NADA MÁS QUE MÚSICA

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"Nada más que música" es una nueva sección del programa de radio "Siéntelo con Oído" que se emite los jueves en RADIO LA GRANJA (102.1 FM) y por TEA FM. Tiene un solo objetivo, entretener. Para ello vamos a contar con el mejor aliado posible, la música, nada más y nada menos. Por aquí pasarán grupo…

MANUEL ALCAINE


    • Nov 5, 2024 LATEST EPISODE
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    Nada más que música - Prince

    Play Episode Listen Later Nov 5, 2024 45:42


    La MTV, la cadena que revolucionó la música en los 80 y que se había sacado de la manga el guitarrista de los Moonkes Michael Nesmith, llevó al éxito a nombres que destacaron del resto de forma inmediata y que nos exigieron a todos una especial atención. Uno de ellos fue Prince, El Principe, un artista que basaba su producción en la música de baile, un formato que le permitía cambiar de estilo en cada disco sin dejar de parecer innovador, algo que ya habían hecho en su día Dylan y David Bowie. El tipo tenía un ego que no cabía en todo el estado de Minnesota y una avidez de éxito y dinero similar. Lo consiguió todo. Cantante, multiinstrumentista, compositor, productor discográfico y actor, ganó numerosos premios y nominaciones, y es considerado, por unanimidad, como uno de los mejores músicos de su generación. Prince nació en el seno de una familia de músicos. Su madre, cantante de jazz y su padre pianista y compositor. Fue su padre precisamente el que le dio el nombre artístico de Prince, un apodo que él mismo había usado anteriormente. Con la ayuda de Owen Husney, un hombre de negocios de Minneapolis con el que Prince había firmado un contrato de gestión, llegaron a un acuerdo con la Warner Bros mediante el cual, Prince grabaría tres álbumes teniendo siempre el control creativo y retendría, además, sus derechos de publicación. El primero de estos álbumes fue “For you”, un trabajo en el que Prince escribió, produjo, arregló, compuso y tocó los 27 instrumentos de la grabación, excepto en “Soft and Wet”, Suave y húmedo. Este tema, que precisamente vamos a escuchar ahora, fue su primer sencillo y se lanzó el 7 de junio de 1978, el día en que el artista cumplía sus veinte años. El disco vendió 150.000 copias y todo empezó a rodar. Las comparaciones fueron espectaculares, grandes estrellas como Steve Wonder o Michael Jackson. Enseguida se puso en marcha la máquina de hacer dinero y se realizó un casting para componer una banda que le acompañara en directo. En 1979 lanzó su álbum Prince. En este trabajo se incluía un tema “¿Why you wanna treat me so bad?” que en ese momento pasó desapercibido pero que resumía todo aquello que le haría famoso: un bajo funk, un ritmo persistente de rock, voz soul en falsete y un uso destacado de la guitarra eléctrica. También, este tema, fue causa de controversia con su bajista André Cymone. Éste se había ocupado de todas las líneas de bajo y de algunas armonías vocales y, sin embargo, no aparecía reseñado en las acreditaciones. Si fue un error tipográfico, como alegó Prince, o no, no lo sabemos. Pero ahí empezaron sus roces. Pero bueno, a pesar de todo, en febrero de 1980 este álbum se convirtió en su primer disco en superar el millón de copias vendidas, y consecuentemente, su primer disco de platino. Tenía 21 años. El músico siguió publicando discos en los que cambiaba radicalmente de estilo. En el titulado Dirty Mind presentaba una imagen provocativa, aparecía en la portada en calzoncillos y con medias de mujer debajo de una gabardina. Las letras, extremadamente sexuales, se convirtieron en la pesadilla de los censores y, para cerrar el círculo, nuevamente omitió en los créditos el nombre del bajista André Cymone. En el siguiente álbum, Controversy, dio a su imagen una vuelta de tuerca. Precisamente por esta deriva, abandonó el grupo la teclista Gayle Chapman que fue sustituida por Lisa Coleman, una instrumentista con menos escrúpulos que la anterior. En 1982 publicó “1999”, su primer gran éxito popular y según críticos y los propios músicos, su primera gran obra maestra. La revista Rolling Stone lo considera el álbum más influyente de Prince. En él, cierra el estilo que poco más tarde sería conocido como sonido Minneapolis. Curiosamente, la canción que da título al disco, fue plagiada algunos años más tarde por Phil Collins. Pero bueno, la canción que le catapultó a las listas de éxitos fue el segundo sencillo, Little red Corvette Prince, ya lo hemos dicho antes, lo quería todo. A principios de la década de los 80, su posición en el mercado de la música se limitaba, que tampoco es poca cosa, a varios éxitos de R&B, vídeos musicales y alguna aparición en TV. Con este equipaje, se subió al tren del cine. Se empeñó y consiguió, en 1984, sacar adelante la exitosa Purple Rain, una película remotamente autobiográfica y de la que también era autor de la banda sonora. El álbum de esta banda sonora vendió más de 13 millones de copias en los EEUU y estuvo 24 semana consecutivas en el número 1 de la lista Billboard. Para comprender mejor el éxito de este trabajo basta repasar algunos datos:  La película recibió un Premio de la Academia a la mejor banda sonora de canción Original.  La película recaudó más de 250 millones de dólares en los Estados Unidos.  En un momento de 1984, Prince tuvo simultáneamente el álbum, el sencillo y la película en el número uno de sus respectivas listas en los EEUU. Fue el primer artista en conseguir esta hazaña.  El álbum Purple Rain ocupa el octavo lugar en la lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos publicada por la revista Rolling Stone. Hay tres canciones en el álbum que son de obligado cumplimiento. La primera, ”When doves cry”, Cuando las palomas lloran, primer sencillo del álbum y disco de platino. Otra de las canciones que no nos queda más remedio que escuchar es “Let’s go crazy”, Hagamos locuras, una canción que merece ser escuchada con atención. Empieza con una música de órgano que parece de funeral y sobre la que Prince hace un panegírico a “esto que se llama vida”. La canción va subiendo de tono por culpa de la batería y el bajo para llegar al climas con los solos de guitarra a cargo del propio Prince. Atentos. Y, por supuesto, la súper power ballad “Purple rain”. Su primera grabación fue en directo, en el club First Avenue de Minneapolis, aunque ha sido retocada para posteriores lanzamientos. Esta canción es un hito en la carrera de Prince, la cantaba en todos sus conciertos. Curiosamente la canción tiene un poco de historia porque, cuando Prince terminó su composición, le pareció que sonaba muy parecida a otra compuesta por Jonathan Cain. Lo comentó con él y éste, sin poner ningún problema, le dio su visto bueno. Así que, aquí está la famosa Purple rain. El 7 de abril de 2016 tuvo que suspender dos actuaciones programadas. Lo hizo con un comunicado aduciendo una gripe. Cuando se sintió mejor, el 14 de abril, dio la que, a la postre, sería su última actuación. Cuando volvía de esta actuación, su avión privado tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia para que Prince fuera tratado de una sobredosis. Por voluntad propia y contra el consejo de los médicos, abandonó el hospital al día siguiente. Ya en casa, se le vio haciendo compras y, brevemente, en una fiesta en la que manifestó encontrarse bien. El día 21 de abril, a las 09:43 h se hizo una llamada a urgencias para que se enviara un ambulancia de la casa de Prince, en Paisley Park. Los servicios de emergencia encontraron a Prince inconsciente y solo pudieron certificar su muerte. Se le declaró muerto a las 10:07 h. Se dio la circunstancia de que, en la escena, no había signos de suicidio o violencia, por lo que se diagnosticó la muerte de Prince como una sobredosis accidental de fentanilo. Tenía 57 años. Inmediatamente se desató la guerra por la herencia de Prince. Su hermana Tyka Nelson y sus cinco hermanastros presentaron la documentación pertinente para acreditar su derecho. Lo curioso del caso fue que también lo hicieron unas 700 personas que juraban por todos los santos ser hermanos de la estrella. Tras arduos análisis y pruebas de ADN, la herencia fue a parar a los auténticos hermanos del artista. Que cosas. Vamos con su música. Según las propias palabras de Prince, la canción Cream la escribió cuando se miraba al espejo. Desde luego, los cursillos de autoestima no estaban pensado para él. Por supuesto, nos queda mucho que decir sobre esta auténtica estrella de la música. Lo haremos en posteriores programas. Ahora tenemos que irnos y lo vamos a hacer escuchando “Delirious”, una canción en la que Prince nos cuenta como se está volviendo loco por una hermosa mujer. La canción está llena de connotaciones sexuales, lo suficientemente ocultas como para salvar la censura. Amigas, amigos, hasta la próxima.

    Nada más que música - Juan Perro (Cantos de ultramar)

    Play Episode Listen Later Jun 29, 2022 43:36


    Nuestro invitado de hoy protagonizó con su grupo la música española de los años 80. Su evolución musical y personal le llevó a abandonar una fama consolidada, su participación en el negocio de la música e incluso, su propio nombre. Santiago Auserón pasó a llamarse Juan Perro. El Sr. Juan Perro, zaragozano, Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y Premio Nacional de las Músicas Actuales acaba de grabar un nuevo disco: Cantos de ultramar. Un trabajo en el que combina sonidos de ambos lados del Atlántico. Las canciones de este disco ya habían sido grabadas, solo con guitarra y voz, en su álbum anterior “El Viaje”. En esta ocasión se hace con formato de sexteto con músicos de jazz. Junto a Juan Perro encontramos Joan Vinyals a la guitarra, desgraciadamente fallecido no hace mucho, Isaac Coll, al bajo, Pere Foved a la bateria, Gabriel Amargant, saxo tenor y clarinete, David Pastor con la trompeta y el fliscornio. Todos ellos han conseguido un trabajo limpio, con la electricidad justa, tranquila pero con un punto que te hace sentir que estás ante una obra redonda. Antes hemos escuchado Agua de limón, ahora vamos a escuchar otro corte del disco: Ambar. Dedicada a la cerveza con sabor cubano. La familia Auserón, debido al trabajo del cabeza de familia, topógrafo, deambuló por varias ciudades españolas y a Santiago le tocó nacer en Zaragoza. Su padre trabajaba entonces para los militares de la base aérea norteamericana. Posteriormente pasó a trabajar como responsable del entretenimiento de los soldados de la base, lo que hizo que sus hijos estuvieran en estrecho contacto con la música que llegaba de los EEUU: Duke Ellington, Ella Fitzgerald, Nat King Cole, Louis Armstron y, por supuesto el rock and roll. Tras pasar por la universidad, fundó el grupo Radio Futura que, de 1979 a 1992 lideró el mercado musical y lo que dió en llamarse la movida madrileña. A este grupo se le sigue considerando como uno de los mejores grupos de rock español de todos los tiempos. Buscando nuevos retos en su carrera, inició su andadura profesional en solitario. Y así nació Juan Perro. Vamos a escuchar un corte de este nuevo disco, creo que es el que mas matices jazzeros tiene: Luz de mis huesos. Juan Perro se dio a conocer en 1993 en la gira de Kiko Veneno y Juan Perro vienen dando el cante. A partir de este momento las grabaciones se sucedieron: Raíces al viento en el 95, Huella sonora en el 97, Mr. Hambre en el 2000, Cantares de vela en 2002, rodeado siempre de grandes músicos de rock, jazz, flamenco y son. Se codea y colabora con Compay Segundo, Kiko Veneno, Raimundo Amador, La Barbería del Sur, Malevaje, Pau Riba, Carlos Cano y tantos otros. Entre sus muchos trabajos y colaboraciones destacan los conciertos que dio entre 2005 y 2007 junto a la Original Jazz Orquestra del Taller de Músics de Barcelona con el espectáculo Canciones de Santiago Auserón, que, además, obtuvo el premio Max de las Artes Escénicas. Volvemos al disco: Arenas del Duero. Hemos citado antes a Compay Segundo y su estrecha relación con Auserón. Él mismo lo cuenta en una entrevista reciente: “Lo más importante para Compay era la música, por encima de todo. Tenía 86 u 87 años cuando le conocí. Era deslumbrante. Producía un sonido con luces de todo un siglo, lo aprendió de pequeño. Me lo mostraba con su guitarrita. Una como esa [señala una guitarra colgada en el salón de su casa]. Fue una de las dos primeras que trajo a España. Me dijo: "Te la regalo". Y cuando ya la tenía en mis brazos añadió: "Ahora tú me regalas 200 dólares". Era la conciencia musical del siglo XX. Sonaba con absoluta dignidad. Eso no es fácil. “ Compay Segundo, genio y figura. Seguimos con Cantos de ultramar. Escuchamos ahora De un país perdido. En esa misma entrevista que he citado antes, la que le hizo el periodista Fernando Navarro para el Pias Semanal, Auserón opina sobre el reguetón. A la pregunta del periodista sobre que opinión le merece el reguetón, una música que no solo ha llegado a España sino que ha conquistado el continente americano, Auserón responde, y transcribo literalmente: “Antes vino la lambada y mucho antes, pongamos por caso, el sucusucu. Entre esos géneros y el reguetón hay pérdidas de melodía y de flexibilidad rítmica. Después del reguetón vendrá seguramente otra forma de sonoridad robotizada. ¿Cómo se explica esa decadencia de los géneros populares? Por la electrónica y por el acceso al consumo de mucha gente que vive en el límite de la miseria, a menudo expatriados que no tienen acceso a otra cultura. Desde el punto de vista musicológico, el reguetón es la célula mínima de la síncopa negra reiterada hasta el infinito, como si para ciertos usos no hiciera falta más música. El baile con gestualidad sexual explícita tiene en África carácter ritual y está extendido por todo el Caribe. Lo llaman perreo, pero oiga, ¡hay perros con más tumbao! De la pista de baile jamaicana, esa síncopa emigra a la discoteca latina. Los indígenas americanos no la practicaban. Una apropiación latina de la música negra se pone así de moda, en ambientes donde la violencia, el sexismo machista, la ostentación, el narco y las pistolas son considerados como valores supremos. Ahí adquiere prestigio provocador y los medios de comunicación la transforman en mercancía internacional. Todo eso recuerda el proceso de otras músicas negroamericanas, pero esta vez reducido a la mínima expresión. Es un fenómeno interesante, a la vez que amenazador, porque con él emergen las capas sociales olvidadas de América. Llevado a la música popular y comercial y la discoteca es basura sonora. Pero no olvidemos que nuestros abuelos decían lo mismo del rock. ¿Qué ocurrirá cuando intérpretes, productores y consumidores del género empiecen a necesitar otra cosa?. Me alegro de que me haga esta pregunta. Bueno, esto lo he dicho yo. Más Cantos de ultramar, en este caso El desterrado. Juan Perro es una “rara avis” dentro del panorama musical español. Cuando el triunfo le venía de cara con su grupo, lo dejó todo para seguir su carrera en solitario con la que, sin renegar de su pasado, descubrir y profundizar músicas más allá de nuestras fronteras. No fue fácil, pero el cansancio había hecho mella en todos los componentes y se bajaron del carro. Pero esta actitud no es gratis. La TV y otros medios te dan la espalda si no entras en su formato. A pesar de todo, no parece que este riesgo le haya supuesto mayor problema a Juan Perro y, aunque gana menos dinero que con su mítica banda, la aventura le ha merecido la pena. Preguntado sobre la posibilidad de una nueva etapa con Radio Futura siempre ha sido categórico. No. Dice: “Con la vuelta de Radio Futura destrozaríamos nuestras vidas, lo que quede de nuestras vidas. A estas alturas no merece la pena.” Y todo esto a pesar de que varios promotores y organizadores de festivales, tanto españoles como Mexicanos, se lo han propuesto en numerosas ocasiones poniendo encima de la mesa unos cheques muy sustanciosos. Seguimos con sus Cantos de ultramar. Esto es El viaje. Para Juan Perro, visitar Cuba una y otra vez es como una religión que le permite ver el camino que le acercará, tarde o temprano, a músicas futuras pero dotadas de sólidos cimientos. La isla es un punto intermedio de ida y de vuelta en ese viaje interminable en busca su propio Shangri-la musical. Llegó a La Habana en 1984 y la ciudad lo recibió con los brazos abiertos y un cóctel de músicas, pregones, rumba, ron y algarabía callejera. Visita el resto de país y descubre que las tradiciones siguen vivas, las importadas y las autóctonas. Santiago de Cuba le muestra que la trova y el son no fueron modas, sino más bien, latido constante de una cultura y nación que sabe de donde viene, y preserva sus valores para decidir a donde va. Y, como no podría haber pasado de otra manera, se enamoró de la isla. Y en esto mucho tuvo que ver su amistad con el tresero Pancho Amat y el legendario Francisco Repilado “Compay Segundo”, y otros artistas cubanos que le ayudaron a sondear la vasta riqueza musical de la isla desde la que pudo fusionar las armonías del rock and roll y el blues con la cadencia del son. Un ejemplo: A morir de amores. El tiempo, cuatro años al menos, y el mimo invertidos en la creación de este disco se han traducido en una edición cuidadísima, culta y, consecuentemente, fabulosa. Auserón conserva su voz admirablemente y siegue siendo tan moldeable como él quiera. Seguramente no volverá a llenar estadios como lo hacía en otro tiempo pero, también en eso, hemos ganado. Un gran disco, un gran trabajo y un gran artista. Nos vamos. Lo hacemos con otro corte de este estupendo Cantos de ultramar. El tema se llama Nada Y como siempre… ¡Buenas vibraciones!

    Nada más que música - Héroes del Silencio

    Play Episode Listen Later Jun 15, 2022 59:08


    Un día más vamos a repasar un poco de la historia de la música, en este caso española, y para más precisión, zaragozana. Este programa estaba en deuda con el grupo más internacional que ha dado esta ciudad. Por supuesto, nos son otros que Héroes del Silencio. Hoy saldaremos esta deuda. Esto ha sido “Apuesta por el rock and roll”, un corte de Rarezas, uno de sus discos recopilatorios. Pero para Héroes del Silencio todo terminó el 10 de febrero de 1996, en una habitación de hotel de Tijuana, México. Enrique invitó inesperadamente a sus compañeros a una reunión y, ante su sorpresa, puso encima de la mesa un par de folios, escritos por las dos caras, en los que se resumía el futuro “modus operandi” que el grupo debería asumir desde ese momento. El mensaje era imperativo y no dejaba lugar a dudas: no más guitarras eléctricas, canciones cortas, obligatoriedad para todos de investigar en las nuevas tecnologías, … Juan Valdivia, guitarrista de la banda, se levantó y se fue. Punto y final. Claro que, para llegar a este punto, habían pasado muchas cosas. Nos remontamos a 1980, ciudad de Zaragoza. Pedro y Juan Valdivia, batería y guitarra respectivamente, comenzaron a dar sus primeros paso en el mundo de la música, junto con su primo Javier Guajardo, cantante, formando el grupo de pop Zumo de vidrio. Era la época de la movida madrileña donde cortaban el bacalao grupos como Alaska y Dinarama, Radio Futura, Nacha Pop, Gabinete Galigari o Los Secretos. Del extranjero nos llegaban músicas diversas como Michael Jackson, The Police o Dire Straits. En este contesto nació el proyecto Héroes. Entre dos tierras, quizá su mayor éxito. Al poco tiempo, entró en escena Enrique Ortiz de Landázuri, más tarde conocido como Enrique Búnbury, que por entonces tocaba el bajo y cantaba en Proceso Entrópico y le invitaron a unirse al proyecto. Con formato de trío, el cantante anterior ya había abandonado la banda, comenzaron sus primera actuaciones y grabaron su primera maqueta. Las nuevas canciones tenían un estilo oscuro y simbólico, con claras influencias post punk, muy distinto al pop de Zumo de Vidrio, así que decidieron cerrar esta etapa y empezar de cero. En 1985, se incorporó al trío un nuevo bajista, Joaquín Cardiel, para que Bunbury se dedicara a cantar con más libertad. También por esas fechas abandonó el grupo Pedro Valdivia para centrarse en sus estudios y fue sustituido por el bateria zaragozano Pedro Andreu. Y con todos estos movimientos, se completó la banda, una banda que… todavía no tenía nombre. Maldito duende. El nombre llegó, como suele pasar casi siempre, por azar. Estaban promocionando su primera maqueta y tenía que acudir a una entrevista en Radio Zaragoza y seguían sin nombre. Alguien sugirió “Héroes del Silencio”, el título de una de sus canciones, que posteriormente cambiaron por Héroe de leyenda, y la idea gustó a todos y así quedó la cosa. A partir de este momento, todo se aceleró: ganadores de la fase regional del Festival de Benidorm, finalistas del concurso “Nuevo Pop Español”, bombazo en las Fiestas del Pilar y primeros contactos con los ejecutivos de las discográficas. Uno de ellos, Gustavo Montesano, productor y guitarrista de Olé Olé, se acercó a Zaragoza para verles en directo y quedó impresionado e inmediatamente se los recomendó a la multinacional EMI. A pesar de todo, EMI no lo tenía del todo claro y decidió empezar con un EP con cuatro temas que se grabó a finales de 1987. El trabajo vendió 30,000 copias, un récord absoluto para un lanzamiento debut. Con las cosas un poco más claras, la discográfica se atrevió ya con un nuevo lanzamiento, un LP que Héroes tuvo que componer en tiempo récord para publicarse en octubre de 1988. El mar no cesa fue disco de platino y vendió más de 150,000 copias. En la gira correspondiente, Héroes del Silencio dejó definitivamente constancia de su calidad y de la contundencia de sus directos. De su álbum El mar no cesa, Mar adentro. La fortuna les sonrió cuando en un concierto, en Calatayud concretamente, les escuchó el productor Phil Manzanera, antiguo guitarrista de Roxi Music. Que por cierto, ¿que coño hacía Phil Manzanera en Calatayud?. Bueno, fuera como fuese, y convencido de su valía, les propuso producir su próximo álbum, así que, en septiembre de 1990 volvieron a encerrarse en el estudio para grabar Senderos de traición. Lo hicieron a caballo entre Madrid y Londres. Algunos de los temas ya los habían tocado en gira y los tenían rodados pero otros, compuestos hacía ya tiempo, fueron retocados y mejorados para la grabación. El resultado fue un disco potente que dio una vuelta de tuerca a la trayectoria de la banda. Temas como “Entre dos tierras” o “Maldito duende” barrieron en las listas y se vendieron más de 400.000 copias. Durante la gira de presentación, “Tour Senda” dieron 140 conciertos por toda España y también hicieron una minigira por Alemania, Suiza, Bélgica y Francia. De esta visita a Europa les quedaron las ganas de volver, y lo hicieron al año siguiente, en 1992, realizando 54 conciertos por diversos países europeos. También cruzaron el Atlántico y tocaron en México aunque fue menos satisfactorio su trabajo debido al ambiente relativamente hostil por celebrarse en esas fechas el V Centenario del descubrimiento de América. Lo que si les sirvió fue conocer al guitarrista Alan Boguslavsky que, a la postre, se uniría al grupo. De su álbum El espíritu del vino, La sirena varada. En 1993, nuevamente de la mano de Phil Manzanera, volvieron al estudio para grabar el que sería su tercer álbum: El espíritu del vino. Grabado íntegramente en Londres, es el trabajo más complejo y enigmático del grupo. “Nuestros nombres” o “La sirena varada” son algunos de los temas que completan el disco. Como era de rigor, nada más publicar el álbum se embarcaron en la gira El camino del exceso por Europa y América con un total de 134 conciertos en los que ya estaba el nuevo fichaje, el guitarrista mexicano Alan Boguslavsky. Por estas fechas se produjo una anécdota, protagonizada como no por Bunbury. La banda fue recibida en audiencia por el Príncipe Felipe que se había declarado admirador del grupo por su música y por la difusión del idioma castellano por todo el mundo. Cuando terminó la recepción y fueron preguntados por la prensa, Enrique manifestó que él era antimonárquico. Y se lió. Pero, bueno, este año 1993 fue también el de su definitivo reconocimiento internacional. Su participación en un festival en Berlín contra el racismo los colocó en la cresta de la ola en Alemania. Vendieron allí 250.000 copias de disco y fue núm. 1 en ventas, cosa que también paso en España, México y Suiza. Pero la gira fue dura y pasó factura. Y es que, además de Europa, en Latinoamérica dieron, en dos meses, 26 conciertos en México, Chile y Argentina. Así que, al finalizar el tour, la banda se dio unas vacaciones. Los excesos y la duración de la gira habían dañado seriamente la convivencia de los miembros de la banda y se encontraban en medio de una importante crisis interna. Avalancha, del álbum del mismo nombre. Con la ilusión de salvar este matrimonio a cuatro bandas que empezaba a hacer aguas por todas partes, la banda se retiro a la montaña para discutir y planificar su futuro y su nuevo disco. Como pasa en todos los equipos de fútbol, cambiaron a todos menos a los jugadores. Cambiaron al productor, cambiaron al mánager e incluso a su diseñador gráfico. Y acertaron. Bob Ezrin, conocido por su participación en grandes álbumes como Pink Floyd, Alices Cooper, Loy Reed y Kiss, entre otros, se hizo cargo de la situación y en tres meses, entre Londres y Los Angeles, grabaron su cuarto álbum de estudio: Avalancha. El disco fue un éxito absoluto y vendió más de 200,000 copias. Como es habitual, a la promoción del disco siguió una gran gira que fue la puntilla en las deterioradas relaciones entre los miembros del grupo. Esto es Héroe de Leyenda, el que fuera primer sencillo de la banda. Esta gira fue realmente una macrogira. Empezó en julio de 1995 para terminar en Octubre de 1996: 152 conciertos repartidos por Europa y América. La convivencia y el cansancio proporcionó momentos muy difíciles e hicieron crecer las desavenencias internas de la banda. Durante la gira, Bunbury empezó a componer y grabar nuevos temas sin tener, para nada, en cuenta al resto de Héroes y haciendo ver que su futuro ya no pasaba en la banda. Como guinda del pastel, su último concierto, que se celebró en Los Angeles el 6 de octubre de 1996, tuvo que ser suspendido por que el público empezó a tirar botellas y objetos al escenario. Estaban cabreados por unas declaraciones despectivas de Bunbury acerca de las mujeres mexicanas. Antes de acabar la gira, en una rueda de prensa celebrada en Lima comunicaron su separación temporal. También del álbum “El espíritu del vino”, El camino del exceso. Héroes todavía tenia contrato en vigor con la discográfica, y estaban obligados a publicar cinco discos más. En el 98 publicaron Rarezas, una álbum con versiones inéditas de algunos temas y de otros que solo habían sido publicados en sencillos. Hasta 2007, EMI publicó otros cuatro discos más con material antiguo o reinterpretado e incluyendo DVDs de conciertos. Y los Héroes… cada uno por su lado. Bunbury inició su exitosa carrera en solitario. Alan Boguslavsky colaboró en el primer disco en solitario de Bonbury y después formó su propio grupo: Bogusflow, pero duró poco. Juan Valdivia colaboró con su hermano Gonzalo en algunos proyectos, e incluso lanzó su propio álbum, Trigonometralla, en 2001. Pedro Andreu se embarcó en algunos proyectos musicales que no tuvieron mucha repercusión. Joaquín Cardiel, por su parte, se alejó del panorama musical y realizó algunos viajes para conocer en primera persona el mundo de los indios americanos. Y así finalizó la exitosa carrera de un gran grupo. De este disco, Rarezas, vamos a escuchar “Virus”. Una oferta que no pudieron rechazar les llevó a preparar, diez años después de su separación una gira de despedida. Para sacar el asunto adelante se contó con varios patrocinadores: Expo Zaragoza 2008, el Real Zaragoza (je, je, … eran otros tiempos), y el Ayuntamiento de Zaragoza. El grupo se puso a la faena y, como Juan Valdivia había sido operado recientemente de una mano, llamaron a su hermano Gonzalo como segunda guitarra para que participara en la gira. Cuando las entradas se pusieron a la venta se desató la locura. En Sevilla, Zaragoza y México DF se vendieron en tiempo récord y las colas en los puntos de venta todavía se recuerda. Para liarlo todo un poco más, en el concierto que cerraba la gira en Cheste, por una mala previsión, se produjo un caos circulatorio durante más de cuatro horas, y 20 Km de retenciones impidieron que miles de seguidores llegaran al concierto. Al terminar la gira, Bunbury confirmo el final definitivo de la banda y el inicio de su carrera en solitario. Y ahora si, aquí terminó todo… de momento. Esta canción grabada en directo bien pudo sonar aquella noche. El Estanque. Y en olor de multitudes nos vamos. Hasta una próxima entrega de Nada más que música. Y ya sabéis que, entre tanto… os deseo unas muy ¡¡¡buenas vibraciones!!!

    Nada más que música - Stan Getz y The Oscar Peterson Trío

    Play Episode Listen Later May 25, 2022 47:35


    Hoy vamos a repasar un gran disco, el que grabaron en estudio Stan Getz y The Oscar Peterson Trío en 1.958. En el trío de Peterson militaban el guitarrista Herb Ellis y el bajista Ray Brown. El año anterior, en 1957, el productor Norman Granz estaba tratando de emparejar al legendario trió sin batería de Oscar Peterson con grandes figuras del jazz. El elegido fue Stan Getz porque pensó, con acierto, que de esta conjunción saldría algo bueno. Y ya lo creo que salió. La base rítmica que proporcionan la guitarra y el bajo, permite que el piano de Peterson desarrolle toda su técnica y que el saxo de Stan suene tan cálido como acostumbra. El disco empieza con una vibrante versión de I want to be happy, “Quiero ser feliz”, una partitura que Vincent Youmansy escribió para el musical de 1925 No, No, Nanette. Stanley Getz nació el 2 de febrero de 1927 en Filadelfia y ha sido catalogado por el crítico musical Scott Yanow como “uno de los grandes saxofonistas tenores de todos los tiempos”. Sus orígenes eran de lo más diverso. Su madre había nacido en Filadelfia, su padre en Londres, sus abuelos paternos eran originarios de Ucrania y habían tenido que salir huyendo para no caer en los pogromos anti-judios que se estaban produciendo en el imperio ruso. Durante la Gran Depresión la familia Getz se mudó a Nueva York y fue allí donde el jovencito Stand empezó a interesarse por los instrumentos musicales y tocó varios de ellos hasta que su padre le compró su primer saxofón a la edad de 13 años. Y con él, empezó a practicar nueve horas al día. Esta dedicación le permitió ser aceptado en la All City High School Orchestra de Nueva York. Con 16 años se unió a la orquesta de Jack Teagarden y empezó su carrera profesional. También tocó con Nat King Cole, Lionel Hampton, Jimmy Dorsey y Benny Goodman. Después de tocar con los mejores, decidió dar el paso y formar su propio grupo, pero, al mismo tiempo, empezó también su relación con la heroína. Getz se había casado cuando era prácticamente un adolescente y estaba bastante metido en las drogas. De hecho, fue detenido en 1954 por intentar robar una farmacia para conseguir morfina. Este primer matrimonio se deshizo y sus tres hijos fueron recogidos, con el tiempo, por la segunda esposa de Stan con la que tuvo dos hijos más. La nueva pareja se había trasladado a Copenhague, sobre todo para escapar del mundo de las drogas, tan asequible en aquellos días en Estados Unidos. A pesar de todo, Stan volvió a las drogas y su esposa le abandonó y se volvió a Suecia donde vivían sus padres. Para que volviera con él, Stan le envió una copia de lo que sería su siguiente trabajo Jazz Samba y le prometió que a partir de ese momento se mantendría sobrio. Su esposa volvió con él pero solo sería el inicio de un largo recorrido de encuentros y desencuentros que solo terminó cuando, en 1987 le diagnosticaron un cáncer terminal que acabó con su vida el 6 de junio de 1991. I’m glad there is you es una canción escrita por Yimmy Dorsey, que se publicó por primera vez en 1941 y que se ha convertido en un estándar del jazz. Por su parte, Oscar Peterson, la otra columna que sostiene esta estupenda obra, nació el 15 de agosto de 1925, en Montreal, y fue un virtuoso del piano, el “Maharaja del teclado”, como le llamaba Duke Ellington. Peterson, que se crió en un barrio predominantemente negro, se encontró pronto con la cultura del jazz. Sus primeras clases de piano las empezó a recibir a los siete años impartidas por su padre, músico aficionado, y su hermana. A los nueve años Peterson ya tocaba perfectamente y a los catorce ganó el concurso nacional de música organizado por la Canadian Broadcastin Corporation. Y, a partir de aquí, se convirtió en pianista profesional. Tenía por entonces un programa de radio semanal, tocaba en hoteles y salas de músico, orquestas, trios y es que, aunque su formación había sido clásica, sus tendencias gravitaron pronto hacia el boogie-woogie y el swing. Oscar Peterson había conseguido una reputación como un pianista técnicamente brillante y melódicamente creativo. Norman Granz, al que ya conocemos por su relación con nuestros dos invitados, se hizo cargo de su representación. Su primer contrato, presentación de Peterson en la ciudad de Nueva York en un concierto de Jazz en la Filarmónica en el Carnegie Hall. A partir de aquí, toco siempre con los mejores pero cabría destacar su colaboración con Stan Getz con el guitarrista Joe Pass. Fue en esta época, 1974, cuando ganó el Premio Grammy a la Mejor Interpretación de Jazz por un grupo. El álbum se llama The Trío. Vamos a escuchar ahora una mezcla de baladas, incluidas en este disco, en las que los cuatro músicos dejan de manifiesto su cualidades interpretativas. Ballad Medley Nuestro amigo no fue un derroche de salud que digamos. Peterson padecía de artritis desde su juventud, una enfermedad que para un pianista resulta letal. Siempre fue obeso, lo cual empeoraba la situación. Fumaba mucho y cada vez que intentaba abandonar al habito engordaba un poco más. Tuvo que ser operado de la cadera y ésto todavía empeoró su movilidad. Para terminar de arreglarlo, en 1993 sufrió un derrame cerebral que debilitó su lado izquierdo y le retiró de escena durante unos años. Aunque recuperó cierta habilidad en su mano izquierda, su destreza en la forma de tocar el piano se vio sensiblemente mermada. Su estilo pasó a basarse principalmente en su mano derecha. Volvió a escena en 1995 y aún recibió el Grammy Lifetime, por sus contribuciones creativas en el campo de la grabación. En 2007 su salud se vino abajo. Canceló sus planes de actuar en el Festival de Jazz de Toronto y en un concierto de estrellas del Carnegie Hall que se iba a dar en su honor. Peterson murió el 23 de diciembre de 2007 de insuficiencia renal en su casa en Mississauga, Ontario. Vamos a escuchar ahora Tour’s end, una canción compuesta por el propio Stan Getz. Es evidente que durante la grabación de este trabajo, los cuatro músicos se encontraban en estado de gracia. No hay un solo compás que desmerezca. Saxofón, piano, guitarra y bajo. No hace falta nada más. Bueno amigos, nos vamos a despedir de estos cuatro genios y del programa de hoy con otro número de su álbum: Three little words, en este caso compuesta por Oscar Peterson. Nos vemos y nos oímos dentro de quince días, hasta entonces… ¡¡¡Buenas Vibraciones!!!.

