Programa radiofónico de entrevistas que se emite los sábados de 11:00-13:30h en Ágora Sol Radio, emisora autogestionada y asamblearia Blog: www.barriocanino.blogspot.com Twitter: @BarrioCanino
Esta semana os traemos un monográfico sobre la historia de las radios libres en el periodo 1989-2020 que emitimos desde la Jornada de Historia de las Radios Libres organizada por Radio Almaina en Granada. En este programa repasamos tres décadas de historia de las radios libres acompañados de Jose Emilio Pérez, historiador de las radios libres, presidente de la URCM (Unión de Radios Libres y Comunitarias de Madrid) y autor del libro "La Voz de las Sin Voz. El movimiento de radios libres entre la transición y la época socialista (1976-1989)". Intervienen también Detlef Jesgarz 'Dedi' del programa "Niemandsland" de Contrabanda FM (Barcelona) y autor del libro "Contrabanda FM: una radio libre en un mundo poco libre", Juan del programa Radio Rosko de Contrabanda FM, Paco Walden de Radio Almaina y Laura del podcast feminista De Raíz Radio. Los oyentes habituales recordaréis que el Barrio Canino vol.302 lo dedicamos a hablar sobre la historia de las radios libres y comunitarias con Joe Emilio Pérez, el historiador de las radios libres, a cuenta de su libro «La voz de las sin voz: el movimiento de radios libres entre la transición y la época socialista (1976-1989)». Y hasta ahí contamos, hasta 1989, año en el que se ejecuta el Plan Técnico derivado de la Ley de Telecomunicaciones que se había aprobado en 1987 y que ya comentamos que tuvo cierto carácter revanchista contra las organizaciones sociales que habían formado parte en el movimiento anti-OTAN, derrotado en 1986 tras el referéndum. Aprovechamos la invitación que nos lanzó Radio Almaina para participar en la Jornada de Historia de las Radios Libres desde el local de La Ribera, en el barrio granaíno de El Zaidín, para retomar la historia y contar qué pasó en las radios libres a partir de 1990 y hasta 2020. Las radios libres y comunitarias son un movimiento social más y que contar la historia de estas emisoras nos lleva irremediablemente a contar la historia de muchas otras luchas con las que estas radios han ido en paralelo, se han cruzado mil veces y han sido parte integrante de estos movimientos. Así que encaramos la década de los '90 hablando de okupación, de insumisión, del NO al 92 y al Quinto Centenario, del subvencionismo, de la corrupción y de la crisis económica de inicios de la década. Continuamos con la mayoría absoluta de Aznar, el movimiento antiglobalización de inicios de los dosmiles, el no a la guerra, la burbuja inmobiliaria, los pelotazos urbanísticos, la corrupción y los ladrillazos. Hablamos del 15M, de la destrucción de la sanidad y la educación pública, de la pandemia, de las colas del hambre y de la nueva anormalidad, que tiene más de anormalidad que de nueva. Y acabar hablando de los Cadenazos Radiofónicos que han coordinado las radios libres después de la pandemia. Repasamos 3 décadas de lucha social contada desde las radios libres, que hoy además se cuentan a sí mismas también. El programa que mencionábamos anteriormente, que sería la primera parte de este que hacemos hoy, estaba basado en el libro de Josemi, "La Voz de las Sin Voz. El movimiento de radios libres entre la transición y la época socialista (1976-1989)". Es decir, en más de 10 años de investigación con numerosas entrevistas y con mucho tiempo para madurar toda la información que se recogió y plasmarla en un libro. Un trabajo enorme, que, como suele ocurrir en estos casos, siempre incluye algún fleco suelto o alguna interpretación con la que no todo el mundo está de acuerdo cuando lee el libro o escucha el programa de radio que hicimos. Y nos encanta que sea así, porque en Barrio Canino somos muy amigos de la crítica. Pero en este caso, mejor constructiva aunque sea por respeto al enorme trabajo de Josemi que hay detrás de esto. En el programa de hoy este tema es más sensible, porque tenemos que decir que está basado en un atraco de los caninos a Josemi. Aprovechando la confianza que hay y sabiendo de los enormes conocimientos de Josemi en el ámbito de las radios libres nos aventuramos a montar un programa sobre 30 años de historia, así a las bravas, confiando en que esto sale bien. Pero no hay una investigación detrás, ni montones de entrevistas, ni nos hemos documentado excesivamente para hacer esto, porque sino este programa no saldría en años. Hoy más bien tiramos de memoria personal, que además ya nos va bailando un poco y nos olvidamos de algunas cosas. Avisamos: en este programa habrá sesgos, patinazos y nos olvidaremos de muchas cosas. Consideradlo un relato parcial y personal de la gente que estamos en la mesa. Es la historia de las radios libres que hemos vivido los que estamos aquí. Pero sabemos que hay mil versiones más de esta historia que se podría completar con montones de relatos. Aceptamos todas las críticas constructivas que nos lleguen y especialmente aceptamos las propuestas de quienes quieran venir a contarnos esa parte de la historia que nos hemos perdido. ¡Larga vida a las radios libres!, y que siempre esté Josemi para contarla.
Esta semana os traemos la cobertura radiofónica de la II Bienal Anarquista de Madrid (BAM) que se celebró los días 21, 22 y 23 de junio 2024 en el CSO La Animosa, en el barrio de Hortaleza (Madrid). En la II Bienal Anarquista de Madrid participaron más de 20 editoriales y hubo charlas, talleres, mesas redondas, espacio y tiempo para reencontrarnos y también una cobertura radiofónica que pretende recoger al menos una pequeña parte de todo lo que sucedió en el CSO La Animosa de Hortaleza durante los días que se celebró esta Bienal. En esta emisión entrevistamos a Karol, de la organización de la Bienal Anarquista de Madrid y con la que repasamos el programa de actividades que tuvo lugar durante los 3 días. También entrevistamos a Juan, de Hortaleza Punks, con el que hablamos de la transformación urbana de Hortaleza y de las muchas cosas que pasan en la periferia de Madrid en general y en Hortaleza en particular, de la relación tensa con el concejal ultraliberal David Pérez, la propia existencia del CSO La Animosa donde se realiza esta edición de la Bienal y la organización del Luis Aragofest, entre otros temas. También pasa por los micrófonos de esta cobertura Javi, de la editorial Irrecuperables, que tras unos pocos años publicando textos sobre ensayo, psicología crítica y antipsiquiatría, situacionismo y memoria de las luchas sociales siguen funcionando y creciendo. Y también hablamos con María, de la editorial y Biblioteca Social Hermanos Quero, de Granada. En esta cobertura contamos también con la participación de Deyanira Schurjin, que nos habla de su proyecto Sombras Tomo I: «Armadas de la Pluma y la Palabra» que rescata la lucha internacionalista proletaria protagonizada por mujeres. Sombras es un proyecto militante que pretende dar cuenta y arrojar luz a las luchas de las mujeres y otras identidades no normativas omitidas por el feminismo hegemónico. El relato oficial de las olas del feminismo basa sus postulados y perspectivas en el pensamiento ilustrado, negando así otras formas de ocupar el mundo, de oponerse y resistir a los órdenes establecidos que existieron y existen. Y para terminar hablamos con los ponentes en una de las actividades más esperadas y concurridas de esta Bienal Anarquista, la mesa redonda sobree "Anarquismos y autodeterminación". Nos acompañan en los micrófonos Mike, de Embat desde Catalunya, Dani, de Refuxios da Memoria desde Galiza y Juantxo Estebaranz de Euskal Herria. Hablamos con ellos en torno a la “cuestión nacional”, para que nos cuenten de primera mano cuáles son los debates que se han dado históricamente acerca de esta cuestión en estos tres territorios, y cuáles son las propuestas y estrategias que se están llevando a cabo a día de hoy como personas con convicciones libertarias.
Esta semana dedicamos el programa al 20º aniversario de Kasba Music, discográfica independiente barcelonesa de punk, mestizaje y cultura popular. Nos acompaña en el estudio Joni D, uno de sus fundadores. El 13 de septiembre de 2004 se publicaba el primer disco del grupo barcelonés La Kinky Beat, «Made in Barna», una fiestaca mestiza que venía a sumarse a la potente escena que ya se venía cocinando en Barcelona desde unos años antes. Con este disco empezó la andadura de La Kinky que, a la postre fue una de las bandas más reconocidas de esta escena en los años siguientes, también más allá de las fronteras. Y con la publicación de esta referencia nacía también el sello discográfico Kasba Music, fundado por Joni D y Amparo Martín, que cumple 20 años en este 2024. Dos décadas de funcionamiento independiente en las que han publicado 240 discos, entre los que se encuentran multitud de himnos generacionales imprescindibles en la banda sonora del punk, el mestizaje y la cultura popular. Kasba Music poniendo ritmo a la fiesta, a las ideas, al activismo y a la disidencia. Aquí se puede y se debe bailar, por eso es nuestra revolución. Para entender el funcionamiento de Kasba Music y lo que ha deparado en estas dos décadas de funcionamiento nos tenemos que ir mucho más atrás en el tiempo, bastante antes del lanzamiento de aquella primera referencia discográfica que mencionamos. Todo esto viene de una trayectoria vital que empieza con Joni D en los años 80 involucrado desde adolescente en la escena fanzinerosa barcelonesa, y poco después en las primeras okupaciones reivindicadas políticamente. Entre centros sociales, locales de ensayo y páginas de fanzines fotocopiadas. Pocos años más tarde lo encontramos tocando en varias bandas punk de Barcelona, como AntiDogmatikss y Pixamandúrries, y trabajando primero en la sección internacional de Tralla Records y posteriormente en la promoción del sello independiente Esan Ozenki en Cataluña. Una trayectoria que se completa con la creación de la agencia de management musical Hace Color que durante los 90 y los primeros dosmiles llevó a multitud de bandas y cuya actividad engancha directamente con el nacimiento de Kasba Music. En 2003 Hace Color llevaba la gira conjunta de Manu Chao y Fermín Muguruza, Jai Alai Katumbi Exprés que por una parte fue un exitazo de público y por otra fue reprimida por varios ayuntamientos del Partido Popular que intentaron cancelar algunos de los conciertos. El 20 aniversario de Kasba Music se celebra con la publicación de 12 vinilos que recorren la trayectoria vital de Joni D y Amparo Martín al mismo tiempo que rinden homenaje a algunas personas que ya no están con nosotros y que ponen en valor el trabajo que se ha llevado a cabo estas dos décadas en el sello independiente barcelonés. Cada mes se presentará uno de estos vinilos, a lo largo de todo el año. El primero de ellos ha sido la edición del doble vinilo en directo de Fermín Muguruza Kontrabanda y su mítico concierto de la Sala Apolo grabado en enero de 2004. Justamente hace 20 años, no es casualidad. Esta colección incluye la reedición de discos legendarios como «El lado oscuro» de Maníatica o el ya mencionado «Made in Barna» de La Kinky Beat. También recopilatorios de como «Dones/Mujeres en la Kasba», «Barcelona Sound» y «Cataluña explota». Y también homenajes como «Sagarroi, topa Iñigo» dedicado a la memoria personal y musical de Iñigo Muguruza, el disco «Zumo de vida» de Color Humano, que servirá de homenaje a José Capel o el disco «Una bomba desactivada» de TNT que homenajeará a Jesús Arias. Y en esta colección encontramos también otros discos, quizá menos conocidos, pero cargados de sentido en este aniversario, como la publicación del tercer trabajo inédito hasta la fecha de Pixamandurries o el disco de Cristian Dios. 20 años de actividad que sirven para mirar hacia atrás, pero sobre todo adelante. Al margen de la celebración de la efeméride, la actividad continúa con la publicación en las últimas fechas de los trabajos de Ratpenades y Rat-Zinger, entre otros. Trabajos que vienen a engordar un catálogo en el que encontramos bandas imprescindibles como Color Humano, Cheb Balowski, Fufu Ai, La Pegatina, Lágrimas de Sangre y Rabia Positiva, entre otras. Un pedazo de historia viva del punk y el mestizaje.
Esta semana dedicamos el programa al papel del comic en la cultura popular. Nos acompaña en el estudio Daniel Delito Terrícola, lector de viñetas de toda la vida y ex-propietario de una tienda de comic. El programa 306 lo dedicamos a hablar del arte y la comunicación desde abajo, es decir, a la cultura popular. Y a pesar de que echamos 3 horas hablando del tema, nos dejamos infinitas cosas sin comentar. Después de aquel programa fuimos conscientes de que nos habíamos olvidado casi por completo de los comics, que tuvieron muy poca presencia en ese programa. Es que apenas dijimos ni una palabra sobre viñetismo en todo el rato que estuvimos hablando, que ya fue bastante. Y mirad que, como os podéis imaginar, es un tema que nos gusta mucho y al que le hemos dedicado muchísimas horas de lectura en nuestra humilde vida perra. Así que esta semana hemos hecho un apéndice de aquel programa específicamente hablando sobre el comic como referencia de la cultura popular, y de la media y hasta la alta cultura si hace falta. Porque el universo del comic es muy amplio y variado. Una charla en la que recorremos el mundo de los comics de manera amplia. Desde un análisis político de One Piece, a la figura de Alan Moore con sus inapelables V de Vendetta y Watchmen. Desde los odiados por algunos y amados por otros, comics de los Kiss, hasta el aclamadísimo Sandman de Neil Gaiman. Desde el Maus de Art Spiegelman hasta el Persépolis de Marjane Satrapi. Y como no, haciendo parada especial en el comic político, con Joe Sacco y sus trabajos sobre Palestina y la guerra de los Balcanes y también con Zerocalcare y su comic Kobane Calling en el que retrata magistralmente la revolución confederal democrática del pueblo kurdo. Y más. Mucho más.
Esta semana hablamos de la clandestinidad libertaria en Francia, de los grupos de la guerrilla antifranquista, la Resistencia Francesa y las redes de evasión. Para ello nos acompaña en el estudio Chowy, del proyecto Ni Cautivos Ni Desarmadas, que ha publicado recientemente el libro "El ángulo muerto: Manuel Huet y la clandestinidad libertaria en Francia" editado por Piedra Papel Libros. No sabéis la de años que llevamos siguiendo el trabajo de Chowy y de su proyecto Ni Cautivos Ni Desarmadas. Un proyecto que acumula un ingente trabajo de investigación sobre la guerrilla libertaria antifranquista y las redes de evasión que ahora por fin ve publicado su primer libro. Una joya sobre la memoria histórica libertaria titulada "El ángulo muerto: Manuel Huet y la clandestinidad libertaria en Francia". La vida de Manuel Huet Piera, "El Murciano" (1907-1983) atraviesa muchas de las escenas más icónicas de la lucha obrera durante los años 30, la derrota en la Guerra Civil, el exilio en Francia, la Resistencia Francesa contra el nazismo, las redes de evasión y la guerrilla antifranquista durante décadas. Sin embargo su nombre no ha sido tan conocido, hasta ahora, como otros. Mucho sabemos de Quico Sabaté, con quien Manuel Huet tenía una relación fraternal, de Ramón Vila y de Valentín Massana, por ejemplo. Una de las primeras cosas que aprendemos cuando nos acercamos a la figura de Manuel Huet es que siempre supo estar en el ángulo muerto de la historia. Aparece en todas las escenas más relevantes, pero no se le ve. Cuando te pones a rascar, está en todas. Agazapado bajo un seudónimo falso, "El Murciano", puesto que no era de Murcia. Desvelar los secretos de esta historia y rescatar la figura de Manuel Huet de las sombras de la clandestinidad ha sido la dedicación de Ni Cautivos Ni Desarmadas durante estos años. Muchas cosas se podrían contar sobre la organización obrera durante los años de la república en Barcelona. Y más si te lo cuenta un taxista de aquella época que se movía por el Raval. Así empieza lo que conocemos hasta ahora de la vida de Manuel Huet. Sindicalista de la CNT, anarquista de acción, miliciano, resistente antinazi, guerrillero y pasador. En aquellos años 30 ya se relacionaba en Barcelona con el grupo libertario "Nosotros" en una habitación de la calle Pujades del Poble Nou con parte de los nombres más conocidos del movimiento libertario de acción barcelonés de la época, Jover, Durruti, García Oliver, Francisco Ascaso y Antonio Ortíz, entre otros. Poco después, en la Guerra Civil nos lo encontramos en las Milicias del Transporte y posteriormente en la 1ª Compañía del 7º Batallón de Transporte Automóvil, aprovechando sus habilidades para la conducción y la mecánica. En los últimos años de la Guerra Civil nos lo encontramos participando en el traslado de las obras del Museo del Prado desde las cercanías de la frontera francesa hasta Suiza para ponerlas a salvo de las consecuencias del conflicto bélico. Tras la derrota y algunos pasos por campos de concentración continúa con la lucha contra el fascismo europeo al otro lado de los Pirineos participando en las redes de evasión, en la Antena Marítima, vinculada a la red de Paco Ponzán y la red Pat O'Leary. Una larga historia en la que aparece vinculado a Laureano Cerrada, Segunda Montero, Federica Montseny, o Quico Sabaté, entre otros. De esta manera, la historia de Manuel Huet nos ayuda a destripar el aparato clandestino libertario que operaba en Francia, las redes de falsificadores, agentes infiltrados, y el germen de la novena compañía que liberó años más tarde París. El libro que nos sirve hoy como eje central del programa es fruto de la monumental investigación que lleva a cabo desde hace años «Ni cautivos ni desarmadas», un proyecto de investigación, recuperación y divulgación de la memoria histórica libertaria centrado en el anarquismo de acción que pretende arrancar del olvido al máximo de personas que, formando parte del movimiento libertario, actuaron en los grupos de guerrilla antifranquista, la Resistencia Francesa o las redes de evasión. Por medio de charlas informativas, colaboraciones radiofónicas como la que encontráis hoy en esta publicación, un blog en la web de El Salto, y ahora con la aparición de este primer libro, este proyecto trata de devolver al lugar que les corresponde todas aquellas historias silenciadas y muchas veces manipuladas del anarquismo militante y clandestino.
Hoy hablamos de AgitProp. Agitación y propaganda. Estrategias políticas, difundidas a través del arte, de la literatura, de la música y de otros medios, para influir sobre la opinión pública. La difusión de la idea por la vía artística. Estamos hablando del arte, la cultura, los medios de comunicación y otras vías de expresión como vehículo político. O sea, vamos a hacer el programa 308 de Barrio Canino ni más ni menos que sobre aquello que han ido los 307 anteriores, porque básicamente este programa de radio es un ejemplo de AgitProp y un grandísimo porcentaje de la música que suena aquí y de los temas que se tratan acaban siendo agitación y propaganda de una u otra forma. Pero por un día nos apetecía parar un poco a pensar sobre el fondo de estas cuestiones, de la agitación y la propaganda y de su aplicación a la cultura y los medios. Porque a lo largo de todos estos programas ha salido aquí ya de todo, pero siempre nos dejamos cosas. Arrancamos este programa hablando del origen del término AgitProp. Y para ellos tenemos que viajar hasta la Revolución Rusa. El término viene de la contracción del Departamento para la Agitación y Propaganda del Partido Comunista. El arte de agitar y hacer propaganda (comunista o revolucionaria) ha quedado inmortalizado en la cartelería soviética de la época, pero no se limita solo a esto, sino que se pretendía extender el ideario comunista a la población utilizando cualquier forma artística: cine, teatro, danza, etc., siendo la obra más paradigmática El acorazado Potemkin. Ponemos el ojo histórico en la Revolución de Octubre, pero nos vamos a ir a hablar de algo que representó uno de los primeros problemas del incipiente estado soviético para controlar a los revolucionarios dentro de la revolución (quitando las revueltas de Kronsdtat): la conocida como majnóvschina, la revuelta libertaria del Ejército Revolucionario Insurreccional de Ucrania, comunmente conocido como Ejército Negro de Nestor Majnó. La bandera negra ha estado asociada al anarquismo desde la comuna de París o las revueltas de Chicago de 1884. En Ucrania, el emblema de la bandera negra se remonta a los primeros años del siglo XX, cuando el grupo anarquista Unión de Campesinos Pobres lo adoptó. Pero lejos de contentarse con una simple insignia negra fueron un poco más allá. En su bandera siempre aparecía bordado o pintado el lema “Siempre con los oprimidos y contra los opresores”. Como ejemplo de AgitProp en los soviets libres de Majnovia hablamos de sus negros estandartes y banderas propagandísticas en los que aparecían lemas como “El poder genera parásitos. ¡Viva la Anarquía!” o los clásicos “¡Todo el poder para los soviets!”. De Ucrania a Palestina. Pasearemos por uno de los mejores artefactos producidos en los últimos tiempos en Madrid para concienciar sobre la situación en Palestina: el Belén ocupado del artivista Leo Bassi, en el que los soldados israelíes apostados en sus checkpoints reprimen a la población de la Cisjordania ocupada por el estado sionista. También echamos una ojeada a los boletines de contrainformación de los 90, para sumergirnos en las páginas del Acratador, la Hoja aKRAta y como no, el boletín Molotov y la agencia de información alternativa UPA, que, con un sofisticado sistema de contestadores telefónicos automáticos marcaron un antes y un después en la difusión de información disidente en los años 90. Nuestro enemigo tiene mil caras y muchas de ellas escondidas tras estrategias muy finas de AgitProp. Esto nos lleva a reflexionar acerca de la desaparición de la clase obrera fruto de la autopercepción de gran parte de la ciudadanía como clase media y el “desclasamiento” de la masa trabajadora. Un fenómeno que forma parte de una estrategia prolongada en el tiempo con el objetivo claro de desmovilizar a las clases bajas de la sociedad y evitar los ciclos de protestas y revolución social que se venían observando de manera periódica a lo largo del siglo XX. Podríamos decir que esta estrategia se inició en los años 70, por los gabinetes de gobierno de la era Thatcher-Reagan, y continuada por todos los que han venido después, que se lanzaron a una suerte de AgitProp donde todo vale. Las declaraciones institucionales de los líderes políticos (recordemos aquel “un hombre, un capitalista” de Margaret Thatcher), la promoción de programas televisivos en los que el escaparate es “la vida de los ricos”, los iconos sociales “hechos a sí mismos” (desde los futbolistas a los hombres de éxito en los negocios), la cultura del esfuerzo, la proliferación de las pensiones privadas (porque además se difunde el mantra de que las pensiones públicas se van a acabar), el fin del modelo de los trabajadores de fábrica deslocalizando el sector industrial a países donde se produce con menos costes y generando grandes bolsas de parados (y estos claramente no son clase obrera, sino que se les tilda de parásitos). El aspiracionismo en la escala social es la clave del asunto. Se hace necesario aspirar a algo más que aquello que nuestra condición adquirida por nacimiento nos ha deparado. Y no acaba aquí la cosa. Como obra culminante de la aniquilación de la clase obrera, observamos atónitos como la manipulación social del electorado de la derecha en la era digital, con sus apóstoles Trump, Bolsonaro, Milei y Ayuso comiendo en la misma mesa, aterriza también en las protestas de la calle Ferraz y nos ofrece la visión de miles de ultraderechistas cortando la Gran Vía en Madrid. En la era de las fake news y la postverdad la nueva rebeldía es ser de derechas, ser facha mola y lo que se lleva es tener una vida precaria y ser ultraconservador. Paren el tren que nosotros nos bajamos. Reflexiones profundas que nos hacen cambiar de canal para ver el último documental de Fermín Muguruza, "Bidasoa, 2018-2023" y la aparición de varios inmigrantes ahogados en el río que baña Gipuzkoa y que desemboca entre Irún y Hendaya. Una tragedia derivada de la agresiva política migratoria del gobierno de Macron y que hemos conocido gracias a este documental y a los movimientos sociales que trabajan el tema de la inmigración a ambos lados de la frontera, denunciando los controles que se han establecido sin tapujos: se trata de un control racista, para impedir los movimientos de los no-blancos y está provocando muertes. Las vidas de los migrantes se acaban en la valla de Melilla y también en el Río Bidasoa. Completamos el programa hablando de las vallas publicitarias hackeadas durante décadas por el BillBoard Liberation Front y también viajamos, como no, a la Guerra Civil Española para ver uno de los ejemplos más imaginativos de difusión de propaganda con el lanzamiento de folletos y periódicos al bando enemigo con lanzacohetes. Nunca la palabra flyer tuvo significado tan apropiado. Dale al play.
