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Colaboración semanal del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el espacio AQUÍ EN LA ONDA de ONDA CERO CASTILLA Y LEÓN. Con muchas propuestas, ideas, senderos o lugares para el fin de semana (senderismo, caminos, destinos, rutas, viajes...).

Javier Prieto Gallego


    • Jul 1, 2020 LATEST EPISODE
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    Zonas de baño y la aplicación móvil Senderos Fáciles (15/6/2020)

    Play Episode Listen Later Jul 1, 2020 6:46


    En el último programa de esta temporada hablamos de las zonas de baño autorizadas en Castilla y León y de la aplicación para móviles "Senderos Fáciles". PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. Hoy, con el verano recién estrenado y con las temperaturas cada vez un poco más altas, hablamos de algo que llevamos ya tiempo pensando: dónde están o cómo buscar alguno de esos rincones de Castilla y León en los que poder darnos un refrescante baño, por ejemplo, en las aguas de un río. Desde hace unos días se nota que una de las búsquedas que más ha subido en SIEMPREDEPASO es, precisamente, la de las zonas oficiales de baño autorizadas este año en Castilla y León. Estamos hablando del listado de lugares especialmente controlados por la Consejería de Sanidad que publica la Junta de Castilla y León. Cada año, entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, la Consejería de Sanidad va actualizando semanalmente un listado de lugares especialmente indicados para el baño en zonas fluviales de Castilla y León. Se trata de lugares ubicados casi todos en el entorno de pueblos y también en algunos embalses que cuentan con un mínimo de infraestructuras para facilitar el baño y en los que se tiene en cuenta, sobre todo, dos aspectos fundamentales: que sean seguros y que el agua no contenga ningún tipo de contaminación. De hecho, cómo digo, son aguas que se analizan de una manera constante para que puedan seguir formando parte del listado que se actualiza cada semana. Este año, y en esta primera semana de la temporada, el listado está formado por 33 zonas que, como digo, además en la que, además de asegurarse la idoneidad del agua para el baño, cuentan, la mayoría de ellas con un mínimo de infraestructura: generalmente algo de arena en las orillas, si es que la zona forma parte del curso de un río o un embalse, papeleras, caminos de acceso en buen estado, incluso en muchos de ellos encontramos algún chiringuito o zonas especialmente habilitadas para comer al aire libre. En el listado también encontramos varias zonas de baño habilitadas en piscinas fluviales, que son recintos construidos junto a la orilla de algunos ríos, con césped alrededor, y pero que se llenan también con el agua de los ríos junto a los que están. Pero ¿a qué lugares podemos acercarnos para disfrutar de un baño campestre? Bueno, lo primero que yo recomiendo es visitar el blog SIEMPREDEPASO.ES y localizar el último de los reportajes que he publicado y que está dedicado, precisamente, a detallar cuáles son y dónde están todas y cada una de las zonas de baño autorizadas que hay en Castilla y León este año. La ventaja de buscarlo en el blog es que, pinchando en cada una de ellas, se no va abrir en GOOGLE MAPS la ubicación exacta de estas zonas con lo que, además, resulta muy fácil descubrir cómo llegar a cada una de ellas desde donde estemos. Como digo, este año son 33 espacios repartidos por las distintas provincias de Castilla y León, a excepción de la provincia de Salamanca, que no cuenta con ninguna. Y, respecto a hacer alguna recomendación, pues todo depende de los gustos de cada cual o, por ejemplo, del lugar en el que nos encontremos pasando las vacaciones o el fin de semana. De todas, la provincia que cuenta con más áreas de baño autorizadas es la de León, con un buen montón de piscinas fluviales en torno a los ríos Cúa, Burbia, Órbigo o Ancares. Pero desde luego, un rincón estupendo para un buen baño de verano es la playa fluvial que encontramos en la orilla del lago de Carucedo. Además de ser un rincón muy bonito de la provincia, esta playa está acondicionada con diferentes servicios y vamos a encontrar mucha sombra y también mucha hierba para tumbarnos a tomar el sol, por ejemplo. Pero lo mejor de todo es que el lago de Carucedo forma parte del sistema de la explotación aurífera ideada por los romanos en el yacimiento de Las Médulas, que encontramos muy cerca de Carucedo. De hecho, la zona de baño de la que estamos hablando es accesible para sillas de ruedas mediante pasarelas de maderas desde la misma Casa del Parque de Las Médulas, que está justo al lado de la playa. Digo todo esto porque una buena idea para una escapada este verano podría ser dedicar un día a visitar Las Médulas y su entorno y aprovechar también para un buen chapuzón en el lago… Pero hemos hablado mucho durante las últimas semanas de paseos por la naturaleza y hoy lo que también quería era hablar de una aplicación para móviles que nos va a poner las cosas mucho más sencillas a la hora de localizar dónde están y cómo hacer esos paseos. La aplicación se llama SENDEROS FÁCILES y es una recopilación de las propuestas publicadas en el blog de viajes SIEMPREDEPASO. ES. Lo que tiene de especial esta aplicación es que resulta muy fácil localizar los paseos sencillos que podemos hacer en cada una de las provincias y, sobre todo, encontrar aquellas que, además de ser sencillas, están especialmente indicadas para realizar con niños. El funcionamiento de la aplicación es tan sencillo como escoger la provincia de Castilla y León en la que queramos localizar un paseo y después abrir aquel que nos parezca más interesante. De cada uno de los paseos vamos a encontrar los datos básicos que nos indican la longitud, el tiempo aproximado que se puede tardar en realizar, si es circular o lineal y, también, si está especialmente indicado para hacer con niños. Después de esto, cada paseo viene acompañado de una pequeña introducción y, lo que es más interesante, con una serie de enlaces mediante los que vamos a poder ver el trazado de exacto de cada paseo tanto en GOOGLE MAPS como en la plataforma WIKILOCS, con lo que, de un solo vistazo, vamos a poder ver dónde se encuentran situados, el desnivel que tienen o incluso, dejar que Google nos guíe hasta el punto de inicio del paseo. Y, por supuesto, tenemos también el enlace para acceder directamente al lugar del blog en el que se encuentra publicada la descripción detallada de ese recorrido, con fotografías, mapas, vídeos… etc. Como digo, se trata de una aplicación para llevar en el móvil y poder consultarla en cualquier momento y que podemos descargar desde las páginas del blog SIEMPREDEPASO.ES. Ahí vamos a poder escoger entre la versión gratuita, que recoge 25 senderos fáciles de Castilla y León o la versión PREMIUM, que se actualiza cada mes con todos los senderos publicados en el blog, y a la que solo se puede acceder desde la suscripción PREMIUM del blog, que tiene un coste tan simbólico como 1 € al mes.

    Senderos para la primavera en Castilla y León IV * Guía de viaje (11/6/2020)

    Play Episode Listen Later Jun 15, 2020 8:06


    Seguimos con nuestras propuestas de senderismo fácil para pasear por cada una de las provincias de Castilla y León. En esta ocasión proponemos rincones de Salamanca, Ávila y Segovia. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. Puedes ver más propuestas de paseos sencillos en: https://siempredepaso.es/category/senderismo Hemos venido proponiendo en estas semanas anteriores paseos posibles en cada una de las provincias precisamente para tener siempre uno a mano y poder prepararnos, en un momento dado, una pequeña escapada. Esta semana podemos retomar nuestra lista empezando con un par de recomendaciones, por ejemplo, en la provincia de Salamanca. Aquí voy a proponer dos paseos que podemos realizar al pie de la Sierra de Francia, muy cerquita el uno del otro y muy fáciles de realizar los dos. El primero de ellos es un recorrido por el interior de lo que se conoce como Las Cavenes de El Cabaco, que pudiera parecer por el nombre un juego infantil de palabras pero que en realidad son unas minas que los romanos explotaron al pie de la Peña de Francia, junto a la localidad de El Cabaco, con la intención de extraer oro. En Las Cavenes utilizaron exactamente el mismo sistema que utilizaron en Las Médulas y que se conoce en latín como ruina montium. O, lo que es lo mismo, derribar la montaña para extraer la pepitas de oro que se encuentran mezcladas con la tierra. Lo que sucede en esta explotación de oro de Salamanca es que el paisaje no quedó tan espectacularmente transformado como sucedió en Las Médulas. En cualquier caso, lo que propongo es que realicemos el paseo señalizado que lo recorre –es un paseo muy cortito- y que, a través de paneles explicativos nos van a ir contando cómo estaba organizada exactamente esta explotación. Entre las cosas de las que nos vamos a dar cuenta está que los romanos fueron unos ávidos prospectores de mineral y, en concreto, de un oro que buscaron como nadie hasta debajo de las mismísimas piedras, nunca mejor dicho. Su afinada vocación prospectiva no tardó en descubrir que todo el noroeste peninsular era rico en yacimientos de oro potencialmente explotables. Y uno de esos yacimientos es, precisamente, el de Las Cavenes. Como digo, se trata de un recorrido señalizado, corto en extensión pero muy entretenido, sobre todo porque nos va a enseñar a mirar e interpretar el paisaje que estamos viendo. Algo que a muchos les va a sorprender es, precisamente, descubrir a través de los paneles cómo el relieve de todo ese entorno está profundamente transformado por la mano del hombre aunque hoy en día, cubierto como está por una densa masa forestal, cuesta bastante darse cuenta a simple vista. Y estando en El Cabaco yo aprovecharía para realizar La Senda de los Castaños Centenarios. La encontramos junto al camping de la localidad de El Casarito y tiene cerca de un kilómetro y medio. Y recomiendo el paseo por esta senda por varias razones. La primera es porque toda ella está acondicionada de tal manera que puede recorrerse hasta con un bebé en silla de ruedas. Es decir que, si se quiere, podemos llevar a los niños más pequeños de la familia para que conozcan y toquen un ser vivo de 350 años de edad: el Castaño de El Casarito. Además, y por suerte, en el paseo hasta el castaño vamos a pasar también junto a otros enormes castaños, que seguro que son también muchas veces centenarios. Otra recomendación que añado es que poco después de recalar en el Castaño de El Casarito sigamos las indicaciones que llevan hasta un espacio con rocas graníticas en las que el artista Manuel Tomé talló a su aire una serie de figuras según las formas que le sugerían esas rocas: cabezas de ballena, elefantes, lagartos, leones, caras humanas… aprovechando los perfiles del granito. Y aunque algunas ya se han roto y están algo desfiguradas, dedicar un rato a descubrirlas es un juego que los niños van a disfrutar mucho. Y pasamos ya a la provincia de Ávila. Aquí yo recomendaría, sin dudarlo, acercarse hasta el pequeño pinar de Hoyocasero, un pinar con un gran valor ecológico. A simple vista, el pequeño pinar de Hoyocasero, en la vertiente norte de Gredos, puede parecer un pinar como cualquier otro. Sin embargo, está considerado por los científicos como una joya de la botánica. Especialmente porque en su suelo se encuentran plantas únicas en el mundo y otras que son muy raras en toda la Península. Y lo que tiene de especial es que encontramos en él tres comunidades florísticas bien diferentes. Entre los pinos, junto a las tamujas y las piñas que caen desde lo más alto, conviven especies propias de zonas de montaña, con especies asociadas al matorral mediterráneo y con especies eurosiberianas. Por ejemplo, una de las rarezas botánicas que atesora es el lirio de los valles, una planta rara en la península Ibérica y que únicamente se da en los hayedos del norte. Dado que estamos hablando de un espacio de gran interés ecológico, quizás no está de más advertir de la necesidad de abstenerse de cualquier tipo de recolección, por mínima o inofensiva que nos pueda parecer. El inicio del recorrido por el pinar lo encontramos en el área recreativa de Albuñón, 1 kilómetro antes del pueblo de Hoyocasero. Y para la provincia de Segovia, una idea puede ser la de acercarnos hasta la localidad de Maderuelo, con una fantástica estampa medieval junto al embalse de Linares del Arroyo, y aprovechar tanto para dar un tranquilo paseo por sus calles como para animarnos a hacer después el sendero señalizado de pequeño recorrido SG-10, que arranca en la parte baja de la localidad y que nos va a llevar por la orilla izquierda del embalse. Se trata de un paseo circular, con inicio y final en Maderuelo, de unos 4 kilómetros que se pueden hacer en algo más de una hora y que tiene la ventaja de que el primer kilómetro, que es el que lleva desde el pueblo hasta un área recreativa que hay en las orillas del embalse, está acondicionado incluso para hacer con sillas de ruedas.

    Senderos para la primavera en Castilla y León III * Guía de viaje (21/5/2020)

    Play Episode Listen Later May 29, 2020 8:23


    Una semana más continuamos proponiendo paseos sencillos y atractivos por entornos naturales de Castilla y León para disfrutarlos en cuanto sea posible. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. Puedes ver más propuestas de paseos sencillos en: https://siempredepaso.es/category/senderismo Hace un par de programas comenzamos a hacer una pequeña relación de paseos por entornos naturales en cada una de las provincias de Castilla y León hasta los que poder acercarse en cuanto las circunstancias nos lo permitan. Así que, si te parece, vamos a continuar proponiendo rincones o senderos que puedan resultar particularmente apetecibles para retomar ese contacto con la naturaleza que muchos estamos deseando cada vez con más ganas. Y como seguro que nuestros oyentes ya tienen apuntadas por ahí las propuestas que hicimos para las provincias de Soria, Valladolid, Palencia y Burgos hoy podemos continuar, por ejemplo, haciendo la primera de las propuestas para organizarnos un recorrido por la provincia de León. Como te puedes imaginar, hay también un montón de propuestas sencillas que podríamos señalar pero por concretar alguna voy a sugerir un paseo por el Desfiladero de los Calderones, un pasillo natural que encontramos en la comarca de Luna, junto a la localidad de Piedrasecha, y en un bellísimo entorno de montaña rodeado de bosques de roble y sabinares. Se trata de un paseo señalizado como “Ruta de los Calderones” que tiene como principal atractivo llevarnos hasta un estrecho pasillo de rocas calizas, de apenas un par de metros de ancho, tallado por el arroyo de los Calderones y que está considerado Punto de Interés Geológico. Los geólogos explican que este pasillo es fruto de la acción erosiva del arroyo de los Calderones sobre unas calizas que fueron formándose hace 360 millones de años, cuando toda esa zona no era otra cosa que el fondo de un mar al que iban a parar los caparazones de los animales muertos. Lo interesante aquí es ver cómo el agua y la disolución kárstica han ido trabajando pacientemente todo el repertorio de cuevas, simas y formas de las que son capaces y que nos vamos a ir encontrando en este paseo. Una de esas cavidades talladas por la erosión, ubicada en alto y al comienzo de este pasillo natural, en uno de sus rincones más espectaculares, es la Cueva de las Palomas, que la devoción popular tiene convertida en una pequeña ermita en la que se venera a la Virgen del Manadero, objeto de una multitudinaria romería que tiene lugar cada verano el último domingo de julio. La vamos a encontrar, como digo, al comienzo de ese pasillo natural, en una de sus paredes y para llegar hasta ella vamos a tener que subir por una larga escalinata que asciende hasta la mitad de la ladera. Uno de los grandes atractivos de este paseo es poder adentrarnos por ese estrecho desfiladero pero, como bien intuyes, el paso del arroyo de los Calderones lo impide durante los meses más lluviosos del año. Se trata de una corriente de carácter estacional que, en época de lluvias o deshielos ocupa, desde aquí y hacia arriba, todo el espacio disponible entre pared y pared. Pero la buena noticia para los caminantes es que cuando llega el buen tiempo, el caudal merma hasta llegar a desaparecer por completo durante unos meses para continuar fluyendo bajo tierra. Y es entonces cuando el paso por Los Calderones queda abierto para el peatón. También para los pastores que guardaban su cabaña en la vega de Santas Martas, un kilómetro más arriba, pasado ya el desfiladero, y donde en otros tiempos dicen que existió todo un pueblo con abadía incluida. Un pueblo que desapareció por completo, según cuenta una leyenda, por comulgar todos los vecinos un domingo con un pan que había sido hecho, sin saberlo, con el agua en el que había estado una salamandra, un animal al que se atribuye en muchas leyendas, de manera infundada, una gran capacidad para envenenar el agua. Bueno, pues hasta ahí, precisamente, hasta esta vega de Santas Martas, es hasta donde podemos continuar nosotros este fácil paseo que desde Piedrasecha tiene algo más de 3 km, que se pueden hacer sin dificultad en alrededor de una hora. Para la provincia de Zamora propongo acercarnos hasta la localidad de Almaraz de Duero porque nos vamos a encontrar con la posibilidad de poder realizar, al menos, alguno de los tres paseos que encontramos señalizados en su entorno. Almaraz de Duero es una localidad situada 20 kilómetros al oeste de la capital zamorana formando parte de la comarca de Tierra del Pan. Y, como vamos a descubrir en esta visita, uno de sus rasgos paisajísticos más destacados viene dado por el paso de un río Duero que empieza, precisamente en este lugar, a dar forma a lo que tan solo unos pocos kilómetros más adelante serán los espectaculares cañones que forman las Arribes del Duero. De hecho, el primero de los paseos que propongo en Almaraz es el que lleva hasta uno de los lugares más singulares del municipio: la cascada de Las Pilas, una pequeña concatenación de pozas y cascadillas que saltan hasta las mismas orillas del Duero. Un bello rincón de estas Arribes incipientes que cuenta con el aliciente de un puñado de ruinas que pertenecieron a las antiguas explotaciones mineras que buscaron por aquí, a finales del siglo XIX y principios del XX, sacarle rentabilidad a la extracción de estaño. Igual que lo hicieron los romanos unos 2.000 años antes. Y la verdad es que es toda una sorpresa descubrir cómo, a medida que nos vamos acercando a las orillas del Duero, se produce un cambio radical en el paisaje. Tanto porque empezamos a ver ese incipiente abarrancamiento del discurrir del Duero como al descubrir en la misma orilla las ruinas descarnadas de lo que en su día fue una de las varias explotaciones de estaño que, mientras duraron, vinieron a dar vida a una zona extremadamente aislada y pobre. La aventura de la minería del estaño, de la que todavía se localizan restos en varios puntos de los alrededores de esta localidad, corrió a cargo aquí de compañías inglesas y alemanas hasta que la falta de rentabilidad consumó un abandono al que los propios vecinos de Almaraz quisieron resistirse, continuando la explotación de los yacimientos durante algunos años más por su cuenta. Precisamente, para alcanzar Las Pilas, que son una sucesión de cascadas que se remansan en verdes pozas de aguas cristalinas hay que pasar por entre los restos de una de estas minas y después curiosear los distintos saltos de agua y pozas que conforman este paraje. Desde Almaraz hasta aquí hay unos 5 km que podemos hacer andando o en bicicleta, aunque conviene advertir que como la señalización no es del todo clara en algunos puntos no está de más contar con la documentación en pdf que puede descargarse desde el reportaje publicado en el blog SIEMPREDEPASO.ES. Otro de los paseos que yo recomendaría estando en Almaraz de Duero es el que lleva hasta los restos de la ermita de San Pelayo, en un promontorio con una espectaculares vistas sobre el Duero y en un lugar en el que existió con anterioridad a la ermita un santuario rupestre prerromano del que pueden verse diversas marcas en las rocas cercanas al cuadrilátero de la ermita, así como la talla de una tumba antropomorfa.

    Senderos para la primavera en Castilla y León * Guía de viaje (7/5/2020)

    Play Episode Listen Later May 19, 2020 8:25


    Esta semana continuamos proponiendo paseos sencillos y atractivos por entornos naturales de Castilla y León para disfrutarlos en cuanto sea posible. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. Seguimos sugiriendo senderos hasta los que podemos acercarnos en cada de una de las provincias de Castilla y León para disfrutar, por ejemplo, de un día de paseos y naturaleza, por supuesto, respetando la normativa y las pautas que las autoridades nos vayan dictando en cada momento. Se me está ocurriendo que, si por ejemplo vivimos en la provincia de Valladolid, un buen lugar hasta el que podremos acercarnos para pasar el día es el monasterio de la Santa Espina, en pleno corazón de los Montes Torozos. Un hermoso rincón de la provincia en el que tuvo lugar un destacado acontecimiento histórico. El monasterio es conocido fundamentalmente por dos cosas. Por un lado, por atesorar la reliquia que le da nombre: una de las espinas de la corona de Cristo que, según la tradición, fue recogida por el emperador Carlomagno en Constantinopla. Pero, sin duda, el hecho histórico más relevante que tuvo lugar en él fue el abrazo que se dieron aquí, el 28 de septiembre de 1559, dos hermanos que hasta ese momento no se conocían. Y estoy hablando, nada menos, que del rey Felipe II y su hermanastro Juan de Austria. Como digo, hasta ese momento, don Juan de Austria, que era hijo ilegítimo de Carlos I, había sido criado y educado prácticamente en secreto por el mayordomo de Carlos I, don Luis de Quijada, y su mujer en la vecina localidad de Villargarcía de Campos, donde tenían su castillo-palacio. Hoy lo que sugiero es que nos acerquemos hasta el monasterio pero con del objetivo de realizar el paseo señalizado que discurre entre el monasterio y el cercano embalse de La Santa Espina o de Cavestany. Se trata de una apetecible opción para disfrutar de este singular oasis en el corazón de los Montes Torozos y que está señaliza como “Senda del Pantano”. El tramo que lleva hasta las orillas del embalse arranca señalizado con flechas naranjas en un lateral del monasterio mientras lo rodea por dentro, permitiendo ver algunas de las dependencias, huertas e invernaderos que forman la Escuela de Capacitación Agraria. La salida del recinto se realiza ascendiendo la Cuesta de la Nevera, nombre que recuerda el pozo de nieve que los monjes tenían aquí y en el que hacían acopio de este lujo tan difícil de conservar en un lugar tan alejado de las montañas. Entre el monasterio y el embalse median unos tres kilómetros que vamos a poder recorrer muy fácilmente en unos 30 minutos. Es un paseo que se podría hacer con niños. Otra recomendación sería no olvidarnos de los prismáticos porque este embalse es también refugio para un gran número de especies de aves y seguro que vamos a disfrutar mucho con su observación. En la provincia de Palencia podríamos escoger entre un montón de opciones, por ejemplo, cualquiera de los muchos senderos señalizados que encontramos en el entorno de la Montaña Palentina. En esta ocasión, y por citar uno en concreto, voy a sugerir que nos acerquemos hasta el Pinar de Velilla, una joya botánica que encontramos muy cerca de la localidad de Velilla del Río Carrión. Y digo que es una pequeña joya botánica porque se trata de uno de los dos únicos pinares, junto al Pinar de Lillo, de pino silvestre autóctono que en otro tiempo poblaron la Cordillera Cantábrica. Ambos están considerados como bosques de carácter relicto, es decir, que han llegado hasta nosotros como un resto de lo que en otras épocas de la formación de la Tierra era la cobertura forestal característica que se extendía por esta cordillera. En este caso, el inicio del recorrido, muy fácil de realizar y corto, hay que buscarlo junto a la colonia de vacaciones Ciudad del Brezo, a dos kilómetros de Velilla, en la carretera que lleva hacia Camporredondo. A las afueras de la colonia, en dirección a Valcobero, se encuentra situado el aparcamiento y el panel informativo desde el que arranca la visita. En la parte más alta del recorrido se localizan dos miradores, uno de ellos con un panel interpretativo del paisaje circundante. La Senda del Pinar de Velilla es una ruta señalizada, circular y con una longitud total de 3,5 km que pueden realizarse en una hora y que también podemos hacer con niños. Burgos es una de las provincias en las que encontramos un mayor número de paseos señalizados de todas las dificultades y para todos los gustos. Por citar alguno en concreto, propongo acercarse hasta el Parque Natural Hoces del Alto Ebro y el Rudrón, en la comarca de Las Merindades. Una de las muchas excursiones a pie que pueden realizarse en el fantástico entorno natural dibujado aquí por los cañones del Ebro es la que recorre el solitario desfiladero de Los Tornos. Se tiende este pasillo natural, de unos 4 kilómetros de longitud, entre las localidades de Tudanca y Cidad de Ebro, dos alicientes más para estimular a quien desee conjugar en una sola jornada vistas panorámicas inolvidables; observación de gran variedad de aves o, al menos, de los numerosos buitres que sobrevuelan los cañones; ejercicio físico y aire puro; y la visita a dos pequeños pueblecitos asentados en el corazón más espectacular de estos cañones. Además, cuenta también la sensación de transitar por los mismos caminos que desde siempre utilizaron los vecinos de estas dos poblaciones para llegarse de la una a la otra. No muy lejos de esta zona otro paseo muy fácil y lleno de atractivo es, por ejemplo, el tramo del sendero señalizado GR.99 que recorre toda la orilla del Ebro y que podríamos hacer entre las localidades de Escalada y Orbaneja del Castillo. Se trata de un tramo de 5 kilómetros, prácticamente llanos, que podemos hacer perfectamente también con niños y que nos va a llevar más o menos una hora de ida y otra de vuelta y que cuenta con el aliciente añadido de visitar dos hermosísimas localidades del norte de esta provincia y una de sus cascadas más espectaculares. Efectivamente, Orbaneja es famoso tanto por el espectacular enclave en el que se encuentra como por el estado de conservación de su arquitectura y, sobre todo, por el salto de agua que brota en medio de la localidad y da pie a una de las estampas más atractivas y conocidas de Las Merindades.

    Paseos en torno a Calatañazor (Soria) * Guía de viaje (24/4/2020)

    Play Episode Listen Later May 4, 2020 7:43


    Pasamos un día de paseos en torno a la localidad de Calatañazor (Soria). PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema he publicado en el blog: https://siempredepaso.es/visitar-el-sabinar-de-calatanazor-soria-un-bosque-de-la-prehistoria A la vista de cómo ha ido evolucionando el control de la enfermedad yo creo que podría ser bastante probable que una de las primeras libertades, entre comillas, que podamos recuperar con una cierta tranquilidad pudiera ser, precisamente, la de realizar paseos por entornos naturales o espacios al aire libre. Una actividad que cuenta con las ventajas de poder realizarse con un buen control de la distancia entre las personas que lo practiquen y que además de mejorar notablemente el tono físico nos va proporcionar un reconfortante chute de aire puro y fresco, una de las cosas que muchos echamos de menos después de tantos días encierro casero. No cabe duda de que, además, caminar es, precisamente, uno de los ejercicios más saludables y recomendables a cualquier edad. De hecho, esa imposibilidad de caminar de una manera asidua es una de las mayores carencias y que más repercusiones puede tener en la salud después de un periodo de encierro tan prolongado como este que estamos viviendo. Por esa razón, he pensado que una de las cosas que podemos empezar a realizar ya es ir preparando esa vuelta a la normalidad proponiendo algunos de esos maravillosos senderos que están ahí fuera esperándonos y que en muchas ocasiones tenemos bien cerquita de casa… Otra de las ventajas que tienen muchos de ellos es que nos van a propiciar una excusa perfecta para una pequeña escapada, incluso de ida y vuelta en el día, por ejemplo. Bueno, pues te puedes imaginar que hay un montón de posibilidades y de alguno de ellos ya hemos hablado aquí en alguna ocasión aunque quizá venga bien volver a recordarlos. Una propuesta concreta que yo ya tengo anotada para cuando sea posible, es acercarme hasta la localidad soriana de Calatañazor. Un pueblecito que destaca por el excelente estado de conservación de su arquitectura tradicional y que nos da pie para realizar una serie de paseos todos ellos muy sencillos y a la vez con mucho interés. El primero de ellos puede consistir en darnos un paseo por la propia localidad de Calatañazor, una de las villas medievales con mejor estampa de la provincia de Soria. El garbeo por sus calles nos va a parecer como un viaje en el tiempo que enseguida nos va a traer a la memoria esa famosa cita que dice que “En Calatañazor perdió Almanzor su tambor”. Y que, al parecer, tiene su origen en una batalla acaecida en el llamado Valle de la Sangre, que es el valle que se contempla precisamente desde las almenas del castillo de Calatañazor. Se cuenta que cuando el caudillo regresaba con sus ejércitos de disputar una batalla anterior fue sorprendido ahí en una emboscada y herido de muerte por una flecha enemiga. Así que en Calatañazor tendría lugar, precisamente, la última de sus batallas ya que tras una agónica retirada, Almanzor muere tres días más tarde, si bien la comitiva fúnebre trasladó después su cadáver hasta Medinaceli, importantísima plaza del momento, donde debió de ser enterrado en algún lugar hoy desconocido. Como digo, pisar el empedrado de sus calles es como discurrir por un escenario medieval en el que destacan las puertas de cuarterón adornadas con herrajes trabajados, las fachadas de piedra y adobes con encestados de ramas y revestimientos de barro, las típicas chimeneas cónicas hechas de teja propias de las comarcas pinariegas o los viejos soportales de la calle Real sujetos con pilastras de sabina. De hecho, un escenario tan de película que ya lo utilizó Orson Welles para rodar “Campanadas a media noche” en 19665. Después de este pequeño prólogo lo que podemos hacer es acercarnos andando hasta el cercano “Sabinar de Calatañazor”, una de las joyas del patrimonio natural de Castilla y León. El “Sabinar de Calatañazor” es un pequeño bosquete formado por ejemplares de esta especie arbórea pero que resulta excepcional por dos razones. La primera es el tamaño y la edad de muchos de sus ejemplares y la segunda es la densidad, completamente anormal para formaciones de esta especie, de ejemplares que encontramos en este sabinar. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una especie que se caracteriza, precisamente, por un crecimiento muy lento y una gran resistencia ante las adversidades ambientales. Así que aquí nos vamos a quedar de piedra al descubrir ejemplares a los que se echa entre 200 y 400 años de edad, con envergaduras de hasta 20 metros de altura y 8 de diámetro en el tronco. Y respecto a la segunda cuestión hay que señalar que el de Calatañazor está considerado como el sabinar de mayor densidad del mundo. Es, desde luego, un lugar hasta el que merece la pena acercarse. Pero, ¿cómo llegamos hasta él? Pues desde Calatañazor es tan fácil como realizar los tres primeros kilómetros del sendero señalizado como “PR-O-3. La Ruta de las Sabinas”. Es un tramo muy cortito y sencillo que discurre por caminos en paralelo a la carretera que se dirige hacia Muriel. Y una vez visitado el sabinar, mi tercera recomendación para aprovechar la jornada en esta zona sería acercarnos hasta la Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona y, después de visitarla, comenzar ahí el sendero que conduce hasta el ojo azul de la Fuentona de Muriel. Un paseo supersencillo, de apenas dos kilómetros, que incluso está acondicionado en una buena parte de su recorrido con una serie de pasarelas de madera y un camino de tierra compactada que permiten recorrerlo incluso en silla de ruedas o carritos de niño. Este camino nos va a llevar hasta un pequeño lago de color turquesa que es el nacimiento del río Abión pero que también es una de las surgencias kársticas más profundas de la Península Ibérica. De hecho, desde hace 25 años se ha convertido en un reto que los espeleobuceadores intentan batir una y otra vez utilizando para ello las técnicas más avanzadas. Aún así, y a pesar de que en el año 2002, un equipo de profesionales confirmó profundidades superiores a los 100 m, la exploración total de la cueva aún no se ha llevado a cabo.

    Diez viajes virtuales por Castilla y León * Guía de viaje (27/3/2020)

    Play Episode Listen Later Mar 30, 2020 7:59


    Hablamos de las posibilidades que ofrece Internet para plantarnos en casi cualquier rincón del planeta sin salir de casa. Y proponemos algunos lugares concretos de Castilla y León que se pueden visitar casi casi como si se estuviera allí. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema he publicado en el blog:https://siempredepaso.es/10-visitas-virtuales-para-viajar-por-castilla-y-leon-desde-casa Se trata simplemente de mantener el espíritu de este espacio, que abrimos cada 15 días con el propósito de descubrir a nuestros oyentes esos grandes y pequeños rincones que muchas veces, y a pesar de tenerlos bien cerca de nuestra casa, nos resultan totalmente desconocidos. Solo que, dadas las circunstancias tan especiales que estamos viviendo, hoy vamos a organizarnos un recorrido viajero por Castilla y León, pero sin salir de casa. Algo que es posible gracias a la implantación cada vez mayor de las nuevas tecnologías, por ejemplo en forma de unas visitas virtuales que muchos museos ofrecen ya desde sus páginas web. Yo creo que una de las cosas que podemos hacer estos días es dedicarnos a explorar, precisamente, esos otros mundos que se nos abren a golpe de click a través de Internet. Y, la verdad, es que para muchos seguro que va a ser toda una sorpresa comprobar cómo la tecnología pone a nuestro alcance, de una manera muy sencilla, acercarnos hasta rincones a los que, por las circunstancias que sean en uno u otro momento, no podemos hacerlo físicamente. La verdad es que hay un montón de recursos y un montón también de maneras de hacerlo. Una de ellas, tal vez la más conocida, puede ser ir directamente al buscador de Google Maps y localizar ahí la ciudad o el pueblo por el que queramos pasear, hacer zoom sobre él y acercarse tanto como para que se nos abra la vista de Street View, que es un recorrido con imagen fotográfica a ras de suelo con la que vamos a poder movernos por cualquier parte del mundo, por remota que nos pueda parecer, tal y como lo haríamos si pudiéramos hacerlo a pie o en coche. Pero quizás algo que mucha gente no sabe es que esto no solo nos sirve para recorrer desde casa cascos urbanos o carreteras de casi cualquier rincón del planeta, también vamos a poder desplazarnos a golpe de ratón para asomarnos al interior de algunos espacios naturales e incluso de algunas rutas de senderismo que es posible ir recorriendo de esta forma. Es evidente que nunca va a ser lo mismo hacer un recorrido de esta manera que realizarlo físicamente pero, desde luego, puede resultar muy útil para quienes por las razones que sean no tienen la posibilidad de acercarse hasta ellos. Pero cuéntanos, Javier, ¿Hay algún sendero por el que podamos caminar virtualmente, por ejemplo este fin de semana, en Castilla y León? En Castilla y León hay varios de estos senderos que ya han sido recorridos por voluntarios a los que Google dota de una pesada mochila en la que va instalado el equipo, que pesa cerca de 20 kg, y de la que asoma la cámara que va a ir grabando las fotografías en 360 º con las que luego se compone el trayecto. En concreto, ya están disponibles para ser recorridos de esta forma algunos de los Caminos de Arte en la Naturaleza, de los que ya hemos hablado aquí alguna vez, en la Sierra de Francia. Los Caminos de Arte en la Naturaleza son un conjunto de propuestas senderistas que discurren por entre algunos de los pueblos más hermosos de la Sierra de Francia y que, al mismo tiempo, funcionan como una espectacular exposición de arte al aire libre. Son cuatro recorridos senderistas de trazado circular, señalizados, de baja dificultad, tienen entre 7 y 10 kilómetros y están jalonados por obras de arte de diferentes autores salmantinos que el senderista va descubriendo instaladas en mitad de la naturaleza. Son desde luego, cuatro senderos súper recomendables para realizar en cualquier época del año, muy aptos para realizar en familia y es una de las propuestas que yo tendría apuntada y subrayada en mi agenda para realizar en cuanto todo esto haya pasado y podamos disfrutar de ese enorme placer que supone recorrer caminos y espacios naturales. Pero de momento, como decía antes, lo que podemos hacer desde casa es acercarnos virtualmente hasta alguno de ellos y disfrutarlo de una manera completamente diferente. Para quien sienta curiosidad, lo que le recomiendo es que busque en el blog SIEMPREDEPASO.ES el reportaje que acabo de publicar sobre algunas de las visitas virtuales que es posible realizar en Castilla y León. Entre ellas vamos a encontrar el enlace que nos lleva directamente al recorrido senderista del Camino de las Raíces, uno de los cuatro Caminos de Arte en la Naturaleza de los que hemos hablado. Este, en concreto, arranca en la localidad de La Alberca y nos va a acercar hasta el maravilloso paraje de la laguna y ermita de San Marcos. Como digo, un paseo para lanzarse físicamente a realizarlo en cuanto sea posible pero que ahora, si nos apetece, podemos hacer a golpe de ratón. Pero ¿qué otras visitas virtuales podemos también en estos días? Pues sin salir de Castilla y León, la página oficial de Turismo de la Junta de Castilla y León, TURISMOCASTILLAYLEON.COM nos ofrece un montón de posibilidades para viajar desde el sillón de nuestra casa. Por ejemplo, entre ellas encontramos nada menos que la Catedral de Burgos, un monumento Patrimonio de la Humanidad que de esta forma tan sorprendente vamos a ir recorriendo palmo a palmo y, en muchos casos, con un nivel de información y de detalle incluso mayor que si lo hiciéramos físicamente. Otras posibilidades que nos ofrece esa página es, por ejemplo, darnos un garbeo nada menos que por los Yacimientos de Atapuerca y el Museo de la Evolución Humana, visitar espacios naturales como el Lago de Sanabria o Las Médulas o realizar un viaje deteniéndonos en lugares destacados de la Ribera del Duero o de la Montaña Palentina, por citar solo algunos de los lugares que se ofrecen. Si somos de los que nos gusta perdernos en el interior de un museo para curiosearle sin prisa también tenemos un montón de opciones dado que cada vez son más los museos que ofrecen desde sus páginas webs la opción de visitarlos gratuitamente y sin moverse de casa. Entre ellos, y en Castilla y León, tenemos, entre otros muchos, nada menos que el Museo Nacional de Escultura, cuya visita virtual nos permite adentrarnos y disfrutar con una calidad asombrosa de toda su colección permanente. Otro museo al que merece mucho la pena asomarse para recorrerlo con todo el detalle que nos apetezca es el Museo Etnográfico de Castilla y León. Igual de sorprendente y apetecible nos va a resultar la visita virtual que se puede hacer por el interior de la iglesia colegiata de San Luis, en Villagarcía de Campos, en la provincia de Valladolid. O, si lo que nos apetece es un paseo entre árboles y pavos reales, pues podemos pinchar en el enlace que nos permite ir recorriendo click a click todos y cada uno de los rincones del Campo Grande de Valladolid, por citarte solo unas pocas de las opciones disponibles. Ya saben que van encontrar los enlaces directos que nos van a llevar a todos estos lugares de los que hemos estado hablando hoy, en el último de los reportajes publicados en el blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES. Así que disfrútenlos.

