del Alzheimer, guion rebosante de matices filosóficos, como la muerte del sujeto antes de la muerte corporal, armando una trama pintada de belleza poética, símbolos y luz. Y a este gran comienzo debemos sumar una larga lista de trabajos audiovisuales: videoclips musicales, como por ejemplo los realizados para Joel Rico, del que hablaremos a continuación, y la grabación para una conocida compañía de teatro, son sólo una pequeña muestra. No debemos olvidar, en el terreno del corto, el último presentado como final de curso de este año de la escuela de cine 'Un perro andaluz': 'Si te despiertas y no estoy', trabajo cooperativo con éste que os habla y sobre el cual ejerció de mentor. Y por supuesto, una serie de proyectos queriendo nacer, que en un futuro no lejano escribirán más líneas y párrafos, y dictarán otros tantos programas sobre cine. Joel Rico, nacido en Tolosa (Guipúzcoa) y afincado actualmente en Zaragoza, arranca su camino en el terreno audiovisual y de la pintura, pero descubre pronto y por accidente, como él mismo atestigua, su verdadera vocación: la senda de la música. Joel es un explorador del sonido, un buscador de sensaciones sonoras que esperan ser grabadas, tejidas para adquirir un sentido y ser entregadas al mundo. 'La casa amarilla' fue el documental que le puso frente al universo de la música digital y el origen de su historia, la que nos permite definir su persona: músico, compositor, artista y productor sonoro, creador de experiencias orgánicas a través del sonido. Trabajo éste, junto al cortometraje 'La sombra del pescador', anteriormente comentado, que forman los trabajos en paralelo en el mundo audiovisual. Y en su especialidad, cuenta con su creación primordial: 'Guarda', proyecto de música experimental, cuyo primer single y avance 'Tres pestañeos' es estrenado en febrero de este año. Posteriormente, el 18 de junio, ve la luz su EP 'Segundo', ambicioso álbum experimental donde conjuga síntesis modular y grabaciones de campo, entre otras técnicas, viaje narrativo y sonoro a paisajes extraños rebosantes de mensajes subliminales. 'Guarda' se explica escuchándolo, viajando con cada acústica, con cada disertación poética que te susurra al oído para llevarte a mundos y delirios oníricos, en un contexto místico desde el cual Joel maneja los hilos de todos los que se acercan a 'Guarda'. Y éste ha sido el esbozo de David y Joel. Ahora que alimenten ellos mismos los trazos maestros que he dibujado tan esquemáticamente, que añadan las imágenes y la banda sonora a mi presentación. Incluso apelo a nuestro común amigo Santi Ric, anterior invitado y ahora con sección propia, actor en el corto que es nexo común de todos. Porque 'Si te despiertas y no estoy' es el trabajo que nos ha unido a través de la escuela de cine, motivo que incluso ha hecho que estemos compartiendo hoy aquí. Un cortometraje que es más que un proyecto de final de curso, que es una meta que un equipo quiso alcanzar, en medio de una pandemia inacabada, contra viento y marea para sacarlo adelante de una manera profesional, con un reloj de arena sobre nosotros, sin el tiempo como aliado. Un cortometraje que en unos pocos días nace desde cero, con una idea bajo el brazo, un primer guion a perfilar y pulir, crece, busca actores, realiza ensayos, graba en tres días, monta y es finalizado. Todo un logro en poco margen pero dando verdad a ese dicho tan utilizado de que ha sido una labor de equipo. Un castillo de arena donde todos aportaron su puñado de arena, desde Santi con su magnífico papel de veterano monologuista hasta la brillante música compuesta por Joel, la cual llega a ser otro personaje vivo que nos habla directamente a los sentidos. Sin olvidar la realización y el guion, con un capitán de barco a la altura de David, resolviendo la batalla y guiando el viaje y a mí mismo, para llegar a este punto. Ahora es el momento de ellos. Bienvenidos a 'Ventajas de viajar en cine'.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Blade Runner'. ¿Quién no ha leído o escuchado un monólogo breve que dice así?: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. Estas líneas, consideradas unas de las más famosas y bellas de la historia del cine, pertenecen a las últimas frases pronunciadas por uno de los personajes de la película que nos ocupa hoy, considerada obra de culto: 'Blade Runner'. Dirigida por el maestro Ridley Scott, fue estrenada en el año 1982. Se trata de un filme de ciencia ficción y podría considerarse también 'neo-noir', un estilo que recoge y utiliza los elementos del cine negro clásico, tratando contenidos de la actualidad y usando una estética diferente a la que predominaba en el género original. En el reparto nos encontramos con Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos y Daryl Hannah, como principales nombres. La historia se basa en la novela '¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?', escrita por Philip K. Dick en 1968. Tenemos ante nosotros una distopía ambientada en la ciudad de Los Ángeles, en noviembre del 2019, y resulta curioso cuando las localizaciones temporales de las películas que tratan temas del futuro lejano, forman parte de nuestro pasado más reciente. La película nos muestra a los 'Replicantes', humanos creados artificialmente mediante procesos de bioingeniería. Tras un motín en una de las colonias exteriores, estos son declarados ilegales. Los encargados de acabar con ellos y retirarlos son los 'Blade Runners', cuerpo especial de la policía. Rick Deckard, el personaje interpretado por Harrison Ford, integrante de este grupo, tendrá la misión de eliminar a varios fugitivos llegados al planeta y localizados en Los Ángeles. Este argumento conforma la historia que narra el filme. Y ahora, debemos preguntarnos, por qué razones esta película pasó de tener a parte de la crítica de la época, decepcionada con el resultado final, al mismo tiempo que la recaudación en taquilla en contra, a ser considerada de culto y una de las mejores de la ciencia ficción, y a la par una de las más influyentes de todos los tiempos. Lo más probable es que sea un compendio de virtudes y características, las causantes de este resultado y consideración: la revalorización en el mercado doméstico posterior, su original ambientación precursora del género 'Ciberpunk', sus logros visuales, su adelanto al siglo XXI en cuanto a temas propios de esta era, su fotografía y efectos especiales, y su fantástica banda sonora compuesta por Vángelis. En el año 2017 se estrenó su continuación: 'Blade Runner 2049', realizada por Denis Villeneuve. Esta película sigue la historia treinta años después de los acontecimientos narrados en la primera parte y es considerada una de las mejores secuelas que existen. En esta ocasión, la obra tuvo el respaldo de la crítica especializada desde el principio, y fue aclamada y premiada a partes iguales. Cabe destacar, en el marco de los diferentes títulos que conforman franquicias, que aunque éste no sea el caso, bien podría considerarse un mundo propio, ya que existen hasta siete versiones diferentes de la película original, que