Esta semana hablamos de la desobediencia sexual y de género y de como ha sido tratada por las izquierdas, el marxismo y el anarquismo a lo largo de la historia reciente. Nos acompaña en el estudio Piro Subrat, autor de "Invertidos y rompepatrias: marxismo, anarquismo y desobediencia sexual y de género en el estado español (1868-1982)", publicado por la editorial Imperdible. En Barrio Canino hemos hablado en múltiples ocasiones de distintos episodios de la historia libertaria. Y también del periodo conocido como la Transición, con distintos enfoques, que abarcan desde el tratamiento puramente histórico y político hasta monográficos sobre antifascismo, obrerismo y antimilitarismo, por citar algunos. Sin embargo, nos faltaba una pieza imprescindible que vamos a conseguir rellenar en el programa de hoy. La relación de la izquierda, de las luchas obreras, de clase, revolucionarias con la desobediencia sexual y de género. Y no, no siempre han ido de la mano, ni muchísimo menos. La investigación de Piro Subrat pretende replantear a nivel histórico y político la relación entre la disidencia sexual y de género con la izquierda institucional, el marxismo radical, el anarquismo, movimientos sociales y el resto de corrientes enmarcables dentro del anticapitalismo heredado de la izquierdas. El resultado de esta investigación es el libro Invertidos y Rompepatrias sobre el que gira buena parte de nuestra conversación con su autor, Piro Subrat. Un trabajo monumental que arranca en 1868 con concepción sobre la sexualidad del proletariado durante el Sexenio Revolucionario y la Restauración Monárquica y que acaba en 1982, poniendo el foco especialmente en el periodo efervescente de la Transición hasta el año de la primera victoria del PSOE en las elecciones generales de 1982. La investigación que da lugar a "Invertidos y Rompepatrias" no acaba en el libro. Hay mucho más material escrito y publicado únicamente en internet, en el blog que acompaña a este proyecto donde se pueden encontrar, en el momento en el que escribimos esta publicación, 7 capítulos más en los que se tratan temas como la homosexualiedad en la lucha anticarcelaria, el tratamiento del SIDA en los medios de comunicación, la lucha antifascista y el radicalismo divergente sexual en el cine y la literatura, entre otros temas. Todo el contenido está en: https://invertidosyrompepatrias.noblogs.org/ Pegamos un pequeño salto en el tiempo y viajamos hasta el 3 de julio de 2005. Aquel día el gobierno socialista de Zapatero aprobaba en España la ley del matrimonio homosexual. No solo el matrimonio, también todos los derechos derivados de ello: adopción conjunta, herencia y pensión, entre otras. Hubo una fuerte oposición de amplios sectores de la sociedad sobre todo situados a la derecha, tradicionalistas, católicos, conservadores y algunos liberales. Y también algunos situados a la izquierda y encuadrados en la socialdemocracia. Hubo 147 votos en contra, entre los que se encontraba el de algún diputado socialista. Y comentamos también el voto a favor de Celia Villalobos rompiendo la disciplina de voto del PP. Todavía recordamos en algunas manifestaciones las pancartas de «Gracias Zapatero» con los colores de la bandera del orgullo. Han pasado 18 años de aquello. La memoria es corta y quizá nos traicione pensando que siempre la izquierda parlamentaria y la socialdemocracia más amarillista han apoyado los derechos del colectivo LGTBIQ+. Falso requetefalso. O al menos que en los partidos y colectivos situados a la izquierda de la izquierda, movimientos obreros de clase, anarquistas y marxistas el apoyo ha estado más claro, de siempre. Falto requetefalso también. No hay nada como una buena charla con Piro Subrat para ayudarnos a desmitificar la imagen de una izquierda que se ha popularizado en los últimos años como principal vertiente ideológica que defiende los derechos LGTBIQ+, sin haber hecho una autocrítica profunda de un pasado repleto de rechazo a cualquier expresión sexual no normativa. Los puntos sobre las íes.
Esta semana hablamos de arte y comunicación creada desde abajo. Un monográfico sobre Cultura Popular, alejándonos de la pomposidad de las grandes estrellas, de las superproducciones, de los grandes cines y de las editoriales masivas. Hay otra cultura más apegada al pueblo al margen del clasismo. La expresión de la chusma. Y esa es la que nos gusta. La división entre alta cultura (o cultura a secas) y cultura popular (o entretenimiento) es completamente elitista, clasista y arbitraria. Existen unas élites culturales que parecen dictaminar qué es arte, qué es cultura y que no lo es. La cultura popular es para la chusma. La alta cultura para estas élites, que son quienes se pueden pagar las entradas al Palacio Real o la Ópera de Nueva York. Toda esta decisión, como decimos, es bastante arbitraria, pero si se ponen así, pues para ellos. Nosotros reivindicamos la cultura como herramienta de construcción de la identidad de clase, de transmisión de valores populares, cultura como herramienta de comunicación, de lucha, transformadora y de generación de estéticas y valores del pueblo. Porque frente a la alta cultura, hoy aquí queremos defender a la llamada Cultura Popular. Así, escrito con mayúsculas ¿Cuántas veces habéis escuchado cosas como «eso no es música, eso es ruido», «Eso no es arte, son manchurrones», «eso no es literatura» y así hasta el infinito? Y así han ido caminando en paralelo las Artes y las artesanías, la Alta Cultura y la Cultura Popular. Y aunque han existido movimientos artísticos que han clamado por una democratización del arte y la quema de museos e instituciones que promueven esta «alta cultura», ahí siguen, diciéndonos que es arte y qué no lo es. Hoy nos vamos muy lejos de Hollywood para visitar cines infectos que solo exhiben en sus pantallas películas de serie B filmadas con los más bajos presupuestos y a ser posible con sesión doble. Nos sumergimos en las páginas amarillentas de la literatura pulp y su papel de la más ínfima calidad pero que recoge historias que nos cautivan al tiempo que visitamos los libros que fueron malditos a finales del siglo XIX por su contenido controvertido, subversivo o provocativo. Acompañados de un rosario de comics, exposiciones, artículos, cine y libros, nos hundimos en la temática barrial, de exclusión, historias de la periferia y algún que otro zombi. Muy alejados del brillo de los Óscar de Hollywood y con mucha menos pomposidad que el cabezón de los Premios Goya. Quitad la alfombra roja porque llegan... los imprescindibles.
Esta semana hablamos de micro, macro y megafascismos en la música popular española. En el estudio de Ágora Sol Radio nos acompañan en el estudio Elros Alcarín, Paulo Decadente, Mariana Pasajera y Steph Tomalatierra. Los más fieles seguidores de Barrio Canino recordaréis el programa 247: “Micro, macro y mega machismos en la música popular española”. Y los más fieles seguidores de la dictadura del punk también recordaréis el 250: “Micro, macro y mega machismos en el punk”. Probablemente uno de los programas más polémicos de la historia canina. Nos encanta. Hoy volvemos a repetir el formato y en este programa 305 os traemos “Micro, macro y megafascismo s en la música popular”. Un programa rojo y gualda, con traje de luces, a ritmo de pasodoble y con la supremacía del tronío español. Destripamos unas cuantas canciones y veremos si son fascistoides, si son simplemente mamarachadas cargadas de ironía o todo lo contrario. Y para ello tenemos un instrumento infalible: el fachómetro. ¿Pita o no pita? Dice Richard Spencer, cabeza visible de la Alt-Right norteamericana, acerrimo defensor de Donald Trump y famoso por apoyar el supremacismo blanco y flirtear con estética nazi, que le encantan Depeche Mode porque “están por encima de la típica banda de rock, tanto en lo referente a las letras como en muchas cosas más. Hablan de rabia, dolor, sadismo, horror, oscuridad… No hacen chicle-pop almibarado, ni cantan sobre amor y cuentos de hadas”. Spencer dice que perdona al grupo tecnopop británico por sus flirteos con la estética comunista en sus inicios, recordando que ya se han redimido, hasta incluyendo “algún toque fascista”. Le gusta que “son ambiguos, como debe ser el arte, con muchas capas de interpretación, contradictorias y ambivalentes”. A los Depeche no les ha hecho gracia alguna estas declaraciones y se han distanciado públicamente de estos tipejos, pero... ahí queda la cosa. Hay quienes ven lo que no es, y quienes no ven lo que hay. Si bien parece que Richard Spencer erró en su valoración de la banda británica, a lo largo de los tiempos ha habido muchas otras artistas que han flirteado más o menos intensamente con las ideas ultraderechistas o al menos han jugado con la ambigüedad en ciertos temas espinosos. Hay también quien ha ironizado con los tópicos más fachorros tirando de provocación y también tenemos ejemplos de quienes no teniendo nada que ver con el tema vieron como sus canciones fueron utilizadas por el facherío más recalcitrante. En este programa suenan Soziedad Alkoholika, 7º Sello, Celia Gámez, Seguridad Social, Espasmódicos, Nino Bravo, Los Lunnis, Los Nikis, Nena Daconte, Tendido Cero, Víctor Manuel, Santaflow y Antonio Molina.
Esta semana entrevistamos a La Chusma Crew, colectivo de Leganés que este tiempo atrás lanzó el proyecto Smash The Covid, con recopilatorios de hardcore cuyos beneficios fueron a parar a la Red de Apoyo Mutuo de Leganés. También colaboran con Hardcore Hits Cancer (HxC HxC) y recientemente han organizado el festival autogestionado Smash The Covid Fest. Nos acompañan en el estudio Mikelone, Miki, Mariano y Joaki, todos de La Chusma. Hablamos de barrio, de las periferias, de hardcore, de do it yourself y de apoyo mutuo, entre otras historias. El programa de esta semana en realidad empezó hace mucho, exactamente el día que hicimos el programa 265, aquel 21 de mayo de 2020. Estábamos saliendo del confinamiento duro, pero aún no podíamos juntarnos en el estudio de la radio. Ese programa se tituló “Smash the Covid: apoyo mutuo y ruido contra el bicho”. Y algunos de los invitados, en verdad los que fueron los motores de aquel programa, son quienes nos acompañan esta semana en el estudio. Mariano, uno de nuestros invitados hoy, perdía a su padre en los primeros días de la pandemia en marzo de 2020. Falleció en el hospital Severo Ochoa de Leganés, que justamente fue de los primeros hospitales en el estado español en sufrir el colapso por la falta de recursos para atender a las personas enfermas. El personal sanitario no tenía los recursos necesarios para atender en condiciones dignas a quienes llegaban con síntomas de Covid a Urgencias; hubo momentos en los que ni siquiera había una silla. Y tampoco los profesionales tenían equipos de protección individuales (EPIS) para protegerse de un posible contagio. Pocas semanas después de aquello, Mariano, Miki, Mikelone, Joaki… la peña de La Chusma Crew, que hoy nos acompañan en el estudio, se proponen lanzar un recopilatorio benéfico a favor de los afectados por el Covid-19. Así nació Smash The Covid. Ruido contra el bicho. La caña. Colaboraron 20 bandas con 20 temazos y el 100% de los beneficios que se obtuvieron se destinaron a la red de Apoyo Mutuo de la Federación Local de Asociaciones de Vecinos de Leganés (FLVAL), Madrid. Hardcore y apoyo mutuo de la mano. El primer volumen de Smash The Covid se lanzó el 2 de mayo de 2020. Este disco y todo lo que hicieron La Chusma Crew por aquellas semanas fue lo que inspiró aquél programa 265 de Barrio Canino. Atrás quedó la tristeza infinita de tener que hacer ese programa en remoto, con videollamadas, sin poder vernos las caras y olernos el hardcore cuerpo a cuerpo, porque a pesar de todo pasamos una tarde de gloria con esta gente. También con la peña de las bandas que intervinieron en el programa, Cantona, Go Veterans, Tensión… y con los descubrimientos musicales que nos trajo este primer recopilatorio de Smash The Covid. Después vinieron dos recopilatorios más, Smash the Covid II publicado en septiembre de 2020 y el tercero publicado el 1 de mayo de 2021, justo cuando se cumplía un año del lanzamiento del primer volumen. De estos dos discos no hemos hecho programa, lo tenemos apuntado en el “debe”. Como también hemos tenido apuntado en el “debe” pasar una tarde en el estudio con La Chusma Crew, y hablar de ruido con conciencia. Esta semana saldamos la deuda; la idea del programa de hoy es que nos traigan la música que les ha acompañado este tiempo atrás y que compartan aquí sus proyectos basados en el apoyo mutuo. No solo Smash the Covid, también Hardcore Hits Cancer y los festis que han organizado por el camino. Aprovechamos aquí para recuperar las líneas con las que se cerraba también el comunicado que acompañaba al último recopilatorio de Smash the Covid y que define muy bien a La Chusma. Decían así: “¡Por la liberación de las patentes de las vacunas! ¡Por los raiders! ¡Por la resistencia de los barrios contra el fascismo! ¡Por la cañada real! ¡Por la vida! Por la música! Fuck the CoVid. Chusma Crew, 100% barrio y tachuelas”. ¡Qué suene el ruido!
Esta semana hablamos sobre los referentes culturales de los adolescentes de hoy día, la Generación Alfa. Nos acompañan en el estudio Claudia (11 años), Inés (13 años), Pepe, profesor de E.S.O. en un instituto público de Móstoles y Abel, trabajador de la industria cultural. Se ha hablado mucho sobre los usos y costumbres de las generaciones, cada una de ellas marcada por unas circunstancias sociales y económicas, o dicho de otra forma, cada generación ha sufrido sus crisis y ha sido exprimida de una forma distinta por el capitalismo, que además a lo largo del tiempo ha ido mutando en formas más amables y más sutiles, pero con un trasfondo igualmente apestoso. Se habló de los baby boomers nacidos en los 60 y mediados de los 70. De la generación X a finales de los 70, que crecimos oyendo hablar de dispositivos electrónicos y que nos arrasaron ya en nuestra edad adulta. Aquellos a los que se regalaba el Spectrum en la comunión y que tuvimos internet con 20 años. Se habla también de los millenials que nacieron entre los 80 y los primeros 90, mucho más familiarizados con las comunicaciones y la tecnología digital. Fueron niños medio analógicos y adultos tecnológicos, ya en los 2000. Sus hijos fueron la generación Z, que accedió a internet desde muy jóvenes y penetraron muy pronto en el mundo digital. Y ahí se acaba el alfabeto. Para lo que viene después ha habido que utilizar la primera letra de otro distinto. La generación alfa, etiquetada así para los nacidos a partir del 2010, es la primera generación totalmente digital. Se marca esta fecha por incluir a todos aquellas que nacieron después del lanzamiento del primer iPad, hito de referencia para el capitalismo digital. Ninguna de las generaciones anteriores será comparable a nivel digital con los Alfa, que, como contraparte, serán la primera a la que le serán ajenos muchos aspectos del mundo analógico. Mientras que el resto de las generaciones todavía están aprendiendo a adaptarse a un mundo digital, estos niños representan "la primera generación totalmente digital". La tecnología en general, y las redes sociales en particular, favorecen que todo ocurra mucho más rápido. En la generación teenager no hay tiempo para el aburrimiento, las modas duran días, el lenguaje cambia por semanas, la estética arrasa con todo, las poses y el exhibicionismo digital son lo más y las redes son correas de transmisión de valores que en muchas ocasiones son cuanto menos dudosos. Una generación entre los 10 y los 20 años que pasa por ser supersocial, pero que a la vez viven más aislados unos de otros. Digámoslo así: es más fácil saber lo que hacen sus amigos que saber lo que les pasa. Una generación que bebe de sus referentes culturales que se cultivan principalmente en los streamings de plataformas como Twitch, Youtube y, más recientemente, en Kick. Y también en TikTok, Instagram y en los rescoldos de Snapchat. Un universo de redes donde la imagen y la instantaneidad lo son todo y un tufillo de individualidad y ostentación neoliberal impregna muchos gestos. Tantos seguidores tienes, tanto vales. Haciendo caja a ritmo de like. Ojo cuidao. Hay muchas cosas que por brecha generaciones no llegamos a comprender, pero lo que si que tenemos muy claro es que las batallas culturales que se disputan en las generaciones más jóvenes son cruentas. Batallas en las que hasta hace unos años se arrasaba por la izquierda, y por la izquierda de la izquierda, se están perdiendo ahora por la derecha. Como decía hace unas semanas Ignatius Farray en la entrevista que le hizo Jordi Évole, “nos han robado el punk”. La derecha hace política haciéndose los antisistema y las víctimas mientras defienden sus privilegios. Y esto lo sabemos bien en Madrid. Mientras, asistimos perplejos al auge de la ultraderecha, a la aniquilación total de la conciencia de clase y la precarización de las condiciones de vida de la clase obrera. Estamos preocupados, pero no somos derrotistas, confiamos en que la respuesta ante la presión del capitalismo esté a la altura, porque ahora y siempre, seguimos llevando un mundo nuevo en nuestros corazones. Y ya que estamos diciendo viejos lemas queremos recordar también aquella vieja canción que entonaba aquello de que nuestros hijos nacerán con el puño levantao… aunque sea para sujetar el mando de la Switch.
Esta semana hablamos del movimiento de las radios libres en los 70 y los 80. Nos acompañan en el estudio José Emilio Pérez, historiador de las radios libres y autor de "La voz de las sin voz: el movimiento de radios libres entre la transición y la época socialista (1976-1989)" y también Mariano Sánchez, fundador de Radio Vallekas e histórico del movimiento de radios libres y comunitarias de la Comunidad de Madrid. Intervienen también en este programa Rosa Franquet, militante de Ona Lliure en 1978 que nos habla de aquellas experiencias pioneras y Jorge, desde Iruña, que lleva desde 1990 participando en Eguzki Irratia y ha participado en la coordinación de radios libres de Euskal Herria. El libro de Jose Emilio Pérez, "La voz de las sin voz" (Silex Ediciones, 2022) nos sirve como eje central de este programa que queremos dedicar a la historia de las radios libres en sus primeros años de funcionamiento en el estado español, durante la transición y la época socialista. Una historia de radios libres pequeñas, pobres, precarias y perras. Un largo recorrido cuyo inicio podríamos marcar en 1976, con el nacimiento en Madrid de la radio La Voz del Pobre. Con unas emisiones desde los márgenes que quizá no tuvieran una gran trascendencia en su momento, pero que pocos años más tarde darían lugar a la mítica radio madrileña conocida como "la Cadena del WC" (en realidad se llamaba Radio la Voz de la Experiencia de la Cadena del Váter), que petó audiencias y tuvo verdadero impacto en la juventud madrileña que se enganchaba noche si, noche también a sus emisiones. En el libro de Josemi, el relato acaba en 1989, coincidiendo con el momento en el que el gobierno del PSOE convoca un plan técnico que incluía un concurso de frecuencias obligando a todas las radios a cerrar antes de presentarse. Algunas no cerraron, otras si, algunas fueron multadas. De todo hubo. Menos licencias, claro está. Y así hasta hoy. El periodo 1976-1989 del que hablamos hoy comprende también otros hitos del movimientos, como el VI Encuentro de las Radios Libres en Villaverde, en 1983, donde nació el conocido Manifiesto de Villaverde del que ahora se cumplen 40 años, y también la agitación derivada de la campaña contra la entrada de España en la OTAN en el referéndum de 1986. Mariano Sánchez nos cuenta como Radio Vallekas nació aquel año. En 1986, en Vallekas encontrábamos el caldo de cultivo de los movimientos vecinales, la agitación política y sindical que impulsó el nacimiento de Radio Vallekas, en aquél momento vinculada al movimiento ecologista vallecano, que era muy cercano al Ateneo libertario. En aquellos meses los movimientos sociales de gays y lesbianas, antimilitaristas, políticos a la izquierda de la izquierda, vecinales y sindicales estaban movilizados en la campaña contra la entrada de España en la OTAN. La división informativa era muy patente en dos bloques perfectamente diferenciados: la oficialidad marcada por el Gobierno que defendía la entrada en la OTAN frente a todos los movimientos sociales donde las radios libres y fanzines tuvieron un papel protagonista en la articulación mediática del movimiento popular de resistencia a la OTAN. La historia ya la conocéis. El referéndum se pierde y España entra en la OTAN. Todo lo sucedido aquel año marca un antes y un después. La decepción en los movimientos sociales es grande, los medios de comunicación que se posicionaron contra la oficialidad quedan señalados y al año siguiente se aprueba la Ley de Telecomunicaciones que, en buena en parte, es represiva contra los medios alternativos. Al mismo tiempo que las radios afines al gobierno del PSOE salen beneficiadas, entre ellas principalmente el Grupo PRISA. El Plan Técnico que se ejecuta 3 años más tarde, en 1989, tiene mucho que ver con poner límites a las emisoras libres, que por otra parte se quedan sin licencias. El libro de Josemi tiene una clara centralidad madrileña, sobre todo en el estudio caso a caso de las radios de Madrid que incluye en su segunda mitad. Pero el movimiento de las radios libres tuvo presencia en muchos otros territorios, cada uno con sus particularidades. Por la diversidad y la extensión del movimiento nos es imposible retratar la historia completa, que es inabarcable, pero queremos aprovechar la ocasión para acercarnos al menos un poco a lo que ocurrió en los años 70 en Barcelona, con el nacimiento de Ona Lliure de la mano de Rosa Franquet, que lo vivió en primera persona, y también acercarnos a la Iruña de los 80 con Jorge, que lleva militando en radios libres pamplonesas desde 1986. Ona Lliure, fue el primer caso de radio libre en el estado español. En 1978 en el Ateneo Libertario de Poble Sec se hace una primera emisión con un emisor autoconstruido y a partir de 1979 comienzan las emisiones regulares dando voz a individualidades y colectivos que batallaban por un cambio real tras la dictadura. Allí estaba Rosa Franquet, que nos cuenta como miraban como referentes los movimientos de radios libres sobre todo en Italia y también en Francia, mientras intentaban coordinarse con otras emisoras que estaban naciendo en la ciudad de Barcelona y en otros puntos del estado, llegando a convocar los dos primeros encuentros estatales de radios libres en 1979. Jorge participa en Eguzki Irratia desde 1990. En Iruña hubo usa explosión de hasta 10 emisoras para una ciudad de 200.000 habitantes. La historia de las radios libres en Iruña empieza con Sorgiña Irratia y continúa con Radio Paraiso a comienzos de los 80. En unos años muy convulsos por el conflicto vasco y en un ambiente de nueva libertad agitada también por la explosión del punk, los gaztetxes, fanzines y la cultura del "háztelo tu mismo". De aquella historia Eguzki Irratia sería la emisora decana de las radios libres que siguen funcionando, fundada en 1982, acompañada por las cercanas Hala Bedi Irratia, en Gasteiz y Zintzilik Irratia en Orereta. Jorge nos cuenta que en 1986 se montó la coordinadora de radios libres de Euskal Herria, agrupando las distintas realidades de las radios libres y también con las de Iparralde, en el país vasco francés, que estuvieron legalizadas desde el primer momento, siguiendo el modelo habitual de las radios libres y comunitarias en el estado francés. La historia que contamos hoy es larga, tiene muchos matices en cada territorio y también continúa más allá de 1989. Los 90 fueron intensos, y las dos décadas que han transcurrido desde el 2000 han dado para mucho que contar, pero eso ya será en otro programa. O en otro libro de Josemi, si se tercia.
