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El periodismo como contrapoder es una máxima que se hizo realidad en Oriana Fallaci. Mujer fuerte, con la energía necesaria para ejercer un periodismo libre e independiente, Fallaci es considerada un referente y la primera reportera global.Su carrera está marcada por una mezcla de olfato periodístico y tenacidad. Alcanzó fama gracias a sus entrevistas a las figuras de Hollywood y más tarde a líderes mundiales como Indira Gandhi, Yasir Arafat, Golda Meir, Willy Brandt, Henry Kissinger, el Sha de Persia Reza Pahleví, Muamar el Gadafi o el ayatolá Jomeiní. En ellas pretendía buscar la verdad que se escondía tras el personaje y no eludía la lucha dialéctica.Fallaci no ocultaba su opinión y, debido a su combativo carácter, se situó en el centro de muchas polémicas, pero era seguida con interés y sus relatos se convertían rápidamente en best sellers como Penélope en guerra o Si el sol muere.Criticó la dictadura de Franco y las de América Latina y vivió los conflictos más destacados de su tiempo, como la guerra de Vietnam o las protestas estudiantiles de México en 1968, donde cayó herida por tres disparos.Fallaci recorrió el mundo dejando constancia de la situación de la mujer y de sus derechos. Esto le llevó a situarse frente al Islam. En su libro Inshallah, inspirado en la matanza del atentado de Beirut de 1983, agudiza su anti islamismo. Y tras los atentados del 11S publicó una serie de artículos donde no discriminaba entre fanáticos y moderados que le valieron numerosas críticas.El documental, con la firma de Modesta Cruz, desgrana la fuerte personalidad de Oriana Fallaci y entra en su fondo humano, a pesar de su dura apariencia. Lo hace con la ayuda de la directora del Instituto Italiano de Cultura de Madrid, María Luisa Pappalardo, y de los profesores Francisco Cabezuelo y Carolina Abellán. Asimismo, el programa recupera del Archivo de RTVE la voz de la propia Oriana Fallaci.Escuchar audio
En 2024 se cumplen 150 años del nacimiento de Antonio Palacios, el arquitecto que quiso transformar Madrid en una ciudad cosmopolita y dejó su huella en icónicos edificios.Por cercanía familiar, en su Galicia natal se habituó al trabajo de la construcción, su padre trabajaba en las obras del ferrocarril y la familia de su madre era dueña de canteras. Allí adquirió la afición por el diseño y el dibujo que le acompañó toda su vida.Pero será en Madrid donde estudie Arquitectura y junto a su colega y amigo Joaquín Otamendi forme una sociedad que compartiría proyectos durante casi veinte años. Uno de ellos, el Palacio de Comunicaciones, actual Ayuntamiento de la ciudad. Su aspecto clasicista le convierte en una especie de catedral civil que, a su monumental fachada une un espacio interior funcional y bien organizado.Este edificio marcó otras obras posteriores como el Hospital de Jornaleros de Maudes, inspirado en los hospitales renacentistas; el Banco del Río de la Plata, en el que las cariátides y las columnas jónicas de la fachada le confieren un aspecto de templo clásico en plena calle de Alcalá; y, no lejos, el Círculo de Bellas Artes, quizá la más polémica de sus construcciones, que también evoca el clasicismo griego.Palacios fue, además, uno de los arquitectos del Metro de Madrid, donde dejó su particular huella en los azulejos que daban claridad a los nuevos espacios subterráneos.Al final diseñó ciudades utópicas y proyectos visionarios que no llegaron a realizarse. Dibujaba constantemente y su imaginación no tenía límites, pero él se mantuvo fiel hasta final a un estilo que muchos definían como ecléctico, mezcla de clasicismo y elementos y materiales modernos.El documental, con la firma de Modesta Cruz, cuenta con la participación de tres arquitectos, Álvaro Bonet, Jacobo Armero y Miguel Lasso, y con el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Santiago, Jesús Sánchez.Escuchar audio
En esta entrega de Documentos RNE analizamos el estatuto jurídico especial conocido como régimen foral; sus características, su origen y, sobre todo, cómo ha sobrevivido hasta hoy en los casos del País Vasco y Navarra.Su pasado remoto se hunde en la Edad Media, cuando reyes débiles deben hacer concesiones a los señores feudales para obtener su lealtad. Derechos que se extendieron a otras instituciones, como la Iglesia y los municipios.Cuando la monarquía hispánica se va consolidando, estos fueros irán decayendo progresivamente. En el caso de los reinos de la Corona de Aragón los perdieron en 1714, tras la Guerra de Sucesión.En el siglo XIX, la formación del estado liberal centralista mantuvo una pugna constante con las élites vascas, hasta el punto de que el mantenimiento de los fueros se convirtió en uno de los motivos que agitaron las Guerras Carlistas. Tras ellas, en 1878, Cánovas del Castillo acordó un ventajoso concierto económico con las provincias vascas, conocido como el cupo. A cambio de participar en las milicias y en la hacienda general, los vascos obtenían la potestad de recaudar impuestos y después contribuir con una cantidad a las arcas del estado.Por su parte, Navarra, en 1841, había negociado una notable autonomía a cambio de perder la condición de reino a través de la llamada Ley paccionada.A comienzos de la Guerra Civil, los territorios vascos fueron reconocidos como ente político merced al Estatuto de Guernica, pero su vigencia fue escasa.Sin embargo, será la actual Constitución de 1978 la que termine integrando los denominados derechos históricos y estableciendo el régimen foral en nuestro ordenamiento jurídico.El programa, con la firma de Modesta Cruz, aborda el discutido tema de los fueros con tres profesores de la Universidad del País Vasco: Rosa Ayerbe, Coro Rubio y José María Portillo; y el profesor de la Universidad de Navarra, José María Capistegui.Escuchar audio
Uno de los bancos centrales más antiguos del mundo es el Banco de España, cuyo primer antecedente se sitúa en 1782 cuando se crea el Banco de San Carlos. Un banco privado en relación con la Hacienda Real creado para cubrir las necesidades financieras de la monarquía. El sostenimiento de un costoso imperio y las onerosas guerras supusieron un pesado lastre que arrastrará al banco hacia la insolvencia.Durante el siglo XIX, su historia tendrá un desarrollo paralelo al convulso devenir de España. Tras su refundación como Banco de San Fernando, en tiempos de Fernando VII, la pésima situación de la Hacienda lo seguirá colocando al borde de la bancarrota.Para intentar solucionar el problema, se fusionará con el Banco de Isabel II, otro banco emisor creado a instancias de la reina en 1844. Y al comienzo del Bienio Progresista cambió su nombre por el de Banco de España, al que se le concede el monopolio emisor en 1874. No obstante, no será hasta 1962, cuando la entidad se nacionalice y se convierta en un auténtico banco central.Sin embargo, la imagen del Banco de España va a quedar fijada por su sede central. El soberbio edificio de estilo clásico, situado en la plaza de Cibeles de Madrid, se inauguró en 1891 y su proyecto fue liderado por el arquitecto Eduardo de Adaro.Su construcción abarcó diez años y en ella se utilizaron los más nobles materiales e incorporó las últimas novedades tecnológicas: lámparas de arco voltaico, teléfonos franceses, ascensores del sistema Otis, puertas de seguridad inglesas…El documental, con guion de Modesta Cruz, recorre la historia del Banco de España con la ayuda de Pablo Martín-Aceña, catedrático de Historia e Instituciones Económicas. Esperanza Guillén, catedrática de Bellas Artes y autora de una monografía sobre Eduardo de Adaro, y Yolanda Romero, conservadora de la Colección del Banco de España, nos ilustran sobre el pasado y el presente de su sede central.Escuchar audio
Gaspar de Guzmán, el Conde Duque de Olivares, ha sido uno de los personajes de la historia más maltratados. Su condición de valido parece condenarle al destino de gobernante despótico y manipulador de un rey débil. Sin embargo, Olivares fue leal a la causa de Felipe IV y poseedor de un proyecto político de país, aunque estuvo destinado a fracasar en la España del siglo XVII. Gaspar de Guzmán nació en 1587 en Roma, donde su padre ejercía de embajador y luego fue virrey de Sicilia y Nápoles. En 1600 regresan a España y Gaspar, destinado en principio a la carrera eclesiástica, entra a estudiar en la universidad de Valladolid. Pero la muerte de sus dos hermanos mayores le convierte en el heredero de su Casa –una rama menor de los Medina Sidonia-. A partir de entonces, dedicará buena parte de sus esfuerzos a dar brillo a su linaje. Casado con su prima, Inés de Zúñiga y Velasco, camarera de la reina, pasó sus primeros años de matrimonio en Sevilla, tiempo que dedicó a gestionar el patrimonio familiar y al mecenazgo cultural. Siempre fue un gran aficionado a la literatura y a la poesía, y en esa época nace su relación con Diego Velázquez, al que luego convertirá en pintor de cámara y autor de los retratos con los que Olivares ha pasado a la posteridad. Sus primeros años como valido de Felipe IV coinciden con un anhelo general de reformas en Castilla que atraviesa por una crisis económica y social. Olivares plantea un sistema fiscal más eficiente en el que contribuyan equitativamente todos los territorios peninsulares. También pretende reducir los favores y mercedes otorgados por la Corona, reducir oficios municipales y obligar a los servidores del rey a presentar un inventario de su patrimonio. Pero casi todas sus reformas se chocaron contra la realidad. Los estamentos privilegiados se opusieron a ellas y el mantenimiento de los dominios de la monarquía hispánica en todo el mundo obligaba a mantener costosas guerras. Al final, hubo de supeditar la política interior a la exterior. Castilla fue la gran víctima de esta política. Los intentos de Olivares de conseguir contribuciones de otros territorios se saldaron con una rebelión en Cataluña y con la independencia de Portugal, que durante sesenta años había formado parte de la monarquía. Tras más de veinte años en el poder, el Conde Duque se convirtió en un hombre enfermo, cada vez más aislado, que tuvo que rogar repetidamente al rey para que lo liberara de sus cargos. Lo consiguió en enero de 1643 y murió dos años después en Toro, en medio de la incomprensión general y objeto de todas las críticas. El hispanista británico John Elliott restituyó en parte su figura ya en el siglo XX. En este documental, con guion de Modesta Cruz, oiremos su voz procedente del Archivo de RTVE, junto a la participación de los historiadores Manuel Rivero, Fernando Negredo y Carlos de Carlos, especialistas en esta época de la historia. Escuchar audio
María Goyri fue una destacada filóloga, pedagoga e investigadora, de la que en 2023 se cumplen 150 años de su nacimiento, que estuvo ligada a la Institución Libre de Enseñanza y a las causas feministas de la época. A pesar de ello, y como muchas mujeres de su época, fue injustamente infravalorada. Admiradora de Concepción Arenal, defendió sobre todo la educación de la mujer como medio de incorporarse al mundo laboral y contribuir así a la sociedad. Procedía de una familia de mujeres fuertes. Tanto su madre como su abuela, de origen vasco, eran madres solteras. Un hecho que más que amilanarlas parece que las animó en el camino del estudio y la independencia. María se formó primero en casa con su madre, asistió a clases de dibujo y gimnasia –que no era habitual entonces- y consiguió, a pesar de las dificultades, entrar en la universidad. En 1896 obtiene la licenciatura en Filosofía y Letras. Al mismo tiempo, participa en debates feministas desde una óptica regeneracionista. El acceso a la educación y al trabajo son fundamentales para ella; y los paseos en bicicleta y las excursiones por la sierra madrileña una muestra de la nueva vida que pretende para las mujeres. En 1900 se casa con Ramón Menéndez Pidal, al que había conocido en el Ateneo de Madrid, y juntos van a emprender una larga y profunda investigación lingüística sobre el Romancero. Ella colaboró, en pie de igualdad con él, en la recuperación de la tradición oral de los romances. Pero, además, corregía sus conferencias, traducía artículos de diversos idiomas. Y aparte tenía sus investigaciones propias, como la que dedicó al Infante Don Juan Manuel o a la juventud de Lope de Vega. Sin embargo, apenas publicó; un exceso de perfeccionismo y un carácter más inclinado a la discreción que a la vida pública, la convirtieron en la sombra de Menéndez Pidal, hasta su muerte. Su influencia quedó patente cuando en plena guerra civil, un informe de la Junta Militar de Burgos la calificó como una de las personas más peligrosas de España. El peligro residía en su cercanía a personalidades como Giner de los Ríos y a la Institución Libre de Enseñanza, así como a las clases que impartía en la Residencia de Señoritas y en el Instituto Escuela. Esto descubría el miedo que generaba la inteligencia y la independencia de la mujer en la mentalidad tradicionalista. En este documental sonoro, con guion de Modesta Cruz, nos ayuda a adentrarnos en la vida de María Goyri su bisnieta, Sara Catalán. Contamos también con la participación del presidente de la Fundación Menéndez Pidal, Jesús Antonio Cid, de la investigadora Susana Martín Zaforas y de la editora Carmen Oliart. Escuchar audio
El 28 de mayo de 2023 se cumplen cinco años de la muerte de María Dolores Pradera, cantante de música popular que, en su larga trayectoria artística, hizo posible un rico intercambio de canciones entre España y América Latina. En el documental, con la firma de Modesta Cruz, nos deleitamos con sus inolvidables canciones y recorremos su personalidad a través de su propia voz. También se descubren aspectos personales menos conocidos, como su firme carácter y el desenfado que se escondía tras su clásica y elegante figura. María Dolores Pradera nació en 1924. Era hija de un emigrante asturiano que hizo fortuna en Chile, por lo que sus primeros años transcurren entre largos viajes en barco a través del Atlántico. Ya de niña, en esas estancias con su padre, absorberá el rico folclore americano que le servirá de base a su identidad musical. La muerte del padre, en 1935, y la pérdida de los negocios, cambió la suerte. La guerra y la posguerra serán años de muchos apuros para la familia. María Dolores logró dar sus primeros pasos artísticos en el cine. Empezó trabajando como extra, muy jovencita, en los estudios Chamartín. Llegó a intervenir en más de veinte películas, algunas tan populares como Altar Mayor o Inés de Castro. Sin embargo, nunca le gustó la gran pantalla. A través del cine consigue dar el salto al teatro, donde se sentía más a gusto. En él tuvo la suerte de trabajar con los mejores directores y actores del momento, e interviene en obras como La celestina, Mariana Pineda o El jardín de los cerezos. Pero será en 1952 cuando empiece su carrera musical. A María Dolores, que le gustaba cantar desde niña, le ofrecen actuar en una sala de moda madrileña, Alazán. La canción terminará por convertirse en su única profesión. Se inclinará por el repertorio latinoamericano que había oído de niña y hará populares canciones como La flor de la canela o Fina estampa. Su nombre se hizo muy conocido y hará giras por países latinoamericanos en los que se hizo tremendamente popular. En México, donde vivió algunas temporadas, la bautizaron como La gran dama de la canción a causa de su elegancia y estilo clásico que mantuvo toda su vida. Durante treinta años cantó acompañada de las guitarras de Los gemelos, los hermanos Sebastián y Julián. Grabó discos junto a otros artistas como Los sabadeños, Sabina, Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel o Carlos Cano. Una neumonía la alejó de los escenarios en el año 2012, con casi 87 años. María Dolores Pradera falleció seis años después, tras más de sesenta de carrera musical y habiendo interpretado alrededor de seiscientas canciones. El documental, María Dolores Pradera, la gracia del cielo, además, cuenta con los testimonios de su hijo, Fernando Fernán Gómez, y sus amigos, la cantante Rosa León y el periodista Luis Alegre. Escuchar audio