han sido mostradas al público: desde la versión prototipo, hasta el montaje del director y el montaje final. Todas ellas debidas a las decisiones de los productores ejecutivos y a otras circunstancias nacidas en el seno de aquellos que formaron parte de la creación, cuyos cambios no se limitaban a pequeños detalles y a arreglos casuales estéticos, sino que en alguno de los casos modificaban y reconstruían partes importantes del rodaje, lo cual afectaba al desarrollo significativo de la trama, por lo tanto al significado que podía derivarse del mismo. Eran cambios tan importantes hasta el punto de afectar a secuencias completas e incluso al mismísimo final de la película. Todos recordaremos que la voz en off del montaje original, producto de los pensamientos del personaje protagonista, era uno los aspectos que desaparecían en las posteriores versiones; o que el final al que aludía antes pasaba de uno cerrado, feliz y edulcorado, a otro abierto y repleto de interrogantes. Quizá mucho más acertado este último, ya que esas dudas y preguntas eran más acordes con las insinuadas durante los momentos cruciales del argumento: ¿qué nos hace ser seres humanos?, ¿Deckard es otro replicante?. Dudas existenciales y pensamientos filosóficos, impregnando cada una de las inolvidables escenas de una obra maestra referente de la ciencia ficción: todo eso y más es Blade Runner.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde el 102.1 FM Radio La Granja, 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Historia del cine'. La sección cinéfila y sonora de hoy, el trayecto del siempre mágico viaje en tren que nos une en las ondas, constituye el capítulo cero, el prólogo de algo que se presenta muy grande. Podríamos denominarlo 'Breve historia del cine' y aún así nos quedaría pequeño, porque el tema a tratar es inmenso tanto en extensión como en riqueza. El cine nos acompaña desde hace más de cien años, si establecemos la fecha oficial en 1895, considerada generalmente como la que marca el comienzo del hito histórico, la revolución que nos ha atrapado desde entonces y lo sigue haciendo, generación tras generación, acompañándonos durante décadas y haciéndonos soñar, por tanto convirtiéndonos en un poco más libres, en el sentido de libertad que nos aleja de los problemas, como el calmante que alivia un dolor, evadiéndonos de una realidad en ocasiones demasiado pesada. El cine ya posee un largo camino recorrido. La senda que ha atravesado desde el minuto uno hasta nuestros días, a pesar de los obstáculos, entendidos como la misma oposición a la innovación que se da en la propia historia y a través del mismo hombre, ha conformado una entidad tal como la conocemos ahora: fuente inagotable de arte y rica expresión de la cultura. Una cosa hay que matizar y tener en cuenta, porque aunque haya conseguido mucho, el espacio de vida abarcado es joven. El cine es crecimiento constante y realmente ha empezado a dar sus primeros pasos. Y han sido los necesarios para demostrar que es el arte más completo, el que aúna a los demás para crear un todo lleno de significado. ¿Qué hubiera ocurrido si Louis y August Lumiere, o Georges Méliès hubieran despertado en nuestros días, de alguna forma que nuestra imaginación nos permitiera abordar?. La sorpresa hubiera sido mayúscula. No para nosotros sino para ellos, exclamando bien alto a propósito de los cambios de este nuevo mundo, comparando los inicios de su época, la era de los pioneros del séptimo arte, con los avances que ya hemos normalizado. Fueron grandes tiempos aquellos, se dirían unos a otros; duros pero reconfortantes, con cada uno de los logros conseguidos por el esfuerzo, la constancia y la lucha por los sueños personales. Por aquel entonces, en aquella etapa de descubrimiento, cada minuto de proyección era un prodigio logrado, la maravilla de la fotografía en movimiento grabada y después reproducida, y un lujo en la creación. Y seguramente recordarían el punto cero, el fascinante día en que todo empezó, aquel 28 de diciembre de 1895, cuando nacía el cine. Y el lugar no podía ser menos, tenía que estar a la altura del acontecimiento: el salón subterráneo del Grand Café de Paris, situado en el Bulevar de los Capuchinos, en la capital francesa, ciudad de la luz, del amor y del cine. Nuestro peregrinaje comienza con un marcado ritmo estacado, en total silencio, impregnado del turbio gris, el blanco y el negro, colores que marchan al son de los obreros que salen de su trabajo en la fábrica, un jardinero con algún que otro problema y la llegada de un tren previo susto del espectador. Eran los primeros en este arte y nos hicieron reír y llorar, nos asustaron y nos envolvieron de melancolía. Tuvimos en común con ellos sus quimeras y padecimos el mismo vértigo suspendidos en las manecillas de un reloj, compartiendo el miedo a las alturas y la posibilidad de comernos un zapato. Y llegó el sonido, el sentido que completaba a las figuras de la gran pantalla, con el compás de un Jazz. Se abrió un nuevo periodo de música y voz, y pudimos deleitarnos con la mejor sopa de ganso del menú de las comedias creadas por genios y hermanos, o hacer una visita al entrañable Café de Rick, lugar donde escuchar con atención el piano de Sam y una patriótica 'Marsellesa' cantada a coro. Y apareció el otro elemento que faltaba en la ecuación de luz, movimiento y sonido: el color. Nuestros ojos buscaron algo más, el componente que aportaba nuevas sensaciones a la gran máquina de sueños. El color, junto al sonido, se convirtió en un elemento fundamental de la narrativa cinematográfica. Ahora una mujer juró que no volvería a pasar hambre, en mitad de su gran plantación, en medio de la devastación de una guerra civil, y un individuo bastante ágil bailó bajo la intensa lluvia de un día tormentoso, saltando entre charcos y contagiando su repentina alegría hecha impulso. La historia del cine sigue su curso, innovando con cada nuevo título, con cada nuevo cineasta, con cada avance mejor que el anterior, creciendo, pintando estrellas en el firmamento del celuloide, sean los eternos actores o los inmortales realizadores y sus obras maestras; materializándose en corrientes y estilos, evolucionando y enriqueciéndose con géneros y temas nuevos. En paralelo a la estructura temporal marcada por la incorporación del sonido y el color, el cine, desde su nacimiento, vive entre diversas ramificaciones, formando importantes y conocidos movimientos. Viajaremos por las vanguardias, por el expresionismo alemán y el neorrealismo italiano; nos adentraremos en la 'Nouvelle Vague'; hablaremos de cine clásico, de autor, de culto e independiente; y recorreremos el cine contemporáneo hasta terminar en el que vive en nuestro presente. Como anunciábamos en las primeras frases del programa de hoy, este escrito pretendía ser un prólogo, una presentación, la apertura de un telón a una función extraordinaria, la historia del cine, un cuento que deseamos que nunca termine.