Esta semana os traemos un monográfico sobre energía democratizada y sostenible. Nos acompañan en el estudio Emilio Menéndez, de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Paca Blanco, de la Alianza contra la Pobreza Energética y Estanislao Cantos, activista del área de energía de Ecologistas en Acción. Hace ya tiempo que teníamos ganas de hablar de la energía. Así, en general, de la energía. Que es más o menos lo mismo que hablar de prácticamente todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Porque este tema es complejo y muy amplio. La energía, y la problemática que la rodea, tiene muchas dimensiones y todas ellas están muy estrechamente relacionadas. Haciendo un análisis muy por encima que nos ayude a situarnos, por una parte está la cuestión de la geopolítica, que incluye todas las políticas exteriores de los estados orientadas a satisfacer sus demandas insostenibles de energía para mantener el crecimiento de sus economías. Y también la política de bloques internacionales y sus constantes fricciones entre ellos para obtener ventajas competitivas unos sobre otros. Que si la Unión Europea por aquí, que si Estados Unidos por allá, China donde sea, Rusia para qué hablar, los países emergentes a ver por donde, los productores de petróleo con lo suyo, las tensiones en el Magreb y nuestras “alianzas” comerciales y ahora también políticas… y enmedio de toda esta escena cuchillos volando por todas partes, caras de póker y lo que podríamos llamar… “fidelidades volátiles”. No para la cosa ahí, una de las principales derivadas de estas tensiones geopolíticas es la pérdida de autonomía del estado español para regular el comercio de energía, acompañada de los efectos del proceso de liberalización de las compañías energéticas que se inició en 1997 bajo el gobierno de Aznar y que asentó en España un modelo que considera la energía un bien de consumo y no un recurso imprescindible para la personas. Y todo esto que estamos analizando desde una perspectiva política internacional, con el tema de la geopolítica, y nacional, con el tema de la liberalización de las energías, cae como una losa en el día a día de las personas. En la cotidianeidad se traduce en incrementos progresivos de la factura eléctrica, el gas, los combustibles y toda la cesta de la compra. Una situación que en los informativos se retrata como “unos puntos más de inflación” pero que en la práctica son mucho más que números: son muchas personas expulsadas de los recursos más básicos y empujadas hacia la pobreza energética. ¿Cómo podemos organizar la resistencia en este tema? Seguimos para bingo. Estamos hablando de un sistema que por el camino deja un rastro de destrucción ambiental provocado por un sistema absolutamente insostenible tanto por el volumen de energía que se produce como por la forma en la que se está produciendo. Hoy intentamos casar todos estos elementos geopolíticos, económicos, sociales y ambientales para comprender qué pasa en el juego de la energía, en qué punto quedan las personas y pensar un modelo energético democratizado y sostenible. Casi nada. Menos mal que en este programa estamos bien acompañados en la mesa. Dale al interruptor.
Esta semana os traemos el programa 300 de Barrio Canino. Una amalgama musical bipolar que pretende reflexionar sobre lo que es punki en 2023. Arte, rebelión y caos en la tercera década del tercer milenio. ¿Esto es punki o es muy heavy? Nos acompaña en el estudio Don Abel Arranz, que no exhibe ningún título que le acredite para hablar de esta cuestión, pero que sabemos que los tiene. Sabemos de qué pie cojeais. Porque si lleváis 300 programas de dos, tres o más horas ahí aguantando es porque cuando escucháis eso de que este programa está “bajo la dictadura del punk” os sale una sonrisilla. Porque estáis de acuerdo, porque estáis radicalmente en contra o porque estáis ya hartos de la tontería. Por acción o por omisión todos y todas vosotras estáis también bajo la dictadura del punk. Pero, como hablamos en el programa 202 con Tomás González Lezana, hablamos de punk, ¿pero qué punk? ¿de qué punk hablamos exactamente? Aquí empieza la discusión. ¿Qué es punki en 2023? ¿Es lo mismo que fue a finales de los 70? ¿Hay futuro o no hay futuro? Daos cuenta de que alguien que conociese el punk en 1977 y que le pillase con 20 años tiene ahora 65 tacos y está ya montando jaleo en la oficina de la Seguridad Social para que le apañen la pensión. Es más. Os encontraréis en los viajes del IMSERSO punkis convictos con sus crestas en una terracita de Benidorm cantando el hit imperecedero de Maria Jesús y su Acordeón a ritmo de pogo. ¡Pajaritos por aquí, pajaritos por allá, cara al culo cara al culo! Sin embargo, a pesar del paso del tiempo, o precisamente por esto, nosotros seguimos sin aclararnos. ¿Qué es punki? Los Lendakaris Muertos nos dieron una pista en su album “Vine, vi y me vendí” de 2008, con el tema “Eso no es punki” en el que nos hablaban de punkis marca registrada. Así que hoy hemos decidido reunir aquí al consejo de sabios punkis para que decida si esto que escuchamos hoy es punki, o si por el contrario es muy jevi. El punk es arte, rebelión y caos, ¿qué forma musical tiene eso hoy en día y qué formas ha tenido en las últimas décadas? Qué empiece el baile.
Después de un pequeño paroncillo de unos meses en el que hemos estado lidiando con otras cuestiones de la vida volvemos por aquí con el programa 298 en el que celebramos el 11 aniversario de Ágora Sol Radio y de Barrio Canino con un especial musical repletito de canciones con nombre propio. 298 programas, se dice pronto, pero os podéis imaginar la de horas lectura, de escuchar música, de leer batallitas nos ha llevado prepararlos. Y la de llamadas de teléfono, mensajitos de whatsapp y telegram y la de horas de viajes de metro que son estos casi 300 programas. Y la de horas en el estudio que nos ha supuesto. La de cervezas que han caído, la de humo que ha supuesto, la de folios que hemos gastado y la de teclas que hemos pulsado para escribir todos y cada uno de los guiones del programa, que ya os decimos que son bastante enciclopédicos, por si no lo habéis intuído aún. Bueno, y la de veces que hemos puesto perro, dog, can, chien, txakurra, gos y hasta Perry en los buscadores para encontrar la canción canina de cada programa. Todo eso tiene premio. Por supuesto la enorme cantidad de gente que hemos conocido, la experiencia y el aprendizaje que nos ha supuesto, la de amigos que hemos hecho por el camino… bla bla bla. Todo eso se queda pequeño al lado del premio mayor: que nos hagan una canción. Una canción dedicada a Barrio Canino. Al loro, «Barrio Canino, living la vida perra», perpetrada por El Chava. Será nuestra canción canina hoy, por supuesto. El hecho de que haya una canción con nombre propio, dedicada a Barrio Canino nos ha empujado a traeros hoy un programa monográfico musical de canciones con nombre propio dedicadas a personas en concreto. Unas para bien, otras para mal. Un poco de música con historias, que hoy nos apetece contar más brevemente de lo habitual, para amenizar el rato en esta emisión en directo desde el huerto comunitario de Adelfas, acompañar los olores que nos vienen de la paellita y celebrar aquí y con los que estáis al otro lado de la escucha el 11 cumpleaños de Ágora Sol Radio. A por otros 11.
Esta semana hablamos de la iniciativa legislativa popular por la recuperación de la Sanidad Pública que promueve la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS). En el estudio de Ágora Sol Radio nos acompañan Miguel y Natalia Flores, y por teléfono, contamos con la intervención de Antonio Gómez de Liébana, todos ellos de CAS. Mucho ha llovido desde la aprobación de la Ley 15/97 que permitió la entrada de las empresas privadas en la Sanidad Pública. Desde entonces hasta ahora las consecuencias son evidentes, el deterioro de la Sanidad pública es palpable: pérdida de camas hospitalarias, la precarización de los contratos, falta de personal y recursos en los propios centros. La externalización de los más diversos servicios asociados a la sanidad es salvaje y el adelgazamiento del servicio hacen que en la práctica sea insostenible ofrecer una calidad mínima para la sanidad pública ni tampoco unos plazos razonables para la atención de las consultas o la realización de pruebas médicas. La sanidad queda así convertida prácticamente en un servicio de beneficiencia, provocándose una situación en la que muchos ciudadanos se ven empujados a contratar seguros de sanidad privada, lo que políticamente sirve para justificar y retroalimentar la supresión de servicios de sanidad pública. En este contexto, la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad, CAS, con el apoyo de colectivos de todo el estado, presenta una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por la Recuperación de una Sanidad Universal, 100% Pública y de Calidad, para llevar a la calle el imprescindible debate sobre una situación de la sanidad pública, y sobre el modelo sanitario que necesitamos y que queremos. Para sacar adelante esta iniciativa y que sea tramitada es necesario recoger al menos 500.000 firmas. La ILP por la recuperación de la sanidad pública recoge 5 puntos básicos: - Atención sanitaria para todas las personas. Se propone una atención por parte del Sistema Nacional de Salud para todas las personas que se encuentren en el Estado, sin restricciones, independientemente de su situación administrativa. - Derogación de las leyes privatizadores y recuperación de los centros privatizados. Supresión de la Ley 15/97 y de todas las leyes privatizadoras impidiendo que las empresas privadas puedan acceder al sistema público. - Creación de un sistema público de farmacia y productos sanitarios, que garantice la fabricación de los medicamentos esenciales, vacunas y productos sanitarios estratégicos. - Recuperación y reforzamiento de la atención primaria, dotándola del 25% del gasto sanitario para que sea capaz de asumir sus funciones, descargando de esta forma la atención especializada y reduciendo el gasto sanitario total. - Atención sanitaria de los centros de mayores en manos del sector público, mediante la participación de profesionales de atención primaria y especializada necesarios, lo que solo será posible con un incremento sustancial de las plantillas. Tienes hasta septiembre 2022 para firmar.
Esta semana nos desplazamos con el estudio radioguerrillero hasta el Local Anarquista Magdalena. Aquí os traemos la charla sobre bibliotecas populares autogestionadas que tuvimos allí en la que participaron la Biblioteca Social Hermanos Quero (Granada), la Biblioteca Jesús Lizano (Fuenlabrada), la Biblioteca La Revoltosa (Alcorcón), la Biblioteca Carnaval y Barbarie (Vallekas) y el Local Anarquista Magdalena, anfitriones de este sarao biblio-radiofónico. Alrededor nuestro, quien más quien menos, todos tenemos bibliotecas. La gran mayoría de ellas dependen de administraciones públicas y algunas de ellas también de instituciones privadas variopintas, desde fundaciones de todo tipo hasta las denominadas obras sociales de entidades bancarias. Muchas de estas bibliotecas están dotadas de amplios fondos, otras hacen lo que pueden. Pero, en general, cuando se trata de buscar libros de contenidos sociales o políticos en los márgenes, o pertenecientes a editoriales pequeñas y autogestionadas es difícil encontrar lo que se busca. Ahí es donde nace la necesidad de otros modelos de bibliotecas, populares y autogestionadas que den cabida a otros contenidos fuera de lo habitual, a material autoeditado que se distribuye en circuitos alternativos o que se corresponda con temas políticos y sociales a la izquierda de la izquierda. Estas bibliotecas existen e intentan complementar lo que ofrecen las bibliotecas institucionales con fondos y actividades que no tienen cabida en ellas. Funcionan a través de colectivos autogestionados que subsisten como pueden para hacer funcionar estas bibliotecas, y no solo mantenerse funcionando, sino también mantener, renovar y actualizar sus fondos periódicamente. En la mayor parte de las ocasiones estas bibliotecas se albergan en locales (cedidos, alquilados u okupados) en los que tienen lugar muchas otras actividades. Porque la lectura, y todo lo que ocurre alrededor de los libros, no tiene por qué ser una actividad individual, bien puede ser colectiva a través de clubs de lectura, de puestas en común sobre los temas que contienen estos libros o charlas de presentación de nuevas publicaciones en las que se puedan intercambiar opiniones. Y así, bajo esta inspiración, es como nacen los proyectos que nos acompañan hoy en este episodio de Barrio Canino. Para este programa volvemos a desplazarnos con el estudio itinerante de radio libre para juntarnos en el Local Anarquista Magdalena, en el corazón de Lavapies, con una doble intención: por una parte para ofrecer actividad al local con lo que mejor sabemos hacer, que es juntarnos alrededor de unos micros para hablar e invitar a la peña a que hable, y que se sepa que Magdalena, y otros espacios similares están abiertos, siguen funcionando porque siguen siendo necesarios, más que nunca, si nos apuráis. Por otra parte para que conozcáis que, concretamente en Magdalena, no solo hay un espacio afín y una biblioteca social, sino que también hay un equipo de radio que en su día utilizó Cabezas de Tormenta y que actualmente utiliza, entre otros, el podcast Lluvia con Truenos, que por cierto podéis escuchar en Ágora Sol Radio y en unas cuantas radios libres más. Este equipo está a disposición de personas y colectivos afines que quieran hacer sus propios programas de radio. Y por cierto, en esta biblioteca también os encontráis el manual «Como hacer una radio» en el que participamos con Radio Guerrilla. Todo queda en casa. Pero esta semana no hablaremos solo del Local Anarquista Magdalena. Hay otros proyectos de bibliotecas sociales, populares, autogestionadas, libertarias o directamente anarquistas… no sabemos como denominarlas para que quepan todas bajo un mismo nombre. El caso es que están funcionando en diversos puntos de la geografía y hemos conseguido que se acerquen hoy para tener esta charla a modo de mesa redonda radiofónica. Hemos juntado a cinco: Magdalena (de Madrid Centro y anfitriones del sarao), la biblioteca okupada anarquista Carnaval y Barbarie (de Vallekas), la biblioteca La Revoltosa (de Alcorcón), la biblioteca libertaria Jesús Lizano (de Fuenlabrada) y la Biblioteca Social Hermanos Quero (de Granada). No están todas las que son, está claro, pero son todas las que están. En esta charla hablamos sobre cómo un colectivo puede autogestionar una biblioteca, qué tipo de fondos se encuentran en ella, cómo se consiguen los fondos de la biblioteca, cómo se catalogan, se prestan los libros y qué otras actividades ocurren en torno a los espacios que albergan estas bibliotecas. Y lo más importante, aprendemos una palabra nueva: tejuelo. Pasen y lean. Enlaces: - Biblioteca Jesús Lizano (Fuenlabrada. Biblioteca popular y club de lectura. https://fuenlabrada.cnt.es/biblioteca/ - Carnaval y Barbarie (Vallekas). Biblioteca anarquista okupada. https://carnavalybarbarie.noblogs.org/ - Biblioteca La Revoltosa (Alcorcón). Biblioteca popular y anarquista. https://bibliotecalarevoltosa.wordpress.com/ - Local Anarquista Magdalena (Madrid Centro). Centro de encuentro, biblioteca, librería, videoteca y centro de documentación. www.localanarquistamagdalena.org - Biblioteca Social Hermanos Quero (Granada). Biblioteca, librería, centro de documentación, archivo, espacio de encuentro y autoorganización autónomo. https://www.bsquero.net/
Esta semana os traemos un monográfico de pequeñas historias sobre la cara oculta de las guerras: deserción, compromiso y resistencia. Hablamos de la resistencia popular contra las guerras y particularmente de la deserción. Hoy nos acercamos a quienes viven las guerras desde el punto de vista de quienes las padecen, no de quienes las promueven, nisiquiera de quienes las combaten sirviendo a otros intereses más altos. Con la colaboración de Elros Alcarin, que nos acompaña en el estudio. A estas alturas tenemos claro que no nos apetece hacer el enésimo especial sobre Ucrania. Y también tenemos claro que nos asquea la OTAN, el discurso militarista de los Telediarios, el servilismo del gobierno de Perro Sánchez, la esencia caníbal del capitalismo y un sinfín de cosas más. Si es que es levantarnos de la cama, abrir la ventana para que entre el fresco y el aroma del asfalto madrileño al final de la primavera y los pareados nos vienen solos a la cabeza: “Putin, Biden y Macron, la misma mierda son”. Si queréis más decidlo, que tenemos una tonelada. En verdad no es soportable estar así todo el día, así que hemos decidido tirar por lo constructivo en este tema, si es que se puede. No hace falta ser un lince para darse cuenta de que cada guerra tiene dos caras. La de quien la promueve, la lucha, la vence o la pierde… y la otra. En la otra cara están quienes las sufren. Pero ojo, esta otra cara, la de los sufridores no es un grupo homogéneo. Hay quienes caen en una red de asistencialismo de una ONG, obtienen el estatus de refugiado por la vía rápida, salen en la tele y hasta se les facilitan papeles para trabajar por mecanismos exprés nunca conocidos. Bien por ellos. No vamos a decir que son privilegiados, porque su situación no es ni mucho menos deseable. Pero hoy queremos hablar también de los otros, los ocultos, los que no salen en ningún lado. Los que son expulsados de sus casas y después son rechazados en cualquier otra parte del mundo. Quienes obtienen como toda respuesta un hogar con alambres de espino sin los recursos más básicos. Porque no interesan a ningún gobierno. Porque se han quedado fuera del sistema. ¿Quién reivindica el papel de quienes se oponen activa pero pacíficamente a la guerra? ¿Quién honra la memoria de los desertores? Porque en una guerra, estar contra un bando no significa estar con el otro, ni apoyar al gobierno de turno tanto si es el agresor como si se le percibe como el agredido. Por mucho que se empeñen, en los tiempos más duros, tampoco nos creemos su discurso belicista, ni las guerras creadas por los intereses del capitalismo y por el orgullo de los estados-nación. Nosotros somos los desertores de todas las naciones, de todos los gobiernos, de ninguna guerra y de ningún estado. No somos la bandera blanca, somos la bandera negra. Somos Fernando Fernán Gómez gritando: ¡A la mierda! Pues eso. Hoy abordaremos el tema de la guerra sin entrar en los tópicos mil veces repetidos estas semanas en los medios de comunicación. Como siempre, vamos a intentar ir por la vía de servicio, así que hablaremos de ejemplos de autoorganización y resistencia popular en conflictos armados. Y también de deserción, porque nos parece uno de los actos más nobles, más difíciles y más reivindicables que puede hacer una persona en una guerra. Viajaremos a Belgrado en 1993 para conocer a Stasa Zajovic y las Mujeres de Negro y la Internacional de Resistentes a la Guerra con las que recordaremos la memoria del genocidio de Srebrenica, encontraremos a los desertores de Ucrania y también de la Guerra Civil Española, porque los hubo. Saltaremos los muros de la cárcel de mujeres de Ventas, en Madrid, durante la posguerra, acompañados de mujeres maquis, antifascistas y luchadoras que sufren la represión de los tricornios acharolados. Viajaremos al Yemen a encontrarnos con luchas que no son solo contra la guerra. Y de paso nos encontramos a Shoichi Yokoi, el último sargento del ejército imperial japonés, obedeciendo ciegamente durante 30 años las órdenes de nadie. Este programa arranca con un lema clásico de pintada, porque somos unos pancarteros: ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases.
Esta semana reflexionamos sobre el papel de la policía en la sociedad actual, al hilo de la publicación del libro «La Policía, un análisis crítico» del Colectivo La Plebe. Nos acompañan en el estudio Héctor C. García y Alfredo Olmeda, de la editorial La Neurosis o las Barricadas. La Policía es una de las instituciones que más claramente representan al poder establecido. Son los más claros y duros defensores de los intereses y del orden que promulga el poder político y económico. Tradicionalmente han sido percibidos como un cuerpo de oposición a las clases populares y trabajadoras, que solían mofarse de la policía, hacer chascarrillos acerca de la poca intelectualidad de sus miembros y ningunear su papel de protección por entender que servían, y sirven, a los intereses de los poderosos, no de los trabajadores. Sin embargo, en las últimas décadas esa visión beligerante de las clases populares hacia los cuerpos de seguridad, y especialmente hacia la Policía, se ha transformado sensiblemente. Hemos sido testigos de como la Policía ha ido ganando terreno en la vida pública sustituyendo papeles de cercanía que anteriormente no les correspondían. Desde las series televisivas que ensalzan el trabajo del policía y normalizan sus actuaciones, hasta los portavoces policiales que vemos a diario en los telediarios explicando con todo lujo de detalles como se ataja la criminalidad y tecnificando las actuaciones policiales poniendo nombres inverosímiles a sus operaciones, pasando por los community managers que manejan las cuentas del cuerpo de policía con lenguaje enrollado o los policías que van a colegios e institutos a hablar de educación vial, seguridad en redes sociales o cualquier otra excusa para lucir uniforme ante la muchachada. ¿Verdaderamente es necesario el discurso de un policía para que aprendamos a proteger nuestra privacidad en las redes? Todo este comportamiento no es azaroso. Transmitir cercanía y esa sensación de que se vigila el entorno por nuestra seguridad instala en muchas personas una "mentalidad policial" que desemboca en el actual discurso dominante sobre la seguridad y la necesidad de una sociedad más represiva. Pero, ¿represiva con quién? Al tiempo que se destruyen las relaciones de vecindad se reclama más vigilancia pública y privada en las urbanizaciones, los barrios y en un urbanismo que construye viviendas cada vez más cerradas sobre si mismas. Una garita aquí, un controlador 24 horas allá y el teléfono de la policía bien a mano por si aparece alguien sospechoso en una comunidad de vecinos en la que nadie conoce a nadie. El resultado es más policía en nuestros barrios imponiendo el orden. Un orden que no sirve a los intereses de quienes los habitan, sino de quienes los gobiernan. El perfecto caldo de cultivo para la gestación del racismo institucional, la represión a todo tipo de minorías y la saña contra cualquier forma de actuación que no cumpla con el orden impuesto, que en este caso nisiquiera tiene por qué coincidir con la ley. Este escenario de legitimación de la policía y de incremento del control se produce al mismo tiempo que los policías se reivindican como un cuerpo aséptico de funcionarios, profesional y separado de criterios políticos, cercano a la población, pero ¿qué otro grupo funcionario ostenta el monopolio de la violencia legal? ¿cuál es la proporción de personas de extrema derecha en este cuerpo? Para terminar el programa, una reflexión al hilo del libro sobre la Policía del Colectivo La Plebe: ¿es posible un mundo sin policía? ¿hay otros modelos de mantenimiento del orden no basados en lógicas punitivas? Preguntas sin una respuesta fácil, que no daremos en este texto. Os remitimos a la parte final del programa que publicamos aquí. Por último os recordamos que en Barrio Canino hemos dedicado varios programas a temas similares que os invitamos a recuperar: en el programa 88 hablamos sobre "Represión policial a los mediactivistas", en el programa 104 montamos una charla abierta sobre "Brutalidad policial en el contexto de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana" y también un expecial sobre "Montajes policiales" en el programa 141.