En junio de 1923 se cumple un siglo del nacimiento del escritor leonés Antonio Pereira, poeta y autor de cuentos, nacido en Villafranca del Bierzo y fallecido en León en 2009. Pereira fue una figura independiente dentro del mundo literario, quizá porque su trabajo –viajante de comercio primero y empresario después- le permitía mantenerse al margen de grupos y polémicas generacionales. Fue un niño precoz. Con diez años le pidió a su madre un Quijote como regalo. Pronto empezó a escribir poesía, pero espero bastante para empezar a publicar. Su primer libro, El regreso, apareció en 1964, y luego seguirán títulos como Cancionero de Sagres, Antología de la seda y el hierro o Meteoro, que ya en el año 2006 reunió toda su poesía publicada hasta ese momento. Aunque la actividad comercial ocupaba buena parte de su tiempo, gustaba de su vocación a la escritura. Así, desde los años cincuenta publica artículos en el Diario de León y en La Vanguardia, donde mantendrá durante una década una sección semanal bajo el título Oficio de mirar. Escribió tres novelas, pero su prestigio llegaría con sus relatos cortos, a finales de los sesenta. Libros de cuentos como El ingeniero Balboa, El síndrome de Estocolmo o Cuentos de la Cábila, una especie de memorias de infancia y adolescencia, le traerán una cierta fama dentro del público aficionado a este género. Los cuentos de Pereira se caracterizan por la brevedad, la intensidad y la sencillez. Con un estilo algo irónico, pero sin caer en el sarcasmo, trata a sus personajes con delicadeza y usa de un suave erotismo, que algunos definieron como diocesano, para regocijo del propio Pereira. Pero una sus cualidades por la que se le recuerda con cariño, especialmente en León y en su comarca del Bierzo, es por ser un magnífico narrador oral. Heredero de los filandones, tan tradicionales en el ámbito leonés, Pereira derrochaba elocuencia y humor en tertulias y sobremesas. Su esposa y compañera, durante casi sesenta años, Úrsula Rodríguez Hesle se ocupó a su muerte -en 2009- de la edición de toda su poesía y sus cuentos, que publicó la editorial Siruela. También se ocupó de la puesta en marcha de la Fundación Antonio Pereira, con el apoyo de la Universidad de León. Úrsula falleció diez años después, en 2019, y hemos rescatado su voz del Archivo de RTVE para este programa. El documental, con la firma de Modesta Cruz, cuenta con los testimonios de otras personas cercanas que permiten descubrir su interesante personalidad; el poeta, amigo y vecino de niñez en Villafranca del Bierzo, Juan Carlos Mestre; su también amigo y periodista, Pedro Trapiello; y su sobrino y director de la fundación que lleva su nombre, Joaquín Otero. Además, recuperamos la voz del propio Pereira procedente del Archivo de RTVE. Escuchar audio
Francisco Brines, fallecido en mayo de 2021, pertenece a la segunda generación de posguerra, de la que también formaron parte poetas como Ángel Valente, Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma o Ángel González. Su obra es corta, ocho libros en sus casi noventa años, pero es intensa y profundamente intimista. Influido por Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda, el eje central de toda su creación es la reflexión por el paso del tiempo y la aproximación a la muerte, pero salva esa angustia a través del goce de la vida y de los sentidos. Brines es un poeta elegíaco que, sin embargo, amó profundamente la vida. Su lamento por la fugacidad del mundo, se mezcla en sus poemas con la exaltación vital y erótica. Nacido en Oliva, Valencia, en el año 1932, Brines era hijo de hacendados, exportadores de naranjas. Sin embargo, a pesar de la tradición agricultora, él tuvo siempre la comprensión de su familia, sobre todo de su madre, para elegir el camino que quiso. Allí en Oliva, en las afueras, se encuentra la casa familiar de Elca; una hacienda que se convertirá en el paraíso de su infancia y que será una referencia habitual de su obra. Estudió primero Derecho, pero comprobó que no era lo suyo, y después cambió a Filosofía y Letras. Más adelante, pasó dos años en las universidades inglesas de Oxford y Cambridge como lecture de español. Y a su vuelta se estableció en Madrid, aunque visitando a menudo su dorado retiro de Elca. Su primer libro, Las brasas, ganó el premio Adonáis en 1959 y se publicó al año siguiente. Vinieron luego títulos como Palabras a la oscuridad, Insistencias en Luzbel, El otoño de las rosas o La última costa, entre otros. A pesar de su corta obra, obtuvo casi los premios más importantes de poesía: el Nacional de Literatura, el de La Crítica, el Nacional de Las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Y en 2020 el Cervantes, que no pudo recoger por problemas de salud y que los reyes le entregaron en su casa de Elca pocos días antes de morir. En esa casa familiar próxima a Oliva se creó en 2019 la Fundación Brines que alberga la gran biblioteca, con muchas primeras ediciones y numerosas obras de arte que coleccionaba, y que cada año convoca unos premios de poesía en valenciano y castellano. El documental, con la firma de Modesta Cruz, penetra en la naturaleza íntima de la obra de Francisco Brines gracias a la participación de los poetas y amigos suyos Alejandro Duque Amusco y Javier Lostalé, y del también poeta José Luis Gómez Toré, experto en su obra. El espacio se completa con los testimonios del propio Brines extraídos del Archivo de RTVE, que lee sus poemas más simbólicos. Escuchar audio
Amalia Avia fue una pintora muy reconocida en su tiempo; pintó mucho, alrededor de mil cuadros, vendió bastante y expuso en galerías de prestigio como Biosca o Juana Mordó. En los últimos años, sin embargo, había caído en el olvido hasta la exposición dedicada, en 2022, por la sala Alcalá 31 de Madrid. Aunque nació en el pueblo toledano de Santa Cruz de la Zarza, en 1930, su vida y su obra está muy unida a Madrid, ciudad con la que mantuvo una relación especial. Sus cuadros retienen el tiempo de un Madrid ya desaparecido en el que apenas aparecen personas, pero en el que se aprecia, sin embargo, la huella del ser humano; tiendas tradicionales, rótulos envejecidos y puertas con cerraduras oxidadas, escenas del metro, de la Puerta del Sol y otras calles emblemáticas de la capital. Imágenes veladas por el paso del tiempo que despiertan nostalgia en el espectador. Siendo Amalia niña su familia se traslada a Madrid, pero su vida quedará muy afectada por la Guerra Civil. Su padre, diputado de la CEDA, fue asesinado al comienzo de la contienda. Después, volverá al pueblo junto a su madre para levantar la hacienda familiar como medio de vida. Fue un tiempo duro en el que vio como dos de sus cinco hermanos murieron a causa de la tuberculosis; pasó la posguerra entre lutos, visitas a la iglesia y al cementerio. Su vida cambió, cuando a mediados de los cincuenta, volvió a instalarse en Madrid con su madre y decidió tomar clases de pintura en la Academia Peña. Allí descubrió su vocación y un mundo nuevo. Amalia Avia se abre a un grupo de amigos, más tarde conocidos como Los Realistas de Madrid, que la acompañarán siempre. Con uno de esos artistas, Lucio Muñoz, que eligió el camino de la pintura abstracta, se casa Amalia Avia en 1960. Tuvieron cuatro hijos y, a pesar de las dificultades que esa época suponía ser mujer y pintora a la vez, nunca abandonó los pinceles. Contó con el apoyo de su marido y, sobre todo, con una energía y un tesón que la mantuvieron en la profesión contra viento y marea. Amalia Avia fue una mujer enormemente cálida, recordada por su refrescante risa y su vitalidad, que escondía, tras sus duros años de infancia y adolescencia, un gran temor al paso del tiempo y a la pérdida de la felicidad. Documentos RNE, con la firma de Modesta Cruz, muestra la vida y la personalidad artística de Amalia Avia. Para conocerla mejor participa su hijo, el escritor Rodrigo Muñoz Avia. También, intervienen el galerista Íñigo Navarro, y la profesora de la Universidad Europea Eva Asensio Castañeda, autora de una tesis doctoral sobre Amalia Avia. Escuchar audio
En una época en que las especias eran productos muy codiciados, España quiso encontrar un camino alternativo para llegar a las Molucas, el archipiélago de las especias, desde las costas de Nueva España (México) evitando de esta forma el territorio adjudicado a Portugal en 1494 por el Tratado de Tordesillas. Documentos RNE muestra la historia de El Galeón de Manila. Una espacie de ruta naviera que, durante 250 años, desde 1573 hasta 1815, cruzó el Océano Pacífico, desde Filipinas a Acapulco; una ruta que luego continuaba por tierra hasta Veracruz, en la costa del Caribe, desde donde embarcaba en la Flota de Indias para finalizar en Sevilla, puerto de entrada en Europa de las mercancías del lejano Oriente. Varias expediciones lo intentaron. El problema no estaba en llegar desde la costa mexicana del Pacífico hasta Filipinas, sino que lo complicado era cómo hacer el viaje de vuelta ya que las corrientes empujaban a los barcos en sentido contrario. Sería un español, el cosmógrafo y religioso agustino, Andrés de Urdaneta, quien encontró el camino de vuelta, el denominado tornaviaje. En 1565 Urdaneta viajó en una expedición a Filipinas, comandada por el almirante Miguel López de Legazpi, que hizo el viaje de vuelta navegando hacia el norte, hasta Japón, para encontrar las corrientes favorables y cruzar el Pacífico rumbo a América. Ese hito tuvo importantes consecuencias económicas porque Manila se terminó convirtiendo en el centro de todo el comercio asiático. A la ciudad filipina llegaban las mercancías, principalmente de China, que después serían transportadas en el Galeón de Manila a la América hispana, y desde allí a Europa. La seda y la porcelana serán los principales productos, pero no los únicos que se embarcaban en el Galeón. Todo este comercio fue posible gracias a la abundante plata extraída de las minas americanas de Zacatecas y Potosí, metal que China necesitaba y que había impuesto como medio de pago para sus mercancías. Durante dos siglos y medio, el Galeón de Manila dará lugar a cambios económicos, sobre todo, pero también culturales y religiosos, lo que para algunos constituyó una especie de primera globalización. El documental El Galeón de Manila y la primera globalización, con guion de Modesta Cruz, cuenta con la participación de Manel Ollé, especialista de cultura china de la universidad Pompeu Fabra; con Juan José Morales, investigador de las relaciones Europa-China y residente en Hong-Kong desde hace treinta años; con Agustín Rodríguez, historiador y biógrafo de Andrés de Urdaneta; y con Ana Ruiz, especialista en artes decorativas novo hispanas de la Universidad de Granada. Escuchar audio
Coincidiendo con el centenario del nacimiento de Pasolini, Documentos RNE dedica un programa al cineasta y escritor italiano, homosexual y comunista, que marcó una época de la vida de su país, años difíciles conocidos como los años de plomo. Pier Paolo Pasolini nació en Bolonia en 1922, hijo de un militar del ejército fascista, con el que nunca se entendió, y de una madre con la que mantuvo una estrecha relación hasta su muerte. Estudió Letras en la prestigiosa universidad boloñesa y parecía destinado a enseñar Arte y Literatura, pero las circunstancias le llevaron por otro camino. Durante la Segunda Guerra Mundial se trasladó a la aldea materna de Casarsa, en la región del Friuli, donde desarrolló sus ideas políticas. Pasolini se definía como un intelectual marxista independiente y mantuvo una relación de amor-odio con el Partido Comunista. Le votaba siempre, pero, a la vez, criticaba su burocracia y sus consignas. En Casarsa también explotó la atracción que, desde muy pronto, sintió por los jóvenes de su mismo sexo, lo que la traerá múltiples conflictos. Uno de esos escándalos le obligó a abandonar Casarsa en 1950 y trasladarse a Roma con su madre. En la capital los apuros económicos se mezclan con una sexualidad más libre. En este ambiente, comienza a desarrollar su carrera literaria. Publica novelas como Chicos del arroyo, donde presenta a jóvenes pobres de los suburbios que sobreviven con pequeños robos, pero sin conciencia de clase. También poesía, una práctica que desde niño le sirvió para expresar, con cierto desaliño estético, su conciencia social. En 1957 publica Las cenizas de Gramsci, quizá su poemario más importante, donde hace un homenaje al político marxista italiano. Buscando un lenguaje con el que llegar a más gente, se encontró con el cine. A los cuarenta años, sin apenas formación, se lanzó a dirigir películas. Su filmografía contiene importantes títulos que, como sus artículos, no dejaban indiferente a nadie: Accatone, Mamma Roma, El Evangelio según San Mateo, Teorema, El Decamerón, o la última, Saló o los 120 días de Sodoma. Buscaba la provocación y tuvo que afrontar 33 procesos judiciales a lo largo de su vida. Sus críticas iban contra la sociedad italiana de su época que, en su opinión, había cambiado sus costumbres por el consumo desenfrenado capitalista. Atacaba a la televisión por haber acabado con la cultura, a la religión, a los políticos, a la mafia… todo el poder era objeto de sus dardos. Por eso, a muchos no les extrañó cuando apareció muerto en la playa de Ostia, la madrugada del 2 de noviembre de 1975, en lo que pareció un peligroso encuentro homosexual. Sin embargo, su muerte dejó tras de sí muchos puntos oscuros. La Pasión según Pasolini, con guion de Modesta Cruz y Samuel Alarcón, cuenta con una importante exclusiva, el testimonio de la escritora italiana Dacia Maraini, quien compartió con él sesiones de cine, viajes, tertulias, confidencias. Además, nos ayudan a desvelar sus claroscuros uno de sus últimos biógrafos, Miguel Dalmau; el experto en su poesía, Martín López Vega; y el especialista en cine italiano, Ángel Quintana. Escuchar audio