    Paisajes de Félix Rodríguez de la Fuente en Castilla y León * Guía de viaje (13/3/2020)

    Play Episode Listen Later Mar 13, 2020 7:45


    Hacemos un repaso de algunos de los paisajes relacionados con la vida y obra de Félix Rodríguez de la Fuente en Castilla y León. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema he publicado en el blog: https://siempredepaso.es/los-paisajes-de-felix-rodriguez-de-la-fuente-en-castilla-y-leon Este sábado, 14 de marzo, se van a cumplir 40 años desde el fallecimiento del queridísimo y añorado naturalista y divulgador burgalés Félix Rodríguez de la Fuente. Una de las figuras más populares de la España de los setenta y una de las más queridas. También el generador de una conciencia ecológica que en aquellos años, sencillamente no existía. Un personaje que fue clave en el despertar de la conciencia medio ambiental en España precisamente en unos momentos en los que nadie, o muy pocos, pensaban que las cuestiones que tenían que ver con el medio ambiente afectaban directamente a nuestra calidad de vida. De hecho, su gran mensaje fue que si perdemos especies animales o vegetales, perdemos riqueza y, sobre todo, esperanza de vida. Este mensaje, síntesis, de sus miles de horas dedicadas a la divulgación científica, es el que subyace en cada una de las conferencias que dio a lo largo de su vida, de los programas de televisión, de sus entrevistas, de sus obras escritas, de sus programas de radio... Félix Rodríguez de la Fuente se empecinó en hacernos comprender que ser conscientes de tanta belleza como encierra la naturaleza, de tanto misterio y tanta maravilla solo debería de movernos a una cosa: la consciencia de nuestra propia pequeñez, la precariedad a la que llevamos nuestra propia existencia cada vez que decidimos, consciente o inconscientemente, adueñarnos del entorno natural para destruirlo o moldearlo a nuestro entero gusto sin tener en cuenta para nada que ni es nuestro ni nos pertenece por entero. Que el hombre es tan parte de ese entorno como el lobo, la ardilla o el buitre y que estamos obligados, por tanto, a compartirlo con cada una de las especies que lo pueblan. Un mensaje que sigue estando plenamente vigente y de absoluta actualidad, desde luego. Félix Rodríguez de la Fuente fue un divulgador de talla monumental, no solo por el mensaje que supo transmitir, sino también por una grandísima obra que incluye innumerables programas de radio, reportajes, enciclopedias y, sobre todo, programas de televisión de los cuales el más recordado es, sin duda, su serie estrella, "El Hombre y la Tierra”. Un programa con el que viajó por toda la Península para grabar secuencias de fauna silvestre que nunca antes se habían visto en la televisión. Muchas de aquellas secuencias fueron rodadas en parajes de Castilla y León que en aquel entonces carecían por completo de la más mínima protección. En algunos casos fue el mismo naturalista quien inicio el camino que terminaría por convertirlos en espacios naturales protegidos. También fue el primero en levantar la voz para salvaguardar muchas especies que hasta aquel momento eran vistas como alimañas perniciosas para la caza y el campo: el lobo es, desde luego, el ejemplo más evidente. Así que una bonita forma de recordar su figura podría ser precisamente esa: idear un viaje en el que nos acercáramos hasta algunos de lugares en los se llevaron a cabo aquellos rodajes o tuvieron un papel fundamental en su vida. ¿Por cuál empezamos? Por uno de los más emblemáticos: el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza y, más exactamente, del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega de la Serrezuela, en la provincia de Segovia. Un espacio que surgió, precisamente, casi casi como un empeño personal. Tras realizar allí diversos documentales y viendo las magníficas condiciones que podía reunir como santuario de la fauna silvestre, fue en 1974 cuando el propio Félix Rodríguez de la Fuente, en calidad de vicepresidente de la organización conservacionista WWF, rubricó un convenio con el Ayuntamiento de Montejo de la Vega con el objetivo de crear, en el interior de las espectaculares hoces que dibuja el río Riaza, un espacio en el que las rapaces, muchas de ellas a punto de extinguirse en aquel momento, pudieran sacar adelante sus crías sin ser molestadas. Aquella experiencia pionera del conservacionismo ecologista español ocupa en la actualidad una extensión de 2.100 hectáreas situadas a lo largo de 12 espectaculares kilómetros del río Riaza en su tramo medio, entre la localidad de Montejo de la Vega y el embalse de Linares, que, además, pueden recorrerse a pie por senderos señalizados. Gracias a aquella iniciativa, las cárcavas del río Riaza en este tramo se han convertido en el mayor santuario de las rapaces ibéricas y especialmente del buitre leonado, que tiene en estas hoces una de las colonias más importantes de la península Ibérica, con alrededor de 1.000 ejemplares censados. Un aspecto importante a la hora de acercarnos a visitarlo y dada la importancia ecológica que tiene y su delicado equilibrio, sería la de conocer las restricciones que existen, según la época del año en la que vayamos, para no interferir en los periodos de reproducción de las parejas de buitres. Y para eso, nada mejor que ponerse en contacto con la Casa del Parque Natural. Pero quizá el rincón de Castilla y León donde vamos a poder acercarnos más a su figura y su mensaje es la localidad burgalesa de Poza de la Sal, el lugar donde nació 14 de marzo de 1928 y donde pasó toda su infancia. Entre el Salero, que comenzó a ser explotado en época romana, y el páramo de Masa transcurrió la infancia de aquel chaval fascinado por el paso estacional de las aves viajeras. Las huellas de Félix Rodríguez de la Fuente por entre las calles del pueblo y los caminos del Salero pueden seguirse hoy bien fácilmente en la ruta señalizada que lleva su nombre, y que discurre por algunos lugares en los que se fue fraguando la fascinación de Félix por los animales y la naturaleza. También podemos acercarnos hasta el Aula de Interpretación dedicada a su memoria y en esos paseos por la localidad nos vamos a encontrar con alguna de las estatuas dedicadas a recordarle, una de ellas, muy cerca de los lavaderos, en la que aparece en compañía de sus queridos lobos. Y, en cualquier caso, Poza de la Sal reúne alicientes suficientes para acercarnos a visitarla en cualquier momento del año. Para finalizar, y dado que estamos dibujando este viaje imaginario tras la figura de Félix, añadiría otro espacio emblemático de nuestra naturaleza en el que el naturalista encontró localizaciones para contar la vida secreta del mundo animal español, que es el Valle de Iruelas. Hoy este esquinazo del sureste abulense es una Reserva Natural de altísimo valor ecológico, especialmente porque en él prospera una de las mayores colonias de buitre negro de la península, especie prácticamente extinguida en el resto de Europa. Si nos acercamos con niños, es especialmente recomendable realizar con ellos la llamada Senda Botánica. Muy cerca del Valle de Iruelas se localiza también el emblemático castañar de El Tiemblo, con ejemplares mastodónticos, en cuya pista de acceso se ubica una pequeña estatua que el Ateneo de El Tiemblo dedicó a Félix Rodríguez de la Fuente y su equipo de rodaje.

    Por el río Curueño II * Guía de viaje 28/2/2020)

    Play Episode Listen Later Mar 1, 2020 7:50


    Segunda parte del viaje que realizamos a las hoces del río Curueño, en la Montaña Central Leonesa, describiendo dónde parar y qué ver. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema publicamos en el blog: https://siempredepaso.es/?s=curue%C3%B1o Como lo prometido es deuda, y como hace quince días prometí que volveríamos al río Curueño para recorrerlo con un poco de más calma, había pensado que hoy podíamos comenzar precisamente describiendo a nuestros oyentes los muchos rincones en los que podemos ir deteniéndonos en un viaje tranquilo por las orillas de este río. De hecho, en nuestro anterior PISTAS ya dijimos que se trata de un río no solo rico en historias y leyendas, algunas de las cuales ya comentamos hace quince días, sino también en pequeños pueblecitos y rincones para curiosear. Arrancamos ya este viaje recordando que el Curueño es junto al Torío y al Porma, uno de los ríos vertebradores del tramo central de la Montaña Leonesa, con la particularidad de que este, que viene a tener un recorrido de unos 50 kilómetros desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Porma, traza un espectacular desfiladero que es conocido como las Hoces del Curueño. De hecho, casi la mitad de su recorrido discurre por el interior de estas espectaculares hoces... Estamos una zona en el que predomina la roca caliza y eso hizo que el Curueño pudiera lucirse a su antojo modelándola lo suficiente como para abrirse un pasillo natural que es especialmente apretado y hermoso entre las localidades de Valdeteja y Montuerto. Son las mismas hoces por las que los romanos consiguieron colar, con permiso del Curueño, por supuesto, una de sus calzadas de comunicación entre la meseta y el norte asturiano, aprovechando el paso que les brindaba el puerto de Vegarada. Aquella Calzada de Vegarada sirvió también como sendero de peregrinos, camino de pastores trashumantes, ruta de arrieros, caballeros y soldados. Así que el tiempo y la necesidad de saltar de una orilla a otra fue componiendo también una particular colección de puentes que ya quisiera para sí el juego de la oca. Precisamente, uno de los grandes atractivos de este viaje es ir descubriendo los restos de aquella calzada romana y el reguero de puentes medievales que aún perviven. Aunque hubo muchos más, aún hoy es posible viajar aguas arriba del Curueño, de puente en puente, completando un recorrido de ocho pasos, de ocho de estos puentes, lleno de melancolías y delicados equilibrios. Y, desde luego, es uno de los grandes atractivos del viaje. Aunque el Curueño finaliza su viaje bastante más al sur, nosotros vamos a iniciar este viaje a contracorriente en La Vecilla del Curueño, considerada la capital del Curueño y ubicada en un auténtico cruce de caminos. El pasado hidalgo de La Vecilla lo vamos a reconocer en los escudos que lucen algunas de las casas. Pero el edificio antiguo más notable es, junto a la iglesia, el Torreón Medieval, levantado en el siglo XII, reconstruido en el siglo XVI y utilizado hasta tiempos recientes como sombría cárcel. Uno de los aspectos por los que es conocida la localidades de La Vecilla es por la cría de gallos para la elaboración de anzuelos o moscas para la pesca.La Vecilla, Campohermoso, La Cándana y Sopeña de Curueño son famosas entre los aficionados a la pesca precisamente por la cría de gallos de raza pardo e indio con el fin de aprovechar su pluma para la elaboración de artesanales anzuelos con los que pescar la trucha. Una tradición, mimada en la actualidad, muy valorada, que está atestiguada desde 1624 por el llamado Manuscrito de Astorga. Desde La Vecilla el viaje sigue la LE-321 hacia Valdepiélago. A partir de esta población el desfiladero del Curueño se va a ir estrechando paulatinamente. Aunque el trazado completo de la calzada romana, que salta a Asturias por el puerto de Vegarada, arranca también mucho más al sur, en Puente Villarente, es en Valdepiélago donde presenta algunos de sus tramos más evidentes. Uno de ellos comienza, convertido en camino de tierra, nada más pasar el puente medieval en Valdepiélago. Y una de las propuestas de turismo activo que podemos poner en práctica en nuestro viaje por el Curueño es, precisamente, el recorrido a pie de un tramo de esta calzada romana, que aquí discurre por la orilla opuesta a la de la carretera y que, si nos apetece, podemos seguir, al menos, hasta la localidad de Nocedo de Curueño. Van a ser unos tres kilómetros de ida y otros tantos de vuelta pero que nos va a permitir disfrutar de este desfiladero de una manera mucho más íntima y, sobre todo, admirando con tranquilidad los restos, algunos de ellos muy bien conservados, de una calzada romana que destaca por las dificultades orográficas que tuvo que superar a lo largo de su trazado. Volviendo a la carretera y un poco antes de alcanzar Nocedo se nos presenta un nuevo alto en el camino. Esta vez, vamos a dejar el coche en un pequeño ensanchamiento que presenta la carretera en ese punto para acercarnos a descubrir a pie otro de los secretos que guarda este río: aquí nos vamos a encontrar la Cascada de Nocedo. Casi a punto de unirse al Curueño, el río de Valdorria se despeña, ruidosa y espectacularmente por un pliegue de la roca. El salto de agua se sitúa a unos 200 metros a la izquierda de la carretera y se accede a él a través de una serie de pasarelas que llevan directas hasta la cascada. Un poco más adelante, en Nocedo, lo que encontramos es la serpenteante carretera que sube hasta las soleadas alturas en las que se esconde Valdorria, una localidad famosa por ser el lugar en el que se ubica la ermita de San Froilán, patrón de la diócesis de León. De hecho, la visita a la ermita es otra de las paradas imprescindibles de este viaje. Valdorria, se ubica en un paraje excepcional en la parte alta del desfiladero. Y, desde luego, una de las cosas que hay que hacer aquí es recorrer el sendero que lleva desde la localidad hasta el arriscado paraje, entre peñas y precipicios en el que se ubica la ermita, y hasta la que aúpan 365 escalones que dicen fueron tallados por el santo directamente en la roca. Lo que sí que llega hasta esta ermita cada día uno de mayo es una de las más multitudinarias romerías que tienen lugar en la Montaña Leonesa. De vuelta a Nocedo, y prosiguiendo este viaje hacia las fuentes del Curueño, encajadas ya pleno desfiladero van a aparecer enseguida las fantasmagóricas ruinas del viejo balneario de Caldas de Nocedo, un afamado establecimiento termal que tuvo su época dorada durante los años veinte del siglo pasado y que tras ser ocupado por las tropas republicanas durante la Guerra Civil y arrasado posteriormente, volvió a ponerse en pie para vivir una larga decadencia hasta su abandono en la década de los ochenta. A partir de este punto, y durante casi 8 kilómetros, la carretera, el Curueño y la calzada comparten como pueden el poco espacio que les dejan las paredes de las llamadas Hoces de Valdeteja hasta que a 2 kilómetros del balneario encontramos el llamado puente de Los Verdugos, que es el primero de los ocho puentes medievales que todavía vamos a ir encontrándonos hasta alcanzar el último de ellos un poco antes de coronar el puerto de Vegarada, donde finaliza la carretera para pasar a convertirse en pista de tierra, y donde finalizaría también este viaje del que, aunque no lo parezca, solo hemos hecho hoy un breve apunte de lo que nos puede deparar.

    Por el río Curueño * Guía de viaje (14/2/2020)

    Play Episode Listen Later Feb 14, 2020 7:35


    Hoy nos adentramos en la hoces del río Curueño, en la Montaña Central Leonesa, acompañados por las leyendas y referencias literarias que tienen que ver él. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema publicamos en el blog: https://siempredepaso.es/?s=curue%C3%B1o La propuesta de esta semana tiene que ver tanto con el cine como con la literatura: hoy propongo una escapada a una bellísima zona de la Montaña Central Leonesa siguiendo derroteros que son tanto físicos como literarios. En concreto lo que sugiero para este fin de semana, por ejemplo, es un recorrido siguiendo las orillas del río Curueño. Una bellísima zona de la Montaña Leonesa hasta la que, desde luego, merece la pena acercarse en cualquier época del año. Pero, ¿por qué está tan relacionada con la literatura? Pues, verás. De entrada, hay una vieja leyenda que cuenta cómo se formaron los dos ríos que atraviesan esa zona de la Montaña Leonesa, el río Porma y el río Curueño. Y dice que en tiempos de la dominación romana Curienno, que era un bravo guerrero de las montañas leonesas, estaba enamorado de Polma, una bella nativa que habitaba también estas montañas. Pero sucedió que la belleza de la joven prendó en el corazón del cónsul romano Camoseco, que había sido encargado de pacificar la región. Sin nada que se lo impidiese raptó a la joven Polma y la encerró en su campamento con la intención de convertirla en su esposa. Curienno, al enterarse, no dudo en bajar desde su aldea hasta el campamento que los romanos habían levantado en las orillas del río Bernesga. Sin ser visto, se apostó en los alrededores espiando cuanto acontecía en el interior y espero a que se produjera una oportunidad para llevar a cabo el rescate. Y ésta se produjo al llegar la noche, en medio del bullicio y el revuelo provocado por los esponsales del cónsul romano. El caso es que cuando estuvo seguro de que el vino y el cansancio habían hecho su efecto sobre los guardianes del campamento, entró en él y se llevó a Polma sobre su caballo camino de las montañas. Una vez descubierto el rescate, comenzó entonces una rápida persecución, hasta que los romanos dieron alcance a los fugitivos en el Pinar de Lillo. El bravo Curienno, acorralado, prefirió sacrificar a su amada antes que entregarla de nuevo al cónsul, dándola muerte con su propia espada. Ante el desconcierto de sus perseguidores continuó su huida hacia el Puerto de Vegarada, donde fue finalmente alcanzado por las flechas de los romanos. Y de la sangre de los infortunados amantes brotaron dos fuentes, una donde murió Polma y la otra donde cayó Curienno. Y de aquellas aguas nacieron los ríos Porma y Curueño que se buscan como pueden a través de estas montañas hasta que llegan a encontrarse de nuevo en la localidad de Ambasaguas. No todos los ríos tienen la suerte de contar con una leyenda tan hermosa como esta sobre su formación. Pero tampoco es la única que tiene que ver con el Curueño. La verdad es que el Curueño es un río afortunado, tan rico en truchas y hoces vertiginosas como en pasajes legendarios y literarios. Y aquí va la segunda... Hasta ahora, una de las leyendas más famosas con escenario entre aquellas hoces es la que cuenta la historia de la dama de Arintero, un pueblecito del Curueño que encontramos situado en lo más alto del valle. Esta historia aconteció a finales del siglo XV cuando andaban a mandobles los partidarios de Juana la Beltraneja y los de los Reyes Católicos por aquello de la sucesión al trono. Sucedió entonces que en ese pueblo tan a tras mano ayer como hoy habitaba un noble anciano cuyo deseo ferviente era pelear por la causa de los Reyes. Ante la imposibilidad física de poder hacerlo, achacado por los males de la edad, una de sus hijas, Juana, tomó la decisión de acudir a la batalla pero disfrazada de soldado. Y fue tanta su valentía y tan destacado su papel en la pelea que su fama, amparada bajo el nombre del caballero Oliveros, comenzó a extenderse del uno al otro confín hasta que en una de las batallas una mala estocada rompe su jubón dejando uno de sus pechos al aire. Descubierta la farsa, se ve obligada a acudir al rey para dar explicaciones. Pero éste, lejos de castigarla por el engaño y conmovido por su coraje, la recompensa a ella y a su pueblo con elevados privilegios. Un premio que no llegará a disfrutar en vida pues, según la leyenda, muere a manos de unos salteadores que la esperaban en el camino de vuelta a casa. Triste final para una historia que ha pasado al folclore incluso en forma de un conocido romance. Una última referencia literaria mucho más actual y que también tiene que ver con el cine señala que hasta estas misas hoces se ha venido a empadronar otro personaje de armas tomar y perfil literario. Nada menos que el Capitán Diego Alatriste y Tenorio, héroe de los Tercios de Flandes y mercenario a sueldo de quien quiera alquilar su espada. O sea, el mismísimo capitán Alatriste de la serie de historias escrita por Arturo Pérez Reverte. Cuenta el actor neoyorquino Viggo Mortensen, encargado de encarnarle en la película que lleva su nombre, que para él uno de los datos clave para poder trabajar la historia de su personaje era localizar el origen de sus raíces y su lugar de su nacimiento. Y dado que el escritor no lo menciona con exactitud en sus libros, el actor se embarcó en una serie de viajes por la geografía de Castilla y León hasta que decidió que si tuviera que señalar un lugar de nacimiento para este soldado español del siglo XVII, bien pudiera ser alguna de las poblaciones que flanquean el discurrir del Curueño, especialmente de la localidad de Valdeteja, en la que recaló el actor por primera vez en una tarde de tormentosa nevada invernal. Y dice el actor que se convenció en seguida de ello, tras fijarse en la forma de ser, de hablar y de pensar de unas gentes que ahora reconocen a este actor como a uno de sus visitantes más queridos. De hecho, Viggo Mortensen acude con cierta frecuencia a esta zona de la montaña leonesa. Y es que, precisamente gracias al trabajo que tuvo que hacer para preparar el personaje de Alatriste y que, como digo, le llevó a recorrer en varias ocasiones toda esa zona de la montaña, ha establecido una relación muy estrecha con la gente de esos pueblos y, muy en especial, con los vecinos de Valdeteja, a donde no es nada raro que haga una escapada cuando se encuentra en España. De hecho, una parada imprescindible para quien se embarque en este viaje por el Curueño literario es el Bar Anabel, de Valdeteja, uno de los sitios donde acostumbra a parar el actor cuando viene aquí y en el que se ven un montón de fotografías en las que aparece en compañía de los vecinos. ¿Cómo podemos organizar este viaje? La verdad es que se nos ha ido el tiempo hablando más de literatura que del viaje en sí, así que, si te parece, otro día hablaremos con más detalle de algunos de los rincones que podemos encontrar en este viaje. De momento, y por si alguno se anima a recorrerlo ya, podemos decir que es tan sencillo como arrancarlo en La Vecilla y enfilar, por la LE-321, hacia Valdepiélago. Después de esta población el Curueño va estrechando su pasillo, al tiempo que deja ver una de sus más valiosas joyas patrimoniales, la calzada romana trazada por éstos para salvar el puerto de Vegarada y comunicar León y Asturias.

    El humedal de La Nava * Guía de viaje (31/01/2020)

    Play Episode Listen Later Feb 3, 2020 7:21


    Hoy hablamos de la celebración del Día de los Humedales y, para conmemorarlo, nos damos una vuelta por el de La Nava, en al provincia de Palencia. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema publicamos en el blog: https://siempredepaso.es/cinco-rincones-en-los-que-disfrutar-con-el-vuelo-de-los-pajaros-en-palencia Mientras preparaba el programa de hoy me he dado cuenta de que este próximo domingo es ya 2 de febrero. Y eso me ha recordado que esa es la fecha en la que cada año se celebra el Día Mundial de los Humedales. Una fecha que conmemora la firma del Convenio sobre los Humedales que tuvo lugar el 2 de febrero de 1971 y que fue el primer tratado internacional en el que se abordó la conservación y gestión racional de los humedales. También es una fecha que se utiliza para llamar la atención sobre la importancia que estos ecosistemas tienen en nuestro entorno y el valor medioambiental que atesoran. Y aunque aquí ya hemos hablado alguna vez de esta celebración, tal vez no estaría de más empezar por recordar qué es exáctemente un humedal... Con esta palabra vienen a designarse zonas de tierra, generalmente planas o ligeramente onduladas, cuya superficie se inunda de manera permanente o de forma estacional. Y son, precisamente, estas inundaciones, permanentes o no, las que acabadan dando lugar a un ecosistema que va a quedarse a medio camino entre el típicamente terrestre y el puramente acuático. Es decir, que cuando hablamos de humedales estamos hablando de un extenso catálogo de espacios que, dependiendo de sus dimensiones o características singulares van a ser lo que llamamos ciénagas, turberas, lagunas, canales o estanques, por citar solo unos pocos. En cualquier caso, el carácter distintivo de todos ellos es que se trata de espacios que presentan muy poca profundidad. Y es, precisamente, esta característica lo que hace que prospere un tipo de vegetación específica, adaptada a estas condiciones de humedad, y, gracias a ella que aparezca también un tipo de fauna muy concreta, que encuentra en estos lugares un espacio en el que alimentarse y prosperar. Me refiero especialmente a grandes familias de aves, por ejemplo, y también a una gran variedad de reptiles. En cualquier caso, de espacios con una enorme importancia ecológica. De hecho, la instauración de este Día de los Humedales no deja de ser otra cosa que un recordatorio para que, precisamente, se tenga en cuenta el enorme papel que juegan en el ecosistema. También, a lo largo de la historia, en multitud de ocasiones se ha visto a los humedales más como estorbos en el paisaje, como focos de enfermedades o como terrenos baldíos que había desecar. Y, precisamente, para conmemorar este día, hoy hablamos de uno de esos humedales que durante siglos fueron tenidos como un enorme estorbo que había que eliminar a toda costa pero que hoy está considerado como uno de los más relevantes de la Península Ibérica: el humedal de La Nava, en la provincia de Palencia. Un humedal cuya historia de desecación se remonta nada menos que a tiempos de los Reyes Católicos y que durante siglos no fue considerado otra cosa que un enorme enemigo a batir en aras a conseguir más y más tierras para cultivar, además de ver en ellas un molesto foco de enfermedades. Entre esas enfermedades estuvo durante mucho tiempo la malaria, que se encargaban de transmitir los mosquitos, y cuya proliferación en estos entornos se achacaba a las especiales condiciones de humedad y vegetación. El caso es que, como digo, los intentos de desecar esta enorme extensión de agua, que en tiempo de lluvias llegaba a abarcar casi 5.000 hectáreas y que de tanto como ocupaba el horizonte era conocida como "El mar de Campos", se sucedieron durante siglos hasta que, por fin, se secó intencionadamente en el año 1968. El problema es que después de tanto empeño y empeño por quitarse de encima aquella extensión de agua que la mayoría de los vecinos veían como un inmenso estorbo que no servía para nada, se acabó descubriendo que los humedales como mejor están es así: húmedos. Y eso porque la naturaleza es como es y aunque se habían vaciado de agua, se demostró enseguida que los suelos arcillosos que estaban en la base de todo, además de tender a inundarse a nada que cayeran cuatro gotas, no eran nada buenos para cultivar. Y es así cómo después de poner tanto empeño por vaciarlas comenzó a tomarse conciencia de que era mucho mejor tratar de recuperarlas de nuevo. Y eso sucedió, también con mucho esfuerzo y empeño por parte de la Fundación Global Nature y de diversas administraciones, en el año 1990. Es entonces cuando se traza un plan para que, mediante una serie de canales, el agua, sobre todo procedente del Canal de Castilla, volviera a inundar de nuevo al menos una pequeña parte de lo que ocupó en su momento. En la actualidad, unas 400 hectáreas, que presentan una profundidad media de unos 35 cm, y que ha sido suficiente para recuperar una buena parte de la pujanza faunística que tuvo en otros tiempos. Hoy en día está considerada como una destacadísima laguna de carácter estepario, de vital importancia para una serie de aves y un importante lugar de parada para muchas especies que la utilizan en sus tránsitos hacia el norte de Europa en primavera y hacia África en otoño. Hay que mencionar que en este espacio se han catalogado más de 200 especies de aves diferentes, llegando a haber más de 20.000 ejemplares, en especial diferentes especies de patos y gansos que brindan un precioso espectáculo cuando sobrevuelan la laguna, en sus desplazamientos diarios. De hecho, todo ese entorno natural se encuentra catalogado como Espacio Natural por la Junta de Castilla y León. Y como digo, este mismo fin de semana van a estar celebrando ese trigesimo aniversario de su recuperación. Entre otras cosas, se va a presentar como una estupenda oportunidad para acercarnos a conocer este entorno natural que en estos momentos se encuentra en uno de los mejores del año para disfrutar con la observación de aves. Por un lado, y durante todo el fin de semana, la Casa del Espacio Natural, que está ubicada en un caserón solariego de la vecina localidad de Fuentes de Nava, va a celebrar dos jornadas de puertas abiertas en las que también se van a realizar visitas guiadas, lo cual va a ser una forma estupenda de conocer en profundidad la historia de este humedal y muchos de los secretos que alberga y, por otro lado, también vamos a encontrar a dos guías ornitológicos que van a estar ubicados en los observatorios de Colada de Carrepalencia y Corralillos, que nos van a ayudar muchísimo a disfrutar con la observación y la identificación de especies, incluso facilitando material óptico y guías a quien no tenga. Además, en esta época es una zona de gran importancia para especies como el ánsar común, con concentraciones máximas de hasta 10.000 individuos.

    El centenario de Delibes y la Ruta del Hereje * Guía de viaje (17/01/2020)

    Play Episode Listen Later Jan 17, 2020 7:17


    Empezamos el año recordando el centenario del nacimiento de Miguel Delibes. Y para celebrarlo hablamos de cómo realizar la Ruta del Hereje en Valladolid. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema publicamos en el blog: https://siempredepaso.es/como-hacer-la-ruta-del-hereje-en-valladolid Pensando en que estamos casi estrenando este 2020, y que tenemos por delante un año que va a estar marcado en buena medida por conmemoraciones que tienen que ver con la literatura y algunos escritores, he pensado que la primera propuesta viajera de este año podíamos dedicársela a uno de nuestros escritores más queridos y relacionados con Castilla y León: Miguel Delibes. Una fenomenal manera de comenzar a conmemorar desde ya mismo el centenario del nacimiento de uno de los escritores que más viajaron por Castilla y mejor escribió de ella. Miguel Delibes viajó tanto por Castilla y escribió tanto de ella que, en el fondo, resulta sumamente fácil coger cualquiera de sus muchos libros viajeros y tratar de seguirle los pasos. De hecho, en algún otro programa a lo largo del año seguro que hablaremos de las 6 Rutas de Delibes que podemos recorrer por la provincia de Valladolid, casi todas ellas basadas en las escapadas dominicales que realizaba para practicar una de sus grandes aficiones, la caza. Otra forma de acercarnos a su figura y sus recuerdos, de la que también hablaremos en otro momento, podría ser la de visitar la localidad burgalesa de Sedano, en la que pasaba buena parte de su tiempo libre dedicado a escribir. Pero hoy, en concreto, lo que voy a proponer es comenzar a festejar este centenario tomando de la mano uno de sus libros más celebrados, la novela El Hereje, considerado por muchos como una de las obras más destacadas de la literatura en castellano del siglo XX, y realizar con él un paseo fascinante que nos va a llevar, nada menos, que al Valladolid del siglo XVI e n uno de los momentos de mayor pujanza en la historia de la ciudad. Uno de los grandes placeres que depara la lectura de esta novela, con la que el escritor ganó el Premio Nacional de Narrativa es, precisamente, disfrutar con la excelente recreación del ambiente que se vivía en la ciudad a mediados del XVI, con la Corte instalada en ella y que, en lo religioso, aparecía marcado por el trabajo que desarrollaba la Inquisición para tratar de frenar a una herejía protestante, que en aquellos momentos estaba en plena expansión. La novela, publicada por Miguel Delibes en 1998, muestra la vida en el Valladolid de 1517 a través de la figura de Cipriano Salcedo, con el cisma de la iglesia provocado por Lutero como trasfondo, al tiempo que nos describe los acontecimientos previos a los dos autos de fe que tuvieron lugar en la plaza Mayor en mayo y octubre de 1559 y que supusieron el trágico final del protagonista. Unos hechos y un ambiente que Miguel Delibes se preocupó por reflejar con muchísima fidelidad. Precisamente por eso, tomar como referencia las páginas de la novela para pasear por el Valladolid del siglo XVI nos va a llevar a conocer rincones, palacios y edificios que todavía existen y que fueron el escenario histórico de los acontecimientos que relata Delibes en El Hereje. ¿Cómo podemos realizar este paseo por el Valladolid del siglo XVI y qué cosas vamos a descubrir? Hay varias formas de seguir los pasos de Cipriano Salcedo por la ciudad. Una de ellas es acercándonos a la Oficina de Turismo, que está ubicada en la Acera de Recoletos, muy cerca de la plaza de Zorrilla, y apuntándonos a las visitas guiadas que se realizan cada sábado a las 6 de la tarde y que parten de la iglesia de San Pablo. En el caso de que no podamos asistir a la visita guiada, siempre podremos hacer el recorrido por nuestra cuenta ayudados por alguno de los folletos que tiene editados el Ayuntamiento o, también, consultando el blog SIEMPREDEPASO.ES, donde vamos a encontrar detallados los principales hitos de este recorrido histórico por Valladolid. En cualquiera de los casos, como digo, el paseo arranca en la plaza de San Pablo, en pleno casco histórico de la ciudad. Y lo hace allí porque ese era en aquel tiempo la parte más noble de Valladolid. El espacio público en el que tenían lugar fiestas palaciegas, recepciones de reyes y embajadores, desfiles solemnes o corridas de toros. Ese espacio quedaba acotado por la fachada de la iglesia de San Pablo y el convento adyacente; enfrente estaba el caserón palaciego que comprara en su momento Francisco de los Cobos, Secretario del Emperador Carlos I, y que, con el traslado momentáneo de la Corte de Felipe III a Valladolid pasaría a convertirse en el palacio Real; por el oeste se localizaban otros palacios y casonas, hoy desaparecidos; y por el este, el palacio de Pimentel, que acabaría por convertirse en la residencia habitual del emperador Carlos I las numerosas veces que paraba en Valladolid, hasta el punto de que fue el lugar escogido por la pareja real para el nacimiento de su hijo Felipe. Desde esta plaza, el paseo se encamina hacia la plaza de Santa Brígida, donde destaca el impresionante palacio del Licenciado Butrón, que hoy es sede del Archivo General de Castilla y León. Un poco más adelante, y mientras nos acercamos al Palacio de Fabionelli, no me resisto a recomendar la visita a la plaza del Viejo Coso, uno de los rincones secretos de la ciudad, que no tiene nada que ver con la novela de Delibes pero se sitúa sobre los solares que ocuparan con anterioridad el palacio del conde de Salinas y el hospital de los Pobres. Lo que hoy es un apacible patio de vecindad de forma octogonal no es otra cosa que la plaza toros inaugurada el 15 de septiembre de 1833, que constituyó el primer espacio estable para la lidias de los toros con que contó la ciudad. A lado queda el citado Palacio de Fabionelli, banquero de origen italiano y uno de los personajes más ricos de aquel Valladolid. Desde luego, la mejor forma de conocer por dentro este edificio y la propia historia de la ciudad y la provincia es visitando el Museo de Valladolid que se ubica en su interior. Como ves, estamos recorriendo una zona de la ciudad que en su momento estuvo plagada de palacios señoriales. Muchos de ellos ya han desaparecido pero quedan todavía algunos para dar una muestra de la pujanza y los notables edificios que tuvo en aquel tiempo. Desde aquí, esta ruta de El Hereje se dirige hacia la plaza de la Trinidad, con el impresionante palacio del Conde de Benavente, sede actual de la biblioteca de Castilla y León, para tomar después rumbo hacia la plaza Mayor y por la calle de Santiago finalizar en la actual plaza de Zorrilla que era el lugar en el que se encontraba la Puerta del Campo, una de las puertas de entrada y salida de la ciudad, en los aledaños del espacio que en aquel tiempo se utilizaba para levantar las hogueras donde eran quemados los condenados por la Inquisición.