Los días 29-30 de abril y 1-2 de mayo tuvo lugar la Bienal Anarquista de Madrid 2022. En este programa recogemos íntegra la cobertura radiofónica que hicimos las radios libres en este evento. Fueron dos los espacios que acogieron la Bienal Anarquista de Madrid estos días atrás: la Fundación Anselmo Lorenzo (FAL) y el recientemente inaugurado Ateneo La Maliciosa. Fue en este último espacio donde instalamos el estudio radioguerrillero de las radios libres para hacer la cobertura de la Bienal. Para la ocasión, formamos una comisión radiofónica en la que intervinieron Raimundo (de Onda Expansiva Burgos), el Profesor Arkadio (de La Linterna de Diógenes), Steph (de Tomalatierra), Paulo (de En Franca Decadencia - Ágora Sol Radio) y también JuanFraner y JuanCar (de Barrio Canino - Ágora Sol Radio). Y así, durante 4 horas llevamos a cabo una retransmisión especial en directo con entrevistas a la organización del evento, a las editoriales que estaban presentes allí y a algunos de los ponentes de las charlas del evento. En este programa recogemos la grabación íntegra de esta emisión especial. Así empezamos hablando con Pedro, de la organización de la Bienal Anarquista, que nos cuenta como surge evento. Un espacio para compartir, que pretende conectar teorías y prácticas sobre lo horizontal y la disidencia contra las estructuras oficiales, materializándose en diversas luchas en las que se comparten aprendizajes y se construyen redes. Para ello se ha convocado a distintas editoriales y se han organizado charlas enfocadas a lo práctico, que recogen experiencias de lucha que demuestran que hay otras formas de hacer las cosas, construyendo otras realidades posibles. También hablmos con Piro Subrat, de la editorial Imperdible y autor del libro «Invertidos y rompepatrias: marxismo, anarquismo y desobediencia sexual y de género en el Estado español (1868-1982)». Piro nos habla de las situaciones que se viven actualmente en el ámbito de las editoriales libertarias y anticomerciales. El aislamiento durante la pandemia privó a las editoriales de la venta directa, provocándose una mala situación que posteriormente se ha visto agravada por el aumento del precio del papel y de los combustibles y también por el auge de las ventas online en las plataformas capitalistas. Rocío nos habla del Ateneo La Maliciosa. Un espacio recientemente inaugurado, hace escasamente un mes, que pretende ser un punto de encuentro para los movimientos sociales madrileños. La Maliciosa acoge las sedes de Traficantes de Sueños y de Ecologistas en Acción y un amplio salón para charlas, encuentros, presentaciones de libros y asambleas. Hablamos también con Juan, de la Fundación Anselmo Lorenzo (FAL), el otro espacio que también acoge la Bienal Anarquista. Esta participación se enmarca bajo las líneas habituales de trabajo de la FAL que pretenden fomentar la difusión cultural del movimiento libertario y la conexión entre la historia y las luchas actuales. Edu, de la editorial Cambalache, participó también como ponente en la charla «El negocio las fronteras. Frontex y la industria de control migratorio». Hablamos con él acerca de Frontex, la agencia de control de fronteras de la Unión Europea y responsable de las deportaciones. Se creó en 2004 y tiene un dispositivo cada vez más militarizado, con un presupuesto desbocado que se ha multiplicado por 50 en 15 años. El capitalismo, con Frontex a su servicio, tiene un papel ambivalente en el control de los flujos migratorios, que por una parte son restringidos cuando no pueden ser instrumentalizados por la Unión Europea pero que por otra parte se viste de solidaria y humanitaria permitiendo el paso a una minoría que trabaje y sustituya a la población cada vez más envejecida en Europa. Rubén Martínez y Helios Escalante, son los ponentes de la charla «Crisis climática, soluciones enfrentadas: propuestas verdes y luchas anticapitalistas». Hablamos con ellos sobre la crisis sistémica que estamos viviendo y la complejidad de una situación que no se puede abordar desde luchas parciales o sectoriales, sin tener en cuenta cuestiones más amplias e interrelacionadas a la hora de proponer soluciones globales. Por ejemplo, las acciones de las administraciones europeas para cambiar la política energética y descarbonizar nuestra economía podrían ser un proceso deseable, y sin embargo genera desigualdades sociales y sobreexplotación de los recursos en los lugares donde se extrae el litio y otros materiales necesarios para construir baterías y paneles. De fondo hay una cuestión que no ha cambiado nunca: el funcionamiento de la economía basado en un pretendido, pero imposible, crecimiento continuo y en lógicas acumulativas, que no cuestiona verdaderamente los pilares de un sistema insostenible y que deja al margen la cuestión social, laboral y la desigualdad territorial. Así es como vivimos bajo un funcionamiento atado a la lógica suicida del beneficio. Jose Manuel, de la Revista Salamandra, del grupo Surrealista de Madrid. Esta revista vuelve a ver la luz con su número 23-24 que ha tenido que esperar 6 años a ser publicada desde su anterior edición y que acumula 464 páginas. Todo un compendio ingente de textos que ha sobrevivido al encierro industrial del capitaloceno y que agutina textos y ensayos de pensamiento crítico y experiencias y acciones de propaganda por el hecho de lo maravilloso, y otros textos que abordan cuestiones como el colapso civilizatorio y la utopía. Entrevistamos también a Javi, de la editorial Irrecuperables. Un proyecto que recupera ensayos políticos sobre salud mental, principalmente en el ámbito de la antipsiquiatría. En un contexto actual en el que los conflictos mentales están más presentes en nosotros y nuestro entorno, fruto del individualismo y de la pérdida de las redes comunitarias que se suman a una cada vez más precaria situación material y económica. Todo esto quizá agravado por la pandemia, pero seguramente relacionado con cuestiones que ya estaban ahí de antes. Para terminar hablamos con Irene de la Plataforma Antidesahucios de Vallekas y con Jose de la Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC). Ambos han participado como ponentes en la charla «Barrio, vivienda y estrategias colectivas de apoyo mutuo», en la que también han participado el Sindicato de Barrio de Hortaleza y la Xarxa d'Estructures Populars y Comunitàries de Manresa. Nos hablan del barrio y la vivienda como unidades de trabajo y de la autoorganización desde abajo y el apoyo mutuo entre vecinos como herramientas, promoviendo la organización desde el barrio y para el barrio en asambleas de apoyo mutuo entre vecinos. Porque hay una cosa que está clara: la vivienda no es una problemática aislada, sino que está relacionada con muchos otros conflictos que engloban otras luchas. La necesidad de la vivienda muestra otras necesidades que van apareciendo de fondo, como temas de alimentación, educación y violencia de género, entre otros. Así, el sindicalismo de barrio es una defensa de las primeras trincheras para el sostenimiento de la vida digna: la vivienda y la alimentación. En Gran Canaria esta respuesta se ha articulado en torno a los Grupos de Respuesta Inmediata, que a la postre ha sido el germen del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria, que lleva a la práctica el anarquismo de barrio implicando a las redes de vecinos y a todo el entorno inmediato, porque el anarquismo es una cosa muy seria como para dejarla solo en manos de los anarquistas.
Esta semana hablamos de «Todo el odio que tenía dentro» y nos visita Servando Rocha, autor de este libro publicado por la editorial La Felguera, que recorre la historia del extrarradio madrileño desde la posguerra hasta la transición. El Madrid de la posguerra es una ruina. Esta historia comienza entre los escombros de los bombardeos y las precarias casas bajas del extrarradio rodeadas de auténticos barrizales. En este desierto de oportunidades, a comienzos de la década de los 60 confluye una generación de chavales criados en la periferia, llenos de odio y marginados de una ciudad que pretende sacudirse la destrucción dando paso al brutalismo y siempre bajo el yugo férreo de la dictadura franquista. El estreno de la película West Side Story les vuelve locos. Bailan en los pasillos del cine, empujan a la gente por la calle, roban coches y se parten la cara en peleas multitudinarias con otras bandas de la ciudad, mientras unos y otros, todos, huyen de la policía. Numerosas bandas juveniles proliferan en los barrios de Madrid, pero una de ellas es especialmente conocida en las comisarías, temida por los vecinos y la que más hostias reparte al resto de bandas: Los Ojos Negros, de Usera. Ángel Luis Telo, líder de la banda, una especie de cheyene castizo que hace de extra en películas de indios y vaqueros, es temido por todos. Una banda que acaba reivindicando haber sido los inventores del tirón, y de la que también forma parte de la banda Dum Dum Pacheco, delincuente juvenil y legionario que, tras sus pasos por la cárcel de Carabanchel, se acaba convirtiendo en uno de los boxeadores más conocidos de la época. El surgimiento del rock and roll, las matinales del Price, el concierto de The Beatles en Las Ventas en 1965, las primeras revistas musicales para greñudos, las motos, los pantalones de campana y las chupas dan unos aires de libertad a una generación marginada que se enfrenta más a la policía que al Régimen. Y a partir de aquí recorremos fragmentos de la historia del subsuelo de Madrid que forman parte de la vida de muchas personas pero que quizá no se habían contado explícitamente hasta ahora, con un hilo conductor que incluye bandas callejeras, chabolas, luchadores enmascarados, estiletes en botines, gorrillos legionarios, descampados, cadenas, mercheros, boxeadores, policías torturadores, falangistas rockeros, navajas, greñas, pijazos, bohemios, asesinos, terroristas a sueldo, y algunos nombres propios como Camilo Sesto, Ava Gardner, Leon Degrelle, Ray Davies, Torrebruno, Julio Iglesias, Nicholas Ray y Billy el Niño, entre otros. Del extrarradio madrileño durante la dictadura franquista no se ha hablado demasiado. Hay una historia oculta que pelea por emerger. No nos referimos a la acción directa de militares, falangistas, religiosos, oligarcas y demás. Ni a la represión violenta, el adoctrinamiento nacionalcatólico y el miedo. Es algo peor. Es la respuesta a todo esto, que nace entre las ruinas del último poblado de chabolas construídas entre los escombros de la guerra, en los límites marginales de la historia. Este libro nos demuestra que fue mucho más fácil integrar a las bases obreras de la república en el Sindicato Vertical, que controlar a aquellos primeros demenciales chicos acelerados a los que el rock hizo libres (aunque solo fuera por un instante). Además, Servando Rocha ya nos ha visitado en otras ocasiones. Podéis tirar de archivo para revisitar nuestro programa 7 que dedicamos a Ben Morea y los Motherfuckers, o el 74 en el que volvimos a vernos para hablar de La Facción Caníbal. En el 114 pusimos sobre la mesa a Burroughs, Kurt Cobain, Houdini, Sherlock Holmes y Alan Moore mientras que en el 122 rezamos el Catecismo Revolucionario, el libro maldito de la anarquía, por Bakunin y Nechayev. Por lo demás, aquí os traemos una pedazo de historia reciente de nuestro país como nunca nos la habían contado. Pasad, ocupad vuestros asientos. Esconded vuestras armas en los calcetines y preparad vuestras mentes para flipar.
Esta semana rendimos tributo a los cánticos de las manifestaciones y al soniquete de la revuelta que nos acompaña en las movilizaciones sociales y por eso os traemos este monográfico sobre canciones, lemas y ritmos que ponen sonido al conflicto social. ¡A las batucadas! Cuando la cacerola es el instrumento y la partitura es la pancarta, los cánticos se convierten en canciones. Y permanecen en la memoria rememorando la lucha de la que nacieron. ¿Quién cantó aquello primero? Como decía nuestro amado Chicho Sanchez Ferlosio poco importa la autoría cuando una obra se hace verdaderamente popular. En noviembre de 2010, el rapero Hamada Ben Amor, bajo el seudónimo de El General, publicó el tema «Rais Lebled» (Señor Presidente). En esta canción se recoge el sentimiento pre-revolucionario que se había instalado en buena parte de la población tunecina por aquellos meses y El General se dirige directamente al dictador tunecino Ben Ali instándole a abandonar el poder. La chispa prende. Estamos ante el surgimiento de la denominada primavera árabe. Algunas semanas más tarde la revuelta se extiende también por Egipto y allí, en plena Plaza Tahrir, es la guitarra de Ramy Essam la que convierte los lemas de las manifestaciones en canciones y la gente se levanta cantando "Irhal" (Vete), una invitación nada velada a que Hosni Mubarak abandonase el poder. Poco importó la detención del músico unos días más tarde cuando decenas de miles gritaban "Irhal, irhal, irhal...". Algo parecido, pero con distinto final, ocurrió 40 años antes en Chile. Tras la protesta conservadora de la marcha de las cacerolas la reacción contra el gobierno de Salvador Allende triunfó en 1973. Poco antes de la caída del gobierno Sergio Ortega y Quilapayún componían «El pueblo unido jamás será vencido» a partir de una variación del sexteto de Brahms. Había nacido un himno de las protestas que después escucharíamos traducido al tagalo en las protestas contra el colonialismo en Filipinas. También se tradujo al persa y se entonó en 1979 en Irán durante las protestas contra el Sha y también lo escuchamos en la revolución naranja de Ucrania en 2004, en la plaza Sintagma de Atenas y, volvemos a la primavera árabe, también en la Plaza Tahrir de El Cairo en 2011. Sin irnos tan lejos, por aquí también hemos oído himnos de lucha, ¿quién no ha cantado aquello de «Perros guardianes del orden y la ley, asesinos sueldo abuso del poder» en alguna manifestación? Siempre hemos tenido dudas de si Vómito tomaron estas líneas prestadas de alguna consigna, pero parece que fue al revés. La letra tuvo tanto éxito que ha pasado ya al acervo popular de cualquier manifestación antifa que se precie. Y también sin salir del estado español, resuena en nuestras cabezas «En el Pozo Maria Luisa», interpretada en cada lucha minera, como la tercera Marcha Negra que llegó a Madrid en julio de 2012, y también en recuerdo a los mineros fallecidos y como muestra de apoyo a sus familias en el accidente más grave ocurrido en la minería en las últimas décadas en el estado español, cobrándose la vida de 6 mineros en el pozo Emilio del Valle en Pola de Gordón, León en 2013. Paramos por un momento también en el Café Chinitas, un teatrillo o café cantante que inició su andadura a mediados del siglo XIX, en Málaga entre 1857 y cerrado definitivamente en 1937, por la autoridades municipales malagueñas en plena Guerra Civil. Allí se ponía letra a «Jornaleros Andaluces», canción que también escuchamos en su versión más feminista durante las huelgas del 8M en las plazas de Gijón. Y ya que hablamos de feminismos contamos en este programa también con la colaboración de Diane Fucsia y sus paisajes sonoros de las distintas huelgas generales del 8M estos últimos años en Zaragoza, de antes de la pandemia y durante. De allí nos llega el lema manifestante que más nos ha cautivado en mucho tiempo: «mi copa menstrual en la boca de Abascal». Insuperable. Seguimos viajando y nos encontramos en Glasgow en 1919 en plena batalla de George Square. Durante la huelga general los manifestantes entonan «The Red flag», que a la postre acabaría siendo adaptada como himno del Partido Laborista. En 1962, Leon Rosselson, un cantante y compositor folk, se encargó de poner los puntos sobre las íes con su ocurrencia de parodiar «The Red Flag», a la que rebautizó como «Himno de batalla del nuevo Partido Socialista», ridiculizando la pretensión laborista de seguir pasando por socialistas. En la última etapa de nuestro deambular por la música como vehículo de transmisión de la memoria histórica nos encontramos con el mismísimo Ennio Morricone poniendo sonido 50 años más tarde a la memoria de los anarquistas ejecutados Sacco y Vanzetti. En el horizonte hay negras tormentas agitando los aires así que hoy gritamos con fuerza: ¡¡A las batucadas!! Es hora de poner ritmo al conflicto social. ¡Qué suene!
Esta semana hablamos de Batallón de Mariquitas, el disco recopilatorio de música travesti y de la escena transformista de los 70 y 80. Nos acompaña en el estudio Daniel Gutiérrez que ha colaborado en la producción de este disco tirando de su inagotable colección recopilando estas joyas musicales del activismo por la liberación sexual. La gran mayoría de los artistas que aparecen en Batallón de Mariquitas ya han fallecido. Y muchas de estas grabaciones se han perdido o han caído en el olvido. Y ahí permanecerían si no fuera por la labor del documentalista Juan Sánchez y la producción de Daniel Gutiérrez, que nos acompaña hoy en el estudio. No solo las grabaciones, también queremos recordar la actitud golfa, perra y provocativa de unos artistas que, en una época muy compleja para estas cuestiones, ejercieron su activismo por la liberación sexual desde los escenarios, para un público que no en todos los casos estaba preparado para terminar de entender lo que estaba viendo. Más allá de los espectáculos de variedades, los freak shows de la época y el bizarrismo que acompaña a la escena, estamos ante unos claros representantes de la lucha por la liberación sexual en la España gris de los 70 y 80 a la que le costaba sacudirse la moral franquista y en la que la educación nacionalcatólica impregnaba todos los aspectos de la vida. Zasca, acción directa contra la moral bienpensante de la época. Y así escuchamos a Rafael Conde 'El Titi' hablar de las pintadas que te llegan al corazón y llenitas de razón: "Libérate, ser sexual no es un delito, no lo calles y lanza el grito, si estás vivo y no estás muerto a darle gusto a tu cuerpo". Y mientras Félix de Granada dice que ha oído que muy pronto las mariquitas tendrán que ir a la guerra y como medida de precaución está organizando un batallón de mariquitas que haga caso de lo que dice el comandante, por detrás y por delante porque usando vuestro cuerpo la misión es resistir. Y hablando de guerra Paco España pide guerra, con bata de cola arrastrándola por tierra, porque le pone como una perra y nadie le aterra. Parpadean los focos en el escenario y brillan las lentejuelas, las boas de pluma y se consumen las horas que quedan para que vuelva a amanecer mientras desfilan por el escenario Violeta la Burra, Fernando Vargas, Esmeralda de Sevilla, la Otxoa y el grandísimo artista polifacético Antonio Gracia José 'Pierrot'. Un auténtico festivalazo transformista que para terminar de entenderlo nos invita a echar un ojo más atrás aún en la historia de la represión sexual en el estado español desde el ámbito legislativo. 4 de agosto de 1933. El gobierno de Manuel Azaña presenta el proyecto de la Ley de Vagos y Maleantes que es aprobado en el parlamento. El objetivo era poner freno, represión mediante, a la criminalidad. Según el cuerpo de la ley se perseguirían «conductas antisociales» y de «dudosa moral». La prensa, sobre todo la de sucesos, y la sensacionalista, llevaban ya un par de décadas clamando contra lo que denominaban degradación moral en las grandes urbes. Es decir: la vida nocturna. Hubo gente que sí vio que esta ley buscaba perseguir y poner coto al hedonismo noctámbulo, la vida bohemia, los cabarets, los cafés… En fin, los sitios donde el pueblo llano, y parte de las élites burguesas, buscaban escapar de la rigidez moral del día a día. En 1954, concretamente el 15 de julio, el gobierno franquista hizo una pequeña modificación del articulado de la ley. Donde aquella hablaba de «rufianes y proxenetas», ahora decía «homoxesuales [literalmente], rufianes y proxenetas». El franquismo inaugura así la persecución, abierta y sin máscaras, de la homosexualidad en España, condenando a muchos miembros del colectivo a penas de prisión, trabajos forzados en centros de reeducación (como la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía) y «terapias» de conversión. En 1970 esta ley fue sustituida por la Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, que junto a los artículos 431 y 432 del Código Penal (lo que se conocía como «escándalo público»), fue su principal instrumento para perseguir a homosexuales y transexuales. La lucha de los colectivos LGBT+ de entonces junto al cambio social y cultural que trajo la apertura del país con el boom turístico, consiguió que la ley fuese modificada en 1979, eliminando la alusión a actos de homosexualidad. ¿Significó esto que los gays, lesbianas y transexuales iban a dejar de ser perseguidas? Ni remotamente. Las palabras de Félix de Granada del tema que abre el disco Batallón de Mariquitas son esclarecedoras: «Mira como ha cambiado todo con la democracia. Ahora petardeamos a gusto, y encima nos pagan» Y luego sigue: «Una noche estando en Madrid en el drugstore de Fuencarral, llegó el furgón de la policía y, oye, no se escapó ni una mosca». Por ejemplo, la amnistía de 1976 no incluyó a las personas homosexuales y, aunque tras 1979 no se les podía perseguir abiertamente, el delito de escándalo público se seguía aplicando con una llamativa generosidad contra los y las miembros del colectivo. Hasta la modificación del código en 1983 y la derogación de los citados artículos en 1989, los miembros del colectivo LGBT+ no pudieron vivir cierta «normalidad». ¿Qué hacían mientras tanto gays, lesbianas y transexuales? Pues vivir. Ocultando más o menos su sexualidad, con mejor o peor fortuna. Los tiempos de cambio que soplaban en los setenta hicieron que cada vez más gente se hartase de persecución y ocultamiento. Y siguiendo la estela de los espectáculos de variedades y transformismo de las primeras décadas del siglo XX en España, muchos decidieron hacer alarde de su condición sexual con descaro. Presumiendo de pluma, con orgullo y mucha valentía, porque Franco seguía vivo y firmando sentencias de muerte. Como dice Juan Sánchez, responsable de la documentación y los textos que acompañan a este recopilatorio «esta era la forma de acción directa que surgió en ese momento entre los que se dedicaban al espectáculo». Un legado artístico que por fin ha abandonado las cubetas de los coleccionistas de cassettes y vinilos rescatado para componer este batallón de mariquitas que obedece siempre al comandante, por detrás y por delante. Que empiece la fiesta. Y como diría la Esmeralda de Sevilla: ¡Niñas, al salón!