En 2022 se cumplen 500 años de la muerte de Elio Antonio de Nebrija, gramático, lexicógrafo y uno de los humanistas más destacados del Renacimiento español. Nació en 1444 en la localidad sevillana de Lebrija como Antonio Martínez de Cala en una familia de agricultores acomodados dueños de sus tierras, pero, debido a su identificación con las familias de la antigüedad romana que habitaron la Bética, cambió su nombre por el de Elio Antonio de Nebrija. Tras pasar unos años como bachiller en Artes en Salamanca, su estancia en la universidad de Bolonia le cambió su carrera. De allí regresó convertido en un humanista y un gramático. Su objetivo principal será entonces recuperar el latín clásico deteriorado por las delirantes interpretaciones del latín medieval. Con este propósito escribió en Salamanca, donde ejercía como catedrático de Gramática Sus Introductiones latinae, un manual para el conocimiento del latín que tuvo mucho éxito en Europa. Nebrija fue un hombre bien relacionado con el poder. Mantuvo buenas relaciones con personas de la talla del cardenal Cisneros, el arzobispo Fonseca o la propia reina Isabel la Católica. Relaciones de las que supo sacar el beneficio necesario para poder dedicarse a su obra filológica y humanista. Precisamente al servicio del maestre de la Orden de Alcántara, Juan de Zúñiga, con quien pasó veinte fecundos años, publicó su famosa Gramática del castellano, la primera completa en lengua romance. Obra que se adelantó a su tiempo y que servirá para las gramáticas de las lenguas amerindias. También compuso dos diccionarios, latín-español y español-latín, y, como buen humanista, ensayos sobre temas variados como la medicina, el derecho o la educación. Nebrija también decidido impulsor de la imprenta en Castilla y uno de los primeros autores en escribir directamente para ella. Su visión de la modernidad le llevó a hacer un hábil uso de los privilegios reales para recibir regularmente sustanciosos derechos de autor. Sin embargo, su celo en depurar el uso del latín le llevó a querer enmendar los errores gramaticales que, en su opinión, arrastraba La Biblia. La Inquisición le puso en el foco y solo la intervención de su amigo, el cardenal Cisneros, evitó el proceso abierto por el Santo Oficio. Nebrija pasó sus últimos años en Alcalá de Henares, acogido precisamente por Cisneros, donde murió el 2 de julio de 1522, a los 78 años. Elio Antonio de Nebrija, la lengua compañera del saber, con guion de Modesta Cruz, recorre la vida del humanista andaluz con la intervención de especialistas en su vida y obra: el académico y escritor, Darío Villanueva; Pedro Martín Baños, uno de los máximos expertos en Nebrija; el lingüista José Antonio Millán, autor de una reciente biografía del personaje; y el profesor Diego Moldes, coordinador de la Comisión Quinto Centenario de Antonio de Nebrija. Escuchar audio
En 2022 se cumplen 25 años de la muerte de Pilar Miró y en Documentos RNE recordamos su figura, tenaz y frágil a la vez. Una mujer fuerte, con fama de dura y malhumorada, pero que, según sus amigos, escondía un corazón sensible y vulnerable. Gracias a su constancia logró abrirse camino en el mundo audiovisual: fue la primera mujer realizadora de TVE, y también fue pionera en ocupar cargos como la Dirección General de Cinematografía y la Dirección General de RTVE. Pilar Miró fue una niña débil y callada dentro de una rígida familia de militares, pero que era feliz cuando iba al cine a ver las sesiones dobles. Tras probar con Derecho y Periodismo, entró en la Escuela de Cinematografía y desarrollar su verdadera vocación. En 1962 entró en TVE donde ocupó diferentes trabajos hasta que consiguió realizar programas dramáticos. Suyos fueron muchos Estudio 1 y episodios de Los Libros o Curro Jiménez. Pero será en 1976 cuando logró su sueño de dar el salto al cine. La petición, interpretada por Ana Belén y Emilio Gutiérrez Caba, fue su primera película. Esta obra le acarreó algunos inconvenientes con la censura, pero con su segunda película los problemas aumentaron. El crimen de Cuenca narraba la historia real de dos pastores inocentes obligados a confesar un crimen bajo torturas. La película se convirtió en un símbolo de la libertad de expresión y, aunque era la Transición, se le abrió un proceso penal militar. Fueron años difíciles para Pilar cuyo delicado corazón tuvo que ser intervenido para implantarle unas válvulas. Salió del trance con una película intimista, Gary Cooper que estás en los cielos. Tras la victoria socialista de 1982, Pilar Miró es nombrada Directora General de Cinematografía. Desde este cargo impulsó el cine de calidad a través de la conocida Ley Miró. Después ocupó la Dirección de RTVE, un puesto que asumió con ánimo renovador, pero que terminó con una amarga experiencia. Pilar Miró fue acusada de presunta malversación de fondos, en el que existía un trasfondo lucha política. Aunque el juez terminó sobreseyendo el caso, fue objeto de un linchamiento mediático. Entretanto su corazón había sufrido una nueva operación para sustituirle las válvulas. Pero ella se volcó en su pasión por el cine. Antes había realizado Werther, sobre el personaje operístico que le fascinaba. Después llegaron Beltenebros, El pájaro de la felicidad y El perro del hortelano por el que obtuvo dos premios Goya. En 1997 estaba inmersa en una intensa actividad. En los últimos años había dirigido teatro, óperas y la transmisión para TVE de las bodas de las infantas Elena y Cristina. Dos semanas después de esta última, fallecía de un infarto fulminante. Tenía 57 años. Documentos RNE ofrece un retrato de esta luchadora, con guion de Modesta Cruz, a partir de su propia voz. Además, cuenta con la participación de sus amigos y críticos Carlos Heredero y Fernando Lara. Y, gracias al Archivo de RTVE, rescatamos los testimonios de personas muy cercanas a ella, como Antonio Gasset, Mercedes Sampietro, Diego Galán, Carmen Maura, Emma Suárez, Pedro Almodóvar o Javier Aguirresarobe. Escuchar audio
Juan Eduardo Zúñiga fue un escritor minoritario que tuvo una vida relativamente tranquila y recogida. Sólo empezó a ser conocido a partir de los años ochenta del pasado siglo, cuando tenía más de sesenta años, gracias al tesón y la admiración de un grupo de amigos escritores e incondicionales lectores. Zúñiga practicó lenta y minuciosamente la escritura de cuentos, un género poco valorado durante mucho tiempo. Zúñiga tuvo una vida longeva, vivió 101 años, y su aspecto físico, alto, delgado y con una larga barba, recordaba a un personaje de novela rusa, una literatura que admiró y en la que encontró una importante fuente de inspiración. Nació en Madrid en 1919, la misma ciudad en la que murió en febrero de 2020. Vivió la Guerra Civil siendo adolescente y salió de ella, según dijo, herido, como todos los de mi generación. Sus vivencias de aquellos años germinarán en una trilogía de relatos en los que plasma las pequeñas tragedias personales, dentro de la gran tragedia general. En Largo noviembre de Madrid, La tierra será un paraíso y Capital de la gloria, Zúñiga se aleja de la épica de la guerra y de los panfletos, y posa su mirada sobre las gentes que en el Madrid sitiado tratan de salir adelante. Por aquel entonces, Zúñiga había escrito un par de obras que tuvieron poca repercusión. Inútiles totales, donde relata su experiencia personal al ser reclutado; y El coral y las aguas, una novela ambientada en la Grecia clásica, donde abordaba la realidad española con un lenguaje simbólico, que no fue bien comprendida en un momento en que triunfaba en realismo social. Tras esta decepción, Zúñiga se volvió a su admirado mundo de las lenguas eslavas. Había aprendido ruso por su cuenta, con ayuda de manuales y diccionarios, y se dedicó al ensayo y a la traducción. Fruto de esa afición escribió Las pasiones inciertas de Iván Turguénev y El anillo de Pushkin. También publicó un libro de relatos fantásticos, Misterios de las noches y los días, y Flores de plomo, donde narra el suicidio de Mariano José de Larra a través de las personas cercanas. A pesar de su escasa vida social, en sus últimos años recibió algunos importantes premios y distinciones: el Premio de la Crítica, el Premio Nacional de Narrativa por Capital de la gloria, y el Premio Nacional de las Letras. Incluso estos reconocimientos no lograron aumentar su fama, pero, en realidad, esta cuestión no parecía importarle. Para recuperar la discreta figura de Juan Eduardo Zúñiga, Modesta Cruz ha contado en este documental con la participación de especialistas y amigos cercanos a él: la profesora Ángeles Encinar, los escritores Luis Mateo Díez y Manuel Longares, y el periodista y escritor Jesús Marchamalo. Escuchar audio
El documental, con guión de Modesta Cruz, recupera la voz del propio Marsé procedente del Archivo de RTVE. Y, además, para conocer mejor su vida y su obra, contamos con la participación de su hija, la también escritora Berta Marsé, así como su biógrafo, Josep María Cuenca, y su amigo, el editor y traductor, Andreu Jaume. Nacido en Barcelona en el año 1933 bajo el nombre de Juan Faneca, Juan Marsé es uno de los novelistas españoles más destacados del siglo XX. Poco dado a la vida social literaria, a la que consideraba ajena a la literatura en sí misma, Marsé fue un autor que creó su propio universo literario. Un juego entre realidad y fantasía en los barrios de la Barcelona de posguerra, abordado desde el lirismo y una cierta dosis de humor. Juan Marsé vino al mundo de una forma azarosa; su madre falleció a los pocos días de nacer él y su padre, que se sentía incapaz de hacerse cargo del pequeño, lo entregó a un matrimonio conocido. Su madre adoptiva, Berta Carbó, fue una mujer de gran personalidad que le trató con cariño, igual que a los dos hijos biológicos que tuvo después. De joven se aficionó a la lectura y al cine. Empezó por la literatura de quiosco y siguió con los grandes novelistas del siglo XIX, Dickens, Tolstoi, Stendhal, Balzac…hasta llegar a los del siglo XX, como Faulkner o Hemingway, sin olvidar Galdós o Baroja. Su primera novela, "Encerrados con un solo juguete", le servirá para conocer al círculo que se movía en torno al editor Carlos Barral; Castellet, Ferrater, García Hortelano, Ángel González, pero, sobre todo, Jaime Gil de Biedma que se convirtió en su mejor amigo. Su carrera, acompañada por su editora y fiel amiga Carmen Balcells, incluye títulos como, "Últimas tardes con Teresa", "La oscura historia de la prima Montse", "Si te dicen que caí", "El embrujo de Shanghai" o "Rabos de lagartija", algunas de las cuales fueron llevadas al cine, aunque siempre con la insatisfacción del propio Marsé que discrepaba de la falta de adaptación al lenguaje cinematográfico. Marsé, siempre distante de los premios y de la vida social literaria, obtuvo en 2009 el Premio Cervantes de las Letras Españolas. Sus últimos años estuvieron empañados por el desarrollo del proceso independentista catalán, del que se manifestó en contra y que le colocó en su pinta de mira fundamentalmente por su elección del castellano como lengua literaria. El 18 de julio de 2020, Marsé falleció en Barcelona a causa de un problema renal que arrastraba desde hacía tiempo. Emitido el 09.07.2021 en Documentos RNE de RTVE --------------------------- Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en iVoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS Email: contacto@algundiaenalgunaparte.com
Perteneció a la “generación de plata” de la literatura española y fue la primera mujer en España en ocupar un asiento de la Real Academia de la Lengua. Carmen Conde fue la primera mujer en ser elegida miembro de la Real Academia de la Lengua . Corría el año 1978 y tenía más de setenta años. Desde niña había querido ser escritora y, dotada de una energía y una fuerza de voluntad extraordinaria, superó todos los obstáculos para conseguirlo. Nacida en Cartagena en 1907 e hija única, Carmen Conde disfrutó de una infancia acomodada hasta que la ruina del negocio de joyería empujó a la familia en 1914 a trasladarse a Melilla. Esa ciudad del norte de África alimentaría su imaginación y sería el escenario de su despertar a la lectura, para desesperación de su madre que habría deseado "una hija más normal"..La familia regresó a Cartagena siete años después por problemas de salud del cabeza de familia y al poco tiempo, con apenas quince años, Carmen entró a trabajar como calquista de planos en la Sociedad Española de Construcción Naval. Consiguió, además, una beca para hacer el bachillerato y, luego, para estudiar Magisterio por libre en la universidad de Murcia. Carmen Conde empieza, en esa época, a publicar poemas en la prensa local y conoce a otro joven poeta local, Antonio Oliver Belmás, cuya influencia será fundamental porque le hace conocer la poesía de Juan Ramón Jiménez y le da consejos para refrenar un poco su "excesiva facilidad" para hacer versos...Carmen y Antonio se casan en el año 1931 y ese mismo año fundan en Cartagena la Universidad Popular que contaba con el apoyo del patronato de Misiones Pedagógicas. Carmen Conde publica en 1929 un primer libro de poemas en prosa "Brocal" y en 1934 el segundo "Júbilo", con prólogo de Gabriela Mistral; pero no todo fue alegría en la vida de la pareja que perdió en el parto a su única hija y que sufrió luego el enorme desgarro de la guerra civil. Antonio Oliver tuvo que permanecer recluido en Murcia y hasta 1945 no se volverían a encontrar en Madrid. Carmen Conde, entretanto, vive medio oculta, entre Madrid y El Escorial en casa de unos amigos, el catedrático de universidad Cayetano Alcázar y su mujer Amanda Junquera que se convierte en el principal apoyo de la escritora. Carmen fue juzgada por su relación con la República pero el caso fue finalmente sobreseído. Durante esos primeros años de posguerra, publica, bajo seudónimo, cuentos infantiles, biografías, relatos y colabora en publicaciones de la época. Pero es la época en la que escribe su mejor obra poética: "Ansia de la gracia","Pasión del verbo" o "Mujer sin Edén"... Por mediación de Cayetano Alcázar encuentra trabajos más estables, en la administración del rectorado de la Universidad Central o en el boletín bibliográfico del CSIC..En la década de los años cincuenta y sesenta mantuvo una intensa actividad: escribe poesía, ensayo, novela, antologías...Apasionada de los viajes, recorrerá España y viajará a otros países para participar en actos culturales, congresos, conferencias y lecturas poéticas. En 1967 recibió el Premio Nacional de Poesía y años más tarde el Nacional de Literatura infantil y Juvenil. Cuando en 1978 fue elegida académica de número de la RAE, Carmen Conde estaba ya un poco olvidada y el nombramiento sirvió para darle un nuevo protagonismo. Sin embargo, poco después empezó a mostrar los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer que le causaría la muerte, en una residencia de Madrid, en el año 1996. Modesta Cruz firma el guión de un documental sonoro con realización de Samuel Alarcón y Miguel Ángel Coleto en el que intervienen expertos como Fran Garcerá, hispanista e investigador; Francisco Javier Díez de Revenga, Catedrático emérito de literatura de la Universidad de Murcia y José Luis Ferris, escritor y biógrafo de Conde. ------------------------------- Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en ivoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS Email: contacto@algundiaenalgunaparte.com