    Nada más que música - Nina Simone

    Play Episode Listen Later May 11, 2022 45:40


    Bueno, pues hoy vamos a dedicar nuestro espacio a una cantante, compositora, pianista, arreglista, activista por los derechos civiles y, por encima de todo, una gran mujer. Interprete de una amplia gama de estilos musicales que van desde la música clásica al jazz pasando por el blues, folk, R&B, gospel y el pop. Había nacido en el seno de una familia pobre y negra en Tryon, Carolina del Norte. Sexta de ocho hermanos, empezó a tocar el piano a los tres o cuatro años demostrando ya un gran talento para la música. Su primer concierto, a los doce años, marcó su deriva política posterior. El incidente ocurrió cuando sus padres, que habían ocupado los primeros asientos del auditorio para escuchar a su hija, fueron desalojados al final de la sala para dejar sus asientos a personas blancas. La niña dijo que, o trasladaban a sus padres a la primera fila o no tocaba. Por supuesto, sus progenitores volvieron a sus asientos y dio comienzo el concierto. La madre era ministra metodista en su tiempo libre y sirvienta a tiempo completo. Su padre, también reverendo, tenía un negocio de limpieza en seco pero su mala salud le dejaba fuera de juego durante largos periodos. No lo he dicho ¿verdad?, bien pues estamos hablando de Nina Simone. A pesar de todos los impedimentos que tuvieron que sortear, apoyada por su primera profesara de música y también de un fondo local para la educación y de diversas becas, la joven Nina pudo graduarse. Su objetivo era entrar en el Curtis Institute of Music de Filadelfia pero su solicitud fue denegada. Solo tres de los setenta aspirantes lo consiguieron ese año. Fue un duro golpe porque su familia se había trasladado a Filadelfia esperando su ingreso en la importante escuela. Siempre pensó que había sido rechazada por cuestiones racistas pero el instituto lo ha negado sistemáticamente. Tampoco pudo volver a intentarlo porque el Curtis no aceptaba alumnos mayores de 21 años. Curiosamente, unos días antes de su muerte, en 2003, el instituto le otorgó un título honorífico. Así que, desanimada, Nina Simone se dedicó a trabajar como asistente de un fotógrafo, simultaneando esta actividad como acompañante al piano en una academia de canto y dando clases particulares. Al poco, le llamaron para actuar en un bar en Atlantic City, cuyo propietario insistió en que cantara y tocara el piano. Fue allí donde adoptó el nombre artístico de ·”Nina Simone”. Nina por “Niña”, apodo que le había puesto su novio de entonces y Simone por la actriz francesa Simone Signoret de la que era admiradora. Este cambio de nombre también estaba motivado porque sabía que su madre nunca aprobaría que su “niña” tocara la música del diablo. Así que tenía que pasar desapercibida. La mezcla de jazz, blues y música clásica de Simone en sus actuaciones en el bar le valió una pequeña pero leal base de fans. En 1958 conoció a Don Ross, un trotamundos que trabajaba en las ferias invitando a gritos a la gente para que entrara en su espectáculo. Pero pronto se arrepintió de su matrimonio. Estaba trabajando por pequeños clubs cuando le ofrecieron grabar una de las canciones de la opera Porgy and Bess que se aprendió escuchando la que ya había realizado Billie Holiday. Fue un éxito y récord de ventas pero como había vendido todos los derechos del álbum por 3.000 dólares, no recibió ni un céntimo por los derechos, ni en ese momento ni nunca. A pesar de su mala cabeza para los negocios, su popularidad fue creciendo y firmó un contrato con Colpix Records que le permitió grabar una gran cantidad de álbumes de estudio y en directo. El estudio le cedió todo el control creativo, incluida la elección del material que se grabaría, a cambio de que ella firmara el contrato con ellos. El disco Nina Simone at Town Hall le abrió las puertas de Nueva York y se convirtió en la artista favorita de Greenwich Village, el barrio bohemio y artista de la gran manzana. Vamos a escucharle precisamente en una de sus actuaciones en directo, Ain’t got no – I got life. Por esta época, Simone tocaba música pop solo para ganar un dinero que le permitiera continuar sus estudios de música clásica y le era indiferente tener un contrato de grabación o no. Y esta fue una actitud hacia la industria discográfica que mantuvo durante la mayor parte de sus carrera. Disuelto su primer matrimonio, en 1961 volvió a casarse; en esta ocasión con un detective de la policía de Nueva York, Andrew Stroud. Al poco tiempo se convirtió en su mánager y en el padre de su hija Lisa. Desgraciadamente, el tipo terminó abusando de Nina, psicológica y físicamente. En 1964, cambió su compañía discográfica Colpix por la holandesa Philips Records y esto supuso un cambio en el contenido de sus grabaciones. Hasta ahora siempre había incluido en sus trabajos referencias a su herencia afroamericana pero en el primer disco con Philips, por primera vez abordó la desigualdad racial en los Estados Unidos. Desde luego que motivos no le faltaban. Esta actitud más beligerante, como no podía ser de otra manera en los Estados Unidos, le supuso el boicot a su música en algunos de los estados del sur. Mucha copias de sus discos fueron destrozadas en una emisora de radio de Carolina y devueltas a la compañía discográfica. Este momento de su vida fue clave en su activismo por los Derechos Civiles y se convirtió en parte fundamental de sus conciertos y trabajos discográficos. A medida que su activismo político aumentaba, su carrera artística se ralentizaba. Y es que, este activismo no era de fachada. Al igual que Malcolm X, su vecino en Mount Vernon, estuvo en las marchas de Selma a Montgomery, famosas por la represión que la policía aplicó en unas manifestaciones pacíficas que acabaron con un montón de muertos, apoyaba en nacionalismo negro e incluso abogó por la revolución violenta en contra del discurso de Martin Luther King Jr., del que, por otro lado, era un buena amiga. Al reflexionar sobre este período, dejó anotado en su autobiografía: “Me sentí más viva entonces de lo que me siento ahora porque me necesitaban, y podía cantar algo para ayudar a mi gente”. Nina Simone y su éxito Mr. Bojangles. Su compromiso con el activismo en pro de los derechos civiles no le salió gratis. Según sus propias palabras, “la industria de la música la castigó boicoteando mis discos”. Molesta y decepcionada abandonó los Estados Unidos en septiembre de 1970 en dirección a Barbados. Esperaba que su esposo y gerente se comunicara con ella para cuando tuviera que actuar nuevamente. Lamentablemente, su esposo y agente, el Sr. Stroud, que además estaba a cargo de los ingresos de la artista, interpretó su escapada como una solicitud de divorcio. Cuando Simone regresó a los EEUU, se encontró con la sorpresa de que había una orden de arresto contra ella por impago de impuestos, así que nuevamente salió por piernas a Barbados donde permaneció bastante tiempo. Fue su amiga, la también pianista y cantante, Miriam Makeba la que le convenció para que se fuera a vivir a Liberia. Y lo hizo. Cuando su hija Lisa se reunió con ella, su relación fue nefasta debido a sus incipientes problemas mentales, hasta el punto de que Lisa abandonó a su madre para irse a vivir con su padre. La carrera de Nina Simone, a la vez que su salud, se estaban desmoronando a paso agigantados. Vamos a oírla ahora en un tema de George Harrison, Here comes the sun. En la década de 1980, Simone actuó regularmente en el Ronnie Scott’s Jazz Club de Londres. Y, aunque su estilo inicial sobre el escenario era algo altivo y distante, poco a poco Nina Simone parecía disfrutar de interactuar con su público, contando anécdotas sobre su carrera e incluso solicitando que le pidieran canciones para interpretar. Durante esta época vivió en todas partes y en ninguna. Liberia, Barbados y Suiza para terminar en París. Allí actuó regularmente en un club de jazz llamado Aux Trois Mailletz donde prácticamente no le pagaban nada. Estas sesiones fueron brillantes en ocasiones para, en otras, derrumbarse a los quince minutos. A menudo estaba demasiado borracha para estar en un escenario y se enfadaba con el público y les insultaba. La situación se hizo tan insostenible que unos amigos tuvieron que intervenir. Por mediación de estos amigos, se trasladó a Holanda y se instaló en un apartamento vigilada por uno de ellos para que se relajara y pudiera volver a la normalidad. Definitivamente fue diagnosticada con “Trastorno bipolar”. Con la medicación apropiada, su vida comenzó a mejorar y se trasladó a Amssterdam, pero, finalmente, y tras unos años tratándose un cáncer de mama, falleció el 21 de abril de 2003. Vamos a escuchar la versión que hace Nina Simone del éxito de Leonard Cohen, Suzanne. Nina Simone fue sin duda hija de la generación que cuestionó la humillación racista, que señaló sin temor la supremacía blanca y abrazó la causa del pueblo negro. También fue una mujer atormentada, victima de los abusos físicos y mentales de su marido, al que solo abandonó cuando decidió autoexiliarse, y una mujer resentida por no haber podido conseguir su sueño de ser concertista clásica. Si tuviéramos que usar una sola palabra para definir a Nina Simón, seguramente sería “corrosiva”. Llena de contradicciones, se convirtió en la voz de la defensa de los derechos civiles y contra el racismo pero vivió en silencio la opresión “invisible” que sufría muchas mujeres, incluida ella. Feeling Good. Ella dijo: “¿Cómo puedes ser artista y no reflejar tu tiempo”?. Y por eso entregó su talento al servicio de su pueblo, perseguido y oprimido por el racismo salvaje de la época, y que, al parecer, no ha cambiado tanto. Y así fue durante toda su vida. Una vida plagada de problemas ocasionados por su militancia y por su salud mental. Problemas, por otro lado, que no impidieron que nos dejara un más que brillante legado artístico: más de cuarenta álbumes sin desperdicio. Una vida, su vida, que fue el combate de una mujer que luchó por la libertad de su arte y su música y su identidad como afroamericana. Un conflicto íntimo de una creadora que tuvo que hacer frente a sus propias contradicciones, como estrella y como artista comprometida. En mi opinión, una gran mujer. Nos despedimos de ella con una canción que dedicó a Martin Luther King: ¿Why? (The king of love is dead). En su presentación, ésta es una versión grabada en directo, nos dice: “Una vez en este planeta tierra vivió un hombre de humilde nacimiento predicando amor y libertad para su prójimo. Estaba soñando con un día en el que la paz vendría para quedarse.” Se nos acabó el tiempo, nos vamos y lo hacemos con un sabor agridulce en la boca: haber disfrutado de la buena, muy música de Nina Simone por un lado y, por otro, haber conocido o recordado la azarosa y trágica vida de una luchadora. Seguro que no fue en vano. Amigos, nos oímos dentro de quince días aquí, en Sienteleconoido.caster.fm, tu emisora de cabecera. Hasta entonces… “Buenas vibraciones”.

    Nada más que música - Creedence Clearwater Revival - II

    Play Episode Listen Later Apr 27, 2022 44:13


    Hola, hola, yo soy Antonio Giménez y esto es… NADA MÁS QUE MÚSICA. Muy buenas tardes Señoras y Señores, sean ustedes bienvenidos a este rincon de internet en el pretendemos, sobre todo, que ustedes lo pasen bien. Hoy lo haremos con la segunda parte de nuestro repaso a una de las mejores bandas de EEUU, Creedence Clearwater Revival. Así que… empezamos. Bueno, pues habíamos dejado a nuestros amigos de la Creedence en mitad de la bronca, una bronca que les llevaría a su disolución. Repasamos el último día algunos de los motivos que les llevaron a este punto pero, la puntilla la dio John Fogerty tomando algunas decisiones, en su calidad de mánager empresarial de la banda, que dejó a todos sus miembros sin los royalties correspondientes a todas sus grabaciones y por las que tuvieron que entablar un montón de pleitos para poder recuperar sus ingresos. Y es que John había decidido, junto con sus abogados, traspasar el capital del grupo a un banco de Nassau. Años más tarde, en 1983, los juicios iniciados por los miembros del grupo fueron vistos para sentencia y una corte de California sentenció la devolución de 8,6 millones de dólares a sus legítimos dueños. A pesar de la sentencia, solo una ínfima parte de este dinero llegó a sus bolsillos. En este ambiente se publicó “Pendulum”, un nuevo trabajo de estudio que fue bien recibido por critica y público y premiado con unas buenas ventas. De este trabajo es “Have you ever seen the rain” A pesar del éxito del grupo, los problemas personales entre los hermanos Fogerty no hacían más que crecer. Tras la grabación de Pendulum, Tom, que ya había dejado el grupo en numerosas ocasiones aunque siempre había vuelto, lo hizo nuevamente pero esta vez de forma definitiva. Su marcha se hizo pública en febrero de 1971 y aunque en un principio se pensó en reemplazarlo, finalmente no lo hicieron. Tom Fogerty grabó en solitario “Good Bye President” que, más o menos, se escucho pero en ningún caso como a su anterior grupo. Este mismo año, 1971, John Fogerty comunicó al resto del grupo que la banda continuaría adelante adoptando una solución democrática, según la cual cada miembro del grupo escribiría y cantaría su propio material. El contribuiría con la guitarra rítmica en las canciones de sus compañeros, lo que daría lugar a un cambio considerable en el sonido de la Creedence. Este nuevo estilo de trabajo dio como resultado el sencillo Sweet Hitch-Hiker. El grupo se embarcó en una gira por Europa y Estados Unidos durante el verano y el otoño de este año 1971 pero, a pesar del considerable éxito de la banda, la relación personal entre los tres miembros de la banda no hacía más que deteriorarse. Sweet Hitch-Hiker El último álbum que grabaron fue Mardi Gras, se publicó en abril de 1972 y, por primera y última vez, se incluyeron en el trabajo canciones de Fogerty, Cook y Clifford. A diferencia de sus anteriores trabajos, Mardi Gras recibió críticas muy desfavorables y las ventas fueron en proporción, o sea, muy pobres. Tras la publicación de este álbum y su pésima acogida, no solo empeoraron sus relaciones personales sino que su compañía discográfica empezó a verles como un mal negocio y se negó a mejorar sus condiciones contractuales. A este respecto, Cook comentó posteriormente que, gracias a la torpeza de John en los negocios, Creedence tenía el peor contrato discográfico de todos los músicos estadounidenses de éxito. Nuevamente, y a pesar de todo, la Creedence se lanzó a la carretera en una nueva gira por Estados Unidos. Seis meses después, el 16 de octubre de 1972, el grupo anunció oficialmente su disolución y desbanda de Creedence Clearwater Revival. En Mardi Gras estaba incluida Hello Mary Lou, una versión del viejo éxito de Ricky Nelson de 1960. “Fortunate son” es, incluso hoy día, una de las canciones más representativas del movimiento antibélico que se desató a finales de los 60 en los EEUU por su intervención en la guerra de Vietnam. La canción, escrita por John Fogerty, está inspirada en la relación entre David Eisenhower, nieto del presidente Dwight Eisenhower y Julie Nixon, hija del presidente Richard Nixon. Sobre la canción, John Fogerty comentó: “Julie Nixon estaba saliendo con David Eisenhower y daba la sensación de que esta gente no estaba comprometida con la guerra. En 1969, la mayoría del país pensaba que las tropas tenían la moral muy alta, y que algo así como el ochenta por ciento de ellas estaba a favor de la guerra. Pero para los que mirábamos más de cerca, sabíamos que estábamos metiéndonos en problemas.” La canción fue muy popular durante la Guerra de Vietnam y fue incluida en varias películas. Cuenta los pensamientos de un hombre que está siendo reclutado para la guerra de Vietnam y que no es hijo de un senador millonario o de un militar y, por tanto, no es un “hijo afortunado”, un Fortunate son. Otro tema de Fogerty, este incluido en el Cosmo’s Factory, también fue, en su momento, objeto de polémica. El título y la letra de la canción, así como el año en el que fue lanzada, 1970, llevó a muchos a pensar que la canción trata sobre la guerra de Vietnam. Sin embargo, en una entrevista de 2016, Fogerty explicó que la canción va, en realidad, sobre la proliferación de armas en los EEUU. “De lo que quería hablar era del control de armas y de la proliferación de armas… Recuerdo haber leído en esa época que había un arma por cada hombre, mujer y niño en EEUU, lo que me pareció asombroso. Así que en algún lugar de la canción, creo que dije “200 millones de armas están cargadas”. Simplemente pensé que era inquietante caminar por nuestro propio país, con la certeza de que hay tantas armas privadas propiedad de algunas personas responsables pero, tal vez, de muchas personas irresponsables.” Bueno pues, como vemos, poco ha cambiado el paisaje. Run Through the jungle. Una última canción relacionada con la guerra de Vietnam. Who’ll stop the rain, ¿quien detendrá la lluvia”, una cara B de Travellin’ Band que se ha hecho inmortal. Fogerty, que por azar se había librado de su viaje de ida al conflicto, veía angustiado esa procesión de ataúdes que regresaban del sudeste asiático. Estas imágenes inspiraron la canción. La gente se congregaba para mantener viva la llama, pero la lluvia seguía cayendo, cayendo encima de mí. Y yo me pregunto: «¿Quién puede detener esta lluvia?». Antes de despedirnos de la banda me gustaría recordar la estupenda versión que la Creedence hizo de un clásico: The mindnight special, una canción folclórica tradicional que se cree se originó entre los prisioneros en el sur de Estados Unidos. Se refiere al tren de pasajeros Midnight Special. La canción ha tenido innumerables versiones: Les Paul, Pete Seeger, Peter, Paul an Mary, Van Morrison, Eric Clalpton, en fin, un montón. Escuchamos pues la de Creedence Clearwater Revival. Bueno, pues, cuando CCR llegó a sus tormentoso final, cada uno de los miembros tiró por su lado. De todos, John Fogerty, fue el que tuvo más éxito en su carrera en solitario, cosa nada rara habida cuenta del talento compositor que tenía. Aunque, paradójicamente, su primer disco en solitario, The Blue Ridge Rangers, está dedicado completamente a versiones de canciones tradicionales y country y, para no discutir con nadie, él tocó todos los instrumentos. La situación de John no era, en absoluto, cómoda. Fruto de sus nefastas negociaciones con la discográfica, tras la disolución del grupo todavía debía ocho discos. Finalmente, y tras la compra de su deuda por un millón de dólares, pudo seguir su carrera. Vamos a escuchar de este The Blue Ridge Rangers uno de los sencillos: Jambalaya El siguiente trabajo fue Centerfield, un éxito de ventas en 1985. Con el disco debajo del brazo se embarcó en una gira en la que fue muy criticado por no cantar ninguna de las canciones de la Creedence y por sus problemas con la voz. El se justificaba de la voz porque, decía, la había perdido por haber tenido que declarar tantas veces en los tribunales. Por otro lado, el hecho de no cantar ninguna de las canciones de su grupo anterior se debía a que debía pagar derechos de autor al, por entonces, propietario de los temas, Saul Zaentz. Al publicar Centerfield, nuevamente se vio inmerso en juicios con el dichoso Zaentz, su bestia negra. Éste le acusaba de que la canción The Old Man Down the road era una copia del tema de Creedence Run through the jungle. Desde que Fogerty se había desvinculado con Fantasy Records, las canciones de Creedence había pasado a formar parte del catálogo de Fantasy, propiedad de su “amigo” Zaentz, por lo que éste demandó a Fogerty por “autoplagio”. En este caso, el jurado sentenció a favor de Fogerty pero perdió en otro pleito que el terrible Zaentz le había iniciado por difamación en la canción Zanz kant danz en la que decía: “Zanz no puede bailar, pero sí te robará el dinero”. Fogerty tuvo que reeditar la grabación cambiando Zanz, con z por Vanz, con v. Y esta es la canción en discordia, Zanz kant danz. En 1987 John Fogerty rompió la censura a los temas de Creedence que él mismo se había impuesto por que decía que, “Si no lo saben, todo el mundo piensa que Proud Mary es una canción de Tina Turner”. En la actualidad, John Fogerty sigue interpretando temas de Creedence y de su carrera en solitario. Por su parte, Tom Fogerty también publico álbumes en solitario pero ninguno alcanzó el éxito de Creedence. El tercer álbum de Tom, grabado en 1974, Zephyr National, fue el último en incluir a los cuatro miembros del grupo aunque John grabó sus pistas en solitario. En septiembre de 1990, Tom Fogerty falleció de sida, enfermedad que había contraído en un transfusión sanguínea durante una intervención quirúrgica. Alguna de las canciones de Tom mantenían el sonido característico de Creedence, como podemos apreciar en este Joyful Resurrection. El resto, Clifford y Cook, continuaron trabajando juntos tras la disolución de Creedence, tanto como músicos de sesión como miembros de una nueva banda, la Don Harrison Band. Tras un largo periodo de inactividad, ambos formaron “Creedence Clearwater Revisited” en 1995 y junto a músicos de prestigio ofrecieron conciertos en los que interpretaban temas de la banda original. Medio en broma, medio en serio, John Fogerty decía en una entrevista: “Muchas personas nos vieron como la respuesta americana a The Beatles, podríamos dejarles a ellos el primer puesto como mejor grupo del mundo y colocar a Creedence en segundo lugar”. Bueno, y ¿por qué no?, diría yo. Muy bien amigos, pues hemos terminado por hoy. Os espero a todos nuevamente, dentro de quince días, aquí, en Siénteloconoido.caster.fm. Hasta entonces… ¡¡¡Buenas Vibraciones”.

    Nada más que música - Creedence Clearwater Revival - I

    Play Episode Listen Later Apr 13, 2022 46:10


    Hola, hola, yo soy Antonio Giménez y esto es… NADA MÁS QUE MÚSICA. Muy buenas tardes Señoras y Señores, sean uds. bienvenidos a su programa favorito NADA MÁS QUE MÚSICA. Y aunque en este momento hablo solo por mí, y creo que muchos de vosotros estaréis conmigo, hoy vamos a recordar a la que posiblemente fuera la mejor banda de rock norteamericana de la historia. Y por si no la habéis reconocido todavía, estamos hablando de Creedence Clearwater Revival. Con esta contundencia… empezamos. Creedence Clearwater Revival, o la Creedence o CCR, que de todas formas se les ha llamado, fue un grupo estadounidense de Rock, Blues y Soul que fue muy popular en las decadas de 1960 1970. Hohn Fogerty, Doug Clifford y Stu Cook, todos ellos nacidos en 1945, se conocieron en la escuela de secundaria en El Cerrito, un condado de Contra Costa, en California, y comenzaron a tocar con el nombre de The Blue Velvets. Al trío se unió Tom Fogerty, hermano mayor de John como refuerzo en algunas grabaciones y directos. Durante este primer periodo de la banda se definieron los roles de cada uno de sus componentes. Stu Cook cambió en piano por el bajo, Tom pasó a ser guitarra rítmica y Doug siguió con la batería. Por su parte, John Fogerty comenzó a componer nuevo material y pasó a ser la voz principal y guitarra solista. Como recordarían más tarde, “Todos podíamos cantar pero John tenía un toque especial”. Y es verdad, su voz es marca Creedence. Escuchamos Bad Moon Rising Como pasa siempre, todo o casi todo se fue al traste cuando John Fogerty y Doug Cliford tuvieron que incorporarse al servicio militar. Pero bueno, todo se acaba y en 1967, a su vuelta un productor avispado les ofreció grabar un disco con la única condición de que el grupo debería cambiar de nombre. Acordaron volver al día siguiente con diez propuestas cada uno y Creedence Clearwater Revival fue la que se llevó el gato al agua. Creedence por el apodo de una amigo de Tom, Clear Water (agua limpia) sacado de un spot publicitario de cerveza y Revival del renovado compromiso de los cuatro miembros de la banda. Con este renovado entusiasmo y con buenas perspectivas de futuro los cuatro miembros dejaron sus trabajos y confeccionaron un duro calendario de ensayos y bolos por los clubs de la zona. El álbum en cuestión fue Creedence Clearwater Revival y realmente tuvo una gran acogida de crítica y público. La promoción del álbum fue también bien recibida, con el lanzamiento del sencillo Suzie Q (un éxito de finales de los años 50, original de Dale Hawkins) en numerosas cadenas de radio del área de la bahía de San Francisco, así como la cadena WLS de Chicago. Los aficionados al blues valoraron muy positivamente la versión y la hicieron llegar a lo más alto. De esta forma, Suzie Q se convirtió en el primer sencillo del grupo en entrar en el Top 40, alcanzando el puesto 11 y convirtiéndose en el único éxito del grupo no compuesto por John Fogerty. Suzie Q. Mientras seguían con la promoción del álbum con conciertos en directo, el grupo ya estaba trabajando en su segundo álbum, Bayou County, en los estudios RCA de Los Angeles. Se publicó en enero de 1969 y fue el primero de una larga lista de éxitos que se prolongó durante tres años. Las canciones de este disco eran básicamente el repertorio de sus conciertos y mostraba una evolución hacia sonidos más simples y directos. El sencillo Proud Mary, que ya hemos escuchado, se convirtió en una de las canciones más versionadas del grupo, con más de 100 grabaciones entre las que se incluye el éxito de 1941 de Ike y Tina Turner. La cara B del sencillo es Born on the bayou. Sobre la canción, su autor John Fogerty, decía: “Va sobre un infancia mítica y sobre un tiempo lleno de calor. La visualice en el pantano donde, por supuesto, nunca había vivido. Era tarde cuando escribía, tratando de ser un escritor puro, sin la guitarra en la mano, visualizando y mirando las paredes desnudas de mi apartamento. Los apartamentos pequeños tienen unas estupendas paredes desnudas, especialmente cuando no puedes permitirte poner nada en ellas.” Born on the bayou. El tercer álbum de Creedence Clearwater Revival, Green River, fue publicado en agosto y rápidamente certificado como disco de oro junto al sencillo Green River, que también llegó al puesto nº 2. Pero es que la cara B del sencillo, Commotion, no se quedó atrás y fue otro éxito de la banda. Creedence continuó ofreciendo conciertos, entre los que se incluyeron el Atlanta Pop Festival y el Festival de Woodstock. Que, por cierto, su participación en éste último fue bastante accidentada. Su actuación no fue incluido finalmente en el video del festival ni en su banda sonora debido a que el propio Fogerty consideró que el concierto no fue medianamente decente. La banda se quejaba de que tuvieron que salir al escenario a las tres y media de la madrugada. El grupo anterior se había extralimitado en su tiempo realizando varias jams y cuando la Creedence llegó al escenario, gran parte del público ya había abandonado el recinto. Vamos a escuchar este sencillo Green River, esta es su cara A Y esta es su cara B, Conmotion. A pesar del chasco de Woodstock, la Creedence siguieron ocupados grabando su cuarto álbum, Wily and the Poor Boys, que finalmente fue publicado en noviembre de 1969. Dos de sus cortes, Down on the Corner y Fortunate Son llegaron a los puestos 3 y 4 respectivamente a finales de año. También en este disco incluyeron alguna versión como Cotton Fields. Pero el éxito de Down on the Corner fue el detonante que consolidó finalmente a la Creedence a finales de 1969. En menos de un año había grabado tres discos y cuatro singles de éxito. Down on the Corner. Travellin’Band es un sencillo que la banda publicó en 1970. Las semejanzas entre Travellin’Band y el tema de Little Richard, “Good Golly, Miss Molly”, provocaron una demanda que finalmente fue desestimada. Pero…, durante el pleito, el sencillo había alcanzado el segundo puesto en las listas de Billboard. También es año, concretamente el 31 de enero de 1970, el grupo grabó el concierto ofrecido en el Coliseum de Oakland, California, posteriormente emitido como especial de televisión y publicado como álbum. En abril de 1970, Creedence estaba preparada para comenzar una gira europea. Para estrenar en los conciertos, Fogerty escribió varios temas relacionados con los problemas de violencia que sufría Estados Unidos en la época. El sencillo, compuesto, grabado y publicado en apenas una semana, alcanzó el puesto 4, asegurando una respuesta entusiasta para la gira por parte del público europeo y un éxito comercial tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Travellin’Band, la canción de la discordia. Cuando terminó su gira por Europa, la banda volvió a los estudios de grabación en San Francisco para grabar el álbum Cosmo’s Factory. El título surgió como una broma sobre las comodidades del local de ensayo y su estilo de trabajo a lo largo de los años. Además, el apodo del batería Doug Clifford era Cosmo, debido a su afición a los temas ecologistas y astronómicos. En el disco se incluían, entre otras, Travelin’Band, que acabamos de oir y Up Around the Bend, una canción que comienza con un tremendo riff de guitarra agudo tocado por John Fogerty. En la letra de la canción, Fogerty nos habla de una reunión "alrededor una curva" en la carretera y nos invita a reunirnos con él. Otra canción que armó cierto revuelo fue Ramble Tamble. En ella describía una semblanza de la vida en Estados Unidos, un país lleno de policías en las esquinas y actores en la Casa Blanca. Este disco, Cosmo’s Factory fue publicado en julio de 1970. Por esos días, las inquietudes musicales de John Fogerty se habían refinado y empezó a utilizar instrumentos con más tesitura que su planteamiento de guitarra, bajo y batería. Así que en este trabajo podemos reconocer teclados diversos, saxos, armonías vocales sofisticadas, y como no, el folclórico dobro. Cosmo's Factor es el álbum más vendido de Creedence Clearwater. Nada más llegar a la calle su aupó al primer puesto dela Billboard 200. No está mal. Las sesiones de grabación de Cosmo's Factory fueron el inicio de las tensiones entre los cuatro miembros del grupo, debido a la tensión de las giras y al calendario de grabaciones que se intercalaba entre los conciertos. John había tomado literalmente el control del grupo en los asuntos comerciales y artísticos. La situación comenzó a exasperar al resto, que, como no, querían tener una mayor representación en el trabajo del grupo. John se resistió, porque pensaba que un régimen democrático dentro del grupo acabaría con el éxito de Creedence Clearwater Revival. Otras interpretaciones aluden a la decisión de John en un concierto en Nebraska de no interpretar bises en los conciertos. En fin, fuera como fuese, esto es otra historia. Historia con la seguiremos la próxima semana. Nos despedimos de la Creedence, por el momento, hasta la próxima entrega con otro de su éxitos. Lodi y la Creedence Clearwater Revival Por hoy nada más, nos vemos, nos oímos nuevamente aquí dentro de quince días, en Sienteloconoido.caster.fm. Hasta entonces… ¡¡¡Buenas Vibraciones”.