    El Museo Oriental de Valladolid * Guía de viaje (20/12/2019)

    Play Episode Listen Later Dec 30, 2019 7:48


    Hoy visitamos uno de los museos más importantes de la ciudad de Valladolid: El Museo Oriental, la colección de este arte más importante de España. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema publicamos en el blog: https://siempredepaso.es/una-imprescindible-visita-al-museo-oriental-de-valladolid Uno de los planes que podríamos preparar para estos últimos días del año, en los que a lo mejor nos apetece menos salir a disfrutar del aire libre por miedo a que nos podamos mojar o pasar frío, es acercarnos a conocer alguno de esos fantásticos museos que tenemos en Castilla y León y a los que, a lo mejor, no hacemos el caso que se merecen. Como de otras muchas cosas, Castilla y León tiene una colección de espacios museísticos y centros de interpretación verdaderamente espectacular y cualquiera de ellos nos puede servir de excusa para preparar una pequeña escapada de fin de semana, en esta época del año en la que es verdad que los días también son demasiado cortos como para disfrutarlos haciendo senderismo. Pero por hablar de alguno en concreto hoy he pensado en recomendar uno de los museos más destacados de la ciudad de Valladolid y que no mucha gente conoce: me estoy refiriendo al Museo Oriental, un museo que pasa algo desapercibido en las visitas a la ciudad pero que resulta de lo más recomendable. Es sabido que Valladolid guarda en su Museo Nacional de Escultura la más relevante colección de tallas policromadas de Europa. Pero ya no lo es tanto que en Valladolid se encuentra también la más importante muestra de arte Oriental de toda la península Ibérica. Aquí, en el corazón de Castilla, y gracias al esfuerzo y la ilusión de los tres mil misioneros que a lo largo de cuatro siglos de presencia en tierras del lejano Oriente fueron reuniendo una colección inmensa de objetos y piezas de arte, el Museo Oriental se ha convertido en un importante centro de estudios y divulgación para acercar a quien quiera los secretos y refinamientos de estas culturas milenarias. Se encuentra situado en el Real Colegio de los Padres Agustinos Filipinos que, a su vez, lo encontramos en uno de los laterales del Campo Grande de Valladolid. El origen más remoto de este museo está en la necesidad de esta congregación de familiarizar a los jóvenes misioneros que se preparaban para realizar tareas de apostolado en lugares tan alejados y desconocidos como era el Extremo Oriente hace nada menos que cuatrocientos años. La gran distancia cultural con aquellas tierras o el desconocimiento de costumbres y lengua, hicieron pensar que un primer acercamiento podía venir del contacto con los diferentes objetos y piezas de arte traídas de allí por otros misioneros. Así, la recopilación de esta cantidad inmensa de piezas que se exhiben, y que ronda el millar, es el fruto del continuo intercambio cultural establecido entre las poblaciones autóctonas y los misioneros que, a su vez, también intercambiaban regalos y objetos que eran llevados desde aquí. Es partir de 1976 cuando toda esta colección se reorganiza hasta estructurar la muestra tal y como hoy puede contemplarse, y que culminará con la inauguración del Museo el 12 de octubre de 1980 por Sus Majestades los Reyes de España. Se trata del más importante de la Península Ibérica en su género y, desde luego, una visita recomendada no solo para expertos o estudiosos de las culturas orientales sino para todos aquellos que tengan un mínimo de curiosidad por ver de cerca un arte tan minucioso en muchos de sus trabajos que deja verdaderamente con la boca abierta al contemplar algunas de las piezas que se exhiben en el museo. La muestra está organizada en un largo recorrido por 18 salas dedicadas a China, Filipinas y Japón. Y ya desde las primeras salas queda claro, por profano que se sea en la materia, el alto grado de refinamiento de los artesanos y artistas chinos, capaces de convertir en objetos de arte hasta la más pequeña figurilla ornamental o de uso cotidiano. A lo largo de las numerosas vitrinas, en las que se hallan agrupadas las distintas secciones de manera temática o cronológica, se entra en contacto con armas ancestrales, espadas, estatuillas de bronce, bellos esmaltes o curiosas muestras de cerámica popular funeraria. La muestra continúa con bellísimos ejemplos de porcelanas ornamentales, piezas lacadas, virtuosísimas esculturas realizadas en jade o marfil, una colección numismática que recoge 2.300 monedas y una extensa selección de bordados en seda en la que se pueden apreciar ejemplos de vestidos, estandartes o insignias de un arte que los chinos realizaban ya hace 4.000 años. Uno de los grandes atractivos de este museo es que junto a piezas de arte de un refinamiento exquisito encontramos también muchos objetos de culturas primitivas que han llegado hasta nosotros recogidas por los misioneros. Uno de los grandes atractivos del museo es precisamente eso, la enorme variedad de piezas y estilos. De hecho, vamos a disfrutar con la recopilación de una gran cantidad de objetos pertenecientes a las tribus del norte de Filipinas y del sur de Luzón. Como digo, lanzas, armaduras, adornos, bordados de Manila y una destacable selección de marfiles hispano-filipinos permiten a los visitantes del museo un viaje al Oriente, para muchos imposible pero, gracias a esta valiosa colección, al menos está alcance de la mano de quien quiera acercarse cualquier día del año. Apuntamos esta recomendación para acercarnos al Museo Oriental de Valladolid en cualquier momento del año pero, por qué no, también estos días más festivos o navideños. Y hablando de Navidad y de fiestas, hay un sinfín de actos festivos previstos para los próximos días por toda la geografía de Castilla y León. Y entre los que más abundan en esta época es la celebración de belenes animados o belenes vivientes. Pero de todos los que podríamos asistir tal vez se pueda recomendar el que se realiza en la localidad vallisoletana de Cabezón de Pisuerga, que tiene la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional. Lo que le hace un poco particular frente a otros muchos belenes animados es, por una parte, la gran cantidad de participantes que lo componen, casi 100 personas, la antigüedad, se celebra desde hace 41 años, y el hecho de que en torno a la representación de la Natividad se recrean un montón de talleres de oficios tradicionales que pueden verse trabajar durante las cinco representaciones que van a tener lugar. Cada una de ellas tienen una duración 45 minutos y los horarios los podemos consultar en la web BELENCABEZON.ES.

    En catamarán por Las Arribes (Salamanca) * Guía de viaje (22/11/2019)

    Play Episode Listen Later Dec 17, 2019 7:05


    Hoy descubrimos Las Arribes salmantinas de una manera muy especial: navegando por el fondo de los cañones abordo de un catamarán. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. También puedes ver el reportaje que sobre este tema publicamos en el blog: https://siempredepaso.es/donde-como-barco-por-las-arribes-del-duero-salamanca La verdad es que a los que nos gusta aprovechar los fines de semana para descubrir nuevos rincones encontramos apetecible cualquier momento del año para realizarlas. Incluso cuando se anuncien lluvias o nieves. Creo que es un error quedarse en casa por miedo a que pueda llover o nevar en el lugar al que hemos previsto ir. Lo que creo que hay que hacer en esos casos es adecuar los destinos que elijamos al momento del año en el que estemos y también a las condiciones meteorológicas que vayan a darse en un momento determinado. Es decir, un poco el secreto está en tener prevista una actividad o un destino alternativo por si se da el caso de mal tiempo o de que el tiempo no nos permita realizar la actividad prevista. Para eso, por supuesto.... nada mejor que tener siempre a mano un blog como SIEMPREDEPASO.ES, con un montón de propuestas tan interesantes como esta: una visita a un rincón de Castilla y León que es realmente espectacular en cualquier momento del año pero que en esta estación resulta que lo es todavía más. Lo que sugiero hoy es que preparemos una pequeña escapada a Las Arribes del Duero por la provincia de Salamanca, un lugar verdaderamente espectacular en cualquier momento del año. Se trata de un paisaje muy marcado por los encajonamientos y los precipicios, encontramos también muchos saltos de agua y cascadas que en época de lluvias, sobre todo en otoño y primavera, es cuando se muestran en toda su intensidad. De todas formas, para quien todavía nos los conozca, quizás haya que comentar antes que los Arribes o las Arribes son esa sucesión de cañones fluviales que taja la Península entre España y Portugal a lo largo de más de 200 kilómetros, por el costado occidental de las provincias de Zamora y Salamanca. Es un territorio mágico marcado por una orografía intrincada, plagada de espeluznantes barrancos y de un montón de pequeños pueblos con encanto. Un territorio que siempre asombra pero que hoy propongo visitar de una manera un poco especial. De hecho la visita a los Arribes solo se puede hacer de dos maneras: desde arriba, recorriendo todos los pueblos y miradores que hay en la parte alta de los cañones o desde abajo, metiéndote en lo más profundo y llegando hasta la mismísima orilla del Duero. Y ésta última, precisamente, es la sugerencia que quería hacer hoy... Por ejemplo, apuntándonos a alguno de los barcos que los recorren navegando. Hay varias opciones todo a lo largo de los cañones pero hoy en concreto voy a sugerir que nos acerquemos hasta el catamarán que realiza las travesías desde la playa del Rostro, muy cerca de la localidad de Aldeadávila de la Ribera, en la provincia de Salamanca. Se trata, desde luego, de una experiencia que no va a dejar indiferente a nadie. Incluidos aquellos que ya conozcan estos paisajes. Porque es una forma completamente diferente de acercarse a unas Arribes -femeninas en la provincia de Salamanca- que guardan, para el forastero, muchos más secretos de los que se intuyen en un rápido vistazo desde los miradores que hemos podido encontrar a lo largo de un viaje por estos cañones. Y es que, tan interesante como contemplar esos mismos paredones, que ahora vamos a ir viendo de abajo arriba, es ir escuchando las explicaciones en las que la guía de la embarcación nos va a ir desgranando no solo las maravillas del paisaje sino muchos pequeños detalles tanto de lo que se ve a simple vista como de aquellas cosas que no están tan a la vista. Como por ejemplo, descubrir que el barco flota sobre una profundidad de 60 metros en algunos puntos; que en este trayecto se localizan los mayores desniveles de todas las Arribes, con cortados que alcanzan los 400 metros ya cerca de la presa de Aldeadávila; o que la potencia de esta central hidroeléctrica es tanta como la de una central nuclear, una oportunidad única para conocer, las singularidades ecológicas y medioambientales de todo este espacio natural... Es todo un lujo que mientras navegas te vayan mostrando la gran diferencia que existe entre las especies vegetales que prosperan en la orilla española y la orilla portuguesa. Pero también descubrir algunos de los viejos caminos que recorrían los últimos pastores de cabras cuando cuidaban de sus rebaños y que solo es posible ver desde el interior de los cañones. Caminos que, precisamente, discurren por sus zonas más abruptas e inaccesibles porque todo el resto de las laderas se aprovechaba, aunque parezca totalmente imposible, para cultivar lo que se podía, que era, sobre todo, vid y olivos. Y de ahí, también, la abundancia de aterrazamientos, algunos tan diminutos que apenas dejan sitio para cuatro vides o para un árbol, pero que suponían la única forma de poder aprovechar unas laderas tan inclinadas. Este del que hemos estado hablando hoy, parte de la playa del Rostro, a la que se llega desde la localidad de Corporales, y recorre un total de 22 kilómetros, entre la ida y la vuelta hasta la presa de Aldeadávila y tarda aproximadamente una hora y media. Desde luego, hay que decir que son embarcaciones preparadas para poder hacer estos viajes tanto en invierno como en verano y que, aunque en esta época del año hay que ir debidamente abrigado, es una experiencia de lo más recomendable. Por supuesto, quien quiera buscar los horarios o los teléfonos de contacto no tiene más que utilizar el buscador del blog SIEMPREDEPASO.ES y ahí lo va a encontrar todo bien explicado. Entre las diferentes ferias de todo tipo, recreaciones históricas o actividades micológicas que se van a celebrar este fin de semana, me ha llamado mucho la atención la representación de las Cantigas del rey Alfonso X el Sabio que va a tener lugar mañana sábado, a las 4,30 de la tarde, en la iglesia de Santa María la Blanca de la localidad palentina de Villalcázar de Sirga. Me ha parecido una propuesta de lo más interesante, tanto por el marco, que es esta impresionante iglesia que forma parte del Camino de Santiago en la provincia de Palencia, como porque se trata de una obra de teatro de carácter medieval en la que aparece como protagonista la propia imagen de la Virgen Blanca, que se venera en el templo y que ya fue mencionada por el propio rey Alfonso X cuando compuso las Cantigas, precisamente.

    Riaño y Valdeón (León) * Guía de viaje (8/11/2019)

    Play Episode Listen Later Nov 8, 2019 7:43


    Hoy proponemos un viaje a la montaña leonesa para visitar Riaño y realizar el viejo camino que recorría el Valle de Valdeón. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. La Feria de Ganado de Riaño va a tener lugar en la mañana del sábado. Y si, la verdad, no hacen falta muchas excusas para acercarse en cualquier momento del año hasta este bello rincón de la montaña leonesa, me ha parecido que, desde luego, la celebración de esta feria podía ser una razón más. Una feria que está considerada como una de las de mayor tradición y más multitudinaria de la vertiente leonesa de los Picos de Europa. De hecho, siempre fue uno de los puntos de encuentro más concurridos para todos los habitantes de la montaña leonesa, que tenían en ella una oportunidad única, tanto de hacer negocio con la compra y venta de reses, como de abastecerse de enseres y alimentos justo justo cuando el largo invierno ya empezaba a mostrarse en la cumbres más altas de las montañas. Y, aunque es verdad que los tiempos y las costumbres han cambiado mucho también para quienes viven en nuestras montañas, y las cosas ya no son como eran hace apenas unas décadas, también es verdad que este tipo de acontecimientos o celebraciones, conservan aún un color muy tradicional. Y, por eso, he pensado que para quien no haya asistido nunca a una de estas ferias, asistir a la que va a tener lugar mañana en Riaño podía ser, desde luego, una estupenda sugerencia. Incluso si estamos pensando en algo para realizar con niños. Uno de los mayores atractivos es poder acercarse a ver el ganado que llega hasta el mercado desde todos los pueblos de los alrededores y que, aunque parezca sorprendente, para muchos niños, sobre todo los que viven en entornos urbanos, es toda una sorpresa poder verlo tan de cerca. Otro aliciente que puede tener acercarse hasta esta celebración es la de que nos vamos a encontrar con decenas de puestos en los que vamos a poder comprar productos artesanales o gastronómicos propios de la montaña leonesa y que a lo mejor no resultan fáciles de localizar fuera de esas zonas de producción. Y, ya que estamos en un sitio tan espectacular como esta localidad al pie de las inmensas montañas de los Picos de Europa y al borde de ese inmenso embalse, ¿qué podemos hacer? Pues la verdad es que hay un montón de propuestas que, dependiendo de la época del año en la que vayamos, van desde los paseos en barco que recorren las aguas del embalse, hasta visitar el museo etnográfico que encontramos a lado de la iglesia parroquial o pasear por alguna de las sendas que recorren el entorno boscoso y montañoso de Riaño. Yo, en esta ocasión, lo que voy a proponer es aprovechar nuestra visita a Riaño para, después de haber disfrutado de una vuelta por esta localidad, adentrarnos aún un poco más en el corazón de los Picos de Europa y aprovechar para llegarnos hasta el cercano valle de Valdeón, que encontramos tomando la carretera que desde Riaño se dirige hacia Asturias por el puerto del Pontón. Ahora es un buen momento para acercarnos a esta zona tanto porque aún no han empezado a caer la impresionantes nevadas que caen durante el invierno, y que llegan incluso a cortar las carreteras en numerosas ocasiones, como porque vamos a circular por una zona y unos valles con unos colores espectaculares como consecuencia de los extensos hayedos que tapizan buena parte de las laderas de estas montañas y que ahora mismo están en el momento más colorido del año. Lo primero que hay que decir es que desde Riaño llegamos primero salvando el puerto del Pontón y en lo alto de este puerto encontramos el desvío que nos lleva hacia Posada de Valdeón, pasando antes por el puerto de Panderruedas. Una recomendación sería, desde luego, detenernos en el aparcamiento que hay en lo alto de este segundo puerto y acercarnos a pie hasta el mirador de Piedrashitas, que encontramos señalizado un poco por encima del aparcamiento, con unas impresionantes vistas de todo el valle que vamos a recorrer después. Y, si nos hace un día más o menos de buen tiempo y nos apetece un paseo a pie por uno de los espectaculares bosques que encontramos en las laderas de estas montañas, una segunda recomendación podía ser la de recorrer, desde lo alto del puerto, el viejo camino que recorría el valle antes de que se construyese la carretera actual. Como digo, es un paseo espectacular para realizar en esta época del año y lo podemos disfrutar mucho siempre y cuando lo hayamos preparado un poco. Se trata de un paseo señalizado como PR-PNPE-11. Es decir, se trata de uno de los senderos señalizados dentro de los límites del Parque Nacional de los Picos de Europa y arranca casi desde el mismo aparcamiento que hay situado en lo alto del puerto del Panderruedas. Y, como comentaba, consiste en una pista forestal que sigue el trazado del antiguo camino que va descendiendo poco a poco desde el puerto hasta el fondo del valle. Son 13 kilómetros y medio de trazado muy fácil de seguir, que se vienen a recorrer en unas cuatro horas. Lo más importante es tener en cuenta que se trata de un recorrido lineal y esto quiere decir que es muy importante que una vez que lleguemos al final del paseo, en Posada de Valdeón, tengamos prevista alguna forma de regresar al punto de partida en lo alto del puerto. Algo que tampoco es muy difícil de solventar porque en Posada de Valdeón existen diversos servicios de taxi que nos pueden resolver fácilmente la papeleta. Otra opción que se utiliza mucho en estos casos, cuando se cuenta con más de un vehículo en el grupo, es dejar uno de ellos, antes de empezar el paseo, en el punto de llegada para poder regresar con él al lugar desde el que se ha arrancado. Por supuesto, una vez realizado el paseo, nos quedaría ir recorriendo todos y cada uno de los pueblos que conforman el Valle de Valdeón, con una interesantísima colección de hórreos, por ejemplo, y rincones tan interesantes como el Chorco de los Lobos, que es una antigua trampa que se utilizó en el pasado para cazar lobos en esta zona, o la localidad de Caín y el impresionante Desfiladero del Cares que es el que cierra por completo en valle en lo más profundo de él.

    Jardines de La Granja (Segovia) * Guía de viaje (25/10/2019)

    Play Episode Listen Later Nov 7, 2019 7:59


    Hoy traigo una propuesta de viaje puramente otoñal. Es decir, un viaje de naturaleza a un rincón bastante conocido de Castilla y León pero que no solemos asociar a esta época del año: los jardines que encontramos en el entorno del palacio Real de la Granja de San Ildefonso. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://siempredepaso.es/jardines-del-palacio-real-de-la-granja-3 Parece que, en principio, cuando hablamos de jardines enseguida los asociamos al momento más florido del año, que es la primavera y que es cuando, efectivamente, muchos de ellos lucen sus mejores colores. Sin embargo muchos de esos jardines viven otro momento de esplendor en el año con la llegada del otoño. Desde luego, muy especialmente los jardines que, como estos de los que vamos a hablar ahora, en realidad fueron pensados como pequeños bosques organizados de una manera bien concreta para que sus dueños, en este casos los reyes que acudían al palacio, disfrutaran de ellos. Este es el caso de los que arropan el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, pensados y trazados más para el paseo que para la contemplación, y que aglutinan entre los parterres un variadísimo número de especies arboreas, casi todas de hoja caduca. Lo que se traduce, llegado el otoño, en un festival multicolor que la estupenda colección de estatuas y fuentes que encontramos entre ellos parecen celebrar bailando. La historia de cómo un rincón de los bosques de Valsaín llegó a convertirse en granja y luego en palacio arranca en tiempos de Enrique III. Después, fue Felipe V quien más empeño puso en hacer de estos jardines un remedo de los jardines versallescos ideados por su abuelo, Luis XIV. Para ello, no dudó en traerse hasta La Granja a un equipo de diseñadores y artistas de primera categoría, españoles, franceses e italianos. El resultado final de aquel empeño es un gran espacio ajardinado en el que acabó predominando el estilo italiano de jardín, un espacio no del todo organizado, en el que se combinan zonas boscosas, asilvestradas, con paseos, fuentes, terrazas y juegos de agua. Sin embargo, lo que mucha gente no sabe, es que estos jardines son mucho más que una bonita colección de estatuas mitológicas, fuentes monumenales, estanques, parterres y jarrones de escayola. Como digo, el entorno del palacio fue pensado desde el principio como un lugar de paseo y esparcimiento real propicio también para el contacto con la naturaleza más asilvestrada. Y por eso, la opción más recomendable para quien lo visita en esta época del año es la de llegar hasta el final de la zona ajardinada y tomar el llamado Camino de Circunvalación que recorre la zona alta a través del bosque y en paralelo a la tapia que acota el recinto real. Una de las formas de alcanzar este camino es partir de la zona central de la fachada del palacio, la que mira a los jardines, e ir haciendo el recorrido de fuentes mitológicas hasta acercanos a uno de los rincones que mejor lucen en esta época del año y que se conoce como el Mar, el gran estanque navegable que alimenta solo mediante la fuerza de la gravedad las 26 fuentes ornamentales del jardín, permitiendo que en alguna de ellas, como en la fuente de La Fama, el agua alcance hasta los 40 metros de altura. El estanque aparece rodeado de amplios paseos bien servidos de venerables plátanos y castaños, el árbol que, junto a las hayas, mejor representa el esplendor colorista de los bosques otoñales. Si se camina por las avenidas hacia la izquierda se enlaza con el sendero que rodea la zona más asilvestrada del recinto, corriendo en paralelo a la tapia superior de los jardines. Si se hace en el sentido de las agujas del reloj, devuelve en unos veinte minutos a la linde superior de la zona ajardinada, que es donde de nuevo nos encontramos con la colección de paseos organizados y vistosas fuentes que adornan los jardines. Un rincón mágico y no muy conocido de este jadrdín es el que ocupa el Laberinto, un rectángulo de 27.000 metros cuadrados que se conserva tal como fue diseñado en 1713 para crear en los reyes la sensación de que era posible alejarse del mundo sin ir más allá del jardín de casa. Hay 2.500 metros de recorrido por un interior cuyos callejones con y sin salida están construidos con setos de carpe y haya, árboles caducifolios que también lucen ahora su mayor variedad de colores antes de que sus ramas pierdan definitivamente las hojas y se uede a la vista una tramoya, la del laberinto, que se volverá inútil hasta que la primavera vuelva a tapizar de nuevo los muros vegetales. En cuanto a los datos prácticos, por si alguien se anima a disfrutar ya de los colores otoñales de estos jardines, hay que decir que permanecen abiertos ininterrumpidamente de 10,00 a 18,30 horas. Y que la entrada es gratuita.

    Babia (León) * Guía de viaje (11/10/2019)

    Play Episode Listen Later Oct 11, 2019 7:21


    Hoy nos escapamos al mismo lugar al que iban los reyes leoneses del medievo cuando querían desaparecer por unos días y olvidarse de la difícil tarea de reinar. Hoy viajamos a Babia. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://siempredepaso.es/que-ver-hacer-cinco-rincones-para-disfrutar-en-un-viaje-a-babia-leon Un lugar del que todos hemos oído hablar alguna vez pero que muchos no tienen todavía muy claro dónde situarlo con exactitud en el mapa. De hecho, estoy seguro de que para muchos Babia es uno de esos territorios inventados, que solo aparecen en los cuentos. A muchos seguro que les suena a ese atlas de lugares fantásticos que se ha ido transmitiendo a través de la literatura o de los cuentos, como Jauja o Las Batuecas. Sólo que Babia es un lugar tan real que, como dices, era el preferido por los reyes... De hecho, esa es una de las explicaciones que se da a la famosa expresión "estar en Babia" como sinónimo de "quedarse ensimismado" pensado en alguna cosa con tanta intensidad que no te enteras de lo que pasa a tu alrededor: ¡Estás en Babia! Y es que todo viene de la afición que tenían los reyes leoneses del medievo por abandonar en cuanto podían sus obligaciones reales y salir escopetados de sus castillos, enfilar con sus mesnadas hacia las montañas del norte, en torno a las Ubiñas, y dedicarse al trote y a la caza hasta que les doliera el trasero. Esta teoría justifica que para esos reyes trotones "perderse" por los valles babianos era la manera preferida de apearse de sus obligaciones sin dejar rastro. De hacer unos paréntesis tan intensos que, cuando alguien preguntaba por ellos en palacio y no se les encontraba por ninguna parte, se acabó acuñando la expresión "Pues no sé, estará en Babia...". El otro cuento del que siempre se tira para alabar el encanto de esta tierra de valles siempre verdes y montañas de alucine es el de los pastores babianos que se pasaban casi la mitad del año con sus rebaños de ovejas en las dehesas extremeñas, esperando que las nieves se fundieran en los puertos de su querida Babia para poder regresar con el ganado. Dicen que extrañaban tanto la belleza de su terruño y se les hacía tan largo el retorno que cuando les veían con la mirada fija, colgados en una ensoñación y sin decir nada, sabían dónde andaban en realidad...: en Babia, claro... El caso es que al viajero de hoy no le hace falta perderse en ningún sentido para disfrutar a fondo de un territorio que lo tiene casi todo para provocar el encantamiento. Y como, por suerte, lo tenemos tan a mano, tan cerca que podemos ir y volver cuando queramos, si te parece, vamos, al menos, a dar unas pocas pistas que nos ayuden a disfrutar de algunos de los secretos mejor guardados de este territorio tan lleno de magia. Tal vez haya que empezar diciendo que encontramos esta comarca en el noroeste de la provincia de León, en la linde montañosa que separa Asturias y León, y a los pies de la imponente cumbre de Peña Ubiña (2.417 m). De hecho esta cumbre representa una de las señas de identidad de este territorio hasta el punto de que es casi como una montaña mágica por la que todo veterano montañero o montañera se siente atraído de inmediato. Las vistas desde arriba son tan infinitas como lo permita el buen tiempo y la suave calima que tan menudo enturbia el aire de las montañas. Si nada lo impide se llega a ver hasta el mar. Uno de los puntos de ascenso a la cumbre -si bien solo recomendada para montañeros con experiencia- está en la localidad de Torrebarrio. Sin salir aún del Valle de San Emiliano, que es por el que hemos comenzado nuestro recorrido por Babia, podemos acercarnos hasta una de las localidades que mejor reflejan la fusión de las dos vertientes montañosas, la norte y la sur, que es Torrestío. Paso obligado en el tránsito por el histórico puerto de La Mesa, entre las dos vertientes cantábricas, esta localidad conserva entre sus calles evidencias de esa fusión. La más obvia es su conjunto de hórreos de perfiles claramente asturianos, los últimos hórreos a cuatro aguas que quedan derechos en Babia. Esta construcción es fundamental para la supervivencia en zonas de montaña en las que el clima siempre es un enemigo a batir. Especialmente durante el invierno. Es entonces cuando este almacén, en el que se guarda la cosecha y la matanza a salvo de la humedad y los ratones, asegura la alimentación hasta la temporada siguiente. Desde Torrestío puede arrancarse la travesía de montaña que, por una pista de tierra, alcanza por la vertiente leonesa los lagos de Somiedo, ya en Asturias. De hecho, una de las características de esta comarca leonesa es, junto a la abundancia de pastos, la abundancia también de pequeños pueblos diseminados en sus diferentes valles que han sabido conservar bastante bien su arquitectura tradicional. Es un territorio en el que a la belleza de un paisaje de montañas y pastos se suma el encanto de muchos de sus pueblos. En la mayoría predominan aún las construcciones de mampostería y sillarejo, de tejados de pizarra y chimeneas rústicas. Y en muchos de ellos se localizan viejos caserones señoriales llegados de un tiempo en el que la posesión de pastos y rebaños valían su peso en oro. O en escudos nobiliarios. A lo largo y ancho de Babia encontramos varios de estos caserones de noble abolengo en localidades como Torre de Babia, Piedrafita, Robledo o Vega de Viejos. Pero, de todos ellos, un lugar al que no debemos dejar de ir en ningún caso es Riolago de Babia, uno de los conjuntos urbanos mejor conservados de este territorio. En él encontramos también el impresionante palacio amurallado que perteneció a una de las familias más poderosas de León, los Quiñones y, más tarde, a los marqueses de Acedo, y que acoge en la actualidad acoge la Casa del Parque de Babia y Luna, de manera que es una visita obligada por partida doble, sobre todo porque en la casa de este parque natural nos van a indicar con detenimiento los muchos rincones que están señalizados en todo el parque y se pueden visitar a pie. Entre ellos, yo no dejaría de acercarme por lo menos hasta la Laguna Grande, cerca de Lago de Babia, o, ya en coche, también hasta la localidad de La Cueta, el pueblo de la provincia de León que está ubicado a mayor altitud, y punto de partida para conocer, por ejemplo, las fuentes del río Sil. Apuntada queda esta rápida invitación para acercarnos a Babia, por ejemplo este mismo fin de semana. Una comarca con muchísimas cosas que ver y hacer y de la que seguro vamos a volver a hablar en más de una ocasión. Ya saben que pueden ampliar la información de todo lo que hemos estado comentando en el blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES. O, incluso, reservar el alojamiento que puedan necesitar, también a través del blog.

    FOTOcalendario 2020 (27/09/2019)

    Play Episode Listen Later Oct 1, 2019 7:26


    En este primer programa de la temporada hablamos de los nuevos proyectos del blog SIEMPRE DE PASO, entre ellos, de la campaña de financiación para la edición del FOTOcalendario 2020. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "La Brújula de Castilla y León" de Onda Cero Castilla y León. SIEMPREDEPASO.ES es un blog dedicado precisamente a eso, a proponer ideas y lugares que visitar, la mayoría de ellos ubicados en la Comunidad de Castilla y León, aunque también se pueden encontrar muchas propuestas de comunidades vecinas, como Extremadura y Asturias, principalmente. En este curso hemos empezado con algunas novedades, que ya iremos comentando poco a poco, aunque la principal, en este momento, es el arranque de un proyecto, del que también hemos hablado a los oyentes en años anteriores, y es el comienzo de la campaña de micro financiación para poder auto editar el FOTOcalendario del año que viene. Se trata de un campaña crowfunding o micro mecenazgo abierta a todo aquel que quiera participar y que tiene como objetivo conseguir el número de reservas suficientes como para que sea factible la publicación del calendario. Estamos hablando de un calendario de pared que abierto tiene más o menos el tamaño de un A3, pero que tiene las características de una publicación muy cuidada, con un buen papel y mucho espacio para poder tomar notas y apuntar esas citas viajeras o esos acontecimientos importantes que no queremos que se nos pasen. Y que tiene unas fotografías espectaculares. La idea de editar el calendario surgió como una forma de crear una publicación que ilustrara cada uno de los meses con una imagen muy potente del patrimonio natural y cultural de Castilla y León que sirviera, a la vez, como estímulo, para ir a conocer esos lugares. De hecho, este FOTOcalendario es también una guía de viaje que lleva por título "Castilla y León es fascinante: 12 meses/12 viajes". La idea es que cada mes va ilustrado con una fotografía de un rincón de Castilla y León, y se acompaña con un código QR que nos va a enlazar, a través del teléfono móvil, con uno de los reportajes publicados en el blog. De manera que de esa forma tan sencilla vamos a encontrar la información que necesitamos sobre ese lugar que aparece en la fotografía y vamos a saber cómo llegar hasta él o qué tiene de especial. De hecho, en la portada figura como un "calendario interactivo". Para poder editarlo y tenerlo a un buen precio es necesario alcanzar un número mínimo de reservas, de manera que cuando estas se alcancen sea factible llevarlo a la imprenta. Como en años anteriores, la campaña de micro financiación se está desarrollando en la plataforma VERKAMI.COM. Para localizarla basta poner en el buscador de esta plataforma "FOTOcalendario 2020" y una vez localizada lo único que hay que hacer es seleccionar la "recompensa" que más nos pueda interesar. Es decir, existen diferentes opciones y diferentes precios según reservemos un solo calendario o una cantidad superior. El precio mínimo de compra, por un solo calendario, son 11 euros, pero podemos conseguirlo hasta por 9 euros si reservamos una cantidad superior. Sí que me gustaría resaltar que puede ser una buena oportunidad para empresas que quieran ofrecer a sus empleados o a sus clientes un estupendo regalo cuando lleguen las Navidades, por ejemplo. Y también quería recordar, por si alguien no lo sabe, que en este tipo de campañas aunque se hayan hecho las reservas, si al final no se consigue el objetivo de la campaña, que en este caso es la publicación del calendario, se anulan todas las reservas realizadas y no se cobra a nadie ninguna cantidad. Es un proyecto de autoedición que este año incluye la posibilidad incluso de colaborar, al hacer la reserva del calendario, con la ONG de Mozambique ESMABAMA, que está desarrollando un montón de proyectos relacionados con la educación y la agricultura en la zona que destrozó el ciclón IDAI el pasado mes de marzo. Por otro lado, este mismo fin de semana la oportunidad de acercarnos a conocer uno de los rituales festivos más interesantes de la provincia de Valladolid, porque esta semana están teniendo lugar las fiestas de la localidad de Mayorga y hoy por la noche se celebra la procesión de El Vítor, que tiene la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Se trata de una procesión cívica que se realiza alumbrada por una multitud de pellejos encendidos y embadurnados de pez, y en la que el fuego y el humo crean una atmósfera de lo más espectacular. Como digo, es desde luego una de esas celebraciones que merece la pena tener apuntadas para que no se nos pasen, por ejemplo en ese calendario de pared tan especial del que hemos hablado hoy. Pero también hay que decir que si se va, hay que hacerlo con la indumentaria adecuada para poder participar de la fiesta sin sufrir mayores percances. También este fin de semana y también en la provincia de Valladolid, podemos apuntarnos a la jornada de puertas abiertas que vamos a encontrarnos mañana sábado en todos los monumentos que conforman la ruta bautizada como "De Jeromín a Juan de Austria", que es un recorrido por la comarca de los Montes Torozos de Valladolid. Es desde luego, una ocasión estupenda para hacer esta ruta monumental y paisajística que va parándose en las localidades de Wamba, Torrelobatón, San Cebrián de Mazote, la Santa Espina, Urueña y Villagarcía de Campos. Y una recomendación para el domingo puede ser la de acercarse al Desfile de Carros Engalanados que tiene lugar el domingo por la mañana en la capital leonesa, dentro de sus fiestas de San Froilán, una celebración de carácter tradicional que sorprende por el tipismo y las estampas que ofrece.