Arte y política son los fundamentos de la vida de Josep Renau. Pintor, fotomontador y muralista, exploró las vanguardias artísticas del siglo XX desde la óptica del compromiso social y su militancia comunista. Josep Renau comienza su camino artístico en su Valencia natal. Con trece años ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y, después, gracias a un trabajo en un taller de litografía, se introduce en el mundo de la cartelería y la ilustración gráfica. También desde muy pronto siente su compromiso político; rechaza el arte elitista y aboga por que se acerque a la gente. Empieza a relacionarse con grupos anarquistas y, finalmente, en 1931 ingresa en el Partido Comunista al que será fiel toda su vida. Se desarrolla influido por el dadaísmo y el surrealismo y gana algunos concursos de carteles. Pero serán los trabajos del fotomontador alemán John Hartfield los que le muestren cómo el arte puede contribuir a la transformación social. Al poco de comenzar la Guerra Civil, Renau es nombrado director general de Bellas Artes. Organiza el traslado de las obras del Museo del Prado a las Torres de Serrano en Valencia, dentro de la operación de salvamento del Tesoro Histórico-Artístico Español. Poco después viaja a París para la realización del Pabellón Español de la Exposición de París de 1937. Allí propone a Picasso la realización de la obra central, lo que finalmente será el Guernica. Tras la guerra se exilia en México donde crea, junto al artista mexicano David Alfaro Siqueiros, el famoso mural Retrato de la burguesía para la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas. En el país americano se va a ocupar, principalmente, de hacer carteles de cine, un trabajo que consideraba alimenticio y del que nunca se sintió orgulloso. No obstante, allí inicia la que, según los críticos, será su mejor obra, The American way of life, una serie de fotomontajes donde critica el modo de vida americano, utilizando las propias herramientas de la publicidad. En 1958 Renau se traslada a la Alemania del Este para dedicarse solamente a trabajos de contenido político. Aunque se enfrentó a la burocracia estatal, logra realizar algunos murales al aire libre que consideró un buen ejemplo del arte público y colectivo. España reaparece en sus últimos años de vida. Recibe una invitación para participar en la Bienal de Venecia de 1976, donde tendrá la ocasión de exponer completa, por primera vez, su serie The American way of life. Aunque el ayuntamiento de Manises le ofreció un taller para que se asentase en España, la muerte le sorprendió en Berlín, en octubre de 1982. Documentos RNE recorre la vida y obra del artista valenciano de la mano de Modesta Cruz, que cuenta con la participación de los historiadores del Arte, Miguel Cañadas y Jaime Brihuega; su biógrafo, Fernando Bellón; y el ilustrador Javier Parra, que ha montado El trabajador futuro en el comunismo, un mural proyectado por Renau, pero que no logró realizar. Escuchar audio
Este programa de Modesta Cruz relata la doble batalla que, con casi doscientos años de diferencia, libró la fragata española Mercedes. En 1804 partió, junto a otros tres navíos, del puerto de El Callao rumbo a España con las bodegas repletas de recaudaciones. Los dineros de la América española llegaban con retraso, aprovechando una tregua en la guerra anglofrancesa, pero cuando los cuatro barcos estaban a punto de arribar a Cádiz, fueron atacados por la flota inglesa en aguas de Portugal y hubo una explosión en la Mercedes que la condujo al fondo del océano. Hasta allí arrastró, junto a las vidas de sus tripulantes, toneladas de monedas de plata. Dos siglos más tarde, en 2007, la empresa cazatesoros Odyssey localizó los restos del pecio y trasladó la parte más preciada de su carga a los Estados Unidos. Se estableció entonces un pleito que ganaron las autoridades españolas, por lo que el tesoro de la Mercedes llegó, por fin, a nuestro país. En el programa intervienen la subdirectora del Museo Arqueológico Nacional, Carmen Marcos; la conservadora del Museo Naval de Madrid, Susana García, y el militar y miembro de la Real Academia de la Historia Hugo O’Donnell. Histórico de emisiones: 14/02/2015 actualizado el 26/11/2021 Escuchar audio
Perteneció a la “generación de plata” de la literatura española y fue la primera mujer en España en ocupar un asiento de la Real Academia de la Lengua. Carmen Conde fue la primera mujer en ser elegida miembro de la Real Academia de la Lengua . Corría el año 1978 y tenía más de setenta años. Desde niña había querido ser escritora y, dotada de una energía y una fuerza de voluntad extraordinaria, superó todos los obstáculos para conseguirlo. Nacida en Cartagena en 1907 e hija única, Carmen Conde disfrutó de una infancia acomodada hasta que la ruina del negocio de joyería empujó a la familia en 1914 a trasladarse a Melilla. Esa ciudad del norte de África alimentaría su imaginación y sería el escenario de su despertar a la lectura, para desesperación de su madre que habría deseado "una hija más normal"..La familia regresó a Cartagena siete años después por problemas de salud del cabeza de familia y al poco tiempo, con apenas quince años, Carmen entró a trabajar como calquista de planos en la Sociedad Española de Construcción Naval. Consiguió, además, una beca para hacer el bachillerato y, luego, para estudiar Magisterio por libre en la universidad de Murcia. Carmen Conde empieza, en esa época, a publicar poemas en la prensa local y conoce a otro joven poeta local, Antonio Oliver Belmás, cuya influencia será fundamental porque le hace conocer la poesía de Juan Ramón Jiménez y le da consejos para refrenar un poco su "excesiva facilidad" para hacer versos...Carmen y Antonio se casan en el año 1931 y ese mismo año fundan en Cartagena la Universidad Popular que contaba con el apoyo del patronato de Misiones Pedagógicas. Carmen Conde publica en 1929 un primer libro de poemas en prosa "Brocal" y en 1934 el segundo "Júbilo", con prólogo de Gabriela Mistral; pero no todo fue alegría en la vida de la pareja que perdió en el parto a su única hija y que sufrió luego el enorme desgarro de la guerra civil. Antonio Oliver tuvo que permanecer recluido en Murcia y hasta 1945 no se volverían a encontrar en Madrid. Carmen Conde, entretanto, vive medio oculta, entre Madrid y El Escorial en casa de unos amigos, el catedrático de universidad Cayetano Alcázar y su mujer Amanda Junquera que se convierte en el principal apoyo de la escritora. Carmen fue juzgada por su relación con la República pero el caso fue finalmente sobreseído. Durante esos primeros años de posguerra, publica, bajo seudónimo, cuentos infantiles, biografías, relatos y colabora en publicaciones de la época. Pero es la época en la que escribe su mejor obra poética: "Ansia de la gracia","Pasión del verbo" o "Mujer sin Edén"... Por mediación de Cayetano Alcázar encuentra trabajos más estables, en la administración del rectorado de la Universidad Central o en el boletín bibliográfico del CSIC..En la década de los años cincuenta y sesenta mantuvo una intensa actividad: escribe poesía, ensayo, novela, antologías...Apasionada de los viajes, recorrerá España y viajará a otros países para participar en actos culturales, congresos, conferencias y lecturas poéticas. En 1967 recibió el Premio Nacional de Poesía y años más tarde el Nacional de Literatura infantil y Juvenil. Cuando en 1978 fue elegida académica de número de la RAE, Carmen Conde estaba ya un poco olvidada y el nombramiento sirvió para darle un nuevo protagonismo. Sin embargo, poco después empezó a mostrar los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer que le causaría la muerte, en una residencia de Madrid, en el año 1996. Modesta Cruz firma el guión de un documental sonoro con realización de Samuel Alarcón y Miguel Ángel Coleto en el que intervienen expertos como Fran Garcerá, hispanista e investigador; Francisco Javier Díez de Revenga, Catedrático emérito de literatura de la Universidad de Murcia y José Luis Ferris, escritor y biógrafo de Conde. Escuchar audio
Nacido en Barcelona en el año 1933 bajo el nombre de Juan Faneca, Juan Marsé es uno de los novelistas españoles más destacados del siglo XX. Poco dado a la vida social literaria, a la que consideraba ajena a la literatura en sí misma, Marsé fue un autor que creó su propio universo literario. Un juego entre realidad y fantasía en los barrios de la Barcelona de posguerra, abordado desde el lirismo y una cierta dosis de humor. Juan Marsé vino al mundo de una forma azarosa; su madre falleció a los pocos días de nacer él y su padre, que se sentía incapaz de hacerse cargo del pequeño, lo entregó a un matrimonio conocido. Su madre adoptiva, Berta Carbó, fue una mujer de gran personalidad que le trató con cariño, igual que a los dos hijos biológicos que tuvo después. De joven se aficionó a la lectura y al cine. Empezó por la literatura de quiosco y siguió con los grandes novelistas del siglo XIX, Dickens, Tolstoi, Stendhal, Balzac…hasta llegar a los del siglo XX, como Faulkner o Hemingway, sin olvidar Galdós o Baroja. Su primera novela, Encerrados con un solo juguete, le servirá para conocer al círculo que se movía en torno al editor Carlos Barral; Castellet, Ferrater, García Hortelano, Ángel González, pero, sobre todo, Jaime Gil de Biedma que se convirtió en su mejor amigo. Su carrera, acompañada por su editora y fiel amiga Carmen Balcells, incluye títulos como, Últimas tardes con Teresa, La oscura historia de la prima Montse, Si te dicen que caí, El embrujo de Shanghai o Rabos de lagartija, algunas de las cuales fueron llevadas al cine, aunque siempre con la insatisfacción del propio Marsé que discrepaba de la falta de adaptación al lenguaje cinematográfico. Marsé, siempre distante de los premios y de la vida social literaria, obtuvo en 2009 el Premio Cervantes de las Letras Españolas. Sus últimos años estuvieron empañados por el desarrollo del proceso independentista catalán, del que se manifestó en contra y que le colocó en su pinta de mira fundamentalmente por su elección del castellano como lengua literaria. El 18 de julio de 2020, Marsé falleció en Barcelona a causa de un problema renal que arrastraba desde hacía tiempo. El documental, con guión de Modesta Cruz, recupera la voz del propio Marsé procedente del Archivo de RTVE. Y, además, para conocer mejor su vida y su obra, contamos con la participación de su hija, la también escritora Berta Marsé, así como su biógrafo, Josep María Cuenca, y su amigo, el editor y traductor, Andreu Jaume. Escuchar audio
Juan Luis Vives fue uno de los humanistas más notables del siglo XVI, el más leído después de Erasmo de Rotterdam. Sin embargo, sufrió el estigma de pertenecer a una familia de judeoconversos, que le persiguió en un tiempo de intolerancia y represión. Luis Vives nació en la próspera ciudad de Valencia en 1492 o 1493, Su familia, que procedía de la notable comunidad de comerciantes judíos de la ciudad, se había convertido un siglo antes, pero muchos datos han quedado confusos por el duro clima antijudío. A los 16 años su padre lo envía a estudiar a la universidad de París, donde conoce a los filósofos grecolatinos. Sin embargo, Vives no se sentía cómodo con el ambiente intelectual de París, dominado por una dialéctica escolástica confusa y alejada de la realidad. En el año 1512 visita Brujas, ciudad en la que vivían muchos conversos de origen valenciano y donde se respiraba un aire cultural renovado. Allí se casará y desarrollará su vida hasta considerarla su segunda patria, pero en ella no había universidad por lo que se traslada a Lovaina donde conocerá a Erasmo. A pesar de su riqueza intelectual, la vida de Vives estará continuamente sometida a la precariedad y la dependencia del poder. Además, la represión alcanza de lleno a su familia en Valencia. Su padre y otros familiares fueron detenidos por la Inquisición y terminarán en la hoguera. Tras declinar la propuesta de la universidad de Alcalá de Henares para suceder a Antonio de Nebrija, Vives decide aceptar la invitación de su amigo, el pensador Tomás Moro, de ir a Inglaterra. Allí da clases en Oxford y mantiene cercanía con la corte, especialmente con la reina, Catalina de Aragón, que le nombra preceptor de su hija, María Tudor. Para ella escribe Introducción a la sabiduría, que tendría más de cien ediciones en el siglo XVI. Al rey, Enrique VIII, dedicará su traducción de la Ciudad de Dios de San Agustín. Pero sus relaciones se van a romper cuando Enrique VIII decida divorciarse de la reina. De vuelta en Brujas va a dar un impulso importante a su obra. Preocupado por el problema de la pobreza escribe El socorro de los pobres; dedica al emperador Carlos De concordia et discordia, donde ve la necesidad de convocar un concilio que traiga la paz a los príncipes cristianos; En De disciplinis propone un nuevo planteamiento del saber; o De anima et vita, considerada un precedente de la psicología y la antropología moderna. Y ya en sus últimos años, Vives compondrá una de sus obras más famosas, los Ejercicios de Lengua Latina, más conocida como Los Diálogos, en los que acude a recuerdos de su infancia para aprender latín, con un vocabulario más adaptado a su tiempo. Luis Vives murió en Brujas en 1640 y fue enterrado en la catedral católica de San Donaciano, ya desaparecida. Documentos RNE, con guion de Modesta Cruz, reconstruye la dramática vida de Juan Luis Vives gracias a la ayuda de los historiadores, especialistas en el pensador valenciano, José Luis Villacañas, Ricardo García Cárcel y Enrique García Hernán. Escuchar audio