Aquí os traemos "Armas de estado: las mil caras del verdugo", un compendio de relatos y canciones sobre instrumentos de control y represión utilizados por el Estado contra la población. Son muchos y muy variados, unos legales, otros encubiertos. Unos directos, otros sutiles. Todos crueles. Este es el programa que aportamos Barrio Canino en directo desde El Local de la Ribera, en el barrio del Zaidín en Granada, durante la celebración del 10º aniversario de Radio Almaina, junto a otros programas de Ágora Sol Radio, Radio Vallekas y la emisora granaína. No es la primera, ni la segunda vez que visitamos Granada por motivos radiofónicos. El 30 de enero de 2016 participamos en el encuentro radiofónico Almaina al Sol, en la Sala Apeadero, en el barrio del Realejo. Allí hicimos nuestro programa 173, “Armas de Barrio: las armas de la revuelta”, en un choque radiofónico con el programa que entonces se emitía en Almaina, Revuelta Juvenil en Mongolia. En aquel programa dábamos un repaso a los instrumentos de la revuelta, las armas del barrio. Navajas, bates de beisbol, puños americanos, cócteles molotov y hasta caucho quemado. Hubo de todo un poco. En esta ocasión para celebrar los 10 años que cumple Radio Almaina golpeando el dial granaíno os queremos traer un programa que es continuación de aquel. La continuación no, más bien la cara B. Hoy traemos aquí “Armas de estado”. Un conjunto de relatos y canciones que recorren los instrumentos de dominación del Estado sobre la población. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, una bandera (u otra), el Poder Judicial, la heroína, las "armas no-letales" con las que se ejerce el uso legal de la violencia, la iglesia y hasta el heavy metal. Son solo una pequeña muestra de las mil caras que tiene el verdugo. Un programa de radio para escuchar con tricornio acharolado y bigotito imponente.
Esta semana hablamos de sindicalismo de barrio como forma de autodefensa laboral contra la precariedad y nos acompañan en el estudio Dani, Joaquín y Lucía de ADELA, el grupo de autodefensa laboral de la asamblea de Carabanchel. Hace 6 años, en el contexto de una oleada especialmente represiva con la aprobación de la Ley Mordaza y el aumento incesante de la precariedad laboral, nació ADELA, el Grupo de Autodefensa Laboral de la Asamblea de Carabanchel. Desde entonces hasta hoy han seguido trabajando y creciendo bajo la idea de funcionamiento de un sindicato de barrio en el que las trabajadoras afrontan sus conflictos laborales bajo los principios de solidaridad, acción directa y apoyo mutuo con las personas que tienen más próximas, en su propio barrio. Es habitual en los movimientos sociales afrontar luchas de todo tipo, en defensa de la sanidad, la educación pública, feminismos, distintas versiones del ecologismo y luchas internacionalistas, por poner algunos ejemplo. Sin embargo también somos conscientes de que en los últimos años se han dejado de lado las luchas laborales, precisamente uno de los ámbitos en el que más han retrocedido los derechos de la clase trabajadora. Y no descuidamos el detalle de que la situación laboral es el punto de partida del deterioro y precarización de las condiciones de vida de las trabajadoras. Muchos de los problemas que enfrentan otras luchas tienen el origen en problemas laborales, pérdida del salario o del empleo. En ADELA, y en otros sindicatos similares que están naciendo en otros barrios de Madrid, como Moratalaz y Hortaleza, se organizan poniendo en valor las relaciones de vecindad, juntando trabajadores de un mismo barrio y no por gremios, como suele ser habitual en los sindicatos. Al actuar en lo local, desde los barrios, se tiene una mayor facilidad para 'sancionar' aquellos comercios, tiendas, talleres, cadenas... que no cumplen los derechos laborales, que tienen un conflicto con un sindicato, que declaran despidos o que vulneran los convenios. Están en nuestras calles, consumimos en ellos y podemos dejar de hacerlo, conocemos a gente que trabaja ahí. Potenciar la solidaridad, acudir a los piquetes, avisar por las redes de comunicación de los barrios, llamar al boicot, convencer a nuestras vecinas de no comprar ahí, usar sus paredes como tablones informativos de las acciones es mucho más efectivo cuando se hace a nivel de barrio. Llevan a cabo las mismas prácticas de apoyo mutuo mostradas en las plataformas de vivienda y "stop deshaucios", pero aplicadas a las luchas laborales. ADELA llevan 6 años funcionando y celebran asambleas en su barrio cada 15 días, algunas presenciales y otras telemáticas. Y además organizan las Jornadas de Autodefensa Laboral (JALEO). Solo el pueblo salva al pueblo.
Esta semana os traemos un choque radiofónico con nuestras compas de Sobredosis de Soma, de Radio Almaina, en el que hablamos de punk, oímos punk, olemos a punk y sabemos a punk. Directamente desde Granada, recibimos en el estudio de Ágora Sol Radio a la peña de Sobredosis de Soma, que en su programa 3x05 nos proponen hablar de la "dictadura del punk", así a bocajarro. Aprovechamos la circunstancia para invitar al estudio a David Álvarez, director del documental «Lo que hicimos fue secreto», sobre la historia del punk en Madrid, y ahora también doctor en punk. Y con estos mimbres arranca este coloquio musicoso en el que repasamos los orígenes del punk, desde sus propuestas más estéticas y contraculturales hasta su evolución hacia la autogestión y su aproximación a las ideas libertarias. En este camino de rosas lo que más abundó fueron las espinas. La marginación y el afán de autodestrucción mermaron una generación entera que empezó bailando a ritmo de pogo y acabó enterrada bajo la heroína. Muy lejos queda el 77, y el momento en el que Crass lo rompieron todo mostrando el camino hacia la autogestión, y también el surgimiento de la escena hardcore en Estados Unidos, y la aparición del movimiento Riot Grrrl, y la creación de las primeras discográficas de punk en el estado español, y del momento en el que Sin Dios sacaron su maqueta «...Ni Amo» emparejando inevitablemente el hardcore con las ideas libertarias a este lado del Atlántico. El movimiento de okupación, el auge del antimilitarismo, las distribuidoras alternativas y los festis en los grandes centros sociales echaron más leña a una hoguera que en algún momento pareció que iba a acabar en un gran incendio. Ahora, oliendo a humo y mirando los rescoldos de aquella chasca, nos hacemos la gran pregunta: ¿dónde está el punk hoy? Las guerras culturales han tenido mil batallas. La del punk fue cruenta. Y el reguero de influencia que dejó tuvo de todo, luces y sombras. Pero no podemos poner en duda que durante alguna que otra década el ruido y el baile salvaje nos invitó a la revuelta, a la autogestión, a luchar contra toda autoridad y a cambiar el sistema. Ahora, en los inicios de la tercera década del tercer milenio, buceamos entre la vanguardia musical de la peña más jóven y descubrimos toneladas de individualismo, comercialismo a topor e hipersexualización del mensaje y la estética. El neoliberalismo avanza en su cruzada por individualizar y desproblematizar el mensaje de la cultura, mientras a nosotros se nos queda una tarde perfecta para escuchar a La Polla Records, Crass, Black Flag, Vómito, Sin Dios, Bikini Kill, Accidente, Aerobitch, L'Odi Social y otros tantos. ¿Hay futuro o no hay futuro?
Esta semana hablamos del libro Afrohuellas: "africanos y afrodescendientes publicando música desde tierras españolas". Y nos acompaña en el estudio Daniel Escudero Cana, autor de esta obra monumental. África. Tan cerca y tan lejos. La tenemos ahí, a tiro de piedra y sin embargo es una completa desconocida para la mayoría de nosotras. En todos los aspectos. Geografía historia, política… y las artes. O sea, que a nosotras que nos encanta la música no tenemos ni puñetera idea de lo que se hace en el continente que tenemos ahí al lado. Y ahí aparece Daniel Escudero con Afrohuellas debajo del brazo, un libro enciclopédico que repasa la actividad de más de 200 artistas africanos o afrodescendientes que han publicado su música desde tierras españolas, pasando por distintas épocas y géneros y haciendo referencia a más de 700 obras musicales publicadas, con cientos de carátulas de los discos que se reseñan. En resumen, un libro que no te acabas de leer en la vida, porque si lo haces bien, como hay que hacerlo, repasando las fichas de los artistas acabarás yendo a la plataforma que sea a escuchar, y luego te encontrarás con los artistas relacionados, y luego otras fichas del libro, y así acabas en un no parar de descubrir música. Unos pocos de esos artistas nos los trae Dani Escudero en este programa. Y también nos trae el relato de lo que ha sido la música africana en las últimas décadas en nuestro país. Festivales, discográficas, medios de comunicación, artistas que vienen y van, garitos y lugares públicos. De todo ha habido, aunque para el gran público siempre ha pasado desapercibido. ¿Por qué África? Es chungo cuando lo piensas porque África está tan enraizada en nuestra cultura que ni siquiera nos damos cuenta de que está ahí. Y estas raíces se remontan tan atrás en el tiempo, que ni siquiera existía España como nación (con perdón): podemos viajar al siglo VIII y la conquista y anexión de Hispania por los árabes; o podemos ir más atrás, al comercio (y al tráfico de esclavos) de las provincias romanas con África. Ahí está el germen del intercambio entre la península y el continente africano. Un intercambio que no ha cesado en ningún momento, sino que se perpetúa a lo largo de los siglos, más recientemente con el colonialismo europeo en África, del que España también participó, y que incluso se intensifica más aún en estas últimas décadas de globalización y migraciones forzadas. Este intercambio humano, aún con las relaciones desiguales de poder y coloniales que se establecieron, significa un intercambio artístico, científico y cultural. Y de eso hablamos en este programa: de las huellas de África en el Estado Español moderno, de las afrohuellas que los africanos, africanas y afrodescendientes han dejado y están dejando en la música de aquí. Se lo hemos puesto muy difícil a Dani porque de todo el maremagnum de artistas que hay mencionados en Afrohuellas (200 artistas y más de 700 referencias musicales publicadas) le hemos pedido que nos traiga 12 canciones, solo 12 canciones, para ilustrar este programa. No pretendemos coger el todo por la parte, como se suele decir, pero si intentaremos que os pique el gusanillo para conocer un poco más la enormidad de la obra de la que estamos hablando y profundizar un poco más en el conocimiento de la música que nos llega con vinculación a África, muchas veces hecha desde nuestro propio territorio. Empezamos este viaje musical por los ritmos de las tierras africanas. Para nosotros empieza hoy. No sabemos cuando acabará.
Esta semana rendimos homenaje a Lee Perry, el gran músico y productor jamaicano fallecido recientemente. Una de las figuras más grandes e influyentes en el devenir de la música en las últimas décadas en diversos géneros, desde el reggae, hasta el rap o la electrónica. Esta semana transicionamos: del ladrido del perro al rugido del león y de la dictadura del punk a la dictadura del dub. Perry fue genio y genial, también estrafalario y polémico, yendo siempre por la vía de servicio de la cordura, lo que le permitió trabajar el sonido como nadie lo había hecho antes. Una especie de mago en el estudio, o de druida, con poción mágica incluída. Decía Keith Richards que «Lee Perry es el Salvador Dalí de la música». Este programa, ya decimos, es nuestro homenaje y también un ejercicio para intentar comprender su enorme legado y, en la medida de nuestras posibilidades, también difundirlo. ¿Por qué este homenaje? Porque Lee Perry nos ha acompañado con sus grabaciones durante décadas en nuestro camino por disfrutar y entender la música, tanto directamente en los discos que ha participado como indirectamente a través de las bandas a las que también ha influenciado y que nos han hecho disfrutar igualmente. Pero nos dejó hace unas semanas. El 29 de agosto de este año fallecía en el hospital Noel Holmes de Lucea, una localidad cercana a Negril, en el noroeste de la isla de Jamaica. Ya hemos hecho otros monográficos sobre bandas, y aunque siempre quedan cosas fuera y es imposible resumir la vida de alguien en dos horas. En el mejor de los casos más o menos logramos hacernos una idea de la dimensión del artista. Pero en esta ocasión sí que nos vamos a quedar muy muy muy cortos. Perry es un artista muy prolífico y su trayectoria se ha extendido durante décadas. Su discografía es prácticamente imposible de compilar, porque muchas veces trabajaba como ‘negro’, es decir, sin estar acreditado. Se le conoce fundamentalmente como productor, intérprete e ingeniero, pero en realidad ha pasado por todas las facetas del mundo del bisnes musical. Ha prensado, distribuido y vendido discos. Ha producido, arreglado, grabado, mezclado, compuesto y cantado infinidad de canciones. Decir que ha participado en miles de discos no es exagerar. Otro dato: La biografía oficial escrita por David Katz, «People Funny Boy», es de casi 500 páginas de letra menuda e interlineado sencillo. Y el propio autor dice en el prólogo que le da la sensación de haber arañado la superficie de Lee Perry. Quizá sus trabajos más populares están ligados a artistas de renombre, como Bob Marley, Junior Murvin o The Congos, sin comernos de vista las colaboraciones con The Clash, Beastie Boys o el mismísimo Paul McCartney. Pero quizá donde más explotó la creatividad incontenible de Lee Perry fue en las infinitas horas de grabación y remezcla con su banda, The Upsetters, en el estudio Black Ark. Y no nos comamos de vista su trabajo en las últimas dos décadas, ya convertido en una figura viviente de la historia de la música, colaboró con decenas de artistas aprovechando la potencia de los estudios digitales de los que no gozó en su juventud, con la misma creatividad y locura de la que hizo gala durante toda su vida. This is dub revolution.
Esta semana hablamos sobre de los grupos de hombres que trabajan el tema de la masculinidad desde la perspectiva de la construcción de relaciones equitativas con las mujeres. Nos acompañan en el estudio David y Pablo, del grupo de hombres antipatriarcal del colectivo Kontracorriente, en Villa de Vallekas. Contamos también con la intervención de Olmo Morales, hablando de los talleres sobre relaciones igualitarias que lleva impartiendo desde 2011, y con Hilario Sáez que nos habla de la convocatoria Sevilla #21oct21 que incluye el foro internacional sobre masculinidades y justicia de género y la manifestación de hombres contra las violencias machistas convocada en Sevilla para el día 21 de octubre. Desde hace unos años venimos hablando de que el feminismo se ha instalado como un tema transversal en los movimientos sociales. En cuanto rascas un poco llegas a una conclusión facilona: el feminismo no es cosa solo de las mujeres, también de los hombres. Esto, ahora, nos parece muy obvio. Acabar con el machismo no es una tarea épica que deban desempeñar las mujeres. El machismo no es un monstruo etéreo que vive en el espacio y que cuando asome la gaita habrá que acabar con él. No. El heteropatriarcado está dentro de nosotros, en nuestra educación, en nuestra cabeza, incluso en el subconsciente que desata comportamientos manifiestamente machistas que consideramos normales hasta que un día nos da por pararnos a pensar y hacernos preguntas básicas: ¿qué es ser un hombre en 2021? Acabar con el heteropatriarcado es una tarea que implica necesariamente que los hombres hagan este trabajo: replantear la masculinidad lejos de privilegios y transformarla en comportamientos más respetuosos, integradores y equitativos con todas las personas de nuestro entorno. David y Pablo forman parte del grupo de hombres antipatriarcal del colectivo Kontracorriente, en Villa de Vallekas. Este grupo surgió a raíz de la huelga feminista de 2018, cuando muchas de las mujeres del colectivo demandaban un punto de cuidados para poder llevar a cabo la huelga. A partir de entonces el grupo continúa su trabajo planteándose temas como las emociones en las relaciones entre hombres o la relación con la sexualidad, además de desarrollar varias campañas para crear espacios seguros en las Fiestas de Villa de Vallekas o la sensibilización sobre estos temas a través de un Machímetro. Olmo Morales participa en grupos de hombres desde 2005, cuando empezó su participación en el grupo de hombres de Lavapies. A partir de 2011, a través de la comisión de feminismos del 15M, monta también talleres de hombres, que luego se han prolongado en el tiempo y profundizando en los temas que trabajan. Estos talleres se imparten actualmente en diversos espacios de igualdad, e incluyen temas como la creación de espacios de confianza y seguridad y también sobre el descubrimiento de los privilegios masculinos y los micromachismos. Un trabajo en varias sesiones que pretende sacar a la luz las ideas del yo que están detrás de ciertos relatos y que pueden ayudar a construir relaciones equitativas con las mujeres de nuestro entorno derribando la idea de predominancia y privilegios que hay tras el concepto clásico de masculinidad. Y cerramos el programa hablando con Hilario Sáez Méndez, presidente de la Fundación Iniciativa Social, y miembro del Foro de Hombres por la Igualdad y de MenEngage Iberia, con quien hablamos de la convocatoria Sevilla #21oct21 que engloba varios eventos en la capital andaluza para estos días. Por una parte la organización del Foro Internacional sobre masculinidades justicia de género, por otra parte el encuentro europeo de agendas feministas sobre hombres y masculinidades y para terminar la Manifestación de Hombres contra las Violencias Machistas. Esta manifestación está convocada por Hombres por la Igualdad y tendrá lugar el 21 de octubre de 2021 en Sevilla en conmemoración del 15 aniversario de la marcha que tuvo lugar en 2006 por el mismo motivo.
Cumplimos 10 años. 284 programas haciendo el perro y ladrando desde las radios libres. Una década sin crítica ni público, acumulando derrota tras derrota... hasta la victoria final. Junio de 2011, plaza del Carmen de Madrid. Una soleada tarde de las que anuncian el principio del verano. Allí en un corro sentados en el suelo nos presentamos en la asamblea de Ágora Sol Radio, que por entonces llevaba funcionando escasamente 3 o 4 semanas. "Hola, queremos hacer un programa de radio en esta emisora. Se va a llamar Barrio Canino. ¿Barrio, qué? Ca-ni-no, de perro". Unas pocas semanas más tarde estábamos en el estudio de Ágora Sol Radio, listos para hacer nuestro primer programa. Difícilmente podríamos haber imaginado aquella tarde que 10 años más tarde escribiríamos estas líneas contando que llevamos 284 programas y que hemos pasado cerca de 1000 horas en directo, y otras cuantas miles escribiendo guiones, buscando música, leyendo y aprendiendo constantemente para hacer este programa semana tras semana. Vosotras no lo sabéis, pero cuando los componentes de Barrio Canino nos despedimos después de cada programa, antes de irse cada mochuelo a su olivo, nos damos un abrazo y siempre decimos la misma tontuna: "otro éxito de crítica y público". Una ironía al destino, porque en realidad nunca nos ha importado la crítica y nuestro público es escaso. Lo tenemos claro: nunca hemos sido un programa orientado a las mayorías, y en nuestro camino vamos cosechando fracaso tras fracaso... hasta la victoria final. La radio desde abajo es así. Y así nos gusta que sea. En esta década de radios libre hemos conocido a muchísima gente que habéis pasado por el estudio y nos habéis contado de todo. Muchos de vosotros os habéis quedado y ahora formáis parte de una enorme jauría a la que llamamos 'la familia canina'. Por el camino resulta que también hemos conseguido una modesta audiencia. De vosotros si que estamos orgullosos, de vuestra paciencia al otro lado de la escucha. Esta semana celebramos todo esto con un puñado de canciones y de historias, como no. Cuando Emma Goldman dijo aquello de que "si no se puede bailar no es mi revolución" a nosotros nos condenó para siempre porque entendimos que si estamos en revolución permanente no debíamos parar de bailar jamás. Esta semana solo con una restricción: toda la música que suena en este programa es de la última década. Solo canciones que hayan sido publicadas después del nacimiento de Barrio Canino. Perros somos y en el camino nos encontraremos. Somos jauría. A por otros 10 años.
Aquí os traemos el programa especial que hicimos con motivo del 10º aniversario de Ágora Sol Radio. Una emisión en directo desde el Huerto Comunitario de Adelfas, en el barrio de Retiro Sur, en la que nos reunimos en torno a los micrófonos a unos cuantas personas que han formado parte de la historia de esta radio libre durante esta década. No son todos, hay muchos más. Pero aún así juntamos a una buena jauría. Nos acompañan en este programa Rafa Malas, Mariana (del Pasajero en Seco, Conexión de Tejidos, Salto al Vacío), Fernando Moraño (de Bipartidos de Risa), Claudia y Fran (de Ágora Pulp), Laura Gaelx (de Sangre Fucsia), Edu Yuguero (Historias normales...) y el gran Paco Canino.