    Senderos con agua * Senderismo (27/6/2019)

    Play Episode Listen Later Jul 17, 2019 7:13


    Hoy proponemos un par de paseos que tienen como aliciente añadido el de poder rematarlos con un buen baño de agua fresquita. Hoy os propongo ir a disfrutar de la naturaleza pero con el aliciente de poder refrescarnos también en las aguas, tan tentadoras en esta época del año, de algún río de montaña. Lo primero que hay que decir es que en Castilla y León tenemos un montón de lugares en los que podemos refrescarnos disfrutando de rincones acondicionados para el baño en plena naturaleza. Y una de las cosas que podemos hacer es localizar cuáles son esas zonas de baño que reúnen las condiciones de salubridad y seguridad necesarias buscándolas en la página web de la Consejería de Sanidad. Este año creo que hay cerca de 30 zonas declaradas aptas para el baño. Son lugares, la mayor parte en el entorno de embalses y lagos, que cuentan con un mínimo acondicionamiento de papeleras, algún chiringuito o, en algunos casos, hasta socorristas. Pero, sobre todo, lo que más se mira en ellas es que cuenten con una buena calidad del agua y que tengan zonas acotadas en las que el baño pueda realizarse sin peligro de que nos arrastre la corriente o se produzcan otro tipo de percances. Pero lo que hoy quería proponer era acercarnos a disfrutar del agua al mismo tiempo que recorremos alguno de esos senderos que tanto nos gustan en cualquier época del año. Y, especialmente, en verano. Os propongo dos paseos bien fresquitos por la provincia de León. El primer de ellos nos va a acercar hasta un rincón que es conocido en la zona como Las Puentes de Malpaso y lo encontramos apenas a tres kilómetros de la localidad leonesa de Molinaseca. Un rincón que guarda relación con la memoria de los guerrilleros que sobrevivieron tras la finalización de la Guerra Civil. En concreto, con la figura de Manuel Girón Bazán, uno de los maquis más legendarios y buscados por el franquismo y que era natural de Salas de los Barrios. Tras el alzamiento del 18 de julio de 1936, al quedar El Bierzo inmediatamente incluido en el territorio del bando nacional, solo tuvo dos días para pensar si se daba por preso o se echaba al monte. Escogió lo segundo. Tenía 26 años y no imaginaba que así iban a pasar sus siguientes 15 años de vida, la mayor parte de ellos escondido en la comarca leonesa de La Cabrera, una zona intrincada, de orografía cómplice y, en aquellos años, prácticamente incomunicada. La figura del "compañero Girón", como era mencionado por sus colegas de huida, fue creciendo con el paso del tiempo. Especialmente tras el final de la guerra, momento en el que pasó a integrarse en la bolsas de resistencia que pretendían el desgaste del nuevo régimen hasta que las potencias extranjeras se decidieran a restituir al gobierno derrocado. Como se sabe, ese momento nunca llegó. Mientras, el valor y el arrojo del guerrillero comenzaron a divulgarse con aires de leyenda, haciéndose más y más grande tras salir con vida de varias emboscadas tendidas por las fuerzas nacionales. Pero el dos de mayo de 1952 sufrió la traición de un Guardia Civil que había logrado infiltrarse en su grupo y que le descerrajó un tiro precisamente cuando estaban a solas escondidos en una covacha próxima a los puentes medievales conocidos como Las Puentes de Malpaso, y que son el destino de este paseo señalizado. Como digo, hasta estos puentes, un apartado rincón lleno de encanto que forma parte también del Camino de Santiago más tradicional, se llega por el sendero señalizado PR-LE42. Son tres kilómetros de fácil paseo que pueden hacerse en una hora. El inicio hay que buscarlo en la iglesia de San Nicolás, en la parte alta de Molinaseca. Y el baño refrescante prometido nos lo podemos dar, o bien en las magníficas piscinas fluviales que encontramos en la localidad de Molinaseca, junto al puente medieval, o bien en el entorno, mucho más apartado de Las Puentes de Malpaso. La segunda propuesta discurre por uno de los entornos naturales que más me gustan de Castilla y León: el Valle de Sajambre, uno de los dos valles leoneses que forman parte del Parque Nacional de los Picos de Europa. Y, en este caso concreto, lo que propongo es acercarnos a disfrutar de un río de montaña fresco y saltarín a más no poder: el río Sella. Encontramos su nacimiento en la Fuente del Infierno, en mitad de la bajada del puerto del Pontón hacia Sajambre, y desde ahí mismo comienza un descenso precipitado entre bosques memorables y pozas cristalinas, por un valle que no tendría otra salida de no ser por el propio río. De hecho, el Desfiladero de los Beyos, que se abre al fondo del valle es el pasillo natural que le va a dar salida al mar en la costa asturiana. De los muchos caminos que suben y bajan en este entorno atravesando bosques y majadas, conectando arroyos, prados e invernales, uno destaca por su nombre propio: La Senda del Arcediano. Señalizado como sendero de gran recorrido, arranca en el puerto del Pontón hacia Cangas de Onís, y es el viejo camino histórico que unía a través de las montañas los pueblos de este valle con los de Asturias antes de que pudiera construirse la carretera que discurre por el desfiladero de Los Beyos -uno de los más angostos y bonitos de Europa-. La Senda del Arcediano es también un sendero muy hermoso y muy interesante, del que hablaremos con más detalle en algún otro programa, pero del que hoy propongo que nos acerquemos al tramo que enlaza las localidades de Oseja de Sajambre y Soto. Esta etapa de la Senda del Arcediano, históricamente utilizada por los vecinos de Soto y de Oseja para llegarse de un pueblo al otro antes de que la carretera fuera la vía de comunicación y los viajes dejaran de hacerse a pie, tiene unos cinco kilómetros largos y viene a recorrerse en una tranquila hora de fácil paseo.

    Paisajes de fortines y trincheras * Senderismo (13/6/2019)

    Play Episode Listen Later Jun 14, 2019 7:40


    Hoy nos acercamos hasta uno de los frentes de la Guerra Civil establecido en torno a la localidad de Las Navas del Marqués para realizar un paseo senderista lleno de interés y con grandes vistas. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://siempredepaso.es/como-recorrer-el-sendero-paisajes-de-trincheras-y-fortines-las-navas-del-marques-avila Ya sabes que me gustan mucho las propuestas senderistas que además de ponernos en contacto con entornos naturales, casi siempre sorprendentes, nos aproximan también a momentos históricos pasados. Y hoy voy a proponer que nos adentremos por una ruta señalizada que lleva por título "Paisajes de fortines y trincheras". Una ruta senderista que nos va a propiciar el paseo por un tramo considerable de la línea defensiva que la Septuagésimo Primera División del frente nacional trazó en el costado suroriental de Las Navas del Marqués para repeler cualquier ataque del bando republicano que pudiera venirle por ese lado. El frente por el que discurre el paseo fue una línea crítica durante los primeros meses del alzamiento. El paseo lo que hace es recorrer un conjunto de restos de fortificaciones que fueron levantadas en los primeros momentos del alzamiento del bando nacional. Vale la pena recordar que la capital de la provincia, Ávila, se convirtió de inmediato en un centro neurálgico del bando nacional, con el Cuartel General de Mola, el principal campo de aviación de la Legión Cóndor -que era el aeródromo “Cruz de Los Llanos”, dedicado al bombardeo aéreo de las posiciones republicanas y de Madrid- y la principal escuela de formación de Alféreces Provisionales. En aquellos momentos, durante los primeros meses del conflicto, las localidades de El Hoyo de Pinares, Navalperal de Pinares y Las Navas del Marqués estuvieron ocupadas y defendidas por la Columna Mangada, compuesta por milicianos que habían llegado desde Madrid y que pretendían evitar que el dominio rebelde de la Sierra de Guadarrama terminara en seguida con la resistencia de la capital. El caso es que a pesar de los esfuerzos que puso esta columna de milicianos por frenar el avance del bando nacional en la sierra, la localidad de Las Navas acabó cayendo en manos de los rebeldes el 21 de octubre de 1936. Y es a partir de ese momento cuando comienza a construirse el anillo defensivo en torno a la localidad en prevención de un ataque que, en realidad, nunca llegó a producirse. Es más, la relativa tranquilidad con la que se vivió en este frente el resto de la guerra es una de las razones de la gran cantidad de restos de aquellas defensas que sobrevivieron al trance y que son las que vamos a recorrer en el paseo. Otra razón por la que encontramos todos esos restos es porque, una vez tomada la localidad y sintiéndose a salvo de un contraataque inminente, el bando nacional puso mucha dedicación y tiempo al trabajo en las trincheras, utilizando en las construcciones defensivas mucho hormigón armado y mampostería con el propósito de hacerlas lo más resistentes posible. Algo que no hubiera sucedido de haber sido un frente con mucha actividad bélica. Se trata de un paseo circular señalizado, de 9 kilómetros de recorrido que pueden hacerse en unas tres horas. Efectivamente existe un folleto con la descripción de la ruta que puede descargarse desde la web del ayuntamiento de Las Navas, y en el blog SIEMPREDEPASO.ES es posible ver también un resumen en vídeo del recorrido y descargarse el track para GPS. Se trata de un paseo que discurre por una zona de monte, muy bonita, dada su posición estratégica con muy buenas vistas sobre el entorno pero prácticamente desarbolada. Además de las flechas que nos van orientando sobre el terreno vamos a encontrar tres paneles instalados en los puntos más destacados con información, por ejemplo, acerca de la diferente forma que tenían de construir las defensas en un bando y otro. Las que recorremos aquí son el ejemplo del modelo preferido por los nacionales. El recorrido, que arranca junto al parque infantil que se extiende entre el castillo de Magalia y los restos del convento de Santo Domingo y San Pablo, en la parte alta de Las Navas, ofrece una larga lista de ejemplos de las mañas que gastaba la ingeniería militar para estos fines: posiciones defensivas que iban componiéndose a base de levantar búnkeres, parapetos, puestos de tirador y de observación, refugios y zonas de descanso o trincheras para comunicar entre sí las dependencias de cada una de las posiciones. Restos todos ellos, algunos ya muy maltrechos, más por el paso del tiempo que por otra cosa, pero otros lo suficientemente enteros como para provocar escalofrío solo de imaginar cómo debió de ser verse en la obligación de usarlos. Un largo reguero de balizas bien ubicadas guían hoy esta pacífica excursión por el frente para la que se requiere buen calzado y el equipo de ataque propio de un paseo montañero: gorra, bastones, agua, provisiones... Como digo, son algo más de tres horas por terreno escarpado, a veces campo a traviesa y sin sombras, en la que viene bien contar con los rastros del GPS para no desorientarse. Y aunque no hay peligro de que nadie nos pegue un tiro o eche el alto, sí lo hay de un buen golpe de calor si cometemos la temeridad de realizarlo en las horas centrales de un buen día de verano. Es decir, que no vamos a encontrar ninguna sombra en todo el recorrido y, por tanto, es uno de los paseos que yo recomendaría para realizar especialmente durante estos días de primavera que aún quedan, en los que el calor no va a ser todavía demasiado agobiante. En cualquier caso, la recomendación es realizarlo siempre a primera hora, evitar las horas centrales del día para caminar. Y, por supuesto, trastear con mucho cuidado entre los cascotes, agujeros y zanjas de más de medio metro que los nacionales excavaron con tanto ahínco y que son el principal atractivo de este paseo.

    La Senda de los Molinos * Senderismo (9/5/2019)

    Play Episode Listen Later May 15, 2019 7:24


    Hoy proponemos un paseo por la Senda de los Molinos que discurre por el corazón de la capital segoviana. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/como-hacer-la-senda-de-los-molinos-segovia/ En este espacio hemos hecho muchas propuestas para disfrutar de paseos senderistas por la provincia de Segovia pero hoy se me ha ocurrido que podemos hacer una propuesta senderista que nos va a descubrir una de las caras de la capital segoviana menos conocida y concurrida. También aquí hemos animado muchas veces a recorrer las orillas de nuestros ríos en busca de rincones olvidados, o con la intención de curiosear rincones apartados en los que se descubren restos de molinos o de otros ingenios que en el pasado se colocaban en las orillas de los ríos para aprovechar la fuerza del agua y poder funcionar. Hay que pensar que igual que hoy lo es el petróleo, hubo un tiempo en el que el agua era el fluido que movía el mundo. Durante muchos siglos el agua fue el elemento indispensable para desarrollar la fuerza sobrehumana que ponía en movimiento maquinarias fantásticas que facilitaban el progreso. Su capacidad de empuje no tenía rival a la hora de hacer girar ruedas gigantescas o levantar mazos. Sin esa fuerza ni el ingenio puesto para aprovecharla, la humanidad seguiría ahora en la Edad de Piedra: haríamos el pan sin harina, los animales no sabrían lo que son los piensos y no tendríamos ni idea de lo que es un trapo o una hoja de papel. Pues, bien, resulta que sin salir de la capital segoviana tenemos señalizada una propuesta de paseo senderista que recorre las orillas del río Eresma y que lleva por título, precisamente, la Senda de los Molinos. A no más de un kilómetro en línea recta del Acueducto, un sendero fluvial recorre las orillas del Eresma para repasar la historia semiolvidada de los diferentes ingenios con los que contó Segovia y que necesitaban de la fuerza de la corriente para funcionar. Es así como una ristra de paneles bien documentados ayudan a poner sobre el terreno el lugar que ocuparon antiguas fábricas de papel o loza. O viejos molinos de los que apenas quedan ya cuatro piedras a punto de ser engullidas por una vegetación tan feraz que en vez de urbana a veces parece hasta tropical. Así de enmarañado, agreste o saltarín se presenta este tramo de un Eresma que durante muchos siglos se constituyó en la fuerza bruta que movía la industria de una de las ciudades más pujantes de España. El inicio del recorrido hay que buscarlo en la Vía Roma de la capital segoviana, a la altura de la antigua fábrica de Loza y, si se baja desde el Acueducto, antes de cruzar el puente sobre el Eresma. En ese punto baja una calle hacia las orillas del río. Y la calle termina en una plaza, donde da comienzo la senda. Antes, una pasarela de madera invita a echar el primer vistazo a este Eresma feraz que estamos a punto de descubrir. Junto a la pasarela se encuentra también el inicio de la Cacera de Regantes de San Lorenzo, el sistema de canales que desde la Edad Media toma las aguas del río para distribuirlas entre las abundantes huertas que siempre tuvo Segovia a sus pies. Según la documentación que acompaña el recorrido, el aprovechamiento industrial del río Eresma a su paso por Segovia comenzaba aguas arriba con el martilleo de los batanes que se situaban en la parte alta del cauce, desde la entrada del río en el término municipal hasta el barrio de San Lorenzo. Desde este, que es donde ahora da comienzo la senda, hasta la Alameda del Parral se ubicaron la mayor parte de molinos de pan que, andando el tiempo, con la Revolución Industrial, acabaron por convertirse en fábricas de harina. Del Parral hacia abajo se situaron las industrias del papel y la Casa de la Moneda. Pero ahora hemos arrancado ya el paseo y ya tenemos ante nosotros la primera de las fábricas que vamos a ir descubriendo. O mejor dicho, los restos de aquellas fábricas. En este caso, a unos pocos metros del inicio, se localiza el lugar en el que estuvo funcionando la Fábrica de Loza, junto a uno de los puentes sobre el Eresma. Fue una de las más prestigiosas de España en su género y que estuvo funcionando hasta 1992. Otro rincón a curiosear en este tramo del río es el lugar que ocupó la antigua fábrica de harinas Carretero y que destaca por la característica chimenea circular de ladrillos rojos que se eleva por encima del grupo de casas que hay hoy donde estuvo ubicada. Se trata de un sendero de lo más agradable, que discurre por entre la fronda propia de un río y que, en muchos momentos te da la sensación de estar realizando una excursión por algún lugar perdido y no realizando un paseo lleno de agua y vegetación salvaje a muy pocos metros del Acueducto de Segovia. Desde luego contar con unas buenas botas de senderismo es fundamental. No tanto porque se trate de un camino difícil, es llano y perfecto para realizar en familia, sino porque al discurrir tan cerca del río es bastante probable que nos encontremos con zonas algo embarradas o incluso que, dependiendo del caudal que lleve el río, puedan estar inundadas. En todo caso, se encuentra perfectamente acondicionada con pasarelas y escaleras de manera que el paseo es toda una invitación a realizar una visita a Segovia que no tiene nada que ver con su cara más turística o conocida. En total son unos 3 kilómetros largos que pueden hacerse perfectamente en una hora y media si vamos parando en cada uno de los carteles en los que se explica no solo la historia de este patrimonio industrial, que está cada vez más olvidado, sino también curiosidades relacionadas con la geología o, por ejemplo, con la forma en la que el río ha ido erosionando el lecho granítico por el que discurre y en el que la fuerza de la corriente, además de mover ingenios, ha ido dando forma a pozas de distintos tamaños que se conocer como marmitas. Como digo, el recorrido por las orillas del Eresma viene a estar dividido en dos grandes tramos. El primero, que da comienzo en torno a la antigua Fábrica de Loza y que es en el que se concentró la mayor parte de la industria harinera, con restos de antiguos molinos y de las presas que servían para enviarles el agua a través de los canales. Es la parte de vegetación más feraz y la más sorprendente. Después, siguiendo la orilla del río el sendero desemboca en el parque de La Alameda, de visita y disfrute también más que recomendable en cualquier momento del año. Y aquí, una buena forma de finalizar el recorrido es visitando la Real Casa de Moneda de Segovia, de la que ya hemos hablado en alguna ocasión, y que fue también uno de los ingenios que surgieron junto a las aguas del Eresma para poder funcionar.

    Semanas Santas curiosas en Castilla y León * Guía de viaje (11/4/2019)

    Play Episode Listen Later Apr 12, 2019 7:39


    En el programa de hoy hacemos un repaso de algunas celebraciones de Semana Santa de Castilla y León a las que, por su particular sabor, merece la pena prestar atención. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/planes-para-una-semana-santa-de-aires-rusticos-y-turismo-rural-en-castilla-y-leon/ En esta ocasión dejar a un lado el impresionante listado de nuestras celebraciones religiosas más conocidas, nada menos que ocho reconocidas como de Interés Turístico Internacional y cuatro de Interés Turístico Nacional, y bucear un poco entre esas otras Semanas Santas de Castilla y León, quizás menos agobiadas por la presión del turismo pero sin duda merecedoras de atención. Y la primera que propongo que apuntemos es la de Ágreda, en la provincia de Soria. Muy alejada de la típica imagen de capuchón y penitente, la celebración que tiene lugar el Viernes Santo en Ágreda es muy llamativa porque recuerda directamente a la moda de respeto del siglo XVI. La "culpa" es de una cofradía, la de la Vera Cruz, fundada el 7 de abril de 1556, que, además del espíritu, ha sabido conservar hasta los trajes que se llevaban en ese siglo para honrar a los muertos cuando se les acompañaba camino del cementerio. Precisamente ese era el objeto de la cofradía, facilitar el entierro a quienes fallecieran en la villa, y ese es el traje con el que les vamos a ver desfilar en la procesión. Y por eso, por seguir la moda propia del reinado de Felipe IV, a los cofrades se les conoce como "felipecuartos". Hay quien dice también que el hecho de que se haya conservado esta tradición, la de desfilar con esta moda elegante del siglo XVI tiene que ver con la estrecha e intensa relación que mantuvieron la monja Sor María de Jesús de Ágreda, que profesaba en el convento de la Concepción de Ágreda, con el rey Felipe IV. Una relación epistolar tan intensa como que el rey tenía a Sor María de Jesús como una de sus consejeras más estrechas en asuntos de Estado, y aunque, como digo, se trató de una intensa relación a través de la correspondencia también es verdad que esa relación hizo que en ese periodo fueran muy frecuentes las visitas de altos cargos de la corte de Felipe IV a la localidad. El momento más interesante se produce el Viernes Santo, con la procesión del Sermón de las Siete Palabras. El desfile, al que se suman también romanos, "alumbrantes" y "hermanas", da comienzo a las 11,30 y parte de la iglesia de San Juan Bautista para llevar las imágenes hasta la parroquia de Nuestra Señora de los Milagros, donde tiene lugar el sermón. En cuanto a gastronomía, Ágreda presume de su maña para elaborar pastas. En su rico muestrario, basado en una larga tradición que viene de muchas generaciones atrás, encontramos magdalenas, mantecadas, sobadillos, hojaldres, españoletas, y rosquillas huecas. Pero si buscas algo propio de la gastronomía local hay que probar “El langarto”, una masa de pan rellena de picadillo o sardina que recuerda algo a la empanada gallega. Otra celebración muy curiosa es la que tiene lugar en Navaluenga, en la provincia de Ávila. En este caso se trata de su procesión del Jueves Santo, que es conocida como de Los Romances o de Los Piques y que está declara de Interés Turístico Regional. Un desfile cuya originalidad reside en el empeño puesto por dos grupos de romanceros que van recitando a voz en grito los 300 versos que Lope de Vega dedicó a la pasión de Cristo, publicados en las "Rimas Sacras" en 1614, más otros catorce versos de José de Valdivielso, autor también del siglo XVII. Al parecer, las raíces de esta peculiar tradición podrían estar en los canónigos regulares de San Agustín, que habitaban la Real Colegiata Abadía de Santa María, en la vecina localidad de Burgohondo, y que son su intento de que el pueblo abrazara la profundidad espiritual de los versos de Lope se llegó tan lejos que la gente acabó por memorizarlos y convertirlos en la expresión de fe que se manifiesta al recitarlos mientras avanzan en la procesión de Los Romances. Esta procesión arranca a las 6 de la tarde del Jueves Santo desde la iglesia de Nuestra Señora de los Villares. El punto culminante de este duelo de rapsodas llega con lo que se conoce como El Pique. Es entonces, junto a la iglesia de Nuestra Señora de Los Villares, cuando las dos cuadrillas se arrancan en un duelo por ver quién recita más alto, más deprisa -y mejor- sin equivocarse. Divididos antiguamente en solteros y casados, la tradición marcaba que el que perdía invitaba al resto a limonada y bollos. Pero hoy es el Ayuntamiento el que se encarga de repartir bollitos típicos de la zona y un montón de limonada entre los asistentes. Otra celebración mucho más conocida pero también muy intensa y muy interesante es la que tiene lugar en Bercianos de Aliste, en la provincia de Zamora. En este caso, y dada la fama que ha ido adquiriendo en los últimos años, los vecinos de la localidad hacen cada vez más un llamamiento para que quien se acerque a disfrutar de esta celebración lo haga con respeto y discreción de manera que lo que ha sido durante siglos un acto de fe muy íntimo y personal de los cofrades que lo realizan, no se convierta en un espectáculo vacío de contenido en el que hay más fotógrafos que penitentes. Y es que ven peligrar la autenticidad de una tradición que hunde sus raíces en la Edad Media. En este caso la principal singularidad estriba en ver desfilar, en la procesión del Viernes Santo, a los cofrades vestidos con el hábito blanco que les servirá de mortaja el día de su entierro. La celebración da comienzo a las cuatro de la tarde con el Sermón del Descendimiento y después continúa con la procesión que lleva a la larga fila de encapuchados hacia las afueras de la población mientras van entonando el Miserere en latín y en castellano. Y también resulta muy intensa y vistosa la procesión que tiene lugar el Jueves Santo por la tarde. En este caso todos los cofrades realizan la procesión del Vía Crucis vestidos con una prenda tan hermosa como la tradicional capa parda alistana mientras van cantando también el Miserere en latín y en castellano.

    Ruta de las Fábricas Textiles de Béjar * Senderismo (21/3/2019)

    Play Episode Listen Later Mar 22, 2019 6:48


    Realizamos la ruta las Fábricas Textiles por las orillas del río Cuerpo de Hombre, en la localidad salmantina de Béjar. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/que-ver-hacer-ruta-fabricas-textiles-de-bejar-salamanca/ Estamos muy acostumbrados a pensar que cuando visitamos una ciudad o una localidad sus mayores puntos de interés suelen ser sus grandes edificios religiosos o aquellos que destacan por remontarse a un pasado más bien lejano o con anécdotas históricas relevantes que contar. Y eso hace que, muchas veces, nos pasen desapercibidos otro tipo de rincones y edificios, a lo mejor por hablarnos de un pasado mucho más reciente o que no tiene nada que ver con el arte o la historia. En esta ocasión me estoy refiriendo a lo que ha dado en llamarse "patrimonio industrial". Es decir, aquellas huellas de nuestro pasado que están o han estado relacionadas con la fabricación de energía u objetos y que, por lo que sea, poseen interés histórico, tecnológico, arquitectónico o científico. Y en este rango entrarían una larguísima lista de edificios que en su momento representaron la vanguardia industrial en sus respectivos campos pero que, con paso del tiempo, que todo se lo lleva por delante, acabaron por convertirse en ruinas, la mayoría de ellos, reutilizarse para otros usos y, unos pocos, reconvertidos en museos o centros de interpretación que a nosotros nos pueden servir para conocer cómo era la vida y cómo la gente se ganaba esa vida, en algunos casos, no hace tanto. En Castilla y León tenemos un montón de lugares relacionados con el patrimonio industrial que tienen muchísimo interés y a los que, tal vez, deberíamos dar mayor importancia de la que se suele dar. Uno de ellos es el Canal de Castilla, del que hablaremos con detalle aquí algún día, pero existen muchísimos más relacionados, por ejemplo, con la minería y las infraestructuras que han ido quedando abandonadas y que poco a poco se van reutilizando para otros usos. Hoy quería sugerir el recorrido de una ruta senderista de lo más particular. Y es que, lo normal de una ruta senderista es que nos sirva para disfrutar de entornos naturales maravillosos, que discurran por parajes abiertos o con interés paisajístico, por ejemplo. Sin embargo la "Ruta de las Fábricas Textiles" lo que nos propone es un paseo junto a las aguas del río Cuerpo de Hombre para ir enlazando las ruinas de lo que durante varios siglos fue la actividad industrial más importante de la ciudad de Béjar, en la provincia de Salamanca. Esto tuvo mucho que ver con la circunstancia de encontrarse en la confluencia de las cañadas merineras que llegaban a Béjar desde Burgos y León para encaminarse juntas hacia Extremadura. El desfile de tanta oveja sumado al paso del río Cuerpo de Hombre, que discurre por Béjar casi casi encañonado entre dos cortados, dio en favorecer el desarrollo de molinos y batanes movidos por la fuerza de las aguas y volcados, de manera muy especial, en la transformación de la lana. De todas formas, la clave para que la industria del paño se desarrollara en Béjar fue el empeño que pusieron los duques de Béjar por modernizar una actividad de la que ellos se beneficiaban mediante el cobro de impuestos. Y, en especial, fue muy importante el empeño de los duques por traer a la ciudad, a finales del siglo XVII, a los mejores tejedores flamencos que pudieron encontrar, especializando la producción en el hilado de inigualables paños. De su mano llegará, además de nuevos gustos, una organización del trabajo más eficiente propiciando, durante los dos siglos posteriores, la construcción de ingenios y fábricas que se irá extendiendo por toda la población pero con especial incidencia en las dos orillas del río Cuerpo de Hombre a su paso por la localidad. Llega así un período de máximo esplendor entre 1850 y 1875 en el que se cuentan por cientos los talleres y fábricas dedicados a la industria textil. Pascual Madoz menciona, a mediados del siglo XIX, 40 telares de lienzo de lino y cáñamo, con empleo para 600 personas. Y señala que Béjar contaba en esa época con 200 fábricas en las se ocupaban más 5.000 individuos. La ruta de las Fábricas Textiles nos va a ir mostrando son los restos de aquella pujante actividad industrial y, en especial, el paisaje de naves abandonadas y antiguos almacenes que son la evidencia de la dura reconversión que tuvo que afrontar esta industria en las últimas décadas del siglo XX en Béjar. Como digo, se trata de una ruta senderista señalizada que discurre la mayor parte de ella sobre una larga pasarela junto al cauce del río Cuerpo de Hombre y a lo largo de unos dos kilómetros y medio. El inicio de este recorrido lo encontramos en la carretera que lleva de Béjar hacia Ciudad Rodrigo. El paseo, escoltado todo él por una larga barandilla quitamiedos, flanquea la orilla derecha del río mientras lleva al paseante de fábrica en fábrica y un reguero de paneles nos pone al corriente de los detalles relativos a cada uno de los recintos fabriles por los que va pasando. Uno de los alicientes con los que cuenta el paseo, y dado que es más bien corto en kilómetros, es que seguro que nos va a quedar tiempo para visitar el Museo Textil. Lo vamos a encontrar situado más o menos a mitad del recorrido, junto al puente de San Albín, en el interior de una de las antiguas fábricas de las muchas que fueron quedando a la orilla del río. En la visita al museo, que consta de dos plantas, vamos a ir descubriendo muchas de las peculiaridades de la historia de esta industria en la ciudad de Béjar y, sobre todo, lo que vamos a ver es una interesante muestra de las máquinas que se utilizaban en el largo proceso que implica convertir los bastos vellones de lana en los delicados paños que dieron fama a la pañería bejarana. Entre las máquinas más curiosas destaca una que servía para elaborar cuerdas de piano, pero seguro que nos van a llamar también la atención maquinas como las chamuscadoras que se usaban para quemar fibras o los batanes para el fieltrado. Desde luego la visita al museo es un complemento ideal para quien se decida a realizar la ruta pero es importante tener en cuenta que el museo está abierto de jueves a domingo de 10 a 14 horas. Y también es importante prever que las visitas guiadas, que sin duda son de lo más interesante por todas estas explicaciones de las que hemos estado hablando, se realizan a las horas en punto.

    Yacimiento rupestre de Siega Verde * Guía de viaje (7/3/2019)

    Play Episode Listen Later Mar 7, 2019 7:05


    Siega Verde es uno de los yacimientos de arte rupestre más importante de toda Europa. De hecho, forma parte también de la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad en Castilla y León que promueve la UNESCO. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/santuario-rupestre-de-siega-verde-salamanca/ Encontramos el yacimiento rupestre de Siega Verde a 17 km de Ciudad Rodrigo, en una zona de ribera rocosa a orillas del río Águeda y su enorme valor estriba en la impresionante colección de grabados zoomorfos y antropomorfos que habitantes del paleolítico dejaron sobre las rocas de la ribera del Águeda entre hace 20.000 y 12.000 años. Hasta el momento los especialistas de la estación rupestre de Siega Verde llevan reconocidos hasta 654 grabados inscritos sobre 91 rocas diseminadas a lo largo de un kilómetro y medio de la orilla izquierda del río Águeda, a la altura del puente por el que pasa la carretera que une Castillejo de Martín Viejo y Serranillos. Para los investigadores, tal acumulación de dibujos en tan poco espacio no puede ser casual. De hecho, la teoría más asentada es la que apunta hacia la existencia de un santuario al aire libre, un lugar sagrado contemporáneo de otros como Altamira, en el que los hombres del Paleolítico plasmaron sobre la roca aquello que anhelaban con más ahínco o aquello que agradecían con más fervor. Por eso se interpreta que las representaciones que aparecen grabadas están relacionadas con la caza, su principal –y casi única- actividad. Dadas las características tan especiales de este lugar y lo interesante de las explicaciones que nos van a ir dando a lo largo del recorrido, las visitas se realizan siempre guiadas y comienzan en el Aula de Interpretación. En esa introducción ya vamos a descubrir que por razones que no están del todo claras, en toda esta zona de la península se encuentran este tipo de rastros con más frecuencia que en otras partes. Tampoco es casual que a muy pocos kilómetros de aquí, en el valle portugués del río Côa, se localice un amplio reguero de dibujos contemporáneos a estos y de similares características. De hecho, la inclusión en la lista de Lugares Patrimonio de la Humanidad se hizo de manera conjunta incluyendo a los dos yacimientos como formando parte de una misma realidad. Algo por lo que también se recomienda que quien realice la visita a uno de los yacimientos la haga después al otro. En esa explicación se cuenta también que el descubrimiento de los grabados de Siega Verde es relativamente reciente y, además, prácticamente casual. Estamos hablando del año 1988 en el que un equipo del Museo de Salamanca se encontraba buscando en esta zona del suroeste de Salamanca rastros de ocupación vetona, verracos o piedras talladas preguntando a la gente de los pueblos cuando un pastor les señaló la existencia de unos dibujos en una roca que, a su juicio, “parecían muy antiguos”. La sorpresa fue mayúscula: el grabado se encontraba en un lugar muy frecuentado por los bañistas en verano –una chopera junto al Águeda- y hasta ese momento nadie había caído en la cuenta. El resto –hasta los 654 grabados conocidos hoy- hubo que ir rastreándolos milímetro a milímetro: porque aunque estaban ahí desde hacía entre 20.000 y 12.000 años, los líquenes los habían mantenido ocultos. Y a salvo. De hecho, si hubieran estado a la vista es prácticamente seguro que no habrían llegado hasta nosotros en tan buenas condiciones como lo están hoy. Una de las cosas que influyen mucho a la hora de ver los grabados es la luz que les esté dando en ese momento. Y de hecho, se recomienda hacer la visita por la mañana porque es entonces cuando la luz del sol mejor ilumina los dibujos, algunos tan diminutos que hay que pegar la nariz, otros tan grandes que hay que alejarse para contemplar el conjunto. Otro momento sorprendente para hacer la visita es de noche. Y es que resulta que a la luz de la luna se descubren un montón de detalles que pasan desapercibidos con la claridad del día, como la profundidad de los piqueteados o descubrir con todo lujo de detalles las incisiones que existen. Aunque para aprovechar mejor esta visita nocturna se aconseja haber realizado en algún momento la visita diurna. Y en cualquiera de las dos lo que se descubre es que aquellos sacerdotes, brujos o artistas utilizaron dos técnicas bien distintas, el piqueteado sobre la roca, golpeando un objeto afilado y duro sobre la pizarra hasta marcar las líneas, o la incisión, un corte de cirujano que dibujó sobre la piedra lo mismo que un lápiz sobre un papel. Sólo que aquellos antepasados no tenían la opción de borrar y corregir. Por eso asombra contemplar sus dibujos pétreos: parecían tener un pulso firme y ningún miedo a equivocarse. En ninguna roca se ha encontrado un dibujo fallido, una raya con trazos de corrección, una perspectiva mal tomada. Lo que demuestra que eran genios del dibujo y el diseño: porque lo mismo que eso, asombra la rabiosa modernidad de unos dibujos que con cuatro rasgos evocan a la perfección el animal que representan y que en muchos casos son el sueño de cualquier diseñador en busca del logotipo ideal. Y lo que vemos es la representación del mundo que veían ellos. Los animales que los rodeaban o aquellos que deseaban que abundaran más para poder cazarlos. Una fauna que estaba formada sobre todo por cérvidos, bóvidos y caballos, aunque las imágenes de especies hoy extinguidas y propias de climas glaciares, como los renos, bisontes o rinocerontes lanudos, nos habla también de una época muy lejana, en la que se fueron alternando momentos más templados con otros muy muy fríos. Está claro que la visita al yacimiento rupestre de Siega Verde es una de esas visitas que hay que hacer. Si se animan, ya saben que tienen toda la información que necesiten en el blog de viajes https://www.SIEMPREDEPASO.ES y que si, quieren, también pueden incluso reservar su alojamiento a través de él.

    Ruta de los Contrabandistas * Senderismo (21/2/2019)

    Play Episode Listen Later Feb 21, 2019 6:23


    La Ruta de los Contrabandistas es una interesante propuestas senderista señalizada que discurre por las Arribes del Duero cerca de la localidad salmantina de Hinojosa de Duero. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/como-hacer-la-ruta-de-los-contrabandistas-en-las-arribes-salmantinas/ Bueno, que nadie se asuste pero lo que propongo esta semana es acercarnos a realizar un paseo que nos va trasladar a un tiempo en el que, efectivamente, en el territorio por el que vamos a pisar se desarrollaba una actividad que estaba fuera de la ley. Y es que lo que propongo para esta semana es realizar la llamada Ruta de los Contrabandistas, que vamos a encontrar señalizada en los alrededores de la localidad salmantina de Hinojosa de Duero. Como digo, se trata de un paseo que nos va a trasladar a ese tiempo en el que los trajines de la raya portuguesa debieron de pintar bastante parecidos a los que se ven en las películas del Oeste: una tierra remota, de orografía difícil y poco generosa, en la que la gente hacía lo que podía para sobrevivir. Fueron, en esa larga línea que separa por el oeste peninsular España y Portugal, los tiempos del contrabando. Lo bueno es que recordar y aprender sobre lo que en esos tiempos acabó convertido en un medio de vida, al que se vieron abocados durante siglos los habitantes de ambos lados de esa raya fronteriza, es hoy algo tan grato como echarse al monte y seguir los rastros de pintura y señales que guían la llamada Ruta del Contrabando, como digo, en el costado noroccidental de la provincia de Salamanca, a un paso de la localidad de Hinojosa de Duero. Lo primero que vamos a ver es que según lo andarín que sea cada cual o según el tiempo de que dispongamos, vamos a poder escoger una de las dos variantes que encontramos señalizadas La opción más larga, y también la que puede resultar más interesante y completa es la que arranca en la propia localidad de Hinojosa. Esta primera opción es un estupendo paseo de siete kilómetros y medio entre campos de labor siguiendo la señalización del GR.14, sin pérdida posible aunque con algún desnivel, hasta llegar a la Peña la Vela en la se ubican un espectacular mirador sobre el discurrir del río Duero y, un poco por debajo, los restos de uno de los puestos de vigilancia que ocuparan en su momento retenes de carabineros o de la Guardia Civil, según la época. Si se prefiere el paseo corto, de aproximadamente la mitad de recorrido, desde Hinojosa hay que tomar la carretera DS-590 que se dirige hacia la presa de Saucelle y detenerse en el Mirador del Contrabando. Ahí, además de dejar el coche, vale la pena tomar la primera lección que nos ofrece este paseo. Y es la que habla, en los paneles que hay allí situados nos lo cuentan, de ese tiempo en el que la raya hispano-lusa acabó convertida en una pared imposible de traspasar para los vecinos de ambos lados excepto por los cauces reglamentarios. En este caso, por los puestos fronterizos en los que debían abonarse las tasas en función de las mercancías que se pretendían introducir del lado portugués al español. Unas tasas que encarecían tanto los productos que los dejaban fuera del alcance de la economía de la mayoría de los habitantes de la zona. El auge del contrabando en esta zona del oeste salmantino y zamorano vino a acentuarse a lo largo de los siglos con el paso de las crisis y las guerras. Los habitantes del territorio, habituados desde siempre a una economía de subsistencia basada en el trabajo del campo y la ganadería, acabaron teniendo como último recurso para salir adelante el paso ilícito de mercancías. Y todo ello en medio de un paisaje lleno de obstáculos, peñascos, abismos, cañones, cantiles, vaguadas y mil figuras orográficas más, las propias de esta zona abrupta de las Arribes, que fue decisivo en el desarrollo de una actividad en la que era fundamental pasar desapercibido para no ser capturado. Y aunque hoy aquella actividad nos pueda parecer que está revestida por un velo de romanticismo semejante al que envuelve a los bandoleros de Sierra Morena, por ejemplo, lo cierto es que asomarse a los paisajes por los que discurría pone los pelos de punta. Pues sí, sobre todo porque la clandestinidad de unos y el empeño por impedirlo de los otros, obligaba casi siempre al juego nocturno. A colgarse de cuerdas en noches sin luna o salvar la corriente de un Duero embravecido en lo peor de una tormenta, que era cuando se esperaba que los guardias no estuvieran vigilando o no tuvieran la suficiente visibilidad. Y, como vamos a descubrir en alguno de los paneles que ilustran este paseo, el contrabando era también un juego en equipo, de auténticas cuadrillas en las que cada cual asumía los papeles necesarios -guías, mochileros, cargueros...- para el éxito de la operación. Uno de los mayores atractivos de este paseo es que nos va a llevar hasta el espigón rocoso de Peña la Vela, un balcón natural desde el que se avista el tramo más largo del Duero de todos los Arribes. Dicen los paneles, que la forma habitual de paso aquí antes de que se construyeran los embalses que cambiaron para siempre la fisonomía y formas de vida de este territorio (entre 1940 y 1950) era mediante una tirolina de maroma gruesa que se ataba entre peñascos por encima del cauce del río y de la que se colgaban la persona o mercancía que hacían el paso y que eran atraídas hasta la orilla contraria mediante cuerdas. Tras la construcción de los embalses, que desdibujó el perfil agreste del cauce del Duero, las maromas fueron sustituidas por barcas. Otra gratísima sorpresa con la que se culmina el recorrido en este punto es el curioseo que brindan el conjunto de majadas tradicionales reconstruidas junto a este mirador: corrales, chiviteras y chozas que hablan también de trajines en la frontera, de los ejercicios de supervivencia que realizaban quienes se dedicaban a las actividades agropecuarias propias de la zona, pero estos sí, dentro de la ley. Ya saben que pueden consultar el perfil de la ruta, descargarse el track para el GPS o completar toda la información que necesiten en el blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES. O incluso también reservar a través del blog el alojamiento para pasar el fin de semana en la zona.