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde el 102.1 FM Radio La Granja, 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Pulp Fiction'. ¿Qué convierte a una película en un mundo propio caracterizado de personalidad e identidad específicas?. ¿Qué transforma una película en 'la película'?. ¿Qué o quién dota del artículo determinado y eleva a los altares a un título?. Todos los agentes involucrados en cada uno de los cambios, son idénticos, a lo largo de los años de vida de la joven historia del cine, cuando se trata de obras que han merecido un puesto de valor en el listado de las mejores. Agentes o fuerzas activas, como los carismas de los cineastas que han creado estos trabajos eternos e inimitables; como las historias que rodean, que envuelven a estas películas, en torno a las causas que las permitieron nacer, que acontecieron durante su rodaje y que siguieron manifestándose mucho más allá, pasadas décadas y generaciones completas; como la inspiración y la influencia artística para otros creadores y como todas las razones que conforman y proporcionan etiquetas de películas de culto, referentes del arte y espejo de artistas emergentes. El ejemplo que nos ocupa hoy, 'Pulp Fiction', dirigida por Quentin Tarantino, posee todas las afirmaciones anteriormente enumeradas, y constituye el disparo de salida de nuestro nuevo viaje, sentados cómodamente en el camarote de 'Ventajas de viajar en cine'. Lo primero que debemos hacer es conocer a la persona responsable, a su director, artífice de una lista no excesivamente extensa de obras, pero cuyo progresivo estreno de cada una de ellas adquiere connotaciones de acontecimiento mundial, en el que los fanáticos del tarantinismo tachan los días previos a las esperadas proyecciones y el número ordinal que queda hasta la temida película décima, anunciada por el maestro como la última de su carrera. Quentin Jerome Tarantino es director, guionista, productor y actor, tanto en cine como en televisión. Nacido en Knoxville, Tennessee, Estados Unidos, en 1963, inicia su carrera como cineasta a finales de 1980, con una obra de muy poca relevancia, 'My Friend's Birthday', pero no es hasta el año 1993, cuando su carrera comienza a despegar, con una de las mejores películas independientes de todos los tiempos, 'Reservoir Dogs', título que merecería todo un programa y un detallado análisis. Pero lo que vendría después volaría mucho más alto, a alturas que sólo son alcanzadas por los mejores de la historia del cine. En 1994 realiza su segundo largometraje, 'Pulp Fiction', comedia negra a veces inclasificable, en cuestión de géneros, por algunos estudiosos en la materia, que consideran inapropiado el término clásico de 'Cine negro'. Se estrena ese mismo año, concretamente el 21 de mayo de 1994, en el prestigioso Festival de Cine de Cannes, consiguiendo la ansiada Palma de Oro. No sería el único de los premios y vendrían muchos más, como el Globo de Oro al mejor guion y el Óscar al mejor guion original, de un total de siete nominaciones a los premios Óscar, en la edición número sesenta y siete de los famosos galardones. Sumando a todo esto, se unirían más de cuarenta premios internacionales. 'Pulp Fiction' fue un éxito tanto de público como de crítica. Y cabe afirmar que lo sigue siendo visionado tras visionado, sin que envejezca, manteniendo la potencia rompedora que supuso en su época. Ahora ya pertenece a la cultura popular y sus frases de diálogo, sus escenas, sus personajes y curiosidades, son parte esencial del imaginario colectivo, envuelto el conjunto por las inolvidables bandas sonoras elegidas por su director. Todas esas curiosidades a las que nos referimos, cuando exponemos sobre Quentin, comprenden todo ese grupo de normas que construyen un universo propio, un mundo donde todas sus películas se relacionan y comparten objetos, ideas, personajes e historias en común. Otro de los increíbles logros y una de las caras más brillantes de esta película reside en su guion, candidato elegido siempre en cualquier tesis sobre los mejores guiones que se han escrito nunca. Y esto es, por un lado, por los brillantes diálogos, que evidencian uno de los rasgos del estilo propio del más puro Tarantino; y por otro lado, la elección de una narración no lineal, cuya complejidad no desorienta al espectador, en la cual conviven varias historias que se entrelazan. Ambos puntos forman una estructura de guion sólido e innovador. 'Pulp Fiction', cuya denominación proviene de la literatura 'Pulp', cuenta la vida de diferentes personajes, ladrones, criminales, de los bajos fondos y del crimen organizado; y entre apuestas amañadas y asesinos a sueldo se teje todo un entramado de vidas que se cruzan en un orden irrelevante. Jhon Travolta, Uma Thurman, Samuel L. Jackson, Harvey Keitel, Bruce Willis, Tim Roth, son algunos de los principales actores que componen este inmenso trabajo coral, representación del cine de la posmodernidad y, como decíamos, obra de culto cuya influencia llega a nuestros días y se convierte en un referente único, obviando el lastre de los que tachan a su director de ultraviolento o plagiador empedernido, cuando simplemente trata con amor cinéfilo homenajes encadenados y plasma la crudeza al servicio de la historia. Y decimos amor por el cine, ese que se fraguó cuando desde un sencillo videoclub, nuestro realizador, como si de una escuela del séptimo arte se tratase, bebió de las fuentes de los grandes maestros y los clásicos. Y ahora en pleno siglo XXI, 'Pulp Fiction' recoge ese legado y cambia por derecho propio a la categoría de clásico realizado por maestro.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde el 102.1 FM Radio La Granja, 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Personalidades de cine: Santi Ric'. El programa que nos ocupa constituye la despedida de esta temporada. Hemos realizado un recorrido corto y apasionante, impregnando las ondas con mucho cine, con imágenes y escenas. Hemos evocado este séptimo de los artes por las palabras. Este cine ha nacido de la voz. La música y las bandas sonoras han abrigado nuestros sentidos. Hemos envuelto en fotograma y celuloide cada emisión. Sin duda hemos cumplido el lema primordial, porque hemos sentido con el oído, este desfile salpicado de estrellas, películas e historias. Pero se trata de un hasta luego porque regresaremos en la próxima temporada, con nuevos viajes al mundo mágico que solamente el cine es capaz de ofrecernos. Y como colofón y broche de oro, surge una sección dentro de la sección: personalidades de cine. Se podría pensar que la idea trata de la elección por mi parte, de hacer una revisión a un determinado nombre, sea director, actor o cualquier otro oficio, o a un concreto hombre, o mujer, destacables por su labor o aportación. Y además se podría razonar que la palabra 'personalidad' dota de un aire de especial magnitud al asunto, con aires de suma grandeza. Claro que es relevante e importante el tema, pero aquí 'personalidad' posee otros y diferentes matices. Por un lado no hablamos de personalidades en el sentido de la fama, porque el reconocimiento no lo dirigimos a los que están arriba, si no a los menos visibles, no por ello