    Nada más que música - Carlos Gardel II

    Play Episode Listen Later Mar 24, 2022 44:37


    Bueno, hoy antes que nada tengo que pedir perdón, de antemano, a nuestros amigo y compañero Carlos Azcona, argentino de pro, por el atrevimiento, pero el sentido de este programa es este, solo música, NADA MÁS QUE MÚSICA, solo música que nos gusta, y amigos… el tango nos gusta mucho. Así que, como unos aficionados más, y con el atrevimiento que da la ignorancia, nos lanzamos en brazos de la voz y del carisma de Carlos Gardel. “El tango es un pensamiento triste que se baila”. Esto decía D. Enrique Santos Discépolo, autor de tangos fundamentales como Yira, Yira, Cambalache o Cafetín de Buenos Aires. Un hombre que, según sus biógrafos, “su vida fue un permanente desgarrarse en una sociedad injusta, solo comprensible en el marco de la sufrida Argentina del siglo XX”. España ya tenía una historia tanguera, previa incluso a la llegada del tango argentino, alguno recordará el famoso “Fumando espero” del catalán Juan Viladomat. Y es que, el tango, venía difundiéndose como baile de moda en Europa desde la primera década del siglo XX, hasta que poco antes de la Primera Guerra Mundial, sobre 1910, estalló la tangomania. Y el principal responsable de este fenómeno, que no se ha extinguido, no fue otro que Carlos Gardel. La vida de Carlos Gardel, como la de todo mito que se precie, está llena de leyendas que su fama póstuma no ha hecho desaparecer a pesar del tiempo. Todavía hoy, muchas personas peregrinan a la tumba de Gardel para pedirle salud y trabajo. Nada nuevo. Charles Romuald Gardés nació, suponemos, en Toulouse, Francia en 1890. O no, tal vez lo hizo en Tacuarembó, Uruguay, en 1887. Lo cierto es que Carlos Gardel tuvo una infancia realmente difícil, que por otro lado, no es otra que la que caracteriza a todo héroe arrabalero y triunfador. Su madre, Berthe Gardés, nunca llegó a saber con exactitud quien era el padre de aquel hijo que, años más tarde, correteaba entre las casuchas de Retiro, Montserrat o Los Corrales, barrios de la ciudad de Buenos Aires a la que Bérthe había huido en busca de fortuna. Charles se convirtió en Carlitos, un muchacho despierto, simpático e irascible cuyo único objetivo en la vida era alcanzar el lujo de los ricos y ganar montones de dinero. Con 18 años ya dejaba oír su voz por las esquinas y garitos, y se esforzaba por imitar a los adinerados acicalándose con un esmero narcisista y casi, casi… femenino. Por aquel entonces, ese “pensamiento triste que se baila”, de incierto origen llamado tango, comenzaba a hacer furor en París. Sus interpretes más destacados viajaban al continente y regresaban con los bolsillos a rebosar y, claro, Carlos, a quien le gustaba el canto casi tanto como la “guita” probó fortuna en alguno de los muchos cafés de los barrios periféricos bonaerenses, en los que se presentó con el sobrenombre de “El Morocho” y ante la sorpresa de propios y extraños, manifiestó una aguda sensibilidad y un temperamento artístico completamente original. Sus aptitudes le inclinaron hacia el tango canción o tango con letra, escasamente cultivado hasta ese momento. En efecto, el tango estaba entonces en un proceso de evolución que lo había llevado de ser una música alegre, posiblemente cubana, y que se bailaba de forma un tanto procaz en la fiestas de las clases populares de Buenos Aires, a convertirse en un lamento cantando, una música nostálgica y desgarrada que los porteños acomodados había aprendido a admirar y a bailar y que Gardel estaba destinado a dar a conocer en todo el mundo. En 1915 formó pareja con José Razzano, un intérprete de tangos que disfrutaba de alguna fama. Su apoteósica actuación en el teatro Esmeralda de Buenos Aires, en 1917, hizo que su personal estilo de interpretar el tango calara hondo en el público porteño de tal manera que el dúo Gardel-Razzano se situara inmediatamente en la cresta de la ola. Este dúo funcionó hasta 1925, momento en que Gardel debió partir solo hacia Europa. José Razzano, con una afección de garganta, había decidido dejar su carrera. Y, bueno, esta desgracia de Razzano, significó la fama internacional para Gardel. Su éxito en París fue extraordinario, admirado por figuras como Bing Crosby, Charles Chaplin o Enrico Caruso. Pero si el éxito en París fue grande, no lo fue menos en España. Gardel debutó en solitario en 1925 en el teatro Apolo de Madrid y en el teatro Goya de Barcelona el 5 de noviembre de ese mismo año. Tal fue el recibimiento y cariño que el público brindó en Barcelona al “zorzal criollo”, como se le llamaba, que instaló en ella su centro de operaciones para sus giras europeas, no obstante sus largas estancias en París. En el tango "Che, papusa, oí" canta Gardel: "Trajeada de bacana, bailás con corte / y por raro esnobismo tomás prissé", acaso evocando las fiestas al estilo parisino que ofrecía por esa época la aristocracia barcelonesa, con esmoquin, champán francés y cocaína o plis o plissé, como llamaban a esta droga. La voz, la estampa y la simpatía de Gardel arrollaban, especialmente entre las señoras. Reveladora es la entrevista "a la sombra de Gardel", que salió publicada en Tango Moda, en 1929. La sombra era una bella francesa que seguía al ídolo por todas partes después de haberlo visto actuar una vez en el cabaret de Florida de París. "Cuando por la noche me retiro a mi cuarto del hotel, doy por muy bien pagados mis esfuerzos si le he oído cantar tres o cuatro canciones", confesaba esta admiradora incondicional, una groupie en toda regla. La forma de cantar de Carlos Gardel los pequeños dramas existenciales de sus tangos fue toda una revolución. Nadie ha sido capaz de imitar el fraseo de Gardel, ni su habilidad para empatizar con los personajes de sus canciones. Además, esa imagen suya, simpática, mezcla de pícaro y castigador siempre bien vestido y repeinado se ha convertido en un modelo a seguir por los porteños. Pero, a pesar de esta imagen, Gardel fue en la intimidad un hombre tortuoso y retraído, con una tristeza endémica y con una facilidad extraordinaria para la depresión. Y en cuanto a su vida sentimental, confesó que nunca se había enamorado de mujer alguna, "porque todas valen la pena de enamorarse y darle la exclusividad a una es hacerle una ofensa a las otras". Bueno. En 1934, después de haberse paseado en olor de multitud por escenarios de Europa y Estados Unidos, Carlos Gardel inició una gira por toda Hispanoamérica provocando el delirio. Los teatros se llenaban de un público rendido al cantante argentino que lo aclamaba y lo continuaría aclamando hasta después de su muerte. El 24 de junio de 1935, cuando se encontraba en lo más alto de su fama, el cantante murió en un accidente de avión cuyas causas nunca se han aclarado, una vuelta de tuerca más a las leyendas que siempre le han rodeado. Gardel viajaba de Bogotá a Cali en un F-31 de la compañía Saco. Habían hecho escala en Medellín y el avión recorría la pista para alzar el vuelo, pero penas había despegado se precipitó a tierra, chocando con otro avión alemán que esperaba en la cabecera de la pista. Los rumores se desataron. Se dijo que se había producido un tiroteo entre Gardel y uno de sus acompañantes y que una bala perdida había dado al piloto y que, de esta manera, se había producido la tragedia. Sin embargo, y según el testimonio de los dos únicos pasajeros que lograron salvarse de los veintiuno que viajaban en el vuelo, la verdadera causa del accidente fue el fuerte viento que hizo que el piloto perdiera el control del trimotor en el momento del despegue. A la confusión del accidente se sumaría después la leyenda de un cantor encapuchado cuya voz sorprendía por su parecido con la de Gardel; muchos afirmaron que el ídolo se había salvado y que seguía cantando pero no deseaba mostrar su rostro por estar totalmente desfigurado. De ser así, el cuerpo velado por las multitudes en el estadio del Luna Park no habría sido el suyo. Bueno, leyendas al fin y al cabo. Lo cierto es que su espíritu es lo que cuenta: un sinfín de melancólicos lo lloró entonces y lo sigue llorando ahora, añorando la pérdida de la voz más triste y cálida que el tango ha dado nunca. La de Carlos Gardel. Hace ahora 86 años de la muerte de Carlos Gardel. La vida del artista fue tan intensan que son numerosas las anécdotas que se cuentan sobre él, unas verdaderas y otras fruto de la imaginación de sus admiradores. Ya hemos comentado su accidentada fecha y lugar de nacimiento y el desaforado interés que Gardel tenía por ser ciudadano argentino. Sin embargo, no son tan conocidas la penurias que el joven Carlitos padeció trabajando como un niño inmigrante en un taller de planchado. O cuando el cantante fue acusado de estafador, aunque en esta ocasión, y según documentación escrita encontrada recientemente, Gardel logró que el presidente Alvear destruyese pruebas que le relacionaban con múltiples estafas. En otra ocasión, y durante una farra con sus amigos para celebrar su vigésimo quinto cumpleaños, uno de estos amigos tuvo un enfrentamiento con un marido celoso, al parecer con razones bien documentadas. Gardel salió en defensa de su amigo y fue él quien recibió un balazo que le perforó el pulmón. Una bala que los médicos no pudieron extraer por los riesgos que conllevaba y que quedó para siempre alojada en su pecho. ¿es o no es ésto un tango? Por cierto, según aseguran, la bala fue disparada por Roberto Guevara, a la sazón, tío del Che. Con la ansiada nacionalidad argentina en su bolsillo, Gardel se hizo forofo de la selección nacional, como debe ser. Bien pues, el primer encuentro mundialmente conocido entre la selección de ese momento y el cantante fue durante los Juegos Olímpicos de Amsterdam de 1928. Ese día Gardel interpretó por primera vez el tango “Dandy” delante de todos los jugadores y el equipo técnico. Desde entonces, el tango se convirtió en una especie de himno interno para la selección. El partido de marras era ante Uruguay. Por cierto, ganó Uruguay. Dos años más tarde, en el mundial de fútbol de Uruguay, Argentina y el anfitrión volvían a enfrentarse en el campo de fútbol. Gardel volvió a cantar ante la selección argentina antes del partido. La selección argentina volvió a perder frente a Uruguay y, sin que sepamos por qué, Gardel nunca más volvió a cantar para la selección, ni éste ni otro tango. El día que Gardel estaba grabando “Madreselva”, hacía un calor agobiante. Lógicamente no podía ponerse ningún ventilador y tanto el cantante como los músicos estaban empapados en sudor. Gardel, ni corto ni perezoso, empezó por quitarse la chaqueta, el chaleco, la camisa, el pantalón y los calcetines. Por ultimo, el calzoncillo. Así que, de esta manera, se quedó con los zapatos y las gafas de cerca. Cuando apareció el técnico de grabación, un alemán un poco estirado, las risas se pudieron oir desde Europa. Carlos Gardel, un mito. Algunos intelectuales le han dedicado controvertidas opiniones. Para Jorge Luis Borges, el ídolo no era santo de su devoción: “A mi Gardel no me interesa mucho, me interesa más el tango”. También Ernesto Sábato, que dedicó muchas páginas al tango, retrató a Gardel con breves esbozos de fragmentos de cartas y publicaciones de amigos suyos dando al mito un tratamiento mucho más amable.. En fin, con opiniones para todos los gustos, nos despedimos por hoy. Nos despedimos de este artista que, si hacemos caso a sus incondicionales, “cada día canta mejor”. Señoras, señores… ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - Duke Ellington

    Play Episode Listen Later Mar 10, 2022 45:00


    “La vida de Duke Ellington es la historia viva del jazz, o de la “música americana”, como él hubiese dicho; desde los remotos tiempos del ragtime a las variopintas fusiones de los años setenta. Según la imagen canónica, su figura preside la etapa más popular de esa evolución (el período del swing y las grandes bandas), pero basta adivinarlo en el saxo de John Coltrane cuando éste interpreta «In a Sentimental Mood», junto al piano del maestro (1962) para advertir que la magia de Ellington desborda todas las categorías, penetra en todos los terrenos e irrumpe amablemente en los acordes (o desacordes) de todos sus colegas. Ni el jazz en su conjunto ni buena parte de la música contemporánea serían explicables sin Ellington” Así se expresaba la crítica tras la aparición de la autobiografía del extraordinario músico DUKE ELLINGTON. Edward Kennedy Ellington, que este es su nombre completo, nació en Washington en 1899 y desde muy jovencito, cuando tenía siete años, ya empezó a tomar clases de piano. Sus primeras influencias fueron el Ragtime, género de música popular muy de moda en aquellos años. Con sólo diecisiete años debutó profesionalmente en su ciudad natal. Desde 1919 tocó con varios grupos de la capital estadounidense hasta que en 1922 fue llamado para actuar en Nueva York, el punto de referencia para todo músico de jazz. Hoy recorreremos sus grabaciones entre los años 1952 y 1960, habrá tiempo más adelante para profundizar en otras épocas. Escucharemos en primer lugar Take the “A” Train, un estándar de jazz compuesto por Billy Strayhorn y que fue la melodía insignia de la orquesta de Duke Ellington. Aunque no logró triunfar, adquirió la experiencia necesaria para formar su propio quinteto, The Washingtonians, con los que adquirió renombre suficiente como para realizar unas pruebas en el celebérrimo local neoyorquino Cotton Club, en Harlem. A partir de ese momento, su fama y su prestigio se fueron consolidando; las emisiones radiofónicas de sus conciertos se hicieron habituales y las apariciones de Duke Ellington and The Washingtonians en diversas películas, junto a las diversas giras que realizó por Estados Unidos y Europa, contribuyeron a fomentar su creciente popularidad. El quinteto original fue incorporando nuevos miembros, eran doce músicos en sus primeras apariciones en el Cotton Club. A principios de los años treinta, composiciones como Mood Indigo o Sophisticated Lady se convirtieron en grandes éxitos y marcaron el inicio de la época dorada para el músico y su big band. Hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, abordó la composición de obras de mayor envergadura formal, por lo común en forma de suites sinfónicas. Escucharemos ahora una las obras citadas, Sophisticated Lady, una composición del propio Ellington, grabada por primera vez en 1933. Esta canción permaneció en las listas durante 16 semanas, llegando a estar en el tercer lugar. En esta década de 1930, los gustos del público evolucionaron y las grandes formaciones empezaron a no estar de moda, el revolucionario bop les estaban ganando el terreno y lo que primaba eran formaciones más reducidas con un habilidoso instrumento solista. A pesar de todo, Duke Ellington siguió siendo fiel al estilo que siempre le había caracterizado y a su manera de entender la música. Lo que sí hizo fue elevar el listón de exigencia de sus músicos de tal manera que, todos, fueran solistas de sus instrumento. Basta con leer algunos nombres de músicos que pasaron por sus filas: el trompetista Cootie Williams o el saxofonista Hohnny Hodges. Como una suerte de premio a su constancia llegó su participación en el Festival de Jazz de Newport, en 1956. Esta actuación fue un punto de inflexión en la vida de The Washingtonians. Iniciaron giras por todo el mundo que no hicieron sino aumentar su fama internacional. También por esta época probó suerte en la música de cine y firmó las bandas sonoras de películas como Anatomía de un asesinato, de Otto Preminger o París Blues, protagonizada por Paul Newman. Vamos a escuchar otro de los grandes éxitos de la big band, Perdido, una composición de Juan Tizol, músico puertorriqueño miembro de la orquesta y que también firmaría éxitos inolvidables como Caravan o Lost in Meditation. En los años 60 colaboró con jóvenes músicos, unos jóvenes que estaban destinados a ocupar las más altas cotas del género: Charlie Mingus, John Coltrane o Max Roach. También por esta época se interesó por la música religiosa y compuso piezas como In the beggining of God, que fue estrenada en la catedral de San Francisco en 1965. Ellington permaneció al frente de su orquesta hasta su muerte. El relevo lo asumió su hijo Mercer Ellington. Prelude to a kiss, Preludio de un beso, es un canción, no muy conocida, compuesta por el propio Ellington. Cuando cualquiera de nosotros nos acercamos a la música de Duke Ellington y ponemos en el plato un “grandes éxitos” del músico, seguramente nos parecerá que es una música muy bonita, fácil de escuchar y que, bueno, el jazz no es para tanto. Y no, no estaremos descaminados porque la música de Ellington es sobre todo melódica y, consecuentemente, inmediatamente asumible. ¿Cuantas veces nos hemos visto tarareando la melodía de “Satin Doll”? Aunque, no se si este es un buen ejemplo teniendo en cuenta la versión que hizo de esta pieza La Orquesta Mondragón. Pero si nos podrían valer los primeros compases de “Mood Indigo”. Vamos a recordar una de estas preciosas canciones en su versión original: Satin Doll. Muñeca de satén. Os contaba todo esto porque, en algunos foros, toda la música de jazz anterior a John Coltrane es pasado y, además un pasado no digno de mención. Su teoría es que cualquier nueva etapa desbarata y supera la anterior. Por el contrario, es una opinión generalizada que los logros conseguidos por Duke Ellington como compositor, arreglista, director de orquesta y, por qué no, como pianista, tienen hoy una absoluta vigencia. Y no solo eso, sino que han ejercido una extraordinaria influencia en toda la música que vino después. Y es que su música lleva un sello personal e intransferible en el que la aportación de sus músicos es determinante, consiguiendo finalmente una obra casi colectiva. The Mooche es una canción que Ellington compuso en 1928. Es una pieza emblemática y la interpretó miles de veces a lo largo de sus 45 años de carrera. Su vida personal no fue tan placentera como su carrera musical. Cuando tenía 19 años se casó con su novia del colegio y al año siguiente tuvieron su único hijo, Mercer. El matrimonio duró poco pero enseguida empezó a vivir con Mildred Dixon, que viajó con él, administró su empresa Tempo Music y crió a su hijo Mercer. En 1938 Ellington abandonó a su familia, su hijo tenía entonces 19 años, y se fue con Beatrice Ellis, una empleada del Cotton Club. Su nueva relación también fue tormentosa pero, aun así, continuó después de que Ellington conociera e iniciara una relación con Fernanda de Castro Monte. En fin, un fenómeno. Vamos a despedirnos, por hoy, del gran maestro Duke Ellington con una canción que ya hemos citado antes. Mood Indigo, una pieza compuesta por Ellington para una emisión de radio en octubre de 1930. Cuenta en sus memorias que “fue la primera canción que escribí especialmente para la transmisión de micrófono”. Hoy es otro estándar de jazz. Y nada más por hoy. Hemos repasado unas cuantas piezas geniales de un músico muy importante dentro del panorama del jazz y de la música popular norteamericana. Volveremos sobre Ellington porque todavía nos queda mucho por escuchar de su obra. Por el momento, me despido de todos vosotros hasta la próxima emisión que podrais seguir aquí, en Siéntelo con oÍdo RADIO. Hasta entonces… ¡¡¡Buenas vibraciones!!!.

    Nada más que música - El Blues - III

    Play Episode Listen Later Feb 24, 2022 45:24


    “El blues no es simplemente una secuencia de acordes de doce compases, es un estado mental y todo cabe dentro de él”. Esto decía Graham Foster, el guitarrista británico afincado en España en una reciente entrevista. Y así es, el blues nos abre los ojos y nos hace ver la realidad de las cosas de la vida, es la queja interior que nos pone en movimiento, que nos hace ponernos en marcha. La temporada pasada habíamos iniciado una “mini” serie dedicada al blues y hoy vamos a continuar con ella. Desfilarán por nuestro programa los mejores clásicos del género y la esencia de una música inmortal. Vamos a empezar con Elmor James, un guitarrista de blues nacido en el condado de Holmes, Missisipi, el 27 de enero de 1918. Su estilo contundente y apasionado se distinguía por el sonido característico del slide blues, del que podríamos considerar inventor, y que podemos apreciar en canciones como este The sky is crying Vamos a seguir nuestra andadura con otro de los grandes, un tipo al que ya hemos escuchado en programas anteriores y que, precisamente, anduvo con Elmor James durante algunos años. Se trata de Sonny Boy Williamson, poeta, músico, cantante y compositor, nacido, como no, en el estado de Misisipi en 1897. Nuestro amigo conoció la fama en vida y se codeó con lo mejorcito del momento. Se traslado a Inglaterra a comienzo de los años sesenta y tocó con gente como The Animals y Jimmy Page. Esto es su Ninety nine. Nuestro siguiente invitado, viejo conocido de la casa, es Little Walter, el fabuloso interprete de armónica cuya revolucionaria manera de tocar influyó en generaciones de músicos y que, además, la valieron comparaciones con artistas tan importantes como Django Reinghardt, Charlie Parker o Jimi Hendrix. Tal fue su virtuosismo que fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2008 siendo el primer artista incluido en la categoría de armonicista y, de momento, el último. Juzgarlo vosotros sino en este Juke. John Len Chatman, de nombre artístico Memphis Slim, vio la luz, que cosas, en Menphis, Tennessee en 1915 y es un reconocido pianista, cantante y compositor de blues que lideró un buen número de bandas que cultivaron el popular jump blues, un subgénero del blues que surgió a finales de la década de 1930 en los EEUU. En aquella época, el sonido del blues se fué “urbanizando” en una mezcla de blues clásico con letras humorísticas y ritmos heredados del boogie-woogie. Memphis Slim y su Forty foour blues Otis Rush nació en Filadelfia en abril de 1935 y fue un cantante y guitarrista de blues. Su sonido era lento, ardiente y con un característico glissando, ya sabéis, esa forma especial de arrastrar los dedos de la mano izquierda por el mástil de la guitarra. A Rush le encantaba tocar en directo, desde pequeños clubes en el West Side de Chicago (donde por cierto le conoció Eric Clapton y desde entonces lo consideró como su Dios particuar) hasta locales con entradas agotadas en Europa o Japón. Rush fue incluido en el salón de la fama de la Fundación Blues en 1984 y ganó un Grammy a la mejor grabación de blues tradicional en 1999. Este es su So many roads, so many trans. Nuestro siguiente invitado es Howlin Wolf, el lobo aullador, un gigantón de dos metros de altura y 140 kgs. de peso, hijo de unos cultivadores de algodón y granjero en su juventud que llegó a instalarse entre los principales artistas de blues eléctrico. De él se dijo que “nadie puede igualar a Howin Wolf en su singular capacidad para el blues”. Es curioso que, teniendo en cuenta sus orígenes clásicos, el rock psicodélico de los sesenta, tuviera en Wolf a uno de sus máximos inspiradores. De hecho, el mismísimo Jimi Hendrix comenzó su actuación en el mítico festival de Monterrey en 1967 con una frenética versión de un clásico de Howlin Wolf. Vamos a escuchar al Lobo en Smokestach lightnin. El cantante y pianista Ray Charles grabó entre 2003 y 2004 un disco de duetos, que resultó póstumo, ya que el artista falleció a los 73 años, unos meses antes de su edición. Geniu Loves compay se puso en marcha en junio de 2003 cuando Van Morrison le hizo subir a un escenario neoyorquino para interpretar juntos un tema de Morrison. El dúo le gustó tanto que al mes siguiente, se reunió en un estudio con B.B. King. El guitarrista recordaba a un Ray meditabundo que le dijo “Sabe B.B., si hubiéramos sabido que íbamos a vivir tanto, seguro que no habríamos hecho tantas barbaridades con nuestros cuerpos”. Al poco tiempo su salud empeoró y se dedicó en exclusiva al proyecto de duetos, abandonando todas las giras. Y lo cierto es que ninguno de los invitados quiso perderse la ocasión, sabían que era ahora o nunca. Este es el corte que grabó con B.B. King, Sinner’s prayer. William James “Willie” Dixon fue un bajista, cantante, compositor, productor discográfico y… boxeador. Como instrumentista destacó con el contrabajo y, como para corroborar la vieja discusión del origen de rock and roll en el blues, Willie colaboró en numerosas ocasiones en las grabaciones de Chuck Berry. No fue un tipo fácil, tuvo problemas con la justicia en su juventud por lo que tuvo que salir pitando para Chicago. Se negó a alistarse en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial por lo que fue encarcelado durante diez meses. El mismo estaba orgullosísimo de conocerse. Dijo: “Yo soy el blues” viniéndose arriba. Bueno, lo cierto es que, a pesar de la fanfarronada, sí es cierto que Dixon fue una de las personas más influyentes en este género musical, principalmente debido a la gran cantidad de composiciones originales, actuaciones en directo, grabaciones y trabajos de producción que realizó. Trabajos como este Pain in my herart. Otro músico que protagonizó la transición del blues al rock and roll fue Bo Diddley. Su estilo personal ha influido y sigue influyendo de tal modo que según pasa el tiempo su figura se agranda en el panorama de la música rock. Por otro lado, su fama no fue premiada en el aspecto económico como cabría haber esperado. La crudeza de su estilo le cerró las puertas a ventas millonarias, puertas que, paradójicamente, sí se abrirían de par en par para muchos músicos y bandas en los que influyó. Hombre de profundas creencias religiosas, vivió siempre bajo la influencia de la Biblia y una filosofía en la que todos los seres humanos eran como hermanos y hermanas independientemente del color de su piel. Mona, uno de sus muchos éxitos. Todos hemos escuchado versiones de este blues: Eric Clapton, The Blues Brothers, Bonnie Raitt y un larguísimo etcétera. Hoy escucharemos el original, la versión mítica del no menos mítico Robert Johnson. Por supuesto, estamos hablando de Sweet home Chicago. Al parecer, Johnson pretendía que la canción fuera una descripción metafórica de un paraíso imaginario en el que se mezclaran lo mejor del norte y el sur de los EEUU, lejos del racismo y la pobreza característica del Delta del Mississippi en aquel lejano 1936. Por otro lado, la autoría de la canción siempre se le ha atribuido a Johnson pero, según otros historiadores, ésta podría ser el resultado de la mezcla de varios viejos blues de origen desconocido. Sea como fuese, esto es Sweet home Chicago. Buddy Guy, nacido el 30 de julio de 1936, es un guitarrista y cantante, exponente del blues de Chicago que ha influido en generaciones de guitarristas como Clapton, Hendrix, Page, Richards, Ray Vaughan y tantos otros. Como hemos dicho, la música de Guy se etiqueta como blues de Chicago, pero su estilo es único y personal. Su música puede variar desde el blues más tradicional y profundo hasta una mezcolanza creativa, impredecible y radical del blues, rock, soul y free jazz y que, además, puede cambiar en cada actuación. Y si no, oigamos este Goin’ down slow con un regusto innegable de soul. Y nada más por hoy. Le hemos dado un buen repaso al blues más clásico con grabaciones que nos pueden sonar un poco rancias que son la esencia de todo lo que vendría después. Cualquier género posterior al blues, le debe algo. Gracias por vuestra atención y, si os parece, nos seguimos escuchando aquí, en Sienteloconoido.caster.fm. Y como siempre, os deseo una muy ¡¡¡Buenas vibraciones!!!

    Nada más que música - Louis Prima - 'The King of Jumpin’ Swing'

    Play Episode Listen Later Feb 9, 2022 34:43


    Nuestro invitado de hoy es Louis Prima, un músico genial, extrovertido, ingenioso y divertido, trompetista y cantante de jazz de los últimos años cincuenta y primeros sesenta. Mezclaba su inglés natal, había nacido como el jazz, en Nueva Orleáns, con el italiano materno, y era un huracán, en el escenario y en sus discos. En su grupo destacaba el saxofonista Sam Butera con el que mantuvo gloriosos desafíos musicales y en el que figuró, durante unos años, su esposa, la cantante Keely Smith. Vamos con su música. Ya está sonando su ultrafamoso “Just a gigolo”. Louis Prima nació en el seno de una familia italoamericana en Nueva Orleans, Luisiana. La madre de Prima era una amante de la música y se aseguró de que cada uno de sus hijos tocara un instrumento. A Louis se le asignó el violín, pero pronto se interesó por el jazz al frecuentar los clubs de la ciudad en los que podía escuchar en directo a gente como Louis Armstrong. Así que, cuando su hermano mayor Leon se ausentó unos días para pasar unas vacaciones, se adueño de su trompeta, instrumento que le había correspondido en el reparto de su madre, y ya no la dejó nunca. Su primera banda, casi infantil, la formó con sus amigos de la escuela, Candy al bajo, Irving al clarinete y Johnny a la bateria. Pero fue en 1927 cuando se asoció con otro compañero de la escuela de jesuitas donde estudiaba para tocar en el “Whip”, un club nocturno de la ciudad. Y fue allí donde nuestro hombre decidió que quería ser profesional. Un ejemplo perfecto de la contaminación del inglés con el italiano en su éxito Buona Sera, una canción que, aunque no es suya, fue él el que la llevó a la fama. Buona Sera, Los primeros años de sus carrera no fueron muy alentadores. Sus primeros conciertos fueron un pequeño desastre, incluyendo su participación en alguna de las grandes orquestas del momento. En una ocasión, Prima y el saxofonista Dave Winstein fueron contratados para un concierto en Florida pero cuando llegaron, allí no había nadie. Estas cosas pasaban. Con dinero prestado para gasolina, volvieron a su casa. Por suerte, allí le esperaba un contrato para tocar en un barco de vapor, el Capital. Este trabajo no le proporcionó ningún aliciente a su carrera pero, bueno, tenía un sueldo fijo. Durante la Gran Depresión, Nueva York fue un polo de atracción para todos los músicos hambrientos, y había muchos. Allí fue también Louis y tuvo la suerte de conocer a Guy Lombardo, un afamado director de orquesta y esta circunstancia le dio un poco de estabilidad económica. Además, por aquel entonces, ya estaba casado. Fever Su buen hacer en los escenarios le fue granjeando fama y la oportunidad de trabajar en el cine. Además de algunos papeles menores en diversas películas, pudo demostrar sus dotes de actor de una manera un poco más seria en la película musical “Rythmn on the Range”, dirigida por Bing Crosby. Durante esta década, la de los años 30, junto al también trompetista Red Nichols, formaron el grupo “New Orleans Gang” y fue con esta formación, en la que participaban otros siete músicos, con la que grabó buena parte de su producción. A esta época pertenece su celebérrima “Sing, sing, sing”. Para la ocasión, hemos elegido la versión que hizo Benny Goodman por que está mejor remasterizada. "Twilight Time" es una canción muy popular del cancionero norteamericano. Fue compuesta por The Three Suns, un famoso, en su momento, grupo neoyorquino, aunque la versión que se hizo más famosa fue la de The Platters. La versión instrumental que dejó grabada Louis Prima de esta canción nos va a permitir apreciar su buena técnica como instrumentista. Twilight Time. Cuando estalló la Segunda guerra Mundia, nuestro amigo Prima, que por entonces estaba instalado en Las Vegas, fue enviado al frente, bueno realmente fue enviado a las bases que los americanos tenían por Islandia y Groenlandia y por allí paso la guerra, animando a lo soldados con su música. Cuando acabó la guerra, y otra vez en la carretera, incorporó a la orquesta a una joven vocalista, Keely Smith, con la que finalmente se casó. Su trabajo juntos dio muy buenos resultados porque en 1956 ambos recibieron el Grammy a la mejor canción. Y esto fue el primer año en el que se celebraba la entre de estos premios. Esta es That old black magic Los años 60 no fueron nada buenos para el artista en su vida personal: se divorció de Keely y fallecieron sus padres. No obstante, su carrera siguió creciendo, sus contratos cada vez fueron más suculentos y siguió relacionado con el mundo del cine. Desgraciadamente, este músico genial y paciente con sus fans (siempre dispuesto a firmar autógrafos y fotografiarse con una sonrisa), y cuando había regresado a su ciudad natal, Nueva Orleans, fue diagnosticado con un tumor cerebral que le mantuvo en estado vegetativo hasta su muerte. Vamos a despedirnos del Sr. Prima con una contundente versión de Night Train, en la que deja de manifiesto su especial querencia por el jazz. Y nada más por hoy. Espero que os haya gustado el programa, y que el descubrimiento o recordatorio de este artista os haya hecho pasar un rato entretenido. A fin de cuentas… ese es nuestro objetivo. Nos oímos la semana que viene. Chao.

    Nada más que música - Mayte Martín y Tete Montoliu (Boleros)

    Play Episode Listen Later Jan 27, 2022 47:40


    “Un bolero es una melodía nocturna y próxima, olorosa y frutal, que sirve para llorar, para adorar, para abrazar como la hiedra, para apagar un loco amor que más amor es un sufrir, para olvidarse del tiempo, del mundo y de todo; para ver la luz del otro lado de la luna, para borrar antiguos besos en los besos de otras bocas, para pedirle a un reloj que nunca amanezca. Un bolero es la última oportunidad para cortarse las venas con el filo de una metáfora antes de hacerlo con el cuchillo del pan. Mayte Martín y Tete Montolíu, dos seres hechos de música que nacieron para el bolero el día en que se conocieron.” De esta preciosa manera presentaba Jordi Saladrigas el disco FreeBoleros que los dos artistas grabaron en directo los días 1, 2, y 3 de julio en el auditorio del Convento de San Agustín dentro de la programación del Festival de Verano de Barcelona Grec 96. Hoy vamos a repasar el disco. La conjunción de dos extraordinarios talentos artísticos que beben de fuentes tan distintas y a la vez tan próximas como el flamenco y el jazz nos ha dejado una obra perfecta. Vamos a escuchar el primero de los temas del disco, Contigo en la distancia. Cuando se grabó este disco, Tete Montolíu era uno de los maestros indiscutibles del jazz europeo y llevaba sin tocar con una cantante desde los años cincuenta, en los que Tete interpretaba unos boleros que algunos puristas tenían como un pecado de juventud. Lo cierto es que esta extraña pareja estaba muy contenta con el proyecto. Mayte Martín, en una entrevista contaba: “Un día estaba en el escenario en uno de esos clubs de jazz de Barcelona cuando veo entrar a Tete, se sienta en primera fila y se pide un whisky. Un rato después se levanta y le dice al pianista “sal de aquí”. Hubo un momento de pánico hasta que comenzó a tocar el mismo bolero. Los siguientes conciertos que hicimos fue intentar reproducir ese momento. Nunca ensayamos. Por cierto, nunca quiso escucharme cantar flamenco”. Nostalgia Tete Montolíu nació en Barcelona en 1933. Fue ciego de nacimiento y empezó a tocar el piano muy pronto, influido por su familia, unos buenos aficionados. Su inclinación por la música de jazz se debe a la influencia que tuvo en él otro pianista ciego, Art Tatum. Profesionalmente comenzó a trabajar en 1954 como pianista en la orquesta del bolerista venezolano Lorenzo González. En uno de los clubs en los que trabajaba, el Hot Club de Barcelona conoció a lIonel Hampton que le invitó a participar en una grabación suya en 1956. En 1958 toca por primera vez fuera de España, en Cannes. Desde este momento se abren las puertas de Europa: Berlín, Copenhague, París, Londres… y Estados Unidos. Sus colaboraciones son interminables: Chick Corea, Paquito D’Rivera, Stan Getz, Stéphane Grappelli. Tete Montolíu falleció en Barcelona en 1997 cuanto tenía 64 años victima de un cáncer de pulmón. Adoro La catalana Mayte Martín es, básicamente, una cantaora y, esporádicamente, bolerista. Hija de malagueños, se empapó de flamenco gracias a los disco que su padre había metido en la maleta. Juanito Valderrama fue su epifanía: “Aquello me atrapó. Fue el primero que hizo emocionarme con el flamenco”. Y desde ese momento, todo fue un obsesión. En su adolescencia, encontró en esta música una vía de escape para hablar de lo que le pasaba. El amor, las rupturas, sus dudas y decepciones. Y es que Mayte es un espíritu libre y difícil. Pero, esta actitud rebelde y luchadora tiene un precio. Un ejemplo: su último disco “Tempo Rubato”, ha salido adelante gracias a una campaña de “Crowdfunding”, y todavía le queda pendiente el resto de los costes que correrán a cargo de la artista y que serán sufragados poco a poco mediante los royalties. Otro bolero… Mía “Ya nadie llama a mi puerta. Soy una artista que va por libre y eso tiene sus consecuencias. Hay que pagar un precio muy alto: no te llaman para conciertos, festivales o promoción. Soy una artista muy poco, nada, mediática, pero para mí, es la única forma de crear en paz.” Así se expresaba Mayte Martín en una entrevista. Pero esta actitud aparentemente pesimista de su carrera, no debe engañarnos. Es la actitud de una luchadora que, por motivos ajenos a su arte, ha visto torpedeada en algún momento su carrera. Debería bastarnos oírla para comprender por qué, otro artista que ya estaba en lo alto de su carrera jazzistica , volvió a sus orígenes para acompañar, deliciosamente, a una cantaora de flamenco. Su trabajo, “Free Boleros” es hoy un hito en la historia del jazz en español. Otro ejemplo… Tú, mi delio. Parece ser que el bolero nació en Cuba, se paseó por América Latina y terminó posándose en el resto del mundo. Su fecha de nacimiento la podemos anotar alrededor de 1840 y hay un acuerdo generalizado que dice que el primer bolero fue “Tristezas”, compuesto por el cubano Pepe Sanchez. Al principio, el bolero se interpretaba con tríos de guitarras, hay numerosos ejemplos, pero ya en los años 30 fueron apareciendo orquestas, primero de estilo tropical para más tarde hacerlo las big band, sobre todo en Cuba y México. Fueron las big band las que consiguieron fusionar de forma impecable los dos géneros: bolero y jazz. Es curioso como se repite la historia, la utilización de algo popular como la música, con fines políticos. La era dorada del bolero coincide con las dictaduras militares en los años treinta, cuarenta y cincuenta. Como paso aquí, en España, con la copla y el franquismo. En fin, a pesar de todo, el bolero ha vuelto a su sitio y hoy disfruta, con otros estilos, con otros arreglos, de un salud envidiable. Escuchamos ahora a esta dúo irrepetible: La hiedra. “Creo que es una gran suerte que momentos tan emotivos y tan especiales puedan pasar a la posteridad. Mi decisión de que este disco fuera grabado en directo, obedece a un acto de lealtad a esa suerte y de entrega al placer de lo irracional y lo auténtico. Era la mejor forma de plasmar, con absoluta veracidad la magia que vivimos en el escenario”. Así se expresa Mayte Martín en la carátula del disco, y tiene razón porque esos momentos que ellos y el público vivieron fueron irrepetibles, y no solamente por el fallecimiento de Tete, si no porque cuando la magia de la que nos habla hace su trabajo, es imposible resistirse al disfrute por que sabemos que nunca más volverá a suceder. Tendremos otros, pero no este. Seguramente será por eso por lo que nos gusta tanto la música. Somos Bueno pues nada más por hoy. Otro día nos pararemos a revisar algunos de los muchos discos que nos dejó grabados el gran Tete Montoliu en su faceta más jazzera. Hasta entonces os deseo ¡¡¡Buenas vibraciones”.