Ágora Sol Radio cumple 10 años. Mayo 2011, mayo 2021. Un largo recorrido de radio libre, autogestionada y asamblearia que, desde Barrio Canino, celebramos junto a mucha gente con la que hemos compartido aventuras, subidones, frustraciones y desvelos. Esta semana hablamos con Radio Klara, Radio Bronka, Radio Topo, Radio Vallekas, Radio Argayo y Zintzilik Irratia. Un puñado de radios libres que nos han acompañado esta década, y que nos acompañarán también en la siguiente. La historia de de Ágora Sol Radio es una historia colectiva, escrita con muchas manos, por muchas personas que han pasado por la emisora haciendo sus programas y por otras que han participado como colaboradores e invitados en estos micros. Esa historia la contaremos en algún otro momento. Esta semana nos centramos en las radios libres que también nos han acompañado. Radios hermanas, amigas, e incluso alguna gemela también hay por ahí. Un ecosistema de comunicación libre que sigue teniendo todo el sentido del mundo en la tercera década del tercer milenio y cuya experiencia acumulada en la guerrilla de la comunicación nos guía y nos ayuda a muchas otras emisoras a seguir emitiendo y funcionando de forma autogestionada, al margen de intereses comerciales y políticos. Desde Valencia hablamos con Manolo Totxa, que nos cuenta que Radio Klara surgió a partir de unas jornadas libertarias que organizó la CNT en 1979 en las que se debatió la necesidad de contar con medios de comunicación propios. Ahí se evidenció el papel de las radios libres para comunicar las ideas de colectivos e individualidades sin presencia en otros medios de comunicación. Y así fue como en marzo de 1982, desde una cocina en Montcada, cerca de Valencia, comienzan las emisiones de Radio Klara, 'lliure i llibertària'. Y después de tres cierres, dos de ellos con el PSOE y uno anterior con UCD, movilizaciones, roturas de precintos de los emisores, y mucha pelea para poder sacar la radio adelante, finalmente se consigue una licencia para emitir legalmente en FM desde los años 90, convirtiéndose en la única radio libre del estado español que dispone de ella. Desde Zaragoza, hablamos con Jose, de Radio Topo, una radio libre que emite en el 101.8FM de Zaragoza desde 1993 y que forma parte de una tradición de radios libres que ya había empezado antes en esta ciudad. Antes que Topo, en Zaragoza estuvo Onda Borde, otra emisora que duró poco tiempo y de la que alguno de sus integrantes pasaría posteriormente a Radio Topo. Y ahí siguen. La historia de Radio Topo, como la de muchos otros movimientos sociales, se escribe en carteles y actas en los que se evidencian muchos años de mucho trabajo en los que han estado permanentemente en construcción. Desde Radio Topo conciben las radios libres como herramientas para la comunicación y el trabajo diario de muchos colectivos sindicales, ecologistas, culturales, feministas, y personas individuales de todo tipo. Encaminándose ya hacia su 30 aniversario, Radio Topo pelea por seguir adelante, okupando las ondas, dando voz a los sinvoz y seguir siendo un espacio colectivo para el debate, la agitación, el conocimiento, la revolución y, por qué no, también para la diversión. En este programa vamos también a Barcelona para hablar con Fernando Torres de Radio Bronka, radio libre que emite en el 104.5FM de Barcelona. Esta emisora surgió en 1987 impulsada por asociaciones vecinales y tiene sus raíces en el movimiento libertario barcelonés, vinculada también al movimiento de okupación, colectivos autónomos y antiautoritarios de esta ciudad. En 2017, coincidiendo con el 30 aniversario de la emisora, pararon las emisiones. Fue un autocierre para repensar el proyecto y recobrar fuerzas. Tras 1000 días sin emitir, en marzo de 2020 retomaron las emisiones, coincidiendo precisamente con el confinamiento más duro de la pandemia. Ester, desde Cantabria, nos habla de Radio Argayo, una radio libre que apenas acumula un año de funcionamiento. La idea de montar la radio surge febrero de 2019, en la que un grupo de amigos con muchas ganas, pocos medios y ninguna experiencia se proponen crear una radio libre. Tras el desahucio y posterior fallecimiento de una vecina se crea un podcast para conmemorar su memoria. Un podcast que acabó siendo un programa de radio y que acabó creando una emisora completa, todo de golpe. Pocos meses más tarde el proyecto toma forma y ya en 2020 se forma Radio Argayo, que a día de hoy cuenta con 7 programas, se gestiona con una asamblea siguiendo los principios de las radios libres, con funcionamiento autogestionado y ya se están planteando la emisión en FM. Y de vuelta a Madrid, hablamos con Álvaro Lorite de Radio Vallekas, emisora que emite en el sureste de Madrid en el 107.5FM desde 1986, impulsada inicialmente por los movimientos ecopacifistas y vecinales muy activos por aquella época en el barrio. Una trayectoria de más de 3 décadas con un funcionamiento basado en subvenciones y que al cabo del tiempo les llevó a acumular una deuda de 250.000€ con la empresa pública propietaria del local donde estaba ubicado el estudio de la emisora. Esta situación ha provocado que este mismo año la emisora tuviera que abandonar el local desde donde emitían, y que desterrasen el modelo de funcionamiento anterior, intentando mantener la emisora bajo principios de continuidad y supervivencia. La idea es que la radio continúe y que los colectivos de Vallekas sigan teniendo unos micrófonos para dar voz a las numerosas luchas que se sostienen en el barrio. Y cerramos el programa hablando con Honorio de Zintzilik Irratia, emisora libre de Orereta, en Gipuzkoa. Una radio que arrancó en 1984 y que ha atravesado por varias etapas. En los inicios, algunos manitas pudieron construir emisores de radio FM, lo que permitió disponer de equipos suficientes para empezar a ubicar radios libres en los distintos territorios. Y así empezó un largo recorrido en el que la llegada de internet, las emisiones online y las redes sociales han acabado impulsando la tendencia individualista de producir podcast caseros. Desde Zintzilik Irratia reivindican la existencia de medios de comunicación colectivos, que agreguen las distintas sensibilidades y rebeldías. Y también participan de redes de producción de contenidos como Arrosa Sarea, en la que se producen contenidos en euskera que se difunden en distintas emisoras. En este programa hemos contado con estas 6 radios libres. Podrían haber sido muchas más. Un abrazo a los que participaron, y otro más para los que faltaron. ¡Larga vida a las radios libres!
Esta semana nos visita en el estudio Francesc Tur Balaguer, historiador que nos presenta su libro de reciente publicación "La guerra invisible: moros, afroamericanos y gitanos en la Guerra Civil", ahondando en sus trabajos anteriores sobre la historia de las minorías en el primer tercio del siglo XX y la Guerra Civil. Hace una pandemia, en el programa 255, nos visitó Francesc Tur Balaguer. En aquel programa estuvimos hablando del libro "La historia vaciada", un libro que recogía un puñado de historias sobre las minorías y olvidados del primer tercio del siglo XX. Muchas historias que nos dieron para lecturas muy interesantes y para un programa del que guardamos muy buen recuerdo. Pero ni son todas las que están, ni están todas las que son. Hay más. Esta semana tenemos la suerte de pillar de nuevo a Francesc Tur Balaguer de paso por Madrid, en esta ocasión para presentar el libro que ha publicado recientemente "La guerra invisible: moros, afroamericanos y gitanos en la Guerra Civil", que profundiza en sus trabajos para recuperar la historia de las minorías, en esta ocasión haciendo foco en la Guerra Civil española. Se ha hablado y se ha escrito mucho sobre la participación de fuerzas militares en ambos bandos, tanto de las Brigadas Internacionales en el bando popular como de las potencias fascistas de la época en favor del bando sublevado. Pero hubo más. Mucho más. Se conoce menos aún del papel de los moros al servicio del Caudillo y de los afroamericanos que combatieron por la República. Y menos aún sabemos del rol que jugaron los gitanos en la Guerra Civil. Con el triunfo del bando franquista, la represión y el exilio es la salida para muchos de los contendientes en este conflicto, y con ello la desmemoria y el olvido. El trabajo de Francesc es justamente esa pelea por poner luz a la vida y la lucha de estas personas. Francesc es colaborador habitual del portal Ser Histórico, www.serhistorico.net, web muy recomendable en la que podréis encontrar los artículos de los que estamos hablando hoy y algunos otros más. Y también tenéis la recopilación en formato papel muy majo que ha lanzado Calumnia Edicions, y que ha dado pie al programa que nos traemos hoy entre manos.
Esta semana hablamos con varios colectivos juveniles combativos de Madrid. Antifascismo, antirracismo, feminismo y anticapitalismo son algunas de las constantes en estos colectivos, además de la juventud de sus integrantes y la combatividad en la defensa de unos barrios que merezcan la pena ser vividos por sus vecinos. Nos acompañan en el estudio Arganzuela 27, Alkorcón Combativo, Colectivo Karraka, Distrito 14 y Juventud Antifascista de Hortaleza. El pasado 20 de marzo de 2021 tuvo lugar en Madrid una concentración contra la represión, por la libertad de Pablo Hasél y todos los presos políticos, contra la precariedad laboral, las casas de apuestas en los barrios y muchas otras formas de violencia capitalista que sufre la juventud madrileña. Sobran los motivos. Esta concentración, ampliamente difundida por el Movimiento Antirrepresivo de Madrid, pero no comunicada a la Delegación de Gobierno, se salda sin incidentes, pero con un control desmedido de todos y cada uno de los manifestantes por parte de la Policía, que los encierra durante horas con un cordón policial en la Cuesta del Moyano, junto a Atocha, y solo los permite salir uno a uno tirando fotos de sus DNI. El acoso de la Policía hacia estos colectivos no es nuevo. Los días previos a la manifestación desde la prensa burguesa más derechista se señala a quienes mueven por redes sociales esta convocatoria. Muchos de ellos son colectivos juveniles combativos de barrio con marcado carácter antifascista. Los titulares son tendenciosos y con ánimo criminalizador: "Se va a liar en Madrid: los 30 grupos de ultraizquierda que preparan el gran asalto". Este titular en un medio derechista es manipulador y provoca cabreo cuanto menos. Pero esta semana hemos decidido darle la vuelta a la tortilla y apropiárnoslo nosotros. No es que se vaya a liar, es que ya se ha liado en Madrid. Las compas de Arganzuela 27 nos hablan del espacio que han recuperado hace un mes en su barrio junto a PAH Centro. Tras el cierre del Espacio Vecinal Arganzuela (EVA) estos colectivos han okupado un antiguo local del Banco Santander que llevaba 10 años sin uso y que están acondicionando para abrirlo a las vecinas del barrio. Con Alkorcón Combativo, desde la periferia sur de la capital, hablamos del relevo generacional en el activismo y los aprendizajes y enseñanzas entre los colectivos sociales que estuvieron activos en las décadas anteriores y los que han tomado el relevo los últimos años. Todo esto precisamente en una localidad marcada por la mano de hierro que ejerció el entonces alcalde alcorconero David Pérez contra los movimientos sociales, y que ha marcado un antes y un después en la militancia de Alcorcón con el desalojo del CSO Eskuela Taller, en 2014, más o menos coincidiendo en el tiempo con el nacimiento del Ateneo Popular de Alcorcón. Con Karraka, el colectivo juvenil del distrito Retiro, hablamos de uno de los barrios más pintorescos de la capital, dividido por un eje norte/sur donde conviven viviendas populares y familias de clase trabajadora con otras de rentas mucho más altas, apenas separadas por un puñado de calles. Un distrito atravesado por la gentrificación y en el que también se están colando ahora las casas de apuestas y el resurgir de grupúsculos nazis en sus calles. No todo ocurre en el sur de la capital. Juventud Antifascista de Hortaleza es un grupo que nace en 2018 con el ánimo de aglutinar a la juventud combativa del barrio, que por entonces estaba dispersa tras la desaparición de otros colectivos juveniles que habían desaparecido. En Hortaleza el tejido asociativo siempre ha sido muy potente y se ha traducido en diversas luchas vecinales, ecologistas, laborales... pero en el que faltaba un colectivo que dinamizase también las luchas entre la gente más joven. Distrito 14 surge en el barrio de Moratalaz en 2012 a raíz de la huelga general, vinculado a la okupación de la Salamanquesa. Casi una década de militancia juvenil que actualmente se centra en la lucha contra la explotación laboral y la defensa del espacio La Bankarrota, la defensa de la sanidad pública y contra la extrema derecha, entre otras luchas. Todo ello en el barrio en el que tiene la sede la macrocomisaría más grande de Madrid, sede de los antidisturbios y de la Brigada Provincial de Información. Un pequeño Guántanamo en Madrid. Y, haciendo nuestro el titular sensacionalista que pretendía criminalizar a todos estos colectivos, solo nos queda añadir esto: ¡Qué empiece el gran asalto!
Esta semana nos acompaña en el estudio Santi Escribano, más conocido por su sobrenombre cuando está a los mandos del programa radiofónico 100Fuegos: Comandante Buenaventura Durruti. Hablamos de su libro "La Mecha: historias de política y rock. Vol.1", que además es la primera referencia de la sección editorial de Ovejas Negrax. Nuestro invitado se autodefine como un proletario del ocio. Curtido en la escena fanzinerosa con su participación en Jartos y Strasse, también acumula una larga trayectoria en las radios libres que arranca en el programa Latido de Libertad en Radio ELO. Después el paso por Radio ELA, donde en 2016 arranca el programa 100Fuegos, que en 2018 pasa a Radio Xata, la radio comunitaria de Pinto. Es precisamente el programa 100Fuegos el que da origen al libro "La Mecha", en el que se recogen 30 historias que relacionan política y rock, con los contenidos que ofrece habitualmente este programa, que ya ha cumplido 5 años y 122 emisiones. Varias preguntas se nos hacen en la contraportada del libro: ¿qué pasó en El Lieja? ¿Y en el Hotel Monbar? ¿Por qué bailamos tanto repitiendo el nombre de Sarri? ¿Tiró el heavy metal el muro de Berlín? ¿Cuándo pudo la momia de Lenin acabar en Parla? Pues avisamos: en este programa no respondemos prácticamente a ninguna de esas preguntas, porque podemos estar las horas que hagan falta charlando sobre chascarrillos de política y rock sin necesidad de destriparos el libro, aunque si es cierto que damos muchas vueltas en torno a lo que se que cuenta en La Mecha, pero por la vía de servicio de sus historias. Así que os planteamos otras preguntas que si tienen que ver con lo que se cuenta en este programa: ¿Quién llegó en limusina a dar un concierto en el CSO Minuesa? ¿Por qué llovían piedras a la salida del concierto de Etsaiak en Madrid? ¿Por qué el directo de Soziedad Alkoholika en La Riviera quedó ligado a la memoria de Aitor Zabaleta para siempre? ¿Se puede surfear sobre las cabezas del personal en la Gruta77 derribando todos los límitadores de sonido existentes? Prende la mecha, huele a chamuscado. Aspira el humo. Sube el volumen. Esto va de política. Esto va de rock. Comandante Buenaventura Cienfuegos, ¡presente! Y cómo decían Berri Txarrak... mañana: ensayo!
Esta semana hablamos de participación vecinal en Madrid. Un puñado de espacios, muchos de ellos aglutinados en torno a la REMA (Red de Espacios de Madrid Autogestionados), con distintas características: okupados, cedidos por el Ayuntamiento de Madrid o directamente alquilados. Pero todos ellos con características comunes: construyen Madrid a muchas manos y se defienden con todo lo que tienen de los ataques a bocajarro que reciben de las administraciones y de la lógica del mercado de alquiler. Nos acompañan en el estudio Beto, del Centro Social Seco, Paco, de La Villana, Alberto, de EVA (Espacio Vecinal Arganzuela), Blanca, de la Casa de Cultura y Participación Ciudadana de Chamberí, y Javier y Yelena, del EKO y del Huerto de Matilda. A finales de diciembre de 2020 conocíamos la noticia de que la Junta Municipal de distrito de Arganzuela había decidido no renovar la cesión del Espacio Vecinal Arganzuela (EVA) que llevaba 4 años funcionando en el antiguo mercado de frutas y verduras de Legazpi. A pesar de los intentos de negociación y de la movilización vecinal, no solo en Arganzuela, sino de muchos vecinos de distintos barrios de Madrid, el 8 de febrero de 2021 se hacía efectivo el desalojo del espacio y con ello el cese de la actividad de muchos colectivos que dependían de este espacio para funcionar, como por ejemplo la despensa vecinal que atendía las necesidades más básicas de más de 100 familias de su entorno. EVA no es ni el primero, ni el único, ni el último espacio de participación vecinal perseguido por el Ayuntamiento de Madrid. La lista del odio de Jose Luis Martínez-Almeida tiene muchos nombres. En enero también fue desalojado el Solar Maravillas que llevaba una década funcionando en la calle Antonio Grilo. La Ingobernable fue desalojada en abril de 2020, aprovechando el confinamiento total, del último inmueble que habían okupado un mes antes junto al Museo del Prado. Anteriormente ya habían caído La Dragona en La Elipa, La Salamandra en Moratalaz, La Gasoli en Guindalera, La Yaya en Argüelles, La Casa de las Asociaciones en Hortaleza y el Espacio Vecinal Montamarta en San Blas. No acaba aquí la cosa. También está amenazada La Bankarrota de Moratalaz, La Casa del Cura de Malasaña, el Solar de Matilde en Carabanchel está puesto en venta y la Casa de Cultura de Chamberí tiene fecha para el cese de sus actividades. El ataque del Ayuntamiento del Partido Popular, apoyado por Ciudadanos y VOX en la capital es a bocajarro contra todo lo que huela a participación ciudadana y a construcción de la ciudad desde abajo. La guerra contra los espacios vecinales no tiene nada de disimulo, todo queda muy claro cuando el propio PP alardea en Twitter con declaraciones del tipo "Los chiringuitos de Carmena, @AlmeidaPP_ los convierte en servicios públicos". ¿Y a qué viene esta inquina? Desde estos espacios de participación se habla de revanchismo contra todo lo que pueda tener que ver con la gestión de Manuela Carmena al frente del consistorio madrileño durante la legislatura anterior. Una revancha que se gesta no solo contra los espacios en el protocolo de cesión de espacios del Ayuntamiento, sino incluso contra los espacios que ya funcionaban anteriormente. El Partido Popular no olvida que el Patio Maravillas y otros centros de participación vecinal fueron claves en la dinamización social y política que llevó a la derrota electoral del Partido Popular en Madrid en 2015 por primera vez en 24 años. Frente a estos ataques, los espacios autogestionados se han agrupado desde hace un par de años en torno a la Red de Espacios Autogestionados de Madrid (REMA). Un foro en el que se encuentran espacios okupados, espacios cedidos por el Ayuntamiento y algunos que sobreviven a los alquileres. También algunos que ahora mismo no tienen actividad abierta y están latentes tras el desalojo de los inmuebles que okupaban, como La Ingobernable, o el cese de la utilización del local, como EVA. La REMA articula el diálogo entre estos espacios, y es el foro donde se intercambian estrategias y experiencias, en un afán por reivindicar su actividad y resistir. Como dicen en su manifiesto: "[...] no se trata de la supervivencia de un espacio en concreto sino de la defensa de un patrimonio que pertenece a la comunidad y que hoy más que nunca es el necesario contrapeso al retroceso en políticas sociales, de igualdad, ambientales y de participación democrática en nuestra ciudad. Cada espacio en peligro, cada cierre o desalojo no solo supone una pérdida para la comunidad para la que trabaja sino para toda la ciudad". Defendamos colectivamente los espacios de participación vecinal y, en consecuencia, el derecho a construir en conjunto una ciudad mejor. Sigamos tejiendo sueños para demostrar que otro mundo es posible.
Esta semana os traemos un programa sobre pioneras del feminismo, mujeres contracorriente que contribuyeron a visibilizar la lucha feminista y contra el patriarcado y que aportaron su granazo de arena para que estas cuestiones sean transversales en los movimientos sociales y en las agendas públicas. Somos conscientes de que el feminismo es ahora mainstream, casi hasta molón. Está en todas las agendas de los movimientos sociales. Incluso se ha colado en muchas agendas institucionales y en las de los partidos políticos (que no saben muy bien qué hacer con esa hoja de la agenda). Se ha colado hasta en la de las agencias publicitarias, que han decidido, en un alarde de feminismo, que sea un hombre el que pone la lavadora en los anuncios de detergente, Oh! the times they’re a-changin. Pero esto no siempre ha sido así. Todo tiene un germen. Hay muchas personas anónimas que contribuyeron paso a paso, poc a poc, a que el feminismo se hable, se discuta, se trate a niveles que hace pocos años eran insospechados. También hay algunas que no fueron tan anónimas, al contrario, mujeres muy conocidas por el gran público o por el especializado y que han tirado de popularidad para visibilizar el woman power. Hoy hablaremos de algunas de ellas. Historias dispersas sobre pioneras que visibilizaron el feminismo para el gran público. Nos acompañan en este programa Sandra Consultorio, Steph Chiron, Bea Esteban, Mariana Pasajera, Ana Cibeira, Dianespotting y Patricia Horrillo. Este programa arranca con Rocío Jurado, no puede acabar mal. Sandra Consultorio nos habla de Sister Rosetta Tharpe, mujer, negra, lesbiana, judía, rockera e hija de campesinos y que a la postre acabó siendo la madre del rock'n'roll y una de las más grandes artistas que ha dado la historia. Con Steph Chiron echamos un ojo a la gran pantalla y hablamos de la película "La novia del pirata", dirigida en 1969 por Nelly Kaplan, en la que una joven explotada y reprimida empieza a cobrar por sus favores sexuales y dinamita la sociedad patriarcal del pueblo donde vive. Con Bea Esteban 'Ramalazo' hablamos del libro "Manual de las brujas", de Malcolm Bird, un libro infantil plagado de historias de tías que van contracorriente, feas, estrafalarias y con un punto gamberro y mucho sentido del humor. ¿Quieres ser una bruja? Mariana Pasajera nos lleva hasta 1924 para hablar de Ida Cox, una de las grandes damas del blues de aquella época, entre la primera y la segunda ola del feminismo. Ida lo tenía claro: "las mujeres salvajes no se angustian, las mujeres salvajes no tienen triste el 'blues'...". Una historia de negritud y feminismo a ritmo de blues muy ligada a la conquista de la libertad sexual de los negros estadounidenses liberados de la esclavitud. Con Ana Cibeira hablamos de la Biblioteca de Mujeres. Un proyecto poco conocido, basado en el DIY, fanzineroso y con una ubicación muy underground. El origen de esta biblioteca es la cabezonería de Marisa Mediavilla y de sus múltiples colaboradoras. Libros, fanzines, revistas... fueron recopilados por la Asamblea Feminista de Madrid. El traspaso de estos fondos al Instituto de la Mujer en 2006 ha supuesto depositar todo el material en los sótanos del Museo del Traje, sin disponer de un espacio propio, sin posibilidad de uso público y con el riesgo de deterioro de los fondos. Dianespotting nos lleva al siglo XVIII para hablar de María Andresa Casamayor, matemática aragonesa que fue la primera mujer autora de un libro científico en España "El tirocinio aritmético, instrucción de las cuatro reglas llanas", de 1738. Patricia Horrillo nos habla de Madonna, uno de sus referentes durante la adolescencia. Mujer que baila y exhibe su sexualidad libremente sin ser reprimida por ello. Parece mentira, pero entonces, y aún ahora, hay mucho de transgresor en los retos que lanzaba Madonna, en sus canciones, sus videoclips y su actitud. Y más aún si te has criado en Ávila. Con María Canina volvemos a casa y nos trae un repaso a las figuras de Rocío Jurado y María Jiménez, dos. La Jurado no era la típica folclórica de falda floreada y peineta, que también, y lo demostró cuando se presentó en 1974 en una actuación en RTVE con un escote por debajo del ombligo, y con toda su elegancia. Ríos de tinta y mala baba se escribieron por parte de los censores o mojigatos que querían tapar su escote con claveles o con mantones. Hasta en una entrevista con un pregunta completamente fuera de lugar en donde la preguntaban por su talla de sujetador ella respondió “El único sujetador que me importa es el mental, que es el que tú tendrías que ponerte para no hacerme esas preguntas. Mi destape siempre ha sido mucho más artístico que corporal”. María Jiménez pocos años más tarde se autoproclamó como la primera feminista de este país: "yo tenía siempre la lengua más larga, la falda más corta y la raja más abierta de la falda". Sea la primera o no, la garra y la actitud no se discuten. Y cerramos el programa hablando de Tura Satana. En la película "Faster Pussycat Kill Kill", de 1965, Tura Satana encabeza un grupo de tías macarras, que conducen como auténticas perras poseídas por el demonio, que pegan hostias como panes y ni su lenguaje ni su pose sería aprobada bajo ningún resquicio de patriarcado. Caña burra en la gran pantalla que inspiró años más tarde muchos de los personajes femeninos en las pelis de Quentin Tarantino, el más claro de ellos, y uno de los más conocidos sin duda es el personaje de la novia en Kill Bill.