Para la mayoría de los lectores Rafael Sánchez Ferlosio era el autor de El Jarama, un clásico de la literatura de posguerra, con la que obtuvo el Premio Nadal en 1955 y el Premio de la Crítica, y que aparece en todos los manuales de Literatura. Sin embargo, esa novela que narra la excursión de un grupo de amigos a un río cerca de Madrid, se convertiría en un dolor para su autor. Sánchez Ferlosio se hartó de explicar que solo quiso recoger los distintos modos de hablar de la época, sin ningún propósito social. No sirvió de nada, y como no quería homenajes, ni seguir la línea marcada por este libro, se retiró de la vida pública y se sumergió en el estudio de la gramática de forma obsesiva. Lo que algunos consideraron extravagancias de Sánchez Ferlosio tenía un antecedente claro. Su padre, Rafael Sánchez Mazas, uno de los creadores de Falange, un escritor famoso por haber sobrevivido a un fusilamiento. Muy culto, pero de carácter un tanto estrafalario, formó parte del primer gabinete de Franco, aunque duró poco porque los consejos de ministros le aburrían. Sánchez Mazas fue corresponsal de ABC en Roma donde conoció y se casó con Liliana Ferlosio, con la que tuvo seis hijos. Rafael era el segundo. Muy lector, pero poco aficionado a los estudios; inició varias carreras sin llegar a terminar ninguna de ellas. Fue compañero de generación de Ignacio y Josefina Aldecoa, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos y de Carmen Martín Gaite, con la que se casó y tuvo dos hijos que, desgraciadamente, murieron pronto. La infancia sería para él uno de los territorios auténticos y limpios de la existencia. Publicó su primer libro en 1951, Industrias y andanzas de Alfanhuí, una novela llena de fantasía con un lenguaje muy cuidado. Después vino El Jarama y tras ella, muchos años de silencio. En 1986 publica su tercera y última novela, El testimonio de Yarfoz. Después se centró en el ensayo y los aforismos, que aparecieron recogidos en obras como Vendrán más años malos y nos harán más ciegos, Premio Nacional de Ensayo en 1993. Sánchez Ferlosio fue un gran lector de periódicos y también escribió en ellos con el ánimo de influir en el debate público. Trató sobre los temas más variados. Tuvo siempre más prestigio que lectores y, a pesar de vivir al margen de la fama, aceptó algunos premios importantes en sus últimos años: el Cervantes en 2004 y el Nacional de Las Letras en 2009. Murió en Madrid el 1 de abril de 2019, a los 91 años, y todos resaltaron, además de sus cualidades de escritor, su carácter insobornable y su independencia de espíritu. Modesta Cruz transita por la singular vida de Rafael Sánchez Ferlosio. Para ayudar a conocerle mejor cuenta con quien quizá fuera su mejor amigo, el filósofo Tomás Pollán; también con el escritor Benito Fernández, autor de El incógnito Rafael Sánchez Ferlosio. Apuntes para una biografía, publicado por Árdora Ediciones; y el periodista y escritor Alfonso Armada. Además, aparecen otras personalidades relevantes cercanas al escritor y su propia voz procedentes del Archivo de RTVE. Histórico de emisiones: 29/06/2019 Escuchar audio
En 2021 se cumplen cien años del nacimiento del barón Thyssen, El holandés errante que terminó recalando en España, junto a su importante colección de arte, donde falleció en el año 2002. Han Heinrich Thyssen Bornemisza, conocido familiarmente como Heini, nació en Holanda dentro de una familia de la nobleza centroeuropea. Su abuelo, August Thyssen, fue el creador de una industria siderúrgica en la cuenca del Ruhr y su padre, Heinrich, fue el que empezó con la afición al coleccionismo de obras de arte. Sus padres se separaron poco después de su nacimiento y Heini tuvo una infancia solitaria en manos de niñeras. Mientras su tío Fritz mantuvo relaciones con el nazismo, su padre, opuesto a las ideas de Hitler, preservó a Heini llevándoselo a Suiza, donde había comprado Villa Favorita, una lujosa mansión en Lugano, a orillas del lago. En Villa Favorita su padre había habilitado un espacio para colgar su colección de pintura. El joven Heini heredó los negocios familiares a la muerte de su padre, y su primera tarea fue organizar las empresas y reunir las obras de arte dispersas entre todos los herederos. Poco a poco, como le ocurrió a su padre, va apasionándose con la pintura. Empieza comprando obras de maestros antiguos y, a partir de los años sesenta, se va a interesar por corrientes más modernas, como el expresionismo alemán, el impresionismo o el expresionismo abstracto americano. La colección va creciendo y no cabe en las paredes de Villa Favorita por lo que el barón inicia una serie de exposiciones por Alemania y otros países, que le permiten exhibir sus obras y reforzar su orgullo de coleccionista. La buena marcha de sus negocios apoya la compra de nuevos cuadros. Su vida personal, sin embargo, no va a ser tan exitosa hasta conocer a la española Carmen Cervera, Tita. Tras cuatro matrimonios fracasados y cuatro hijos, a los que apenas vio crecer, en 1983 conoce a Tita, con la que encontrará, por fin, la estabilidad buscada. Tita se convertirá junto a él en aficionada al coleccionismo, y tendrá un papel relevante en la decisión que el barón va a tomar sobre el futuro de su colección. Heini, preocupado como su padre por el futuro de sus cuadros, busca un lugar donde reunirlos y que no se dividan entre sus herederos. La colección recibe varias ofertas, pero finalmente será España la que gane. Tras una larga y compleja negociación, el Museo Thyssen de Madrid abre sus puertas en 1992 con los cuadros en préstamo, pero pocos meses después se formaliza la compra. El estado español pagó 350 millones de euros, una ganga según muchos expertos, por 775 cuadros, lo más sustancioso de su colección, con la condición de que permanecieran unidos. Documentos RNE, con guion de Modesta Cruz, se adentra en la vida del barón Thyssen con la ayuda de Tomás Llorens y Guillermo Solana, los dos primeros directores del Museo Thyssen de Madrid; Juan Ángel López Manzanares, conservador del museo y comisario de los actos del centenario del barón. También, gracias al Archivo de RTVE, recuperamos los testimonios de Tita Cervera y del propio barón Thyssen. Escuchar audio
Figura destacada de la España de los años veinte y treinta del siglo XX, Horacio Echevarrieta fue un importante industrial vizcaíno, enérgico, audaz e innovador, que creó uno de los mayores emporios empresariales, pero acabó arruinándose a causa de sus arriesgadas iniciativas. El conglomerado empresarial de Echevarrieta abarcó importantes sectores: minería, construcción, industria naval, energías, prensa y radio... Además, participó en importantes proyectos: apoyó a Leonardo Torres Quevedo en la construcción del transbordador de las cataratas del Niágara; de sus astilleros de Cádiz salió el buque escuela de la Armada española, Juan Sebastián Elcano; participó en la creación de Iberia; o dio el impulso decisivo a la construcción de la Gran Vía madrileña. Echevarrieta también participó en política y llegó a ser diputado durante siete años. Al igual que en otros aspectos, Echevarrieta mantuvo una posición independiente; a pesar de ser empresario, él se veía como republicano, anticlerical, liberal y antinacionalista. Mantuvo alianzas con el Partido Socialista e, incluso, tuvo amistad con Indalecio Prieto a quien conoce en la redacción de El Liberal, periódico que Echevarrieta compró y modernizó. Su prestigio aumentó notablemente gracias a su mediación en la liberación de los prisioneros capturados por Abd el-Krim, tras el desastre de Annual, debido a sus contactos con el líder rifeño durante sus prospecciones mineras en el norte de África. En la cúspide de su fama, Alfonso XIII le ofreció un título nobiliario que rechazó por coherencia con sus ideales republicanos. Sin embargo, una concatenación de episodios arriesgados le conducirá al desastre. Buscando negocios para sus astilleros de Cádiz, Echevarrieta acuerda con Alemania la construcción de un submarino y la instalación de una fábrica de torpedos. Pero el encargo vulneraba los términos del Tratado de Versalles, por lo que la firma del contrato se alargó entre las dudas del gobierno de Primo de Rivera. El submarino se botó en octubre de 1930, pero el tiempo transcurrido le desangró económicamente. Pero la situación se va a endiablar aún más. Unos meses después se proclama la II República y el nuevo gobierno abandona los proyectos de la dictadura. Sin embargo, Las autoridades le ofrecen la posibilidad de comprar el submarino y salvar los astilleros si, a cambio, participa en el envío de un cargamento de armas para derrocar a la dictadura portuguesa. La idea no se consumó, pero las armas van a terminar en la costa asturiana para ser usadas, supuestamente, por algunos socialistas para dar un golpe contra el gobierno. El plan es abortado, Echevarrieta es detenido como intermediario de las armas y pasará nueve meses en prisión. Documentos RNE, con guion de Modesta Cruz, reconstruye la intensa y aventurera vida del magnate vasco de la mano de su biógrafo, el profesor Pablo Díaz Morlan. También participan el letrado Gonzalo Arroita, la arquitecta María Peraita y el editor Javier Amézaga, coautores de Las 150 vidas de Horacio Echevarrieta. Finalmente, su nieta, Alicia Echevarrieta, nos cuenta sus recuerdos personales. Escuchar audio
Fue el monarca más poderoso de su tiempo. A los territorios heredados de su padre, el emperador Carlos V, Felipe II sumó las Islas Filipinas y Portugal, con todo su imperio ultramarino. Conservar ese patrimonio y defender la religión católica fueron los principales objetivos de su reinado. Un imperio inmenso, donde “no se ponía el sol”, pero difícil de gestionar, que reinó hasta su muerte en 1598. Su carácter introspectivo le llevó a exhibirse poco ante sus súbditos y solucionar los asuntos de estado a través de la correspondencia. Se pasaba las horas en su despacho, rodeado de documentos, estudiando todos los temas que afectaban a la marcha del estado. Felipe II se casó cuatro veces, siempre por razones de estado, pero la mayoría de sus hijos murieron en la infancia; sólo le sobrevivieron su querida Isabel Clara Eugenia, hija de Isabel de Valois, y el príncipe heredero, el futuro Felipe III, hijo de Ana de Austria. Ha pasado a la historia, fundamentalmente, como un rey fanático, defensor de la Inquisición. La Leyenda Negra, propagada por sus enemigos de Inglaterra y Países Bajos, destacó sus puntos sombríos, pero desde el siglo XIX la historiografía, en particular hispanistas británicos como John Elliot o Geoffrey Parker, ha ido recuperando otros aspectos de su figura: su faceta de príncipe renacentista que construyó El Escorial y atesoró catorce mil volúmenes en su luminosa biblioteca; sus colecciones de El Bosco, Tiziano y los pintores flamencos; el urbanismo y las fortificaciones en América, en Cuba, Puerto Rico o Panamá… Descubrimientos recientes han sacado a la luz una correspondencia con sus hijas, en las que se muestra como un padre cariñoso y preocupado por las cuestiones de la vida cotidiana. Sin embargo, esos aspectos no ocultan otros capítulos oscuros de su reinado, como su implicación en el asesinato de Escobedo, secretario de su hermanastro, don Juan de Austria, o la muerte de su hijo, el infante don Carlos. También, las largas y continuas guerras que mantuvo como paladín del catolicismo, contra Inglaterra, Países Bajos o los turcos, que dejaron al país exhausto y al borde de la ruina. El balance del reinado de Felipe II no fue positivo; declaró tres bancarrotas, multiplicó por cinco la deuda de su padre, la economía de Castilla entró en crisis y sus súbditos acabaron agobiados por los impuestos. Pero a él, por encima de la economía, le preocupaba defender la fe católica y mantener el imperio territorial. Modesta Cruz aborda en Documentos RNE la controvertida figura de Felipe II a través de destacados especialistas. Los catedráticos de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid, Enrique Martínez y Fernando Bouza, nos ayudan a comprender la compleja personalidad del monarca. También contamos con los comentarios de Geoffrey Parker y John Elliot, y de los desaparecidos Manuel Fernández Álvarez y Joseph Pérez, grandes conocedores del periodo de Felipe II. Escuchar audio
Nació en Paso de los Toros, departamento de Tacuarembó, Uruguay, pero a los cuatro años sus padres se trasladaron a Montevideo. La ciudad rioplatense será el escenario de su literatura, la ciudad de los árboles y los tranvías, su gente... Benedetti es el poeta de la gente corriente, cómplice y cercano a sus inquietudes y sentimientos. Capaz de llegar hasta su corazón con su propio lenguaje. Su abuelo paterno, químico, enólogo y astrónomo, procedía de la Umbria italiana y su padre, Brenno Benedetti, compró una farmacia, pero le estafaron y la familia tuvo problemas económicos durante la niñez de Mario. Su padre le apuntó al Colegio Alemán de Montevideo a los ocho años, y en ese idioma escribió sus primeros versos. Cuando el nazismo irrumpió, su padre le cambió al Instituto, pero Mario abandonó los estudios a los catorce años y empezó en una larga serie de trabajos, vendedor, contable, taquígrafo… que no interrumpieron su afición por la literatura. En 1946 se casó con Luz López Alegre, hija de unos amigos de sus padres, de la que se había enamorado con catorce años y que será su compañera durante seis décadas y la destinataria de la mayor parte de su poesía. Benedetti logra su primer éxito en 1956 con la publicación de Poemas de la oficina gracias al uso del habla coloquial y a introducir la vida cotidiana, algo que no era habitual en la poesía de entonces. Colabora en las revistas Número y Marcha, en esta última va a coincidir con otras figuras de la literatura uruguaya como Juan Carlos Onetti, Idea Vilariño y Eduardo Galeano. Tras un viaje a Estados Unidos, en 1959, Benedetti se empieza a interesar por la política y viajará a Cuba atraído por su revolución. En 1971 participa en el Frente Amplio de Izquierdas de Uruguay del general Liber Seregni. Su compromiso ideológico era de carácter ético, pero reconocía que no tenía madera de político. Pero cuando se produce el golpe de estado de Juan María Bordaberry, Benedetti se tiene que exiliar; una marcha de doce años que le llevará a Buenos Aires, Lima, Cuba y España. Desde los años sesenta va recopilando sus poemas en los denominados Inventarios; publica novelas como La tregua, Primavera con esquina rota o La borra del café; y cuentos que la editorial Alfaguara reunirá en Cuentos completos. Benedetti comprobará que su poesía conecta con los jóvenes y despierta el interés de destacados músicos que cantarán sus poemas. Entre 1985 y 2004, Benedetti estuvo viajando entre Montevideo y Madrid, hasta que en ese año tuvo que quedarse en su país para cuidar de Luz, su mujer, enferma de Alzheimer. Ella murió en 2006 y él tres años después, en mayo de 2009. Modesta Cruz recorre la vida del poeta uruguayo en este programa de Documentos RNE a partir del amplio testimonio del propio Benedetti presente en el Archivo de RTVE. Además, sus amigos, el periodista Fran Sevilla y el escritor Benjamín Prado, nos completan su visión. Escuchar audio