desconocidos, que desde las trincheras y las bases, las retaguardias y los cimientos, luchan por sus pasiones y las viven cada segundo respirado. Y personalidades, por otro lado, de significado carácter. Afianzado todo, se unirá la esencia de esta sección, la visita real de nuestro invitado en la emisora. Hoy hablamos con Santi Ric, el cual cumple todas estas definiciones, batallando por sus pasiones y desbordando con su carisma. Muchos valores positivos definen a Santi Ric y se repiten cuando en cualquiera de sus múltiples facetas se quiere realizar una visión de su persona. Como libertad y temperamento, de un ser conformado de diversos matices: locutor, redactor, reportero, actor, montador de audio, showman y punki. El orden no importa y la lista crece por momentos. De todos los mundos en los que se desenvuelve con maestría, nos centraremos en el relativo al cine. Jarabeño de adopción, apasionado del cine de Segundo de Chomón, incondicional de 'Star Wars' y los fan films. Enclave fundamental de 'AP68 Películas', productora activa de cine que engloba amigos y profesionales, unidos por la línea trazada por la famosa autopista que une Bilbao y Zaragoza. Dos premios consecutivos a la mejor interpretación masculina, en el concurso de cortometrajes 'Belchite de película'. Dos largos documentales, uno sobre radios libres en Aragón y otro sobre la gira americana de Manolo Kabezabolo. Y ahora, entrando en escena, es un honor saludarle. Bienvenido a 'Ventajas de viajar en cine'.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde el 102.1 FM Radio La Granja, 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'El musical: caída y ascenso'. Comienza nuestra tercera entrega por otro maravilloso camino repleto de estrellas, las del género musical, las que permanecerán por siempre en la memoria de varias generaciones, las que alguna vez en su vida se enamoraron de las canciones y bailes que acompañaban a unas historias únicas. La década que nos ocupa, los años sesenta, nos presenta un cielo salpicado de esos astros, esas películas fantásticas cuya sola pronunciación nos saca una inevitable sonrisa. Los sesenta constituyen una época confusa al mismo tiempo, ya que a pesar de poseer musicales extraordinarios, supone el momento de declive, el tiempo de caída por la rampa a la zona del olvido, lugar donde empezamos a notar el cansancio de un público que ya no siente el mismo interés que al principio. Pero el musical, como un fénix, nunca dejaría que se extinguiera su llama. Aunque durante los siguientes treinta años, el género parece apagado, con solitarios destellos de alguna película puntual destacable, nunca desaparecerá y estará siempre dispuesto a renacer en esas obras pulsantes. Como colofón de esta trilogía de espacios de cine y radio, dedicados a la grandeza del cine musical, estudiaremos y visitaremos con cariño a dos películas, ambas tesoros de este género, representativas de este momento temporal de caída y ascenso. Regresando a los años que nos ocupan, nuestro punto de partida se sitúa en el año 1961, año en el que se estrena un filme musical que adapta con acierto la obra de teatro de William Shakespeare, Romeo y Julieta. 'Wet Side Story', dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins, y protagonizada por Natalie Wood y Richard Beymer, traslada con maestría, como decíamos, la inmortal tragedia, ambientándola en la rivalidad de dos bandas callejeras, manejando sus conflictos en la ciudad de New York a principios de los años cincuenta. En esta ocasión, la adaptación a tiempos más modernos, cambia a los Montesco y los Capuleto, y los emplaza sobre el asfalto a dirimir sus diferencias entre coreografías. El musical del mismo nombre, con partitura compuesta por Leonard Bernstein, fue estrenada en Broadway en 1957 y resultó todo un éxito. Ganadora de diez premios Óscar, incluyendo el de mejor película, alcanzaría gracias a este palmarés el récord en victorias ostentado por una película musical. El encargado de la dirección del montaje original, Jerome Robbins, junto a Robert Wise, tuvo la misión de adaptar cinematográficamente el libreto original. El primero tenía a su cargo las coreografías y el segundo las partes del drama sin números musicales. Es conocida la exigencia y la perfección que ambos realizadores quisieron alcanzar, al mismo tiempo que es sabida la enemistad que ambos se profesaron durante el rodaje. Y ahora avancemos a algo grandioso. Porque el título que nos aguarda pertenece al selecto grupo de las obras monumentales, esas leyendas que absolutamente conoce todo el mundo sin excepción. Porque cuando hacemos referencia a la niñera que utiliza un paraguas para volar, o al deshollinador que baila por los tejados bajo la noche de Londres, todos sabemos a quiénes nos referimos. 'Mary Poppins' es el musical de musicales nacidos del corazón de la factoría Disney, película de corte fantástico estrenada en 1964, que mezcla imágenes animadas con reales, que interactúan entre ellas. Es dirigida por Robert Stevenson, realizador de origen británico, cuyo núcleo de su trabajo es desarrollado en Estados Unidos, precisamente para Disney, colaboración que se extendería hasta las diecinueve películas, como por ejemplo 'Un sabio en las nubes' en 1961 y 'Los hijos del capitán Grant' en 1962. Como en numerosas ocasiones, la obra fílmica se basa en la obra literaria, concretamente en una serie novelesca escrita por Pamela Lyndon Travers. Las canciones que impregnan el metraje, inolvidables todas, están compuestas por los hermanos Sherman, Robert y Richard, pareja que crearía una larga serie de composiciones, convirtiéndose todas ellas en las más famosas de Disney, como las de 'El libro de la selva' y 'La bruja novata'. Los papeles principales recaen en Julie Andrews y Dick Van Dyke, siendo ella la encargada de recoger la estatuilla codiciada, el Óscar a la mejor actriz, uno de los cinco premios logrados finalmente por la película, de un total de trece nominaciones. Sin duda se había alcanzado un nuevo récord. Como mención especial, ya que de musicales se trata, diremos que otro de los galardones, aparte de el de banda sonora, fue a parar a la entrañable y positiva canción de nombre extraño, Chim Chim Cheree. Igual de interesante resulta la historia paralela creada en la gestación de esta película, ya que comienza con una promesa, la que hace el eterno Walt Disney a sus hijas, cuando éstas le piden que, tras leer la obra de Pamela Lyndon Travers, algún día lleve a la pantalla las aventuras de Mary Poppins. La idea de la que se parte es el primer libro de la autora y el proceso para sacar adelante el filme merece, como decimos, un tratamiento aparte; de hecho, los más de veinte años que tarda el famoso productor en convencer a la escritora, para que le ceda los derechos de la niñera mágica, derivan en una propia película que narra esos acontecimientos: 'Al encuentro de Mr. Banks', protagonizada por Emma Thompson y Tom Hanks, en los papeles de Travers y Disney respectivamente. Así es el cine, y al igual que él, toca llegar al fundido en negro de nuestra representación. Hemos llegado al destino. Pero no es una despedida. La magia de los musicales regresará, porque quedan años por descubrir, notas que cantar y canciones que bailar.