El ajedrez es el juego de la vida. Lucha de clases sobre un tablero en el que los peones son pequeños y valerosos sirvientes de su rey y son sacrificados cuando les llega el turno, para dar paso a las piezas mayores. Esta semana os traemos un puñado de historias de peones, caballos, alfiles, torres, damas y, como no, también reyes. Y además aprovechamos para presentar al mundo entero el Gambito del Can, una apertura kamikaze que te llevará tus partidas al ajedrez a la ruina, o al éxito. De ti depende. Nos acompaña en el estudio Pedro Lópeh, del programa El Café de Silverio, y profesor de ajedrez en la vida real. Estas semanas atrás leíamos el libro "El Peón", de Paco Cerdá, publicado por la Editorial Pepitas, que, a través de los 77 movimientos de la partida entre Arturo Pomar y Bobby Fischer en Estocolmo 1962, recorre las vidas de numerosos «peones» entregados a una causa política en la España franquista o en los Estados Unidos de Kennedy en aquel convulso 1962. Comunistas, maquis, obreros, socialistas, etarras, cristianos, republicanos, estudiantes o falangistas; afroamericanos, pacifistas, indígenas, activistas antinucleares, izquierdistas o militares de obediencia ciega. Personas que se sacrificaron ante la dictadura o el capitalismo pagando un precio de muerte, cárcel, exilio o soledad. Por otra parte, Pedro Lópeh conduce el programa de radio El Café de Silverio, mucho más que flamenco. Ya lo hemos dicho, pero lo repetimos: el mejor programa musical de la piel de toro. Pedro, en la vida real, entre otras cosas también es profesor de ajedrez, aunque en cierta ocasión alguien en Madrid le dijo que no tenía acento de serlo. ¿Qué acento tiene que tener un profesor de ajedrez? El clasismo y la cabronancia tienen mil caras. Y así es como se nos ocurrió hacer este programa, recorriendo también el resto de las piezas del ajedrez que no están en el libro de Paco Cerdá. Caballo, alfil, torre, dama y rey. Venga, y una de peones, también. Y que fuese Pedro Lópeh, con su acento de no ser profesor de ajedrez, quien nos acompañase en el estudio. Así revisitamos la partida del siglo en el mundial de ajedrez de 1972 en Reikiavik entre Fischer y Spassky, dos peones al servicio de intereses más altos durante la Guerra Fría, que fueron sacrificados a su debido tiempo, después de jugarse el honor político de Estados Unidos y la Unión Soviética sobre un tablero. En nuestra partida tenemos un caballo protagonista, Imperioso, y como no, también Jesús Gil y sus 30.000 licencias de construcción inmobiliaria en Marbella al margen de la ley durante una década completa. ¿Asesoró imperioso a Jesús Gil y Antonio Cerezo para hacerse con el 97% de las acciones del Atlético de Madrid sin poner ni un puto duro? Nuestro alfil se llama Courtney Love, y recorre las casillas blancas en diagonal. Sin salirse. Más allá de la misoginia del punk que la culpa de la destrucción de Nirvana, detectamos dos corrientes de bandas con mujeres al frente que toman las riendas del punk en los 90. Cada una por su fila, sin salirse y sin coincidir con las otras. Por un lado tenemos a Bikini Kill y Bratmobile y por el otro a L7 o Hole. Tenemos dos aproximaciones para tomar el mundo del rock, una abiertamente feminista y militante y la otra no, que aboga por tomar el escenario “simplemente” tocando. Un ataque por dos flancos, en parte enfrentados, pero complementarios. Tenemos la torre cargada de dinamita y liderada por David Alfaro Siqueiros, mexicano de nacimiento, pronto eligió los dos caminos que le ocuparían toda su vida: las bellas artes y la política de mancharse las manos. En la Guerra Civil española fue conocido como El Coronelazo, mientras liquidaba anarquistas o les enviaba a misiones suicidas. Peleó por el bando republicano, pero sus desaveniencias con las decisiones tomadas respecto a las Brigadas Internacionales le llevaron a disparar a la propia bandera republicana y abandonar el campo de batalla: "estos hijos de puta quieren perder su guerra". Poco después estaba dirigiendo un festín de balas en un atentado fallido contra Trotsky. Nuestra dama se mueve en diagonal y horizontal, desde Madrid a Toulouse y de París a Barcelona. Federica Montseny, una una dama de la lucha, del compromiso y una valiente, haciendo política cuando a las mujeres no se las dejaba participar. Viviendo la ignominia y la represión tras la guerra en el exilio, como mujer, como anarquista, como todas las luchadoras de su tiempo. Y finalizamos con el rey blanco: Sito Miñanco. El libro de Nacho Carretero, "Fariña", y sus extensiones en formato serie televisiva y espectáculo teatral, la figura de Sito Miñanco ha visto su popularidad disparada. Llegando a toda una generación que no recuerda los telediarios de la Operación Nécora y la posterior detención de Sito. En aquel momento su nombre pasó al imaginario popular y después de aquello el silencio alrededor de su personaje. Silencio, no para todos: la banda Os Papaqueixos declaraban a Sito preso político en su tema "TeknoTrafikante". Aurrera! Eso en el 99. Años más tarde, en 2012, se volvían a juntar con motivo de la llegada a Feijoo a la presidencia de la Xunta: el retorno del fascismo a Galicia, después de años de fraguismo. El Gambito del Can De paso, en este programa aprovechamos para hacer la presentación mundial del Gambito del Can, una apertura muy perra que jamás haría Deep Blue, pero que os la proponemos para que sorprendáis a vuestros contrincantes. Si os lleva a la ruina o al éxito, eso ya depende de vosotros. Aquí la explicamos: Un gambito es una forma de iniciar una partida de ajedrez en la que uno de los bandos sacrifica un peón, perdiendo material a cambio de contrajuego o de ganar iniciativa. Abusas de la glotonería del contrario pero consigues ventaja de espacio. Muchas aperturas en el ajedrez tienen nombre. Esta no, porque no se suele jugar. Así que se lo ponemos nosotros: el Gambito del Can. Una apertura para corazones intrépidos: 1. c4 – c5 2. b4! – ... Aquí planteamos el gambito. Ofrecemos un peón a cambio de marcha. Es como tirar una piedra a la cristalera de un banco. Fluye la adrenalina, haces saltar las alarmas, la noche es oscura y sus armas vienen a por ti. Pero haces lo que debes. Coges tu segundo peón por la izquierda, lo adelantas dos casillas y gritas a la cara de tu oponente: Do the right thing! Por muy épico que te pongas, el jugador negro es un cabrón materialista y te come el peón. Fijo. 2. .... - cxb4 3. g3! - … En el tercer movimiento, el jugador blanco no intenta recuperar el peón perdido, sino conseguir el máximo desarrollo posible, sacando los alfiles por las diagonales principales, uno por Via Laietana y el otro bajando por Carretas para dominar Sol antes de que el contrario saque sus alfiles con bocachas y sus torres lacrimógenas. ¡¡¡Ganan blancas!!!
En Barrio Canino nos sumamos por 4º año consecutivo al International Clash Day. En esta edición, la emisora KEXP, de Seattle, nos hace un llamamiento para hablar del legado antifascista y antirracista en las letras de The Clash. Así que aquí lo tenéis. ¿De qué va esto? Hace algunos años la emisora KEXP decidió convocar el 7 de febrero como ‘día internacional de los Clash’. Una forma de reivindicar la trascendencia de la banda londinense tanto en su época en activo como después durante décadas. Una reivindicación musical, pero también social y política, por el papel de la banda como vehículo transmisor de ideas y valores. En 2018 hicimos nuestro programa 231, “The Clash, ¿con las manos en la nuca o en el gatillo de la Star?”. En febrero de 2019 hicimos el programa 249, “Yo te quiero infinito: un homenaje internacional a The Clash”, un programa de bandas internacionales haciendo versiones de The Clash en cualquier idioma que no fuera el original. Y en 2020 hicimos el programa 259, “El futuro no está escrito”, inspirado también en la idea de Joe Strummer que dio título al documental «The future is unwritten» de 2007. El futuro, como el presente, depende de ti. Puedes transformarlo. Cúrratelo. Seamos sinceros. Después de tres años participando en esta convocatoria, este año estábamos con dudas sobre si una nueva participación nos aportaría algo tanto a nosotros como a vosotras, las que escucháis este programa. Pero es que cuando nos llegó una vez más la convocatoria de la emisora KEXP, desde Seattle, no pudimos negarnos. La convocatoria de este año nos instaba a hablar del legado antifascista y antirracista de las letras y la actitud de The Clash, encima, debajo y detrás de los escenarios. Nos han tocado la patatita, no podíamos negarnos. Además en 2020, se cumplieron 40 años de la publicación de London Calling. Fue en plena pandemia, y por las circunstancias no dijimos ni pío. Podríamos decir que es la obra cumbre del cuarteto londinense, pero quizá supondría iniciar una discusión. Así que dejamos esa afirmación en el aire, especialmente para quienes queráis reivindicar el Sandinista. Hoy repetimos las palabras de Joe Strummer, haciéndolas nuestras: Somos antifascistas. Somos antirracistas. Somos anti-violencia. Somos pro-creatividad. Estamos en contra de la ignorancia. (Joe Strummer). Vamos ya. Should I stay or should I go?
Esta semana hablamos de la Cañada Real y de la situación a la que se enfrentan tras el corte de luz que ya dura 4 meses y que afecta a los sectores 5 y 6 de la Cañada donde viven 7.500 personas, de las que 1.800 son menores. Al abandono que sufre la Cañada Real durante décadas, ahora se suma el corte de suministros básicos y la presión por los intereses inmobiliarios en la zona con más expansión urbanísticas de la capital actualmente. Nos acompaña Maria José Sobrino, del CAES (Centro de Asesoría y Estudios Sociales), organización que lleva el apoyo jurídico a los habitantes de la Cañada, y también Natalia García de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía en Granada (APDHA) que nos habla de los frecuentes cortes de luz en el distrito norte de Granada, donde los vecinos llevan años en una pelea por la supervivencia y la dignidad frente a los cortes de luz de los suministradores y el consentimiento de las administraciones. Empezamos a emitir Barrio Canino en julio de 2011. En nuestro programa 6 hablamos de la Cañada Real, con Javier Rubio del CAES (Centro de Asesoría y Estudios Sociales). Hablábamos entonces de los derribos a los que se enfrentaba la población de la Cañada Real, y del galimatías administrativo en el que se amparaban los distintos ayuntamientos y la propia Comunidad de Madrid para desatender las demandas de los vecinos por unas condiciones de vida dignas. Hoy es el programa 274 y volvemos a hablar de la Cañada Real. No es de extrañar que casi 10 años después volvamos a hablar de esto. El abandono de la cañada acumula varias décadas. Solo ha pasado una década más. En este programa nos acompaña en el estudio Maria José Sobrino, también del CAES. El día que estamos grabando este programa la Cañada Real lleva 112 días sin luz. Y además todavía nos acordamos de los nombres de las últimas tres borrascas que han atravesado la Comunidad de Madrid… Filomena, que era la de la nevada de medio metro, Gaetan, que era la de los -10º y luego un poco de lluvia que no fue tanto, y ahora Hortensia, una extraña tormenta de invierno que está dejando ráfagas de viento de 80 km/h. Bueno, pues en la Cañada Real todo eso se ha pasado sin luz. Las luces estas semanas atrás en Madrid eran más bien para iluminar las calles en una Navidad en las que nos invitaban a comprar, pero no a pasear. Mientras los sectores 5 y 6 de la Cañada Real estaban, y están, a oscuras. 7.500 personas, de las que 1.800 son menores, están sin luz mientras el Ayuntamiento de Madrid, el de Coslada y el de Rivas, y la propia Comunidad de Madrid miran para otro lado y mientras Naturgy, la empresa distribuidora de energía en esa zona, se lava las manos. Y enmedio la excusa barata de que se producían excesos de consumo debido al cultivo de marihuana, o declaraciones insultantes como las de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, diciendo que los habitantes de Cañada Real no querían abandonar sus chabolas durante el temporal por miedo a que se las okupen. Han sido tres tormentas sin luz, pero la tormenta Isabel está siendo tan problemática para la cañada como lo fue la tormenta Esperanza. Y enmedio Cristina, que no se quedó corta. Y estas tormentas duran años. Al acecho, la especulación urbanística. La zona comprendida entre la M-45 y la M-50, en el triángulo que deja el municipio de Madrid, el de Coslada y el de Rivas es ahora mismo la expansión urbanística más importante de Madrid capital. Ahí se está construyendo la ampliación del distrito de Vicálvaro, con El Cañaveral y los Ahijones, dicho de otra forma: 14.000 viviendas y el centro comercial Solia que será uno de los más grandes de la Comunidad de Madrid, con 65.000 m2 . Y quedaría por construir la otra mitad: Los Cerros. ¿Qué separa El Cañaveral ahora en construcción de Los Cerros, territorio aún sin construir? La Cañada Real. Ajá. El abandono de los barrios y los cortes de suministro se producen básicamente porque las administraciones permiten anteponer los intereses de estas grandes compañías por encima de las necesidades básicas de las personas. No solo en Cañada Real. Este problema se replica en muchos otros puntos en distintos territorios. En este programa viajamos también al Distrito Norte de Granada, para hablar con Natalia García de la APDHA, que nos cuenta la situación de los vecinos llevan años denunciando los cortes de luz. Encender la calefacción, la cocina, coger el ascensor al volver a casa, disponer de un ordenador, conexión a internet para trabajar o estudiar en casa son tareas rutinarias en muchos hogares, pero para los vecinos de las zonas más empobrecidas de Granada, especialmente en el Distrito Norte, implican una aventura por los cortes diarios de luz, que acaban solventando gracias a la solidaridad entre vecinos en una lucha por mantener una cotidianeidad digna a pesar de la dejadez de las compañías suministradoras y del abandono de las administraciones.
Esta semana os traemos una descarga de radiofórmula: Caninos de hierro y cromo, del 40 al 1. Con este programa nos adentramos en el género más sucio y más hortera de la radio, pero reconozcámoslo, también es el más bailable. Por primera vez en la historia radiofónica canina, que ya abarca 273 programas con este y que en 2021 cumplirá 10 años, vamos a hacer un poquito de radiofórmula. Ju-jaaa, un repaso a los éxitos que nos hacen menear el skeletor, que nos encuernan el puño, que nos desencajan las cervicales y que nos ponen bailando a pensar. Fiesta, baile, y revuelta. Del 40 al 1, como mandan los cánones. Esto no es una broma. No es una parodia. Es la fórmula canina que lo peta en los barrios. Esto es un hackeo de la radiofórmula. Sin industria, sin payola. Hoy, somos como ellos, pero no nos comemos su mierda. Salta una valla, dobla una esquina, porque en cualquier adoquín está el siguiente hit. Si no se puede ladrar, no es mi revolución. Empieza la cuenta atrás. The Final Countdown, leñe: Caninos de Hierro y cromo, del 40 al 1.
Esta semana os traemos un monográfico sobre Cine Quinqui, aquellas pelis de finales de los 70 y comienzos de los 80 con historias sobre delincuencia, drogas y amor, ambientadas en la periferia de los barrios obreros. Nos acompañan en el estudio El Coleta, que homenajea constantemente al cine quinqui con su rap macarra desde Moratalaz, y también nos acompaña El Mos, de Radio Lachipen, recién aterrizado de lo que queda de los descampados entre Usera y Orcasitas. Podríamos decir que la primera referencia del cine quinqui fue Perros Callejeros, la película que dirigió Jose Antonio de la Loma en 1977, en la que se retrataban las aventuras del Torete. Se dice que a Jose Joaquín Sánchez Frutos, «el Jaro», se le ocurrió la idea de montar una banda como tal después de haber visto esta película. Pocos años después Eloy de la Iglesia dirigió «Navajeros», «La mujer del ministro», «Colegas», «El Pico 1», «El Pico 2» y «La Estanquera de Vallecas», entre otras películas. Un género con el que también coqueteó Carlos Saura con «Deprisa, deprisa», y en el que colateralmente podríamos acercarnos incluso a las películas sobre «El Lute», dirigidas por Vicente Aranda. Este género fue éxito de taquilla en los cines, en aquello que conocíamos como sesión continua, donde el público veía al Jaro y su banda antes de ver la última de la saga de Tiburón o Star Wars. Sin embargo ni la crítica ni la oficialidad dieron nunca ningún reconocimiento a este género. Primero lo despreciaron y luego lo sepultaron. El cine quinqui incomodaba a derechas e izquierdas, y ponía de manifiesto que la Movida fue un engaño y que la transición tuvo poco de modélica y menos aún de pacífica. En una España que por aquellos años se supone que se encaminaba hacia Europa, el retrato social de los descampados de las periferias urbanas, ofrecía una dosis de realismo díficil de aceptar por la oficialidad. Ambientadas en San Blas, Carabanchel o Vallecas, en Madrid, La Mina en Barcelona u Otxarkoaga en Bilbao, estas películas retratan una juventud sin oportunidades, sin trabajo y desligada del sistema educativo, y nos traen historias de descampado y bloques de ladrillo visto, de drogas, delincuencia y sexo que acababan en Carabanchel o en La Modelo, en algunos casos, y de manera más trágica en otros. No son películas especialmente prodigiosas en lo técnico, ni en la interpretación. Rodadas con muy bajos presupuestos y, en muchos casos, con actores no profesionales. Sin embargo las interpretaciones de Jose Luis Manzano, el Pirri, Antonio y Rosario Flores, Quique San Francisco, el Torete y Jose Antonio Valdelomar, entre muchos otros, han dejado en la memoria colectiva las estampas de vida de unos barrios y una juventud, y unas historias en las que sus protagonistas fueron más víctimas que héroes. Y no nos podemos olvidar de la banda sonora del cine quinqui. Una buena dosis del rock macarra de los Burning y la rumba barrial de Los Chichos, Rumba Tres, Terremoto y Los Chunguitos son el acompañamiento perfecto para cruzar la M-30 en un viaje que no se sabe si es de ida o de vuelta. Y ojo, también las referencias constantes al italodisco que se bailaba en todos los garitos de aquella época. Y dicho todo esto ya solo nos queda intentar imitar el deje macarrilla del Pirri al hablar y decir aquello de... "venga, a ver si te buscas una musiquita guapa, ¿no, colega?".
Esta semana hablamos de antifascismo en Madrid y alrededores durante la década de los '90. Con la aparición de grupos neonazis en nuestros barrios llegaron las pintadas y los carteles, después las provocaciones, más tarde las agresiones y finalmente los asesinatos. La historia de Guillem, de Richard, de Lucrecia, y de tantos otros, es la historia de la lucha antifascista, que prolongamos más allá de los '90, para hablar también del asesinato de Carlos Palomino, y también más allá de Madrid, para irnos a Valencia y recordar también a Guillem Agulló. En este programa hablamos con Quini de Contrahistoria, Berto de Móstoles Antifascista (M.A.F.), Henar del colectivo Alkorkón Combativo, Lukas, militante arcaico en el antifascismo madrileño y, desde Valencia hablamos también con Miquel Ramos, periodista, músico y militante antifascista. Hace 25 años unos fascistas asesinaron a Ricardo Rodríguez García (Richard para sus amistades) en el polígono de Costa Polvoranca, en Alcorcón. Ese año, 1995, la ultraderecha en España asesinó a un total de cinco personas, incluyendo a Richard: Gabriel Doblado Sánchez, un anciano de 60 años en Barcelona; Eduardo García, guardia civil, en Barcelona; David Martín, 21 años, en Arganda del Rey (Madrid); y Miguel Blanco, joven toxicómano en Barcelona. Nos gustaría decir que aquello fue un pico puntual, pero durante los años 90 el goteo de agresiones y asesinatos fue constante. Tres personas más aesinadas en el 97. Cuatro en el 98. Seis en el 99 y otras tantas en el 2000. Y aquí paramos, pero la lista sigue. Es difícil decir la cantidad exacta, pero se calcula que hay 4.000 agresiones racistas cada año y que 74 personas han sido asesinadas en el estado español en agresiones relacionadas con la extrema derecha. Inmigrantes, indigentes, prostitutas, jóvenes antifascistas, aficionados al fútbol o gente que simplemente se cruzaba en su camino, sin más. Personas que debemos tener en la memoria y en el recuerdo. Lo particular del asesinato de Richard en Alcorcón es que se trataba de un conocido militante antifascista. Su asesinato fue ideológico. Desde entonces sus compas le recuerdan año tras año, con manifestaciones, campañas y actos de diversa índole. Y este año 2020 han editado un fanzine conmemorativo: "25 años sin ti. 25 años contigo. Richard, hermano, nosotrxs no olvidamos". Un texto tomando el asesinato de Richard como centro narrativo recorre el movimiento antifascista en Madrid en la década de los noventa. Y eso es lo que vamos a hacer en el programa de hoy. El texto nos ha tocado la fibra, ya que muchas de las que hacemos este programa nos formamos con el movimiento antifascista en los noventa. Una época especialmente conflictiva, en la que el fenómeno de los skinheads nazis tomó las calles para agredir a toda persona que considerasen un objetivo a eliminar: izquierdistas, inmigrantes, personas racializadas, toxicómanos e indigentes. En Madrid, Barcelona, Valencia y tantas otras ciudades. Un movimiento muy organizado que aunque rompía formalmente con la extrema derecha nostálgica, seguía teniendo con ella unos nexos de unión e intereses comunes. Todas vivimos su violencia. A veces fatal. Pero donde haya fascismo, existirá un movimiento antifascista para hacerle frente. Ocurrió en la italia fascista, en la alemania nazi y en la España nacionalcatólica. Y volvió a ocurrir cuando el neofascismo volvió a resurgir con fuerza en los ochenta y los noventa. Allí estuvimos. Unas veces con más fuerza, otras con menos. Con diferentes enfoques y diferentes estrategias. Pero siempre plantando cara al fascismo. Y seguimos rindiendo el mejor homenaje a quienes ya no están. Algo que se repite una y otra vez en el fanzine conmemorativo de Richard: "El mejor homenaje: continuar la lucha. Ni olvido ni perdón".
Esta semana repasamos luchas y victorias contra el fascismo, el imperialismo y el capitalismo. En nuestros barrios o en el extranjero. Victorias grandes y pequeñas. Porque al final, cualquier victoria contra el fascismo cuenta. Contamos con la colaboración de Carlos Morales, documentalista chileno residente en Madrid, que nos habla del plebiscito en Chile que puede cambiar la constitución y de la revuelta política global que sucede en Latinoamérica. También nos acompaña Luis de la Cruz, que nos habla de la primera gran derrota del fascismo en Europa, en la conocida como Batalla de Cable Street, en Londres 1936, que supuso el frenazo de la ambición de Oswald Moxley de propagar su ideología fascista en territorio británico. También repasamos la expulsión de los fascistas de Hogar Social Madrid del barrio de Tetuán, el surgimiento de los Bukaneros, la hinchada antifascista del Rayo Vallecano, el asalto a la comisaría número 3 de Mineápolis después del asesinato de George Floyd y los casi 20 años de victorias contra el capital de la banda de la Calle Blekinge de Conpenhage. Hace algunas semanas observamos como en plena crisis política, social, económica y sanitaria, de repente el mundo se detiene porque se celebran las elecciones a la presidencia de Estados Unidos. La pandemia de Covid19 se puso en pausa. Los coronavirus detuvieron su imparable expansión y se quedaron en casa, pegados al televisor. Pendientes de la evolución del rojo y el azul en el mapa, la única pregunta que importaba era: ¿ganará Trump o Biden? Parecía más bien que se estuviera eligiendo al presidente del mundo. Una pelea entre dos hombres mayores, neoliberales, blancos y heterosexuales. Que no decimos que no haya diferencias, que las hay. Simplemente apuntamos que sus semejanzas dicen mucho de nuestro mundo. Al final, y aunque no se da por enterado todavía, Trump ha perdido. Y la mayoría hemos respirado con algo de alegría. Biden no nos apasiona, ni un poquito, pero la derrota de Trump es algo importante. Trump formaba parte de esa avanzadilla de la alt-right que se estaba comiendo el mundo desde que hace unos años empezaron a ganar elecciones. (Alt-right es como se llama ahora a los nazis porque si les llamas nazis se enfadan). Ahora le han dado un hostión con la mano abierta en toda la jeta. ¿Puede ser el comienzo del fin? ¿Es la derrota de Trump una victoria del antifascismo? Como no somos analistas políticos ni queremos meternos en sesudos análisis sobre la importancia de ganar en Pensilvania o Arizona, nos quedamos con esas escenas de la historia que nos trajeron victorias contra el capital, el imperio y el fascismo. De Vallekas a Santiago de Chile, de Tetuán a Pensilvania, de Conpenhage a Cable Street, Londres.