Blanco White es una de las figuras literarias españolas más relevantes de la primera mitad del siglo XIX, pero debido a su sentido de libertad e independencia su obra quedará oculta largo tiempo. Será Menéndez Pelayo quien lo recupere en su Historia de los heterodoxos españoles. Allí lo descubrirán estudiosos como Vicente Llorens, Antonio Garnica y Juan Goytisolo, quien editó en los años setenta varios de sus libros. Crítico incansable, religioso y liberal a la par, su duda ilustrada permanente le hizo replantearse todo. Blanco conoció diversas culturas y apostó por la modernidad, pero, por encima de todo, siempre busco la verdad movido por su conciencia. José María Blanco Crespo era hijo de un comerciante de origen irlandés establecido en Sevilla. Su familia era católica, tenía dos hermanas monjas, y él se ordenó sacerdote en 1799, pero tres años más tarde, a raíz de la muerte de una de sus hermanas, sufrió una fuerte crisis de fe. Se traslada a Madrid y entra en contacto con las ideas liberales, frecuenta la tertulia de Quintana y conoce a escritores como Jovellanos, Moratín o Martínez de la Rosa. Con la invasión napoleónica decide regresar a Sevilla. Aunque por sus ideas estaba cerca de los afrancesados, su ambiente familiar le inclina del lado de los denominados patriotas. Su amigo Quintana le pone al frente del Semanario Patriótico, órgano oficioso de la Junta Suprema Central, pero Blanco, que se excede en las críticas, no aguantará mucho y en febrero de 1810 sale del puerto de Cádiz rumbo a Inglaterra. Conocía la lengua inglesa, además tenía contactos familiares en aquel país y suponía que podría disfrutar de mayor libertad intelectual. Al llegar se pone al frente de El Español, un periódico dirigido a los liberales, que sería prohibido en España por sus ideas avanzadas sobre la autonomía de las colonias de América. En Inglaterra vuelve a recuperar la fe e ingresa en la Iglesia Anglicana. Publica Letters from Spain; en sus Cartas de España vuelca sus recuerdos, al tiempo que hace una dura crítica del país, sobre todo del fanatismo religioso. Esas Cartas tardarán un siglo y medio en ser publicadas en España. Entre 1823 y 1825 dirige la revista Variedades o El Mensajero de Londres, destinada a la América hispana. En Oxford, adonde se traslada en 1825, descubrirá el fanatismo y las luchas entre teólogos dentro del anglicanismo. Desengañado, se refugiará en la religión unitaria o de los cristianos libres, como él prefería llamarla. Su preocupación religiosa le lleva a escribir su Análisis sobre herejía y ortodoxia, y a estudiar la filosofía alemana, que despierta su admiración. Blanco White vivió sus últimos años aquejado de problemas de salud y en la precariedad económica hasta su muerte en Liverpool, en mayo de 1841, a los 64 años. Documentos RNE muestra, de la mano de Modesta Cruz, la vida y obra de este heterodoxo gracias al análisis de los profesores, Manuel Morales Alonso y Fernando Durán, que han dedicado trabajos a Blanco White. El espacio también recupera los testimonios de Archivo de Antonio Garnica y Juan Goytisolo. Escuchar audio
El 18 de julio de 2000, falleció Francisco Javier Sáenz de Oíza. A los veinte años de su muerte, Documentos RNE dedica un espacio a uno de los arquitectos más importantes del siglo xx. Nacido en la localidad navarra de Cáseda en 1918 y criado en Sevilla, su familia se trasladó a Madrid en los años treinta para que él pudiera estudiar Arquitectura, una disciplina por la que mostraba una gran vocación. La muerte de su padre y la guerra civil retrasaron sus planes, pero logró terminar la carrera con premio especial y la concesión de una beca para pasar un año en Estados Unidos, de donde volvió cautivado por su nivel técnico de construcción. Sus primeros trabajos se sitúan dentro de la estética racionalista abandonando el historicismo propio de la época. Junto a su amigo Luis Laorga, realiza la basílica de Aránzazu en Oñate, un proyecto en el que participaron artistas como Chillida, Luis Muñoz y Jorge Oteiza, con el que fraguó una gran amistad. En Oñate conocerá a María Felisa Guerra, con la que se casó en 1956. El matrimonio tuvo siete hijos, cuatro de ellos arquitectos. En los años cincuenta, Oíza se dedica a la construcción de vivienda social en Madrid –Fuencarral, Entrevías, Batán…-, unos proyectos que tratan de combatir el chabolismo de la época y que están realizados con los mínimos medios. Luego conoce a los Huarte, una familia de constructores navarros próximos al franquismo, que tendrán gran influencia en su carrera. Oíza trabajó para ellos en diferentes proyectos de marcado carácter elitista, entre los que destaca el de Torres Blancas; un proyecto de dos torres en Madrid, que finalmente se quedó en una, destinadas a viviendas de lujo para que Oíza diera rienda suelta a su talento. Será su obra más personal; una torre de formas redondeadas, que parece situarse fuera del tiempo, y que ha llegado a convertirse en uno de los edificios icónicos de la capital. Otro edificio simbólico es la Torre del Banco de Bilbao en el paseo de La Castellana. Un edificio de oficinas acristalado de treinta plantas, que ya buscaba las alturas de los rascacielos. Oíza fue una personalidad polémica, pero su proyecto más controvertido será el edificio conocido como La cárcel o El ruedo en la M-30 de Madrid. Un bloque destinado al realojo de los chabolistas del Pozo del Huevo, donde hizo un diseño cerrado hacia el exterior –con diminutas ventanas- para evitar el ruido de la M-30, pero abierto hacia el interior. Despertó fuertes críticas de sus moradores que Oíza enfrentó en persona. Oíza mostró siempre una gran vocación por la enseñanza. Daba clases en la Escuela de Arquitectura; temido y respetado a la vez, se convirtió en una leyenda para varias generaciones de arquitectos. Su vehemencia y su pasión contagiaban a todos, que buscaban cómo colarse en sus clases siempre abarrotadas. Con guión de Modesta Cruz, Documentos RNE recorre su obra y su vida a través de sus propios testimonios. Para conocerle mejor intervienen sus discípulos Antón Capitel, Eduardo Mangada y Rafael Moneo. Con su hijo, Javier Sáenz Guerra, profundizamos en sus aspectos personales. Escuchar audio
Javier Pradera nació en San Sebastián en 1934 y murió en Madrid en 2011, con 77 años. Llegó a ser calificado como El disco duro de la Transición, y algunos de sus amigos piensan que era la mejor cabeza de su generación. En todo caso, Javier Pradera destaca por la autoridad moral que proyectaba. Ejerció gran influencia tanto desde las páginas del diario El País -durante años materia gris de sus editoriales- como desde Alianza Editorial, sello que contribuyó a mejorar la cultura de varias generaciones de españoles. El suyo era, sin embargo, un poder en la sombra; Pradera no gustaba del protagonismo social. Ejerció de jefe de Opinión en El País hasta que, en 1986, apareció su firma en un manifiesto a favor de la permanencia en la OTAN y, ante las críticas de la redacción del diario, asumió su error y decidió dimitir. Su salida de Alianza Editorial, tres años más tarde, le resultará más traumática. Pradera ejerció de editor durante treinta años y lo consideraba el mejor oficio del mundo. Llego a la edición de forma casual, después de que el régimen de Franco truncara su carrera profesional como abogado porque Pradera, nacido en una familia de Mártires de la Cruzada, ingresó en el Partido Comunista gracias a sus contactos con Enrique Múgica y Jorge Semprún. Su actividad clandestina le hizo pasar tres veces por prisión, pero no se ponía medallas por ello; argumentaba que al ser hijo de familia del régimen gozaba de cierta protección. Lúcido, brillante y riguroso, Pradera tenía una habilidad especial para detectar el talento y reunió, en torno a sí, a muchas de las mejores mentes de la izquierda. Contribuyó a aupar a Felipe González, pero luego mantuvo con él fuertes polémicas cuando llegaron, en los noventa, los escándalos de su gobierno. Pradera siempre fue un convencido de la reconciliación, no creía en el alma cainita española que condujo a la Guerra Civil. Dedicó sus últimos años a dirigir la revista Claves de razón práctica, con Fernando Savater. Además, mantuvo sus habituales tertulias, espacio que le reportaba placer y que le permitía mantener contacto con los medios intelectuales y con sus amigos. Amigos que, a pesar de su aspecto de temible gigantón dulcificado con los años, le querían mucho a pesar de él, como comentan algunos. Con guión de Modesta Cruz, Documentos RNE trata su vida con algunos de sus mejores amigos, como Jordi Gracia, profesor y autor de Javier Pradera o el poder de la izquierda, editada por Anagrama; el ensayista y diplomático José María Ridao; el periodista Joaquín Estefanía; y María Cifuentes, editora de Galaxia Gutenberg. Asimismo, contamos con el testimonio de su hijo, el periodista y escritor, Máximo Pradera. Escuchar audio
Hay unanimidad en declarar que Fernando VII ha sido uno de los peores reyes de la historia de España. Calificado en su tiempo como El deseado por un pueblo que le veía como víctima de Godoy, primero, y de Napoleón, después, el monarca fue decepcionando a todos los que le rodearon a lo largo de su vida. Su único fin fue mantenerse en el trono como fuera, aunque hubiera de traicionar todas las esperanzas depositadas en él. Hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, Fernando nació en El Escorial en 1784. Todas las fuentes coinciden en señalar el carácter desconfiado y vengativo del heredero al trono que muy pronto participó en conspiraciones contra su padre y Godoy, como la fracasada de El Escorial en 1807, y el motín de Aranjuez que triunfaría unos meses después. No obstante, Napoleón ya había fijado su interés por España, y aprovechó la debilidad y división de la familia real, para obligar a Carlos y Fernando a abdicar la corona y entregársela a su hermano José. El deseado gozará de un cómodo exilio en Valençay, en un castillo del príncipe de Talleyrand, en el que, mientras España se desangra en la Guerra de la Independencia y trata de sacar una constitución liberal, felicitará a Napoleón por sus victorias en suelo español. Cuando regresa a España, en 1814, anula la Constitución de Cádiz, se declara monarca absoluto y persigue a los liberales. Gobernó arbitrariamente durante seis años, pero tras el levantamiento de Riego, no tuvo más remedio que jurar la Constitución. Fernando VII volvería como monarca absoluto tres años más tarde, después de que los Cien Mil Hijos de San Luis acabaran con el Trienio Liberal ayudados por sus continuas intrigas. Daría comienzo la Década Ominosa hasta su muerte en 1833. En ella, la represión fue aún más dura, con episodios como los ajusticiamientos de Mariana Pineda y Torrijos. No obstante, a causa de la pérdida de las colonias americanas, Fernando VII no tuvo más remedio que hacer reformas económicas: se crea el Banco de San Fernando y la Bolsa de Comercio. Asimismo, en esta etapa se crea el Consejo de Ministros y el Museo del Prado. Sin embargo, al final de su vida tuvo que contar con el apoyo de los liberales para poder publicar la Pragmática Sanción. A falta de un hijo varón, necesitaba derogar la Ley Sálica para que su hija, la infanta Isabel, pudiera acceder al trono. Los partidarios del infante Carlos María Isidro, los carlistas, verán hundidas sus esperanzas y se provocará un conflicto que traerá una cruel guerra civil. Tras su reinado España quedó abatida: el imperio colonial americano se derrumbaba y el país se desangraba en una guerra interna mientras perdía posición internacional. Un pésimo balance para un reinado presidido por su ambición personal. Documentos RNE, de la mano de Modesta Cruz, aborda la vida de Fernando VII, con la aportación de los catedráticos Emilio La Parra y Juan Francisco Fuentes, y el historiador y Premio Príncipe de Asturias, Miguel Artola. Escuchar audio
En 1819, cuando se abrió el Museo del Prado, salieron a la luz las pinturas de Velázquez, hasta ese momento habían recluidas en las paredes de palacio. Rápido se reconocieron como obras maestras. Nacido en Sevilla en 1599, Diego de Silva y Velázquez se educó desde niño en el taller de Francisco Pacheco, un pintor local que apadrinaba una tertulia en la ciudad. Pacheco enseguida vio el talento de su alumno: le apoyó en sus comienzos, le casó con su hija Juana y le animó a viajar a Madrid, donde sus amigos andaluces, del círculo del todopoderoso conde-duque de Olivares, van a aupar a su yerno al cargo de pintor real. El nuevo rey, Felipe IV, es un gran aficionado al arte y sintoniza enseguida con el estilo de Velázquez, que se convierte en su pintor de cámara. Velázquez representará la imagen del monarca para la historia, distante, impasible y con toda majestad que exigía la corte española. En sus inicios sevillanos pinta cuadros de temas religiosos para iglesias y conventos, al estilo tenebrista entonces de moda, pero introduce escenas de la vida cotidiana y usa a personas de su entorno como modelos. Cuando llega a Madrid, Velázquez contempla a los grandes maestros de las colecciones reales y conoce a Rubens, quien le aconseja que viaje a Italia, un sitio que imprescindible para ser un artista de verdad. En Italia, su pintura adquirirá más libertad y más sentido del color y da como fruto cuadros como “La fragua de Vulcano” o “La túnica de José”. A su regreso, en 1631, se inicia la etapa más fructífera de su carrera artística. Pinta numerosos cuadros del rey y su familia; para el Salón de Reinos del Buen Retiro crea “La rendición de Breda”, y para la Torre de la Parada, la galería de bufones y enanos de palacio, a los que dota de gran expresividad. A la par, Velázquez va ocupando cargos administrativos en la corte gracias a la protección del rey y de Olivares. En 1649 Felipe IV, por su afán coleccionista, envía a Velázquez a Italia para compras obras de arte para decorar el Alcázar. Además de cumplir con el encargo, el pintor retrata a la corte papal y al pontífice Inocencio X. El pintor quiso alargar su estancia en Roma debido posiblemente a una relación sentimental, de la que nació su hijo. Muchos ven en “La Venus del espejo” a la madre de ese niño. En 1651 regresa a España. En su último periodo de vida, Velázquez realiza dos de sus obras más importante, “Las hilanderas” y “Las meninas”, una apología de la pintura en la que lo real y lo imaginario se confunden. Por entonces, el pintor consigue su sueño de ser admitido en la Orden de Santiago gracias a una dispensa del papa para compensar sus orígenes humildes. El 7 de agosto de 1660 falleció Velázquez, a los 61 años, en la Casa del Tesoro, dentro de las dependencias de palacio. Un artista genial pero hermético, que dejó tras de sí una buena colección de obras maestras pero muchos secretos sobre él mismo. Documentos RNE se adentra en los misterios del genial pintor sevillano de la mano de Modesta Cruz. Lo hacemos con la ayuda de Javier Portús, jefe de Pintura Antigua del Museo del Prado; Jaime García Máiquez, investigador del Gabinete Técnico de la misma pinacoteca; José Riello, profesor de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid, y del hispanista y experto en Velázquez Jonathan Brown. Escuchar audio