    Nada más que música - B.B. King - Live at San Quentin

    Play Episode Listen Later Jan 12, 2022 45:00


    Para ponernos en situación; 25 de mayo de 1990, prisión estatal de San Quintín, condado de Marin, California, sobre un escenario improvisado la mejor banda de blues que podía reunirse en ese momento y parapetado tras una Gibson ES-355 apodada Lucille… B.B.King. Live at San Quentin Todas las canciones del disco por separado, canciones tocadas y retocadas por B.B. King cientos o miles de veces a lo largo de su exitosa carrera, no son lo extraordinario del disco. Las habíamos oído antes y las seguiremos escuchando siempre con la misma satisfacción. El verdadero sentido de este álbum es la complicidad y la interactuación que el Rey de Blues consigue con hombres de todos los colores y credos que, por el motivo que sea, están prisioneros entre cuatro paredes. Personas marginadas y apartadas de la sociedad que hablan con B.B. King como si fueran amigos de toda la vida, familiares o vecinos. De hecho, cuando el artista presentaba su canción Sweet sixteen, dos reclusos subieron al escenario para pedirle que no se olvidara de sus duras condiciones de vida. Vamos a escuchar ese momento. Sweet sixteen Hubo un momento durante el concierto que causó un cierto estupor entre la audiencia. B.B. King pidió, en un momento determinado, un aplauso para los guardias que custodiaban la prisión , con ese buenismo tan característico del artista. Y es que todavía se recordaba en la prisión la visita de otro ilustre músico, Johnny Cash, y el desdén con el que miraba a los guardias, solo comparable con el de los propios reclusos. Una de las canciones que King interpretó en este concierto fue Let the good times roll, “Dejemos que los buenos tiempos pasen”, un título que, francamente, no se si era muy apropiado en este contexto. B.B. King lo grabó en 1999 en un álbum dedicado a la música de Louis Jordan. Let the good times holl La música de B.B. King tiene tantos matices como su propia vida. Es inconfundible su manera de tocar la guitarra, con esa especial manera de hacer vibrar las cuerdas con la mano izquierda y su voz, que parece diseñada para el blues. Pero no lo tuvo nada fácil. Nació en condiciones de esclavitud, la separación de sus padres hizo que tuviera que vivir con su abuela. Con 18 años abandonó su pueblo y se fue a trabajar de tractorista, actividad que simultaneó con la música, tocando en la iglesia y en locales de mala muerte. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, en la que luchó enrolado en el Ejercito de los EEUU, volvió a Memphis para, ahora en serio, retomar su carrera musical. King hizo su primera grabación en 1949 y entonces empezó todo. Desde este momento sus éxitos se sucedieron ininterrumpidamente. Éxitos como este Every day i have the blues, incontestable. Every day i have the blues Si la fama le sonrió a B.B. King no fue por generación espontánea. El tipo era un trabajador incansable, llegando a promediar entre 250 y 300 conciertos al año. Además siempre supo rodearse los mejores músicos, los propios de su banda y de las más brillantes estrellas del mundo del rock: Eric Clapton, Elton John, Sheryl Crow, Van Morrison o Bonnie Raitt. Igualmente, toda su vida reconoció que había tomado “prestadas” algunas virtudes de otros grandes guitarristas: Blind Lemon Jefferson o T-Bone Walker, entre otros. Lo cierto es que él supo aglutinar todas estas virtudes y conseguir un estilo sin parangón en la música popular. Todos su esfuerzos fueron recompensados con numerosos premios: inclusión en el Salón de la Fama del Rock and Roll, 15 premios Grammy y la Medalla Presidencial de la Libertad. No está mal para un pobre negro del delta. Vamos a escuchar ahora Ain’t nobody’s bizness, un viejo blues de la década de 1920 que puede considerarse como uno de los primeros estándares del género. Ain’t nobody’s business B.B. King nunca fue muy ortodoxo y, según su propias palabras, él creía más en la música que en un estilo. Decía “Yo me eduqué en el delta del Missisipi y lo que escuchaba era blues, gospel o country. Así que yo he tocado eso, y también algo de rock, pop...Y mi interés se centra, exclusivamente, en tocar. Lo he hecho con grandes bandas como las de Count Basie, Duke Ellington o Tommy Dorsey, he tocado con músicos de rock y con orquestas sinfónicas. Pero, al final… La música es solo eso, música.” Ahora escucharemos el mismo tema que cerró el concierto que B.B.King dio en la cárcel de San Quentin en 1990, Rock my baby, una canción del propio B.B. King basada en otra de Lil’ Son Jackson, Rockin’ and Rollin, de 1951. La de B.B. King se ha convertido en otro estándar de blues y una de las canciones de este género más grabadas de todos los tiempos. Rock my baby El año 1970, B.B. King visitó también la cárcel del condado de Cook, en Chicago, un hecho que no era en absoluto algo especial ya que el bluesman lo hizo, a lo largo de su vida, en más de cincuenta centros penitenciarios. Y también en esta ocasión dejó constancia de su paso por el recinto en su álbum Live in Cook County Jail, grabado el 10 de septiembre de 1970 y correspondiendo a una invitación del alcaide. King y su banda actuaron para una audiencia de 2.117 personas, la mayoría de ellos jóvenes negros. Un repertorio de éxitos, interpretados y grabados en directo fue suficiente para el disco llegara y se mantuviera un buen tiempo en el número 1 de la lista Top R&B, por cierto, el único álbum de King que lo ha conseguido. La grabación no estuvo exenta de tensión. El alcaide, como atención a los músicos, les hizo una visita guiada por el comedor y los corredores de las celdas. Que los músicos se sintieron un “poquito” incómodos es quedarse cortos. Tocaron en un pequeño escenario en el patio y el público debía de permanecer sentado en unas sillas dispuestas al efecto. Los funcionarios de la prisión contaron con seguridad adicional para el evento, principalmente boxeadores retirados. Pero, bueno, a pesar de todo, B.B. King y su banda hicieron un concierto inolvidable. The Thrill Is Gone, una de las canciones interpretas. Sonido directo de la cárcel. The Thrill Is Gone Bueno, la versión de ese día duraba unos 13’ por lo que, en contra de nuestra costumbre, hemos decidido cortarla un poquito. Esta actuación en la cárcel de condado de Cook produjo en el artista un profundo impacto. Entristecido por las condiciones racistas hacia algunos de los prisioneros negros, King ofreció sus servicios de forma gratuita, no solo en este establecimiento sino también a cualquier otro que quisiera contar con él. Y es que, el hombre, fue una persona muy religiosa y espiritual. De su visita en 1977 a Pablo VI, con motivo de su participación en un concierto de Navidad organizado por el Vaticano, dijo: “Ha significado mucho para mi la audiencia que tuve con el Santo Padre. Tal como amo a Dios, amo al Papa. Le he regalado una guitarra, y el me dio un rosario que va siempre conmigo”. Bueno pues… hay que reconocer que el papa se tiró largo, un rosario por una Gibson. No está mal. Three o clock blues, también interpretada en la cárcel pero esta grabación es de estudio. Three O Clock Blues Bueno amigos, nada más por hoy. Os espero a todos el próximo programa para escuchar más música, conocer a más músicos y recordar viejas historias. Hasta entonces... ¡¡¡buenas vibraciones!!!

    Nada más que música - El último de la fila

    Play Episode Listen Later Dec 22, 2021 54:19


    Nuestro grupo de hoy es El último de la fila, una banda de referencia en la historia de nuestra música más próxima. Manolo García y Quimi Portet, fueron los soportes de esta banda que nos ha dejado páginas musicales imborrables en nuestra memoria. Todo empezó, como muchos otros, con un Manolo García de vocalista de orquestas de baile como las que todavía recorren nuestros pueblos en las fiestas patronales. Pero su objetivo era formar un grupo que hiciera su propia música, así que, junto con Esteban Martín (que más tarde estaría en Gabinete Galigari), empezó a componer sus primeras canciones y, con ellas, nacieron Los Rápidos. Un quinteto donde también militaban José Luis Pérez, Luis Visires y Antonio Fidel. Hoy escucharemos canciones de dos de los discos más interesantes del Ultimo de la fila, “Como la cabeza al sombrero” y “Nuevo pequeño catálogo de seres y estares”. De este último es Músico loco. Nuevo pequeño catálogo de seres y estares Los Rápidos solo grabaron un disco que tuvo una pobre repercusión, a pesar de que ese año, 1980, habían recorrido media España. En 1982, cuando los Rápidos empezaban a dar signos de desgaste, Manolo y Quimi se conocieron y enseguida congeniaron. Al poco tiempo crearon Los Burros y también una discográfica independiente, Discos Criminales, que por supuesto salió mal y tuvieron que abandonarla para centrarse en el grupo, en el que también estaban Jordi Vila (más tarde batería de Loquillo) y Antonio Fidel, que ya estaba en Los Rápidos. Tras algunos fracasos discográficos tuvieron que reinventarse y fue así como nació El último de la fila. Enseguida tuvieron ocasión de grabar con Virgin, pero ya se habían comprometido con la compañía independiente PDI y decidieron ser fieles a su palabra, un gesto que les ha acompañado siempre. Ese aire aflamencado de la voz de Manolo y la guitarra española, daban un tono fresco y novedoso a las canciones. También del Nuevo pequeño catálogo… es este: Canta por mi. Su segundo álbum, Enemigos de lo ajeno, grabado en 1986 vendió 60,000 copias, algo inaudito entre las compañías independientes. Esto les permitió hacer una gira en la que la entrada media era de unas 5,000 personas. Y llegaron los premios, de la crítica y del público: mejor álbum, mejor directo, mejor canción, en fin, la fama había llegado. Ya eran un grupo solvente. Un disco recopilatorio con nuevas versiones grabado en Londres vendió 300,000 copias. Su compañía discográfica, PDI, era independiente pero no era idiota. Sabía que tenía entre las manos una joya, así que decidió echar toda la carne en el asador y mandó al grupo a grabar su próximo trabajo a Francia. Allí se coció Como la cabeza al sombrero. Editado en menos de dos meses, las ventas alcanzaron las 400,000 copias. De la gira, ni os cuento. De este disco, Como la cabeza al sombrero, es la preciosa canción Sara. La cresta de la ola les llegó cuando fueron invitados a participar en el concierto Pro Derechos Humanos organizado por Amnistía Internacional en el estadio olímpico de Montjuic, en Barcelona. Allí tocaron con Bruce Springsteen, Sting, Peter Gabriel, Tracy Chapman, en fin, la crem de la crem. Esta vorágine les obligó a hacer un descanso y replantearse su futuro. Lo primero que hicieron fue desligarse de su compañía PDI. Se les había quedado pequeña. Las giras ya eran internacionales, Europa, EEUU, Sudamérica. Pero antes de su gira de 1989, el grupo ya había iniciado la preparación de un nuevo trabajo. Se empezó a grabar en mayo de 1989 y lo terminaron en mayo de 1990. Salió a la venta con el título de Nuevo catálogo de seres y estares. De este disco, del que ya hemos oído algunas canciones, es A Jazmín, Este nuevo elepé fue directo al número uno de las listas. Habían vuelto a la aventura de crear su propia discográfica, Perro Records, un sello para distribuir y publicar sus propios discos a través de la multinacional EMI. La gira de Nuevo catálogo de seres y estares comenzó el 12 de mayo de 1990 y duró cinco meses. También hubo gira internacional por Europa: Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, Suiza, Austria… Y por Sudamérica: México, Argentina, Colombia y Venezuela. Astronomía razonable, su siguiente trabajo, se grabó en mes y medio y permaneció durante diez semanas en el número uno de las listas de éxitos. Algo nunca visto con un grupo español. Volvemos con Como la cabeza al sombrero, vamos a escuchar el tema que da nombre al disco. Durante el año 1994 el grupo hizo un parón y se dedicaron a descansar y a preparar su siguiente trabajo. Un CD que apareció en septiembre de 1995 con el exótico nombre de La rebelión de los hombres rana. Con ánimo renovado comenzó la gira del nuevo trabajo. En esta gira incluyeron también temas de su época en Los Rápidos y Los Burros. La girá terminó en abril de 1996. Después de tres años sin noticias de la banda, Manolo y Quimi, en rueda de prensa, anunciaron su separación y el comienzo de sus respectivas carreras en solitario. Más adelante, Manolo García, comentó en una entrevista de Crónica, el periódico digital catalán que “el grupo se disolvió porque Quimi empezaba a estar incómodo con el tema lingüístico”. El grupo utilizaba habitualmente el castellano en sus canciones. “El tema de la lengua para él es importante, él es catalán. Yo soy de los “otros catalanes”. Soy catalán, evidentemente, y con todo el orgullo, pero mi lengua materna es el castellano. A él le apetecía que hiciéramos alguna canción en catalán, y yo encantado, hicimos alguna canción con Maria del Mar Bonet. En algún vídeo hay ya algún guiño mío como lo de “que soc de Barcelona i em moro de calor”, y está dedicado a Quimi, para hacerle reír un poco. A mi me era indiferente. Yo defiendo absolutamente que los catalanes hablen catalán, evidentemente, y yo puedo hablar catalán, pero no tengo esa sensación de patria, igual que tampoco la tengo de la patria española. A mi los estados y las banderas no me interesan nada.” Toda una declaración de principios sin contestación. Volvemos con su música, Barrio triste. Antes de repasar un poco su trayectoria en solitario, vamos a escuchar un último tema de El último de la fila, una de sus canciones más hermosas y enigmáticas, Cuando el mar te tenga, pura poesía. La frase “Si lo que vas a decir, no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir”, que viene de un cita árabe, nos sedujo desde el mismo momento en que lo escuchamos. Una gran canción. Cuando el mar te tenga El mismo año de la disolución del Ultimo de la fila, Manolo García sacó su primer trabajo en solitario, Arena en los bolsillos, grabado en Londres con la colaboración de Nache Lesko y Pedro Javier González. Y como quien no quiere la cosa, en su primera semana de vida se colocó en cabeza de las listas de ventas, llegando a colocar 900.000 discos en el mercado. La culpa la tuvieron unas canciones que iban desde el pop melódico más intimista hasta el rock ando roll de sus primeros grupos. Pajaros de barro es una de estas canciones. Despues de dos años en silencio, Manolo García volvió con nuevo disco, en esta ocasión contando solo con la producción de Pedro Javier González. El álbum, Nunca el tiempo es perdido, se grabó entre Gerona, Barcelona y París y se mezcló en Los Angeles. Sus trece canciones tienen un toque más intimista en su trabajo anterior, arropadas por una orquesta de cuerda. Vamos a escuchar la canción que da nombre al álbum, Nunca el tiempo es perdido. Manolo García siempre ha sido muy celoso de su vida privada y ha conseguido mantenerla fuera del alcance de revistas y seudo-tertulias. Como él mismo ha dicho en otras ocasiones, su ego lo alimenta en el escenario pero fuera de él, quiere ser una persona normal y pasar lo más desapercibido posible. Mantiene un control férreo sobre su obra y no ha permitido que sus canciones se utilicen en publicidad o concursos. De hecho, tuvo una buena enganchada con la gente de Operación Triunfo por este motivo. (También es verdad que TV pagó los derechos correspondientes pero no pidieron permiso al autor). En cualquier caso, Manolo García se ha ganado un puesto muy merecido en el panorama musical y un público fiel que le permite seguir componiendo lo que quiere, trabajar lo justo y dedicar su tiempo a cultivar su espíritu, leyendo, pintando y haciendo muy buena música. Vamos a escuchar, para mi gusto, una de sus mejores canciones, Rosa de Alejandría, también del álbum Nunca el tiempo es perdido. Manolo García no es que esté de vuelta de todo, lo que ocurre es que su veteranía y experiencia y los kilómetros recorridos de bolo en bolo, le permiten afrontar apuestas arriesgadas como la gira acústica que inició en 2019. 55 conciertos que han quedado registrados en un doble CD y DVD que llamó Acústico, acústico, acústico. En fin, ingenio no le falta. Estos conciertos intensivos, tres horas de media, y que culminó con cinco presentaciones en el Palacio de Congresos de Madrid, dejaron de manifiesto la vigencia de un estilo, de una música que se ha ido enriqueciendo a lo largo de toda la carrera del artista. Los que tuvieron la suerte de asistir a alguno de ellos los recuerdan como una combinación de intimismo acústico y despliegue de entrega en el escenario, arropado todo ello por la excelencia de siete músicos de categoría. Una muestra de estos directos es este Somos levedad. Gracias, gracias a tí, Manolo García. Bueno amigos, nada más por hoy. Os espero a todos el próximo programa para escuchar más música, conocer a más músicos y recordar viejas historias. Hasta entonces... ¡¡¡buenas vibraciones!!!

    Nada más que música - Paul Simon

    Play Episode Listen Later Dec 8, 2021 44:40


    Simon y Garfunkel fue, y es, un grupo mítico. Ya lo hemos visto en este programa. Pero en 1970, cuando disfrutaban de las mieles del éxito, acababan de lanzar su famoso “Puente sobre aguas turbulentas”, el dúo se separó. Una pena, pero la vida sigue y Simon emprendió, en solitario, su exitosa carrera. Una carrera que le ha consolidado como uno de los mejores cantautores de la historia de la música pop, ocupando en esta subjetiva lista el octavo lugar, según la revista Rolling Stone. Tras algunas grabaciones sin repercusión especial y algún reencuentro puntual con su viejo amigo Garfunkel, en diciembre de 1975 editó su nuevo LP, titulado Still Crazy After All These Years, “Todavía loco después de todos estos años”, en el que contó con los mejores músicos de sesión del momento y que está profundamente impregnado de una pátina de jazz. Las letras, salvo algunas incursiones en el genocidio judío o el béisbol, están repletas de sensaciones encontradas que le ocasionaban la dura experiencia de su reciente divorcio. El álbum fue un gran éxito, llegando a n.º 1 y vendiendo más de un millón de ejemplares. Una de las canciones más famosas de este disco es 50 Ways To Leave Your Lover, “50 maneras de dejar a tu amante”. 50 Ways to leave your lover CD 1, Corte 06 Otro éxito de este LP fue la canción que da título al álbum, Still Crazy After All These Years, “Todavía loco después de todos estos años”. Esta canción ha sido muy versionada: Rosemary Clooney, Ray Charles, Karen Carpenter y Willie Nelson, que incluyó su versión en la película Vaqueros del espacio, del 2000. Still crazy after all these years CD 1, Corte 19 Cuando su popularidad comenzó a disminuir, Simon se subió al carro de la música étnica, un género emergente en ese momento. En una visita a Sudáfrica, conoció a muchos músicos locales con los que hizo Graceland (1986), una exquisita fusión de su propia sofisticada poesía de conciencia con el du-duá de la Sudáfrica negra y la música coral zulú. Aunque algunos lo acusaron de robo cultural, es decir, la apropiación y explotación de la música de otra cultura, el álbum fue uno de los más comercialmente exitosos y aclamado por la crítica y ayudó a poner la música sudafricana en el escenario mundial. Esto es Graceland, la canción que da título al disco. Graceland CD 2, Corte 01 Simon realizó un viaje similar a Brasil para grabar Rhythm of the Saints (1990), una fusión aún más densa (y algo menos popular) de percusión de origen africano con el folk rock estadounidense. Sus letras, un poco extravagantes, debían mucho al poeta caribeño ganador del Premio Nobel, Derek Walcott. Walcott colaboró con Simon en The Capeman, el primer musical de Broadway de Simon, que se estrenó en enero de 1998 y que resultó ser un fracaso de crítica y publico. Esta basado en un famoso asesinato ocurrido en Nueva York en 1959 en el que estaba implicada una pandilla puertorriqueña. Con música de Simon, Walcott colaboró en las letras. La obra ponía en escena la música callejera de Nueva York, la música que le había inspirado y con la que quería poner de manifiesto la contribución de los hispanos al pop urbano. No fue suficiente. El espectáculo se estrenó en el Teatro Marqués el 29 de enero de 1998, y tuvo unas críticas malísimas. El espectáculo duró 68 representaciones. Vamos a escuchar dos de las canciones del espectáculo. Adiós hermanos, en castellano en el original, es la primera. Adiós hermanos CD 2, Corte 10 Esta es otra canción del fallido espectáculo. Born in Puerto Rico, escuchadla atentamente por que no tiene desperdicio. Born in Puerto Rico CD 2, Corte 11 Afortunadamente para Simon, no todo eran desgracias. Graceland seguía dándole satisfacciones. El sencillo You can call me al llega a lo más alto de las listas, gracias también al videoclip promocional en el que intervino Chevy Chase, el famoso cómico estadounidense. Pero vuelven los problemas, la ONU, nada menos, le declara persona non grata y lo incluyen en sus listas negras por haber roto el boicot impuesto a Sudafrica al contratar músicos de esta nacionalidad en el álbum y haber grabado parte del mismo allí. Finalmente, al ser evidente que lo único que había hecho era dar cara y ojos a un buen número de músicos negros del pais y poner en el mundo la música y la cultura sudafricana, en 1987 Paul Simón dejó de estar en las listas negras y en febrero de ese año comienza en Róterdam el Graceland Tour, auténtico fenómeno de masas universal que llevaría a Simon a recorrer durante dos años todo el mundo. Este año, Graceland obtiene el Grammy al mejor disco del año. You can call me al CD 2, Corte 04 En 1999, Simon se unió a Bob Dylan para una gira de verano en los Estados Unidos. La serie de conciertos, que puso fin a los ocho años de ausencia de Simon de los escenarios, marcó la primera vez que los dos artistas trabajaron formalmente juntos. Más tarde, ses mismo año, continuó una gira en solitario. You’re the one, “Tú eres el único”, es el décimo álbum de estudio en solitario de Paul Simon y fue editado en el año 2000. Este trabajo fue nominado para un Premio Grammy al Álbum del año en 2001. Con esta nominación, Simon se convirtió en el primer artista que conseguía ser elegido en cinco décadas consecutivas (1960-2000). Solamente Paul McCartney consiguió igualar esta marca en el año 2006. De este álbum es Darling Lorraine, “Querida Lorraine”. Darling Lorraine CD 2, Corte 13 So beautiful or so what, “Tan hermoso o tan qué”, es su duodécimo álbum de estudio. Simon, que ya se había experimentado con ritmos y melodias étnicas, volvió a componer canciones de una manera más tradicional, o sea, solo con su guitarra acústica. Aunque, bueno, en el estudio su productor Phil Ramone, las editó a su gusto. Según sus propias palabras “La música de So beautiful or so what se inspiró en el blues de África Occidental, combinado con tambores indios y armonías bluegrass”. Otra de las características de este trabajo son los simbolismos religiosos bastante evidentes en las letras de Simon y, aunque el autor no tenía ningún objetivo a priori sobre el tema, lo cierto es que, “las letras me fueron llevando a este resultado sin que yo tuviera nada que ver… o si”. En cualquier caso, el disco fue recibido con una aclamación generalizada por la crítica. Vamos a escuchar el tema que da nombre al disco, So beautiful or so what. So beautiful or so what Bueno pues… esto ha sido todo por hoy. Nos ha quedado claro que, si bien Garfunkel tiene una voz preciosa, el talento y la música la tiene Simon. Nos escuchamos en el próximo programa, aquí, en Sienteloconoido.caster.fm, tendremos más música, más músicos y más historias. Hasta entonces, … ¡¡¡Buenas vibraciones!!!.

    Nada más que música - Zaz

    Play Episode Listen Later Nov 25, 2021 45:53


    Nuestra invitada de hoy publicó su primer disco en mayo de 2010. El trabajo fue muy bien recibido en toda Europa y ya no ha parado. Pasó de 0 a 100 en un par de años, de cantar en la calle a llenar teatros, de ser una perfecta desconocida a protagonizar uno de esos raros fenómenos mediáticos para los que no resulta fácil encontrar explicación. Aunque su estilo ha ido evolucionando con el tiempo, este trabajo tiene un marcado acento de Gypsy jazz, un estilo difícil que ella hace que parezca sencillo con su fuerza, su expresividad y la innegable calidad de su voz. El disco se llama ZAZ y ella es… ZAZ. CD ZAZ, corte 01 Esta canción, Les passants, “Los paseantes”, abre el disco y ella es la autora del texto, bueno, salvo una pequeña parte del estribillo que coincide con el de la antigua canción popular La P’tite Hirondelle. Isabelle Geffroy, así es como se llama realmente la artista, nació en Chambray les Tours, Francia. Empezó muy pronto a estudiar música, estuvo de los cinco a los once años en el Conservatorio de Tours estudiando solfeo, violín, piano, guitarra y canto. Tras el divorcio de sus padres, se trasladó a Burdeos donde siguió con sus estudios musicales en la Escuela de Música Moderna, el CIAM. Fue allí donde empezó a dejarse llevar por las influencias más eclécticas, desde Vivaldi a Ella Fitzgerald, pasando por Bobby McFerrin (el famoso cantante a capella estadounidense) o Richard Bona (el también famoso músico de jazz camerunés). Y también, también se dejó empapar por los ritmos africanos, latinos y cubanos. Je veux “Quiero”, fue el primer sencillo extraído de este primer álbum, y su primer gran éxito internacional. Je veux CD ZAZ, corte 02 Y de la teoría a la práctica. La primera vez que pisó un escenario lo hizo formando parte de un grupo de blues, los “Fifty Fingers”. Colaboró con otros grupos locales, especialmente en un quinteto de jazz. También fue una de los cuatro cantantes de Izar-Adatz que en eusquera significa “Estrella fugaz”. También ha hecho coros y dúos con gran cantidad de artistas. Y todo esto hasta que el 10 de mayo de 2010, Zaz lanzó su primer álbum al mercado, este que estamos escuchando hoy. La revista francesa “Telerama” anunció: “Han surgido rumores estas semanas: Zaz tiene una voz sagrada y será la revelación del verano”. Y vaya si lo fue. “Le long de la route” “A lo largo del camino”, fue el segundo sencillo del disco, una canción compuesta por la propia Isabelle y Mickael Geraud. Le long de la route CD ZAZ, corte 03 Zaz tiene un timbre de voz particular, tanto, que alguna crítica la ha comparado con Edith Piaf o con su admirada Ella Fitzgerald. Esta peculiaridad la ha llevado a trabajar con artistas de la talla de Quincy Jones y Charles Aznavour. También se ha dicho de ella que es la embajadora moderna de la canción francesa. Bueno, en este disco no, creo que todas las canciones que contiene tienen un marcado acento “gypsy”, pero si es cierto que su evolución la ha llevado en muchas ocasiones por ese camino. Un estilo en el que se siente cómoda en la paradoja de expresar en sus canciones su yo más íntimo con una actitud alegre y despreocupada. Y si no, escuchemos Prends garde a ta langue, algo así como “Cuidado con lo que dices”. Prends garde a ta langue CD ZAZ, corte 06 Los directos de Zaz son, como he leido en una crítica, “la alegría de la huerta”. Yo solo la he visto una vez, pero da la sensación de que el grupo que le acompaña no es de circunstancias, realmente parece un grupo estable. Se les nota una complicidad tremenda, tanto en la puesta en escena como en lo musical. Diría que son amigos, vaya. Cuando Zaz canta, todo son sonrisas, en el escenario y entre el público. También, de vez en cuando, se dirige al respetable en español. Cuando yo la vi lo hizo para cantar “Historia de un amor”, un famoso bolero. Y es que, su madre, era profesora de español. Vamos a escuchar ahora otro de los cortes del disco, Ni oui ni non. Al más puro estilo gipsy jazz o “jazz manouche”, término por el que es más conocido en Francia. Ni oui ni non CD ZAZ, corte 07 El éxito le pilló descolocada. Había poca confianza en una cantante cuya exigua experiencia consistía en haber cantado en los pasillos del metro de París o en las plazas de Montmartre exclusivamente para turistas. “Los pintores me hicieron un hueco y hasta me dejaron dinero para producir mi primer disco”, cuenta en una entrevista. Triunfó contra todo pronóstico. Salio al mercado en medio de la peor crisis del mercado discográfico y, sin embargo, vendió más de cuatro millones de discos. En esa misma entrevista contaba: “El éxito me desestabilizó. Fue violento, intenso, turbador y agotador. Pero siempre fue una suerte que me pasara a los 30 años. Diez años antes, con lo enfadada que estaba con el mundo, hubiera sido catastrófico. Creo que llegó en buen momento”. Dans ma rue CD ZAZ, corte 10 En su primer éxito, “Je veux”, cantaba: “Quiero amor, alegría, buen humor. No es vuestro dinero lo que me dará la felicidad. Lo que quiero es morir con la mano en el corazón”. Hoy Zaz es millonaria. ¿Ha cambiado de opinión?. Definitivamente no. “Creo que se entendió mal esa letra. Lo que yo rechazaba era el lujo”, reflexiona Zaz. “Pero el dinero es importante porque te permite hacer cosas”. Y entre esas cosas, está su su apoyo financiero a la ONG Colibrí, movimiento que cuenta con miles de seguidores en Francia por su mensaje ecologista, antiliberal y antiglobalización. También la fundación creada por ella, Zazimut, a través de la que organiza un festival de música cada verano en la región francesa de la Ardèche, donde también se dan cita asociaciones que trabajan por causas en las que cree. “Pierdo 130.000 euros cada año. Podría comprarme muchas cosas con ese dinero, pero prefiero crear conexiones entre la gente”, afirma. También quiere organizar un encuentro parecido en Rusia y montar un festival itinerante en el continente africano, un proyecto largamente acariciado. En fin, parece que, efectivamente el dinero no le ha cambiado y que compromiso no le falta. Vamos a escuchar otro de los cortes de su disco: J’aime a nouveau, “Amo otra vez”. J’aime a nouveau CD ZAZ, corte 09 El amor y la devoción que ZAZ siente por París es indiscutible. Y esta entrega por la ciudad en la que vive le ha hecho acercarse a la canción más tradicional francesa. Son numerosos los temas grabados por ZAZ que hacen referencia a la ciudad y a su tradición musical. Canciones popularizadas en su momento por Aznavour, Edith Piaf, Maurice Chevalier, Joe Dassin o Trenet han tenido su particular versión en la voz de ZAZ. La cantante cuenta en una entrevista que no estudió las versiones originales en la voz de sus autores, sino a partir de la raíz, de la partitura, para hacer unas versiones lo más personales posibles. “No queríamos cambiar las canciones del todo, pero sí darles un barniz personal”. Todas estas canciones están contenidos en un trabajo de la artista que, como no, se llama “París”. Vamos a escuchar la versión que hace, en un dueto con Thomas Dutronc, de la canción de Charles Trenet “La romance de París”. La Romance de París Descarga de You Tube À Paris es una canción de Francis Lemarque, un parisino de origen ruso que tuvo una larga aunque discreta carrera pero que tenía una gran capacidad de trabajo, registró más de 400 canciones. Esta À Paris fue un gran éxito en su estreno y se ha convertido en estándar internacional versionado por numerosos cantantes. La versión de ZAZ es verdaderamente particular al estar interpretada a capela y, para mi gusto creo que ha conseguido una de las mejores versiones que se han hecho de esta canción. Á Paris Y vamos a terminar nuestro programa de hoy con una canción que resume todo lo dicho hasta ahora de la relación de ZAZ con su querida París. Una canción que popularizó el famosos Maurice Chevalier en 1939 y que ZAZ le toma prestada para decirnos que, aun en el peor escenario posible, la segunda guerra mundial..., "¡París siempre será París!, la ciudad más bella del mundo, incluso cuando a lo lejos retumba el cañón, su atuendo es aún más bonito… Esta es su trepidante versión: “París siempre será París”. París sera touyours París Buena gente esta ZAZ, bueno, eso me parece. Nos vamos, el próximo programa nos traerá, como siempre, más música, más músicos y más historias. Así que… hasta entonces...¡¡¡Buenas vibraciones!!!

    Nada más que música - Lila Downs - La cantina

    Play Episode Listen Later Nov 10, 2021 45:41


    Esta tarde vamos a conocer, o a reconocer, ya veremos, a una cantante, compositora, productora, actriz y antropóloga mexicana, que interpreta sus canciones tanto en español como en inglés o mixteco, zapoteco, maya y un montón de idiomas nativos de su país. Ella es Lila Downs, una artista que reivindica sus raíces en su vida y en su música, pero que fusiona de manera impecable el folclore con el pop, el rock, la cumbia, el jazz e incluso el hip hop. Hoy repasaremos uno de sus trabajos más militantes, “La Cantina”, un álbum en el que invirtió año y medio y que finalmente se publicó en abril de 2006. Consta de quince temas, de los cuales doce son del repertorio tradicional mexicano y tres han sido compuestos por Lila Downs. La cumbia de mole, incluida en este disco y que fue un éxito internacional, es la carta de presentación de la artista y una de las piezas de la que es autora. La cumbia del mole, Corte 01 En este disco, “La cantina… entre copa y copa”, que este es su nombre completo, Lila Downs se nos presenta mestiza y desgarradora. Sobre su trabajo, opina: “La música que tocamos o cantamos en una cantina tiene que ser un bálsamo para los pesares y el desamor porque, esa cantina, es un espacio por donde hombres y mujeres transitan para ahogar sus penas, su penas de amor”. Y efectivamente, porque las canciones elegidas evocan con toda intensidad el sentimiento devastador que produce un desamor; sin embargo, el disco también nos sirve para exorcizar los pesares, esos que invariablemente recalan en el alma. Más todavía si se escucha “tequiliando”. Agua de rosas, Corte 03 Downs disfruta de una voz privilegiada que le permite cantar con la misma intensidad rancheras, corridos, boleros o cantos tradicionales. En este disco se vuelca en mostrar, en todo su esplendor, la ranchera. Esta reivindicación, esta recuperación del género que para muchos no pasa de ser “música de borrachos”, quiere dejar de manifiesto la carga poética de la ranchera. La misma poesía que le acompañó en su infancia, cuando escuchaba a su madre cantar las canciones de José Alfredo Jiménez o Luis Aguilar. De hecho fue su madre, Anita la Tacha, quien le pidió que si iba a cantar, lo hiciera con sentimiento, porque, según sus palabras, la ranchera es la “poesía mexicana”. “Tu recuerdo y yo”, una canción de José Alfredo Jiménez que ahora vamos a escuchar en la versión de Downs, nos habla, como no, de un hombre que va a una cantina para olvidar a la mujer que le ha abandonado sabiendo que solo conseguirá recordarla más. Por cierto, fijaos un momento en la fusión de rancheras, instrumentos electrónicos y hip-hop. Genial. Tu recuerdo y yo, Corte 04 Lila Downs nación en la ciudad de Traxiaco, Oaxaca. Su madre era un cantante de cabaret, indígena mixteca, y su padre un profesor de cine estadounidense, de Minnesota, con ascendencia escocesa. Desde muy pequeña se interesó por la música y durante su estancia en EEUU, en Los Angeles, recibió clases de canto. Cuando tenía 16 años falleció su padre y este hecho empujó a su madre a volver a su ciudad natal. Nuevamente en EEUU obtuvo la licenciatura en Antropología en la Universidad de Minnesota y posteriormente culminó sus estudios musicales en Nueva York. Tras deambular cantando por bares, restaurantes y locales nocturnos, y tres discos fallidos, finalmente en 1999 se editó su disco “La Sandunga” que la catapultó al éxito internacional. Europa y EEUU recibieron con entusiasmo un trabajo en el que, por primera vez, se utilizaban lenguas indígenas como el mixteco y zapoteco y se fusionaban sonidos prehispánicos y modernos. La tequilera, otro claro ejemplo de fusión. La tequilera, Corte 08 El narcocorrido es un subgénero musical de carácter popular, basado los ritmos de polca, vals y mazurca. Pero lo más importante de este género son su temática, su particular aproximación a la muerte y al goce de la vida, la lealtad, al amor y a los excesos. Nació en la región fronteriza entre México y Texas, y siempre se ha considerado el producto más tangible de la narcocultura. El asunto no es baladí, varios de sus interpretes han llegado a ser asesinados por los propios carteles de la droga y han pasado a ser la banda sonora de la guerra contra el narcotráfico en México. Uno de los compositores más famosos y controvertidos de este género es Mario Quintero, famoso por rendir tributo en sus canciones a los traficantes y capos de la droga. Uno de sus éxitos fue El centenario, la historia de la escalada dentro de la mafia de un joven de baja extracción social. Esta es la versión que hace Lila Downs de El Centenario. El centenario, Corte 10 En el disco se incluye una canción tradicional cantada a capela que es sencillamente maravillosa. Yo no digo nada. Solo escuchad. Yo ya me voy, Corte 14 Y para despedirnos de Lila Downs escucharemos un corrido al más puro estilo mariachi, un mariachi por cierto femenino, Mariachi Las Mezcalitas interpretando el corrido tradicional “El relámpago”. El relámpago, Corte 06 Y esto ha sido todo por hoy. Os espero a todos la semana que viene en otra entrega de Nada más que música, un espacio en el disfrutaremos de más música, más músicos y más historias. Hasta entonces… “Buenas vibraciones”.