    Ruta de los pantanos en la Montaña Palentina * Guía de viaje (7/2/2019)

    Play Episode Listen Later Feb 8, 2019 7:21


    La Ruta de los Pantanos por la Montaña Palentina es un hermoso itinerario que combina impresionantes paisajes y pequeños pueblos en el norte de la provincia de Palencia. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog:https://www.siempredepaso.es/la-ruta-de-los-pantanos-palencia/ A la vista de las importantes nevadas que cayeron la semana pasada, sobre todo por el norte de España, he pensado que ahora podía ser un buen momento para recorrer, por ejemplo, la que se conoce como La ruta de los pantanos. Uno de los itinerarios más clásicos para realizar en coche por la Montaña Palentina. Estamos hablando de recorrer la carretera que une las localidades de Velilla del Río Carrión y Guardo con Cervera de Pisuerga y Vañes mientras hilvanamos hasta cuatro embalses y un puñado de hermosos pueblos montañeses con asiento en la vertiente meridional de la Montaña Palentina. En total son cerca de 70 hermosos kilómetros que de la misma forma que se ha dado en llamar la "ruta de los pantanos" por la cantidad de embalses que vamos a ir recorriendo, también podía haberse bautizado como la Ruta de los Gigantes, dado que esos 70 kilómetros discurren a los mismos pies de las montañas más altas de toda esta zona de la cordillera: con el pico Espigüete, de 2.450 m de altitud o el Curavacas, con 2.520 metros, como las más conocidas, pero entre las que también se localizan otras como Peña del Tejo, Pico Murcia o Peña Carazo, por mencionar solo otras tres, que están en torno a los 2.000 metros de altitud. Una ruta que es todo un clásico del que tirar en cualquier momento si lo que queremos es gozar de un fin de semana de paisajes grandiosos, pueblos pequeños y un reguero interminable de paradas para ir disfrutando de ambas cosas. Y que, como digo, con las intensas nevadas de la semana pasada ha dejado toda la línea de montañas vestidas de blanco, con lo que el paisaje se nos va a presentar todavía más impresionante, si cabe. La idea es recorrer la carretera P-210 que une Velilla con Cervera de Pisuerga. En este caso vamos a arrancar nuestro viaje en Velilla del Río Carrión. Aunque en un principio la desmesura de la torre hormigonada de su central térmica -que evidencia lo importante que fue la minería del carbón en toda la Montaña Palentina en el pasado- nos puede animar a pasar sin detenernos, lo cierto es que esta localidad encierra varios puntos de interés en los que merece la pena echar pie a tierra. El más llamativo es el de su Fuente de la Reana. De origen romano, se lee como un tarot: su caudal intermitente, que hace que las aguas broten o se sequen por periodos impredecibles, ha sido desde antiguo interpretado como presagio de buenas o malas venturas, corriendo a través de los siglos la creencia de malos augurios para “quien visitándolas por vez primera, se las encontrara sin agua”, dice la leyenda. El manantial forma una piscina rectangular y de sus muros arrancan tres arcos, de los cuales uno de ellos es vestigio de época romana. Otro resto romano es la mitad de un ara que se encuentra en su cabecera. Y otro lugar donde podemos detenernos es en el Centro de Interpretación de la Trucha, dedicado a divulgar aspectos de la fauna piscícola del Carrión. Otra de las paradas que podemos hacer es tomar un desvío, apenas a tres kilómetros de Velilla, que indica hacia la localidad de Valcobero, un pueblo que quedó deshabitado en los años 70 del pasado siglo pero que poco a poco ha vuelto a la vida como salido de un coma. Además de unas buenas vistas del embalse de Compuerto y la cadena montañosa que lo alimenta, el desvío recompensa con algunas estupendas muestras de la arquitectura propia de la Montaña Palentina. De regreso a la P-210, y ya metidos de lleno en la ruta, alcanzamos enseguida el embalse de Compuerto, el primero de la ruta. Un poco más adelante vamos a pasar Otero de Guardo y después Camporredondo de Alba, que quedó sitiado entre dos aguas, las del embalse de Compuerto por un lado, y las del embalse de su mismo nombre, que quedan al otro lado del muro que preside la vida de la población desde que fuera inaugurado por el mismísimo rey Alfonso XIII en el año 1930. De hecho, es el más antiguo de la cuenca del Carrión y uno de los más veteranos de la provincia... Desde ahí, el viaje continúa hacia Cardaño de Abajo mientras vamos a ver reflejada sobre el agua del embalse la mejor imagen del viaje: la del inconmensurable Espigüete reflejándose sobre ellas como en un gigantesco espejo. Apenas un kilómetro más allá de Cardaño, en Puente Agudín, parte la carreterilla que lleva hasta el apartado Cardaño de Arriba. Entre este punto y el pueblo se localiza el arranque de algunas de las rutas más clásicas de la Montaña Palentina, como las subidas al Espigüete, a la cascada del arroyo Mazobre, al Pico Murcia o al Pozo Lomas. Como se ve, es un recorrido que da perfectamente para llenar un fin de semana. De hecho, en el camino hacia Cervera de Pisuerga todavía nos quedaría por hacer un alto en el mirador que hay junto a la carretera, un poco antes de llegar a Alba de los Cardaños, de nuevo con vistas al pueblo, al embalse y a las montañas. Al alcanzar Triollo, otra carreterilla permite adentrarse en las interioridades montañosas que ven nacer al río Carrión. En coche se puede llegar hasta Vidrieros, que es un punto de partida clásico de las ascensiones al pico Curavacas, techo de la Montaña Palentina. Y todavía nos quedaría continuar por la P-210 hacia Cervera enlazando un montón de pequeñas poblaciones hasta alcanzar el embalse de Ruesga, que es el más antiguo de los vistos, rematado en 1923 con el objetivo principal de servir como reserva de agua para el Canal de Castilla. Como ves, un viaje con muchísimos atractivos que incluso podríamos prolongar hacia los cercanos embalses de Requejada, en el camino hacia Cantabria, o hacia el inmenso embalse de Aguilar de Campoo.

    Un paseo por el modernismo de Zamora * Guía de viaje (17/1/2019)

    Play Episode Listen Later Jan 21, 2019 7:25


    Hoy descubrimos la importante colección de edificios y rincones modernistas que atesora la ciudad de Zamora. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/ruta-del-modernismo-por-el-corazon-de-zamora/ El viaje de hoy es un viaje de 800 años... Y es que ochocientos años es la distancia que media entre el principio y el final del largo paseo que propongo hoy por el corazón de la capital zamorana. Es el viaje que lleva de su piel más dura y conocida, esa que está hecha de piedra y mucho románico, hasta la blandura caprichosa y llena de fantasías que vamos a descubrir en su larga colección de fachadas modernistas. Algo que nos va sorprender mucho en una ciudad que es sobre todo conocida por poseer la mayor concentración de arte románico de Europa... Una sorpresa a la que hay que añadir la de descubrir que el milagro de que este islote de fantasías y volutas que encontramos en el corazón de Zamora haya regateado el afán desarrollista que en la segunda mitad del siglo XX se llevó por delante tantas cosas valiosas de nuestros cascos urbanos, se vea ahora limpio de polvo y mugre, y luzca como un auténtico reclamo turístico al que, sin duda, merece la pena prestar atención. De hecho, Zamora cuenta con 19 edificios de estética modernista entre sus calles. Un legado que le ha permitido formar parte de la Red Europea de Ciudades Modernistas. Junto a Astorga, son las dos únicas de Castilla y León. Así que, roto el tópico de que Zamora es sólo una ciudad de románico y cigüeñas, vale la pena comenzar este largo paseo por el tiempo arrancando precisamente en el resalte rocoso sobre el que comenzó a formarse la ciudad más añeja. Es el espigón pétreo al que el Duero prestó un foso de lujo. El bastión inexpugnable que ofrecía una sensación de seguridad suficiente como para que la ciudad comenzara a germinar sobre él: la razón de ser de que se levantara ahí su castillo. En la zona más elevada de la meseta sobre la que se extiende el casco histórico de Zamora, fue construido a mediados del siglo XI por el rey Fernando I para consolidarse como un punto estratégico de primera magnitud junto al Duero. De él partían los tres cercos amurallados que, en su momento, rodearon por completo la población. Hoy esas murallas, rehechas en numerosas ocasiones, siguen formando parte del paisaje de la ciudad, especialmente en el flanco septentrional, donde aún se muestran con toda su contundencia. Una contundencia que elogió la tradición proclamándola la “bien cercada” por la dificultad que entrañaba batirla al asalto. De hecho, uno de los episodios más conocidos de su historia tiene que ver, precisamente, con el asedio al que la sometió durante siete meses, en 1072, Sancho II durante el Cerco de Zamora, en la que se mostró imbatible. No muy lejos del castillo, entre este y la iglesia de San Isidoro, se localiza el que se conocía como Portillo de la Traición, rebautizado recientemente como de la Lealtad, en desagravio al noble leonés, Vellido Dolfos, que dio muerte al rey asediador y regresó a la ciudad a través de ese portillo con El Cid pisándole los talones. Los últimos trabajos llevados a cabo en la rehabilitación del castillo permiten un recorrido bien servido de pasarelas de madera y balcones de metacrilato en el que el plato fuerte es, desde luego, poder asomarse a esta ciudad tan vieja y tan moderna al mismo tiempo desde lo alto de su torre del homenaje. Al lado mismo está situada su catedral, auténtico símbolo de la ciudad y su monumento más conocido. Y en el camino que media entre el castillo y la catedral, vamos a encontrarnos con las estatuas de Baltasar Lobo que aderezan los jardines y que nos invitan a adentrarnos en el museo dedicado al artista, que está junto a la catedral. Respecto a la catedral hay que señalar que es el más esplendoroso de los templos del siglo XII levantados en la ciudad. Hay que dirigirse hacia el río para contemplar su puerta del Obispo, la única puerta superviviente de las tres que tuvo en el momento de su construcción y que como otras partes del templo -como el cimborrio, por ejemplo-, conserva esos aires orientales bizantinos que resultan tan exóticos en tierras de Castilla. En el interior, además de una inesperada luminosidad, que aporta principalmente la bella cúpula escamada, destaca la presencia del coro, en el centro del templo, o la sillería, abundante en temas profanos que retratan la vida cotidiana de la ciudad en el siglo XVI, en el que fue realizada. También es de mérito la magnífica reja que cierra la capilla mayor y de obligado cumplimiento la visita al Museo Catedralicio para disfrutar, entre otras joyas, de la colección de tapices flamencos tejidos entre los siglos XV y XVI. Cumplida la primera etapa del paseo toca tomar la rúa de los Francos como el eje vertebrador sobre el que encontramos una larga ristra de iglesias y edificios románicos -más de veinte- que salpican la Zamora más medieval y también la más conocida: todavía a la vista de la catedral aparece San Isidoro, un poco más allá, San Pedro y San Ildefonso. Frente al convento del Tránsito, La Magdalena, uno de los templos más bellos de la ciudad. Y así una larga retahíla que, además de templos, incluye paradas imprescindibles, como el Museo de la Semana Santa, el Museo de Zamora o el Museo Etnográfico, los tres en torno a la plaza de Viriato. Y llegamos así a la plaza Mayor, que es donde tiene su arranque el viaje modernista que culmina al alcanzar el parque de La Marina... Tras el periodo de esplendor que entre los siglos XII y XIII llenó Zamora de palacios y templos, la ciudad no volvió a vivir un periodo de prosperidad tan grande hasta las postrimerías del XIX. El empuje de una revolución industrial que alcanzó la meseta mucho más tarde que otros rincones de Europa y, sobre todo, la consolidación de una burguesía local relacionada con el comercio textil y la harina ansiosa por mostrar su prosperidad en público, se reflejó en el rejuvenecimiento del casco urbano que había ido creciendo más allá de la muralla medieval. De la plaza Mayor hacia el Este muchos edificios fueron derribados para levantar otros más acordes con los nuevos tiempos. Ese rejuvenecimiento de la ciudad tuvo un impulsor determinante: el arquitecto Francesc Ferriol, que llegó de Barcelona empapado de modernidad y Modernismo para ejercer como arquitecto municipal durante ocho años. Es en ese periodo, entre 1908 y 1916, cuando se levantan la mayor parte de los edificios que conforman hoy el patrimonio Modernista de la ciudad. Y que encontramos, sobre todo, en torno a la calle de Santa Clara, el eje comercial de la ciudad en aquel tiempo y hoy uno de los paseaderos más habituales. De nuevo el listado es largo y tiene un montón de paradas: la casa del empresario Juan Gato, el edificio del Ayuntamiento Viejo, el arranque de la calle de Balborraz, la plaza de Sagasta -que es el rincón por excelencia del modernismo zamorano-, el viejo edificio del Casino, el mercado de abastos, la casa Aguiar, la de Valentín Guerra, la casa Matilla... Pero donde mejor se cata el sabor que acompañó esa época es haciendo un alto en el hotel Sercotel Horus, acondicionado en el edificio Bobo y repleto de detalles modernistas que conservan la estética de aquel tiempo. CLARA. Pues ha resultado estupenda esta recomendación para descubrir una cara de Zamora que no es, desde luego, la que más se conoce y se visita. Ustedes ya saben que pueden ampliar toda la información que necesiten sobre esta u otras propuestas para conocer Castilla y León en el blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES, donde es posible, incluso, reservar directamente los alojamientos que necesitemos para nuestras escapadas de turismo rural.

    Propuestas de otoño en Castilla y León* Guía de viaje (8/11/2018)

    Play Episode Listen Later Jan 21, 2019 7:02


    Rincones y lugares de Castilla y León que resultan perfectos para visitarlo en otoño. Visitamos la villa romana La Dehesa, en la provinicia de Soria, y explicamos algo de su historia y de lo que depara su visita. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/category/otono/ El otoño es uno de mis momentos preferidos del año para realizar viajes porque es también, y durante unas pocas semanas, el momento en el que muchos paisajes se muestran tan llenos de colorido que solo por eso, ya merecen una escapada para contemplarlos. Me estoy refiriendo muy especialmente a esos maravillosos entornos naturales en los que abundan los bosques de hoja caducifolia, como los hayedos y los castañares, que son los que muestran una mayor intensidad de colores. Y, por suerte, en Castilla y León tenemos muchos de estos lugares para poder escoger. De hecho, Castilla y León es la comunidad autónoma con mayor masa forestal de la península así que seguro que no nos van a faltar rincones en los que disfrutar. Y, uno de esos entornos que están ahora en un momento fantástico son los Ancares, de los que ya hemos hablado aquí en alguna ocasión. Encontramos este conjunto de valles y montañas que superan en muchas de sus cumbres los 2.000 metros en la esquina en la que se juntan las provincias de León y Lugo. Se trata de un territorio tan intrincado y difícil de recorrer que se fue quedando durante siglos como una especie de burbuja completamente olvidada y perdida en el tiempo. Y, precisamente, ese aislamiento que fue padecido por su habitantes como un estigma que les condenaba a vivir en condiciones de atraso, en comparación con otros territorios vecinos, pues reside hoy una buena parte de su encanto. De hecho, las construcciones más tradicionales de los Ancares, que son las pallozas, unas cabañas construidas con muros de piedra y techumbres de centeno, se han convertido hoy en un signo de identidad. Una recomendación que hago siempre ha quien tenga interés en realizar una escapada de dos o tres días por los Ancares es acercarse a conocer una de las pocas pallozas visitables que encontramos allí y que se localiza en la localidad de Pereda de Ancares. Es la Palloza Museo del Señor Antonio, la vivienda que utilizó a lo largo de su vida este vecino de la localidad y que conserva en su interior tanto la estructura típica de estas construcciones como los enseres, herramientas y utensilios que pertenecieron a quienes durante generaciones vivieron en ella. Com digo, ha acabao convertida en un museo imprescindible para rescatar la memoria de la vida tradicional en esta comarca. Si desde Pereda continuamos el viaje hacia Balouta, otro de los lugares imprescindibles en una visita a los Ancares por reunir uno de los mayores conjuntos de pallozas de la comarca, en la subida por el puerto de Ancares vamos a disfrutar de los maravillosos colores que nos ofrecen los bosques en esta época del año Pero tampoco hace falta irse a lugares montañosos o difíciles de transitar, como el que acabamos de hablar. En mitad de la meseta encontramos uno de esos rincones que estos días está en plena festival de los colores. Me estoy refiriendo ahora al Canal de Castilla, que atraviesa de norte a sur las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid. El Canal de Castilla es una impresionante obra de ingeniería hidráulica trazada a lo largo de los siglos XVIII y XIX que tardo casi 100 años en construirse y que, desde luego, es uno de nuestros grandes tesoros patrimoniales. Tanto, que, a pesar de haber estado durante décadas en un estado de total abandono, podría compararse con el valor patrimonial de una catedral o de cualquiera de nuestros monumentos más reconocidos. Como digo, se trata de una obra que, además, tiene detrás una historia verdaderamente fascinante y hasta la que merece la pena acercarse en cualquier momento. Por ejemplo, ahora mismo nos vamos a encontrar los caminos de sirga, que son los caminos que corren por las dos orillas del canal, envueltos por el intenso color amarillo de los chopos que lo flanquean. De hecho, además del valor histórico, al que me he referido antes, el Canal de Castilla tiene también un alto valor ecológico, precisamente por ese apretado bosque de ribera que se ha ido formando en muchos de sus tramos a lo largo del tiempo. Y hablando del otoño y de rincones a lo largo del canal, uno de mis preferidos es la esclusa de Calahorra de Ribas, en la provincia de Palencia. Se trata de un lugar emblemático dentro de la historia del Canal porque fue el lugar preciso en el que dieron comienzo las obras del Canal de Castilla el 16 de julio de 1753 y que tiene, por tanto, una de las esclusas más antiguas del canal y, para mi gusto, una de las más bonitas. Y si lo que queremos es darnos un paseo por las orillas del canal disfrutando del color de los árboles podemos acercarnos desde aquí hasta la primera de las presas de retención, a algo más de un kilómetro, con el aliciente de conocer, además, el lugar en el que las aguas del Canal se cruzan con las del río Carrión. Y, como es un paseo totalmente llano y por caminos, si nos animamos a hacerlo en bicicleta una buena idea puede ser acercarse hasta el puente de Valdemudo, también uno de los primeros en construirse. Por último, otro hayedo que está fantástico en esta época es el del espacio natural de MONTE SANTIAGO, en la provincia de Burgos, con uno de los hayedos más notables del norte de Burgos. Por supuesto, al espectáculo de sus hayas despidiendo la hoja se suma el de unos precipicios con más de 300 metros de altura y el de una cascada, la que protagoniza el río Nervión en tiempo de lluvias, a los pocos metros de nacer, y que podemos disfrutar recorriendo la Senda del Cortado en tres sencillos kilómetros.

    Navidades de pueblo en Castilla y León * (20/12/2018)

    Play Episode Listen Later Dec 21, 2018 7:17


    Sugerimos hoy dos de los pueblos más hermosos de Castilla y León para organizarse unas Navidades con sabor a pueblo. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/navidades-de-pueblo-en-castilla-y-leon/ He traído hoy unas propuestas muy navideñas pero pensando, sobre todo, en quienes, llegando estas fechas, lo que buscan es lo contrario de lo que la mayoría hace. Es decir: tratar de escaparse de los ajetreos que suelen traer también estas fiestas. La Navidad es un momento diferente del año que se caracteriza, entre otras cosas, porque nos cambia el ritmo de nuestra rutina habitual: de repente nos vemos envueltos en una serie de celebraciones o de reuniones familiares que solo tienen lugar en estas fechas. Otra cosa que cambia también es el paisaje que nos rodea habitualmente, sobre todo si vivimos en las ciudades: las calles se llenan de colores, de luces, de música pero también de un ajetreo y de un ritmo que pueden llegar a cansarnos casi nada más empezar esas celebraciones. Así que, hay quien, al llegar estas fechas, en lo que se pone a pensar enseguida es en cómo huir de las calles abarrotadas de gente, de las colas en los comercios, las compras de última hora, las lucecitas intermitentes, los atascos del centro... Y empieza a imaginar cómo puede organizarse unos días tranquilos, sin prisa por levantarse, con tiempo para los paseos cortos y los desayunos largos. Y, a ser posible, en medio de paisajes nevados, con las montañas como telón de fondo, con una chimenea cerca, en una casa con vigas de madera y paredes de piedra, tertulia con amigos... Y tan lejos del mundanal ruido como se pueda... Así que nada mejor que pensar en una pequeña escapada de turismo rural por alguno de esos bellísimos pueblos que tenemos en nuestra comunidad. Uno de ellos podría ser la localidad burgalesa de Frías, de la que se dice que es la ciudad más pequeña de España. O por lo menos, de eso presume. Lo que nadie puede discutir es que tiene una de las estampas medievales más bellas -e inconfundibles- de España. Sus señas de identidad son el espectacular puente medieval sobre el río Ebro, levantado en el siglo XII, con nueve arcos ojivales y una poderosa torre fuerte con aspilleras y saeteras para cortar el paso a quien no pagara el peaje, y su enriscado castillo roquero. Auténtico nido de águilas, desde él se divisa una imprescindible panorámica de la localidad y el anfiteatro montañoso ante el que se alza. Para disfrutarla en su medida hay que dejar -por supuesto- el coche fuera del recinto amurallado y caminar un casco urbano que sabe a piedra y arquitectura tradicional hasta alcanzar la iglesia de San Vicente, en uno de sus extremos. Una de las recomendaciones que se pueden hacer en una visita a esta localidad es realizar el pequeño paseo que lleva hasta la vecina y hermosa localidad de Tobera. Está señalizado con las balizas del GR.85, no tiene pérdida y además permite disfrutar, sobre todo en los primeros kilómetros, de las trazas del viejo camino real que desde aquí llevaba hacia La Rioja. El pequeño pueblecito de Tobera, al que se entra por la iglesia de San Vicente, guarda en su corazón la sorpresa de un poderoso salto de agua. En este tramo, con fuertes desniveles, el río del Molinar baja tan a trompicones a encontrarse con el Ebro que fue memorable su colección de pequeños molinos –de donde le quedó el nombre- surgidos para aprovechar su incansable fuerza en todo tipo de moliendas. Mucho más conocida, por quedar junto a la carretera que sale hacia Busto de Bureba, es la bella estampa que componen la ermita de Nuestra Señora de la Hoz, el altar de Caminantes y un puentecillo al pie de los acantilados de rubia piedra de toba. Otro lugar lleno de encanto es la localidad soriana de Calatañazor. Otro pueblo de aires tan medievales que Orson Welles no pudo resistirse a la tentación de escogerlo para rodar buena parte de su "Campanadas a medianoche". Tal lucían sus calles, sus soportales con pilastras de madera de sabina, sus tejados de teja vieja, sus chimeneas cónicas, su rollo jurisdiccional, los retazos de su castillo, sus tabernas... La estampa de un pueblo con historia que había traspasado el túnel del tiempo para quedarse detenido en el siglo XI. Eso sucedía en 1965. La suerte es que, si el director americano se levantara de su tumba para rodar una secuela de aquella película, lo más seguro es que volviera a escogerlo porque sigue manteniendo prácticamente el mismo aire medieval de entonces. De nuevo dejando el coche a la entrada, hay que caminar por sus calles, oler sus vientos con sabor a hierba y leña, y llegarse hasta la plaza. El trayecto, aunque corto, es jugoso. Se empieza por la ermita de La Soledad, románica, a la entrada de la población, donde hay que levantar la vista para escudriñar sus canecillos, algunos con personajes de aspecto africano, y se continúa con la observación detenida de fachadas y viejos herrajes; calle arriba, la iglesia de Santa María del Casti¬llo, de ori¬gen románico, al¬berga piezas como un órgano portátil, una cá¬mara de tesoros, o manus¬critos reales del medie¬vo, un buen retablo en el al¬tar mayor, pila bautis¬mal ro¬máni¬ca, un valioso Cristo gó¬tico co¬no¬cido como del Am¬paro y un más que interesante Museo. En la plaza se alza el rollo jurisdiccional, del siglo XV, y al final llegamos a los restos del legendario castillo, asomándose hacia el llamado valle de La Sangre, de evidentes resonancias históricas y guerreras. Y es que una de las cosas que primero se citan siempre que se habla de Calatañazor es que en sus alrededores, seguramente que en el amplio valle que se divisa desde el castillo, tuvo lugar, en el año 1002 la batalla en la que el caudillo árabe Almanzor sufrió una herida por la que moriría algunas semanas después. Y de ahí el dicho de que en Calatañazor Almanzor perdió el tambor...

    Villa romana La Dehesa (Soria) * Guía de viaje (19/11/2018)

    Play Episode Listen Later Dec 21, 2018 7:12


    Visitamos la villa romana La Dehesa, en la provinicia de Soria, y explicamos algo de su historia y de lo que depara su visita. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/villa-romana-de-la-dehesa-en-cuevas-de-soria-soria/ Esta semana tenemos que arreglarnos y ponernos guapos porque vamos a ir de visita a casa de una familia un poco especial: vamos a acercarnos a conocer la casa de los Írrico o Írricos. Así se apellidaba la familia que a principios del siglo IV, y durante algo más de 100 años y dos o tres generaciones, vivió en unos campos muy próximos al actual pueblecito de Cuevas de Soria, en una casa de campo que debió de ser la envidia del vecindario, dado que si hubieran tenido vecinos cerca -que no se sabe- es difícil imaginar otra casita de campo como la suya que superara los 4.100 metros cuadrados. Vamos a visitar la villa romana La Dehesa, una de las tres villas romanas más importantes de la provincia de Soria. Encontramos la villa romana La Dehesa a unos veinte kilómetros de la capital soriana en dirección a Berlanga de Duero y un poquito antes de llegar a la localidad de Cuevas de Soria. Y lo que tiene de especial es, como decía, que vamos a poder recorrer el interior de la casa de una familia que no era familia cualquiera. Los Írrico o Írricos, que es el apellido que aparece en una inscripción de la casa, era una familia de raíces celtíberas que en unas pocas generaciones adaptó la cultura y formas de vida romana como propias. Es decir, se dieron a la buena vida que otros no se podían permitir e hicieron alarde del buen gusto que se le presuponía a una familia romana de pura cepa. Y esto se imagina no solo por las dimensiones de su casa de campo, también por el repertorio y calidad de los mosaicos que visten los suelos de 21 de sus 22 habitaciones. Contar con buenos mosaicos era para los romanos pudientes un lujo al que se entregaban con mucho entusiasmo. Tanto por el gusto que les daba caminar sobre ellos como por el orgullo con el que se los mostraban a las visitas. Así que a juzgar por los mosaicos de la villa romana La Dehesa, que es como se la conoce ahora, a los Írrico no les debía de ir nada mal en la vida. Al menos durante un tiempo, porque entre las muchas cosas que se desconocen de este lugar es el motivo por el que fue abandonada, dejándola tal cual pero sin un mueble. Algo que extraña, dado que en muchas ocasiones las villas romanas que se conocen en España quedaban abandonadas tras un incendio o la destrucción sufrida en alguna guerra pero siempre con los restos que habían formado parte de la vivienda en su interior. La villa romana La Dehesa fue descubierta, como tantas otras, de pura casualidad cuando en 1927 un hombre que intentaba levantar un cobertizo picó justo donde 1.600 años antes los Írrico habían disfrutado de su vivienda campestre, unas campas junto a las que pasa el río Izana, bien orientadas al sur y en la parte más protegida del valle. Aquel hombre, sin comerlo ni beberlo, había dado, efectivamente, con una de las primeras villas hispanorromanas descubiertas en España. Informado del hallazgo, el arqueólogo Blas Taracena fue el primero en hacerse cargo de las excavaciones para irse percatando, poco a poco, de que aquel descubrimiento casual había sacado a la luz un conjunto realmente excepcional, tanto por sus dimensiones como por la armonía de los diseños que mostraban sus mosaicos. Tras los primeros momentos de asombro, y después de realizar los dibujos de los 21 mosaicos que adornan sus suelos, el yacimiento ha vivido un largo camino, con muchas etapas de abandono, hasta que en 2012 se acondicionó para su apertura al público, integrado ahora en un proyecto museístico más amplio que explica la vinculación del mundo hispanorromano con la diosa romana Magna Mater, la Cibeles griega, fuente de la vida. Junto al yacimiento se ha construido una zona museística en la que, mediante un vídeo, paneles y algunas piezas arqueológicas se pone de relevancia cómo muchas costumbres actuales son la herencia cultural y religiosa legada por los romanos. Una vez visitada esa primera parte, que hace las veces de introducción en el contexto general en el que estuvo situada la villa, una pasarela permite al visitante transitar sobre la estructura del edificio mientras contempla desde arriba los mosaicos que han sido recuperados en las diferentes estancias. El edificio presenta una planta rectangular organizada en torno a un amplio espacio ajardinado. Alrededor del jardín se abre un espacioso corredor con columnas –el peristilo- que, a modo de claustro, ponía en comunicación y daba acceso a las diferentes estancias. Una de las singularidades de este yacimiento es la presencia destacada de dos estancias a las que, por su volumen y espacialidad, se presupone una función especial. La más relevante, con un ábside semicircular, es la que se sitúa en el centro del lado norte, y que se conoce como aula magna, con casi 200 metros cuadrados. La otra gran estancia, en el lado oriental, fue el comedor. Junto a este último se localiza la zona termal a la que los romanos sabían sacar tanto partido. Otra singularidad de este yacimiento es que no está del todo claro que fuera una villa agrícola como las otras grandes villas romanas que tenemos en Castilla y León. Tanto la disposición como el tamaño de la mayoría de las estancias ha hecho interpretar a los investigadores que, más que tratarse de una explotación agropecuaria al uso en aquel ambiente hispanorromano, la villa La Dehesa pudo tener también una función algo más parecida a un centro formativo, puede que una especie de pequeño monasterio pagano en el que fueran frecuentes los debates y discusiones en pequeños grupos. Lo que sí se sabe es que este edificio fue levantado a principios del siglo IV sobre los restos de una construcción anterior del siglo I. Una forma muy apetecible -y recomendable- de completar la visita a esta villa es dando un pequeño paseo por el pequeño desfiladero del río Izana, un estrecho pasillo natural que rasga la superficie caliza del páramo entre las localidades de Cuevas de Soria y Villabuena. Un rincón que seguro que no ha cambiado casi nada desde el tiempo en el que los Írrico se dedicaban –posiblemente- a la cría de caballos es este cercano y recoleto desfiladero. Dependiendo de si el río lleva agua o no, es posible completar los 5 kilómetros de delicioso paseo entre ambas localidades con la sensación de caminar por un corredor del fin del mundo, un lugar tan apartado de todo como en su momento pretendieron estarlo, seguro, los Írrico en su casita de campo.

    Por los alrededores de Aguilar de Campoo * Guía de viajes (11/10/2018)

    Play Episode Listen Later Dec 21, 2018 7:10


    Hoy descubrimos las sorpresas que nos depara un viaje conociendo lo que se esconde en el entorno de la localidad palentina de Aguilar de Campoo- PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/que-ver-en-torno-a-aguilar-de-campoo-palencia/ Habría que empezar con un paseo detenido por las calles de Aguilar de Campoo. Ya hemos hablado aquí en alguna ocasión de que Aguilar destaca por los excelentes ejemplos de arquitectura montañesa que encontramos por su calles, con esos explendidos y socorridos soportales que acotan su plaza de España, en la que también llama la atención la abundancia de galerías acristaladas, o los caserones con escudos nobiliarios que encontramos en varios puntos del callejero y que revelan la importancia que tuvo en el pasado esa clase social en la localidad. También hay un montón de cosas que ver muy cerca de esta población. Una de esas visitas que podemos hacer es acercarnos a conocer los restos la calzada romana de Los Blendios, que es el camino más antiguo que se conoce establecido como tal por los romanos para salvar la Cordillera Cantábrica entre Pisoraca (Herrera de Pisuerga, Palencia) y el denominado Portus Blendium (el actual Suances, en Cantabria). Un camino histórico que estuvo en uso hasta que los avances técnicos fueron brindando otras posibilidades a los ingenieros para atravesar las montañas. O hasta que otras vías de comunicación más modernas -como la actual autovía- la fueron dejando en el olvido. Por eso resulta una rareza descubrir que el humilde puente de La Perdiz sea uno de los restos de aquella calzada, con 2.000 años de historia sobre sus pilares, y que haya sobrevivido a tanto trajín. Se localiza un poco antes de entrar en Nestar junto a una pequeña área de interpretación con paneles y bancos. No solo en Aguilar perviven las huellas de la vieja hidalguía montañesa que ejerció su poderío al pie de la Cordillera Cantábrica, con los marqueses de Aguilar a la cabeza. Hay varias localidades en torno a Aguilar en las que resulta asombrosa la densidad de casas fuerte, torres o pequeñas fortalezas blindadas por torreones y cercas de piedra. Una de esas localidades es Villanueva de Henares, a unos 15 km de Aguilar. Entre su repertorio de casas hidalgas blasonadas encontramos la de Los Mayorazgos, una torre fuerte como la de La Capellanía o el soberbio palacio barroco del s.XVII conocido como “La Casona”. Por encima de este palacio, la carretera da acceso a un mirador con bancos desde el que resulta obligado contemplar todo el conjunto. Otra curiosidad relacionada con Villanueva es la presencia del menhir conocido como la “piedra de Sansón”, relacionado con los conjuntos megalíticos de Valdeolea. Se ve sin dificultad, hincado en una linde entre los campos de labor, cerca de la carretera que lleva hacia la autovía. Y otra localidad, también con muy buenas muestras de arquitectura tradicional montañesa es la de Canduela, Declarada Conjunto Histórico. Es otro casco urbano repleto de casonas montañesas, algunas tan notables como la conocida como “la Torrona”. El embalse de Aguilar ofrece un montón de posibilidades. Una de ellas es, por ejemplo, acercarnos a conocer la iglesia de uno de los pueblos que quedaron anegados con la construcción del embalse. Esta construcción se llevó a cabo entre 1953 y 196, y supuso la inundación de los pueblos de Cenera de Zalima, Villanueva del Río, Frontada y Quintanilla de la Berzosa. Bueno, pues resulta que la ubicación de las iglesias románicas de estas dos últimas poblaciones, en un nivel más alto que el resto de las casas, las salvó de la inundación y hoy aparecen sobre el paisaje solitarias y huérfanas de las localidades a las que dieron servicio. En concreto, la iglesia de San Andrés de Frontada se localiza en una apartada península del embalse hasta la que se accede, en 3,6 km, por un buen camino de tierra que encontramos señalizado en la carretera que bordea el embalse, 1 km antes de la localidad de Foldada, yendo desde Aguilar. Estos 3,6 km son una excelente excusa para disfrutar de un paseo por las orillas del embalse. Quizás más aún cuando el nivel de las aguas baja un poco y permite ver los restos del pueblo inundado a muy pocos metros de la iglesia y su cementerio. En torno a la iglesia, arropada por un frondoso pinar, mesas y bancos se brindan para un agradable descanso.