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde el 102.1 FM Radio La Granja, 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'El musical: el esplendor'. Tras una relajada parada temporal, este tren retoma su andadura por el maravilloso terreno del cine musical, pulsa el play que inicia y convierte los textos en partituras, y desengrasa sus metálicas articulaciones para moverse al ritmo adecuado, y al compás de todas las notas imaginadas por los magos que realizaban musicales. Hoy el viaje recalará por diferentes puntos esenciales, cuya visita se debe considerar obligatoria y necesaria. El género, con el tiempo, lógicamente se hace mayor, alcanza la mayoría de edad. Nos encontramos en la década de los años cuarenta. Su madurez en temas y técnicas, su experiencia y trayectoria, convierten a este periodo en el que asienta los cimientos de lo que tendrá que venir en el futuro. El pistoletazo de salida lo efectúan esos marineros que preguntan qué pueden hacer en una sola jornada en la gran manzana. Y entre ellos, coge el relevo el nombre con el que terminábamos la narración anterior. 'Un día en New York' es la película, realizada en 1949, y el nombre al que nos referíamos es Gene Kelly, compendio de actuación, baile, coreografía, producción y dirección, esta última labor de realización compartida con Stanley Donen en este filme. Producida por la MGM y siendo la ópera prima de la pareja de genios, se produce algo novedoso y rompedor: los platós de cine donde los actores bailan y cantan salen a la calle y los rodajes de las escenas musicales se realizan en exteriores. La historia de la vida de Gene Kelly es fascinante y su estudio revela muy bien qué factores fueron determinantes en el nacimiento de todas estas obras de arte. Desde los comienzos, siempre con el impulso y apoyo de su madre, al camino de la danza, con sus hermanos, los Kelly Brothers, hasta el decisivo viaje a New York, a probar fortuna, cuando las academias de baile que había fundado funcionaban perfectamente. A partir de entonces el camino siempre es ascendente y cuando llega a Broadway, sus pasos se cruzan con el de un bailarín llamado Stanley Donen. Es la casualidad la que une al talento y la que permitirá las mágicas colaboraciones, si bien tras los musicales, Stanley Donen desarrollará otra faceta magistralmente, en el mundo de las comedias, con inolvidables títulos como 'Charada' en 1963 y 'Dos en la carretera' en 1967. Pero regresemos a 'Un día en New York', el debut en la dirección que nos hacía acompañar al trío de marines, en su jornada de permiso de día completo, personajes representados por Gene Kelly, Frank Sinatra y Jules Munshin. La obra, ganadora del Óscar a la mejor banda sonora, se basaba en el musical compuesto por Leonard Bernstein en 1944. Y aparte de la novedad de la utilización de localizaciones fuera de los estudios cerrados, uno de los temas que nos muestra es un resurgimiento de los valores de la sociedad americana, de la cultura en general y de la mujer independiente. Eran nuevos tiempos tras la segunda guerra mundial y así nos lo mostraba la película. Una vez finalizada ésta y debido a su éxito, la mayor libertad creadora que otorgan a sus creadores deriva en el próximo título a tratar, un trabajo que será conocido y querido por generaciones. 'Cantando bajo la lluvia', película de 1952, dirigida de nuevo por Gene Kelly y Stanley Donen, protagonizada por el primero junto Donald O'Connor y Debbie Reynolds, es considerada uno de los mejores musicales que se han rodado jamás, pasando algunas de sus escenas a formar parte de las míticas, las que permanecen en nuestra memoria colectiva, como el baile de Kelly en una noche lluviosa, danzando con su paraguas bajo el agua mientras canta, oda a la euforia que traspasa la pantalla y contagia al espectador. Porque, además, quien disfruta la película no solamente lo hace del musical, sino también del ejercicio de metacine que nos presenta, de cine que habla sobre cine, que nos muestra a unos trabajadores del séptimo arte acostumbrados al cine mudo, cuyo mundo trastoca la llegada del sonoro y que deben adaptarse a la industria y sus novedosos procedimientos. Y sobre este fondo se dibuja la historia de sus personajes, historia de amor de estrellas del celuloide que surge mientras intentan adaptar su guión con sonido. 'Cantando bajo la lluvia' nos lleva a la etapa de esplendor del cine musical, coincidente con los años cincuenta, extensible afirmación a la producción realizada en Hollywood en esa década. Otros filmes brillan con luz propia esos años, dando sentido a ese esplendor, como 'Un americano en París', de Vincente Minnelli, en 1951, considerada ésta junto con las dos anteriores, indispensable. No podemos olvidar a 'Gigi', también de Minnelli, en 1952. El viaje solamente ha comenzado. Tras el reposo del viajero, regresaremos, asomados a la ventanilla de nuestro tren, porque los musicales que nos esperan son sencillamente extraordinarios.
Empieza la película de nuestra narración, con la canción de cuatro aventureros, que con esperanza desean encontrarse con el maravilloso mago de Oz, con el ánimo templado siempre que sigan el camino dorado. Volveremos más tarde a ellos. Atendiendo a la forma, el cine musical es un género cinematográfico caracterizado principalmente porque durante el desarrollo de sus obras, se alternan partes habladas, historias con un tono normal, entendido como lo que reconocemos por escenas con diálogos, con partes musicales insertadas en diferentes puntos de la trama, como si fueran paréntesis breves, en donde las reglas del lenguaje varían por completo. De fragmentos hablados, a otros musicales cantados y bailados, orquestados por una coreografía característica. Al principio estos insertos sonoros carecían de significado acorde con el argumento, y su intención y finalidad eran idénticos a los de un cuadro impresionista visual, es decir, causar una impresión colorista por medio de la música, el canto y el baile; pero progresivamente con el devenir del tiempo, llegaron a formar parte esencial de la historia que se pretendía contar. Recordemos antes un hito del séptimo arte: el 6 de octubre del año 1927 se estrena 'El cantor de Jazz' de Alan Crosland, considerada la primera película sonora de la historia del cine, si bien el sonido solamente aparecía en pantalla en los momentos en los que cantaba su protagonista. Podría considerarse semimuda, ya que se alternaban en pantalla los intertítulos que conducían la historia, con los pasajes musicales en los que Al Jolson mostraba al mundo, por primera vez, su voz. Se trata del primer largometraje rodado de forma parcial, en lo que respecta a la sincronización de los diálogos y el sonido, el cual es grabado sobre un disco. A pesar del logro se siguieron produciendo películas mudas, pero la revolución cinematográfica fue indudable y una de sus consecuencias lógicas resultó la