    Nada más que música - Los Salvajes

    Play Episode Listen Later Oct 28, 2021 31:33


    Todo empezó en la extraordinaria década de 1960. Una década convulsa que cada uno vivió como pudo. Cuando en el mundo empieza a venderse la píldora anticonceptiva, Kruschev monta el show de los zapatos en el XXV aniversario de las naciones unidas, mientras la crisis de los misiles amenaza con iniciar una tercera guerra mundial y es asesinado el presidente John F. Kennedy, en España, concretamente en la localidad de Palomares (Almería), nos caen del cielo, bueno, de un bombardero nuclear B-52, 3 bombas de Hidrógeno de 70 kilotones, hecho que nos proporciona la impagable ocasión de ver a Fraga en calzoncillos, pero también llegó el 600, y el boom turístico. En fin, que en este contexto, y gracias a la radio, siempre la radio, con programas como Europa Musical, o Discograma, se empieza a promocionar a nuevos artistas que emulan a otros que nos llegan de más allá de nuestras franquistas fronteras y que, sin que yo quiera desmerecerla, dejan atrás a la copla para acercarse a las nuevas tendencias que hacen furor en Europa y EEUU. Festivales, revistas y clubs de fans dan a Barcelona una actividad mucho mayor que a cualquier otra parte de España en estos primeros y balbuceantes pasos del rock and roll. Y es allí, en Barcelona, donde aparecen grupos como los Pajaros Locos, Lone Star, los Sirex, los Mustang y nuestros invitados de hoy: LOS SALVAJES. Los Salvajes Recopilatorio Mi bigote, CD 2, corte 05 Mi bigote, una de las primeras canciones propias del grupo. Los Salvajes, o sea, Andy, Gaby, Delfin, Sebastian y Francisco, nacieron musicalmente en Barcelona en 1962 y fueron el contrapunto de otros grupos más modositos, como los Brincos en Madrid, erigiéndose, para toda la eternidad, como los Rollings Stones nacionales, aunque, realmente, ellos querían ser los Who. El grupo su formó en el Poble Sec, en el taller del padre de Gaby, el carismático cantante del grupo. Coetáneos de los Sirex, empezaron haciendo versiones de cantantes italianos, Pepino de Capri o Tony Dallara, pero pronto descubrieron el Rock and Roll escuchando a Johnny Hallyday, Eddy Mitchell y los Shadows y entonces cambió todo. Empezaron a tocar en un garito, El Pinar se llamaba, un garaje durante la semana y sala de conciertos los sábados, donde se juntaba lo mejor de cada casa. De allí pasaron a tocar en la Costa Brava donde un manager alemán se interesó por ellos y se los llevó a Alemania, concretamente a Kiel donde debutaron. No me puedo controlar, una muy buena versión del I Can’t Control Myself, de The Troggs. Los Salvajes Recopilatorio No me puedo controlar, CD 2, corte 04 Su paso por Alemania fue todo menos bonito. En la primera audición ya les dijeron que podían volverse a España, su desfase era evidente. Su repertorio tenía diez años de antigüedad y, según palabras de su representante, “sonaba a música de puticlub”. Tras muchas súplicas consiguieron que los mandasen de gira por los pueblos con otros grupos ingleses para que aprendieran, y vaya que si aprendieron. A los dos meses, después de bregarse en locales inmundos y con públicos que estaban al mismo nivel, con nueva indumentaria, nuevos peinados y con repertorio de Little Rihard y Chuck Berry, ya parecían un grupo inglés. Y así, con nueva imagen y nuevo sonido, volvieron a España. Es mejor dejarlo como está, versión del éxito de los Four Tops. Los Salvajes Recopilatorio Es mejor dejarlo como está, CD 2, corte 03 A mediados de 1964 volvieron a España atraídos por una oferta de la compañía EMI y por un concierto en el que actuaron de teloneros de Moody Blues y en el que, según las crónicas, no desmerecieron en absoluto. Emi quería que Los Salvajes hicieran con los Stones lo que los Mustang hacían con los Beatles. Versiones. Llegaron a un acuerdo para hacer también canciones propias, una mínimo en cada disco. Resultó que luego funcionaron mejor que las versiones, que a su vez, ya funcionaban mejor a veces que los originales, como «Todo negro», o el famoso “Satisfacción”, así, en español, de los Stones. Estas imposiciones de las compañías eran el pan nuestro de cada día. Y es que, en esa época, esta compañías, algunos programas de TV y algunos de radio, abusaban de su posición de privilegio y exclusividad en los medios de comunicación exprimiendo hasta la extenuación a los artistas. Los dueños de estos programas tenían, además, cadenas de discotecas, salas de conciertos, vaya, que movían el cotarro y si querías salir en sus programas, si querías que tu disco sonara, tenías que tocar gratis en sus locales. En fin… Vamos a escuchar una de las versiones que hemos citado: Todo negro, Paint It, black Los Salvajes Recopilatorio Todo negro, CD 2, corte 06 Pero, además de las presiones de los medios, estaba el sindicato vertical. Claro que esto no afectaba solamente a los Salvajes, afectaba a todo aquel que quisiera dedicarse al mundo del espectáculo. Para actuar en España en cualquier sala de fiestas, así se llamaban entonces los bailes, el artista debería estar en posesión del carnet del sindicato vertical de músicos, un carnet blanco que te habilitaba. Para obtenerlo había que pasar un examen de música, o sea, leer un partitura. La inmensa mayoría de los grupos no tenían ni idea de música por lo que debían optar por otro carnet, uno rosa, que era el correspondiente a “circo y variedades”. Como si fuera un domador de leones. Pero ojo, si tocabas con el carnet rosa, la gente no podía bailar y si te pillaban, multa al canto. Bueno…, cosas de la época. Una de las canciones propias de su repertorio, Fuera de mi corazón, una producción propia al mejor estilo de James Brown. Los Salvajes Recopilatorio Fuera de mi corazón, CD 2, corte 06 Los Salvajes vivían de los directos, las ventas de discos nunca dieron para ello, por eso, cuando llegaron las discotecas, se acabó lo que se daba. Salas atractivas, equipos de sonido de última generación y música enlatada de cualquier país del mundo. ¿Que grupo podía igualar la oferta? A esto habría que añadir que la discográfica empezó a pedirles pop más ligero, tipo Fórmula V o Los Diablos, un estilo que estaba años luz del suyo. Así que, todo esto, el cansancio acumulado, alguna mala crítica y el mal royo entre los miembros del grupo hizo que Gaby, el cantante, abandonara el grupo. El resto siguió unos meses más para finalmente separarse en 1970. Vivir sin ti, otra producción propia. Los Salvajes Recopilatorio Vivir sin ti, CD 2, corte 07 Desde entonces, Los Salvajes han permanecido, de forma intermitentemente, en activo y por sus filas han pasado infinidad de músicos pero Delfín Fernández, batería de la formación desde el primer día, sigue al frente de la banda. Para todos aquellos, bueno, con una cierta edad, que en algún momento de nuestra vida hemos querido formar parte de un grupo, la referencia de Los Salvajes, ha sido una constante. Típica banda de garaje, golfos hasta la médula, músicos hechos así mismos, con las ventajas e inconvenientes que ello puede tener, fagocitados por la industria y, como tantos otros, por las rencillas internas. Sobre su reiteradas vueltas a los escenarios no me voy a manifestar. Yo soy de la opinión de que las cosas tienen su momento y que forzar etapas puede resultar patético. Me quedo con los salvajes de la primera época, el grupo en el que me hubiera gustado estar. El bote que remo, una versión de la canción de Neil Diamond. Los Salvajes Recopilatorio El bote que remo, CD 2, corte 08 Vamos a despedirnos de nuestros, a su pesar, Rolling Stones particulares, con una de sus mejores versiones, Algo de títere, o lo que es lo mismo: Jumping Jack Flash. Los Salvajes Recopilatorio Algo de títere, CD 2, corte 14 Y nada más por hoy. Nos lo hemos pasado muy bien recordando a un grupo español de los sesenta, que marcó distancias con su coetáneos diseñando una imagen y un sonido que muchos que vinieron después han sabido aprovechar. Gracias a todos por la atención y os esperamos aquí el próximo jueves. Os esperamos con más música, más músicos y más historias. Hasta entonces, … ¡¡¡buenas vibraciones!!!.

    Nada más que música - Rod Stewart (The Best of The Dreat American Songbook)

    Play Episode Listen Later Oct 13, 2021 33:40


    A mediados de la década de los noventa, nuestro buen amigo, el inglés Rod Stewart, había perdido un poquito el norte y las ganas de trabajar. Ya no componía. Él mismo decía que “no era un compositor natural sino ocasional”. Al mismo tiempo, las críticas de sus últimos trabajos no habían sido muy propicias, por decirlo de una manera amable. Así que, en 2002, y con un nuevo contrato discográfico bajo el brazo, dirigió su carrera a versionar las grandes canciones americanas del siglo XX, que desde luego, le representaban poco trabajo de composición. El trabajo, fueron varios discos los que editó con este planteamiento, está basado en el Great American Songboock, el cancionero que engloba las más conocidas composiciones de la cultura popular de los Estados Unidosl del siglo XX, la mayoría de las cuales fueron escritas por los compositores que, en aquella época, 1920-1960 , trabajaban para Broadway y Hollywood. Nosotros escucharemos la grabación resumen de todas las publicadas: The best of the Great American Songbook. “Lo mejor del cancionero americano”. La primera es Long ago and far away, una canción compuesta por Jeremo Kern y letra de Ira Gershwin y estaba incluida en la película musical “Cover Girl”, “Chica de portada”, protagonizada por Rita Hayworth y Gene Kelly en 1944. Esta es la versión de Rod Stewart. 01’26’’ ROD STEWART Long ago and far away The Best of The Great American Songbook, Corte 01 They can’t take that away from me, algo así como “No puedes quitarme esto”, es una canción compuesta por Geroge Gershwin en 1937, con letra de su hermano Ira para la película Shall We Dance, interpretada por Fred Astaire. Estuvo nominada al Oscar a la mejor canción original en los premios de ese mismo año, aunque no lo ganó. La versión más conocida es la que grabaron Louis Armstrong y Ella Fitzgerald. Nosotros escucharemos la de Rod Stewart. ROD STEWART They can’t take that away from me The Best of The Great American Songbook, Corte 03 “Beyond the sea” es una canción de amor romántico que compuso Jack Laerence en 1945 basándose en la música de la canción El mar, compuesta por el francés Charles Trenet años antes. La canción de Trenet tiene algunas diferencias con la de Laerence. Mientras que la versión francesa es una oda a los cambiantes estados de ánimo del mar, la del americano es una canción de amor. El cambio lo hizo añadiendo la palabra Beyond, más alla de… Más allá del mar. ROD STEWART Beyond the sea The Best of The Great American Songbook, Corte 04 ’’ “The way you look tonight” es una canción de la película Swing Time que interpretó Fred Astaire. Fué compuesta por Jerome Kern con letra de Dorothy Fields. Esta sí, esta ganó el Oscar a la mejor canción original en la gala de 1936. Contaba Dorothy Fields, la letrista, que cuando oyó por primera vez la melodía rompió a llorar y no había forma de pararla. Tan hermosa le parecía. En la película, Fred Astaire canta a Ginger Rogers mientras ésta se lava el pelo en una habitación contigua. ROD STEWART The way you look tonight The Best of The Great American Songbook, Corte 08 Nuestra siguiente canción, Bye Bye Blackbird, fue compuesta por el americano Tay Henderson y la letrista Mort Dixon. Es un estándar muy popular y se grabó por primera vez en marzo de 1926 por la Orquesta de Baile de Sam Lanin. Tristemente, esta canción fue vilmente utilizada por los segregacionistas opuestos al Movimiento Estadounidense por los Derechos Civiles, particularmente en las sangrientas Marchas de Selma a Montgomery, emitiéndola por altavoces como una burla. Y es que, la traducción literal del título de la canción es Adiós, Adiós pájaro negro. Otra anécdota más amable nos cuenta que los Beatles quisieron hacer una versión de esta canción, aunque nunca llegó a término. Sin embargo, Ringo Star si que la publicó en su album Sentimental Journey y Paul McCartney también lo hizo en Kisses on the Bottoom. ’ ROD STEWART Bye bye blackird The Best of The Great American Songbook, Corte 09 Otro de los estándares que aparecen en este disco es These foolish things, una canción con música de Eric Maschwitz y letra de Jack Strachey, ambos ingleses. La canción no tuvo un éxito inmediato. Tuvieron que pasar algunos años para que, de forma puramente casual, cayera en manos de Leslie Hutch, un famoso pianista y cantante de la época. Le gustó, la grabó y la canción se convirtió en un gran éxito. A partir de este momento, fue interpretada por numerosos artistas. Las versiones más populares fueron la de Benny Goodman y la de Teddy Wilson con Billie Holiday. Recordareis que, en el capítulo dedicado a Billie Holiday tuvimos ocasión de escuchar esta versión. Hoy será la de Rod Stewart. ROD STEWART These foolish things The Best of The Great American Songbook, Corte 10 Vamos a despedirnos por hoy con una de las más famosas canciones del disco: What a wonderful world, una canción que fue escrita con la idea de que, de alguna manera, pudiera calmar el clima político y racial de la década de 1960. Pensada desde su origen para Louis Armstron, éste la estrenó en 1967 como sencillo. La canción describe la inclinación del cantante por las cosas sencillas de cada día, con un tono optimista y esperanzado en el futuro. Curiosamente, esta canción entró a formar parta de la Lista de canciones inapropiadas que confeccionó, tras los atentados del 11 S , la Clear Channel Communications, la corporación más grande de medios a nivel mundial, con participación en los sectores de TV, Radio, Internet y Publicidad. Bueno, pues estos personajes, que saben en todo momento lo que es bueno o malo para el resto de los mortales, confeccionaron una lista de alrededor de 165 canciones cuyas letras eran cuestionables en el contexto posterior a los ataques terroristas. No las prohibieron, pero aconsejaban no radiarlas. Estas canciones no tenían, en muchos casos, letras belicistas ni incitaban al odio, simplemente se trataba de no avivar los recuerdos de aquel trágico suceso que tan profunda huella había dejado en la sociedad estadounidense. Si alguien tiene curiosidad por analizar la lista, la puede encontrar en internet Memorando del Clear Channel de 2001. Ah, en esa lista, está el Black is Black, de Los Bravos. Una canción peligrosa, donde las haya. ROD STEWART & Stevie Wonder What a wonderful world The Best of The Great American Songbook, Corte 12 Bueno, pues hemos llegado al final. Yo creo que Rod Stewart acercó con la recuperación de todas estas canciones. Y también lo entendieron así sus numerosos fans. No hay nada como versionar canciones inmortales. Sobre todo… si se hace bien. Familia, estáis emplazados para la próxima semana aquí, en Sienteloconoido.caster.fm. Hasta entonces… ¡Buenas vibraciones!

    Nada más que música - Elton John - Leon Russell - The Union

    Play Episode Listen Later Sep 30, 2021 33:45


    Bueno, pues ya estamos aquí de nuevo. Parece que fue ayer cuando nos despedíamos hasta el final del verano y… aquí estamos. Y aquí estamos contentos y felices de poder llegar hasta vuestras casas a través de esta ventana abierta al mundo que es la radio, la radio por internet, claro. Y vamos a retomar las cosas donde las dejamos, en la música, los músicos y sus historias. Hoy nos visitan dos músicos de altura que traen bajo el brazo un disco irrepetible: “The Union”, un trabajo conjunto de Elton John y Leon Russell que salió al mercado en octubre de 2010 y que llegó disparado al puesto número 3 de las listas. Este es su primer corte, If It wasn’t for bad. “Si no fuera por malo”, una canción compuesta por Leon Russell. Elton John y Leon Russell “The Union” If it wasn’t for bad, corte 1 El inglés Elton Hohn lleva 50 años subido a un escenario, y aunque ahora parece que se retira, ha lanzado más de 30 álbumes de estudio y ha vendido más de 300 millones de copias en todo el mundo, siendo uno de los artistas de más éxito en la historia de la música pop. El estilo de Elton John siempre ha sido clasificado como solt rock o glam rock, pero lo cierto es que ha cultivado infinidad de géneros como el country, el disco, el R&B y alguna que otra incursión en las maneras más duras del rock, sobre todo al principio de su carrera, para evolucionar, supongo que por la edad, hacia las baladas románticas, años 1980 y 1991, unas baladas por las que hoy es más conocido. Es curiosa la forma de componer que tiene el tandem formado por Elton John y Berni Taupin, su letrista de cabecera. El método es el siguiente: Bernie escribe un conjunto de letras y se las manda a John. Este se sienta al piano y trabaja con ellas hasta conseguir la música, lo que, según ha dicho, generalmente logra con rapidez. Nunca escriben las canciones juntos. Y funciona, que suerte. Hight hundred dollar shoes, ”Zapatos de 800 dolares”, canción escrita por Elton John Elton John y Leon Russell “The Union” Hight hundred dollar shoes, corte 2 Elton John lleva meses viajando por todo el mundo con una larga gira de despedida, no en vano es una de las pocas superestrellas que sigue viva y en activo. Le acompañan su polémica autobiografía “Yo”, así la titula, y el estupendo biopic “Rocketman”, dos productos destinados a revaluar el legado artístico y a rubricar su despedida profesional. A lo largo de la gira cumplirá 73 años. Y, bueno, como a todo bicho viviente, la edad no perdona y la merma de facultades ha llegado al escenario. El año pasado, en mitad de un concierto en Auckland (Nueva Zelanda), el cantante tuvo que parar, y, llorando, confesó que no podía seguir porque había perdido la voz por completo. El diagnóstico oficial es una “neumonía atípica”, ya en proceso de curación, pero que ha conseguido mostrar la vulnerabilidad de una figura tan excéntrica como extraordinaria y que podría precipitar el adiós definitivo de un artista legendario cuya voz parecía inmune al paso del tiempo. Vamos con el tercer corte del disco, Hey ahab, una canción de Elton John. Elton John y Leon Russell “The Union” Hey ahab, corte 3 El que no hará más giras es el compañero de John en este trabajo. Leon Russell, y no las hará porque desgraciadamente falleció en noviembre de 2016, en su casa de Nashville, a los 74 años tras sufrir un infarto. Leon había empezado su carrera musical en Lawton (Oklahoma) formando una banda en la que, por cierto, también estaba un jovencísimo J.J. Cale. Trasladado a los Angeles, entra a formar parte de la “troupe” de músicos de estudio y colaboró con gente como Phil Spector, los Byrds, Gary Lewis & the Playboys, Herb Alpert y el mismísimo Frank Sinatra. En 1967 fundó su propio estudio y cambió de imagen: barba, melena y sombreros de copa. De esta guisa, se integró en Delaney & Bonnie, y se inventaron un estilo que llamaron “rock del pantano”, un estilo que no era otro que country sureño. Esta relajada forma de hacer música fascinó a los británicos y, al parecer, influyó estéticamente en estrellas como George Harrison o Eric Clalpton. Vamos a escuchar nuevamente a la pareja en una canción de Elton John, Monkey suit. Elton John y Leon Russell “The Union” Monkey suit, corte 7 Pero el que definitivamente propició su ascenso a primera división fue Joe Cocker. Cocker, que había grabado ya algunas canciones de Russell, tenía contratadas unas fechas por Estados Unidos pero no tenía banda, así que Russell le solucionó el problema y la gira fue uno de los grandes eventos de 1970, dejando constancia de ello una película y un doble LP. También es verdad que Joe Cocker quedó un poco maltrecho tras la gira por que, según cuentan las crónicas, alli se aplicó con estricta disciplina el principio básico de “sexo, drogas y rock and roll”. A partir de 1970, y con su propio sello, editó discos extraordinarios de otros artistas como Dreddie King o J.J. Cale pero su estrella se apagaba por este alejamiento voluntario del gran público. Nuevamente un inglés sacó a Russell de su letargo. Elton John ya había coincidido con Leon Russell y siempre había declarado su admiración por el torrencial pianístico de Russell, así que, a instancias de Elton, en 2010 grabaron a medias este magnífico The Union. In the hands of angels, “En manos de los ángeles”, una de las aportaciones de Russell al disco. Elton John y Leon Russell “The Union” In the hands of angels, corte 14 Esta grabación y la reedición de algunos de sus trabajos anteriores volvieron a poner en la escena a este excelente músico. Le duró poco. En 2014 visitó España dando conciertos en los que se evidenciaban sus problemas de salud. Del trabajo de estos grandes artistas nos queda, desde luego, el disco, pero también un documental, que lamentablemente yo no he visto, en el que se muestra la colaboración y fabricación de este excelente trabajo. Por él desfilan personajes como Neil Young, Brian Wilson, Brooker T. Jones, Robert Randolph o Don Was, entre otros. Vamos a despedirnos con A drem come true, una canción compuesta para la ocasión por ambos. Elton John y Leon Russell “The Union” A drem come true, corte 09 Y nada más por hoy. Os agradecemos vuestra lealtad incontestable y esperamos y deseamos contar con ella a lo largo de una temporada más. Sabed que vuestra casa está en “Sienteloconoido.Caster.fm” y que aquí os esperamos todas las semanas. Gracias por vuestra atención y hasta el próximo programa. Entre tanto… y como siempre… ¡¡¡Buenas vibraciones!!!.

    Nada más que música - Joaquín Sabina - Juez y parte

    Play Episode Listen Later Jun 24, 2021 31:59


    “Juez, porque cuento y opino sobre lo que veo, y parte, porque estoy metido en lo que veo”. Así justificaba Joaquín Sabina en una entrevista publicada en 1984 la elección del título de su cuarto trabajo de estudio. Juez y parte. En este disco colabora la banda que le acompañó en directo durante muchos años, Viceversa, y aparece por primera vez en los crédito el Sr. Pancho Varona, su alter ego para siempre, hasta el momento, en los escenarios, en los estudios y en su repertorio. A Sabina nadie le negará su extraordinaria capacidad para el retrato y el autorretrato. Y si no, vamos a escuchar su canción Whisky sin soda, y luego hablamos. ¿Si o no? Bueno, ahí queda. Vamos a hacer una breve semblanza del artista de Úbeda. Nació en 1949, o sea, 72 añitos. Siempre ha escrito, tanto poemas como música y ya, a los catorce años, tenía su primera banda. Por aquella época, Joaquín supo simultanear sus andanzas con la lectura y empezó a leer a Fray Luis de León o Jorge Manrique. También a Proust o Joyce. Su padre, que por cierto era policía, quiso comprarle un reloj cuando aprobó cuarto y reválida pero él prefirió un guitarra. El reloj se lo quedó su hermano. Según cuento él mismo, este detalle fue un pequeño detonante que propició un distanciamiento con su hermano. Éste se hizo policía como su padre y él..., cantante. Un cantante que sigue autorretratándose. Cuando era más joven. De la Universidad de Filosofía y Letras de Granada tuvo que salir por piernas por pertenecer al Partido Comunista. Para entonces ya había colaborado con la revista Poesía 70 compartiendo páginas con Luis Eduardo Aute y Carlos Cano. El lanzamiento de un cóctel molotov contra una oficina del Banco Bilbao como protesta por el proceso de Burgos fue la gota que le obligó a exiliarse. Como no tenía pasaporte, le dejaron uno y, con nombre falso, y acompañado por una novia inglesa que tenía en ese momento, puso pies en polvorosa, dirección París y posteriormente a Londres. Durante esta época, su casa de Londres sirvió de refugio para miembros de ETA. Años más tarde dijo que: “la izquierda de este país, a la que orgullosamente he pertenecido y creo pertenecer, debería pedir perdón por su complacencia con ETA durante muchos años. Yo tuve en mi casa de Londres a etarras y era una gente encantadora que pegaban tiros en la nuca, algo que nos parecía una cosa muy graciosa en ese momento. Y hacíamos mal. Porque de aquellos polvos vinieron estos lodos. Así que creo que la gente como yo está obligada a estar muy en contra y decirlo muy alto por cobardes que sean. Y yo lo soy como el que más.” Pues eso. Finalmente, tras la muerte de Franco, volvió a España con un pasaporte legal que le había proporcionado el cónsul español en Londres, a la sazón, D. Fernando Moran. Una vez en Madrid, comenzó a frecuentar el circuito de bares y fue en uno de ellos, La Mandrágora, donde conoció a Javier Krahe y Alberto Pérez. El periodista Fernando García Tola los vio actuar y les invitó a su programa de televisión Esta Noche, que presentaba Carmen Maura y mas tarde a Si yo fuera presidente. Los éxitos se sucedieron ya interrupción. Actuaciones multitudinarias en Las Ventas, giras por México, Argentina y Venezuela, gestión de la sala de conciertos Elígeme, en Malasaña, etc. Junto a su inseparable Pancho Varona, fundó en 1989 Ripio, una editorial con la que desde ese momento registró todas sus canciones. Los discos y las giras se sucedieron, y las colaboraciones con otros artistas se hicieron habituales, como la gira que hizo con Ana Belén y Víctor Manuel en 1994, o la que hizo con los Rodríguez en 1996 que les llevó por toda España y Latinoamérica. Por cierto, en Latinoamérica, fue sonada la bronca con Fito Páez que, después de grabar un disco conjunto, “Enemigos íntimos”, suspendieron más de 70 conciertos que tenían vendidos y promocionados. Incompatibilidad de caracteres. Nuestro amigo Sabina disfruta de una delicada salud. Después de sufrir un leve infarto cerebral del que, afortunadamente se recuperó sin secuelas, cayó en una profunda depresión que le hizo reflexionar sobre su modelo de vida un tanto “excesiva”. Así que dejó la cocaína. También dejó de fumar durante ocho meses, “los más largos de mi vida”, según sus palabras. La depresión sigue haciendo estragos en su carrera y le obliga a suspender conciertos y a reducir su actividad musical. Sin embargo, este contexto le permite desarrollar su faceta literaria como poeta. Como apoyo a nuestro hombre, en octubre de 2003 apareció el disco “Entre todas las mujeres”, donde artistas de la talla de Rosario Flores, Ana Belén, Chavela Vargas o Julieta Venegas versionan varios de sus temas. Temas como este “Rebajas de Enero”. La vida y milagros de Joaquín Sabina dan para mucho más, y desde luego, nos ocuparemos de ello más adelante. Por hoy nos despedimos de “Juez y parte” con, creo, la canción más famosa de Sabina. Una canción compuesta por Juan Antonio Muriel, un cantautor malagueño que puso música a una letra de Sabina. La canción es tremenda pero refleja fielmente la historia real de una chica de Logroño. Nos cuenta Sabina: “Una chicha muy hippie y extraordinariamente hermosa a la que conocía y con la que me acostaba cuando iba a Logroño. Luego vino a Madrid y cayó en picado. Eso le llevó a la heroína y en ese momento hice la canción.” “Princesa” Y nos vamos, nos vamos hasta la próxima temporada. Ha sido un placer hacer esta sección. Espero que os haya entretenido porque ese es nuestro objetivo fundamental al hacerlo. Volveremos en Septiembre con más música, más músicos y más historias. Os esperamos a todos. Hasta entonces ¡buen verano! Y… ¡Buenas vibraciones”

    Nada más que música - Simon and Garfunkel - Puente sobre aguas turbulentas

    Play Episode Listen Later Jun 16, 2021 30:00


    Cincuenta y un años tiene el disco que vamos a repasar hoy, y todavía conserva la frescura y la calidad del primer día. Quinto y último álbum del dúo estadounidense Simon and Garfunkel, se publicó en enero de 1970 e inmediatamente se convirtió en un éxito mundial. Vendieron más de veinte millones de discos en todo el mundo. Es muy fácil que tengáis uno por casa, mirad por ahí. Grammy al Mejor álbum del año y Mejor canción del año por el tema que da nombre al disco. Pero el éxito no lo es todo. Al terminar la promoción del álbum, el dúo se separó. Garfunkel se dedicó al cine y Simon inició su exitosa carrera musical como solista. Esto es “Puente sobre aguas turbulentas”. Este trabajo contó con la colaboración de los mejores músicos de estudio del momento, gente acreditada en más de 1000 discos, y digo cada uno, de los más importantes artistas de su época, entre los años 60 y 80. Joe Osborn, al bajo; Larry Knechtel, al piano; Fed Carter Jr., a la guitarra; Hal Blaine, a la batería y el grupo folclórico “Los Incas”. Y lo cierto es que el trabajo de esta gente queda de manifiesto en la grabación. Una grabación en la que se emplearon 800 horas y en la que hubo sus más y sus menos entre Simon y Garfunkel. Algunas canciones que se grabaron durante las sesiones no llegaron al álbum. Simon había propuesto la canción “Cuba si, Nixon No” pero fue descartada por Garfunkel. A su vez, éste propuso cambiarla por “Feuilles-O” con la que Simon no estuvo de acuerdo. Era el principio del fin. “El condor pasa” es una canción que forma parte de una zarzuela del mismo nombre compuesta por el peruano Daniel Alomía en 1913. Se estima, supongo que a voleo, que se han hecho más de 4000 versiones de esta canción. Bueno, pues esta es la de Simon and Garfunkel. Escrita por Paul Simon, la canción “Cecilia” parece ser que se gestó en una fiesta nocturna, en la que el dúo y unos amigos comenzaron a golpear en un banco de piano. Grabaron el sonido en una grabadora de cinta y, más tarde, en el estudio, emplearon la reverberación e hicieron coincidir el sonido con el tempo de la línea de guitarra que había compuesto Simon. La canción nos cuenta la historia de amor entre dos amantes en la que ella no parece muy de fiar. “Cecilia” So Long, Frank Lloyd Wright, también compuesta por Paul Simon, es igualmente fuente de conflicto. Garfunkel declaró que el origen de la canción fue la petición que le hizo a Simon de que escribiera un canción sobre el famoso arquitecto Frank Lloys Wright. Por su parte, Simon declaró que había compuesto la canción sin tener ni idea de quien era su protagonista. A esta letra se le han dado varios significados. Por un lado, el texto parece estar alabando el trabajo del famoso arquitecto pero por otro, Simon está hablando de la inminente ruptura del dúo. Garfunkel no se dio cuenta de esta circunstancia hasta años más tarde, y aunque al principio se sintió dolido (en una entrevista manifestó “nunca me dejó entrar en su secreto”), en la actualidad ha hecho las paces con la canción y dice que “puede ignorar este subtexto porque la canción es preciosa y muy divertida de cantar”. So Long, Frank Lloyd Wright. En una entrevista concedida a la revista Playboy, Simón comentó que había escrito The Boxer en un momento especialmente delicado para él. La crítica se estaba ensañando con su música y el era el boxeador encajando golpes. Siempre ha dicho que la letra es autobiográfica, todo el mundo le golpeaba y el amenaza con dejarlo todo si no paraban. La canción tardó en grabarse 100 horas, parte de ella en los estudios Columbia Records en Nashville y Nueva York y las voces el coro se grabaron en la Iglesia St. Paul’s Chapel, aprovechando la gran acústica que proporcionaba su espectacular cúpula de azulejos. Curiosamente, esta canción se grabó un año antes del lanzamiento del disco. The Boxer. Hace 50 años que Simon & Garfunkel se separaron cuando eran el grupo más exitoso del mundo. El motivo, en pocas palabras, es que no podían ni verse: su rivalidad artística acabó destruyendo la amistad que los unía desde niños. Esa tensión surgía exactamente del mismo lugar que su éxito, los talentos de uno complementaban las carencias del otro, las hermosas canciones de Paul Simon conectaban con el espíritu de todo el que las oyese gracias a la voz de Art Garfunkel. Ambos envidiaban el rol del otro en el equipo, Paul pensaba que el público veía a Artie como la estrella porque era el vocalista principal e incluso algunos creerían que Artie componía las canciones. Pero Artie sabía que Paul era el autor de las canciones y por tanto controlaba el futuro del grupo. Ninguno de los dos superó jamás esta situación. Lástima. Baby driver. Y es que, … son como niños. Nada más por hoy. Yo también soy de la opinión de que fue una lástima no poder disfrutar más tiempo de este grupo. Pero los egos tienen estas cosas. Disfrutad todo lo que podáis esta semana y yo os espero aquí, en sienteloconoido.caster.fm el próximo jueves. Hasta entonces… ¡¡¡Buenas Vibraciones!!!