Concepción Arenal es para muchos una de las mentes más brillantes de nuestro siglo XIX. Una mujer luchadora que se enfrentó al conflicto intelectual entre fe y razón, entre sus creencias católicas y su formación racionalista y humanista. Concepción Arenal nació en El Ferrol en 1820. Hija de un militar liberal ilustrado, víctima de la represión de Fernando VII, su padre será el ejemplo a seguir y su temprana pérdida fue la primera sombra de su vida. Con nueve años la familia se traslada a la aldea cántabra de Armaño, cerca de Potes, de donde procedía la familia paterna. El descubrimiento de la biblioteca de su padre y la libertad de pasear por las montañas, irán cimentando su curiosidad intelectual. Cinco años después, ya en Madrid su madre la inscribe en la Escuela de Señoritas; Concepción se da cuenta de que no encaja, a ella le gusta leer y reflexionar. Su madre no la entiende y Concepción vuelve a Armaño. Estando separadas, la madre morirá inesperadamente, será su segunda crisis. A su vuelta a Madrid empieza a asistir como oyente a la universidad. Allí conoce a Fernando García Carrasco, un abogado y periodista liberal, con el que se casará en 1848. Van juntos a tertulias y escriben para el periódico liberal La Iberia. Tuvieron tres hijos, pero la desgracia volverá a cernirse sobre ella. Su hija mayor morirá con apenas dos años y Fernando será víctima de tuberculosis en 1857. Concepción se recluye en Potes para paliar sus penas y se vuelca en su vocación caritativa: organiza la rama femenina de las Conferencias de San Vicente de Paúl y escribe el Manual del Pobre. Más tarde, entra en política con el apoyo de los círculos liberales: en 1864 es nombrada Visitadora de Prisiones en La Coruña y después Inspectora de las Casas de Corrección de Mujeres. Durará poco tiempo en los cargos porque no es cómoda para el poder. Sin embargo, su conocimiento de las prisiones se plasmará en libros como Cartas a los delincuentes, donde defiende la reinserción de los presos. Su visión reformista le lleva a escribir a favor de los derechos de la mujer, en obras como La mujer del porvenir o La mujer de su casa, y contra la esclavitud y la guerra. Asimismo, mostrará gran interés por los avances educativos y tendrá gran amistad con los krausistas Giner de los Ríos y Gumersindo de Azcárate. A pesar de todo, su intento de equilibrio entre ciencia y fe le granjeó críticas. Mientras unos le afeaban sus creencias religiosas, otros la veían poco católica para su tiempo. Sin embargo, sus ideas se seguían con más interés fuera de España. Vivió sus últimos años junto a su hijo Fernando, su gran apoyo, que cuidó de su frágil salud hasta su muerte en Vigo en 1893. Celosa de su intimidad, mandó destruir buena parte de sus escritos. Nunca quiso que su vida privada interfiriera su obra. Modesta Cruz nos acerca la figura de la pensadora de la mano de sus biógrafas, Anna Caballé –profesora de la Universidad de Barcelona- y María José Lacalzada –profesora de la Universidad de Zaragoza-. Mercedes Gallizo, responsable de Instituciones Penitenciarias entre 2004 y 2011, nos muestra su faceta como reformadora del sistema de prisiones. Histórico de emisiones: 23/03/2019 Escuchar audio
En 2019 se cumplieron cien años del nacimiento de César Manrique, un artista estrechamente vinculado a Lanzarote, el lugar donde nació y dejó sus mejores obras. Manrique fue un visionario que entendió la importancia de preservar el medio ambiente y fomentar un turismo sostenible que no destrozase el singular paisaje volcánico de la isla canaria. Nacido en Arrecife de Lanzarote Manrique quedó impactado desde pequeño por la naturaleza salvaje de la Caleta de Famara, donde pasaba las vacaciones familiares. No era buen estudiante, pero dibujaba muy bien y enseguida quiso dedicarse a la pintura. Sin embargo, tuvo que superar las reticencias de su padre. Después de pasar dos años en la Universidad de La Laguna cursando Arquitectura Técnica, pudo trasladarse a Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En Madrid conocerá a Pepi Gómez, con quien tuvo la relación más estable de su vida y que le introducirá en los círculos burgueses y artísticos madrileños. Manrique empezó haciendo una pintura figurativa, pero evolucionó hacia la abstracción bajo la influencia del informalismo reinante. Su pintura terminó reflejando las texturas y colores de su tierra volcánica. Cuando muere Pepi Gómez, en 1963, el artista sufre una profunda crisis y se traslada a la meca de la modernidad, Nueva York. Pero el momento crucial de su vida se produce cuando, a finales de los sesenta, vuelve a Lanzarote para iniciar una serie de proyectos para construir espacios adaptados al paisaje: una simbiosis de arte y naturaleza, que buscaba atraer un turismo de calidad y evitar la masificación que ya amenazaba Canarias. Recupera el valor de la arquitectura tradicional isleña y fija una serie de normas para respetar y realzar el medio ambiente. Así surgieron Los Jameos del Agua, construido sobre un tubo volcánico; la casa de Taro de Tahíche, hoy Fundación César Manrique, aprovechando burbujas volcánicas; el Mirador del Río, en los acantilados del norte de la isla; el restaurante de Timanfaya, con vistas a las coladas de lava… Pero a mediados de los ochenta, cuando la presión del turismo se intensificó, tuvo que enfrentarse a los poderes que querían un desarrollo rápido. Manrique se convirtió en un activista por la lucha medioambiental: encabezó manifestaciones, escribió manifiestos y lanzó duras críticas contra las autoridades. El deber del artista, repetía, es defender la naturaleza. Manrique era un vitalista y vivía asombrado, según sus palabras, por el milagro de la vida. La muerte le sorprendió en septiembre de 1992, a los 73 años, en un accidente de coche al salir de su Fundación. Lanzarote no sería la misma sin él, y él no habría sido el mismo sin su isla. Con guión de Modesta Cruz, Documentos RNE hace un recorrido por la vida del singular artista lanzaroteño definido a través de su propio testimonio. Además, contamos con la aportación del director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera; de su biógrafa, la profesora de Historia del Arte, Violeta Izquierdo; y del crítico y profesor de Bellas Artes, José María Parreño, estudioso de la relación del arte con el medio ambiente. Escuchar audio
Documentos RNE se centra en la figura de Gerardo Diego. Poeta, miembro de la denominada Generación del 27, siempre se alejó de encasillamientos por lo que, aunque contribuyó a su cohesión, él prefirió llamar Grupo del 27. Gerardo Diego nació en Santander en 1896 en una familia de clase media muy religiosa pero donde existía un profundo espíritu de libertad. Gerardo siempre agradeció a sus padres que le dieran libertad para jugar, para pasear por una ciudad luminosa y abierta al mar, que para él será motivo de inspiración. Libertad es palabra importante en su biografía; siempre defendió por un lado su propia capacidad de elegir y, por otro, la de los demás a la hora de decidir su camino. Estudió Filosofía y Letras en Bilbao y Madrid, y en 1920 aprobó las oposiciones a cátedra que le llevarán a Soria, Gijón, Madrid… Escribió sus primeros versos a los 19 años, para una novia que vivía en Bilbao y su primer libro de poesía “El romancero de la novia” –que él mismo publicó con su primer sueldo- tras su primer desengaño amoroso. En las tertulias madrileñas conoció a Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Eugenio Montes o Ramón Gómez de la Serna. Gerardo Diego, que ya había dado una conferencia sobre “La poesía nueva”, se adentra en el camino de las vanguardias en compañía de su gran amigo, Juan Larrea, y alentado por Vicente Huidobro que le invitó a París. A partir de entonces, como él mismo contaba, empezaron a funcionar los “dos Gerardo Diego” que se mantendrán hasta el final de su vida: uno clásico, que escribe en un estilo tradicional, y otro vanguardista, al que le gustaba aventurarse en la poesía experimental. En la década de los veinte irá conociendo a Salinas, Guillén, Dámaso, Alberti y Lorca, con el que tocaba el piano en la Residencia de Estudiantes. Un grupo de poetas y amigos que se va a cohesionar en 1927, con motivo del Homenaje a Góngora, en el que Gerardo tuvo un papel fundamental. La Guerra Civil fue una prueba de fuego para el grupo del 27. La mayoría emprendieron el camino del exilio, Gerardo Diego, como Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, permanecieron en España, pero conservaron la amistad por encima de todo, como atestigua la abundante correspondencia que mantuvieron durante las largas décadas de franquismo. La música fue su otra gran pasión, además de intérprete y crítico musical, Gerardo Diego dedicó muchas horas a dar sus conocidas conferencias-concierto por toda España. Fue elegido académico de la Lengua en 1947 y recibió el Premio Cervantes en 1979, ex aequo con el escritor argentino Jorge Luis Borges. Documentos RNE, con guión de Modesta Cruz, entra en la personalidad y en la vida de Gerardo Diego acompañado de su propio testimonio. Además, contaremos con Elena Diego, hija mayor del poeta y albacea; Pureza Canelo, poeta y directora de la Fundación Gerardo Diego; y el profesor Francisco Javier Diez de Revenga, editor de los dos volúmenes de las "Obras Completas" del autor. ----------------------------------------------- Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Fragmentos para olvidar: http://buff.ly/1KQot5P Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Google+: http://buff.ly/1R7rT0C Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en ivoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS Email: contacto@algundiaenalgunaparte.com
Documentos RNE se centra en la figura de Gerardo Diego. Poeta, miembro de la denominada Generación del 27, siempre se alejó de encasillamientos por lo que, aunque contribuyó a su cohesión, él prefirió llamar Grupo del 27. Gerardo Diego nació en Santander en 1896 en una familia de clase media muy religiosa pero donde existía un profundo espíritu de libertad. Gerardo siempre agradeció a sus padres que le dieran libertad para jugar, para pasear por una ciudad luminosa y abierta al mar, que para él será motivo de inspiración. Libertad es palabra importante en su biografía; siempre defendió por un lado su propia capacidad de elegir y, por otro, la de los demás a la hora de decidir su camino. Estudió Filosofía y Letras en Bilbao y Madrid, y en 1920 aprobó las oposiciones a cátedra que le llevarán a Soria, Gijón, Madrid… Escribió sus primeros versos a los 19 años, para una novia que vivía en Bilbao y su primer libro de poesía “El romancero de la novia” –que él mismo publicó con su primer sueldo- tras su primer desengaño amoroso. En las tertulias madrileñas conoció a Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Eugenio Montes o Ramón Gómez de la Serna. Gerardo Diego, que ya había dado una conferencia sobre “La poesía nueva”, se adentra en el camino de las vanguardias en compañía de su gran amigo, Juan Larrea, y alentado por Vicente Huidobro que le invitó a París. A partir de entonces, como él mismo contaba, empezaron a funcionar los “dos Gerardo Diego” que se mantendrán hasta el final de su vida: uno clásico, que escribe en un estilo tradicional, y otro vanguardista, al que le gustaba aventurarse en la poesía experimental. En la década de los veinte irá conociendo a Salinas, Guillén, Dámaso, Alberti y Lorca, con el que tocaba el piano en la Residencia de Estudiantes. Un grupo de poetas y amigos que se va a cohesionar en 1927, con motivo del Homenaje a Góngora, en el que Gerardo tuvo un papel fundamental. La Guerra Civil fue una prueba de fuego para el grupo del 27. La mayoría emprendieron el camino del exilio, Gerardo Diego, como Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, permanecieron en España, pero conservaron la amistad por encima de todo, como atestigua la abundante correspondencia que mantuvieron durante las largas décadas de franquismo. La música fue su otra gran pasión, además de intérprete y crítico musical, Gerardo Diego dedicó muchas horas a dar sus conocidas conferencias-concierto por toda España. Fue elegido académico de la Lengua en 1947 y recibió el Premio Cervantes en 1979, ex aequo con el escritor argentino Jorge Luis Borges. Documentos RNE, con guión de Modesta Cruz, entra en la personalidad y en la vida de Gerardo Diego acompañado de su propio testimonio. Además, contaremos con Elena Diego, hija mayor del poeta y albacea; Pureza Canelo, poeta y directora de la Fundación Gerardo Diego; y el profesor Francisco Javier Diez de Revenga, editor de los dos volúmenes de las "Obras Completas" del autor. ----------------------------------------------- Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Fragmentos para olvidar: http://buff.ly/1KQot5P Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Google+: http://buff.ly/1R7rT0C Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en ivoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS Email: contacto@algundiaenalgunaparte.com