    El FOTOcalendario del blog SIEMPRE DE PASO: Un proyecto de autoedición mediante micro mecenazgo

    Play Episode Listen Later Oct 11, 2018 8:02


    En este programa Javier Prieto Gallego, editor del blog SIEMPREDEPASO.ES y colaborador del programa de ONDA CERO CASTILLA Y LEÓN, charla acerca de lo que es un proyecto de micro mecenazgo y de cómo este puede hacer posible la autoedición de un Fotocalendario de pared. También explica con detalle el proyecto y cómo es posible contribuir a que se haga realidad. Más info en: https://www.siempredepaso.es/fotocalendario-2019-un-proyecto-de-edicion-en-el-que-tu-puedes-participar/ Más informa

    El Valle de Mena * Guía de viaje (17/9/2018)

    Play Episode Listen Later Sep 27, 2018 7:16


    Hoy viajamos hasta el norte de la provincia de Burgos para conocer el Valle de Mena. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/joyas-romanicas-del-valle-de-mena-burgos/. Hoy vamos a encaminar nuestros pasos hacia un territorio con mucha historia y con muchas cosas que ver. Y también hacia un destino que, precisamente, puede ser de lo más oportuno para disfrutarlo, por ejemplo, a lo largo de este otoño que acaba de comenzar: propongo que organicemos una escapada para conocer el Valle de Mena. Encontramos el Valle de Mena en el extremo más septentrional de la provincia de Burgos, justo en el límite con la provincia de Vizcaya. Y lo que tiene de especial es que estamos hablando de un enorme cuenco natural de características plenamente cantábricas que destaca tanto por los espectaculares paisajes que ofrece, especialmente desde los bordes de ese gran cuenco natural, con acantilados y saltos de agua, y también por la riqueza y variedad de unos entornos naturales que le han valido su inclusión dentro de la Red Natura 2000. El Valle de Mena es un profundo cuenco natural hundido entre las poderosas crestas montañosas de los Montes de Ordunte, por el norte, y los Montes de la Peña, por el sur. Ambas con picos que superan de largo los 1.100 metros de altitud. En el fondo de ese cuenco, encontramos a Villasana de Mena, capital del valle, que se sitúa en torno a los 350 metros de altitud. Está configuración orográfica fue vista prácticamente desde siempre como un corredor natural por el que han transitado cuantos necesitaban viajar desde las costas cantábricas, a unos escasos 20 km en línea recta, hacia el interior de la meseta. Desde los romanos, que unieron por el fondo de este cuenco las mansiones de Herrera de Pisuerga y Castro Urdiales, hasta las corrientes migratorias que a mediados del siglo XX vaciaron el norte burgalés con el éxodo rural que alimentó la industrialización de la cercana ciudad de Bilbao. Y todo ello pasando, claro, por la aventura repobladora de los foramontanos, que penetraron por aquí hacia el interior mientras la Reconquista empujaba al mundo musulmán hacia el sur. Así, como sin dar la importancia que de verdad tiene, en nuestra visita al Valle de Mena podemos acercanos hasta una sencilla lápida que junto a la localidad de Taranco nos recuerda la ubicación del monasterio, que ocupaba más o menos esas mismas praderas, entre cuyas paredes el abad Vítulo escribió, el 15 de septiembre del año 800, el documento más antiguo que se conozca en el que aparece por primera vez la palabra "Castilla", y que refleja, por tanto, una incipiente realidad política que ya por entonces iba cobrando forma y a la que se aludía con esa denominación. Hay que recordar también que el Valle de Mena forma parte de Las Merindades burgalesas, que son una muestra de organización territorial ligada por completo a la pujanza que irá cobrando el Condado de Castilla. Otra cosa que sorprende mucho en una visita al Valle de Mena es el recorrido por un tramo de la calzada romana que, como decía antes, unía las mansiones de Herrera de Pisuerga y Castro Urdiales. En un lugar algo apartado encontramos los hermosos restos, casi escondidos y secretos de la Calzada de Mena, en los alrededores de la localidad de Irús. Disfrutar de esta pequeña sorpresa, arropada por la fronda del camino y oculta a quienes se limitan a llegar hasta donde llega el asfalto, exige echar pie a tierra en la iglesia de esta localidad, Irús, y buscar el camino que por delante del cementerio comunica esta población con la de Arceo, a unos escasos 5 km. No hace falta caminar mucho para descubrir que bajo el polvo del que parece un sencillo camino vecinal lo que se oculta es, en realidad, el empedrad0 desgastado pero firme y sólido de una calzada por la que transitó la Historia hasta que la carretera que atraviesa hoy el valle vino a dejarla en baúl de los rincones olvidados. Pero aún hay más. Aproximadamente a mitad de trayecto, un rumor que surge algunos metros por debajo del camino indica que se está llegando a una zona donde el Hijuela, que es el río que nos va a acompañar en buena parte del trayecto, se descuelga en varias y sucesivas cascadas que, seguro, nos van a invitar a detenernos para hacer fotos. Pero no es el único salto de agua que vamos a encontrar. Se trata de un territorio de clima y paisaje cantábrico en el que, sobre todo en época de lluvias, abundan los cursos de agua y las cascadas. Y uno de esos rincones hasta los que hay que acercarse es, también, el nacimiento del río Cadagua, uno de los afluentes más importantes del río Nervión. Este río, con cerca de 70 kilómetros de recorrido y desembocadura en Baracaldo, brota por las bravas en un despeñadero umbrío y recóndito. En este caso, el paseo que nos lleva hasta allí se inicia también por detrás de la iglesia de la localidad de Cadagua y enseguida, caminando entre prados, nos lleva hasta la orilla derecha del río para, en pocos metros, alcanzar las torrenteras por las que, si ha llovido en abundancia, vemos brotar el río. La visita a este nacedero puede ser una buena oportunidad para recorrer un pequeño tramo del sendero GR.85 que atraviesa el valle y que lleva, en un par de horas desde estas nacientes, hasta la iglesia de Siones. Hasta ahora hemos estado hablando de rincones naturales pero este valle es también famoso por albergar dos de los mejores ejemplos de estilo románico de toda la provincia: las iglesias románicas de Santa María, en Siones, y San Lorenzo, en Vallejo. Muy cercanas entre sí, apenas separadas dos kilómetros en línea recta, y sin que exista una conexión directa entre ellas en cuanto al momento de su construcción, resulta que comparten, además de territorio y linaje, el encanto de unas hechuras que las hacen destacar como dos de los edificios más singulares del románico burgalés. Además, muy cerca, a 1 km de Siones, merece la pena acercarse a contemplar el tímpano que luce una pequeña iglesia en el que se muestra la insólita representación de Jesús con la cruz a cuestas rodeado de soldados, mientras en la orla exterior se ha tallado el sepulcro vacío, con guardianes dormidos, un ángel y las tres Marías. Son dos sencillas escenografías llenas de emoción y expresividad. Y todavía quedarían por mencionar rincones tan emblemáticos del valle como el Santuario de Cantonad o alguna de las pequeñas localidades que salpican ese paisaje de prados y cursos de agua del que hemos estado hablando... A lo largo y ancho del valle vamos a encontrarnos con un montón de pueblecitos bañados por el aire medieval de las varias torres-fuerte que todavían permanecen en pie. Otra visita imprescindible es, desde luego, el paseo por el casco histórico de Villasana de Mena que ejerce, además, como capital del valle.

    Los Chiviteros de Torregamones * Senderismo (19/9/2018)

    Play Episode Listen Later Sep 20, 2018 6:53


    Hoy viajamos hasta un apartado rincón de los Arribes zamoranos para conocer las Chiviteras de Torregamones. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/un-paseo-hasta-los-chiviteros-de-torregamones-zamora/ El verano es un momento estupendo para tomarse algún descanso pero también para organizarse algún viaje de esos que se hacen sin prisa o, por ejemplo, para recorrer caminos y curiosear alguno de esos rincones que muchas veces nos pillan un poco a tras mano de las grandes rutas o de los destinos más conocidos pero que al final son los que mejor sabor de boca nos dejan. Así que en esta ocasión vamos a proponer un pequeño viaje hasta uno de esos rincones medio olvidados, muy a tras mano de las grandes rutas viajeras y que encontramos nada menos que en mitad de los Arribes zamoranos. Hoy había pensado que podíamos prepararnos una escapada hasta los Chiviteros de Torregamones. Pero ¿qué son los Chiviteros de Torregamones? Pues un chivitero o chivetero es un corral o un aprisco en el que se encierran los chivos, las crías de la cabra, especialmente para protegerlas cuando son muy pequeñas para que no se escapen o puedan ser atacadas por zorros o lobos. En este caso concreto, los Chiviteros de Torregamones son, también, una especie de pequeño homenaje a una vida pastoril que, por suerte, hace ya algún tiempo que forma parte del pasado. Este lugar al que me estoy refiriendo hoy, un conjunto de pequeños chiviteros en las que se ponían a resguardo a las crías de las cabras que acababan de nacer y que encontramos en los alrededores de la localidad zamorana de Torregamones es, en el fondo, además de un paraje lleno de encanto, una pequeña lección de la sencillez, la austeridad y la sabiduría con la que discurría la vida en el medio rural hace todavía unas pocas décadas. Por suerte, los cabreros de hoy, si quieren, pueden llevar teléfono móvil en el zurrón o incluso un ordenador portátil o una tablet y trabajar con aplicaciones, si tienen conexión a Internet. Y, si les surge algún problema mientras están en el campo, tienen, también, la posibilidad de hacer una llamada para que alguien les vaya a buscar con un todoterreno, por ejemplo si están muy lejos o tienen que cargar con un chivín recién parido. Pero antes, a lo mejor no hace tanto como parece, las cosas en el campo eran bastante diferentes. Y el oficio de cabrero o de pastor, también. Entre esas diferencias está que, en función del lugar de pastoreo, no siempre era posible regresar con el rebaño por las noches. Antaño era común que, sobre todo en el verano, los pastores de cabras, de vacas o de ovejas, pasaran los días y las noches junto a sus rebaños. Por eso abundaban en el paisaje las majadas, tenadas, los corrales, los chozos y, en Los Arribes zamoranos, abundan también los chiviteros, unas diminutas cabañas en las que el cabrero encerraba a los chivos recién paridos para ponerlos a salvo de zorros, lobos y otros depredadores de los campos sayagueses. Se trata, entonces, de un conjunto de pequeños corrales en los que los pastores guardaban las crías de las cabras cuando estaban pastoreando y que no podían cargar con ellas. Este conjunto de chiviteros estuvieron en uso prácticamente hasta los años 90 del siglo pasado y han sido reconstruidos con el propósito de que quede en el paisaje al menos una referencia de cómo eran entonces y para qué servían. Unos chiviteros que resultan también peculiares por la forma que tienen, al menos para quienes no hemos vistos unos antes. En este caso concreto los de Torregamones tienen la forma que es habitual en toda esta zona de los Arribes pero que resulta muy llamativa porque son exactamente iguales que pequeñas cabañitas circulares con las paredes de piedra y los techos de cubierta vegetal que recuerdan mucho a eso, unas cabañas de pastor pero en miniatura. De hecho, tienen el espacio justo para albergar en cada una de ellas a una o dos crías de cabra recién nacidas. Una peculiaridad que tienen es que se hacían con una puerta muy pequeña, lo suficiente para introducir por ella a la cría a la que se iba a dejar allí por la noche, y luego el hueco de la puerta se tapaba con una piedra grande de manera que los lobos o los zorros no encontraran la forma de llevarse una presa que desde luego para ellos era de lo más apetecible. Encontramos estos chiviteros a unos 6 km de la localidad zamorana de Torregamones y, aunque es posible llegar hasta ellas en coche, desde luego la recomendación que hacemos desde aquí es hacerlo a pie. Está claro que es la mejor forma de disfrutar, no solo de este rincón, sino de un entorno tan lleno de encanto como son los Arribes. Si lo hacemos así podemos completar perfectamente un recorrido circular con inicio y final en la localidad de Torregamones, de unos 12 kilómetros, que resulta perfecto para hacer en una mañana o una tarde. Desde Torregamones a los chiviteros vamos a seguir unas balizas de color blanco y verde que nos van a llevar hasta ellos para conectar después con las marcas blanquirrojas del GR.14 que regresa a Torregamones por la ribera del arroyo de Fenoya, parando en viejos molinos y a través de un extenso encinar también con mucho encanto. Como siempre, quien quiera ver fotos de estos chiviteros, el mapa con el recorrido o la descripción un poco más detallada del paseo no tiene más poner la palabra Torregamones en el buscador del blog SIEMPREDEPASO.ES y ahí va a encontrar el reportaje en el que se habla de todo lo que hemos estado comentado hoy. También se puede reservar directamente el alojamiento para pasar el fin de semana en esa zona de los Arribes o en cualquier otro rincón de Castilla y León.

    Dos paseos para el verano * Senderismo (21/06/2018)

    Play Episode Listen Later Jun 21, 2018 6:48


    Ha llegado el verano. Con este motivo os propongo dos paseos por la naturaleza especialmente recomendables para realizar en verano. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. Después de esta primavera tan desapacible que hemos tenido seguro que hay ya quien está deseando que le hagamos sugerencias para aprovechar al máximo estos días veraniegos que tenemos por delante. Así que, si te parece, podemos aprovechar el programa de hoy para dejar apuntados algunos paseos que pueden estar más indicados para hacer, precisamente, en verano. Entre las muchas que se pueden encontrar en el blog SIEMPREDEPASO.ES, te voy a comenzar señalando uno de esos paseos que, en realidad, apetecen durante todo el año pero que tal vez durante el verano puede hacerlo un poco más. Es el paseo que lleva hasta las que se conocen como las Calderas del río Cambrones. Se trata de un paseo algo montañero que nos va a llevar por las laderas septentrionales de la Sierra de Guadarrama hasta encontrarnos con la serie de pequeñas piscinas naturales que el río ha ido labrando entre las paredes de granito por las que baja de la sierra y que son, precisamente, uno de los alicientes de la caminata. Las fuentes del río Cambrones se localizan en las laderas septentrionales de la Sierra de Guadarrama, en el puerto de Malagosto, casi a 2.000 metros de altitud, desde donde descienden para ser represadas en el embalse del Pontón, a muy pocos kilómetros de la capital segoviana. Hay que decir que se trata de un paseo de unos 8 kilómetros entre la ida y la vuelta, que no está señalizado sobre el terreno y para el que, por lo tanto, vamos a tener que preparar con antelación la documentación que nos va a hacer falta, especialmente la descripción del recorrido y un croquis que podemos encontrar en el blog. Quizá, lo más complicado del paseo sea, precisamente, localizar el inicio dado que, una vez que lo encontremos, es tan fácil como seguir por los caminos bien marcados que suben por una u otra orilla del río. Y el inicio lo encontramos en el denominado Puente de la Princesa en las afueras de la localidad de La Granja de San Ildefonso, en la provincia de Segovia. Desde este lugar, que será el lugar donde dejemos el coche, hasta las Calderas puede tardarse una hora y media más o menos. Es un camino relativamente fácil, excepto el tramo final que corre por una ladera bastante inclinada, que requiere buen calzado y bastones de senderismo para apoyarse cuando caminenos por la roca pero que, como digo, tiene al final la fantástica recompensa de disfrutar de este apartado rincón de la sierra y la posibilidad, si nos atrevemos, de darnos un pequeño remojón en estas frescas y salvajes piscinas naturales. Otra posible sugerencia para realizar alguno de estos próximos fines de semana del verano podría ser un paseo por el que se conoce como Desfiladero de los Calderones. Es un estrecho pasillo natural que encontramos en el norte de la provincia de León y que nos va a dar pie para realizar un tranquilo paseo en familia siempre y cuando el arroyo que corre por el interior de este desfiladero haya dejado de pasar por él, cosa que sucede durante los meses de menos lluvias. Y por eso decía que puede ser una propuesta para tener en cuenta a lo largo de estas próximas semanas. Para arrancar este paseo tenemos que llegar antes a la localidad de Piedrasecha, en la comarca de Luna. Ahí vamos a encontrar la señalización de un paseo que nos lleva, en un primer tramo, hasta la conocida como Fuente del Manadero, situada en un punto en el que el desfiladero comienza a estrecharse. Tan sólo unos metros más allá se llega, justo cuando el pasillo se estrecha tanto que casi parece el pasillo de una casa, a la cueva de Las Palomas, que queda en alto, sobre el desfiladero y hasta la que se accede por una escalera. Es la manera de alcanzar la puerta de la oquedad en la que la devoción popular sitúa a la Virgen del Manadero, y que es objeto de una multitudinaria romería que tiene lugar cada verano el último domingo de julio. Como digo, a partir de este punto se encuentra la parte más espectacular del desfiladero, que está considerado Punto de Interés Geológico. Los geólogos explican que este pasillo es fruto de la acción erosiva del arroyo de los Calderones sobre unas calizas que fueron formándose hace 360 millones de años, cuando todo esto no era otra cosa que el fondo de un mar al que iban a parar los caparazones de los animales muertos. Lo interesante aquí es ver cómo el agua y la disolución kárstica han ido trabajando pacientemente todo el repertorio de cuevas, simas y formas de las que son capaces. El arroyo de los Calderones es una corriente de carácter estacional que, en época de lluvias o deshielos ocupa, desde aquí y hacia arriba, todo el espacio disponible. Pero cuando llega el buen tiempo, el caudal merma hasta desaparecer por completo para continuar fluyendo bajo tierra. Y es entonces cuando el paso por Los Calderones queda abierto para el peatón. También para los pastores que guardaban su cabaña en la vega de Santas Martas, un kilómetro más arriba, donde en otros tiempos dicen que existió todo un pueblo con abadía incluida, y que desapareció, según una leyenda, por comulgar todo el pueblo un domingo con un pan que habían hecho, sin saberlo, con el agua en el que había estado una salamandra. Y hasta ahí precisamente, hasta esta vega de Santas Martas, es hasta donde podemos continuar nosotros este fácil paseo que desde Piedrasecha tiene algo más de 3 km que se pueden hacer sin dificultad en alrededor de una hora.

    Vías Verdes en Castilla y León * Guía de viaje (24/05/2018)

    Play Episode Listen Later May 24, 2018 6:39


    Con motivo del 25 aniversario de la inauguración de la primera Vía Verde en España, hoy hablamos de las Vias Verde en Castilla y León y proponemos algún recorrido en concreto. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/via-verde-de-laciana-y-el-centro-del-urogallo-leon/ La excusa de esta semana para nuestra escapada viajera es, de nuevo, una celebración, en este caso la de los 25 años desde la inauguración de la primera Vía Verde en España. Una exitosa propuesta de turismo activo que ha ido sumando un montón de kilómetros a lo largo de estos 25 años: en estos momentos nada menos que 2.700 kilómetros de vías recuperadas en 123 itinerarios debidamente acondicionados para su uso turístico a pie o en bicicleta. Una "moda" que, como otro tipo de propuestas relacionadas con el auge del turismo activo y de naturaleza, nos llegó del extranjero justo en un momento el que nuestras infraestructuras ferroviarias estaban pasando por una profunda transformación. Una transformación que suponía la reorganización de todo el trazado de los ferrocarriles españoles apoyándose en dos premisas: la modernización de las infraestructuras y la escasa rentabilidad de una gran parte del sistema ferroviario, dejando fuera de uso aquellos trayectos con poca demanda de uso o cuyas infraestructuras se hubieran quedado claramente obsoletas, al mismo tiempo que se hacía una clara apuesta por el desarrollo de las comunicaciones por carretera. Es así como en aquel momento se quedaron sin servicio cerca de 6.000 kilómetros de vías, muchos de ellos, precisamente, atravesando zonas con orografías complicadas, entornos rurales que habían venido también vaciándose en las últimas décadas o pertenecientes a entornos mineros o industriales desmantelados al empuje de los nuevos tiempos. Algo que sucede también en un momento en el que cada vez hay más interés por desarrollar un turismo concienciado y volcado hacia destinos en los que paisaje y ecología son protagonistas y que casa a la perfección con los centenares de kilómetros que a lo largo y ancho de nuestra geografía fueron construidos, en muchas ocasiones, como digo, atravesando una orografía complicada o entornos naturales por los que resultaba imposible transitar si no era en tren. Es así es como nace en 1993 el proyecto "Vías Verdes" destinado a rehabilitar algunos de estos trazados ya sin uso, impulsado por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Renfe y Feve. Un ambicioso plan de rehabilitación de líneas ferroviarias en desuso, que sigue el ejemplo que ya existía en otros países, con el fin de promover su reacondicionamiento para que puedan ser utilizadas de nuevo como estupendos caminos por los que transitar a pie o en bicicleta. Y de los cuales tenemos algunos interesantes ejemplos en Castilla y León: en estos momentos, nada menos que 14 tramos señalizados y acondicionados en distintos trazados ferroviarios que habían quedado en desuso o que directamente, como es el caso del ferrocarril Santander-Mediterráneo, nunca llegaron a estar completamente terminados. Precisamente en este trazado, que pretendía unir la costa cantábrica con la mediterránea después de atravesar media península, acaba de terminarse el tramo más reciente habilitado como Vía Verde en Castilla y León. Es un trayecto de 43 km que une las localidades de Castellanos de Bureba, al norte de la provincia, con Quintanilla de Vivar, una localidad a tan solo 10 km de la capital burgalesa. Y, lo que tiene de especial, es que estos kilómetros de Vía Verde vienen a sumarse a otros que ya están en funcionamiento en ese mismo trazado ferroviario con la intención de acabar conectándolos todos y llegar a formar un gran corredor verde por el que podría viajarse a través de caminos y espacios naturales desde Santander hasta el puerto de Sagunto. De hecho, uno de los objetivos que hay trazados a medio plazo es completar el recorrido entre la capital soriana y Castellanos de Bureba pasando por la capital burgalesa, todo ello a través de caminos y viejos trazados ferroviarios que sumarán más de 160 km. Pero ¿qué cosas deberíamos tener en cuenta si nos decidimos a preparar una escapada por una de estas Vías Verdes. Bueno, lo primero que hay que decir es que uno de los grandes atractivos que tienen estos itinerarios es, precisamente, que están perfectamente acondicionados y no presentan, en la práctica, la más mínima dificultad para su recorrido. De hecho, una de las cosas que más se tienen en cuenta en su preparación es todo lo relacionado con la seguridad: nos los vamos a encontrar perfectamente señalizados, con barreras protectoras, puentes, indicaciones o avisos en los cruces por donde pueda haber coches... Otra característica es, precisamente, la seguridad que da para peatones y ciclistas el hecho de que por estos caminos no pueda circular ningún otro tipo de vehículos. Y otra característica que los hace también muy apetecibles es que mantienen la suavidad en los desniveles que es propia de los trazados ferroviarios, con lo que sabemos que no nos vamos a encontrarnos con repechos importantes. De hecho, las Vías Verdes cumplen todos los requisitos para ser considerados como Caminos Accesibles en los que se han eliminado las posibles barreras para que puedan también ser disfrutados, por ejemplo, en silla de ruedas. Como ves, se trata de propuestas que pueden disfrutar personas de cualquier edad y condición física, perfectas para hacer con niños o en familia, para las que únicamente vamos a tener en cuenta los mismos aspectos que para cualquier otra actividad que hagamos al aire libre. Es decir, preparar el equipo que vayamos a utilizar, la bicicleta casi siempre en este caso; estar atentos a la previsión meteorológica; estudiar el itinerario y prever cuáles van a ser nuestros puntos de salida y de llegada y las paradas intermedias. ¿Alguna de las Vías Verdes que tenemos en Castilla y León para una pequeña escapada en estos días de primavera? Pues, como digo, en Castilla y León podemos escoger hasta 14 itinerarios diferentes con un montón de kilómetros de recorrido. Para elegir una, lo mejor es visitar la web de las Vías Verdes, que es VIASVERDES.com o también se pueden encontrar varias Vías Verdes descritas en el blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES. Por ejemplo, una de las que podemos encontrar en el blog es la Vía Verde de Laciana, que discurre entre las localidades de Villablino y Caboalles de Arriba. Se trata de un antiguo ferrocarril minero desmantelado, con un trazado de unos 7 km, que tiene como aliciente añadido el hecho de que nos acerca hasta la misma puerta de la Casa del Urogallo que está instalada en Caboalles de Arriba y que nos va a permitir aprender muchas cosas sobre este animal de nuestra fauna que está en grave peligro de extinción.

    Los Picos de Europa y el Desfiladero del Cares * Guía de viaje (10/5/2018)

    Play Episode Listen Later May 10, 2018 7:08


    Este año se cumple el primer centenario de la declaración del Parque Nacional de los Picos de Europa. Con esta excusa nos acercamos a conocer uno de sus rincones más famosos: el Desfiladero del Cares. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/el-valle-de-valdeon-de-arriba-abajo-leon/ Los tres macizos que conforman el Parque Nacional de los Picos de Europa constituyen una de las maravillas paisajísticas y naturales más sobresalientes de España. También una de sus joyas más delicadas. Estos fueron los dos impulsos que movieron a un grupo de visionarios hace ahora 100 años para lograr convertirlo en nuestro primer parque nacional. Dentro de unos meses se van a conmemorar los 100 años de la proclamación del primer Parque Nacional declarado en España y uno de los primeros en ser declarados en el mundo, tan solo unos años después de que se creara el parque de Yellowstone, en Estados Unidos, que fue el primero de todos. Es un buen momento tanto para acercarnos a cualquiera de los maravillosos rincones que encontramos en los Picos de Europa como para conocer un poco mejor la historia de este espacio natural. Una historia en la que destaca el nombre de don Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, como principal impulsor de las medidas que culminaron con la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covandonga, el 22 de julio de 1918, y su proclamación oficial, que tuvo lugar el 8 de septiembre de ese año y que se hizo coincidir con la conmemoración del Decimosegundo Centenario de la Batalla de Covadonga. Todo ello fue posible gracias a una sensibilidad que hace 100 años era completamente novedosa y que fue la que impulsó el deseo, también novedoso y vanguardista en su momento, de ponerlas a salvo de futuras depredaciones especulativas de todo tipo. Algo que ha sido esencial para evitar, por ejemplo, que se produjera en su interior una sobreexplotación de industrias mineras, se acabara con la madera de los bosques o que un abuso de las actividades de caza terminaran con algunas de las especies más emblemáticas. La primera zona de protección que se estableció en 1918, con la denominación de Parque Nacional de la Montaña de Covandonga, comprendía solamente el denominado Macizo Occidental de los Picos de Europa o del Cornión. Y giraba en torno a lo que es, desde luego, uno de sus lugares más bellos y emblemáticos: los Lagos de Covandonga. Hubo que esperar hasta el 30 de mayo de 1995 para que el parque nacional incluyera también los otros dos macizos montañosos con los que forma un todo. Es entonces cuando pasa a denominarse con el nombre actual de Parque Nacional de los Picos de Europa. En el año 2014 vuelve a ampliar de nuevo sus límites y en la actualidad comprende 67.455 ha. de superficie, que le convierten en el segundo en extensión, tras el de Sierra Nevada, de los quince que actualmente componen la Red de Parques Nacionales de España. Con más de 1.900.000 visitantes, es el tercero más visitado de España después de los del Teide y la Sierra de Guadarrama. Econtramos la superficie del parque repartida entre el Principado de Asturias, Cantabria, y Castilla y León. Y, dentro de Castilla y León, el territorio comprendido dentro del Parque Nacional son los valles de Sajambre y Valdeón, dos hermosísimos rincones de esta comunidad autónoma hasta los que merece la pena acercarse en cualquier momento. Como digo, en Castilla y León tenemos estos dos valles leoneses formando parte del Parque Nacional, los dos con propuestas muy interesantes para visitar. Pero hoy podíamos mencionar el que es también uno de los rincones más visitados y espectaculares y que se conoce como la Garganta o el Desfiladero del Cares. El Desfiladero del Cares es una garganta natural de roca caliza abierta por el río Cares en lo más profundo del valle leonés de Valdeón, que sirve como separación entre los macizos Occidental y Central de los Picos de Europa. Un pasillo tan espectacular por sus dimensiones que en algunas partes aparece mencionado como la "garganta divina". Se trata de una garganta natural abierta entre los dos macizos y que resultaba totalmente impracticable hasta que se construyó un canal para llevar las aguas del río Cares hasta la central de luz de Puente Poncebos, en el lado asturiano. Ese canal vino a construirse entre 1917 y 1924 y la idea que lo alimentó fue la de taponar la entrada del desfiladero con una pequeña presa y conducir desde ella el agua del Cares por un canal hasta la central hidroeléctrica. Una obra humilde en apariencia pero descomunal si se tienen en cuenta la época y el entorno. Un reto que supuso horadar montañas a pico y pala o trabajar colgando sobre abismos con decenas de metros de caída. Un reto que continuó tras la finalización de las obras como consecuencia de la necesidad del mantenimiento de este canal. Abierto entre paredes prácticamente verticales, los frecuentes desprendimientos y avalanchas causados por lluvias o nevadas obligaban a reparaciones continuas y a realizar obras de alto riesgo para los trabajadores que se atrevían a realizarlas, con continuos accidentes mortales. Y esa fue la razón para que, en la década de los cuarenta del siglo XX, se acometiera la realización de la senda que corre hoy junto al canal mientras acompaña el discurrir del Cares. Una senda que, dada la espectacularidad de las vistas que ofrece, con puentes tendidos de pared a pared, túneles y cornisas talladas en la roca al borde del abismo, se ha convertido en uno de los puntos de atracción más impactantes del sector leonés del Parque Nacional de los Picos de Europa y también en uno de los destinos senderistas más conocidos dentro y fuera España. El recorrido de la Senda del Cares supone un trayecto de 11 kilómetros entre la localidad de Caín, en el lado leonés, y Puente Poncebos, en el asturiano, en el que pueden tardarse unas 3 horas largas y que dado que discurre por una zona de alta montaña, por un camino que en algunos puntos no alcanza los dos metros de ancho y al borde de continuos precipicios, exige altas dosis de prudencia, atención y un mínimo de equipo para realizarlo. Un buen consejo para quien no disponga de tanto tiempo para realizar todo el trayecto es acometer, al menos los tres kilómetros iniciales que arrancan desde la localidad de Caín, en los que encontramos algunos de los tramos más espectaculares de la senda. En cualquier caso, siempre es recomendable recabar primero toda la información relacionada con este recorrido tanto en las propias oficinas del parque nacional como en el blog SIEMPREDEPASO.ES, donde, además, es posible también reservar el alojamiento que nos pueda hacer falta.

    La floración del cerezo en el Valle de Caderechas * Guía de viaje (26/4/2018)

    Play Episode Listen Later Apr 26, 2018 7:08


    Estamos en un momento estupendo para asistir a una de las floraciones del cerezo más espectaculares de Castilla y León: la que tiene lugar en el valle burgalés de Las Caderechas. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/que-ver-en-el-valle-de-las-caderechas-burgos/ La floración del cerezo es una de las floraciones más espectaculares que podemos contemplar en la naturaleza, especialmente por la intensidad con la que se produce. Una intensidad que tiene que ver, a su vez, con el considerable tamaño de las flores y también porque al producirse en grandes extensiones de cultivo dedicados a estos árboles produce la sensación de que un gigantesco manto blanco ha cubierto las laderas de las montañas o los valles en los que se cultivan los cerezos. Sin duda, es todo un reclamo que invita a miles de viajeros cada año a acercarse a fotografiar y disfrutar del espectáculo que proporciona esta floración. Y ya hemos hablado aquí en alguna ocasión de la floración de cerezos más famosa de España, que tiene lugar en el Jerte, en la provincia de Cáceres. Pero hoy quería invitar a conocer un rincón de Castilla y León donde la floración de los cerezos no tiene nada que envidiar a la cacereña: es la que se produce en el valle burgalés de Las Caderechas, un rincón de la provincia de Burgos especialmente bello que está viviendo precisamente ahora los últimos días de una floración que, como digo, resulta tan espectacular como la que se produce en el valle del Jerte. Localizamos el valle de Las Caderechas en un apartado rincón del extremo noroccidental de la comarca burgalesa de La Bureba. Encajonado entre los cantiles que lo separan del resto de La Bureba y lo aíslan del colindante páramo de Masa, este valle, formado en la unión de otros estrechos valles menores, presenta una serie de singularidades entre las que destaca su particular microclima, al rebufo de los vientos hostiles que asolan el páramo. Un microclima que resulta evidente tanto a la vista de la vegetación predominante en el paisaje, con extensas manchas pinariegas de aires mediterráneos, como por la temperatura, siempre algo más benigna que en el entorno inmediato, y que se percibe en cualquier paseo que se emprenda. Fruto de ese microclima benigno es el extendido cultivo de cerezas y manzanas reineta, con afamadas producciones muy bien conocidas en muchas regiones de España, y cuya calidad está amparada por sus respectivas Marcas de Garantía y por una larga tradición hortofrutícola que aparece mencionada ya en documentos del año 1032 guardados en el monasterio de San Salvador de Oña. Y todo ello salpimentado por una larga ristra de hermosos pueblos pintorescos que, tal vez por esa condición de valle aislado y a desmano, amén de otras consecuencias poblacionales más dolorosas, ha logrado preservar una arquitectura tradicional que perdura en perfecta armonía con el entorno. Se trata en realidad de un conjunto de pequeños valles pero enclavados en una zona de gran riqueza paisajística a la que podemos dedicar sin problemas un fin de semana. Una de las formas de acceder a esta hoya natural tan especial es hacerlo desde la localidad de Salas de Bureba. Enseguida, a medida que nos introducimos en el valle, vamos a ir percibiendo cómo el paisaje sufre una clara transformación que se hace de lo más evidente en la vegetación, con grandes manchas de bosques de pino, quejigos y encinas y con grandes extensiones de terreno dedicados a cerezos y manzanos. Se estima que en el Valle de Caderechas se cultivan unos 50.000 cerezos que son los que vamos a encontrar en estos días en plena floración. Por esta carretera el primer pueblo al que llegamos es Aguas Cándidas, que ya nos da pistas con su nombre sobre una de las cosas de las que más presume, el conjunto de manantiales de aguas cristalinas que bajan a aumentar el arroyo de Vadillo. Desde esta localidad, que al igual que el resto de poblaciones del valle de Las Caderechas presume de una arquitectura tradicional bien conservada, con grandes caserones y muchos escudos nobiliarios en las fachadas, podemos tomar la estrecha carretera que nos lleva hasta Padrones de Bureba para disfrutar de uno de los rincones más apartados del valle. Después, de vuelta a la localidad de Aguas Cándidas, podemos proseguir el recorrido por el valle hasta Hozabejas e iniciar aquí el circuito que nos va a llevar por el contorno del valle enlazando consecutivamente algunas de sus localidades más representativas: Rucandio, Madrid de Caderechas, Herrera, Quintanaopio, Río Quintanilla y, de nuevo, Aguas Cándidas. Se trata de un circuito que discurre por carreteras estrechas y en las que, por supuesto, además de disfrutar de las hermosas panorámicas de las laderas del valle cubiertas de cerezos en flor, sobre todo en el tramo que discurre por la parte alta de este cuenco natural, habrá que prestar mucha atención a la carretera y a la posibilidad de encontrarnos con otros coche de frente. También hay que pedir, por supuesto, el máximo respeto para los habitantes del valle a la hora de dejar aparcados nuestros vehículos en sitios donde no estorben o puedan impedir el paso de los vecinos, que reciben con los brazos abiertos a quienes les visitan pero que también viven con cierta incomodidad el trasiego que se prepara cuando acuden muchos visitantes de golpe. Y, por supuesto, una cosa en la que insisten quienes viven allí es en que se disfrute del espectáculo de los cerezos pero sin entrar en los campos de cultivo para hacerse fotos o caer en la tentación de arrancar los brotes de flores, por pequeños que sean. Por supuesto, nos vamos a encontrar con varias posibilidades de realizar paseos por este entorno. Tal vez una de las más llamativas es la que lleva por título la Ruta de los Duendes, que discurre por el antiguo camino que comunicaba Herrera con el valle de Valdivielso. Se trata de un paseo señalizado, de unos 8 kilómetros, que llama la atención porque todo el recorrido se encuentra salpicado por una serie de propuestas artísticas muy imaginativas, entre las que destaca el centenar de árboles a los que se ha vestido con distintos prendas de ganchillo de colores llamativos y que forman el núcleo del Bosque de los Duendes. Se trata de un paseo con algo de desnivel pero que puede resultar muy entretenido para realizar con niños, por ejemplo.