    Nada más que música - Mark Knopfler and Chet Atkins - Neck and Neck

    Play Episode Listen Later Jun 9, 2021 30:52


    Hoy vamos a darnos un paseo por el mejor country rock que podemos escuchar interpretado a la guitarra. Bueno, eso creo yo. Lo hablamos al final. El disco que os he traído esta tarde es el famoso Neck and Neck, un clásico ya en la historia de este género, interpretado nada menos que por Mark Knopfler y Chet Atkins. El álbum se lanzó el 9 de Octubre de 1990 y fue muy bien recibido por la crítica y por el público. En este trabajo, los dos músicos se influenciaron muy positivamente, rejuvenecido el uno y empapado el otro, ambos consiguieron un sonido que nos lleva a las raíces del country con sensibilidad jazzistica. Poor boy blues, la canción que vamos a escuchar ahora fue escrita por Paul Kennerly, un músico y productor inglés que trabaja asiduamente en el mundillo de la música country estadounidense La grabación de este disco, en la década de 1990, se anticipó a la disolución del grupo Dire Straits. Knopfler se sentía comprimido dentro del corsé en el que se había convertido la banda y habida cuenta de la tibia acogida que había tenido el último álbum del grupo, decidió emprender su carrera en solitario. Al principio, en su primer disco sin el grupo, el estilo de Dire Straits continuaba vigente pero poco a poco se empiezan a conocer nuevas canciones impensables en un álbum de rock al uso como los que publicaba el grupo. Un grupo que, al final, no quedó como amigos. En 2018 fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll pero solo tres miembros de la banda le acompañaron. Vamos a escuchar otro corte de este disco. There’ll be some chages made, un estándar de jazz publicado por primera vez en 1921 e interpretado por Ethel Waters, una famosa actriz y cantante de la época, asidua de los escenarios de Broadway. Chet Atkins fue un ejecutivo discográfico y productor en los años sesenta. Pero también era un guitarrista con mucho talento, tanto, que inventó el popwise, o lo que es lo mismo, el "Sonido Nashville" y con él, rescató la música country de una caída comercial imparable. Como guitarrista, dominó los estilos country, jazz y clásico y desarrolló a la perfección el estilo de tocar acordes y melodías simultáneamente, gracias a su personal manera de utilizar el pulgar y tres dedos. "Todas las innovaciones son fruto de tener la guitarra en las manos durante 16 horas. De ensayar, de equivocarte, de probar y, al final, ver si lo que haces le gusta a la gente.” Y parece que sí, que les gustó. Just one time. El Country es un género de música popular que se alimentó del blues, de la música antigua europea, sobre todo Irlandesa, y que se originó principalmente en el sur de los EEUU, concretamente en Bristol, Tennessee, a principios de la década de 1920. Esta música se interpretaba, en sus orígenes, con instrumentos de cuerda, la guitarra, el banjo, violín y contrabajo. Más adelante, un aportación francesa, se añadió el acordeón y la armónica. En la actualidad todo se ha electrificado un poco y se ha añadido, además, un instrumento que le da al género una personalidad propia, la steel guitar. Hoy, el término country, es como un cajón de sastre. Desde el sonido Nashville, pasando por el Bluegrass hasta la música westerns. Volvemos a nuestro disco de hoy, Yakety axe. “I’ll see you in my dreams” es una canción popular escrita por Ishan Jones en 1924. Ha sido interpretada por infinidad de artistas: Louis Armstrong, Bing Crosby, Doris Day, Ella Fitzgerald, The Platters, Jerry Lee Lewis, en fin… En cualquier caso, la versión que de esta canción hizo Django Reinhardt y su quinteto del Hot Club de Francia, fue la que, seguramente, inspiró a Knopfler y Atkins para hacer la suya. “I’ll see you in my dreams” Mark Knopfler debe rondar los 72 años. Su talento par componer éxitos y su particular habilidad con las seis cuerdas, ha llevado a numerosos músicos a contar con él en grabaciones y actuaciones en directo. Así, el intérprete ha colaborado con Eric Clapton, Bob Dylan o Van Morrison, entre otros, y por supuesto, con Chet Atkins, uno de sus ídolos. Un ídolo que dedicó toda una vida a crear un nuevo estilo basado en utilizar el dedo pulgar para la línea de bajos y las yemas de los dedos para las armonías. Y lo consiguió. Lo consiguió con unos tonos limpios, brillantes y dinámicos que resaltaban su técnica depurada y que, en su momento, llevó a la guitarra eléctrica a una nueva dimensión. Desgraciadamente, Atkins falleció en 2001. Pero bueno, la suma de estas dos estrellas, nos ha proporcionado, para toda la eternidad, un álbum extraordinario. The next time i´m in town. Nada más por hoy. Es envidiable la habilidad de unos pocos elegidos para hacernos volar con su música. Pero bueno, nosotros pobres mortales, nos conformaremos, y no es poco, con escucharles. Volvemos la semana que viene con más música, más músicos y más historias. Os espero a todos. Hasta entonces… ¡Buenas vibraciones!.

    Nada más que música - Van Morrison - 'Down the road’

    Play Episode Listen Later Jun 2, 2021 32:24


    Bueno, pues hoy nos las vamos a ver con el viejo “león de Belfast”. Si nos ajustamos a los tópicos que le acompañan, lo vamos a ver con sus gafas de sol, su sombrero y su saxo; con su escrupulosa puntualidad (tanto para entrar como para salir del escenario) y con su inexistente comunicación con el público (de hecho no saluda). Vale, pero… todo esto se relativiza cuando empieza el espectáculo. Señoras y Señores, con todos ustedes… VAN MORRISON. Acabamos de escuchar Down the road, de su disco del mismo título y que nos acompañará durante el programa de hoy. George Ivan Morrison, más conocido como Van Morrison, nació el 31 de agosto de 1945 en Belfast, Irlanda del Norte. Allí fue donde, rodeado por la mejor colección de disco que hubiera podido imaginar, propiedad de su padre, George Morrison, conoció a gente como Ray Charles, Solomon Burke, el blues de Muddy Waters, el gospel de Mahalia Jackson, el jazz de Charlie Parker o el country de Jimmie Rodgers. El padre de Van, que era un buen aficionado, vio el interés del niño por la música así que le compró su primera guitarra acústica cuando tenía once años. Un año más tarde ya tenía su primera banda, los Sputniks, que tocaban en los cines y salas locales. Tras los Sputniks vinieron un montón de grupos y durante este tiempo también aprendió a tocar el saxofón y así fue como, en calidad de saxofonista, se unió a Them. Vamos a seguir con su trabajo Down the road. Escuchamos ahora Meet me in the indian summer. Down the Road, el disco que estamos escuchando hoy, es el vigésimo noveno álbum de estudio de Van Morrison. Se publicó en mayo de 2002 y, como estamos viendo, está barnizado con un tono nostálgico, tanto en las letras como en la música, con unos arreglos que entremezclan el blues y el R&B con el country y el folk. Es como si este trabajo nos llevara de vuelta a la década de 1950 y 1960. A lo mejor, por eso, el disco fue un éxito comercial y uno de los álbumes del artista mejor recibidos por la crítica. La revista The Music Box dijo al respecto: “Cada pocos años, Morrison logra entrar en un espacio mágico que resume tanto su carrera como su influencia en un único golpe. Tal es el caso de su última obra maestra, Down the Road, en el que Van recuerda con cariño el folk, el blues y el jazz que escuchó mientras crecía.” Escuchamos ahora Hey Mr. DJ. Habíamos dejado a Van iniciado su andadura con sus nuevos compañeros Them, el grupo con el que saltó a la escena musical internacional. Esto había sido en 1964, cuando el músico había respondido a un anuncio que buscaba gente para tocar en un nuevo club de R&B en Maritime Hotel, un antiguo salón de baile frecuentado por marineros. Y aquí fue donde sonó por primera vez su primer éxito: Gloria. Los directos del grupo se hicieron famosos pero no tuvieron continuidad. Morrison comentó en alguna ocasión: “Them vivió y murió en el escenario del Maritime Hotel porque nunca logramos capturar la magia y la energía de nuestros conciertos y llevarlas a los discos de estudio”. Tras el éxito de Gloria, y aprovechando la inercia de la “invasión británica” que habían empezado The Beatles, el grupo llevó a cabo una gira por EEUU entre mayo y junio de 1966 y que incluyó actuaciones en el Whisky a Go Go de Los Angeles. Curiosamente, sus teloneros fueron The Doors. Problemas con los visados y con su representante hicieron que la banda regresara al Reino Unido. Después de dos conciertos en Irlanda, el grupo se separó. Talk is cheap, corte número cinco del disco. La carrera en solitario de Van Morrison está resumida en 34 álbumes de estudio, cinco en directo, siete recopilatorios y más de 60 sencillo. Tras la disolución de Them, Morrison ha publicado en torno a un álbum de estudio por año, producidos por su propia compañía “Exile Productions” y se ha convertido en uno de los artistas más influyentes de la música contemporánea. El crítico Greil Marcus dijo de él: “Ningún hombre blanco canta como Van Morrison”. Su trabajo ha sido reconocido por el mundillo y en 1993 ingresó en el Salón de la Fama del Rock and Roll y en 2003 lo hizo en el Salón de la Fama de los Compositores. Morrison ha abarcado muchos géneros musicales, desde el Blues y R&B, pasando por el pop, el jazz, el rock, el folk, el country y el gospel. Pero, a pesar de esta promiscuidad musical, Van Morrison siempre se ha considerado a sí mismo como un cantante de Soul. Vamos a escucharle. Choppin wood. Van Morrison estuvo en Zaragoza el 17 de noviembre de 2006 y durante el concierto cumplió cumplió puntualmente con todos los tópicos que hemos comentado al principio. Recuerdo concretamente un enorme temporizador que se puso en marcha en el momento justo de su aparición en escena y que, con puntualidad británica, hizo desaparecer al artista del escenario al llegar al minuto 90. Pero da igual. El concierto fue extraordinario. Canciones propias, versiones, clásicos, todo arropado por una banda absolutamente extraordinaria, aspecto que pudimos comprobar gracias a los generosos solos que el cabeza de cartel les permitió desarrollar. En fin, 90 minutos inolvidables. Les escucharmos ahora en una preciosa versión de Georgia on my mind. Bueno amigos, se acabó por hoy. Volvemos la semana que viene con más música, más músicos y más historias. No os lo perdáis. Y mientas esperamos… ¡Buenas vibraciones!.

    Nada más que música - Al Stewart - 'Year of the cat'

    Play Episode Listen Later May 26, 2021 30:24


    Nuestro invitado de hoy nació en Glasgow, Escocia, el 5 de septiembre de 1945, que tuvo su época dorada en los años 60 y 70 cultivando un estilo único que consistía en combinar canciones de folk-rock con cuentos de personajes clásicos y acontecimientos históricos. La familia de Al, bueno su madre y él, el padre había fallecido en un accidente aéreo unos meses antes de que él naciera, se trasladó a EEUU, a Los Ángeles concretamente y fue allí donde produjo la mayoría de sus trabajos. Uno de estos trabajos, seguramente el más importante, es “Year of the cat”, producido por Alan Parsons en 1976. Este es el tema principal y que da título al álbum: “Year of the cat”. Year of the cat es su séptimo álbum de estudio. El álbum fue un éxito inmediato en todo el mundo a pesar de la peculiaridad de su forma de componer. Stewart tenia toda la música y orquestación escrita y completamente grabada antes de que tuviera un título preparado para cualquiera de las canciones. El mismo declaró que así lo había hecho en los seis álbumes anteriores y que, en ocasiones, tenía tres o cuatro letras para cada canción. Bueno pues, cuando menos, el procedimiento es peculiar. Vamos a escuchar ahora “Lord Grenville”, una canción escrita en memoria de Sir Richard Grenville, un marinero inglés que murió en la batalla de Flores, durante la guerra anglo-española de 1591. Hablando de la canción “On the border” en una entrevista con la BBC, Stewart explicó”: “El primer verso es sobre el movimiento separatista vasco y luego el segundo verso es sobre lo que entonces fue la crisis de Rhodesia con Mugabe” La canción dice: “La mano que enciende las granjas ha extendido la palabra a los que están esperando en la frontera”. Treinta años después de escribir la canción, Mugabe estaba prendiendo fuego a todas las granjas blancas. Hay un anécdota sobre la guitarra española que suena en esta canción. Peter White había sido contratado como pianista para las sesiones de grabación. Cuando estaban trabajando en esta canción, Alan Parsons, el productor, dijo “Puedo oír una guitarra española en esto”. Bueno, allí nadie se atrevía a tocar el instrumento, que además no estaba en el estudio. Mandaron a un auxiliar a comprar una guitarra y trajo una barata, de unas 30 libras, y se la dieron a Peter que, sin ser especialista y con ese instrumento básico, nos dejó una línea de guitarra preciosa. On the border. Sand in your Shoes trata sobre una chica que creció en el campo, parece que era una conocida de Al Stewar, pero con el carácter y las maneras de una chica de ciudad. En la canción se hace referencia al hecho de que, a pesar de su estilo de vida sofisticado, todavía lleva restos de barro en sus zapatos. Es una canción con un ritmo muy sostenido y una melodía cautivadora. En general, está considerada como una de las mejores de toda la obra del artista. “Sand in yor shoes”, Arena en los zapatos. “Si no viene de forma natural, déjalo”. Este es el título del mejor sencillo de Al Stewart; descaradamente comercial y con un buen solo de guitarra, dura más de 4 minutos, pero no se habría escrito si Al no hubiera sufrido un caso típico de bloqueo del escritor. En su biografía nos cuenta cómo, mientras escribía "El año del gato”, pasó todo un día sentado mirando una hoja de papel en blanco. No se le ocurría nada, solo pudo escribir: "Nada que sea forzado puede tener sentido. Si no viene naturalmente, déjalo", que era, exactamente, lo que le estaba pasando. Se fue al cine y cuando regresó miró lo que había escrito y dijo "Bueno, esto suena bien como título para una canción". Se sentó y lo terminó en un minuto. De alguna manera, la canción refleja como se sentía en ese momento. Aunque comercialmente estaba en lo alto, tenía dinero, fama, conciertos y reconocimiento, todavía arrastraba la pena de haber perdido al amor de su vida, a Mandi. Como la mayoría de los músico en gira, Al Stewart ha pasado mucho tiempo en habitaciones de hotel, por lo que era natural que, al igual que otros músicos, escribiera una canción sobre ellos. Según su palabras: “Trato de entender a las personas que viven en habitaciones de hotel, personas ricas y que pueden permitirse su propia casa pero que prefieren vivir en una habitación de hotel”. Lo cierto es que la canción nos transmite una profunda carga de amor y soledad. Broadway hotel. Pues esto ha sido todo, nos escuchamos la próxima semana, aquí, en Sienteloconoido.caster.fm, no os lo perdáis. Y mientras tanto...¡Buenas vibraciones!

    Nada más que música - George Harrison -'All things must pass'

    Play Episode Listen Later May 20, 2021 31:27


    Cuando McCartney anunció su salida de The Beatles el 10 de abril de 1970, anuncio que significó de hecho la ruptura definitiva del grupo, George Harrison vio que había llegado su momento, que por fin la ataduras y el liderazgo de sus compañeros desaparecían y que él podía dar rienda suelta a su creatividad. En enero de 1970, Harrison innvitó al productor estadounidense Phil Spector a participar en una grabación de John Lennon. Esta colaboración llevó a Spector a sustituir primero a George Martin en la producción de Get Back y, más tarde en la producción del que sería el primer disco en solitario de George Harrison tras la disocución de The Beatles: “All things must pass.” Phil Spector escuchó por primera vez las canciones de Harrison a principios de 1970 y, años más tarde, admitió que la cantidad y calidad del material era interminable. Harrison había acumulado canciones desde 1966, y había escrito, en colaboración con Bob Dylan algunas más. La que acabamos de escuchar, Wah- Wah, tuvo su origen en una discusión con McCartney y en su salida temporal del grupo en el 69. Otra canción del álbum, “What is life”, algo así como “Así es la vida”, se publicó como el segundo sencillo de este trabajo y fue un éxito inmediato. La nómina de músicos acompañantes es tremenda: Eric Clapton y toda la banda de Delaney & Bonnie and Friends que, añadiendo el Wall of Sound (el famoso muro de sonido de Phil Spector) y un prominente arreglo de cuerdas, dieron como resultado esta excelente canción. Construida alrededor de un riff de guitarra, es una de las composiciones más populares de Harrison y la crítica ya la ha clasificado como un “clásico”. What is life. El primer sencillo del álbum, “My Sweet Lord”, una canción que tantos quebraderos de cabeza le dio a Harrison a cuenta de la demanda de plagio, que perdió por cierto, bueno pues surgió como un ejercicio para componer una canción gospel que en un principio cedió a su amigo Billy Preston. Esta versión se grabó en los Olympic Studios de Londres en enero de 1970, con Preston como principal músico y rodeado del guitarrista, el bajista y el batería de The Temptations. The Edwin Hawkins Singers estaban también de gira por el Reino Unido, por lo que Harrison los invitó a participar en la grabación. Harrison había escrito la canción como una alabanza al dios hindú Krishna pero al mismo tiempo quería que la letra sirviera como una llamada a abandonar el sectarismo religioso, y para eso mezcló de forma deliberada el Aleluya judío, cánticos de Hare Krishna y oraciones y textos de la literatura india. My Sweet Lord. El tercer disco de la edición original de All Things Must incluía temas instrumentales que Harrison y otros músicos habían improvisado durante las sesiones de grabación. Son canciones sencillas, construidas con mínimos cambios de acordes o con un solo riff., sin que por ello tengan una menor calidad. En una entrevista con la revista Billboard en diciembre de 2000, Harrison comentó sobre estos temas instrumentales: “Las improvisaciones, yo no quería simplemente tirarlas a la basura pero al mismo tiempo tampoco eran una parte sustancial del disco: fue por eso por lo que las puse aparte, como una especie de bonificación”. Este tercer disco de vinilo, en la versión original me refiero, incluía una funda de diseño, en la que se observa un bote de mermelada con el título de Apple Jam en la tapa y dos hojas de manzano en el exterior. Vamos a escuchar un par de estas canciones. En primer lugar Plug me in Otra de estas improvisaciones Thanks for the pepperoni, un rock and roll al estilo clásico. El título de esta canción parece que salió de un verso extraído de un álbum del cómico Lenny Bruce, famoso por su estilo satírico y de crítica social. Thanks for the pepperoni. Isn’t it a pity es una canción que Harrison compuso en 1966 y que fue rechazada por The Beatles, o sea, por Paul y Jhon y que nunca se incluyó en ninguno de los álbumes del grupo. Mal ojo, porque rápidamente alcanzó los primeros puestos en las listas de éxitos y ha sido versionada por gente muy importante como Nina Simone, Matt Monro, Paul Young o Roberta Flack. La canción es una balada y el eje emocional y musical del álbum. Se ha interpretado como “una profunda reflexión sobre el fin de The Beatles”. Isn’t it a pity Hemos llegado al final de nuestra andadura por hoy. George Harrison, un buen músico, que tenía sorbido el seso por el espíritu y la religión pero que hacía canciones tan bellas como las que hemos disfrutado hoy. Amigos, amigas, tened una feliz semana (es una orden) y nos vemos la próxima aquí, en Sienteloconoido.caster.fm, nuestro lugar de encuentro. Y mientras tanto… ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - Raimundo Amador - 'Noches de flamenco y blues'

    Play Episode Listen Later May 12, 2021 30:01


    Raimundo Amador Fernández, o sea, Raimundo Amador, gitano, sevillano y un músico como un castillo. Guitarrista, cantante, compositor y arreglista. Su padre fue el que le enseñó a toca la guitarra y a los 12 años andaba por las calles de Sevilla tocando por unas monedas. Se fogueó por los tablaos y fue allí donde conoció a Camarón y a Paco de Lucia. Con Camarón colaboraría posteriormente en la grabación del mítico “La leyenda del tiempo”. En 1997, junto con su hermano Rafael y Kiko Veneno formaron el grupo Veneno, un grupo que tendría un peso enorme en el devenir de la nueva música andaluza. Pero hoy nos ocuparemos de su labor en solitario, y concretamente de uno de sus trabajos más importantes: Noches de flamenco y blues, un disco en directo que contó con acompañantes de lujo como Juan Perro, Kiko Veneno, Remedios Amaya, Charo Manzano y, como no, del genial B.B. King. Vamos a escuchar el primer corte del disco: Pa mojar. Raimundo Amador El grupo Veneno tuvo una vida efímera por lo que, en 1981, se juntó nuevamente con su hermano Rafael para dar forma a lo que más tarde se llamaría fusión. Fusión del flamenco y el blues. Como resultado de estos esfuerzos, alumbraron un grupo que haría historia: Pata Negra. Esta banda se creó en 1978 en el barrio de las 3000 viviendas de Sevilla con un estilo mestizo que el propio grupo llamaba “bluesleria”. Grabaron un álbum, “Blues de la Frontera” que fue reconocido como uno de los mejores discos editados en España en la década de 1980. Las desavenencias con su hermano le hicieron abandonar Pata Negra para crear una nueva banda, también de blues y flamenco, junto al antiguo guitarrista del grupo Guadalquivir, Luis Cobo, “El Manglis”. El grupo se llamó “Arrajatabla”. Seguimos con Noches de flamenco y blues y con una canción de Alberto Moraga, “Candela”. Tras la disolución de la banda, inicia su carrera en solitario en 1995 con el álbum “Gerundina”, el nombre de una de sus guitarras, y en el que colaboraron Andrés Calamaro y B.B. King, éste último en su éxito “Bolleré”, compuesta por Cathy Claret, una compositora y multinstrumentista francesa, nacida en Nimes pero residente en España. Contaba Raimundo en una entrevista que, siendo como era B.B. King, un hombre recto y religioso, si se hubiera enterado del significado de Bolleré, un famoso papel de liar, además de no participar en el disco, le hubiera pegado dos tiros. Lo religioso no quita lo valiente. Bolleré, Raimundo Amador y B.B. King. En una entrevista reciente, Raimundo comentó, y cito literalmente: “La libertad creativa de los años setenta estaba avivada por las drogas. Por eso salió así. Por las drogas se ha hecho esa música, con ese descaro y ese desagarro tan grande. Le pasó a Jimi Hendrix y a otros, como los Doors; pasaba con el LSD y con todas esas cosas. En fin, es bueno si estamos aquí contándolo, como ahora como estoy yo, pero si te vas para allá y te mueres joven, pues es distinto. A mi la droga me hizo mucho daño, pero soy un superviviente. Me podía haber quedado a mitad de camino. Se puede salir. Si. Mírame, estoy en la gloria. No fumo y no bebo y he decidido que voy a aguantar hasta que pueda sin nada de eso. Llevo sin fumar 14 años. Ni porros ni tabaco ni nada. AMEN. Vamos a escuchar ahora un tema compuesto por los hermanos Amador, Rafael y Raimundo: “Blues de la fontera”. Nos vamos a despedir de Raimundo Amador y de su trabajo haciendo honor a su título: Noches de flamenco y blues. Así que, vamos con el flamenco: Tio Diego, bulerías en directo. Y este es el blues: Amor en vano junto a Juan Perro. Una versión del un blues clásico del rey del blues del delta, Robert Johnson. Blues del bueno. Y nada más por hoy amigos, volvemos la próxima semana con más música, más músicos y más historias. Así que… ¡¡¡Buenas Vibraciones!!!

    Nada más que música - Jackson Browne - Running on empty

    Play Episode Listen Later May 6, 2021 29:56


    Clyde Jackson Brown, más conocido como Jackson Browne, es uno de los cantautores más importantes de los últimos tiempos. Nació en Alemania, siempre se le ha considerado como estadounidense. Durante su espectacular trayectoria profesional, ha lanzado un gran número de canciones con las que ha marcado un antes y un después en numerosos aspectos. Hoy lo conoceremos a través de su trabajo “Running on empty”, algo así como “Correr en vacío”, su quinto álbum. Un disco en el que nos cuenta sus vivencias en torno a la vida en la carretera y que fue grabado durante sus giras, unas veces en el escenario y otras en el autobús o en las habitaciones de hotel. Vamos a escuchar el primer corte que da nombre al disco: “Running on empty”. Para este disco, Browne escribió en solitario solamente dos temas, colaboró en otros cuatro y el resto fueron versiones. Fue disco de oro y de platino y es el álbum más vendido de Browne hasta la fecha. Pero para llegar hasta aquí, Jackson Browne hizo un largo recorrido. Ya hemos dicho que nació en Alemania, hijo de un militar estadounidense destacado en ese país. Cuando tenía tres años , se trasladó a los Ángeles, California y en la adolescencia empezó a cantar folk en los locales de su entorno. Cuando un nuevo traslado le llevó a Nueva York, nada más llegar se unió a los Nitty Gritty Dirt Band, grupo con el que ya empezó a interpretar sus propias canciones. Al mismo tiempo, trabajó como reportero, informando sobre acontecimientos musicales en Nueva York. Vamos con su música. De su LP Running on empty, “The Road”. Para darnos cuenta de su importancia en la historia de la música pop, basta repasar la nómina de los artistas que han grabado sus canciones: Nico (de la Velvet Underground) , Sstseve Noonan, Gregg Allman, Joan Baez, The Eagles, Linda Ronstadt, The Byrds, y tantos otros. Browne no publicó su propia versión de muchas de estas de sus canciones primerizas hasta unos años más tarde. Cuando lo hizo, la revista Rolling Stone citó a Browne como “una nueva cara a tener en cuenta”. Jackson Browne siempre ha sido muy activo políticamente y muy sensible a los problemas medioambientales, participando en numerosos movimientos anti-nucleares mediante conciertos, como el que dio en 1978 delante de la planta de reprocesamiento nuclear de Barnwell, Carolina del Sur, o el que dio en los terrenos donde se construía la Central Nuclear de Seabrook. Allí, 1.414 personas fueron arrestadas. El mismo fue arrestado cuando protestaba contra la Planta Nuclear del Diablo Canyon. Esta actividad social no levantaba todas las simpatías que cabía esperar. De hecho, su disco “Lives in the Balance”, que es una condena explícita al Presidente Reagan y a la política de EE.UU. en América Central, tuvo un éxito importante solo entre sus incondicionales y fue rechazado por el público más conservador. Y este público, en EE.UU., es muy numeroso. La letra de la canción que da titulo al álbum dice: “Hay una sombre en las caras de los hombres que avivan las llamas de las guerras que se libran en lugares de los que ni siquiera sabemos pronunciar sus nombres”, en clara referencia a las guerras apoyadas por los Estados Unidos en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. The load out. Jackson Browne. Es muy probable que Jackson Browne no haya firmado ninguna entrega verdaderamente trascendental desde que comenzó la década de los ochenta. Es posible. Pero el hecho incontestable de habernos dejado sus cinco primeros álbumes le colocan para siempre entre los mejores cantautores que han conocido los tiempos. Y uno de esos cinco trabajos es este disco que hoy estamos escuchando: Running on empty. La última canción de este disco que vamos a escuchar es “Stay”, “Quédate”. Una de las canciones del álbum que no es de Browne. Esta famosa canción la compuso Maurice Williams, un músico de gospel reconvertido al rock and roll, en 1953 cuando tenía 15 años de edad y tuvo el honor competir en las listas con el mismísimo Elvis Presley. Como en otras ocasiones, la canción ha tenido infinidad de versiones pero creo que la de Jackson Browne es la que más repercusión ha tenido. Bueno, puesta es la versión de “Stay” que hace Jackson Browne. Muy bien amigos, hemos terminado por hoy. Hay ocasiones en las que el artista, por el afán de atraer las cámaras, se posiciona con tal o cual proyecto social sin sentir, en su fueron interno, ninguna vinculación con la causa, solo persiguiendo sus quince minutos de gloria en el telediario. No es el caso de Jackson Browne que, además de ser un extraordinario compositor y cantante, aúna en su persona a un auténtico activista en pro de causas sociales, medioambientales y políticas. Un gran tipo, digno de mención. Amigos, hasta la semana que viene. Y mientras tanto… ¡¡¡Buenas Vibraciones!!!

    Nada más que música - Jaco Pastorius (Live in New York City)

    Play Episode Listen Later Apr 28, 2021 30:21


    Por estas fechas, hace ahora unos 34 años, moría, arrinconado en un hospital y después de haber recibido una paliza de un portero de discoteca, el hombre que revolucionó la forma de tocar el contrabajo, un tipo que derrochaba alma de jazz y espíritu punk, un hombre que paso sin esfuerzo de la cima a la autodestrucción, un hombre que tenía un talento innato y que llegó a la fama muy rápidamente pero que debido a su diagnosticada bipolaridad alimentada con sus excesos, le ocasionó la muerte a edad muy temprana, a los 35 años. Hablamos de uno de los mejores bajistas del mundo: Jaco Pastorius. Hoy vamos a recordarle escuchando el primer álbum de su trilogía Live in New York City, un disco grabado en vivo en la ciudad de Nueva York en noviembre de 1985. Su primer corte... Dania.- Pastorius nació el 1 de diciembre de 1951, en Norristown, Pensilvania, hijo de Jack Pastorius, batería y cantante de orquesta, se aficionó pronto a la música y siguiendo los pasos de su padre, empezó tocando la batería. Un accidente deportivo le imposibilitó seguir con el instrumento y, aprovechando la oportunidad de una vacante de bajista en el grupo que tocaba por aquel entonces, se compró un bajo por 15 dólares y pasó a ocupar, sin más, el puesto de bajista de la banda. Con, más o menos, 17 años, Jaco empezó a apreciar el jazz y, con grandes esfuerzos, consiguió comprarse un contrabajo acústico. La humedad de su casa hizo que el instrumento se agrietara y quedara sensiblemente perjudicado, así que, lo cambió por un bajo eléctrico, un Fender Jazz Bass de 1962 , al que, posteriormente, le quitó los trastes para emular así el sonido acústico. Teen Town, Jaco Pastorius al bajo. Atención. J Pastorius no tuvo una vida fácil, todo lo contrario, muy pronto se vio con la obligación de alimentar a su familia. Se casó a los 18 años con Tracy, una camarera que realmente fue el amor de su vida. Con solo 22 años Pastorius había formado una familia y ya tenía dos hijos. Su oportunidad le llegó de la mano de Bobby Colomby, batería de la banda Blood, Sweat & Tears. El tal Bobby quería ligar con Tracy pero ésta le dijo que estaba “casada con el mejor bajista del mundo”. Bobby le siguió la broma y dijo que le gustaría oírle tocar. Jaco llegó a la sesión descalzo, un bajo y una pelota de balón cesto. Empezó a tocar y dejó a todos con los ojos como platos. Colomby se lo llevó a Nueva York y allí empezó todo. Pastorius empezó a escalar los peldaños que habían de llevarle a lo más alto. Empezó a grabar con los mejores: Ian Hunter, Pat Metheny, con Jony Mitchell, que por cierto, lo definió como “el bajista de mis sueños”. Y fue entonces cuando recibió la llamada de Joe Zawinul, líder de Weather Report. Se habían conocido durante una gira por Miami en 1974 y un años después, cuando la banda se quedó sin bajista, Jaco se incorporó al grupo. Con su aportación, y en pleno auge del jazz fusión, la Weather Report dio un salto de calidad enorme. Pronto empezó a desplegar toda su valía en el escenario. Además de sus solos, su puesta en escena se hizo espectacular. Baste con recordar su truco de espolvorear talco por el escenario para poder deslizarse con sus pies descalzos con pasitos que emulaban a su admirado James Brown. Todo un número. Estando como estaba a merced de sus debilidades, el mundo de Jaco Pastorius se vino abajo. Se pasaba los días deambulando totalmente borracho y pasaba del llanto a la risa en segundos. De repente, su colegas empezaron a evitar tocar con él porque nunca sabían en qué podía terminar la aventura. Jaco se quedó solo con sus demonios. Cuando Nueva York le dio la espalda y se convirtió en persona non grata en todos los sitios nocturnos, decidió volverse a su pueblo, donde los bares poco a poco también le fueron cerrando las puertas. En una entrevista grabada en video, el entrevistador inicia la conversación con una catarata de elogios. Pastorius, con los ojos inyectados en sangre, la mirada perdida y el rostro de alguien diez años mayor, solo atina a contestar: “¡Consígueme un show!”. La gran paradoja: el mejor bajista del mundo no tenía dónde tocar ni caerse muerto. Al final lo hizo el 21 de septiembre de 1987. Unos días antes había sido expulsado del Midnight Bottle Club. Cuando empezó a patear la puerta, el portero del local le propinó una tremenda paliza que le provocó una hemorragia interna masiva. Fue hospitalizado y nunca volvió a la calle. Su agresor se declaró culpable de cargos de homicidio involuntario y finalmente sólo pasó cuatro meses en prisión. Supongo que son legión los bajistas a los que su prolífica y, desgraciadamente, corta carrera, ha inspirado para tocar su instrumento de una forma distinta. Jaco Pastorius, otro gran músico. Y nada más, os espero a todos la próxima semana. Hasta entonces… ¡Buenas vibraciones!