multiplicación de las obras musicales. El cine musical puede ser amado u odiado, o se es una persona que lo adora o alguien que huye de cualquier título con aires de musical. Está claro que no deja indiferentes. Mención aparte están los rebeldes, que no comulgan con el género pero pertenecen a la generación 'Grease', recordando con nostalgia cada reposición de las andanzas de John Travolta entre pandillas de instituto; o los ultramodernos que se deshacen en alabanzas con 'Bailando en la oscuridad', y adoran a su protagonista, la cantante islandesa Bjork; incluso tienen cabida los que salieron contentos tras el visionado de la reciente y catastrófica 'Cats'. Y muchos más ejemplos. Es decir, que ya nos encontramos con una dicotomía un poco más flexible. No obstante, los bandos entre el sí y el no, al cine musical, perdurarán como bandas enfrentadas al estilo de 'West side story'. Sea como fuere todos hemos crecido con este cine, y seguramente recordamos melodías acompañando a escenas, que han caminado a nuestro lado desde que éramos niños, con el mismo toque de efecto que las bandas sonoras, siendo todas caras de un mismo poliedro, el del arte global que supone el cine. El nacimiento oficial del género se establece en el año 1929, con 'La melodía de Broadway', realizada por Harry Beaumont, ganadora del Óscar a la mejor película, filme anunciado al público como 'totalmente sonoro'. Es el primero de los grandes musicales, el que integra y combina partes hablabas, con cantadas y bailadas, y no solamente eso, también es el primer Óscar para el cine con sonido. Nos encontramos en el comienzo, en la etapa del nacimiento e irrupción del género; los primeros pasos de algo muy grande: los dorados años treinta, época en la que el musical llega a convertirse en uno de los favoritos del público junto al cine negro. Pertenecen a estos tiempos la pareja formada por Fred Astaire y Ginger Rogers, compartiendo varios títulos muy conocidos, entre ellos 'La alegre divorciada' de 1934, 'Sombrero de copa' de 1935 y 'Swing time' de 1936. Y de entre todas aquellas creaciones destaca una y brilla con luz propia en el nuevo firmamento. 'El mago de Oz' de Víctor Fleming, filme musical imprescindible de 1939, nos hace regresar con Dorothy y sus valientes escuderos, el espantapájaros, el hombre de hojalata y el león, o mejor dicho, con la inolvidable Judy Garland, aunque muchos fanáticos de entonces requerían el papel para otra estrella infantil de la época, la de los cabellos rizados dorados, Shirley Temple. Basada en el libro 'El maravilloso mago de Oz', consiguió los premios Óscar a la mejor banda sonora y a la mejor canción original, la inmortal 'Over the rainbow'. Se puede afirmar rotundamente que nos encontramos con una de las películas más influyentes e icónicas de todos los tiempos. Abordar el cine musical, o tratar cualquier tema cinéfilo, requiere más de un programa, mucho más tiempo, tiempo que se desvanece rápidamente. Es por eso que este tren hace una breve parada, para continuar con una segunda parte y quizás varias más, como una saga que nos haga viajar por el grandioso cine musical. El próximo destino nos conducirá a la mayoría de edad del género, en la década de los años cuarenta, pronunciando nombres y apellidos sobradamente conocidos por todos, como el bailarín y coreógrafo Gene Kelly. Junto a él, hasta pronto.
Cuando confecciono y redacto una lista de películas, bien para que representen a un determinado ciclo o temática, con arreglo a un criterio que se haya definido, bien para establecer una clasificación de títulos para recomendar o mostrar mis gustos e inclinaciones cinéfilas, hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales: lo primero es que todo listado es subjetivo, y lo que quizá he colocado seguro de que sí o sí merece estar inscrito, para otra persona no debería ni aparecer. En cuestión de gustos, nada está filmado. Lo segundo es que no haya conexión entre cada una de las seleccionadas, que se trate de un grupo ecléctico, pero hay que considerar que un cinéfago no es quien consume cine a diestro y siniestro, sino que recoge lo que cree que es bueno de entre cualquier tipo de género y época. El tercer y último asunto reside en que no tengo un ranking, no existe un orden de importancia entre la primera y la última de las elegidas. Y pensándolo mejor, podría nombrar una cuarta consideración, que cada referencia debe ser la hebra de la que tirar, con curiosidad y afán de investigación, para terminar encontrando nuevas relaciones de películas. Hoy recomendamos historias para visionar en estos tiempos de encierro y confinamiento, viajes que nos lleven lejos de la especie de distopía que vivimos, analgésicos que calmen el dolor de una realidad difícil de llevar para cada uno de nosotros. Para los amantes de la comedia clásica y el cine dentro del cine, una de las mejores de todos los tiempos, 'El guateque', película de 1968 de Blake Edwards, con la música de Henri Mancini y la inolvidable interpretación de Peter Sellers, dando vida al personaje de Hrundi Bakshi, actor de origen hindú, representación de la persona patosa y gafe por excelencia. ¿Qué mejor modo de evadirnos de esta época triste y difícil, que con una joya fílmica como ésta, que aparece en los primeros puestos de la comedia en todo estudio hecho al respecto?. Y si unimos a la receta el talento de Peter Sellers, uno de los grades actores cómicos de todos los tiempos, con la disparatada creatividad que destila la imaginación de Blake Edwards en cada una de las secuencias, el resultado es irrepetible. Hrundi tiene de torpe lo mismo que de buena persona, actor que intenta ser alguien en la industria cinematográfica, conseguir una digna carrera y un reconocimiento que cree que merece. Precisamente él es la única persona que lo cree. En una loca y devastadora escena en el comienzo, tras un accidentado rodaje en el desierto, nuestro héroe arruina el proyecto de un gran productor, con su película perdida por siempre, rota en mil pedazos, pues en un descanso vuela por los aires el decorado de la misma. El origen de la trama y los acontecimientos futuros, nacen de un estúpido y simple error. Es un fallo positivo, un detonante a corto plazo que proviene de un lapsus de fatales consecuencias: Hrundi es invitado erróneamente a una fiesta de alto copete, la misma fiesta que ha organizado el famoso productor víctima de nuestro querido protagonista. A partir de esa premisa el resultado se lo pueden imaginar. El creador de 'Desayuno con diamantes' y 'La pantera rosa' une con maestría situaciones locas e hilarantes, en las que Hrundi es el principal causante y consecuencia, ya que todo lo origina él y todo le pasa a él. Hasta lo impensable, como pollos fritos voladores, zapatos nadadores y rollos higiénicos interminables. Pero no es posible enfadarse con Hrundi, pues es entrañable y el espectador lo acompaña y perdona, ya que en este guateque, en esta disparatada fiesta materialista, era necesario que él existiera para hacerla más humana, espuma y un elefante incluidos. Para los amantes de la ciencia ficción