    Orbaneja del Castillo * Guía de viaje (12/4/2018)

    Play Episode Listen Later Apr 12, 2018 6:31


    En este episodio explicamos cómo disfrutar de una visita a la cascada de Orbaneja del Castillo sin padecer el agobio de no encontrar sitio para aparcar: con un estupendo paseo desde la localidad vecina de Escalada. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/como-visitar-orbaneja-del-castillo-burgos-sin-colapsar-la-carretera/ Está claro que hemos empezado la primavera con una buena racha de lluvias y eso es algo que está viniendo muy bien para muchas cosas. Una de esas cosas que se está viendo muy beneficiada es, por ejemplo, el nivel de los embalses, que poco a poco han pasado de estar casi secos, muchos de ellos, a irse acercando ya a sus niveles más habituales. De la misma forma, todas estas lluvias que están cayendo estos días han venido muy bien para recargar acuíferos, humedales o para aumentar el caudal de muchos ríos y arroyos. Otra repercusión que están teniendo estas lluvias es que hacen que podamos acercarnos a disfrutar de muchas cascadas o saltos de agua que, justo ahora, se muestran en sus mejores momentos. De hecho, muchas de las cascadas que podemos ver estos días con unos caudales realmente grandes es habitual que estén casi secas buena parte del año. El motivo es que muchas de las cascadas que bajan con fuerza estos días tienen su origen en arroyos de montaña que se caracterizan, precisamente, porque son muy estacionales. Es decir, que bajan con fuerza en época de lluvias o cuando hay deshielos y después prácticamente desaparecen. Por eso estos días lluviosos, con cielos plomizos y que pueden parecer incluso algo desagradables para salir de casa pues resulta que son perfectos para acercarnos a disfrutar de alguno de estos saltos de agua que no vamos encontrar con una estampa tan espectacular el resto del año. Ya hemos hablado aquí en alguna ocasión cuáles son algunas de las cascadas más espectaculares de Castilla y León, pero el caso es que, por suerte, tenemos un montón entre las que acercarnos a disfrutar. Hoy, en concreto, quería hablaros de una que brota del interior de una cueva, atraviesa por el medio de un pueblo y después se descuelga por entre las rocas en una serie de escalones que resultan de lo más fotogénicos. Seguro que con estas pistas muchos ya se habrán imaginado que estoy hablando de Orbaneja del Castillo, uno de los pueblos más bonitos y fotografiados del norte de Burgos. Y no es para menos. Acercarse hasta Orbaneja del Castillo es una recomendación que podemos hacer en cualquier momento del año pero en estos días mucho más porque, como digo, uno de sus principales encantos es, precisamente, la espectacular cascada que atraviesa el pueblo y que luego se descuelga en una serie de escalones hasta pasar por debajo de la carretera que le da acceso. Una carretera que en alguna ocasión se ha llegado a colapsar, precisamente por la cantidad de gente que se para en el puente para contemplar este salto de agua del que estamos hablando. Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta si nos vamos a acercar hasta allí es que estamos hablando de una localidad muy pintoresca, muy bonita, con una buena arquitectura tradicional pero también muy pequeña y, como acostumbra a suceder con estas poblaciones que encontramos entre montañas, en este caso en el fondo de los bellísimos cañones que dibuja el río Ebro en esa zona de las Merindades, pues no suelen disponer de demasiado espacio para aparcar y mucho menos cuando en momentos puntuales como estos despiertan el interés de muchas personas al mismo tiempo. De hecho, muchos visitantes advierten de que si llegamos a la localidad durante el fin de semana después de las 10 de la mañana es bastante probable que no encontremos sitio para aparcar. ¿Cuál sería la recomendación entonces? Pues, desde luego, no tratar de aparcar justo en el punto en el que se ve la cascada, porque además se trata de un punto muy estrecho de la carretera que no tiene prácticamente arcén, y utilizar los espacios que tienen habilitados para ello u otros que incluso aunque nos pillen un poco más lejos nos obliguen a dar un pequeño paseo hasta Orbaneja. Esta es una zona de Burgos hasta la que podemos acercarnos en cualquier momento del año porque hay un montón de cosas que ver pero hoy, en concreto, la propuesta que quería hacer es la de acercarse a disfrutar de la cascada de Orbaneja del Castillo, pero acercarse a pie después de haber recorrido un pequeño paseo de unos cinco kilómetros por el fondo de los cañones del río Ebro. Nos vamos a quitar de encima el problema de que es bastante probable que no encontremos sitio para aparcar y vamos a añadir al espectáculo del la cascada la experiencia de un paseo de lo más agradable por las orillas del río disfrutando además del paisaje encajonado y lleno de cantiles que el río Ebro va trazando a su paso en esta zona. ¿Cómo organizamos este paseo? Como digo, es un paseo muy sencillo por las orillas del Ebro y podemos arrancarlo en la localidad de Escalada, donde no vamos a tener problema para dejar el coche. Escalada es también una localidad bellísima del norte de Burgos, con estupendas muestras de arquitectura tradicional, igual que Orbaneja. Una arquitectura tradicional en la que sobresalen los enormes caserones de origen nobiliario que son tan frecuentes en esa zona. En Escalada, en concreto, destaca el que se conoce como caserón o palacio de los Gallo, un edificio del siglo XVII, que encontramos al lado de la carretera y que fue levantado por el obispo de Segovia, Gregorio Gallo. En este paseo por Escalada vamos a ver otros caserones con escudos nobiliarios, y donde hay que acercarse también es hasta la iglesia, sobre todo para contemplar su bella portada románica, con restos de policromía y seis arquivoltas, en una de las cuales se ven las figuras de 22 músicos que podrían ser los músicos del apocalipsis. Una vez realizado el paseo por el pueblo nos quedaría por cruzar el puente que hay en la parte baja del pueblo, pasar a la orilla derecha del río Ebro y seguir la señalización del sendero de gran recorrido GR.99 que nos lleva sin ninguna posibilidad de pérdida hasta Orbaneja. Se trata de un tramo de 5 kilómetros, prácticamente llanos, que podemos hacer perfectamente con niños y que nos va a llevar más o menos una hora de ida y otra de vuelta. Puede ser, desde luego, una estupenda recomendación para llenar, por ejemplo, una mañana del fin de semana y alejarnos un poco de la masificación con que podemos encontrarnos en Orbaneja del Castillo estos días.

    Propuestas de senderismo para el fin de semana en Castilla y León * Hoy por hoy Castilla y León * Cadena Ser (29/3/2018)

    Play Episode Listen Later Mar 30, 2018 11:45


    Entrevista en el programa Hoy por Hoy Castilla y León para charlar sobre paseos fáciles por espacios naturales de Castilla y León. En el programa hablamos de La Senda de los Almendros, El Salto del Nervión, Cueva del Cobre y el Roblón de Estalaya. Es una colaboración del blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES

    Real Casa de Moneda * Guía de viaje (15/3/2018)

    Play Episode Listen Later Mar 19, 2018 6:31


    Nos acercamos hoy a conocer uno de los edificios de patrimonio industrial más importantes de la Península: la Real Casa de Moneda de Segovia. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/la-real-casa-de-moneda-de-segovia/ Da la sensación que cada vez que hablamos de propuestas viajeras por Castilla y León tenemos que hablar de pueblos medievales, de castillos, de catedrales y de patrimonio histórico y cultural en general. Y a menudo olvidamos que además de todo eso, en esta comunidad también somos ricos en otro tipo de patrimonio al que merece la pena acercarse porque también nos cuenta mucho de lo que hemos sido y sobre nuestro pasado más reciente. Me estoy refiriendo a lo que se denomina Patrimonio Industrial, que no es otra cosa que los restos que nos han quedado de nuestra historia industrial más cercana. La historia de una evolución tecnológica y social que también ha dejado sobre el paisaje un montón de restos notables y muy interesantes hasta los que, sin duda, merece mucho la pena acercarse. Un tipo de patrimonio que cada vez se tiene más en cuenta de cara a su conservación y promoción. Por suerte, cada vez vamos siendo más conscientes de que esos restos forman también parte de nuestra historia tanto como lo puedan formar los viejos castillos o las catedrales. La lista es inmensa: estamos hablando de batanes, molinos, altos hornos, trenes, turbinas, serrerías, martillos, talleres, caleras, minas, harineras, fundiciones, ingenios de todo tipo, grandes y pequeños, que un día fueron el no va más de la tecnología, puntas de lanza de una modernidad que hizo mover la economía, dinamizar la sociedad o transformar el mundo y a los que, como todo en esta vida, les llegó también el momento de su relevo para quedar olvidados y fuera de uso. Como decía, hay un montón de lugares de este tipo que visitar en Castilla y León, así que, si te parece, hoy nos vamos a centrar en uno hasta el que vale la pena acercarse para conocer una parte muy interesante de nuestro pasado relacionado con la industria y, en este caso concreto, con la fabricación nada menos que del dinero. Hoy propongo realizar una visita a la Real Casa de Moneda de Segovia. La encontramos ubicada junto al río Eresma casi enfrente del monasterio jerónimo del Parral. Un edificio que llegó a ser en su momento la ceca más avanzada de Europa, ¿no, Javier? Fue Felipe II quien decidió construir ahí la fábrica de moneda más avanzada de Europa en su momento, el siglo XVI. Para ponerse en situación, hay que explicar que en aquel tiempo España se había convertido en la mayor potencia de Occidente. En su imperio no se ponía el sol pero el dinero con el que debía de funcionar todavía se fabricaba a martillazos. El problema no era, como podía pensarse, que se tardara una eternidad en fabricar así, a golpes y con troqueles, un millón sino, más bien, que la imperfección del sistema dejaba mucho campo abierto a los defraudadores: desde la falsificación hasta el limado de los cantos de las monedas que muchos, gramito a gramito, utilizaban para apañarse una fortuna. Así fue como Felipe II puso todo su esfuerzo en encontrar un nuevo sistema que, además de ganar tiempo, supusiera un avance en la lucha contra el fraude. Y lo encontró en el Tirol. Allí ya llevaban algo avanzado este asunto gracias a los proyectos de varios inventores que, tras una larga sucesión de ensayos y errores, habían logrado poner en marcha, en 1571, una Casa de Moneda movida por energía hidráulica que acuñaba a rodillo: un sistema revolucionario que ahorraba un montón de tiempo y personal, permitía una mayor calidad de las impresiones y eliminaba en buena medida la posibilidad de fraude. Felipe II enseguida se dio cuenta de que necesitaba contar con una máquina como esa para fabricar dinero en España y decidió trasladarla pieza a pieza desde el Tirol hasta el edificio que había encargado construir a su amigo Juan de Herrera en las orillas del río Eresma. Una de las cosas que vamos a descubrir en nuestra visita a la Real Casa de la Moneda es precisamente que la historia de este traslado, el que traía las piezas de aquella voluminosa máquina de fabricar monedas a la Penísnula, da para una especatcular novela en la que no faltan tramas de intriga, espionaje industrial, un largo itinerario por tierra y mar lleno de contratiempos, y un responsable de la expedición que acabó enviado a galeras después de verse involucrado en un complot con intento de asesinato incluido. El caso que aquella expedición, después de 8 meses de fatigas, logra llegar finalmente a Segovia, y, en 1585 se consigue volver a montar la maquinaría en el conjunto de edificios que ya tenía preparados Juan de Herrera. Un conjunto de edificios que tras un largo proceso de restauración llevado a cabo hace unos años está considerado el edificio del patrimonio industrial en pie más antiguo de España y uno de los más antiguos de Europa. Esta visita es interesante por el contenido, nos va a ir narrando la historia de cómo se ha fabricado el dinero a lo largo de la historia, algo de una gran importancia y a lo que, a lo mejor, no prestamos mucha atención. Pero, sobre todo, es interesante por el continente. Es decir, por la singularidad de este conjunto de edificios que fue necesario construir para poner en marcha una tecnología que, en aquel momento, era totalmente revolucionaria. Tanto que, como he dicho, había muchos países interesados en hacerse también con ella. El caso es que de lo que se trataba era de aprovechar la fuerza del río para mover toda una serie de voluminosos ingenios implicados en el proceso de fabricación y, al mismo tiempo, y dado que de lo que se trataba era nada menos que de fabricar dinero, lo que se construyó fue un complejo dotado de las máximas medidas de seguridad con que se podía contar entonces. Es decir, con una sola puerta hacia el exterior para asegurar un mejor control de todo cuanto entraba y salía. O que, a falta de arcos de seguridad y rayos X, se cacheaba y se pesaba a las personas que entraban y salían para asegurarse de que nadie saliera con un dinero de más que no fuera el de su sueldo, el día de cobro. De hecho, el complejo funcionaba como una auténtica caja fuerte, como un microcosmos en el que los trabajadores vivían recluidos con sus familias, regían leyes propias y contaba con dos calabozos en los que acababa quien no sabía resistirse a la tentación de meter mano en una caja que, vista desde dentro, parecía no tener fondo. Está claro que esta propuesta para visitar la Real Casa de Moneda de Segovia está llena de curiosidades y muchas cosas que aprender y que se se puede disfrutar también mucho de nuestro Patrimonio Industrial. Ya saben que para ampliar toda la información de lo que nos ha comentado esta tarde Javier o incluso para reservar sus alojamientos en caso de que lo necesiten, no tienen nada más que utilizar el buscador que aparece en la parte superior del blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES y ahí les va aparecer todo lo relacionado con esta visita, con vídeos incluidos.

    Viajes de grandes mujeres por Castilla y León * Guía de viaje (1/3/2018)

    Play Episode Listen Later Mar 2, 2018 7:37


    Hoy proponemos organizar dos viajes siguiendo las huellas de dos grandes mujeres por Castilla y León: Isabel la Católica y Santa Teresa de Jesús. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/viajes-de-grandes-mujeres-por-castilla-y-leon/ Ya hemos hablado aquí en alguna ocasión de algunas de las grandes rutas que podemos organizar por Castilla y León siguiendo, por ejemplo, los viajes de Carlos V o las huellas del Cid. Pero hoy quería plantear la posibilidad de realizar dos grandes recorridos por Castilla y León siguiendo las idas y venidas que hicieron por esta comunidad dos grandes mujeres con un gran peso histórico y cultural. El primero de los viajes que podemos plantearnos realizar, por ejemplo a lo largo de tres o cuatro días por Castilla y León, es seguir el rastro de Isabel la Católica. Por supuesto, tratar de recorrer todos y cada uno de los lugares que tuvieron relación con este personaje es una tarea completamente imposible, a menos que, por ejemplo, dispusieramos como mínimo de un par de semanas. Pero sí que resulta más asequible plantearnos una pequeña escapada mientras buscamos su presencia en tres lugares donde su huella quedó marcada de manera profunda. A los amantes del orden cronológico les encantará empezar por Madrigal de las Altas Torres. La futura reina vino al mundo en el palacio que allí tenía su padre Juan II, fue el 22 de abril de 1451, Jueves Santo para más señas. El palacio fue cedido por Carlos V a las monjas de la orden de San Agustín en 1525 y hoy son ellas las encargadas de guiar en la visita turística que permite conocerlo por dentro. Una experiencia recomendable en cualquier momento y, desde luego, con cualquier excusa. Un segundo lugar cargado de resonancias isabelinas es Arévalo. No podremos visitar el palacio en el que vivió buena parte de su infancia -porque desapareció- . Pero lo que sí ha perdurado es la maestría con la que los alarifes mudéjares trabajaban el ladrillo, tal como evidencian los más de 100 edificios catalogados con rasgos o elementos de este estilo que menudean entre sus calles y el contorno. Además, puede visitarse el castillo –Museo del Cereal- o pasear hasta la Casa de los Sexmos, en la hermosa plaza de la Villa, a donde los reyes Católicos vinieron en 1494 para refrendar el Tratado de Tordesillas que habían firmado con Portugal. Hoy acoge el Museo de la Historia de Arévalo. Y el tercero podría ser Medina del Campo. Algo debieron de ver en esta localidad los Reyes Católicos para convertirla en lugar de estancias cada vez más prolongadas entre sus continuos trasiegos. Tanto, que para acomodarse en ella acabaron reformando el palacio en el que, a la postre, Isabel pasó sus últimos días y dictó su testamento. El paquete turístico “Caminos de una reina”, organizado desde la Oficina de Turismo,incluye los tres lugares más relevantes relacionados con Isabel: el Palacio Real Testamentario, el castillo de la Mota y la iglesia colegiata de San Antolín. Como decía al principio, se trata solo de tres localides de las varias que componen la ruta completa. De hecho, quien esté interesado en seguir con mayor detenimiento la Ruta de Isabel la Católica en Castilla y León puede consultar la web institucional ISABELLACATOLICA.ES y va a poder ver que, si hace el viaje completo, deberá dejar tiempo también para lugares como las ciudades de Valladolid y Segovia o las localidades de Tordesillas y El Tiemblo. Otra mujer con un papel destacado en nuestra historia y a la que es posible seguir el rastro de sus viajes por Castilla y León es Santa Teresa de Jesús. Como en el caso de la Reina Isabel, raro será el camino que no pisara la mujer que dedicó su vida a reformar la orden religiosa a la que pertenecía, la de las Carmelitas, y poner en marcha hasta 17 comunidades conventuales según las nuevas reglas, repartidas por toda la Península, nueve de ellas en poblaciones de Castilla y León. Y todo ello con los condicionantes físicos, intelectuales y espirituales propios de la sociedad del siglo XVI. De nuevo es imposible aquí detenerse en todos los lugares por los que anduvo una santa que se ganó, con justicia, el apelativo de "andariega". Quien lo desee también puede consultar en este caso la página web dedicada por completo a "sus huellas" HUELLASDETERESA.COM y ponerse a ello. Teresa de Cepeda y Ahumada nace en Ávila el 28 de marzo de 1515 y recibe el bautismo el 4 de abril en la pila gótica que aún se conserva en la iglesia de San Juan Bautista. Y, ya puestos, lo suyo es arrancar donde empezó todo: la iglesia y el convento de Santa Teresa se levantan sobre el lugar que ocupó la casa natal de la santa. De hecho, la extensa cripta que se extiende bajo el suelo de la iglesia es un Museo Teresiano, con multitud de objetos y recuerdos relacionados con ella (Tel. 920 211 030. Web: santateresadejesus.com). Otro rincón de Ávila que atesora un montón de recuerdos suyos es el convento de la Encarnación, en el que ingresó Santa Teresa en 1535. La celda de santa Teresa fue transformada en oratorio a finales del siglo XVI y posteriormente, en 1717, en capilla. El museo (Paseo de la encarnación, s/n. Tel. 920 211 212), contiene objetos y representaciones de la época de la santa. Más lugares "imprescindibles" en los que contagiarse del espíritu teresiano: el convento de San José (Las Madres). Conserva antiguas dependencias conventuales y permite imaginar cómo era aquel primer convento fundado por la santa: cocina, refectorio, celda de la santa, claustro... También pueden formar parte del itinerario teresiano por la ciudad el Centro de Interpretación de la Mística (avilamistica.es), el Real Monasterio de Santo Tomás (monasteriosantotomas.com), el Convento de Nuestra Señora de Gracia o el mirador de los Cuatro Postes. Y el otro lugar imprescindible de esta ruta es Alba de Tormes, donde falleció la noche del 4 de octubre de 1582 en una celda del convento de la Anunciación que había fundado en 1571. En él permanecen sus restos incorruptos, convertidos en un poderoso foco de peregrinación. El acceso a las reliquias de la santa, que se veneran en el altar mayor de la iglesia de este convento, y a los dos camarines tras el altar, con varias salas y muchas obras de arte, se realiza a través del Museo Carmelitano (carmelitasalba.or). Otros lugares relacionados con la santa en Alba son el convento y museo de los Padres Carmelitas, el castillo ducal -por la relación que mantuvo con la Casa de Alba-, el convento de las Madres Isabeles -porque se alojó en él en alguna ocasión- y la basílica inacabada de Santa Teresa de Jesús, levantada para dar cabida al número cada vez más creciente de peregrinos teresianos. (Información: villaalbadetormes.com). JAVIER. Pues aquí estaré, Cristina.

    Monasterio de Santa María de Huerta * Guía de viaje (15/2/2018)

    Play Episode Listen Later Feb 19, 2018 6:01


    Nos acercamos hasta la esquina suroriental de la provincia de Soria para visitar el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/monasterio-cisterciense-de-santa-maria-de-huerta-soria/ Encontramos el monasterio de Santa María de Huerta en el lugar donde lo fundó, en torno al año 1151, un pequeño grupo de monjes procedentes de Francia que ya habían intentado la fundación de este monasterio en las proximidades del pueblo de Fuentelmonge. Al parecer, el lugar que habían escogido en un primer momento no reunía las condiciones esperadas y es entonces cuando deciden recoger los bártulos y trasladar su ubicación al lugar actual, una granja que habían comprado en la vega fértil del curso alto del río Jalón. Un lugar mucho más apetecible que el anterior pero que no se alejaba ni un milímetro de la entonces insegura y peligrosa frontera entre los reinos de Castilla y Aragón. En medio de un paisaje casi lunar, árido y despoblado, duro de ver y de vivir, de calores rigurosos y fríos de muerte, comienza la historia de un vergel; de una huerta divina que, como casi siempre en el Císter, dedican a Santa María; de un oasis de espiritualidad y fe que, con sus más y sus menos, ha perdurado hasta hoy. En aquellos tiempos de continuas guerras y peleas por las fronteras de los reinos era normal que los monjes fueran los primeros en llegar hasta esas zonas inseguras con el propósito de atraer tras ellos a nuevos colonos para que se fueran asentando en torno a la actividad que generaban los monasterios. En este caso, la fundación de este monasterio se debió al empeño y protección del rey Alfonso VII, que quiso cumplir con ella una promesa que había realizado durante el sitio de Coria. El caso es que esta protección real supuso también la implicación de religiosos emparentados con la alta nobleza, como el abad Martín de Finojosa o su sobrino Rodrigo Ximénez de Rada, arzobispo de Toledo, cuyos restos acabaron por descansar en este monasterio. Una vinculación con la nobleza que el monasterio aprovechó para conducirse durante muchos siglos, con sus debidos altibajos, por caminos de prosperidad y expansión. Fue costumbre durante mucho tiempo que los caballeros nobles de esta zona de Castilla y Aragón que partían para la guerra pasaran antes por él, tanto para recibir las bendiciones del abad como para que los rezos de la comunidad y los propios intercedieran en el buen desarrollo de las batallas. Si la suerte les era desfavorable pedían ser enterrados en el claustro que, de tantos nobles enterramientos como acogió, es conocido como el Claustro de los Caballeros. Todo ello siempre acompañado de importantes donaciones, ofrendas y privilegios. Como casi siempre, tras el declive general del XVIII, la llegada del siglo XIX, con la Guerra de la Independencia, primero, y las Desamortizaciones, después, supuso el fin de la vida monástica, quedando únicamente en uso el templo como iglesia parroquial. En 1930 los monjes regresaron al monasterio. Y hasta hoy, en el que una veintena de ellos se afana en proseguir con aquella semilla plantada hace algo más de ocho siglos. Vamos a empezar la visita traspasando una portada del siglo XVI retocada en el XVIII. Es la apertura de la larga cerca de piedra y torrecillas almenadas que envuelve el conjunto de dependencias y huertas. Como siempre sucede en los conventos estas tapias son la frontera que separa el exterior de un microcosmos interior en el que los monjes disponían de todo lo necesario para sobrevivir incluso en las condiciones más duras. Son las tapias que, además de las huertas que dan nombre al monasterio, envuelven también el núcleo vital de la fundación: el templo, la residencia de la comunidad, los almacenes, los claustros o los talleres. Una vez en el interior, el recorrido por la zona visitable del monasterio comienza por el claustro de la Hospedería o Herreriano, que fue construido entre 1582 y 1630 con el propósito de que el trasiego de peregrinos y visitantes no interfiriera con el ora et labora de la comunidad de monjes, que giraba en torno al claustro de los Caballeros. Tras este claustro enseguida llegamos a una de las dependencias vitales para un monasterio: la cilla, el almacén de víveres construido en el siglo XII y en el que puede verse un audiovisual con información sobre el monasterio. Otra de las estancias mágicas del monasterio es el refectorio de conversos, el comedor de los trabajadores y legos relacionados con el monasterio. También del siglo XII es, junto a la cilla, una de sus estancias más antiguas. Junto al él queda la cocina, otro de los espacios que hacen que el recorrido por Santa María se acerque mucho a un viaje real en el tiempo. En ella el humo se huele y se ve -impregnando las paredes, claro-. Y hace falta muy poco para imaginarse el ruido de los pucheros bullendo en el corazón de la fantástica chimenea central, de sólidos sillares y dimensiones casi de faro. De hecho, el hogar de la cocina es casi como una habitación dentro de otra, con espacio suficiente para quitar y poner ollas y servir a los dos comedores del monasterio -el de conversos y el de monjes. Dicen los que saben que esta cocina, junto con el refectorio de monjes, son piezas únicas en toda la Península. Si uno no está avisado, lo que le extraña del refectorio de monjes es que fuera utilizado para comer, no para rezar. Hasta el púlpito que vemos en uno de los laterales despista. Pero lo cierto es que los monjes del Císter hacían ambas cosas a la vez y puede que por eso se permitieran el lujo de un lugar tan espectacular como este. De hecho, tiene las dimensiones propias de una iglesia, con mucha luz y detalles tan originales como la escalerilla empotrada en uno de sus muros que sube hasta el púlpito desde el que se leían las lecturas sagradas que amenizaban las comidas de los monjes. Dicen los especialistas que esta sala es única en el mundo dentro del arte cisterciense. Otros rincones imprescindibles del monasterio son, por supuesto, el claustro de los Caballeros, del que ya hemos hablado, y la iglesia, decorada con unos llamativos frescos en los que se representa la preparación de la batalla de Las Navas de Tolosa y su desenvolvimiento. Justo en el lado opuesto, a los pies del templo, queda el primitivo sepulcro de Rodrigo Ximénez de Rada, importantísimo personaje, muy relacionado con el monasterio que pidió ser enterrado en él. Gracias a este deseo y a diversas circunstancias el monasterio ha logrado conservar uno de los ajuares funerarios más importantes de la Europa medieval y, desde luego, el más completo de un rico y distinguido prelado de la Edad Media. Está claro que la visita al monasterio de Santa María de Huerta es, desde luego, una estupenda excusa para acercarnos hasta esta zona del sureste de la provincia de Soria pero tampoco es lo único que vamos a poder hacer en ella. Santa María de Huerta, es principio y final de etapa dentro del Camino del Cid. De hecho, en el monasterio se halla enterrada una de las bisnietas del Cid, doña Sancha. Y, también, forma parte del Sendero de Gran Recorrido GR-86, con lo que perfectamente podemos recorrer alguno de los tramos de estos senderos que están señalizados en el entorno. También podemos tratar del ver el Museo Etnográfico que está ubicado en el edificio del antiguo ayuntamiento de Santa María de Huerta o, si nos gusta visitar ruinas, acercarnos hasta las del castillo de Belimbre o hasta las de un castro celtíbero que hay muy cerca de Santa María de Huerta y que es conocido como castro celtíbero Ciclópeo por la enormidad de muchas de las piedras con las que construyeron sus murallas. Como ves, son un montón de propuestas de las que podemos buscar toda la información detalla, e incluso reservar directamente el alojamiento, a través del blog SIEMPREDEPASO.ES.

    Museo Etnográfico de León * Guía de viaje (25/1/2018)

    Play Episode Listen Later Jan 25, 2018 8:25


    Hoy realizamos un recorrido por el interior del Museo Etnográfico de León. O lo que lo mismo: un viaje al pasado rural de esta extensa provincia. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/una-visita-al-museo-etnografico-provincial-de-leon/ Como acostumbramos a pregonar en estas pistas viajeras "cualquier momento del año es bueno para viajar si elegimos bien nuestro destino". Así que, si te parece, hoy vamos a dedicar un poco de tiempo a hablar de unos lugares que resultan de lo más apropiados para acercarnos a ellos durante el invierno. Me estoy refiriendo a los museos. En Castilla y León tenemos un montón de museos y de colecciones museográficas de lo más interesante. Muchas de ellas muy cerca de casa y muchas de ellas de lo más desconocidas. Así que, ahora que puede que nos dé un poco más de pereza preparar una escapada al aire libre o dedicarnos a visitar alguno de nuestros maravillosos pueblos, una buena opción puede ser escoger alguno de esos museos y dedicarle el tiempo suficiente como para disfrutarlo con tranquilidad. Como digo, hay un montón de museos estupendos en Castilla y León; la mayoría dedicados a temas de lo más interesantes. En concreto estamos hablando de un total de 425 establecimientos de este tipo abiertos en Castilla y León. Como ves, una larga lista de lugares visitables en la que están incluidos todo tipo de museos, colecciones museísticas o centros de interpretación. Hoy, en concreto, había pensado proponer la visita al Museo Etnográfico de León. Una visita de lo más recomendable para aquellos viajeros a los que les interese especialmente conocer las peculiaridades y rasgos de personalidad propios de las distintas comarcas de la provincia de León. Los fondos del museo están formados por cerca de 8.000 piezas, de las que encontramos expuestas 1.200 distribuidas en las tres plantas que forman el museo. Hay que decir que encontramos el Museo Etnográfico de León ubicado en el antiguo convento de San Agustín, en la localidad de Mansilla de las Mulas, muy cerca de la capital leonesa y en pleno Camino de Santiago. El museo se inauguró en esas instalaciones en el año 2008 pero el origen de la interesante colección de objetos que vamos a ir descubriendo durante la visita está en la gran donación que hizo un médico maragato, don Julio Carro, en el año 1966. Este médico con inquietudes de historiador y sensibilidad por las cosas de su tierra fue atesorando a lo largo de su vida una notable colección de objetos relacionados con la etnografía leonesa y la arqueología. Una colección que conoció diferentes ubicaciones a lo largo del siglo XX hasta acabar expuesta en el interior del antiguo convento de San Agustín de Mansilla de las Mulas. El monasterio fue fundado en el siglo XV por impulso del Almirante de Castilla Fadrique Enríquez y su destrucción se relaciona con la Guerra de la Independencia debido a un incendio provocado por las tropas francesas, en diciembre de 1808. Tras el incendio y los avatares de la Desamortización de Mendizábal el convento, que llegó a albergar cátedras de Gramática, Filosofía, Teología y Latín, acabó convertido en un cúmulo de ruinas a las que se dieron diferentes usos, hasta el punto de que en Mansilla se recuerda, incluso, que la capilla funeraria de los señores de Villafañe, el único resto de peso del convento, llegó a servir de matadero municipal. Un lujoso matadero cuyos techos aparecían adornados con una bóveda estrellada de terceletes del siglo XVI. La visita va a encantar a quienes gusten de descubrir cómo eran los usos y costumbres populares en el pasado y, especialmente en el ámbito rural. De hecho, la mayor parte de esa inmensa colección de objetos está relacionada con la vida cotidiana de quienes vivían en los pueblos de las diferentes comarcas de la provincia de León hasta que pasada la mitad del siglo XX comenzó la emigración a las ciudades y se extendió la industrialización en todas sus formas. En torno al lugar en el que estuvo el patio del monasterio, y de la misma forma que sucede en los monasterios, se desenvuelven las diferentes estancias del museo: 3.504 metros cuadrados de superficie útil distribuidos en tres plantas y hasta 27 áreas temáticas que sirven para poner un poco de orden en una colección que toca una gran variedad de aspectos. De alguna manera, se trata de un más que interesante viaje al pasado del medio rural que comienza en la planta principal del museo, dedicada a hablar de la identidad y diversidad de la cultura leonesa. Bajo un dosel de madera con forma de trillo se hace evidente la enorme variedad paisajística, cultural y, por ende, etnográfica que despliega la provincia de León. Y eso se ve perfectamente en el recorrido por el museo que, de alguna forma, nos va a servir también para descubrir zonas o rincones a los que seguro que nos va a apetecer acercarnos en algún otro viaje que planeemos. En ese recorrido por el museo nos van a llamar la atención, entre otras muchas cosas, los dos dioramas en los que encontramos representados una cocina y una alcoba de una casa rural leonesa de principios del siglo XX. También encontramos una sala dedicada al transporte, una actividad fundamental en la economía tradicional de la provincia, especialmente en la comarca de la maragatería. Ahí vamos a ver distintos tipos de carros, de indumentarias, monturas... incluso un vetusto “carrón chillón”, el abuelo de los carros leoneses, de estructura tan tosca y simple que parece llegado directamente del siglo I. Posiblemente de origen indoeuropeo, se le denomina chillón porque en este tipo de carro la rueda y el eje giran juntos y producen un característico chirrido. En otras zonas del museo, que podemos recorrer con tanta minuciosidad como queramos, encontramos un montón de objetos de una vida cotidiana que o bien ya ha desaparecido por completo de nuestros pueblos o bien está a punto de desaparecer para siempre. De hecho, dos de los objetos que atesora el museo y que a mí me llamaron más la atención son un chozuelo, una casetilla con ruedas, que era una pequeña habitación rodante hecha de madera que los pastores llevaban por los caminos y en la que se metían a dormir cuando caía la noche. Otra pieza muy llamativa es un escaño “todo en uno”: una especie de cama-comedor-armario-asiento con paredes, techo y ventanuco, todo hecho de madera, que permitía convivir en el mismo espacio que los animales pero sin sentirse como uno de ellos. Quien quiera ver lo sorprendentes que son estas dos piezas o incluso un pequeño vídeo del recorrido por el interior del museo no tiene más que buscar el reportaje dedicado al Museo Etnográfico de León en el blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES: https://www.siempredepaso.es/una-visita-al-museo-etnografico-provincial-de-leon/

    San Pedro de Arlanza * Guía de viaje (11/1/2018)

    Play Episode Listen Later Jan 11, 2018 12:07


    Hoy visitamos las melancólicas ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos), considerado la cuna de la independencia del condado de Castilla. Visitamos también otros dos bellos rincones próximos al monasterio. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/que-ver-san-pedro-de-arlanza-covarrubias-silos-y-la-yecla-burgos/ El viaje de esta semana nos va a llevar por unos bellos rincones de la provincia de Burgos pero también a un tiempo bien remoto de nuestra historia: el momento en el que comenzó a gestarse nada menos que la independencia del condado de Castilla. Uno de los grandes atractivos que tiene la visita a las ruinas de este monasterio es, efectivamente, el espectacular paraje en el que se localiza: el fondo del hermoso desfiladero que el río Arlanza abre entre las localidades de Hortigüela y Covarrubias. Un desfiladero que forma parte, a su vez, del espacio natural de La Yecla y los Sabinares del Arlanza. Un territorio muy amplio en el corazón de la provincia de Burgos en el que destaca, además de una orografía con predominio de cañones y mesetas calizas, la presencia de una de las extensiones de sabinas más importantes de la Península Ibérica. Lo vamos a encontrar en el fondo del cañón de una de las más marcadas revueltas que dibuja el río Arlanza entre esas dos localidades y totalmente por sorpresa. Casi casi como si en la decisión de ubicar allí el monasterio hubiera tenido algo que ver la intención de esconderlo, de que no se viera hasta estar justo encima de él. Es también uno de los lugares en los que se sitúan las leyendas y datos históricos relacionados con el nacimiento de Castilla como un condado independiente primero y después como reino. La fundación de este convento benedictino se atribuye, en el año 912, a los padres del futuro conde castellano Fernán González. Se convierte así en el solar de las correrías de un joven Fernán González que poco a poco va alumbrando las esperanzas, estrategias y apoyos necesarios para convertir su condado en uno de los territorios más influyentes del reino de León. Es, precisamente, el cariño y atención prestados al monasterio por Fernán González y sus descendientes lo que conseguirá engrandecerlo hasta convertirlo después en uno de los más poderosos de Castilla. En el paseo guiado por las ruinas nos van a contar cosas sobre lo que está a la vista: los restos de la imponente iglesia románica primitiva, los tres ábsides, la torre y los restos de la sala capitular, la elevación de la nave central por Simón de Colonia, los restos del claustro principal, el pequeño claustro de aires herrerianos o la portada occidental. Pero también de lo que ya no puede verse: como el devastador incendio de 1894, que lo destruyó casi por completo; la hermosa portada románica de la iglesia que descansa en el Museo Arqueológico Nacional, el traslado de los restos mortales del conde hasta Covarrubias, los hermosos frescos románicos que lo adornaban y que ahora se hallan repartidos entre el museo de arte románico de Barcelona o el museo metropolitano de Nueva York... O sea, la historia del largo desmembramiento que ha hecho que de aquel importante monasterio lo único que quede en la actualidad sea el esqueleto. Hay que recordar que el monasterio estuvo habitado y en pleno funcionamiento hasta que la Desamortización de Mendizábal desalojó a los monjes benedictinos en 1841 y partir de ese momento comenzó la subasta al mejor postor del valioso patrimonio histórico y monumental que atesoraba. A lado de las ruinas del monasterio pero sobre un promontorio aledaño se localizan otras ruinas mucho más desprotegidas que las del monasterio y que también están a punto de desaparecer para siempre. Son las ruinas de la ermita de San Pelayo, un pequeño edificio que se alza sobre un acantilado y del que apenas quedan cuatro paredes y los restos de la espadaña, pero al que recomiendo acercarse vivamente por varias razones. La primera de ellas es porque, al contrario que el monasterio, que se encuentra en el fondo del cañón, la ermita está, como digo, en alto sobre un promontorio con unas estupendas vistas de los cañones del Arlanza y de todo el entorno natural. Y la segunda es porque lleva añadida la ventaja de curiosear el inicio de unas cuevas que se encuentran justo debajo del lugar en el que se ubica la ermita. Unas cavidades que, además, están muy relacionadas con el conde Fernán González y la fundación de Castilla. De hecho, dice la leyenda que en esa cavidad, a la que se llega bajando desde la ermita por un sendero, vivían tres ermitaños. Y que fue justo allí donde un joven Fernán González que andaba un día de caza persiguiendo un jabalí, se encontró con uno de los ermitaños. En concreto con Pelayo, famoso por sus dotes adivinatorias. Y dice la leyenda que fue en esa cueva en la que Pelayo pronosticó para aquel joven, no sólo un futuro lleno de batallas triunfantes en su lucha contra la invasión árabe sino también la fundación de un gran reino independiente llamado a convertirse en el más importante de cuantos se conocían. Como no podía ser de otra manera, aquel pronóstico quedó grabado de tal forma en la mente del joven Fernán González que, de hecho, se dice que desde aquel momento no dejó de perseguir el objetivo de que aquella predicción acabara cumpliéndose, como así fue. Como digo, la visita a las ruinas de la ermita de San Pelayo es algo que muy poca gente hace y es, precisamente, donde la leyenda sitúa el nacimiento de Castilla como una entidad independiente del reino de León. Sí que hay que advertir que el acceso hasta la ermita se realiza por un sendero que arranca de una de las curvas de la carretera que bordea el monasterio, que apenas está señalizado y que, aunque es muy corto, salva un importante repecho y, en cualquier caso, requiere llevar calzado para andar por montaña. Y ya que estamos con las botas de montaña puestas, y a pesar de que es una zona con un montón de cosas que ver en los alrededores, antes de coger el coche yo recomendaría realizar el paseo que discurre justo por la orilla del río Arlanza opuesta a la que se encuentra el monasterio. Se trata de un paseo no señalizado pero que tampoco tiene ninguna pérdida dado que consiste básicamente en seguir el sendero que va bordeando el río. El inicio de este sendero se localiza hacia la izquierda nada más pasar el primero de los puentes que nos encontramos en la carretera que lleva desde el monasterio a Covarrubias. Es un paseo también muy cortito y tiene el aliciente de que nos va permitir tener unas bellísimas perspectivas tanto del río como de la ermita de la que hemos hablado y, por supuesto, de las evocadoras ruinas del monasterio que se ven ahora del otro lado del río. Se pueden completar todos los datos necesarios e incluso reservar el alojamiento online, si lo que quieren es pasar unos días en la zona, en el blog de viajes SIEMPREDEPASO.ES.