    Nada más que música - Concha Buika

    Play Episode Listen Later Apr 21, 2021 32:36


    Concha Buika es una de las grandes cantantes españolas del momento, que nos sorprende con su voz violenta y suave a un tiempo, capaz de conjugar los registros del jazz, el flamenco o la copla. Nació en Palma de Mallorca, ciudad a la que llegó su familia huyendo de Guinea Ecuatorial. Su padre, Juan Balboa Boneke, político y escritor, tuvo que salir por piernas de su país por incompatibilidad de caracteres con el poder establecido. Concha se crio en la comunidad gitana de Palma que se convirtió en su segundo hogar. Allí conoció el flamenco y el flechazo fue automático. Hoy escucharemos algunas canciones de su disco Mi niña Lola, segundo de su producción del que se vendieron 80.000 copias y que fue Disco de Oro, Mejor álbum de canción española en los Premios de la música en 2007, Mejor Productor Artístico a Javier Limón por este trabajo y Premio de la crítica fonográfica Alemana. Casi nada! Vamos a empezar con la canción que da título al álbum: Mi niña Lola, compuesta por Molina, Torres y Rivas y que popularizó el cantaor sevillano Pepe Pinto. Buika conoció el gran éxito con este disco en el 2006. Fue el primero que le produjo Javier Limón y en él se repasan títulos clásicos de la copla como “Mi niña Lola”, que acabamos de escuchar, “Ojos verdes” o “Te camelo” aportándoles un aire nostálgico y racial con novedosos arreglos de jazz. También se rescata algún clásico latinoamericano como “Nostalgias” o flamencas obras inéditas del estilo de “Triunfo”, “Ay de mi primavera”, “A mi manera” o “Bulería alegre”, todas ellas impregnadas de su aprendizaje anterior, lleno de música negra. La crítica recibió el álbum muy positivamente. Se dijo: “África, América y Andalucía nutren la voz de Buika haciendo de ella un maravilloso instrumento musical con el que nos roba el alma. Buika combina el ritmo africano y su sentido primitivo del arte con la armonía y la modernidad del jazz más vanguardista, además una infancia junto al pueblo gitano dota a sus composiciones de un sabor flamenco y racial.” Ojos Verdes. Acerca de este genero, la copla, Carlos Cano, tristemente desaparecido, decía: “Quien pudiera decir que la copla, manchada del estigma del franquismo era una manera de resistencia, pero lo fue”. Este “periodista con guitarra”, como se veía a si mismo “dio voz a los desfavorecidos y contó las historias de quienes no podían hacerlo”, como recuerda su hijo Pablo. Otros artistas han recogido el testigo y han dado a la copla, una música que muchos hemos tenido como banda sonora de nuestra infancia, una vuelta de tuerca. Serrat, Estrella Morente, Rozalén, Miguel Ríos, Miguel Poveda y tantos otros. Lo cierto es que, por parte de muchos, intelectuales de izquierdas incluidos, se ha considerado la copla como un vehículo de exaltación de valores patrios dándoles además un componente de arte degenerado (por franquista). Bueno, quizá hayamos entrado en razón. Nostalgias, un tango que en las manos de Buika adquiere un tono flamenco inigualable. Hemos comentado antes, como de pasada, a Javier Limón, productor de este álbum. Bueno, el Sr. Limón merece un capítulo aparte. Javier Limón, es un músico y productor con un dilatada carrera. Ha compuesto y producido más de 100 discos para artistas como Paco de Lucía, Wynton Marsallis, Joan Manuel Serrat, Caetano Veloso, Juan Luis Guerra, Alejandro Sanz, Enrique y Estrella Morente, José Mercé, … en fin. Su discográfica, Casa Limón, desarrolla proyectos especiales y de vanguardia y se ha convertido en un sello de calidad reconocida en todo el mundo. Realmente, un productor de referencia. Buika y Loca. Chavela Vargas fue crucial en la carrera de Buika por América Latina. Pero la cosa había empezado mal. Sucedió en Madrid cuando Chavela se negó a dejar cantar a Buika con ella en el escenario. Tras este amargo desencuentro, las cantantes se hicieron amigas y Vargas declaró que en Buika había descubierto a “su hija negra” y a “la voz más asombrosa y personal que había escuchado en muchos años”. Por su parte, Buika homenajeó a la cantante mexicana con un álbum en el que reinventa el repertorio que Vargas ha interpretado a lo largo de toda su carrera. Escuchamos ahora Bulería alegre. A Concha Buika, según ella misma ha declarado, le importan pocas cosas en esta vida pero una de ellas es la música. Se sabe dependiente de aspectos de su vida muy específicos pero al mismo tiempo admite que no quiere ser libre, solo tener el control de la celda en la que se encuentra. Buika es una negra gitana que pregona con rabia y, a la vez, nos acurruca con personal manera de entender el flamenco, el soul, el bolero, la copla… Concha Buika. Jodida pero contenta. Otro guiño a su personalidad. Con este 'Jodida pero contenta' nos despedimos por hoy. Os espero a todos la próxima semana. Hasta entonces... ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - El Blues II

    Play Episode Listen Later Apr 14, 2021 31:59


    Recordareis que hace unas semanas empezamos una mini serie de programas dedicados al blues. Hoy seguiremos ahondando un poco más en el tema y repasaremos la nómina de los mejores representantes del género. Empezamos con uno de los míticos: Robert Johnson, nacido en 1911 en el estado de Missisipi, cantante, compositor y guitarrista de blues. Sus grabaciones de 1936 a 1937, escasamente 29 temas, nos lo muestran como un músico de especial talento que influyó extraordinariamente en un buen número de músicos. Su corta vida, murió a los 27 años, está escasamente documentada y esta circunstancia ha dado lugar a la circulación de numerosas leyendas. La más conocida es la que cuenta que Johnson no era un guitarristas especialmente bueno en sus inicios y, por eso, decidió desaparecer por un tiempo, más o menos un año y medio, para volver como la figura que hoy conocemos. Al instante empezaron a circular rumores, alentados por él mismo, según los cuales Johnson habría vendido su alma al diablo a cambio de recibir dotes extraordinarias como músico. Le escuchamos en una de escasas grabaciones, Love in vain. Little Walter, que había nacido en 1930, revolucionó en blues con la habilidad incomparable de su armónica. Miembro principal del club de los “grandes”, dio vida a lo que vino a llamarse sonido Chicago. Su habilidad a la hora de tocar la armónica es comparada con la Jimi Hendrix con su guitarra o con la de Charlie Parker con su saxo. Algo fuera de lo normal para la época. Desgraciadamente, Walter era alcohólico y esto siempre le acarreó un gran número de problemas personales. Se veía obligado a aceptar giras que no quería dar con el fin de conseguir dinero para pagar sus deudas de juego. Murió de una trombosis cerebral en el año 1968 después de una pelea callejera. Vamos a escucharle interpretar My Babe. Huddie Willian Ledbetter, más conocido como Leadbelly fue un músico folclorista y de blues. Nacido en 1888, destacó por su virtuosismo al tocar la guitarra de 12 cuerdas y como compositor de canciones convertidas hoy en clásicas. Su vida fue, por decirlo suavemente, movida. Se sabe que estuvo una temporada en una cárcel de Texas, condenado por una agresión pero se escapó a los dos años. Nuevamente volvió a la cárcel pero esta vez con una condena de 20 años por asesinato. Y aunque esta condena le fue reducida por buena conducta, nuevamente volvió a prisión, esta vez por intento de asesinato. Todo cambió cuando, en 1933, visitaron la prisión los folcloristas John y Alan Lomax con la intención de grabar música folk negra. Los Lomax quedaron tan impresionados por Leadbelly que, con un equipo de grabación portátil, en la misma cárcel, grabaron un tema en el que pedía perdón por su fechorías. Los Lomax presentaron la grabación al gobernador de Lousiana y éste, no sabemos muy bien por qué le concedió el indulto definitivo. Le escuchamos en The midnight special. Rocket 88 es un canción de R&B que fue grabada por primera vez en Memphis, Tennessee, en marzo de 1951. La grabación fue acreditada por Jackie Brenston y sus Delta Cats, pero que en realidad eran Ike Turner y su Kings of Rhythm. El sencillo alcanzó el número uno en la lista Bilboard R&B. Son muchos críticos los que piensan que esta canción es fundamental en el desarrollo de la música de rock and roll, e incluso se dice que, éste, podría ser el primer disco de rock and roll. Esta es la versión original a cargo Jackie Brenston & Ike Turner. Dale Hawkins fue la oveja blanca del blues y el autor del éxito internacional Susie Q. Dale había empezado a grabar en 1956 y estaba tocando en el circuito de clubs de Luisiana, y aunque su música estaba muy influenciada por el rock and roll de Elvis Presley, no lo estaba menos por el sonido de blues auténtico de los artistas negros. De la fusión de estas dos tendencias, nació Susie Q. George “Buddy” Guy es uno de los mejores guitarristas de blues, en especial del denominado Blues de Chicago, y una referencia para numerosos guitarristas actuales. Buddy empezó tocando en bandas de la zona de Baton Rouge, en Luisiana para posteriormente marcharse a Chicago a colaborar con el maestro Muddy Waters. Y de allí… a la fama. En el año 2004, Buddy, ocupó el puesto número 30 en la lista de los 100 guitarristas más importantes en toda la historia, todo esto según la revista Rolling Stone. Buddy Guy y su Money. Volvemos, como no, a encontrarnos con B.B.King, el rey. Un hombre que llegó a dar hasta 300 conciertos al año y que recibió más premios Grammy que ningún otro músico de blues. Y todo ello a pesar de que sufría una diabetes crónica y unos graves problemas en las rodillas que no le permitían, en los últimos tiempos, tocar de pie. Un gran músico y un gran tipo. Recessión Blues y B.B.King. A Willie Dixon le han llamado “el poeta laureado del blues”, … y con razón. Fue el compositor de blues más importante en su época y se le reconocen, como autor, más de 500 canciones. Bajista de formación, tocó como músico de estudio con gente como Chuck Berry, Muddy Waters y otros muchos. De alguna manera, fue el eslabón necesario entre el blues y el rock and roll. Y todo esto a pesar de que Willie Dixon fue un hombre controvertido. Tubo problemas con la justicia en su adolescencia, de físico corpulento, practicó el boxeo llegando a ganar el título Golden Gloves de los pesos pesados en 1936, y fue encarcelado durante diez meses por negarse a alistarse en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Todo un personaje. Walking the blues. De nuevo Albert King. Un músico un poco menos sofisticado que su contemporáneo B.B.King pero más cerca de las raíces del blues rural, su estilo se caracterizaba por una voz profunda, suave y matizada. Modernizó la aspereza de sus primero maestros y a finales de los años 60 puso el blues al alcance de los nuevos grupos, gente como Fleetwood Mac, liderado por Peter Green o los Cream, con Eric Clapton al frente y éstos, a su vez, lideraron una nueva tendencia dentro del rock: la que se inspiraba en las raíces más profundas de la música negra renegando del pop que tenía en los Beatles su punto de referencia. Albert King y Bad luck blues. Bueno, pues no tenemos tiempo para más. Como muestra no ha estado mal pero nos queda mucho por oír así que, en los próximos días, volveremos a la carga con una nueva entrega de este interesante repaso de la música de blues. Hasta ese momento,y como siempre… ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - Stephane Grappelli - Cole Porter

    Play Episode Listen Later Apr 7, 2021 31:35


    Bueno amigos, hoy tenemos un programa que no vais a olvidar fácilmente. Tenemos como invitados a dos monstruos de la historia de la música, con mayúsculas: Stephane Grappelli y Cole Porter. Grappelli es uno de los más grandes violinistas de jazz del siglo XX que creó, junto con Django Reinhardt el mítico Quinteto del Hot Club de France y que llevó al género gypsi jazz a lo más alto donde, por cierto, sigue. Nació en París el 26 de enero de 1908 y murió en la misma ciudad el 1 de diciembre de 1997. El pequeño Stephane quedó huérfano muy pronto y a los 12 años empezó a tocar el violín en las calles para llevar algo de dinero a casa y a los 15 comenzó su carrera profesional como violinista y pianista en cines, acompañando las películas mudas. La primera canción que vamos a escuchar de este trabajo, es, como todas las que escucharemos hoy, de Cole Porter. It’s All Right with me, creada originalmente para el musical Can-Can aunque también se utilizó en otro musical de Broadway de 1998, Alta Sociedad. Esto es pues “It’s all right with me”, “A mi, me parece bien” En 1931 se produjo el encentro que marcaría un antes y un después en la música jazz europea. Django Reinhardt se acercó a Grappelli en el club en el que estaba tocando y le dijo que necesitaba un violinista que tocara “hot” para una nueva banda que estaba formando. En un principio Grappelli no consideró la oferta a la vista de la diferencia de las personalidades de los dos músicos: un gitano y un bohemio parisino. Pero la casualidad hizo que coincidieran un par de veces sobre el escenario y pudieron tocar juntos por primera vez. De esta manera pudieron comprobar la gran afinidad de estilos de ambos músicos. Así, en 1934, fundaron el mítico Hot Club de Francia, una extravagante (para la época) formación de tres guitarras, bajo y violín. El genio gitano de Django y el swing de Grappelli se hicieron uno durante cinco años y dejaron para la posteridad unas cuantas grabaciones inmortales. Como con casi todo, la segunda guerra mundial, acabó con la formación y dejó a Grappelli descolocado. Durante la guerra sobrevivió haciendo de todo: radio, variedades, televisión, … y cuando acabó la guerra se centró en tocar en salas de baile y cabarets. Había que comer. You’re the top es una canción de Cole Porter que formaba parte del musical de 1934 Anything Goes. En aquel momento, al final de la guerra, el “Gypsy jazz” de Grappelli ya no estaba de moda. Durante los años 50 y buena parte de los 60 el genero estaba casi olvidado. Volvió con un poco de fuerza a la muerte de Reinhardt, por aquello de valorar a los muertos. Desde entonces, Grappelli ha trabajado con un montón de gente, incluso con Duke Ellington en el año 1963. A partir de 1969 fue definitivamente reconocido como lo que hoy es, una estrella del Jazz internacional. El famoso violinista Yehudi Menuhin dijo de él: “Es un hombre al que envidio casi tanto como quiero, puede tocar cualquier tema para expresar cualquier matiz, nostalgia, brillantez, agresividad, desprecio, con una velocidad y precisión increíbles”. Miss Otis regrets es otra composición de Porter de 1934 y fue interpretada por primera vez en la revista Hi Diddle Diddle. En su versión cantada, trata del linchamiento de una mujer de clase alta después de ella asesinara a su amante infiel. Stephane Grappelli murió el día 1 de diciembre de 1997 y, a pesar de haber tocado con los mejores, siempre estuvo buscando un nuevo Django que le impulsara a seguir progresando en su mejor estilo y que no le permitiese acomodarse en su depurada técnica. Un compañero que, si bien no lo fue como instrumentista, si lo fue como compositor de sus mayores éxitos. Hablamos, claro está, de Cole Porter. Cole Albert Porter nació en Perú, Indiana, el 9 de junio de 1891, era hijo de un empresario farmacéutico. Su madre estaba decidida a que su único hijo se convirtiera en un artista creativo, mientras que su millonario abuelo del Medio Oeste, estaba decidido a que se dedicara a los negocios o a la agricultura. La influencia de la madre fue más fuerte, y Porter recibió una importante formación musical cuando era un niño. Comenzó a tocar el violín y el piano a los seis años. Aún con esta disposición, inició sus estudios en la Facultad de Derecho de Harvard pero enseguida la abandonó para centrarse en la música. Uno de sus grandes éxitos, que aquí interpreta Stéphane Grappelli, fue You’d be so nice to come home to, una canción de la película musical de 1943 “Something to Shout About” En 1937, Porter sufrió un grave accidente montando a caballo que le costó perder su pierna derecha. Muró el 15 de octubre de 1964 en Santa Mónica, California. Porter es el fiel reflejo excto de la sofisticación de los años 30. Poseedor de un talento extraordinario, creo melodías inolvidables, saliéndose de los cánones que marcaba la moda. Habrá que volver otro día sobre Cole Porter. Tiene mucho que decir. Hoy nos despediremos de nuestros dos genios con My heart belongs to daddy, una canción escrita para el musical de 1938 Leave It to me! y que reconoceréis enseguida por la versión que de esta canción hizo Marilyn Monroe. Y se acabó por hoy. Nos vemos la semana que viene que, como siempre, tendremos más música, más músicos y más historias. Hasta entonces… ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - Andrés Calamaro - 'Alta suciedad'

    Play Episode Listen Later Mar 25, 2021 30:47


    Andrés Calamaro es tan buen músico como bocazas. Esto le ha conferido siempre un gran poder de atracción, para bien o para mal. En mi caso para bien, siempre que haga oídos sordos a sus aleatorios desvaríos. Tengo que reconocer, aunque para hacer este programa he escuchado algo, que casi desconozco por completo su etapa anterior a los Rodríguez, etapa genial por otra parte. De su etapa en solitario, si hacemos una excepción con su quíntuple disco de rarezas, caprichos y alguna gran canción, un disco que no entendí y que me dejo una profunda sensación de tomadura de pelo, me quedo con todo lo demás. De esta época en solitario, vamos a escuchar hoy uno de sus mejores trabajos. Se trata de “Alta suciedad”. Tras la etapa de los Rodríguez, Calamaro quiso dar una vuelta de tuerca a su creatividad y se fue a Nueva York para grabar sus nuevas canciones con un profundo sabor americano. Se rodeo de grandes músicos, gente como Steve Jordan o Chuck Rainey que habían grabado con mitos de la talla de Lennon o Tom Waits. Músicos muy buenos pero también muy caros, por lo que Calamaro grabó el album en dos semanas y se ahorró una buena cantidad de dólares y el resultado como comprobamos después no se resintió en absoluto. Las canciones rompen con su antiguo sonido y se abren a muchos otros: rock, funky, beatles, rancheras, sabinadas, soul, pop, baladas y deliciosas frikadas... En fin… Calamaro en estado puro. El disco da su pistoletazo de salida con un gran riffs, contundente y sin florituras. "Alta Suciedad", un tema rock increíble y que acabamos de escuchar. Otro de los grandes temas que nos guarda es disco es "Donde manda marinero", el único que, tal vez, recupera claramente el toque "Rodríguez". Alta suciedad fue un éxito de ventas, vendió más de 500.000 en todo el mundo y esto le permitió realizar una gran cantidad de conciertos, compartiendo escenario con músicos como Fito Páez y Joaquín Sabina, entre otros. Diez años después, en 2007, Alta suciedad fue colocado en el décimo puesto en la lista de Los 100 mejores álbumes del rock argentino, y lo bueno fué que lo hicieron 180 músicos y periodistas musicales, y eso si que tiene mérito. Bueno, pues ahora llega el subidón del disco, una canción que derrocha clase por todos sus poros. "Loco", un tema sencillo con unos arreglos, unos coros y un bajo descomunal... puro single radiofónico Por cierto, la letra produjo una cierta polémica entre la gente de bien, concretamente el verso «Voy a salir a caminar solito, sentarme en un parque a fumar un porrito». Bueno... Flaca es una especie de himno al desamor, un tema precioso. Sobre la canción, Calamaro dijo: “Flaca es una canción que tiene un desarrollo instrumental con muy pequeños movimientos, porque gira sobre la misma armonía, es monótona y al final tiene un cambio en la armonía que se vuelve un poco más compleja. Para mí es una canción que tiene más importancia en lo musical que en lo lírico. Flaca puede entenderse como la sarta de mentiras 'inocentes' que uno dice por amor, querer decir una y terminar diciendo todo lo contrario: no me mientas, no me digas la verdad”. Flaca. Imbuido del mejor espíritu sabiniano, Calamaro compone "El tercio de los sueños". También es verdad que esta canción, con otra música y otra letra, ya la hemos escuchado antes, y según opiniones, más y mejor, tal vez, pero bueno, es curioso ver con que facilidad puede sacarse de la manga, con los ojos cerrados, un tema de Sabina. El punto más alto del disco y tal vez de Calamaro se encuentra aquí en “Crímenes Perfectos” una balada autodestructiva que emociona sin culpa alguna hasta a personas que dicen ser difíciles de emocionar. El estribillo de este tema es perfecto, hecho a medida de lo que viene siendo el tema, en uno de esos perfectos equilibrios que le hacen crecer en suspenso para dar lugar al solo, EL SOLO, precioso, por lo menos para los que nos gusta la expresividad antes que los solos cargados de distorsión y de velocidad que muchas veces nada tiene que ver con la canción. Creo que el tema es minimalismo puro pero tan bien hecho que no se le puede reprochar nada, tal vez la obra maestra de Calamaro. Crimenes perfectos Y nos vamos. Con todas sus luces y sus sombras, Calamaro es un gran artista. Y como tal, un poquito suyo. Queridos, hasta la próxima semana. Pasadlo bien y, como dirían los romanos, carpe diem, que son dos días. Como siempre… ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - Deep Purple - 'Made in Japan'

    Play Episode Listen Later Mar 18, 2021 31:57


    Hoy vamos a ocuparnos de un disco mítico, objetivo número uno de todos los coleccionistas de vinilos que se precien. Se trata del doble álbum Made in Japan del no menos mítico grupo Deep Purple. El disco se publicó en diciembre de 1972 y se grabó durante su primer gira por Japón en ese mismo año, recibiendo las mejores críticas tanto del público como de la prensa especializada. La banda ya había grabado de forma privada algunos conciertos pero la verdad es que no estaba nada entusiasmada con este proyecto más profesional y más comprometido y, sobre todo, hacerlo en directo con los riesgos que conlleva semejante trabajo. Se impuso la opinión de la compañía discográfica y el disco salió adelante. Aighway Star, registrado en Osaka el 16 de agosto de 1972 En aquel momento la nómina de Deep Purple estaba formada por los fundadores Richie Blackmore, a la guitarra, Ian Paice, a la batería y Jon Lord al órgano. Para la gira contrataron a Ian Gillan (voz) y Roger Glover, bajo. Pensaron que debían orientar su sonido psicodélico hacia el Hart rock, y así lo hicieron. La extensa gira fue un éxito de público pero el grupo seguía con su idea inicial de no publicar un álbum en directo porque creían que era imposible reproducir en un LP la calidad y la experiencia de sus conciertos. Lamentablemente, las grabaciones se retransmitieron por radio, ocasionando la aparición de numerosas grabaciones piratas. Una de estas, distribuida por Virgin Records llegó incluso a los tribunales. Al final, los acontecimientos convencieron a la banda de que el lanzamiento de un álbum en directo sería un éxito comercial. Child in time, grabado en Osaka el 16 de agosto de 1972. Deep Purple ya eran conocidos en Japón por los sencillos que se habían publicado anteriormente, así que tenía todo el sentido la realización de la gira. Esta se concretó en los días 15, 16 y 17 de agosto de 1972 y las entradas se agotaron nada más salir a la venta. Como ya habían aceptado la grabación, el grupo insistió en que, por lo menos, el trabajo se realizara de la forma más adecuada. Gillan, el cantante, comentó al respecto. “Dijimos que elegiríamos el equipo, los ingenieros y que tendríamos la última palabra sobre que cintas se publicarían y cuales no.” Así que, el grupo contrató al productor Martin Birch, que ya había trabajado en sus anteriores álbumes de estudio, para que grabara las actuaciones con una mesa de ocho pistas y poder, posteriormente, hacer las mezclas los propios músicos. Deep Purple llegó a Japón el 9 de agosto, una semana antes del primer concierto, pero para entonces, su productor Birch ya no estaba tan seguro de que la calidad de la grabación fuera buena, y es que el equipo que le habían suministrado no tenía ningún control de balance y era, además, demasiado pequeño. La banda optó por no interesarse por el resultado final del proyecto y se concentró simplemente en realizar unas buenas actuaciones. Smoke on the water, grabada en Osaka el 15 de agosto de 1972. El segundo concierto en Osaka, fue considerado como el más sólido de los dos que se dieron en esta ciudad y, de hecho, la mayoría de las pistas provienen de él. Solo se utilizó una canción del concierto del día 15, “Smoke on the water”, la que acabamos de oír. Parece ser que fue la única ocasión en la que Blackmore ejecutó correctamente el riff inicial. A pesar de estas pequeñas minucias, la banda disfrutó con la gira. Glover comentó: “Que trece o catorce mil chicos japoneses estuvieran cantando con nosotros “Child in time” fue algo muy emocionante”. El bajista siempre consideró esta gira como el punto álgido de su carrera. Bueno, también es verdad que algún miembro del grupo no se lo pasó tan bien. En los estadios, la banda contaba con una fila de guardaespaldas situados frente al escenario. Cuando, en uno de estos conciertos, Blackmore destrozó su guitarra al final de «Space Truckin'» y la lanzó al público, varios de estos guardaespaldas saltaron sobre los aficionados para hacerse con ella como un preciado trofeo. El incidente molestó mucho al guitarrista, pero el resto del grupo lo encontró divertidísimo. Escucharemos ahora “The Mule”, grabada en Tokio el 17 de agosto de 1972 A pesar de su planteamiento inicial, y como la banda no consideraba el álbum de vital importancia, solo Glover y Paice se presentaron para las mezclas. El resto parece ser que nunca escucharon el resultado final y además no querían que el disco saliera a la venta fuera de Japón y exigían tener plenos derechos sobre las cintas, sin embargo, quien manda manda, o se la compañía discográfica, el álbum fue publicado mundialmente de todos modos. Made in Japan fue lanzado en el Reino Unido en diciembre de 1972, con el diseño artístico del propio Glover, os acordareis, la famosa fotografía de la banda a todo color en la portada y contraportada. Rápidamente se convirtió en un éxito comercial y llegó a la sexta posición de Billboard 200, la mejor en la carrera del grupo. Escucharemos ahora “Strange kind of women”, registrada en Osaka el 16 de agosto de 1972 Recientemente Ian Gillan ha declarado que, aún a la edad que tienen, sienten mucha energía para continuar pisando los escenarios durante muchos años más, y que, desde luego, no piensan disolver Deep Purple. Según él, podría seguir tocando hasta los 90 años. El pasado 26 de febrero de 2020, Deep Purple anunció el lanzamiento de un nuevo álbum para el mes de abril de ese año. Posteriormente tuvieron que aplazarlo, con motivo de la pandemia del Coronavirus, y fue lanzado definitivamente en el mes de agosto. Si les hacemos caso, tenemos Deep Purple para rato. Que así sea. Lazy, grabada en Tokio el 17 de agosto de 1972. Y ya nos vamos. Ha sido un placer, otro día más, escuchar buena música en vuestra compañía. Nos oímos nuevamente la próxima semana. Que no falte nadie. Hasta entonces… ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - U2 - 'The Joshua Tree'

    Play Episode Listen Later Mar 10, 2021 31:38


    Hoy vamos a repasar uno de los mejores, si no el mejor, disco de U2. Hablamos, claro, de The Joshua Tree. Este trabajo es el quinto álbum de estudio grabado por la banda irlandesa. Fue lanzado al mercado el 9 de marzo de 1987 y según opinión generalizada, y como hemos dicho ya, es uno de los mejores y más exitosos discos de la banda. De hecho, en 2003 fue colocado en el número 27 en la Lista de Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. El nombre y las fotos del álbum son el del Parque nacional de Árboles de Josué. La foto del que acabaría siendo icónico árbol de Josué de la contraportada y otras fueron tomadas en los alrededores del Parque nacional del Valle de la Muerte. La grabación comenzó en enero de 1986 en Irlanda, y se completó en noviembre de ese mismo año. The Joshua Tree recibió elogios de la crítica, encabezó las listas en más de 20 países y se convirtió en el álbum más vendido en la historia británica. Según Rolling Stone, el álbum aumentó la estatura de la banda "de héroes a superestrellas". Where the streets have no name es uno de sus famosos temas. Antes de The Joshua Tree, U2 había lanzado cuatro álbumes de estudio, ya era una banda de éxito internacional, y la expectación del público era grande, así que, a mediados de 1985, el grupo estaba trabajando en material nuevo. El mánager de U2, Paul McGuinness, contó que The Joshua Tree se originó a partir del "enamoramiento" de la banda con los Estados Unidos, y es que el grupo había recorrido el país durante cinco meses al año durante la primera mitad de la década de 1980. “Todavía no he encontrado lo que estoy buscando” es el título en español de la segunda canción del disco y es una de las más populares del grupo y la que más veces han interpretado en directo en sus conciertos. La letra incluye referencias bíblicas: “He hablado con la voz de los ángeles” (Primer libro de los Corintios), y también al Padre Nuestro y a la Pasión de Cristo. Con la intención de lanzar un álbum a fines de 1986, U2 montó un estudio en enero de ese año en una casa georgiana de un suburbio de Dublín, en una zona montañosa. Su plan era encontrar inspiración en una atmósfera apropiada. Se instaló una sala de control improvisada, con una mesa de mezclas y otros equipos en el comedor de la casa, y utilizaron la sala adyacente para grabar. La estrategia de los técnicos era alentar a los miembros de la banda a que prepararan sus partes por adelantado y así fue, se grabaron cada instrumento por separado y luego se les fundió en la mezcla. El 3 de julio, la banda experimentó una tragedia cuando Greg Carroll, el asistente personal de Bono, murió en un accidente de motocicleta en Dublín. La muerte del joven de 26 años abrumó a la organización U2, y la banda viajó a Nueva Zelanda, de donde era originario Greg, para asistir a su funeral tradicional maorí; esta experiencia inspiró la letra de "One Tree Hill". A U2 se le atribuye la composición de toda la música de The Joshua Tree. El sonido de este álbum está basado en la música de raíz estadounidense e irlandesa, de forma mucho más explícita que en los álbumes anteriores del grupo, siguiendo, parece ser, el consejo y la influencia de Bob Dylan, Van Morrison y Keith Richards. Por ejemplo, la lenta balada, basada en el piano, "Running to Stand Still” tiene rasgos de música folclórica y blues acústico en la guitarra y en la armónica. También podemos apreciar que la guitarra tiene en esta grabación un estilo minimalista que contrastaba de forma evidente con el énfasis puesto en el virtuosismo y la velocidad por el heavy metal en la década de 1980. The Edge considera que las notas musicales son "caras", y prefiere tocar la menor cantidad posible de ellas y, en cambio, enfocarse en partes más simples que sirvan al estado de ánimo de las canciones. Un punto al que han llegado un gran número de buenos intérpretes. With or Without You» (en español: «Contigo o sin ti») fue lanzada como sencillo el 16 de marzo de 1987 y alcanzó el número 1 en los EEUU, donde se mantuvo durante tres semanas. Bono es el autor de todas las letras de este álbum. Temáticamente, antepone dos sensaciones enfrentadas: la antipatía que le inspira la codicia del gobierno de Ronald Reagan y su política exterior en América Central y la fascinación profunda de la banda con el país, sus espacios abiertos, libertades e ideales. Bono dijo: "Empecé a ver dos Américas, la América mítica y la América real". Después de recorrer los Estados Unidos ampliamente en el pasado, el grupo se inspiró en la geografía del país. El desierto, la lluvia, el polvo y el agua aparecen como motivos líricos en todos los textos. En muchos casos, el desierto se usa como una metáfora de la "sequía espiritual": "El desierto fue inmensamente inspirador para nosotros como una imagen mental para este disco. La mayoría de la gente tomaría el desierto al pie de la letra y pensaría que es una especie de lugar árido, lo que por supuesto es cierto. Pero en el estado de ánimo correcto, también es una imagen muy positiva, porque en realidad puedes hacer algo con un lienzo en blanco, que es efectivamente el desierto". "Running to Stand Still", “Correr para quedarse quieto”, en español, es una balada lenta basada en el piano y la guitarra , describe una pareja adicta a la heroína que vive en los pisos Ballymun de Dublín; las torres se han asociado desde entonces con la canción. Justo antes del lanzamiento de The Joshua Tree, Bono sufrió un repentino ataque de pánico sobre la calidad del álbum al completo. Dijo que iba a llamar a la compañía para que parasen la producción de los plásticos. No lo hizo, afortunadamente. Porque, de haberlo hecho, nos habríamos quedado, el resto de los mortales, sin disfrutar de un trabajo sencillamente hermoso. Nos despedimos de U2 con "Trip Through Your Wires" “Viaje a través de sus cables”, una canción con ritmo de blues y en la que Bono se hace cargo de la armónica. Se nos hace corto, se nos hace corto el programa. Bueno, lo solucionaremos la próxima semana con una nueva entrega de Nada más que música, tu programa favorito, lo sé. Aquí, en internet, siénteloconoído.caster.fm,. Hasta entonces… Buenas Vibraciones.

    Nada más que música - Texas - 'White on blonde'

    Play Episode Listen Later Mar 4, 2021 30:22


    Que tal amigos, como ha ido la semana. Bueno, esto es una pregunta retórica, no espero contestación, por si acaso. Hoy vamos a hablar de otro gran grupo, Texas, y de uno de sus discos más importantes: White on blonde. Texas es una banda escocesa, de Glasgow, que practica un pop rock de calidad. Lo fundaron Johnny McElhone y Sharleen Spiteri. Debutaron en marzo de 1988 en la Universidad de Dundee y habían tomado el nombre de la película de Wim Wenders, París, Texas. Su álbum debut fue Southside, de 1989, y lo cierto es que consiguieron un éxito considerable, pero fue en 1997, cuando lanzaron su álbum White on Blonde del que hoy nos ocupamos, cuando consiguieron el reconocimiento internacional. “Say what you want”, “Di lo que quieras”, es el primer corte del álbum. 00’51’’ Hasta la fecha, este disco ha sido certificado seis veces platino en el Reino Unido. Y la verdad, eso no pasa todos los días. Esta canción, Say what you want, fue lanzada el 6 de enero de 1997 y se convirtió, inmediatamente, en el sencillo de más éxito de la banda hasta ese momento. De la misma manera, White on Blonde, también es el álbum más exitoso de la banda hasta la fecha. Hasta un total de cinco sencillos fueron sacados del álbum, y todos ellos estuvieron entre los diez primeros puestos de las listas del Reino Unido. Sencillos como este "Halo", lanzado en abril de 1997 y que alcanzó el puesto núm. 10 Como hemos dicho, fueron dos los fundadores del grupo: John Francis McElhone, hijo de diputados laboristas, y uno de los fundadores de la banda, nación el 21 de abril de 1963 en Glasgow, Escocia. Es el bajista del grupo y compositor de numerosos éxitos de Texas. Y Sharleen Eugene Spiteri, también nacida en Glasgow el 7 de noviembre de 1967. Sharleen se crió en un ambiente musical ya que sus padres eran semi-profesionales. Antes de dedicarse a la música trabajó como peluquera y, quizá por esto, siempre se ha encargado de la imagen de sus compañeros. Persona muy comprometida con la sociedad, colabora estrechamente con una fundación de niños con cáncer. Otro de los cortes del disco, "Black Eyed Boy", “Chico de ojos negros”, lanzado como sencillo en julio de 1997, también alcanzó el Puesto núm. 5 de las listas. 00’54’’ Por el grupo han pasado numerosos músicos pero el único que ha estado siempre, bueno casi siempre como luego veremos, al pie del cañón es el guitarrista Alistair Manson McErlaine, en el grupo desde 1988. Ally es un músico prolífico y ha compuesto y colaborado con un gran número de grupos y artistas de diversas índoles. El 8 de septiembre de 2009, McErlaine fue hospitalizado después de que se derrumbara con un aneurisma cerebral masivo a la edad de 41 años. Sus posibilidades de recuperación no estaban claras al principio, estuvo en coma durante nueve semanas y pasó seis meses y medio en el hospital, antes de ser dado de alta para continuar recuperándose en casa. En julio de 2010, ya se había recuperado lo suficiente como para actuar en el escenario y tuvo la oportunidad de unirse a Texas para su gira en 2011. Vamos a escuchar ahora otro tema de este álbum es Insane, que también fue el quinto y último sencillo lanzado de White on Blonde. También la podemos encontrar en su álbum recopilatorio del año 2000, un Grandes Éxitos. Las influencias que admite el grupo son de lo más variopintas: The Clah (pare ser que es el motivo por el que Spiteri toca una Fender Telecaster negra), Blondie, pasando por Marvin Gaye y Prince. Incluso Spiteri se reconoce como una fan declarada de Diana Ross. Postcard, otro corte de White on Blonde. Spiteri inició, paralelamente al grupo, una carrera en solitario. Así, el 6 de julio de 2008 entró en el número 47 de las listas de Reino Unido con su primera grabación sin el grupo "All the Times I Cried". La semana siguiente a su lanzamiento el sencillo subió hasta el puesto número 26.4 Su álbum debut en solitario, Melody salió a la venta el 14 de julio de 2008. Inmediatamente alcanzó el puesto 3 en las listas de Reino Unido. También ha tenido algún coqueteo con el cine. Pero Texas sigue adelante. La banda lanzó su noveno álbum de estudio en mayo de 2017 con muy buenas críticas y una gran acogida por el público y el 28 de febrero de 2020, anunciaron en Twitter que su próximo álbum, llamado Hi, será lanzado a finales de ese año. Así que, tenemos Texas para rato. Nos despedimos con la canción que título al álbum: White on Blonde. Pues esto ha sido todo por hoy, nos emplazamos para un nuevo programa la próxima semana, aquí, en internet, siénteloconoído.caster.fm, y mientras tanto… Buenas Vibraciones.