y los futuros distópicos, la revelación española, 'El hoyo', filme de 2019 dirigido por Galder Gaztelu-Urrutia, con Iván Massagué en cabeza del reparto. Tuvo su estreno europeo en el Festival de Cine de Sitges, consiguiendo el premio de mejor película, siendo la primera española en conseguirlo en las cincuenta y dos ediciones del certamen. En los Goya 2020 se llevó el de mejores efectos especiales. En un ambiente asfixiante y claustrofóbico, una persona despierta en una extraña estructura. En su estancia hay otro individuo. Parece una cárcel de interminables celdas numeradas y colocadas una encima de la otra, con un agujero en medio común a todas ellas y dos personas por planta. A través de la abertura, una plataforma baja desde los niveles superiores hasta los más bajos. En la misma, a modo de enorme mesa, se distribuyen alimentos. La comida es copiosa en un principio pero el reparto es el germen del terror del filme, pues las sobras de cada piso son la comida del siguiente, permaneciendo la plataforma en cada nivel durante un tiempo determinado. Al mismo tiempo, cada mes, se reasignan habitaciones. La suerte está echada. La alegoría del capitalismo está definida. Horror entretenido y agobio in crescendo según avanza hacia el desenlace. Para los amantes de la Nouvelle Vague francesa, una de las más notables, 'Banda aparte' de Jean-Luc Godard, realizada en 1964. Unas clases de inglés reúnen a tres inadaptados, a tres jóvenes muy diferentes: el par de chicos, los aprendices de gángsters, y la chica ingenua a la que llevarán a su terreno para cometer el delito. El plan, utilizarla a ella para acceder a la casa donde se hospeda y robar a su tía. Anna Karina, la musa de Godard, es la joven seducida por los novatos ladrones, la que viaja a los infiernos de las malas compañías, destapándose los reales motivos del acercamiento de los personajes, cuando la película avanza a su parte final. Este homenaje del director al cine negro americano llevado a las calles de París, contiene escenas míticas en la historia del cine: la secuencia del baile que inspiraría a Tarantino en Pulp Fiction, la carrera a través del museo del Louvre recreada por Bernardo Bertolucci en 'The dreamers' y los segundos de silencio que propone el trío protagonista, momento en el cual la película se queda completamente sin audio. Y en este punto es donde termina el viaje de recomendaciones. Que sigamos restando días y que mientras tanto vuelva el cine a ser el bálsamo que siempre ha sido para todos nosotros. Ambientación musical: 1 - Yann Tiersen (BSO Amelie) 2 - Sintonía de la FOX 3 - Henry Mancini (BSO El Guateque) 4 - Aránzazu Calleja (BSO El Hoyo) 5 - Michel Legrand (BSO Banda aparte) 6 - Ennio Morricone (BSO Cinema Paradiso)
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde el 102.1 FM Radio La Granja, 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'Detectives'. La reconocible melodía de aquella entrañable serie llamada 'Se ha escrito un crimen', nos pone en situación. El detective en el cine posee tantas facetas como un poliedro de innumerables caras, tantos matices como personalidades y tantas versiones como géneros y listados de películas. Cada rama podría considerarse como un tema principal, un árbol independiente, que necesitaría de un programa completo para trepar hasta su punto más elevado. Podríamos detenernos en el cine negro estadounidense de los años 50, el español de José Luis Garci con 'El crack', abordar los thrillers, los filmes de acción con policías persiguiendo a delincuentes, las tramas de planes y misiones imposibles y suicidas, preparando robos a gran escala de bancos y casinos, el cine llamado 'quinqui' surgido a finales de los año 70 en España, y así continuaríamos desgranando en múltiples subdivisiones. Pero nuestra mirada se centrará hoy en un tipo de personaje y de trama. Nuestras pesquisas nos conducirán a la resolución del caso inicial con su ayuda: los detectives. Una película plantea un problema muy específico: 'un cadáver'. Surge así el rol del investigador privado, el que llevará la difícil tarea de resolver el suceso, arrojar luz sobre lo que ha acontecido, siguiendo el dictado de su lógica, y atrapar al presunto culpable. De todas las imágenes reflejadas en este laberinto de espejos de variables, haremos parada en un subgénero, del que ya hemos mostrado unas pinceladas: 'whodunit', o coloquialmente 'quién lo hizo'. Un grupo coral de personajes que resultan sospechosos de un crimen y un detective encargado de la resolución del misterio. Como ese maravilloso juego de mesa llamado 'Cluedo', del que se adaptó la película del mismo nombre, en 1985, traducida en España como 'El juego de la sospecha'. En la comedia detectivesca de Jonathan Lynn, con Tim Curry y Christopher Lloid entre otros, los investigadores son al mismo tiempo los señalados por la duda; reunidos y chantajeados todos por igual, ha acontecido un asesinato tras un inesperado e intencionado apagón, aparecen pistas en cada giro y estancia, y entre todos ellos deben dilucidar qué ha ocurrido, quién fue el autor material de los hechos y de qué forma realizó sus malas artes. ¿Y si la historia se desarrolla en algún lugar pintoresco y en un contexto especial?. Por ejemplo, una abadía en Italia y el cuerpo de un monje encontrado sin vida. 'El nombre de la rosa', película de Jean Jacques Annaud, realizada en 1986, adaptación de la obra literaria homónima de Umberto Eco, nos conduce por el misterio a través de las lentes de Fray Guillermo de Baskerville, el Sherlock Holmes franciscano, junto a su pupilo, el novicio Adxo de Melk, versión del doctor Watson. Sean Connery y Christian Slater, entre bibliotecas, laberintos y pasadizos secretos, nos revelaban las claves ocultas y la verdad, herméticas tras las paredes del monasterio. Hemos pronunciado al señor Holmes. Merece un estudio aparte. El personaje de Sherlock Holmes, el detective creado por Arthur Conan Doyle, es uno de los más adaptados en la historia del cine. Desde el año 1900 podemos encontrarnos con unas 250 apariciones del mítico investigador, desde los primeros cortos a principios de siglo, a las modernas de Guy Ritchie en el 2009 y 2012, con Robert Downey Jr. como el héroe de la deducción; pasando por el maestro Billy Wilder y 'La vida privada de Sherlock Holmes' en 1970. La lista es muy variada y curiosa. ¿Y si Sherlock y Watson se hubieran conocido en un internado de jóvenes?. 'El secreto de la pirámide', filme de 1985 dirigido por Barry Levinson, proponía esa premisa, y de ella nació un clásico de aventuras inolvidable, con la pareja detectivesca forjando las bases de su futuro carácter, enfrentados a enigmas en las calles de Londres, mientras estudian en la universidad. Y ahora, saltemos de una personalidad a otra, desde la lupa al bigote de Hércules Poirot. Las películas basadas en los libros de Ágatha Christie son las más icónicas, las que mejor reflejan el modus operandi del detective, reuniendo casi al final del metraje a todo el elenco de personajes, junto con nosotros los espectadores, que asistimos desde un lugar privilegiado e inocente, dispuestos todos a escuchar atentos a la detallada narración y resolución del problema, descubriendo al único o quizá no tan solitario culpable. Y si no, tan sólo hay que visualizar 'Asesinato en el Orient Express', realizada en 1974 por Sidney Lumet, o el remake de Kenneth Branagh de 2017. Aquí termina por ahora el viaje del misterio y qué mejor que otra melodía televisiva para despedirnos, la del mago del suspense, Alfred Hitchcock. Era elemental.
Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de 'Ventajas de viajar en cine', desde el 102.1 FM Radio La Granja, 'Siéntelo con oído'. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: 'El cine de los 80'. No se trata del permanente y recurrente sueño del nostálgico ochentero, aunque algo de su esencia contenga, pero aquel cine será por siempre irrepetible, en calidad y originalidad, sin importar que el territorio de los efectos visuales todavía fuera una zona misteriosa por explorar. ¿Quién no viajó a lomos de un dragón blanco de la suerte, dispuesto a encontrar 'La torre de Marfil'?. Al abrigo de la melodía perteneciente a 'La historia interminable' se abre el telón de la añoranza, la caja de Pandora de los recuerdos, de aquellos que tuvieron la suerte de vivir su infancia en esa época y de los que sin haberla experimentado la aman igualmente. La imaginación y la creatividad alimentaban todas las historias de aquella gloriosa década, embarcándonos en aventuras que permanecerían en la memoria colectiva de una generación y que perdurarían a través de las siguientes. Y éstas constituyen las razones que explican tanto remake, tanta vuelta atrás a la revisión de títulos de éxito, no sólo de la etapa que hoy nos ocupa, si no también de cualquier otra que destape la nostalgia. Pero sobretodo ocurre con los 80. Gustaban y gustan. Los guiones que pretenden revivir una película reaparecen. Se crean producciones originales basadas en aquellos tiempos retro, como la exitosa serie de televisión Stranger Things. En muchas ocasiones podría pensarse en la falta de imaginación de los creadores. En otras sencillamente porque fue una era mágica y la mayor parte de los presentes consumidores eran los niños de antaño. El mejor ejemplo de nuestro viaje, temporal en todos los sentidos, pertenece a uno de los numerosos buques insignia, estandartes de la cinematografía de los 80, la trilogía de 'Regreso al futuro', las peripecias soñadas por Robert Zemeckis en 1985, convirtiendo un DeLorean en el símbolo imborrable de una máquina del tiempo, y nuestro pasado 2015 en su increíble futuro. 'Nadie me llama gallina' repetía Marty McFly, el joven atrapado en un tiempo que no le correspondía, encarnado por Michael J. Fox, y esa capacidad para no callarse, unida al peligroso invento del Doctor Emmett L. Brown, representado por Christopher Lloyd, hacían el resto. ¿Quién no trató de imaginar cómo funcionaba un 'Condensador de fluzo'?. Todavía pululan debates y teorías en Internet sobre las paradojas temporales que planteaban las películas, saltando sus héroes de 1985 a 1955, al siglo XXI y al lejano oeste americano. Y qué decir del planteamiento original, sobre qué ocurriría si pudieras ir al momento justo en el que tus padres van al instituto, y no solamente eso, cómo te las arreglarías para restablecer lo que tu llegada ha alterado. Cuando todo se solucione, destruye la máquina del tiempo, es el consejo de nuestro querido Doc. ¿Qué otros elementos era mejor evitar?. Si se trataba de fantasmas viscosos color verde, realmente el problema era inevitable. Los Cazafantasmas es otro icono, otra joya irreemplazable. ¿A quiénes vamos a llamar?. La canción de Ray Parker Jr. es clara. Ellos salvarían al mundo. La película de Iván Reitman, estrenada en 1984, nos presentaba a un inolvidable equipo de cazadores de espíritus, tan inolvidable como el elenco principal de actores: Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis, William Atherton, pistola de rayos o neutrones en mano, o quién sabé qué tecnología, nos libraban de las plagas ectoplásmicas y de los espectros provenientes de oscuras dimensiones. La película tuvo su secuela en la misma década, incluso un reboot en el 2016, palabra que designa el relanzamiento, la puesta a cero de un filme, saga o franquicia, siendo en esta ocasión mujeres las que plantaban cara al más allá. Y para dar una vuelta de tuerca al mundo del regreso a lo vintage, en la actualidad tenemos tercera parte, oficial dicen, y dirigida por el hijo de la original: Jason Reitman. Y hablando de otras dimensiones, no en el sentido fantasmagórico anterior, recordemos las historias de otros mundos, otros universos, otros reinos. Como el reino de fantasía con el hicimos la introducción a nuestro relato. La película de 1984 basada en el libro homónimo de Michael Ende, 'La historia interminable', dirigida por Wolfgang Petersen, nos presenta al niño Bastian, representación de todos nosotros, soñadores que perdimos nuestra capacidad de imaginar, y su Odisea leyendo el libro tesoro titulado como la misma película. Al otro lado de las páginas, Atreyu, su conexión con la historia dentro de la historia, es el héroe que carga con la misión de evitar la destrucción de fantasía, a manos de una extraña enfermedad que devora todo lo conocido: la Nada. La solución, como se verá, traspasar y fundir sus realidades, involucrarse todavía más y no como simple testigo y lector. Y del desván desde donde Bastian lee, sueña y vive, saltamos a otra buhardilla, lugar encantado y antesala a lo inesperado, donde un grupo de amigos encuentra un mapa misterioso. Los Goonies, como se hace llamar la pandilla y la película de 1985 realizada por Richard Donner, descubren el mapa de un antiguo tesoro, la última esperanza de evitar el desahucio de sus casas, ayudando a sus padres si finalmente encuentran lo que se esconde en la equis marcada sobre el viejo plano. No se puede ser nostálgico de este cine y no considerarse un Goonie. La historia de la pandilla, perseguidos por ladrones y expuestos a las trampas de los antiguos piratas, dueños del mapa y de lo que esconde el mismo, es la epopeya soñada por los adolescentes de la época, un canto épico a la amistad y al valor. Todo listado representativo de la filmografía asociada a una época determinada es un ejercicio subjetivo, y cada uno añadirá o eliminará las obras que considere, ya que los gustos son propiedad del individuo, pero, amigos de las listas, la estadística sitúa en los primeros puestos de las mismas, filmes que repiten su aparición continuamente en ellas, como por ejemplo el genial póquer que hemos destapado para nuestros oyentes. Seguramente nuestra narración tendrá secuela en un próximo programa y prometemos empezar con el sonido del látigo más famoso del cine.
"Ventajas de viajar en cine" es el nuevo espacio que hoy presentamos de nuestro magazine "Siéntelo con oído". Su responsable, José Luis Arribas, nos habla de la estructura y contenido del mismo que, con periodicidad mensual, se ocupará del apasionante mundo del cine. "Siéntelo con oído" sigue creciendo.