En este programa hablamos del comportamiento del capitalismo durante la pandemia del Covid19. Analizamos las causas y consecuencias de la crisis ambiental, social y política que rodea a la crisis sanitaria del coronavirus. Nos acompaña Pedro Gullón, epidemiólogo y especialista en medicina preventiva y salud pública, y coautor del libro «Epidemiocracia» (junto con Javier Padilla, con quien no pudimos contar en este programa) editado por Capitán Swing. También nos acompaña Yayo Herrero, antropóloga, ingeniera, profesora y activista ecofeminista que además ha escrito el prólogo de «Epidemiocracia». Y para cerrar tenemos a Daniel Amelang, abogado y colaborador de la publicación anarquista mensual Todo Por Hacer. En el libro «Epidemiocracia», Pedro Gullón y Javier Padilla nos hablan una de una serie de crisis enlazadas entre si. Unas más amplias que otras, que están contenidas en ellas. Ellos las denominan las "crisis matrioshkas", como las típicas muñequitas rusas que se meten una dentro de otra, y que se replican desde un tamaño más pequeño a uno más grande que engloba a todas las demás. Así es como nos explican que la crisis sanitaria provocada por el Covid19 está contenida dentro de la crisis económica y política, y a su vez esta está contenida en una crisis ecológica más amplia que atraviesa a todas las demás y también está dentro de una crisis general de cuidados, hacia las personas y hacia el entorno, que se puso de manifiesto especialmente durante la época más dura del confinamiento. Yayo Herrero en el prólogo del libro «Epidemiocracia» también analiza este concepto de crisis enlazadas y nos lleva más allá: todas estas crisis enlazadas derivan en una crisis civilizatoria, porque a pesar de su extrema gravedad, pasa social y políticamente inadvertida para la mayoría de las personas. De forma mayoritaria la sociedad no es capaz de darse cuenta de la profundidad de esta crisis y hacia donde nos lleva: a un más que posible colapso, si no hacemos nada. La predominancia del sujeto BBVA (blanco, burgués, varón y supuestamente autónomo), que se herije como sujeto universal ayudado por la tecnociencia, el capitalismo y la disponibilidad de energía fósil permiten una ruptura entre las personas y la naturaleza. Desde hace 150 años, con el surgimiento de la versión moderna del capitalismo, la explotación de las personas y la naturaleza ha alcanzado sus máximos niveles. Y peor aún, a partir de los 80 con el triunfo del neoliberalismo, cuando la economía real es sustituída por la economía financiarizada que mueve todo a velocidades insostenibles, la aproximación al colapso es más real que nunca. Con Daniel Amelang, de la publicación anarquista Todo Por Hacer, repasamos aquella visión de Naomi Klein en 2007 cuando escribía en «La doctrina del shock» sobre la economía del desastre y la imposición de las reformas más impopulares del neoliberalismo durante las crisis que dejan noqueadas a las sociedades. La pandemia del Covid19 ha sido la confirmación de la teoría de Klein. Aprovechando la pandemia, el gobierno central aprueba medidas de control social y biométrico, saca los militares a la calle y se desata la burorrepresión más salvaje con más de 1 millón de multas en menos de tres meses de confinamiento. En el gobierno local de la Comunidad de Madrid la situación es más descarada y, aprovechando la pandemia, se hacen cambios en la Ley del Suelo, se suprimen licencias y se liberaliza el sector inmobiliario. Un asuntillo pendiente del neoliberalismo madrileño que habría sido difícil aprobar en otras circunstancias, y que tras la cortina del Covid19 ha pasado sin pena ni gloria. Y tras más de dos horas y media de charla con nuestros invitados nos hacemos la misma pregunta que al principio: ¿quién está investigando la vacuna para prevenir la expansión de la pandemia del capitalismo?
Esta semana hablamos de Reyes a la fuga. Historias de reyes que, pillados in fraganti o señalados por el pueblo, son condenados al exilio o simplemente se toman unas largas vacaciones pagadas por el erario público. En marzo de 2018 se conocía la noticia de que Josep Miguel Arenas Beltrán, conocido en el mundillo musical raperete como Valtonyc, había sido condenado a 3 años y medio de prisión. Un chico de 24 años, técnico superior de informática que trabajaba en una frutería, a la cárcel por la letra de sus canciones. ¿Qué decía? Que los Borbones son unos ladrones. Injurias a la corona. Bueno, y alguna cosilla más sobre bandas armadas. Nos preguntamos ¿qué hay de cierto en las letras de Valtonyc? No hay más que dar unas cuantas vueltas por los libros de historia. Está todo ahí. Así que recorremos algunas historias relacionadas con Fernando VII, Isabel II, Alfonso XII, Alfonso XIII, Don Juan de Borbón y Juan Carlos I, el emérito. No solo Borbones. En este programa hablamos también del Príncipe Bernardo de Holanda y del Emperador Norton I de Estados Unidos. Y llegados a este punto, nos preguntamos: ¿en primero de monarca te ponen una ficha y te dicen… rellena aquí… “si me tuviera que exiliar me piraría a …”? Si no es así, deberían. Sobre todo si te apellidas Borbón. Porque en Palacio cuando las niñas sacan el álbum familiar resulta que al abuelo le ha pasado. Y al padre del abuelo. Y al abuelo del abuelo. Y a la madre del abuelo del abuelo. Y a la madre de esta. Y al padre de aquella. En fin, que hay que dormir con una bomba de humo debajo de la almohada por si tienes que salir escopetado. Vaya, si al final va a tener razón Valtonyc, aunque se le condene a chupar más cárcel por cantar que a quienes denuncia por robar. Eso sí que es una historia real, como la vida misma.
Esta semana hablamos de flamenco, nuestra música de raíces, y lo reivindicamos como música combativa, de denuncia, transformadora y canalizadora de los valores reinvindicativos del pueblo. Y lo hacemos acompañados de Pedro Lópeh, del podcast El Café de Silverio. La barricada musical tiene mil colores y un millón de sonidos. En 1982 The Clash publicaba su disco “Combat Rock”. Nos encanta, pero tampoco vamos a decir que creó un nuevo paradigma musical. En el 82, en pleno auge del punk, y tras décadas de rock, hasta el mismísimo Naranjito sabía que el rock podía ser música de combate. Y el punk. Y pocos años más tarde unos tíos con ropa muy ancha y relojes de cocina colgados al cuello que rayaban discos compulsivamente nos descubrieron que el rap también era música de combate. Por cierto, el neoliberalismo más salvaje, años más tarde también nos demostró que todos estos géneros podían ser música de nada: desproblematizada, despolitizada… fiesta sí, pero sin revolución. En el programa de esta semana no vamos a reivindicar ninguno de estos genéros que ya tenemos muy trillados en Barrio Canino. Vamos a las raíces de nuestra música popular: el flamenco. ¿Es música de combate? Spoiler de lo que vamos a escuchar en este programa: si, lo es. Vamos a darnos un paseo por malagueñas, seguiriyas, bulerías y fandangos. Cantaores con acentazo y piel quemada por el sol. Mucha tierra y con lo popular grabado a fuego, muy jondo. Y con las reivindicaciones del pueblo a flor de piel, no las de los señoritos. Porque en el flamenco las guitarras no disparan, pero siempre apuntan aunque no veas la bala, como cantaba Fermín Muguruza al frente de Kortatu en 1986, poniendo voz a la “Línea del Frente”. Salta una valla, dobla una esquina, en cualquier adoquín está la primera línea. Y en la barricada hoy se escucha un ramo de coplas con aire flamenco. “Aquí el sudor se siente, y la sangre se ve correr, cada burgués recibirá su broma y se vengará la humillación”, lo cantaba Evaristo, pero podría haber sido el Cabrero. Ya sabéis que en Barrio Canino vivimos bajo la dictadura del punk, pero afortunadamente de vez en cuando nos topamos con gente como Pedro Lópeh y nos trae un soplo de aire fresco musical, al margen de nuestros ruidos y parafilias. Y así, nos cuenta Pedro que para hablar del flamenco como música de combate podemos hacerlo a tres niveles: 1) atendiendo al contenido y a los mensajes de las letras que son reivindicativos explícitamente, 2) atendiendo a los valores que se defienden implícitamente y que acaban siendo subversivos ante lo terrible que es lo que nos rodea y 3) cantaores que se han posicionado políticamente en público. Y con esa triple división aparecen nombres como Manuel Agujetas, El Sordera, Tía Anica, La Perrata, Rancapino, y otros más conocidos incluso por el público ajeno al flamenco como José Menese, Mercé, Antonio Mairena, Enrique Morente y Camarón. Pedro es la mano que mece la cuna en el podcast “El Café de Silverio”, programa sobre flamenco, y mucho más que flamenco. “El Café de Silverio”, probablemente el mejor podcast musical de la piel de toro. ¡Probablemente!
Esta semana os traemos un programa sobre historias de racismo en España. Hacemos un recorrido por los George Floyd del estado español. Como es el caso de Mor Sylla, el senagalés que falleció al caer desde un balcón en un redada antimanteros en Salou, o Mame Mbaye, que murió de un infato huyendo de la Policía Municipal en Lavapies. La lista de fallecidos por el racismo institucional tiene muchos nombres: Samba Martine, Mohamed Bouderbala, Alpha Pam y Daniel Jiménez, completan nuestra lista en el programa de esta semana. También hacemos un recorrido por los pueblos malditos que también han sufrido el racismo y la persecución étnica en la Península Ibérica a través de la historia. Hay episodios bien conocidos, como la expulsión de los judios sefardíes, la de los musulmanes y moriscos que, todo sea dicho, hoy son considerados por las principales corrientes historiográficas como errores políticos de bulto. Pero existen otras historias menos conocidas como las de los agotes, pasiegos, los vaqueiros de alzada, maragatos y chuetas. También nos paramos en la vinculación de la burguesía catalana con la trata de esclavos. El desarrollo de la industria catalana en el siglo XIX y el posterior asentamiento del capitalismo entre la adinerada burguesía catalana tiene una fuerte vinculación con la mano de obra esclava y el tráfico de personas. Uno de sus máximos exponentes es la familia Güell, apellido bien conocido por habitantes locales y por turistas, pero del que no siempre se desgrana la historia del origen de su fortuna. Completamos este programa con la intervención de Jhana Beat, que nos habla de sus vivencias, en una familia mitad paya y mitad gitana, para acabar a golpe de beat box. Y gritamos: la vida de George Floyd importa. Las vidas negras importan. Las vidas magrebíes importan. Las vidas latinas importan. Las vidas gitanas importan. Las vidas de las minorías racializadas importan. Las vidas perras importan, y ya sabemos que quien vive como un perro, muchas veces también muere como un perro.
Esta semana hablamos de SmashTheCovid19, disco recopilatorio de hardcore punk, cuya recaudación va a parar a la Red de Apoyo Mutuo de Leganés en su lucha contra la crisis sociosanitaria provocada por el bicho. Hablamos con Mariano y Miki, de la Chusma Crew y culpables de la edición de este recopilatorio. Y también con Javi, de Tensión, David de las bandas Cantona y DelaBruja, y con Dani, de GoVeterans. Mascarillas, geles, guantes y atrezzo sanitario diverso son necesarios para frenar al Covid19. Pero también una buena dosis de justicia social, apoyo mutuo y mucho ruido. Así lo entienden la Chusma Crew, una panda de vecinos de Leganés, que durante el estado de alarma han publicado el recopilatorio SmashTheCovid19 y que están decididos a aplastar los efectos del bicho a golpe de ampli y de distorsión. Tenía que ser en Leganés, una de las localidades donde más fuerte ha golpeado la pandemia, que ha afectado a numerosos vecinos. Muchos han perdido familiares directos, como Mariano, que perdió a su padre en las primeras semanas de la pandemia, en pleno colapso del Hospital Severo Ochoa. A partir de ese momento surge la idea de hacer un disco recopilatorio, con el apoyo de muchas bandas locales y del entorno más próximo. Así nace SmashTheCovid19, con una veintena de bandas ligadas a los principios más comprometidos del hardcore: el do it yourself y la vinculación con las causas sociales de su comunidad más cercana. Y con el propósito ayudar a quienes han sufrido los efectos del coronavirus, de una forma u otra, por eso la recaudación de SmashTheCovid19 se destina a la Federación Local de Asociaciones de Vecinos de Leganés (FLAVL), y va a parar a la Red de Apoyo Mutuo de Leganés. En este programa hablamos con Javi, batería de Tensión, banda de punk con aires oscuros bajo la influencia del hardcore radikal, como ellos mismos se definen. Fueron una de las primeras bandas que se sumaron al recopilatorio. Tensión han publicado durante el mes de abril su EP «La locura acecha», que tendrán que esperar a defenderlo en directo, porque han decidido que con los acústicos online que se monta la peña el punk no necesita pandemia para morir. Y también hablamos con David, de las bandas Delabruja y Cantona. El apellido del futbolista recordado por todos por patear a un fascista del National Front tras proferir insultos xenófobos sirve también de nombre a esta banda del extrarradio madrileño. Ni cortos ni perezosos, durante el estado de alarma han publicado una trilogía de EPs, «Caerán banderas», «Historias del día a día» y «Y con nosotros ¿qué?». Y cerramos el programa hablando con Dani, de la banda GoVeterans, desde Terrassa. Formados en 2013 con miembros de Nunnery, B12, the Anger Manifesto y Bastardos, entre otras. Hablamos con ellos de la escena local y de la publicación de su trabajo más reciente, también durante el estado de alarma, «Never back down». Este programa, al igual que el disco, va dedicado a todas las personas que nos han dejado, a los que siguen peleando contra la enfermedad y a todos aquellos que siguen luchando en los diferentes frentes. SmashTheCovid19 se puede comprar en Bancamp a partir de 2€: https://smashthecovid19.bandcamp.com/
Esta semana hablamos con las redes de apoyo mutuo y de cuidados vecinales surgidas en Madrid tras la epidemia sanitaria del Covid19. Hablamos con Somos Tribu Vallekas y con la organización del Madriz Kiwi Fest. Muchos vecinos de Vallekas ya caminaban por la cuerda floja de la precariedad y la exclusión social antes de la pandemia. Cualquier soplido podía hacer caer a muchas familias, y la Covid19 ha soplado, y fuerte. Llega el virus, la pandemia. Y enseguida viene la hostia. El bicho infecta a las personas y ya sabemos los síntomas: febrícula, dificultad respiratoria, mucosidad en las vías respiratorias bajas, dolor de cabeza ocasional, pérdida del olfato y el gusto y, en algunas personas, diarrea. Pero estas personas ya estaban infectadas de antes. Infectadas por el capitalismo. Los síntomas son variados, porque hay algunos a quienes le va muy bien, y a otros bastante peor. Hablemos de estos últimos. Los síntomas también son claros: precariedad, explotación laboral, exclusión e inasistencia de los servicios públicos. Dice Sergio Fanjul, el paseante oficial de la Villa de Madrid y autor del libro “Madrid, la ciudad infinita”, que en Madrid la riqueza se distribuye de forma muy desigual, y que hay un gradiente desde las rentas más altas en el noroeste hasta las más bajas en el sureste. Y justamente en el sureste es donde menos se invierte. También es donde más pizzas reparte Ayuso a los escolares con beca de comedor. Y también es en estos barrios donde más multas se han puesto aplicando la Ley Mordaza durante el estado de alarma. Todo esto no es casualidad, la renta per cápita en el Barrio Salamanca supera los 60.000€, pero en Entrevías está en 14.000€. Un dato que va más allá de lo económico: en Usera la esperanza de vida es dos años menor que en el barrio Salamanca. Hablemos del sureste. Más allá de la M-30: Puente de Vallekas con sus 230.000 habitantes censados, y más allá de la M-40: Vallekas Villa con 110.000 censados. Dos distritos con 340.000 habitantes censados, y unos cuantos miles más sin papeles, que no salen en las estadísticas de ningún tipo. Durante la crisis sociosanitaria del Covid19, es en estos barrios donde más rápidamente han proliferado las redes de cuidados vecinales. Primero con favores a quienes los necesitaban y muy pronto con ayudas mucho más esenciales: trabajo y comida. Porque Madrid pasa hambre. Y aquí es donde reivindicamos iniciativas de apoyo mutuo entre vecinos como Somos Tribu Vallekas y como el Madriz Kiwi Fest, de las que hablaremos en este programa. Somos Tribu Vallekas es la red de apoyo mutuo vecinal de Puente de Vallekas que se ha montado para hacer frente a la crisis sanitaria, social y económica que se ha desatado a raíz de la pandemia de Covid19. Su acción se divide en los cinco barrios en los que se compone el distrito: Entrevías, San Diego, Palomeras Bajas-Palomeras Sureste, Numancia-Portazgo y Doña Carlota. El apoyo entre vecinos empezó muy pronto, entre conocidos, haciéndose favores cotidianos, como bajar la basura, o hacer la compra diaria. Pero la situación enseguida empeoró, muchas familias dejaron de tener ingresos y sus demandas fueron mucho más básicas: comida y trabajo. Somos Tribu Vallekas es una red que pretende huir del asistencialismo, creando redes de apoyo mutuo entre vecinos que se empoderan de sus problemas, y en la que ya están participando dinamizadores vecinales, junto con miles de vecinos. Una red que no deja de crecer, ahora también con familias derivadas de los propios servicios sociales públicos, que ante su desbordamiento facilitan el contacto de Somos Tribu Vallekas para que les ayuden. No solo en Puente de Vallekas. Esto ocurre, en mayor o menor medida, en todos los barrios de Madrid, donde se han montado despensas solidarias que necesitan apoyo. Así nace el Madriz Kiwi Fest, un festival online que propone dos días de artes escénicas para el rescate de las despensas solidarias de las redes de cuidados que se han montado en los barrios de Madrid. Este festival solidario nace después del éxito del CoronaFest que se celebró en Vallekas Villa hace unas semanas. Ahora el Madriz Kiwi Fest pretende recaudar fondos para las despensas solidarias de distintos barrios de la ciudad. El festi estará presentado por Yayo Herrero, Bob Pop y Pamela Valenciano, y en el que actuarán Rozalén, La Mare, La Otra, María Ruiz, Pitu, Biznaga, Yarea, Mala brava, Nacho Campillo, Ash Samba, Alfre Camarote, Dr Blues y Monolito, entre otros artistas. También hay cartel para los más pequeños con Yo Soy Ratón, CantaJuegos, Vaka y pollo, Pipa y sus diábolos, Vane Lunátika, Edu Circlosión, Ricky el tenista y más. Todo esto será el fin de semana del 30 y 31 de mayo. Y tienes el horario y cartel actualizado en su web y redes: WEB |https://madrizkiwifest.org/ TW | https://twitter.com/MadrizKiwiFest FB | https://www.facebook.com/madrizkiwifest/ De este programa sacamos una conclusión, y es que hay una realidad muy clara para los excluídos del sistema: no hay vacuna contra la pobreza, ni se está investigando.
En el programa de esta semana os traemos las charlas-coloquio sobre medios libres que tuvieron lugar en el 1er Cadenazo Ibérico de las radios libres en el estado español, el pasado 10 de mayo. Durante el estado de alarma las radios libres nos hemos quedado en casa, pero no nos hemos quedado calladas. Ni mucho menos. Hemos reivindicado la radio libre como un elemento esencial para la comunicación popular. Siempre necesaria. Y en estos tiempos mucho más. Decenas de radios por todo el estado no solo han mantenido sus emisiones, sino que algunas han redoblado esfuerzos, incluso aumentando la producción habitual. Y hay casos que merecen mención a parte, como Radio Bronka que, después de 975 días sin emitir, reanudó sus emisiones coincidiendo con el estado de alarma. Muchas de las producciones de las radios libres estos días se han hecho desde estudios confinados, montajes caseros con pocos medios y mucho corazón. El caso es desconfinar nuestras emisiones, romper el aislamiento y comunicar al margen de la oficialidad. Con esta inspiración nos llegó a las radios libres de la Península la convocatoria de los cadenazos radiales coordinados por radios rebeldes mexicanas, que pronto se propagaron por Honduras, Guatemala, Costa Rica, Panamá y el Wallmapu (en territorio chileno). Estos cadenazos, que se llevan convocando todos los sábados desde finales de marzo, son emisiones conjuntas de unas 15 horas en las que la emisión va saltando de emisora en emisora, haciendo directos en cadena e interconectando las emisiones de radios libres de distintos países. Desde el estado español nos sumamos a estos cadenazos Radio Bronka desde Barcelona, Radio Almaina desde Granada, Radio Argayo desde Cantabria y Ágora Sol Radio desde Madrid. Pocas semanas después nos picó el gusanillo de replicar esta experiencia entre las radios del estado español, así que se lanzó la convocatoria del 1er Cadenazo Ibérico de las Radios Libres. Y lo hicimos. El 10 de mayo se lanzó una emisión coordinada entre una quincena de radios libres que duró 16 horas. Esta emisión incluía un tramo en directo con tres coloquios sobre "El Papel de los Medios Libres en la Nueva Anormalidad", en los que participó peña de distintas radios libres y también de otros medios libres, webs de contrainformación y prensa, fundamentalmente. En este programa recogemos el audio de estos tres coloquios. En el primero de ellos participan radios libres del estado español, y lo dinamiza Osama, de Radio Almaina, desde Granada, y participan: Fide (Radio Almaina), desde Granada Dr. Jarri Canino (Ágora Sol Radio), desde Madrid Virus (Radio Topo), desde Zaragoza Honorio (Zintzilik Irratia), desde Orereta - Rentería Álvaro (Radio Bronka), desde Barcelona Bea (Contrabanda FM), desde Barcelona El segundo trata sobre radios libres y también algún podcast. Fue dinamizado desde Madrid por Álvaro Lorite y Marta López (Radio Vallekas) y participaron: Profesor Arkadio (La Linterna de Diógenes) Raimundo Soria (Onda Expansiva Burgos) Ainhoa (Radio Alegría Libertaria) Manolo Gallego (Radio Klara) Dani (El pájaro observador + Radio Argayo) Taki (Irola Irratia) Y el tercero, y último coloquio, lo dedicamos exclusivamente a “otros medios” no radiofónicos en el que juntamos a algunos de los medios independientes más potentes del estado español, y amigos, por qué no. Lo dinamizó nuestro compadre Elros de Ágora Sol Radio y participaron: Diana Cordero (Kaos en la Red) Magda Bandera (La Marea) Javi (Todo por hacer) Sara Plaza (El Salto, nodo de Madrid) Mar (El Topo Tabernario)