    Nada más que música - John Pizzarelli – ‘Let there be love’

    Play Episode Listen Later Feb 24, 2021 29:32


    Hoy vamos a tener un programa relajado, con una música elegante y ensoñadora, una extraordinaria selección de estándares de jazz interpretados por el guitarrista y cantante estadounidense Jhon Pizzarelli. Pizzarelli, nacido el 6 de abril de 1960 en Nueva Jersey, posee una voz cálida y suave y junto a su presencia siempre elegante, se ha convertido en uno de los principales exponentes del jazz tradicional. Siguiendo los pasos de su padre, el también guitarrista Bucky Pizzarelli, empezó a cantar a los 20 años y siempre ha destacado entre sus influencias a la hora de tocar la guitarra las de músicos como Les Paul y Django Reinhardt. En esta ocasión vamos a disfrutar repasando su disco Let there be love, que, como hemos dicho, selecciona una preciosa colección de estándares de jazz. Empezamos por el primer corte, la canción que da título al disco: “Let there be love”, “Que haya amor”. Esta canción se publicó por primera vez en 1940, escrita por Lionel Rand y con letra de Ian Grant. La canción siempre ha sido muy popular y ha tenido infinidad de versiones. Escucharemos ahora la de Jhon Pizzarelli. En 1993 el John Pizzarelli Trio hizo de telonero en una de las últimas giras de Frank Sinatra, y participó en la celebración del 80 cumpleaños de este en el Carnegie Hall. En 1997 participó también en la producción de Broadway Dream, un homenaje al compositor Johnny Mercer. En 1998 grabó un disco, Meets The Beatles, donde reinterpreta canciones clásicas del grupo de Liverpool, tamizadas por su voz y por el jazz. Al año siguiente, en 1998, rindió homenaje a una de sus más grandes influencias en la canción, Nat King Cole, con P.S. Mr. Cole. Pizzarelli firmó en 1999 con el sello Telarc y grabó dos discos de estándares, Kisses in the Rain y Let There Be Love, en 2000, disco del que nos estamos ocupando. Escuchamos ahora “I’m putting all my eggs in one basket”, “Estoy poniendo todos los huevos en una cesta”, una canción escrita por Irving Berlin para la película de 1936 “Follow the fleet”, interpretada por Fred Astaire y Ginger Rogers. Desde entonces, ha grabado numerosos trabajos; un disco con el pianista George Shearing, otro para celebrar sus diez años de música con su trío, grabado en directo: Live at Birdland en 2003. Apartándose por un momento del swing, Pizzarelli grabó Bossa Nova en 2004, cantando composiciones de Antonio Carlos Jobim como "The Girl from Ipanema" y "Aguas de Marco". Ya en 2005 presentó nuevos estándares en Knowing You y, respaldado por la Clayton-Hamilton Jazz Orchestra, le ha rendido homenaje a Sinatra en 2006 con Dear Mr. Sinatra. Seguimos con nuestro disco de hoy. Vamos a escuchar una cadenciosa versión de These foolish things, “Estas cosas tontas”, otro estándar con música de Jack Strachey y letra Eric Maschwitz, ambos ingleses y que se publicó en 1935. En este disco colaboran músicos de gran talento y muy reconocidos en el mundo del jazz. Al saxo tenor Harry Allen, un estadounidense que fue niño precoz y que destacó desde niño por poseer un talento excepcional para la música. Antes de trabajar con Jhon Pizzarelli ya lo hizo con su padre, Bucky Pizzarelli. Dominic Cortese, acordeonista, un músico versátil y quizá el más grabado de toda la historia de la música debido a sus innumerables participaciones, como músico de estudio, en sesiones de grabación de otros artistas, incluido, a modo de ejemplo, el trepidante “Viva las Vegas”, del Elvis. Ray Kennedy, pianista, compositor y arreglista, fue miembro del trío de John Pizzarelli durante más de una década aunque también grabó más de 10 álbumes bajo su propio nombre. Seguiremos con los músicos de la sesión pero, ahora, volvemos a la música: “Stompin’at the Savoy”, otro estándar de jazz de 1933, compuesto por Edgar Sampson y su título hace referencia al famoso local nocturno de Harlem, el Savoy Ballroom de Nueva York. Y aunque fue Benny Goodman el que llevó al éxito la composición y la acreditó como propia, el auténtico autor fue el citado Sampson. Dicho queda. Ken Peplowski, clarinetista y saxo tenor, otro de los músicos acompañantes de este disco, conocido principalmente como músico de swing. En algún momento ha sido comparado con Benny Goodman, con quien toco durante algún tiempo. Ambos fueron virtuosos en su instrumento. También toco en la orquesta Tommy Dorsey y ha colaborado como clarinete primero en orquestas sinfónicas. Y para que todo quedara en casa, nuestro artista invitado contó para este trabajo con la familia, su padre Bucky, a la guitarra y su hermano Martin al bajo, ambos músicos reconocidos en el mundillo del jazz. Más música: “I Don’t Know Why”, “No se por qué”, una canción publicada en 1931 y compuesta por Fred E. Ahlert. La canción ha sido grabada por muchos artistas (que van desde leyendas del country-blues como Moon Mullican y Jerry Lee Lewis hasta Dean Martin). Todos ellos la han convertido en lo que es hoy, un estándar. Y todavía nos queda un poco de tiempo para otra joya del álbum: “Just one more chance”, “Solo una oportunidad”, una canción de Arthur Johnston, compositor muy conocido en su época (1898/954) que trabajó con todos los grandes del momento: Irving Berlin, Sam Coslowy y Bing Crosby, entre otros. También fue nominado para el premio de la academia en 1936 a la mejor canción original por “Pennies from heaven”, otro de sus éxitos. Esta es la versión de Pizzarelli de “Just one more chace”. Os propongo una gratificante actividad para la que no tenéis que salir de casa. Volved a escuchar el podcast con los ojos cerrados. Estamos en un club de jazz, en Nueva York, en el Blue Note o en el Birdland, es igual, en buena compañía, con una copa en la mano y dejándonos llevar por la cadencia y la elegancia de la música… ¿Ya?... pues a vivir que son dos días. Bueno, para cuando os despertéis y ya me habré ido, así que, hasta la semana que viene… Y no, no se me olvida, …¡Buenas Vibraciones!.

    Nada más que música - Los Rodríguez - 'Hasta luego'

    Play Episode Listen Later Feb 18, 2021 32:42


    Así lo cuentan Kike Babas y Kike Turrón, en la biografía que han escrito de Los Rodríguez y que se ha publicado recientemente: “La historia de Los Rodríguez lo tiene todo: fue breve (de 1990 a 1996), potente y trufada de mucho sexo, drogas y rock and roll” En 1990, Julián Infante y Germán Vilella tenían juntos una banda. Infante decide llamar a Ariel Rot, con el que había coincidido en Tequila, para incorporarlo a la banda. Rot, a su vez, se comunica con Andrés Calamaro, con quien ya había tocado en Argentina, para llevarlo al grupo. Los cuatro comienzan sus ensayos y van dando pequeños conciertos por Madrid. La banda fue liderada por Julián Infante en los comienzos y posteriormente por Ariel Rot, manteniendo ambos un marcado estilo roquero. Aunque se mantuvo siempre una unión muy clara de todos sus integrantes, la posición de Calamaro fue creciendo año a año, lo que terminaría acabando con la banda seis años después. Cuando todo esto estaba pasando, o sea, cuando ya se estaban separando, editaron un disco recopilatorio que recoge la que sería su última gira, en 1996. El álbum es un recorrido por los temas imprescindibles del grupo, con canciones en directo y algunos inéditos en forma de maqueta. Vamos con el primero: Mi enfermedad. Al principio la banda se iba a llamar Los Locos, pero se enteraron de que ya existía un grupo asturiano con ese nombre. El nombre definitivo se debe a que a Calamaro le resultó ingenioso el significado que tiene en España la expresión estar de Rodríguez, pues él mismo estaba de Rodríguez, ya que había dejado a su novia en Argentina. Una de las peculiaridades de la banda fue la de no tener un bajista fijo. El primer músico en ocupar este puesto, entre 1990 y 1991, fue Guille Martín, guitarrista por entonces de Desperados, al que Julián Infante conocía de la breve etapa en la que tocó con esa banda madrileña. Tras componer algunas canciones sacan en 1991 su primer disco: Buena suerte, que gozó de una gran aceptación en Argentina y en gran parte de Latinoamérica pero que en España, sin embargo, no llegó a ser muy conocido, ya que la discográfica que lo editó (Pasión) quebró al poco tiempo y la venta de sus discos se detuvo. De este disco es la canción anterior y esta otra que escuchamos ahora: Engánchate conmigo. El verano de ese mismo año, Televisión Española escoge precisamente esta canción “Engánchate conmigo” para utilizarla como banda sonora promocional. Este suceso dio al grupo un pequeño impulso hacia la fama antes del empujón definitivo. Por aquel entonces Guille Martín decidió quedarse como guitarrista en Desperados, de modo que fue sustituido como bajista de Los Rodríguez por Candy Caramelo Avelló, con quien el grupo salió de gira. Canal 69, todo un catálogo de intenciones. La canción fue grabada en Caracas, durante un concierto en un directo. De esta gira se editó en 1992 Disco pirata, un disco de temas en directo grabados en Madrid, Barcelona y Caracas En 1993 la banda vuelve al estudio, esta vez con Daniel Zamora en el puesto de bajista, puesto que ya ocuparía hasta la disolución del grupo y lanzan un nuevo disco de estudio, Sin documentos, cuyo tema homónimo —compuesto por Calamaro— alcanza gran popularidad en España e Hispanoamérica, además de ser utilizado en la banda sonora de la película Caballos salvajes de Marcelo Piñeyro, banda sonora que corrió a cuenta del compositor argentino. Este LP fue el que asentó a la banda, definitivamente, como uno de los grandes conjuntos de rock en castellano En la biografía del grupo que hemos comentado al principio, la escrita por Kike Babas y Kike Turrón se cuenta una, digamos “anécdota” poco edificante para el Sr. Calamaro, si bien es cierto que el hombre se ha disculpado en repetidas ocasiones. Antes de entrar a grabar su tercer y último disco, Palabras más, palabras menos, el cantante obligó a modificar el reparto del dinero que ganaban con los conciertos, o abandonaba la banda. Si hasta ese momento el reparto era a partes iguales entre los cuatro “rodriguez”, ahora sería un 40% para él mismo, el 30% para Ariel Rot, otro 20% se llevaría el batería Germán Vilella y el 10% restante se lo quedaría Julián Infante. Calamaro quería dejar claro su liderazgo y su mayor aportación creativa. “Fue un gran marrón”, asegura hoy Ariel Rot. “Tengo un espina clavada desde aquello”, sentencia Vilella. Infante no dice nada porque murió en el año 2000 a causa del sida. Pelillos a la mar, disculpas y a lo nuestro. Con esta canción, parece que el divo nos piede una segunda oportunidad: Dulce condena. En 1995 lanzaron su último disco de estudio, titulado Palabras más, palabras menos, con temas como Mucho mejor (donde contaron con la participación de Coque Malla) o la Milonga del marinero y el capitán, ambos compuestas por Ariel Rot. Este álbum fue un éxito de ventas en España, y aunque la decisión de disolver la banda ya estaba tomada, el interés de Joaquín Sabina les hizo lanzarse a una gira conjunta por el territorio español. El grupo inicia así pues lo que sería su última gira en 1996 antes de la salida al mercado este disco recopilatorio Hasta luego, que sería el disco más vendido de su carrera y que escenificaba la disolución del grupo, sobre todo por desavenencias económicas y la incipiente carrera en solitario de Calamaro. Dichas desavenencias fueron superadas con el tiempo y entre los integrantes de la banda continuó una amistad que aún hoy perdura, o bueno, eso dicen. Desde la separación del grupo, Andrés Calamaro y Ariel Rot continuaron sus carreras en solitario, que ya habían comenzado antes de deshacerse la formación. Cada uno por separado ha cosechado éxitos en mayor o menor medida pero siempre han dejado constancia, ambos, de la calidad técnica y musical que atesoran. Nos vamos a despedir del grupo con una preciosa balada que nos refleja: Me estás atrapando otra vez. “Hasta luego” Rodríguez. Y hasta siempre queridos oyentes.

    Nada más que música - Preservation Hall Jazz Band - 'Because of you'

    Play Episode Listen Later Feb 10, 2021 31:00


    Hoy volveremos a escuchar música de jazz, y para ello, nada mejor que marcharnos a la cuna, al lugar donde todo nació, a Nueva Orleans. Si paseamos por sus calles escuchando con atención, vamos a descubrir que el corazón de esta ciudad está instalado en la música. Se dice que el Jazz nació aquí, pero la ciudad es hogar de una variedad de estilos: Gospel, Cajun, Latino, R&B, Country, Blues y, alternativamente, Reggae y buen Rock n’ Roll. Guiados por su creativa atmósfera, numerosos cantantes y compositores han hecho de la ciudad, su hogar, incluyendo músicos notables como Louis Armstrong o Ellis y Wynton Marsalis. Aquí, la música está viva cada día, ya sea en los clubs nocturnos, en las salas de conciertos o en la calle, y para conocer los entresijos de la ciudad contamos con unos guías turísticos de excepción: Preservation Hall Jazz Band Preservation Hall Jazz Band es una banda de jazz de Nueva Orleans fundada en esta ciudad por el tuba Allan Jaffe a principios de la década de 1960. El nombre de la banda viene del local, ubicado en el centro del famoso barrio francés, donde empezaron a tocar, El Preservation Hall, una antigua galería de arte reconvertida en club de jazz por el matrimonio Allan y Sanda Jaffe. Contrataron a músicos locales, con edades que iban desde los 60 a los 90 años, y casi todos ellos en un estado lamentable debido al racismo y la pobreza. Al principio, los Jaffes no servían alcohol pero el local fue creciendo, la banda fue ganando adeptos y empezaron las giras, primero por otros estados para más tarde dar el salto a Europa. La banda se consolidó, y su jazz tradicional conquistó a la audiencia. En 1987, Allan Jaffe murió de cáncer a la edad de cincuenta y un años y fue su hijo Ben el que se convirtió en director artístico. Por la orquesta han pasado más de 150 músicos, africanos, americanos y europeos. En esta grabación, su disco “Because of you”, el grupo está compuesto por: • Wendell Brunious, Trompeta • David Grillier, clarinete • Frank Demond, trombón • Narvin Kimball, banjo • Benjamin Jaffe, bajo • Joseph Lastie, percusión • Rickie Monie, piano. Les escuchamos ahora en otro corte de esta conseguida grabación, Coquette. Habréis podido observar la evidente influencia que en la música de Nueva Orleans han tenido las de afroamericana, francesa y norteamericana. Y es que, en su personalidad, Nueva Orleans ha adaptado la música más diversa. A las ya citadas, debemos añadir la de las bandas militares que ha dejado su impronta en los funerales. Cuando el cortejo acompaña al difunto dicha música se mezcla a himnos religiosos y música triste. Tras el entierro, los dolientes regresan del cementerio al son del jazz, más alegre. Los funerales con jazz son una atracción turística inevitable. Petite Fleur, la preciosa canción de Sidney Bechet nos da pie para una curiosidad: el origen de la palabra Dixieland. Vereis: Francia poseía la región comprendida el rio Mississippi y las Montañas Rocosas. En 1803 Napoleón, que estaba con su guerras y sus cosas y necesitaba pasta, vendió las tierras a Estados Unidos por una cantidad irrisoria. El idioma francés que se hablaba en la región, hizo que en esa época los billetes de diez dólares emitidos en Louisiana, llevaran impresa la palabra Dix, diez en francés, en lugar de Ten en inglés. Poco tiempo después, se comenzó a llamar de forma coloquial a esa región Dix Land o "la tierra del Dix", palabra que por un proceso de transformación, pasó a ser Dixie Land, y posteriormente Dixieland. Pues nada más camaradas, al compás de este precioso tema de Ray Gilbert nos despedimos por hoy hasta la próxima semana en esta vuestra emisora Radio La Granja, donde encontrareis, completamente gratis, más música, más músicos y más historias. Hasta entonces… ¡¡¡Buenas Vibraciones!!!

    Nada más que música - Nat King Cole - 'The extraordinary'

    Play Episode Listen Later Feb 3, 2021 30:38


    Hoy dedicaremos nuestros espacio a recordar a un famoso pianista de jazz estadounidense, considerado por muchos como uno de los más influyentes músicos de la era del swing, tanto en su faceta de pianista como en la de líder de grupos, sin olvidar que fue uno de los mejores cantantes de toda la historia del jazz, no en vano vendió más de 75 millones de discos en todo el mundo. Y efectivamente, lo han adivinado, hablamos Nathaniel Adams Coles, nacido en Montgomery, estado de Alabama, el 17 de marzo de 1919. Señoras y Señores, con todos ustedes… Nat King Cole. Su padre, Edward Coles, era carnicero y diácono en la Iglesia Bautista. Cuando su familia se trasladó a Chicago Nat era todavía un niño. Allí, su padre se convirtió en ministro de la iglesia y su madre, Perlina Adams, era la encargada de tocar el órgano de la iglesia. Ella fue la única maestra de piano que tuvo Nat en toda su vida. Pero le enseó bien, aprendió tanto jazz como música góspel y música clásica. La familia vivía en el barrio de Bronzeville, famoso a finales de los años 20 por su vida nocturna y sus clubes de jazz. Nat visitó con frecuencia estos locales, y es donde escuchó por primera vez a Louis Armstrong. El flechazo con el jazz fue a primera vista. Anything for you. “Lo que sea por ti” Influido por estos músicos y enamorado de esta música, Nat inició su carrera artística a mediados de la década de los 30 cuando aún era un adolescente. Adoptó el nombre de Nat Cole, abandonando la "s" de su apellido familiar. Su hermano mayor, Eddie, bajista, se unió a la banda de Nat cuando éste realizó su primera grabación en 1936. Tuvieron un cierto éxito como banda local en Chicago y se convirtieron en habituales en los escenarios de los clubes. De hecho, el sobrenombre de "King" (rey) se lo dieron a Nat en uno de estos locales. Cole participó también como pianista en numerosas giras de otros artistas, y en esto estaba cuando, girando, llegaron a Long Beach (California), y Nat decidió establecerse allí. Unforgettable. “Inolvidable”. Nat, que ya había tenido experiencias con grupos, se trasladó a Los Ángeles donde formó el "Nat King Cole Trio". El trío estaba compuesto por Nat al piano, Oscar Moore a la guitarra y Wesley Prince al bajo.El trío actuó en Los Ángeles desde finales de los 30 y participó también en numerosos programas de radio, cosa muy habitual en la época. A Cole se le consideraba un pianista de jazz brillante. Apareció, por ejemplo, en los primeros conciertos de "Jazz at the Philharmonic". Un grupo compuesto únicamente por piano, guitarra y bajo en aquella época plagada de grandes bandas, significó una auténtica revolución e impuso un estilo que más tarde imitaría otros grandes del jazz y del blues como James Brown y Ray Charles. Cole actuó también como pianista acompañante de artistas de la categoría de Lionel Hampton. Sin embargo, Cole no consiguió llegar al gran público hasta 1940, fechas en las que grabaron las canciones que escuchamos hoy. Como ésta: Walkin’my baby fack home. Aunque había cantado diversas baladas con el trío, se avergonzaba de su voz y jamás se consideró un buen cantante, cantaba, pero como un complemento más de su espectáculo. Evidentemente, su éxitos posteriores desmintieron todos sus miedos. A principios de los años 40, el King Cole Trío firmó un contrato con la discográfica Capitol Records, compañía con la que continuó durante el resto de su carrera. En la década de los 50, la popularidad de Cole era tanta que el edificio de la Capitol Records era conocido como "la casa que construyó Nat". Nat King Cole y I’m gonna sit right down. En 1958, Nat "King" Cole dio un golpe de efecto que le permitió extender su ya amplia popularidad a los países de habla hispana. Y lo hizo grabando un disco en español con canciones de varios países hispano-americanos. En unos estudios de La Habana (hoy pertenecientes a la discográfica cubana EGREM) y de México, grabó su primer LP en este idioma, titulado Cole Español haciéndose acompañar por la orquesta de Armando Roméu hijo y de un conjunto de mariachis, algo sorprendente en un artista proveniente del jazz. Nuestro amigo se aprendió de memoria frase por frase todos los temas por que el hombre no sabía ni una palaba de español y, entre sus muchas cualidades, no se encontraba el don de lenguas. Y para muestra, este botón: Ansiedad. Cole alcanzó el número uno de ventas en 1950 con esta canción: «Ansiedad». A partir de ese momento se inició una nueva etapa en su carrera, y se convirtió principalmente en cantante de baladas aunque no olvidó sus raíces en el jazz lo que no evitó que algunos críticos le acusaran de "haberse vendido" a la música comercial. Nat King Cole se convirtió en el primer afroamericano en tener un programa de radio propio y en 1950 repitió la proeza, esta vez en un programa de televisión. Cole luchó durante toda su vida contra el racismo y se negó a actuar en los lugares en los que se practicaba la segregación racial. En 1956, mientras actuaba en Alabama, sufrió un ataque por miembros del "Consejo de ciudadanos blancos" que pretendían secuestrarlo. A pesar de que sufrió diversas heridas completó la actuación, en la que anunció que sería su última actuación en el sur. Nat King Cole interpreta: Send for me A lo largo de su carrera, compartida con otros grandes músicos con los que formó grupo, empezando por Oscar Moore y Wesley Prince, demostró su maestría con el piano y conquistó, inesperadamente para él, con su voz. Casi sin querer fue adquiriendo el papel de cantante que lo equiparó a otros grandes crooners de su época, como Frank Sinatra. Con su pose de seductor, se apoderó del mundo del espectáculo porque, a sus incondicionales, no les importaba u color, ni siquiera que tocara para republicanos o demócratas o que no se ciñese a los cánones del jazz y se arropara también de orquestas. El propio Nat achacaba parte de la calidez de su voz a su vicio de fumador, al cual nunca renunció, hasta el punto de que le causó la muerte. King Cole falleció a causa de un cáncer de pulmón galopante, con 46 años, privando al mundo de una de sus mejores voces y pianos del jazz. Hoy hemos visto al Nat King Cole más intimista, más baladista. Dentro de unos días volveremos con este artista para recordar sus éxitos como pianista de jazz. Estoy seguro de que todos conocíais a Nat King Cole pero creo que ha sido bueno refrescar algunas de sus mejores canciones, una música que derrocha swing por todos los poros de su piel y que creo que nos acompañará siempre. Por hoy nada más, nos vemos o nos oímos la próxima semana. Hasta entonces… ¡Buenas Vibraciones!!!

    Nada más que música – Phil Collins – ‘Face Value’

    Play Episode Listen Later Feb 1, 2021 29:57


    Face Value es probablemente el mejor disco en solitario de Collins, marcado siempre por el éxito y la magnitud de “In the air tonight” que acabamos de oír, uno de los mejores temas pop de todos los tiempos. Pero tras el tema inicia se esconden un conjunto de canciones de la más diversa índole: pop rock, progresivo, comercial, que a juicio de muchos, y de mi mismo, rozan la perfección del género. Un ejemplo: Behind the lines. Esta canción Behind the Lines (en castellano “Detrás De Las Líneas”) es en realidad una canción de Génesis, publicada en su álbum Duke de 1980. Es la primera parte de una suite musical de 30 minutos que ya había grabado el grupo. Phil Collins grabó una versión diferente para este álbum, modificando la versión con coros y la sección de vientos de Earth, Wind & Fire, el famoso grupo de Chicago, convirtiendo la canción en un número más movido y que llevó en su repertorio en la mayoría de sus conciertos durante la década del 80. Como hemos dicho antes, el álbum cuenta con canciones de diferentes géneros. Aunque técnicamente es una oferta de rock y pop, la base de muchas de las canciones se encuentra en R&B con ligeras influencias de funk, especialmente en “I’m Not Moving”, para la que Collins utilizó un vocoder para los coros. Como sabéis, un vocoder no es otra cosa que un sintetizador de voz. La siguiente canción, “The roof is leaking”, El techo está goteando. Este disco es muy curioso porque, después de estar diez años tocando rock progresivo con Génesis y tocar jazz fusión, su mayor influencia escondida fue el llamado género “Motown”, iniciado en los 60s en EE. UU. con artistas como los Jackson 5, Diana Ross & The Supremes, etc. Por eso fue que, para los arreglos, incluyó la sección de vientos de la banda de funk Earth, Wind & Fire. La curiosidad que os decía viene también a cuento porque, en aquella época, que un músico inglés fuera por estos derroteros era algo que no encajaba pero que, al final, se habría de volver parte del estilo de la carrera solista de Phil Collins y que le dio muchos frutos. De esa combinación de influencias salieron canciones como I Missed Again, un tema de ritmo movido pero con un trasfondo de negatividad que rodea al disco. “I missed again”, Estoy perdido otra vez. PHIL COLLINS Un hecho sorprendente es que, según cuentan, durante la grabación del álbum, Collins aprendió a tocar lo que sería su segundo instrumento preferido, el piano. Algo que casi nunca ha hecho en su carrera ha sido cantar y tocar batería a la vez, pero fue diferente en el caso del piano. Phil Collins grabó la voz, la batería y además el piano en cada una de las canciones del álbum. Por otra parte, y para los que piensan que Collins es un poquito “ñoño”, el propio artista nunca ha escondido el hecho de que le gusta componer e interpretar canciones románticas y que, éstas, atraen más a un público adulto que un público joven. If Leaving Me is Easy, algo así como “Si dejarme es fácil” es la balada más triste del álbum. La forma en que canta la canción deja en evidencia el dolor que sentía en el momento. En la letra canta acerca de la remota esperanza de que su expareja vuelva con él y la incredulidad de que lo suyo haya acabado. Este disco se publicó el 9 de febrero de 1981, e inmediatamente se convirtió en un éxito. Número uno en el Reino Unido, Canadá y otros países europeos. Las ventas del álbum llegaron a cinco millones ejemplares solo en los Estados Unidos y fue cinco veces disco de platino en el Reino Unido y diez veces platino en Canadá. No hubo gira en solitario de este álbum porque Collins no tocaría en vivo como solista hasta 1982. Vamos a despedirnos de Phil Collins con el corte que cierra el álbum: Tomorrow never knows, una canción que The Beatles, escrita por John Lennon y que publicaron en su disco Revolver. Ahora deberéis estar atentos porque, cuanto termina la canción, podeis escuchar a Collins cantando muy bajito “Over the rainbow”, haciendo referencia al asesinato de John Lennor que se había perpetrado recientemente. Pues esto ha sido todo por hoy, la semana que viene volveremos con más música, más músicos y más historias, hasta entonces… ¡Buenas Vibraciones!

    Nada más que música - El Blues I

    Play Episode Listen Later Feb 1, 2021 35:01


    Hoy vamos a escuchar blues, que viene a significar, más o menos, melancolía, tristeza, bueno, que no es la alegría de la huerta. El blues, tiene, musicalmente hablando, un patrón repetitivo que suele seguir una estructura de 12 compases y utiliza acordes específicos de este género. El blues ha ido evolucionando desde la música vocal, sin acompañamiento, interpretada por trabajadores negros y pobres, a una gran variedad de subgéneros y estilos y su popularidad ha saltado las fronteras que le eran propias en el sur de los Estados Unidos para extenderse por todo el mundo. Hoy, y en días sucesivos, vamos a recordar a un grupo de músicos de blues que dejaron su huella en la historia de la música. Y nos encontramos en primer lugar con uno de los más conocidos, John Lee Hocker, cantante y guitarrista de blues, que nació, como no, en el estado de Misisipi, uno de los 50 estados de los EEUU, que está considerado como el más pobre de la unión, con altas tasas de desempleo y la menor renta per cápita del país. Paradójicamente, es la más religioso, el más conservador y el que tiene leyes más restrictivas con el juego y el alcohol. Bueno, pues aquí nació John Lee Hocker. Vamos a escucharle en su conocido Boom Boom. Chester Arthur Burnett, o lo que es lo mismo y para entendernos, Howlin Wolf (lobo aullador), fue un músico afroamericano, cantante de blues, guitarrista y armonicista que nació, como no, en Misisipi. Con una voz y una presencia física características, Burnett se colocó entre los principales artistas del blues eléctrico; el músico y crítico musical Cub Koda declaró, “nadie puede igualar a Howlin Wolf en su singular capacidad para el rock.” El tipo medía 1,98 m de estatura y pesaba cerca de 136 kg, cosa que hizo de él un músico “imponente”. Su voz ha sido comparada con “el sonido de las máquinas pesadas que operan en un camino de grava”. Junto con su contemporáneo y rival profesional Muddy Waters, formaron los dos pilares del Memphis blues. Lo oímos ahora interpretando Litle red rooster. Y aquí tenemos al contrincante del lobo aullador, Muddy Waters, otro vecino de Mississippi; un músico de blues estadounidense, generalmente considerado como el padre del Chicago blues. Su figura y su sonido fueron, del mismo modo, una de las máximas inspiraciones para la escena del blues británico, que comenzó a despuntar en el Reino Unido hacia principios de la década de 1960. Sus giras por Inglaterra a principios de esta década marcaron, posiblemente, el primer antecedente de una banda amplificada haciendo algo cercano al hard rock. Entre sus admiradores prominentes en la escena rhythm & blues inglesa de los años 60 sobresalen los Rolling Stones, quienes se bautizaron con ese nombre por la canción de Waters de 1948 “Rollin’ Stone”. Eric Clapton es un gran admirador de Waters, de hecho, Cream grabaría una versión de “Rolling and Tumbling” en su álbum debut Fresh Cream, de 1966. El gran éxito de Led Zeppelin “Whole Lotta Love” está basado en la canción de Muddy Waters “You Need Love”. Y, en fin, Jimi Hendrix, que versionaría la mencionada “Rollin’ Stone”, citó a Waters como “el primer guitarrista que le llamó la atención y le impresionó de joven”. Angus Young, de AC/DC, Led Zeppelin, bueno, un largo etcétera. Muddy Waters: Hoochie Coochie Men. Por cierto, su última aparición en vivo fue durante un concierto de Eric Clapton en Florida, en el otoño de 1982. 4-Bo Diddley Si en el rock and roll Elvis Presley es el rey y Chuck Berry su poeta, Bo Diddley, nuestro siguiente invitado, fue su arquitecto. Su estilo personal ha influido y sigue influyendo de tal modo que según pasa el tiempo su figura se agranda en el panorama de la música rock. Por otro lado, su fama no fue premiada en el aspecto económico como cabría haber esperado. La crudeza de su estilo le cerró las puertas a ventas millonarias, puertas que sí se abrirían de par en par para muchos músicos y bandas en los que influyó. Su instrumento, con marca registrada, es la guitarra square-bodied que él mismo desarrolló y con la que tocó en miles de conciertos; desde sudorosos clubes de Chicago a giras con viejas glorias del rock and roll, pasando por actuaciones como telonero para The Clash o de artista invitado por los míticos Rolling Stones. Su entusiasmo por este instrumento le hizo poseer una espectacular colección de guitarras. La recordareis, es una guitarra con caja rectangular. El era un gran músico, pero la guitarra era más fea que yo. Le escuchamos ahora interpretando su Diddy Wah. 5-Albert King Albert King fue un influyente guitarrista y cantante de blues. Está considerado como uno de los TRES REYES DEL BLUES a la guitarra junto con B.B. King y Freddie King. Albert King nació en el seno de una humilde familia de Indianola, Misisipi, en una plantación de algodón, donde trabajó sus primeros años. La primera influencia musical la recibió de su propio padre, Will Nelson, que tocaba también la guitarra habitualmente El tipo era otro tiarron, por lo que, sus más de 1’90 metros y sus 118 kilos de peso le valieron el sobrenombre de The Velvet Bulldozer (la apisonadora de terciopelo). El sello característico de Albert King fue, a parte de su calidad artística, su forma de coger la guitarra: como intérprete zurdo la usaba invertida, pero a diferencia de otros guitarristas zurdos como, por ejemplo, Jimi Hendrix, King jamás invirtió el orden de las cuerdas, de modo que para él las cuerdas más agudas permanecen arriba. Gente como Jimi Hendrix, Eric Clapton, Mike Bloomfield, Gary Moore, y Stevie Ray Vaughanle tuvieron presente en sus oraciones durante toda su vidapara agradecerle todo lo que les había enseñado. Para los curiosos, el solo de guitarra de Eric Clapton en el éxito de Cream, Strange Brew es una emulación del solo de King en su éxito con Stax, Oh, Pretty Woman. Le escuchamos interpretando Born Under a bad sing. 6-Sonny Boy Williamson Aleck Ford, que más tarde se haría llamar Rice Miller, pero que realmente fue conocido como Sonny Boy Williamson, fue un poeta, músico, cantante y compositor estadounidense, que ha sido considerado como la leyenda definitiva del blues. Sonny Boy nació en la plantación de Sara Jones, en el estado de Misisipi y, aunque no es seguro, parece que nació alrededor de 1912. Vivió y trabajó en la plantación hasta 1930, fecha en la que decidió dedicarse profesionalmente a la música y empezó a trabajar con grandes artistas como Big Joe Williams, Elmore James y Robert Lockwood, Jr. Fue durante esta época cuando Miller desarrollaría su estilo y personalidad. Al comienzo de los años sesenta permaneció algún tiempo en Inglaterra, donde grabó con numerosos grupos y artistas, como The Animals y Jimmy Page. Que el estado de Misisipi es la cuna de los mejores bluesman de la historia ya no lo duda nadie. Nuestro siguiente invitado, Elmore James también nació en el Condado de Holmes, Misisipi y fue un guitarrista de blues considerado el padre de laslide guitar. Comenzó su carrera musical en Misisipi junto a nuestro viejo amigo Rice Miller (más conocido como Sonny Boy Williamson II), con el que permaneció varios años hasta que consiguió su primer contrato de grabación en 1951. Fue entonces cuando se trasladó a Chicago, donde inició su carrera solista acompañado del grupo “The Broomdusters”. Su estilo sin trabas y apasionado se distinguía por el sonido característico del slide blues, que puede apreciarse en canciones como “Dust my broom”. 7-Elmore James Nos despediremos por hoy del blues con, casi, el mejor, con B.B. King. Este músico es ampliamente considerado uno de los músicosde blues más influyentes de todos los tiempos, recibiendo el apodo de «Rey del Blues» y el sobrenombre de «uno de los tres reyes de la guitarra blues» junto, como ya hemos comentado, a Albert King y Freddie King. Según Edward M. Komara, King «introdujo un sofisticado estilo de solos basados cuerdasdobladas y en sus brillantes vibratos que influirían prácticamente en todos los guitarristas de blues eléctrico que le siguieron». B.B. King Con los años, King desarrolló un estilo de guitarra identificable gracias al uso su guitarra eléctrica Gibson ES-335, a la que llamaba “lucille”, y que dio nombre a una línea de guitarras creada por la compañía en 1980. King es también reconocido por su gran cantidad de actuaciones en directo, con un promedio de 250 o 300 conciertos anuales durante la década de 1970. Alguna de ellas, aquí, en Zaragoza. Volveremos con el rey, ahora le escuchamos interpretar “Sweet Sixteen”

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