    Una visita al acebal de Garagüeta * Guía de viaje (21/12/2017)

    Play Episode Listen Later Dec 21, 2017 7:47


    Nos acercamos a conocer el bosque de acebos más extenso de Europa: el acebal de Garagüeta, en la provincia de Soria. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/el-acebal-de-garagueta-soria/ En cada momento del año me gusta sugerir que nos acerquemos a visitar algún rincón de nuestros espacios naturales que destaque especialmente por alguna razón: cuando llueve en abundancia es un momento excelente para acercarse a disfrutar de alguno de los impresionantes saltos de agua que tenemos en Castilla y León; el otoño es el momento más apropiado para perderse por alguno de nuestros hayedos y la Navidad parece un momento de lo más oportuno para acercarnos a disfrutar de alguno de nuestros bosques más particulares: los bosques de acebo, los acebales. El uso del acebo como un árbol navideño tiene mucho que ver con la intención de la Iglesia de sustituir las tradiciones paganas que tenían algunos pueblos bárbaros, como los celtas, mediante las que convocaban a la buena suerte o la fertilidad colocando ramas de acebo o de muérdago cuando llegaba el solsticio de invierno. El empeño de la Iglesia católica por hacer olvidar aquellas tradiciones y sustituirlas por otras nuevas que conmemoraran en estas fechas el nacimiento de Jesús, la llevo a fijarse en el único árbol que, justo en esta época, luce con sus mejores galas y frutos. De hecho es prácticamente el único árbol silvestre que da frutos durante el invierno. En ese intento de hacer olvidar las costumbres paganas, la Iglesia buscó que los creyentes asociaran las hojas pinchudas y brillantes del acebo con las espinas de la corona de Cristo y sus característicos frutos rojos, con su sangre. Hoy en día el acebo es una especie protegida que tiene, además, una gran importancia para mantener el equilibrio ecológico de las zonas en las que existe. Y una de las principales razones es, precisamente, porque como hemos comentado, esos pequeños frutos rojos tan llamativos que dan los árboles hembra es un alimento básico para muchos pequeños animales durante el invierno. Otra importante utilidad que tiene para los animales en esta estación es que cuando se localiza formando pequeños grupos arbustivos se convierte en un excelente refugio frente a las nevadas y las bajas temperaturas. Un buen sitio para disfrutar y aprender sobre los acebos es, desde luego, el acebal de Garagüeta, una enorme dehesa de 406 hectáreas de extensión que está considerada como la mancha de acebos más importante de la Península y una de las más extensas de Europa. Para visitarlo tenemos que viajar hasta el norte de la provincia de Soria. Lo encontramos en pleno Sistema Ibérico Norte, entre los puertos de Piqueras y Oncala, ocupando una ladera con orientación sur de la Sierra de Montes Claros, entre los pueblos de Torrearévalo y Arévalo de la Sierra. Su singularidad radica en la cantidad y densidad de una mancha boscosa que ha llegado hasta nosotros curiosamente, no por tratarse de un bosque como tal, sino por formar parte de una extensa dehesa con aprovechamiento ganadero. Es decir, ha sido su utilidad y el cuidado puesto en ella durante generaciones, el motivo por el que ha llegado a nosotros tal y como la conocemos hoy. Otra de sus singularidades es, precisamente, que en Garagüeta el acebo se nos presenta prácticamente como la única especie de árbol existente. Y esto es algo que resulta bastante excepcional y que ha hecho que esté considerada, como digo, la mancha forestal de acebos más extensa de Europa. No se trata de algo casual, sino que es consecuencia del uso forestal y ganadero que se ha dado a este y otros bosques aledaños. Un uso que consistía sobre todo en conservar zonas de aprovechamiento comunal para pastos, mientras que se buscaba obtener también leñas, carbón, ramajes o madera para destinarla a la construcción o elaboración de pequeñas herramientas. Garagüeta ha sido desde siempre un importante estivadero para la cabaña de Torrearévalo y Arévalo de la Sierra que se aprovechaba -y se aprovecha- durante los meses de mayo y agosto para que el ganado se mantuviera pastando entre los acebos. Una de las cosas que nos van a sorprender en la visita que hagamos al acebal es ver cómo el ganado se hace hueco en el interior de la zona arbolada para refugiarse del calor durante los meses más duros del verano. De hecho, una de las curiosidades de este árbol es, como hemos dicho, su carácter aislante respecto a la temperatura exterior. Es decir, que en el invierno, los animales encuentran una temperatura unos pocos grados superiores a la temperatura exterior, y durante el verano lo que se encuentran entre los arbustos de acebo es una temperatura un poco más fresca que la que hace fuera. Existe un sendero señalizado muy fácil de recorrer, pero lo primero yo creo que, como siempre, es acercarse hasta la Casa del Parque de la Reserva Natural "Acebal de Garagüeta". La encontramos ubicada en la antigua casa de los maestros de la localidad de Arévalo de la Sierra. Y es un paso fundamental para luego disfrutar y comprender mejor el sentido de lo que vamos a ver en el paseo señalizado que discurre por el interior del acebal. El paseo se arranca desde el Collado del Alto de la Cruz, hasta donde se puede llegar en coche por una pista de tierra que parte de la localidad de Torrearévalo. En ese punto ya podemos dejar el coche y seguir la señalización del sendero circular y autoguiado que se adentra por el acebal. Se trata de un recorrido breve y fácil en el que a través de diferentes paneles y de la observación directa del acebal vamos a seguir aprendiendo acerca del valor ecológico de este árbol y los usos tradicionales que se le ha venido dando. Entre otras cosas, vamos a ver algunas construcciones, chozos y abevaderos que están relacionados con ese uso pastoril del que hemos hablado antes. Otro motivo importante para ponernos en contacto antes con la casa de esta reserva natural es que entre los meses de octubre y enero es posible encontrarnos con que esté prohibido el acceso hasta el acebal debido a la organización de cacerías en esa zona. El acebo es un árbol protegido y está totalmente prohibido cortar ramas o arrancar brotes de ningún tipo. Si en algún momento buscamos acebos los podemos encontrar sin problema en muchos invernaderos. Y si lo que buscamos son adornos navideños confeccionados con ramas de acebo, por ejemplo de los que se venden en algunos puestos navideños, pues es importante asegurarnos de que llevan el sello "Acebo de Soria" que garantiza que se trata de cortas controladas y que proceden de bosques con gestión forestal sostenible.

    Qué ver en Aguilar de Campoo * Guía de viaje (07/12/2017)

    Play Episode Listen Later Dec 14, 2017 8:00


    Proponemos un paseo por Aguilar de Campoo y sus alrededores. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. Esta semana nos acercamos hasta uno de esos lugares que, además de recordarse por su belleza o por el patrimonio que albergan, se recuerdan también por su aroma: Aguilar de Campoo, y sus aromas a galletas que se respiran por todas las calles de la localidad. Una de las razones para cercarse hoy es que acaban de caer en la zona las primeras nieves de este año y vamos a encontrarnos con unos paisajes sorprendentes en cualquier excursión o escapada que hagamos por los alrededores. Uno de esos lugares sorprendentes que, aparece de una manera muy particular cuando se cubre por la nieve, es el embalse de Aguilar. De hecho, este año ya venía presentando la inusual estampa de una buena parte de su fondo completamente al descubierto, como consecuencia de la sequía que estamos padeciendo. Un fondo en el que es posible ver los restos de algunos de los pueblos que quedaron sumergidos con la construcción del embalse y que ahora, además, pueden verse incluso cubiertos con estas primeras nieves que han caído en estos días pasados. Desde luego una de las oportunidades que nos está brindando esta sequía tan prolongada y que tantos perjuicios está causando es, precisamente, la de descubrir lo que "esconde" el fondo de algunos de nuestros embalses. Esos pueblos o restos de construcciones que quedaron anegados en el momento de su construcción y que, en muchos casos, hace muchos años que no asomaban... Otra de razón es porque, precisamente en estos días, concretamente hasta el domingo 10, está teniendo lugar en Aguilar el Festival Internacional de Cortometrajes de Aguilar de Campoo. Sin duda, también una estupenda oportunidad para organizarnos un fin de semana de cine y paisajes de montaña, por ejemplo. Hay que decir que Aguilar tuvo un papel destacado en la Edad Media como cabeza de una de las Merindades Menores más extensas de Castilla, un vasto territorio que se extendía por un área considerable de la actual Cantabria, Palencia y Burgos. Un buen sitio para empezar este paseo es, desde luego, el monasterio de Santa María la Real. Tal vez el monumento más emblemático de la localidad. Este monasterio aparece citado ya en documentos del siglo XI, lo que retrotrae su existencia casi hasta los mismos orígenes de la propia población medieval. Un monasterio que tuvo una vida muy intensa y una gran importancia hasta el momento en el que quedó abandonado tras la Desamortización de 1835. En la actualidad, y tras protagonizar una sorprendente historia de rehabilitaciones y puesta en valor, una buena parte de él acoge la instalaciones de una posada de turismo rural. También encontramos el centro expositivo ROM, Románico y Territorio. Ubicado en lo que fuera la sacristía y la iglesia del monasterio, su visita propone un original viaje al románico más cercano y es, desde luego, el primer lugar por el que deberíamos de pasar en cualquier recorrido por el siempre interesante románico de la Montaña Palentina. Otros rincones del monasterio que merece la pena visitar son el claustro, construido al más puro estilo cisterciense, en el siglo XIII, y la sala capitular. Desde ahí podemos encaminarnos hacia ermita de Santa Cecilia, uno de los edificios más destacados del románico palentino. En su interior encontramos una valiosa colección de capiteles de entre la que destaca, por su plasticidad y dramatismo, el que representa La matanza de los inocentes. Y, estando en la ermita, una cosa que yo no dejaría de hacer es emprender la subida hasta los restos del castillo que despuntan en lo alto de la localidad. Desde ahí, con una bella panorámica de Aguilar y el alucinante telón de fondo que son las mesetas de Las Tuerces y La Pata del Cid, partía el cinturón de murallas que rodeaba la población medieval y del que aún hoy es posible rastrear algunos de sus restos en distintos puntos de la localidad. También seis de las siete puertas que tuvo. Una de esas puertas, la de Reinosa, tal vez la más monumental de todas las supervivientes, puede ser también el lugar por el que continuemos nuestro paseo por el casco urbano de Aguilar. Un paseo, en el que, como digo, nos va a sorprender la cantidad de escudos señoriales que se conservan en muchas de las fachadas y que revelan la importancia que tuvo en el pasado esa clase social en la localidad. Un paseo en el que encontramos hitos destacados como son la plaza de España, perfilada por la larga hilera de galerías acristaladas de aires cantábricos y los amplios soportales que, sobre todo en zonas de montaña y climas duros, tan importantes son para que continúe fluyendo por ellos la vida cotidiana a pesar de las inclemencias meteorológicas. En la plaza destaca el palacio de los marqueses de Aguilar y, sobre todo, la imponente colegiata de San Miguel, con un bello retablo mayor renacentista y un muy interesante Museo Parroquial. Por último, otro museo recomendable en Aguilar es el Museo Ursi con obras del escultor Ursicinio Martínez. También quería contar a los oyentes que ya está editado el FOTOcalendario 2018, del que ya hemos hablado aquí en alguna ocasión. Como seguro que recuerdan, se trata de una colección de fotografías de paisajes y ricones de Castilla y León con la intención de que se conviertan en 12 propuestas, una por cada mes del año, para acercarse a visitarlos. Tiene la particularidad de que junto a cada una de las propuestas se localiza un código QR que puede ser leído con el teléfono móvil y que sirve para ampliar toda la información relacionada con esa fotografía del calendario a través de los reportajes que ya están publicados en el blog. Es decir, que se trata de un calendario pero al mismo tiempo es una guía de viajes interactiva que puede servirnos para ir descubriendo nuevos lugares de Castilla y León a lo largo de 2018. Además de en librerías, puede comprarse directamente a través de los enlaces que aparecen en el blog SIEMPREDEPASO.ES.

    Bosques de otoño: Madroñal y Hermisende * Guía de viaje (23/11/2017)

    Play Episode Listen Later Nov 23, 2017 7:08


    Es otoño. En este programa proponemos dos paseos sencillos por alguno de los bosques caducifolios más bellos de Castilla y León. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/cinco-bosques-para-disfrutar-del-otono-en-castilla-y-leon/ El otoño es una estación que se caracteriza muy especialmente por el colorido con el que se nos presentan algunos paisajes, en concreto aquellos en los que abundan los bosques de tipo caducifolio. Como todo el mundo sabe, el cambio de hojas se desarrolla durante unas pocas semanas al año y merece la pena aprovecharlas para gozar de un espectáculo visual que, ya por sí solo, puede convertirse en la excusa perfecta para, por ejemplo, preparar un pequeño paseo por alguno de nuestros espacios naturales. Por suerte hay infinidad de paseos recomendables para hacer en esta época del año. Hace unas semanas hablábamos de los muchos kilómetros que podemos hacer andando por caminos para disfrutar de El Bierzo. Así que, si te parece, hoy nos vamos a ir al extremo opuesto de Castilla y León para disfrutar de un entorno que también se viste de un colorido muy llamativo durante el otoño. Me estoy refiriendo a la Sierra de Francia y, más en concreto, a las manchas boscosas que encontramos en torno a las localidades de Madroñal, Cepeda y Herguijuela, en el costado occidental de esta sierra. En este caso concreto propongo disfrutar de este entorno a través del circuito que dibuja por la Sierra de Francia el sendero señalizado PRSA-20, un sendero circular, de unos seis kilómetros y medio, que no tiene excesivos desniveles y que podríamos hacer en unas tres o cuatro horas. El arranque de este paseo, con principio y fin en Madroñal, hay que buscarlo a las puertas de la cooperativa que encontramos en esta localidad. Unos pocos metros más abajo de la cooperativa, tras dejar atrás las últimas casas, el firme de cemento por el que se camina se divide en dos ramales. Por el de la derecha podemos realizar una versión más corta de este circuito pero si disponemos de más tiempo propongo continuar por el ramal de la izquierda que es el que nos va permitir enlazar después con las otras poblaciones de la sierra que he mencionado antes. Este ramal de la izquierda nos va a llevar enseguida hacia el fondo del valle mientras se dejan a uno y otro lado las vallas de piedra que delimitan las huertas que siempre hay en las proximidades de las poblaciones de esta sierra. Poco a poco vamos a ir viendo cómo la masa boscosa se va haciendo cada vez más densa y, enseguida, vamos a acabar distinguiendo la presencia relativamente abundante de madroños, una especie arbórea muy característica que en este caso concreto debió de ser tan abundante como para que incluso hiciera que el nombre de Madroñal pues pueda derivar de la presencia de este árbol. Los frutos de este árbol son tan llamativos como inconfundibles: pequeños globitos de color rojo y anaranjado, de unos 20 o 25 centímetros, con verruguitas suaves en la piel y la textura gomosa que recuerda a la de una gominola. Vale la pena advertir que ya los romanos se referían a él como unedo, con el significado “del que se puede comer sólo uno”. Y eso porque esta frutita que volvía loco al oso del escudo madrileño tiene fama de embriagar y producir dolor de cabeza. De hecho, contiene, sobre todo los ejemplares muy maduros, una cierta cantidad de alcohol que los antiguos fermentaban para obtener bebidas alcohólicas, aguardiente especialmente, o vinagre. Otro de los alicientes de este paseo por la Sierra de Francia es que vamos a pasar por una carballeda relicta, una pequeña masa de robles de esta especie que ha pervivido entre enormes castaños. Como digo, se trata de un sendero señalizado en el que a medida que avancemos vamos a encontrar las desviaciones que nos van a acercar hasta las localidades de Cepeda, primero, y Herguijuela, después. Dos poblaciones hasta las que, desde luego, merece la pena acercarse y dedicar un tiempo a callejear por ellas. La segunda de las propuestas nos lleva hasta la localidad sanabresa de Hermisende, una población particular por varias razones. Una de ellas es porque se localiza en un esquinazo de nuestra geografía en el que confluyen Galicia, Zamora y Portugal. Tanto como que una localidad muy próxima a Hermisende, Castromil, tiene un barrio gallego y otro zamorano, con todo lo que eso significa en cuanto a que unos vecinos pagan sus impuestos en Galicia o acuden a un consultorio médico orensano y los de la calle de al lado pagan sus impuestos en Castilla y León y están en el sistema sanitario de Castilla y León. Y tanto como que en la proximidades de Hermisende se localiza un enclave conocido como “Penedo dos Tres Reis”, que es el punto preciso en el que las tres fronteras confluyen y arrastra la leyenda de que allí es donde se juntaron en la Edad Media los reyes de León, Galicia y Portugal para establecer el lugar en el que sus jurisdicciones se tocaban. De hecho, hubo periodos de la Edad Media en los que estas poblaciones pertenecieron a Portugal. Quien desee darse un garbeo por este territorio tan singular tiene a su alcance varias rutas señalizadas, todas ellas muy interesantes, que transitan por los viejos caminos usados por estas poblaciones de la frontera para ir haciendo su vida. Una de ellas es la que lleva por título “Ruta de los castaños y prados de Hermisende”, un paseo circular de unos 8 kilómetros que discurre entre alguno de los sotos con castaños más añejos y monumentales de toda Sanabria y que puede hacerse en unas tres horas. Está señalizado con flechas amarillas aunque, dado que pueden presentarse dudas en algunos desvíos, es conveniente contar con algún mapa o, por ejemplo, con los tracks de gps que se localizan en el reportaje sobre esta ruta que está publicado en el blog SIEMPREDEPASO.es.

    La Vuelta al Bierzo en 80 horas * Guía de viaje (09/11/2017)

    Play Episode Listen Later Nov 21, 2017 7:37


    Hoy viajamos hasta El Bierzo para recorrerlo de una manera muy especial: andando y en 80 horas. Escucha aquí las PISTAS para conocer más a fondo el proyecto que lleva por título "La Vuelta al Bierzo en 80 horas". PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/hacer-la-vuelta-al-bierzo-en-80-horas/ Es evidente que para acercarnos al Bierzo cualquier momento del año es bueno. Pero también es evidente que el otoño en El Bierzo es una estación que luce de una manera muy muy especial. Y hay varias razones. Una de ellas es debido a la presencia en muchas zonas del Bierzo de un tipo de bosque que cobra un colorido espectacular durante los meses otoñales. Me estoy refiriendo a los castañares, unos bosques especialmente abundantes en esta comarca y que, además de pintar el paisaje con colores maravillosos durante el otoño, resulta que tienen también una vinculación muy profunda tanto con la cultura berciana como con la economía del medio rural. Y esta sería otra de las excusas para acercarnos al Bierzo en estas semanas, ya que justo ahora está a punto de arrancar la temporada de celebración de los Magostos que, como muchos de los oyentes ya sabrán, es una fiesta de raíces ancestrales, íntimamente asociada a la recolección de las castañas, y que tiene una vinculación muy profunda precisamente con esta comarca. Se trata de una celebración colectiva y festiva, que muchos relacionan con los ritos de carácter prehistórico y pagano que tienen al fuego como protagonista. Es una celebración de origen pagano y no es nada casual que, precisamente ahora, justo a finales de octubre y principios de noviembre se celebren en un montón de pueblos en los que se ha mantenido el cultivo de las castañas. En la actualidad son fiestas de carácter popular, que se completan con la organización de otro tipo de actividades musicales pero que giran en torno a las grandes hogueras que se preparan para asar en sus brasas la cosecha de castañas y degustar productos tradicionales. Quien esté interesado, este mismo fin de semana puede asistir ya a los Magostos que se van a celebrar en Villafranca del Bierzo, San Pedro de Olleros o Cacabelos, por citarte solo tres de ellos, pero hay muchos más. Y una de las formas más originales de recorrer El Bierzo es seguir nada menos que los pasos del mismísimo Phileas Fogg, el protagonista de la Vuelta al Mundo en 8o días, solo que, en este caso, el reto de quien quiera asumirlo sería dar la vuelta al Bierzo en 80 horas. Se trataría de realizar una vuelta completa por el perímetro berciano para volver de nuevo al punto de partida tras haber caminado, en total, 80... horas. Y todo ello por senderos, enlazando pueblos y después de atravesar algunos de los entornos naturales más bellos de la Península. Esa es la idea que nos proponen Alfonso Fernández-Manso, Ingeniero de Montes y doctor en física aplicada, Oscar Fernández-Manso, Ingeniero de Montes y doctor en Geotecnologías, y el fotógrafo Isidro Canóniga. Juntos han puesto en pie "La Vuelta al Bierzo en 80 horas. Un viaje extraordinario", una propuesta de turismo de naturaleza en la que nos invitan a realizar este recorrido por el perímetro del Bierzo a lo largo de 10 etapas, con salida y llegada final en la localidad de Peñalba de Santiago, y con una media de 8 horas caminadas por jornada. Algo asequible para montañeros experimentados o acostumbrados a andar por montaña pero que, sin embargo, se trata de una mera sugerencia. De hecho, si no queremos caminar ese número de horas diarias sería perfectamente factible, por ejemplo, alargar el número de jornadas. Al final el resultado será -más o menos- el mismo: habremos caminado 80 horas por los senderos de El Bierzo conociendo algunos de sus pueblos y paisajes más bonitos y apartados. Quien se decida a lanzarse a esta aventura va a tener toda la documentación perfectamente detallada en la página web lavueltaalbierzoen80horas.org. En esta página, navegando por las diferentes secciones, vamos a encontrar la descripción detallada de cada una de las etapas, una cuidada y atractiva cartografía y el apoyo y potencia que ofrecen en la actualidad las nuevas tecnologías, dado que de cada una de las etapas vamos a poder descargar los tracks para la navegación con GPS de diferentes formatos e incluso incorporarlos a los modernos aparatos de entrenamiento que van comunicando a sus usuarios el estado físico, ritmo cardiaco o gasto energético a medida que se camina. Y por si el viajero se despista en algún tramo del camino, la propia web está preparada para poder ser consultada desde el teléfono móvil con toda comodidad. En el diseño de las etapas se ha tenido en cuenta poder contar con algún tipo de alojamiento al final de cada una de ellas y esto nos permite ir haciendo este recorrido circular por El Bierzo o bien de un tirón, si disponemos de unos 10 días para caminar, o bien ir haciéndolo por tramos aprovechando nuestros fines de semana o periodos de vacaciones. El caso es que cuando consultemos la cartografía que tienen colgada en la página web vamos a ver que el recorrido, además de por algunos refugios, pasa por 60 pueblos y en muchos de ellos vamos a encontrar alojamientos rurales en los que poder pasar la noche, siempre teniendo en cuenta la necesidad de ponerse antes en contacto con ellos para saber si están disponibles y es posible reservar. La ruta además de un montón de pequeñas localidades atraviesa también una gran diversidad de bosques que, precisamente en esta época se encuentran cambiando el color de sus hojas. Por no mencionar también el intenso colorido de los viñedos bercianos o de los castaños de los que hemos hablado antes. No hay que olvidar que uno de los grandes atractivos de este viaje, que discurre por las laderas de las cuatro grandes sierras que acotan El Bierzo -los Montes Aquilanos, la Sierra de Gistredo, Los Ancares y Fornela y la Sierra de la Lastra- es, precisamente, la visión panorámica que ofrece de todos los paisajes y singularidades culturales que atesora esta enorme comarca. Un recorrido en el que se atraviesan parajes naturales de excepcional valor, con algunas de las mejores zonas oseras de la Cordillera Cantábrica, zonas loberas, frondosos bosques refugio del amenazadísimo urogallo. Una amplia variedad de bosques -atlántico, castañares, mixtos-, parajes Patrimonio de la Humanidad -Las Médulas-, una Reserva de la Biosfera - Ancares-. Y un variado mosaico cultural en el que destacan pueblos de una arraigada identidad celta.

    Fotocalendario 2018. Un proyecto de micro mecenazgo

    Play Episode Listen Later Sep 29, 2017 6:38


    En este programa hablamos del Premio de Periodismo Provincia de Valladolid 2016 que acaba de recibir el blog SIEMPRE DE PASO. Y también explicamos en qué consiste el proyecto de autoedición del FOTOcalendario 2018 que estamos realizando con micro financiación a través de la plataforma de crowdfunding VERKAMI, y que puede verse con detalle aquí: http://vkm.is/fotocalendario2018. PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/ El proyecto consiste en una campaña de micro mecenazgo que se está desarrollando ya a través de la plataforma de crowdfunding VERKAMI.COM y en la que lo que se pretende es la autoedición de un calendario de pared del año 2018 para el que he seleccionado 12 fotografías espectaculares de rincones y paisajes de Castilla y León. La idea es poder realizar una edición muy cuidada, con papeles de calidad y un tamaño de porfolio de manera que en realidad este calendario sea al mismo tiempo una bonita colección de imágenes que nos van a ir acompañando a lo largo del año y que luego vamos a poder guardar o enmarcar si lo deseamos. Al mismo tiempo, en el calendario se hace una breve descripción de cada lugar para que sepamos dónde se ha tomado cada foto y cómo se puede visitar. Es en el fondo una colección de propuestas ilustradas con una bonita foto para ir haciendo a lo largo del año. Como es habitual en este tipo de campañas de micro financiación, lo que hay que hacer es entrar en la página del proyecto que puede verse en la plataforma VERKAMI.COM y participar con la reserva de compra de un fotocalendario, que en este caso puede hacerse por 12 euros con los gastos de envío ya incluidos. Como también es habitual en estas campañas existen otras formas de participar en la financiación de la edición optando a la compra de una serie de recompensas, como pueden ser, por ejemplo, postales o ampliaciones en papel de algunas de las fotografías del calendario. Estas campañas tienen una duración de 40 días y, si al cabo de ese tiempo, se ha conseguido la financiación de la edición, la idea es que los calendarios del 2018 puedan llegar a casa de los compradores un poco antes de las navidades, con lo cual también es una buenísima oportunidad para conseguir un estupendo regalo que luego podamos hacer a algún amigo viajero, a un familiar, a alguien que le guste la fotografía o disfrute viendo estos maravillosos rincones de Castilla y León. También es importante señalar, por si alguien no sabe muy bien cómo funcionan estas campañas, que si al final no se logra la financiación del proyecto se anulan totalmente los pagos de aquellos que ya hubieran reservado algún ejemplar. Por último, hacemos una invitación a acercarse hasta Mayorga, en la que aguardan sorpresas tan interesantes como que en una de sus calles se localiza un buzón de correos con la boca de piedra que está documentado como el buzón de correos más antiguo que existe en estos momentos en España, por ejemplo. Además de una magnífica colección de templos mudéjares o el interesantísimo Museo del Pan, del que ya hemos hablado aquí en alguna ocasión.

    Ciudad Rodrigo y Almeida * Guía de viaje (14/09/2017)

    Play Episode Listen Later Sep 14, 2017 9:19


    Ciudad Rodrigo y Almeida son dos hermosas localidades con forma de estrella. Hoy viajamos hasta ellas. ¿Vienes? PISTAS es una colaboración del blog de viajes SIEMPRE DE PASO en el programa "Aquí en la Onda" de Onda Cero Castilla y León. No dejes de consultar lo que sobre esta propuesta he publicado en el blog: https://www.siempredepaso.es/ Estas dos localidades tienen en común un montón de rasgos, una larga historia y, casi casi, hasta la misma forma. De hecho, vistas desde el aire lo que las distingue es la espectacular forma de sus murallas, dos estrellas que son prácticamente idénticas. Y es así, porque era la manera en la que los ingenieros militares del siglo XVII trazaban entonces unas fortalezas que pretendían que fueran invulnerables. Algo absolutamente necesario en una zona fronteriza, como la que ocupan estas dos ciudades, sometida a lo largo de los siglos a incontables asedios y batallas. Almeida y Ciudad Rodrigo, una casi enfrente de la otra, a ambos lados de la frontera entre Portugal y España, son dos de aquellas estrellas de piedra y revellines, trincheras y baluartes, garitas y casamatas que nacieron en un tiempo convulso en el que las fronteras quedaban marcadas sobre un mapa en función de quien ganara o perdiera sus encontronazos y batallas. Ciudad Rodrigo está declarada Conjunto Histórico y, con toda justicia, forma parte también del club de los Pueblos Más Bonitos de España. Por supuesto, la primera recomendación es dedicar tiempo a pasear por su casco histórico, un laberíntico callejero en el que su bien nutrida colección de monumentos y caserones nobiliarios nos va a descubrir que la localidad vivió tiempos de singular esplendor, de una riqueza y prosperidad que, en el fondo, siempre tuvieron algo que ver con su posición tan cercana a la frontera. Su catedral es tan apabullante en sus dimensiones como dura de pelar. Su torre fue la diana contra la que dispararon sin piedad los cañones enemigos desde un promontorio cercano durante el implacable asedio al que fue sometida en la Guerra de la Independencia, empeñados en hacer volar por los aires lo que los asediados habían convertido en un polvorín. Las huellas de aquella lluvia de bombas son todavía evidentes, se pueden ver perfectamente, sobre la fachada exterior de la torre. Pero la catedral resistió y sigue en pie. En el paseo por su interior no hay que pasar por alto la espectacularidad de la puerta del Perdón, ubicada en el cuerpo bajo de la torre y protegida de la intemperie por otro pórtico posterior. La riqueza de sus imágenes es comparable a los pórticos, por ejemplo, de la colegiata de Toro o, incluso, a la de la catedral compostelana. El asombro que producen sus dos capillas más notables, la de la Soledad y la del Santísimo, hay que conjugarlo con un alto ante el llamado altar de Alabastro o de la Quinta Angustia, uno de los rincones supremos de la catedral, o la sillería del coro. Pero es en el claustro de esta catedral donde los imagineros trabajaron, desde luego, a sus anchas, a juzgar por el repertorio de personajes, fantásticos, religiosos y profanos que pueblan los capiteles y, muy especialmente, las basas de muchas de sus columnas. Precisamente es ahí, a la altura de los ojos y en pequeñito, donde aparecen figuras que más que en piedra parecen realizadas como la plastilina. Desde la plaza de Herrasti, donde se localiza el acceso más frecuente a la catedral, podemos encaminarnos hacia la muralla para comenzar el paseo que, en el sentido opuesto al del reloj, conduce, en primer lugar, hasta el castillo y el mirador sobre el Águeda. Más allá, el hospital de la Pasión antecede la llegada a la puerta de Santiago, una de las siete que permiten el paso al cogollo urbano. No muy lejos quedan el palacio de los Águila, de visita imprescindible por lo que permite de cata al interior de uno de los abundantes palacios señoriales de la ciudad; la iglesia de San Pedro y San Isidoro o la casa de los Vázquez, que acoge en su interior las dependencias de Correos. A estas alturas estamos ya en la plaza Mayor, con el palacete del Ayuntamiento en una de sus esquinas y un montón de notables edificios señoriales haciendo corro. Una vez aquí, podemos concluir la visita yendo hacia la muralla por la puerta del Conde y rematar en el Centro de Interpretación de la Ruta de las Fortalezas de Frontera, especialmente recomendable para ver con niños y de visita indispensable para comprender el funcionamiento del sistema defensivo de esta ciudad y de otras fortalezas de la zona. Y, si hay tiempo, y como ya otra vez recomendamos aquí, merece visita el Museo del Orinal, una de las propuestas museísticas más originales de Castilla y León. Y, de estrella a estrella, 46 km separan Ciudad Rodrigo de la localidad portuguesa de Almeida. En este caso, su estrella, dos kilómetros y medio de murallas trazadas con seis puntas y seis baluartes de forma triangular intercalados entre ellas, datan del siglo XVII según el diseño del arquitecto militar francés Vauban, después de que Felipe IV de España, en un asalto tras la Restauración, destruyera las anteriores defensas que protegían la ciudad. Cuando finalizaron, más de un siglo después, Almeida se había convertido en un importante punto estratégico de la frontera portuguesa. Imprescindible para conocer lo que no se ve a simple vista del sistema defensivo es la visita al espacio principal del Museo Histórico-Militar de Almeida, ubicado en el interior de las casamatas del baluarte de São João de Deus, y que permite el recorrido por las estancias semisubterráneas construidas con grandes bloques de granito sin ventanas ni huecos al exterior, que era el lugar en el que se refugiaba la población durante los bombardeos. Precisamente, una de las cosas que más sorprende es enterarse de que la ciudad entera saltó por los aires la noche del 26 de agosto de 1810. Exactamente cuando un proyectil francés aterrizó sobre un barril de pólvora que estaba en el polvorín y provocó una explosión en cadena que hizo brincar por los aires el castillo medieval, que hacía las veces de almacén de pólvora, llevándose por delante a cerca de 500 soldados portugueses que defendían el baluarte de Almeida y a varios de los franceses atacantes, aplastados por el aluvión de piedras que se les vino encima. Cuando el humo se disipó, pues resulta que la localidad de Almeida había desaparecido completamente. A excepción, claro, de su magnífica muralla en forma de estrella.

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