José Martínez Ruiz, Azorín, es uno de los autores imprescindibles de la Generación del 98 pero, a la par, es también uno de los más olvidados. El hecho de que pasara sus últimos años de vida en la España de Franco colaborando en la prensa del Régimen y dejándose mimar por él, contribuyó, sin duda, a que fuese menos apreciado por las siguientes generaciones. La larga vida de Azorín, que nació en la localidad alicantina de Monóvar en 1873 y murió en Madrid, a los 93 años, es la historia de un hombre con una profunda vocación por la escritura. Aunque estudió, con poco entusiasmo, la carrera de Derecho y se dedicó unos años a la política –llegó a ser diputado por el partido conservador de Maura-, su auténtica vida fueron el periodismo y la literatura. Para algunos críticos fue el autor de una renovación estética. Su estilo, caracterizado por las frases cortas y un vocabulario muy rico y preciso, supone una novedad en el periodismo ampuloso de la época. Su gran preocupación fue el paso del tiempo que su pluma pretende atrapar. Ortega y Gasset dijo de él que no era un pensador o un filósofo de la historia, sino un “sensitivo de la historia”. Para Mario Vargas Llosa, que le dedicó su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1996, Azorín fue un artesano, un orfebre de las palabras, que cuando escribe parece como si quisiera detener el tiempo y conservar el mundo tal como es. Se le considera creador de la expresión “Generación del 98”, con la que muchos no están de acuerdo. Aunque fue Ortega quien la usó por primera vez, fue Azorín el que la popularizó y la adjudicó al grupo de escritores que, como él, llegaron desde diferentes lugares de España a Madrid a finales del siglo XIX, y compartieron amistad y gustos literarios. La producción principal de Azorín se concentra en sus miles de artículos periodísticos. Hizo incursiones en el teatro y publicó varias novelas: La Voluntad, Las confesiones de un pequeño filósofo o Antonio Azorín, de donde sacó el seudónimo que le haría famoso. Fue conocido como Azorín, su marca de escritor, que es lo que fue por encima de todo. Su verdadero nombre, José Martínez Ruiz, quedó relegado a una intimidad de la que poco sabemos. El programa, con guión de Modesta Cruz, se acerca a Azorín con la participación de los profesores, Miguel Ángel Lozano, José Ferrándiz Lozano y Ramón Llorens, expertos en su obra, a la que han dedicado varios estudios. También cuenta con las opiniones de Mario Vargas Llosa y de los fallecidos, Julián Marías y José Bergamín, que trataron al escritor alicantino en los años finales de su vida. ----------------------------------------------- Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Fragmentos para olvidar: http://buff.ly/1KQot5P Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Google+: http://buff.ly/1R7rT0C Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en ivoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS Email: contacto@algundiaenalgunaparte.com *
José Martínez Ruiz, Azorín, es uno de los autores imprescindibles de la Generación del 98 pero, a la par, es también uno de los más olvidados. El hecho de que pasara sus últimos años de vida en la España de Franco colaborando en la prensa del Régimen y dejándose mimar por él, contribuyó, sin duda, a que fuese menos apreciado por las siguientes generaciones. La larga vida de Azorín, que nació en la localidad alicantina de Monóvar en 1873 y murió en Madrid, a los 93 años, es la historia de un hombre con una profunda vocación por la escritura. Aunque estudió, con poco entusiasmo, la carrera de Derecho y se dedicó unos años a la política –llegó a ser diputado por el partido conservador de Maura-, su auténtica vida fueron el periodismo y la literatura. Para algunos críticos fue el autor de una renovación estética. Su estilo, caracterizado por las frases cortas y un vocabulario muy rico y preciso, supone una novedad en el periodismo ampuloso de la época. Su gran preocupación fue el paso del tiempo que su pluma pretende atrapar. Ortega y Gasset dijo de él que no era un pensador o un filósofo de la historia, sino un “sensitivo de la historia”. Para Mario Vargas Llosa, que le dedicó su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1996, Azorín fue un artesano, un orfebre de las palabras, que cuando escribe parece como si quisiera detener el tiempo y conservar el mundo tal como es. Se le considera creador de la expresión “Generación del 98”, con la que muchos no están de acuerdo. Aunque fue Ortega quien la usó por primera vez, fue Azorín el que la popularizó y la adjudicó al grupo de escritores que, como él, llegaron desde diferentes lugares de España a Madrid a finales del siglo XIX, y compartieron amistad y gustos literarios. La producción principal de Azorín se concentra en sus miles de artículos periodísticos. Hizo incursiones en el teatro y publicó varias novelas: La Voluntad, Las confesiones de un pequeño filósofo o Antonio Azorín, de donde sacó el seudónimo que le haría famoso. Fue conocido como Azorín, su marca de escritor, que es lo que fue por encima de todo. Su verdadero nombre, José Martínez Ruiz, quedó relegado a una intimidad de la que poco sabemos. El programa, con guión de Modesta Cruz, se acerca a Azorín con la participación de los profesores, Miguel Ángel Lozano, José Ferrándiz Lozano y Ramón Llorens, expertos en su obra, a la que han dedicado varios estudios. También cuenta con las opiniones de Mario Vargas Llosa y de los fallecidos, Julián Marías y José Bergamín, que trataron al escritor alicantino en los años finales de su vida. ----------------------------------------------- Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Fragmentos para olvidar: http://buff.ly/1KQot5P Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Google+: http://buff.ly/1R7rT0C Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en ivoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS Email: contacto@algundiaenalgunaparte.com *
Carlos Barral (1928-1989), a pesar de haber quedado en nuestra historia reciente por su papel al frente de la editorial Seix-Barral, fue un hombre polifacético, como denota el título de este documental de Modesta Cruz. El programa resalta la contradicción interna de un hombre dotado para la poesía que se vio abocado a editar buenos libros en detrimento de su propia obra. Sin embargo, además de buenos poemarios, dejó unas excelentes memorias que son también las de su generación: la de los Cincuenta en Barcelona. Tomando como base los testimonios del propio Barral, procedentes del Fondo Documental de RTVE, el programa narra aquella aventura intelectual y su vida bohemia, a veces rozando la exageración y la excentricidad. Incluso sus años finales como senador socialista. Esa voz en primera persona se complementa con el análisis de su nieto, Malcom Otero Barral, que ha continuado su labor editora; Andreu Jaume, también editor y crítico literario, y la escritora, catedrática, académica y experta en la Escuela de Barcelona Carme Riera. Fuente: http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-carlos-barral-poeta-marinero-editor-21-05-16/3613351/ ------------------------ Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Mi otro sitio: http://buff.ly/1KQot5P Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Google+: http://buff.ly/1R7rT0C Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en ivoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS
Hace cuatro siglos Miguel de Cervantes escribió la primera novela moderna, la más divulgada de la literatura universal. Pero, a diferencia de otros autores, que dejaron testimonio de su vida privada, la suya plantea más incógnitas que certezas. Este documental de Modesta Cruz indaga en las andanzas personales del escritor, de cuya muerte se cumplen cuatrocientos años el próximo 23 de abril. Por no saber, ni siquiera se sabe la fecha exacta de su nacimiento, aunque ya se da por hecho que fue en septiembre de 1547, en Alcalá de Henares. Los pocos documentos que se conservan de Cervantes son oficiales. Aluden, en primer lugar, a su etapa como soldado de la Armada Real, con la que combatió en Lepanto y, más tarde, fue capturado por piratas berberiscos que lo tuvieron preso cinco años en Argel. También se guardan legajos de la larga década en que fue recaudador de impuestos por Andalucía. Oficio que lo llevó de nuevo a la cárcel después de que quebrara el banco donde depositó las contribuciones. Miguel de Cervantes, que no consiguió el propósito de ser funcionario de la Corona en América, tuvo una hija ilegítima y se casó con Catalina de Salazar, una heredera rural que lo condujo a vivir durante una temporada en Esquivias, Toledo. Después, siguió los pasos de la Corte en Valladolid y Madrid, donde se instaló en el Barrio de las Letras. Publicó, en 1605 y 1614, las dos partes de El Quijote que lo encumbraron como escritor. Pero no consiguió que triunfaran sus poemas, ni sus obras de teatro, donde reinaba Lope de Vega, con el que mantuvo fuerte rivalidad. Este documental busca un hilo de luz en las páginas oscuras de la vida de Cervantes, más allá de algunas polémicas, en su tiempo capitales, hoy mero dato informativo, sobre su origen converso o una posible homosexualidad que le habría ayudado a sobrevivir en Argel. De sus pasos personales y, por supuesto, de cómo pudo llegar a escribir "El Quijote", hablan en este programa los historiadores y filólogos Martín de Riquer, ya desaparecido, Jean Canavaggio, Francisco Rico, Jorge García López, Javier Blasco, José Montero y Alfredo Alvar. Fuente: http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-miguel-cervantes-hombre-creo-don-quijote-05-03-16/3510344/ ------------------------ Algún día en alguna parte: Web: http://buff.ly/1KQot5O Mi otro sitio: http://buff.ly/1KQot5P Facebook: http://buff.ly/1R7rT0A Twitter: http://buff.ly/1R7rT0B Google+: http://buff.ly/1R7rT0C Tumblr: http://buff.ly/1R7rR8J Pinterest: http://buff.ly/1R7rT0D Instagram: http://buff.ly/1KQouGJ Podcast: http://buff.ly/1R7rR8M Canal en ivoox: http://buff.ly/1R7rR8N * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://buff.ly/1R7rTgS
En este documental sonoro descubrimos el verdadero rostro de Zenobia Camprubí (1887-1956). Fue una mujer adelantada a su tiempo, que formó parte de la Junta para la Ampliación de Estudios; ocupó la secretaría del "Lyceum Club", de clara vocación feminista; destacó como traductora y, además de relatos y poemas de juventud, dejó unos diarios que permiten reconstruir casi medio siglo de vida junto a Juan Ramón Jiménez. Pero a pesar de esa trayectoria, todavía pesa sobre ella el estereotipo de esposa-enfermera del premio Nobel español. Nació en Malgrat de Mar (Barcelona) y recibió una esmerada educación en su propia casa. Las desavenencias paternas condujeron a la madre, de origen puertorriqueño, y a los hijos a Estados Unidos, donde Zenobia se imbuyó hasta tal punto de aquella cultura que, a su regreso a España, la llamaban “La Americanita”. De carácter independiente, cuando ya se había emancipado económicamente e incluso pensaba en permanecer soltera, conoció a Juan Ramón. Fue el año 1913 en la Residencia de Estudiantes de Madrid y aquel encuentro les cambió la vida a ambos. Tres años después se casaron en Nueva York y durante más de cuatro décadas fue el apoyo literario, psicológico y social del escritor, que, además de sus profundas depresiones, tuvo que enfrentarse al exilio cuando estalló la Guerra Civil Española. Zenobia trabajó también para que, con el aval de la Universidad estadounidense de Maryland, le concedieran el premio Nobel de Literatura a su marido en 1956. La noticia le llegó tres días antes de que el cáncer acabara con ella. Su muerte sumió al poeta en una profunda depresión que lo condujo a un psiquiátrico de Puerto Rico, donde apenas la sobrevivió dos años. Este documental de Modesta Cruz muestra todas esas facetas con la intervención de la profesora Graciela Palau de Nemes, alumna de Juan Ramón y amiga y compañera de su esposa en Maryland; Emilia Cortés Ibáñez, autora de la edición de “Diario de Juventud” y otras obras de Zenobia Camprubí, y Carmen Hernández-Pinzón, sobrina-nieta y representante de los herederos del poeta. A lo largo del programa se reproducen algunos de los pasajes más destacados de las cartas y diarios de la protagonista. Emitido originalmente en el programa "Documentos RNE" de RTVE el 09/01/2016 Fuente: http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-zenobia-camprubi-sombra-luz-juan-ramon-jimenez-09-01-16/3438519/ En Algún día: http://algundiaenalgunaparte.com/tag/zenobia-camprubi/ ------------------------ Algún día en alguna parte: Web: http://algundiaenalgunaparte.com/ Mi otro sitio: http://fragmentosparaolvidar.com/ Facebook: https://www.facebook.com/algundiaenalgunaparte Twitter: https://twitter.com/algundia_alguna Google+: https://plus.google.com/+Algundiaenalgunaparte/posts Tumblr: http://algun-dia-en-alguna-parte.tumblr.com/ Pinterest: https://es.pinterest.com/algundia_alguna/ Instagram: https://www.instagram.com/algundia_alguna/ Podcast: http://www.ivoox.com/s_p2_136506_1.html Canal en ivoox: http://algundiaenalgunaparte.ivoox.com * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://www.youtube.com/user/algundiaalgunaparte
Carmen Martín Gaite (1925-2000) fue una de las escritoras más destacadas de la llamada Generación de los 50. Hija de un notario liberal, que educó en casa a sus dos hijas, Carmiña, como la llamaban en familia, se licenció en Filosofía y Letras en su Salamanca natal. Cuando llegó a Madrid para hacer el doctorado, conoció a unos jóvenes escritores, entre los que estaban Jesús Fernández Santos, Alfonso Sastre, Medardo Fraile, Ignacio Aldecoa, Juan Benet, y Rafael Sánchez Ferlosio (con el que contrajo matrimonio), a los que luego agruparían en esa generación, también denominada Del medio siglo. Carmen Martín Gaite ingresó en el mundo literario con dos premios de renombre, el Café Gijón, por El balneario, y el Nadal, al que concurrió con Entre visillos. El proceso de Macanaz la apartó diez años de la ficción, pero la afianzó en el oficio de narradora y, aunque publicaría nuevos ensayos sobre los usos amorosos en el siglo XVIII y la posguerra española, sus futuras novelas mostrarán aquel aprendizaje. Recurre muchas veces a la metáfora de la ventana para desvelar, como en un cuadro de interiores, la vida de las jóvenes de su generación, las costumbres sociales y hasta un mundo mágico, herencia de su Galicia materna. En la última etapa de su carrera, Carmen Martín Gaite llegó a ser una escritora muy popular con obras como "Caperucita en Manhattan", "Nubosidad variable", "La reina de las nieves", "Lo raro es vivir e Irse de casa". Este documental de Modesta Cruz está estructurado en torno a las entrevistas con la escritora que conserva el Fondo Documental de RTVE. Además, intervienen, exprofeso para el programa, su hermana Ana María; el director de sus Obras Completas y profesor de Literatura de la Universidad Autónoma de Madrid, José Teruel, y el cantautor Amancio Prada, con el que colaboró estrechamente. Emitido originalmente en el programa "Documentos RNE" de RTVE el 21 de noviembre de 2015. Fuente: http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-carmen-martin-gaite-escritura-como-aficion-refugio-21-11-15/3371964/ ------------------------ Algún día en alguna parte: Web: http://algundiaenalgunaparte.com/ Mi otro sitio: http://fragmentosparaolvidar.com/ Facebook: https://www.facebook.com/algundiaenalgunaparte Twitter: https://twitter.com/algundia_alguna Google+: https://plus.google.com/+Algundiaenalgunaparte/posts Tumblr: http://algun-dia-en-alguna-parte.tumblr.com/ Pinterest: https://es.pinterest.com/algundia_alguna/ Instagram: https://www.instagram.com/algundia_alguna/ Podcast: http://www.ivoox.com/s_p2_136506_1.html Canal en ivoox: http://algundiaenalgunaparte.ivoox.com * Suscríbete a mi canal de YouTube: http://www.youtube.com/user/algundiaalgunaparte